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1 - ¿Qué es la realidad?

https://chitauri.blogspot.com/2016/04/falsos-humanos-crearan-falsas.html

Falsos humanos crearán falsas realidades y se las venderán a


otros humanos, volviéndolos a su vez falsificaciones de sí
mismos
"Cómo
Os dejo en formato de texto la conferencia de Philip K Dick
construir un universo que no se derrumbe
dos días después", y al finalizar dicho texto un ensayo en
formato PDF titulado: "Un Universo de información:
Philip K dick desde la mística"
Philip K Dick habla en una conferencia en 1978 sobre "qué es la realidad" y la
construcción de mundos tanto en la ficción como en los medios de
comunicación. Enlaza aquí sus percepciones sobre la imposibilidad de
determinar el carácter de lo real con una serie de experiencias personales que
acumuladas acabarían a mediados de los 70 por desestabilizar a Philip y
desembocar en una crisis en la que perdió el control de sus interpretaciones de
la realidad...

Cómo construir un universo que no se


derrumbe dos días después

Primero, antes de que empiece a aburriros con el tipo de cosas que dicen
habitualmente en charlas los escritores de ciencia ficción, dejadme que os
transmita saludos oficiales de Disneylandia. Me considero un portavoz de
Disneylandia porque vivo apenas a unas millas de allí; y, por si eso no fuera
suficiente, una vez tuve el honor de ser entrevistado ahí por Paris TV.
2 - ¿Qué es la realidad?

Durante varias semanas después de la entrevista, estuve realmente enfermo y


confinado en la cama. Creo que fueron las tazas de té que giraban. Elizabeth
Antebi, que era la productora de la película, quería tenerme girando en una de
esas tazas de té gigantes mientras discutía el alza del fascismo con Norman
Spinrad... un viejo amigo mío que escribe una ciencia ficción excelente.
También discutimos Watergate, pero eso lo hicimos en la cubierta de la nave
pirata del Capitán Garfio. Niños pequeños con sombreros de Mickey Mouse
-esos sombreros negros con las orejas- seguían corriendo y dándose contra
nosotros mientras las cámaras zumbaban, y Elizabeth hizo preguntas
inesperadas. Norman y yo, preocupados del zarandeo de los niños, dijimos
algunas cosas extraordinariamente estúpidas aquel día. Hoy, sin embargo,
tendré que aceptar toda la culpa por lo que os cuente, ya que ninguno de
vosotros lleva sombreros de Mickey Mouse ni intenta trepar sobre mí con la
idea de que soy parte del mobiliario de una nave pirata.

Los escritores de ciencia ficción, siento decirlo, realmente no saben nada. No


podemos hablar sobre ciencia, porque nuestro conocimiento de ella es limitado
y no oficial, y habitualmente nuestra ficción es espantosa. Hace algunos años,
ningún instituto o universidad habría considerado jamás invitar a hablar a uno
de nosotros. Éramos confinados misericordiosamente a revistas underground
(Subterráneo, secreto, clandestino, bajo tierra…), sin impresionar a nadie. Aquellos
días, los amigos me dirían, "¿pero estás escribiendo algo serio?", queriendo
decir, "¿estás escribiendo algo que no sea ciencia ficción?". Anhelábamos ser
aceptados, que nos hicieran caso. Entonces, de repente, el mundo académico
se fijó en nosotros, fuimos invitados a dar charlas y aparecer en jurados, e
inmediatamente parecimos idiotas. El problema es este, sencillamente; ¿de
qué sabe un escritor de ciencia ficción? ¿En qué tema es una autoridad?

Me recuerda a un titular que apareció en un periódico de California justo antes


de que volara allí. LOS CIENTÍFICOS DICEN QUE NO PUEDE HACERSE
QUE LOS RATONES PAREZCAN SERES HUMANOS. Fue un programa de
investigación fundado por el estado, supongo. Piensa que: hay alguien en este
mundo que es una autoridad en el tema de si se puede o no poner a los
ratones zapatos, sombreros hongos, camisetas a rayas y pantalones Dacron, y
que pasen por humanos.

Bueno, os contaré lo que me interesa, lo que considero importante. No puedo


decir que sea una autoridad en nada, pero puedo decir honestamente que
determinados temas me fascinan, y que escribo sobre ellos todo el tiempo. Los
dos temas básicos que me fascinan son "¿Qué es la realidad?" y "¿Qué
constituye el auténtico ser humano?". Durante los veintisiete años en los
que he publicado novelas e historias he investigado estos dos temas
interrelacionados una y otra vez. Los considero temas importantes. ¿Qué
somos? ¿Qué es esto que nos rodea, lo que llamamos no-yo, o el mundo
empírico o fenoménico?

En 1951, cuando vendí mi primera historia, no tenía idea de que cuestiones tan
fundamentales pudieran perseguirse en el campo de la ciencia ficción. Empecé
a hacerlo inconscientemente. Mi primera historia tenía que ver con un perro
que imaginaba que el hombre que recogía cada viernes la basura estaba
3 - ¿Qué es la realidad?

robando la valiosa comida que la familia había guardado cuidadosamente en


un contenedor seguro de metal. Cada día, los miembros de la familia sacaban
bolsas de buena comida madura, las metían en el contenedor de metal,
aseguraban que la tapa estuviera bien cerrada, y cuando el contenedor estaba
lleno, estas criaturas de aspecto horrible venían y lo robaban todo menos el
contenedor.

Finalmente, en la historia, el perro empieza a imaginar que algún día los


hombres que recogen la basura se comerían a la gente de la casa, además de
comerse su comida. Y claro, el perro está equivocado sobre esto, todos
sabemos que no se comen a la gente. Pero la extrapolación del perro en cierto
sentido era lógica, dados los hechos de que disponía. La historia era sobre un
perro real, que observaba y con el que intentaba meterme en su cabeza e
imaginar cómo veía el mundo. Ciertamente, decidí, ese perro ve el mundo de
una forma bastante diferente a como yo o cualquier humano lo hace. Y
entonces empecé a pensar, quizá cada humano vive en un mundo único,
privado, un mundo distinto de aquellos que experimentan y habitan el resto de
los humanos. Y esto me llevó a preguntarme, si la realidad difiere de persona
a persona, ¿podemos hablar de una realidad en singular, o no deberíamos
realmente estar hablando de realidades plurales? Y si hay realidades
plurales, ¿son algunas más ciertas (más reales) que otras? ¿Y el mundo
de un esquizofrénico? Quizá, es tan real como el nuestro. Quizá no
podemos decir que estamos en contacto con la realidad y que él no, sino que
deberíamos decir que su realidad es tan diferente de la nuestra que no puede
explicárnosla, y que no podemos explicarle nosotros la nuestra. El problema,
entonces, es que si los mundos subjetivos se perciben de formas demasiado
distintas, ahí ocurre una ruptura en la comunicación,... y allí está la verdadera
enfermedad.

