LECTURA EFICAZ

Educación Básica

Hno. Rodolfo Andaur Zamora

Editor
Distrito Lasallista Brasil-Chile
2019
1
 LECTURA EFICAZ

Educación Básica

BATERIAS
DE PRUEBAS
DE EVALUACIÓN
1° a 8° E.B.

Hno. Rodolfo Andaur Zamora

Editor
Distrito Lasallista Brasil-Chile
2019

2
Edición Chilena
3
2019

1
 LECTURA EFICAZ

Educación Básica

BATERIA DE PRUEBAS DE EVALUACIÓN

Bruño

0
Para la batería de evaluación de 1° a 6° EB
© Equipo Pedagógico
Subcomisión Regional
de Lectura Eficaz
LA SALLE – 1994

AJL22910010
ISBN: 84-216-2484-9
Depósito Legal. M – 22417-1994
Imprime: Villena, A. G.
Print in Spain.

Para la batería de evaluación de 7° a 8° EB

Distrito de Bilbao

Edición chilena.
Distrito Lasallista Brasil-Chile
Editor Hno. Rodolfo Andaur
Julio de 2019

1
 RELACIÓN DE PRUEBAS
Educación Básica

Ciclo Nivel Prueba Título N° Pal. IFL

1° EB A El dinosaurio * *
B La historia de un niño que siempre reía 115 80
C Las cien ovejas 142 80
I 2° EB A La historia del camello listo 185 85
B El hombre que no tenía sombra 220 75
C La historia del pájaro comilón 232 78
3° EB A El hombre que vivía con las cigüeñas 290 70
B Francisco me dejo sin pelo 305 63
C Se perdió mi hermano 311 69
II 4° EB A Cuento de invierno 479 70
B El chico de Júpiter 512 65
C El mago Giró 523 60
5° EB A Los hermanos gemelos 627 70
B Haz bien sin mirar a quien 706 70
C Las manchas del leopardo 799 60
III 6° EB A Inés, mala 885 72
B Una casa con orejas 967 65
C El hada rota 1071 68
7° EB A Egidio, el granjero de Ham 1651
B Chiu y el grano de arroz 1717
C Las estrellas mágicas 1532
IV 8° EB A El misterio de la isla de Tokland 1814
B Kaima, electrónico 1958
C El barrio de la calabaza 2008

2
La evaluación didáctica de la Lectura Eficaz

A lo largo de los últimos años ha venido debatiéndose tanto la necesidad de la evaluación de la Lectura
Eficaz como su aplicación o su metodología de desarrollo. La conclusión de todos los estudios resulta muy
poco clarificadora: frente a los detractores de la evaluación, los defensores de esta alternativa tampoco se
ponen de acuerdo en las características que han de definirla. Convencidos especialmente de su valor y utilidad,
hemos decidido aportar el material que el lector podrá encontrar a continuación.

Se trata de una batería de 24 (originalmente 18) pruebas, presentadas todas ellas bajo el título de Prueba
Objetiva de Respuesta Cerrada. Esta fórmula nos brinda una mayor operatividad frente a las de respuesta
abierta, cuya aplicación resultaría excesivamente laboriosa. Su número se ha acomodado a la necesidad
evidente de aplicar una trimestral durante los seis cursos académicos que dura la Educación Primaria. Dentro
de cada nivel se ha mantenido la uniformidad criterial, tanto en la extensión como en su contenido y la
presentación.

Por otro lado, somos conscientes de la diversidad de factores que pueden condicionar su desarrollo.
Controlarlos todos sería poco menos que imposible, y además complicaría la aplicación de manera excesiva.
Nuestra propuesta ha sido clara: optar por una prueba de aplicación fácil, de rápida ejecución y precisa en la
información, tanto para el docente como para el alumno.

De este modo el niño o la niña podrán tomar conciencia de la evolución que sigue su destreza,
acomodando oportunamente el esfuerzo a sus necesidades de aprendizaje.

El docente puede contar después de su aplicación con información valiosa, tanto del grupo de clase
como individual de cada alumno, mediante lo cual podrá efectuar las correcciones oportunas al proceso de
Enseñanza / Aprendizaje posterior.

El criterio de VELOCIDAD LECTORA determinará la aplicación de ejercicios que potencien la

fluidez, la habilidad visual, la amplitud de campo, la visión directa e incluso todo lo que implique la
desfonetización lectora. La COMPRENSION se verá condicionada por los ejercicios de vocabulario y sintaxis
además de los referidos a la memoria.

De este modo, en función de los resultados obtenidos, el proceso didáctico se programará en base a
ejercicios de uno u otro tipo, con la seguridad de estar incidiendo pedagógicamente y de forma directa en las
necesidades específicas de cada alumno.

Contenido de la batería

Este material aporta una prueba por cada trimestre escolar. En cada nivel se aumenta la extensión de
un único texto, al objeto de favorecer la comparación de resultados dentro del mismo curso escolar.

En el diseño de las pruebas se ha considerado la progresión (en este caso decreciente) de la facilidad
lectora, aplicándose la conocida fórmula de lecturabilidad de Flesh (1948), que nosotros denominamos «Índice
de Facilidad Lectora» (I.F.L.):
LECTURABILIDAD = 206,84 - 0,6 P - 1,2 F

(donde P = nº sílabas/100 palabras y F = nº de frases/100 palabras)

 En la selección de textos por niveles se han tenido en cuenta:

o Medida de su extensión, que es progresiva con los niveles.
o Revisión y selección del vocabulario.
o Medida del I.F.L. Quedan todas las pruebas por encima del 60%.

 El orden secuencial del cuestionario es el siguiente:

o Entre 10 y 20 ítems, según niveles.
o En cada nivel: Un 25% de cuestiones de Inferencia Lógica,
el 25% de Información Contextual,
y el 50% de Información de datos directos.
o Tres opciones por cada ítem.
3
 o Alternancia de la redacción directa y la cuestionada.

Tabla nº1: Índice de Flesh

VALORES DIFICULTAD DE LECTURA NIVEL ACADÉMICO
91-100 MUY FÁCIL PREESCOLAR
81-90 FÁCIL PRIMARIA
71-80 ALGO FÁCIL ESCOLAR
61-70 NORMAL ESO-FP1
51-60 ALGO DIFÍCIL BACHILLER/FP2
31-50 DIFÍCIL DIPLOMADO
0-30 MUY DIFÍCIL LICENCIADO

Criterios de aplicación

Aplicar en una hora apropiada, evitando la fatiga o la desadaptación horaria, que permita el máximo
rendimiento del alumno.

Conviene que el aplicador sea único para todo el Centro con el objetivo de uniformar los criterios de
funcionamiento durante las pruebas.

HOJA DE RESPUESTAS DEL ALUMNO

LECTURA EFICAZ

Nombre:________________________________________ N° ____

Nivel: _________

Tiempo de lectura

Respuestas

1 11
2 12
3 13
4 14
5 15
6 16
7 17
8 18
9 19
10 20

Proceso de aplicación

1. MOTIVACIÓN GRUPAL.
Comentario del proceso y del contenido: sin aportar información sobre el mismo, conviene explicar
detalladamente la mecánica de aplicación.

2. EJECUCIÓN.
Lectura silenciosa e individual del texto, y resolución del Cuestionario.
4
 3. CORRECCIÓN.
Individual por parte del docente.

4. BAREMACIÓN DE RESULTADOS.
Con la obtención de las tablas y gráficas correspondientes.

5. EVALUACIÓN.
A efectuar sobre tres niveles: individual, grupal y departamental, sus datos servirán para orientar el
proceso didáctico futuro.

Cálculo de resultados

Los resultados aportados por la prueba son dos:

- La VELOCIDAD LECTORA. Determina el ritmo de lectura del alumno. A mayor índice, mejor
fluidez. (Es necesario tener en cuenta que la prueba mide únicamente el número de palabras por
minuto que el alumno capta en su lectura silenciosa.)

- El cálculo resulta de la aplicación de la siguiente regla de tres:

A (tiempo de lectura en segundos) Nº palabras del texto

60 segundos (1 minuto) V.L.

De donde
8 X 60
V.L. = = Nº palabras/minuto
A-

- La COMPRENSIÓN LECTORA. Pondera la asimilación que se obtiene de la ejecución lectora,

midiendo su porcentaje de efectividad.

C (Nº ítems de la prueba) - 100%

P - C.L.

- P = Es el factor ponderado de aciertos que establece una corrección en los aciertos. Diferencia el
hecho de fallar una pregunta con el de no responderla, es decir, distingue entre el «no saber» y el
«estar equivocado».

- Se obtiene con la fórmula siguiente:

Fallos -1
P = Aciertos –
0pciones

P x 100
- De todo ello resulta que ... C.L. = = % Comprensión
(Nº de ítems)

- Los datos anteriores se correlacionan entre sí para el cálculo de la efectividad. Es lo que llamamos la
EFICACIA LECTORA o LECTURA EFICAZ (L.E.) y se calcula mediante la fórmula siguiente:

V.L. x C.L.

5
 L.E. =
100

Nota: La prueba A del nivel 1 no permite la valoración de la Velocidad Lectora, ya que se ha concebido
con el único fin de acercar al alumno a este tipo de prueba.

Cálculo de resultados:

nº pal. x 60
V.L. = = palabras/minuto
tiempo en seg.

P x 100
C.L. = = % comprensión
nº de items

V.L. x C.L.
L.E. = = palabras/minuto eficaces
100

Baremación:

Si bien este tipo de pruebas lo venimos aplicando los últimos años en numerosos Centros de nuestro
entorno, no hemos llegado en ningún momento a establecer baremos objetivos que determinen
referencialmente la posición del alumnado. Esta batería se inicia con el aprendizaje del alumno, y será su
propia valoración (tanto individual como grupal) la que determine la progresión del resultado. Así se puede
obtener fácilmente una gráfica de la evolución conseguida en cuanto a estos tres factores:

A) La GRÁFICA PERSONAL de cada alumno: podemos estudiar su evolución lectora desde el

momento del aprendizaje hasta su consolidación.
B) La GRÁFICA GRUPAL de la clase. Por un lado permite el posicionamiento de cada alumno respecto
del grupo. Y por otro la variación de éste como tal, posibilitando así la programación de los ejercicios
de acción didáctica en función de los resultados globales de velocidad o comprensión.

C) La GRÁFICA DEL CENTRO nos brinda la oportunidad de una valoración global de los resultados
del conjunto del alumnado. Posteriormente, el departamento podrá analizar y comentar éstos de manera
pormenorizada.

No obstante, conviene tener en cuenta que:

 Una comprensión lectora inferior al 45% supone una total inadecuación, por lo que podemos
concluir con que no existe comprensión. La reiteración de este caso implica la necesidad de un
estudio psicopedagógico del tema.

 Una velocidad inferior a 150 pal./min. supone una lectura subvocalizada, por lo que no podemos
determinar su carácter ideovisual hasta que no se supere dicha barrera. Este nivel de adiestramiento
habría de haberse superado ya en el Tercer Ciclo de la Etapa.

 La progresión de resultados ha de ser paralela en ambos criterios (la velocidad y la comprensión)

para considerar efectivo el aprendizaje.

 Los altos niveles de lectura ideovisual deberían corresponderse con un alto índice de comprensión
lectora. De lo contrario (casos de alta velocidad y baja comprensión) hemos de dudar de su
capacidad predictiva y de la calidad del aprendizaje producido.

Con todo, habremos conseguido una batería de pruebas con dos índices de efectividad aceptables:
6
 - FIABILIDAD, dado que a lo largo de la etapa de Educación Primaria se mantienen los mismos
criterios de evaluación, en parámetros de similitud.

- VALIDEZ, puesto que la información que aporta al observador procede precisamente de la

configuración didáctica del proceso de Enseñanza/Aprendizaje, ya que los ejercicios fueron
concebidos con los mismos criterios técnicos-didácticos en que van a ser evaluados.

- Podemos añadir además un tercer parámetro:

- OPERATIVIDAD: resulta de ti aplicación y cómoda interpretación.

- Desde aquí deseamos que el usuario obtenga de esta batería cuantos valores pedagógicos hemos
intentado expresar y desarrollar.

En la presente edición se ha cuidado de que el lenguaje usado sea comprensible para el alumno (a) de
Chile. Por ello se han cambiado giros idiomáticos propios de los originales provenientes de España a lenguaje
propio de nuestro país, como por ejemplo “chabolas” por “casuchas” o “duros” por “pesos”.

7
 NIVEL 1 PRUEBA A

EL DINOSAURIO

1. Pon el ojo al dinosaurio. 6. ¿Quién es el más grande de todos?

El dinosaurio
2. Dibuja el tronco del árbol. El señor
La niña
3. ¿Cuántos personajes hay con gorro?

4. Completa la cola del dinosaurio. 7. - Dibuja un sol.

5.- Tacha el niño que se ha caído. 8.-EI vestido de la niña tiene

botones.

8
9
NIVEL 1 PRUEBA B

N° Palabras 115
I.F.L. 80

LA HISTORIA DE UN NIÑO QUE SIEMPRE REÍA

Érase una vez un niño tan alegre que siempre se

estaba riendo. El niño salió de paseo con su abuelo
y de pronto cayó una lluvia tremenda.

Como no tenían impermeable ni paraguas, se

metieron con otras personas en el portal de una
casa. La gente no hacía más que protestar por causa
de la lluvia, pero el niño se reía. Un goterón de
agua comenzó a caer desde el tejado sobre el
sombrero del abuelo y allí se quedó como si
estuviera en una fuente.

Y cuando el sombrero estuvo completamente

lleno de agua hasta el borde, la lluvia se derramó y
fue a caer al cuello del niño, Los dos se pusieron a
reír.

10
NIVEL 1 PRUEBA B

LA HISTORIA DE UN NIÑO QUE SIEMPRE REÍA

11
1. EI niño se reía porque... 6. EI goterón de agua caía...

a) no tenía clase. a) en el sombrero del abuelo.

b) era muy listo. b) delante de sus narices.
c) era muy alegre. e) sobre los zapatos del niño.

2. EI niño salía a pasear acompañado 7. Al mojarse, el sombrero del abuelo...

de...
a) se arrugó.
a) su perro. b) perdió el color.
b) su abuelo. c) se llenó de agua.
c) otros dos amigos.
8. Las alas del sombrero...
3. Se metieron en un portal...
a) eran muy pequeñitas.
a) para que el perro dejara de ladrar. b) estaban totalmente planas.
b) por si empezaba a llover. e) estaban dobladas hacia arriba.
c) para no mojarse.
9. Cuando el sombrero se llenó, el agua
4. Cuando llovía tanto, la gente estaba... cayó...

a) muy limpia. a) en el cuello del niño.

b) quejándose. b) en la blusa de la señora.
c) contenta. c) en los zapatos del abuelo.

5. En el portal de la casa... 10. Al caer el agua del sombrero...

a) había más gente. a) la señora se enfadó.

b) estaban solos. b) el perro salió corriendo.
c) hacía mucho calor. c) el niño y el abuelo comenzaron a
reírse.

12
NIVEL 1 PRUEBA C

N° Palabras 142
I.F.L. 80

LAS CIEN OVEJITAS

La abuela empieza a contarle un cuento a su nietecito

para que se duerma:

Érase una vez un pastorcillo que tenía a su cuidado cien

ovejas. Un día las había llevado a comer lejos, donde crecía
hierba fresca. Al atardecer se encontró con que para ir al
corral tenía que atravesar un riachuelo sobre el cual habían
puesto una tabla a manera de puente ..

La abuela, creyendo que el niño ya se había dormido, se

levantó a cerrar la ventana. Pero el niño, abriendo los ojos,
exclamó:

-¿Por qué cierras la ventana, abuela? Termina de contar

el cuento.

-Mira, primero tienen que pasar por el puente todas las

ovejas. Cuéntalas tú mismo, y cuando hayas contado hasta
cien, habrán pasado todas y se encaminarán a su casita.

El niño, obediente, empieza a contar: «Una, dos, tres...

diez, once... » Y se durmió.

13
 NIVEL 1 PRUEBA C

LAS CIEN OVEJITAS

1. ¿Quién dormía al niño? 6. Para atravesar el río, el

pastorcillo...

a) El abuelo. a) tenía que cruzar un puente.

b) La abuela. b) había colocado unas tablas.
c) La madre. c) lo hacía por unas piedras.

2. Los cuentos se los contaba... 7. La abuela cerraba la ventana

cuando...
a) por la noche.
b) antes de comer. a) el niño estaba ya dormido.
c) antes de ir a la escuela. b) terminaba el cuento.
c) hacía mucho frío.
3. EI rebaño del pastorcillo tenía...
8. EI niño no se había dormido
a) pocas ovejas. porque...
b) cien ovejas.
c) más de cien ovejas. a) el cuento no había terminado.
b) no tenía sueño.
4. Las ovejas comían... c) hacía mucho calor.

9. La abuela le mandó contar ovejas

a) en el corral. para...
b) en la montaña.
c) en el campo. a) aprender los números.
b) que se durmiera.
5. EI pastorcillo guardaba sus c) ver si estaban todas.
ovejas...
10. El niño se quedó dormido...
a) en un corral.
b) en una cueva. a) cuando terminó de contar ovejas.
c) debajo del puente. b) cuando la abuela terminó el cuento.
c) antes de terminar de contar ovejas.

14
NIVEL 2 PRUEBA A

N° Palabras 185
I.F.L. 85

LA HISTORIA DEL CAMELLO LISTO

Cierta vez un hombre robó un camello. Sencillamente

se fue con él. Al principio la gente no se dio cuenta de nada.
Estaban durmiendo. El hombre cabalgó por el desierto
encima del camello, pero en el desierto hacía mucho calor.

El hombre estaba muy cansado, así es que desplegó su

tienda y se puso a la sombra. Entonces al camello se le
ocurrió una cosa. Se deslizó dentro de la tienda. El hombre
se puso a gritar, tenía un miedo enorme. La tienda entera
estaba ocupada por el camello y el hombre ya no podía salir,
porque aquel gigantesco animal se había colocado delante
de la entrada de la tienda. El hombre estaba prisionero en su
propia tienda y pataleaba y daba alaridos.

Pero al camello le importaba todo un pito. Permaneció

allí quieto como una montaña y esperó que llegase la gente.
Como todos estaban buscando al camello, oyeron desde
lejos los gritos. La gente vino y dieron de palos al hombre y
le echaron fuera y al camello le dieron azúcar y todos le
colmaron de elogios, porque era un camello muy listo.

15
 NIVEL 2 PRUEBA A

LA HISTORIA DEL CAMELLO LISTO

1. Un hombre robó...
6. EI hombre gritaba por...
a) un dinosaurio.
b) un camello. a) diversión.
c) un gato. b) alegría.
c) miedo.
2. La gente no se dio cuenta
porque... 7. Señala lo correcto:

a) dormía. a) el camello ocupaba toda la tienda.

b) comía. b) el hombre se escapó.
c) jugaba. c) la tienda se cayó.

3. ¿Cómo iba el hombre en el 8. Al camello:

camello?

a) Delante. a) le asustaba el hombre.

b) Debajo. b) no le importaba nada.
c) Encima. c) se le rompió una pata.

4. En la lectura dice que: 9. La gente...

a) el hombre estaba cansado. a) se escapó.

b) el camello tenía hambre. b) pegó al hombre.
c) encontraron un oasis. c) se asustó.

5. AI camello se le ocurrió: 10. Al camello lo premiaron

porque...

a) comerse la tienda. a) se durmió.

b) meterse en la tienda. b) se marchó.
c) tomar el sol. c) era muy listo.

16
 NIVEL 2 PRUEBA
EL HOMBRE QUE NO TENIA SOMBRA
Aquel hombre no tenía sombra.
Era raro verlo caminar a pleno
sol sin que su figura se dibujara en el
suelo o contra las paredes.
En el pueblo se hablaba de él con
miedo. Cuando alguien se encontraba
con él, procuraba irse por otro camino.
Siempre iba solo. Nadie le
acompañaba; ni su sombra siquiera.
Y la verdad de aquel asunto no
era tan extraña.
Nuestro hombre había sido un
viajero incansable. Había recorrido
medio mundo a pie. En un principio
con su sombra, como incansable
compañera.
Juntos habían atravesado los
inmensos desiertos; juntos recorrieron
caminos, pueblos y ciudades; juntos
17
B
N° Palabras 220
I.F.L. 75
escalaron altas montañas y
descendieron a profundos barrancos.
Y la sombra nunca se había quejado.
En cierta ocasión, el hombre y su
sombra discutieron. La sombra estaba
cansada de ir de un lado para otro sin
parar. La sombra quería tener unas
vacaciones. El hombre no le hizo caso.
El viajero continuó durante
algunos años viajando, seguido,
aunque de muy mala gana, por su
sombra. Hasta que una calurosa tarde,
en la que el hombre descansaba bajo
una piedra, la sombra dijo:
-De aquí no me muevo. Y allí se
quedó.
Ésa es la razón por la que hoy
vemos al viajero caminar sin su
sombra.
 NIVEL 2 PRUEBA B

EL HOMBRE QUE NO TENIA SOMBRA

1. Al hombre en el pueblo le tenían...

a) rabia. a) vacaciones.
b) odio. b) mucho dinero.
c) miedo. c) otros amigos.

2. Este hombre siempre iba... 7. Y el hombre...

a) solo. a) la dejó marchar.

b) con amigos. b) no le hizo caso.
c) en coche. c) se enfadó.

3. EI hombre recorrió el mundo... 8. ¿Dónde se quedó la sombra?

a) en bicicleta. a) Bajo una piedra.

b) en avión. b) En un árbol.
c) andando. c) En un cuento.

4. La sombra iba con él... 9. ¿Quién dijo: «de aquí no me

muevo»?

a) en algún viaje. a) La sombra.

b) siempre. b) El hombre.
c) sólo de vez en cuando. c) El árbol.

5. Un día la sombra y el hombre... 10. Ahora vemos al viajero...

a) discutieron.
b) bailaron. a) sin sombra.
c) chocaron. b) cantando.
6. La sombra quería tener... c) aburrido.

18
 NIVEL 2 PRUEBA
LA HISTORIA DEL PAJARO DORMILON
Érase una vez un pájaro comilón
que no podía ver que los otros pájaros
comiesen algo. Y siempre los echaba
cuando estaban comiendo moras del
matorral, porque las quería para él.
Un día entró volando por una
ventana abierta y vio una torta de nata
sobre la mesa. De un salto, se puso
encima de la mesa. Abrió el pico y se
tiró a la torta, de tal modo que... metió
la cabeza entera en la nata.
Entonces no pudo ver nada. La
nata se le había metido en los ojos, le
había empapado la cabeza, con la
cereza de la torta y todo. Pero el pájaro
ya no quería comer más.
19
C
N° Palabras 232
I.F.L. 78
Batió las alas y quiso ir a
sentarse en mitad de la torta. Pero no
veía nada, así es que se cayó en la jarra
de leche. Y se quedó sentado ¡como si
estuviera en una bañera! Y no pudo
salir fuera, pues la jarra era muy
estrecha.
En aquel momento entró la
señora en la habitación. Y echó al
pájaro por la ventana. Ya en la calle,
los demás pájaros empezaron a
picotearle la nata, para que pudiera ver
algo.
A todos los pájaros les supo muy
bien y el pájaro comilón se enfadó
porque no quería darles nada de la
torta tan rica.
 NIVEL 2 PRUEBA C

LA HISTORIA DEL PAJARO DORMILON

1. EI pájaro... 6. Y salió...

a) bebía poco. a) con un chichón.

b) comía mucho. b) volando.
c) dormía. c) con la cabeza llena de nata.

2. AI pájaro le gustaban... 7. Como no veía nada...

a) las aceitunas. a) cayó en la jarra de leche.

b) las estrellas. b) se puso unas gafas.
c) las moras. c) se sentó en la mesa.

3. No dejaba comer a los demás porque... 8. EI pájaro no podía salir porque...

a) era un egoísta. a) estaba cojo.

b) estaba siempre solo. b) se ahogó.
c) tenía mucha hambre. c) la jarra era estrecha.

