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Coleccionable de Abigail

La hermosa Catherine Fulop pasa de Chanto, la gesticulante campesina de «Mundo de fieras», a «Abigail», la estudiante
rica y caprichosa que se enamora de su profesor de literatura, una relación que va mucho más allá de la ficción, ya que,
como nuestros lectores saben muy bien, Catherine Fulop y Fernando Carrillo son marido y mujer en la vida real A partir de
esta semana, TELE-INDISCRETA os ofrece los avances de «Abigail» en un nuevo coleccionable que ocupará el lugar dejado
por «Mundo de fieras», la telenovela que TVE ha cancelado debido a los evidentes problemas de sonido que tenía. No os lo
perdáis.
La romántica historia de esta telenovela arranca al mismo tiempo que el primer amor de su protagonista, una adolescente apasionada,
alegre y rebelde llamada Abigail, que se propone enamorar a toda costa a su profesor de literatura, Carlos Alfredo, un joven apuesto,
inteligente y responsable, aunque de clase social inferior a la de ella. Ese interés, más que dé un impulso sentimental, es otro de sus
caprichos proveniente de una muchacha que consigue todo lo que quiere al precio que sea y sin importarle a quién pueda dañar. Poco a
poco, Carlos Alfredo va dejándose cautivar por el encanto y la frescura de Abigail. Sus pícaros guiños, los suspiros a su espalda, sus
tiernas caricias, van ablandando el corazón del seno profesor. Abigail es toda una tentación, pero en el fondo Carlos Alfredo tiene miedo a
enamorarse de su jovencísima alumna. Por ello prefiere alimentar las ilusiones matrimoniales de María Clara, profesora de matemáticas
en el mismo internado, sabiendo que está enamorada de él. La también profesora de Abigail es todo lo contrario a su alumna. Hasta su
hermana Lucía le advierte que debe cambiar su forma de ser y de vestir tan conservadoramente si no quiere perder a Carlos Alfredo.
Maria Clara, que al principio no le prestaba atención, comienza a pensar seriamente en esa posibilidad cuando llega al colegio la nueva
profesora de inglés. Ninoska, una mujer mundana y sensual que se fija inmediatamente en el apuesto Carlos Alfredo. Ninoska no tarda
en ser la rival de María Clara y también de Abigail, quien ve en la nueva profesora un hueso muy duro de roer debido a su madurez y
experiencia con los hombres. En un descanso de las clases, Abigail se las ingenia hábilmente para separar a Ninoska de Carlos Alfredo,
quedándose a solas con él. Abigail le manifiesta su amor, que sella con un apasionado beso al que el joven corresponde. Por ello se
sorprende aún más cuando Carlos Alfredo rechaza su amor, haciéndolo más por una cuestión de ética que por sentimiento. Abigail, al
verse rechazada, aprovecha que Leonel pasa por allí para besarlo, provocando esto una reacción de celos Contenidos por palie dc Carlos
Alfredo. Una vez más, la joven se aprovecha del amor que le profesa Leonel para utilizarlo, sin que el joven presuntuoso y de la misma
posición social que ella se dé cuenta. El padre de Abigail, Guillermo, se encuentra al llegar a casa con Estrella, su ex mujer, de la que se
separo de forma tempestuosa. Estrella discute con Leónidas, hermana de Guillermo y que la odia a muerte, su derecho a ver a la hija que
ellos Le arrebataron siendo muy pequeña. Abigail. Leónidas la echa bruscamente y Estrella se marcha no sin antes jurar a Guillermo que
le quitará a Abigail. Más tarde, su hermana Rita Le aconseja que deje de ahogar sus penas en alcohol y que trate de recobrar a su hija. Al
mismo tiempo, Abigail confiesa a su amiga Amanda la tristeza que siente por la carencia de cariño de una madre. Guillermo, en un
esfuerzo por impedir que Estrella logre hablar con Abigail, decide llevarse a su hija a Europa por un año. Pero su idea se ve frustrada por
una investigación que está llevando la Policía en tomo a una extraña figura que viene presentándose en la habitación de Abigail y que
aterra a las muchachas. la posesiva y egoísta Bertha, la madre de Carlos Alfredo, reacciona mal cuando su hijo le presenta a María Clara,
anunciándole su intención de casarse con ella. En forma brusca y grosera, Berta culpa a la profesora de querer arrebatarle a su hijo.
María Clara se marcha humillada y, al quedarse solos, Carlos Alfredo torna la determinación de use de la casa, pero finalmente desiste
ante las súplicas de su madre. Al día siguiente, Bertha se presenta en el patio del colegio y amenazadoramente le exige a Abigail que se
aleje de su hijo. Al enterarse Carlos Alfredo de lo suœdido, le reprocha a su madre su actitud y Berta finge un ataque al corazón. Al
mismo tiempo, Charito comenta a Abigail la posibilidad de que su hermano Leonel pueda ser la figura extraña que la visita. Abigail no
duda en presentarse en el apartamento del joven dispuesta a saber la verdad.
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ABIGAIL
CARLOS ALFREDO, EXPULSADO POR SEDUCIR A ABIGAIL
Capítulo 1
Para evitar que Estrella pueda hablar con Abigail, Guillermo decide llevarse a su hija de viaje por Europa durante un año. La
extraña figura sigue apareciéndose en el cuarto de Abigail, pero esta vez es vista por una de las chicas, y esto provoca el
pánico entre las jóvenes. La madre Teresa decide abrir una investigación. La idea de Guillermo se frustra por esta
investigación, viéndose obligado a postergar su viaje, para alegría de Abigail. Esta empieza a sospechar que Leonel esté
detrás de la extraña figura que la visita.
Resentida por el rechazo, Abigail decide vengarse de Carlos Alfredo, acusándole ante la madre superiora de haber
intentado seducirla. La joven se sale con la suya y el profesor es expulsado, pero por poco tiempo.
Tras escuchar las evasivas de Leonel, Abigail sale del apartamento casi convencida de que él es la figura extraña. Por su parte, Carlos
Alfredo sospecha que el supuesto ataque al corazón de su madre es otra argucia de ella para mantenerlo a su lado. Por ello decide
imponer su voluntad y reafirmarse en su idea de casarse con María Clara, advirtiendo a su madre que esta vez no podrá hacer nada por
impedirlo. Viendo que no podrá conseguir nada por las malas, Bertha finge haber cambiado de opinión y le ofrece su consentimiento.
Pero, a solas, Bertha jura maldicientemente: «Esa mujer se va a arrepentir de querer arrebatarme a mi hijo. A partir de ahora voy a ser
su peor enemiga.» El inspector Camacho, tras leer el expediente de los tres profesores del internado, empieza a sospechar que Carlos
Alfredo puede ser la figura extraña que entra en el cuarto de Abigail. Más tarde, Carlos Alfredo, molesto después de leer una
composición escrita por Abigail donde ésta se muestra muy insinuante y provocativa respecto a su amor por él, le confiesa de una vez a
la joven, duramente, el amor que siente hacia María Clara: «Veo que no te das por vencida, Abigail, y lo lamento, porque ahora me veo
obligado a pedirte que me dejes en paz. Yo no sé lo que tú te propones, pero sí sé lo que yo quiero: a María Clara. Estoy enamorado de
ella y nos vamos a casar. Así que estos jueguecitos tuyos se acabaron, niña.» Carlos Alfredo se marcha, dejando a Abigail furiosa e
impotente. Pero no tarda en tomar una firme decisión: «No te saldrás con la tuya tan fácilmente, Carlos Alfredo. Voy a vengarme. Tengo
un plan para que te expulsen del internado y te inunden lejos de María Clara.» Es tanto el odio que siente Abigail en ese momento que
incluso decide buscar una alianza con Bertha en su lucha por destruir a su rival. Carlos Alfredo lleva a María Clara de nuevo a casa de su
madre. Bertha, aprovechando la ausencia momentánea de su hijo, asegura a su futura nuera que su matrimonio puede ser un error, ya
que su hijo realmente no está enamorado de ella. Quien sí se está enamorando de María Clara es el padre de Abigail. La joven recibe en
su casa un hermoso ramo de rosas enviadas por Guillermo, sin que María Clara sospeche sus verdaderas intenciones. Llevando a cabo su
venganza, Abigail escribe un anónimo que luego deja en el escritorio de la madre Teresa. Al encontrárselo, ésta lee con bochorno el
anónimo, el cual hace referencia a supuestas seducciones de Carlos Alfredo hacia una alumna. La madre, al averiguar que fue Abigail
quien escribió la nota, decide convocar una junta de profesores. Abigail es llevada ante la junta para que reitere lo dicho en la carta. Ella,
con el firme propósito de hacer daño a Carlos Alfredo, sostiene fríamente las falsedades que escribió. La madre Teresa, para asegurarse
aún más de las acusaciones de la alumna, decide llamar a Carlos Alfredo. Allí, una vez más, Abigail, frente a él, sostiene su acusación,
obligando a la madre Teresa a expulsar a Carlos Alfredo del colegio sin que éste pueda evitarlo. Abigail sonríe satisfecha. Pero su alegría
dura poco, ya que la madre Teresa la manda llamar posteriormente y le expresa su decisión de reincorporar al profesor Carlos Alfredo a
sus funciones al convencerse de su inocencia y comprobar la culpabilidad de ella. Además, la madre Teresa le explica: «Y no te expulso
del colegio porque la profesora María Clara, que es tan buena, ha intercedido en tu favor. A ella, pues, debes estarle agradecida.» Abigail
se marcha aún más molesta. Más tarde, Abigail se encuentra con Leonel y este, celoso, le reprocha su provocativa actitud con Carlos
Alfredo. La muchacha huye indignada y él la sigue, encontrándola a solas en un cuarto, por lo que intenta abusar de ella.
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¿Logrará Abigail zafarse de Leonel? ¿Se aliará ésta con Bertha? ¿Se casarán Carlos Alfredo y María Clara? ¿Cómo lo impedirá Abigail:’
Carlos Alfredo se rebela a su posesiva madre y le comunica su intención irrevocable se casara con Maria Clara, a pesar de
no estar seguro de sus sentimientos.
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ABIGAIL
ABIGAIL DESAPARECE MISTERIOSAMENTE DE LA BODA DE CARLOS ALFREDO
Capítulo 2
Celosa por la próxima boda de Carlos Alfredo con María Clara, Abigail decide vengarse de su profesor de literatura dejando
un anónimo en la mesa de la Madre Teresa. Esta se escandaliza al leer que Carlos Alfredo intentó abusar de una de las
alumnas. La superiora descubre que fue Abigail la autora de la nota y la hace declarar ante Carlos Alfredo. La joven reitera
su acusación, por lo que el profesor es expulsado del colegio. Finalmente la Madre Teresa prueba la inocencia del profesor y
acepta su readmisión. Durante la fiesta de fin de curso, Leonel, celoso de Carlos Alfredo, intenta violar a Abigail.
Abigail desaparece misteriosamente el día de la boda civil de Carlos Alfredo y María Clara. ¿La habrá secuestrado Godard?
Por haber sido la única de su clase en suspender el curso, Guillermo «castiga» a su hija con clases particulares de matemáticas en casa,
por supuesto, con la profesora María Clara, de la que Guzmán está enamorado. Abigail se opone tajantemente a ver a su rival, pero la
obstinación de su padre puede más. A pesar de saber que María Clara ya ha fijado la fecha de su boda con Carlos Alfredo, Guillermo no
pierde las esperanzas y, animado por su hija, le pide el matrimonio a la profesora el primer día de clase particular. María Clara, muy
tensa, zanja la cuestión recordándole su compromiso. En ese momento aparece Abigail dispuesta a recibir la lección, pero antes le
recomienda que acepte la petición de su padre: «El es un hombre cansado, sin esos bríos de juventud que tiene Carlos Alfredo y que
usted con esa cara desteñida, ese peinado estirado y ese hablar de vieja, no podrá corresponder.» María Clara le pide que se calle. «La
verdad siempre duele. Yo sí soy una mujer para Carlos Alfredo. Yo sí puedo darle amor ardiente, besos apasionados, hijos de gente
joven, con sangre en las venas.» María Clara le hace ver que la insulta porque está celosa, pero Abigail, ufana, lo desmiente: «Si quiero
le quito el novio y hasta el marido, si me lo propongo.» María Clara se marcha humillada. El misterioso profesor del internado, Godard, se
pone en contacto con Estrella, luego de buscarla durante muchos años. Estrella intenta disimular el pánico que le causa verle y, sobre
todo, saber que vino para llevarse a su «princesa rubia», que no es otra que Abigail Guzmán. Estrella le miente asegurándole que aquella
niña murió al poco tiempo de traérsela de Haití y que sufrió mucho por ello. Pero Godard no la cree. La ha visto hablar con Abigail y está
casi seguro de que su «niña preciosa» es ella. «Si descubro que lo que me dices no es verdad, que mi princesa está viva, que es ella, te
va a pesar, Estrella, tú me conoces. Cuídate, que todavía pudrían quedarte varios años de vida.» Al quedarse sola, la asustada Estrella
piensa: «Tengo que evitarlo. Si descubre la verdad me mata.» Su única solución es buscar la protección de Guillermo y por ello se pone
en contacto telefónico con él, explicándole que Abigail está en peligro. Pero Guillermo la desprecia una vez más pidiéndole que mantenga
a Abigail al margen de sus misteriosas historias. Leonel, profundamente enamorado de Abigail, le pide reiteradamente que se case con
él, pero la joven le responde que no está dispuesta a arruinar su vida uniéndose a un hombre al que no ama, «ni siquiera me gustas.