Una vez escribí una historia sobre un hombre que era herido y le llevaban a un
hospital. Cuando empezaron a hacerle cirugía, descubrieron que era un
androide, no un humano, pero que no lo sabía. Tuvieron que contarle las
noticias. Casi inmediatamente, el señor Garson Poole descubrió que su
realidad consistía en una cinta con agujeros que pasaba de carrete a carrete en
su pecho. Fascinado, empezó a llenar algunos de los agujeros y a añadir otros.
Inmediatamente, su mundo cambió. Una bandada de patos voló a través de la
habitación cuando pinchó un nuevo agujero en la cinta. Finalmente cortó la
cinta por completo, con lo que el mundo desapareció. Sin embargo, también
desapareció para el resto de los personajes de la historia... lo que no tiene
sentido, si lo piensas. A no ser que los otros personajes fueran figmentos
(Figmento - Este vocabulario en su etimología procede del latín «figulīnus» figulino y del
sufijo «mento» como nombre concreto que indica acción y resultado de. Sustantivo
masculino. Este vocablo es de uso anticuado, se refiere a cualquier obra, trabajo,
quehacer, faena o un producto elaborado o realizado a base de barro, légamo, loza o
fango, puede ser análoga a una cerámica como una vajilla.) de su fantasía de cinta
agujereada. Que es lo que imagino que eran.

Siempre fue mi esperanza, al escribir novelas e historias que hacían la


pregunta "¿qué es la realidad?", encontrar una respuesta algún día. Esta era la
esperanza, también, de la mayor parte de mis lectores. Los años pasaron.
Escribí cerca de treinta novelas y unas cien historias, y todavía no había podido
4 - ¿Qué es la realidad?

averiguar qué era real. Un día una estudiante de instituto en Canadá me pidió
que definiera qué era realidad, para un trabajo que estaba escribiendo en clase
de filosofía. Quería una respuesta en una frase. Pensé sobre ello y dije
finalmente, "Realidad es eso que, cuando dejas de creer en ello, no
desaparece". Eso es todo lo que se me ocurrió. Eso fue en 1972. Desde
entonces no he sido capaz de definir realidad con más lucidez.

Pero el problema es real, no es sólo un juego intelectual. Porque hoy vivimos


en una sociedad donde los medios de comunicación fabrican realidades
espúreas (adj. Barbarismo por espurio. No es correcta la utilización de la palabra
"espúreo", la forma correcta es "espurio", según la Real Academia Española. Es muy
usual encontrar en los medios de noticias, incluso de gente culta, el empleo de la
palabra "espúreo" como sinónimo de falso o ilegítimo, pero es incorrecto su uso. Por
ejemplo, en un periódico se puede leer "se encontraron nueve millones de dólares, en
efectivo, sin declarar y de origen espúreo" (en este caso usado como sinónimo de
ilegítimo). Debería haberse escrito: "nueve millones de dólares, en efectivo, sin declarar
y de origen espurio") los gobiernos, las grandes corporaciones, los grupos
religiosos, políticos,... y existen los medios electrónicos para llevar estos
pseudo-mundos directamente en las cabezas de quienes lo leen, lo ven, lo
escuchan. A veces cuando veo a mi hija de once años viendo la TV, me
pregunto qué le está enseñando. O el momento equivocado, consideremos
esto; un programa de TV producido para adultos es visto por un niño pequeño.
Probablemente la mitad de lo que se dice es malinterpretado por el niño. Quizá
todo. Y la cuestión es, ¿cuán auténtica es la información en todo caso, incluso
si el niño la entiende correctamente? ¿Cuál es la relación entre la situación de
comedia televisiva estándar y la realidad? ¿Y los programas sobre policías?
Los coches están perdiendo el control continuamente, chocándose y ardiendo.
La policía siempre es buena, y siempre gana. No ignoréis esto; la policía
siempre gana. Menuda lección es esa. No debes luchar contra la autoridad, e
incluso si lo haces, perderás. El mensaje aquí es, Sé pasivo, y Coopera. Si el
Oficial Baretta te pide información, dásela, porque el Oficial Baretta es un buen
hombre y hay que confiar en él. Te ama, y tú deberías hacer lo mismo.

Así que pregunto en lo que escribo, ¿qué es real? Porque se nos bombardea
incesantemente con pseudo-realidades fabricadas por gente muy sofisticada
que utiliza mecanismos electrónicos muy sofisticados. No desconfío de sus
motivos; desconfío de su poder. Tienen mucho de eso. Y es un poder
asombroso: el de crear universos enteros, universos de la mente. Debería
saberlo. Yo hago lo mismo. Mi trabajo es crear universos, como la base de una
novela tras otra. Y tengo que construirlos de una forma en que no se caigan
dos días más tarde. O al menos eso es lo que esperan mis editores. Sin
embargo, os contaré un secreto: me gusta construir universos que se
derrumban. Me gusta verlos desestructurarse, y me gusta ver cómo los
personajes en las novelas se manejan con este problema. Tengo un amor
secreto al caos. Debería haber más de eso. No creáis -y soy absolutamente
serio cuando digo esto-, no asumáis que el orden y la estabilidad son
siempre buenos, en una sociedad o en el universo. Lo viejo, lo osificado,
debe dejar paso siempre a vida nueva y al nacimiento de cosas nuevas.
Antes de que las cosas nuevas nazcan las viejas han de perecer. Esto es
una comprensión peligrosa, porque nos dice que eventualmente debemos
separarnos de mucho de lo que nos es familiar. Y eso duele. Pero es parte del
5 - ¿Qué es la realidad?

guión de la vida. A no ser que podamos acomodar psicológicamente el cambio,


nosotros mismos empezamos a morir, hacia dentro. Lo que estoy diciendo es
que los objetos, costumbres, hábitos y formas de vida han de perecer para que
el ser humano auténtico pueda vivir. Y es el ser humano auténtico el que más
importa, el organismo viable, elástico, que puede rebotar de vuelta, absorber, y
manejarse con lo nuevo.

Por supuesto, digo esto porque vivo cerca de Disneylandia, y siempre están
añadiendo nuevas atracciones y destruyendo las viejas. Disneylandia es un
organismo que evoluciona. Durante años tuvieron el Simulacro Lincoln, que
como Lincoln, fue sólo una forma temporal que tomaron materia y energía y
que acabaron por desaparecer. Lo mismo es cierto de cada uno de nosotros,
nos guste o no.

El filósofo griego pre-socrático Parménides enseñó que las únicas cosas que
son reales son aquellas que nunca cambian,... y el filósofo griego pre-
socrático Heráclito enseñó que todo cambia. Si solapas los dos puntos de
vista, obtienes este resultado: Nada es real. Hay un paso siguiente fascinante
a esta línea de pensamiento:
 Parménides nunca podría haber existido, porque se hizo viejo y murió
y desapareció, con lo que, de acuerdo con su propia filosofía, nunca
existió.
 Y Heráclito podría haber tenido razón -no olvidemos esto; así que si
Heráclito tenía razón, entonces Parménides existió, y por tanto,
según la filosofía de Heráclito, quizá Parménides tenía razón, ya que
Parménides cumplía las condiciones, los criterios, por los que Heráclito
juzgaba reales las cosas.

Ofrezco esto meramente para mostrar que en cuanto empiezas a preguntar


qué es definitivamente real, te pones a decir cosas sin sentido.
 Zenón probó que el movimiento era imposible (bueno, sólo imaginó
que lo había hecho; lo que le faltaba era lo que se llama técnicamente la
"teoría de límites").
 David Hume, el mayor escéptico de todos, una vez destacó que tras
una reunión de escépticos reunidos para proclamar la veracidad del
escepticismo como filosofía, se dio el hecho extraño de que todos los
miembros de la reunión se fueron por la puerta en lugar de por la
ventana. Veo el sentido de lo que cuenta Hume; era todo cháchara. Los
solemnes filósofos no estaban tomándose en serio lo que decían.