4. ¿Cuál es verdadera? 9. ¿Quién echó al pájaro?

a) La ventana ya estaba abierta. a) Los otros pájaros.

b) La ventana estaba cerrada. b) La dueña de la casa.
c) El pájaro abrió la ventana. c) Nadie.

5. EI pájaro... 10. Los pájaros le picotearon...

a) picó la mesa. a) para limpiarle.

b) saltó sobre la mesa. b) porque no le querían.
c) se arregló las plumas. c) para fastidiarlo.

20
 NIVEL 3 PRUEBA A

N° Palabras 290
I.F.L. 70

EL HOMBRE QUE VIVÍA CON LAS CIGÜEÑAS

La cigüeña vivía en el campanario de calendario colgado de la campana. La gente

la iglesia. Un día, un viento muy fuerte del pueblo se enfadó:
derribó su nido. Los pollos de la cigüeña,
los cigoñinos, se llevaron un gran susto. El -Tú no puedes vivir aquí -le dijeron-.
más flaquito se rompió una pata, el más
comilón se perdió y el más valiente se metió En los campanarios viven las
en un charco. cigüeñas.

La cigüeña intentó subir otra vez el Manuel contestó: -Yo no estorbo.

nido a la torre, pero no pudo. Quiso curar la
pata del flaquito, y no sabía cómo hacerlo. Pero no le hicieron caso. Lo
Después buscó al comilón por la plaza, pero obligaron a llevarse su cama y su cocina y a
no lo encontró. descolgar el calendario.

Finalmente, trató de limpiar el barro -Esto no es justo -dijo Manuel-. A la

de las patas del cigoñino valiente, pero no
encontró ni un trapo.
Entonces los habitantes del pueblo
vinieron a ayudarla. El veterinario curó la
pata del flaquito. La vieja Araceli encontró
al comilón, que estaba cazando moscas en
la iglesia. Julia lavó las plumas del más
valiente. Maribel y Quique arreglaron el
nido con ramas secas.
cigüeña se le cae el nido y vosotros la
ayudáis a levantarlo. A mí se me hundió la
casa y nadie me echó una mano.
La gente pensó que Manuel se
quejaba con razón.
Esa misma tarde se pusieron a
construirle una casa entre todos.

Cuando lo subieron al campanario, se

llevaron una sorpresa.

Manuel estaba viviendo allí con su

perro Manu. Tenía su cama y su cocina y un

21
 NIVEL 3 PRUEBA A

EL HOMBRE QUE VIVÍA CON LAS CIGÜEÑAS

1. La cigüeña vivía en... 11. Que Manuel viviera en el campanario le

a) un árbol. parecía a la gente...
b) el campanario de la iglesia. a) bien.
c) una casa. b) no le importaba.
c) muy mal.

2. EI nido se cayó del campanario por... · 12. ¿Cuántos animales vivían con Manuel?
a) un viento muy fuerte. a) Uno.
b) el choque de un avión. b) Tres.
c) una fuerte tormenta. c) Seis.

3. En el nido vivían... 13. Manuel dormía en...

a) 8 cigoñinos. a) el nido de la cigüeña.
b) 3 cigoñinos. b) un camping.
c) 2 cigoñinos. c) el campanario.

4. EI cigoñino más flaquito... 14. EI perro de Manuel se llamaba...

a) se echó a volar. a) Nano.
b) se metió en un barco. b) Toby.
c) se rompió una pata. c) Manu.

5. EI nido de la cigüeña estaba... 15. La gente del pueblo obligó a Manuel a...
a) del revés. a) hacer un nido.
b) caído. b) abandonar el campanario.
c) volando por los aires. c) vivir en el campanario.

6. La cigüeña intentó... 16. Manuel se fue del campanario...

a) subir el nido a la torre. a) protestando.
b) construir otro nido. b) muy contento.
c) tirar el nido de la torre. c) en silencio.

7. ¿Quién curó la pata del cigoñino? 17. Manuel tenía colgado el calendario...
a) El alcalde. a) del nido.
b) El médico. b) de la pared.
c) El veterinario. c) de la campana.

8. Maribel y Quique ayudaron... 18. ¿Quién ayudó a la cigüeña?

a) sólo al perro. a) Otras cigüeñas.
b) al veterinario. b) La gente del pueblo.
c) a la cigüeña. c) Manuel y Manu.

9. ¿Quién encontró al cigoñino comilón? 19. AI principio la gente ayudó a Manuel...

a) La vieja Araceli. a) sólo un poco.
b) Maribel y Quique. b) mucho.
c) Un cazador. c) nada, y por eso se quejó.

10. Maribel y Quique arreglaron el nido con... 20. ¿AI final, la gente es amiga de Manuel?
a) unos cartones. a) Sí.
b) barro. b) No.
c) ramas secas. c) Un poco.

22

NIVEL 3 PRUEBA
FRANCISCO ME DEJO SIN PELOS
Un día fui con mi hermano Francisco
a casa de la abuela. Mamá tenía que ir de
visita. Se puso muy guapa.
Siempre era un aburrimiento ir a casa
de la abuela. No podíamos jugar a nada. Por
suerte a Francisco se le había ocurrido
traerse unas tijeras.
Preguntamos a la abuela si tenía algo
que pudiésemos recortar: revistas viejas,
periódicos...
-¡No, no y no! -chilló horrorizada-.
Lo pondrían todo perdido. ¿Por qué no
juegan a algo debajo de la mesa del
comedor?
Y eso fue lo que hicimos. Nos
sentamos debajo de la mesa del comedor y
jugamos a los peluqueros. Yo era el primer
cliente. Francisco era el peluquero. Y
empezó a cortarme el pelo con sus tijeras.
Cuanto más pelo cortaba, más
trasquilones me dejaba. Francisco parecía
asustado.
-Es mejor que se lo digamos a la
abuela -dijo nervioso-. Me parece que te he
dejado pelona.
23
LECTURA EFICAZ
B
N° Palabras 305
I.F.L. 63
Cuando le enseñamos a la abuela mi
cabeza, gritó, gritó y gritó.
Entonces volvió nuestra madre.
Cuando vio mi cabeza sin pelo se
echó a llorar.
Cuando mi padre vio mi cabeza, se
echó a reír. Yo le pregunté si el pelo me
crecería con grandes rizos negros.
-Sólo si consigues mantener los
dedos cruzados detrás de la espalda durante
unas seis semanas -contestó.
Bueno, yo lo intenté. Pero parece ser
que los dedos se me descruzaban por la
noche.
Papá me ayudó a encontrar un
sombrero para ocultar mi cabeza pelada. Lo
más indicado pareció ser el gorrito de lana
azul y amarillo. Me lo puse y ya no me lo
quité.
A la mañana siguiente fui al colegio.
También los niños sin pelo tienen que
ir al colegio, porque no están enfermos.
Debajo de la capucha del impermeable
llevaba mi gorrito.
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 3 PRUEBA B

FRANCISCO ME DEJO SIN PELOS

1. Francisco fue a casa de... 11. Lo que hicieron los niños fue:
a) su madre. a) cansado.
b) su abuela. b) una aventura.
c) su maestro. c) nada interesante.

2. Su mamá se puso muy guapa porque... 12. AI padre le pareció lo del pelado...
a) era fiesta. a) triste.
b) iba a la peluquería. b) divertido.
c) iba de visita. c) aburrido.

3. La abuela de estos niños era... 13. La niña quería saber si...

a) divertida. a) quedaría calva.
b) aburrida. b) el pelo le crecería.
c) llorona. c) se tendría que peinar.

4. ¿Cuántos hermanos eran en esta familia? 14. La solución al problema de la niña sería...
a) Siete. a) cruzar los dedos.
b) Dos. b) cruzar los brazos.
c) Tres. c) lavarse el pelo.

5. Francisco se llevó a casa de la abuela... 15. ¿Por qué tuvo que llevar un gorro la niña?
a) un paraguas. a) Porque tenía frío.
b) una toalla. b) Porque le gustaba.
c) unas tijeras. c) Porque estaba pelona.

6. A la abuela le gustaba que los niños 16. EI gorro era de color...

recortaran... a) rojo y blanco.
a) mucho. b) rojo.
b) un poco. c) azul y amarillo.
c) nada.
17. ¿Cuándo fue la niña al colegio?
7. La abuela les mandó a jugar... a) Al día siguiente.
a) debajo de la mesa. b) A la semana siguiente.
b) al patio. c) En el tercer trimestre.
c) a la terraza.
18. Los niños sin pelo...
8. ¿Quién hizo de peluquero? a) están más guapos.
a) El niño. b) tienen que ir al colegio.
b) La niña. c) parecen más altos.
c) La abuela.
19. Esta aventura le sucede a...
9. Después de cortarme el pelo Francisco a) una familia.
estaba... b) la clase de tercero.
a) contento. c) un grupo de amigos.
b) asustado.
c) aburrido. 20. En casa de la abuela los niños · leyeron...
a) mucho.
10. Cuando vio la madre a la niña... b) poco.
a) se echó a llorar. c) nada.
b) se puso muy seria.
c) castigó a Francisco.

24

NIVEL 3 PRUEBA
SE PERDIÓ MI HERMANO
Juan era un niño soñador. Siempre
se perdía. Cada vez que íbamos al
colegio, Juan veía algo divertido. Por eso
llegábamos tarde.
Una vez se encontró una rama en
el suelo que parecía un cocodrilo. Creía
que había más palos con esa forma bajo
el árbol. Buscamos y buscamos y no
había más. Llegamos tarde al colegio.
Cada vez que íbamos de compras
con mi madre, Juan se perdía. Se
quedaba mirando el escaparate de alguna
tienda.
Un día se perdió de verdad. Fue en
una excursión con el colegio. Habíamos
ido a la ciudad. Entramos en una iglesia
y al salir Juan ya no estaba. Los
profesores nos hicieron sentar en los
escalones de la iglesia mientras lo
buscaban. Luego el director nos dijo que
podíamos comer nuestros bocadillos.
Después la señorita Loli fue
llevándonos en grupos de seis a comprar
refrescos. Íbamos así porque tenía miedo
de volver a perder algún otro niño.
25
LECTURA EFICAZ
C
N° Palabras 311
I.F.L. 69
Era hora de volver a casa. Y
apareció un coche de los Carabineros.
Juan bajó de él y se subió al autobús.
-¿Habéis pasado un día
interesante? - preguntó.
Todos nos quedamos mirándole. -
Hemos estado todo el tiempo en las
escaleras de la iglesia esperando a que te
encontraran -gruñó Luis.
-Yo he pasado un día muy
divertido -dijo Juan-.
No entré en la iglesia. Encontré un
hormiguero en las escaleras. Cuando
terminé de mirarlo pensé que se habrían
ido a otro sitio. Anduve calle abajo.
Después me encontré con un policía y le
dije que nos habíamos perdido todos.
Fuimos a la comisaría. Me dio galletas de
chocolate, un paquete de papas fritas y
dos refrescos. Cuando sea mayor seré
policía.
Llegamos a casa. A nuestra madre
no le hizo mucha gracia lo de Juan. No
volvimos a hacer más excursiones con el
colegio.
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 3 PRUEBA C

SE PERDIO MI HERMANO

1. La rama se parecía a... 11. Los niños comieron en...

a) un pájaro. a) una hamburguesería.
b) un cocodrilo. b) los escalones de la iglesia.
c) una lagartija. c) el autobús.

2. ¿Quién cuenta esta historia? 12. Los muchachos van a comprar refrescos
a) La hermana de Juan. porque...
b) El propio Juan. a) había un perro.
c) La madre de Juan. b) eran amigos.
c) se había perdido un niño.
3. Juan era un niño...
a) estudioso. 13. Juan apareció...
b) puntual. a) enseguida.
c) despistado. b) cuando se iba el autobús.
c) al día siguiente.
4. Los niños llegaban tarde al colegio porque...
a) se levantaban tarde. 14. Juan regresó...
b) se entretenían por el camino. a) en un coche de policía.
c) el cole estaba lejos. b) en el tren.
c) andando.
5. EI niño iba de compras...
a) solo. 15. ¿Qué encontró Juan en las escaleras?
b) con sus amigos. a) Un hormiguero.
c) con su madre. b) Una rama.
c) Una moneda.
6. Juan miraba los escaparates y...
a) se olvidaba de todo. 16. Juan dijo al policía que...
b) se iba enseguida. a) tenía hambre.
c) entraba a comprar. b) .se habían perdido sus compañeros.
c) se había perdido él.
7. Los escolares visitaron...
a) una comisaría. 17. La excursión resultó divertida...
b) una iglesia. a) para todos.
c) un museo. b) para nadie.
c) sólo para Juan.
8. ¿Cuántos niños iban en cada grupo a comprar
refrescos? 18. De mayor, Juan quería ser...
a) Seis. a) maestro.
b) Siete. b) policía.
c) Cinco. c) bombero.

9. ¿Quién mandó comer a los niños? 19. Lo ocurrido le pareció a la mamá de Juan...
a) El director. a) interesante.
b) Un policía. b) no le gustó.
c) La profesora. c) divertido.

10. ¿Qué comieron los niños? 20. ¿Volvieron los niños a hacer más
a) Bocadillos. excursiones?
b) Palomitas. a) No.
c) Una paella. b) Sí.
c) Algunos sábados.

26

NIVEL 4 PRUEBA
CUENTO DE INVIERNO
Había una vez, en los viejos tiempos, una
pobre mujer que vivía sola con sus dos hijos en el
bosque. Cuando llegaba el invierno, los niños iban
todos los días a juntar leña para el fuego. Les
gustaba caminar por el bosque. Saltaban sobre los
montones de hojas secas, corrían por los senderos,
escuchaban el canto de los pájaros y miraban a las
saltarinas ardillas. Pero lo que más les gustaba eran
los ciervos.
Todos los días llevaban pan y hierba que
depositaban en el suelo.
Los ciervos son animales muy mansos.
Pronto vinieron a comer el pan en la mano
de los niños. Una vez, incluso los siguieron hasta la
puerta de su casa.
La nieve cayó y cubrió todo el bosque.
Los niños estaban sentados en torno al
fuego y hablaban de los ciervos.
¿Crees que encuentran qué comer en el
bosque?, preguntaban a su madre. Y ésta les
contestaba cómo los guardabosques del rey
cuidaban de los animales durante el invierno.
Una hermosa mañana sonó un cuerno en el bosque
y los niños oyeron el ladrido de perros. Pensaron en
sus amigos los ciervos: «¡Pobrecitos! Cómo debían
de correr, correr y correr para salvarse.»
Las herraduras de los caballos resonaban en
el suelo y el sonido del cuerno se acercaba y luego
moría. Silbaba el viento helado. Hubo un crujido
delante de la casa, un ruido de ramas secas. La
madre y los niños abrieron la puerta y
retrocedieron, asombrados.
27
LECTURA EFICAZ
A
N° Palabras 479
I.F.L. 70
Delante de ellos había cinco ciervos
magníficos. Entraron rápidos en la casa, bajo la
mirada de los niños que, de sorpresa, permanecían
inmóviles.
« ¡Los ciervos han venido a pedir nuestra
ayuda!», gritaron. Y se pusieron a esconderlos: un
ciervo en el armario, otro en el granero, dos en el
lavadero y el último debajo de la cama.
Apenas habían terminado cuando oyeron a
los perros bajar de la colina y detenerse delante de
la choza. Un cazador golpeó a la puerta.
Los niños tenían tanto miedo que se
quedaron mudos en un rincón. En la puerta estaba
el rey. Entró en silencio y se puso a mirar en torno
suyo. No se oía ningún ruido; los niños se sentían
un poco más tranquilos.
Entonces, un soplido vino del armario; el
ruido de un casco se dejó oír en el lavadero y se vio
un hocico negro sobresalir de debajo de la cama.
«Ya lo veo», dijo secamente el rey. Largo
tiempo los miró con ojos severos. Y, de golpe,
rompió a reír. Reía, reía hasta las lágrimas. No era
verdaderamente un buen rey, pero le gustaba todo
lo que le hacía reír. «Podéis conservar vuestras
brujas», dijo al fin.
Y, saliendo de la choza, se marchó al
galope.
Los niños, tras mirarse largamente, bailaron
de alegría, haciendo una ronda con sus ciervos.
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 4 PRUEBA A

CUENTO DE INVIERNO

1. La pobre mujer... a) Enfadado y dando un portazo.

a) vivía sola. b) En silencio.
b) vivía con su marido. c) Tranquilo.
c) con sus dos hijos.
12. ¿Cuándo oyeron a los perros?
2. ¿Qué animales les gustaban más? a) Después de esconder a los ciervos.
a) Las ardillas. b) Al anochecer.
b) Los ciervos. c) Al abrir la puerta.
c) Los pájaros.
13. El hocico negro asomaba...
3. La historia comienza... a) del armario.
a) a finales de primavera. b) en la cabaña.
b) cuando empezaba el invierno. c) debajo de la cama.
c) en otoño.
14. ¿Cómo se portaban los niños con los
4. Los ciervos venían a comer en la mano de los animales?
niños... a) Les maltrataban.
a) porque tenían hambre. b) Les ponían trampas.
b) porque estaban cerca. c) Les trataban con cariño.
c) porque eran mansos.
15. ¿Cómo los miró el rey?
5. ¿Dónde dejaban los niños el pan y la hierba? a) Con ojos severos.
a) En el suelo. b) Con ojos tristes.
b) En un pesebre. c) Con confianza.
c) Encima de una gran roca.

6. ¿Quiénes cuidaban de los animales del 16. AI rey, ¿qué le gustaba?

bosque? a) Cazar animales.
a) La gente del pueblo. b) Todo lo que le hacía reír.
b) Los ganaderos del rey. c) Cuidar los animales del bosque.
c) Los guardabosques del rey.

7. ¿Por qué estaban sentados en torno al fuego? 17. ¿Qué pasa cuando una persona ríe
a) Para verse mejor. muchísimo?
b) Porque hacía frío. a) Le duele el estómago.
c) Porque iban a comer. b) Que es muy grande.
c) Que le lloran los ojos.
8. ¿Para qué corrían los ciervos?
a) Para salvarse. 18. ¿Con quién bailaban los niños?
b) Para refugiarse del frío y de los perros. a) con su madre.
c) Para llegar antes a su casa. b) con los ciervos.
c) con el rey.
9. En invierno suele haber...
a) agua fría en casa. 19. ¿Cómo se marchó el rey?
b) mucha gente en el campo. a) en una carroza.
c) nieve y mucho frío. b) en coche.
c) a caballo.
10. ¿Cuántos ciervos escondieron?
a) Una docena. 20. ¿Por qué bailaban?
b) Cinco. a) porque salvaron a los ciervos.
c) Siete. b) porque se fueron las brujas.
c) porque les gustaba bailar.
11. ¿Cómo entró el rey?

28

NIVEL 4 PRUEBA
EL CHICO DE JUPITER
Ernesto era un hombre serio que llevaba
trajes oscuros, zapatos negros y corbatas azules.
Era un vendedor a domicilio de la Compañía de
Cacerolas Júpiter. Recorría las calles con su maleta
de cuero marrón llena de cacerolas de todos los
tamaños y llamaba a todas las puertas en que creía
que podría vender alguna. Por desgracia, eran muy
pocas las que les compraban, y muy poco el dinero
que ganaba.
Un día Ernesto le pidió a su sobrino Pedrito
que recorriera las calles con él para que le hiciera
compañía. A Pedrito le encantó la idea. No había
visto actuar a un vendedor a domicilio y sentía
curiosidad por ver trabajar a su tío.
Ernesto y Pedrito llamaron a la primera casa
y una mujer abrió la puerta.
-Buenos días, señora -dijo Ernesto-.
¿Quisiera comprar usted alguna cacerola? Se trata
de unas cacerolas muy buenas.
-No, gracias -dijo la mujer-. Hoy no - y
cerró la puerta.
Y lo mismo sucedió en la próxima casa.
Pedrito observó enseguida que su tío no era
tan buen vendedor como parecía.
-¿Y si probaras a hablar con mayor rapidez?
-sugirió Pedrito.
Así lo intentó Ernesto en la próxima casa.
Tan pronto como la puerta se abrió y apareció la
cara de un hombre, comenzó:
-Buenos días, señor. ¿Quisiera comprar
usted alguna cacerola? Son buenas, están
garantizadas, y muy bien hechas, y...
El hombre puso mala cara y su respuesta fue
un portazo en la cara de Ernesto.
-Déjame probar a mí -dijo Pedrito-.
29
LECTURA EFICAZ
B
N° Palabras 512
I.F.L. 65
Tengo una idea.
Ernesto no había vendido nada en toda la
mañana, por lo que accedió a que su sobrino lo
intentase a su manera.
Pedrito se quitó la chaqueta y volvió a
ponérsela al revés, con el forro hacia fuera. Se pasó
las manos por los cabellos hasta que le quedaron
completamente despeinados y tiesos. Se puso el
zapato izquierdo en el pie derecho y el zapato
derecho en el pie izquierdo. Se remangó una pierna
del pantalón y, con el lápiz marcador rojo de
Ernesto, se dibujó estrellas por toda la cara. Se
había transformado en el ser más estrafalario del
mundo. Para terminar, Pedrito abrió la maleta de
las cacerolas y se las ató por todo el cuerpo.
Pedrito llamó a la próxima puerta. Era u na
casa con jardín, y se escondió detrás de un rosal.
Cuando se abrió la puerta, Pedrito, dando un salto,
salió de detrás del arbusto con todas las cacerolas
tintineando y reflejando la luz del sol en todas
direcciones.
-¡Soy el chico de Júpiter! -gritó, y se acercó
bailando a la señora que había abierto la puerta.
-¡Oh, qué gracioso! ¿Quién es usted? -dijo
la mujer. Pedrito paró de bailar y respondió:
-Soy el chico de Júpiter. Las cacerolas
«Júpiter» son las mejores del mundo.
-A ver... Deje que las mire... -dijo la señora
(...) -. Son estupendas. Deje usted una de cada
tamaño.
Pedrito desató todas las cacerolas de sus
botones y cinturón y se las vendió.
Desde aquel día, Ernesto vende muchas
más cacerolas que cualquier otro vendedor.
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 4 PRUEBA B

EL CHICO DE JUPITER

1. ¿De qué color eran las corbatas de Ernesto? 11. ¿Cómo le quedaron los cabellos de Pedrito?
a) Negras. a) Completamente despeinados.
b) Azules. b) De punta.
c) Oscuras. c) Muy bien peinados.

2. El oficio de Ernesto era... 12. Pedrito se había transformado...

a) zapatero. a) en un extraterrestre.
b) sastre a domicilio. b) en un mendigo.
c) vendedor ambulante. c) en el ser más estrafalario del mundo.

3. ¿Por qué era pobre Ernesto? 13. ¿Dónde se escondió Pedrito?

a) Porque vendía poco. a) En la caseta del perro.
b) Porque gastaba mucho dinero. b) Delante de su tío.
c) Porque trabajaba poco. c) Detrás de un rosal.

4. Pedrito era de Ernesto... 14. Las cacerolas reflejaban la luz del sol
a) un amigo. porque:
b) un hijo. a) estaba muy alto.
c) un sobrino. b) eran nuevas.
c) estaba cerca de un espejo.

5. Pedrito iba con Ernesto para... 15. Pedrito se acercó a la señora...

a) aprender un oficio. a) gritando.
b) hacerle compañía. b) bailando.
c) llevarle la maleta. c) corriendo.

6. ¿Quién abrió la primera puerta donde 16. ¿De dónde dice Pedrito que es?
llamaron? a) De Júpiter.
a) Un hombre. b) Del pueblo de al lado.
b) Un niño con su madre. c) De la luna.
c) Una mujer.

7. ¿Por qué no vendía el señor Ernesto? 17. En la historia Júpiter es...

a) Porque le cerraban las puertas. a) un país.
b) Porque lo que vendían era malo. b) el nombre de las cacerolas.
c) Porque era vago. c) una estrella.

8. Pedrito le sugirió que hablara... 18. La señora le compró...

a) más despacio. a) tres de cada tamaño.
b) más rápido. b) una de cada tamaño.
c) más alto. c) todas las cacerolas.

