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Hecho un análisis a las distintas formas básicas de ciertos ritos hay que reconocer
ungran número de Iwóros que justifican su forma de practicar la religión con la
expresión oral “Por mi casa de Santo es así”. ¿Falta de homogeneidad litúrgica
con su rama de santo? La raíz original de la Regla de Osha es Matancera con sus
rituales africanos y más tarde llega a La Habana y Santiago de Cuba. Ahora hay
conflicto entre lo africano y lo afrocubano porque con el tiempo se han dado
muchas modificaciones y la interpretación del Oddún: “Okana Iroso” dice: “al país
que fueres hacéis lo que vieres”, muchas cosas han cambiado de acuerdo a la
conveniencia del mayor, pero los “Obbaces” son los responsables y deben
preservar los “Tratados” de cada ceremonia.
Publicamos esta lista muy resumida de las pioneras en Cuba, hay muchas
personas que merecen un lugar aquí y especialmente en la memoria de
generaciones por venir:
Lorenzo Samá “Obbadimeyi” y Timotea Albear “Ajayi Lewú Latuán” a principios del
siglo XX en el poblado de Regla unificaron los diferentes cultos yorubas en un solo
Cuerpo Litúrgico denominado “REGLA DE OSHA”.
Las Ramas pioneras fueran “La EFUSHÉ” y “LA PIMIENTA”, después hay las
llamadas subramas: Las Tortilleras (Adoradores de Inle y Agbata), los Ewin Yimí,
Los Culos Verdes también denominada Aigoró, Los Trapitos, Los Chales y
Pamelas, Los Montones y Corales, Los Agbita, Los Ainá Yogbos, Los Efushé
Atikeké, Los Efushé Warikondo, Los Aigoró, Los Abogados (pagaban un derecho
por no llevar el Chal).
2.-También es la que inicia la práctica de tirar el Dilogún dos veces para obtener el
“odun compuesto”.
3.-Se le acredita el origen del ritual “Pinaldo” que se realizó por primera vez a
Octavio Samar Rodríguez “Obadimeyi”.
4.- Respetuosa de las potestades de los Babalawos siempre el “Osún” tiene su
carga por Orúnmila.
2.-Cuando se corona un Iyawó hijo de OYA, el Orisha Yemaya come carnero, pero
Shango come tres (3) akuko y así va a Itá, porque Shango come Carnero a los
tres meses, en el Ebbó Meta.
*Aurora Lamar “Obbá Tolá”. Tenía hecho Shango con Oro a Aggayú, viajaba con
sus Santos metidos en bolsas de tela a lo largo y ancho de la isla con su grupo de
Oloshas, Oriathé y los Omó Aña con sus tambores de Fundamento. En esta línea
los hijos de Changó hacen Ochún y viceversa, dependiendo del signo de Itá de
cada quién.
Su Padrino fue José Urquiola “Eshu Bí” descendiente de la sub-rama Aigoró (rama
La Pimienta), en su tiempo siguió la tradición de “Los Trapitos”, respetando la
costumbre de los antiguos, en la parada del santo NO se pone el fundamento
solamente los caracoles.
*Ño Blas Cárdenas “Obbá Nkolé” fue el último Capataz del Kabildo Lukumi “La
Merced” fundado en 1816 y en conjunto con el Sr. Mauricio en el año 1850
construyeron y fundaron el primer juego de tambores Batá en Matanzas.
Las mujeres eran quien gobernaban los cabildos y eran las “Ayabbá Oriathé” hasta
1935: Teresita Ariosa “Oshún Funké”, Guillermina Castel, Timotea Albear “Ajayi
Lewú” conocida por Latuán
Por esto es que verás que existen “Casas” de Santo (Ilé Ocha), ya que cada
Babalawo en este caso El Mayor, mantiene una Casa que puede tener otros
Babalawos menores que él. Su posición como mayor de la “Casa” (Ilé), es en edad
de consagración y no de edad cronológica y por lo general tiene la Deidad llamada
Olofin, que es con la cual ha consagrado a sus ahijados Babalawos. También
puede tener Olorishas que trabajen en la misma, incluyendo a su esposa. El o la
Olorisha Mayor de la Casa (Ilé), es el/la que se encarga de todo lo relacionado con
Ocha (Santo), lavado de collares de Santo, Diloggun (Caracoles de Ocha), atender
los Orishas, enseñar a los ahijados las cuestiones relacionadas con Ocha y las
ceremonias que sean competencia de ellos.
