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EN LA NORMAL

TODOS SOMOS CABILDO


MEMORIAS Y REFLEXIONES

Antonio José Osorio Restrepo


Luis Alberto Reyes Castellar
Rigoberto Carmona Orozco
EN LA NORMAL*
TODOS SOMOS CABILDO
MEMORIAS Y REFLEXIONES

Antonio José Osorio Restrepo


Luis Alberto Reyes Castellar
Rigoberto Carmona Orozco

*  Normal en el texto hará referencia a la Escuela Normal Superior de Cartagena de Indias.


Será abreviado como ENSCI.
EN LA NORMAL TODOS SOMOS CABILDO.
MEMORIAS Y REFLEXIONES

Autores:
Antonio José Osorio Restrepo
Luis Alberto Reyes Castellar
Rigoberto Carmona Orozco

Imagen de Portada:
Maritza Zuñiga Orozco

ISBN: 978-958-56582-1-9

Diagramación e Impresión:
Alpha Editores
Bosque, Tv. 51 # 20-109
Tels.: 57-5 672 2518
E-mail: comercial@alpha.co
www.alpha.co
Cartagena de Indias, Bolívar, Colombia

Todos los derechos reservados.


Esta obra está amparada por las normas que
protegen los derechos de propiedad intelectual.
Está prohibida su reproducción parcial o total sin
permiso de los autores.

Impreso en Colombia
2018
Contenido

RECONOCIMIENTO 7

PRÓLOGO 9

INTRODUCCIÓN: LA FANTASÍA DEL TEXTO 13

CAPÍTULO 1: TRAS LAS HUELLAS DEL PROYECTO CABILDO 17


Historia del concepto cabildo 17
Cabildos negros, de lenguas y nación 19
Preludio: Los sentidos del concepto cabildo 30
Reseña histórica del proyecto cabildo 35
La organización del cabildo Normalista 47
Fuga 52

CAPÍTULO 2 55
Preludio 55
CABILDO: UNA LECTURA DE-COLONIAL 56
Cartagena: La ciudad colonial 57
Cabildo y acuerdos de paz 65
De-colonizar la Escuela 67
Sin cadenas mentales 70
CAPÍTULO 3: ORGANIZACIÓN Y ORDEN ESCOLAR 75
Una mirada alterna del concepto de Currículo y
Plan de estudios 75
Cabildo, diálogos y convivencia social 86
Los pretextos para enseñar desde el Cabildo Normalista.
A modo de propuesta 90

CAPÍTULO 4: EL ARTE DE FORMAR MAESTROS 95


Preludio 95
El delgado hilo entre la música, la vida y la muerte 97
Semilleros y Rituales de formación 112
Redes festivas 119

CAPÍTULO 5: HISTORIA/historias 131


¿Quién es ella? 131
La faena de pesca 133
¡Qué bacanería! 137
Murmullos de Cabildo 148
Explosión cabildante 155
Memorial de agravios 170
Fuga y preludio 173
Epílogo: Memorias y reflexiones 177
BIBLIOGRAFÍA 183
RECONOCIMIENTO

La entrega de todos los miembros de la comunidad normalista ha


sido fundamental para la vida de este libro. Abuelas, madres, padres
y demás figuras del poder festivo de Cartagena de Indias, Bolívar y el
Caribe en general, son el soporte de la Escuela. Los estudiantes son
nuestros principales cómplices.

Docentes, directivos docentes, personal administrativo y de


servicios generales, instructores, gestores culturales, historiadores,
escritores, cantantes, artistas y estudiantes nos entregamos al
proyecto Cabildo, convencidos de estar cultivando lo mejor de lo que
somos. El libro, en su textura, irá presentando en palabras, imágenes,
retratos y fotos a un número considerable de quienes hemos estado
“ahí”, en las superficies y también en el corazón de un proyecto-
proceso que, todos reconocemos, nombra a la Escuela Normal
Superior de Cartagena de Indias.

Un reconocimiento especial a Enrique Luis Muñoz Vélez por ser un


maestro en esta aventura de escribir sobre cabildos y, a su vez, por
valorar nuestro compromiso institucional por la defensa del patrimonio
inmaterial de Cartagena.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 7


PRÓLOGO

In Vestiguim Ire, término del antiguo latín que significa ir tras los
vestigios de, hallazgos, huellas como signos inequívocos del pasado,
al escarbar un grupo de docentes de la Normal de Cartagena de Indias,
en los recovecos de la memoria histórica que permiten la escritura
de los cabildos lúdicos que la institución propone desde una estética
pedagógica. La comprensión e interpretación del acopio documental
ha sido una loable tarea que aprestigia a la institución académica
al aportar, desde el campo lúdico, el arte de enseñar privilegiando
los juegos de carnaval, faena ésta primordial en poner en escena
pedagógica los cabildos negros de lenguas y nación. Los cabildos
negros de lenguas y nación constituyeron un componente socio-
antropológico y cultural en la Cartagena del siglo XVI hasta la segunda
mitad del siglo XIX, como huellas imborrables del pasado africano en la
memoria de la vieja ciudad.

La investigación amerita, desde la comprensión pedagógica y


didáctica, un reconocimiento pionero donde arte e historia se conjugan
para educar desde el vientre mismo de las fiestas carnestoléndicas
los innúmeros valores, signos, huellas, códigos y símbolos que están
inmersos en la trama narrativa de la cultura africana, devenida en
la fiesta tradicional de la carne en la que se conjuntan saberes de
ancestralidad africana y europea en torno a la ritualización de las
saturnalias y lupercalias; en ellas, surgen en su seno: músicas, danzas,
máscaras, disfraces y todo tipo de parodias en la viva expresión de la

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 9


parafernalia del antiguo carnaval de Cartagena, que resignifica el 11 de
Noviembre de 1812 en su primera conmemoración festiva.

Para mí, es honroso que me hayan asignado la responsabilidad


de prologar esta investigación que, celebro de manera gozosa, como
forma universal del disfrute del jolgorio público; además, manifiesto mi
asombro y júbilo de encontrar un trabajo que tiene todos los méritos
suficientes para ser reconocido, institucionalmente, como un aporte
lúdico del arte de enseñar desde los vectores estéticos y culturales de
nuestra historia. Los cabildos negros de lenguas y nación emergen,
social y antropológicamente, como puentes culturales sobre el mar
del Caribe, el mar de nuestra historia donde navegaron mercancías,
personas, saberes y ante todo la trágica y despiadada diasporización
de los hijos de África en la arena de Cartagena de Indias.

Con este aporte pedagógico, inspirado en la estética y en los


múltiples significados de la cultura festiva, la proliferación de cabildos
que propone la Normal institucionaliza resignificando los cabildos
de fantasía en la prolongación de los fenómenos de discontinuidad
histórica a la solución de una nueva continuidad en la que se confrontan
los cabildos como cofradías de ayuda mutua en el preludio carnavalero
de las celebraciones de la Virgen de la Purificación de Nuestra Señora
de la Candelaria de la Popa. En el calendario de la ciudad ritual que
celebra el 2 de febrero en honor a la advocación mariana, se entronca
con el 3 de Febrero que conmemora la fiesta de los esclavizados con
el santo patrón San Blas, propiciaron el escenario de representación a
modo de teatro callejero los diferentes cabildos negros, de lenguas y
nación que tuvieron asiento en el periodo colonial en la antigua ciudad
en el Barrio Santo Toribio de Mogrovejo (Hoy, San Diego).

Me ratifico en el asombro, curiosidad ejemplarizante de un cuerpo


de docentes que ha sabido darle a la educación un componente
humanístico a través del arte. Asombro porque incita de manera
agradable lo que me muestra cada línea de la escritura; curiosidad por
el sentido y significado de poner en escena lineamientos pedagógicos

10 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


para proponer un tipo de enseñanza en los cambios sociales en los que
educadores y educandos, sumados a los padres de familia y al contexto
urbano, de que la paz también es posible en la representación y
construcción de los juegos de carnaval como forma de teatro callejero,
habida cuenta de que, los sainetes populares encierran en sí mismos,
el profundo significado y sentido de la representación de un teatro
eminentemente festivo.

Enrique Luis Muñoz Vélez


Antropólogo, Filósofo, Escritor y Miembro Fundador
del Instituto Internacional de Estudios del Caribe.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 11


Introducción
LA FANTASÍA DEL TEXTO

La fantasía es una forma musical libre que se distingue por


su carácter improvisatorio e imaginativo, más que por una
estructuración rígida de los temas. Así, permite al compositor
una mayor expresividad musical relajando las restricciones
inherentes a otras formas tradicionales más rígidas…1

Al momento de empezar a escribir el presente texto, ya se había


insinuado su forma. En su composición participan quienes tomamos
las palabras como algo sagrado.

Cada una de las partes de la obra se sostiene en sus tiempos: se


conectan entre sí.

Los escritores como compositores nos desvelamos y develamos


para que los lectores escuchen lo que con sumo cuidado hemos tejido
con palabras: un lamento esclavo, un canto indígena, un gemido en los
tiempos de barbarie y también la música en la fiesta libertaria.

La composición del texto se sostiene con palabras que fluyen, van


de uno a otro momento de las experiencias compartidas. Los sonidos
del texto provienen de sentir en el alma un llamado. Los llamados a
escuchar son quienes de manera estoica, humilde y muchas veces
temerosa, han brotado de la tierra de los ancestros. Y sin embargo, ese

1  https://es.wikipedia.org/wiki/Fantas%C3%ADa_ (m%C3%BAsica). Recurso digital.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 13


mismo llamado se torna alegre, decidido, orgulloso de representar a
una estirpe deseosa de ser lo que somos.

Los sonidos del texto provienen de los lugares encantados que


habitamos como comunidad Normalista. A manera de introito
escuchemos las notas de cada pieza.

El primer capítulo es un preludio que nos lleva y trae la historia


que podemos contar porque la hemos estudiado y vivido. A lo largo
del texto vamos a veces contando y otras cantando, lo que nos hace
diversos en el transcurrir histórico.

El segundo capítulo funciona a manera de fuga. Contamos las


formas de escapar de un poder opresor. Huimos del encierro, vamos
en busca de aquellos lugares prohibidos por la corona de quienes,
como el reyezuelo del Principito, pretenden subyugar con su pesado
traje los anhelos de libertad. Se trata de una lectura de-colonial que
reconoce en los cabildos y en las formas de la diáspora, los palenques
y el cimarronaje, caminos de identidad cultural, memoria colectiva,
salvaguarda de tradiciones y reconstrucción del tejido social.

El tercer capítulo funciona a manera de sonata. Reconocemos allí que


una vez descubrimos el sentido del caos, supimos que aun todo estaba
por ordenar. Entonces fuimos tomando aquello que nos conforma, que
nos hace únicos, infinitos, incompletos, curiosos. Comprendimos que
la organización escolar es como una sinfonía en la cual cada intérprete
y cada instrumento, constituyen el pluriverso.

El cuarto capítulo es de nuevo un alegro. En él quedan liberados los


instintos, lo pagano, lo fúnebre, lo festivo. Las artes desestructuran
el pensamiento esclavo. Cada movimiento de estas piezas señala
con regocijo o tristeza el llamado del tambor, las gaitas, el guache,
la tambora. Y, al lado de estos instrumentos musicales, aparecen
miles de colores, gestos seductores. Logramos pintar el texto hasta
recordar la locura propia de la organización y el orden escolar. De esta

14 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


manera concebimos los procesos de formación, las enseñanzas, los
aprendizajes. La locura del bufón, encima del tambor, se ha convertido
en icono de aquello en lo cual queda convertida la comunidad
Normalista. Nos transformamos en Seres creativos y críticos que dejan
de ser para poder Ser.

El último capítulo, como el final de una sinfonía, es la voz íntima de


los autores: un canto a la alegría. La alegría de encontrar en “ella” a la
mujer que nos canta al oído, nos mece en la cuna y desnuda la infancia.
La alegría del pescador que, entre los sonidos del agua y el viento, va
removiendo sus sueños y nostalgias. La alegría del color que explota
para decirnos que somos principio y fin del sabor caribeño. La alegría
contagiada y contagiosa de quien, desde lejos llega, baja y sube para
guardar en la memoria las imágenes que ennoblecen el espíritu. Las
dos últimas piezas logran mostrar los contextos de ocurrencia de un
proyecto-proceso libertario que se convierte en denuncia del oprobio
que hemos soportado como ciudad y escuela formadora de maestros;
a su vez, anuncia la aparición de una pedagogía cabildante.

El epílogo representa el esfuerzo realizado por todos quienes


habitamos en la Normal. Se trata de una pieza musical que retrata a uno
de sus autores que, al igual que su abuelo materno paisa, actúa como
arriero; algo muy parecido al nómada de hace tiempos que, al ir de un
cueva a otra, se resguarda en su silencio y soledad para tallar sobre las
rocas sus recuerdos y con ello, sus pensamientos y emociones.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 15


Un tono cálido amasado de gritos y de sol
una estrofa negra
borracha de gaitas vagabundas
y de golpes dementes de tambor
el once de noviembre es para los cartageneros,
sobre todo, una fecha carnestoléndica

Jorge Artel
Tomado del periódico El Fígaro,
1940, sin más datos2

2  Entrevista con Enrique Luis Muñoz Vélez, Cartagena de Indias, Marzo 4 de 2018.

16 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


CAPÍTULO 1
TRAS LAS HUELLAS DEL PROYECTO CABILDO

HISTORIA DEL CONCEPTO CABILDO

El concepto de Cabildo se encuentra por primera vez en la edad


media. Juan de Hevia Bolaños, en su obra “Cura Philipica”, lo define
como un ayuntamiento de personas señaladas para el gobierno de la
república, como lo son la justicia y los regidores. Son traídos a América
con el descubrimiento, convirtiéndose en un ente de control de la
corona española; existen registros que datan de 1507, considerándose
este año como fecha de iniciación en el Nuevo Mundo, especialmente
en las Antillas; luego, a Centroamérica. Expresa Juan Lucio Torres que
cuando se fundaba una ciudad, el adelantado designaba entre sus
hombres los regidores y alcaldes que irían a constituir el Cabildo de la
nueva población3.

Enrique Luis Muñoz, plantea que el rastro de los precabildos tiene


el componente político, jurídico y religioso. En lo político pretende
fundir la cultura de occidente con la oriental y se fundamenta en el
derecho romano, en lo jurídico introduce una serie de normas que
van a reglamentar el comportamiento y vivencia del negro en el lugar
asignado; y, en lo religioso, las cofradías o asociaciones de devotos y
laicos que toman nombre de acuerdo con la advocación que ellos, como

3  TORRES, Juan Lucio. El español como soldado argentino: Participación en las campañas
militares por la libertad e independencia. Ediciones de la Torre. Madrid. 2014.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 17


membrecía, elijan4. De una u otra forma, los cabildos eran instituciones
que se creaban a la par de la fundación de una ciudad, eran importantes
porque representaban a la comunidad y su nombramiento dependía
de esta; es decir, el cabildo se ocupaba del gobierno y administración
de las ciudades. Los miembros del Cabildo recibían el cargo de regidor
y duraban un año en él.

Plantea Muñoz Vélez que “Los cabildos negros, de lenguas y nación,


son el resultado de la política de control del gobierno colonial español;
nunca una organización africana de formación de combate, resistencia
y lucha militar de confrontación. Ellos surgieron en el seno de las
catedrales de Sevilla y Toledo en 1390, como estrategia de poder de
control a través de censos y empadronamientos, para saber cuántos
eran y cómo estaban ubicados y en qué tipo de vivienda para así, saber
qué hacían y facilitar su adoctrinamiento religioso, de allí se desprende
la comprensión de darles licencia para sus bailes y fiestas, pero a su
vez, signado por el santoral Católico”5.

Por otro lado, en el diccionario de términos históricos y afines6 , se


define el cabildo como una corporación para el gobierno municipal,
original de Castilla y extendida a América; era una de las escasas
estructuras que permitía la expresión del sentimiento autóctono y su
representación, puesto que las instituciones coloniales, en general,
tendían a la centralización y a la dependencia de la Península.

Todos los investigadores de las huellas del negro en América


coinciden en afirmar que el concepto cabildo es traído de España
con los conquistadores y cumplen una función administrativa. En
cuanto a Muñoz, plantea que en Toledo existía dentro de las cofradías,
la cofradía de negros donde la iglesia realizó un amplio proyecto de
evangelización a través de villancicos, cánticas, jarchas y endechas7. Es

4  Muñoz, Enrique Luis. Cabildos festivos en Cartagena. Pg. 5.


5 Ibíd.
6  CHORDÁ, Frederic y otros. Diccionario de Términos Históricos y Afines. Ediciones Akal S.A.
Madrid. 2012.
7  MUÑOZ, Enrique Luis. Cabildos festivos en Cartagena, pg. 4.

18 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


decir, que en España ya existía un lugar donde confinaban a los negros
para evangelizarlos, papel que fue asignado a la iglesia, y en América
van a realizar la misma labor en barracas.

CABILDOS NEGROS DE LENGUAS Y NACIÓN

Como resultado de la reducción de mano de obra indígena, los


españoles recurrieron al uso de la fuerza esclava negra, para ello,
empezaron a traer negros africanos cazados como animales y
comercializados, dando así al surgimiento del negocio de compra y
venta de esclavos que llegaban por centenares. Las condiciones que
vivieron durante su cautiverio y viaje a América eran desfavorables;
un alto índice de ellos morían por razones diferentes como heridas
en cuellos, piernas o brazos por los grilletes que los aprisionaban; por
hambre, debido al mal trato que recibían; por hacinamiento en los
sitios de reclusión tanto en África como durante el viaje, y luego en las
barracas donde eran confinados para su comercialización.

Eran hechos prisioneros o cazados por blancos expertos en estas


actividades, o como resultado de luchas intertribales, donde el mismo
negro se convertía en enemigo de su hermano de raza sin saber el futuro
que les esperaba en América; de esta manera, entraron a estas tierras los
negros esclavos de variadas regiones africanas, dentro de ellos jóvenes,
mujeres y hombres fuertes, seleccionados para los trabajos pesados.

Nicolás del Castillo, comenta que, hasta mediados del siglo XVI,
el grupo predominante de negros en Colombia es el Yolof, arrancado
de Senegambia; para la mitad del siglo XVII, son mayoría las gentes
de Angola y Congo; de allí, hasta las primeras décadas del siglo XIX,
figura la costa central llamada en ese tiempo Costa de Esclavos; con
predominio de los grupos Arará, Mina y Carabalí y de nuevo las regiones
del Congo y Angola. De allí, que para el siglo XVIII, el predominio de
Ararás, Minas y Carabalíes se manifiesta en los cabildos8.

8  Citado por Friedemann en FRIEDEMANN, Nina. Cabildos negros: Refugios de Africanía en


Colombia. Universidad Católica Andrés Bello. Editorial Arte. Caracas, 1988. Pg. 5.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 19


Fernando Ortiz hace una descripción y estudio etnográficos de los
africanos, por lo que en este escrito, se tomará solamente los que
relaciona del Castillo:

Yolof: Senegaleses de color de ébano, eran aguerridos, belicosos,


difíciles de gobernar, aunque excelentes cuando no eran indisciplinados.
Son esos mismos negros valerosos que los franceses usan en sus tropas
coloniales9.

Arará: es una palabra yoruba que significa enano; según Ortiz, los
ararás son una especie de lucumís. Considera que eran dóciles, buenos
labradores y poco sensibles a la esclavitud porque habían nacido en ella.

Minas: Pueblo de la Costa de los Esclavos, al suroeste de Dahomey.


Elmina fue la más antigua factoría negrera, visitada por Colón antes de
su viaje a América. Los minas fueron en gran número dominados por sus
vecinos orientales, los achantis, y vendidos por éstos a los negreros10.

Carabalí: Natural de Carabal, se le llama así en vez de calabares o


calabarís, por corrupción de la voz inglesa Kalbary. Sabido es que la
trata estuvo antiguamente en manos del inglés y, de esta lengua se
derivaron muchas voces de la jerga de los negreros11.

Congo: Lo llamaron Monicongo durante el siglo XVI, y monicongos a


sus hijos. Los Congos son fuertes, pero tímidos y extravagantes, dados
a la insubordinación y al reposo excesivo, no sienten entusiasmo por
la libertad, holgazanes por naturaleza y no ociosos por voluntad,
están inclinados siempre a la desocupación sin aspirar a progresos y a
comodidades12.

9  ORTIZ, Fernando. Los negros esclavos. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1996. Pg. 42.
10  Ibíd, pg. 33.
11  Ibíd, pg. 25.
12  Ibíd, pg. 45.

20 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Angola: Región del sur del Congo. Los Angola eran robustos y hábiles,
también muy queridos. De ellos se decía que despedían al sudar un olor
intensísimo tan desagradable que los distinguía de los de otra nación13.

Mandingas: Raza negra, la más extendida en el África superecuatorial.


Ocupa toda la costa desde el Senegal hasta Liberia, y se extiende al
interior por el norte de ésta hasta el país de los achantis14.

La introducción de los negros esclavos a América durante los


primeros años del descubrimiento hizo necesaria la obtención de
una licencia como medida fiscal; estas licencias se otorgaban para
esclavos tanto blancos como negros. Al lado de las licencias se pueden
encontrar los asientos. Las licencias era el permiso concebido por el
rey para llevar uno o muchos negros a las Indias. El asiento o asiento
de negros fue un contrato de derecho público, sinalagmático, por el
cual un particular o compañía se obligaba con el gobierno español a
sustituirse en el lugar de éste en la administración del comercio de los
esclavos negros15.

El valor de los esclavos variaba de acuerdo con su procedencia,


estado de salud, aspecto físico; por ello, eran divididos en clases: Piezas
de Indias, mulecones o muleconas y muleques o mulecas.

También se dividían en bozales, ladinos y criollos. Los bozales eran


los venidos de África cuando aún no conocían nuestra lengua, es decir,
hablaban en su idioma; el ladino se le llamaba a los que hablaban
nuestra lengua; y el criollo a los nacidos en América, y los hijos de estos
eran rellollos. Se llamaba bozalón al bozal torpe16.

Al igual que Cuba, Cartagena fue receptora de negros traídos de


África; travesía agotadora y mortal para estos esclavos que viajaban

13  Ibíd, pg. 45.


14  Ibíd, pg. 32.
15  Ibíd, pg. 48.
16  Ibíd, pg. 110.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 21


en condiciones inhumanas, donde en el mejor de los casos, la mayoría
moría por diversas razones; respecto a ello, Friedemann17 plantea que
la cantidad de esclavos que llegaban al puerto y su situación física,
debió proporcionar la instauración de los cabildos que en ese momento
rememoraban el espíritu de ayuda mutua de las cofradías de africanos
en España, que existían desde el reinado de Enrique III, y a finales del
siglo XII y comienzos del XIII. En Cartagena iniciaron como enfermerías
populares y prontamente empezaron a llamarse Casas de Cabildo;
ubicadas cerca al mar; eran barracas húmedas, fangosas, calurosas y
antihigiénicas.

Partiendo del hecho de que en África se seleccionaban a los más


jóvenes y de mejor condición física porque de allí se derivaba un mejor
valor de venta, tanto los traficantes de esclavos como las autoridades
en América, utilizaron la estrategia de separarlos de acuerdo con
sus regiones de origen debido a que de esta manera se evitaban el
enfrentamiento entre tribus. Esta medida favoreció a los esclavos
puesto que los cabildos se convirtieron en refugios y preservación de
sus culturas; al respecto dice Nina18 que sostener que al pisar las costas
americanas el africano dejó atrás sus dioses, sus sueños o los cuentos
de sus abuelos, se ha tornado un imposible. Los cabildos de negros
sirvieron para transmitir música, creencias, costumbres y ritos de los
grupos originarios. Borrego Pla19, comenta que en 1693 ya existían
en Cartagena de Indias Cabildos arará y mina, y entre 1770 y 1780
agrupaciones de congos, mandingas, minas y carabalíes.

Como dato historiográfico, es importante resaltar que para 1791


se celebraban fiestas que ya tenían visos de carnaval y en las cuales
participaban esclavos de Cartagena, Mompox y Magangué; y en las
primeras décadas del siglo XIX se encontraban en las fiestas de la

17  FRIEDEMANN, Nina. Cabildos negros: Refugios de Africanía en Colombia. Universidad


Católica Andrés Bello. Editorial Arte. Caracas, 1988.
18  Ibíd; pg. 4.
19  Referenciada por Nina Friedemann, pg. 11.

22 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Candelaria y se extendían hasta el domingo de carnaval que era cuando
salían los cabildos con su rey y su reina20.

Estas festividades con el aporte del negro se pueden detectar


en las fiestas de Sevilla y Toledo donde se realizaban dos tipos de
celebraciones, una católica y una pagana; la iglesia consideraba pagana
a toda celebración por fuera de su fe. Las expresiones culturales de
los negros tenían que ver con lo no sagrado y las consideraban una
farsa21. Así, en Cartagena, los cabildos son reuniones de negros y negras
bozales en casas destinadas al efecto, los días festivos, en que tocan
sus atabales y tambores, cantan y bailan en confusión y desorden con
un ruido infernal y eterno, sin intermisión; es una sociedad de pura
diversión y socorro, con su caja, capataz, mayordomo, rey y reina; por
eso también se conocieron como sociedades-reinados22.

Muñoz precisa que en el censo y padrón de 1777 de Cartagena, los


cabildos estaban ubicados en el barrio colonial de Santo Toribio (hoy
San Diego), éstos fueron los cabildos Luangos, Araraes, Jojoes, Congos,
Mandingas, Minas, Chalaes y Carabalíes23. Y en las primeras décadas del
siglo XX, las celebraciones de juegos de cabildo en los desaparecidos
carnavales de Cartagena está relacionada con los cabildos de San
Diego, Getsemaní, El Toril, El Boquetillo, Pekín, Pueblo Nuevo, Lo
Amador, El Espinal, Torices y la Quinta24, todos ellos giraron en torno a
las celebración de la virgen de la Candelaria de La Popa.

Daniel Lemaitre Tono, en sus “Corralitos de piedra” referencia los


cabildos que existían en Cartagena entre el final del siglo XIX y principios
del XX, ellos son los de Mandingas, Congo, Mondongo, Congofino, Jojó
y Carabalí25.

20  Friedemann, pg. 12.


21  Muñoz, pg. 6.
22  Ibíd, pg 12.
23  Ibíd, pg. 19.
24  Ibíd, pg. 27.
25  Ibíd, pg. 37.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 23


Profesoras Luisa Balseiro y Aracelis Mora, Matronas del Cabildo Normalista. Puesta en
escena, año 2010. Fuente: Foto de Luis reyes C.

Aspecto de la danza “Proyecto ambiental Mangle”, puesta en escena del año 2005.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

24 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Bufón Harold Carrillo y Pedro Vergara. Preparándose para la toma del Centro
Comercial Los Ejecutivos, año 2015 y Gabriel Marín, Bufón infantil. Fuente: Foto de
Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 25


Danza infantil de bufones, puesta en escena del año 2014. Fuente: Foto de Luis Reyes C.

El Coordinador Marcos Luis L’Hoeste disfrazado de bufón para la puesta en escena del
año 2015. Fuente: Foto de Luis Reyes C.

26 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Aspecto de una madre alimentando a su bebé mientras acompaña a la versión
Cabildo del año 2016. Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Disfraces del toro y el burro en la puesta en escena de Cabildo, año 2015. Fuente: Foto
de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 27


Banda Show de la Escuela Normal.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Ritual juvenil, puesta en escena del año 2014.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

28 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Grupo de teatro de la ENSCI, puesta en escena “Alzados en almas” versión del Cabildo
del año 2017. Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 29


PRELUDIO: LOS SENTIDOS DEL CONCEPTO CABILDO

La voz de Enrique Luis Muñoz se toma para distinguir y relacionar los


sentidos de los cabildos con el proyecto normalista de insistir y persistir
en un trabajo festivo cuyo camino es la paz de Colombia. Muñoz, desde
la voz de José Martí, evoca muy bien la diferencia de asumir tal destino
para contraponerlo al de quienes marchan en vía contraria:

“En el fondo caminan dos hombres, uno que va por una acera
amando y construyendo y otro que viene en contravía odiando
y destruyendo… quien ama y construye está en el proceso de la
paz, quien viene en contravía odiando y destruyendo es un actor
de la guerra”26.

Se hace indispensable vislumbrar los momentos históricos en que


se encuentran y desencuentran indígenas, españoles y africanos. Los
cabildos en Colombia tienen un componente indiano insoslayable,
dada su existencia previa a la irrupción española; Muñoz lo planteó así:

El concepto de cabildo, desde la instancia política, es lo


administrativo jurídico que vincula a la municipalidad o a la
ciudad donde ésta tiene una concomitancia de cogobernalidad;
entonces, a eso hay que diferenciarlo del concepto de cabildo
Indiano en una población como la colombiana en la que aún
perviven 67 lenguas aborígenes.27

El cabildo indiano, a diferencia del cabildo de negros, surgió en


el seno mismo de sus propias organizaciones sociales en el período
precolonial, como una forma de oponerse al control económico
hispánico; tiempos después, los cabildos indianos asumirían las
formas organizativas de la impronta hispánica, según se puede inferir
de lo dicho por Muñoz:

26  Entrevista con Muñoz Vélez, ibíd.


27 Ibídem.

30 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Entonces ese concepto de cofradía es vital para dentro de ese
desarrollo conceptual hacer una diferencia específica entre
el concepto de cabildo hispánico administrativo jurídico y
el concepto de cabildo como agrupamiento indiano para
protegerse de las medidas económicas y políticas del sistema
que los oprime.28

Lo que la Historia oficial ha querido denominar encuentro entre


culturas, a partir de la llegada de España a América, es más bien un
enfrentamiento que mediante formas de opresión, pretendió borrar
la historia de las culturas preexistentes en el territorio de la Nueva
Granada. Cuando España pisa suelo americano, lo hace desde su
condición de imperio e instaura la colonia. En su propio suelo, ya
España tenía toda una historia de maltrato a las naciones africanas; la
voz de Muñoz resuena para que se escuche el lamento esclavo:

… el Arcediano era la máxima representación de una iglesia para


esta campaña que indudablemente tiene algo de evangelización
pero que también tiene un sentido de asistencia al socorrer al
semejante, porque en Sevilla la gente se moría en las calles los
negros del hambre, de las enfermedades…Porque para esa época
siglo XIV, siglo XV, XVI había una alta masa poblacional negra en
toda Andalucía, es más, hay varias crónicas de la época tomadas
de escritores serios, Cervantes, Calderón de la Barca, Lope de
Vega; quedan asombrados de la alta carga negra poblacional que
hay en toda Sevilla…29

Desde el concepto de cofradía, se puede entender el concepto de


cabildos como un encuentro entre prójimos; personas reunidas para
aliviar el dolor, para contarse historias, hablar en lenguas diversas y
traer a la memoria costumbres y tradiciones imposibles de borrar.
Dicho encuentro se hace entre extraños que se vuelven semejantes.
Deja de primar el lugar del avasallador, del victimario y aparece aquel

28 Ibídem.
29 Ibídem.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 31


que reconoce en el otro a un legítimo otro cuyo lenguaje dice acerca del
sufrimiento y también de la alegría, de la fiesta, la máscara.