9. EI hombre reaccionó... 19. ¿De dónde desató Pedrito las cacerolas?

a) poniéndole mala cara. a) De su cintura.
b) comprándole alguna cacerola. b) De sus botones.
c) sentándose a escuchar. c) De la maleta.

20. Para vender bien un producto, hay que...

10. ¿Por qué Pedrito quería vender? a) ser rápido.
a) Porque les daría más pena. b) hablar muy alto.
b) Porque era más atrevido. c) convencer a la gente.
c) Porque aún no habían vendido nada.

30

NIVEL 4 PRUEBA
EL MAGO GIRO
Esta es la historia del mago Giró. Un mago
pobre porque hacía tiempo que no tenía clientes,
que decide ir a dar una vuelta por el mundo para
ver por qué nadie necesita de su sabiduría:
Dicho y hecho, el mago empaquetó sus
cosas más preciadas y se puso en camino.
Andando y andando, al caer de la noche llega ante
una casita. Llama.
-¿Quién es?
-Amigo, señora, amigo.
-Oh, muy bien, entonces entre. Vienen tan
pocos amigos a verme. ¿Necesita algo?
-¿Yo? No, señora, no necesito nada; a lo
mejor es usted quien necesita de mí. ¿Sabe?, soy un
mago, me llamó Giró.
-¿Un mago? ¡Qué maravilla!
-Un mago, sí. ¿Ve esta varita? Es mágica.
Si digo dos palabritas, que sólo yo conozco,
descenderá una estrella a iluminar su casa...
En ese momento la señora lanzó un grito. -
¡Uy!, a propósito de luz, voy a encender. Estaba
aquí sola con mis pensamientos y ni siquiera me
había dado cuenta de que estaba oscureciendo.
Perdóneme. ¡Ya está! ¿Qué me decía a propósito
de la luz?
Pero el mago miraba la lámpara
boquiabierto, como si se la fuera a tragar.
-Pero ... , señora, ¿cómo lo ha hecho?
-¿Cómo lo he hecho? He apretado el
interruptor y la lámpara se ha encendido, ¿no? Una
gran cosa es la electricidad.
Mago Giró se armó de valor y continuó: -
Pues, señora, le estaba diciendo que soy un mago
que sabe hacer infinidad de magias. Por ejemplo,
metiendo un poco de este polvo en un vaso, puedo
hacerle oír la voz de una persona lejana.
31
LECTURA EFICAZ
C
N° Palabras 523
I.F.L. 60
-¡Uy! -gritó de nuevo la señora-. Tengo que
telefonear al fontanero. Me perdona un momento,
¿verdad? ¿Oiga? ¿Es el fontanero? ¿Puede pasar
mañana por la mañana por mi casa para arreglarme
la lavadora? Gracias. No deje de hacerlo. Buenas
noches. Ya está.
Mago Giró tuvo que tragar saliva dos o tres
veces antes de recuperarse.
-Señora, ¿con quién hablaba?
-Con el fontanero, ¿no lo ha oído? Es una
comodidad el teléfono.
El mago registró en su cerebro esta palabra:
«otro mago del que no había oído hablar. Qué
barbaridad, ¡cuánta competencia!»
-Escuche, señora, si necesita ver alguna
persona lejana, como si estuviera aquí, llevo estos
polvos mágicos...
-¡Cielos! Hoy estoy francamente distraída.
Me había olvidado de encender el televisor para ver
el concurso de esquí. Menos mal que me lo ha
recordado. ¿Sabe que es usted un auténtico mago?
-Sí, señora, ya se lo he dicho. Soy el mago
Giró.
-¡Ah! -exclamó la señora sin escucharle-,
qué gran cosa la televisión.
El pobre mago se hizo repetir dos veces la
palabra para registrarla sin errores. Mientras
reflexionaba: «Otra maga de la competencia.
Ahora empiezo a comprender por qué el trabajo es
tan escaso, con todos estos magos en circulación...
»
Luego, pacientemente, volvió a ofrecer sus
servicios:
-Entonces, escuche, señora, soy un gran
mago. He entrado para ver si podía serle útil en
algo. Mire, eche una ojeada, este es el libro de los
encantamientos...
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 4 PRUEBA C

EL MAGO GIRÓ

1. EI mago era pobre porque...

a) no tenía dinero. 11. ¿A quién tenía que telefonear la señora?
b) nadie le ayudaba. a) A su marido.
c) no tenía clientes. b) Al fontanero.
c) Al cristalero.

2. ¿Qué hizo el mago antes de marchar? 12. ¿Cuándo le pidió la señora que pasara por
a) Se despidió de su mujer. su casa?
b) Empaquetó sus cosas. a) Inmediatamente.
c) Sacó dinero del banco. b) Mañana por la noche.
c) Mañana por la mañana.
3. ¿Por qué la señora recibió con amabilidad al
mago? 13. Para hablar con una persona lejana,
a) Porque quería verlo actuar. usamos...
b) Porque recibía pocas visitas. a) El teléfono.
c) Por la fama que tenía. b) La radio.
c) Un altavoz.
4. ¿En qué momento del día hablaban el mago y
la señora? 14. ¿De qué se había olvidado la señora?
a) Al anochecer. a) De encender el televisor.
b) Al mediodía. b) De fregar los platos.
c) Por la mañana. c) De apagar la radio.

5. Una estrella bajaría a la casa, si... 15. Mientras hablaban el mago y la señora...
a) se desprendía del firmamento. a) tenían encendido el televisor.
b) el mago decía dos palabras. b) lo tenían apagado.
c) la puerta estuviera abierta. c) no tenían televisor en casa.

6. La señora lanzó un grito porque... 16. La señora era aficionada...

a) el mago la asustó. a) a las carreras de caballos.
b) vio descender una estrella. b) al fútbol.
c) estaba distraída. c) al esquí.

7. EI mago miraba la lámpara... 17. El mago creía que tenía poco trabajo
a) con la boca muy abierta. porque...
b) con los ojos cerrados. a) había otros magos.
c) fijamente. b) la gente no creía en magos.
c) era un mago malo.
8. ¿Qué pensaba el mago de la electricidad?
a) Que era algo muy bueno. 18. ¿Qué opinión tenía de sí mismo el mago?
b) Que era una maga de la competencia. a) Que no hacía nada bien.
c) Que era una bruja. b) Que era muy alegre.
c) Que era un gran mago.
9. ¿Dónde hemos de guardar aquello que
queremos recordar? 19. ¿Qué le ofrecía el mago a la señora?
a) En nuestra mente. a) La varita mágica.
b) En un papel. b) El libro de encantamientos.
c) En la cartera. c) Una bola de cristal.

10. Con sus polvos mágicos podía hacerle oír...
a) música clásica.
b) el canto de los pájaros.
c) la voz de una persona lejana.
32
20. EI mago Giró viajaba muy poco porque...
a) no conocía la electricidad, el teléfono y la
televisión.
b) tenía miedo de los trenes.
c) tenía mucho trabajo allí.

NIVEL 5 PRUEBA
LOS HERMANOS GEMELOS
Un padre quería que sus dos hijos gemelos
se dedicasen al estudio. Como eran poco juiciosos,
valientes y de genio, le pidieron para cada uno un
caballo, un perro y una lanza y prometieron que se
buscarían la vida como Dios les diese a entender.
Visitaron a una maga, la cual les dijo que si uno de
ellos se hallaba en grave peligro, al otro, en señal
de socorro, se le volvería sangre el agua que fuera
a beber.
Por entonces, un dragón espantoso tenía
atemorizada a una nación entera. Cada mes, para
evitar que devorase a sus habitantes, le echaban una
hermosa doncella, sorteada entre todas las del país.
En una ocasión le tocó a la hija del rey. La vistieron
magníficamente y la llevaron desmayada a un
palacio situado fuera de la ciudad, para que el
monstruo la devorase. Cuando la conducían al
sacrificio, llegó a la población por casualidad uno
de los dos hermanos. Preguntó por qué lloraban
hombres y mujeres, grandes y chicos, y se lo
dijeron. Entonces, se coló a caballo en el patio del
palacio. El dragón entró dando rugidos espantosos
y el jinete lo atravesó con su lanza. Con la sangre
que derramó la horrenda fiera se formó un lago en
el que podían navegar barcos. Como sucede
siempre, el valeroso paladín se casó con la infanta,
hermosísima muchacha.
Al día siguiente de la boda, estaban los
novios en los miradores de palacio. El caballero
preguntó a su mujer qué eran unas murallas que se
divisaban en el horizonte. Ella contestó:
-El castillo llamado «No entrar, si la vida
quieres conservar».
Por más esfuerzos que hizo la infanta, no
pudo detener a su marido. El espíritu aventurero le
dominaba y quería llevar a cabo las más peligrosas
hazañas.
Aunque le aseguraron que de cuantos iban
ninguno volvía, montó a caballo y se dirigió a la
fortaleza. Una vieja que encontró a la puerta, con
voz temblorosa, dijo al caballero:
33
LECTURA EFICAZ
A
N° Palabras 627
I.F.L. 70
-Tengo miedo de que me muerda el perro
que lleváis. Haced el favor de atarlo con esta
cuerda.
En cuanto el aventurero la tocó, quedaron
encantados jinete, caballo y perro.
Al instante al otro hermano, que estaba a
miles de leguas, se le volvió sangre el agua que iba
a beber. Emprendió la marcha para ayudar al
hermano y llegó a la ciudad donde sucedieron los
hechos. Se alojó en palacio. Como era igual que su
hermano, el encantado, la infanta, loca de alegría,
lo confundió con él, lo abrazó y le dijo:
-¡Ay, mi querido esposo! Desde que te
fuiste no he cesado de mirar hacia aquel maldito
castillo -y señaló con su dedo índice las lejanas
murallas.
El caballero calculó que allí estaba su
hermano. Y para liberarle, sin pensar en los
peligros que le amenazaban, montó veloz como
paja arrastrada por el viento. Se presentó delante de
la puerta que guardaba la vieja encantadora, la cual,
mostrándole la cuerda, le pidió que atase el perro,
pretextando que podría morderla.
Pero el caballero la amarró con una correa a
la cola de su caballo para que los muchachos se
divirtiesen en apedrear a una bruja. Debía reducir a
cenizas el castillo de «No entrar si la vida quieres
conservar». Pero antes tendría que desencantar a su
hermano. Este estaba convertido en estatua de
mármol negro, junto con su caballo y el perro, La
vieja sopló y los tres volvieron a la vida: a causa
del incendio el castillo fue pasto de las llamas.
El hermano libertador se casó, como era
lógico, con otra hermosísima infanta, y de la vieja
no se ha vuelto a saber más. Seguro que el diablo
cargaría con ella.
A los hermanos que se quieren y protegen,
Dios les ayuda.
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 5 PRUEBA A

SLOS HERMANOS GEMELOS

1. ¿Qué quería el padre para sus dos gemelos? 11. ¿Cómo se llamaba el castillo que se divisaba en el
a) Que se dedicasen al trabajo. horizonte?
b) Que se dedicasen al estudio. a) El castillo sin salida.
c) Que se dedicasen a jugar. b) No entrar, si la vida quieres conservar.
c) El castillo encantado.

2. ¿Qué pidieron los hijos al padre? 12. ¿Por qué la infanta no pudo detener a su marido?
a) Un caballo, un perro y una lanza. a) Porque dominaba en él el espíritu aventurero.
b) Un caballo, un perro y un gato. b) Porque amaba los castillos.
c) Una bicicleta y un coche. c) Porque se aburría.

3. ¿En qué consistía la señal de socorro? 13. ¿Quién quedó encantado cuando el jinete tocó a
a) En que el vino se convertía en agua. la vieja?
b) En que el agua tomaba el color rosa. a) La princesa.
c) En que el agua de beber se convertía en sangre. b) Jinete, caballo y perro.
c) Jinete, caballo y bruja.

4. ¿Qué es lo que atemorizaba a una nación entera? 14. ¿Por qué se volvió sangre el agua que iba a beber
a) Un dinosaurio. el otro hermano?
b) Un dragón espantoso. a) Porque su hermano gemelo estaba en peligro.
c) Un fantasma gigante. b) Porque estaba enfermo.
c) Porque estaba lejos.

5. ¿Cómo evitaban que el monstruo devorase a los 15. ¿Por qué la princesa confundió al hermano con
habitantes? su marido?
a) Ofreciéndole una doncella. a) Porque se hospedó en el palacio.
b) Huyendo del pueblo. b) Porque estaba encantado.
c) Enfrentándose al monstruo con ayuda de palos. c) Porque eran gemelos.

6. ¿A quién tocó el sorteo de las doncellas? 16. ¿Cómo supo que su hermano estaba en el castillo
a) A la hija del rey. que se divisaba en el horizonte?
b) A la doncella más rubia. a) Porque la princesa señaló las murallas.
c) A la doncella más fea. b) Porque miraba al horizonte.
c) Porque la princesa lloraba.

7. ¿Dónde estaba situado el palacio del dragón? 17. «Como paja arrastrada por el viento» significa:
a) En la ciudad. a) pesadamente.
b) Fuera de la ciudad. b) lentamente.
c) En otra nación. c) velozmente.

8. ¿Quién llegó al pueblo cuando conducían a la 18. ¿Qué tenía que hacer la bruja para desencantar
princesa al sacrificio? a su hermano?
a) Un príncipe encantado. a) Reducir a cenizas el castillo.
b) Un valiente guerrero. b) Matar al perro.
c) Uno de los hermanos gemelos. c) Cerrar el castillo.

9. ¿Qué sucedió cuando el dragón entró dando 19. ¿Qué hizo la vieja para volverles a la vida?
rugidos? a) Montar en la escoba.
a) El jinete mató al dragón. b) Soplar.
b) El jinete rompió la lanza. c) Soplar tres veces en la frente.
c) El jinete huyó del dragón.

10. ¿Qué premio recibió el jinete? 20. EI hermano libertador se casó:

a) Se casó con la infanta. a) con otra hermosísima infanta.
b) Le dieron un palacio. b) con la bruja.
c) Le castigaron con palos. c) con una muchacha mayor.

34

NIVEL 5 PRUEBA
HAZ BIEN SIN MIRAR A QUIEN
Una pobre viuda tenía un hijo muy hermoso.
Como no lo podía mantener, le aconsejó se
marchase a probar fortuna. Le dio muchos besos, unas
alforjas, un pan, y le encargó que nunca olvidase la
máxima «Haz bien sin mirar a quién».
Anda que anda, el chico llegó a la orilla de un
ancho y cristalino río. Se sentó, comió un pedazo de
pan, y le echó unas miguitas a un pájaro muy bonito. El
animal se acercó sin temor, el muchacho lo cogió, lo
metió vivo en las alforjas y pensó:
-Me lo comeré asado cuando se me acabe el pan
que me dio mi madre.
En el momento, recordó que ésta le había
encargado:
-«Haz bien y no mires a quién».
Y soltó al pájaro, que voló cantando de alegría.
El chico se durmió sobre la mullida hierba. Se
levantó con el sol al día siguiente y continuó su marcha
río abajo. Con el fresco de la mañana tuvo hambre, sacó
el pan que le sobró la tarde anterior y comenzó a comer
mientras caminaba. Al beber en el río, vio junto a la
orilla un pez precioso. Entonces le arrojó un pedacito de
pan. El pez se descuidó y el rapaz lo pescó. Pero lo
volvió a tirar enseguida al agua, diciendo para sí:
-«Haz bien sin mirar a quién».
El pez libre desapareció, saltando de contento.
Poco antes de anochecer, entró el chico en una gran
ciudad. No conocía a nadie, no tenía dinero ni albergue.
Cuando estaba pidiendo limosna en la puerta de un
palacio, salía a pasear una señora rodeada de sus hijos,
tan bellos y buenos, que parecían ángeles.
Los niños se compadecieron del muchacho y
consiguieron que su madre lo admitiese de criado para
que les acompañara en sus juegos y diversiones.
En una ocasión la mencionada señora, mientras
se bañaba en el río, perdió una sortija de diamantes y,
esmeraldas que su marido le regaló al casarse. Esta,
segura de que si no recuperaba esa alhaja tan estimada,
35
LECTURA EFICAZ
B
N° Palabras 706
I.F.L. 70
caerían sobre su familia infinitas desgracias, amenazó al
pobre criadito para que se la buscase y le dijo que se le
despediría, si no se la presentaba antes de veinticuatro
horas.
El infeliz chico miraba desconsolado correr el
agua del río. De pronto vio al pez con quien había
compartido su pan, lo reconoció y lo llamó. Refirió sus
penas al animal. Al oírlas (era un buen pez), se hundió
rápidamente en lo más profundo del agua, y apareció
enseguida con la sortija perdida en la boca.
Entregó al niño la joya, y éste se la dio a la
señora, que, loca de alegría, le colmó de regalos. Un año
después de tan sorprendente suceso, enfermó una de las
niñas a quien la señora quería más que a las niñas de sus
ojos. Los médicos aseguraron que moriría sin remedio
si no tomaba una píldora de gran virtud. Esta medicina
sólo la sabía fabricar un boticario medio brujo que
habitaba en una ciudad sitiada por numerosos ejércitos
de descomunales salvajes antropófagos, que degollaban
y devoraban a cuantos trataban de penetrar en ella.
-Vete de esta casa y no vuelvas hasta que traigas
la píldora que han recetado a mi querida hija -<lijo la,
señora al criadito.
Este, desesperado, salió al campo. Se arrimó
lleno de tristeza al tronco de un frondoso árbol donde
revoloteaba el pájaro de brillante plumaje al cual echó
miguitas y después de cazarlo lo puso en libertad. Lo
llamó y le contó sus penas. El animal desapareció. Voló
a la ciudad sitiada, entró en el laboratorio del boticario
por la ventana, mientras el brujo estaba distraído
limpiando los anteojos con el pañuelo, y le robó la
maravillosa píldora.
Atravesó los aires con la rapidez del rayo, y
puso el remedio en la mano del muchacho, moviendo
las alas en señal de alegría. ¡Era un buen pájaro!
La niña tomó la medicina y sanó. Cargó el
criado un carro con el dinero y dulces que le dieron y
regresó a su pueblo donde abrazó a su madre y vivió
dichoso. Y todo en premio por no haber hecho daño a
los animales que Dios crió, ni olvidado la máxima
cristiana:
«HAZ BIEN SIN MIRAR A QUIÉN»
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 5 PRUEBA B

HAZ BIEN SIN MIRAR A QUIÉN

1. ¿Cómo era el hijo de la viuda? 11. ¿Dónde pedía limosna?

a) Feo. a) A la puerta de un palacio.
b) Muy hermoso. b) A la puerta de un cine.
c) Muy delgado. c) A la puerta de una casa.

2. ¿Qué le aconsejó la madre? 12. Los niños que se compadecieron del chico
a) Irse de la ciudad. parecían...
b) Quedarse en casa. a) ángeles.
c) Probar fortuna. b) ricos.
c) pobres.

3. Después de andar mucho llegó... 13. ¿Qué perdió la señora al bañarse en el río?
a) a un lago. a) Una sortija.
b) a un río. b) Una cadena.
c) a una playa. c) Una pulsera.

4. El animal que se le acercó era... 14. ¿Qué le pasaría a su familia si no

a) un perro. encontraban la joya?
b) un pájaro. a) Infinitas tristezas.
c) un toro. b) Infinitas desgracias.
c) Infinitas alegrías.

5. EI niño se durmió sobre... 15. ¿Quién ayudó al chico a encontrar la joya?

a) la hierba. a) Un pez.
b) un tronco. b) Un perro.
c) un montón de paja. c) Un delfín.

6. Se levantó… 16. ¿Qué sentía la señora por la niña enferma?

a) muy tarde .. a) Piedad.
b) muy pronto. b) Mucho amor.
c) a media mañana. c) Poco cariño.

7. ¿Qué vio el chico al beber en el río? 17. La medicina sólo la sabía fabricar...
a) Una rana. a) un salvaje antropófago.
b) Un pez precioso. b) un viejo mago.
c) Una trucha. c) un boticario medio brujo.

8. Las aguas del río eran... 18. La señora ordenó al criado...

a) espumosas. a) ¡trae al brujo!
b) sucias. b) ¡trae el jarabe!
c) limpias. c) ¡trae la píldora!

9. ¿Adónde llegó el chico antes de anochecer? 19. Después de tomar la medicina, la niña...
a) A un gran pueblo. a) mejoró.
b) A una gran ciudad. b) sanó.
c) A una gran casa. c) durmió.

10. EI chico pedía limosna porque... 20. EI criadito era buen niño porque...
a) no tenía comida. a) hacía el bien a los pájaros.
b) no quería trabajar. b) hacía el bien cuando quería.
c) no tenía dinero ni albergue. c) hacía el bien sin mirar a quién.

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NIVEL 5 PRUEBA
LAS MANCHAS DEL LEOPARDO
Cuando el mundo estaba recién creado, había
muchas cosas incompletas. Sólo con decir que todavía las
jirafas y los leopardos no tenían manchas, y ni siquiera las
cebras tenían rayas en su piel. Pues así era. Los animales,
limpios de manchas y rayas, vivían en un sitio llamado «Alto
Desierto». Allí no había más que arena y más arena. De vez
en cuando se podían encontrar algunas rocas y algunas matas
de hierba, pero todo tenía el mismo color amarillento de los
arenales.
El leopardo era el animal que tenía el color de la piel
más parecido al de la arena. Eso le venía muy bien para cazar:
se acercaba a su presa sin ser visto y, ¡zas!, la atacaba.
En el Alto Desierto había otro cazador. Era un etíope
que siempre llevaba un arco y un carcaj lleno de flechas. Este
hombre tenía la piel de un color grisáceo y pardo, que le
servía para poder cazar sin ser visto. Era amigo del leopardo
y cazaban juntos.
Los animales del Alto Desierto ya no sabían cómo
protegerse de ellos. Aprendieron poco a poco a evitar todo lo
que tuviera el aspecto de un leopardo o de un etíope...; pero
allí todo tenía el mismo color y no tuvieron más remedio que
alejarse en busca de otros territorios.
Después de andar durante muchos días, los animales
llegaron a una gran selva virgen, donde había muchos árboles
y mucha maleza. Dentro de la oscuridad de la selva, los
árboles hacían sombras de diferentes formas: había sombras
redondas, alargadas y jaspeadas...
Los animales decidieron esconderse en aquel lugar.
Pasó el tiempo y, sin darse apenas cuenta, se fueron poniendo
morenos de forma desigual: a las cebras les había tocado la
sombra alargada y habían cogido el moreno a rayas; las jirafas
no se sabe dónde se habían metido, pero se habían puesto
morenas a manchitas redondas.
Mientras tanto, en el Alto Desierto, el leopardo y el
etíope se morían de hambre, pues no tenían ya nada que cazar.
. Después de dudar mucho, pues nada le convencía, el
Decidieron ir a buscar el escondite de los animales.
Allí estaba sombrío y esto les llamó la atención. -Huelo y oigo
a la jirafa, pero no puedo verla
--Dijo el etíope.
-Huelo y oigo a la cebra, pero no puedo verla -añadió
el leopardo.
Cansado ya de sólo oler a los animales y de no
verlos, el etíope, con su arco, lanzó a lo loco un montón de
flechas, pensando que con alguna de ellas alcanzaría a alguna
37
LECTURA EFICAZ
C
N° Palabras 799
I.F.L. 60
fiera. Después de intentarlo varias veces, por fin se oyó el
ruido de la caída de un animal en la maleza.
El leopardo corrió hacia el lugar de donde venía el
ruido y avisó al etíope:
-He cogido una cosa, pero no la veo. Huele a cebra
o cocea como la cebra.
-Dime, cebra, si es que eres una cebra, ¿con qué te
has estado pintarrajeando? Cuando estábamos en el Alto
Desierto se te veía a gran distancia y aquí sólo te puedo oler
-dijo el leopardo.
-Te contestaré si prometes dejarme en libertad -
respondió la cebra.
El leopardo la dejó levantarse y la cebra se marchó
corriendo con dificultad, mientras decía: -¡Ya no estamos en
el Alto Desierto! Me voy a curar las heridas que me ha hecho
tu amigo con sus odiosas flechas; adiós.
El etíope comprendió de pronto lo que allí estaba
pasando y se lo contó al leopardo, furioso porque le había
engañado una cebra.
-Mira, en este sitio tan oscuro, tú y yo destacamos
mucho. Tenemos que cambiar el color de nuestra piel clara
para confundirnos con lo que nos rodea. Yo voy a cambiar mi
piel clara por una de color negruzco.
El etíope empezó a untarse todo el cuerpo con barro,
y así fue cambiando de color. El leopardo estaba muy
intrigado, ya que nunca había visto a un hombre cambiar de
piel.
-¿Y yo qué hago? -preguntó el leopardo.
-Pues, nada; sólo debes decidir si quieres rayas como
las de la cebra o manchas como las de la jirafa.
leopardo dijo:
-Me decido por las manchas, pero no las quiero ni
muy grandes, ni ordinarias, pues me parecería a la jirafa.
-Está bien. Te las haré como las yemas de los dedos.
Todavía me queda mucho barro en la piel. Levántate.
El etíope fue imprimiendo la huella de sus cinco
dedos por todo el cuerpo del leopardo: quedaban cinco
motitas negras muy juntas. Por eso aún se ven en la piel de
los leopardos esas cinco motitas.
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 5 PRUEBA C

LAS MANCHAS DEL LEOPARDO

1. En el mundo había muchas cosas incompletas: 11. ¿Por qué les llamó la atención el escondite de los
a) jirafas y leopardos no tenían manchas. animales?
b) no había casas. a) Porque estaba sombrío.
c) las jirafas no tenían manchas b) Porque estaba muy iluminado.
c) Porque lo rodeaba un frondoso bosque.
2. ¿Dónde vivían los animales limpios de manchas y
rayas? 12. ¿Por qué el etíope no podía ver a la jirafa?
a) En la playa. a) Porque la confundía con el paisaje.
b) En el Bajo Desierto. b) Porque era muy pequeña.
c) En el Alto Desierto. c) Porque no había bastante luz.