Pero considero que la cuestión de definir lo que es real, esto es un tema serio,
incluso vital. Y ahí en algún lugar hay otro tema, la definición de la auténtica
humanidad. Debido al bombardeo de pseudo-realidades, se producen
rápidamente humanos no-auténticos, espúreos; tan falsos como los datos
presionándoles desde todos los frentes. Mis dos temas son realmente uno sólo;
se unen en este punto. Falsos humanos crearán falsas realidades y se las
venderán a otros humanos, volviéndolos a su vez falsificaciones de sí
mismos. Es sencillamente una versión muy larga de Disneylandia. Puedes
tener el Paseo Pirata o el Simulacro Lincoln o el Paseo Salvaje de Mr.Toad,
puedes tenerlos todos, pero ninguno es cierto.
6 - ¿Qué es la realidad?

Al escribir me interesé tanto por las falsificaciones que finalmente llegué al


concepto de los falsos falsos. Por ejemplo, en Disneylandia hay pájaros falsos
accionados por motores eléctricos que emiten graznidos y chillidos cuando
pasas. Supongamos que alguna noche nos coláramos en el parque y con
pájaros reales y sustituyésemos los artificiales. Imaginad el horror que sentirían
los dueños cuando descubrieran la cruel broma. ¡Pájaros de verdad! Y quizá
algún día incluso hipopótamos y leones reales. Consternación. El parque
siendo transmutado astutamente por fuerzas siniestras de lo irreal a lo real. Por
ejemplo supongamos, ¿y si el Matterhorn se convirtiera en una montaña
genuina cubierta de nieve? ¿Y si el lugar entero, por un milagro del poder y
sabiduría de Dios, fuera cambiado en un momento, con el guiño de un ojo, en
algo incorruptible? Tendrían que cerrar.

En el Timeo de Platón, Dios no crea el universo, como lo hace el Dios


Cristiano; simplemente se lo encuentra un día. Está en un estado de caos
total. Dios se pone a trabajar para transformar el caos en orden. Esa idea
me atrae, y la he adaptado a mis necesidades intelectuales: ¿y si nuestro
universo empezó siendo poco real, una especie de ilusión como enseña la
religión hindú, y Dios, por amor y amabilidad hacia nosotros, lo estuviera
transmutando lenta y secretamente en algo real?

No seríamos conscientes de esta transformación, ya que no éramos


conscientes en primer lugar de que nuestro mundo fuera una ilusión. Esto es
técnicamente una idea gnóstica. El gnosticismo es una religión que
abrazaron judíos, cristianos y paganos, durante varios siglos. He sido
acusado de mantener ideas gnósticas. Supongo que lo hago. En determinado
momento me habrían quemado. Pero algunas de sus ideas me intrigan. Una
vez, cuando estaba investigando el gnosticismo en la Enciclopedia Británica,
me encontré con una mención de un códex gnóstico llamado El Dios Irreal y
los Aspectos de su Universo No Existente, una idea que me redujo a una risa
desesperada. ¿Qué tipo de persona escribiría sobre algo que sabe que no
existe, y cómo puede algo que no existe tener aspectos? Pero entonces me di
cuenta de que había estado escribiendo sobre estas cuestiones durante
veinticinco años. Supongo que se puede decir mucho cuando escribes sobre
un tema que no existe. Un amigo mío publicó una vez un libro llamado
Serpientes de Hawai. Varias librerías le escribieron pidiendo copias. Bueno, no
hay serpientes en Hawai. Todas las páginas de su libro estaban en blanco.

Por supuesto, en la ciencia ficción no hay pretensiones de que los mundos


descritos sean reales. Por eso lo llamamos ficción. Se le advierte al lector por
adelantado que no crea en lo que va a leer. Del mismo modo, los visitantes de
Disneylandia entienden que Mr. Toad no existe realmente y que los piratas se
mueven gracias a motores y mecanismos servo-asistidos, relés, y circuitos
electrónicos. Con lo que no hay ningún engaño.

Y aun así lo extraño es, que de alguna forma, de alguna forma real, mucho de
lo que aparece bajo el título "ciencia ficción" es real. Puede no ser literalmente
cierto, supongo. Nunca hemos sido realmente invadidos por criaturas de otro
sistema solar, como se describía en Encuentros en la Tercera Fase. Los
productores de esa película nunca pretendieron que lo creyéramos. ¿O sí?
7 - ¿Qué es la realidad?

Y más importante, si hubieran intentado afirmar esto, ¿sería realmente


verdad?. Esa es la cuestión, no si el autor o el productor lo creen, sino, ¿es
verdad? Porque, por un accidente, mientras persigue una buena historia, un
escritor de ciencia ficción o un productor o un escritor de guiones podría dar
con la verdad,... y darse cuenta más tarde.

La herramienta más básica para la manipulación de la realidad es la


manipulación de las palabras. Si puedes controlar el significado de las
palabras, puedes controlar a la gente que debe usar las palabras. George
Orwell lo dejó claro en su novela 1984. Pero otra forma de controlar las
mentes de la gente es controlar sus percepciones. Si puedes hacer que vean
el mundo como lo haces, pensarán como piensas. La comprensión sigue a
la percepción. ¿Cómo haces que vean la realidad que ves? Después de todo,
es sólo una realidad entre muchas. Las imágenes son un constituyente básico;
por esto es por lo que el poder de la TV para influir las mentes jóvenes es tan
brutalmente vasto. Palabras e imágenes son sincronizados. La posibilidad del
control total del espectador existe, especialmente en el joven. Ver la TV es una
especie de aprendizaje en el sueño. Un electroencefalograma de una persona
viendo shows televisivos muestra que tras una media hora el cerebro decide
que no está pasando nada, y pasa a un estado de hipnosis emitiendo ondas
alfa. Esto se debe a que hay muy poco movimiento ocular. Además, mucha de
la información es gráfica, y por lo tanto pasa al hemisferio derecho del cerebro
en lugar de ser procesado por el izquierdo, donde se encuentra la personalidad
consciente. Experimentos recientes indican que mucho de lo que vemos en la
pantalla de la TV es recibido de forma subliminal. Sólo imaginamos que vemos
conscientemente lo que hay ahí. El grueso de los mensajes evitan nuestra
atención; literalmente tras unas horas de ver la TV, no sabemos qué hemos
visto. Nuestros recuerdos son espúreos, como los de los sueños; los huecos se
llenan retrospectivamente. Y se falsifican. Hemos participado sin saberlo en la
creación de una realidad espúrea, y nos hemos obligado a alimentarnos con
ella. Hemos conspirado contra nosotros hacia nuestra propia condenación.

Y -digo esto como escritor profesional de ficción-, los productores, los que
escriben guiones, y los directores que crean estos mundos de audio/video, no
saben cuánto de su contenido es verdad. En otras palabras, son víctimas de su
propio producto, junto con nosotros. Hablando por mí, no sé cuanto de lo que
escribo es verdad, o qué partes (si alguna) es cierta. Esta es una situación
potencialmente letal. Tenemos ficción imitando a la verdad, y verdad imitando
ficción. Tenemos un solapamiento peligroso, una peligrosa zona borrosa. Y
probablemente no es deliberado. De hecho, eso es parte del problema. No
puedes legislar para que un autor etiquete correctamente su producto, como
una lata de pudding cuyos ingredientes vienen listados en la etiqueta... no
puedes hacerle declarar qué parte es verdad y qué parte no cuando él mismo
lo ignora.