Desde las ideas de Muñoz Vélez hay que diferenciar el uso de la


máscara. Una es la máscara del déspota y otra la del actor festivo;
bastan las palabras del interlocutor para reconocer la primera: “El
filósofo francés Gilles Deleuze para cuestionar a un político en Francia le
dice de manera contundente que él de tanto utilizar la máscara perdió
la identidad de su propio rostro”. La otra máscara, la de los autores y
actores festivos de Cartagena y de la Normal en particular, corresponde
al profundo sentido dado por Muñoz a los acontecimientos históricos en
que el hombre, como, homo ludens, se transforma en rebelde creativo:

Por eso se habla del teatro de operaciones militares; ( ) la guerra


articula en el escenario de la muerte el teatro de operaciones
militares, eso se conmemora. Lo que se celebra es la inauguración
del teatro festivo o lúdico donde surge la máscara ya no para
esconderse del enemigo y no te descubra como actor político sino
para esconderse de los espectadores y demás sujetos celebrantes
de la fiesta de la alegría, del jolgorio; es guindar la máscara de la
tragedia y el acto de la vida cotidiana para enrostrarse la máscara
del goce festivo como derecho universal a la alegría.30

El engarce histórico entre los tres sentidos de cabildo mencionados,


esto es, el cabildo de origen hispánico, el indiano y el de negros de
lenguas y nación, tiene como propósito tomar elementos identitarios
para comprender la diversidad étnica en Cartagena. La prevalencia de
una población de origen afro se conjuga con la diversidad cultural que
hace presencia en la ciudad. Desde las fiestas del 11 de Noviembre se
puede apreciar que una vez explota el ethos carnavalero, todo se funde
sobre la tierra de la Virgen de la Candelaria, la mujer que cual diosa
africana atrae a los suyos porque se les parece; tal consideración toma
su forma desde la devoción de Muñoz Vélez:

30 Ibídem.

32 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


La patrona para el pueblo es la candelaria y para casi todo
el mundo. Pero en verdad la patrona de Cartagena no es la
Candelaria, el patrón es San Sebastián de Ternera. Lo que pasa
es que Cartagena de acuerdo con los censos y padrones ( ) estaba
ya ennegrecida… y el hombre asocia sus pertenencias a lo que
se le parece, a sus propias entrañas. Los candelabros que con su
luz glorificaban a la Candelaria la terminan de quemar; por eso
es la virgen morena, la virgen de las candelas… Purificación de
Nuestra Señora de la Candelaria de la Popa, porque se purificaba
a partir del fuego y la piel de la mayoría de la población es
quemada por el sol.31

Muñoz habló de las fiestas novembrinas desde lo carnavalero, para


diferenciar entre conmemorar y celebrar:

Ahora bien, en lo que compete a nosotros el hombre


enmascarado ya no es él; él va en el mundo festivo a celebrar
los actos que conmemora el pasado, es ir a la memoria de otra
manera, con alegría suma por el acto conquistado. En mi libro
Cartagena festiva del once de Noviembre y sus signos culturales
hago un análisis hermenéutico y semiológico a raíz de la primera
celebración de las fiestas del 11 de Noviembre. Pero ojo, esta
celebración nace de la conmemoración, se conmemora el acto
libertario que produjo muertos y uno no puede celebrar los
muertos, uno los conmemora por respeto a la dignidad de la vida
independientemente sí son mis contradictores o son los soldados
de mi propio ejército.32

Lo carnavalero del cabildo de la Normal es una burla, mofa, befa


que irrumpe en Cartagena para criticar el poder colonial en todas sus
formas, que se niega a desaparecer. Con ello, como se puede inferir de
lo dicho por Muñoz, moriremos de la risa:

31 Ibídem.
32 Ibídem.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 33


“O sea, ahí está el actor carnavalero no el carnavalesco, porque
el carnavalesco se burla hasta que el otro entienda el sentido
de la burla como lo propone en el Nombre de la Rosa Humberto
Eco… La risa subversiva, ¿de qué te ríes?; por eso el humor en la
dictadura molesta y por eso mataron…”33

Para comprender el sentido histórico de las fiestas del 11 de


Noviembre en relación con los sentidos de cabildos, Muñoz señaló la
línea de continuidad entre éstas y las fiestas de la candelaria:

La fiesta más importante en toda la colonia fue la Candelaria.


El preludio del carnaval de Cartagena son las celebraciones de
religiosidad popular de la Candelaria de la Popa, y los cabildos
aparecen en ese mundo festivo, dándole nacimiento y por
extensión yo diría que, al debilitarse el carnaval cartagenero,
el 11 de Noviembre articula en su seno celebratorio elementos
carnestoléndicos, pero resignificando contenidos. Por la misma
decadencia del antiguo carnaval cartagenero, al irrumpir las
festividades carnestoléndicas en Barranquilla, el de la ciudad de
Cartagena se debilita; mientras aquel se robustece; entonces va
cogiendo fuerza el 11 de Noviembre con todos los componentes
sígnicos que articula de la vieja tradición carnestoléndica a
mediados de 1860, en la que se puede leer entre líneas una
frontera temporal entre el carnaval de la ciudad y el carácter
político novembrino que renace con signos, símbolos y códigos
teológicos heredados de la fiesta de la carne. Los signos claros
de ese carnaval son retomados por el 11 de Noviembre a modo
de préstamo teológico en el contexto político de las fiestas de
independencia de la ciudad.34

Una acotación de Muñoz, dilucida la disyuntiva de escoger entre las


denominaciones Fiestas del 11 de Noviembre y Fiestas de la indepen-
dencia que, a su modo de pensar, no operan como nomenclaturas exclu-
yentes, sino como complementos de un hecho histórico:
33 Ibídem.
34 Ibídem.

34 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Mira volviendo a tu trabajo donde tú eres un componente de
ese cuerpo maravilloso de docentes que van a crear para la
posteridad una memoria, Jorge Artel a raíz de esta discusión
que la considero muy desgastada de que si las fiestas son del
11 de Noviembre o si son de la independencia, son términos
alternativos en donde lo uno implica lo otro. La historia define
un espacio y un tiempo, el espacio es el escenario de Cartagena,
el tiempo es el 11 de Noviembre de 1811 a las 11 de la mañana.
¿Qué se produjo en esa fecha histórica?: La independencia.35

El cabildo de la Normal funciona a modo de movimiento


independentista de la Escuela como contexto sociocultural que
revoluciona el campo educativo; la lectura que ha hecho el Dr.
Enrique Muñoz pinta muy bien el cumplimiento de los propósitos de
la apuesta formativa en nuestra institución: “Ustedes como Normal
están implicados en ese constante cambio a partir de la lúdica como la
enseñanza que transforma y promueve una nueva sociedad”.36

RESEÑA HISTÓRICA DEL PROYECTO CABILDO

Narrar las problemáticas que subyacen en las dinámicas de


configuración y desarrollo del cabildo de la Escuela Normal superior
de Cartagena de Indias, convocó a los colegas Aury Lozano, Nereida
González y Alcides Rafael Mendoza a presentar algunas consideraciones
en cuanto a la formulación de una pregunta problematizadora,
elaboración de una justificación válida y prospectiva, además de unos
objetivos que permitieran abordar un proyecto pedagógico y cultural.
Al respecto, ellos hacen los siguientes planteamientos:

El contexto escolar del cual se parte, lo ubicamos en la Concentración


Educativa Alberto Elías Fernández Baena, que para esos tiempos era el
lugar donde funcionaba la entonces Escuela Normal Nuestra Señora
del Carmen. Hacia el año 1995, la problemática de la educación en la

35 Ibídem.
36 Ibídem.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 35


Normal se evidenciaba en las prácticas pedagógicas tanto del docente
en ejercicio como del maestro en formación. Consideremos cuál es su
formulación:

• Deficiente apropiación del contexto simbólico de la historia y las


tradiciones culturales de Cartagena, lo cual no les permite sentir
a nuestra ciudad como suya. Estas carencias de pertinencia y
pertenencia histórico-cultural les impide identificar y ejercitar
actividades cívicas, artísticas y culturales propias.
• La poca apropiación de nuestro mundo identitario conlleva a la
superficialidad, a la imitación insulsa de lo foráneo y al desinterés
y precario compromiso con lo nuestro. No existía en ellos una
conciencia y un conocimiento claro sobre lo que significaba
patrimonio, tampoco sentían a Cartagena como suya.
• La falta de significación y valoración por la semiología urbana y
cultural de Cartagena y su territorio de influencia.
• Al abrir espacios para las expresiones y manifestaciones de sus
preferencias en cuanto a lo artístico y cultural se observaba
mucha superficialidad y poco conocimiento de las expresiones
vinculadas con su pasado.
• La falta de civismo era frecuente generando una indiferencia por
parte de todos los miembros de la comunidad educativa respecto
a las relaciones humanas y al cuidado del medio ambiente. Se
hacía explicito el irrespeto, el descuido, la destrucción del paisaje.

La consideración de las problemáticas que afectaban las prácticas


pedagógicas de los actores del proceso educativo, ocurrió en un
momento en el cual, las fiestas de independencia de Cartagena
entraron en crisis. Por aquellos tiempos existía la determinación por
parte de la Normal de defender la tradición festiva y sobre todo, de
actuar de manera crítica respecto a una imagen de Cartagena como
ciudad maquillada por el Reinado Nacional de belleza y mostrada por
un canal de televisión que ha mantenido el monopolio de lo que se
muestra o no respecto a la ciudad.

36 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Desde tal realidad, los autores del texto insisten en la necesidad de
empoderar a los estudiantes y maestros para que el acto educativo
corresponda a una mirada otra de concebir la relación entre escuela,
cultura y pedagogía. Después de lo relatado, ellos concluyen:
Consideramos que se hace necesario hoy y siempre que el niño, el
joven, el pueblo viva su propia cultura para luego sí, conocer otras.
Es indispensable crear conciencia colectiva acerca de los objetos,
instituciones y actividades de la cultura y en todo aquello en lo cual
hay incorporado un valor humano, algo que forma al ser.

Para aprehender el concepto de cultura es necesario reconocer el


significado histórico de unos jardines, un cultivo, una máquina, una
estatua lítica, las instituciones políticas, las creencias religiosas, las
ideas científicas, las expresiones artísticas y las prácticas sociales,
las tradiciones, el folclor, los mitos, leyendas, entre otros. Para
formar a nuestros estudiantes se requiere crear una conciencia real
de las hechuras humanas. Una educación liberadora, como la que se
propone en y desde el Cabildo, requiere de educadores que aprendan y
enseñen a construir su propio ser y construyan su identidad. Que entre
ambos creen las condiciones para acercarse con confianza, aprecien e
investiguen el quién soy, el qué hago y para dónde voy.

Después de estas consideraciones estos maestros se detienen para


proponer una pregunta que oriente y permita investigar las dinámicas
e incidencias del cabildo, visto desde una perspectiva investigativa a
partir de la vida escolar y desde una mirada pedagógica:

¿Cómo construir espacios democráticos que posibiliten el


rescate de costumbres, valores, tradicionales ancestrales, el
folclor y la memoria colectiva de la Costa Caribe para fortalecer
la comunicación, la participación, la identidad cultural en la
Escuela Normal Superior de Cartagena de Indias?

La validez del ejercicio investigativo lo validan a partir de la siguiente


justificación:

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 37


A través del Proyecto cultural y pedagógico, el Cabildo busca crear
espacios de participación ciudadana que permitan el fortalecimiento
de nuestra identidad cultural, la concientización, valoración,
sensibilización, identificación, significación, conceptualización y
resignificación de nuestro pasado en la medida que fomentemos
acciones educativas que conlleven a la indagación, reflexión y difusión
de valores históricos, personalidades, lugares, costumbres y saberes
populares en todas las esferas de la vida comunitaria.

Conocer nuestras propias raíces es fundamental para la formación


de maestros. De esta manera llegaremos a ser creativos, y críticos en
nuestra propia práctica pedagógica. Las prácticas pedagógicas y, por
ende, nuestro sentido de práctica de vida social nos permitirá alcanzar
el ideal de desarrollo humano y de nuestras comunidades. Sobre todo
de Cartagena como Patrimonio Histórico y cultural de la humanidad.

Desde el Proyecto Cultural Cabildo se propone el desarrollo de


proyectos comunes que propicien la interdisciplinariedad, una alta
motivación, imaginación, fantasía, curiosidad, deseo por aprender,
compañerismo, compromiso y responsabilidad hacia la producción
y transformación del entorno y el tan anhelado diálogo pedagógico
generador de una cultura de proyectos.

Finalmente, para dar forma al proyecto Cabildo de nuestra


institución se hacía necesario plantearse tanto un objetivo general,
como los respectivos objetivos específicos que focalizaran todas las
acciones que hicieran posible la vida de dicho proyecto. Los autores
propusieron:

Objetivo general:

Construir identidad Cultural de la región Caribe a través del rescate


y la comunicación de la memoria colectiva a partir de las costumbres y
tradiciones cartageneras.

38 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Objetivos específicos:

• Identificar, recuperar y valorar las tradiciones orales, historias,


mitos, leyendas y celebraciones de la Ciudad de Cartagena y sus
alrededores para fortalecer la comunicación, la recreación sana y
el disfrute individual y colectivo.
• Propiciar el sentido de pertenencia hacia la ciudad, su historia,
y su preservación como patrimonio histórico y cultural de la
humanidad.
• Orientar la formación del maestro como agente de cambio hacia
la valoración cultural a partir de nuestras costumbres ancestrales.
• Abrir espacios académicos que permitan el enriquecimiento
pedagógico y cultural para transformar los problemas cotidianos
del contexto en objetos de indagación, investigación y reflexión.

El equipo de maestros que inicialmente se interesó y decidió


plantearse el proyecto Cultural y pedagógico Cabildo, se detiene para
narrar nostálgicamente cómo fueron sus inicios, sus dificultades, su
recorrido, sus afujías y satisfacciones; este grupo quijotesco, al respecto
nos cuenta:

Una bella mañana del mes de octubre de 1.994 después de


haber terminado una actividad cultural, tres maestras de primaria,
la profesoras: Luisa Balseiro, Mirta Sáenz y Ana Carmela Múnera se
sentaron a conversar en las bancas situadas debajo de los bellos
y frondosos árboles de la Concentración Educativa Alberto Elías
Fernández Baena, lugar donde funcionaba la Normal. Iniciaron
haciendo un comentario sobre el día de la raza, actividad que se
acababa de realizar. Llegaron a la conclusión de que a las actividades
culturales había que buscarles un mayor sentido y que no se dieran
solamente para cumplir un cronograma a nivel institucional. Ellas
pretendían con su reflexión provocar un cambio de actitud en los
estudiantes, atendiendo al rescate de la identidad cultural del
hombre caribeño.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 39


La profesora Luisa Balseiro y la coordinadora Araceli Mora conocían
el Cabildo de Getsemaní. Al valorar el sentido de pertenencia que este
provocaba en los habitantes del Barrio Getsemaní, decidieron ponerle
al proyecto el nombre de Proyecto Cultural Cabildo.

Con la asesoría de Gimani Cultural, organización del barrio


Getsemaní, en el año 1995 se inició el proceso de rescate de tradiciones
y reconstrucción de identidad a través de la comunicación y la
participación democrática. Para ello crearon un espacio de expresión
de la cultura local, regional y nacional que permitiera la reflexión
acerca del legado cultural de nuestros pueblos caribeños. Para tal
propósito fueron apoyados por investigadores como Edgar Gutiérrez,
Nery Guerra, el poeta cartagenero Pedro Blas Julio y otros, que se
dedicaban a escribir sobre los Cabildos.

Es de anotar que eran frecuentes los talleres, jornadas pedagógicas,


conferencias, visitas y entrevistas con historiadores, escultores y
folcloristas reconocidos para fundamentar el quehacer cultural de la
Escuela Normal Superior Cartagena de indias.

Ellos se emocionan cuando cuentan cómo fueron apareciendo los


primeros frutos de la aventura emprendida:

La primera exaltación en la recuperación del sentir festivo de la


ciudad consistió en desempolvar de los archivos de la gran folclorista
desaparecida Delia Zapata Olivella, la danza ritual del Cabildo.
Representar el ritual de Cabildo implicó conocer el respectivo decreto
de antaño e interpretar el repique de tambores que se realizaba al
empezar la lectura del edicto; de igual manera, se requería la vestimenta
de la época, siglo XVIII, y el significado histórico que para las etnias
africanas, tenía este ritual. La recuperación de las tradiciones lúdicas
y festivas de los sectores populares nos iba a permitir conocer y sentir
las manifestaciones culturales propias y enseñárselas a los futuros
maestros en un proceso vivencial y transformador del contexto.

40 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Y aparece la primera representación escénica del cabildo, se le
ponen paticas para andar: las ideas, los imaginarios se concretizan
por primera vez y esto llena de orgullo a los gestores, a los pioneros de
nuestro cabildo; al respecto relatan:

En el año de 1995 se lanzó por primera vez el proyecto Cultural con


su primera puesta en escena y como escenario se hizo el recorrido
por el barrio El Bosque. Fue en ese momento cuando el Doctor Edgar
Gutiérrez (Q.E.P.D) gran promotor de la cultura, pasaba en un bus
de Bosque y fue tanta la alegría que sintió al ver la gran población
estudiantil vestida de colorines, representando diferentes danzas,
que se motivó a bajarse del bus y nos siguió hasta llegar al Fernández
Baena. Fue así cuando Edgar subió a la tarima y desde allí dio su aporte
académico y reconoció la importancia del evento.

El éxito de la primera vez motivó a toda la comunidad educativa a


comprometerse y participar desde distintos lugares y desde distintos
niveles en la organización y realización de nuestro evento magno,
se vinculan por primera vez los niños; por eso, estos educadores
germinadores nos lo relatan con entusiasmo:

En el año 1996 se conformó el cabildo infantil integrado por reinas,


diosas, matachín y cabildantes de la básica Primaria. La reina elegida
fue la niña Tatiana Arzuza, Bufón infantil Rodolfo Parra y diosa Africana
Mónica Urriola Altamiranda. También se escogió democráticamente
la reina juvenil Mayerlis Barrios Puerta. Esta hermosa representante
de la raza negra, al lado del bufón Harold Carrillo, empezaron desde
muy temprano a representar sus personajes; Harold actuaba de tal
manera que asombraba, deleitaba y entusiasmaba al público por sus
cualidades actorales innatas.

Comienzan entonces a aparecer las preocupaciones étnicas


culturales que ameritan una mirada sociopolítica y pedagógica,
merecedora de un proceso investigativo:

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 41


La dedicación inicial del proyecto se concentró en indagar sobre
las organizaciones sociales negras desde el siglo XVI en la forma
como manifestaban su cultura, escogiendo principalmente las danzas
que conformaban el alma de su raza. Así, de año en año, fueron
apareciendo en nuestra Escuela las Danzas Ancestrales de Cabildo
(Garabato, Cumbia, Mapale…) rescatando su historia, coreografía,
vestimenta etc. y buscando una formación pedagógica pertinente. Se
le mostró a la ciudadanía Cartagenera el goce estético que producen
las habilidades dancísticas de los niños y jóvenes en cada celebración
de la independencia de Cartagena.

En este recorrido cronológico de la vida de nuestro cabildo,


aparecen las primeras relaciones interinstitucionales con otras
escuelas y organizaciones sociales. Se comienza a pensar en la
semiótica de las manifestaciones culturales, se discute dónde,
cómo y cuándo escenificar el proyecto cultural; igualmente se inicia
el proceso de evaluación y los impactos que va originando en la
ciudadanía y en los entes oficiales. Este proceso es analizado hasta el
año 2003, al respecto aparece por escrito el siguiente relato:

En el Año de 1997 nos acercamos a la escuela La Milagrosa,


Institución dedicada a la formación y recuperación del patrimonio
cultural de los cartageneros, situada en el centro del barrio Getsemaní.
De la mano de Gimani cultural mejoramos la calidad estética de las
manifestaciones culturales: coreografía, vestuario, percusión, etc. Nos
Integrarnos ambas instituciones pues tenemos propósitos comunes.
Pudimos aprovechar el conocimiento de gestores culturales dispuestos
a compartir generosamente sus conocimientos.

En el Año de1998, como símbolo de Cabildo, escogimos una gran


pollera de cumbianbera que representara lo festivo de nuestra raza
y en cada pliegue mostramos todo el quehacer del proyecto: Música,
historia de Cartagena, cuenteria, artes plásticas, teatro, literatura y
danza.

42 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Surgió la propuesta de mostrar el cabildo de la Normal superior
en la convocatoria nacional de proyectos “Foro feria escuela siglo
XXI”, realizado en Bogotá. Viajó un grupo numeroso de miembros de
la comunidad escolar para cumplir con este propósito. Se compartió
integradamente con representantes de experiencias significativas de
todos los departamentos. Fueron cinco días en el quehacer artístico y
cultural y desde el stand de la Secretaria de Educación del Departamento
de Bolívar, cuyo lema fue “Dejando Huellas”, se materializó nuestra
propuesta dancística iniciándose con el proyecto Danzas ancestrales
de Bolívar.

En el Año de 1999, resaltamos con satisfacción el impacto que el


proyecto cabildo había tenido en la ciudadanía: El ritual de Cabildo
presidió los eventos gubernamentales tales como la apertura del
Consejo Distrital, lectura del Acta de Independencia en el Centro de
Convenciones, al inicio de las festividades Novembrinas. Fuimos
nombrados como la primera corte del cabildo de Getsemaní en su
recorrido tradicional, y orientamos las actividades culturales que se
fueron organizando en otras instituciones educativas: Soledad Acosta
de Samper, Docente de Turbaco, Presentación, Escuela del Perpetuo
Socorro, Caritas Alegres y otras en donde la docente dinamizadora del
proyecto, Luisa Balseiro, acompañada de estudiantes Cabildantes,
realizó talleres, presentó muestras folclóricas a través de charlas y
videos en los que se evidenciaba la trayectoria del proyecto cultural.

Los padres de familia se integraron a los talleres de máscaras y


comparsas orientados por el gestor cultural Pedro Vergara y en el diseño
de vestuario y disfraces con la coordinadora de convivencia Araceli
Mora. Desde el área de educación física y con el impulso de la docente
Alba Verbel (Q.E.P.D) se creó la comparsa “el fandango” integrada por
madres de familia quienes diseñaron su propio vestuario. Se escogió
como escenario de la gran puesta en escena el barrio Bruselas. Además
de la decoración de sus calles, se resaltaron valores cívicos y culturales
que aparecieron a partir de estos eventos. Desde su famoso parque
también iniciamos formalmente la recuperación de las fiestas “Ángeles

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 43


somos” en convenio con COREDUCAR, participando en el recorrido de
cabildos infantiles desde el Pie de la Popa hasta el Barrio Getsemaní.

En el año 2.000, aparece Cabildo dentro del proyecto educativo


Institucional (PEI) como núcleo de formación que recoge los saberes
históricos, políticos-socio-culturales y filosóficos. Con este núcleo se
intenta materializar la propuesta de comunicar para construir identidad.
Se crearon espacios de reflexión que dieron cabida a la comunicación,
la discusión y la interpretación acerca del legado cultural de nuestros
antepasados. Se generaron propuestas pedagógicas y culturales para
transformar el modo de aprender y de enseñar de los docentes y de los
futuros maestros que dentro de la institución se forman.

Por otra parte, desde el espíritu colectivo, (maestros, estudiantes,


padres de familia, administrativos, artistas, escritores, sociólogos
e investigadores) se crea un verdadero amor por aquellas cosas del
pasado que le han dado una identidad especial a la ciudad de Cartagena
de Indias. En el ámbito de la Escuela se hace familiar una frase: “TODOS
SOMOS CABILDO”. Es el tiempo de integración disciplinar y la inquietud
de solucionar problemas a través de la articulación de proyectos
comunes al proyecto macro, en procura de la interdisciplinaridad
y la circulación de saberes. De esta manera se logró romper con el
asignaturismo para dar cabida al desarrollo de propuestas significativas
novedosas como son los siguientes proyectos:

• Voces Tambores y Danzas Ancestrales desde la educación


artística.
• Cartagena ayer y hoy /Máscaras y Capuchones contenidos en
mangle/ desde las ciencias Sociales.
• Cartagena en palabras e imágenes desde la oralidad a la escritura
así como también versos y tambores en lengua castellana.
• Proyecto Malu matemática a ritmo de tambores desde las
matemáticas.

44 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


En el año 2.001 nos acercamos a grupos folclóricos que adelantaban
un trabajo cultural en las comunidades. Fue entonces cuando incluimos
en nuestra programación el quehacer artístico de los grupos Mascaradas,
Ekobios y Kambali. Las puestas en escena de tales grupos fomentaron
la creatividad y acciones lúdicas del estudiante; despertaron el deseo
de ser y pertenecer a ellos, como de hecho sucedió.

Como preparación a la puesta en escena de Cabildo, se realizó un


anticipo en el mes de septiembre titulado: “Del Pacífico al Atlántico”. En
éste se resaltaron las Danzas más significativas del contexto costeño,
haciendo una cuidadosa diferenciación de los ritmos musicales de la
Costa Pacífica y de la Costa Caribeña. Se contó con la participación,
motivación y la alegría de todos los grupos, mostrando lo mejor de
cada uno de ellos. El acto se vivenció en el salón de actos del colegio
del terminal, lugar donde funcionaba la Escuela Normal en calidad de
arrendados.

En este mismo año se creó un plegable con otra metáfora de cabildo


“La gran sombrilla de Cabildo”, la cual cobijaba a todos los proyectos.
Tal idea fue obra de la Profesora Luisa Balseiro quien quiso integrar el
quehacer de todas las áreas. Quedó claro que el accionar de todos los
proyectos se articulaban con el proyecto macro de la Escuela.

En el año 2002 para el mes de Abril en el marco de la organización


del día del idioma por parte de la comunidad Normalista se abrieron
dos concursos en los cuales toda la comunidad podía participar. Uno
que permitiera la escogencia del nuevo Himno de la Escuela Normal
y el otro para el nuevo escudo. El himno anterior consagraba a la
institución desde una dimensión religiosa y el escudo correspondía a
la Institución Alberto Elías Fernández Baena. Se hacía necesario que
nos identificáramos con un nuevo Himno, construido con base en la
realidad pedagógica y académica de la Normal.

Al hacerse la convocatoria quedaron como finalistas el himno creado


por la profesora Luisa Balseiro y la estudiante del ciclo complementario

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 45


Laura Romero; luego, el profesor de música Jesús Barraza hizo los
arreglos y ajustes pertinentes adaptando una de las estrofas de la joven
Laura a la letra Himno creada por la Profesora Luisa. En el momento de
la grabación se contó con la intervención del profesor de Investigación
Norberto Durán y de las estudiantes Karina Venera, Laura Romero y la
profesora Luisa Balseiro.

El estreno del himno para toda la comunidad Normalista fue el


sábado primero de junio del 2002, fecha en que conmemoramos los
469 años de la fundación de Cartagena. Su letra y melodía permiten
disfrutar de la esencia del ser Normalista, proyectarse como maestro,
propender por el fortalecimiento de la cultura y ser forjadores de una
nueva sociedad.

En cuanto al nuevo escudo de la Escuela Normal se escogió el del


profesor Julio Daza por representar lo que somos: “Somos Caribe,
somos Cabildo, somos formador de formadores” en correspondencia
con nuestra línea de investigación.

Para el mes de Octubre del mismo año se realizó la muestra del


precabildo con el objetivo de recrear a toda la comunidad Educativa y
de preparar todas las danzas que iban a participar en la presentación
final del proyecto Cabildo, a toda la comunidad Cartagenera, en el
marco de las fiestas novembrinas.

Además de las danzas cabildezcas, se presentaron otras danzas ar-


ticuladas al proyecto, como la danza “Mangle”, creada por la profesora
Nelsy Marsiglia y representada por la básica primaria (grados 1-2-3). Su
objetivo principal consistía en mostrar la recuperación y cuidado del
manglar cartagenero; además, reflejaba, a ritmo de tambores, parte
del ecosistema marino. Esta danza, que contiene en sí un proyecto eco-
lógico, organizó en el mes de septiembre el primer foro distrital sobre
el mangle, en coordinación con la Secretaría de Educación Distrital y el
acompañamiento del grupo de gaitas, semillas del folclor, conformado
por estudiantes de los grados 5°, 6°,10° y 11° de la Escuela Normal.

46 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


El sábado 2 de Noviembre de 2002, avanzamos en el proceso de
recuperación de nuestras tradiciones festivas, promoviendo espacios
y momentos para la vida en comunidad. Al son de gaitas y cumbias
los pequeños cabildantes disfrutaron su cabildo infantil, se participó
del homenaje denominado “Mama Yeya”, a Delia Zapata Olivella.
Estudiantes de la básica primaria, acompañados por los padres de
familia y docentes, disfrutaron partiendo del Pie de la Popa hasta llegar
a la Plaza de la Trinidad en el barrio de Getsemani.

Para el recorrido tradicional de nuestro cabildo se escogió por


primera vez, el centro de la ciudad como escenario de proyección.
Partimos del estadio Bernardo Caraballo, salimos a la avenida Pedro
de Heredia y posteriormente a la Avenida de Blas de Lezo, entrando por
la Plaza de la Paz y terminando en la Plaza de los Coches en el Centro
amurallado. La ciudad se vistió de un multicolor carnaval acompañado
de alegría, tambores, zanqueros, gaitas y disfraces. En este mismo año
nuestra Danza Ritual del Cabildo participó en la Sesión Solemne del
Concejo y lectura del Acta de independencia de Cartagena; siendo esta
participación un reconocimiento de la proyección e impacto que el
Cabildo genera por su contenido y escenificación.

En el año 2003, se vinieron momentos apoteósicos en torno al


Proyecto Cultural Cabildo y aparecieron innovaciones que marcaron la
diferencia. Por ejemplo, se abrió paso a la danza Infantil de Bufones con
los grados de preescolar; el grupo de zanqueros amenizó el recorrido
lanzando fuego por su boca. Abrió el desfile del Ritual, la nueva reina
del Cabildo Lizbeth Julio, quien hacia parte de la Danza del Ciempiés.
También es preciso resaltar la participación que año tras año hacen los
padres de familia con su popular danza del Fandango.

LA ORGANIZACIÓN DEL CABILDO NORMALISTA

Desde sus inicios, el proyecto Cabildo ha sido organizado por


algunos maestros y gestores culturales, sobre todo mujeres. No
obstante, la organización es un todo complejo que implica la

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 47


participación de un sinnúmero de personas que hacen posible lo
que año tras año viene sucediendo. De hecho, la figura de la mujer
ha estado presente en los distintos momentos por los cuales ha
pasado nuestra aventura. Luisa Balseiro, Aracely Mora, Alba Verbel,
Mirta Sáenz, Ana Carmela Múnera, Sixta Cogollo, Nelsy Marsiglia,
Irlena de Hoyos, Alejandra Narváez, Marta Ortega, Maritza Díaz,
Mónica Matorel, Ruby Hoyos, Lesty Rivera, Maritza Zúñiga, Marta
Araujo, Sandra Calvo y Yamile Puello, han sido baluartes del Cabildo.
En sus manos se han tejido iniciativas y luchas de las cuales quedan
sonrisas, lágrimas, reconocimientos y toda una serie de emociones
que es difícil describir. Gestores culturales como Nilda Meléndez y
Margoth Castro, entre otras, nos han aportado siempre, de manera
ilustrada, para que en la escuela se cultive la cultura cartagenera y
de Bolívar. Entre los docentes y directivos docentes es de destacar
la entrega de Álvaro Hernández Castellón como rector; Héctor Soto
Salas, Marcos Luis L’Hoeste, Remberto Navas, Adolfo Alvis y Rafael
Silva como coordinadores y de José Santiago Pérez, Alcides Rafael
Mendoza, Rogelio España, Wilfrido López y Antonio José Osorio como
docentes. El señor Giraldo Turizo, quien por varios años atendió la
sala de recursos educativos, merece mención aparte pues en la parte
logística siempre fue importante y además se ocupaba de arreglar
todo lo que encontraba dañado; ya Turizo no nos acompaña hoy, le
llegó la hora del retiro forzoso y por eso lo recordamos con nostalgia.

Organizar el Cabildo trasciende el plano de la administración,


pensada de manera burocrática y vertical. Sin la participación decidida
de todos los actores y autores del proceso educativo, sería imposible
dar a conocer lo que ha venido sucediendo. En el ejercicio continuo
de organizar desde lo conceptual y desde los eventos que le confieren
sentido al proyecto, se ha ganado en disciplina y se comprende la
dificultad de asumir una propuesta de ciudad. De allí que decir que: en
La Normal todos somos Cabildo, es condición sine qua non para seguir
adelante. Queremos resaltar, desde las memorias, algunos aspectos
relacionados con la organización:

48 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Los cuestionamientos que se hacen al comité Cabildo desde afuera
son valorados en la medida en que dan luces para mejorar. No obstante,
cuando los cuestionamientos se hacen para afectar a una persona en
particular, por motivos personalizados, se pierde el sentido de la crítica.
La crítica requiere de argumentos y de propuestas para superar lo que
aparece o se considera como una equivocación.

Desde que el proyecto nació, de él se han hecho cargo distintas


personas en calidad de líderes. La figura de Luisa Balseiro de Tijera,
como persona capaz de unificar esfuerzos y de darle un sentido profundo
al proyecto; de defenderlo más allá de sus intereses personales, ha
tenido continuidad; no sin algunos reparos. El principal problema del
proyecto Cabildo no es la falta de organización por parte del Comité,
es la falta de personas que se arriesguen a participar. Son tantas las
cosas que hay que prever, tener disponibles, resolver, que no basta con
quienes hemos estado al frente.