Bueno… eso fue un poco exagerado y necesitaba divagar. Como eres neófito
(Aleyo), aun no me conoces, pero debes saber que ese es mi entretenimiento, me
gusta mucho divagar y hacerte leer por gusto. Pero mejor seguimos. Las “Ramas”,
determinan el abolengo religioso de la persona, o sea, quienes son sus ancestros
religiosos, todos los cuales se mencionan en su Rezo Heredado de invocación y
que se llama Moyugba (Ijugba), con el cual se pide la bendición de Dios, Orishas,
Eggun, Padre, madre, padrino, madrina, etc. Hay “Ramas” de Ocha y “Ramas” de
Ifá, pero nos limitaremos a ver tan solo parte de las ramas de Ocha.
Ahora bien, la pelea de la que te hablaré a lo largo de este libro, se debe a que
dentro de nuestras tradiciones, se sabe que históricamente la expansión y
conservación del culto por la parte Lucumí, se debió básicamente a tres mujeres,
que con su conocimiento y dedicación, hicieron gran parte de lo que conocemos
hoy en día como nuestra religión, pero en términos Lucumí. De estas tres Mujeres,
dos eran aliadas y una era considerada enemiga y se fue “Exiliada” a lo que es la
provincia de Matanzas en Cuba. Estas tres grandes Iyalochas protagonizaron lo
que se conoció como: La División de La Habana, uno de los Cismas Religiosos
más grandes que se conocen en nuestra tradición.
Estas Iyalochas fueron Doña Timotea Albear, Ajayí Lewú, pero mejor conocida
como Latuán, quien se cree que era natural de Oyó, Ma Monserrate ‘‘Apóto’’
González (Obá Tero) y Ña Rosalía Abreu (Efunshé Warikondó), de las cuales se
dice que eran de la región de Egbado de las tierras africanas. Estas tres mujeres
fueron altamente estimadas y respetadas por su posición dentro de la jerarquía
religiosa y por el conocimiento que poseyeron. Según el investigador Miguel W.
Ramos, de las tres, solamente Latuán tiene descendientes de sangre vivos e
identificables.
Este cisma religioso es un poco largo de contar, pero te voy a remitir al excelente
estudio de este evento llamado: La División de la Habana: Conflicto Territorial y
Hegemonía Cultural en los seguidores de la Religión Lukumi de Oyó 1850s–1920s
de Miguel W. Ramos. Sin embargo, el resumen del asunto es que La Habana era
un pueblo muy pequeño para Latuán y Oba Tero y esta guerra por criterios
religiosos entre las dos Iyalochas, originó una división que terminó con el “exilio”
de Oba Tero a Matanzas. En la Habana se quedaron Latuán y Efunshé. Claro que
para los tiempos de Latuán, Efunshé y Obatero, existían otras prestigiosas
Iyalochas, como Doña Teresita Ariosa Eni Ochún y Doña Guillermina Castell y
prestigiosos Olorishas como lo fueron Don José Roche y Don Fernando Cantero.
Para que estés claro, Ña Rosalía Abreú Efunshé, fue la que introdujo en la isla, la
consagración de otros Orishas, junto con el Ángel tutelar de la persona (Elegguá,
Obbatalá, Yemayá, Ochún y Changó), ya que antes de su llegada, se hacía Santo
de otra forma que llamábamos Pata y Cabeza, que luego te explicaré.