Sabes que sólo te utilizo para vaporearme ante mis amigas». Estas palabras ofenden al joven hasta el punto de darle, una tremenda
bofetada a Abigail. Esta le muestra las uñas y ambos jóvenes se enzarzan en una pelea a muerte. Afortunadamente, interviene Carlos
Alfredo separándoles, pero Leonel arremete verbalmente contra él. «Sabe por qué ella actúa así? Por usted. Usted es el único culpable
del despecho de ella. Porque está celosa y rabiosa de que se case con otra. Usted la alentó, le dio esperanzas y luego la deja y se marcha
con otra.» Carlos Alfredo se defiende: «Eso lo ha inventado ella! Siempre la traté como a una más de las alumnas.» Al decir esto, Abigail
se planta ante él furiosa y de improviso, le da una sonora bofetada ante el asombro de todos los presentes. Abigail se marcha, dejando a
Carlos Alfredo atónito. Llega el momento de la boda civil entre María Clara y Carlos Alfredo, a la que no falta Abigail. Se pone tan cerca
de los novios que el oficiante cree que va a decir algo, pero Abigail, como si tal cosa, se disculpa y asegura: «Puede seguir casando a mis
queridos profesores.» La breve ceremonia toca a su fin y de pronto todos los presentes se dan cuenta de que Abigail ha desaparecido sin
dejar rastro. Tampoco el profesor Godard aparece por ningún lado.
Próxima semana
¿La habrá secuestrado Godard? ¿Habrá querido Abigail dar sólo un susto a su profesor? ¿Será Abigail hija de Godard? ¿Impedirá la joven
«la luna de miel» de Carlos .Alfredo’
Leonel. Locamente enamorado de Abigail. le vuelve a insistir, en que se case con él, pero, no contenta con rechazarlo, le
humilla diciéndole que simplemente le utiliza para pavonear, frente a sus amigas.
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ABIGAIL
Capítulo 3
RECIEN CASADO, CARLOS ALFREDO ENGAÑA A SU ESPOSA CON ABIGAIL
Abigail se pone furiosa al conocer la noticia de la Inminente boda de Carlos Alfredo con María Clara. La muchacha no pierde
ocasión de humillar a la profesora y de peso advertirle que le quitará a Carlos Alfredo cuando ella quiera. El misterioso
profesor Godard ha dado por fin, tras mucho tiempo buscándola, con Estrella y le comunica su intención de recuperar a su
niña, a «la princesa rubia», sospechando que se trata de Abigail Guzmán. Estrella le asegura que aquella niña murió hace
muchos años, pero Godard no la cree. Carlos Alfredo y María Clara se casan civilmente y no falta a la ceremonia la joven
Abigail. Pero de pronto desaparece, preocupando a todos.
Los amigos de Abigail, incluido Leonel, la buscan desesperadamente por todas partes. De pronto, al llegar a un parque cercano, ven
flotando en el agua del estanque la chaqueta que llevaba puesta la joven en el momento de desaparecer. Los chicos se apresuran a
comunicar su hallazgo a Guillermo y éste informa a la Policía. «Mi hija está muerta! Todo por mi culpa, que he sido un mal ¡padre»,
exclama Guillermo, en plena crisis de nervios. Al mismo tiempo. María Clara se deshace en atenciones hacia su esposo, enamorada. Pero
éste, en vez de estar pendiente de ella, no puede apartar su pensamiento de Abigail, preocupado por su desaparición. Por fin las cosas se
aclaran. Todos se quedan asombrados cuando Abigail aparece en su casa acompañada del profesor Godard. Este explica a Guillermo que
se La llevo a un lugar seguro al verla deambular por el parque, temiendo que cometiera una locura. Godard no sabe explicar al
angustiado padre por qué no la llevó directamente a casa. Aunque no lo dice, y tenía otros objetivos, que se han visto cumplidos. Más
tarde. Godard se presenta en el bar de Estrella y le espeta: «Hoy conseguí que Abigail me tenga confianza. La próxima vez desaparecerá
conmigo, le amenaza. Al quedarse a solas lo primero que hace Abigail es llamar a Carlos Alfredo. Este se alegra al saber que su alumna
se encuentra a salvo. Abigail le comenta, siento haberos estropeado la “luna de miel’ con este susto». Carlos Alfredo. Teniendo a María
Clara a su lado, responde firme, ‘no nos has estropeado nada, Abigail. María Clara y yo somos muy felices». La joven cuelga
bruscamente, hecha una furia. Quiero morirme! !Quiero morirme!», repite desesperada Abigail, celosa al pensar que su amado está al
Lado de María Clara. Al día siguiente de su boda, Carlos Alfredo se muestra tenso y distante con su esposa, aprovechando una excusa
para pasarse por el colegia Berta encuentra la actitud de su hijo muy sospechosa y no duda en comunicárselo a su nuera. «Te abandono
al día siguiente de la boda. Este matrimonio terminara en tres meses- Al mismo tiempo, Carlos Alfredo se encuentra explicando a La
asombrada Ninoska el motivo de que no se vaya de .luna de miel» cuando, de pronto. Escucha las carcajadas de Abigail y su comentario
jocoso, «la “luna de miel” es para los enamorados y; que yo sepa. Usted…». Rápidamente Carlos Alfredo sale sin dejar acabar a Abigail,
rojo de ira. María Clara acaba confesando a su hermana su más temido presentimiento: ¿Creo que Carlos Alfredo se casó conmigo sin
estar verdaderamente enamorado. Lo noto muy [frió conmigo... Abigail ha conseguido que su padre le compre el coche que tanto
deseaba. Y justo lo estrena invitando a Carlos Alfredo a dar una vuelta. En un principio el joven profesor rehúsa la invitación, y Abigail le
pregunta si le tiene miedo. Carlos Alfredo sube al coche y acaba confesándole. ¿‘Tengo miedo de quererte, tengo miedo de adorarte.
Aunque yo no puedo darte nada.» Abigail lo abraza. «Sólo quiero tu amor y que luego te divorcies de María Clara.» Abigail le da un beso
y hace prometer a Carlos Alfredo que acudirá al día siguiente a la misma hora. Aunque se dice a sí mismo que no irá a la cita, que su
amor por Abigail es un sueño imposible, Carlos Alfredo acaba presentándose, para alegría de la joven. »Sabía que no me ibas a fallar»,
exclama Abigail. Ahora se que no la amo. No siento por ella lo que siento por ti. Pero ningún hombre debe acercarse a ti si no es por el
camino del matrimonio.» Abigail responde rauda, ¿solo tienes que divorciarte». Abigail lo besa con pasión. Tras despedirse hasta el día
siguiente. Carlos Alfredo piensa: ¿Esto debe acabar. Debe terminar por el bien de los dos.» Al llegar a su casa, Maria Clara advierte que
la ropa de su esposo huele a perfume. «Carlos Alfredo me engaña, tiene una amante. ¿Será ella? Mientras, ante las nuevas amenazas de
Godard de llevarse a Abigail a su país Estrella, desesperada, sentencia: Voy a poner punto final a esta situación. Voy a matar a René
Godard.»
Próxima semana
¿Descubrirá .María Clara que su esposo se ve con Abigail? ¿Se separará? ¿Matará Estrella a Godard? ¿Sabrá Abigail que ella, es su
madre”
Abigail. Que convence a Carlos Alfredo para que. Suba a su flamante. Coche nuevo, consigue que este le declare su amor a
los pocos días de haberse casado con María Clara. Arriba, Estrella se propone matar a Godard para evitar que se lleve a
Abigail.
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‘ABIGAIL
Capítulo 4
CARLOS ALFREDO ES DETENIDO POR LA POLICIA
Cuando ya todos daban a Abigail por muerta, la joven se presenta en su casa acompañada de Godard. Más tarde, éste
explica a Estrella que ahora la joven le tiene confianza, la próxima vez se la llevará lejos. María Clara es desgraciada en su
«luna de miel» al sentir a su marido tenso y distante. Abigail consigue que su padre le compre el tan ansiado coche y lo
estrena invitando a dar una vuelta a Carlos Alfredo. Este, finalmente, acaba confesándole que la ama locamente. Abigail le
pide que se divorcie de María Clara, dejándolo confundido. Al regresar a su casa, María Clara advierte en el traje de su
marido un perfume de mujer. Sospecha que le está engañando.
Ya no amo a Abigail. Ahora .sólo quiero vengarme de ella. La aplastare!. Así de vengativo se expresa Leonel tras haber sido humillado
por Carlos Alfredo durante una pelea entre ambos, en la que el joven recibió un fuerte puñetazo. Carlos Alfredo se encuentra en la clase
vacía recogiendo sus cosas cuando ve entrar a Abigail. La joven le sorprende al contarle que ha decidido irse con su padre al extranjero
para escapar del acoso al que la tiene sometida el misterioso hombre. «Por eso me voy. Pero quiero pedirte algo, Carlos Alfredo, que te
vengas conmigo, Abandona a tu esposa y vámonos juntos al extranjero.. Carlos Alfredo duda, no puede abandonar a María Clara. .Yo te
amo, Carlos Alfredo. No puedes dejarme ir sola del país., intenta convencerlo Abigail. «Basta! No voy a acabar con mi matrimonio. Voy a
seguir Con María Clara», responde él. «Sabía que eras un cobarde.», Le espeta Abigail. «No es eso. Pero ya tengo mí ‘vida hecha. Tú
todavía no sabes qué hacer con la tuya., dice Carlos Alfredo. -«Mi vida eres tú»., contesta Abigail. «NO! Yo no quiero que sea así
Yo quiero que me olvides y que te vayas lejos.» Abigail, furiosa, añade, «Pues muy’ bien, profesor Ruiz. Si eso es lo que usted quiere, así
será. No nos veremos nunca más.» Abigail sale dando un portazo, dejando confundido a Carlos Alfredo. De regreso a casa, el joven se ve
envuelto en una situación tensa. María Clara ha preparado para comer su plato favorito. Carlos Alfredo lo prueba pero enseguida se
levanta afirmando que es incomible y se marcha. María Clara comprende de inmediato que fue su suegra quien le dio mal la receta, para
fastidiarla, y así se lo dice. Bertha lo niega y añade: «Estás amargándole la vida a mi hijo. Yo seré la primera en apoyarlo cuando decida
divorciarse de ti María Clara se marcha llorando. Por la noche, Carlos Alfredo regresa a su casa algo bebido, María Clara, que finge
dormir, se siente dolida al ver que su marido, al creerla dormida, no la ha besado. «Tenemos que hablar, Carlos Alfredo. Voy a tener una
conversación definitiva», advierte María Clara a su esposo. «Por qué te casaste conmigo sin amarme?», le pregunta. .Yo te quiero Quizás
no sea un amor como el de otros matrimonios, pero te quiero. Deseo seguir adelante contigo, pero tienes que ayudarme. Por favor,
perdóname y comprende todos mis errores, Ten paciencia. Yo sé que voy a terminar amándote más que a nadie en la vida», confiesa
Carlos Alfredo, y acaban fundiéndose en un abrazo apasionado. No dándose por vencida. Abigail se presenta en casa de Carlos Alfredo
para intentar convencerle. Bertha finge estar encantada de verla y la invita a tomar café. Abigail se sorprende del cambio de carácter de
la mujer, pero lo comprende todo cuando Bertha le explica que ambas tienen que estar unidas en contra de María Clara, a la que en
detestan. Bertha promete a Abigail ayudarla a casarse con su hijo, tu si harías feliz a Calos Alfredo estoy segura». Abigail se marcha
satisfecha de haber conseguido tan valiosa aliada, Bertha, a solas, piensa: «Niñita insoportable e ilusa. Yo te voy a utilizar, Abigail
Gracias a ti voy a lograr que ni hijo se divorcie de María Clara.» Leonel es interrogado por el inspector Camacho como sospechoso de ser
el hombre que molesta a Abigail. El joven lo niega pero, vengativo, dice saber quién es el verdadero acosador. ‘es el profesor Carlos
Alfredo Ruiz Abigail me contó que siempre iba detrás suyo y que estaba harta». El policía le advierte que si miente le costará la cárcel,
pero Leonel no se inmuta. ‘No se preocupe. Seré yo el primero en ir al juicio contra Carlos Alfredo.» Este último, para hacer las paces con
su esposa decide emprender de inmediato el viaje de novios a un lugar paradisíaco. Pero sus planes se ven abortados al ser detenido por
el inspector Camacho acusado de ser el loco que molestaba a Abigail en el colegio. Tanto María Clara como Abigail se desesperan por
ayudarle a demostrar su inocencia. •
Próxima semana
¿Cuál de las dos demostrará la inocencia de (‘Carlos Alfredo? ¿Lo convencerá Abigail para huir juntos? ¿La ayudará Bertha? ¿Se
divorciará María Clara?