La organización se manifiesta en diferentes niveles de apropiación y


sentido de pertenencia y pertinencia con respecto al proyecto. Por decir
algo, cuando observé al ciempiés de transición, supe que allí ya había
algo que con mucho significado en el contexto social y cultural de la
ciudad. Recuerdo que en el año 2016, al momento de partir del parque
Nautilus; cuando la policía dio la orden de empezar a organizarnos,
niñas y niños de tercer grado, pertenecientes a la danza del ritual,
empezaron a ser dejados por sus madres y padres en el lugar de inicio.
El segundo grupo era el de Ciempiés, con estudiantes de transición;
la mayoría de los estudiantes estaban cargados por sus progenitores,
incluidos papás. Y se notaba el cuidado hacia la niñez. Luego, fueron
dejados allí listos para partir, caminar, correr, avanzar, sorprenderse.
A su llegada a la Plaza de la Aduana, la profesora Maritza Díaz corría y
danzaba haciendo giros y detrás iban sus estudiantes.

Organizar las ideas y las acciones de un proyecto parte por


reconocer la confianza de las familias que llevan a sus hijos a la
Normal. Evidencia de ello es una foto tomada por el profesor Luis

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 49


Reyes Castellar, en que un bebe de brazos toma su biberón, y un video
de Indios Farotos en la que una niña de unos dos años, llamada Saray,
hija del profesor Nelson Schotborgh, esta vestida con el atuendo de
la danza en mención y se mueve a su manera mientras, en la parte
de atrás, están haciendo la trenza representativa de dicho ritual.
Todo esto en medio de una gran multitud que nos acompañó en un
recorrido por las callejuelas del centro histórico en el año 2016.

Maestras y maestros de la ENSCI hemos aprendido mucho; sobre


todo esto de “tirarnos” a la calle, hacer un acto público en el cual todo
lo festivo toma una forma impresionante. Los vestuarios de maestras y
maestros hacen honor al evento. Había que ver a Marcos Luis L’Hoeste,
cada año, con el vestuario de alguna de las danzas de la sede Ema Villa
de Escallon; ahora, él permanece en la memoria colectiva así se haya
trasladado a Medellín.

Sin el aporte y la ayuda de todos sería imposible sostener el proyecto.


Cada vez que termina una puesta en escena, quedamos exhaustos pero
con la satisfacción por lo logrado. Y sabemos que un día puede ser la
síntesis de todos los días anteriores, todo un año y varios años hacia
atrás. La organización de Cabildo, es en sí un proceso que ha tenido
continuidad en el seguimiento, la evaluación, las memorias, el trabajo
y también en las angustias.

En la puesta en escena de 2015 la Profesora Irlena de Hoyos bailó


como cualquiera de sus estudiantes, se hizo una más con ellos. Y luego,
Donde Fidel, el popular sitio salsero de la ciudad, no la querían dejar
estar allí por ser “una niña”. Y, eso somos: niños que jugamos, aún
siendo adultos; jugamos y nos entretenemos.

En las puestas en escena, algunos jóvenes le dan vida a los disfraces


colectivos del burro y el toro. Uno de ellos, con gran talento para
el teatro, tiene sus propias creencias religiosas. Creencias que “le
impiden” participar de las danzas. Pues bien, gran parte de nuestro
reto, en el pasado y en el presente, ha sido lograr la participación de

50 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


todos. Es imposible sustraerse de la identidad que le hemos imprimido
a nuestro quehacer cotidiano.

Hay que reconocer que todos nuestros artistas no lo son por


generación espontánea. Lo que han aprendido es producto de la
disciplina, la dedicación, los ensayos. Año tras año, estudiantes de
todos los niveles se la pasan debajo del palo de mango que está cerca
del laberinto de nuestra escuela, ensayado una y otra vez los toques
de tambor. Quieren estar metidos en todas las presentaciones; así se
conforma el semillero.

Ángel Velázquez es un director de teatro que les ha dado forma


a muchas actrices y actores. Su disponibilidad y entrega hace que
los estudiantes aprendan a ser responsables y disciplinados en la
creatividad. Él, junto con Jaime Bustamante, Arturo Tous, Lina Marrugo,
Alexander Robles, Karina Bossa, e Iván Reyes como instructores de
Danza, hacen parte de la organización al igual que las madres que
diseñan vestuarios y, en fin, una cantidad considerable de personas
que se entregan al proceso de formación. Una persona muy especial es
el Señor Diomedes Estrada quien dirige la Banda Show, vive al frente de
la institución y la cuida como el mejor de todos.

Hemos sido vistos por muchos cartageneros y otros de otras


ciudades de la costa, de manera directa y por la transmisión del Canal
Cartagena. Esto nos ubica en un plano regional amplio y nos tiene que
comprometer más y sobre todo, a todos. El apoyo institucional del
Instituto de Patrimonio y Cultura ha posibilitado en algunas ocasiones
el cubrimiento periodístico de El Universal, Qhubo, entre otros.

La gran cantidad de personas que nos acompañaron en la puesta en


escena del 2017, aprecian el trabajo que venimos haciendo y expresan
que cada año es mejor. Ello se debe a que hemos ganado mucho con
el trabajo en equipo. Resulta placentero saber que, a pesar de las
dificultades propias de estos eventos, cada cual está dispuesto a llevar a
cabo el papel que le corresponde u otro, si es necesario. Gaspar Jiménez

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 51


tenía como responsabilidad acompañar a su grupo. No obstante, lo
vi llevando un heraldo de la primaria. Hubo un momento en que una
emisora local se ubicó en la zona de inicio y empezó a producir sonidos
que se convirtieron más bien en ruidos que opacaban el sonar de los
tambores. Esto nos hizo reaccionar y llegamos a reclamar y establecer
condiciones para el acompañamiento que tal emisora se propuso
hacer. Es posible que estos periodistas no conocieran el sentido y el
significado del desfile festivo cultural al que asistían.

Es bien difícil que una sola institución logre lo que hemos venido
haciendo, pensando y sintiendo. Existe una simbiosis entre instructores
y danzantes que es muy apreciable en los grupos de primaria, sobre
todo. Igualmente, es sorprendente observar a muchas de nuestras
maestras ir vestidas como sus estudiantes y otras que ese día son tan
conocedoras de la danza como el instructor.

Las fotos que usualmente se toman, y las que salen publicadas


en los periódicos de la ciudad, muestran que nuestros estudiantes
llevan una alegría desbordante, única. Se resalta el trabajo que hemos
sostenido con los más pequeños. Hay que reafirmar, que en general,
el maquillaje, el vestuario, la expresión corporal, la naturalidad de
nuestros estudiantes, hace que todos los asistentes se compenetren
con ellos.

Por todo lo anterior es importante que, al hablar de organización,


cada cual se asuma en sus responsabilidades.

FUGA

La lúdica es el verdadero arte de enseñar jugando cosas serias.


Enrique Luis Muñoz Vélez37

Muñoz Vélez destaca el cabildo normalista como apuesta lúdica,


como juegos en los cuales todos participamos y mostramos las

37 Ibídem.

52 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


posibilidades de la reconciliación mediante el goce festivo. Para ello
citó a Adolfo Mejía en la siguiente melodía musical de 1940, grabada en
New York con el sello Brunswick:

Busca mujer una máscara de gata, que yo saldré disfrazado de


ratón, no llores prenda querida, que no haya plata, que no haya
plata, que bailando en la plazuela aliviaremos la situación, y así,
y así, arroz con leche a peso y dos pesos.38

Y termina diciendo:

Claro, porque es mostrar, a partir de lo lúdico la dimensión de la


paz que garantiza la vida. Gato y ratón son irreconciliables pero
en la lúdica, busca mujer una máscara de gata que yo saldré
disfrazado de ratón,….Los actores de la guerra se pacifican39.

En la organización y orden de las ideas y sentimientos educativos


de la Normal, prevalece una apuesta festiva que nos permite dejar a un
lado la pretensión reguladora del Sistema educativo colombiano que
pretende homogeneizar al sujeto histórico, político, social y cultural.

La fragmentación del conocimiento y el sometimiento al cual queda


la comunidad educativa expuesta mediante la aplicación de pruebas na-
cionales e internacionales, resultan confrontados por el pluriverso me-
diante el cual en la Normal se construyen nuevos imaginarios de escuela.

38 Ibídem.
39 Ibídem.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 53


CAPÍTULO 2

PRELUDIO

Un análisis en el interior de las fiestas del once de noviembre nos


lleva a su origen de carácter político, que al transcurrir el tiempo
articula variadas formas del antiguo carnaval de Cartagena de Indias
cuyo preludio festivo surge con las fiestas más importantes del período
colonial en la Nueva Granada, como fue la celebración de la Purificación
de Nuestra Señora de la Candelaria de la Popa. Tanto la política como la
religión, surgen históricamente como formas de poder social; desde esa
perspectiva, el mundo festivo que compete al ceremonial y parafernalia
carnavalera (carnavalera es el mundo festivo a través de sus actores
celebrantes y carnavalesca son las parodias que zahieren con burlas
las críticas del poder en cualquiera de sus órdenes representativos) y
carnavalesca se convierten en manifestaciones propias en el interior
de los cabildos negros, de lenguas y nación.40

En términos pedagógicos, recurrir a la crítica social a partir de las


tradiciones festivas novembrinas y de sus mayores antecedentes:
celebración de la Virgen de la Purificación de Nuestra Señora de
la Candelaria o Virgen de las Candelas, son los signos claros de

40  Ibídem. Ver, Cartagena Festiva: El 11 de Noviembre y sus signos culturales. Carnavalesco,
befa del actor carnavalero, utilizando la máscara propia del cuerpo que es el rostro, que en el
antiguo teatro griego significa persona; sin embargo, la máscara encubre a la persona y a la vez
se convierte en signo subversivo tanto en la realidad como en las parodias del propio carnaval.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 55


un mundo significado por la esfera política religiosa en la que se
inscribe hoy el Cabildo de la ENSCI que articula, desde el presente
hechos y acontecimientos esencialmente políticos y sociales como la
construcción del Proceso de paz de Colombia, en la construcción de
un proceso colectivo propiciado desde una concepción pedagógica de
promover el mundo festivo cartagenero, propone una mirada lúdica a
la realidad política del país, desde parodias carnavaleras41 con el ánimo
de enseñar y educar, con base en valores y principios ciudadanos,
desde el ámbito de la educación.42

CABILDO: UNA LECTURA DE-COLONIAL

A partir de las memorias escritas desde el año 2013, es posible sentir


y comprender lo que sucede en la ciudad y el país a través del proyecto
Cabildo. La sucesión de escándalos por la corrupción administrativa
que ha implicado la renuncia de dos alcaldes en Cartagena: Campo
Elías Terán Dix y Manolo Duque; el inicio y posterior desarrollo de
diálogos y acuerdo de paz entre las Farc-Ep y el gobierno colombiano
y los actuales diálogos con el ELN, han tenido trascendencia en la vida

41  Lo carnavalero a carnavalera, de acuerdo con Muñoz Vélez, es lo opuesto a lo carnavalesco.


La construcción del proceso de paz en Colombia es un constructo social histórico de participación
ciudadana donde la educación juega un papel formativo con base en la lúdica; la metodología
heurística, al realizar una reflexión festiva desde el universo académico como un componente
sustantivo de articulación de lo político en pensar en nuevas representaciones simbólicas de
poder en la transformación de los viejos paradigmas que condujeron al escenario de la guerra.
Sí, las fiestas novembrinas nacen desde un acto de insurgencia popular, esta misma insurgencia
también está en capacidad de transformar la realidad pedagógica con la propuesta del cabildo
de la Normal. En palabras de Muñoz Vélez, las teorías pedagógicas donde se privilegia la lúdica
desde tiempos inmemoriales se han visto en la necesidad histórica de recurrir constantemente
con la paideia en el sentido de los griegos donde arte, ciencia y educación se conjuntan en una
unidad dialéctica de lo diverso. Ver, la obra citada de Muñoz Vélez.
Carnavalera en consonancia con el texto del cabildo de la Normal, es la alusión diferenciadora
de la máscara identitaria de la persona que propone, promueve, sugiere con el rostro los signos
de aceptación de celebrar la paz como un triunfo de una sociedad determinada, en contravía
a lo carnavalesco que con la befa o mofa se burla de la instancia del poder a través de la risa,
la carcajada que rompe asimétricamente el rostro de la persona, que a su vez ya no identifica
el rostro serio del carnavalero y quedar convertido este en un acto subversivo de la propia
mascara personal.
42  Muñoz Vélez y Vilcapoma. La Religiosidad: Cabildos negros de lenguas y nación en las
Fiestas de Independencia de Cartagena de Indias, en Rutas de la herencia y cultura negra en
América y Perú. Universidad Nacional Agraria La Molina, Lima-Perú, 2017.

56 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


pedagógica, cultural y política de la Escuela Normal. Como elemento
constitutivo del Cabildo normalista, mediante obras de danza-teatro
se han escenificado temáticas del post-conflicto.

La importancia de crear escenarios artísticos coincide con la


necesidad de cultivar territorios de paz. Nuestra escuela es un taller
en el cual comprendemos en qué consiste formar en la democracia. He
aquí algunas ideas que quedan como memorias:

CARTAGENA: LA CIUDAD COLONIAL

Cartagena de Indias es una ciudad que conserva tradiciones que


favorecen la formación de niñas y niños. Las tradiciones tienen que
ver con guardar, sostener y mantener ciertas costumbres protectoras
respecto a la niñez. Los cambios en la composición de la familia
producto de un salto social en las formas de ser concebida, no han
hecho cambiar tradiciones festivas que hacen parte del ethos social
costeño. Niñas y niños cartageneros asisten y participan al apenas
nacer, a rituales que celebran la alegría de una ciudad que ha tratado
infructuosamente de alejarse del poder colonial. El poder colonial nos
hizo sumisos y, para ello, propició una educación que niega y rechaza
cualquier atisbo de poder liberador. Fue este poder el que se manifestó
en la gesta emancipadora de los lanceros de Getsemani, quienes
fueron capaces de atravesar el corazón mismo del poder avasallador
de la corona española. Hoy en día, desde el cabildo de Getsemani y
del de la Normal, luchamos para que mediante una pedagogía de lo
festivo, podamos vencer todos los rezagos de un modelo educativo que
le apuesta al pensamiento servil.

Esta Cartagena pueblerina que aún conserva los rasgos rurales, la


de los campesinos que vinieron y vienen de todas partes a la capital,
es diversa. Cartagena acoge lo mejor de nuestros campos. Y poco
a poco se puebla con gentes de otras regiones del país, de muchos
desplazados tanto por la violencia política como por la violencia que
genera el modelo económico. Tenemos una población a la cual acoger,

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 57


proteger, cuidar, educar y formar en Cartagena. Seguirá siendo posible
que en la escuela, y desde la escuela, proyectemos a la ciudad hacia las
transformaciones sociales que requiere. No de aquellas que se miden
por el número de edificios, viviendas, centros comerciales, negocios.
Nuestro oficio es el de tallar seres humanos capaces de estallar en la
insurrección festiva de Cabildo.

¿Por qué vincular el Cabildo de la Normal con una insurrección


festiva? Para comprender mejor dicha pregunta confiamos en la
imagen de Nilda Meléndez. Ella representa a la reina sin zapatos, a
la reina vitalicia del Cabildo de Getsemani, quien se reconoce en sus
orígenes indígenas y negros a la vez. Es la reina prototipo de la belleza
que podemos cultivar en la Normal. Una belleza que va de la mano con
lo bueno y la verdad. Lo bueno y la verdad de una cultura que conserva
los valores encarnados en la comunidad. Valores que no se escriben
como letra muerta en un tablero o se conjugan uno a uno cada semana.
Son valores que representan valentía, coraje, fuerza, atrevimiento,
locura, alegría.

Nilda Meléndez y miembros de la fundación Gimani cultural, se


encargaron de llevar a la Normal las memorias de Cabildo, recogidas
en sus investigaciones y quehacer como gestores culturales. Ella, y el
grupo que lidera decidieron que, además del trabajo comunitario, había
que llevar la memoria de lo festivo a la Escuela para que desde allí se
difundiera y perdurara en el tiempo. Nilda es la reina guerrera, es quien
va al frente para defender el legado cultural que ha ido descubriendo
desde que de manera inesperada, sorpresiva y justa empezó a estar
por siempre al frente de la corte del Ritual de Cabildo de Getsemani.
Con Nilda es fácil recordar por qué la reina del CABILDO es símbolo de
poder, de lucha, de resistencia. Ser reina es tener porte, es llevar hacia
adelante a una comunidad, es empoderar a niñas y niños para que,
desde pequeños, recojan los elementos de la cultura que le dan piso a
los conceptos de identidad y sentido de pertenencia.

58 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Grupo de niños de primaria luego de un taller de maquillaje y niños maquillados
para presentarse en el precabildo del año 2011. Fuente: Foto de Luis Reyes C. y
Maritza Zúñiga.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 59


Coloquio de estudiantes sobre el acuerdo de paz, año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Músicos en la Toma al Fuerte de San Felipe de Barajas, año 2017.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

60 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Iconografía del músico en el Cabildo festivo, año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 61


El tambor como símbolo de rebeldía, Coloquio, año 2013.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

62 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Homenaje a Alba Verbel, matrona del Cabildo festivo (Q.E.P.D.)
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Participación del historiador Edgar Gutiérrez en el Coloquio del año 2014.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 63


Muestra de disfraces cabildantes, año 2015.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

64 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


CABILDO Y ACUERDOS DE PAZ

Los acuerdos de paz, tanto el que viene construyendo gobierno


y Farc- Ep, como el diálogo que se adelanta con el ELN, reconocen a
las víctimas como el centro de las conversaciones y sobre todo de la
implementación de lo acordado. Para ello, se han concebido ideas
que tienen que ver con el perdón, la reconciliación, la restauración, la
justicia. Los diálogos han dado lugar a conversaciones cara a cara para
conocer la realidad del país, para juntar a quienes, por tantos años,
estuvieron separados por el estruendoso ruido de las armas. El odio,
la venganza, el rencor, el sufrimiento han dado paso a manifestaciones
diversas de reconciliación y a superación de los duelos. Las armas se
han dejdo a un lado para que en su lugar aparezcan debates aplazados,
negados, imposibles de hacer en medio de la confrontación.

Hablar de postacuerdo implica una ampliación de la participación


política en la vida de Colombia. Los grupos guerrilleros en proceso de
reincorporación a la vida civil, lo hacen “esperanzados” en construir un
país en el cual se pueda debatir el futuro de la nación sin tener que
acudir a las armas. Sabemos que como parte de nuestra historia, las
crisis políticas se han resuelto en recintos cerrados como sucedió con
la creación del frente nacional en al año de 1957. Ello trajó consigo la
existencia de los dos grandes partidos tradicionales que alternándose
en el poder, mantuvieron y mantienen silenciadas ideas contrarias,
diferentes, “subversivas”. En el ámbito educativo, la institución escolar
ha obedecido a una mirada estrecha en la formación del sujeto
político y en su lugar ha prevalecido el dogma, ante todo, religioso. La
obediencia y el silencio han sido los dispositivos de poder para formar
el rebaño de ovejas.

Uno de los símbolos para la firma de los acuerdos de paz con las Farc-
Ep fue el bolígrafo bala. Para el caso de la Normal y desde el Cabildo,
tanto el tambor como el bufón se han convertido en símbolos que poco
a poco queremos resaltar. Sabemos que nuestros estudiantes, a cada
momento, recurren a la música, la danza, el teatro, la pintura y otras

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 65


manifestaciones artísticas para gozarse la vida, para crearla y recrearla.
También sabemos que la pluma es el instrumento poderoso para la
escritura y que la lectura de la realidad es la mejor manera de reconocer
el contexto sociocultural. He allí elementos en cuya sincronización
avanzamos.

El cultivo de las artes es la forma de hacer que nuestros estudiantes


interpreten la realidad y la vayan tejiendo en sus mentes y cuerpos. La
sensibilidad y el gusto artístico son indispensables para el acto creativo.
Y no hay acto creativo que pueda abstraerse de la realidad social, de
los fenómenos que en ella se manifiestan. Por ello, propiciamos una
lectura crítica del mundo escolar al tiempo que nos comprometemos
con los cambios y transformaciones indispensables en el postacuerdo.

Se ha insistido en el enfoque territorial de los acuerdos. En muchas


regiones del país el conflicto armado sigue dejando heridas. Las historias
de desplazamiento forzado, de territorios despojados, han marcado el
ir y venir de poblaciones enteras. Las víctimas no han permitido que se
les instrumentalice y reclaman sus derechos. Su dignidad no les permite
quedarse sentados o de pie en una esquina o semáforo pidiendo
limosna. Por el contrario, se han levantado, resistido; han sobrevivido y
viven, muchas de ellas, en territorios que han reconquistado. Se vienen
reorganizado a través de diálogos, de mesas de educación y cultura
como en el caso de El Salado, corregimiento del Carmen de Bolívar, en
donde comprendieron que su destino es ahora una creación colectiva
en la cual participan todos. La solución a los conflictos empieza y
termina con los diálogos y el debate que estos traen consigo.

Es un hecho de que un número significativo de casos de victimización


y revictimización se han superado gracias a una resistencia social
y cultural. El despojo de tierras y bienes no pudo arrebatarles a las
comunidades sus costumbres y valores. Los recuerdos, tanto los
agradables como los desagradables, viajaron con los desplazados,
afloran en la piel de las víctimas. Y, estas, en un acto de valor
sorprendente, nos demuestran que son capaces de perdonar pero

66 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


también de exigir que la historia no se repita. Y aunque saben que
tienen derecho a la reparación, piden y esperan ante todo que les digan
la verdad, que puedan relatar las historias descarnadas de lo ocurrido.
Cada historia, seguramente, cuenta el horror del enfrentamiento y
sobre todo nos dejará ver de qué estamos hechos y “el barro” en el cual
estábamos sumergidos.

El papel de la cultura en los procesos de reincorporación a la vida


civil de todos los actores y autores del conflicto armado, el retorno de
comunidades desplazadas y de líderes que se levantaron ante el dolor,
es algo que nos permitirá comprender en qué consiste el postacuerdo y
cómo dinamizarlo, darle vida. Tenemos la esperanza de estar formando
a los pedagogos de un momento en que la escuela tiene el reto de
ser otra, de superar la indiferencia frente a lo que hemos vivido los
colombianos durante más de cincuenta años de lucha intestina.

DE-COLONIZAR LA ESCUELA

En la Escuela como Res-pública- cosa pública- se tiene que


estudiar, reflexionar y actuar de acuerdo con las problemáticas que
se manifiestan en la vida social y en los devenires de la vida en las
comunidades. Pensar la escuela como el lugar de la palestra pública,
implica asumir posturas, crear tensiones, generar debates.

En la ENSCI se manifiestan diferentes creencias de orden religioso,


incluidos quienes no creen. Las diferencias entre unos y otros se superan
en relación con los fines institucionales. Ahora bien, la crítica relacionada
con el carácter confesional que aún se manifiesta en las prácticas
pedagógicas, tiene que ver con una mirada hegemónica en la formación
del ser. Es de destacar que tal tendencia no es exclusiva de la orientación
confesional sino que ha tomado formas despersonalizantes desde las
tendencias que han aparecido a partir de la tecnología educativa.

La Escuela Caribe y la del país en general, ha sido autoritaria debido


al legado retardatario y conservador instaurado por las Iglesias y el

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 67


ejército. La escuela, como organización social, se organizó y ordenó
desde tales instancias de poder. Por ello, ha sido tan difícil encontrar
pedagogías propias para la formación del ser libre, auténtico. Las filas
y la oración prevalecen como dispositivos de adoctrinamiento que
niegan las posibilidades de un país laico. El cabildo normalista, en
cambio, es un ensayo para romper con dichos dispositivos. No ha sido
sencillo. Se sucumbe, a veces, ante las formas de poder autoritarias. Se
desiste fácilmente de una pedagogía emancipadora ante las propias
amenazas de poder. El poder se da en los entresijos de las relaciones
sociales, relaciones de lucha, resistencia y desencuentros.

Las instituciones religiosas se encargan de borrar, acabar,


satanizar cualquiera de las manifestaciones culturales de indígenas y
afrodescendientes. Desde el momento de la conquista, el agua bendita
lavó el pecado de creencias y costumbres paganas: las costumbres
de aquellos cuyos territorios y bienes fueron usurpados por la corona
española y la de aquellos que fueron traídos a la fuerza y esclavizados
desde diversas regiones del continente africano.

El proceso de homogeneización del ser colombiano encuentra


en la(s) iglesia(s) y la Escuela, las instituciones más efectivas para
acabar con las diferencias. Lo blanco, sinónimo de pureza, pasa a
ser dominante; lo negro y lo indiano es lo otro, lo negado. El asunto
va más allá del color de piel, es todo un simbolismo que se entreteje
desde lugares de poder que favorecen el reconocimiento de Uno
y el desconocimiento de los otros, los menos, los pobres. De esta
manera, parece consolidarse la Unidad Nacional. Mientras naciones
como Bolivia y Ecuador, en las constituciones del 2007 y 2008
respectivamente, reconocen nacionalidades en una nación; la nación
colombiana es una sola, sin nacionalidades. Una sola a partir de tres
etnias cuyas diferencias se agotan en lo que ha sido considerado como
ideal: el proceso de blanqueamiento que equivale al de normalización
de la población. Por este motivo, el nombre de “Escuelas Normales”
arrastra sus propios demonios.

68 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Los contextos de ocurrencia del cabildo normalista ayudan a com-
prender el momento histórico actual y los de antes. Y estos momentos
son multicolores, se tiñen de alegría, tristeza, rabia, esperanza.

Al explorar el universo de posibilidades que trae consigo el proyecto


se hace posible ver las miradas y guardarlas en la memoria. Se trata
de una memoria de los detalles, capaz de proyectarse a la ciudad
toda. Han sido tantos los ojos que se posan en las distintas puestas en
escena, que cada cual puede registrar lo que sintió, apreció, le agradó
o desagradó. Es fácil ver grupos de jóvenes sentados en los andenes
para disfrutar del carnaval; se acomodan en el plan de observar
algo que no es fácil de ver en una ciudad tan caótica, tan llena de
autos de alta gama y de mototaxis, de contrastes entre la opulencia
y la marginalidad. El cabildo normalista tiene un gran poder de
imantación para ver más allá de las imágenes de la Cartagena que
muestran quienes se enriquecen de ella.

Es mucho más fácil para niños y jóvenes en las circunstancias


actuales, sentirse arrastrados por cualquier cantidad de vicios. Lo
más complejo para la escuela consiste en convertirse en un escenario
abierto a los intereses, motivaciones, talentos y necesidades de
quienes aún creen y asisten a ella. Quienes la abandonan o son en su
mayoría expulsados de ella, lo hacen al llegar un momento en que ya
no le encuentran sentido a lo que allí se les ofrece. La escuela abierta, la
del postacuerdo tiene que transformar los contenidos de la enseñanza;
por eso, desde el cabildo festivo, la normal promueve todo un proceso
de articulación del proceso educativo.

Mediante la concepción, organización y dinamización del cabildo


normalista, cada año se impacta más en la ciudad e incluso en otros
municipios de Bolívar como en Santa Rosa del Norte. Esto permite
crear una agenda pública de ciudad, de región y de país.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 69


SIN CADENAS MENTALES

Cabildo, desde el ámbito político y cultural puede y tiene que


abrirse a las discusiones de un país que, en la Constitución de 1991, se
considera pluriétnico y multicultural. El reconocimiento de la diversidad
étnica abrió el espacio para que las minorías pudieran expresarse de
múltiples maneras para ejercer sus derechos civiles. En Cartagena de
Indias, el enojo por el racismo tiene que trascender la superficie del
problema. Se trata de promover un discurso de-colonizador. Y este,
desde el proyecto cabildo, exige considerar otros conceptos como el
de diáspora africana, cimarronaje, conformación de los palenques,
etc. También se hace perentorio considerar que, a raíz de la diáspora
propia de la violencia política, Cartagena se ha convertido en el refugio
de muchos otros: los otros, los también negados. Más allá del color de
piel, se pueden elaborar los relatos de vida de aquellos que viven al
lado de un ostentoso centro comercial en el sector de El Espinal, barrio
popular de Cartagena. Cabildo, entonces, tiene que estar representado
por un discurso que cuestione las desigualdades e inequidades del
Corralito de piedra.

Desde el proyecto Cabildo, ha existido siempre la preocupación


por problematizar la enseñanza a partir de conocer y reconocer lo
que sucede en el contexto social y cultural. Uno de los aspectos que
concita mayor interés se relaciona con los estudios afrocolombianos.
El racismo visto como el desconocimiento y maltrato hacia los
afrocolombianos en una ciudad de mayorías negras y también de
pobres, de marginados sociales, de rechazados por orientación sexual
o cualquiera otra condición que no sea la cultivada desde tiempos de
la Colonia española, es una cuestión muy presente en las memorias de
Cabildo. He aquí algunas de las reflexiones a partir de dicha temática:

Cabildo, referido a los afrodescendientes, se puede relacionar


con el cimarronaje y los palenques. Los cabildos aparecen como
organizaciones relacionadas primero con el cuidado a los esclavos
enfermos, que eran asistidos por otros esclavos. Luego se relaciona con

70 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


una organización social admitida por los españoles y es considerada
una forma de reintegración pasiva. La reintegración activa se da con el
movimiento cimarrón y la creación de palenques. El levantamiento, la
insurrección, la resistencia activa de los afrodescendientes, no tiene en
los cabildos su referente principal.

Uno es el afrodescendiente que se adapta y libera de la esclavitud


al lado de los cabildos como organización colonial y otro es el
afrodescendiente que se fuga y crea los palenques. Una es la
libertad concedida a través de las figuras como la manumisión, la
automanumisión, la libertad de vientres y algo distinto es la libertad
ganada en la fuga y consecuente enfrentamiento con todo el poder
colonial. Sobre todo con el poder de los criollos que se aceptaron
como seres sumisos, esclavos esclavizantes. El enemigo, también está
adentro. Por eso, Manuel Zapata Olivella, llegó a decir que no bastaba
con liberarse de las cadenas físicas sino de las cadenas mentales. En
1851 fue abolida la esclavitud en Colombia cuando ya muchos de los
esclavos habían comprado su carta de libertad.

Entonces, la palabra cabildo de origen hispánico, no está relacionada


con el enfoque socio crítico de la ENSCI pues desde aquel lugar, la
libertad es algo circunscrito al colonialismo español. El enfoque socio
critico exige una actitud como la de los palenqueros y la figura de los
cimarrones pues se trata de una acción libertaria que pone en cuestión
las estructuras del saber y del poder esclavizantes.

En concordancia con lo anteriormente planteado, la pregunta


entonces es sí ¿habría que cambiarle de nombre al proyecto? a
sabiendas que sus significados carecen del sentido que se le ha querido
dar a la propuesta de formación de maestros para preescolar y básica
primaria. O, si ¿se hace indispensable, considerar no sólo cabildo,
sino palenques, cimarronaje, diáspora africana y de otras diásporas
producto de la violencia, cabildos indígenas y cofradías?. Desde este
texto consideramos que es pertinente continuar por este sendero de
relacionar conceptos y darles sentido y significado pedagógico.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 71


De igual manera, tendríamos que cuestionar si la propuesta
pedagógica contenida en el P.E.I de la Normal no se ha ido agotando
en los nombres. Esto es: se dice acerca de lo socio-crítico sin que las
prácticas pedagógicas correspondan con su significado. Lo mismo
pasaría con el enfoque problémico. El concepto cabildo sería algo
añadido, nombre sin sustancia, cultura sin contenido, educación sin
cultura.

De todos modos, hay que reconocer que los procesos identitarios


se dieron tanto en los afrodescendientes que hicieron parte de los
cabildos como de aquellos que decidieron crear sus propios territorios
al huir del poder de la colonia española.

La enseñanza de saberes, considerados valiosos desde instancias


gubernamentales, no necesariamente es pertinente para las
comunidades. Sin embargo, la presencia incondicional de dichos
saberes, en su reproducción formal, desconoce las tradiciones
encarnadas en las comunidades. Lo que sucede en las comunidades
representa un interés mínimo en la enseñanza. Tal vez, por eso, las
actividades culturales son el añadido del currículo o la manifestación
de lo extracurricular. Por lo mismo, los elementos de la cultura han sido
desconocidos y desconsiderados como ideas fuerza para la enseñanza
en la escuela.

El currículo oficial, los temas de la enseñanza obligatoria, la pobreza


en la reflexión pedagógica favorecen las prácticas de homogeneización
y empobrecen los contenidos culturales. El currículo sin cultura es
una carrera hacia el empobrecimiento de las prácticas educativas.
Lo mecánico se toma el espacio del aula; la escuela parece a prueba
de todo. Mientras los cambios y transformaciones sociales afectan
al sujeto educable, en la escuela el tiempo se detiene. Las mismas
prácticas, preguntas, problemas y obsesiones, pretenden negar los
avances sociales.

