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https://chitauri.blogspot.com/2016/04/falsos-humanos-crearan-falsas.html
Primero, antes de que empiece a aburriros con el tipo de cosas que dicen
habitualmente en charlas los escritores de ciencia ficción, dejadme que os
transmita saludos oficiales de Disneylandia. Me considero un portavoz de
Disneylandia porque vivo apenas a unas millas de allí; y, por si eso no fuera
suficiente, una vez tuve el honor de ser entrevistado ahí por Paris TV.
2 - ¿Qué es la realidad?
En 1951, cuando vendí mi primera historia, no tenía idea de que cuestiones tan
fundamentales pudieran perseguirse en el campo de la ciencia ficción. Empecé
a hacerlo inconscientemente. Mi primera historia tenía que ver con un perro
que imaginaba que el hombre que recogía cada viernes la basura estaba
3 - ¿Qué es la realidad?
Una vez escribí una historia sobre un hombre que era herido y le llevaban a un
hospital. Cuando empezaron a hacerle cirugía, descubrieron que era un
androide, no un humano, pero que no lo sabía. Tuvieron que contarle las
noticias. Casi inmediatamente, el señor Garson Poole descubrió que su
realidad consistía en una cinta con agujeros que pasaba de carrete a carrete en
su pecho. Fascinado, empezó a llenar algunos de los agujeros y a añadir otros.
Inmediatamente, su mundo cambió. Una bandada de patos voló a través de la
habitación cuando pinchó un nuevo agujero en la cinta. Finalmente cortó la
cinta por completo, con lo que el mundo desapareció. Sin embargo, también
desapareció para el resto de los personajes de la historia... lo que no tiene
sentido, si lo piensas. A no ser que los otros personajes fueran figmentos
(Figmento - Este vocabulario en su etimología procede del latín «figulīnus» figulino y del
sufijo «mento» como nombre concreto que indica acción y resultado de. Sustantivo
masculino. Este vocablo es de uso anticuado, se refiere a cualquier obra, trabajo,
quehacer, faena o un producto elaborado o realizado a base de barro, légamo, loza o
fango, puede ser análoga a una cerámica como una vajilla.) de su fantasía de cinta
agujereada. Que es lo que imagino que eran.
averiguar qué era real. Un día una estudiante de instituto en Canadá me pidió
que definiera qué era realidad, para un trabajo que estaba escribiendo en clase
de filosofía. Quería una respuesta en una frase. Pensé sobre ello y dije
finalmente, "Realidad es eso que, cuando dejas de creer en ello, no
desaparece". Eso es todo lo que se me ocurrió. Eso fue en 1972. Desde
entonces no he sido capaz de definir realidad con más lucidez.
Así que pregunto en lo que escribo, ¿qué es real? Porque se nos bombardea
incesantemente con pseudo-realidades fabricadas por gente muy sofisticada
que utiliza mecanismos electrónicos muy sofisticados. No desconfío de sus
motivos; desconfío de su poder. Tienen mucho de eso. Y es un poder
asombroso: el de crear universos enteros, universos de la mente. Debería
saberlo. Yo hago lo mismo. Mi trabajo es crear universos, como la base de una
novela tras otra. Y tengo que construirlos de una forma en que no se caigan
dos días más tarde. O al menos eso es lo que esperan mis editores. Sin
embargo, os contaré un secreto: me gusta construir universos que se
derrumban. Me gusta verlos desestructurarse, y me gusta ver cómo los
personajes en las novelas se manejan con este problema. Tengo un amor
secreto al caos. Debería haber más de eso. No creáis -y soy absolutamente
serio cuando digo esto-, no asumáis que el orden y la estabilidad son
siempre buenos, en una sociedad o en el universo. Lo viejo, lo osificado,
debe dejar paso siempre a vida nueva y al nacimiento de cosas nuevas.
Antes de que las cosas nuevas nazcan las viejas han de perecer. Esto es
una comprensión peligrosa, porque nos dice que eventualmente debemos
separarnos de mucho de lo que nos es familiar. Y eso duele. Pero es parte del
5 - ¿Qué es la realidad?
Por supuesto, digo esto porque vivo cerca de Disneylandia, y siempre están
añadiendo nuevas atracciones y destruyendo las viejas. Disneylandia es un
organismo que evoluciona. Durante años tuvieron el Simulacro Lincoln, que
como Lincoln, fue sólo una forma temporal que tomaron materia y energía y
que acabaron por desaparecer. Lo mismo es cierto de cada uno de nosotros,
nos guste o no.