Una rama que parece haber desaparecido o se fundió en otras casas era la que la
investigadora Doña Lydia Cabrera en su libro El Monte, nos enseña que era
conocida como Las Tortilleras y todos los 24 de Octubre, se reunían a darle tributo
a Inle y Abbatá. Al parecer en aquella época, por lo mal visto que era el
homosexualismo, esta se mantenía más como una sociedad secreta y al parecer
desapareció, así que solo te doy la información para tu conocimiento general,
Bien, por lo general se citan diecisiete nombres de Ramas Principales: Ma
Monserrat, Ferminita, Los Ibeyi, Efunshé, Ainá, Ña Margarita Armenteros, San
José Ochenta, Igoró, Apoto, Culo Verde, José Pata de Palo, Aurora Lamar,
Pimienta, Trapito, Obadimeyi, Palmira y Aratakuá. Otras Ramas son Monserrate
Asiñabi y Tía Julia Samá Abonse, también conocida como San Lorenzo de Samá.
Adewá y Atikeke.
Cuando se hacen los análisis de traslapes entre ramas y solo basándose en los
nombres de los fundadores, vemos que el investigador Michael Mason los pudo
trazar de la siguiente forma: Efunshe (Ña Rosalía Abreu), Ainá (Doña Margarita
Armenteros), Igoró (Doña Caridad Argudín), Apotó (Doña Belén González), Ma
Monserrate González (Oba Tero), Francisca Entensa (Palmira), Obadimeyi
(Octavio Samá), José “Pata de Palo” Urquiola (Culos Verdes), Los Jimaguas del
Palenque (Gumersindo y Perfecto), Monserrate, Asiñabi y Tia Julia Samá Abonsé.
Estos y sus ahijados, fueron los responsables de fundar y hacer avanzar los
principales linajes de Ocha en Cuba, que a la sazón se ha convertido en una
intrincada red de traslapes, fusiones, imposibles y en casos extremos, excusas
para darse prestigio y hasta para estafar ¿Crees que exagero?
7) Al “Fundador” no lo consagró nadie, pero los muertos no hablan. Es por ello que
ves, porque es importante que en tu rezo de Invocación (Moyugba), debas
mencionar el nombre de tus ancestros, ya que con esto se puede tener una idea
bastante clara de si eres o no, un auténtico Santero.
Bueno… mejor seguimos. Hoy en día, muchas de estas ramas son redundantes o
se traslapan en un momento dado, ya sea viendo la genealogía o la práctica. Unas
simplemente colapsan dentro de otras. Claro que esto causa algunas de las tan
legendarias peleas entre los religiosos, pero trataremos de mantenernos al
margen y apegados a lo que estrictamente dicen las historias orales de nuestros
viejos y diversos trabajos de campo.
El Cabildo Africano Lucumí Sociedad Santa Bárbara fue otro de los derivados del
Changó Tedun. Conectados a importantes Cabildos como Cabildo Yemayá de
Regla de Adeshina/Pepa Echu Bi y La Sociedad de Protección Mutua Santa Rita
de Casia y San Lázaro de Don Silvestre Erice, conocido como Cabildo de Papa
Silvestre. Las Panderetas Lucumí, fueron inventadas en este cabildo por Don
Fernando Guerra, mano derecha y sucesor de Don Silvestre Erice (Fernando
Ortiz).
Este cabildo también está vinculado a las principales casas de Ifá: Don Tata
Gaitán, Don Esteban Quiñones, Don Bonifacio Valdés, Don Pedro Pérez y Don
Bernabé Menocal. Este fue un cabildo muy influyente y esto se debía a la
presencia de doña Timotea Albear LATUAN, de quien siempre se ha sospechado
que estuvo casada con Bernabé Menocal. De este mismo se desprendieron varias
Ramas y Cabildos de gran importancia, tales como las Casas de Doña Belén
González (Apoto), Doña Caridad Argudín, Doña Margarita Armenteros (Ainá) y
todo apunta a que también los Jimaguas del Palenque, Don Gumercindo y Don
Perfecto.