72 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Aunque Cartagena es, mayoritariamente, de población
afrodescendiente, la educación impartida mira con desprecio la
herencia africana. El sonido del tambor es apenas un ruido estremecedor
de un pasado negado, de una historia sin héroes, de unas poblaciones
sin destino. De un todo que dejó de ser negro y pasó a ser pobre,
marginal, vulnerado, vulnerable. De una mayoría que ha encontrado
en otras manifestaciones de la vida social, identidades diversas sin
ninguna identidad. El fútbol, las nuevas tecnologías, los medios de
comunicación marcan las identidades de niñas, niños y jóvenes que
sólo encuentran en la escuela mecanismos de control social.

En cuanto a lo curricular, se hace indispensable pensar de qué


manera las culturas que hacen parte del entramado social cartagenero,
se asumen como pretextos para la enseñanza. Lo que se conoce como
enfoque intercultural, indica que la cultura se constituye desde la
diversidad, no desde un todo único. Las manifestaciones populares
contienen elementos de la cultura que no pueden ser menospreciadas
en la escuela. No se puede pretender que exista un purismo cultural o
unos contenidos procedentes de las ciencias que sean asépticos. Los
saberes populares, las creencias, las formas de hacer, pensar y sentir
de las comunidades son el punto de partida para diseñar, construir y
movilizar la organización y el orden escolar.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 73


CAPÍTULO 3
ORGANIZACIÓN Y ORDEN ESCOLAR

Pensar la organización y el orden escolar, consiste en concebir


la escuela como un entramado de relaciones sociales. Lo social se
constituye desde las comunidades pues éstas, hacen la diferencia.
Colombia, concebida en la Constitución de 1991 como un país
pluriétnico y multicultural, empieza apenas a desprenderse de los
procesos de formación que pretendieron y aun pretenden hacer de la
población un todo uniforme.

UNA MIRADA ALTERNA DEL CONCEPTO DE CURRÍCULO


Y PLAN DE ESTUDIOS.

Uno de los conceptos centrales, fundamentales y a la vez


problemáticos de la propuesta de formación de maestros es el de
Currículo y Plan de estudios. Desde la propuesta de formación de
maestros para preescolar y básica primaria autorizada por el MEN en el
año 2000, la ENSCI ha insistido en romper con las formas mecánicas de
enseñanza y con los aprendizajes predeterminados.

Prevalece, aún hoy en el país, el concepto de Currículo y Plan


de estudios como un agregado de asignaturas. En cada período
presidencial se tiende a imponer, para acumular, asignaturas que
pretenden resolver falencias en la vida social y del sistema educativo.
La introducción de la Cátedra de la paz y de la Historia como materias

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 75


obligatorias, son apenas dos de los últimos apéndices del plan de
estudios. La evaluación se asocia más con el índice sintético de calidad
que, a su vez, se basa en los resultados de las pruebas saber. La calidad,
así pensada, deja por fuera formas de organizar y ordenar la escuela
que responden a otra manera de concebir la pedagogía y la educación.
Dicho con fuerza: Las formas prevalentes de medir la calidad educativa
se vuelven incompatibles con el pensamiento crítico y creativo al cual
se le apuesta institucionalmente.

La calidad pensada desde lo empresarial, hace uso de significados


que desfavorecen la formación humana. El término mismo de
considerar estudiantes y acudientes como “clientes” a quienes se les
brinda el servicio educativo, conlleva a mecanismos cerrados para
lograr los objetivos. Y, estos, corresponden a intereses diferentes de los
que la Normal se propone. Para la ENSCI la escuela es un lugar donde
se pueden superar las diferencias sociales y económicas; es el lugar
para trabajar por la equidad social y no una empresa que compite con
otras por obtener mayor rendimiento y productividad.

El cabildo Normalista permite romper con las formas uniformes


de concebir la vida social y escolar. La educación, desde el cabildo
normalista, los incluye a todos. La madre, el padre, la tía, la abuela
que llevan de la mano a la niña o al niño, van educando y educándose.
Como lo diría Nicolás Buenaventura, cuando llega un niño a la escuela,
llega la familia. Los instructores se convierten en pedagogos, los
maestros en instructores, los estudiantes en líderes del recorrido de
formación. Los administrativos y personal de servicios generales se
disfrazan o ayudan en la parte logística. Los músicos se fusionan con
los danzantes. En las puestas en escena se oye una y muchas voces. En
los eventos académicos se rompe con los contenidos preestablecidos
y con los estándares básicos de competencias tan bien pensados por
los expertos.

El proyecto Cabildo, concibe la educación como un campo de


combate, de debate, de lucha, de resistencia, de poder. Por eso los

76 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


contenidos de la enseñanza surgen de los intereses de la comunidad
educativa. El cabildo normalista ha tomado impulso desde la
concepción de los siguientes ejes: identidad cultural, salvaguarda de
tradiciones y memoria colectiva. Desde el año 2015 apareció el interés
por un cuarto eje: reconstrucción del tejido social.

En el 2013 surgió la necesidad de tematizar, año tras año, el proyecto


e igualmente escribir las memorias del mismo. Tales memorias señalan
las temáticas de los últimos cinco años:

• Año 2013: La importancia de la música en la formación de niñas y


niños de preescolar y básica primaria.
• Año 2014: El arte en la formación de maestras y maestros de
preescolar y básica primaria.
• Año 2015: La gestión cultural para la reconstrucción del tejido
social.
• Año 2016: Cabildo, Diálogos y convivencia social.
• Año 2017. Cabildo en el postacuerdo.

Si bien es cierto la ENSCI concibe una estructura curricular y un


plan de estudios que se corresponde con las exigencias de orden legal,
la apuesta institucional hace uso de la autonomía como principio
fundamental del quehacer escolar.

En la Normal, en lugar de asignaturas se construyeron los conceptos


de campos de formación y componentes. Los campos y componentes
tienen su punto de convergencia en tres conceptos que conforman el
encuentro de saberes denominado intercampo: Cabildo, Comunicación
e Investigación

En el año 2015, al concebir los campos de formación, el Concejo


Académico creó un principio común para los tres campos vigentes
en los ciclos de aprendizaje. Tal principio plantea: Promover una
cultura de trabajo interdisciplinar entre los docentes del Campo. En
el caso del Campo, los docentes vinculados, adquieren el reto de

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 77


construir con los estudiantes la identidad cultural de niñas y niños
cartageneros.

La idea de trabajo en equipo e interdisciplinar, de integración


curricular y de enseñanza problémica, se han movilizado gracias
al proyecto cabildo. Mientras las políticas educativas de orden
estatal siguen fragmentando el conocimiento a ser enseñado, en la
ENSCI se reflexiona en la acción acerca de arte y educación; poder
y transformación en la escuela; la pregunta y la tematización de la
realidad social como organizadoras del proceso de aprendizajes y
enseñanzas.

Las memorias de Cabildo han permitido identificar algunos ámbitos,


temáticas y proyectos desde los cuales sostener el Proyecto-proceso
de formación. Se pueden destacar los siguientes:

Cabildo y ámbitos de estudio. El proyecto Cabildo ha avanzado en


los últimos cinco años en términos de acercarse a ámbitos de estudio
que conllevan a explorar nuevas formas de enseñar y aprender. Se han
descubierto vínculos entre la apuesta de formación festiva y temáticas
que emergen de aquello que se vive y comparte como pretextos de
discusión, diálogo, comprensión e indagación.

Cabildo e Historia. Han ido apareciendo diferentes documentos que


dan cuenta del concepto cabildo en sentido histórico. Es un obstáculo
epistemológico quedarse con el sentido literal de la palabra cabildo;
de igual forma hay que trascender lo que han escrito los historiadores,
antropólogos y otros estudiosos del tema. Este texto da cuenta de
indicios para establecer relaciones posibles entre la Historia de los
Cabildos y la formación del ser.

La idea de los docentes de la Media, entre otros, de contar las


historias de la vida cotidiana a través de aquellos artefactos que
antes hacían parte de la vida pueblerina, sobre todo, puede crear un
escenario para escuchar mejor las voces ancestrales. Los artefactos

78 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


encierran en sí un saber que ayuda a comprender otras costumbres
a las cuales, se ve abocada la niñez y la juventud actual. Y no se trata
de acabar o prohibir los medios a través de los cuales hoy en día
se relacionan los estudiantes, se trata de mostrar otras formas de
establecer relaciones con las cosas y los hombres que ellos no tienen
por qué conocer.

Cabildo y Política. El gran esfuerzo de la temática del año 2015,


consistió en mostrar las posibles relaciones de la cultura con la
formación ciudadana y con el trabajo en las comunidades. La ESNCI
representa una comunidad en formación y, por ello, se mueve también
en un ámbito político. Los diversos intereses e ideas de los autores
del acto educativo requieren del debate y exigen argumentación: el
ejercicio de la palabra y la escucha.

Cabildo y comunicación: Es innegable que el proyecto trasmite


ideas, emociones, pensamientos. El tambor es un símbolo poderoso
para establecer una comunicación con sentido entre los miembros de
una comunidad. Entonces, no es ver el instrumento sin relacionarlo
con lo que significa en la comunicación de ideas. En los procesos de
socialización de comunidades afro, el sonido del tambor tiene un
significado amplio. Además, porque no es el tambor en sí, como cosa,
sino el toque. Quien lo toca y quienes lo escuchan saben que es un
instrumento que convoca, que llama. Llamar algo es nombrarlo, darle
significado.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 79


Presentación dancística en el marco de la importancia de la música en la formación
de maestros, escena del año 2013. Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Danza del Merecumbe, puesta en escena del año 2014.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

80 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Presentación cultural en Toma al Centro comercial Los Ejecutivos, año 2015.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Presentación de la danza del Garabato, año 2015.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 81


Zanqueros abriendo el desfile de Cabildo, año 2014.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

82 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Mapale infantil, Cabildo del año 2017. Aparece la docente Marta Ortega.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Ciempiés juvenil, muestra itinerante, año 2016


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 83


Preámbulo de una fiesta esperada, Cabildo 2016.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Presentación del grupo Fantasía Normalista en Cabildo 2008.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

84 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Dos momentos culturales, Muestra itinerante en el Centro histórico y Cantadora de
Bullerengue en toma del Centro Comercial los Ejecutivos, año 2016.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 85


CABILDO, DIÁLOGOS Y CONVIVENCIA SOCIAL

En la temática del año 2015 se resaltó a los gestores culturales,


quienes mediante una acción comprometida con las comunidades
permiten crear cohesión social. Por ello, durante el coloquio se llevaron
a cabo tres conversaciones en las cuales se dio a conocer cómo en la
Boquilla, en el municipio de Villanueva (Norte de Bolívar) y en el Barrio
Getsemani, diversos proyectos culturales les dan participación a niñas,
niños y jóvenes. Tal participación tiene como propósito adelantar
un proceso de formación en el cual la música, la danza y la acción
comunitaria, promuevan la reconstrucción del tejido social. Frente a los
embates del capitalismo salvaje, la cultura emerge como herramienta
de formación social y concienciación política.

Temáticas de estudio durante el 2016:

Para el año 2016 se partió de la siguiente Pregunta problémica: ¿Qué


escenarios de cultura crear para comprender los conflictos sociales y
políticos?

Dicha pregunta pudo ser abordada desde los siguientes escenarios:

• Convivencia social, mediada por la enseñanza y aprendizaje de


las danzas tradicionales en la ENSCI.
Sustento: Las denominadas prácticas que permiten a los grupos
de estudiantes aprender las danzas tradicionales, son un
pretexto de trabajo colaborativo que conlleva a encuentros en los
cuales hay también lugar para los conflictos. En dicha dinámica,
estudiantes, instructores y músicos se ven frente a situaciones que
requieren esfuerzos colectivos para ser armónicos y expresarse
en público. El trabajo individual no tiene cabida y cualquiera que
se salga de dicha dinámica, compromete el trabajo de todos.

• Convivencia social como tema de debate a partir de los eventos que


han venido sucediendo en los diálogos de paz de la Habana (Cuba)
entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC-EP.

86 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Sustento: La escuela, sus problemas y dificultades y las formas
de violencia que en ella se manifiestan, no están aislados de la
realidad social, política y económica. Por eso, las discusiones,
debates y encuentros relacionados con el tema, pueden hacer
parte del desarrollo curricular en los diferentes niveles y ciclos de
la institución. Por supuesto, se requiere de estrategias distintas que
permitan abordar la temática y los temas que se desprenden de ella.

• Convivencia social a partir de proyectos culturales en zonas


urbanas, urbano marginales y rurales del Distrito turístico y
cultural de Cartagena de Indias u otros municipios de Bolívar.
Sustento: En Cartagena, y muy seguramente en los municipios de
Bolívar, existen escenarios en los cuales la cultura se convierte en
bálsamo para curar heridas y para volver o crear el equilibrio en
las relaciones de convivencia. Fenómenos como el pandillismo,
la violencia contra la mujer, la violencia relacionada con la
orientación sexual y otras formas de violencia real y simbólica,
encuentran en los proyectos culturales los escenarios propicios
para desarmar a los violentos y para amar y reconocer al otro
como un legítimo otro u otra.

Para concretar dichos escenarios se plantearon los siguientes


objetivos:

• Objetivo general: Estudiar y proyectar escenarios de cultura que


promuevan el debate y el dialogo acerca de diversas formas de
comprender los conflictos sociales.
• Objetivos específicos:
• Promover todo el trabajo de preparación y puesta en escena de
las danzas tradicionales en la ENSCI como un escenario para
valorar las diferencias y promover la resolución de conflictos
interpersonales.
• Proyectar el trabajo curricular, investigativo, pedagógico y
evaluativo, en y desde escenarios en los cuales toman forma las
diversas manifestaciones del conflicto social colombiano.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 87


• Indagar y visibilizar proyectos culturales que en Cartagena de
Indias u otros municipios de Bolívar se hayan convertido en
escenarios de resolución de conflictos sociales en Colombia.

Temáticas de estudio durante el año 2017.

Lo que sucede en la escuela no puede ser ajeno a lo que pasa en la


sociedad. Colombia se encuentra en un momento decisivo de su Historia.
Lo que ahora sucede no está exento de tensiones, de controversias, de
miedos, de posibilidades. Todo lo que viene sucediendo desde el año
2012 cuando se iniciaron los diálogos de paz en La Habana (Cuba), toca
a todos los colombianos de manera directa. El diálogo se constituye
en el escenario predilecto para la resolución de un conflicto de orden
político. Por ello mismo, la Escuela Normal Superior de Cartagena de
Indias, tiene toda la disposición para crear los espacios de discusión
para pensar en las condiciones de convivencia social, que posibiliten la
paz en Colombia.

La paz es un anhelo que se construye desde la formación de niñas,


niños y jóvenes capaces de comprenderse y comprometerse como
autores y actores sociales y políticos, esto es, como ciudadanos
capaces de asumir el reto de superar una época de odios y violencias
cuyas raíces van más allá de las experiencias individuales.

Todo el proceso de implementación de los acuerdos de paz con las


FARC y el cese al fuego bilateral pactado con el ELN, permiten decir
que el ambiente político, económico, social, cultural y educativo está
propenso a cambios y transformaciones.

Para darle continuidad al tema de la paz, durante el año de 2017 la


temática a considerar fue: LA ESCUELA EN EL POSTACUERDO.

Dicha temática surgió al hacer la siguiente pregunta:

¿Cuál es la escuela que se requiere para el postacuerdo?

88 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Este interrogante conlleva a las siguientes subpreguntas:

• ¿Desde el cabildo normalista qué se ha pensado y hecho respecto


al postacuerdo?
• ¿Qué connotación se le puede dar a las acciones y actividades del
cabildo normalista para que se pueda comprender la polarización
actual del país?
• ¿Desde el desarrollo curricular por áreas, campos, componentes
e intercampos, qué temas y proyectos pueden generar un
debate de ideas y acciones que se correspondan con el objeto en
cuestión?
• ¿Qué sentido tiene la enseñanza de las artes para la Escuela en el
postacuerdo?
• ¿Qué elementos conceptuales, qué problemas, qué preguntas
considerar para movilizar la escuela en el postacuerdo?

El postacuerdo ha provocado debates en torno a la justicia


transicional, la participación política, el reconocimiento y atención a
las víctimas y otros tantos temas que hacen parte del acontecer diario.
La polarización política ha adquirido fuerza mediatizada por el uso
del lenguaje que engaña, distorsiona y fractura las posibilidades de
comprensión del común de las personas.

Los medios masivos de comunicación asumen posturas diversas


que terminan por dividir las opiniones y socavar las condiciones indis-
pensables para la reflexión profunda sobre este momento histórico.

Es por ello que durante el coloquio de 2017, se abrió un espacio para


escuchar las voces de estudiantes e invitados especiales que vienen
pensando qué hacer en la escuela, ahora que existe la oportunidad
de construir otras realidades. Estas otras realidades le exigen a los
maestros diferentes formas de hacer, pensar y sentir la escuela;
formas que quizás tienen ya existencia a pesar de subsistir la escuela
autoritaria que ha sido responsable de acallar el libre pensamiento y
la crítica siempre indispensable para transformar las condiciones de
existencia social.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 89


Para terminar esta presentación, se escogió la siguiente idea tomada
del espectador en su propuesta denominada Colombia 2020:

…la clave está en aprender a manejar los conflictos de forma no


violenta, o lo que es lo mismo, hacer que el juego político se ocupe
de lo realmente importante: manejar los conflictos y disensos
sociales, económicos y políticos, generando consensos parciales
que permitan la convivencia y el manejo de las diferencias sin
recurrir a “soluciones finales”, eliminar físicamente al “otro”, al
“diferente”. En todo caso, creo sinceramente que no basta con
cambiar el entorno político, hay que cambiar valores, procesos
educativos, porque la cultura de la violencia que ha imperado
tiene raíces sociales e incluso patriarcales.43

LOS PRETEXTOS PARA ENSEÑAR DESDE EL CABILDO NORMALISTA.


A MODO DE PROPUESTA.

Desde las políticas de Estado, el desarrollo curricular depende


de los contenidos de los saberes disciplinares. Son los saberes
producidos por las comunidades científicas, artísticas o de deporte,
los que prevalecen como orden y organización de la actividad escolar.
Dicha lógica, hace de la escuela una institución reproductora del
conocimiento y no productora de saberes escolares. Desde esa misma
lógica, los saberes construidos y vividos en las mismas comunidades,
por seres anónimos sin títulos, sin abolengos, sin pertenecer a un
gruplac o tener su propio cvlac, son negados. Y así, desde el recorrido
por los saberes de las comunidades científicas y las otras, la escuela
empieza a falsear esos mismos saberes y a rechazar como fuente
de conocimiento, aquello que hierve en las arterias de la cultura. El
conocimiento escolar promovido en la escuela es, por lo regular, frio,
estructurado, formal y empacado.

Diversas lógicas son las que promueve el Proyecto-proceso


cabildo. Es por eso que en las memorias se resaltan los aprendizajes,
43 https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:2ELQgNVliQMJ:https://
colombia2020.elespectador.com/pais/los-retos-no-escritos-del-posacuerdo+&cd=1&hl=es&ct
=clnk&gl=co, Recurso digital

90 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


los esfuerzos, las tareas que cada vez más ayudan a identificar otros
contenidos que, como pretextos, entran a hacer parte de una red
compleja de significados:

Desde las experiencias, vivencias y emociones que suscita el cabildo


normalista, aparece el reto de crear rutas de: memoria colectiva,
salvaguarda de tradiciones, identidad cultural y reconstrucción del
tejido social.

El 20 de Octubre del 2017, los docentes directivos Sandra Calvo,


Rafael Silvia y el profesor Antonio Osorio asistieron a un evento
académico y cultural en el cual se dio cuenta del trabajo cultural
realizado durante los años 2016 y 2017 en los Montes de María, a través
de la denominada Expedición sensorial44. Entre los aspectos a resaltar
hay que considerar ciertas acciones/reflexiones que ofrecen pistas para
organizar y proyectar mejor el trabajo.

• El cabildo normalista impacta de muchas formas en las


comunidades pero aún no se tienen cifras que muestren de
manera cuantitativa los resultados de la transformación que se
promueve.
• La organización del cabildo normalista tiene que aprender de
todo aquello que en cada municipio y corregimiento tomaron
del ámbito cultural. Allí lograron que las mismas comunidades
trazaran rutas para atraer turismo. Por eso, tienen rutas de
sus paisajes, de la variedad gastronómica, de la autenticidad
mediante la cual están recuperando sus tradiciones. Todo ello,
enmarcado en el concepto de reconstrucción de tejido social.

En el ámbito del cabildo normalista, la idea de rutas puede


convertirse en pretexto de formación para potenciar la proyección
cultural y pedagógica de la institución desde y hacia las comunidades
hacia las cuales existe proyección.

44  Ver, http://www.mincultura.gov.co/prensa/noticias/Paginas/Avanza-Expedicion-


Sensorial-en-Montes-de-Maria.aspx. Recurso digital.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 91


Subsiste el reto de crear los pretextos que desde los ejes, le den
cuerpo a la organización y el orden escolar. Al respecto, se presentan
las siguientes consideraciones desde los ejes de cabildo y la propuesta
curricular de la ENSCI:

El eje de identidad cultural es el más visible junto con el de


salvaguarda de tradiciones, a través del impulso que se le ha dado a
la música, la danza y las artes en general. No obstante, tales ejes no se
agotan en tales manifestaciones.

El eje de memoria colectiva conlleva a pensar otras formas de com-


prender la memoria. Valga decir: memoria histórica y memoria ancestral.

El siguiente ejercicio de uno de los autores del texto pretende dar


inicio a la tematización de los ejes de cabildo en relación con los campos
de formación establecidos desde el Consejo Académico en el año 2015:

• CAMPO UNO: EL SER HUMANO: SUJETO SOCIAL, HISTÓRICO,


POLÍTICO Y CULTURAL
Temáticas
La realidad caribe en términos históricos
La configuración de identidades en el Caribe colombiano
La Historia/historia de la educación en el Caribe latinoamericano
La política educativa en la formación de maestros de preescolar y
básica primara en Latinoamérica, particularmente en Colombia.
El conflicto armado en Colombia: Implicaciones en la educación
Acuerdos de paz y escuela.

• CAMPO DOS: LENGUAJES, CULTURA Y TECNOLOGÍAS DE LA


COMUNICACIÓN
Temáticas
Pensamiento, lenguajes y memoria ancestral
Oralidad, lectura y escritura en el Caribe
La memoria oficial y la memoria de las comunidades
Herramientas pedagógicas para trabajar la memoria histórica.

92 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


La memoria en el mundo digital.
Educar la memoria en contraposición a la educación por competencias.
Cultura y educación: relaciones posibles e indispensables
Arte y memoria

• CAMPO TRES: CIENCIA, CONTEXTO SOCIO CULTURAL E INVESTIGACIÓN


Temáticas
¿Y cómo se hacía antes? De los artefactos a la producción mecánica.
Formas ancestrales de relacionarse con la naturaleza y producción
de saber
Saber científico y saberes ancestrales
Exploración del mundo.
La curiosidad infantil
Lectura del mundo y lectura de la palabra
El cuidado de la naturaleza humana.

• CAMPO CUATRO: SABER PEDAGÓGICO Y COMPETENCIAS DEL


MAESTRO
Temáticas
Historia de la educación en Cartagena de Indias y el Caribe colombiano.
Interculturalidad y Pedagogías propias.
¿En qué consiste la formación del ser?
Gramática de las disciplinas escolares.
Artes y comunicación: formas de expresión del ser.
Pensamiento y lenguaje.
El ser en el lenguaje.
Sociedades matriarcales y sociedades patriarcales.
Ciencia y arte.
Ser maestro en la era digital.
Atención y memoria en un mundo tecnologizado.
Educar para la escucha.
Formas de investigar cuestiones educativas.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 93


CAPÍTULO 4
EL ARTE DE FORMAR MAESTROS

PRELUDIO

El delgado hilo entre la vida, la música y la muerte encuentra su sen-


tido al ir relatando lo que sucede en el ritual del Lumbalu y en toda la di-
versidad de expresiones artísticas que constituyen rituales de formación
en la Normal. Para preñar de sentido lo dicho en el capítulo 4, se invocan
y evocan aquí las ideas de Muñoz acerca de la cultura afro con respecto al
significado antropológico de los carnavales para el ser humano:

Por eso, el hombre en el mundo de los carnavales cuando


referencia el mundo de la animalandia va a la lupercalia, luces y
animales; cuando celebra la siembra, la sembradura y la cosecha
va a la saturnalia. Los animales y la luz en el mundo festivo del
carnaval festivo de Europa eran la luz y la animalandia. Por
eso es que el hombre se disfraza de ( ) mujer de cobra, ( ) de
buey… porque es la propia condición humana del animal. De la
estructura endotémica que es la estructura del animal: osamenta,
carnadura, sangre, nervadura; es el parentesco del hombre con
los animales mamíferos placentarios. El hombre, a pesar de
construir un pensamiento y una palabra y un discurso, no ha
perdido su estructura endotémica de su animalidad, presa ahí, y
el vuelve a ese pasado primario de su memoria para celebrar con
la befa, la mofa y la burla los actos de su animalidad.45

45  Entrevista con Enrique Luis Muñoz Vélez, Ibíd.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 95


El poder transformador del cabildo normalista procede de regresar
a un espacio y tiempo en el cual los rituales festivos y lo sagrado
constituyen un mismo acto de formación. Tal regreso consiste en
volver en sí, como colectivo social, a andar por la tierra, a retornar al
agua marina como fluido del cual emanan las raíces cartageneras. Los
dioses africanos son diferentes a los dioses traídos e impuestos desde
Europa a América; tal diferencia fue dibujada por Muñoz: “Los dioses
de occidente están en la altura, y hasta la monumentaria es alta, los
dioses de áfrica están en la tierra, en el monte”.46

Los rituales festivos que hacen parte del cabildo normalista


como sustancia y forma del proceso educativo, tienen un sentido
de congregación propio de la vida en las cofradías de seglares y
eclesiásticas. Actos como el denominado precabildo, el coloquio,
saberes y sabores de cabildo, muestras cabildantes etc. preludian el
momento histórico en que se detiene la ciudad para mirar y admiren
toda una explosión de colores Caribes.

Los semilleros y rituales de formación, así como las Redes festivas,


adquieren sentido desde el significado de escuela de padres y hogar
que planteó Muñoz:

La escuela de padres no es un adjetivo, la escuela de padres es


compromiso orgánico para que haya, desde el hogar, un apoyo
a los procesos educativos; comprendiendo hogar como el fuego
que calienta la temperatura amorosa de los convivientes, a
partir de los golpes de sangre. La casa la construye cualquiera, la
compra cualquiera, la vende cualquiera, la hipoteca cualquiera,
pero el hogar no es objeto de compra venta. Ahí es donde se
forma la sociedad y ahí es donde se forma la cultura ciudadana
que después en el escenario de una sociedad más amplia y
abierta se va a convertir en actor político de la ciudadanía.47

46 Ibídem.
47 Ibídem.

96 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


La voz de Muñoz aclara los sentidos del cabildo normalista al atraer
los significados de la lupercalia y la saturnalia; con ambos conceptos
las partes de este capítulo quedan configuradas:

Y recuerda la imagen de la lupercalia, es la luz y es la animalidad.


La saturnalia es el culto a lo agrario. En el antiguo rito de la
saturnalia la mujer, en el proceso menstrual, se acostaba desnuda
boca abajo en la tierra para con su flujo fecundar la tierra y a la
vez la tierra la fecundara a ella; porque matriz en griego significa
tierra pero también significa madre. Semilla viene de semillon
que es semen, el hombre es el agricultor; la relación sexual es
una siembra y una sembradura a partir del parto, esa es la
saturnalia. La lupercalia es todas las luces y atributos al mundo
animal dentro de lo carnavalesco.48

EL DELGADO HILO ENTRE LA MÚSICA, LA VIDA Y LA MUERTE

El arte y la pedagogía han de ser vasos comunicantes entre sí. El


proyecto Cabildo concibe el arte en todas sus manifestaciones, en
el pretexto propicio para oxigenar el asunto pedagógico; por ello en
nuestra institución, así lo sentimos y lo vivimos, veamos:

Fue intencional en el 2013 abordar la importancia de la música en


la formación de niñas y niños. A partir de entonces, en el año 2014
trascendimos al tema de las artes. Este salto cualitativo favoreció la
aparición de diferentes temáticas que muy bien pueden transformar
las prácticas pedagógicas en los distintos ciclos de aprendizaje, en los
campos, en los componentes, en los intercampos.

Los estudiantes, en general suelen cantar de memoria canciones


de reguetón y otros ritmos que nosotros como maestros evitamos.
Tenemos que preguntarnos si no es nuestro deber dejarlos escuchar
el bullerengue. El reguetón se impone porque todos los días lo están
escuchando en sus casas, en sus dispositivos móviles, entre amigos.

48 Ibídem.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 97


Hoy en día, asistimos a un mundo de seres conectados a cables, seres
que van por la calle hablando solos. Y eso es así porque existen los
medios para hacerlo. Pues bien, nosotros los maestros tenemos los
medios y sobre todo el tiempo para que la música de nuestros ancestros
sea escuchada. Sólo así iremos tallando la memoria. La memoria
ancestral nos conduce hacia el lugar del cual procedemos y por eso tal
contacto es primordial. Dicha conexión no requiere de cables, requiere
de la atención y la escucha que son dos de las formas privilegiadas para
aprehender y aprender.

En la Normal hemos aprendido que una de las mejores maneras


para formar en la escucha, es a través de la música y las danzas
ancestrales. Alrededor de los tambores, el guache, las maracas
y demás instrumentos musicales, es común observar la cofradía
entre instructores, estudiantes y maestros de la ENSCI. El sonido del
llamador, por sí mismo, congrega. Por eso, el acto de enseñar empieza
por educar el oído y la voz. Poco a poco, de tanto escuchar los distintos
sonidos de la música de las danzas ancestrales, los estudiantes repiten
los movimientos, los hacen suyos, ensayan y juegan.

El sonido del tambor anuncia durante todo el año que algo va a


pasar. Tanto los estudiantes más pequeños como los del Programa de
Formación Complementaria (PFC) se reúnen en los descansos, durante
los ensayos, en las puestas en escena, para provocar la alegría o las
diversas emociones que surgen una vez se dan las danzas y se escuchan
las letras de la música ancestral. Hemos recogido en las memorias los
diferentes significados relacionados con el tambor, helos aquí:

• Tocar el tambor es algo más que tocar un instrumento. Es propiciar


el encuentro social. Y, en dicho encuentro, el sonido del tambor
y de los instrumentos que lo acompañan, va diciendo cosas,
sacando palabras y sentimientos; propicia el conjuro, la magia,
los movimientos. Lo fúnebre, lo festivo, la locura son provocados
por la unión a través de la música.
• El sonido del tambor es un lazo de comunión y comunicación;
comunica con los antepasados y con los dioses. Comunica el

98 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


presente con el pasado. Anuncia el futuro. Por eso su importancia
en las tradiciones, ritos y cultos de los afrodescendientes y otras
etnias que expresan su sentir, pensar y hacer a través de la música.

El acto de enseñar, a partir de la musicalidad que los estudiantes


portan, se convierte en algo espontáneo. Daniel Andrés Nieves
Caicedo, en el año 2013, nos ayudó a entender el lugar de la música
en el proceso educativo. Cuando se le preguntó a Daniel sobre ¿Cómo
llevar la música y el folclor al proceso educativo? él respondió: No es
cuestión de llevarla porque las niñas y niños ya la llevan. En su lugar, él
se preguntó ¿Qué impacto tiene la música en la vida de la comunidad?
O sea, ¿Cómo afecta la música a la comunidad? Desde ese lugar de las
preguntas, consideramos que la música vive en la comunidad y por
ello en los niños. La escuela requiere de un trasfondo musical, de unas
sonoridades que le den ritmo al aprendizaje, que permitan que el niño
manifieste los saberes mediante el cuerpo. Somos una corporalidad
que habla, que manifiesta emociones.

Los hilos que unen cada acto cultural, pedagógico, académico, le


dan coherencia a la programación del proyecto Cabildo. La iniciativa
de dedicarnos al estudio de la música tiene en nuestros estudiantes
a sujetos capaces de buscar, también, referentes apropiados para la
temática de cada año. En tal sentido, guardamos los siguientes recortes
de memoria que nos abren caminos para indagar acerca de la música
en sus contextos de ocurrencia.

Reflexiones en torno a la ponencia “Embrujos caucanos que


alimentan el ser. Violines, educación y poéticas de re(ex)istencia”. Autor
Daniel Andrés Nieves Caicedo. Año 2013.