3. ¿Cómo era el color de la piel del leopardo? 13. ¿Por qué lanzó a lo loco un montón de flechas?
a) Marrón con pintas. a) Porque quería divertirse.
b) Parecido a la arena. b) Porque tenía miedo.
c) Color del cielo. c) Porque pensaba dar a alguno.

4. EI etíope era un: 14. ¿A qué animal había alcanzado con las flechas?
a) bombero. a) A una cebra.
b) cazador. b) A un jabalí.
c) ganadero. c) A una jirafa.

5. Los animales del Alto Desierto aprendieron a 15. ¿Estaba seguro el leopardo que había cazado una
protegerse: cebra?
a) del leopardo y del etíope. a) No.
b) de la jirafa y del etíope. b) Sí.
c) del león y de la arena. c) Nunca lo supo.

6. Los animales cambiaron de territorio porque no 16. ¿Qué exigió la cebra para contestar al leopardo?
podían: a) Que le dejara levantarse.
a) protegerse del leopardo y del etíope. b) Que le arrancara las flechas.
b) protegerse del color y del olor. c) La libertad.
c) protegerse del sol y del calor.
17. Libre la cebra marchó:
7. Después de caminar varios días llegaron: a) al bosque.
a) a una gran playa. b) a curar las heridas.
b) a una gran selva virgen. c) muy lejos de los cazadores.
c) a una gran llanura.
18. EI etíope, al comprender lo que pasaba...
8. Después de llegar a la gran selva, ¿qué decidieron? a) se lo explicó al leopardo.
a) Jugar. b) se enfureció.
b) Esconderse. c) se entristeció.
c) Taparse.
19. ¿Quién dudaba de cómo pintarse?
9. ¿Qué les ocurría al leopardo y al etíope en el Alto a) La cebra.
Desierto? b) El etíope.
a) Se morían de sed. c) El leopardo.
b) Observaban el paisaje.
c) Se morían de hambre. 20. Las motitas estaban juntas...
a) por ser hechas con los dedos.
10. Para no pasar hambre decidieron: b) por ser hechas con pincel.
a) acabar con todos los ratones. c) por ser hechas con barro.
b) ir a buscar el escondite de los animales.
c) alimentarse de hierbas.

38

NIVEL 6 PRUEBA
INÉS, MALA
¡Cómo le dolía la cabeza! ¡Y la garganta! ¡Y los brazos!
¡Y las piernas! Inés estaba mala. Tenía cuarenta de
fiebre, la lengua sucia y las uñas también (no se las
había lavado).
Vino el médico a curarla, pero cuando se
marchó, en vez de cuarenta, Inés tenía cuarenta y dos.
Vino el practicante a ponerle una inyección e
Inés se puso todavía peor.
Vino a visitarla su tía abuela y a Inés le empezó
a doler una muela.
Vino su amiga Natalia a hacerle compañía y
entonces le empezó a doler la barriga.
-¡Ay qué malita estoy! -decía.
-Mejor será que descanses -dijeron.
Y todos salieron.
En esto la puerta se abrió y apareció Mercedes
arrastrando un cajón.
Se había puesto gafas y una bata blanca. Miró a
Inés detenidamente y diagnosticó:
-Te has recalentado.
-¿Qué es eso?
-Pues lo contrario que resfriado. Ha sido por
tomar chocolate caliente.
- ¿Y tiene cura? -preguntó Inés.
Mercedes, por toda contestación, sacó del cajón
un helado de menta y café y, en cuanto lo probó, a Inés
le bajaron los cuarenta a treinta y seis.
Pero Mercedes la seguía mirando con el ceño
fruncido. - ¿A que estoy mejor? - dijo Inés.
Sin contestar, Mercedes sacó del cajón una
palangana de agua fría, un cepillo y jabón y le lavó las
uñas hasta que se quedaron limpias. Mientras a Inés se
le empezó a pasar el dolor de barriga.
- Pero todavía me duele la cabeza -se quejó.
Entonces Mercedes sacó del cajón un sombrero
y se lo encasquetó hasta el cuello. Inés empezó a ver
39
LECTURA EFICAZ
A
N° Palabras 885
I.F.L. 72
todo de color rosa (ese era el color del sombrero) y, al
poco rato, se le había pasado el dolor de cabeza.
-¡Qué bien! -dijo Inés abriendo la boca.
-Pero, ¿qué veo? -dijo Mercedes-. ¡Si tienes la
garganta roja! Pues a mí me gustan anaranjadas. Habrá
que pintarla.
Sacó del cajón una naranja, la exprimió y, con
un pincel, pintó la garganta de Inés de ese color. Inés
estaba encantada. ¡Se le había pasado el dolor de
garganta! Se quiso levantar, pero todavía le dolían los
brazos y las piernas.
-Eso sí que es mala pata -dijo Mercedes- contra
eso no tengo nada.
-¿Has mirado bien en el cajón?
-Bueno, bien no, porque con gafas veo muy
mal, pero sé lo que hay, y contra eso no tengo nada.
Inés estaba preocupada. ¡Mira que si se quedaba
así para toda la vida!
-¿Y no tienes garbanzos? -preguntó de repente.
-¿Garbanzos? Sí, sí tengo -dijo sacando uno.
Inés se lo tomó y al instante sus brazos se
menearon de tal modo que salió volando, y después de
ir al tejado de la casa de enfrente y volver, los brazos
estaban completamente curados. -¡Ya no me duelen! -le
dijo a Mercedes.
-Se ve que es bueno el ejercicio. Pues ahora
menea las piernas.
-Dame otro garbanzo.
Mercedes se lo dio a Inés y salió corriendo a
toda velocidad que enseguida se encontró en la calle,
adelantando a los coches, que iban tan tranquilos unos
detrás de otros, a los trenes, hasta los aviones. Cuando
por fin se paró no sabía dónde estaba.
-Mercedes, Mercedes -llamó.
-Aquí estoy -contestó una voz-. Espero que
estés curada. ¡Vaya forma de correr! Menos mal que
pasaba un cohete teledirigido y lo pude tomar, que si no,
no te alcanzo.

Entonces empezaron a llegar chinos, y
más chinos, y más chinos, y...
-Debemos de estar en la China -dijo Mercedes,
que era muy lista.
- ¿En la China?
-Sí, allí está la famosa y grandiosa Muralla
China, y estos son los campos repletos de arroz para
alimentar al país más poblado del mundo.
-¿Más poblado del mundo? Yo pensaba que era
España.
-¡Qué barbaridad!, hija. Eso lo hemos dado en
la escuela con el profesor de Sociales.
-Dejemos Sociales, profesores, escuela, porque
estarnos de vacaciones, y además en China. Ahora lo
importante es saber cómo volveremos.
-Vamos a tomarnos otro garbanzo y ya
veremos.
Así lo hicieron, y en ese momento apareció un
tranvía. Las dos corrieron a tomarlo y bueno, yo no sé
cómo, pero el aire se convirtió en agua, y empezaron a
pasar peces, y resultó que el conductor era un delfín, y
los demás pasajeros sardinas.
-¡Pues sí que la hemos hecho! Estamos en el
fondo del mar -y Mercedes se puso a cantar-: matarile,
rile, rile. -¡Válgame Dios! A ver si ahora me resfrío -
dijo Inés.
40
LECTURA EFICAZ
Se bajaron del tranvía, tomaron otro garbanzo y
aparecieron dos plumeros.
-¡Corre, Inés, móntate! No son tan cómodos
como las escobas, pero pueden servir.
Inés se montó y tan de prisa iba el plumero que
no sabe por dónde pasó. Sólo sabe que llegó a su cuarto
y se metió en la cama con plumero y todo. Mercedes
estaba a su lado. -¡Tan, tan, tan! -llamaron a la puerta.
Y entró el doctor.
« ¡Ay, no! -pensó Inés-. Ahora me pondré
peor.»
Pero no. El doctor, como ya estaba curada, no
le hizo nada. -¡Qué pronto te has puesto bien! -exclamó.
-Gracias a usted, doctor -dijo la madre de Inés.
-No, gracias a Mercedes -dijo Inés.
Pero Mercedes había desaparecido. Ya no
estaba ahí.
¡En cambio, el plumero sí estaba encima de la
almohada!
El doctor lo miró y se marchó rascándose la
cabeza.
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 6 PRUEBA A

INÉS, MALA

1. ¿Cómo se sentía Inés? 11. Para regresar decidieron...

a) Muy feliz. a) tomar un avión.
b) Enferma. b) comenzar a nadar.
c) Sucia. c) tomar otro garbanzo.

2. ¿Cuál es la relación correcta? 12. ¿Cómo realizaron el viaje de regreso?

a) Tía abuela-dolor de muelas. a) Por el mar.
b) Médico-queda curada. b) Por el aire.
c) Practicante-le hace un regalo. c) En el túnel del tiempo.

3. Mercedes parecía... 13. ¿Quién era el conductor del tranvía?

a) un hada. a) Un delfín.
b) una enfermera. b) Un tiburón.
c) una bruja. c) Un señor de unos cuarenta años.

4. Recalentado es lo contrario de... 14. Los compañeros de viaje resultaron ser...

a) resfriado. a) palomas.
b) calentado dos veces. b) pececillos.
c) helado. c) sardinas.

5. ¿Cómo se le pasó el dolor de cabeza? 15. EI «matarile-rile-rile» era ...

a) Al tomar unas pastillas. a) una canción rock.
b) Al ponerse la inyección. b) una canción marinera.
c) Al colocarse un sombrero. c) una adivinanza.

6. ¿Cómo soluciona el problema de garganta? 16.-lnés temía...

a) Con una naranja. a) no poder llegar a casa.
b) Pintándola de rojo. b) volver a resfriarse.
c) Con un jarabe. c) que acabara la aventura.

7. Meneando los brazos, Inés... 17. EI siguiente viaje, ¿cómo lo realizaron?

a) recuperó la salud. a) Como si fuesen dos brujas.
b) salió volando. b) En avión.
c) consiguió elevarse. c) Como un par de palomas.

8. lnés se desplazaba... 18. lba tan deprisa que...

a) lentamente. a) parecía un cohete.
b) corriendo alegremente. b) a punto estuvo de accidentarse.
c) más rápido que los coches. c) no supo ni por dónde pasó.

9. Sabían que estaban en China por... 19. ¿A quién queda agradecida la madre?
a) la cara de las gentes. a) A Mercedes.
b) la Muralla. b) A los medicamentos.
c) comprobar cómo tomaban arroz. c) Al doctor.

10. EI profesor de Sociales les había dicho... 20. EI doctor se marcha...

a) que China y España estaban igualmente pobladas. a) contento.
b) que China tenía una importante historia. b) pensativo.
c) que China era el país más poblado.- c) silbando.

41

NIVEL 6 PRUEBA
UNA CASA CON OREJAS
Un día a la casa de Buu le salió una grieta en la
pared.
Buu la tapó con barro amasado y la pintó para
que no se notara. Más Peluso le dijo:
-Buu, te tienes que hacer una nueva casa; si no,
el día menos pensado se hunden los dos.
Pero Buu no quería abandonar su vieja casa,
porque ya le tenía cariño, y un día pasó lo que tenía que
pasar: la casa se hundió.
Y menos mal que decidió hundirse ella sola,
mientras Buu estaba fuera jugando con las tapas de
botellas con Peluso.
¡Figúrense el disgusto de Buu cuando al volver
vio que no tenía casa! Eso quería decir que ya no tenía
dónde guardar las tapas de botella que ganara a Peluso,
ni dónde estar los días que lloviera ni podría decir a sus
amigos:
-Anda, Pelusa, vente a casa a tomar un vaso de
bebida. Buu se quedó allí, sin fuerzas para moverse, con
las manos cruzadas sobre la barriga y con los ojos fijos
en el montón de ruinas que antes habían sido su casa.
Y así le encontró Peluso, y Peluso que era muy
listo, enseguida comprendió todo lo que había pasado.
-iBuu, Buu! -Le llamó. Pero Buu no pareció
enterarse. Entonces Peluso no se anduvo con
miramientos y agarrando a Buu por los hombros, le
sacudió muy fuerte, a la vez que le gritaba:
-¡Buu, que tienes que hacer una casa nueva!
-Sí, sí -contestó Buu.
Y Peluso empezó a hablar mucho para
animarle.
-Mira, Buu, cerca de donde yo vivo hay un sitio
muy bonito. Durante el día le da el sol y por la noche le
da la luna y las estrellas. Te la podrías hacer allí. Así
viviríamos cerca y nos podríamos ver desde la ventana.
-Sí, sí -volvió a decir Buu, más animado.
Y se fue con Peluso a ver el sitio, que le pareció
espléndido, y luego al despacho de Peluso, a hacer los
planos para la nueva casa.
42
LECTURA EFICAZ
B
N° Palabras 967
I.F.L. 65
Peluso y Buu trabajaron mucho. Buu quería que
la casa tuviera dos chimeneas, una para calentarse los
días de la semana y otra para calentarse los domingos.
-Porque si no, ¿en qué se va a diferenciar un
domingo de los otros días? -decía.
-Sí --dijo Peluso-, pondremos una chimenea al
lado derecho y otra al izquierdo. (Y las dibujó en el
plano). Pero, ¿en verano qué es lo que vas a hacer?
-¡Oh, eso ya lo tengo solucionado! --dijo Buu-.
Todos los días me marcho al prado a tomar el fresco,
menos los domingos, que me voy a la montaña.
Peluso estaba admirado. « ¡Este Buu ! Parece
que no, y hay que ver lo que discurre a veces.»
Luego discutieron dónde colocarían las
habitaciones, y decidieron que el cuarto de estar se
encontraría justo enfrente de la habitación de Buu y que
los dos amigos se asomarían de vez en cuando para
verse.
Y una vez que todo estuvo decidido, Buu y
Peluso salieron a empezar la obra.
Y trabaja que trabajarás y trabaja que trabajarás
y Peluso decía a Buu que la casa iba a resultar preciosa,
y Buu no decía nada para no perder tiempo y acabar
antes.
Por fin Peluso dijo:
-Buu, ya no me pases más ladrillos. Este es el
último. Lo colocó al final de la chimenea izquierda, y la
casa quedó terminada.
Buu, al verla, no pudo contenerse y empezó a
aplaudir. Y la verdad es que la casa se merecía un
aplauso, porque no se crean que era una casa cualquiera,
no. ¡Había salido una casa con orejas! Bueno, en
realidad no eran orejas lo que tenía, sino las dos
chimeneas, pero desde abajo parecían orejas, y Buu
estaba encantado.
-Vamos, Peluso -decía, impaciente-, vamos a
recoger mis cosas.
Y los dos fueron a por los muebles y objetos
personales de Buu, que estaban mezclados con las
ruinas, y cuando creían que ya lo tenían todo, resultó
que faltaba la zapatilla del pie izquierdo, y tuvieron que
volver por ella.

-¡Una casa con orejas! ¡Buu se ha hecho
una casa con orejas! -comentaban los vecinos al verles
pasar de vuelta con la zapatilla.
-No son orejas, son chimeneas -corregía Peluso.
Pero Buu, que iba muy tieso y emocionado, no
decía nada, porque para él eran orejas y la idea le
gustaba.
Cuando ya estuvo todo colocado, y las
zapatillas preparadas al lado de la cama, Buu se puso a
encender la chimenea.
-Así nos calentamos --0ijo a Peluso- y además
vemos si tiran bien las orejas, digo, las chimeneas de
arriba.
-Sí - dijo Peluso extendiendo sus manos sobre
el fuego, para ver si se le tostaban, como pasa con las
rebanadas de pan-. ¿No has oído tú ese refrán...? ¡Ay,
que me quemo!
Y Peluso retiró sus manos a toda prisa, y quedó
muy desilusionado, pues en vez de tostarse se habían
puesto rojas.
43
LECTURA EFICAZ
-¿Quieres un vaso de bebida, Peluso? - dijo Buu
dándole uno para consolarle-. ¿Y qué refrán me ibas a
contar?
Peluso se sentó en una butaca.
-Un refrán que dice: «no hay sitio como el
hogar, tralalí, tralalá».
Mas Peluso no le contestó, porque entre lo
confortable de la butaca, el calorcillo y lo cansado que
estaba, se había quedado dormido.
Y cuando se despertó no se acordaba del refrán
para nada, y dijo que ya era muy tarde y que se iba a su
casa. -¡Te acompaño! - dijo Buu. Y los dos salieron.
-¡Mira, Peluso, mira! -gritó Buu señalando
hacia arriba.
Peluso miró.
El espectáculo que se ofreció a su vista era
sorprendente, pues nadie hasta entonces había visto salir
humo de dos orejas, digo de dos chimeneas, digo de dos
orejas que parezcan chimeneas. ¡Y de dos chimeneas
que parezcan orejas, tampoco!
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 6 PRUEBA B

UNA CASA CON OREJAS

1. Buu tapó la grieta con...

a) cemento. 11. La casa se merecía...
b) barro. a) un aplauso.
c) pintura. b) un premio.
c) un galardón.
2. La casa se hundió mientras Buu jugaba...
a) al fútbol. 12.-Había salido una casa con dos...
b) a las canicas. a) ventanas.
c) a las chapas. b) orejas.
c) escaleras.
3. Buu ya no podía...
a) invitar a sus amigos. 13. ¿Qué había olvidado entre los escombros?
b) hacer sus tareas. a) Un jersey.
c) beber un vaso de leche. b) Una bufanda.
c) Una zapatilla.
4. ¿Por dónde agarró Peluso a Buu?
a) Por la mano. 14. ¿Cómo se sentía Buu con su obra?
b) Por el cuello. a) Desilusionado.
c) Por los hombros. b) Indiferente.
c) Satisfecho.
5. Durante el día le daba el sol, y por la noche...
a) el firmamento. 15. A Peluso por negligencia se le quemaron...
b) la brisa. a) las zapatillas.
c) la luz de las farolas. b) las manos.
c) las tostadas.
6. Los planos de la nueva casa se hicieron...
a) en la Municipalidad del pueblo. 16. Buu enseñó a Peluso...
b) en una oficina. a) una canción.
c) en el despacho de Peluso. b) un acertijo.
c) un refrán.
7. La casa debía tener dos...
a) cocinas. 17. El refrán nos ensalza...
b) chimeneas. a) el respeto por los demás.
c) dormitorios. b) las normas de buena conducta.
c) la propia casa.
8. ¿Cómo se diferencian los domingos de los
otros días? 18. ¿Cómo quedó Peluso en la butaca?
a) Porque se levantan más tarde. a) Dormido.
b) Según la chimenea que enciendan. b) Pensativo.
c) Porque visitan a sus abuelos. c) Malhumorado.

9. EI cuarto de estar de Peluso estaría enfrente 19. Cuando se despertó Peluso, se fue...
de... a) a dar un paseo.
a) la habitación de Buu. b) para su casa.
b) la chimenea. c) a ver la televisión.
c) las escaleras.
20. EI espectáculo ofrecido a su vista era...
10.-EI último ladrillo se colocó... a) vergonzoso.
a) al final del pasillo. b) terrorífico.
b) en el desván. c) sorprendente.
c) al final de la chimenea.

44

NIVEL 6 PRUEBA
EL HADA ROTA
En tiempos lejanos las hadas nacían en las
nubes. El padre de todas ellas era un anciano
vigoroso cuyo trabajo consistía en descolgar las
nubes del cielo y ver si contenían hada o no.
Después de tomar la nube y acomodarla en una
gran sábana extendida sobre el prado, iba por la
siguiente y cuando ya tenía un buen montón de
ellas las abría con cuidado. Si la nube contenía
hadas le brillaban los ojos de alegría.
-Ya tengo otra. ¡Qué linda es! La más linda
de todas.
Siempre decía lo mismo porque la última
descubierta era la chiquitina y, le parecía a él, la
más bonita. Tenía días afortunados en los que
encontraba dos o tres hadas. Otros eran de trabajo
perdido. Las nubes aparecían huecas y el padre de
las hadas mostraba su descontento mesándose la
barba.
-¡Caramba! Hoy no ha habido suerte. Me he
levantado con-el pie izquierdo.
Un día, al despertarse, vio una sola nube en
el cielo. Era tan blanca y redondita que se dijo:
-Seguro que hay hadas dentro -y corrió en
busca de la caña. Tan nervioso se puso que la
prendió mal, la nube se escapó del cestillo y cayó
de golpe sobre el prado haciéndose cisco.
Enseguida se oyó una vocecita encantadora que
decía en tono de reproche: -¡Qué torpe eres, padre!
Me has dejado desmenuzada, desintegrada,
deshecha.
Efectivamente el hada aparecía rota por
todos lados. El padre de las hadas pasó un buen rato
arreglando el estropicio, juntó los pedazos y el hada
quedó entera, pero muy rara. Las hermanas, al
verla, se echaron a reír.
-¡Qué fea es! -exclamaron a carcajada
limpia. Está rota, rota del todo.
Y desde aquel día la llamaron la Rota.
Cuando las hadas cumplían quince días el
padre les decía: -Ya sois mayores de edad, hijitas.
Id al mundo y procurad ser buenas.
45
LECTURA EFICAZ
C
N° Palabras 1074
I.F.L. 68
Las hadas se iban muy contentas a cumplir
con su oficio de hada. También el hada Rota llegó
a su mayoría de edad y el padre de todas las hadas
le dijo:
-También tú has de ir al mundo. Procura ser
mejor que las demás y así. .. ¡quién sabe!
-¿Qué quieres decir con eso de «quién
sabe»? -preguntó el hada Rota.
-Que a veces ocurren cosas maravillosas.
Sirve a los demás y llegarás a ser como ellos te
vean.
En lugar de los preciosos vestidos de sus
hermanas, el hada Rota vistió ropas de campesina.
En lugar de ir a los palacios, el hada Rota se fue a
vivir a un pueblo. Vivía en una choza, en las
afueras, y cuando las gentes quisieron saber de
dónde venía, ella contestaba que de muy lejos.
Cuando le preguntaron su nombre se conformó con
uno corriente y contestó que se llamaba Manuela.
Las gentes no curiosearon más y entonces
empezó su oficio de hada. Salía al encuentro de las
mujeres que se mataban lavando sábanas en el río.
-Buena mujer, ¿quieres que lave tus
sábanas?
La mujer medía a ojo las fuerzas de la
extraña criatura y sonreía diciendo:
-Quita allá, mocosa. Hay que tener buenos
brazos para escurrir estas sábanas.
Y al punto se daba cuenta de que no le
costaba más esfuerzo que escurrir un pañuelo.
En un tris tenía las ropas limpias y las tendía
sobre la hierba del prado diciéndose:
-Cosa rara. La chiquilla tiene algo, no sé
qué. Lo dicen sus ojos.
Los ojos del hada Rota eran azules como el
cielo. No se le rompieron en el accidente y
resplandecían como estrellas en su carita feúca.
«Esta criatura nos ha echado el bien de
ojo», empezaron a decirse unos a otros.