El Cabildo Africano Lucumí San José 80, fue fundado por Doña Margarita
Armenteros, hija de Oyá (Aina) y el nombre del cabildo se debía a su dirección
física en la Habana. Algunos dicen que este es el tronco de donde Los Yimis, La
Pimienta, Los Culos Verdes y los Trapitos, originan. Doña Margarita, así como su
ahijada Doña Tiburcia Sotolongo (Ochún Miguá) y aun las ahijadas de Doña
Tiburcia, Doña Hortencia “Chenchita” Ferrer (Ochún Guere) y Margot Fundora
Sotolongo (Ochún Letí) son veneradas en todo el Barrio Príncipe de La Habana.
Rama Aigoró
Doña Belén le hizo "santo" a Doña Luisa La China - Ochún Miwá – quien luego se
convirtió en la madrina de Don José “Pata de Palo” Urquiola Eshú Bi. Don José,
posteriormente, inició a Doña Aurora Lamar - Obbá Tolá - a la que le decían "La
China de Maximiliano", porque tenía tatuado su nombre en el muslo.
Los Culos Verdes, según William Mudro, viene a sustituir lo que antes se conocía
como la rama de Don José “Pata de Palo” Urquiola (Echu Bi), quien nació en
Matanzas, Cuba y emigró a La Habana a finales del siglo XVIII. A Don José “Pata
de Palo” Urquiola (Echu Bi), se le consideraba un guajiro, o simplemente un
jibarito, alguien de tierra adentro y por ello, se asociaba al campo y su verdor, y a
los guajiros se les llamaba Culo Verde, lo cual generó el nombre de la Rama. Esta
es mi rama dicho sea de paso. Como ya se dijo, Don José “Pata de Palo” Urquiola
(Echu Bi), consagró a Doña Aurora Lamar Obbá Tolá consagrada en Changó con
Oró Aggayú (1), quien funda la subrama La Pimienta y la Rama Malaké La Grande
fundada por Don Fernando Cantero.
Fundada por Don Fernando Cantero - Changó Larí -, era ahijado de José Urquiola
Eshu Bí y de esta rama también surge María Towá cuyos ahijados eran de
temperamento "algo picante"). Las subramas de Malaké La Grande y Malaké La
Chica, se desarrollaron en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja.
Don Polo, era ahijado de Don José “Pata de Palo” Urquiola y tal como Don José,
también era originario de Matanzas y por consiguiente, también se le llamaba Culo
Verde, por lo cual se le considera como el seguidor de dicha rama.
Rama La Pimienta
Fue fundada por Doña Aurora Lamar (Obbá Tolá), o por lo menos así se ve y esta
Rama se desprende de Don José “Pata de Palo” Urquiola, Culos Verdes. El
nombre La Pimienta, se debía a que Doña Aurora Lamar, natal de Sabanillas,
provincia de Matanzas, vivía en una casona en el Barrio Ataré. Ataré significa
Pimienta Guinea en Yoruba y de allí que se le quedara el nombre de La Pimienta.
De esta rama surgieron Los Trapitos y Las Pirañas, y se especula que fue a raíz
del divorcio de Doña Aurora Lamar del Babalawo Don José Ramón Gutiérrez. La
Rama La Pimienta entonces queda a cargo de Doña Mercedes Melo González y
Los Trapitos a cargo de Doña Aurora Lamar y a su muerte en manos de Doña
Rosa Quesada Folcade (Omí Tonaddé).
Los Trapitos
Fundada por Doña Aurora Lamar, quien fuera la que introdujo las primeras
consagraciones de Santo, junto con su esposo el Babalawo Don José Ramón
Gutiérrez, entre los años 1920 y 1930, en la ciudad de Santiago de Cuba, ya que
Doña Aurora, natal de Sabanillas, provincia de Matanzas, era una Iyalocha
Itinerante.