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ABIGAIL
Capítulo 5
ESTRELLA A PUNTO DE MORIR EN UN ACCIDENTE
Abigail se presenta ante Carlos Alfredo instándole a que se vaya con ella al extranjero comenzando una nueva vida juntos,
lejos de María Clara. El profesor, aunque duda, se opone a abandonar a su esposa. María Clara, cansada del frío trato de su
marido, le pide explicaciones, pero éste le suplica que le dé otra oportunidad, comprometiéndose a amarla como se merece.
Bertha se al(a con Abigail para destruir el matrimonio de Carlos Alfredo, engañando a la joven con el cuento de que la
ayudará a casarse con su hijo. Carlos Alfredo es detenido, acusado de importunar a Abigail.
Abigail vuelve a estar en peligro. El profesor Godard, obsesionado, visita a Abigail y aunque ella insiste en que no puede hablar con él,
éste la convence haciendo uso de su control mortal sobre ella, y llevándosela de su casa. La fiel Pastora se pone en contacto de
inmediato con Estrella, advirtiéndole de la insistencia de Godard en hablar con su hija. Por su parte, éste se traslada junto a Abigail a
casa de Lucía y, aprovechando su absoluto control sobre ella, hace que ésta le cuente todo lo que recuerda sobre su niñez Pero la joven
recuerda en realidad muy poco. Pese a La insistencia de Godard, Abigail se niega a seguir recordando y se levanta para irse. En ese
momento Godard se lleva la mano a las sienes en medio de violentas convulsiones, ante la mirada atónita de Abigail. Entretanto, Estrella,
obsesionada con la idea de que su hija se encuentra en un serio aprieto, conduce su coche a alta velocidad. De pronto un camión se
cruza de improviso en su camino y se produce un fatal accidente. Estrella es trasladada al hospital en estado muy crítico. Enterada del
accidente por las noticias, Pastora informa a Guillermo del grave estado de Estrella, Guillermo, aun tratando de ser indiferente a lo
ocurrido a su ex esposa, decide ir al hospital. Una dolorosa sospecha Tras su anterior experiencia. Abigail se dirige al internado para
ver a Carlos Alfredo. Este se muestra distante con ella, decidido a serle fiel a su esposa. Abigail, en un gesto algo brusco, intenta besarlo.
Carlos Alfredo se aparta y los labios de la joven quedan estampados en el cuello de su camisa, sin que él se dé cuenta. «Carlos Alfredo,
no podemos seguir así Yo te quiero, debes tomar una decisión.. Carlos Alfredo, tenso, le suplica: «No me presiones más. Abigail no
podernos hacer otra cosa sino seguir ‘viéndonos así» Ante la insistencia de Abigail, Carlos Alfredo reconoce que lo mejor es que regrese a
casa con su esposa para tratar de amarla. Abigail queda sumamente resentida, pero más decidida que nunca a luchar por su amado
profesor: «Ya veremos si vamos o no a hacer nuestra vida juntos, musita para sí Abigail. La siempre perversa Leónidas comenta ante
Guillermo y Pastora que la muerte de Estrella sería una solución para todos. Esto último es escuchado casualmente por Abigail, quedando
muy intrigada. La joven pone en apuros a su padre y a su tía cuando les pregunta qué relación tienen ellos con Estrella, pero ambos
evaden la respuesta. Sintiendo cariño por la desconocida señora que tantas atenciones ha tenido hacia ella, Abigail va a visitarla al
hospital. Estrella, al verla, intenta confesarle algo, pero las fuerzas le fallan, sin poder cumplir su objetivo. Al mismo tiempo. María Clara
se ahoga en llanto cuando descubre la marca de un beso en la camisa de su esposo. Sospechando inmediatamente de Abigail. Tendré
que darle el divorcio a Carlos Alfredo, no hay otra salida. Aunque él no me lo pida se lo daré.» Al día siguiente, María Clara sufre un
desmayo en el pasillo del internado. Carlos Alfredo es informado burlonamente del percance por Abigail durante uno de sus encuentros.
En esta ocasión, Abigail advierte a Carlos Alfredo que la próxima vez que se vean quiere una decisión definitiva o de lo contrario lo
dejara. Más tarde, Carlos Alfredo, muy presionado por su estado emotivo con Abigail, se muestra despectivo y cruel con su esposa,
dándole a entender que tanto el desmayo como su imagen de mártir no son más que una falsedad. Carlos Alfredo se marcha, dejando
sola a su esposa en medio de un llanto desconsolado. Abigail acude de nuevo a ver a Estrella, pero le informan que ha sido trasladada
fuera del país. Recelando de tan poco creíble explicación, Abigail interroga a su tía Leónidas sin obtener ninguna respuesta, lo que le
anima a investigar el caso por su propia cuenta. María Clara, derrotada y sin poder aguamar más la situación, le asegura a su esposo que
es mejor que se divorcien.
Próxima semana
¿Aceptará Carlos Alfredo el divorcio? ¿Se unirá a Abigail’ ¿Descubrirá ésta que Estrella es su madre? ¿Atentará Godard
Contra la vida de Estrella?
Advertida por Pastora de que Abigail está en poder de Godard. Estrella. Se lanza a la carretera a toda velocidad. Sufriendo
un fatal accidente-
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ABIGAI L
Capítulo 6
ABIGAIL CONSIGUE CASARSE CON CARLOS ALFREDO
Un acto perverso de Godard provoca una tragedia. Estrella se entera por.- Pastora de que René se llevó a la fuerza a
Abigail. Obsesionada con la quiera de que su hija está en peligro, Estrella conduce velozmente. Un camión se cruza en su
camino y se produce un fatal accidente. Estrella es trasladada en estado muy crítico a un hospital. Abigail escucha en su
casa conversaciones relativas a Estrella y se jura averiguar qué relación tiene la mujer con su familia. Sabiendo que su
marido no la ama, María Clara propone a Carlos Alfredo el divorcio.
Tras pensarlo detenidamente, Carlos Alfredo acepta la idea del divorcio como la mejor para acabar con su farsa. Acaba confesando a
María Clara que a pesar de sus intentos no puede evitar su amor por Abigail, así que le pide el divorcio para poder casarse con ésta.
«Perdóname, María Clara, yo no quería hacerte daño, yo no quería que pasara, pero pasó.» Demostrando en todo momento su nobleza y
buenos sentimientos, María Clara acepta b separación sin que esto signifique que dejen de ser amigos. Ahogada en llanto, la joven
profesora afirma, «no te preocupes por mí. Te comprendo, no puedo hacer otra cosa, perdí. Perdí una vez más en la vida y no me queda
sino resignarme, comprenderte». María Clara sale llorando y Carlos Alfredo la ve alejarse, sintiéndose culpable por su dolor. La noticia del
divorcio de su hijo le cae a Bertha como un auténtico jarro de agua fría. No lo siente por la pobre María Clara, sino porque su hijo está
empeñado en casarse con Abigail, a la cual Bertha detesta igualmente. «Carlos Alfredo, esto nunca, óyeme bien, nunca, mientras viva,
voy a impedir que te cases con Abigail Guzmán, con esa desvergonzada, jamás. Te lo juro.» Más tarde, María Clara y Lucía sé quedan
petrificadas al recibir la visita de Bertha. Esta, mostrándose por primera vez sincera y sumisa, le confiesa a María Clara su mal
comportamiento hacia ella, a la vez que le pide que trate de recuperar a su marido, pero María Clara nada puede hacer ya. Han pasado
algunos meses. Tras mucho esperar, Carlos Alfredo por fin le da la noticia a Abigail: Yo soy un hombre divorciado! ¡Soy libre y podemos
casarnos ahora mismo si tú quieres!» Al otro lado del teléfono Abigail grita de alegría: «No me lo puedo creer., Al fin nos vamos a casar.
Esto tenemos que celebrarlo! Te amo.» Como Abigail sabe que su padre se niega a que se case con su profesor, trama una genial idea
para obligarlo a aceptar. «Esta noche cuando nos veamos, nos vamos a fugar. No voy a regresar más a mi casa.» Esa misma noche,
Abigail llama por teléfono a su padre desde el club de playa donde se ha fugado con Carlos Alfredo: «Papa tienes que darme permiso
¡para casarme, ¡por qué me fugué con Carlos Alfredo. Finalmente. Guillermo, sucumbiendo a la persuasión de su hija, acepta que se
casen. Estrella, postrada en una silla de ruedas desde el accidente, recibe la desagradable visita de Godard, quien le ordena que impida
el matrimonio de Abigail con Carlos Alfredo. Estrella Le jura que no puede hacer nada por evitarlo. Godard, misterioso, sentencia, «Ese
matrimonio será un fracaso!». Llega por fin el momento tan esperado por Abigail: el día de su boda. Ésta se celebra por lo civil, un juez
los casa en el despacho de Guillermo en un ambiente frió y formar Carlos Alfredo firma el acta matrimonial. Presenciando la boda están
Leónidas y Guillermo muy serios, sin aprobar del todo ese matrimonio. Pastora como testigo se siente feliz y Abigail, radiante, no puede
creerse que esto sea verdad. Por fin el juez pronuncia la frase tan esperada: Están ustedes legalmente casados. Felicidades.» Carlos
Alfredo y Abigail se besan felices. Guillermo pide a su yerno hablar a solas, ocasión que aprovecha Leónidas para amargar a su sobrina.
«¿Crees que este matrimonio durara? Yo creo que será un fracaso. Ese arribista sólo te buscó por dinero y tú estás con él por caprichosa.
Acabará divorciándose de ti.», afirma venenosamente Leónidas. Abigail la fulmina con la mirada. Mientras, Guillermo advierte a Carlos
Alfredo que ante todo quiere la felicidad para su hija, a lo que el joven responde que esa es su intención. Leonel, fingiendo estar feliz por
el matrimonio de Abigail, se presenta en casa de ésta. Cuando ambos se prestan a brindar como dos buenos amigos, el joven desata
todo su desprecio e ira en contra de ese matrimonio: .Por tu hundimiento. Porque te vaya muy mal y seas la mujer más desgraciada de
la sierra.» Abigail lo echa de su casa, pero se queda con un mal presentimiento.
Próxima semana
¿Podrá disfrutar Abigail de su «luna de miel»? ¿Amargará Leónidas ese matrimonio’ ¿Molestará Godard a Abigail? ¿Qué tramará Bertha
en contra de su nuera?
Abigail y Carlos Alfredo se casan por fin en una fría ceremonia civil, con la única asistencia de Guillermo y Leónidas, que no
aprueban tal unión.
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ABIGAIL
Capítulo 7
ABIGAIL, ARREPENTIDA DE HABERSE CASADO CON CARLOS ALFREDO
Carlos Alfredo acepta la propuesta de divorcio que le brinda su esposa, es la única forma de acabar con la farsa de su
matrimonio. Ante una María Clara destrozada por el dolor, Carlos Alfredo reconoce que se ha enamorado perdidamente de
Abigail y que desea casarse con ella, Demostrando sus buenos sentimientos, María Clara le pide que se separen como
amigos. Abigail no cabe de alegría al recibir la noticia del divorcio de su amado, haciendo enseguida los preparativos de la
boda. Una vez casados, Abigail sufre su primer desengaño de su tía y de Leonel, pues ambos maldicen la boda.
Las primeras discusiones entre los recién casados no tardan en aparecer, debido a lo antagónico de sus caracteres. Abigail se sale con la
suya cuando decide preparar en su casa una fiesta de despedida de soltero de su amiga Matilde pese a la oposición de su marido.