El filósofo griego pre-socrático Parménides enseñó que las únicas cosas que
son reales son aquellas que nunca cambian,... y el filósofo griego pre-
socrático Heráclito enseñó que todo cambia. Si solapas los dos puntos de
vista, obtienes este resultado: Nada es real. Hay un paso siguiente fascinante
a esta línea de pensamiento:
Parménides nunca podría haber existido, porque se hizo viejo y murió
y desapareció, con lo que, de acuerdo con su propia filosofía, nunca
existió.
Y Heráclito podría haber tenido razón -no olvidemos esto; así que si
Heráclito tenía razón, entonces Parménides existió, y por tanto,
según la filosofía de Heráclito, quizá Parménides tenía razón, ya que
Parménides cumplía las condiciones, los criterios, por los que Heráclito
juzgaba reales las cosas.
Pero considero que la cuestión de definir lo que es real, esto es un tema serio,
incluso vital. Y ahí en algún lugar hay otro tema, la definición de la auténtica
humanidad. Debido al bombardeo de pseudo-realidades, se producen
rápidamente humanos no-auténticos, espúreos; tan falsos como los datos
presionándoles desde todos los frentes. Mis dos temas son realmente uno sólo;
se unen en este punto. Falsos humanos crearán falsas realidades y se las
venderán a otros humanos, volviéndolos a su vez falsificaciones de sí
mismos. Es sencillamente una versión muy larga de Disneylandia. Puedes
tener el Paseo Pirata o el Simulacro Lincoln o el Paseo Salvaje de Mr.Toad,
puedes tenerlos todos, pero ninguno es cierto.
6 - ¿Qué es la realidad?
Y aun así lo extraño es, que de alguna forma, de alguna forma real, mucho de
lo que aparece bajo el título "ciencia ficción" es real. Puede no ser literalmente
cierto, supongo. Nunca hemos sido realmente invadidos por criaturas de otro
sistema solar, como se describía en Encuentros en la Tercera Fase. Los
productores de esa película nunca pretendieron que lo creyéramos. ¿O sí?
7 - ¿Qué es la realidad?
Y -digo esto como escritor profesional de ficción-, los productores, los que
escriben guiones, y los directores que crean estos mundos de audio/video, no
saben cuánto de su contenido es verdad. En otras palabras, son víctimas de su
propio producto, junto con nosotros. Hablando por mí, no sé cuanto de lo que
escribo es verdad, o qué partes (si alguna) es cierta. Esta es una situación
potencialmente letal. Tenemos ficción imitando a la verdad, y verdad imitando
ficción. Tenemos un solapamiento peligroso, una peligrosa zona borrosa. Y
probablemente no es deliberado. De hecho, eso es parte del problema. No
puedes legislar para que un autor etiquete correctamente su producto, como
una lata de pudding cuyos ingredientes vienen listados en la etiqueta... no
puedes hacerle declarar qué parte es verdad y qué parte no cuando él mismo
lo ignora.
En 1970 escribí una novela llamada "Fluyan mis lágrimas, dijo el policía". Uno
de los personajes es una chica de diecinueve años llamada Kathy. El nombre
de su marido es Jack. Kathy parece trabajar para el underground criminal, pero
más tarde, según nos adentramos en la novela, descubrimos que está
trabajando para la policía. Está teniendo una relación con un inspector de
policía. El personaje es pura ficción. O al menos pienso que lo era.
En 1974 la novela fue publicada por Doubleday. Una tarde estaba hablando
con mi sacerdote -soy episcopaliano-, y resultó que le mencioné una escena
importante cerca del final de la novela en la que el personaje Felix Buckman
conoce a un tipo negro en una gasolinera abierta 24 horas, y empiezan a
hablar. A medida que describía en la escena en más y más detalle, mi
sacerdote se puso progresivamente cada vez más agitado. Al fin dijo, "¡eso es
una escena del Libro de Actos, de la Biblia! La persona que encuentra al
hombre negro en el camino se llama Philip, como tú". El padre Rasch estaba
tan afectado por la semblanza que no podía siquiera localizar la escena en la
Biblia. "Lee los Actos", me instruyó, "y estarás de acuerdo. Es lo mismo hasta
en detalles específicos".