Es una experiencia espeluznante escribir algo en una novela, creyendo que es


pura ficción, y aprender más tarde -quizá años después- que es cierto. Me
gustaría daros un ejemplo. Es algo que no entiendo. Quizá podais darme una
teoría. Yo no puedo.
8 - ¿Qué es la realidad?

En 1970 escribí una novela llamada "Fluyan mis lágrimas, dijo el policía". Uno
de los personajes es una chica de diecinueve años llamada Kathy. El nombre
de su marido es Jack. Kathy parece trabajar para el underground criminal, pero
más tarde, según nos adentramos en la novela, descubrimos que está
trabajando para la policía. Está teniendo una relación con un inspector de
policía. El personaje es pura ficción. O al menos pienso que lo era.

En cualquier caso, el día de Navidad de 1970, conocía a una chica llamada


Kathy -esto fue tras haber acabado la novela, se entiende-. Tenía diecinueve
años. Su novio se llamaba Jack. Pronto aprendí que Kathy traficaba con
drogas. Me pasé meses intentando hacer que dejara lo de traficar; la advertí
una y otra vez que podrían cogerla. Entonces, un atardecer mientras
entrábamos juntos a un restaurante, Kathy se detuvo en seco y dijo, "no puedo
entrar". Sentado en el restaurante estaba un inspector de policía que conocía.
"Tengo que decirte la verdad", dijo Kathy, "tengo una relación con él".

Ciertamente, se trata de raras coincidencias. Quizá tuviera precognición. Pero


el mistero se vuelve aún más raro; la siguiente etapa me desconcierta
totalmente. Lo ha hecho durante cuatro años.

En 1974 la novela fue publicada por Doubleday. Una tarde estaba hablando
con mi sacerdote -soy episcopaliano-, y resultó que le mencioné una escena
importante cerca del final de la novela en la que el personaje Felix Buckman
conoce a un tipo negro en una gasolinera abierta 24 horas, y empiezan a
hablar. A medida que describía en la escena en más y más detalle, mi
sacerdote se puso progresivamente cada vez más agitado. Al fin dijo, "¡eso es
una escena del Libro de Actos, de la Biblia! La persona que encuentra al
hombre negro en el camino se llama Philip, como tú". El padre Rasch estaba
tan afectado por la semblanza que no podía siquiera localizar la escena en la
Biblia. "Lee los Actos", me instruyó, "y estarás de acuerdo. Es lo mismo hasta
en detalles específicos".

Fui a casa y leí la escena en Actos. Sí, el Padre Rasch tenía razón; la escena
en mi novela estaba narrando otra vez obviamente la escena en Actos... y
nunca había leído los Actos, he de admitir. Pero de nuevo el puzzle se hizo más
profundo. En Actos, el alto oficial romano que arresta e interroga a San Pablo
se llama Felix, el mismo nombre que mi personaje. Y mi personaje Felix
Buckman es un policía de alto rango; de hecho, en mi novela tiene el mismo
papel que Felix en el Libro de Actos; la autoridad final. Hay una conversación
en mi novela que se parece mucho a una conversación entre Félix y Pablo.

Bueno, decidí probar y ver otras semblanzas. El personaje principal de mi


novela se llama Jason. Cogí un índice para la Biblia y miré a ver si alguien
llamado Jason aparecía en algún lugar en la Biblia. No podía recordar ninguno.
Bueno, un hombre llamado Jason aparece una vez (y sólo una) en la Biblia. Es
en el Libro de Actos. Y, como si fuera una plaga con más coincidencias, en mi
novela Jason está escapando de las autoridades y toma refugio en la casa de
una persona, y en Actos el hombre llamado Jason da refugio a un fugitivo en su
casa; una inversión exacta de la situación de mi novela, como si el Espíritu
9 - ¿Qué es la realidad?

misterioso responsable de todo esto estuviera riéndose de algún modo de todo


el asunto.

Felix, Jason, y el encuentro en el camino con el hombre negro que es un


completo extraño. En Actos, el discípulo Philip bautiza al hombre negro, que
después se marcha regocijado. En mi novela, Felix Buckman busca al hombre
negro desconocido para obtener apoyo emocional, porque la hermana de Felix
Buckman acaba de morir y él está derrumbándose psicológicamente. El
hombre negro ayuda al estado de ánimo de Buckman, y aunque Buckman no
se va regocijado, al menos sus lágrimas han dejado de caer. Ha estado
volando a casa, llorando la muerte de su hermana, y tenía que estar con
alguien, cualquiera, incluso un completo desconocido. Es un encuentro entre
dos extraños en el camino que cambia la vida de uno de ellos; tanto en mi
novela como en Actos. Y un último capricho del misterioso espíritu; el nombre
Felix es la palabra latina para "Feliz". Lo cual no sabía hasta que escribí la
novela.

Un estudio cuidadoso de mi novela muestra que por razones que no puedo


siquiera empezar a explicar había reescrito varios de los incidentes básicos de
un libro en particular de la Biblia, incluso con los nombres adecuados. ¿Cómo
podría explicar esto? Fue hace cuatro años que descubrí esto. Durante cuatro
años he intentado idear una teoría y no lo he conseguido. Dudo que alguna vez
lo haga.

Pero el misterio no ha terminado aquí, como imaginé. Hace dos meses estaba
andando al buzón para enviar una carta tarde, por la noche, también para
disfrutar la vista de la Iglesia de Saint Joseph, que está en el lado opuesto a mi
edificio de apartamentos. Vi un hombre merodeando sospechosamente cerca
de un coche aparcado. Parecía que fuera a robar el coche, o algo de él; según
volví del buzón, el hombre se escondió tras un árbol. En un impulso caminé
hacia él y le pregunté, "¿sucede algo?"

"No tengo gasolina", dijo el hombre, "y no tengo dinero".

Increiblemente, porque nunca había hecho esto antes, saqué mi cartera, cogí
todo el dinero de ella, y le di el dinero. Entonces me chocó la mano y me
preguntó dónde vivía, para que pudiera devolvermelo más tarde. Regresé a mi
apartamento, y entonces me di cuenta de que el dinero no le haría ningún bien,
puesto que no habían gasolineras cerca. Así que volví, en mi coche. El hombre
tenía una lata de gasolina en el maletero del coche, y juntos, condujimos mi
coche hasta una gasolinera. Pronto estábamos ahí, dos extraños, mientras que
el tipo de la gasolinera llenaba la lata. De pronto me di cuenta de que esta era
la escena de mi novela, la novela que había escrito ocho años antes. La
gasolinera era exáctamente como la que había vimaginado cuando escribí la
escena; el tipo rellenando, la deslumbrante luz blanca,... y ahora vi algo que no
había visto antes. El extraño al que ayudaba era negro.

Condujimos de vuelta a su coche con la gasolina, nos dimos la mano, y


entonces volví a mi edificio de apartamentos. Nunca le vi otra vez. No podría
haberme devuelto el dinero, porque no le había dicho cual de los muchos
10 - ¿Qué es la realidad?

apartamentos era el mío o cuál era mi nombre. Estaba terriblemente agitado


por esta experiencia. Había vivido literalmente una escena totalmente como
había aparecido en mi novela. Lo que es decir, que había vivido una especie de
réplica de la escena de Actos en la que Philip se encuentra al hombre negro en
el camino.