Durante el transcurso de la fiesta, Carlos Alfredo, tenso y fuera de ambiente, se aleja del bullicio que dando Abigail sola con sus amigo&
Leonel hace acto de presencia junto con Susana, últimamente más atractiva. Lo cual enciende los celos de Abigail, quien hace todo lo
posible por coquetear con el joven, ridiculizando así a Susana. La perversa Leónidas, siempre al acecho, aborda a Carlos Alfredo estando
éste sentado en su cama. La mujer le reprocha su falta de autoridad, permitiéndole a Abigail divertirse como una colegiala. «Me estoy
dando cuenta que usted no sirve como marido de mi sobrina. ¿A usted le falta fuerza!» Carlos Alfredo b mira atónito. Leónidas añade:
«Abigail necesita mano dura, no un perrito faldero. Lo mejor es ¿que Ustedes se divorcien. Total este matrimonio no durara mucho
tiempo más.» Al acabar la fiesta, Abigail encuentra a su marido todavía meditando sobre las duras palabras de Leónidas. Para rematar el
estado de ánimo del sufrido Carlos Alfredo, su esposa le recrimina su ausencia durante la fiesta y le advierte: «Mira, lo siento pero yo
quiero divertirme y sí tu no me acompañas me voy con Leonel.» Casi sin transición, Abigail se enfada, un poco más tarde, porque su
esposo no comparte con ella la felicidad que le causa la llegada de su padre cargado de lujosos regalos. «Si estas arrepentido de haberte
casado conmigo, por mí no te preocupes nos podemos divorciar.» Carlos Alfredo se marcha cabizbajo. Pastora le recrimina su actitud a
Abigail, pidiéndole que no trate tan mal a su marido. «Es un aburrido, Pastora, eso es lo que es. Lo quería y lo quiero, pero me pasa que
ya no lo soporto, cuando se pone así no lo soporto», se justifica Abigail. Al día siguiente, Leónidas recibe muy cortésmente a Bertha,
percibiendo en ella una posible aliada para poder desbaratar el matrimonio de su sobrina con cl hijo de ella. Una vez más, la inmadurez y
malacrianza de Abigail logran prevalecer sobre la sensatez dc su esposo, cuando consigue que Carlos Alfredo salga otra vez a pasar con
ella la noche en una discoteca. Allí Carlos Alfredo, se siente indispuesto y se retira a un lugar tranquilo, dejando sola a Abigail. La chica
es vista por Leonel, que casualmente se encuentra en el mismo local. Sm perder tiempo, Leonel se dirige hacia ella y ambos de divierten
juntos. Mientras, Godard, resuelto a llevarse a Abigail del país, entra en la casa de la joven sin ser visto. Lejos de allí, Estrella, como
presintiendo que algo desagradable acecha a su hija, decide regresar a su país para protegerla Al mismo tiempo, Godard es descubierto
por Leónidas quien opta por llamar a la policía mientras llegan, Godard se justifica diciendo que se ve a escondidas con Pastora. Más
tarde. Godard es llevado esposado a la comisaría Con sus poderes mentales, él haitiano logra atraer a Pastora quien deja la casa como
poseída ante loa inútiles esfuerzos de Guillermo y Abigail por retenerla. Al llegar a casa, Abigail se percata de que su marido tiene fiebre,
se ha resfriado. Por miedo a contagiarse («me pongo feísima cuando me refrió», comenta), ordena a Pastora que cuide de Carlos
Alfredo, mandándolo a dormir a otra habitación. Carlos Alfredo, triste, piensa: «Ella no me ama, tal vez nos equivocamos Los dos
tendremos que pagar nuestro error.» Abigail también se cuestiona si realmente ama a su esposo. Más tarde se encuentra con Leonel y
éste vuelve a insistirle que abandone a su esposo y se una a él, que es el único que puede contentarla. Mientras, Estrella, muy firme,
comenta a Rita que ahora Guillermo no podrá impedir que ella le cuente a su hija toda la verdad. Entre tanto, Guillermo se encuentra con
María Clara y le pide permiso para ir a visitarla, con la secreta intención de cortejarla. Ella, un poco titubeante, asiente.
[PRÒXIMA SEMANA I
¿Se iniciará un romance entre María Clara y Guillermo? ¿Confesará Estrella la verdad a su hijo? ¿Abandonará Abigail a su esposo por
Leonel? ¿Conseguirá Godard llevarse a Abigail a Haití?
Leonel, que ha sorprendido a Abigail sola en una discoteca sin su marido, la vuelve a insistir que lo abandone y que se una
a él. Y lo cierto es que la muchacha se ha arrepentido de haberse casado con Carlos Alfredo.
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ABIGAIL
Capítulo 8
LA INFIDELIDAD DE ABIGAIL CON LEONEL
Abigail se siente defraudada al constatar lo serio y aburrido que resulta ser Carlos Alfredo y le advierte que, o cambia su
actitud o saldrá a divertirse con Leonel. Leónidas reprocha a Carlos Alfredo ser un mal esposo para su sobrina, al carecer
de mano dura. El joven profesor es consciente de que Abigail no lo ama cuando se pone enfermo y ésta prefiere divertirse
antes que cuidarlo. Godard es detenido en casa de Abigail cuando planeaba secuestrar a la joven.
Guillermo, en casa de María Clara, no cesa de adular y ser galante con ésta en su afán por llevarla pronto a la vicaría. «Mi joven
profesora, ha llegado el momento de que le diga cuánto amor siento por usted», afirma el maduro «Romeo». María Clara, no sabiendo
qué contestar, siente un gran alivio cuando su hermana hace acto de presencia, frustrando a Guillermo. Lo que no se imagina el
solicitado Guillermo es que su amante, Inés, está comentando a su amiga Liliana su plan para cazarlo: «Si descubro que es cierto que
Estrella Monsalve es la madre de Abigail, mi matrimonio con Guillermo será inevitable». Avisada por María Clara de la enfermedad de su
hijo. Bertha se presenta hecha una furia contra Abigail por no atender a Carlos Alfredo. Leónidas encuentra a Abigail intentando
esconderse de su suegra, aprovechando la ocasión para espetarle: «Deberías divorciarte, Abigail. Es mejor que lo dejes y te dediques a
disfrutar de tu juventud.» La decidida Inés, sin conocer personalmente a Estrella, se presenta en su apartamento dispuesta a aclarar qué
la une a su futuro esposo. «¿Eres la mamá de Abigail, verdad? Respóndeme si no quieres que lo sepa a la fuerza.» Estrella se niega a
contar su vida a una extraña. Inés se enfurece y Estrella se ve obligada a echarla violentamente. «Volveremos a vemos. Yo voy a llegar a
la verdad de todo esto», amenaza Inés antes de irse. Leónidas sorprende a Abigail concertando una cita con Leonel. Perversa, la mujer
soborna a una sirvienta, Elba, para que le diga a Carlos Alfredo que su mujer se verá con Leonel. Godard, que ha logrado escaparse de la
cárcel, consigue encontrarse a solas con Abigail en su coche. Dominándola con sus poderes mentales, la obliga a obedecerlo, pero de
pronto la sirena de un coche patrulla provoca su huida, abortando su plan. Carlos Alfredo, muy confuso, sigue pensando en su situación
con su esposa y, sin darse cuenta, como añorando su antiguo matrimonio, menciona entristecido el nombre de María Clara. Al mismo
tiempo, Abigail sigue con su inmadura actitud al verse con Leonel y hacerle creer que podría lograr algo de ella si realmente se lo
propusiese; sin embargo, una vez más. Abigail confunde a su amigo al decirle, «no te hagas ilusiones, yo jamás le sería infiel a Carlos
Alfredo». Elba informa a Carlos Alfredo de la salida de su esposa con Leonel. A su regreso, Abigail se sorprende al ser interrogada por su
esposo. «A mí no me importa que tengas amigos, pero te exijo que me respetes.» Abigail, acorralada, insiste en saber quién le informó
y, al negarse Carlos Alfredo a decírselo, se enfurece al suponer que fue María Clara. A altas horas de la noche, Pastora recibe una
llamada telefónica de Godard, quien le informa que pasará a llevarse a Abigail para siempre. Más tarde, el haitiano se percata de la
presencia policial alrededor de la casa de Abigail, por ello jura a Pastora que tanto ella como Estrella «pagaréis cori vuestra vida esta
traición». Mientras. Abigail, enterada por Charito de la posibilidad de matrimonio entre Leonel y Susana, se promete impedirlo. Durante
una llamada telefónica, Abigail confiesa a Leonel que cada vez se aburre más con su marido, «yo creo que no siento nada por él». Leonel
le asegura que no la cree y la reta a salir con él esa misma noche. Al final, Abigail acepta. «Quiero que creas en mí. Carlos Alfredo me
desilusiono, ya no me interesa igual que antes. Saldré contigo y lo dejaré plantado a él.» Leonel sonríe malvado. Cuando Abigail se
dispone a salir es sorprendida por Godard, quien logra inutilizarla usando sus poderes mentales. Este carga en sus brazos a su
«princesita» dispuesto a llevársela cuando, de pronto, se escucha la orden de que se detenga, seguida de un disparo que lo hiere y al
mismo tiempo se ve caer a Abigail ensangrentada. Godard, empero, consigue huir.
FÖXIMA 1:J!
¿Ha resultado Abigail malherida? Cumplirá Godard su amenaza contra Estrella? ¿Se divorciarán Abigail y Carlos Alfredo? ¿Se casará
Leonel con Susana?
Cuando salía para reunirse con Leonel, decidida, a ser infiel a su marido, Abigail es víctima de un disparo cuando Godard se
disponía a secuestraría.
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ABIGAIL
Capítulo 9
ABIGAIL, DESPECHADA. LEONEL RECHAZA SU AMOR
Guillermo adula a María Clara en su intención de proponerle matrimonio, poniendo en un aprieto a la joven. Inés se
enfrenta a Estrella, queriendo saber qué le une a Guillermo. Bertha se enfurece al saber que Abigail no cuida de Carlos
Alfredo en su enfermedad. Leónidas aconseja a su sobrina que se divorcie para seguir disfrutando de su juventud. Abigail
se cita con Leonel, demostrándole que hace lo que quiere. Godard resulta malherido por un disparo de la Policía mientras
sostenía en brazos a Abigail. Ésta cae al suelo ensangrentada.
Rita y Estrella, convencidas como estaban de la desaparición del intrigante Godard, se quedan atónitas cuando el profesor haitiano se
presenta ante ella inesperadamente ensangrentado y amenazante, exigiéndoles que le den alojamiento. Carlos Alfredo permanece en
casa mientras Abigail asiste a b boda de sus amigos Fredy y Matilde. De regreso, ya de noche, el joven le pregunta por qué no regresó
con su padre de la boda. Carlos Alfredo no la cree cuando le contesta que estuvo en casa de Leonel. «Estoy harta de ti y de tus
preguntas —exclama Abigail—. Si no me crees peor para ti.» Abigail, furiosa, se aleja dejando a su marido con un pensamiento funesto:
«Esto no funciona !Dios, mío!, ya me veo frente a otro divorcio.» Justo en el preciso momento en que María Clara le promete a su
hermana que nunca volvería al lado de Carlos Alfredo, éste se presenta en su casa. Carlos Alfredo, a solas con su ex esposa. Le pide que
acepte la proposición dc matrimonio de Guillermo, pero ella la rechaza, pues no está enamorada de él. «Yo me siento como un canalla
por todo el daño que te hice Pensé que alcanzarías la felicidad casándote con Guillermo», le explica Carlos Alfredo. «Quiero que sepas
que, ya te olvidé», confiesa ella tratando de ser dura. María Clara se queda muda de sorpresa cuando su ex marido le pide su amistad:
«Yo quiero ser tu amigo. Por favor, no me la niegues—ante su silencio, añade—. Entiendo que no puedas o no quieras responderme.
Adiós, María Clara. Carlos Alfredo aprovecha su salida para visitar a Leonel y preguntarle si Abigail estuvo la noche anterior con él. Al
responderle el joven que eso no ocurrió, Carlos Alfredo se convence de que su esposa le mintió. Guillermo se decide por al fin a
proponerle matrimonio a María Clara, pero se sorprende al escuchar su rotunda respuesta: «¡No! Nunca me volveré a casar Nunca más
volveré a enamorarme de un hombre. Leonel no tarda en avisar telefónicamente a Abigail del «interrogatorio» al que le sometió su
esposo. «Le aseguré que entre nosotros no existe nada.» Abigail se enfurece. «¿Y por qué no le dijiste la verdad? Mira, vamos a hacer
una cosa. Esta noche nos iremos en el sitio de siempre y lo hablamos personalmente.» En ese momento llega Carlos Alfredo y Abigail le
reprocha su comportamiento detectivesco. Cansado, el profesor, le pide que decida ella misma si le interesa el divorcio. Pero pronto se
arrepiente y cambia de idea: «Será tu castigo. Yo no me divorciare de ti y además no le permitiré que hagas una vida incorrecta. Así
aprenderás.» Carlos Alfredo la sorprende aún más cuando deja caer que su padre pretende casarse con María Clara. «Eso es un absurdo.