La historia nos cuenta tres versiones de como Doña Aurora “Fundó” la rama Los
Trapitos, la cual además se encargó de extender. Unos dicen que se desprendió
de una innovación ritual. La historia cuenta que durante una de las Ceremonias de
Ocha, una sopera se rompió y tuvieron que improvisar usando un trapo para
contener los fundamentos del Orisha durante el proceso de coronación. Por lo
tanto, en una de las casas provenientes de la Iyalosha Lamar, fundadora de La
Pimienta, se comenzó a usar un Trapo (Paño) para contener los fundamentos del
Orisha y esto se convirtió en la norma y de allí el nombre Los Trapitos o
Pañuelitos. Otra historia nos cuenta que se le puso así, porque Doña Aurora para
viajar al interior, metía los fundamentos de los Orishas en bolsas de trapo y de
esta forma viajaba con ellos y de allí el nombre “Los Trapitos”. Otra versión dice
que seguía las enseñanzas de los mayores, como Ogdoró Sumí, Tawuaddé y
otros más, que en sus inicios así lo hacían. Esta tradición se ha ido olvidando en
algunos de sus descendientes con el transcurso de los años.
Entre una de las particularidades de esta subrama, está el poder hacer lo que para
otras es un Tabú imperdonable: Los hijos de Changó pueden consagrar hijos de
Ochún y viceversa, pero enfatizan que eso depende de lo que la persona tenga en
su ceremonia de coronación y si se lo prohíben o no. Otra de las cosas que fueron
objeto de burlas por considerarse una profanación, era que Doña Aurora Lamar,
hacía las Ceremonias de Santo a crédito a sus ahijados y les cobraba a plazos.
Otra particularidad de esta rama, es que a raíz del divorcio de Doña Aurora y Don
José Ramón, esta no quiso trabajar con Babalawo y prescindió de los servicios de
estos. Sin embargo, esto no fue a la ligera. Doña Aurora Lamar tenía una sólida
amistad con Don Lamberto Samá, hijo del controversial Olorisha Don Octavio
Samá Obadimeyi. Según los datos históricos, para la época, los únicos con
derecho al sacrificio de Animales, incluyendo los de Cuatro Patas, eran los
Babalawos y los hijos de Oggún, los cuales se conocían como Ashogun, asunto
que también está sustentado en el Corpus de Ifá.
Don Lamberto Samá (Oggún Toyé), era hijo de Oggún y por consiguiente los
sacrificios animales sin contar con el Babalawo podían realizarse en La Rama de
Los Trapitos, o sea de Doña Aurora Lamar. Esto degeneró en que cualquier
Olorisha que tuviese recibido el “Caracol de Oggún” y el Cuchillo o “Pinaldo”,
podía hacer sacrificios animales, lo cual es falso. Don Lamberto, ejecutaba los
sacrificios y ejecutaba los menesteres de los Babalawos en el Cuarto de Santo.
Como se puede observar, esta fue una de las primeras casas en crear el cisma
entre Olorishas y Santeros, tal como nos lo muestran los hechos históricos.
La tercera división del Cabildo Changó Tedun, hemos querido analizarla de último,
por ser la más intrincada de todas.
Esta ceremonia de “Pinaldo” fue la que le dio el nombre de Obadimeyi (Rey dos
veces) a Samá y el cuchillo o “Pinaldo” que se le entregó, era un símbolo de
CONFIRMACIÓN que decía que más nadie podía coronar esa cabeza. De allí,
este atributo ha sufrido serias “tergiversaciones convenientes” por quienes fueran
miembros de esta rama a la muerte de Latuán y Efunshé. De esta Rama, se
desprende la sub-rama Los Mantones y Corales o simplemente Corales, fundada
por la Iyalocha Doña Susana Cantero (Omí Toké).
Los más respetados Babalawos de esta Rama, trabajaban en conjunto con estas
prestigiosas Iyalochas. Babalawos de la talla de Don Tata Gaitán, Don Esteban
Quiñones, Don Bonifacio Valdés, Don Pedro Pérez, Don Ramón Febles, Don
Bernabé Menocal y Don Bernardo Rojas, eran prominentes miembros de esta
Rama.