Y la llamaban cuando se encontraban en
apuros, que era a menudo.
De modo que el hada no tenía ni un
momento de respiro: todos necesitaban de ella.
En casa de los más pobres nunca más faltó
lo necesario, tanto es así que las gentes empezaron
a decirse: «Cuando Manuela vino aquí todo iba
mal; ahora todo va bien. Siempre nos ha servido y
nunca ha pedido recompensa. ¿Quién es esta
criatura que lo ha trastocado toco?- Manuela, que
ni siquiera tenía un espejito para mirarse, iba
cumpliendo, ayudando a todos. Por último trató de
convencer al alcalde de que debía construir una
escuela porque había muchos hombres y mujeres
en el pueblo que no sabían ni leer ni escribir, y los
niños tenían que· pegarse la gran trotada para ir a
aprender al pueblo vecino, que era más importante.
-Pero, Manuela -contestó el alcalde-. Si no
tengo un peso. ¿De dónde voy a sacar dinero para
construir una escuela y pagar al maestro?
El hada Rota le contestó: -Lo pensaré.
Aquella misma noche amontonó unas
piedras que encontró a la entrada del pueblo.
Las rozó con una vara de fresno y dijo: -
Creced hasta convertiros en una escuela.
Las piedras se juntaron, se ensancharon,
crecieron y quedaron convertidas en una bonita
escuela.
«Ahora falta el maestro -se dijo en voz alta
Manuela-. Esto ya es más difícil.»
46
LECTURA EFICAZ
Cerró los ojos y vio un muchacho que
viajaba a lomos de un caballo y llevaba las alforjas
llenas de libros. Parecía humilde y bondadoso.
« Este será un buen maestro», se dijo
Manuela.
Y no hizo más que decirlo cuando el caballo
se detuvo frente a la escuela, el muchacho se apeó
y preguntó a Manuela: -¿Es aquí donde se necesita
un maestro?
-Aquí mismo. Pasa y acomódate.
Entonces el hada Rota decidió irse de aquel
lugar porque ya no hacía falta. Aprovechó una
ráfaga de aire muy fuerte para volar a casa de su
padre. Un niño que permanecía despierto la vio
planear sobre el campanario. Lo dijo al día
siguiente, cuando el alcalde se encontró con la
escuela y con el maestro.
-Se fue volando. Yo la vi. Llevaba un
vestido color de nube y lleno de estrellas.
La madre cogió el niño en sus brazos y
susurró: -Cállate hijo. Dirán que ves visiones.
Pero todos los niños empezaron a gritar:
«Era un hada. Era un hada... »
Hasta que el alcalde, quien nada había visto
pero no quería ser menos que los niños, hizo callar
a todos y afirmó con un hilo de voz: -Era un hada,
sí señor. También yo la vi con su vestido de nube y
estrellas. Saltaba a la vista que era un hada... Para
que luego digan que no existen.

NIVEL 6 PRUEBA
EL HADA ROTA
1. ¿Qué trabajo tenía el padre de las hadas?
a) Descolgar las estrellas.
b) Regar los campos.
c) Abrir con cuidado las nubes.
2. Si la nube contenía un hada...
a) la tiraba al suelo.
b) se quedaba muy feliz.
c) la abrazaba muy contento.
3. ¿Qué hacía cuando las nubes aparecían
huecas?
a) Insultaba a sus vecinos.
b) Lloraba porque no había tenido suerte.
c) Mostraba su tristeza mesándose la barba.
4. Un día, el cielo estaba cubierto de...
a) una gran nube gris.
b) una sola nube redondita y blanca.
c) estrellas.
5. Al verla sus hermanas se pusieron a reír
porque el hada...
a) estaba rara.
b) era muy grande.
c) estaba muy graciosa.
6. ¿Cuál es el oficio de las hadas?
a) Arreglar las nubes rotas.
b) Ir al mundo y procurar ser buenas.
c) Cuidar los jardines.
7. Cuando el hada Rota llegó a su mayoría de
edad, el padre...
a) le ordenó que se casara.
b) le pidió que sirviera a todos por igual.
c) le dijo que fuera mejor que los demás.
8. ¿Dónde se fue el hada Rota?
a) A la ciudad.
b) A un pueblo.
c) A la casa de los pobres.
9. Ella decía a la gente que se llamaba...
a) Manuela.
b) Hada Rota.
c) Adelina.
10. La mujer que lavaba sábanas en el río...
a) se quedó maravillada.
b) siguió con su tarea.
c) se quedó apenada.
47
LECTURA EFICAZ
C
11. ¿Cómo eran los ojos del hada Rota?
a) Verdes como el mar. ·
b) Azules.
c) Amarillos como el sol.
12. ¿Qué hacían las gentes cuando estaban en
apuros?
a) Llamaban al padre de las hadas.
b) Pedían ayuda a Manuela.
c) Iban al médico.
13. ¿Qué cambio se verificó en el pueblo?
a) Todo el mundo se pegaba.
b) La gente se volvió egoísta.
c) El bien venció al mal.
14. Las gentes estaban maravilladas...
a) porque el hada ayudaba a todos.
b) porque Manuela era muy grande.
c) Manuela iba a construir una iglesia.
15. Querían construir una escuela, porque...
a) había muchos libros en el pueblo.
b) los niños estaban todo el día en la calle.
c) mucha gente del pueblo no sabía leer ni
escribir.
16. EI maestro tenía que ser...
a) un joven con gafas.
b) un joven que hablase idiomas.
c) una persona humilde y bondadosa.
17. EI hada Rota se marchó del pueblo,
porque...
a) no quería aprender en la escuela.
b) su padre la llamó.
c) ya tenía todo arreglado.
18. Cuando el niño gritó, ¿qué hizo su madre?
a) Puso las manos en la cabeza.
b) Le dio un cachete.
c) Le susurró que se callara.
19. ¿Cuál ha sido la respuesta de los demás
niños?
a) Le llamaron tonto.
b) Gritaron fuerte.
c) Fueron a llamar al alcalde.
20. ¿EI alcalde había visto el hada?
a) Sí.
b) No, porque llegó tarde.
c) No, pero dijo a los niños que sí.

NIVEL 7 PRUEBA
EGIDIO, EL GRANJERO DE HAM
Era una hermosa noche. Las vacas se encontraban en
los campos, Y el perro del granjero Egidio había salido y
vagaba a su antojo. Sentía una cierta inclinación por la luna y
los conejos. No se imaginaba, por supuesto, que un gigante
andaba también de paseo. Esto le habría ofrecido una excusa
para salir sin permiso, pero también una razón aún mejor para
quedarse quieto en la cocina. Hacia las dos el gigante llegó a
los campos de Egidio, rompió las cercas, pisoteó las cosechas
y aplastó la hierba lista ya para la siega. En cinco minutos
causó más destrozos que la cacería re a' de zorros en cinco
días.
Garm oyó un estruendo que se aproximaba a lo largo
de la orilla del río y corrió hacia el oeste del altozano sobre el
que se asentaba la granja, sólo para saber qué ocurría. De
pronto vio al gigante, que cruzaba el río a grandes zancadas y
aplastaba a Galatea, la vaca favorita del granjero, dejando al
pobre animal tan chato como su amo podría haber dejado a
un escarabajo.
Aquello era más que suficiente para Garm. Dio un
aullido de miedo y se lanzó hacia la casa como un rayo.
Olvidándose por completo de que había salido sin permiso,
llegó y comenzó a ladrar y a quejarse lastimeramente bajo la
ventana del dormitorio de su dueño. Durante un buen rato no
hubo respuesta. Egidio no se despertaba con facilidad.
-¡Socorro, socorro, socorro! - gritaba Garm. De
pronto se abrió la ventana y salió volando una botella bien
dirigida.
-¡Eh!, -dijo el perro, saltando a un lado con la
habilidad que da la práctica. ¡Socorro, socorro, socorro!
El granjero se asomó: ¡Maldito seas! ¿Qué pasa?
-Nada - dijo el perro-
- Nada es lo que yo vaya darte a ti. Te vaya arrancar
la piel a tiras por la mariana, contestó el granjero cerrando de
golpe la ventana.
-¡Socorro, socorro, socorro!, grito el perro.
Egidio asomó de nuevo. ¡Te mataré si vuelves a
hacer ruido!, dijo: ¿Qué te pasa, so idiota?
-Nada,-dijo el perro. Pero algo te va a pasar a ti.
- ¿Qué significa eso?, dijo Egidio, sorprendido en
medio de su ira. Garm nunca se le había insolentado.
-Tienes un gigante en tus tierras, un gigante enorme;
y viene hacia aquí, dijo el perro. ¡Socorro, socorro, socorro!.
48
LECTURA EFICAZ
A
N° Palabras 1651
Está aplastando las ovejas, ha pisado a la pobre Galatea y la
ha dejado chata como una estera. ¡Socorro, socorro! Está
echando abajo las cercas y destrozando las cosechas. Tienes
que ser audaz y rápido, amo, o pronto no te quedará nada.
¡Socorro!, volvió a aullar Garm.
-¡Calla la boca!, gritó el granjero; y cerró la ventana.
[Dios misericordioso!, murmuró para sus adentros; y aunque
la noche estaba calurosa, sintió un escalofrío y se estremeció.
-Vuelve a la cama y no seas estúpido, dijo su mujer, y ahoga
a ese perro por la mañana. No me digas que vas a creer a un
perro; ponen cualquier excusa cuando se les pilla sueltos o
robando.
-Puede que sí, puede que no, Águeda, dijo Egidio.
Pero algo ocurre en mis tierras, o Garm es un cobarde. Ese
perro está aterrado, y, ¿por qué razón tendría· que venir a
quejarse por la noche cuando por la mañana podría haberse
colado con la leche por la puerta trasera?
No te quedes ahí discutiendo, dijo ella. Si crees al
perro, sigue su consejo; sé audaz y rápido.
Del dicho al hecho hay mucho trecho, contestó
Egidio; porque en verdad él creía buena parte de la historia
de Garm. De madrugada los gigantes no parecen tan
inverosímiles.
Aun así la hacienda es la hacienda; Y Egidio las
gastaba de tal forma con los intrusos que pocos se atrevían a
hacerle frente. De modo que se puso los calzones, bajó a la
cocina y descolgó el trabuco de la pared. Alguien podría
preguntarse, y con razón, qué es un trabuco. Ciertamente, esta
misma pregunta les fue hecha a los cuatro Sabíos de
Oxenford, que después de pensárselo contestaron: Un trabuco
es un arma de fuego, corta, de gran calibre, que dispara
numerosos proyectiles o postas, y que puede resultar mortal
dentro de un alcance limitado, aunque no se haga un blanco
perfecto. Hoy desplazado en países civilizados por otras
armas de fuego.
El trabuco de Egidio tenía una boca ancha que se
abría como un cuerno, y no disparaba proyectiles o postas
sino cualquier cosa con que su dueño pudiera cargarlo. Y a
nadie había matado, porque muy raramente lo cargaba, y
nunca lo disparó. Para los propósitos de Egidio, bastaba por
lo general que lo mostrase y el país no estaba civilizado aun,
pues el trabuco no había sido desplazado; se trataba en
realidad, del único tipo de arma de fuego que había, y aun así
era poco frecuente. La gente prefería los arcos y las flechas,
y usaba la pólvora casi exclusivamente para los fuegos
artificiales.

Bueno, pues el granjero Egidio descolgó el
trabuco y le metió una buena carga de pólvora, por si fuese
necesario recurrir a medidas extremas; introdujo por la ancha
boca clavos viejos y trozos de alambre, pedazos de un pu-
chero roto, huesos, piedras y otros desechos. Se calzó luego
sus botas altas, se puso el abrigo y salió de casa por el jardín
trasero. La luna estaba baja, a sus espaldas, y no pudo ver
nada más amenazador que las oscuras sombras de los
matorrales y de los árboles; sí pudo oír, sin embargo, un
retumbo terrorífico de zancadas que se acercaban por el otro
lado del altozano.
LECTURA EFICAZ
mayoría se habían metido en seguida bajo las sábanas;
algunos incluso bajo la cama. Garm se sentía al mismo tiempo
orgulloso y asustado de su amo. Le resultaba espléndido y
terrible cuando se enfadaba; y, claro, suponía que cualquier
gigante pensaría lo mismo. De forma que cuando vio a Egidio
salir armado con el trabuco (indicio por lo general de una
enorme ira), se precipitó hacia el pueblo ladrando y gritando:
-¡Salid, salid, salid!, ¡Levantaos, levantaos!.
¡Acudid a ver a mi poderoso amo, su valentía y decisión. ¡A
disparar a un gigante intruso! ¡Salid!.

Egidio no se sintió ni audaz ni rápido, dijese Águeda
lo que quisiese; pero estaba más preocupado por sus bienes
que por su piel. Así que con la sensación de que el cinto le
quedaba un poco flojo se dirigió hacia lo alto de la colina. De
repente, justo sobre el borde de la cima, se recortó el rostro
del gigante, pálido a la luz de la luna, que se reflejaba en sus
enormes ojos redondos. Sus pies se encontraban aún bastante
más abajo, horadando los campos. La luna deslumbraba al
gigante, que no vio al granjero. Pero Egidio si lo vio a él,
recibió un susto de muerte. Sin darse cuenta apretó el gatillo,
y el trabuco se disparó con una detonación ensordecedora.
Apuntaba por casualidad más o menos a la horrible carota del
gigante. Volando salieron los desechos, las piedras y huesos,
los pedazos de la olla y alambres, y hasta media docena de
clavos. Y como la distancia era en realidad corta, más por azar
que por intención del granjero muchos de estos objetos
alcanzaron al gigante; un pedazo de la olla se le incrustó en
un ojo y un enorme clavo se le hincó en la nariz.
¡Maldición!, dijo el gigante con su grosera forma de
hablar. ¡Me han picado! El ruido no le había causado ninguna
impresión (era bastante sordo), pero el clavo no le agradó.
Había transcurrido mucho tiempo desde la última vez que se
había encontrado con un insecto lo suficientemente violento
como para atravesar su gruesa piel; pero había oído contar
que lejos, en los pantanos del este, había libélulas cuyas
picaduras eran como las fe unas tenazas al rojo. Supuso que
se había topado con algo por el estilo.
La cima del altozano resultaba visible desde la
mayoría de las casas. Cuando la gente y el perro vieron que
la faz del gigante asomaba por encima, quedaron
sobrecogidos y contuvieron el aliento, y todos menos Garrn
pensaron que el asunto era demasiado grave para que Egidio
pudiera salir airoso. Fue en ese momento cuando se disparó
el trabuco, y sorprendidos y alegres todos aplaudieron y
vitorearon, y Garm casi se quedó ronco de tanto ladrar.
-¡Hurra!, gritaban. ¡Así aprenderá! Maese, Egidio le
ha dado su merecido. Se marcha a casa ahora herido de
muerte, como es justo. Y todos juntos volvieron a vitorearlo.
Pero incluso mientras gritaban tomaron buena nota,
por la cuenta que les tenía, de que después de todo aquel
trabuco podía disparar. En las tabernas del pueblo había
habido algunas discusiones sobre este punto, pero ahora la
cuestión quedaba zanjada. Egidio el granjero tuvo pocos
problemas con los intrusos después de aquello.

-¡Parajes asquerosos e insanos, está claro!, dijo. No

es camino para esta noche.

Así que recogió de la ladera un par de ovejas para

prepararse la comida cuando llegase a casa y cruzó de nuevo
el rio, poniendo a toda prisa rumbo al nordeste. Por fin
encontró el camino de casa, pues ahora si había tomado la
dirección oportuna.

Por lo que se refiere a Egidio, cuando el trabuco se

disparó el retroceso lo derribó de espaldas; y allí se quedó
mirando las estrellas y preguntándose si los pies del gigante
lo alcanzarían cuando pasase a su lado. Pero no ocurrió nada,
y el ruido de las pisadas se perdió en la distancia. De modo
que se levantó, se frotó el hombro y recogió el trabuco. Fue
entonces cuando oyó las aclamaciones de la gente. La mayor
parte de los habitantes de Ham hablan estado atisbando desde
sus ventanas; algunos se habían vestido y habían salido a la
calle (después de que el gigante se hubo marchado). Unos
cuantos subían ahora a la colina gritando. Los aldeanos
habían oído el horrible estruendo de los pies del gigante y la

49
 LECTURA EFICAZ
NIVEL 7 PRUEBA A

EGIDIO, EL GRANJERO DE HAM

1. ¿Cuándo llego el gigante a los campos de Egidio? 11. Egídio se sentía, más preocupado...
a) Hacia las doce a) por su piel que por sus bienes
b) Hacia las dos b) por sus bienes que por su piel
c) hHcia media noche c) por la suerte de sus vacas que por la de sus ovejas

2. Al ver como aplastaba a Galatea, Garm dio un aullido de
miedo y...
a) se lanzó hacia la casa como un rayo
b) se escapó como una exhalación
c) escapó a la carrera hacia la casa
12. ¿Por qué no vio el gigante al granjero?
a) Porque era un poco corto de vista
b) Porque ésta estaba escondido tras de un árbol
c) Porque la luna le deslumbraba

3. El perro esquivo la botella... 13. ¿Qué se hinco en la nariz del gigante?

a) saltando hacia la ventana a) Un enorme clavo
b) echando a cerrar b) Un pedazo de olla
c) saltando a un lado c) Una piedra muy puntiaguda

4.- Garm nunca... 14. Al gigante, el ruido del disparo...

a) se había puesto a gritar por la noche a) no le afectó en absoluto
b) le había despertado por la noche b) no le agradó
c) se le había Insolentado c) no le causó ninguna impresión

5. Aunque la noche era calurosa... 15. El gigante, después de recoger un par de ovejas, puso
a) sintió un escalofrío rumbo...
b) sintió miedo a) al río que había cruzado hacía unos momentos
c) se puso a temblar b) al noroeste
c) al nordeste

6. Según Agueda, si Egidio cree al perro, debe... 16. El retroceso derribo de espaldas a Egidio, que se quedó
a) seguirlo al río mirando...
b) actuar con rapidez y astucia a) las estrellas
c) seguir su consejo: ser audaz y rápido b) la cara del gigante
c) los pies del gigante

7.- ¿Qué creía Egidio?
a) Al buena parte de la historia de Garm
b) Una parte de la historia de Garm
c) Que su espesa tenía razón
17. La mayoría de los aldeanos, al oír el estruendo de los pies del
gigante...
a) se habían metido bajo las sábanas
b) se habían metido bajo la cama
c) habían salido a ver lo que ocurría

8.- ¿Dónde estaba el trabuco que cogió Egidio?... 18. ¿Cuándo quedaron sobrecogidos la gente y el perro?
a) En la cocina a) Al ver que la faz del gigante asomaba por encima del altozano
b) En un rincón del comedor b) Al ver acercarse al gigante al pueblo
c) Colgado junto a la ventana del dormitorio c) Al ver que Egidio hacia frente al gigante

9. ¿Qué disparaba el trabuco de Egidio?... 19. Al ver dar media vuelta al gigante, todos...
a) balas y postas c) echaron a correr hacia la cima del altozano
b) cualquier cosa con que su dueño pudiera cargarlo b) aplaudieron y vitorearon
c) proyectiles o postas c) se quedaron sobrecogidos

10. Egidio cargo con pólvora el trabuco... 20. Después de aquello, Egidio tuvo pocos problemas con...
a) Por si tenía que defenderse a) los gigantes
b) Por si fuese necesario recurrir a medidas extremas b) los intrusos
c) Para darse seguridad a sí mismo c) Garm

50

NIVEL 7 PRUEBA
CHIU Y EL GRANO DE ARROZ
Chiu es un hombre querido por todos, hace el bien que
puede, es trabajador y jamás se le ha oído decir una palabra contra
los vecinos, los parientes, los amigos, ni los enemigos. Todo en él es
perdón y bondad.
Los capachos de Chiu están protegidos por unos trenzados
de espinas muy tupidos que impiden el acceso de las ratas.
Cuando llega el día de preparar la siembra, cuando el agua
inunda las eras, Chiu, acompañado de su hijo de quince años, se
dispone a descubrir los dos capachos en donde guarda el arroz.
Mientras tanto, su hija prepara los grandes sombreros y las estacas
que les servirán para realizar la siembra.
-Hijo, todos nos han alabado el tamaño de nuestro arroz -
dice Chiu-. A ver si cuando tú emprendas por tu cuenta el cultivo de
la tierra eres capaz de realizar los mismos esfuerzos por conseguir
buenos productos, que sean el orgullo de la familia y motivo de
alabanza por parte de los vecinos.
Una vez destapados los capachos padre e hijo miran su
interior.
-¿Dices que son grandes los granos? –dice el chico-. Yo
no le veo.
-Calla...
Chiu, receloso porque tampoco él ha visto ningún grano,
mete la mano dentro de los capachos y la saca vacía. Contempla sus
dedos que, inertes, como si estuvieran embrujados, tiemblan
repentinamente.
- ¡No están! -exclama, y empieza a hablar consigo mismo,
nervioso, como si contara cosas, o como si imprecara a una sombra.
Luego -: Yo los tenía dentro de los capachos, ¡Puedes creerlo!.
-Pero ahora no están. ¡Han desaparecido!
La hija pregunta:
- ¿ Estáis preocupados ?.
Y se dibuja su silueta en el marco de la puerta.
-¡No encontramos los granos de arroz! – dice el hijo.
Chiu se planta en la mitad de la casa, con gesto huraño.
- ¡Eso es que me los han quitado! – grita - ¿Quién ha sido?
-Padre, ¿no lo habrás guardado en otro lugar?.
El niega con la cabeza-
-No. Estoy bien seguro de que estaban aquí.
¡Y han desaparecido¡ Han desaparecido,
¿comprendes ?
51
LECTURA EFICAZ
B
N° Palabras 1717
Vuelve al estante y de un manotazo tira los capachos al
suelo.
-Toma, ¡están todos vacíos¡ Ni un grano.
Estalla en sollozos como un chiquillo que de repente se
encontrará solo. Se sienta sobre los tobillos y esconde, entre sus
brazos cruzados, la cabeza.
- ¿y de qué viviremos? -va diciendo-. ¿Y luego?
¡Moriremos de hambre!
-¿Será algún ladrón? ¿O un vecino malintencionado?.
Chiu niega con la cabeza.
- No lo creo. No puedo creer que me los haya quitado
ningún vecino. Habrá sido un forastero.
La hija, que ha permanecido todo el tiempo con la mirada
en el suelo, extiende lentamente un dedo hacia una dirección
determinada.
-Un ladrón; sí mírenle.
Por el suelo avanza una hormiga. Y entre sus pinzas lleva
un grano de arroz.
Los tres la rodean.
Se dan cuenta que un poco más allá, otras hormigas en
procesión salen de la casa.
-Aquí está el ladrón -comenta el hijo-. Mientras nosotros
vivíamos tranquilos, poquito a poco las hormigas han vaciado los
capachos.
¡Quién lo diría!
Otras hormigas que iban, descargadas han salido de la
casa. Queda solamente cargada, fatigada, la última hormiga.
Es precisamente la última de la fila -dice la chica-.
-Y el último grano... -comenta Chiu con voz ronca.
El hijo levanta la pierna con energía y apunta con el pie a
la hormiga, dispuesto a aplastarla. Tiene un pie ancho, fuerte, de
muchacho campesino, un pie que camina seguro y pisa firme, que
sirve de apoyo a todo el cuerpo cuando éste doblado, se apoya sobre
la mancera tirada por el búfalo.
Pero no aplasta a la hormiga. Chiu tiene una idea y levanta
la mano.
¡ No, hijo mío ! i No la mates !.
El hijo apoya el pie más allá y queda sin equilibrio, a
riesgo de caerse.
-Pero, ¿por qué? ¡Es un ladrón!