Jamás permitiré que se case con esa mosquita muerta», afirma Abigail y, a solas, musita «Me las apañare para que me des el divorcio,
Carlos Alfredo.» La trampa de Abigail Durante su encuentro, Leonel asegura a Abigail que ya está cansado de que juegue con él, y que
por ello no lo verá nunca más. Abigail, resentida, se aleja del lugar tramando su venganza: «Me humillaste, Leonel, pero esto no se
queda así Voy a fingir que te quiero y después me voy a burlar de ti.» Carlos Alfredo ha ido a visitar a su madre. Durante la
conversación, ésta recibe una carta que la llena de felicidad, anunciándole la muerte de un tío de su hijo que le deja una cuantiosa suma
de dinero como herencia: «¡Somos ricos, por fin se murió el viejo somos millonarios!», grita Bertha. Leonel se queda impávido al recibir
una llamada telefónica de Abigail confesándole que le quiere: «Yo te quiero, Leonel, y me voy a divorciar de Carlos Alfredo para casarme
contigo.» Leonel, como adivinando los pensamientos de Abigail, deja desconcertada a ésta cuando le dice que ella sólo siente rabia,
capricho y venganza. Más tarde, Abigail piensa en la idea del divorcio: «Hablare con papa. Le diré que no soporto a Carlos Alfredo. El
tiene que salir de esta casa.»
¿Llegarán a divorciarse? ¿Podrá impedirlo Guillermo’ ¿Se casará Leonel con Susana? ¿Intentará Godard secuestrar de nuevo a Abigail?
En su afán por divorciarse de Carlos Alfredo. Abigail intenta hacer creer a Leonel que esté enamorada de él. pero esta vez
la rechaza al entender que se acerca a él por despecho.
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ABIGAIL
Capítulo 10
ABIGAIL Y CARLOS ALFREDO SE DIVORCIAN
Godard, malherido, exige a Estrella que le aloje en su apartamento. Después de la boda de unos amigos, Abigail no regresa
directamente a su casa. Después, sin escrúpulos, Abigail le dice a su mando que estuvo con Leonel. Carlos Alfredo interroga
al joven y éste lo desmiente. El joven profesor discute por este motivo con su esposa y llega a la conclusión de que no le
otorgará el divorcio, será un castigo por haber destruido su vida con sus caprichos. María Clara rechaza la proposición de
matrimonio de Guillermo. Abigail se decide a divorciarse de su marido.
Bertha, tras la confesión de su hijo de que estaría dispuesto a matar a Abigail antes que dejarla libre, le pide que la abandone, pero él se
niega. Desesperada, Bertha suplica ayuda a María Clara para que haga entrar en razón a su ex marido. Carlos Alfredo, recordando que su
esposa le dijo que estuvo con Leonel y que luego éste lo desmintió, saca la conclusión de que ambos se burlan de él a sus espaldas.
«Pero esta burla no la soporto», se dice para sí Carlos Alfredo, y añade decidido: «Te voy a mutar, Abigail y a ti también, Leonel Os voy a
matar a los dos.» Afortunadamente. Carlos Alfredo cambia su funesta determinación al escuchar las sensatas palabras de María Clara:
«No busques la salida más fácil. Si la matas, te pudrirás en la cárcel No lo hagas. Carlos Alfredo, o Iodos nos veremos hundidos en ese
fango» El joven toma la firme decisión de abandonar la casa donde vive, dejando en ésta a su esposa y dándole así argumentos legales
para que le otorguen el divorcio. Cuando Abigail baja al salón se encuentra una carta de Carlos Alfredo explicándole el motivo de su
huida: «Abigail, comprendo nuestra equivocación y conozco tu perfecto derecho a rehacer tu vida y ser feliz como deseas. Salgo de esta
casa para siempre. Adiós, Abigail, perdona mi error.» Abigail no tarda en citarse con Leonel y darle la noticia de su próximo divorcio, pero
se lleva una buena sorpresa al ser tratada por el joven despreciativamente: «No me interesas, Abigail. Eres poco menos que basura. Te
quiero muy lejos de mi vida. Eres una egoísta y no te permito que juegues más con conmigo.» Abigail, pocas veces tratada de esa forma,
se enfurece aún más cuando su amigo le anuncia su próximo matrimonio con Susana. Una desgarradora verdad Estrella escucha más
bien con indiferencia la noticia que le trae Pastora, quien ha visto el nombre de René Godard en la lista de fallecidos en un accidente
aéreo. Estrella sólo piensa en su reciente determinación de contarle toda la verdad a Guillermo sobre el origen de Abigail. Abigail, en casa
de Susana, fuera de sí y muy agresiva, la amenaza con hacerle la vida imposible si no olvida a Leonel. Más tarde, éste, enterado de todo
por la madre de Susana, confirma a esta última su inmediata boda. Al día siguiente, Abigail, sin saber de qué se trata, sonríe
ingenuamente al ver que le ha sido extendida una tarjeta -de invitación, pero se queda perpleja al ver que es la invitación a la boda de
Leonel con Susana. Abigail se promete Venganza por tamaña ofensa. «Abigail no es, nuestra hija —afirma Estrella ante Guillermo que le
exige una explicación válida—. Nuestra hija murió a los pocos días de nacida. Abigail llegó a mis manos por una equivocación del destino.
La pusieron en mis manos para que la salvara de una secta de fieles a una extraña religión que querían convertirla en diosa A esa Secta
pertenece René Godard Yo acepté. Pensé que haciendo pasar a aquella niña por la nuestra recién muerta, te reconquistaría.» Guillermo
se rebela, exclamando que esa historia es absurda, pero se derrumba cuando Pastora lo confirma todo. Todos se impresionan cuando ven
aparecer a Abigail: «No pueden seguir engañándome. Lo escuché todo.» «He perdido a mi hija», se lamenta al mismo tiempo Guillermo,
apenado. Abigail llora, muy deprimida. La muchacha se jura que cambiará al comprender todo el daño que ha hecho. Bertha se jura
llorando que conseguirá borrar el amor que siente su hijo por Abigail. Estrella, mientras, se queda de piedra cuando ve aparecer a
Godard, al que creía muerto. Un terrible presentimiento la envuelve cuando Godard, más obsesionado que nunca, le asegura que Abigail
regresará con él a Haití.
-- MALJ
¿Lograrán encontrarla? ¿Se reconciliará Carlos Alfredo con su esposa? ¿Correrá peligro Abigail por la obsesión, de Godard? ¿Qué hará
Bertha para destruir el amor
Una vez que Carlos Alfredo le concede el divorcio, todo son desventuras para Abigail, que es rechazada nuevamente por
Leonel y además se entera de que no es hija de Guillermo y Estrella,
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ABIGAIL
Capítulo 11
ABIGAIL ABANDONA A SU BEBÉ
Carlos Alfredo decide seguir el consejo de María Clara y no matar a Abigail. En lugar de eso decide divorciarse de ella.
Abigail acepta feliz la noticia del divorcio y corre a contárselo a Leonel, pero éste la desprecia y la insulta, diciéndole que
no la ama y que se casará con Susana. Estrella confiesa a Guillermo que Abigail no es su hija; su verdadera hija murió al
nacer. Estrella se llevó al bebé, que era Abigail. Para salvarlo de una secta. Casualmente, Abigail lo ha escuchado todo.
Deprimida y humillada, decide romper con su pasado y empezar una nueva vida.
Han pasado muchos meses. La situación de Abigail es desesperada. Está a punto de dar a luz —quedó embarazada de Carlos Alfredo— y
ni siquiera puede comprar alimentos ni ropa para su hijo. Estando embarazada nadie quiso darle trabajo. Pastora Le recomienda que
olvide su orgullo y pida ayuda a Carlos Alfredo. Abigail acepta: «En todo este tiempo que llevo sin verlo, me di cuenta de cuánto lo
quiero, y más esperando un hijo suyo» Abigail no tarda en presentarse en su antigua casa —ahora propiedad de Carlos Alfredo—.a pesar
de lo arriesgado que es en su estado. Tal y como ella temía, Bertha la recibe de malos modos. Abigail suplica que la ayude, no por ella,
sino por el hijo que espera de Carlos Alfredo. Bertha no la cree: «Mi hijo está de viaje y él nunca sabrá nada sobre’ ese embarazo. Porque
ese hijo no es de él ¡El padre no es Carlos Alfredo!» Abigail jura que sí en vano. Bertha la echa a la calle despiadadamente: «Desaparece
para siempre. Abigail.» Abigail camina por su barrio llorando desesperada cuando siente los primeros dolores del parto. Un transeúnte se
apiada de ella y la lleva al hospital. Al mismo tiempo, Carlos Alfredo, en el avión que lo lleva a Suiza en viaje de negocios, piensa en el
amor que siente por Abigail a pesar del tiempo transcurrido y se pregunta dónde puede estar ahora. Una bella mujer, Carolina, lo
observa con creciente interés. Locura transitoria - «No quiero que mi hijo venga al mundo», repite Abigail deprimida, en el hospital. El
médico está a su lado, controlando las contracciones y le comenta que pronto nacerá su hijo. «No quiera que me hablen de él, yo no lo
quiero. ¿Por qué no me deja morir, doctor? ¡Déjeme morir!», suplica Abigail entre dolores. Carolina se las ha ingeniado para entablar
conversación con el apuesto Carlos Alfredo. El viaje es largo y a él le da tiempo de contarle la historia de su vida, su truncado matrimonio
con Abigail y su imposibilidad de olvidarla «La olvidaras, Carlos Alfredo —afirma Carolina insinuante—. Yo haré que la olvides. El gran
momento ha llegado. En medio de fuertes dolores, Abigail da a luz un precioso varón, pero ella recibe la noticia con indiferencia: «¿Para
qué habrá venido mi hijo al mundo, para qué?» Las enfermeras empiezan a pensar que Abigail está loca, pues a pesar de los días
transcurridos sigue sin mostrar interés por su hijo. Abigail es dada de alta. Caminando sin rumbo fijo, como sonámbula, con el niño a
cuestas, casi es atropellada por una taxista, Carlota, quien se preocupa por ella y se ofrece a llevarla a donde ella quiera. Abigail sube al
coche y Carlota comenta «Qué niño más bello tienes, muchacha.» Para su sorpresa. Abigail responde: «Te gusta? Te lo regalo. Carlota
piensa que está bromeando. De pronto, el niño comienza a Llorar. Abigail dice a Carlota que va un momento a la farmacia y que le cuide
al niño mientras tanto. La taxista espera durante casi dos horas, sin que aparezca Abigail. El niño no para de llorar de hambre y Carlota
se desespera: «Será que la mujer no habló en brama? Dijo que me lo regalaba. Esa mujer si que está laca de verdad Ya se hace de
noche y no puedo dejar a este angelito aquí solo, tendré que llevármelo para mi casa.» Horas más tarde, Abigail, en medio de la calle;
despierta como de un mal Sueño, angustiándose al ver que no tiene a su hijo. La policía la lleva a un hospital y allí, con un psiquiatra,
recuerda que regaló a su hijo. Carlos Alfredo regresa urgentemente a su país al saber que su madre está muy enferma. Se despide de
Carolina, con la que ha mantenido un romance, prometiéndole que volverán a verse. Al llegar, Carlos Alfredo se encuentra con que su
madre se está muriendo por una insuficiencia cardiaca. Al mismo tiempo, Balbina le cuenta que Abigail se presentó embarazada El joven
corre en su busca y Pastora le explica lo sucedido. Entretanto, Maria Clara recibe una carta de un antiguo novio suyo, al que creía
muerto, en La que le reitera su amor y le pide verla pronto. La fuerza de su magia desvela a Godard que existe un nuevo sucesor de
Abigail.
Próxima SEMANA
¿Se reconciliarán Carlos Alfredo y .‘Abigail? ¿Recuperarán a su hijo’ ¿Morirá Bertha’ ¿Hallará Godard al niño?
Carlos Alfredo, que vuelve precipitadamente de su viaje, al enterarse de la grave enfermedad de su madre, no sabe nada
del nacimiento de su, hijo y de Abigail
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ABIGAIL
Capítulo 12
LEONEL FALLECE TRAS SER ATROPELLADO POR UN COCHE
En la historia transcurre casi un año. Abigail quedó embarazada de Carlos Alfredo y ahora está a punto de dar a luz. Acude
a casa de su marido para pedirle ayuda, pero él está de viaje y Bertha la echa a la calle negando que Carlos Alfredo sea el
padre del niño. Abigail es trasladada a un hospital ante la inminencia del parto. Con tanto sufrimiento, Abigail queda
trastornada y rechaza al hijo que acaba de tener. Al salir del hospital lo regala a una taxista que se ha cruzado en el
camino. Carlos Alfredo regresa de su viaje al saber que su madre se está muriendo. Mediante Pastora se entera de lo
sucedido a Abigail y decide ir a buscarla.
Al reencontrarse con su marido, Abigail le agradece que le perdones todas sus maldades y añade: «Nuestro hijo, Carlos Alfredo. ¿Por qué
lo hice?» El joven la tranquiliza, cree que su hijo murió: «No quiero, más tristezas en tu vida, tendremos todos los hijos que tú quieras.»