Fui a casa y leí la escena en Actos. Sí, el Padre Rasch tenía razón; la escena
en mi novela estaba narrando otra vez obviamente la escena en Actos... y
nunca había leído los Actos, he de admitir. Pero de nuevo el puzzle se hizo más
profundo. En Actos, el alto oficial romano que arresta e interroga a San Pablo
se llama Felix, el mismo nombre que mi personaje. Y mi personaje Felix
Buckman es un policía de alto rango; de hecho, en mi novela tiene el mismo
papel que Felix en el Libro de Actos; la autoridad final. Hay una conversación
en mi novela que se parece mucho a una conversación entre Félix y Pablo.
Pero el misterio no ha terminado aquí, como imaginé. Hace dos meses estaba
andando al buzón para enviar una carta tarde, por la noche, también para
disfrutar la vista de la Iglesia de Saint Joseph, que está en el lado opuesto a mi
edificio de apartamentos. Vi un hombre merodeando sospechosamente cerca
de un coche aparcado. Parecía que fuera a robar el coche, o algo de él; según
volví del buzón, el hombre se escondió tras un árbol. En un impulso caminé
hacia él y le pregunté, "¿sucede algo?"
Increiblemente, porque nunca había hecho esto antes, saqué mi cartera, cogí
todo el dinero de ella, y le di el dinero. Entonces me chocó la mano y me
preguntó dónde vivía, para que pudiera devolvermelo más tarde. Regresé a mi
apartamento, y entonces me di cuenta de que el dinero no le haría ningún bien,
puesto que no habían gasolineras cerca. Así que volví, en mi coche. El hombre
tenía una lata de gasolina en el maletero del coche, y juntos, condujimos mi
coche hasta una gasolinera. Pronto estábamos ahí, dos extraños, mientras que
el tipo de la gasolinera llenaba la lata. De pronto me di cuenta de que esta era
la escena de mi novela, la novela que había escrito ocho años antes. La
gasolinera era exáctamente como la que había vimaginado cuando escribí la
escena; el tipo rellenando, la deslumbrante luz blanca,... y ahora vi algo que no
había visto antes. El extraño al que ayudaba era negro.
Durante la Edad Media surgió una teoría curiosa, que os presento ahora por lo
que merece la pena. Es la teoría de que el Malvado -Satán- es el "Mono de
Dios". Que crea imitaciones espúreas de la creación, de la auténtica creación
de Dios, y entonces las interpola con la creación auténtica. ¿Ayuda esta teoría
rara a explicar mi experiencia? ¿Hemos de creer que estamos confusos,
engañados, que esto no es el año 1978 sino el 50... y Satán ha generado una
realidad falsificada para atrofiar nuestra fé en el regreso de Cristo?
hecho que no parece que sea capaz de olvidar. Y seguro que no habían
Disneylandias en los tiempos de San Pablo.
Así que, si me fuerzo a ser muy racional y razonable y todas esas cosas
buenas, he de admitir que la existencia de Disneylandia (que sé que es real)
prueba que no estamos viviendo en Judea en el 50 D.C. La idea de San Pablo
dando vueltas en tazas de té gigantes mientras que componía Corintios,
mientras que Paris TV le filma, eso sí que no puede ser. San Pablo nunca iría a
Disneylandia. Sólo niños, turistas, y altos oficiales soviéticos, van alguna vez a
Disneylandia. Los santos no.
La chica tocó el pez dorado brillante con su mano y dijo, "esto es un símbolo
llevado por los primeros cristianos". Entonces me dio el paquete con la
medicación.
En ese instante, mientras miraba el signo del pez y oía sus palabras, de pronto
experimenté lo que después entendí como anamnesis, la palabra griega que
significa literalmente "pérdida de olvido". Recordé quién era y dónde estaba. En
un instante, en el guiño de un ojo, todo regresó a mí. Y no sólo podía recordarlo
sino verlo. La chica era una cristiana secreta, y yo también lo era. Vivíamos con
miedo a ser detectados por los Romanos. Teníamos que comunicarnos con
señales crípticas. Ella me acababa de decir todo esto, y era cierto.
12 - ¿Qué es la realidad?
Durante un breve espacio de tiempo, por difícil que sea de creer o explicar, ví la
imagen de los contornos como una negra prisión de la odiosa Roma. Pero,
mucho más importante, recordé a Jesús, que había estado recientemente con
nosotros, y se había ido temporalmente, y volvería muy pronto. Mi emoción era
gozo. Estábamos preparando secretamente su recibimiento de vuelta. No sería
mucho. Y los romanos no lo sabían. Pensaron que él estaba muerto, muerto
para siempre. Ese era nuestro gran secreto, nuestro gozoso conocimiento. A
pesar de las apariencias, Cristo iba a regresar, y nuestro disfrute y anticipación
no tenían fronteras.