¿Qué podría explicar todo esto?

La respuesta que se me ha ocurrido puede no ser correcta, pero es la única


que tengo. Tiene que ver con el tiempo. Mi teoría es esta: en cierto sentido
importante, el tiempo no es real. O quizá es real, pero no tal como lo
experimentamos o imaginamos que es. Tenía la certitud aguda, irrefrenable (y
aún la tengo) de que a pesar del cambio que vemos, un paisaje específico
permanente subyace al mundo del cambio: y que este paisaje invisible que
subyace es el de la Biblia; específicamente, es el periodo que sigue
inmediatamente a la muerte y resurrección de Cristo; es, en otras palabras, el
periodo de tiempo del Libro de Actos.

Parménides estaría orgulloso de mí. He mirado a un mundo en constante


cambio y he declarado que bajo él se encuentra lo eterno, lo que no cambia, lo
absolutamente real. ¿Pero cómo ha sucedido esto? Si el tiempo real es el 50
D.C., ¿por qué vemos el 1978 D.C.? Y si estamos viviendo realmente en el
Imperio Romano, en algún lugar de Siria, ¿por qué vemos los Estados Unidos?

Durante la Edad Media surgió una teoría curiosa, que os presento ahora por lo
que merece la pena. Es la teoría de que el Malvado -Satán- es el "Mono de
Dios". Que crea imitaciones espúreas de la creación, de la auténtica creación
de Dios, y entonces las interpola con la creación auténtica. ¿Ayuda esta teoría
rara a explicar mi experiencia? ¿Hemos de creer que estamos confusos,
engañados, que esto no es el año 1978 sino el 50... y Satán ha generado una
realidad falsificada para atrofiar nuestra fé en el regreso de Cristo?

Puedo imaginarme siendo examinado por un psiquiatra. El psiquiatra dice,


"¿qué año es?", y yo digo, "el 50 D.C.". El psiquiatra parpadea y entonces
pregunta, "¿y dónde estás?", y repondo, "en Judea". "¿Dónde demonios está
eso?", pregunta el psiquiatra. "Es parte del Imperio Romano", tendría que
responder. "¿Sabes quién es el Presidente?", preguntaría el psiquiatra, y yo
respondería, "El Procurador Felix". "¿Estás realmente seguro de esto?"
preguntaría el psiquiatra, mientras que da una señal a escondidas a un par de
funcionarios muy grandes. "Sí", respondería. "A no ser que Felix haya sido
degradado y sustituído por el Procurador Festus. Es decir, San Pablo fue
retenido por Felix para-". "¿Quién te contó todo esto?" rompería la
conversación el psiquiatra irritado, y yo respondería, "El Espíritu Santo". Y
después de eso estaría en una sala acolchada, mirando hacia fuera, y
sabiendo sin ninguna duda cómo llegué aquí.

Todo en esa conversación sería cierto, en cierto sentido, aunque


palpablemente no cierto en otro. Sé perfectamente que la fecha es 1978 y que
el Presidente es Jimmy Carter y que vivo en Santa Ana, California, en los
Estados Unidos. Incluso sé como ir desde mi apartamento a Disneylandia, un
11 - ¿Qué es la realidad?

hecho que no parece que sea capaz de olvidar. Y seguro que no habían
Disneylandias en los tiempos de San Pablo.

Así que, si me fuerzo a ser muy racional y razonable y todas esas cosas
buenas, he de admitir que la existencia de Disneylandia (que sé que es real)
prueba que no estamos viviendo en Judea en el 50 D.C. La idea de San Pablo
dando vueltas en tazas de té gigantes mientras que componía Corintios,
mientras que Paris TV le filma, eso sí que no puede ser. San Pablo nunca iría a
Disneylandia. Sólo niños, turistas, y altos oficiales soviéticos, van alguna vez a
Disneylandia. Los santos no.

Pero de alguna forma aquel material bíblico atrapó mi inconsciente y trepó


hasta mi novela, e igualmente cierto, por alguna razón en 1978 reviví una
escena que había descrito en 1970. Lo que quiero decir es esto: hay pruebas
internas en al menos una de mis novelas de que otra realidad, que no cambia,
exactamente como sospechaban Parménides y Platón, subyace el mundo
visible fenoménico del cambio, y de alguna forma, quizá para sorpresa nuestra,
podemos atravesar y llegar a ella. O algún espíritu misterioso puede ponernos
en contacto con ella, si quiere que veamos este otro paisaje permanente. El
tiempo pasa, miles de años pasan, pero en el mismo instante en que vemos
este mundo contemporáneo, el mundo antigo, el mundo de la Biblia, se oculta
tras él, aún ahí y aún real. Eternamente.

¿Debería arriesgarme y contar el resto de esta peculiar historia? Lo haré,


habiendo llegado tan lejos ya. Mi novela "Fluyan mis lágrimas, dijo el policía"
fue publicada por Doubleday en Febrero de 1974. La semana después de que
fuera publicada, me quitaron dos muelas del juicio, y me dieron pentatol sódico.
Más tarde ese día me encontré con un dolor intenso. Mi mujer telefoneó al
dentista y llamó a una farmacia. Media hora después hubo una llamada en mi
puerta; la persona que traía el paquete con la medicación. Aunque estaba
sangrando y enfermo y débil, sentí la necesidad de responder a la llamada en
la puerta yo mismo. Cuando abrí la puerta, me encontré frente a una mujer
jóven -que llevaba un collar de oro brillante en el centro del cual había un
reluciente pez dorado. Por alguna razón fui hipnotizado por el pez dorado,
olvidé mi dolor y la medicación, olvidé que la chica estaba ahí. Me quedé
mirando al símbolo del pez.

"¿Qué significa eso"?, le pregunté.

La chica tocó el pez dorado brillante con su mano y dijo, "esto es un símbolo
llevado por los primeros cristianos". Entonces me dio el paquete con la
medicación.

En ese instante, mientras miraba el signo del pez y oía sus palabras, de pronto
experimenté lo que después entendí como anamnesis, la palabra griega que
significa literalmente "pérdida de olvido". Recordé quién era y dónde estaba. En
un instante, en el guiño de un ojo, todo regresó a mí. Y no sólo podía recordarlo
sino verlo. La chica era una cristiana secreta, y yo también lo era. Vivíamos con
miedo a ser detectados por los Romanos. Teníamos que comunicarnos con
señales crípticas. Ella me acababa de decir todo esto, y era cierto.
12 - ¿Qué es la realidad?

Durante un breve espacio de tiempo, por difícil que sea de creer o explicar, ví la
imagen de los contornos como una negra prisión de la odiosa Roma. Pero,
mucho más importante, recordé a Jesús, que había estado recientemente con
nosotros, y se había ido temporalmente, y volvería muy pronto. Mi emoción era
gozo. Estábamos preparando secretamente su recibimiento de vuelta. No sería
mucho. Y los romanos no lo sabían. Pensaron que él estaba muerto, muerto
para siempre. Ese era nuestro gran secreto, nuestro gozoso conocimiento. A
pesar de las apariencias, Cristo iba a regresar, y nuestro disfrute y anticipación
no tenían fronteras.