«Yo quiero el nuestro. Perdóname, pero sigo siendo, mala, no he cambiado como creía», se lamenta Abigail. Tratando de ver feliz a
Abigail. Carlos Alfredo ha decidido adoptar un niño. Con el asesoramiento legal de su amigo Freddy, el joven acude a un centro de
adopción. En un principio, la directora se niega a concederles la adopción debido al informe que tiene sobre el estado mental de Abigail.
Freddy interviene convenciéndola y al final la directora accede concediéndole la adopción de una preciosa niñita de tan sólo un mes de
edad. Después de un año de ausencia. Abigail regresa a su casa. De pronto escucha el llanto de un bebé y corre escaleras arriba gritando
ilusionada: «Mi hijo, es mi hijo.» Tanto Pastora como Balbina se miran preocupadas, pero Viviana (sobrina de Balbina y dispuesta a
conquistar a Carlos Alfredo. sonríe malévola). Abigail se acerca a la cuna y empieza a hablar tiernamente al que cree su hijo, pero al
verlo se lleva una gran decepción. «¡Este no es mi hijo! ¿Dónde está mi verdadero hijo?» Carlos Alfredo, con dulzura, le explica que esta
niña a la que abandonaron será ahora su hija. «Esta niña ocupará el lugar de nuestro hijo muerto. Le daremos amor y seremos muy
felices.» Abigail, llorando, besa a la niña varias veces, pero al oírla llorar grita, atormentada: «¡Qué se calle! ¡Así llora mi hijo. Mi
verdadero hijo!» Abigail sale corriendo del cuarto. La joven se echa llorando en el sofá del comedor. De pronto escucha la voz de Bertha
—recuperada de su enfermedad mediante un costoso tratamiento—: «Al fin nos volvemos a ver.» Bertha la mira con un odio tan intenso
que Abigail siente miedo. «Tú y yo tenemos, muchas cosas que hablar. Cosas que no se olvidan», le advierte la mujer. La desgracia de
Leonel Lejos de allí, Carlota regresa a su casa después de haber celebrado el bautizo del pequeño Carlos Alfredo —Abigail mencionó que
se llamaba así—, al que llama Cheíto. La humilde mujer no piensa ya en de volverlo. Mientras, Abigail promete a Carlos Alfredo que
querrá a la niña como si fuera hija suya. Leonel tras saber la reciente desgracia de Abigail por su amiga Matilde, le comenta con sonrisa
maliciosa: «Qué pasaría si yo encontrase al niño?. El inspector Camacho informa a Pastora que dieron muerte a René Godard al intentar
éste escapar durante su captura. Pastora piensa que por fin Abigail va a ser libre». Por un azar del destino Leonel coge el taxi que
conduce Carlota y descubre que es la mujer a la que Abigail entregó su hijo, pues ella misma se descubre. Leonel afirma saber quién es
la madre y Carlota, entristecida, accede a devolver al niño. Ambas quedan en encontrarse al cabo de una hora. Concentrado en el
pensamiento de devolverle a su hijo a la «bellísima», Leonel cruza una calle sin mirar hacia los lados. Un coche ‘viene a toda velocidad y
el golpe es inevitable. Leonel es trasladado moribundo al hospital. Cuando Abigail se presenta ante Leonel, éste hace un gran esfuerzo
por hablar, «Abigail, sé dónde está tu hijo», pero es todo lo que alcanza a decir antes de expirar. Abigail llora amargamente temiendo no
encontrar nunca a su hijo. Al pasar las horas y ver que el niño no ha sido reclamado. Carlota ve crecer sus esperanzas de que no vuelvan
a buscarlo. Carlos Alfredo recibe con sorpresa la noticia de la inminente boda de María Clara. Esta es feliz ahora junto a Daniel, su
antiguo amor. En la historia transcurren diez años. Abigail se encuentra en una tienda, donde ha ido con Carlos Alfredo a comprar un
regalo de cumpleaños para su hija, cuando de súbito siente el impulso de hablarle a un muchacho humilde sin sospechar que éste es
Cheito, su hijo.
IHUJ.T
¿Descubrirá Abigail que ese niño es su hijo? ¿Querrá Carlos Alfredo tener otro hijo con, Abigail? ¿Qué desgracia le ocurrirá a María Clara
en su matrimonio? ¿Lograra Viviana conquistar a Cartas Alfredo?
Leonel, casualmente, descubre a la taxista que se ha hecho cargo del hijo de Abigail. Y logra convencerla para que le
devuelva a su madre; sin embargo, antes de podérselo decir a Abigail, muere atropellado.
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ABIGAIL
Capítulo 13
ABIGAIL ENCUENTRA A SU HIJO
El amor vuelve a unir a Carlos Alfredo y Abigail, ya recuperada de su trastorno mental. La joven insiste en encontrar a su
hijo, lo cual preocupa a Carlos Alfredo, que está convencido de que el niño murió. Tratando de hacerla feliz, adopta a una
preciosa niña a la que Abigail acepta maternalmente, pero sin olvidar a su verdadero hijo. Mientras. Cheito sigue al cuidado
de Carlota. Casualmente, Leonel coge el taxi que conduce ésta y descubre que tiene al hijo de Abigail. Enseguida corre a
decírselo, pero un fatal accidente acaba con su vida, truncando la esperanza de Abigail de encontrar a su pequeño.
Transcurren diez años. Abigail se encuentra, Sin saberlo, con su hijo.
Guiada por su instinto maternal, Abigail sigue charlando con Cheito. Carlos Alfredo, molesto por tantas atenciones hacia un pequeño
desconocido, pregunta a su esposa quién es el niño, sin sospechar que está viendo a su hijo. Abigail se enternece al decirle Cheito que él
nunca podrá tener su ansiada bicicleta porque son pobres. Yo te La regalo., exclama Abigail, volviendo loco de alegría al niño, quien la ve
como a un hada madrina. Abigail señala una bicicleta, «esta es tuya. Quiero que te hagas la idea de que este regalo te lo está haciendo
tu propia madre», le pide Abigail sin saber que realmente es así. Abigail se llena de melancolía al saber que Cheito cumple al día
siguiente diez años, -«Diez años igual que mi hijos», piensa. Para celebrarlo, Abigail lo colma de regalos, para disgusto de Carlos Alfredo.
La siempre coqueta Viviana aprovechó un momento a solas con Carlos Alfredo para comentarle que Abigail lo dejaba demasiado tiempo
solo. Pensando en esto, Carlos Alfredo ve llegar a Abigail dichosa por haber hecho feliz a Cheito. Pero de súbito su dicha se torna tristeza
al recordar a su hijo. «Han pasado diez años y yo sin encontrarte, Carlitos Alfredo ¿Dónde estás?», piensa Abigail. Lentamente se le
acerca Carlos Alfredo y le comenta molesto: «Si nuestro hijo viviera, tendría la misma edad que tu Cheito». Abigail, dolida: «Qué triste
final para un día tan bello.» Carlos Alfredo, seductor: «El final del día lo pongo yo»—la abraza y la besa— «¡Quiero que tengamos otro
hijo, Abigail. Quiero un hijo nuestro!» Abigail lo mira turbada. La joven insiste en que eso no puede ser, ya que todavía siente un dolor
horrible por la tragedia que tuvo con su primer hijo. Carlos Alfredo la mira dolido: «¿TÚ me estas pidiendo que renuncie a tener hijos
contigo? ¿Me amas realmente, Abigail?». Desesperada, la joven responde: «Si, si, pero eso no te lo puedo dar. No sé si sobreviviría a un
nuevo embarazo.» «La trampa de Viviana» Viviana se muestra tan amable y seductora con Carlos Alfredo que éste acaba
confesándole que se siente solo. Abigail no le hace ni caso, pensando constantemente en su hijo perdido. Viviana consigue su propósito
cuando Carlos Alfredo la invita a acercarla con su coche al restaurante al que ella se dirige. Por la madrugada. Abigail ve llegar a su
marido, que ha tomado unas copas de más. Perpleja, la joven percibe que su camisa huele a perfume de mujer. Viviana piensa: «Ya di
el primer paso. Emborracharlo fue un punto a mi favor. Muy pronto lo tendré en mis, manos. Me será tan fácil, Abigail, robarte a tu
marido, muy fácil.» Al ir a comprar Las cosas que le encargó Carlota, Cheito sufre un pequeño trauma cuando el tendero, en un momento
de mal humor, le dice que él no va a mantenerlo y que lo haga su «verdadera madres». Carlota, nerviosa, evade como puede las
preguntas que después le hará el niño al respecto. María Clara ve su matrimonio peligrar al confesarle su marido, tras diez años de
matrimonio, que es estéril y nunca podrán tener hijos. Daniel siente que debe dejarla libre, por ello le pide el divorcio, pero María Clara
se opone, sugiriendo que podrían adoptar un niño. Más tarde, se preocupa al ver a su marido desmayarse ante ella. Viviana consigue que
Carlos Alfredo la acompañe a un piano-bar y allí se le declara abiertamente: «Carlos Alfredo, me he enamorado de ti. Sólo sería feliz si tú
me amaras.» El joven se sorprende, pero ella lo envuelve, seductora: «Sólo te pido un beso. Sólo un beso y desapareceré de tu sida para
siempre.» Carlos Alfredo, cautivado, la besa apasionadamente. Las cosas se complican para él cuando al día siguiente, su propia hija lo
ve cogiendo de la mano a Viviana. La niña corre a contárselo a Abigail quedándose atónita. Bertha, sabiéndose culpable de que Abigail
perdiera a su hijo, se ha ido haciendo amiga de su nuera. Por ello, cuando Abigail le cuenta que sospecha de la infidelidad de Carlos
Alfredo. Bertha decide ayudarla a averiguarlo. Las sospechas se confirman cuando ella misma sorprende a su hijo besándose con
Viviana.
Próxima semana
¿Cómo reaccionará Bertha? ¿Encubrirá a su hijo? ¿Decidirá ¿este confesar a Abigail que le ha sido infiel? ¿Se separaran?
El sentimiento maternal es algo indescriptible, tanto que una mujer que no conoce a su hijo se puede sentir
irresistiblemente atraía hacia él. Eso es lo que le sucede a Abigail y Cheito, su hijo.
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ABIGAI L
Capítulo 14
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
El encuentro casual con Cheíto, un niño pobre de la misma edad que su hijo extraviado, refuerza en Abigail la obsesión por
encontrarle. Esa idea, junto a su negativa de tener más hijos, la distancia de Carlos Alfredo. La ambiciosa Viviana se
aprovecha de ello seduciéndole. Bertha se escandaliza al saber que su hijo es infiel a Abigail.
EL HIJO DE ABIGAIL, OBLIGADO A ROBAR PARA VIVIR
Por primera vez ciento asco, y es por ti», exclama furiosa Bertha a su hijo. Carlos Alfredo se arrepiente, «lo de Viviana es una locura. Yo
amo a Abigail. Te juro que pondré fin a estos». Al mismo tiempo. Abigail ha mandado llamar a Viviana para comunicarle que le prohíbe
salir los sábados por la noche y que se conforme con su día libre. Viviana, desafiante, le Contesta: «Saldré le guste a usted o no,
señorita.» «Entonces no hay nada más que hablar. Estás despedida», sentencia rotundamente Abigail. Inmediatamente Viviana le pide a
Carlos Alfredo que rectifique la decisión de su esposa. Al contestarle él que nada puede hacer para impedirlo y que lo mejor es que no se
vean más, Viviana le amenaza: «No me gusta que me utilicen. Si no me ayudas, correré a contarle lo nuestro a Abigail.» Carlos Alfredo,
acorralado, le promete que alquilará un apartamento donde podrán Verse. Ella se lo agradece con un apasionado beso, momento en que
entra Abigail y los sorprende, horrorizada. «El descaro de Viviana» Carlos Alfredo corre tras ella, intentando justificarse, pero Abigail,
llorando, manifiesta su dolor: «Esto es demasiado para mí, no me merecía tanto daño.» Temiendo que es un estorbo para su marido.
Abigail saca fuerzas de flaqueza y le ofrece el divorcio. Él lo rechaza, estrechándola entre sus brazos: «Te amo. Te pido perdón. Nunca
más volveré a traicionarte, lo juro.» Carlos Alfredo la besa con pasión. Abigail se resiste en un principio, pero vence el amor y se entrega
también al beso. Al día siguiente. Carlos Alfredo se muestra tajante con Viviana informándole que no quiere volver a verla. Ella intenta
seducirle de nuevo con sus besos, pero él la rechaza, entregándole luego un cheque con una fuerte suma de dinero. «Tú te lo pierdes. Yo
soy mejor que tu mujer. Volveremos a vernos. No te librarás de mi tan fácilmente», le advierte vengativa Viviana. Transcurren en la
historia seis años. Cheito ahora es un guapo adolescente que, debido a la pobreza que comparte con Carlota, se gana la vida vendiendo
lotería en las calles. Abigail le compra casualmente un décimo a la entrada de un teatro. Carlos Alfredo y la también adolescente Mariana
acababan de tratarle despectivamente. Abigail, ofendida, espeta a su marido: «Ese muchacho se parece mucho a ti. Bien pudiera ser el
hijo que perdimos.» Más tarde, Toto, amigo de Cheito, trata de convencerle para cometer un robo que les saque de la pobreza. En ese
momento, Cheito recibe la noticia de que Carlota ha sido atropellada. Se teme por su vida.