Laura Villareal, estudiante del P.F.C, sirvió de lazo entre Daniel


y la ENSCI. El motivo del encuentro se dio puesto que Daniel había
escuchado acerca del proyecto cabildo y Laura consideró que su
tema de investigación podía enriquecer nuestra comprensión sobre la
importancia de la música en la formación de maestros.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 99


Se abrió el espacio académico el día viernes 27 de Septiembre.
Estuvieron presentes los estudiantes y docentes del P.F.C. De la
ponencia de Daniel recogimos las siguientes reflexiones y sensaciones:

• De Daniel aprendimos que la conversación es una forma de dar


cuenta de la investigación y de un estilo de escritura que une los
contextos de ocurrencia de los descubrimientos. Las imágenes
que mostró, la música que escuchamos, el baile que observamos,
dieron existencia a los lugares encantados que hicieron posible
conocer el significado de la música.
• La investigación cualitativa implica un acercamiento al “sujeto”
de estudio. El objeto como aquello distante, aquello que da
certeza del “objeto” investigado, desprecia la sensibilidad del
investigador y cosifica a aquellos que se acercan o a quienes
nos acercamos sin otra pretensión que la de conocernos,
descubrirnos. Destacó el hecho de no lanzarse, de no precipitarse
hacia aquello que queremos conocer. Tampoco es algo tan
fortuito pues, de hecho, el estar en el contexto, hace posible el
encuentro, el parloteo, la pregunta, el intercambio social.
• No hay investigación sin ir al contexto, sin morar en él. Ir
descubriendo y descubriéndose en el contexto hace posible el
surgimiento del texto. En tal sentido se puede valorar el texto de
Daniel. Incluso, en su texto, se siente lo autobiográfico. Aparece el
seno de su familia, sus gustos, su padre, los arrullos, el cielo raso,
la música.
• La construcción de aquello que se investiga, del sujeto que es
desentrañado es, a su vez, el descubrimiento de sí mismo. El
poderoso camino de una escritura de sí que al acercarse al otro
se aleja de sí mismo para poder reencontrarse o descubrirse en
sus frustraciones y también en sus pinceladas más personales.
• Ahora bien, las reflexiones que hace Daniel acerca de música y
educación merecen considerarse como lo que son: significado
contextual de la música en la vida de una comunidad. La
dimensión histórica del cabildo normalista le apuesta a la
memoria del presente y a las historias que llevan consigo cada

100 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


una de las danzas ancestrales. Ese ir y venir en cada danza puede
significar un recorrer y un recorrido por la memoria colectiva.
• Daniel ayudó a disipar el estereotipo de pensar que en las
comunidades afrodescendientes sólo suena el tambor. Los
violines, que usualmente son relacionados con la música clásica
europea, suenan de las manos de los campesinos en el Cauca. El
embrujo de la música nos posee a todos sin ninguna excepción.
La música distingue a quienes la llevan consigo y con ella se
comunican con el más acá y el más allá. Nada más distinguido que
todo el aporte recibido de personas provenientes del Palenque
de San Basilio.

Las siguientes reflexiones, relatos, acompañados de canción y verso,


se convierten en testimonio de lo vivido:

En el coloquio del año 2013, el grupo Batata del corregimiento de


San Basilio de Palenque, nos dejó apreciar, entre otras, dos danzas
significativas para el proceso de formación en su comunidad: La
danza del pavo y la pava que recrea escénicamente un juego infantil
y el Lumbalu, ritual fúnebre. Ambas son manifestaciones culturales
que enriquecen las costumbres palenqueras. La enseñanza, a partir
de la música y las danzas ancestrales, corresponde a un sentido de la
tradición que, es en sí, una de las formas privilegiadas de la pedagogía.

Desde el 2015, aparecieron estudiantes del PFC que interpretan


el bullerengue. Las letras de tal música surgen de la vida cotidiana,
incluida las que le cantan al muerto. Alrededor del féretro, parte de
la tradición palenquera consiste en cantarle “A pila el arró”, canción
interpretada por Toto la Momposina:

Ay, quien lo pilaba ya se murió


Apila el arró lloro yo Ay, quien lo sembraba ya se acabó
Apila el arró lloro yo
Fuego, ya se acabó
Apila el arró lloro yo

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 101


Ay, quien lo sembraba ya se acabó
Apila el arró lloro yo.
Óyeme Estefanía, gran cantadora de Bullerengue lloro yo
Apila el arró lloro yo
Gran cantadora, lloro yo
Apila el arró lloro yo
Este bullerengue te canto yo
Apila el arró lloro yo

La enseñanza, a partir de los movimientos y la música ancestrales es


un acontecer, algo que sucede en un ir y venir, que escapa a la repetición
mecánica de los contenidos. De esta manera se cultiva la memoria y la
escucha de cada estudiante normalista.

Luego de escuchar las voces de varias estudiantes del PFC al cantar


y danzar bullerengue desde el año 2015 se recogieron en la memoria
imágenes que sirven para seguir en la búsqueda de estudiantes que
sigan el mismo camino. De hecho, en el año 2017 se le asignó a un
grupo del programa de Formación al instructor Alexander Robles quien
alcanzó a hacer una fusión entre las estudiantes de tal semestre y la
reina nacional del bullerengue proveniente de la Zona Pacífica.

Las letras del bullerengue, sus movimientos, su música, evocan


y convocan a nuestros ancestros. Y estos provienen y representan
el presente y pasado del africano que nos alegra, igualmente del
campesino que sabe cultivar y a la vez le canta a la tierra: la de los
Montes de María que poco a poco resurge de las cenizas dejadas por
las violencias.

La música de bullerengue cuenta las historias de la región Caribe;


representa los actos cotidianos de una cultura que nos enorgullece y
que les permite a los más pequeños contagiarse de los ritmos de la
provincia. Por eso, tenemos la gran posibilidad de hacer que los más
pequeños también canten dichas melodías. Pueden cantar otras, pero
para el Proyecto Cabildo, tanto el bullerengue como la cumbia y otras

102 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


expresiones musicales son parte del legado ancestral que las mujeres
Caribes, han depositado y cultivado alrededor de las comunidades. Está
bien Juanes u otros; pero, para nosotros son mejores Petrona Martínez,
Estefanía Caicedo, Toto la Momposina y tantas otras mujeres quienes
a través de sus letras, de esas letras que no pasan por el artificio de la
escritura, son capaces de mecer los cuerpos de quienes aún sin nacer,
ya se mueven en el vientre materno y escuchan lo que algún día van a
poder contar, cantar, bailar.

La relación entre música y comunidades es fundamental para saber


qué contenidos y formas de enseñanza son significativas para los
estudiantes. Por esta razón, es indispensable prestarle atención a la
música champeta e incluso a otros géneros que son promovidos por la
industria musical. El hecho de que los estudiantes canten las canciones
de moda o las más pegajosas tiene que convertirse en pretextos de
enseñanza para los maestros y no sencillamente algo a desaprobar,
descartar, negar. La letra de las canciones y la música misma, atraen
la atención de niñas, niños y jóvenes. Los análisis que hagamos tienen
que ocuparse del sentido de la formación que hay que asumir a partir
de lo que escuchan y cantan las generaciones jóvenes para poderlos
llevar hacía un legado cultural para ellos muchas veces desconocido.

La creación de escenarios para que los estudiantes del PFC


comprendan el significado de la música en su contexto se convirtió en
una temática fundamental que fue desarrollada en el año 2016 cuando
fue invitado Juan Sierra para que nos contara y cantara acerca del
tambor, el Lumbalu, la vida, la muerte.

Juancho Sierra como le decimos todos, estuvo con nosotros el


miércoles 20 de Abril del 2016. Vino con Maritza Zúñiga, invitado por
Rigoberto Carmona, Luis Eduardo Pérez y Ricardo Gómez. Después
de escucharlo hablar, la memoria trajo consigo la letra de un poema
de José Martí, el poeta de la revolución cubana. El poeta, en el primer
párrafo, expresó:

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 103


Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
José Martí49

El atuendo de Juancho ha sido siempre el de un campesino de


las sabanas costeras. Llegó con su tambora, unas maracas y otros
instrumentos musicales de aire. Todos nos deleitamos con sus
cuentos, su gracia y la sabiduría de alguien que ha sido puente entre
las etnias indígena y negra. Juancho sabe llorar como negro y como
indígena, sabe cantar en uno y otro espacio cultural, conoce los colores
de nuestra tierra. En el auditorio de la ENSCI resaltaba su sombrero
típico y sus manos que posadas sobre la tambora nos iban diciendo lo
que sucede cuando alguien muere de “muerte morida”, como dice una
historia de Eduardo Galeano.

Juancho nos mostró lo que significa saber tocar un instrumento


musical. Nos fue contando acerca de una vida que transcurre entre
animales y yerbas, entre cielo y tierra, entre música y llanto.

Yo sé los nombres extraños


De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
José Martí

Juancho sabe de amores y desamores, de parrandas, de chirrinchi


y, sobre todo, de las labores de campo que van acompañadas por
música, guapirreo50 y danza. Con él aprendimos que en el ritual fúnebre
del Lumbalu, en que el cuerpo parece retorcerse del dolor, se dan los
movimientos de la cumbia. Los movimientos de Juancho, las palabras

49  https://genius.com/Jose-marti-yo-soy-un-hombre-sincero-annotated. Recurso digital.


50  Guapirreo viene de guapirrear. Guapirrear: Grito que representa gran alegría y placer, tales
como “¡uepa je!, “uipi! Uipipi!, “¡uepa! http://institucional.unicordoba.edu.co/glosario/index.
php?a=list&d=1&t=dict&w1=G. Recurso digital.

104 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


que iba diciendo, encontrando, buscando, nos mostraron lo que sucede
alrededor del féretro.

El sentido de la muerte, el dolor que de ella se desprende tiene que


ser entendido desde la dimensión del ritual del Lumbalu. Y, mientras
para quienes la muerte es apenas un acto más dentro de la parafernalia
de la vida, para un músico como Juancho es un acto conmemorativo. El
ritual de la muerte, el antes, el durante y el después, es una composición
musical, un dejo de palabras que anuncian la partida. Luego viene el
llanto cierto, el dolor intenso del campesino, del negro, del indio que
son incapaces de simular lágrimas y gemidos. La partida del muerto va
más allá de la descomposición del cuerpo. Es más bien el camino que
se abre entre luces y sombras, entre velas y agua, entre canto y danza,
para que el muerto encuentre la salida. Llorar al muerto es abrir el paso
hacia un destino incierto en que lo único cierto es el ritual del dolor.
Se llora al muerto para despedirlo y despedirse. También para saber,
temer y querer que llegue el día… el último de cada uno.

Los lechos de amor, vida y muerte pueden contar una tragedia de la


cual aún no sabemos su fin. Quizás permanezca hasta cuando nazca
el último de los Buendía. Nos acostumbramos al dolor en el pecho y
la tragedia en el alma. Asistimos, ya sin asombro, a la sepultura. Y, sin
embargo, conservamos la alegría en el llanto. La danza y la música se
convierten en el bálsamo que cura las heridas. Nuestros estudiantes
son el augurio de un nuevo día, de una época en que los diálogos
en todas las esquinas, en cada casa, escuela e iglesia, nos llevarán
a un momento de convivencia social. Quizás, para entonces, serán
desatadas las cadenas del dolor.

Oculto en mi pecho bravo


La pena que me lo hiere
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla y muere
José Martí

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 105


Danza del bullerengue en la toma del Fuerte de San Felipe de Barajas, año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Danza africana. Toma del fuerte de San Felipe de Barajas, año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

106 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


El historiador Enrique Luis Muñoz Vélez con la artista Maritza Zúñiga.
Fuente: Foto de Maritza Zúñiga.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 107


Cabildante del Ritual Juvenil, Cabildo del año 2011.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

108 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Juan José Pérez, memoria viva del tamborero, Coloquio del año 2013.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Danza tradicional “Los diablos espejos” versión infantil, Cabildo del año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 109


Presentación de Indios Farotos. Puesta en escena del Cabildo, año 2014.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Presentación del Porro infantil en toma al Centro Comercial Los Ejecutivos, año 2015.
Fuente. Foto de Luis Reyes C.

110 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Dos aspectos de la muestra itinerante en el Centro histórico, año 2016.
Fuente: Foto de Maritza Zúñiga.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 111


SEMILLEROS Y RITUALES DE FORMACIÓN

Los instructores de música, danza, teatro y zanqueros hacen parte


de las memorias del cabildo normalista; todos ellos siembran en los
estudiantes el espíritu festivo; dejan sus huellas impresas en lo más
profundo del ser. Su trabajo evoca una estrofa de la canción de Pablo
Milanés, El tiempo, el implacable, el que pasó:

Cada paso anterior deja una huella


Que lejos de borrarse se incorpora
A tu saco tan lleno de recuerdos
Que cuando menos se imagina afloran51

Entre todos los instructores de música y danza que nos han


acompañado desde los inicios del proyecto Cabildo, se destaca Pedro
Vergara. Pedro tiene sentido de pertenencia con la institución y se ha
sabido ganar el aprecio y respeto por su trabajo de más de 20 años. De
él los estudiantes aprenden que la danza o el toque de un instrumento
musical es el camino de la felicidad y evita así que empuñen un arma.

Pedro Vergara trasmite la actitud festiva, la alegría que surge


cuando, en medio de todo, está el tambor. El sonido de éste hace que
todos lleguen, que muchos niños, sobre todo los inquietos, empiecen
a moverse. Él es un pedagogo musical pues primero da a conocer el
sentido y significado de las danzas, los movimientos, el ritmo y sobre
todo las raíces de las mismas. En lugar de regañar al que no sabe, al
arrítmico, espera a que el tiempo sea el preciso. A los dos o tres años,
después de observar su proceso de aprendizaje, los toma como de la
mano y los va llevando. Pedro ha forjado a los del semillero de tambor;
los artistas que ahora hacen parte del proceso festivo de la ciudad. Para
el cabildo normalista, Pedro representa a alguien que arrebata de las
garras de las pandillas, de la droga, de la prostitución, a todos aquellos
estudiantes que a él se acercan atraídos por su talento artístico.

51 https://www.google.com.co/search?q=cada+paso+anterior+deja+una+huella&oq=cada
+&aqs=chrome.0.69i59j69i60j69i57j0l3.2612j0j4&sourceid=chrome&ie=UTF-8. Recurso digital.

112 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Todo lo que Pedro hace corresponde a una red de relaciones que
impacta a toda la institución. La aguja con que teje es sumamente
cuidadosa, respetuosa del legado ancestral; él nos enseña cómo
acercarnos a niñas y niños para que todos ellos, en su infinita curiosidad,
creatividad y espontaneidad, conozcan lo mejor que hay de nuestros
bienes sociales y culturales.

Javier Arias es un egresado que salió del semillero de tambores y


ahora trabaja en el corregimiento de la Boquilla, bajo la dirección de
Rafael Ramos. Javier estuvo en el coloquio del 2015. De su conversación
con Rigoberto Carmona, docente de la institución, quedaron las
siguientes memorias:

Javier Alfonso Arias Franco es de un espíritu rebelde que representa


la insurgencia propia del cabildo normalista. Hoy en día es comunicador
social y se desempeña como actor y gestor cultural. Su trabajo le ha
enseñado que tiene un compromiso social, político y cultural. Por
eso, hace parte del Proyecto Tambores de Cabildo que se desarrolla
en la Boquilla. Desde el proyecto que acompaña, promueve el viaje de
formación de una niñez agobiada y amenazada por la drogadicción,
la prostitución y la escasez de escenarios que formen desde el cultivo
de la música y de las voces ancestrales. Niñas y niños que pasan por
dicho proyecto son ciudadanos capaces, desde ahora, de enfrentar la
amenaza continua que expropia territorios, costumbres ancestrales,
prácticas tradicionales y todo el saber sabio que puede salir de las
voces insurrectas.

Rigoberto Carmona, al referirse al proyecto Tambores de cabildo en


el coloquio del año 2015, dijo que alguien que tocaba el tambor con
maestría, era considerado poseído por el diablo. El frenesí en el toque
del tambor representa una comunicación con el más allá; con seres que
en la cultura afro son los orishas, deidades populares con las cuales se
establece un vínculo existencial. Los sonidos del tambor sirven para
establecer comunicación entre los hombres y dioses alegres, dioses
que entran a hacer parte de la vida en comunidad. Son dioses a quienes

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 113


los humildes pueden tocar y hasta hacerle reclamos por los favores no
atendidos, sin que por ello hayan cometido un sacrilegio. Los humildes,
los desheredados, quienes han estado marginados y rechazados en la
vida social, requieren de Escuelas que como la nuestra, sea asumida
desde la polifonía y el politeísmo cultural.

Otro normalista que creció, por talento propio, en el semillero


de tambores es Juan José Pérez. Él conoce como pocos los talentos
musicales en Cartagena y es selectivo al contratar y asignar los
grupos musicales que acompañan a las diferentes danzas en las
puestas en escena. Juan reúne una serie de cualidades importantes
como músico. Su sencillez, dedicación y disciplina le han permitido
incursionar en diversos grupos de música autóctona. En el festival de
gaitas de Ovejas (Sucre) en el 2017, el grupo al que pertenece ganó un
premio por la mejor canción inédita. Para la ENSCI es de gran valor
cultivar las letras de la música. El contenido de las canciones que
se promueven en la institución tiene un significado especial para la
formación de maestros.

Así como en el presente texto han coincidido los juanchos, también


coinciden los Javieres. Es de destacar que cuando un estudiante se
gradúa, queda su relevo; esto es, la semilla artística de alguien que
crecerá durante el tiempo de formación en la institución y mucho
más allá.

Por eso, no fue extraño ver a Javier Andrés Jurado durante la puesta
en escena del Cabildo 2017, vestido de músico y acompañado de su
padre quien fue el encargado de llevar la tambora. Ya este niño, al igual
que Kenneth Jiménez, Pedro Jiménez, Alexander Cardoso, Jhoiner
Gómez, Dayner Morales, Carlos Mosquera y otros más, empieza a llevar
en su piel, el sabor y saber de la música. Ellos son el relevo de Henry
Jiménez, Jorge Castaño, Juan Sebastián Garrido, Neiker Malambo, José
Polo, Gabriel Arturo Duran, Dioris Tejeda, Carlos Banquez quienes, a su
vez, sucedieron a Damián Hernández, Alejandra Sierra, Aris Olivares,
Norman Steven Sarmiento, José Luis Padilla, Jeison Cervantes y todos

114 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


aquellos que hicieron parte de un grupo de estudiantes que nos hacen
sentir orgullosos de sembrar el ethos festivo de los cartageneros.

Los aprendizajes provocados por las diversas manifestaciones


artísticas que hacen multicolor el cabildo normalista, tallan el cuerpo
de los cabildantes; cada paso de ellos deja una huella y cada huella
deja registros como los siguientes:

• La música y las danzas tradicionales representan la manifestación


cultural de mayor vitalidad en la vida del cabildo normalista. Al
inicio del proyecto la preocupación consistió en rescatar danzas
que poco se presentaban en la ciudad tales como la danza-ritual
del gallinazo y Son de negros. Mediante un trabajo generoso, los
instructores de danza han logrado afianzar el goce estético que
produce estar de fiesta, sonreírle a la vida, recrear la muerte e ir
de carnaval de tal manera que los cabildantes se vean bonitos.
• Las danzas negras, como las indígenas, recogen las historias de un
proceso libertario. El lloro del negro y del indio ocurre desde los
tiempos de la colonia. Ellos, aún hoy, lloran frente al exterminio
y la esclavitud actual. Aun hoy se manifiesta la colonización bajo
las formas de despojo de tierras de los campesinos. Las sierras
y las balas asesinas siguen acabando con los defensores de los
derechos humanos. Asistimos una y otra vez, noche tras noche, a
una tragedia que, cual pesadilla, yace en nuestros lechos.
• El lanzamiento de Cabildo el Miércoles 4 de Mayo del 2013, permitió
identificar no sólo potencialidades como las mostradas en la
música, baile y teatro sino para proyectar talleres y encuentros
que les permitieran a los estudiantes del PFC aprender a coordinar
movimientos y, sobre todo, a confiar más en su propia voz que
en las pistas. Cuando una de las rondas infantiles, por problemas
tecnológicos, fue interpretada a viva voz, surgió de nuevo la
alegría y la celebración de la infancia.
• El primero de febrero del 2017, en el cumpleaños de la Normal,
se sintió el latido fuerte del corazón, el calor en la piel, la alegría
en el rostro, el cansancio en el cuerpo. Pudo verse cómo uno

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 115


de los del semillero tocaba con fuerza y convicción el tambor,
se sintió el sudor de quienes se echan al hombro cada evento.
La comunidad normalista se movía por las calles del barrio
Nuevo Bosque; era un amanecer en el cual se notaban las caras
dormidas y a la vez contentas por la conmemoración. Se pudieron
apreciar los faroles que iluminaban una mañana distinta; la luna
deslumbraba adornada por las luces de los juegos pirotécnicos.
Los ojos cabildantes miraban al cielo al tiempo que sonaba
con gran esplendor la banda de paz. Al mirar hacia la tierra, se
apreciaban muchos pies que se movían acompasadamente
al lado de muchos otros; entre todos iban haciendo un mismo
camino. Entre todos se formaba un espacio al aire a través del
cual iba pasando la alegría carnavalera. En el cabildo normalista
se valora a todos los estudiantes que, con los pies puestos sobre
la tierra, son capaces de disfrutar la herencia ancestral, aquella
que sólo los dioses nos pueden enseñar.

Hacia la tierra fuimos, no expulsados sino enviados para disfrutar


de aquello que construimos con nuestras manos, a la luz de cada día
y al llegar cada noche. La fiesta normalista nos aleja de la violencia y
nos conduce a un estado de humanos, demasiados humanos. Por ello,
el cabildo normalista es narración, anécdota, sudor, dolor alegría y
sobretodo arte y pedagogía.

Rituales de formación

• Ritual uno: Pintarse la cara, color de esperanza:


Han sido innumerables los talleres de maquillaje liderados por
Maritza Zúñiga en distintas instituciones educativas, en la Normal
misma, en el Fuerte de San Felipe de Barajas, etc. Ya es muy común
ver a estudiantes, madres, padres de familia, maestras, aprendiendo
a maquillar. Y empiezan niñas y niños a ir de aquí para allá, empiezan
a probar las posturas corporales que corresponden a cada danza.
Empiezan a calentar su cuerpo, a moverlo una y otra vez al vaivén
de la música.

116 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


• Ritual dos: Al vaivén de la música ancestral:
En el año 2017 apareció un mayor número de estudiantes con
el ánimo de aprender a tocar el tambor. Los anima salir del aula,
ser llamados. La palabra “llamado” nos conlleva a un concepto
muy importante de la estructura curricular; esto es, al concepto
de comunicación. La comunicación a la cual da lugar la música es
inagotable en sus sentidos y significados. En los ensayos el sonido
de la música y en especial del tambor, las gaitas, las maracas, la
tambora etc. permiten que los movimientos correspondan a un solo
cuerpo. El cuerpo de la danza es uno y múltiple a la vez. Cada cual
sabe el lugar que le corresponde. La voz de los líderes se escucha
para indicar los movimientos de la danza, los instantes en que hay
que hacer un cambio. Se educa de esta manera la escucha. Y aquello
que se escucha es una voz lejana que regresa.

El miércoles 8 de Noviembre del 2017, llegó, el papá de Javier, al


auditorio de la Normal a recoger una tambora, porque él necesitaba
ponerle algo para cargársela al hijo, para que éste fuera tocándola
durante el recorrido cabildante. Apareció una especie de cordón
umbilical que hizo de padre e hijo un solo ser. Al final del recorrido,
iban ambos orgullosos; muy convencido él, de la importancia de
dicho momento como acto educativo. Ver al papá que maquilla,
que carga, que acaricia, que quiere, es romper con el patriarcado, es
darle vida al sosiego, a la paz.

• Ritual tres: Ir de la mano:


Es hermoso ver a papás, mamás, abuelas, tíos, tías, abuelos
llevar en brazos o de la mano a los pequeños danzantes. Ellos son
dejados en la calle al inicio del recorrido y se desplazan siendo
muy cuidados por sus allegados. Ir de la mano tiene relación con el
cuidado y también con la formación. Ya en el centro, o en cualquier
otro sitio de la ciudad, los niños son dejados en la comparsa para
hacer un recorrido que seguramente queda en sus memorias. Aquel
viaje se convierte en un recuerdo del cual difícilmente podrán
desprenderse luego.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 117


• Ritual cuatro: Las cantadoras de bullerengue:
Desde el año 2015, el cabildo normalista ha contado de manera
continua, con cantadoras de bullerengue; Kelly Mendoza representa
a la egresada que fue reina nacional del bullerengue y dejó tal
legado. En el lanzamiento del proyecto cabildo, en el 2017, en el
P.F.C irrumpieron la danza y las voces de las siguientes estudiantes:
Ornella Bobadilla, Valentina Torres, Daniela Simancas, Tatiana
Mendoza, Sandra Crismatt y Diana Jiménez. Se escuchó el canto
de los ancestros en la voz de Giselle Gómez Ríos. El trabajo artístico
entre estudiantes de cuarto semestre, de primero, de inducción,
ejemplifica la unión de esfuerzos para conseguir un mismo fin. En
medio de dificultades de sonido, de conseguir vestuarios, de tener
que traer implementos indispensables para la danza del bullerengue
como manducos, ropas, poncheras para lavar, la puesta en escena
arrancó aplausos, silbidos, chiflidos, gritos, coros de alegría, de
entusiasmo, de admiración.

Lavandera
Que lava sus penas
En el río
Y deja limpio
El corazón
Manduco. . . . . pa’ la ropa
Manduco. . . . . pa’ lavá, mi
Manduquito. . . pa’ la ropa
Manduco. . . . pa’ lavá

Letra “El manduco, María Rivas”.

118 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


REDES FESTIVAS

Desde el año 2013, en los semestres de inducción y primer semestre


del PFC, se ha adelantado, de manera sistemática, un esfuerzo para
que los estudiantes hagan del arte una herramienta pedagógica. De
allí surgen socializaciones en las cuales se resalta el ethos costeño, a
la vez que se reconoce el significado de diversas representaciones en el
proceso de aprendizaje-enseñanza.

La letra con artes entra:

Con los grupos de los denominados semestres de inducción se


trabaja la creación de rondas infantiles que suelen hacer parte del
lanzamiento del proyecto en el programa de formación. De manera
continua se conforman grupos de estudiantes en el PFC, tanto de
bachilleres pedagógicos como de otras modalidades, cuyos talentos
artísticos crean ambientes de aprendizaje mutuo. Es así como, los
estudiantes, crean escenarios para representar fiestas novembrinas,
festival vallenato, fiestas del mar y la recreación de las historias
clásicas en versión costeña y moderna que se presentan ante grupos
de la básica primaria. Los estudiantes que pertenecen a los colectivos
de investigación adelantan continuamente actividades relacionadas
con el proyecto, no sólo en términos festivos sino de indagación del
significado de la lúdica y el arte para la formación de niñas y niños en el
preescolar y la básica primaria.

Durante el año 2014 se trabajaron las Artes escénicas. Se tomó como


idea fuerza “La letra con artes entra”. Se movilizó el cabildo normalista;
tanto en su parte conceptual como en las puestas en escena de teatro
y narración oral. Además, se adelantaron talleres en artes plásticas,
dibujo y técnicas de maquillaje que, desde el saber especializado
de Maritza Zúñiga, se acercan a las formas del pintor Cartagenero
Alejandro Obregón.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 119


En la Normal se vive un eterno noviembre festivo. De allí que
aprender a danzar con el pincel y los colores, aprender que la superficie
de un cuadro puede ser ocupada por las ideas e imaginación de los
estudiantes, es abrirle paso al arte. Los cabellos de niñas, niños, jóvenes
e incluso adultos, cambia de color en la fiesta normalista.

El proyecto cabildo articula el arte y la pedagogía. Mientras que para


el plan de estudios y currículo oficial el arte es apenas un apéndice,
para la Normal representa una línea de pensamiento educativo. En
las memorias han quedado registradas las siguientes experiencias
relacionadas con dicha línea:

• Durante el primer semestre del año 2014, se llevó a cabo una


muestra itinerante en que se desplegaron cuadros de fauna,
flora, estampas de cabildo, pinturas relacionadas con conflictos
de orden social, político y cultural. En el año 2015 se siguió
trabajando el teatro; no sólo desde el grupo constituido y dirigido
por el director Ángel Velázquez sino en el desarrollo curricular.
Muchas manifestaciones del cabildo suceden al interior del aula
y son consideradas como métodos y medios educativos. Los
cabildantes normalistas adquieren experticia en representar
ideas educativas; para ello suelen recurrir a la creación de
personajes; además, van aprendiendo a hacer guiones.
• La muestra itinerante del año 2014 llegó a diferentes lugares
representativos del Centro de Cartagena. Se mostraron obras
individuales y colectivas de pintura, danza y teatro. Durante la
semana cultural cabildo y el coloquio, se hizo visible el trabajo
que, desde hacía ya varios años, venía realizando el grupo de
teatro de la institución con las Obras: La guerra, El Tambor del
diablo, el Intruso. Y se le dio mayor importancia a la narración
oral escénica.
• Todos los elementos usados en la puesta en escena de “Alzados
en almas”, obra de teatro pensada y escrita en el marco del
proceso de diálogos de paz en La Habana, crean una atmósfera
conmovedora. Sin palabras, sólo con gestos, llantos, miradas,

120 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


golpes, abrazos, movimientos sutiles, se cuentan una y muchas
historias, historias de un país que por más de 50 años ha vivido
la zozobra de la guerra y ahora acaricia las posibilidades de la
convivencia pacífica, de los acuerdos de paz a través del diálogo,
de una ambiente democrático en medio de diferencias que se
expresan de manera abierta en nuestra sociedad. “Alzados en
almas” destapa, descubre, crea y recrea una realidad, muchas
realidades de manera artística. Es así como se reafirma el poder
transformador y formador del arte.
• En el año 2015, la temática del cabildo se relacionó con la gestión
cultural tomando en cuenta que ésta promueve la exploración,
indagación y formación en artes. Y, ello tiene que ver con las
amplias posibilidades que demuestran nuestros egresados para
afectar la vida de las comunidades desde un trabajo cultural
que implica, igualmente, una labor pedagógica. Ya contamos
con egresados que van a los corregimientos de Cartagena y a
barrios marginales, también a los Montes de María a hacer de
las manifestaciones culturales, un escenario de reencuentro;
ahí comparten saberes y juntan lo que las distintas formas de
violencia y los vicios de la sociedad, desunen.

Las comunidades como tejido humano:

En el Coloquio del año 2015, se hizo manifiesto que hay una relación
indisoluble entre cultura y comunidad. De acuerdo con Javier Arias,
mediante el proyecto cabildo se puede establecer un diálogo con la
realidad social y cultural.

Javier, al conversar con el profesor Rigoberto Carmona, apuntaló


las dificultades de hoy para que se manifiesten con la misma fuerza
las representaciones culturales en la comunidad boquillera. Según
Carmona, en La Boquilla la gente se ha tenido que alejar del mar, ya no
oye su conversación. Cuando llegó la energía eléctrica ya no fue posible
contemplar el cielo, viajar a la luz de las estrellas ni disfrutar el silencio
de las noches. Y, sin embargo, la memoria colectiva, la remembranza del

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 121


pasado, permite mirar en niñas y niños boquilleros de hoy a los mismos
de ayer. Las dinámicas sociales en La Boquilla, como en cualquier otro
lugar, exigen transformaciones escolares; la herramienta para dicha
transformación es la cultura viva en las comunidades.

Las comunidades, como en el caso de La Boquilla, requieren


de personas a quienes les duela lo que sigue ocurriendo. Es tal la
voracidad de ciertos intereses económicos que el desplazamiento,
el arrinconamiento de una comunidad, ocurre en nuestras propias
narices. Por eso, tenemos que reflexionar el por qué se instalan a diario
cambuches al otro lado de la carretera donde está el hotel Las Américas
y cualquier cantidad de condominios. Tal realidad es oculta, se da en la
espesura del manglar, allí conviven y escasamente sobreviven personas
que no registra la prensa, no aparecen en los noticieros, ni son usados
para promocionar la ciudad como destino turístico.

Los cambios en la actividad económica de los boquilleros adultos,


debido al maltrato que se le ha dado al medio ambiente, como
consecuencia de intereses ajenos a la comunidad, hace que se tenga
que investigar su vida de otra manera, leerla en sus otras realidades.
Y estas otras realidades advierten sobre el riesgo latente, no sólo para
aquel corregimiento; de la niñez, explotación de la niñez por un tipo
de turismo que viene en busca de devorar lo humano todo. El proyecto
Tambores de Cabildo, muestra a una comunidad capaz de resistirse
a peligros que ponen en riesgo el tejido social. En tal sentido, una
pedagogía cabildante implicaría promover espacios de discusión y
diálogo acerca de la forma como se está construyendo democracia
dentro y fuera de la escuela.