¿No es raro que este extraño evento, esta recuperación de un recuerdo


perdido, ocurriera sólo una semana después de que se publicara "Fluyan mis
Lágrimas"? ¿Y no es Fluyan mis Lágrimas lo que contiene la réplica de la gente
y los eventos del Libro de Actos, que se localiza en el preciso momento en el
tiempo -justo tras la muerte y resurrección de Jesús- que había recordado, a
través del símbolo del pez dorado, justo lo que acababa de suceder?

Si fueras yo, y esto te hubiera pasado, estoy seguro de que no habrías podido
dejarlo estar. Buscarías alguna teoría que pudiera dar cuenta de ello. Durante
cuatro años ahora, he estado intentando una teoría tras otra: tiempo circular,
tiempo congelado, tiempo sin tiempo, lo que se denomina tiempo "sagrado"
respecto al "mundano"... no puedo contar las teorías que he intentado. Una
constante ha prevalecido, sin embargo, a través de todas las teorías. Debe de
haber algún misterioso Espíritu Santo que tiene una relación exacta e íntima
con Cristo, que puede habitar las mentes humanas, guiarlas e informarlas, e
incluso expresarse a través de esos humanos, incluso sin que sean
conscientes de ello.

En la escritura de Fluyan Mis Lágrimas, en 1970, hubo un suceso inusual que


me di cuenta en aquel momento de que no era normal, no era una parte del
proceso normal de escribir. Tuve un sueño una noche, un sueño especialmente
vívido. Y entonces me levanté y me encontré bajo la compulsión -la necesidad
absoluta- de plasmar el sueño en el texto de la novela tal y como lo había
soñado. Para trasladar el sueño de forma correcta, tuve que hacer once
borradores de la parte final del manuscrito, hasta que estuve satisfecho.

Citaré ahora la novela, tal y como apareció al final en su forma publicada. Mirad
a ver si este sueño os recuerda a algo.

El campo, marrón y seco, en verano, donde había vivido de niño. Cabalgaba un


caballo, y acercándose a su izquierda un pelotón de caballos aproximandose
lentamente. En los caballos cabalgaban hombres con togas brillantes, cada una
de un color distinto; cada uno llevaba un casco acabado en pico que
centelleaba con la luz del Sol. Los caballeros lentos y solemnes le adelantaron,
y mientras viajaban se fijó en el rostro de uno; un antiguo rostro de mármol, un
hombre terriblemente viejo con cascadas ondeadas de barba blanca. Cuán
fuerte la nariz que tenía. Qué nobles rasgos. Tan cansado, tan serio, tan más
allá de los hombres normales. Evidentemente era un rey.
13 - ¿Qué es la realidad?

Felix Buckman le dejó pasar; no les habló, ni ellos lo hicieron con él. Juntos,
todos se movieron hacia la casa de la que él había venido. Un hombre se había
encerrado dentro de la casa, un hombre sólo, Jason Taverner, en el silencio y la
oscuridad, sin ventanas, por sí mismo desde ahora hasta la eternidad. Y
entonces escuchó de detrás de él un sólo chillido espantoso. Habían matado a
Taverner; y viéndoles entrar, sintiéndolos en las sobras alrededos suyo,
sabiendo lo que pretendían hacer con él, Taverner había chillado.

Felix Buckman sintió una desolada pena total y absoluta. Pero en el sueño no
regresó ni miró hacia atrás. No se podía hacer nada. Nadie podría haber
detenido la pandilla de los hombres de togas multicolor; no se les podría haber
convencido. En cualquier caso, había acabado. Taverner estaba muerto.

Este pasaje probablemente no os sugiera nada en particular, excepto por una


pandilla que juzga y aplica la ley sobre alguien bien culpable o bien
considerado culpable. No está claro si de hecho Taverner ha cometido algún
crimen o si meramente se cree que lo ha hecho. Tengo la impresión de que era
culpable, pero era una tragedia que tuviera que ser asesinado, una tragedia
terriblemente triste. En la novela, este sueño hace que Felix Buckman empiece
a llorar, por lo que busca al hombre negro en la gasolinera 24 horas.

Meses después de que la novela fuera publicada, encontré la sección en la


Biblia a la que se refiere este sueño. Es Daniel, 7:9:

"Se situaron en su lugar tronos y uno anciano en años tomó su sitio. Su toga
era blanca como la nieve y el pelo de su cabeza como la lana más limpia. Su
trono eran llamas de fuego, y sus ruedas llamaradas; un río fluía fuego frente a
él. Miles le servían y multitudes atendían su presencia. La corte se sentó, y el
libro fue abierto."

El hombre anciano de pelo blanco aparece de nuevo en Revelación, 1:13:

"Vi... uno como un hijo del hombre, con una toga hasta sus pues, con una faja
dorada alrededor de su pecho. El pelo de su cabeza era blanco como lana
nívea, y sus ojos en llamas eran como fuego; sus pies destellaban como latón
pulido refinado en un horno, y su voz era como el sonido de los torrentes de
agua."

Y entonces 1:17:

"Cuando le vi, caí a sus pies como si estuviera muerto. Pero puso su mano
derecha sobre mí y dijo, "no temas. Soy el primero y el último, y soy el viviente,
ya que estuve muerto y ahora estoy vivo eternamente, y llevo las llaves de la
Muerte y de sus dominios. Escribe por tanto lo que has visto, lo que es ahora, y
lo que será de ahora en adelante."
14 - ¿Qué es la realidad?

Y, como John de Patmos, escribí fielmente lo que vi y lo puse en mi novela. Y


era cierto, aunque en el momento no sabía lo que quería decir esta descripción:

"... y mientras viajaban se fijó en el rostro de uno; un antiguo rostro de mármol,


un hombre terriblemente viejo con cascadas ondeadas de barba blanca. Cuán
fuerte la nariz que tenía. Qué nobles rasgos. Tan cansado, tan serio, tan más
allá de los hombres normales. Evidentemente era un rey."

De hecho era un rey. Es Cristo regresado, para juzgar. Y esto es lo que hace en
mi novela, juzgar al hombre encerrado en oscuridad. El hombre encerrado en
oscuridad debe ser el Príncipe del Mal, la Fuerza de la Oscuridad. Llámalo
como quieras, su hora había llegado. Estaba juzgado y condenado. Felix
Buckman podía lamentarse ante la tristeza de ello, pero sabía que el veredicto
no podía disputarse. Así que continuó cabalgando, sin darse la vuelta ni mirar
atrás, oyendo tan sólo el chillido del miedo y la derrota: el llanto del mal
destruído.

Así que mi novela contenía material de otras partes de la Biblia, así como de
secciones de los Actos. Descifrada, mi novela cuenta una historia bastante
distinta de la superficial (que no necesitamos discutir aquí). La historia real es
sencillamente esta: el regreso de Cristo, ahora rey en lugar de sirviente que
sufre. Juez en lugar de víctima de un juicio injusto. Todo al revés. El núcleo del
mensaje de mi novela, sin saberlo yo, era una advertencia a los poderosos:
pronto seréis juzgados y condenados. ¿A quién me refería específicamente?
Bueno, no puedo decir realmente; o quizá es que preferiría no hacerlo. No
tengo certeza alguna, sólo una intuición. Y eso no es suficiente para continuar,
así que me guardaré mis pensamientos. Pero podríais preguntaros qué eventos
políticos sucedieron en este país entre febrero y agosto de 1974. Quién fue
juzgado y condenado, y cayó como una estrella fugaz hacia la ruina y la
desgracia. El hombre más poderoso del mundo. Y me apena él ahora como
cuando lo soñé en aquel sueño. "Aquel pobre hombre", le dije una vez a mi
mujer, con lágrimas en los ojos. "Encerrado en la oscuridad, tocando el piano
en la noche para sí mismo, sólo y asustado, sabiendo lo que está por venir".
Por el amor de Dios, perdonemosle al final. Pero lo que se le hizo a él y a todos
sus hombres -"los hombres del Presidente" como se suele decir- debía
hacerse. Pero se acabó, y debería dejarsele ver la luz del sol otra vez; ninguna
criatura o persona debería ser encerrada por siempre en la oscuridad, con el
miedo. No es humano.