PRÓXIMA SEMANA
¿Morirá Carlota? ¿Se verá obligado Cheito a robar? ¿Robará en la casa de Abigail? ¿Será Carlos Alfredo chantajeado por Viviana?
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ABIGAIL
Capítulo 15
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
Han pasado seis años. Abigail y Cheito se encuentran casualmente al comprarle ella un billete de lotería a la entrada de un
teatro. Carlos Alfredo y Mariana acababan de tratarle despectivamente. Abigail, dolida, menciona a su marido que el joven
se parece mucho a él y que bien pudiera tratarse del hijo que extraviaron. Carlota sufre un grave accidente.
CARLOS ALFREDO, A PUNTO DE MATAR A SU PROPIO HIJO
El joven Cheito se encuentra cada vez más agobiado por los problemas derivados del atropello de Carlota. A la pobre mujer deben
amputarle una pierna y el médico le ha advertido que debe conseguir el dinero para el costoso tratamiento. Desesperado, Cheito se deja
convencer por Toto para robar en una casa y así conseguir el dinero que necesita. La mansión elegida para el robo resulta ser la de
Abigail. Viviana, perversa al máximo, decide extorsionar a Carlos Alfredo como única salida a sus penurias económicas. La joven se
presenta en la oficina de su antiguo amante, exigiéndole dinero. «Por tu bien dámelo. Si no, le contaré a tu hija un secreto: que es una
recogida.» Carlos Alfredo la mira con odio, con ganas de matarla, pero no puede hacer nada, sólo extenderle un cheque por valor de lo
que ella le exige. Viviana se marcha satisfecha, prometiendo volver a verlo. «El miedo de Abigail» Carlos Alfredo no logra disimular
ante su esposa su preocupación y acaba confesándole que alguien más sabe su secreto, Viviana. Le sugiere que digan la verdad a
Mariana, sin embargo, Abigail se opone. «No quiero que mi hija sufra como yo el trauma de ser una hija adoptada.» Más tarde, a solas
con Pastora, Abigail le comenta: «Sería capaz de matar a Viviana si llegara a hacerle daño a mi hija.» Abigail se encuentra relajada en el
sofá en penumbra, cuando de pronto ve una figura que avanza hacia ella y, asustada, grita presa del pánico. La figura se paraliza, se
enciende la luz y se ve a Carlos Alfredo en lo alto de la escalera apuntando con su arma al ladrón, que no es otro que Cheito. Al
reconocerlo, Abigail grita desgarrada: «No lo mates. ¡Es tu hijo! ¡Tu hijo!» Carlos Alfredo pregunta sorprendido por qué dice semejante
locura. Ella justifica: «Debe tener la edad de nuestro hijo, podría ser él» Cheito, temeroso, explica que él no es ningún ladrón, lo hizo por
salvarle la vida a su madre. Pese a todo. Carlos Alfredo pide a Pastora que avise a la policía. Cheito es encarcelado. Abigail, por su parte,
ha comprobado que el muchacho dijo la verdad sobre su madre y decide ayudarle. Abigail acude al hospital donde está Carlota y, al
verla, se queda muy impactada al reconocer a la mujer a la que un día regaló a su hijo, es decir, a Cheíto. Debe sacarlo de la cárcel.
Abigail se arrodilla ante su esposo suplicándole que retire la denuncia. Conmovido, él acepta a regañadientes, aunque sigue resistiéndose
a creer que ese muchacho pueda ser hijo suyo. Por su parte, María Clara sufre otro revés del destino cuando su marido es atropellado y
fallece a las pocas horas, dejándola viuda y sola en este mundo.
PRÓXIMA SEMANA
¿Descubrirá Cheito que Abigail es su madre? ¿Le contará ésta la verdad a su esposo? ¿Con cuál de sus madres se quedará Cheito? ¿Sera
capaz Viviana de hacerle daño a Mariana?
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ABIGAIL
Capítulo 16
RESUMEN CAPITULO Anterior
Abigail pasa del susto al asombro al descubrir que es Cheíto el ladrón que entró a robar en su casa. Carlos Alfredo avisa a la
policía y el joven es detenido, no sin antes explicar a Abigail que actuó a la desesperada para salvar la vida de su madre. En
su afán por ayudarle, Abigail se presenta en la clínica donde esté internada Carlota, reconociéndola como la mujer a la cual
regaló a su bebé, años atrás. Al fin ha encontrado a su hijo.
CARLOTA SOSPECHA QUE ABIGAIL QUIERE SEDUCIR A CHEITO
Ahora que ha encontrado a su hijo, Abigail vive sumida en un sueño de felicidad y colma de regalos a Cheíto, completamente en secreto,
ya llegará el día de contárselo todo a su marido: «Cuando haya estudiado y sea un hombre formado, entonces le diré a Carlos Alfredo:
Aquí tienes a nuestro hijo», comenta a Pastora. En contraste con su esposa, Carlos Alfredo vive una auténtica pesadilla. Viviana le exige
de nuevo más dinero por ocultar la verdad a Mariana sobre su adopción, pero esta vez también lo amenaza su compinche el Látigo.
Angustiado. Carlos Alfredo les tiende una pequeña trampa: a cambio del medio millón que le exigen, él les pide que firmen, ante notario,
un documento conforme dejarán de extorsionarle; si rompen el pacto los denunciará. Los delincuentes se oponen en un principio a firmar
algo que puede llevarlos directamente a la cárcel, pero les pierde la ambición de ganar un dinero fácil y firman. Abigail cuenta a Pastora
que ha comprado un apartamento a Cheito. Pero para acabar de pagarlo necesita vender el collar de diamantes que le regaló Carlos
Alfredo en su quinto aniversario de bodas. Bertha, que ha escuchado a media la conversación, se pregunta. «¿Para qué querrá tanto
dinero? ¿Qué apartamento será ése?» Perversa, Bertha comienza a imbuir en su hijo la sospecha de que Abigail tiene un amante. «Un
amor compartido» Carlota, todavía ingresada en el hospital, bendice a Abigail ante Cheito alabando su bondad, sin saber aún que es la
madre del muchacho. Pero las cosas cambian cuando Cheito le cuenta que la señora le ha regalado un apartamento. Carlota piensa lo
peor, «No vuelvas a ver a esa mujer. Esa señora se ha enamorado de ti, es una pervertida.» Cheito, en cambio, cree en la buena
intención de Abigail. Sin embargo, no puede desobedecer a su «madre», Carlota, y por eso se presenta ante Abigail explicándole lo
sucedido y despidiéndose ante ella para siempre. Temiendo perderlo de nuevo, Abigail decide contar toda la verdad a Carlota. En medio
de las ofensas de la mujer. Abigail, de pronto, rompe a llorar, exclamando: «¡Cheito es mi hijo! ¡Yo soy su madre!» Un poco más
calmada, Abigail le cuenta con detalle todo lo sucedido en el pasado. Carlota se rinde ante la evidencia pues le está diciendo la verdad.
Su primera pregunta es angustiosa, «¿me quitarás ahora a Cheito?». Abigail la abraza, «nunca haría eso. Ahora lo compartiremos».
Viviana ha conocido casualmente a Cheito en el supermercado, resultan ser vecinos. «Su cara me es familiar. ¿a quién se parece? Se
pregunta ella. Cuando ve al Látigo, éste le cuenta que quiere seguir chantajeando a los Ruiz, y que por ello investigarán su pasado. Mien
tras, a Carlos Alfredo le surge otro problema, su nueva secretaria es la madre de Mariana.
•:{)ALU SEMANA I
¿Sabrá Rosalba que Mariana es su hija? ¿Se decidirá Abigail a contarle la verdad a Cheito? ¿Descubrirá Bertha al amante
de Abigail? ¿Se enamorarán Mariana y Cheito?
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ABIGAIL
Capítulo 17
RESUMEN CAPÍTULO ANTERIOR
Abigail, feliz al reencontrar a su hijo, le regala un apartamento para que pueda vivir con Carlota. Esta malinterpreta el
gesto temiendo que quiera a Cheito como amante, por ello prohíbe al joven seguir viéndola. Abigail decide contarle a
Carlota toda la verdad, que es la madre del muchacho. A partir de ahora ambas compartirán su amor por Cheito. Con tanto
secreto, Bertha sospecha que su nuera tiene un amante.
MARIANA SE ENAMORA DE CHEITO
Mariana escucha casualmente una conversación telefónica de su madre con Cheito en la que ésta comenta: «Yo lo único que deseo es
que me quieras, que llegues a sentir este afecto tan profundo que yo ciento por ti. Bueno, nos vemos mañana en el apartamento.
Adiós.» Escandalizada. Mariana se convence de que su madre tiene un amante secreto. Del impacto sufre un desmayo que alarma a
Carlos Alfredo enormemente. Más tarde. Mariana le cuenta lo sucedido a su abuela y ambas deciden averiguar por su cuenta. Consiguen
el número de teléfono del apartamento mirando la agenda de Abigail y Mariana se decide a llamar a Cheito, decidida a conocer al amante
de su madre. El joven contesta y se extraña al escuchar: «Hola, yo soy una amiga, bueno, en realidad tu no me has visto nunca, pero yo
quiero conocerte. Es decir, si tu no tienes miedo de conocerme», pregunta Mariana con segundas intenciones. Cheito contesta
ingenuamente: «A una muchacha de voz tan bonita no se le puede tener miedo». Ambos quedan citados en un colegio al día siguiente.
La sorpresa de Abigail La cita se cumple. Entre ambos surge enseguida una mutua atracción. Mariana, curiosa, le pregunta si es
millonario. El le explica que antes no, pero ahora tiene de todo, «gracias a una señora muy buena que me quiere mucho y me lo da
todo...». Mariana, con lágrimas en los ojos se disculpa y sale corriendo. El la ve alejarse triste, enamorado, sin entender su reacción. Al
día siguiente, Mariana telefonea de nuevo a Cheito, pero cuelga al oír la voz de su madre. Lo intenta de nuevo y esta vez se pone el
joven. Este la invita a una fiesta, pero ella rehúsa sin saber qué excusa poner. Cheito cuenta a Abigail que se está enamorando de una
chica preciosa. Abigail se alegra por su hijo, sin saber que se trata de Mariana. Viviana y el Látigo ríen satisfechos al sospechar que
Abigail es amante de Cheito, Con eso se harán ricos a costa de los Ruiz. Carlos Alfredo y Abigail están sorprendidos con el súbito cambio
de carácter de Mariana, quien no pierde oportunidad de ofender a su madre como secreta represalia a su infidelidad. Rosalba, con mucha
discreción, le pregunta a Carlos Alfredo si es cierto que Mariana es adoptada; él le confiesa que así es, Torturada por un presentimiento.
Rosalba se entrevista con la madre superiora del orfelinato donde dejó a su hija, pues quiere saber quién la adoptó, la mujer no puede
desvelar el secreto y Rosalba se marcha llorando amargamente. Luego, a solas, la madre Piedad descubre horrorizada que Carlos Alfredo
es el padre adoptivo de la hija de Rosalba. Mientras, durante una cruda discusión con su madre. Mariana le echa en cara que tenga un
amante. Abigail se queda petrificada.
Próxima SEMANA I
¿Contará Abigail la verdad a su hija? ¿Lo sabrá también Carlos Alfredo? ¿Cómo reaccionara Mariana al saber que se ha enamorado de su
hermano? ¿Intentará sor Piedad reunir a Rosalba con su hija?
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ABIGAIL
Capítulo 18
RESUMEN CAPÍTULO ANTERIOR
Tras escuchar una conversación telefónica de su madre, Mariana deduce que ésta tiene un amante y, compinchada con su
abuela, decide saber quién es. Averigua el teléfono de Cheito y lo llama, concertando una cita, en la cual ambos comienzan
a enamorarse. Abigail, ajena a la «investigación» de su hija, se queda perpleja cuando ésta le reprocha que tenga un
amante.