Chiu sonríe por primera vez en toda la mañana.
¿No lo comprendes? -dice-. Esta hormiga camina hacia el
nidal y sigue a distancia a las otras.
Las hormigas, cuando van cargadas, forman
inevitablemente procesión hasta el hormiguero, en donde guardan la
comida que consiguen en tiempo de cosecha, para alimentarse en
invierno. Pues bien, si nosotros seguimos a la hormiga, ella nos
llevará al nidal en donde con todas las demás ha ido depositando los
granos de arroz que nos han robado. No puede fallar. Gracias,
hormiga enviada por los dioses, Gracias. ¡Y ahora, manos a la obra!
Los tres salen de la casa y siguen la hilera de las hormigas.
Las siguen de cerca pero no pisan ni una siquiera. Todas regresan al
hormiguero, todas van de vacío -todas no, alguna lleva una brizna
de hierba, una semilla de flor del bosque- y forman una gran hilera.
-Parecen prisioneros de guerra conducidos al campo de
concentración -comenta el hijo.
Chiu piensa que él, esta comparación, no la habría la
hecho nunca porque ha conocido una paz anterior, Pero ¡qué le
vamos a hacer, si los jóvenes han vivido siempre en guerra!.
Caminan, caminan pero no ven el final de la procesión.
Llevan ya un kilómetro. Nunca han visto una hilera más larga. Pero
Chiu es paciente.
-Ya nos llevarán al nidal, no es angustiéis.
Nos llevarán hasta allí y encontraremos todos los granos
de arroz.
-La mayoría. No creo que se hayan perdido muchos. Las
hormigas, cuando atrapan una cosa no la sueltan ni la pierden.
Por último llegaron a un margen. Allí, en un agujerito
junto a la parta más baja, van metiéndose las hormigas dentro de la
tierra.
Chiu con la punta de la estaca, abre un poco más el agujero
y las hormigas salen en desbandada.
Chiu hurga más, las primeras hormigas han desaparecido
y va abriéndose la tierra do forma que el agujero se hace más grande
cada vez.
-Es aquí, no hay duda.
-Oye., padre, ¡qué grande es el agujero!
¿Cómo es que las hormigas pueden hacer agujeros tan
grandes?
-No creas que los hacen. Lo que ocurre es que la tierra de
alrededor se habrá ablandado. Hurguemos más.
Así lo hicieron y al cabo de un rato se dieron cuenta de que
el hormiguero era muy profundo. Cuanto más excavaban con los
bastones y cuanta más tierra retiraban con las manos más se
agrandaba y más galerías aparecían.
- ¿Te das cuenta de cómo lo entierran ?
- ¿Y no les entra el agua?
52
LECTURA EFICAZ
-De vez en cuando levantan unos depósitos más altos que
la galería y así, si ésta se llena de agua, quedan a más altura y a salvo.
Vieron que era necesario ir a buscar palas.
En el camino de regreso siguieron también la hilera en
sentido inverso y al final encontraron a la hormiga cargada, ayudada
ahora por otra.
De regreso al hormiguero con palas y pico excavaron
durante toda la tarde y solamente hallaron galerías y más galerías,
pero no el almacén de las hormigas. ¡Lo que sudaron! Habían
levantado una perfecta trinchera.
Se hizo de noche y regresaron a la casa. Los tres durmieron
mal, inquietos por el peligro de que cualquier desgraciado les hiciera
perder los granos, ahora que parecía que los tenían tan cerca.
Al día siguiente, en cuanto amaneció, Chiu, mientras sus
hijos dormían aún, volvió a la zanja trazada el día anterior. Pero
encontró que se habían metido en ella unos soldados.
-Mira, un campesino –dijeron. Y le advirtieron gritando-:
Vete, que esto es zona de guerra. Puede caerte un obús encima.
Chiu les explicó que buscaba los granos de arroz que las
hormigas le habían robado.
Los soldados rieron estruendosamente. Se retorcían y no
podían aguantar la risa.
-¡Hormigas! ¡Buscas hormigas! Tú harías buen negocio en
un escenario.
Chiu, con la pala en las manos, hacia una triste figura.
Entonces s silbó un proyectil de cañón y él se retiró junto a un
montículo cercano en donde se tendió.
Este obús y cuatro más no hicieron blanco en dando
estaban los soldados, pero les decidió a manchar del agujero.
Cuando los soldados se fueron, Chiu saltó dentro de la
trinchera y con la pala se dispuso a excavar.
No tuvo tiempo. Una explosión le levantó en alto y tuvo
suerte porque el terreno, arenoso, detuvo con suavidad su caída, que
se produjo en medio de una intensa nube de polvo.
Pasó un helicóptero en observación. Chiu, cubierto de
tierra no levantaba ni un dedo, y los del helicóptero, al ver que allí
ya no quedaban soldados debieron avisar a los artilleros para que no
gastasen más municiones.
Chiu se sacudió la tierra, miró al cielo, esperó un poco y
se convenció de que no había más tiros, ni cañonazos, ni nada de
nada.
-Me he salvado de un buen peligro. ¡Por los pelos! Y
confiando en que no habría más escaramuzas bélicas se dispuso a
excavar de nuevo.
Pero no se veía la trinchera, ni señal del hormiguero.
Solamente montones de tierra, raíces y polvo.
Su hijo Y su hija venían corriendo. Desde su casa
calcularon que los proyectiles habían caído donde más o menos
podía estar su padre y llegaban angustiados y sin aliento. Le
encontraron lleno de tierra, con la pala en la mano y sin saber por
dónde empezar.
 LECTURA EFICAZ

Se abrazaron y los tres se echaron a reír, felices.

-Y el arroz,.. ¿qué? -preguntó Chiu en parte a sí mismo y

en parte a los demás.

La hija, que al parecer era la que descubría siempre los

granos, extendió de nuevo un dedo:

-Aquí hay un grano -anunció.

Vieron no uno sino dos. Y un poco más allá, cuatro más.

Y más o menos en cada palmo de terreno había granos esparcidos.

-Hijos míos -dijo Chiu-. No son palas lo que necesitamos

sino cedazos. Hale, regresemos a casa, tomaremos los cedazos y
volveremos aquí. Cribaremos toda la tierra que podamos y
guardaremos los granos. La explosión ha levantado por completo el
nidal de las hormigas.

Y con una mezcla de prisa y de bondad:

-Debemos darnos prisa porque las hormigas vuelven al

trabajo.

Se había formado otra vez la hilera de hormigas que

trasladaban granos de arroz mientras cinco o seis de ellas abrían un
nuevo agujero en la tierra.

-Ni la hormigas ni los hombres pueden dejar de trabajar,

hijos míos -sentenció Chiu.

53
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 7 PRUEBA B

CHIU Y EL GRANO DE ARROZ

1. Todo en Chiu es... 11. Las hormigas, cuando atrapan una cosa...
a) comprensión y buenas palabras para toda la gente a) no paran hasta llegar a su hormiguero
b) perdón y bondad b) son pacientes y esforzadas
c) generosidad para todo el necesitado c) no la sueltan ni la pierden

2. Chiu guarda el arroz en... 12.- Siguieron hurgando la tierra, se dieron cuenta de que el
a) dos capachos hormiguero...
b) unos cestos a) era muy extenso
c) dos cestas de mimbre b) era muy profundo
c) parecía no tener fin

3. Todos han alabado... 13. Regresaron al hormiguero con…

a) la calidad del arroz de Chiu a) palas
b) la cantidad de arroz que guarda Chiu para sembrar b) el material necesario para excavar
c) el tamaño del arroz de Chiu c) palas y picas

4. Chiu estalla en sollozos como... 14. Regresaron a casa...

a) alguien que ve desaparecer todas sus ilusiones a) al anochecer
b) un chiquillo que de repente se encuentra solo b) cuando ya era de noche
c) aquél que pierde lo que más aprecia en esta vida c) al ver que por ese día ya no podían hacer nada más

5.- Chiu no puede creer que... 15.- Chiu les explico a los soldados que buscaba...
a) al arroz haya desaparecido a) los granos de arroz que las hormigas le habían robado
b) nadie se haya atrevido a robarle b) el almacén donde guardaban las hormigas su arroz
c) le haya quitado el arroz ningún vecino c) el hormiguero donde estaba su arroz

6, ¿Quién se da cuenta que el ladrón es una hormiga? 16. ¿Cuántos obuses cayeron cerca de los soldados?
a) Chiu a) Uno
b) El hijo b) Cuatro
c) La hija c) Cinco

7.- Las hormigas forman procesión hasta el hormiguero cuando... 17. Los del helicóptero debieron avisar a los artilleros que no
a) van en busca de comida disparasen más...
b) han acabado su faena a) al ver que ya no quedaba nadie
c) van cargadas b) al ver que allí ya no quedaban soldados
c) al no ver moverse a nadie

8.- las hormigas que regresan al hormiguero... 18.- Sus hijos lo encontraron...
a) van de vacío, menos unas pocas a) sin saber por dónde empezar
b) van cargadas con todo tipo de cosas b) cavando como un loco
c) llevan todas un grano de arroz c) apartando montones de tierra y raleas

9. Las hormigas parecen prisioneras de guerra... 19. ¿Quien descubrió un grano?

a) condenados a trabajos forzados a) Chiu
b) que vuelven, agotados, a su celda b) El hijo
c) conducidos al campo de concentración c) La hija

10. Llevan ya un kilometro, nunca han visto una hilera… 20. Deben darse prisa...
a) más larga a) por si vuelven los soldados ,
b) mejor aprovisionada b) porque las hormigas vuelven al trabajo
c) tan disciplinada c) para que no se les haga de noche

54

NIVEL 7 PRUEBA
LAS ESTRELLAS MÁGICAS
Sucedió unos treinta años antes de la Gran Crisis
Energética, -dijo el marinero De León-. Me había embarcado
en la Tintorera, la astronave de García Meza el tiburón. El
capitán, que en tierra había sido un gran exterminador de
indios, en vista de que ya no quedaban grandes reinos que
conquistar, se había lanzado al espacio. Había comprado con
los frutos de años de saqueo una astronave de guerra. Con ella
García asaltaba a los astromercantes, les robaba, mataba a sus
hombres y dejaba en el espacio una larga estela de cadáveres.
Le gustaba la sangre, era terrorífico, como una especie de
ogro con bigotes y barba negra, y siempre vestía un mono de
guerra, completamente incrustado de dientes de tiburón. De
vez en cuando el capitán aterrizaba en un asteroide. Excavaba
por todas partes, arrojaba bombas, destruía todo lo que
hallaba a su paso en busca de uranio, sin preocuparse por
saber si en el asteroide había vida o no.
Si un ser vivo decía - no tiene dos bonitas tetas, o
una pistola cargada, ni siquiera lo tomo en consideración.
Un día aterrizamos en un asteroide próximo a
Enceledus, un satélite saturnino. Era un asteroide muy
pequeño, todo él de roca blanca, espectral. Me tocó salir de
exploración con una patrulla; tenía bastante miedo, era una de
mis primeras salidas. Estábamos recorriendo una zona
intransitable con los roboperros de búsqueda, cuando mi
roboperro levanta la cabeza y señala un agujero en la roca,
una caverna. Entro y, bueno, no daba crédito a mis ojos;
dentro había un lago natural, bellísimo, con estalactitas
altísimas. En el fondo del lago, limpísimo, se veían estrellas
de mar fosforescentes; algunas eran blancas, otras negras,
quizás era la diferencia de sexo, no lo sé. El hecho es que por
lo menos había doscientas. Llamé a los demás; vino también
el capitán, las vio pero no se mostró nada impresionado.
Son estrellas de mar. ¡Y qué!. En la Tierra, bajo el
hielo, hay millares. ¿Qué valor pueden tener?
Capitán - intenté decirle -, pero éstas viven en un
asteroide lejano. Tal vez son diferentes, podrían ser un gran
descubrimiento científico.
¡Basta!. ¡Basta! – gritó -. Yo busco uranio, no
estrellitas. ¡Tómenlas, tal vez sean buenas para comer!
Y rió despectivamente.
Bueno, no lo creerán. Aquel animal se las comió de
veras, y dijo incluso que estaban buenas. Yo, sin embargo,
había escondido unas treinta en un saco; apenas llegué a la
astronave las metí en un recipiente con agua y las oculté. Pero
un día el capitán hizo una inspección y las descubrió. Ordenó
que me dieran cien latigazos, pero la cosa no terminó ahí.
55
LECTURA EFICAZ
C
N° Palabras 1532
Tienen que saber que el capitán tenía una gran
pasión. Le encantaba jugar al ajedrez y, por uno de esos
misteriosos vinculas que unen la maldad con el genio, era
muy bueno. Nadie, en muchos años, había conseguido
derrotarle, ni el computador de a bordo. Pues bien, el capitán
vio las estrellitas blancas y negras, y decidió hacer con ellas
un tablero único en el mundo. Sobre cada estrellita blanca
colocó una ficha blanca, y lo mismo hizo con las negras, y
luego las montó en un gran tablero de huesos de oso, y debo
decir que el resultado era realmente espléndido; la fosfo-
rescencia de las estrellitas hacía que el tablero pareciera
mágico. Pero yo noté inmediatamente que, fuera del agua, las
estrellitas iban perdiendo color y se ajaban, morían, en pocas
palabras.
Una noche me levanté de la litera y entré a
escondidas en el camarote del capitán. Me acerqué al tablero,
con la intención de robar las estrellitas y ocultarlas, o por lo
menos reanimarlas con un poco de agua. Pero el capitán, que
era astuto y suspicaz, había instalado en el tablero una señal
de alarma. Apenas sonó la alarma, saltó de la cama Y gritó:
"¡Maldito mozo! ¡Es tu segunda insubordinación! ¡Esta vez
acabarás nadando en e1 espacio!".
Me encerraron en el calabozo. Sabía que mis horas
estaban contadas. El código ele navegación espacial
establecía que el capitán García tenía derecho de vida y
muerte sobre la tripulación. Sin embargo, aquella noche, yo
no sentía ningún dolor por mi muerte; no hacía más que
pensar en la lenta agonía de eso seres, reducidos a piezas del
tablero del capitán.
A la mañana siguiente, García en persona vino a
abrirme la puerta de la celda. Reía, y yo sabía que aquella risa
anunciaba alguna nueva crueldad.
"Querido De León", me dijo,” ¡eres realmente
afortunado! Tus compañeros te quieren, y han insistido
mucho para que te diera una última oportunidad. Y he
decidido dártela, ¡qué diablos! ¡Te perdono la vida! ¡Con la
condición de que tú... ja… ja... me derrotes al ajedrez! Si gano
yo, te mataré de la manera que me parezca. Si ganas tú, serás
tú quien me mate. ¿No te parece una competición equilibra-
da?", y García me guiñó un ojo.
No era una competición equilibrada. El capitán sabía
perfectamente que yo apenas conocía las reglas del juego,
mientras que él era un maestro. Había montado esa comedia,
porque algún amigo de la tripulación había implorado
valerosamente clemencia para mí; con esta macabra farsa
quería reafirmar su poder, y reírse de nosotros. Ordenó, en
efecto, que toda la tripulación presenciara la partida. Nos
sentamos ante el tablero, y él, bebiendo su habitual pinta de
ron, dijo con una mueca: "¡Bien! ¡Mueve tú primero!... ¡Te
doy una última ventaja!... Ahora estás cerca de tus estrellitas,
 LECTURA EFICAZ
¿estás contento? ¡Pero mira qué gracioso,
serán precisamente ellas las que te llevarán a la tumba!" y El capitán García palideció. Comprendió
siguió riendo. inmediatamente. Se levantó de golpe del tablero. Miró una
vez más la estrellita. Con un grito, huyó a su camarote. Pocos
Miré el tabaco, y los rostros entristecidos de mis instantes después, se oyó un disparo. Se había matado. Así
amigos. No sabía qué hacer. Estaba a punto de decir, vale, terminó el terrible capitán García. Las estrellitas, después de
basta de esta payasada, máteme en seguida y acabemos de una estar demasiado tiempo fuera de su elemento natural,
vez, cuando descubrí que una de las estrellitas, el peón de murieron todas durante la noche. No antes, sin embargo, de
reina, se movía ligeramente. Sólo yo podía verla, porque los haber salvado la vida a la única persona que las había tratado
demás estaban alejados de la mesa y el capitán no tenía buena humanamente. Porque humanas eran, si es que, en estos
vista. Con gran estupor por mi parte, vi que la estrellita tiempos, este adjetivo tiene algún valor.
comenzaba a moverse hacia la casilla que tenía delante.
Instintivamente, acompañé su trayecto con la mano. Miré si
alguien se había dado cuenta de lo que había sucedido. Nadie,
ni siquiera el capitán García, que eructó ruidosamente y dijo:
"¡Bien! ¡Buena apertura! ¡Peón de reina!.. ¡Has movido
rápido, muchacho! ¿Tienes prisa por morir?" e hizo su jugada
con las negras.

Cuando vi temblar la segunda estrellita, también un

peón, se me ocurrió una idea increíble. Pero sólo al cuarto
movimiento, cuando la estrellita del caballo tembló Y me
indicó claramente con una de sus puntas que avanzara hacia
la izquierda, entendí lo que ocurría. Casi me desvanecía de
emoción. ¡Las estrellitas PENSABAN!

¡Y no sólo eso, sino que en los pocos días que habían

sido utilizadas en el tablero, habían entendido el juego del
ajedrez, y estaban jugando por mí! ¿Con cuánta inteligencia?
Con mucha, como fui entendiendo, a medida que la partida
proseguía, por la expresión del capitán García. De la
carcajada inicial, había pasado a una risita preocupada, que
no tardó en ser histérica. Como buen jugador que era, se daba
cuenta, jugada tras jugada, de que le estaba atacando con
enorme habilidad.

Me miró a los ojos, con miedo, cuando la estrellita

alfil guio mi mano deslizándose a una posición de ataque a la
reina negra. Hasta mis amigos acabaron por notar que estaba
ocurriendo algo extraño, porque les oía susurrar, y me hacían
señas a escondidas de que no aflojara. El capitán comenzó a
sudar y a pensar detenidamente cada jugada. De vez en
cuando movía la cabeza, como para alejar el pensamiento de
que aquel joven mozo pudiera realmente jugar como un gran
maestro... no, me parecía leer en su cerebro, no, le guía el azar
en una serie increíblemente afortunada de jugadas, pero antes
o después cometerá un error de principiante, pues eso es lo
que es.

Pero a la jugada número veinte, un ataque de reina,

García se dio cuenta de que yo estaba jugando realmente a su
nivel. Comenzó a temblar; no conseguía entenderlo.
Palideció, mientras le comía alfil y torre. Las estrellitas,
implacables, le atacaban por todos lados. A la jugada treinta
y seis, descubrió que estaba casi perdido. Me miraba con
terror; comprendí que más que la derrota y la probable muerte
inminente, le corroía una pregunta: ¿qué está sucediendo?
¿Cómo ha conseguido vencerme? ¿En qué me he
equivocado? En ese momento, decidí mostrarle la verdad. La
estrellita de reina tembló. Yo no la toqué. Se desplazó sola,
recorrió dos casillas, se detuvo. Era un estrepitoso jaque mate
de reina, caballo y torre, una jugada magistral.

56
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 7 PRUEBA C

LAS ESTRELLAS MAGICAS

1. La historia se sitúa... 11. García en persona vino a abrirme la celda...

a) unos treinta años antes de la Gran Crisis Energética a) a la mañana siguiente
b) unos treinta años después de la Gran Crisis b) al día siguiente
Energética c) unos días después
c) durante la Gran Crisis Energética

2. ¿Qué le gustaba al Capitán? 12. Si al Capitán gana, me matara...

a) La sangre a) cuando le parezca
b) La muerte b) de la manera que le parezca
c) Las matanzas c) inmediatamente

3. Aterrizaba en un asteroide y destruía todo lo que... 13. Con esa farsa, el Capitán quería…
a) le impedía llegar al uranio a) demostrar- su poder
b) hallaba a su paso en busca de uranio b) imponer su poder
c) se le antojaba c) reafirmar su poder

4. Me toco salir de exploración y tenía miedo porque... 14. Vi que se movía ligeramente...
a) era mi primera salida a) el peón de alfil
b) era una de mis primeras salidas b) el peón de rey
c) era un asteroide de roca blanca, espectral c) el peón de reina

5. En la caverna había un lago con... 15. El Capitán no vio el movimiento de la estrellita

a) estalactitas altísimas porque...
b) estalactitas grandísimas a) no miraba en ese momento al tablero
c) rocas enormes b) no tenía buena vista
c) estaba alejado de la mesa

6. El Capitán ordeno que me dieran... 16. ¿Cuándo entendí que las estrellas pensaban?
a) treinta latigazos a) Al segundo movimiento
b) cincuenta latigazos b) Al tercer movimiento
c) cien latigazos c) Al cuarto movimiento

7. El Capitán tenía... 17. El Capitán, de la carcajada inicial, había pasado a...

a) una gran afición a) una sonrisa preocupada
b) una gran pasión b) una risita preocupada
c) una gran debilidad c) una risita histérica

8. Nadie había conseguido derrotarle... 18. ¿Cuándo decidí mostrarle la verdad?

a) en muchos años a) A la jugada veinte
b) en mucho tiempo b) A la jugada treinta y seis
c) desde hacía mucho tiempo c) A la jugada veintiséis

9. Una vez montado el tablero, el resultado era... 19. La estrellita reina tembló y recorrió…
a) sobrecogedor a) dos casillas
b) magnifico b) una casilla
c) espléndido c) tres casillas

10. ¿Qué hizo el Capitán apenas sonó la alarma? 20. El Capitán comprendió y...
a) Saltó de la litera a) huyó inmediatamente del tablero
b) Saltó de la cama b) tiró de golpe el tablero
c) Se puso en pie c) se levantó de golpe del tablero