Precisamente mientras la Corte Suprema estaba decidiendo que las


grabaciones de Nixon debían llevarse al fiscal especial, estaba comiendo en un
restaurante chino en Yorba Linda, el pueblo de California en el que Nixon fue al
colegio; donde creció, donde trabajó en un supermercado, donde hay un
parque que lleva su nombre, y por supuesto la casa Nixon, simples listones de
madera y todo eso. En mi galleta de la suerte, el papel decía lo siguiente:

LOS ACTOS HECHOS EN SECRETO TIENEN


15 - ¿Qué es la realidad?

UN CAMINO PARA SER AVERIGUADOS

Envié por correo el papel a la Casablanca, mencionando que el restaurante


chino estaba localizado en un radio de una milla respecto a la casa original de
Nixon, y dije, "creo que ha habido un error; por accidente he recibido la galleta
de la suerte del señor Nixon. ¿Tiene él la mía?". La Casablanca no respondió.

Bueno, como dije antes, el autor de un trabajo de supuesta ficción podría


escribir la verdad sin saberlo. Citando a Jenófanes, otro presocrático, "Incluso
si un hombre tuviera la oportunidad de hablar la verdad más completa, él no la
conoce; todas las cosas están envueltas en apariencias" (fragemento 34). Y
Heráclito añadió a esta: "La naturaleza de las cosas es el hábito de ocultarse"
(fragmento 54). W.S.Gilbert, de Gilbert y Sullivan, lo proponía así: "Las cosas
rara vez son lo que parecen; mascaradas de leche desnatada como crema". Lo
importante de todo esto es que no podemos confiar en nuestros sentidos y
probablemente siquiera nuestro razonamiento a priori. Respecto a nuestros
sentidos, entiendo que la gente que hubiera sido ciega desde el nacimiento y
obtuviese de repente vista quedase asombrada de descubrir que los objetos
parecen ser más y más pequeños a medida que se alejan. Logicamente, no
hay razón para esto. Nosotros, por supuesto, hemos aprendido a aceptar esto,
porque nos hemos acostumbrado. Vemos los objetos haciendose más
pequeños, pero sabemos que en realidad siguen siendo del mismo tamaño. Así
que incluso la persona en su realidad pragmática del día a día usa una cierta
magnitud del proceso de descartar cosas de lo que sus ojos y oídos le cuentan.

Poco de los que escribió Heráclito ha sobrevivido, y lo que tenemos es oscuro,


pero el Fragmento 54 es lúcido e importante: "La estructura latente es maestra
de la estructura obvia". Esto significa que Heráclito creía que había un velo
sobre el paisaje real. También podría haber sospechado que el tiempo de
alguna forma no fuera lo que parece, ya que en el Fragmento 52 dijo: "El
tiempo es un niño que juega damas: de un niño es el reino". Esto es desde
luego críptico. Pero también dijo, en Fragmento 18: "Si uno no lo espera, uno
no hallará lo inesperado, dado que es inhallable y ningun camino nos puede
llevar a ello". Edward Hussey, en su erudito libro Los Presocráticos, dice:

"Si Heráclito es tan insistente sobre la falta de entendimiento mostrado por la


mayor parte de los hombres, parecería razonable que ofreciera instrucciones
más profundas para penetrar en la verdad. La cháchara de acertijos sugiere
que algún tipo de revelación, más allá del control humano, es necesaria... la
verdadera sabiduría, como se ha podido ver, está cercanamente asociada con
dios, lo cual insiste en la sugerencia de que para el avance de la sabiduría un
hombre se convierte como, o una parte de, dios.

Esta cita no es de un libro religioso o de teología; se trata de un análisis de los


filósofos más tempranos por parte de un profesor de Filosofía Antigua en la
Universidad de Oxford. Hussey aclara que para estos filósofos tempranos no
había distinción entre filosofía y religión. El primer salto cuántico en la teología
griega fue por Jenófanes de Cólofon, nacido a mitad del siglo VI antes de
16 - ¿Qué es la realidad?

cristo. Jenófanes, sin recurrir a autoridad alguna excepto la de su propia mente,


dice:

Hay un dios, de ninguna manera como criaturas mortales en forma corpórea o


en el pensamiento de sus mentes. El todo de él ve, piensa, escucha. Siempre
se mantiene sin movimiento en el mismo lugar; no es adecuado que debiera
moverse ahora de esta forma, luego de esa otra.

Este es un concepto sutil y avanzado de Dios, evidentemente sin precedente


entre los pensadores griegos. "Los argumentos de Parménides parecen
mostrar que toda realidad ha de ser de hecho una mente", escribe Hussey, "o
un objeto del pensamiento en una mente". Específicamente respecto a
Heráclito, dice, "En Heráclito es difícil decir hasta qué punto los designios en
una mente divina se distinguen de su ejecución en el mundo, o de hecho hasta
qué punto la mente de Dios se distingue del mundo". En siguiente salto de
Anaxágoras siempre me ha fascinado. "Anaxágoras fue llevado a una teoría de
la microestructura de la materia que la constituía, hasta cierto punto misteriosa
a la razón humana". Anaxágoras creía que todo era determinado por la Mente.
Estos no eran pensadores infantiles ni primitivos. Debatían asuntos serios y
estudiaban el uno los puntos de vista del otro con hábil intuición. No fue hasta
el momento de Aristóteles que sus puntos de vista se redujeron a lo que
podemos clasificar nítidamente -aunque erróneamente- como primitivos. La
suma de mucha teología y filosofía presocráticos puede afirmarse como sigue:
el cosmos no es lo que parece ser, y lo que es probablemente en su nivel más
profundo, es exactamente lo que el ser humano es en su nivel más profundo;
llámese mente o alma, es algo unitario que vive y piensa, y que sólo en
apariencia es plural y material. En buena parte, este punto de vista nos llega a
través de la doctrina del Logos respecto a Cristo. El Logos era a la vez aquello
que pensaba, y la cosa que pensaba: pensamiento y pensador juntos. El
universo, entonces, es pensador y pensado, y dado que somos parte de él, al
final en el análisis, siendo humanos somos pensamientos y pensadores de
estos pensamientos.

Así, si Dios piensa sobre Roma en torno al 50 D.C, entonces Roma cerca del
50 D.C. es. El universo no es un reloj de cuerda y Dios la mano que le da
cuerda. No es un reloj a pilas con Dios como batería. Spinoza creía que el
universo es el cuerpo de Dios extensivo en el espacio. Pero bastante antes de
Spinoza -dos mil años antes-, Jenófanes había dicho, "sin esfuerzo, él empuña
todas las cosas por el pensamiento de su mente" (Fragmento 25)

Si alguno habéis leído mi novela Ubik, sabéis que la misteriosa entidad o mente
o fuerza llamada Ubik empieza como una serie de anuncios publicitarios
baratos y vulgares, y acaba diciendo:

Soy Ubik. Antes del universo era yo. Hice los soles. Hice los mundos. Creé las
vidas y los lugares que habitan; les muevo aquí, les pongo ahí. Marchan como
digo, hacen como les digo. Soy la palabra y mi nombre nunca es pronunciado,
el nombre que nadie conoce. Soy llamado Ubik pero ese no es mi nombre. Soy.
Siempre seré.
17 - ¿Qué es la realidad?