Rigoberto exaltó, acerca del trabajo de Tambores de Cabildo, el


encuentro intergeneracional y el hecho de tocar los tambores cerca al
mar, en la playa. Podrán los invasores de cuello blanco apoderarse de
gran parte de un territorio ancestral, pero no podrán borrar la memoria.
Una memoria viva, que se lleva en el cuerpo, a flor de piel, en los labios
que le cantan a los más pequeños y en un pequeño que, al mecerse

122 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


en una hamaca, va diciéndonos que comprende lo que quiere, lo que
le pertenece: todo un legado ancestral que se resiste a desaparecer.
Tal legado tiene, en la cultura, una poderosa herramienta de lucha y
resistencia política.

El tamaño del peligro de despojo de territorios desborda


la capacidad de los maestros, pero no acaba con la tenacidad
en la reacción dignificante de las comunidades. De allí que se
pueda considerar el cabildo normalista como una posibilidad
de empoderamiento social; esto es, de educar para no dejarnos
doblegar por las manos cargadas de dineros sucios.

Nilda Meléndez, en el mismo coloquio del año 2015, al conversar


con Ricardo Gómez, exaltó los logros de la fundación Gimani cultural.
Todos los del barrio se identifican como getsemanisenses. La lucha
de los guerreros de Getsemani ha sido continua y consideran que hay
que cultivar la cartageneidad. No desde fiestas impuestas porque las
fiestas, los jolgorios siempre han estado ahí: en la vida misma de la
comunidad.

Gimani cultural le da vida a los Orishas, los dioses que fueron


acallados por la colonia; por un proyecto de nación que pretende borrar
de la memoria colectiva, las gestas libertarias. De allí la importancia de
“recurrir a” y construir la historia de los cabildos y de nuestro cabildo.
Existe una gran indiferencia frente a lo que nos pasa, un silencio
cómplice frente a la usurpación de los espacios de convivencia social,
de patios y calles en los cuales niñas y niños podían jugar, aprender,
ser. Tal indiferencia favorece el avance de quienes a poco les importa el
bien estar y buen vivir del colectivo social.

En el lanzamiento de la temática de Cabildo 2016; el 4 de Mayo de


2016 fue invitado el Licenciado Orlando Gonzáles, un gestor cultural de
Cartagena. Él, a través de un trabajo en colectivo, construyó tejido social
a partir de la primera biblioteca comunitaria en el Sector de La Puntilla
y El Progreso en el Barrio Olaya Herrera. Desde dicha hazaña, lograron

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 123


alejar a niños y jóvenes de los peligros que los acechan. La concepción
de Biblioteca pública que, desde entonces se ha ido expandiendo,
corresponde a espacios en los que no sólo existen libros sino que, desde
ellas, se lideran procesos culturales que ofrecen tiempos y espacios
distintos para quienes en la calle muchas veces sólo pueden encontrar
riesgos de todo tipo; desde el consumo de drogas hasta hacer parte de
la delincuencia organizada. Tal ejemplo de vida es vital para continuar
tejiendo ideas emancipadoras en el cabildo normalista.

Los detalles del tejido humano:

El tejido del cabildo de la Escuela Normal, propicia que toda la


comunidad educativa se aferre a las dinámicas de él, para finalmente
convertirse en activistas, gestores, dinamizadores, MAESTROS ad
honorem de la vida del proyecto, veamos:

En el proyecto cabildo algunas madres se convierten en maestras


que tejen los vestuarios; de igual manera estudiantes e incluso padres,
han aprendido a maquillar para convertirse también en maestros.

En y desde los procesos a los cuales da vida el Proyecto cabildo,


los aprendizajes corresponden a aquello que los miembros de la
comunidad educativa descubren como capacidades, habilidades
y sobre todo como poder de formación y transformación de las
condiciones sociales de existencia. Esto quiere decir que los
aprendizajes corresponden a valores y saberes encarnados en todos
los miembros de la comunidad educativa. La evaluación en la ENSCI es
un proceso reflexivo en el que cada cual expresa, de manera pública,
ante sí primero ante sus pares después y ante todos quienes han sido
sus maestros, los avatares del ser.

Las memorias que examinan los procesos que se adelantan en y


desde el cabildo normalista, identifican los significados del aprendizaje
y la enseñanza; he aquí algunas ideas:

124 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Es común ver ensayos de todo tipo, en cualquier espacio de la
Normal. Niñas y niños ven a los jóvenes y estos, a su vez, los ven a ellos.
Se produce un aprendizaje por contagio de entusiasmo: en el proceso
empiezan a cambiar los rostros, a ponerse la máscara festiva.

En los ensayos y puestas en escena se hacen realidad los viajes de


formación. Los cabildantes se dejan llevar por algo que está ahí: en
los latidos del corazón, en el movimiento de manos, en la voz que
rompe el viento. El sentido de los aprendizajes está en lo esencial: un
gesto teatral, la palma de la mano al tocar el tambor, los labios que
matizan la letra de una canción, la voz que irrumpe en el escenario, el
movimiento sutil de un vestuario, el ritmo en los pies, los movimientos
de cadera, la pasión en la mirada, la combinación de colores, la
coordinación de grupo.

La mirada del público se extasía al ver a madres y padres de familia


acompañando a los más pequeños a eventos que significan mucho
para esos locos bajitos; esos que se incorporan con la cabeza en alto y
traen de regreso a la infancia.

El cabildo normalista les contagia a todos la locura creativa, aquella


que rompe esquemas y normas.

Los errores y aciertos observados en los distintos procesos de la


formación cabildante, sirven para ir mejorando año tras año. Cuando
empiezan a sumarse los esfuerzos, cuando aparecen personas que
al observar las dificultades tienen la iniciativa de ayudar, el proyecto
adquiere una dimensión mayor, algo insospechado en su magnitud,
extensión y textura humana.

El cabildo normalista como escuela abierta:

El cabildo normalista ha creado la idea de una escuela abierta


que va hacia la comunidad, que la hace partícipe del proceso de
formación. Por eso, no es fortuito que las comunidades aledañas a la

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 125


Normal siempre estén pendientes de lo que pueda suceder cerca de
sus hogares.

Vincularse a los preparatorios y a las actividades propias del proyecto


cultural cabildo, ha sido un alentador proceso; en algún momento
participar era casi un imperativo, hoy es una opción; son muchas las
posibilidades existentes para comprometerse desde la autonomía y
convicciones de los miembros de la Comunidad Educativa.

En las memorias del cabildo normalista se guardan imágenes de una


escuela emancipada, capaz de salir del encierro y llegar a las fuentes
mismas del conocimiento; he aquí algunos testimonios:

Fue sorprendente ver un video hecho por los estudiantes de grado


once. Se dedicaron a indagar sobre cómo se hacen los cocteles de
frutos marinos; entrevistaron y grabaron cómo se hacen; entraron
a uno de los restaurantes más reconocidos de la ciudad para dar a
conocer los platos típicos de Cartagena. Tomaron imágenes del mar,
del monumento a los océanos, de una de las zonas, al lado del Banco
Popular, donde se hacen los vendedores de coctel.

Vale la pena destacar que esta forma de aprender, de conocer, se


fundamenta en indagaciones en las cuales el estudiantado sale a la
calle, busca información y la presenta de una forma atractiva. El uso de
la tecnología favorece la comunicación de saberes. El uso de recursos
modernos, con una debida acción de indagación, se convierte en la
oportunidad para reconocer otras formas de aprender.

La puesta en escena del precabildo 2017, mostró a unas estudiantes


del PFC del primer semestre capaces de expresar la tristeza a través
de un bullerengue. Entre las estudiantes hay una con dificultades
para vocalizar. Tal dificultad no fue obstáculo para danzar al mismo
ritmo que sus compañeras. Entonces, se puede potenciar aquello que
cada estudiante trae consigo, aquello que porta por hacer parte de un
contexto sociocultural.

126 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Más importante que las disciplinas escolares son los saberes encar-
nados; es indispensable reconocer éstos para darle forma a aquello
que es presentado como contenido de estudio. Así, los contenidos se
convierten en pretextos de aprendizaje, en conceptos, en preguntas, en
problemáticas sociales que requieren atención. Los contenidos, sin ser
transformados, son materia inerte: el arte les da vida.

La pedagogía, como arte, sirve para llegar a los estudiantes, para


acercarse a ellos sin la pretensión de enseñarles lo que se cree es
necesario que aprendan. Ellos aprehenden sólo aquello que, desde
muy dentro de sí, surge como algo que vale la pena aprender porque lo
sienten como suyo, habita en su hogar.

En Barranquilla, en el Carnaval del 2014, los estudiantes de la


danza del ciempiés estaban, al principio, apretujados. Escuchaban la
música de una comparsa a alto volumen, pues era producida por un
equipo. Según Pedro Vergara, esto hace que se pierda la coordinación
entre música y bailarines, se pierde lo tradicional, se atenta contra los
músicos, contra aquello que es inmaterial y no se puede transgredir. En
el cabildo normalista se cultiva el celo por preservar el legado cultural
que es entregado a sus herederos: niñas, niños y jóvenes.

El espectáculo de sombras chinas presentado por estudiantes del


proyecto de Tecnología liderado por Rafael Silva y Alma Caparroso, en
el 2015, ayuda a entender que el tablero es una superficie sólida en la
cual poco se puede enseñar. En cambio, la proyección de figuras que
toman vida en una tela iluminada les permite a niñas y niños viajar a
otros mundos.

Las rondas infantiles preparadas en el 2016 por los estudiantes


del PFC, hacen del círculo la forma perfecta para comunicarse; en
vez de las filas, de la rectitud mediante la cual se pretende enseñar.
Sí el aula deja de ser el espacio cerrado en que los estudiantes sólo
miran al tablero para convertirse en círculos de discusión, de juego,
de animación, de desprenderse del cuaderno y el libro en los que yace

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 127


el conocimiento muerto; entonces, sólo entonces, el conocimiento
toma forma en los niños.

Se trata de hacer que el conocimiento escolar sea aprehendido


desde la experiencia lúdica, desde aquello que ha sido contado
y cantado una y otra vez y sobre todo de aquello que hace mover
sus cuerpos e imaginación. En el centro del circulo puede entrar
cualquiera, pueden sucederse los unos y los otros, puede palpitar
el corazón de manera natural. La rutina de postrarse en las sillas
conlleva a la esquizofrenia escolar.

Los escenarios de formación, propiciados por el cabildo normalista


se convierten en un espacio socializador en los cuales los estudiantes
dan a conocer su obra. Entonces, el escenario y los estudiantes
empiezan a ser un solo cuerpo. De esta manera se llega a comprender
por qué niñas, niños y jóvenes son seres humanos, educables, proyectos
inacabados, obras inconclusas, obras que se renuevan cada vez que se
sube y baja el telón.

El cuerpo que dice, que cuenta, que se mueve, es una expresión


del espíritu creativo, es una proyección de saberes heredados, de una
cultura que encuentra los escenarios propicios para manifestarse. El
Espíritu se hace carne y habita entre nosotros. La presencia de los
personajes en escena, tiene tanto de magia como de imaginación. Los
estudiantes, como actrices y actores, son poseídos por esa especie de
demon, por el espíritu que todo lo trastoca, lo vuelve distinto.

Algunos ejemplos de transformación los pudimos apreciar con los


siguientes estudiantes:

Mauricio Caicedo, en el año 2016, fue capaz de interpretar todos los


personajes que quiso; María Camila Rocha se convirtió en una vieja
despelucada y encorvada que asistió al embrujo del diablo; Armando
pasó de ser un muchacho tímido a una estrella de la canción, que es
capaz de componer una canción íntima a su mujer, El serrucho; Sneider

128 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Ulloque, egresado nuestro, salió de su oficina de contador público para
convertirse en un militar a quien se le perdió el enemigo; Alexander
Robles, otro estudiante egresado, nos hizo saber que el sonido del
tambor nos hace perder el juicio, nos hace llegar a estados de paroxismo
que tocan los límites de la locura.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 129


CAPÍTULO 5
HISTORIA/historias

Cuando mentes y manos se juntan se hace posible lo polifónico.


La escritura de tres autores se hizo realidad en varios momentos. El
impulso creativo, al escoger imágenes, nos deja vernos en el espejo. En
las historias que presentamos a continuación, aparecen como autores;
Luis Reyes Castellar, el filósofo de San Juan de Nepomuceno (Bolívar);
Rigoberto Carmona Orozco, el pescador de ilusiones del corregimiento
de La Boquilla (Cartagena); y Antonio José Osorio, el amante de las
letras de Circasia (Quindío).

¿QUIÉN ES ELLA?

Los días del año se fueron desgajando, lentamente, como caen


las gotas de lluvia de abril; en ese natural y silencioso orden, los días
parecen iguales, sin embargo, por los pasillos de la ENSCI se pasea
sigilosa la creatividad, que coquetea con los mulatos del once tres, se
enamora de las manos sonoras de los del once dos y ofrece esperanzas
de amor en el uno. La graciosa baja sonriente las escaleras y entra en
todas las aulas de primaria contagiando con sus carcajadas de colores
las alegres miradas de los niños.

No contenta con su alborozada alegría, se interna en las aulas de


preescolar imprimiéndoles un beso lleno de fantasía a los infantes
para, luego de un gracioso vuelo, atravesar las aulas de los décimos y,

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 131


con su galanteo folclórico, les llena las mentes de expectativas y pone
a funcionar los movimientos de los cuerpos.

Por si fuera poco, espera en la portería a los estudiantes de la tarde y,


sin que se den cuenta, va inyectando una a una la dosis de emoción. Su
trabajo es sigiloso, nadie se ha enterado que lenta, y suavemente como
el viento, va acompañando a toda la población educativa en el engranaje
del jolgorio. De repente un tambor, un tambor que todos escuchan y
que nadie sabe quién lo suena rompe la aparente tranquilidad que se
vive al interior de la planta física; alrededor del sonido aparece ella,
muy hermosa; galantea radiante de alegría arrastrando a todos a una
indescriptible fiesta integral donde se confunde el niño con el joven,
con el profesor, con el administrativo, con los vigilantes, todos son una
sola sonrisa y esa sonrisa hace verla más bella.

El remolino de emociones los envuelve a todos en un macrocosmos


de colores. ¡Es la hora de la fiesta! todos se saludan, se abrazan; ¡es
prohibido estar quieto!, ¡es prohibido estar serio!, solo se vale bailar,
solo se vale reír. Ella, mi radiante bella; inefable se pasea a través de
todos, todos la miran y algo de ella queda en los ojos de quien la ve,
porque se contagian de su hermosura, de su alegría, de su dinamismo,
de su emoción.

Una avalancha de colores la acompaña, es una convención de


arcoíris la que adorna su belleza, la ciudad le abre calle de honor
para que pueda pasear su alegría, su entusiasmo, su hermosura. Dos
columnas humanas sirven de fortaleza a su paso, el millón de pares de
ojos solo tienen vista para ella; detrás de las columnas humanas la vida
no existe, no hay nada ni nadie que pueda resistirse a su paso.

Quieren mirarla toda al mismo tiempo pero no pueden, es tan


hermosa que hay que mirarla por partes y, los mil sonidos armoniosos
que de su interior salen embriagan de alegría a los espectadores. De su
preciosa cabeza aparece el ritual infantil, el semillero de Bufones, los
monos, la cumbia, todos infantes sonrientes y alegres comunicándose

132 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


a través de la armonía del cuerpo. De sus brazos extendidos emerge un
ejército de padres que, prestos, van a suplir las necesidades de sus hijos;
no se ha pasado nada por alto. El escultural cuerpo está adornado de
cumbia, mapale, gaitas, comparsa, donde una ola inmensa de brazos
se mueve sincronizadamente.

La primavera se tomó a Cartagena, se paseó por sus calles y se


engalanó en la Plaza de la Aduana; esa primavera es sencillamente el
sentido de esa hermosa, de ella, de la bella, la inefable, la que abre sus
brazos de alegría cuando mira que, a su encuentro, salen sus egresados
a continuar admirándola, apoyándola, queriéndola. Ella estará siempre
incólume, radiante de alegría para su ciudad, contagiando a todos de
armonía, y siempre vestida de Cabildo.

LA FAENA DE PESCA

Pensar en el preludio del Cabildo Cultural y Pedagógico de la


Escuela Normal Superior de Cartagena de Indias, consiste en pensar
en los hechos que lo configuran, que lo conciben, que lo sienten y lo
viven. Los acontecimientos, los sudores y los sufrimientos y también
los goces y satisfacciones previas, se asemejan a todos los actos que
implican organización, aspiraciones, sueños, satisfacciones; tanto
personales como grupales; ocurre así con las actividades anteriores
a la realización de la práctica pedagógica, la organización de un viaje
vacacional, los arreglos que anteceden a la asistencia a una reunión
festiva, pero quiero referirme específicamente a la semejanza que
existe entre los actos preparatorios para la puesta en escena de nuestro
cabildo normalista y la disposición y organización de los pescadores
antes de salir a la faena de pesca.

Bolichear, para el boquillero, es una actividad de pesca que


requiere de responsabilidad, creatividad, organización, pero
fundamentalmente, encarna la solidaridad y el trabajo en grupo.
El Cabildo de nuestra institución, igualmente está basado en estos
elementos indispensables para su materialización. Desde este

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 133


preámbulo veamos cómo es la organización previa del pescador
para lanzarse al mar o a la ciénaga; el atarrayador, el cordelero o el
bolichero, como llaman mis coterráneos a estas faenas de pesca,
requieren de acciones previas que demandan mucha dedicación para
la puesta en escena del Cabildo de la normal también, veamos:

El bolichero, antes de salir al mar, se reúne para revisar que el boliche


esté en buenas condiciones para poder pescar, por eso revisan el copo,
las trallas; miran las roturas de las piernas del boliche para remendarlas
y así evitar que los peces se puedan colar y de esta manera evitar el
fracaso de la faena. Los zanqueros de la normal, con el instructor a la
cabeza, el día antes revisan los zancos, ajustan las tuercas que están
flojas, precisan que no estén desaseados. El instructor Charles, se
pone, al frente y se preocupa para que todo salga bien.

El boquillero se fija en que las piernas del boliche estén sujetadas


a lo calones. Los pescadores de trasmallo miran detenidamente
que las boyas que permiten a las redes flotar estén en su lugar y en
buenas condiciones, para así poder darse cuenta cómo se puede ver el
instrumento de pesca mientras es fondeado por los pescadores. En el
Cabildo, el día antes, la profesora Maritza Zúñiga, los estudiantes, los
padres de familia, los docentes y los ex alumnos de nuestra institución,
se convocan para pintar Cabildo, para llenarlo de máscaras, de figuras
alegóricas a nuestras raíces ancestrales y culturales, se reúnen para
reclamarse Caribes, africanos, andinos y sentirse sujetos universales
a través de la simbología del color y la forma. La preocupación está
centrada en la forma como nos ven el día de la escenificación.

Cuando la pesca es exitosa, porque se pudo pescar al cardumen,


los pecadores se abrazan, bailan, gritan; la euforia de la pesca es
una fiesta. El bullerengue de Alex Robles, la cumbia del profesor
Nelson Schotborgh, la danza teatro de Iván Reyes y Ángel Velázquez
se constituyen en el ritual festivo del cabildo de la Normal; pero, ver y
vivir los actos preparatorios de estas danzas es comprender y valorar
los esfuerzos de estos maestros y estudiantes. Ellos viven el corre que

134 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


te cojo propio de los grupos y se preparan, no para festejar la pesca del
cardumen, sino para gozarse la escenificación de nuestro cabildo al día
siguiente.

Detenerse a escuchar la melodía que producen las olas del mar es


extasiarse en soledad armoniosa, vivir la fiesta de los Pescadores de
la Boquilla es disfrutar del buen bullarengue, las afinadas comparsas,
fundamentalmente gozarse la música de las bandas musicales que dan
apertura a las fiestas del mes de Junio. En la Normal, el señor Estrada es
el adalid de la música de la banda de paz y es de admirar la dedicación,
el cuidado, el entusiasmo que brinda a la preparación de los niños,
niñas y jóvenes que integran la agrupación musical. Es notorio el afecto
y pertenencia que este gran señor le profesa a una institución que, con
el tiempo, se ha ido integrando a su cotidianidad. Ajustar los tambores,
afinar las liras, brillar los platillos, es tarea que realizan con mucho
esmero el señor Estrada y sus pupilos en la antesala de nuestra gran
presentación anual.

En la pesca siempre hay un orientador, generalmente se selecciona


al pescador más entrenado, el más dedicado, el más entusiasmado
y es él quien asume la responsabilidad de que todo salga bien, se
encarga de que cada quien asuma su oficio alegremente, que lo haga
cumplidamente; por eso, en la noche a la luz de un mechón y en una
enramada, se reúnen para planear la próxima faena. En la Escuela
Normal Superior de Cartagena de Indias, no hay un solo patrón, un
solo orientador; en la Normal se estresan, corren, sufren, se enojan el
día previo desde el rector, Álvaro Hernández, ordenando y vigilando
los dispositivos que se van a requerir para la puesta en escena del
cabildo. Mónica Olave, como en su momento lo hizo Silvia Peluffo
en su función de administradora; mira, corre, llama, autoriza y hace
posible que los requerimientos estén afinados; Muriel gana experiencia
y pertinencia hacia el cabildo mediante los acosos de los distintos
grupos dancísticos, quienes solicitan los vestidos, las máscaras, los
colores, como lo hacen los pescadores de la boquilla con los remos, los
canaletes y los instrumentos de pesca; Rafa debe ponerse los patines y

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 135


corretear a funcionarios y autoridades distritales para que los permisos
estén legalizados, hay que ver la cara y los sudores de este funcionario.

Finalmente, debemos recordar que para que esta faena cultural


y pedagógica se pueda llevar a cabo es justo, necesario y pertinente
conformar un gran grupo, no de pescadores de los mares y ciénagas,
sino un grupo de hombres y mujeres para que trabajen denodadamente
durante todo el año para que todo salga bien, me refiero al COMITÉ
CABILDO. No podríamos ignorar la dedicación de los directores de
grupos, ellos sufren, y trabajan, gozan y hacen parte de las correndillas
de sus pupilos y padres de familia. A todos estos pescadores de cultura
y pedagogía van mis felicitaciones y reconocimientos; sin ellos no sería
posible nuestra concreción cabildante. Estamos creciendo y saliendo
de nuestro propio encierro, el Castillo de San Felipe es testigo especial,
porque EN LA NORMAL TODOS SOMOS CABILDO.

Glosario:

Boliche: Instrumento de pesca que es halado por un grupo de


pescadores hacia la orilla de la playa.

Copo: Especie de bolsa tejida en el centro del boliche y donde se


depositan los peces que son atrapados en la faena de pesca.

Piernas: Par de redes que se unen a los lados del copo para darle
forma al boliche.

Calones: Maderos que sirven para sostener las piernas y mantienen


las piernas tensas.

Tralla: Extensiones de nylon que van atadas a los calones y sirven


para arrastrar al boliche a la orilla de la playa.

136 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


¡QUÉ BACANERÍA!

Puesta en escena del Cabildo 2014.

“Los cabildos coloniales fueron corporaciones municipales


creadas en las Indias (América y Filipinas) por el imperio español
para la administración de las ciudades y villas. Fueron creadas para
una adaptación a un nuevo medio de los ayuntamientos medievales
de España…El término cabildo provine del latín ’capitulum’ “a la
cabeza”…,” Wikipedia. El cabildo colonial tenía más una función
administrativa que cultural.

Nuestro cabildo se aproxima un poco más al cabildo abierto en cuan-


to nos convoca, nos reúne, nos invita al disfrute, a la creatividad, a los su-
dores, a las risas. Nos invita a que nos mofemos de nosotros mismos. Nos
convida a sufrir y gozar; a correr y a contemplar-nos. Nos reúne para que
nos pensemos institucionalmente pero desde el desfogue cultural; por
eso, tanto en las actividades previas a la puesta en escena del entramado
folclórico pensado y organizados durante el año, como en la realización
y muestra de nuestro cabildo, podemos apreciar los apuros y alegrías
tanto de chicos, como de adultos; tanto de propios como de extraños;
tanto de organizadores y gestores como de observadores pasivos (aun-
que habitemos la misma institución, nuestra escuela). Hay estudiantes
del programa de formación que se lo pierden.

En nuestro cabildo se puede apreciar la “anarquía” rítmica de los


niños de preescolar, enseñándonos que para el disfrute de la cultura
las reglas no aplican; prevalece el entusiasmo, la dedicación, la valentía
(Soportar la temperatura de nuestra región, 34° de calor, durante tanto
tiempo para un niño de tres o tal vez de cuatro años es una proeza).
Ellos nos enseñan que cuando amamos lo que hacemos, vivimos en
constante alegría, en disposición para avanzar. Actuar en Cabildo,
para estos niños, más que una mera participación es un reto personal
y familiar en el que bailar no es un mero ejercicio por compromiso
institucional, sino que es merecida la participación.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 137


Los niños del cabildo de la normal nos maravillan cuando danzan en
las comparsas de Ciempiés, los Indios Farotos, la Cumbia y la infinidad
de ritmos y rituales que practican durante el año. Nos maravillan por
la espontaneidad con que lo hacen, por la alegría con que lo viven,
por la convicción con que se comprometen y sienten en las distintas
ejecuciones. A mí me gusta mucho la actuación de los niños de la
normal, tanto en el pre cabildo como en la realización final del cabildo.

El cabildo infantil de la Normal es Martha, Omaira, Teresa, Ofelia,


es el gordo Marcos, Yira, Caridad, Martha Polo, Ivanova, Nelsy y
me perdonan a quienes no he nombrado en este reconocimiento
merecido. Igualmente el cabildo es Pedro,… Sin la dedicación, el
convencimiento y el entusiasmo que le ponen estos maestros al
cabildo, no es posible su realización. Ellos han entendido que el cabildo
es una oportunidad para aprender, para enseñar, para compartir y
convivir. Es una gran oportunidad para, a partir de su concreción,
aflorar todas las intencionalidades académicas y pedagógicas que nos
incumben. El cabildo infantil es escuela, padre de familia, aprendizaje,
sacrificio, alegría, intencionalidad, llanto y risa, actividades dinámicas
y contemplaciones sosegadas. El Cabildo infantil es la materialización
escénica de nuestros referentes festivos y culturales; los modernos y
los ancestrales.

No creo que sea posible pensarnos en el cabildo sin referirnos a los


jóvenes y adultos que lo concretan, mediante la escenificación de los
distintos bailes. Durante la realización de nuestro cabildo, a medida
en que vamos “creciendo”, mayor cuidado y dedicación se observa en
la ejecución de los rituales dancísticos. Al transcurrir los años, hemos
aprendido que a los más pequeños hay que enseñarles las distintas
danzas a manera de juegos, de saltos y movimientos que espantosamente
van aprendiendo y ejecutando; lo cual, los hace ver fantásticos. Con
los jóvenes, aparece la conjugación creativa de los propios actantes en
los distintos grupos. Los vestidos, las mofas, lo histriónico, lo festivo
es más premeditado y más cuidado; por eso, cuando aparecen: los
negritos, los indios farotos, el cien pies, el torito, Tropicana con gringa

138 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


incluida, etc., las miradas son más acuciosas y exigentes. Es admirable
disfrutar de la plasticidad corporal con que los(as) danzarines recrean
las historias y tradiciones que envuelven los distintos rituales. Los
estudiantes y maestros que participan de dichas representaciones
están convencidos de que el cabildo y el legado cultural que lo sustenta,
es una buena oportunidad para mirarnos y pensarnos acerca de lo que
somos y de lo que hacemos. Creo que el cabildo nuestro puede y debe
ser un buen pretexto para que reflexionemos, para que nos miremos
al ombligo institucional. El cabildo es un buen referente para escribir,
para leer, para develar nuestras preocupaciones pedagógicas, nuestras
acciones investigativas; es una buena oportunidad reivindicarnos
culturalmente; es una buena ocasión para cacarear como dice Alcides.
Nuestro cabildo no es entonces una intención administrativa del
ayuntamiento medieval español, más bien es la materialización de los
sueños, los esfuerzos, los desvelos, las aspiraciones del comité que lo
organiza.

Para que el cabildo de la Normal siga siendo Vivanco, Cheito, Edward,


Pedro, Ramón, Mónica, Narváez; también Ibeth, Silvia, Turizo, Ángela,
Ketty, Claudia, Nacho y todos los que habitamos esta institución
educativa, se hace imperiosa la necesidad de repensárnoslo; intentar el
esfuerzo de articularlo más con la cotidianidad académica, pedagógica
e investigativa de nuestra escuela. Creo que si nos lo pensáramos así no
sería flor de un solo día, sino que se convertiría en el jardín que habría
que regar diariamente.

Definitivamente nuestro CABILDO es una bacanería necesaria


y reconstituyente. Es un bálsamo cultural social y pedagógico que
nos hace sentirnos orgullosos de los que somos, como diría David
Sánchez Juliao (q.e.p.d). El Cabildo de la normal no es uno más en las
festividades cartageneras, es uno singular. Ojalá y algunos estudiantes
del programa de formación no se lo sigan perdiendo para darle más
colorido y sentido. ¡Viva nuestro CABILDO, carajo!

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 139


Momentos en que los estudiantes del PFC y madres de familia maquillan, en momentos
previos, a la puesta en escena del año 2016. Fuente: Foto de Maritza Zúñiga.

Ritual infantil en la puesta en escena del Cabildo, año 2015.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

140 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Ritual Son de negros, puesta en escena del Cabildo, año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Danza Congo juvenil en toma del Fuerte San Felipe de Barajas, año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 141


Escena de mimos en la muestra itinerante, año 2016.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Danza el Caimán cienaguero, puesta en escena del Cabildo, año 2017. Aparece la
docente Margarita Frias. Fuente: Foto de Luis Reyes C.

142 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


La vida y la muerte presentes en el Cabildo del año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 143


Profesora Maritza Zúñiga (La cobra de Cartagena).“Taller de
maquillaje” en toma del Fuerte de San Felipe de Barajas, año 2017.
Fuente: Foto de Maritza Zúñiga.

144 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Columnas danzantes, grupo infantil, Cabildo 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Danza de Las Pilanderas infantil, en Cabildo 2014.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 145


Expresión de satisfacción del Rector Álvaro Hernández C. y la Coordinadora Sandra
Calvo, Cabildo 2017. Fuente: Foto de Luis Reyes C.

146 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Yo me llamo Cumbia. Toma del Fuerte de San Felipe de Barajas, año 2017.
Fuente: Foto de Luis Reyes C.

Rostros sonrientes de la danza sexteto, año 2011.


Fuente: Foto de Luis Reyes C.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 147


MURMULLOS DE CABILDO

El sol fue inclemente, abrazador, durante la mañana del domingo 26


de noviembre del 2017. Este día lo denominamos “Toma del Castillo”.

Las primeras fotos que llegaban al WhatsApp, mostraban a estu-


diantes de noveno y otros cursos maquillando a niñas y niños de pre-
escolar y básica primaria. El escenario fue el imponente fuerte de San
Felipe de Barajas.

La venta de agua, gaseosas, sombreros, raspado, suéteres etc.,


hacía parte del paisaje. Pequeños “gusanos” se desplazaban por entre
las plantas, a la sombra de las paredes del fuerte, eran los integrantes
del grupo Ciempiés. Los de ritual Indígena también se movían al lado
de Diablos Espejo. La maravillosa mezcla de danzas empezaba a
vislumbrarse como tantas veces ha sucedido en los últimos años. Los
papás y mamás de los de preescolar y básica primaria empezaron, hacia
las nueve de la mañana, a reclamar para que iniciáramos el evento,
puesto que algunos de sus hijos estaban allí desde las 7 A: M. Entonces
llamamos a los músicos, ordenamos la salida y empezó la gran fiesta.
Ya el ambiente cambió, fue otro. Los reclamos cesaron y empezamos a
subir hacia el fuerte.

La entrada al fuerte se hizo al son de los aires musicales que le dan


vida a una especie de procesión non-santa. La música invita a reunirse,
congregarse, mover el cuerpo. La subida a los lugares escogidos para
las presentaciones era bastante inclinada. Desde abajo la imagen
fue fabulosa. Fuimos subiendo como “piratas” a tomarnos aquel
sitio tan emblemático, tan enorme, tan lleno de historia. Y desde allí,
lastimosamente, resaltaba la torre de apartamentos que empezaron a
levantar quienes hacen y deshacen en la ciudad. Los piratas de cuello
blanco, no han desaparecido y atentan contra el Patrimonio inmaterial
de la Ciudad. Nosotros, en cambio, vamos poblando cada rincón de la
ciudad para hacerla feliz.