Atikeké, era la hija de Doña Rosalía Abreu Efunshé. Tuvo su rama y de esta no se
tiene mucha información y se cree que fue absorbida por la rama que iniciara
Octavio Samá Rodríguez Obadimeyi, a la muerte de Latuán y Efunshé.
Otra de las hijas de Efunshé, que se cree fue hija de crianza. De esta rama se
desprenden la de dos ahijadas prominentes de la Iyalocha: Una es Doña Andrea
Trujillo Iwin Yimí (Los Ewin Yimí o los Yimi) y Doña Luisa Arango (Changó Lade).
Doña Andrea Trujillo que funda la rama de los Iwin Yimí, mejor conocidos como los
Yimi, inicia a Doña Susana Cantero quien Inicia la rama los Corales.
Esta Rama, fundada por Susana Cantero, y conocida también como El Coral,
descendiente de la Rama La Efunshé. Tenía muchas ahijadas mulatas bonitas y
presumidas, que eran de la "vida alegre". Se relacionaba con Senadores y gente
de posición de la época. Estas mulatas gustaban de las prendas costosas y de los
corales, por ello bautizaron su línea como la Rama del Coral.
Fundada por Doña Margarita Armenteros y Doña Tiburcia Sotolongo. Aun cuando
las ramas son distintas, hay razones socio-históricas para agrupar al cabildo San
José 80 y la Rama Efunshé, como una sola o como dos Reinas de esta rama, que
desprendió múltiples ramas que se entrelazan. Hay evidencias históricas que
indican que tanto Efunshé y sus dos hijas Ati Keke y Adewá (o Adewaró),
trabajaban en conjunto con Doña Margarita en el Cabildo San José. El Cabildo
San José 80, sería la casa donde Obadimeyi, se convertiría en el Ori Até.
Don Nicolás Angarica, fue el autor de un libro llamado Manual del Orihate Religión
Lucumí y en el trataba de institucionalizar el cargo de Ori Ate y despojaba de los
trabajos que le correspondían a los Babalawos. Luego de la muerte de Obadimeyi,
de quien fuera discípulo por tan solo un período de cuatro años, Don Nicolás se
encargó de dejar por escrito la tergiversación completa de lo que realmente era el
Cuchillo del Santero o Pinaldo, alegando razones poco creíbles, de que al recibir
el “Caracol de Oggún” y el cuchillo, el Iworo quedaba facultado a la inmolación de
animales. Esto le ganó, las duras críticas de profanador e inventor por parte de
sus propios “Hermanos de religión”, que no apadrinaban que quisiera utilizar el
nombre del difunto Obadimeyi, para la implantación de lo que a todas luces, era su
propia invención, sobre todo por parte del propio hijo del difunto Obadimeyi,
Lamberto Samá, quien como hijo de Oggún y por consiguiente Ashogún, si estaba
facultado a la inmolación de animales.
Más aún, un estudio realizado por el Dr. Joseph Murphy, ofrece una narrativa de
las transmisiones culturales, que reflejan mucho del pensar popular (y académico)
sobre el importante papel del Oráculo de Ifa y el Babalawo, en el establecimiento
de la religión Lucumí en Cuba. El conocimiento de la cultura yoruba y el culto a los
Orisha, dependía del depositario más centralizado y portátil de la historia y cultura
yoruba: Los Oddu de Ifa. Estos Oddu estaban arraigados en la memoria
Babalawos que, junto con campesinos y realeza, fueron llevados en las bodegas
de los barcos negreros. La Santería fue generada de estos Oddu y el Sacerdocio
de Orunmila asumió la autoridad en un sistema condensado de culto a los
Orishas.