Si fueras yo, y esto te hubiera pasado, estoy seguro de que no habrías podido
dejarlo estar. Buscarías alguna teoría que pudiera dar cuenta de ello. Durante
cuatro años ahora, he estado intentando una teoría tras otra: tiempo circular,
tiempo congelado, tiempo sin tiempo, lo que se denomina tiempo "sagrado"
respecto al "mundano"... no puedo contar las teorías que he intentado. Una
constante ha prevalecido, sin embargo, a través de todas las teorías. Debe de
haber algún misterioso Espíritu Santo que tiene una relación exacta e íntima
con Cristo, que puede habitar las mentes humanas, guiarlas e informarlas, e
incluso expresarse a través de esos humanos, incluso sin que sean
conscientes de ello.
Citaré ahora la novela, tal y como apareció al final en su forma publicada. Mirad
a ver si este sueño os recuerda a algo.
Felix Buckman le dejó pasar; no les habló, ni ellos lo hicieron con él. Juntos,
todos se movieron hacia la casa de la que él había venido. Un hombre se había
encerrado dentro de la casa, un hombre sólo, Jason Taverner, en el silencio y la
oscuridad, sin ventanas, por sí mismo desde ahora hasta la eternidad. Y
entonces escuchó de detrás de él un sólo chillido espantoso. Habían matado a
Taverner; y viéndoles entrar, sintiéndolos en las sobras alrededos suyo,
sabiendo lo que pretendían hacer con él, Taverner había chillado.
Felix Buckman sintió una desolada pena total y absoluta. Pero en el sueño no
regresó ni miró hacia atrás. No se podía hacer nada. Nadie podría haber
detenido la pandilla de los hombres de togas multicolor; no se les podría haber
convencido. En cualquier caso, había acabado. Taverner estaba muerto.
"Se situaron en su lugar tronos y uno anciano en años tomó su sitio. Su toga
era blanca como la nieve y el pelo de su cabeza como la lana más limpia. Su
trono eran llamas de fuego, y sus ruedas llamaradas; un río fluía fuego frente a
él. Miles le servían y multitudes atendían su presencia. La corte se sentó, y el
libro fue abierto."
"Vi... uno como un hijo del hombre, con una toga hasta sus pues, con una faja
dorada alrededor de su pecho. El pelo de su cabeza era blanco como lana
nívea, y sus ojos en llamas eran como fuego; sus pies destellaban como latón
pulido refinado en un horno, y su voz era como el sonido de los torrentes de
agua."
Y entonces 1:17:
"Cuando le vi, caí a sus pies como si estuviera muerto. Pero puso su mano
derecha sobre mí y dijo, "no temas. Soy el primero y el último, y soy el viviente,
ya que estuve muerto y ahora estoy vivo eternamente, y llevo las llaves de la
Muerte y de sus dominios. Escribe por tanto lo que has visto, lo que es ahora, y
lo que será de ahora en adelante."
14 - ¿Qué es la realidad?
De hecho era un rey. Es Cristo regresado, para juzgar. Y esto es lo que hace en
mi novela, juzgar al hombre encerrado en oscuridad. El hombre encerrado en
oscuridad debe ser el Príncipe del Mal, la Fuerza de la Oscuridad. Llámalo
como quieras, su hora había llegado. Estaba juzgado y condenado. Felix
Buckman podía lamentarse ante la tristeza de ello, pero sabía que el veredicto
no podía disputarse. Así que continuó cabalgando, sin darse la vuelta ni mirar
atrás, oyendo tan sólo el chillido del miedo y la derrota: el llanto del mal
destruído.
Así que mi novela contenía material de otras partes de la Biblia, así como de
secciones de los Actos. Descifrada, mi novela cuenta una historia bastante
distinta de la superficial (que no necesitamos discutir aquí). La historia real es
sencillamente esta: el regreso de Cristo, ahora rey en lugar de sirviente que
sufre. Juez en lugar de víctima de un juicio injusto. Todo al revés. El núcleo del
mensaje de mi novela, sin saberlo yo, era una advertencia a los poderosos:
pronto seréis juzgados y condenados. ¿A quién me refería específicamente?