148 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Siempre he escuchado que los músicos educan el oído y la voz.
Educar el oído con la música ancestral, con letras que hacen parte de
la vida cotidiana, corresponde a “un método” que se ha convertido en
“ritual”. La congregación de estudiantes y músicos, en círculo, para
dejar escuchar sus voces, para probarlas, para dejar que el cuerpo se
exprese y que, en aquel espacio, cobre vida lo más sagrado del ethos
costeño, es el testimonio de una consagración. Lo sagrado aquí no es
lo católico, lo cristiano ni ninguna otra manifestación que sobreponga
lo religioso sobre lo pedagógico, cultural, político. Se trata de algo
que funciona a manera de “fármaco” que desata las emociones, hace
palpitar el cuerpo, ennoblece el alma y corresponde a un concepto de
belleza ajeno al comercio del cuerpo femenino o masculino.

Los elementos sagrados provienen del cuerpo, de algo que siendo


“terrenal” se eleva a los cielos, se expande con los vientos, vuela tan
lejos como puede ir la imaginación.

Tanto en horas de la mañana como de la tarde de la toma del fuerte,


se realizaron entrevistas a los turistas que entraron a conocer aquel
sitio emblemático de Cartagena y se llevaron la agradable sorpresa
de observar la puesta en escena de las danzas ancestrales y asistir a
un taller de música y otro de maquillaje. Las entrevistas realizadas
nos permiten decir que llegamos al Perú (Cuzco), Holanda, Argentina,
Uruguay, Alemania. Bogotá, Neiva, Tibacuy (Cundinamarca), Boyacá
y otros tantos sitios del orbe. Somos glocales como lo expresaría
Felipe, el profesor de Pitalito, Huila. En tales entrevistas siempre
escuché la palabra felicitaciones, gracias, qué bonito, y ¡qué calor!
Es el momento de comprender que quien visita a Cartagena quiere
ver no sólo playas, ir a restaurantes, centros comerciales o sitios
turísticos. Quiere “ver es esto”, como lo dio a entender una turista de
Boyacá. “Esto”, significa el tejido humano que le da vida a un tiempo
y espacios compartidos. Nosotros provocamos el encuentro de
múltiples culturas, culturas variadas que unen formas de expresión,
creencias, colores.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 149


Una vez distribuidos al comienzo, en la mañana, en los dos lugares
en donde habíamos programado las presentaciones, se dio un primer
taller de música por parte de Pedro Vergara. Ese momento fue especial
por cuanto luego, cuando entrevisté a un turista Argentino, ya me
hablaba bastante bien del proyecto Cabildo.

Los músicos aparecieron a tiempo y empezaron a vestirse “de


gala”. Uniformes blancos los de un grupo, los que fueron llevados por
Pedro Vergara y los otros con atuendos muy caribes, muy coloridos.
En el grupo de Pedro estaban Antonio Magallanes, José Valdez
(estudiantes de segundo semestre); Henry Jiménez, Jorge Castaño
(egresados), Keneth, Pedro y otros tantos del semillero de tambores.
Hacia las dos de la tarde pudimos escuchar una tanda de música en la
tienda que está al frente de la entrada del Fuerte. El ritual de música
alrededor de tambores, tamboras, pitos, guaches y gaitas se convierte
en el escenario donde cobran vida las voces de la región Caribe. Es
lamentable que las letras de la música folclórica poco o nada se
escuchen en las emisoras de gran cobertura nacional. Por eso, otras
músicas, con contenidos que ofenden a la mujer, se imponen al oído
de los más pequeños.

Las voces de casa afuera, las de los turistas nacionales e


internacionales, nos ayudan a valorar aún más el sentido y los
significados de todo este proyecto-proceso de formación de maestros.
Muchos de aquellos turistas sentían como si les estuviésemos
haciendo un recibimiento especial, como si hubiésemos tocado para
ellos. Y, en esto, vale la pena insistir para hacerle ver a unos cuantos
estudiantes, que hay que tomarse en serio cada paso que se da.
Cada actitud, gesto, movimiento, puede quedar como registro de los
errores que tenemos. El que un grupo entero, en horas de la tarde,
haya dejado de danzar como se debe hacia el final del toque y luego
hayan decidido quitarse el vestuario delante de todo el mundo y no
presentarse en la parte de abajo, es una muestra de que el proceso
aún tiene cosas que mejorar.

150 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Cuando íbamos pasando por diferentes sitios del fuerte y escuchaba
a los guías hablar de Historia, me parecía que nosotros podemos contar
otra historia. La historia/Historia que estamos construyendo está hecha
de carne y hueso, privilegia el andar errante, el caminar alegre, el paso
que se eleva en todo lo alto. Las fotos dejan ver las nubes y abajo el
agua; todo el cuerpo de agua en el cual nos remojamos y humedecemos
a diario. Por nuestras mejillas y cara bajó el sudor.

Fue notorio, una vez más, que mientras chicos de preescolar y básica
primaria, otros de la básica, media y todos los del PFC, se presentan
con todo decoro, con ganas, con actitud, algunos grupos difícilmente
colaboran con la organización. Esto de la actitud es clave. Los que
danzan fandango del Programa de Formación son “una mezcla” de
estudiantes de varios semestres. Algunos de ellos no es que sean muy
versátiles en la danza. Sin embargo, su actitud es agradable. Ensayan
una y otra vez, se equivocan, ríen, cansan y vuelven a empezar.

La pedagogía según algunos autores clásicos es ciencia y es


arte. Pues bien, lo artístico, cada vez lo tenemos más claro, nos
permite abrirnos al mundo desde el lugar íntimo de las experiencias
compartidas. En el escenario se da una especie de re-existencia.
El ser, vuelve a ser lo que es. Y, este juego de palabras no significa
algo distinto que el reencuentro con los ancestros, con aquello que
llevamos de negro, indio, español, campesinos. Llevar el ritmo en la
sangre, bien sea para danzar, cantar, hablar, leer, escribir, amar, son
propios del Caribe en general. Nosotros hemos sabido interpretar las
posibilidades que surgen cuando la escuela es otra. Cuando salimos
una y otra vez del gueto, del encierro, poblamos múltiples territorios
de la ciudad. Antes fue El Parque del Centenario, La Plaza de la Paz,
un centro comercial. Ahora el viaje de formación puede llegar tan
lejos como nos lo propongamos.

Desde hace muchos años, mediante el proyecto, cuestionamos


la escuela mecánica que separa a los estudiantes, fragmenta el
conocimiento, le quita vida y lo fracciona en tantas partes que al final

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 151


es imposible comprender que es ciencia y arte. Las prácticas de danza
en la Normal, juntan a unos y otros, son extenuantes, agotadoras. No
obstante, se convierten en espacios de socialización compartida en los
cuales está el músico del programa, la primaria, la básica o cualquier
nivel. También puede estar el instructor, el maestro y otros danzantes
de otros grupos que, empiezan a imitar los movimientos que observan.
Estamos comprendiendo que para acceder al conocimiento, primero
hay que aprender a conocerse a sí mismo.

En la Normal le damos vida a una idea de familia unida en las


diferencias. El esfuerzo hecho durante tantos años por diferentes
actores y autores del proyecto-proceso, hace presencia en la ciudad
como un baluarte, como “defensa” de lo que somos y podemos llegar
a ser. Ya sabemos del coraje del tejido social, cultural y político del cual
están hechos nuestros músicos, cantadoras, instructores, danzantes,
artistas. Estamos aprendiendo a hilar delgado, a cuidar el tejido, a
propiciar la reconstrucción de la cual hablamos para que nuestro país
tenga “tiempo” de encontrarse en las diferencias.

Ya en la tarde el calor fue más sofocante. Maritza Zúñiga llevó a cabo


el taller de maquillaje. Este fue uno de los tantos talleres que ha dirigido
durante este año y los anteriores. Talleres que transforman cuerpos y
rostro. El maquillaje les permite a nuestros estudiantes representar
aquello que la danza significa. El ritual del maquillaje muestra la
simbiosis que se da entre estudiantes, entre estos con maquilladores.
Pintar el cuerpo es parte de un ritual en el cual nos permitimos encarnar
un personaje, desatar las emociones.

A la altura del Fuerte sopla más la brisa. Aquella brisa nos hacía
ver majestuosos y hacia mover las faldas. Volamos lejos, ganamos en
riqueza cultural. Vernos así es importante, ganamos en confianza, en
solidaridad dentro del grupo organizador, de convocatoria, de empeño.
Hay mamás y papás que espontáneamente se suman a la organización.
En la mañana, vimos las pancartas de las danzas y eso es importante
pues no pasó por desapercibido nuestro nombre: “El Cabildo de la
Escuela Normal Superior de Cartagena de Indias”

152 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Los turistas veían con agrado todo lo que pasaba. Al caer la tarde y
cuando ya el sol dejó de “alumbrar” tanto, el escenario fue esplendoroso.
Se formó un gran círculo en el cual cabíamos todos. En el centro los
artistas. Al frente los músicos. El público se contagió y empezaron a
salir, no sin cierto temor, gentes de todas las etnias, de lugares que
no podemos precisar. La lengua fue una sola, la de la música que nos
enaltece, la de unos autores y actores que cada vez se sienten mejor
preparados para “enfrentar” sin miedos el porvenir.

En un país donde todavía se le apuesta al miedo como arma política,


nuestro proyecto-proceso puede movilizar las ideas hacia un lugar
distinto. La apuesta hacia el autoritarismo de estado no puede ser la
apuesta de la escuela. Nosotros, en nuestros pies, manos, corazón y
cerebro, tenemos el poder de cambiar pequeños entornos sociales,
lugares que vamos “conquistando” cada día, en cada aventura, en
cada momento. Ya se nos volvió costumbre terminar una puesta en
escena, un evento, un encuentro y empezar otra. Ya el cansancio es el
inicio de un nuevo día en el cual brotan por borbotones las palabras.
Estas que quizás no recojan todas las ideas o sentires de quienes allí
estuvimos pero que sí dejan “palpar” un anhelo, una esperanza y
muchos sueños.

Nos dimos cuenta de que la organización fue mucho más compleja de


lo que habíamos pensado. Es innegable que la presencia de directores
de grupo y de instructores facilita mucho el trabajo en equipo. Hay
que trabajar con los grupos lo relacionado con la imagen institucional,
con el esfuerzo que entre tantos hacemos para que, de pronto, unos
cuantos estudiantes dejen una imagen inapropiada.

Ahora bien, volviendo a las voces de casa afuera, una turista


Bogotana decía que lo que sintió fue una felicidad diferente. Y esa frase
me gustó porque hemos resaltado en múltiples ocasiones que nuestros
estudiantes se gozan las danzas y cada vez se ven mejor preparados
para presentarse en público.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 153


El turista argentino decía que los más pequeños, al “mamar” de
la música y danzas ancestrales, eso “lo vuelven carne”. Por supuesto,
resaltó que en Argentina hacen cosas parecidas pero que lo ancestral no
está allá tan presente como aquí y que allá los chicos y jóvenes se sienten
ridículos danzando la música folclórica, tal vez porque se las imponen.
Podemos decir ahora que llevamos a chicas y chicos a sumergirse en
las raíces de la tradición. Creo que todavía no dimensionamos el poder
transformador de la cultura. Aún no hemos indagado sobre lo que pasa
a estudiantes, instructores, músicos, madres, abuelas, padres, cuando
están “poseídos” por la música y la danza.

Recuerdo que cuando vi a Diablos Espejos, primero me concentré


en la sonrisa de la líder de tal grupo. Pero luego me concentré en los
movimientos de los pies y supe que ya han aprendido otra forma de
“caminar”, casi que volar, pues uno de los pases se hace con un solo pie.
Recuerdo a un chico de gaiteras cuya “voz de mando”, su uepa, tiene un
registro único. Y fue capaz de sacar a la turista bogotana a bailar. Ella
luego decía que era algo muy bonito y que, en el interior, lo que ella
observó aquí, se ha ido perdiendo.

Turistas de Cundinamarca y Neiva decían que también, en sus


territorios, se hacen cosas parecidas. No estamos solos en este esfuerzo.
Insistí muchas veces que, en este momento, estamos pensando en
la reconstrucción del tejido social a partir del proyecto y creo que
enviamos, entre todos, muchas palomas mensajeras que dirán en
muchas regiones del país y del extranjero que vieron algo fabuloso,
esplendoroso, vistoso, colorido.

Poco a poco movemos más gente; paso a paso, en medio de tropiezos


y errores que es imposible que no se den. Estamos convencidos de que
este es el camino mediante el cual iremos creando otra escuela. La
escuela del postacuerdo toma forma a través de esta movilización, de
la unión de fuerzas. Durante este año aumentamos significativamente
el público ante el cual nos presentamos. Los vestuarios van siendo,
cada vez más, parte del atuendo de todos. No sólo de estudiantes,

154 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


también de docentes, de acudientes, de todo el mundo. El colorido
Caribe, la amabilidad del costeño encuentra en nuestro proyecto un
espacio amplio. Y esto tiene que ver con procesos de democratización.
La cultura para todos, en distintos escenarios, es una muestra de crear
un aula múltiple en sus manifestaciones artísticas. Es un aula capaz de
traer del pasado lo mejor de nuestros ancestros y también mostrar que
nuestros más pequeños maman de una cultura que se ve encarnada en
cada movimiento.

El cansancio que sentimos al final fue bien grande. Quedamos ahí


tirados, sentados como apenas entendiendo la magnitud de lo que
avanzamos y de los retos cada vez más grandes del porvenir. Estas
emociones las llevaremos a los siguientes encuentros. Los encuentros
de la familia que ayer aprovecharon para ir a otros sitios turísticos.
Estamos haciendo que niñas y niños vayan una y otra vez acompañados
de ese núcleo familiar que, por los mecanismos de la escuela, queda
muchas veces fracturado. Una abuela y abuelo me hacían comprender
lo felices que estaban y sus palabras no dejaban ver otra cosa que el
orgullo de lo que son como cartageneros y de saber que su nieta, ahora,
tiene otras posibilidades de ser feliz.

Hubo varias niñas y niños que no tuvieron pareja por alguna


circunstancia y lloraron por tales ausencias. Nos estamos
acostumbrando a ir juntos de un lado al otro, a movernos cada vez más
cerca, a desentendernos y volvernos a entender. Cada vez somos más
atrevidos con nuestra apuesta y propuesta. Cada vez nos convencemos
más que el trabajo bien pensado permite que haya menos errores, así
estos hagan parte del “escenario”.

EXPLOSIÓN CABILDANTE

En la Escuela Normal de Cartagena de Indias se hace presente la


Colombia plurietnica y multicultural. En ella nos convivimos costeños y
cachacos, boquilleros y carmeros (Carmen de Bolívar), maríalabajeros
y sanjuaneros.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 155


Hacia Cartagena siempre han llegado personas de distintas
diásporas, no sólo la africana. La violencia que azotó profundamente
a los Montes de María hizo que muchos de sus habitantes llegaran a
Cartagena, entre otras ciudades de la Costa Atlántica. En las distintas
masacres perpetradas sobre todo por grupos paramilitares, fueron
asesinados docentes. La matanza convertida en “fiesta” en el Salado,
corregimiento del Carmen de Bolívar, tiene entre sus víctimas a varios
maestros. Algunos de los Sanjuaneros se vinieron trasladados para la
ENSCI debido a las amenazas de muerte.

Sin embargo, las distintas formas de violencia, no acabaron con el


espíritu creativo de las gentes de San Juan de Nepomuceno; allí, en
la Normal de los Montes de María, también se forman tejedores de
historias. A nuestra institución llegó Luis Alberto Reyes Castellar cuya
mirada atenta, reflexiva, filosófica, ha retratado de la mejor manera los
recorridos del Cabildo Normalista. Su investigación relacionada con la
Historia de la ENSCI en el siglo XIX es el mejor testimonio de alguien
que sabe danzar con las ideas.

A través del pensamiento del profesor Luis podemos apreciar la


realidad cartagenera que es una hermosa mixtura de gentes de todos
lados. Él, en tres relatos, logra hacer una lectura crítica de la vida en
la Heroica. Tales relatos corresponden a tres puestas en escena de los
años 2014, 2015 y 2017. A través de ellos haremos memoria, no solo
de lo bello de nuestra propuesta; también apreciaremos las luces y
sombras que nos acompañan.

Los tres relatos usan metáforas distintas, de acuerdo con lo vivido


y sucedido. En uno de ellos se resalta la explosión de colores y para
ello la narración hace un símil con la erupción de un volcán cuya lava
va arrastrando al público que, entonces, queda atrapado en el calor y
los colores del fenómeno humanizador del Cabildo Normalista. En el
relato diario de un transeúnte el escritor cuenta sus pasos, se extravía
para luego encontrarse con un espectáculo digno de contar. En Cabildo
y callejuelas el profesor Luis sigue contando la alegría contagiosa de

156 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


nuestro deambular errante, en medio de la desidia administrativa
de una ciudad que discrimina y desprecia a sus ciudadanos. Los
ciudadanos de a pie, aquellos que en lugar de viajar en autos de alta
gama caminamos en chancletas tres puntadas, alpargatas o a pie
desnudo, tenemos el orgullo y la dignidad de representar el espíritu de
lucha mediante el cual la ciudad quedará liberada del oprobio que día
a día se gesta desde la Plaza de la Aduana.

Las palabras del profesor Luis establecen el marco de dicho oprobio


de la siguiente manera:

Estar en el centro y apreciar su majestuosidad me trae recuerdos


de mis lecturas juveniles y llega a la memoria la Cándida Eréndira;
Cartagena es igual a esa triste huérfana que tiene que vender su
cuerpo para que su desalmada abuela tome el dinero de su trabajo;
acá la abuela es el Estado y sus padres de la patria, que la ultrajan hasta
convertirla en lo que es hoy, un festín de la caterva de ladrones de cuello
blanco, y el lugar de citas para toda clase de vejámenes. En cuanto a
sus fortificaciones, ofrecen un disfrute epidérmico para todos los que
transitamos por ellas, sin lograr ser el Ulises que conquiste ese amor
de la joven Cándida. Sólo podemos observar sus murallas y fuertes
desde la ventana de las busetas donde cada día se aleja la posibilidad
de entablar una relación de apropiación de lo nuestro.

Antes de llegar al centro de la ciudad, el profesor Luis como toda la


multitud que se desplaza hacia dicho lugar, siente el contraste entre
calor, lluvia y humedad. Para el mes de Noviembre la temporada de
lluvias es una amenaza, no obstante contamos casi siempre con la
suerte de días esplendorosos y atardeceres de ensueño. Ahora bien,
en el relato de nuestro escritor, más que nubes cargadas de lluvia, se
narra una realidad que puede llegar a consumir a niños y jóvenes de la
ciudad. Lo señalado por él a partir de la puesta en escena del miércoles
8 de Noviembre de 2017 lo dice todo:

El día amaneció de un color gris plomizo, amenazando lluvia sobre la


ciudad; la noche anterior estuvo relampagueando y unas furtivas gotas

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 157


cayeron en algunos sectores; es muy probable que en el transcurso
del día llueva en alguna parte, claro que si no lo hace es mejor porque
facilitaría el desarrollo de las actividades que tengo preparadas para
este día, como lo es realizar unas visitas a diferentes comercios del
centro; no obstante, en el transcurso de la mañana se ha sentido la
humedad más fuerte de lo normal. Cartagena resulta ser una ciudad
calurosa en todos los sentidos y su gente contribuye con su calor social
a que sea apetecida su visita. Sin embargo, el bombardeo de drogas y
prostitución galopa en el Centro de la ciudad como si se tratara de una
caja de pandora.

El profesor Luis relata, en el texto citado, las afujías de ser maestro,


de ir de aquí para allá haciendo diligencias; quizás pudo también contar
la ignominia que padecemos a diario todos los maestros del sector
oficial para que nos entreguen los medicamentos que calman apenas
los síntomas de las enfermedades que a todos nos aquejan. A pesar de
ello, el relato describe una característica común del Caribe en general
que también disfrutamos en Cartagena, escuchemos:

La hora del almuerzo llegó estando aún en mis diligencias, por lo


que visité un restaurante modesto en una de sus vetustas calles; allí me
entretuve escuchando diversos comentarios de los comensales, pues
una de las características del cartagenero es hablar en voz alta como
si estuviera peleando con su interlocutor; me enteré de las lluvias, del
béisbol, de los personajes cartageneros, de las poesías de un tuerto de
apellido López, de las reinas de belleza y sus andanzas y de muchas
cosas más. Luego salí a tomar una buseta para trasladarme a otro
sitio de la ciudad cuando observé a un grupo de niños que llegaban
en un bus de transcaribe con diferentes atuendos carnestoléndicos,
eso me llamó la atención. En Cartagena se puede andar como a cada
quien le dé la gana, pensé; pero no, estaba equivocado, eran diferentes
vestuarios los que observaba.

Los docentes Sanjuaneros representan la vida pueblerina, aquella


que se niega a desaparecer, aún en las grandes ciudades. Y es que cada

158 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


cual, según la diversidad de nuestro país, porta consigo sus anécdotas,
vivencias, costumbres y corroncheria. Ser corroncho es un orgullo ahora
en la costa Caribe; antes era un término usado de manera negativa.
Las mismas gentes de otras regiones del país y del mundo no saben
ni se imaginan de las altas temperaturas y humedad de Cartagena y
por eso sin atisbo de pena, van a la playa con medias, traen ruanas y
se van con la piel cual si fueran camarones. ¡Ajá!, se pregunta uno en
Cartagena ¿Y quiénes son los corronchos? Lo único cierto es que en el
Cabildo normalista todos somos un mismo recuerdo pueblerino. Por
ello el profesor Luis abre el relato de la puesta en escena del Cabildo
del 2014 añorando su pueblo: El sol amaneció diáfano como esos días
veraniegos montemarianos donde la brisa fría de la montaña recorre
las calles del pueblo impregnando aromas del follaje.

El amanecer de un país y el de cualquier ciudad empieza por el


reto de educar a los infantes. Por ello, en la Normal de Cartagena,
el proyecto Cabildo forma a sus niños para que le madruguen a la
fiesta de formación. El profesor Luis, en el relato citado, resaltó de la
siguiente manera aquello que más llama la atención de las distintas
puestas en escena:

Los más cumplidos son los niños quienes han llevado a sus
acudientes como apoyo al evento programado. El ambiente y el
entorno va cambiando poco a poco; los colores empiezan a invadir
los alrededores del barrio San Diego, matizando el claroscuro de las
pétreas murallas. El sector se convierte en un hormiguero donde el
concurrir de las personas supera el flujo vehicular, empieza a formarse
un remolino humano que hace que el calor expela aromas de colores.
Es una mancha polícroma que detiene el tráfico vehicular y contagia a
los transeúntes.

En los tres relatos, nuestro escritor narra el paso de cada una de las
danzas, rituales, danza- teatro y danzas contemporáneas que recogen
los mejores recuerdos de africanos, indígenas, europeos. Su narración
nos invita a imaginar los ires y venires de las puestas en escena con sus

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 159


aciertos y errores. Él nos narra un recorrido que se inicia con la presencia
de las matronas de Cabildo, los Lanceros de fiestas de independencia
(en los últimos años), los disfraces individuales, los zanqueros, y el
ritual de Cabildo. Las comparsas se ordenan empezando con los
más pequeños; se van introduciendo los disfraces de animales cada
ocho o más comparsas; se usan heraldos y pancartas con el nombre
del proyecto y de cada una de las danzas para la organización del
desfile. Usualmente se cierra con la danza contemporánea africana
que está conformada por egresados; no obstante, en el 2017, la última
presentación le correspondió a la banda de paz, por cuanto al ser
tan majestuosa en sus sonidos y presentación opacaba la música de
las demás danzas al abrir el desfile en años anteriores. Desde el año
2016 logramos impactar mucho más mediante la puesta en escena
de la danza teatro “Alzados en almas”, propuesta que tiene y tendrá
continuidad puesto que exige una lectura crítica de la realidad nacional,
regional y local.

Los relatos del profesor Luis nos ayudan a conocer a una ciudad
caótica pues Cartagena fue y sigue siendo planeada como si
estuviéramos aún en los tiempos del desplazamiento a lomos de
un animal. El Centro histórico es una síntesis de avenidas, calles y
callejuelas que, entre trancones y accidentes, refleja lo que sucede a
lo largo de la ciudad. Sin embargo, la fiesta de la ENSCI logra detenerlo
todo al llamar a quienes se bajan de buses, busetas, transcaribe, taxis
y a cualquier cantidad de vendedores que en fiestas novembrinas se
rebuscan para poder sobrevivir en una de las ciudades con mayor
inequidad social en el país.

En la Heroica, al lado de un restaurante cuyo almuerzo puede costar


entre $ 5.000 y $ 7.000 pesos, sumas muy costosas para quienes viven
del rebusque, existen restaurantes que se han apropiado del espacio
público y que cobran hasta $ 100.000 o más por un plato de comida.
Al lado de varios de los centros comerciales más ostentosos de la
ciudad, viven cartageneros que escasamente sobreviven en territorios
que han tenido que invadir o en los que han tenido que vivir con

160 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


escasa o nula atención de las autoridades distritales. El sabor y saber
popular con el cual el profesor Luis narra lo que va pasando, marca un
contraste con lo que acabamos de acotar. Deleitémonos con apartes
de los relatos que dan cuenta de una experiencia vivida, desde hace
ya varios años, en diferentes sitios de la ciudad y que ahora podemos
revivir desde los pretextos y contextos que ha ido creando nuestro
filósofo sanjuanero:

Los músicos apostados bajo la sombra que produce el “palito


de caucho” en el sector de la India Catalina, entonan sus canciones
novembrinas que atraen a los transeúntes; la movilidad empieza a
congestionarse en el sector y los actores van llegando pausadamente
a la cita esperada. El punto de encuentro se va convirtiendo en
un hormiguero humano, multicolor, donde prima la sonrisa y el
movimiento del cuerpo. Un innumerable grupo de comerciantes de
todo producto caen sobre la multitud que se aglutina.

Así como Moisés separó en dos el mar Rojo, la masa humana


multicolor abrió en dos la calle Covo, de lado a lado observé padres
de familia, transeúntes como yo, turistas, trabajadores, y cuanto
despistado cruzó por el lugar; los cuerpos infantiles y juveniles
se movían al ritmo de la música salida de los instrumentos de sus
animadores. Los danzantes semejaban una gran serpiente matizada
que serpenteaba de acuerdo con las exigencias del asfalto; la
encabeza una albiceleste banda de paz cuyas notas marciales invitan
a todos a moverse al son de su música; son escoltados por un grupo
de zanqueros sonrientes que miran a los espectadores desde la altura,
pasan a mi lado en medio del asombro de la multitud.

Las callejuelas retorcidas de la ciudad se rinden al paso de la serpiente


que lentamente va devorando la calle de la Moneda y la de San Agustín
chiquita, en un deglutir pausado y placentero donde los espectadores,
sin darse cuenta, se van dejando tragar por el espectáculo. Es ya una
tradición que los padres vean en sus hijos las habilidades hacia el baile
y la música que este evento requiere, y que inicia desde los grados

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 161


inferiores en forma de semillero logrando así mantener una memoria
colectiva de las tradiciones culturales.

Estoy apostado sobre el andén de la heladería que se ubica en la


calle Covo; desde mi atrio voy observando los diferentes grupos que
pasan a mi lado, la gran serpiente se desliza como levitando sobre el
piso de la calle en un intento de huir del calor que aflora de sus entra-
ñas; los bailantes mecen sus cuerpos de manera pendular siguiendo
el ritmo de la música; las sonrisas eternas de sus rostros muestran
una alegría por ejecutar una danza que conocen a la perfección, no
se observa un movimiento arrítmico de los ejecutantes; el espectador
baila al ver bailar a la muchachada; ¿hay profesores acompañando
las danzas? Parece que no, porque su magistral trabajo se diluye en
el vestuario que usan confundiéndose con sus alumnos. Hoy todos
son iguales, es una línea horizontal la que se observa en el orden de
las danzas; de pronto, un grito inaudible sale del alma de un grupo de
bailadores, es la orden de un cambio de pase, nadie percibe el deta-
lle, sólo quien está en la acción entiende la orden, y los demás, asom-
brados miramos el arte de la danza.

Las distintas comparsas pasan ante mis ojos, una tras otra; pensé
irme tras de una, pero inmediatamente recapacité y concluí que
si me movía, me perdía lo que estaba por venir; de esta manera,
permanecí en mi lugar dejando que el gran ofidio me devorara. Las
voces de asombro atrajeron mi atención y me fui al lado de los miles
de ojos hacia el cuerpo de una niña que mantenía una imperecedera
sonrisa mientras su cuerpo ejecutaba unos movimientos epilépticos,
acompañada de un séquito de coetáneos que la imitaban. Eran los
Diablos Espejos infantiles. Es un espectáculo sin igual; su profesora va
con un vestuario igual. Guardan sus espaldas un grupo de negritos que,
sonrientes, levitan bailando su danza; todos se la gozan al igual que
sus profesoras; es la parte representativa de los infantes de primaria.
No debo descuidar mi narración y mencionar el espectáculo de la
danza del garabato infantil que arranca gritos y voces de admiración
del público intermitente, donde existe una lucha interminable entre

162 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


la vida y la muerte, un acto difícil de olvidar por el papel que realiza
la niña que hace el papel de la muerte. De repente, dentro del vientre
de la serpiente se aprecia el movimiento ondulatorio de un gusano,
es un ciempiés que intenta masticar a los danzantes del frente. Tuve
que brincar violentamente porque apareció de la nada un caimán
intentando destrozarme, pasó raudo por mi lado buscando una mejor
presa y se abalanzó sobre la multitud logrando su objetivo; la danza
frenética reta al caimán a seguir sus pasos.

La cabeza del reptil llega a la calle del Porvenir y aún no alcanzo


a ver la cola, se han acopiado un indeterminado número de danzas
en un solo lugar. Nunca había observado tamaño evento, me siento
afortunado por haberme quedado a observarlo; pasan a mi lado otras
danzas y, como quiera que registro en los diarios lo que observo,
puedo anotar que las danzas van en progresión creciente y detrás de
los infantes le siguen un grupo de jóvenes. Por momentos, el desfile de
comparsas se detiene y cada grupo ejecuta su baile al frente mío. Qué
providencial lugar encontré para disfrutar estas ejecuciones corporales
de una escuela que se preocupa por mantener sus tradiciones y su
identidad cultural vivas.

Cuando el sol empieza su caída sobre el mar, y este se tiñe de


dorado, atisbo la danza africana que, con sus epilépticos movimientos
contagian a los observadores que se mueven sin percibirlo; los
danzantes expresan una alegría sin igual en sus rostros, en un frenesí
rítmico, casi violento, sin descomponer sus sonrisas. Como quiera que
parece ser el último grupo de baile, adelanté presuroso buscando la
cabeza de la serpiente para identificar hacia dónde se dirigía, sólo tuve
que seguir la multitud, y ella me llevó a través de una marejada de
cuerpos sudorosos y placenteros que se confundían con los bailantes.
Lastimosamente, las estrechas callejuelas se cerraban más debido
a la afluencia, tanto de espectadores como de ejecutores, donde el
calor humano supera la humedad y la creatividad supera al cansancio;
donde el espacio vacío no existe y se rinde a la masa de infinitos colores
que flota envuelta en el aroma marino rodeado de folclor.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 163


Pierdo el horizonte en medio de brazos y sonrisas que deambulan
como espíritus policromos en penas siguiendo las notas que se pasean
danzarinas a lo largo de las retorcidas callejuelas que se niegan a
olvidar su destino de ser pisoteadas por extraños piratas modernos
que buscan antiguos tesoros perdidos entre el calicanto y la piedra.
Hoy, esta mezquindad en la forma de concebir la ciudad, contrasta
con las sonrisas que el paso del Cabildo Normalista atrae consigo.
La pedagogía cabildante es el fundamento de nuestro quehacer
educativo al estar constituida por la misma letra y sonido del himno
de La Heroica:

Suenen trompas en honor


de la noble e ínclita ciudad
que por patria se inmoló
con sus gestas gloriosas de libertad

Libertad, libertad
la Fé con ardor gritó
y en un Once de Noviembre
fue la Heroica Cartagena
quien del yugo las cadenas
cual leona fiera destrozó.