57

NIVEL 8 PRUEBA
EL MISTERIO DE LA ISLA DE TOKLAND
La tétrica austeridad de aquel ambiente
parecía estar concebida para inspirar temor. Sin
embargo, no surtía efecto alguno en Cornelius.
Para él era una simple antesala de lo que en verdad
le preocupaba; las ulteriores etapas de aquella
experiencia que acababa de comenzar.
Dentro del ámbito limitado por el segundo
cortinaje, destacaba este rótulo:
PRUEBA DE LOS RELOJES MUDOS
Diversos bultos colocados sin orden ni
concierto le parecieron a Cornelius, bajo la escasa
luz reinante, ataúdes puestos de pie. Enseguida
comprobó lo falso de su impresión; las supuestas
cajas mortuorias eran, en realidad, relojes.
Observándolos de cerca, vio que estaban parados,
y que sus esferas, pálidos rostros sin expresión,
habían sido arrancadas las manecillas. Su corazón
visible, el péndulo, colgaba inerte marcando una
vertical más que sombría. Un compacto y
desolador silencio se instauraba en aquella escena,
mientras Cornelius lo observaba todo tratando de
no perder detalle y esforzándose por adivinar en
qué podía consistir el reto. Cuando ya tuvo bien
visto lo poco que había que ver, giró hacia el
inmutable examinador y, deseando entrar en acción
cuanto antes, preguntó:
-¿Qué hay que hacer aquí?
-Conseguir que todos estos relojes señalen
exactamente las seis. Para el intento dispone usted
de tres minutos. Si lo logra en menos tiempo, los
segundos sobrantes se le acumularán para la prueba
siguiente. Procure que así sea, va a necesitarlos...
Dicho esto, se retiró a un lado y se quedó
observando a Cornelius. Con la mano derecha
sostenía un cronómetro al que lanzaba frecuentes
ojeadas.
En aquel lugar, fuera de los relojes, no había
absolutamente nada. Imposible encontrar material
alguno que sustituyese a las desaparecidas
manecillas.
58
LECTURA EFICAZ
A
N° Palabras 1814
Cornelius registró rápidamente el interior
de las cajas, por si allí podía ocultarse lo que tanto
necesitaba. Dentro de los relojes tampoco había
nada, ni el menor vestigio de maquinaria; eran
cajones totalmente vados. Aquellos muebles eran
sólo apariencias, fantasmas de reloj.
Intentó desprender los péndulos, pero
resultaba imposible. Con las manos desnudas nada
podfa hacer sino lastimarse. Convertir en astillas
algunas de las cajas presentaba serias dificultades y
requería un tiempo muy superior al de la prueba.
-Ha pasado un minuto. ¡Quedan solamente
dos! -advirtió el hombre desde su rincón.
Había consumido una tercera parte del
tiempo y no encontraba ni el menor atisbo de
solución.
-Lo único que he hecho ha sido eliminar
posibilidades, algo es algo, pero estoy casi igual
que al principio -se decía Berzhot mientras daba
vueltas en torno a los relojes como un animal
enjaulado.
Las altas cajas de madera se erigían a su
alrededor como armarios vados no dispuestos a
revelar su secreto. Cornelius barajaba mentalmente
los datos del problema con la esperanza de
descubrir entre ellos alguna relación significativa
que le pusiese sobre la pista buscada.
-Relojes, relojes sin manecillas, sin nada dentro,
con muebles de madera, barnizados, hay trece
relojes antiguos ... ¬aquí se detuvo-;¡trece relojes!,
¡trece relojes!. Claro, con el que sobra...
-Han pasado dos minutos. ¡Queda uno
solamente! -dijo el inmóvil juez.
-Creo que aún puedo conseguirlo murmuro
Berzhot mientras se ponía en acción.
Como un torbellino se entregó a la tarea de
desplazar los relojes. A algunos los dejó casi donde

estaban, pero la mayoría fueron
trasladados a varios metros de distancia de su
posición inicial.
Siguiendo una trayectoria curva, los fue
colocando de modo equidistante hasta tener
formada una circunferencia. Cuando estuvo
completa esta figura, quedaba un solo reloj en el
centro sin haber sido movido por Cornelius.
- ¡Claro, con el que sabrá! -repitió mientras
lo tumbaba en el suelo.
En aquel preciso momento, el individuo de
la Compañía paró su cronómetro. Conseguido;
marcan las seis - añadió Berzhot saliendo del
círculo.
-Correcto, Ha dado usted con una de las
soluciones posibles. Le han sobrado doce
segundos. Pasemos. a la segunda prueba.
Efectivamente, Cornelius Berzhot había
salido airoso del primer envite; los trece relojes
indicaban las seis. A lo largo del perímetro de la
circunferencia .esbozada había colocado doce de
ellos, todos mirando al centro, como si fuesen las
doce posiciones horarias de la esfera de un reloj
gigantesco. El sobrante lo había acostado, haciendo
coincidir aproximadamente su mitad con el centro
de la circunferencia, simulando dos grandes
manecillas, una prolongando a la otra, que
señalasen las seis. Había formado un gran reloj
utilizando los relojes mudos como números y
agujas.
Pero Cornelius no podía cantar victoria.
Otras dos pruebas, con nuevas dificultades,
aguardaban en los sótanos.
Una angosta escalera metálica de caracol
les condujo a una sala subterránea. Al llegar a ella,
Cornelius creyó ver un cañón de artillería
apuntándole. Casi estuvo a punto de lanzarse
cuerpo a tierra, pero la posibilidad de recibir una
descarga le pareció al instante tan inverosímil que
el mínimo movimiento muscular que había iniciado
quedó cortado en seco.
Era un cilindro de unos cinco metros de
longitud y no menos de una de diámetro, colocado
en posición horizontal y, aparentemente,
59
LECTURA EFICAZ
suspendido en el aire. Pero aquel gran tubo no
había sido construido para disparar municiones ni
metralla. Acercándose advirtió que estaba unido al
eje de un motor que, además de sostenerlo, lo hacía
girar lentamente sobre sí mismo. Y, más curioso
aún, del extremo del cilindro parecían salir, como
salvas de luz, destellos y refulgencias de color.
Siempre bajo la persistente mirada del
guardián, Cornelius aproximó su rostro a la boca
del falso catión que estaba cubierta por un cristal
transparente. Quedó admirado ante una prodigiosa
sucesión de imágenes que seguían el ritmo del
volteo. Entonces no tuvo ya más dudas. ¡Aquel
tubo era un caleidoscopio gigante!.
Gracias al clásico juego de espejos propio
de un ingenio de este tipo, piezas de cristal de todos
los colores y formas, moviéndose en el extremo
opuesto, se multiplicaban simétricamente
formando tan portentosas imágenes que, a su lado,
hasta los rosetones y vidrieras de las grandes
catedrales hubiesen visto palidecer su belleza. El
formidable caleidoscopio estaba dotado de luz
propia. Se divisaban con singular nitidez las
composiciones que - aparecían a cada instante.
,.
Cornelius, sin poder substraerse del todo al
influjo del tubo óptico, estaba alerta, registrando
mentalmente todos los detalles de su
funcionamiento para ganar tiempo. De un
momento a otro, el representante de Kazatzkian
pondría en marcha el implacable cronómetro, una
vez planteado el enigma a resolver.
-A partir de ahora, la luz del caleidoscopio
irá aumentando lentamente anunció-o Dentro de
tres minutos, o antes, será ya tan cegadora que
ningún ojo humano podría resistirla. Mientras
pueda usted sostener la mirada, trate de descubrir
lo que ocultan las formas movedizas de esta
lámpara mágica.
Apenas dicho esto, pulsó un interruptor.
Enseguida, de forma suave, casi imperceptible,
empezó a crecer la intensidad de luz en el fondo del
tubo.
- Durante los primeros cien segundos -
calculó Cornelius-, podré mirar con comodidad.
Luego, resultará difícil ver algo.

Con la cara pegada al cristal visor,
se esforzaba en captar algún mensaje en el torrente
circular de figuras. Pero la magnificencia plástica
de aquellas visiones no parecía contener signos de
los que pudiese extraerse significado alguno.
¿Cómo arrancarle su secreto a aquella
floración de colores que nacía estallar mil
primaveras y otoños irreales? ¿Cómo llegar a
conocer, sin quedar ciego, el misterio de las formas
de cristal?
Las paredes internas del cilindro eran
negras, opacas por completo. No había en ellas
ningún indicio o señal útil. Lo mismo ocurría con
la envoltura externa. Por tanto, sólo en las piezas
de cristal, origen y materia del fascinante
espectáculo, podía resistir la clave de la búsqueda.
Cornelius comprendió que, si seguía allí
mirando, no llegaría nunca a dar con la respuesta.
Las imágenes del tubo se prestaban a un sinfín de
interpretaciones; provocaban tantas sugerencias en
el observador, que era del todo inútil intentar
siquiera un recuento aproximado de las mismas.
No, ése no podía ser el procedimiento.
-¡Claro! -se dijo Berzhot cuando ya la luz
creciente hacía llorar sus ojos-o El tipo ha dicho ...
lo que ocultan las formas movedizas ...”, i La pista
estará en los pedazos de cristal que mueven, no en
las imágenes que de ellos resultan!.
Los cambiantes panoramas del ingenio
óptico hacían las veces de pistas falsas.
Desorientaban a los candidatos con su hipnótico
carrusel incitándoles a caer en la trampa. Los que
no reaccionaban a tiempo malgastaban los
segundos de la prueba tratando de concretar lo
indefinible.
Como una exhalación, Cornelius corrió
hacia el extremo opuesto del caleidoscopio. Sin
demasiada sorpresa, comprobó que el cristal
posterior podía desprenderse fácilmente. La
progresión de la fuerza lumínica había recalentado
extraordinariamente el cristal hasta el punto de que
casi podía tocarse sin que las manos sufriesen
quemaduras.
Al sacar la placa de fondo, comprendió que
había dado con la estrategia adecuada. Un pequeño
60
LECTURA EFICAZ
pergamino cayó a sus pies. Agachándose, vio que
decía:
¿CUAL ES LA MISIÓN DEL EXPLORADOR
DE TOKLAND?
Ahora, por lo menos, ya sabía a qué
atenerse, a qué responder.
Sacó rápidamente todos los fragmentos de
cristal y los esparció por el suelo. El cilindro seguía
girando y haciéndose más rutilante, pero su alma
había sido vaciada, era como un campo yermo en
el que ya no brotaban las imágenes. Al verlo de
cerca y sin movimiento, Brezhot se dio cuenta de
que no tenían formas geométricas caprichosas.
Obedecían a una lógica precisa; eran frag-
mentos de letras. Con cuatro de aquellas piezas
podía formarse una letra, vocal o consonante,
claramente perfilada.
-Han pasado dos minutos. ¡Queda
solamente uno y doce segundos! -advirtió el
examinador desde un ángulo oscuro de la sala.
Las manos de Cornelius se movían con
inusitada rapidez tratando de recomponer el
dificilísimo rompecabezas. Pronto, haciendo
pruebas sobre la marcha, descubrió las claves de
emparejamiento: las letras se formaban con piezas
de un mismo color y ningún fragmento encajaba
más que en su figura alfabética correspondiente.
Enseguida concluyó la primera etapa;
construir las letras una a una. Sólo faltaba
agruparlas en palabras y formar con ellas la frase-
respuesta. Poniendo en juego toda la agilidad
mental de que fue capaz, intuyendo y adivinando,
sin dar descanso a las manos, obtuvo las siguientes
palabras de cristal: EXTRAORDINARIO,
PONGA, HACER, SECRETO, DESCUBIERTO,
ENIGMAS Y QUE.
Pero todavía quedaban trozos por agrupar.
El final del tiempo de la prueba se acercaba veloz.
Manipulando los restos como un sonámbulo
frenético, Berzhot pudo alumbrar, tras varias
tentativas fallidas, las restantes unidades dé la frase
final: AL, SU, MAS, EL, LOS Y DE.
 LECTURA EFICAZ
Así, por fin, tres segundos antes de
que el plazo expirase, la pregunta "¿cuál es la Cornelius había logrado formar sesenta y
misión del explorador de Tokland?", halló la seis letras con los doscientos sesenta y cuatro
exigida respuesta: cristales sacados del caleidoscopio. De las letras
salieron las palabras, y de su ordenación, la frase
HACER QUE EL MAS estera. Apenas ésta apareció en el suelo, Berzhot se
EXTRAORDINARIO DE LOS tendió cuan largo era para tomarse unos segundos
ENIGMAS PONGA AL de descanso. ¡El esfuerzo había sido enorme!
DESCUBIERTO SU SECRETO.

61
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 8 PRUEBA A

EL MISTERIO DE LA ISLA DE TOKLAND

1. ¿Que decía el rotulo?... 11. Cornelius aproximo su rostro...

a) prueba de los relojes mudos a) a la basa de aquel extraño cilindro
b) prueba de los relojes silenciosos b) a la boca del falso cañón
c) prueba de los re]o]es misteriosos c) al cristal que recubría las paredes de la sala

2. Los bultos, coloca dos sin orden ni concierto, le 12. ¿Qué había dentro del tubo?
parecieron a Cornelius... a) Piezas de cristal de todos los colores y formas
a) enormes relojes b) Piezas de cristal de todos los tamaños y formas
b) extraños seres de pálidos rostros c) Multitud de objetos de los más extraordinarios
c) ataúdes puestos en pie colores y tamaños

3. ¿Dónde tenía el examinador un cronómetro?... 13. Empezó a crecer la intensidad de la luz...

a) Colgado del cuello a) que Iluminaba el tubo
b) En la mano izquierda b) que salía del tubo
c) En la mano derecha c) en el fondo del tubo

4. Intenso desprender los péndulos, pero... 14. Cornelius calculo que, después de los primeros
a) requería un tiempo muy superior al de la prueba cien segundos...
b) resultaba imposible a) ya no podía ver nada
c) no encontraba el lugar adecuado para tirar de ellos b) resultaría difícil ver algo
c) la luz sería tan cegadora que no podría resistirla

5. Había consumido una tercera parte del tiempo y...
a) no encontraba ni el menor atisbo de solución
b) aún seguía dando vueltas sin saber qué hacer
c) los relojes empezaban a parecerle gigantes
amenazadores
15. La clave de la búsqueda debía estar en...
a) las piezas de cristal
b) los cambiantes colores
c) las imágenes que salían del negro tubo.

6. Cornelius empezó a desplaza a los relojes cuando 16. Encontró la pista cuando la luz creciente...
quedaba... s) le obligaba a entornar los ojos
a) dos minutos b) le hacía llorar
b) un minuto y medio c) la obligaba a proteger los ojos con la mano
c) un minuto

7.- Cornelius había dado con... 17. Al sacar la placa del fondo, ¿qué cayo a sus pies?
a) la única solución posible a) Unos fragmentos de cristal
b) una de las soluciones posibles b) Unos objetos de extra nos c olor es
c) un nuevo sistema de señalar la hora c) Un pequeño pergamino

18. ¿Cuantas piezas eran necesarias para formar

8. ¿Dónde a guardaban otras dos pruebas? una letra?...
a) En las salas contiguas a) tres
b) Al otro lado de la cortina b) cuatro
c) En los sótanos c) cinco

19. Lo primero que hizo fue...

9. ¿Cuál era la longitud del cilindro? a) construir las palabras que se le ocurrían
a) Un metro b) agrupar las piezas por colores
b) Tres metros c) Construir las letras una a una
c) Cinco metros
20. ¿Cuál de estas palabras está en el mensaje que
10. Gracias a un motor, el cilindro giraba... encontró Cornell?
a) alrededor de la sala a) Enigmas
b) sobre sí mismo b) Misión
c) en todas las direcciones c) Conquista

62

NIVEL 8 PRUEBA
KAIMA, EL ELECTRONICO
Kaima se levanta, va al lavabo, se mira al espejo
y se propone pasar la mano por su cabello rebelde.
Kaima tiene el pelo crespo y lo lleva corto, más corto
probablemente que los demás niños. Los compañeros le
llaman "estropajo" pero no le importa. Más Kaima no
llega a pasarse la mano por el cabello. Lo piensa, toma
el cepillo eléctrico, aprieta el botón y se frota el pelo.
Cierra los ojos porque le gusta el ruidito -zum, zum que
hace el cepillo. Después se enseña los dientes a sí
mismo, toma el cepillo dental eléctrico y se los limpia
cuidadosamente. Tiene una dentadura prominente y esto
le gusta porque así se limpia más fácilmente. Luego se
ducha.
Cuando termina su aseo saluda con un pequeño
gruñido a su hermana, que también busca el lavabo, y
se dirige a su habitación.
Pone la radio y sintoniza la sesión matinal a
poco volumen, porque su madre le ha recordado que no
haga el ruido que suele hacer.
Un poco más tarde, Kaima sale para la escuela.
Vive en una de las primeras plantas. Los otros niños que
viven en el mismo rellano bajan andando los veinte
peldaños que les separan de la calle. El no; él espera el
ascensor y una vez dentro, antes de ponerlo en marcha
prueba el botón de emergencia de la puerta. Se abre la
puerta, sale al rellano, vuelve a entrar, pulsa el botón
para subir al último piso y, una vez arriba, le da al botón
de bajada. Ya en la planta baja, el conserje le mira con
cara de pocos amigos. Kaima sale a la calle.
Mientras espera el autobús saca del bolsillo un
cuadrángulo accionado a pilas y, con un compañero que
también espera, juega una partida de baseball
electrónico. No tienen tiempo de realizar dos jugadas
cuando llega el autobús de la escuela. Pero Kaima no lo
toma, prefiere esperar el autobús del servicio público
porque tiene el cambio de velocidades eléctrico.
Le gusta colocarse junto al conductor y
contemplar las luces que se encienden y se apagan en el
cuadro de mandos, ver cómo el conductor cambia las
velocidades moviendo solamente una pequeña palanca
y metiéndola en lo recóndito de la ranura múltiple.
Llega a la escuela. Los alumnos entran
ordenadamente pero agitados.
63
LECTURA EFICAZ
B
N° Palabras 1951
-¿Nos dejarás el basebalitric? -le piden unos
chicos.
-Bueno. Ahora incorporaré al juego una
pantalla adicional para combates de artes marciales.
La primera sesión del día es la clase de
geografía. Kaima ha de desarrollar el tema que le
encargaron: los mapas, cómo se realizan, cómo son más
exactos y qué representan. Se levanta, se acerca a la
profesora y dice:
-Los mapas se confeccionan de forma
anticuada. Se dibujan tratando de reproducir los
accidentes naturales con un pincel, un rotulador o el
compás. ¡Qué sistemas más pobres!. Actualmente, lo
mejor es fotografiar· el sector desde un avión de
espionaje, pasar los datos por un ordenador y, sobre el
resultado, cuantificado adecuadamente, repasar los
resultados electrónicos mediante máquinas
reproductoras en copiadoras de impulsos provocados
por láser. La maestra mueve la cabeza.
-Kaima, eso lo has leído por tu cuenta, pero,
aunque está bien, no nos explica con claridad el proceso
tradicional de elaborar los mapas. Porque tú, con toda
esa maquinaria, no podrás dibujar un caballo ni el plano
de tu casa.
-Señorita -Kaima hace una inclinación con la
cabeza-, tiene razón en cuanto a los sistemas
tradicionales, pero ya no tendrían que existir. El mundo
hoyes de otra manera y los samurais estaban bien para
el pasado.
-Te equivocas empleando palabras tan duras,
Kaima. Luego discutiré esto con alguien que tenga
autoridad sobre ti.
Kaima, aunque acepta la opinión de la
profesora, vuelve a su sitio con una sonrisa irónica en
los labios. Los compañeros le contemplan
boquiabiertos.
La profesora ofrece, como actividades, dibujo,
observación en el laboratorio de naturaleza o prácticas
audiovisuales. Kaima va directo a estas últimas.
Durante la sesión monta un amplificador, proyecta en la
pequeña pantalla dos' vídeos y mezcla las imágenes. Y

pasa todo el tiempo con los auriculares
puestos. Después explica el principio del zoom a unos
niños que han venido de otra escuela.
Dos días después los tutores del curso de Kaima
llaman a su padre y le dicen que el niño tiene una
obsesión excesiva por la electrónica.
-Sí -dice el padre-, le viene de pequeño. Nos
estropeó dos planchas y una trituradora. A ésta la trituró.
-¿Han pensado qué podríamos hacer entre
todos? -preguntan los maestros.
El padre piensa. Luego dice:
-Mi hijo es feliz en ese mundo mecanizado.
Incluso ha conectado un motorcito eléctrico, de los de
juguete, a la luz portátil que tiene en la cama y la cambia
de posición accionando una palanca.
-Pero, eso quizá sea demasiado, señor -
intervino el director-o Kaima rechaza todo contacto con
el mundo natural. ¿Conoce la naturaleza?
-Claro que la conoce. Con frecuencia vamos al
parque y al norte de la isla.
-¿y cuál es su actitud, durante estas salidas al
campo?
-Se lleva el televisor portátil de pilas.
-¿Lo ve? Es una obsesión. Debe tratar de
enmendarle. Nosotros se lo agradeceremos y él será el
primer beneficiado.
-Quizás pueda intentarlo. Pero les aseguro que
si Kaima el día de mañana quiere ser ingeniero
electrónico tendrá mucho camino recorrido.
-Es evidente su inclinación, pero todos los
excesos son malos. Lo comprende, ¿no?
Tras muchas inclinaciones y saludos, abandona
la escuela y reflexiona sobre lo que le han dicho los
maestros.
Cuando al anochecer llega a casa, encuentra a
Kaima con una guitarra eléctrica.
-¿De quién es? -pregunta alarmado-. ¿No será
tuya? Kaima enseña la guitarra y dice...
-Me la han prestado los de la tienda de abajo. A
prueba. Les he dicho que a lo mejor me la comprarías.
64
LECTURA EFICAZ
-¿Quieres una guitarra?
-¿De veras me la comprarás?
Kaima sonríe porque cree que tiene la batalla
ganada.
-si quieres una guitarra tiene que ser de las otras.
-¿No electrónica?
-No-no-no eléctrica. ¿Comprendes?
-Así no me interesa -dice Kaima. Y, muy digno,
abandona la habitación llevándose la guitarra, sale de la
casa y se mete en el ascensor para devolverla.
-Mis padres no me comprenden -dice en la
tienda-o No me la quieren comprar. -¿La encuentran
cara? -pregunta el dependiente-. Las tenemos más
baratas. Claro que no son electrónicas.
Kaima levanta la mano.
-Gracias. Si no es electrónica no la quiero.
Regresa al piso, se encierra en su habitación,
toma un libro de matemáticas, saca la calculadora y se
dedica a resolver problemas. Los va detallando en voz
alta:
-Hay que sacar tres decimales, le doy al botón
de los decimales... No, me he equivocado... Hay que
borrar y volver a empezar... A ver... tres, siete...
Lleva el micrófono colgado al cuello y,
mientras habla, va grabándose la cinta magnetofónica.
En un rincón, la televisión portátil emite un programa
que él no escucha.
El sábado le anuncia su padre: -Iremos a visitar
a los Mahaki.
Kaima se alarma. No conoce a los Mahaki pero
ha oído hablar de ellos. Son unos ancianos que viven
con mucha familia en una casa de campo del norte, junto
al mar. Son agricultores y pescadores.
-¿Allí? Yo me quedo. No voy.
La madre se queda mirándole intensamente.
Kaima sabe que su madre se enoja ante las negativas.
Pide perdón y evita la mirada. Interiormente protesta.
Pero irá con toda la familia a la "barraca de 105
Mahaki", como rezonga él.