Bueno, no puedo decir realmente; o quizá es que preferiría no hacerlo. No
tengo certeza alguna, sólo una intuición. Y eso no es suficiente para continuar,
así que me guardaré mis pensamientos. Pero podríais preguntaros qué eventos
políticos sucedieron en este país entre febrero y agosto de 1974. Quién fue
juzgado y condenado, y cayó como una estrella fugaz hacia la ruina y la
desgracia. El hombre más poderoso del mundo. Y me apena él ahora como
cuando lo soñé en aquel sueño. "Aquel pobre hombre", le dije una vez a mi
mujer, con lágrimas en los ojos. "Encerrado en la oscuridad, tocando el piano
en la noche para sí mismo, sólo y asustado, sabiendo lo que está por venir".
Por el amor de Dios, perdonemosle al final. Pero lo que se le hizo a él y a todos
sus hombres -"los hombres del Presidente" como se suele decir- debía
hacerse. Pero se acabó, y debería dejarsele ver la luz del sol otra vez; ninguna
criatura o persona debería ser encerrada por siempre en la oscuridad, con el
miedo. No es humano.
Así, si Dios piensa sobre Roma en torno al 50 D.C, entonces Roma cerca del
50 D.C. es. El universo no es un reloj de cuerda y Dios la mano que le da
cuerda. No es un reloj a pilas con Dios como batería. Spinoza creía que el
universo es el cuerpo de Dios extensivo en el espacio. Pero bastante antes de
Spinoza -dos mil años antes-, Jenófanes había dicho, "sin esfuerzo, él empuña
todas las cosas por el pensamiento de su mente" (Fragmento 25)
Si alguno habéis leído mi novela Ubik, sabéis que la misteriosa entidad o mente
o fuerza llamada Ubik empieza como una serie de anuncios publicitarios
baratos y vulgares, y acaba diciendo:
Soy Ubik. Antes del universo era yo. Hice los soles. Hice los mundos. Creé las
vidas y los lugares que habitan; les muevo aquí, les pongo ahí. Marchan como
digo, hacen como les digo. Soy la palabra y mi nombre nunca es pronunciado,
el nombre que nadie conoce. Soy llamado Ubik pero ese no es mi nombre. Soy.
Siempre seré.
17 - ¿Qué es la realidad?
Si hubiera traducido el Evangelio según San Juan, supongo que habría salido
algo así como:
O debería decir, esperemos que la marca comercial tenga sentido del humor.
El poder de las realidades espúreas que nos golpean hoy -estas falsedades
fabricadas deliberadamente-, nunca penetran hasta el corazón de los
verdaderos seres humanos. Veo a los niños viendo la televisión, y primero
tengo miedo de lo que les están enseñando, y después me doy cuenta, de que
no se les puede corromper o destruir. Observan, escuchan, entienden, y
entonces, donde y cuando es necesario, rechazan. Hay algo enormemente
poderoso en la capacidad de un niño para resistirse a lo fraudulento. Un niño
tiene la visión más clara, la mano más firme. Los vendedores sin escrúpulos,
los promotores, están intentando atraer la lealtad de esta gente pequeña en
vano. Cierto, las compañías de cereales pueden ser capaces de colocar
grandes cantidades de desayunos basura; las cadenas de hamburguesas y
perritos calientes pueden vender cantidades sin fin de comida rápida irreal a los
niños, pero el corazón profundo late con firmeza, ni alcanzado ni entendido. Un
niño de hoy puede detectar una mentira más rápido que el adulto más sabio
hace dos décadas. Cuando quiero saber qué es verdad, pregunto a mis hijos.
No me preguntan a mí; recurro a ellos.
Un día mientras mi hijo Christopher, que tiene cuatro años, estaba jugando
frente a mí y a su madre, los dos adultos empezamos a discutir la figura de
Jesús en los Evangelios Sinópticos. Christopher se giró hacia nosotros durante
un instante y dijo, "soy un pescador. Pesco pescados". Estaba jugando con un
farol de metal que alguien me había dado, y que nunca había usado,... y de
pronto me di cuenta de que la linterna tenía forma de pez. Me pregunto qué
pensamientos estaban siendo situados en el alma de mi pequeño niño en ese
momento; y no por mercantes de cereales o traficantes de caramelos. "Soy un
pescador, pesco pescados". Christopher, a los cuatro años, había encontrado
el símbolo que yo no hallé hasta que tenía cuarenta y cinco años.
El tiempo se acelera, ¿y con qué fin? Quizá se nos dijo hace dos mil años. O
quizá no fue hace tanto; quizá es una falsa ilusión que haya pasado tanto
tiempo. Quizá fue hace una semana, o fue hoy, temprano. Quizá el tiempo no
sólo se esté acelerando; quizá, de paso, vaya a terminar.
Gracias.
Fin