En los relatos del profesor Luis se pueden leer las dinámicas de la


ENSCI. Los procesos de formación se aprecian en los resultados. Y estos
se miden, valoran y aprecian en el recorrido que hacemos juntos como
comunidad educativa. El currículo deja así de ser el cumplimiento de
una programación y la evaluación trasciende los mecanismos de las
pruebas estandarizadas. La pedagogía cabildante se manifiesta en el
devenir de más de veinte años en que hacemos el viaje a pie. Se trata
de saber que nada ni nadie puede vivir el viaje de formación sino es
por sí mismo y con los otros. Los uniformes pierden entonces sentido
y desaparecen para que una explosión de colores y emociones siga
siendo relatada por el profesor Luis en otro de sus textos:

164 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


La lava cobra vida y trae consigo un grupo de infantes que
contagiados de folclor bailan al son del fandango, logrando arrancar
expresiones de asombro y admiración de quienes los observan; es el
resultado de un extenuante trabajo de padres, maestra y tutores, que
consiguen que a través de la cálida brisa marina leviten los niños sobre
las notas arrancadas de las tamboras.

Flotando sobre la lava se observa un gusano que se desliza


acompañando sus movimientos con los sonidos del tambor, el
clarinete y las maracas; sus colores auriverde resaltan sobre la ceniza
del asfalto. Lo acompañan en la distancia los Bufones, el Congo y los
Matachines, todos ellos infantes de la sede Emma Villa de Escallón que,
año tras año, impregnan las calles del centro amurallado de colores
vivos mezclados de alegría en una composición policroma de fiesta y
jolgorio para rememorar la independencia de la ciudad.

La lava continúa arrastrando consigo toda una gama de manifesta-


ciones folclóricas; a la distancia se desplaza la Cumbia del tercer grado,
lanzando chispas de júbilo por donde quiera que pasan; los acompa-
ñan sus coetáneos con un Porro y un Mapale; detrás, los Indios Farotos
irrumpen de emoción explotando en gozo y dejando una estela de co-
lores a su paso; contaminando de folclor a los concurrentes. Las Pilan-
deras, con sus atavíos, bailan al son del acompañante, quienes con sus
machetes dirigen acordes al sonido de la música. La Puya y el Congo
se mueven afinados, huyendo del Caimán Cienaguero que amenaza a
los presentes con introducirlos en la fiesta; es una danza movida que
flota escoltada por su profesora Margarita. El baile recrea la tragedia
de Tomasita, la niña aquella que fue raptada por el caimán; es por eso
que, durante su danza, el caimán va intentando llevarse a los espec-
tadores; mientras tanto, un porro juvenil suena intentando dominar
el escenario y llenando de color el tapizado asfáltico que a esta hora
eleva su temperatura por efecto del recorrido de la masa matizada que
impregna de vida y fiesta la avenida Venezuela. Detrás, el Merecumbe
hace agitar los cuerpos de los adolescentes; esa mezcla de Cumbia y
Merengue es la culpable de que nadie permanezca quieto ante su paso.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 165


Otro grupo de la danza de Gaiteras se desplaza sobre el multicolor
asfalto de la avenida Venezuela, son los jóvenes del octavo uno y dos,
quienes serpentean sus cuerpos al compás de los pitos y tamboras;
vienen escoltados de la Puya juvenil de los octavos tres y cuatro, sus
vestuarios frescos y dorados juegan con el sofocante sol que majestuoso
derrama sus látigos de fuego que son amortiguados por la coqueta
brisa que sonríe al paso de los danzantes.

De repente, otro gusano de Ciempiés de color marrón y dorado se


escurre por el infinito arco iris que a esta hora resulta interminable;
la sincronía de las extremidades no tiene límites, todos, acordes y
acompasados, se agitan al son de la música; arrancan expresiones
de fascinación de los presentes. Detrás viene el Mapale de nueve
tres, y el son de negros que empapan con sus colores el ambiente; los
movimientos aumentan en los cuerpos de los jóvenes, que se agitan
cual epilépticos.

El Garabato de diez dos inicia su desfile encabezado por dos niñas


que representan la vida frente a la muerte sonriente que se paladea
mirándolas de forma amenazante, es una lucha que tendrán durante
todo el recorrido. Le siguen los Indios Farotos y el son palenquero de
los otros décimos en un baile que ejecutan intentando representar
sus trabajos. El once uno irrumpe con una Cumbia, tradicional de la
Costa Atlántica, se muestran sonrientes mientras sus pies se deslizan
por el agreste suelo adornado de colores que han dejado las demás
comparsas.

Todo el relato del profesor Luis da cuenta de uno de los ejes de


Cabildo que, en principio, se denominó Rescate de Tradiciones. Por
eso en la Normal, en lugar del Halloween, celebramos Ángeles somos
el primero de Noviembre. Del mismo modo se realizan el evento de
saberes y sabores de Cabildo que, antes de la Semana Santa, por
ejemplo, recrea la riqueza gastronómica de Caribe e incluso de otras
regiones del país. Se han llevado a cabo al menos dos eventos para
que niñas y niños vuelvan a disfrutar de aquellos juegos tradicionales

166 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


que conllevan al contacto humano; algo muy diferente al aislamiento
y soledad que provocan los videojuegos. El trabajo más arduo y
sostenido de lo que ahora denominamos Salvaguarda de tradiciones
está relacionado con las danzas ancestrales. En sus inicios, era muy
difícil que, tanto estudiantes como maestros, aceptaran las danzas de
Son de Negros y Gallinazo que en si son rituales. Ahora, luego de un
trabajo estético, tales danzas muestran la belleza caribe a través de la
una gestualidad burlona como en el caso de Son de Negros; por otra
parte, la puesta en escena de la cohorte de Gallinazos con el perro, el
cazador y el burro es un espectáculo teatral que tuvo su presentación
en el Coloquio del 2017 en el teatro Adolfo Mejía. El profesor Luis da
cuenta de ambas danzas en su narración:

Son de Negros aparece radiante de alegría, llenando la calle de


bullicio y movimientos ágiles y fuertes; sus gestos contagiosos resultan
incansables entre los danzantes. Es un momento de alegría y jolgorio
el que se vive dentro de la comparsa que va comprometiendo al
espectador en cada exagerada gesticulación facial que manifiestan, su
danza genera un caos novembrino que rompe con el orden natural de
los presentes. Lo siguen la danza de los Gallinazos de 10-2 que, con
sus vestuarios de color negro, invaden la calle a través de su expresión
teatral; resultó un poco infructuoso poder demostrar su poderío en
sus desplazamientos debido a lo estrecho de la calle; no obstante, su
esfuerzo por mostrar sus destrezas danzantes fueron evidentes.

El inicio y fin de la composición de los tres relatos del profesor


Luis, ocurre en un contexto social, cultural y político muy frágil para
la ciudad de Cartagena. La inestabilidad en la administración pública
contrasta con la continuidad y contundencia de todo nuestro quehacer
educativo. Mientras algunas madres tejen los vestuarios para las
danzas, se escuchan los audios de la fiscalía en que, supuestamente,
algunos concejales traman el despojo de la ciudad. Mientras
instructores, maestros, músicos, maquilladores cultivan las semillas
de quienes serán maestros artistas. En las redes sociales hay quienes
cultivan el odio y el miedo que les produce la sola idea de un país en

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 167


paz. Mientras tramitamos, con multitud de obstáculos, los permisos
para poder presentar en público los resultados de muchos años de
esfuerzo colectivo, en las distintas instancias públicas encargadas de
establecer el ordenamiento de la ciudad, se concedió una licencia de
construcción que atenta contra el patrimonio histórico y cultural de la
ciudad. Los relatos del profesor Luis de los dos últimos años permiten
establecer un contraste en el ejercicio de lo público.

Los últimos recorridos de la puesta en escena del Cabildo han


ocurrido en el centro histórico. Hasta el año 2015, pudimos movernos
desde el reconocido palito de caucho, a través de la avenida Venezuela
hasta la torre del reloj. En los años 2016 y 2017, debido a la entrada
en circulación de transcaribe, nos vimos obligados a transitar desde
el mismo lugar de inicio pero moviéndonos a través de las callejuelas
del Barrio de San Diego hasta desembocar en la Plaza de la Aduana. Lo
común de ambos recorridos es la imposibilidad de ver con, solo dos
ojos, dónde empieza y termina nuestra aventura.

El relato, hilado por el profesor Luis, acerca del recorrido por la aveni-
da Venezuela es la imagen de una Cartagena que se lo merece todo:

A esta hora, la Avenida Venezuela es un solo cuerpo multicolor cuyo


destino busca el horizonte que, en su recorrido, va invadiendo los
andenes y los rostros de los espectadores. Se ha tomado la plazoleta
de la Torre del reloj y se va desbordando hacia la proclamación.
Nadie puede detener la hermosa lava de colores que tiñe el atardecer
cartagenero de color carnestoléndico y que incita al asombro de todo
el que la aprecia. El extremo del desfile ha llegado a su destino y aún no
se observa la cola, dado que la extensión de la avenida se inclina ante
la presencia de la ENSCI; intentar narrar lo que está ocurriendo, puede
resultar inexpresable para cualquiera, es necesario vivirlo para poder
entender el significado del Cabildo que la Escuela presenta en escena
para esta época cada año. El sol se reverencia ante la majestuosidad
de lo observado y se va ausentando lentamente sobre el lecho del mar;
mientras, en el este, aparece la comparsa de las cobras de Cartagena,

168 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


creada por Maritza Zúñiga, las cuales se mueven ante el encanto de
la música. Detrás, los representantes del PFC hacen su presentación
folclórica acostumbrada y cierra el desfile la Banda de Paz.

Sobre la ciudad va cayendo lentamente un manto de oscuridad,


se niega a desaparecer ante la infinitud de colores que se han dado
cita en los alrededores de la Torre del reloj; a pesar del arduo trabajo
realizado, las caras son de satisfacción y de cumplimiento. Cada niño
recupera a sus padres, cada padre apoya a su hijo; Rosa y Charly
cumplen con su acometido; los docentes charlan con sus alumnos; los
presentes perpetúan en fotos los momentos y, el responsable de todo
lo ocurrido, se confunde con el público pero no puede ocultar su deleite
y lo disimula envolviendo en un sutil abrazo a su vástago.

Lentamente se va desocupando la Avenida Venezuela, algunos no


quieren irse, otros charlan para hacer infinito lo finito, algunas caras de
cansancio, otras de satisfacción.

La brisa marina transporta el eco de los tambores quedando en


el ambiente un poema de colores escrito con los movimientos de los
cuerpos de los infantes y los jóvenes que año tras año se esmeran por
mantener viva una tradición que hace de la ciudad su identidad.

La anterior imagen de la ciudad contrasta con aquella del final del


recorrido del año 2017 cuando, de manera irrespetuosa, en el último
momento, se nos negó el remate del Cabildo Normalista porque la Plaza
de la Aduana fue alquilada para un evento patrocinado por uno de los
emporios económicos que más embriaga al poder colonial. El relato
del profesor Luis nos da licencia para hablar, y rematar sin ambages,
acerca del resultado de las políticas públicas que son toda una afrenta
para la formación ciudadana:

Observo que los danzantes no bailan y la multitud se detiene, hemos


llegado a una de las entradas de la Plaza de la Aduana y un cercado de
vallas metálicas impide el paso de la multitud. Los codazos y empellones

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 169


aparecen y, por momentos, se asoma la estampida que graciosa se
detiene y da el paso a la paciencia; lentamente se desplaza la masa
humana y se dirige hacia la Torre del Reloj. El desfile ha terminado. Qué
mal final para tan majestuoso espectáculo, la Aduana cerró el paso y
ofreció un callejón para que danzantes, acompañantes y espectadores
pasaran como reses al matadero y terminaran desparramados por todo
lo ancho de la Plaza de los Coches; ¿Qué pasó?, vaya uno a saber, pero
los ejecutantes no se merecían un remate de este modo, merecían un
recibimiento apoteósico y que pudieran regresar a sus hogares con la
satisfacción de haberle cumplido una vez más a la sociedad congregada
a su alrededor. Si no es así; entonces, qué busca esta Ciudad con lo más
representativo de la Región Caribe. ¿Estrechar aún más el concepto de
cultura y escuela? Regresa a mi mente nuevamente la Cándida Eréndira.

MEMORIAL DE AGRAVIOS

Todo el interés, la entrega, los esfuerzos de la comunidad normalista


contrastan con decisiones, omisiones, desinterés de entidades oficiales
que teniendo la competencia para acompañar y apoyar los procesos
del proyecto Cabildo, poco facilitan la labor cultural y pedagógica que
sí nos reconoce el común de la sociedad cartagenera.

Todos los años encontramos dificultades para que se nos concedan


los permisos para las puestas en escena. Lo que para la ciudad
representa una parte fundamental de nuestra herencia cultural,
para las entidades encargadas de educación, cultura y formación
ciudadana, es apenas una foto para la postal. En múltiples ocasiones
nos hemos dado cuenta de que el proyecto Cabildo se resalta para los
fines que se trazan desde el IPCC o la Secretaría de Educación; pero, la
materialización de tales fines es producto del trabajo continuo de la
Normal, que como institución formadora de maestros, no obedece a los
propósitos coyunturales de quienes han ocupado diferentes cargos en
las dependencias oficiales. Desde hace un buen tiempo, los diferentes
gobernantes del Distrito tendrían que haber arropado un Proyecto de
Ciudad como el que estamos adelantando.

170 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Mientras sitios emblemáticos de la ciudad son prestados con fines
religiosos o políticos, a nuestra institución se le atraviesan obstáculos
de quienes ceden, aún, al poder colonial. De allí que nuestra institución
tenga que expresar su disgusto por diferentes situaciones que, año tras
año, perturban el trabajo que día a día hacemos en y desde nuestra
Normal. Las dificultades ya expuestas en el texto explosión cabildante,
muestran la falta de voluntad política para proyectar los procesos
festivos de la Normal hacia todas las demás instituciones educativas y
del sector cultural.

Año tras año observamos con angustia que no podemos convertir


nuestros esfuerzos en algo que se acerque a la organización que
muy bien ha consolidado el Carnaval de Barranquilla. Si tuviésemos
un espacio amplio como antes lo tuvimos en la Avenida Venezuela
y sí se dispusiera de vallas que impidieran la intromisión de quienes
nos acompañan, muy seguramente nuestros estudiantes tendrían lo
posibilidad de moverse libremente. Estamos atados a una mentalidad
que empobrece los saberes encarnados de niñas, niños, jóvenes y
adultos Cabildantes. A cada momento nos volcamos hacia la ciudad
con la alegría que nos caracteriza, pero con la tristeza de ver que todo
se ahoga entre la desidia administrativa y la “basura y ruido” que
produce la falta de políticas y funcionarios que de verdad conozcan y
reconozcan el poder popular.

Internamente, también tenemos que resolver situaciones que


afectan la estética del proyecto. La atención que se merecen nuestros
estudiantes implica que se les provea de agua de manera oportuna
y que sea para ellos. Tenemos que lograr, cada vez más, que haya
estudiantes dentro de los grupos, capaces de dirigir las comparsas y
de impulsar otras manifestaciones culturales que representen el poder
de las nuevas generaciones para tomar lo mejor de la herencia cultural
y expresarla en público. El proceso de formación se hace evidente en
la plaza pública y para ello, aún tenemos que enseñarles a algunos
estudiantes, músicos y docentes, el valor de estar a tiempo, de expresar,
mediante su gestualidad, los sentimientos que hacen recordar lo mejor

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 171


de nuestros ancestros. La comunicación con el pasado, con las historias
que se manifiestan en el presente, exige compromiso y conciencia con
aquello que le ofrecemos a la ciudad.

La aprobación hasta ahora recibida, en relación con la apuesta


festiva que es, a su vez, propuesta de formación, requiere de personas
que desde la administración pública y desde la misma comunidad
educativa, cuiden, guarden, protejan y ayuden a seguir dándole
forma al Cabildo Normalista entendido como una manifestación del
pensamiento crítico y creativo.

Nuestro trasegar, como autores de los textos, corresponde a veces


al de un transeúnte perdido, otras veces se convierte en una gran ola
en el mar de nuestros adentros y otras más representan las travesías
del arriero o el judío errante que como el titiritero de Serrat va de feria
en feria, siempre risueño, cantando sus sueños y sus miserias. Hemos
comprendido que, luego de tantos años de colonialismo español y
criollo, asistimos sin temor, a la presencia de fantasmas que asustan
paseándose por las callejuelas coloniales. La Historia/historias de
Cartagena tiene que ser contada reconociendo que aún encontramos
a los piratas criollos que pretendieron lavar su sangre y siguen siendo
esclavos esclavizantes. En medio de todos los obstáculos, incluidos
nuestras propias cadenas mentales, concebimos, al decir de Freire, la
educación como una práctica de la libertad.

Cuando el Cabildo normalista sale, se oye el grito de independencia y


se manifiesta la belleza del Caribe. Este grito se escucha profundamente
en nuestro himno:

Coro
Avancemos Normalista
a disfrutar el privilegio de enseñar,
siempre será nuestra mejor conquista
ayudar a una justa sociedad.

172 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


En la costa caribeña
en el 1848
una escuela allí se creó
y normal se denominó.

La fortaleza de nuestra institución


está en la ciencia, ética y pedagogía
mediadas por la comunicación
es la base de toda formación.

Deleitando los saberes


con el ritmo y melodía ancestral
del estudiante normalista es un deber
defender el patrimonio cultural.

Con el proyecto Cabildo al andar


los valores queremos rescatar
como homenaje a la cultura caribe
y rescatar nuestra propia identidad.

Liderando la misión
de formar maestros excelentes
con esfuerzo, trabajo y vocación
lograremos estar siempre presentes.

Nuevos caminos y senderos abriremos


Investigando e innovando con amor
Formadores de jóvenes seremos
Forjadores de una patria mejor.

FUGA Y PRELUDIO

Las historias antes escritas proceden del fuego y el juego de voces


de la multitud que se congrega alrededor del cabido normalista. Los
antecedentes de éste, históricamente se conectan con aquellos que
desde hace años existen como parte de un patrimonio cultural que la

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 173


escuela cartagenera esta llamada a resignificar. En las entrañas de todo
este texto aparecen sembradas las semillas que poco a poco han dado
lugar a la cosecha. La siembra y la sembradura del proceso festivo de
la Normal tienen un referente histórico a partir del saber y sabor del Dr.
Enrique Luis Muñoz Vélez que paladea lo que bien sabe expresar:

Los cabildos tienen una alta connotación en América pero a la


luz de los cabildos históricos reales a los cabildos imaginativos
que se construyen a partir de las fiestas. Cuando digo cabildos
imaginativos a partir de las fiestas me refiero desde el cabildo de
Getsemani hacia adelante. Porque los anteriores fueron cabildos
que nacen del vientre parturiento de la historia real: los cabildos
congos, los cabildos mandingas que estaban asentados en Santo
Toribio de Mogrovejo hoy San Diego; entonces los cabildos hay
que mirarlos como cofradía de mutua ayuda para socorrer a
estos negros desde la época de Sevilla, que es donde se toman
todas estas fuentes que se han utilizado en Cuba y en América.52

Las historias que ambientan la última pieza del texto cuentan el acto
festivo de salir asistir y existir en los carnavales; tal es el significado de
ponerse la máscara para identificarse en la transfiguración del ser; en
la voz de Muñoz la idea toma sentido:

De ahí que todo hombre enmascarado deje de ser él para ser otro
y ese otro es quien él representa. Por eso las fiestas comienzan
alegremente cuando el actor festivo deja guindada en el gancho
de la puerta de su casa la máscara de la identidad de lo personal,
para ponerse la máscara de la befa.53

La befa, la mofa, la burla representan un acto subversivo que, como


acto pedagógico, le apuesta a la construcción colectiva de la paz en
lugar de atizar las cenizas del crimen, según se desprende de lo dicho
por Muñoz: “…un lenguaje para mostrar desde un pretendido sainete

52  Entrevista con Muñoz Vélez. Ibíd.


53 Ibídem.

174 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


popular y pedagógico como nos beneficiamos en la construcción de la
paz que es de todos y como, al no construirla entre todos, todo lo que
genera en odio, en crimen, en estampida…”54

Las historias que atraviesan de principio a fin el texto son testimo-


nios que entre la oralidad y la escritura le apuestan a la historia desde
abajo; una y mil historias como las de las mil y una noches en que el
fuego de las candelas y el movimiento de las caderas invocaban a los
dioses africanos y evocaban la memoria siempre viva de quienes se re-
sisten, nos resistimos, a permitir que sean otros quienes dirijan nuestro
destino. La voz de Muñoz ilumina la calle por la cual existe acompaña-
do por quienes, como él, nos develamos y desvelamos para transgredir
el poder colonial:

Conmemorar es volver a la memoria a los hechos, a los actos que


están en la memoria con mayúscula como hechos reales sin la
intermediación de un sujeto interpretativo. Pero esa Historia con
mayúscula también es la historia desde arriba; desde el poder y la
historia que confronta la hegemonía es la historia con minúscula,
que también está sujeta a las interpretaciones. Mirando la
historia como esa disciplina social que nos permite reconstruir
el pasado valiéndonos de unas herramientas e instrumentos
metodológicos que toman insumos de los compendios de los
archivos, para poner a hablar y andar las voces muertas de ese
cementerio que son los archivos, de acuerdo con la escuela de
los Annales de Paris.55

54 Ibídem.
55 Ibídem.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 175


Epílogo
MEMORIAS Y REFLEXIONES

La vida del presente libro se debe a aquellos recuerdos que perduran


en la escritura. El proyecto Cabildo provoca múltiples experiencias y
estas empiezan a ser guardadas como recuerdos. Solo que muchos
de éstos reposan en la memoria individual. La experiencia de cada
miembro de la comunidad educativa guarda fotos, anécdotas, o quizás
alguna prenda de vestir que usó en alguna de las presentaciones. Este
libro pretende convertirse en un acto de conmemoración.

Para la ENSCI, la escritura constituye un dispositivo poderoso de


la memoria colectiva. Los textos escritos durante cinco años (2013-
2017) y otro que existe desde el 2004, se convirtieron en el material
para concebir el cuerpo de un texto. Su textura pretende desmadejar
las mil y una noches de aventuras, desvelos, alegrías, aprendizajes,
enseñanzas. Se trata de tejer la memoria de lo que somos. He aquí pues
los hilos del pensamiento que nos dicen acerca de Cabildo y la escritura
como actos enigmáticos de la existencia humana.

Al ir escribiendo las memorias se decide relacionar los conceptos:


proyecto y proceso. En su acepción, un proyecto se asume desde lo
que anuncia, sobre aquello que se propone hacer desde el pensar.
Un proceso es algo que sucede: es un acontecer. Es posible estar en el
proyecto y no en su acontecer. Quien solo es espectador pasivo de los
eventos, no le pasa nada.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 177


Concebimos las experiencias de formación en un tiempo distinto
respecto a lo que se propone en el proyecto. Es posible que el acontecer
provoque cambios y transformaciones que lo afecten y le den otra
dimensión. También es posible que lo acontecido haga que se pierdan
los sentidos y significados del mismo. De allí la importancia de ir tejiendo
ideas al tiempo que suceden las cosas. Éste tejer implica hacerlo con
hilos gruesos y delgados, con historias de vida, videos, entrevistas,
observación directa, lecturas y sobre todo, de diversos planos de la
escritura. Sin pensar y sentir el proyecto podemos perdernos en el
activismo cultural y pedagógico.

Luego de escribir memorias, durante cinco años una vez sucedían


los eventos, nos dimos cuenta que en algunos textos primaban las
emociones y en otros las reflexiones. Las emociones siguen ahí. Sólo
que se hace indispensable reflexionar, a partir de ellas, sobre el proceso
de formación. Siempre la escritura de estas memorias ha pretendido
expresar el presente de lo sucedido que no es propiamente el pasado,
mucho menos la expectativa del futuro. Quizás nos este dado vivir en
un eterno presente plagado de incertidumbres.

Recordar la experiencia de lo sucedido, permite proyectarnos.


Pasamos de actividades coyunturales a planes de acción y a procesos
de formación que posibilitan una manifestación cada vez más variada
de toda la riqueza del Cabildo. Cuando nos detenemos a hablar sobre
lo que nos sucede, quedamos con una sensación de placer palpitante,
de algo que llevamos en el corazón y que las distintas voces evocan.
No obstante, sabemos que las palabras echadas al viento son aladas:
se van. Y con ellas otras y más voces se escucharán en los años
subsiguientes.

El ejercicio de la escritura es indispensable. Lo es porque el signo


escrito significa y evoca. Evocar los recuerdos mediante la escritura
es dejar una huella. Algo que puede perdurar. Podemos empezar a
comprender que la escritura es ese misterio que le permite al artista
descifrar algo, descifrarse. Es misterio porque antes de escribir, se

178 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


piensa y siente que algo hay que decir. Algo que va manifestándose en
los signos y que nombra lo que se quiere significar. Entonces el escritor
apela al tortuoso camino de la resignificación. Huye a la insignificancia.
Escribir, en fin, es un acto de develación.

Extasiados de ver cómo las sensaciones se decantan, el pensamiento


fluye, la energía se renueva. Sin tales sensaciones no es posible escribir.
Asistir a las puestas en escena del Cabildo, es hacer el recorrido de
uno y varios años de experiencias, es vivir las emociones y apelar a las
sensaciones mediante el mundo simbólico que éste encarna. En un día
se puede hacer síntesis de todo lo que nos ha pasado durante 22 años.

La memoria oral guarda la experiencia pero no por mucho tiempo.


Esta memoria se va vaciando para dar lugar a nuevas experiencias, para
recordar nuevos acontecimientos, nuevos hechos, otras historias. De
no ser por la escritura, no percibiríamos los hilos del tejido y menos su
textura. Iríamos por el mundo quizás contando y luego olvidando lo que
ya las aladas palabras no pueden conservar en su vuelo. La escritura es
esa otra experiencia que hace posible contar otras historias. Se trata de
algo misterioso que surge una vez se llega al punto más complejo de la
experiencia: la experiencia de pensar.

Estar en la escritura de las memorias de Cabildo es apostarle a un


pensamiento en el cual prima el misterio. El misterio nos embruja, nos
hace perder en los laberintos del ser. Esta escritura pretende descifrar
los misteriosos viajes de formación.

La escritura exige trascender la experiencia individual. Exige pensar


al igual que sentir. Escribir invita a valorar e ir descifrando la experiencia
y memoria colectiva. Cada una de las personas que ha estado “ahí”
puede sentir ahora que el tiempo pasó y seguramente quisiera que
regresara. Pero no, en los tiempos líquidos actuales la experiencia se
desvanece. Llegado el día después de las puestas en escena del cabildo
normalista, queda una sensación de satisfacción y la promesa del
reencuentro con otra y la misma experiencia, después.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 179


Las puestas en escena del Cabildo nos reúnen a todos en espacios
distintos al habitual. Nos volcamos al centro histórico de la ciudad
y allí, en sus calles estrechas y atiborradas de gentes distintas, nos
volvemos un solo cuerpo. Por eso resulta extraño para muchos de los
transeúntes que sea una sola institución la responsable de semejantes
presentaciones.

Nosotros y nuestros estudiantes somos privilegiados al poder ser


autores, actores y observadores del espectáculo que ninguna otra
institución en la ciudad, puede llevar a cabo. Esta es una muestra de
compromiso y una evidencia irrefutable de un proceso de formación
cuyas raíces cada vez son más extensas, diversas y autóctonas.
Nuestra fortaleza viene de un espíritu colectivo que poco a poco se
hace memoria, busca en los recuerdos a aquellos que ya, desde lejos,
vuelven como egresados, a enseñarnos lo que son y han sido como
parte de una institución que no depende de individualismos, mesías,
dictadores u otro tipo de salvadores.

Estas memorias y las reflexiones a las que conllevan, se hacen desde


una variedad de retratos e imágenes. Las imágenes son innumerables,
inconmensurables. Una sola imagen es insuficiente para descifrar la
magnitud, los significados y sentidos del proyecto.

No obstante, para empezar, las siguientes imágenes serán el primer


hilo de toda una madeja que iremos desentrañando en su polifonía y
policromía.

La figura y el matiz de la memoria de Luisa Balseiro constituyen


una síntesis de todo. Su atuendo de “Lancera en el Cabildo de 2015”
llevaba en los pliegues de la piel a un Ser vivo. Luisa abraza en si
toda una historia. En su mirada se alcance a ver a la niña que es: un
ser alegre que sigue creyendo obstinadamente en el proyecto al cual
ella, sobre todo, y otras compañeras, dieron vida. Cuando miro a Luisa
me asombra su compromiso de maestra y la madurez de nuestra
propuesta. Contemplo en ella a un ser tierno, cargado de significados,
de sueños y locura desbordada.

180 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Al recordar a Luisa comprendemos que desde hace tiempo hacemos
parte de las fiestas novembrinas. Sus pequeños ojos dirigen nuestras
miradas hacia el lado de las murallas que dan hacia el palito de caucho.
Allí vemos la gran cantidad de estudiantes, padres, abuelas, madres,
tías, maestros e instructores; vemos a una Cartagena rica en su
diversidad cultural. Todo el colorido del Caribe queda recogido en aquel
sitio como síntesis de nuestra fuerza espiritual. Cuando en cualquier
lugar se reúnen los normalistas, de sus voces, manos y cuerpo brota
la memoria de nuestros ancestros: La Historia se hace carne y habita
entre nosotros.

Luisa, al igual que el profesor José Santiago Pérez y muchos de


nuestros estudiantes, son símbolo de unidad institucional. Una unidad
diversa. Hemos logrado desentrañar múltiples sentidos de la cultura y
con ello hacemos posible una participación amplia de la comunidad
educativa en los procesos de formación. Cada cual puede encontrar el
escenario en el cual darse forma. Cuando me presentaron un jueves 5
de Noviembre del 2016 a Gabriel, el bufoncito, en uniforme, me llamó
la atención su aspecto. Es un niño de ojos pequeños, menudo y sobre
todo, según Rosa, su directora de grupo, un niño tímido que poco a
poco “despierta” y nos hace recordar al bufón más famoso: Harold
Carrillo. En el escenario, ambos son distintos, diferentes y sin embargo
encarnan un recuerdo, aprehenden un personaje. Con uniforme,
Gabriel es un estudiante como los demás; en el escenario representa
una historia: la historia alegre de quienes creamos un espacio para ser
nosotros mismos y burlarnos de la corona española o de cualquiera
que pretenda vestirse de Rey. De esto se trata el Cabildo: de mofarnos
de las figuras autoritarias de poder.

Epílogo: “Las danzas son las narrativas de los cuerpos a partir de los
silencios”.56

56 Ibídem.

En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones 181


BIBLIOGRAFÍA

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pedagógicas. Cooperativa editorial Magisterio.

CHORDÁ, Frederic y otros. (2012) Diccionario de Términos Históricos y


Afines. Ediciones Akal S.A. Madrid. Recurso digital.

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lombia. Universidad Católica Andrés Bello. Editorial Arte. Caracas.

HELVIA BOLAÑOS, Juan de. (1790). Curia philípica, primero y segundo


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MUÑOZ VÉLEZ, Enrique Luis. Cabildos festivos en Cartagena. Revista


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ec:8080/handle/cidap/454.

MUÑOZ VELÉZ, Enrique Luis (2005). El bullerengue un canto a la vida


y la cumbia. Revista de Antropología Paccarina del Instituto del
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MUÑOZ VÉLEZ, Enrique Luis. (2007). Cartagena Festiva: El 11 de


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MUÑOZ VÉLEZ, Enrique Luis y Vicalpoma, José Carlos. (2017). Rutas
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ORTIZ, Fernando. (1996). Los negros esclavos. Editorial de Ciencias


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TORRES, Juan Lucio. (2014). El español como soldado argentino:


Participación en las campañas militares por la libertad e
independencia. Ediciones de la Torre. Madrid.

Anexos

Entrevista al Antropólogo y Filósofo Enrique Luis Muñoz Vélez. Marzo 4


de 2018, Cartagena.

184 En la Normal todos somos Cabildo. Memorias y Reflexiones


Esta obra terminó de imprimirse en
Alpha Editores en mayo de 2018.
Cartagena de Indias, Colombia
Me ratifico en el asombro, curiosidad ejemplarizante
de un cuerpo de docentes que ha sabido darle a la
educación un componente humanístico a través del
arte. Asombro porque incita de manera agradable lo
que me muestra cada línea de la escritura; curiosidad
por el sentido y significado de poner en escena
lineamientos pedagógicos para proponer un tipo de
enseñanza en los cambios sociales en los que
educadores y educandos, sumados a los padres de
familia y al contexto urbano, de que la paz también es
posible en la representación y construcción de los
juegos de carnaval como forma de teatro callejero,
habida cuenta de que, los sainetes populares
encierran en sí mismos, el profundo significado y
sentido de la representación de un teatro
eminentemente festivo.

Enrique Luis Muñoz Vélez

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