Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Por supuesto que no habrá justicia perfecta, como tampoco hay manera de reparar ni
restituir el daño y el dolor causado en cinco décadas de una guerra contra los más
vulnerables. La pregunta, entonces, es cuánta justicia es absolutamente indispensable,
qué no es perdonable bajo ninguna circunstancia.
Estos principios de realidad recuerdan que no todo es negociable y es sobre esos límites
sobre los que se legitima un proceso de transición. Sin embargo, me temo que estamos
padeciendo uno de los efectos más perversos de los procesos de paz. Me refiero a ese
activismo que desalienta todo sentido crítico, esa suerte de ‘síndrome de Estocolmo’
que hace olvidar que el enemigo es el que está sentado al otro lado de la mesa y no el
que le demanda al Estado que honre su deber de hacer justicia.
Del horror nos levantaremos gracias a un proceso de paz que no será perfecto, pero sí
debe ser justo, transparente, un testimonio irrenunciable de que nos comprometemos a
que esto nunca volverá a suceder.
Natalia Springer
@nataliaspringer
Publicación
eltiempo.com
Sección
Editorial - opinión
Fecha de publicación
20 de mayo de 2013
Autor
Natalia Springer