Es obvio desde aquí quién y qué es Ubik; específicamente dice que es la


palabra, lo que es decir, el Logos. En la traducción alemana, hubo uno de los
lapsos más maravillosos respecto al entendimiento correcto que jamás he
encontrado; Dios nos ayude si el hombre que tradujo mi novela Ubik al alemán
hubiera tenido que traducir el Nuevo Testamento del griego koiné al alemán. Lo
hizo todo bien hasta que llegó a la frase "soy la palabra". Eso le dejó perplejo.
¿Qué puede querer decir el autor con eso?, debió preguntarse a sí mismo,
obviamente no habiéndose encontrado nunca con la doctrina del Logos. Así
que hizo la mejor traducción que pudo. En la edición alemana, la Entidad
Absoluta que hizo los soles, creó los mundos, creó las vidas y los lugares que
habitan, dice de sí misma:

Soy la marca comercial (N. del T. en inglés "brand name", nombre-de-la-marca)

Si hubiera traducido el Evangelio según San Juan, supongo que habría salido
algo así como:

Cuando todas las cosas comenzaron, ya era la marca comercial. La marca


comercial habitaba con Dios, y lo que Dios era, la marca comercial era.

Podría parecer que no sólo traigo saludos de Disneylandia sino de Mortimer


Snerd. Tal es el destino de un autor que tenía la esperanza de incluir temas
teológicos en sus escritos. "La marca comercial, fue entonces con Dios al
principio, y a través de él todas las cosas llegaron a ser; ni una sóla cosa fue
creada sin él". Así que ahí quedan las nobles ambiciones. Esperamos que Dios
tenga sentido del humor.

O debería decir, esperemos que la marca comercial tenga sentido del humor.

Como os conté antes, mis dos preocupaciones al escribir, son "¿Qué es la


realidad?" y "¿Qué constituye el humano auténtico?". Estos seguro que podeis
ver ya que no he sido capaz de responder a la primera pregunta. Tengo una
permanente intuición de que de alguna forma el mundo de la Biblia fuera
literalmente un paisaje real pero velado, nunca cambiante, oculto a nuestra
vista, pero disponible para nosotros a través de la revelación. Eso es todo lo
que soy capaz de idear; una mezcla entre experiencia mística, razonamiento, y
fé. Me gustaría aun así decir algo acerca de las características del auténtico
humano; en esta búsqueda he tenido alguna respuesta más plausible que con
la otra.

El humano auténtico es aquel de nosotros que sabe instintivamente lo que no


debería hacer y que por añadidura se pondrá obstáculos para hacerlo. Se
negará a hacerlo, incluso si esto le trae pavorosas consecuencias a ella y a
quienes ama. Esta, para mí, es la característica heróica definitiva de la gente
normal; dicen que no al tirano y con calma asumen las consecuencias de su
resistencia. Sus hazañas pueden ser pequeñas, y casi siempre pasan
inadvertidas, sin recoger por la historia. Sus nombres no se recuerdan, ni
esperaban estos humanos auténticos que sus nombres se recordasen. Veo su
autenticidad de una extraña manera: no en su disposición para llevar a cabo
18 - ¿Qué es la realidad?

grandes hazañas heróicas, sino en sus negativas silenciosas. En esencia, no


pueden ser forzados a ser lo que no son.

El poder de las realidades espúreas que nos golpean hoy -estas falsedades
fabricadas deliberadamente-, nunca penetran hasta el corazón de los
verdaderos seres humanos. Veo a los niños viendo la televisión, y primero
tengo miedo de lo que les están enseñando, y después me doy cuenta, de que
no se les puede corromper o destruir. Observan, escuchan, entienden, y
entonces, donde y cuando es necesario, rechazan. Hay algo enormemente
poderoso en la capacidad de un niño para resistirse a lo fraudulento. Un niño
tiene la visión más clara, la mano más firme. Los vendedores sin escrúpulos,
los promotores, están intentando atraer la lealtad de esta gente pequeña en
vano. Cierto, las compañías de cereales pueden ser capaces de colocar
grandes cantidades de desayunos basura; las cadenas de hamburguesas y
perritos calientes pueden vender cantidades sin fin de comida rápida irreal a los
niños, pero el corazón profundo late con firmeza, ni alcanzado ni entendido. Un
niño de hoy puede detectar una mentira más rápido que el adulto más sabio
hace dos décadas. Cuando quiero saber qué es verdad, pregunto a mis hijos.
No me preguntan a mí; recurro a ellos.

Un día mientras mi hijo Christopher, que tiene cuatro años, estaba jugando
frente a mí y a su madre, los dos adultos empezamos a discutir la figura de
Jesús en los Evangelios Sinópticos. Christopher se giró hacia nosotros durante
un instante y dijo, "soy un pescador. Pesco pescados". Estaba jugando con un
farol de metal que alguien me había dado, y que nunca había usado,... y de
pronto me di cuenta de que la linterna tenía forma de pez. Me pregunto qué
pensamientos estaban siendo situados en el alma de mi pequeño niño en ese
momento; y no por mercantes de cereales o traficantes de caramelos. "Soy un
pescador, pesco pescados". Christopher, a los cuatro años, había encontrado
el símbolo que yo no hallé hasta que tenía cuarenta y cinco años.

El tiempo se acelera, ¿y con qué fin? Quizá se nos dijo hace dos mil años. O
quizá no fue hace tanto; quizá es una falsa ilusión que haya pasado tanto
tiempo. Quizá fue hace una semana, o fue hoy, temprano. Quizá el tiempo no
sólo se esté acelerando; quizá, de paso, vaya a terminar.

Y si lo hace, las atracciones en Disneylandia no van a volver a ser lo mismo


otra vez. Porque cuando acabe el tiempo, los pájaros y los hipopótamos, y los
leones y los ciervos en Disneylandia ya no serán simulaciones, y por primera
vez, cantará un pájaro de verdad.

Gracias.
Fin

Texto tomado de:


http://www.13t.org/decondicionamiento/forum/leemas.php?p=1799&t=417

Y ahora os dejo un ensayo en formato PDF titulado: "Un Universo de


información: Philip K dick desde la mística"
19 - ¿Qué es la realidad?

RESUMEN: Este artículo analiza tres novelas de Philip K Dick,


correspondientes a su última producción literaria en la década del 80: La
transmigración de Timothy Archer (1982), La invasión divina (1981) y Valis
(1981). A partir de la descripción de las novelas y de la reflexión en ellas
planteada queda en descubierto el contenido filosófico y metafísico detrás de la
obra de Dick. En esta investigación se abren interpretaciones acerca del
carácter místico de su obra, que se fundan principalmente en dos influencias:
por un lado el uso de la droga, y por otro, los influjos de la doctrina del
gnosticismo y la filosofía griega. De ese modo, se pretender leer la obra de
Philip K Dick más allá de los límites del género de la ciencia ficción.

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