Rama Egbadó
Doña Josefa “Pepa” Herrera Echu Bí, hija del prestigioso Babalawo y gran
impulsor de Ifa en Cuba, Don Remigio Herrera Adeshiná y quien fuera además el
que introdujera a la comunidad religiosa de Matanzas a Obatero. Doña Pepa
Herrera, estableció su Cabildo en la Comunidad de Regla en la Habana y se llamó
Cabildo Yemayá. Doña Pepa fue muy famosa por su dirección de las procesiones
a la virgen de Regla, todos los siete de septiembre. Vale la pena aclarar que Doña
Susana Cantero dirigía otro Cabildo, llamado de la misma forma.
Fue otra Ahijada que inició Doña Monserrate González Obatero y fue una de las
más prestigiosas Iyalochas que llegó a ser conocida como La Obispo de
Matanzas.
Otras Ramas
Claro que existen otras Ramas prestigiosas dentro de nuestras tradiciones y nos
falta tocar algunas otras como los Iyesha, o los Ara Takua, cuyos cultos se
establecieron en Matanzas y Palmira en Cuba. También nos hace falta nombrar
muchos Olorishas de grandes conocimientos y que han dado inicio a ramas más
modernas, pero nuevamente el espacio y tu cantidad de aburrimiento limitan este
trabajo. Ramas como la de Doña Francisca Entensa, Aratakuá, de la sociedad San
Roque o Doña Guadalupe Estables de la Sociedad El Cristo o Doña Felicia
Fernández de la Sociedad Santa Bárbara, son nombres que nos vienen a la
mente, pero no tenemos espacio.
Como has podido ver, todas las ramas desde sus inicios han trabajado en conjunto
con los Babalawos y en su mayoría han sido mujeres. Es por ello que desde esta
evidencia histórica, podemos observar la gran tergiversación de atributos
religiosos solo para mantener ciertos Estatus Quo y así quitar lo que
justificadamente pertenece a Ifa, sino para mantener a las mujeres relegadas del
cargo que HISTÓRICAMENTE les pertenece, pero que ellos quieren mantener a
toda costa y dejar a las mujeres colocando paños. De hecho, no quieren revertir a
lo que en Ocha legítimamente le pertenece solo a los hijos de Oggún, tal como es
el caso de los sacrificios, en caso de que no quieran trabajar con Babalawos.
Hasta eso, se quiere negar, solo para seguir INFLANDO su ego.
Por todo esto y otras cosas más, que están identificadas en el Corpus de Ifa, es
que en la Regla Ocha/Ifa no se acepta, ni la determinación de Ángel de la Guarda
por Caracol (Osa Iroso), ni los sacrificios animales por parte de los Olorishas
(Oggunda Keté y otros), aparte de otras peleas como la consagración de Ochún
por un hijo de Changó y viceversa (Obbara Ogbe), ya que todo esto está prohibido
en el Corpus de Ifá, que a la sazón, muchos de estos irrespetuosos, que tienen el
descaro de decir que “adoran” a Orunmila, sostienen que ha sido falsificado,
cuando realmente más falsos son ellos, que ejecutan por dinero y soberbia o por
simple creación de divisionismos para ocultar sus FRUSTRACIONES, algo que
está prohibido dentro de nuestros dogmas y peor aún, que estas prohibiciones
tienen evidencias históricas, etnológicas y antropológicas que las respaldan.
Creo que con esto, ya puedes ver la causa del conflicto. Cuando veas algo que no
está apegado a los dogmas establecidos en Ifa, simplemente da la vuelta y vete.
Sin embargo, las ramas que permiten ciertos tipos de consagraciones que a otros
nos parecen extrañas, debes verlas con una perspectiva más abierta, ya que si
ves a alguien que viene de la Rama Los Trapitos y es hija de Changó haciendo un
Oshún, debes respetar sus procedimientos, porque simplemente esa es su
tradición. Si ves que alguien de la Rama los Millonarios, quiere hacer lo mismo,
entonces simplemente es un profanador de su propia tradición, que obviamente no
lo permitía, ni lo permite. Respeto es la clave, siempre y cuando sea una tradición
heredada y no un invento.
(1) Forma indirecta de consagración que se utiliza con ciertos Orishas, lo cual te
explicaré más adelante.
Òdùlámì