Salen en el tren de la costa. Mientras
han permanecido en la estación subterránea la mirada
de Kaima no se ha apartado del tablero electrónico que
anuncia los horarios, llegadas, salidas y cambio de
trenes. Le ha distraído.
Cuando el tren abandona La ciudad y también
los panoramas de fábricas y barrios aislados, y se han
empezado a ver parques, bosques y prados, la familia ha
comentado la belleza del paisaje. Pero Kaima ha sacado
el basebalitric y, cambiando el dispositivo ha jugado
una partida de ajedrez sobre la pantalla, después de
invitar, sin éxito, a su hermana para que participara. El
solo realiza las jugadas de blancas y negras, e incluso
intenta hacerse alguna trampa.
En dos horas llegan a la "barraca de los
Mahaki".
La última etapa del trayecto la han hecho en un
coche de segunda mano que conduce una de los Mahaki.
Hablan de todo un poco. Al llegar a la "barraca" los
amigos Mahaki les reciben con grandes muestras de
alegría. Inmediatamente les ofrecen zumos de frutas
cosechadas en la finca y les llevan a ver los establos, en
donde Kaima observa las yeguas, los caballos y las
vacas, con actitud malhumorada. Su hermana juega con
las cabras y los patos, los padres felicitan a los Mahaki
por la belleza de sus instalaciones.
Comen pastel de ciruela, achicorias en dulce,
arroz al horno, comida que realizan con gran ceremonia.
Las mujeres Mahaki se han vestido con los kimonos y
se sientan todos en el suelo, sobre finos almohadones.
Los llevan a ver el nuevo embarcadero, puesto que la
finca llega hasta el mar. Los hombres Mahaki hacen una
demostración ce cómo lanzan la red y sacan unos peces
que viven junto a las rocas. Pero Kaima piensa que
aquella "barraca" es poco moderna; no tiene más que un
aparato de televisión -vemos mejor la coreana que la de
aquí, dicen los Mahaki- y una radio.
No tienen aspirador -piensa Kaima-. Ni cepillos
electrónicos. ¡Puf!.
Cuando llega la tarde Kaima pide permiso para
ir a jugar con los nietos de los Mahaki y suben a una
habitación. Allí Kaima les enseña cómo funciona su
basebalitric Y les deja asombrados con el juego, se esca-
bulle, baja al patio, entra en el garaje Y va derecho al
cuadro general eléctrico.
Media hora más tarde sale una gran llamarada
del garaje Y algo como un trueno llega a los oídos de
las personas de la casa. Salen al patio y ven salir del
garaje grandes bocanadas de humo. Los hombres
65
LECTURA EFICAZ
Mahaki entran con extintores y en un instante apagan
las llamas, si bien sale aún mucho humo, Kaima aparece
entre la humareda. Su vestido está quemado, tiene los
dedos llagados y la cara chamuscada.
Todos, especialmente su familia, comprenden
que ha estado manipulando el cuadro eléctrico y lo ha
estropeado.
-¿Es que no tienes remedio, hijo? dice su padre,
avergonzado delante de los Mahaki.
Estos quieren restar importancia al incidente,
pero el padre sentencia;
-Has abusado de la confianza de nuestros viejos
y honorables amigos, los Mahaki. Además les has
causado daños materiales, pues estos desperfectos
costarán dinero. Bien, ¡los pagarás tú!,
Los Mahaki interceden, alegan que se" hacen
cargo de lo ocurrido y muchas cosas más. Pero el padre
de Kaima permanece inflexible.
-Durante las vacaciones parciales vendrás a esta
granja a trabajar de peón. y pido a nuestros honorables
amigos que te hagan trabajar durante toda la jornada.
Transportarás heno, tierra, saldrás a pescar, acarrearás
estiércol, recogerás el ganado y harás todo cuanto te
manden. Hasta que con tu jornal alcances el equivalente
a los daños causados.
Insiste tanto que los Mahaki lo aceptan.
Comprenden que estas cosas son más bien causa de
educación que de castigo.
Cuando llegan las vacaciones, Kaima, que ha
observado muy buena conducta, sin dejar sus aficiones
electrónicas, marcha a la granja con la promesa de que
trabajará. A los dos días su padre IIama por teléfono a
los Mahaki.
-Excelente -le dicen-o Trabaja como un hombre
de veinte años, no como un muchacho de catorce.
Cinco días más tarde, reciben un telegrama.
-"Kaima resultado espléndido. Montado
ventilador nuevo, arreglado motor pozo, fabricado
grupo electrónico, levantado nueva antena televisor.
También fabricado carretón eléctrico para correr
interior finca. Rogamos nos lo dejen para siempre.
Honor y saludos, Mahaki."

NIVEL 8 PRUEBA
KAIMA, EL ELECTRICO
1. ¿Con que se frota Kaima el pelo?
a) Con un cepillo eléctrico
b) Con un cepillo electrónico
c) Con la mano
2. Cuando termina su aseo saluda a su hermana que va...
a) a su habitación,
b) al lavabo
c) a la cocina
3. El conserje le mira...
a) con cara de pocos amigos
b) con una sonrisa de complicidad
c) pensando en qué faena habrá hecho esta vez
4. Le gusta colocarse junto al conductor y contemplar...
a) la pantalla de su baseball electrónico
b) las luces que se encienden y se apagan en el cuadro de
mandos
c) el abundante tráfico de la mañana
5.- La primera clase de la mañana es con...
a) un profesor
b) una profesora
c) el director de la escuela
6. Kaima no ha explicado con claridad...
a) el proceso tradicional de elaborar mapas
b) el sistema adecuado para elaborar un mapa
c) cómo se interpreta un mapa
7. Mientras vuelve al sitio, los compañeros
contemplan...
a) con envidia
b) con una sonrisa irónica en los labios
c) boquiabiertos
8. Kaima explica el principio del zoom a...
a) sus compañeros de clase
b) unos niños que han venido de otra escuela
c) unos niños de otra clase
9. Según el director, Kaima rechaza…
a) la relación con sus compañeros
b) los temas que no van bien con sus gustos personales
c) todo contacto con el mundo natural
10. ¿Quiénes le han prestado la guitarra?
a) los vecinos de enfrente
b) unos compañeros de la escuela
c) los de la tienda de abajo
LECTURA EFICAZ
B
11. Toma un libro de matemáticas, saca la calculadora y…
a) se dedica a resolver problemas
b) se pone a hacer los deberes
c) termina todos los deberes
12. En un rincón, la televisión portátil emite un programa
que...
a) él no mira
b) él no escucha
c) le hace olvidar su malhumor
13. La madre de Kaima se enoja...
a) cuando no le hace caso
b) ante sus caprichos
c) ante las negativas
14. En la estación la mirada de Kaima no se ha apartado...
a) del tablero electrónico que anuncia los horarios
b) de los anuncios que salen en la televisión
c) de la pantalla del basebalitric
15. Sus padres felicitan a los Mahaki por…
a) la belleza de los establos
b) la belleza de los animales
c) la calidad de la fruta que cosechan
16. Kaima piensa que aquella "barraca" es...
a) poco agradable para vivir allí permanentemente
b) muy anticuada
c) poco moderna
le 17. Kaima pide permiso para ir a jugar con...
a) los hijos de los Mahaki
b) los nietos de los Mahaki
c) su hermana
18. Kaima aparece entre la humareda, su vestido esta...
a) chamuscado
b) quemado
c) destrozado
19. Kaima marcha a la granja con la promesa de que...
a) trabajará
b) no hará ninguna de las suyas
c) se portará responsablemente
20. ¿Cuándo reciben los padres de Kaima un telegrama?
a) a los cinco días de haberse ido éste
b) a los siete días de haberse ido éste
c) catorce días después de haberse marchado éste.
66

NIVEL 8 PRUEBA
EL BARRIO DE LA CALABAZA
Aquel barría ni siquiera podía llamarse barrio. Era
un espacio situado junto a una suela y seca torrentera, a la
derecha de la ciudad. Allí, casi un vertedero de basuras, había
permitido la Municipalidad que se instalaran los más pobres
de la población y los que habían llegado de tierras lejanas
expulsados de sus pueblos por la miseria.
Habían construido unas casullas miserables hechas
con latas, restos de telas metálicas, cartones, maderas, todo
ello hallado entra los restos de obras en construcción, en las
playas y en los descampados. No había ni una sola vivienda
de dos pisos, todas eran de una sola planta. Una única fuente
les abastecía de agua, mientras que las aguas vertían al arroyo
por regueros descubiertos.
Los hombres de las casullas trabajaban en
quehaceres ocasionales. Algunos habían conseguido un
trabajo fijo en la construcción, como peones de albañil, para
trasladar el cemento en las carretillas. A pesar de dedicarse a
construir casas para los demás no podían levantar una para
ellos porque no tenían dinero para comprar los materiales.
La mayoría de las mujeres trabajaban de asistentas
en las casas, y algunas habían encontrado un puesto en las
fábricas. Pero sabían hacer muy pocas cosas y ni siquiera leer
y escribir, lo que les impedía progresar.
Los niños no iban todos a la escuela. Los más
pequeños, como en el barrio no habían guarderías ni
preescolar, quedaban a la puesta de las chabolas jugando con
la tierra, con latas abandonadas relamidas por los perros, más
hambrientos que ningún perro del mundo.
A un vecino se le ocurrió hacer una pequeña huerta
delante de su barraca Y los demás le imitaron. Así se
extendieron hileras de huertas minúsculas, una al lado de la
otra, rodeadas de cañas, alambres y puertas que procedían de
conejeras.
Así era este barrio a quien la gente llamó la
Bldonera, debido a que la mayoría de las casuchas estaban
hechas con lata de bidones aplanados, empleados para tejados
y paredes.
Un día, uno de los vecinos encontró una semilla muy
grande, alargada, plana y la enseño a los demás.
-Esto es una semilla de calabacín –dijo uno.
-Pero muy grande, ¿no?
-Puede ser de calabaza -indicó otro.
-¡Ay, de bien lejos habrá venido! - comentó uno más
entendido-. Porque, ¡fijense lo grande que es!. Aquí nunca
67
LECTURA EFICAZ
C
N° Palabras 2008
hemos visto semillas tan enormes. Seguramente es de
calabaza de tipo grande.
-Ya lo averiguaremos, porque pienso sembrarla.
-¿La sembrarás?
-Sr. la sembraré en mi huerto.
-A ver si te sale una calabaza gigante. ¡Tendrás una gran
calabaza y no tendrás casa!.
Rieron todos porque el hombre que había encontrado
la semilla de calabaza era el que tenía la chabola más
miserable. Casi no cogían en ella él, la mujer y los dos chi-
quillos.
Cuando llegó al momento sembró la semilla. Antes
la puso en remojo un día entero, cavó un hoyo, lo llenó de
buena tierra y la enterró.
Los vecinos se olvidaron del asunto hasta que, una
semana más tarde, se removió la tierra y apareció una cosa
verde dura, gruesa, que fue creciendo día tras día hasta que
llegó a ser una mata con dos hojas redondas. Era gruesa,
porque de una semilla tan enorme a la fuerza tenía que salir
una mata espléndida.
¿Espléndida he dicho? Más que espléndida. Cuando
la planta alcanzó un palmo de altura tenía ya un palmo de
grosor.
Los vecinos más lejanos se acercaban a
contemplarla. Cuando salló la primera flor, ésta tenía el
tamaño de una mesa. Y la cabecera había crecido otro palmo.
Y más tarde un tercero. Y aún más, alcanzó una altura de un
metro y medio, altura Inesperada en las calabazas normales,
a pesar de que son plantas de crecimiento rápido. Ya lo dice
!a gente: "Crece como las calabazas".
La mata ocupaba todo el espacio del huerto del feliz
vecino y decidió cortar todas las ramas, todas menos una, la
que tenía la primera flor. De este modo tendría solamente una
calabaza. Tenía bastante porque saltaba a la vista que sería
una gran calabaza. Cuando se marchitó la flor apareció una
bola que Inmediatamente tuvo el tamaño de un balón de
fútbol. Luego se hinchó como un globo. La calabaza estaba
pegada al suelo, aún redonda pero con una rayas a manera de
meridianos que Indicaban por donde Irían más tarde los
surcos que le darían la típica superficie ondulada.
¡Era todo un espectáculo! Al cabo de un mes la
calabaza tenía dos metros de altura y otros dos de diámetro.
Incluso gente ajena al barrio venía a verla, gente del centro de
la ciudad. Pero les daba un poco de miedo una calabaza tan
grande y la contemplaban desde una loma cercana.

Un periodista escribió en el periódico que en el
barrio de la Bidonera había una calabaza gigante y que esto
resultaba noticia agradable en medio de tantos desastres como
se publicaban en la prensa.
Pero el vecino vio que la calabaza le tapaba el sol,
puesto que cuando parecía haber conseguido todo el
desarrollo tenía más de tres metros de altura y unos cinco o
seis de anchura. Pero siguió creciendo hasta alcanzar tres
metros y medio de alto y siete de diámetro. Amenazaba las
paredes de hojalata de la pobre casa del vecino.
-Decíamos que eras un vecino con suerte, pero ahora
dudamos de que sea una suerte el tener una calabaza tan
grande.
Se lo decían todos los vecinos. Pero él creía que
tendría algo de providencial el ser propietario de un ejemplar
tan enorme.
Un millonario norteamericano ofreció una fortuna
por las semillas que la calabaza tenía dentro. Pero la cosa no
prosperó porque el vecino, terco, no quiso tomarlo en serio.
-Puedo sacarle provecho a esta calabaza. Podría
tener comida para todo el invierno.
-Más, hombre, comerás calabaza durante dos años -
decían riéndose, los vecinos.
Cuando se secó la planta la calabaza tenía ya una
corteza muy dura. Le costó abrirla para cortar una pequeña
raja. Tuvo que utilizar un pico y golpearla fuertemente para
romper la corteza.
Logró por fin cortar una raja con la que llenó una
carretilla. Tenía una carne muy sabrosa. Hicieron una gran
cantidad de sopa y convidaron a todos los vecinos. Fue un
verdadero banquete.
Los niños usaron el agujero para meterse dentro y
jugar. Un vecino le pidió permiso para guardar en ella la moto
durante la noche. Como siguió cortando rajas de la calabaza
pronto hubo en ella un espacio enorme para que Jugaran los
niños en su Interior.
Fue entonces cuando el vecino tuvo una Idea
luminosa.
Al agujero que tenía le dio la forma de puerta. Abrió
una ventana y mientras tanto iba vaciando la calabaza,
dejando solamente la corteza. Como siempre invitaba a sus
compañeros a comer sopa, bien pronto la calabaza quedó
vacía, dando lugar a un gran espacio en su interior. Pronto lo
tendréis calculado; tenía cuarenta metros cuadrados, cinco
ventanas, un agujero que servía de chimenea, dos puertas, etc.
-Qué bonita casita para jugar -decían los niños.
-No se hagan ilusiones -contestaba el hombre-.Es
una casa para vivir.
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LECTURA EFICAZ
La cáscara era lo suficientemente dura como para
servir de pared exterior y de tejado. Tenía ventanas y zaguán
o vestíbulo...
Sólo necesitaba postigos y puertas. El afortunado
vecino se había construido una casa nueva, indudablemente
mayor que la que tenía anteriormente.
En su interior la calabaza en cuestión guardaba un
montón de semillas. El vecino las repartió entre sus
compañeros del barrio y todos las sembraron en sus
minúsculas huertas.
Un año después todos habían excavado sus
calabazas y habían hecho viviendas.
El barrio cambió de fisonomía. Algunos incluso
unieron dos calabazas, comunicándolas entre sí, y
consiguieron así casas más grandes. Entró en juego la
fantasía; fragmentos de calabaza, salas grandes, un cine, una
escuela...
El barrio crecía a base de calabazas. Entre todos
compraron un terreno que antes había sido un bosque que se
incendió y plantaron en él calabazas. Nacieron muchas,
escogieron las medianas y entraron en tratos con un
mecánico, formaron sociedad con él y fundaron una
compañía que fabricaba caravanas y remolques con las
calabazas.
Más tarde descubrieron que también servían para
hacer buques y, para lograr que tomaran forma alargada,
colocaban las calabazas entre unas tablas favoreciendo su
crecimiento de acuerdo con la hechura deseada.
Rechazaron todo tipo de ofertas para vender las
semillas. Eran suyas, solamente suyas. El barrio prosperó y
ya no le llamaban la Bidonera, sino Barrio de la Calabaza. Y
cuanto más prosperaban más tenían que vigilar las semillas.
Las tentativas para comprarles las semillas fueron
tantas que incluso la Municipalidad les ofreció casas sólidas,
pisos grandes, si se las vendían. Pero ellos se negaron.
Hasta que Intervinieron los ministerios. El
Ministerio de Urbanismo presionó para que los servicios de
control de la calidad examinaran aquellas viviendas,
determinando que no reunían condiciones.
En el Ministerio se habían recibido denuncias de los
constructores y de las grandes compañías urbanizadoras y
edificadoras de chalets, temerosos de que aquella sencilla
construcción, tal natural, les hiciera una competencia
definitiva.
Realmente aquellas calabazas dejaban resbalar la
lluvia por sus paredes, resistían el sol y el viento, porque eran
aislantes y aerodinámicas.
Y resultaban tan simpáticas que muchos veraneantes
las compraban y las instalaban en sus terrenos, en la montaña
o en la playa. Por eso los constructores de chalets lujosos

empezaron una campaña diciendo que
aquellas calabazas eran fácilmente inflamables, que se
pudrirían, que podían derrumbarse, que atraerían a las ratas...
Por fin el Gobierno dio el alto a las calabazas.
"¡Basta de calabazas!". Decretó que los vecinos entregaran
las semillas que tuvieran en su poder y que nunca más se
sembrara aquella planta.
Los vecinos, no obstante, encontraron aliados y
protestaron. Llevaron el caso a los tribunales, y la campaña
"Sí, a las calabazas", "No, a las calabazas" cruzó las fronteras,
llegó a la Santa Sede y a los organismos internacionales.
La pregunta era: ¿Aquellos vecinos tenían derecho a
construir su casa en una calabaza? ¿Podían venderlas?
Jueces y abogados no sabían cómo resolver el caso.
Pero los vecinos plantearon la cuestión en otros términos:
-Señores del Gobierno, ustedes han permitido que
durante muchos años viviéramos en barracas miserables que
no reunían condiciones para ser habitadas. Eran barracas
construidas con desperdicios. Entonces no hacíamos la
competencia a los grandes constructores, nadie nos acusaba
de nada y teníamos que sufrir humedades, ratas y goteras.
Ahora que hemos descubierto un medio estupendo para la
construcción de casas, natural e higiénico, solamente porque
hemos alcanzado el éxito, queréis que nos retiremos. ¿Qué os
parece?
Incluso la prensa extranjera hablaba del caso. Y
pedían que el Gobierno no llevara a cabo aquella terrible
69
LECTURA EFICAZ
prohibición. Los estudiantes, las asociaciones, de vecinos y
las personas de buena voluntad enviaron un diluvio de cartas
a los directores de los periódicos. El Gobierno, asustado,
propuso por fin una transacción:
"Que los vecinos podrían fabricar sus casas con calabazas
pero no podrían venderlas a otros. Que todos los años
destruirían las semillas sobrantes y que suprimirían la
fabricación de caravanas y cascos de embarcaciones."
Los vecinos aceptaron, con una excepción:
-Nosotros no venderemos ninguna casa-calabaza a
personas ajenas al barrio pero no podemos consentir que los
niños se queden sin la alegría de tener casitas para jugar y
aulas prefabricadas para trabajos manuales y música. De
modo que exigimos que nos permitan ceder un número anual
de calabazas a las escuelas.
Todos los niños del país, que habían visto las
calabazas-hogar en la televisión, en las revistas y en el cine,
irrumpieron en vítores. Aquello era algo grande.
Y todas las escuelas soportaron grandes colas para
adquirir calabazas que colocaban en sus patios y en donde los
niños jugaban, escuchaban música y montaban exposiciones
de dibujos. Cuando una calabaza se gastaba, les
proporcionaban otra.
Y los vecinos del Barrio de la Calabaza tuvieron la
impresión de que, al final, aquella aventura de las calabazas
gigantes había servido para proporcionar alegría a la gente.
Siempre que hagan algo, que sirva para que alguien sonría y
goce unos momentos de felicidad. Téngalo en cuenta.
 LECTURA EFICAZ

NIVEL 8 PRUEBA C

EL BARRIO DE LA CALABAZA

1. Aquel barrio estaba situado... 11. La calabaza quedo vacía porque siempre invitaba a comer
a) a las afueras de la ciudad sopa a...
b) en las proximidades de la ciudad a) todo el barrio
c) a la derecha de la ciudad b) los curiosos que se acercaban a ver tal maravilla
c) sus compañeros

2. Los hombres no podían levantar casas para ellos 12. El afortunado vecino se habla construido una casa
porque... nueva,...
a) no tenían dinero para comprar los materiales a) mayor que la que tenía anteriormente
b) no tenían tiempo, ya que siempre andaban buscando b) tan grande como la que tenía antes
trabajo c) casi tan grande como la que tenía antes
c) el terreno no permitía construir nada sólido en él
13. Entre todos los vecinos compraron un terreno que antes
3. Los niños estaban más hambrientos que... había sido...
a) ningún perro del lugar a) una torrentera
b) ningún perro del mundo b) un pedregal
c) sus propios padres c) un bosque

14. Cuanto más prosperaban, más tenían que...

4. Por el barrio se extendieron hileras de... a) vigilar las calabazas
a) huertas miserables b) vigilar las semillas
b) huertas minúsculas c) trabajar para conservar la nueva fisonomía del barrio
c) chabolas de hojalata
15. El ministerio de urbanismo presionó para que
5. El hombre que habla encontrado la semilla era el que examinaran aquellas viviendas...
tenía... a) los Inspectores de sanidad
a) la casucha más miserable b) los servicios de control de la calidad
b) la huerta más miserable a) los representantes de los constructores
c) más familia del barrio
16. Según los vecinos, durante años nadie les había acusado
6. Antes de sembrar la semilla, la tuvo en remojo... de nada porque...
a) una noche a) nadie queda saber nada de aquel barrio de barracas miserables
b) un día entero b) eran la vergüenza de la ciudad
c) una semana c) no hacían la competencia a los grandes constructores

7. Decidió cortar todas las ramas menos una... 17. La prensa extranjera pedía que...
a) a pesar de que así conseguiría una sola calabaza a) el Gobierno incautara las semillas
b) para que creciese con mayor rapidez b) el Gobierno no llevara a cabo su prohibición
c) así tendría solamente una calabaza c) se dejara a los vecinos decidir cómo querían vivir

8. Según el periodista, el que hubiera una calabaza gigante... 18. Mucha gente envió un diluvio de cartas...
a) era algo que merecía ser visto por toda la ciudad a) a los directores de 1os periódicos
b) era una noticia digna de mención b) al Gobierno
c) era una noticia agradable c) al Ministerio de Urbanismo

9. Un millonario norteamericano ofreció una fortuna por... 19. Los vecinos aceptaron la propuesta del gobierno con la
a) las semillas de la calabaza condición de poder ceder. ..
b) una semilla de la calabaza a) un número anual de calabazas a las escuelas
c) poder llevarse la calabaza a su casa b) un número determinado de semillas a las escuelas
c) algunas calabazas a los niños
10. Para cortar una pequeña rodaja tuvo que utilizar...
a) un hacha 20. La aventura de las calabazas gigantes había servido
b) un pico para...
c) un cuchillo enorme a) ver los intereses creados que existían en el país
b) proporcionar casa a mucha gente
c) proporcionar alegría a la gente

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RESPUESTAS A LAS PRUEBAS DE AVANCE EN EL PRIMER

TRIMESTRE

PRUEBA A

NIVEL
1° EB 2° EB 3° EB 4° EB 5° EB 6° EB 7° EB 8° EB
1 * B B C B B B A
2 * A A B A A A C
I 3
4
2
*
C
A
B
C
B
C
C
B
B
A
C
C
C
B
5 * B B A A C A A
6 A C A C A A C A
T 7 * A C B B B A B
8 8 B C A C C A C
9 * B A C A B B C
E 10 * C C B A C B B
11 * * C B B C B B
12 * * A A A A C A
M 13 * * C C B A A C
14 * * C C A C C B
15 * * B A C B C A
16 * * A B A B A B
S 17 * * C C C A A C
18 * * B B A C A B
19 * * C C B C B C
20 * * A A A B B A

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 LECTURA EFICAZ

RESPUESTAS A LAS PRUEBAS DE AVANCE EN EL SEGUNDO

TRIMESTRE

PRUEBA B

NIVEL
1° EB 2° EB 3° EB 4° EB 5° EB 6° EB 7° EB 8° EB
1 C C B B B B B A
2 A A C C C C A A
I 3
4
C
B
C
B
B
B
A
C
B
B
A
C
C
B
A
B
5 A A C B A A C B
6 A A C C B C C A
T 7 C B A A B B C B
8 C A A B C B A B
9 A A B A B A C C
E 10 C A A C C C A C
11 * * B A A A C A
12 * * B C A B B B
M 13 * * B C A C C C
14 * * A B B C B A
15 * * C B A B A A
16 * * C A B C C C
S 17 * * A B C C B B
18 * * B C C A A B
19 * * A B B B C A
20 * * C C C C B B

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 LECTURA EFICAZ

RESPUESTAS A LAS PRUEBAS DE AVANCE EN EL TERCER

TRIMESTRE

PRUEBA C

NIVEL
1° EB 2° EB 3° EB 4° EB 5° EB 6° EB 7° EB 8° EB
1 B B B B A C A C
2 A C A B C B A A
I 3
4
B
C
A
A
C
B
B
A
B
B
C
B
A
B
B
B
5 A B C B A A A A
6 A C A C A B C B
T 7 * A B A B C B A
8 8 C A B B B A C
9 * B A A C A C A
E 10 * A A C B A B B
11 * * B B A B A C
12 * * C C A B B A
M 13 * * B A C C C C
14 * * A A A A C B
15 * * A B A C B B
16 * * B C C C C C
S 17 * * C A B C B B
18 * * B C A C B A
19 * * B B C B A A
20 * * A A A C C C

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 LECTURA EFICAZ

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