ABIGAIL CONFIESA A MARIANA QUE CHEÍTO ES SU HIJO
Abigail responde con evasivas a la pregunta de su hija. Mariana, más confundida todavía se las ingenia para hacerse novia de Cheito e
invitarle a una fiesta organizada por ella en su casa, con la que pretende desenmascarar a su madre. Tras recibir de nuevo la visita de
Rosalba, la compasión se impone a las dudas y la madre Piedad acaba comunicándole que su hija fue adoptada por Carlos Alfredo y su
esposa. Ha llegado la gran noche de la fiesta. Rosalba aprovecha la excusa de llevar a su sobrina Mayra, para ver a su hija por primera
vez desde que la dejó en el orfanato. Pero el «shock» es tan fuerte que Rosalba se desmaya en cuanto la ve. Mariana disfruta viendo las
caras de sorpresa de Cheito y Abigail al encontrarse. Esta recomienda al muchacho que se marche antes de que lo vea Carlos Alfredo.
Mariana se enfurece al ver que su novio se ha ido y no tarda en telefonearle para averiguar el motivo. Cheito, con gran esfuerzo al tener
que mentir, le confiesa que está enamorado de la señora que lo visita todos los días. Mariana lo insulta, sumida en un ataque de llanto.
En ese momento llega Abigail pero su hija no quiere verla. «Fuera de mi vida! No quiero oír tus mentiras» Abigail se presenta en el
apartamento de Cheito dispuesta a saber cómo conoció a su hija, sin saber que ésta la ha seguido. Le abre Carlota, quien enseguida le
muestra su preocupación porque Cheito esta enamorado de su propia hermana. Abigail le aclara que Mariana es adoptada, pero calla al
ver aparecer a Cheito. Este se disculpa por haberse enamorado de su hija, sin saberlo. «Yo no me opongo a ese amor, Cheito, por el
contrario, me llena de felicidad», asegura Abigail orgullosa, cogiéndole por las manos. De pronto entra Mariana y, al sorprenderlos de tal
guisa, sufre un histórico ataque de celos: «¡Los odio, los odio a los dos! Ahora mismo se lo voy a contar todo a mí papá», grita. Abigail la
saca a rastras y ya, a solas, decide contarle la verdad. «Soy la mama de Cheito. El es el hijo que hace dieciséis años yo regalé. Cheito es
mi hijo.’. Mariana se queda lívida. Abigail continúa contándole toda la verdad, sin escatimarle ningún detalle. Mariana la abraza,
arrepentida, pidiéndole perdón. Tras reflexionar. Mariana decide formalizar su compromiso con Juan Carlos, pues no puede seguir
amando a su propio hermano y se apresara a terminar con Cheito. Se marcha corriendo entre lágrimas tras anunciarle que se casará con
otro. Más tarde, Abigail escucha impotente cómo su hija le pide que le cuente a Cheito la verdad sobre el parentesco entre ellos.
Entretanto, Carlos Alfredo recibe un anónimo: «Tu mujer te engaña con otro.»
Próxima Semana
¿Averiguará Carlos Alfredo que su mujer tiene un amante? ¿Se separará de ella por esto? ¿Contará Rosalba la verdad a su hija? ¿Sabrá
Cheito que Mariana es su hermana?
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ABIGAIL.
COLECCIONABLE
Capítulo 19
Tras recibir llamada anónima. Carlos Alfredo contrata los servicios de un detective que te confirma que Abigail tiene un,
amante de 6 años
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
Mariana consigue hacerse novia de Cheito. La madre Piedad informa a Rosalba de que los Ruiz adoptaron a su hija. Mariana
sigue a su madre hasta el apartamento de Cheito y los sorprende cogidos de la mano, malinterpretando la situación. Abigail
se ve obligada a confesarle que Cheito es su hijo. Ahora que sabe que son hermanos. Mariana rompe su noviazgo con el
joven.
CARLOS ALFREDO ABANDONA A ABIGAIL
En la historia aparece un nuevo personaje, la perversa María Begoña, de carácter totalmente opuesto a su bondadosa hermana gemela,
María Clara. La ambiciosa mujer se opone a que su acaudalado y moribundo tío, Joaquín, incluya en su testamento a su también sobrina
Lucía y piensa impedirlo a toda costa. El Látigo se presenta de noche en casa de los Ruiz con su venenosa culebra al cuello y amenaza a
Abigail con contarle a su marido lo de su amante Cheito si no le da el dinero que le pide. Abigail acepta el chantaje para que la deje en
paz. Pero el Látigo quiere seguir sacándoles dinero y telefonea a Carlos Alfredo, sin decir quién es, asegurándole que su mujer le es infiel.
Carlos Alfredo, cansado de recibir anónimos y del comportamiento extraño de su mujer, decide contratar los servicios de un detective
para que siga a Abigail. Efectivamente, el detective Balaguer la sigue hasta el apartamento, y allí, Viviana, muy oportuna, le cuenta que
«la señora visita a su amante». Antonieta, la hermana de Rosalba, está decidida a contarle a Mariana la verdad sobre sus verdaderos
padres. La aborda en el instituto, pero no puede decirle nada porque la joven debe entrar en dase, no obstante quedan para verse al día
siguiente. Grande es el impacto de Carlos Alfredo cuando ve por primera vez a María Begoña, a la que había confundido con su
hermana.
Ella, muy seductora, y después de una breve conversación, se despide insinuantemente, Más tarde, María Clara se sorprende al contarle
su gemela que está decidida a conquistar a su atractivo ex marido, Carlos Alfredo. Los celos de Carlos Alfredo Balaguer revela a
Carlos Alfredo todo lo que ha descubierto sobre Abigail: que vendió sus joyas para comprar un lujoso apartamento y que se ve allí con un
amante. El detective actúa juiciosamente al negarse a darle la dirección del apartamento al alterado Carlos Alfredo. Pero éste la consigue
pidiéndosela a Bárbara, que no duda en traicionar una vez más la confianza de su amiga Abigail. Viviana ve llegar a Carlos Alfredo al
apartamento y no tarda en contarle: «Tu mujer te engaña con un muchachito de dieciséis años» Carlos Alfredo se aleja del lugar no
pudiendo soportar la vergüenza. Lleno de celos e ira, se enfrenta a Abigail nada más llegar a casa exigiéndole que le confiese la verdad
sobre su amante. Ella lo niega, pero él no la cree. «NO necesito justificarme, Carlos Alfredo. Sé lo que hago y no pienso sacarte de tu
asquerosa duda. Que confíes en mí es lo que te ofrezco», contesta firme Abigail. Carlos Alfredo la mira con des precio: «Entonces me voy
de esta casa, no voy a continuar viviendo al lado de una mujer tan baja como tu» Abigail intenta abofetearle pero él lo impide.
Próxima Semana
¿Se divorciará Carlos Alfredo de Abigail? ¿Lo seducirá Maria Begoña? ¿Matara esta a su tío por el dinero de la herencia? ¿Cómo
reaccionará Mariana al saber por Antonieta que es Adoptada?
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ABIGAIL
Capítulo 20
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
Carlos Alfredo se ve humillado por Viviana cuando ésta confirma sus sospechas: Abigail lo engaña con Cheito. La perversa
Maria Begoña, hermana gemela de Maria Clara, conoce a Carlos Alfredo y se propone conquistarlo. Antonia, hermana de
Rosalba, está dispuesta a contarle su verdadero pasado a Mariana. Carlos Alfredo se enfrenta a Abigail, exigiéndole una
explicación que ella se niega a darle.
ABIGAIL CONFIESA A SU MARIDO QUE CHEITO ES SU HIJO
Maria Begoña logra quedarse a solas con su moribundo tío y provoca su muerte, asfixiándolo con una almohada, para evitar que éste
pueda efectuar algún cambio en el testamento a favor de Lucía y quitarle así parte de su herencia. Muy lejos de allí, Mariana, todavía
afligida por la tensa situación de sus padres, recibe la visita de Antonieta, quien sin reparo alguno le divulga a la joven la verdad sobre su
origen. Mariana, confusa y desesperada, sale huyendo sin poder asimilar que Rosalba Maldonado sea su verdadera madre. Carlos Alfredo,
solo en su oficina, ve aparecer inesperadamente a su hija, quien sumamente alterada le pregunta si es verdad que ella es adoptada. «Si
por mí fuera no se lo hubiera dicho nunca. ¿No te das cuenta de que tú eres mi hija?», le explica el. Mariana, llorando, grita antes de salir
corriendo: «Olvídense de mi, nunca les voy a perdonar a ninguno de los dos esta mentira.» Mariana, confusa, camina sin rumbo. Acaba
perdiéndose y tiene la mala fortuna de tropezar con el Látigo. Este, reconociéndola, finge querer ayudarla y se la lleva a su casa. Allí le
explica a Viviana su plan de secuestrar a la joven. Abigail, con la esperanza de encontrar a su hija en el apartamento de Cheito, se
presenta allí y pone al corriente a Carlota de lo sucedido. Esta escucha muy impresionada cómo Abigail, decidida y sin pensar en los
sentimientos de Carlota, le expresa su decisión de llevarse a su hijo y a Mariana a Puerto Rico por un año. Más tarde, Carlota despierta
en plena noche a Cheito y le obliga a mudarse con ella, mintiéndole. «Abigail nos echa de este apartamento. Ya no te quiere, Cheito.» Un
nuevo romance Mariana, al enterarse de las intenciones de los malhechores, logra escaparse de ellos corriendo hacia la calle: allí
consigue que un joven con moto le ofrezca llevarla a casa. La alegría reina en casa de Abigail al ver a Mariana a salvo. Bertha, tras salir
del hospital, visita a Rosalba. Esta escucha desgarrada sus insultos y su temible advertencia: «Enseñaré a mi nieta a odiarte.» Rosalba
llora desconsoladamente. Abigail hace un último esfuerzo por encauzar su matrimonio y se presenta en la oficina de su esposo,
confesándole que Cheito es su hijo. «Es nuestro hijo, por eso lo he protegido, para hacer de él un hombre decente del que te sintieras
orgulloso.» Carlos Alfredo no la cree y sin más la toma por el brazo y la saca a rastras de la oficina. «¡Adiós! Para mí sigues siendo una
mentirosa», exclama, cerrando la puerta. Más tarde, María Begoña pone en práctica su plan de seducir a Carlos Alfredo cuando lo besa y
él responde abiertamente.
Próxima Semana
¿Podrá probar Abigail que Cheito es su hijo? ¿La traicionara Carlota ante Carlos Alfredo’ ¿Pedirá éste el divorcio? ¿De qué nueva bajeza
será capaz la perversa María Begoña?
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ABIGAIL
Capítulo 21
RESUMEN CAPÍTULO ANTERIOR
Antonieta revela a Mariana su verdadero pasado. La joven se presenta ante su padre y éste le confirma que es adoptada.
Mariana sale corriendo gritando que jamás les perdonará. Caminando sin rumbo, Mariana tropieza con el Látigo y éste se
la lleva fingiendo ayudarla. Al conocer Las intenciones de éste de secuestrarla, Mariana se escapa y regresa con sus padres.
Abigail confiesa a su marido que Cheito es su hijo, pero Carlos Alfredo la llama mentirosa.
CARLOS ALFREDO, BORRACHO, INTENTA MATAR A CHEÌTO
Con la ayuda de su hija, Abigail convence a Carlos Alfredo para ir juntos en busca de Cheito y demostrarle que es su hijo. Mientras,
Carlota es advertida por Chela de que Abigail se dirige a su apartamento. Cheito, sin saber lo que está pasando, es obligado por su
madre adoptiva a esconderse con el pretexto de que la Policía lo esta buscando. Al llegar el matrimonio Ruiz, Chela les dice que Carlota y
Cheito se marcharon de la ciudad. Abigail, como último recurso, pide a la mujer que explique la verdad sobre su relación con Cheito.
«Ella lo mantiene, le da todo lo que él quiere, es su amante, pues», asegura. Abigail la mira sin entender que la mujer miente apoyando
así a Carlota. Carlos Alfredo, deshecho y humillado, sale del apartamento sin atender las súplicas de Abigail. Más tarde, María Begoña,
vistiendo el hábito de Maria Clara, se hace pasar por ella ante Carlos Alfredo contándole que una vez Abigail le confesó «que su hijo nació
muerto. Abigail nunca regaló a su hijo, lo enterró. Esa es la verdad». Carlos Alfredo agradece a la falsa María Clara su sinceridad
contándole que ahora se siente muy solo. «Busca la amistad de mi hermana María Begoña, sé que ella sabrá comprenderte y
posiblemente amarte», le aconseja hipócritamente. La gran mentira de Carlota Abigail descubre que Carlota y Cheito no se han ido de
la ciudad y acude a verla para pedirle una explicación. Carlota, temerosa de perder a su hijo adoptivo, decide mentirle. «Señora Abigail,
Cheito no puede verla mas. El se ha enamorado de usted. La ve como una mujer deseable.» Abigail se marcha destrozada. Por su parte.
Carlos Alfredo ha abandonado su casa comunicando a Abigail su intención de pedir el divorcio. Por la noche, Carlos Alfredo, borracho, se
presenta en el barrio de Cheito armado con una pistola dispuesto a matarlo. Afortunadamente, Chela le ve y consigue convencerle de que
Cheito se fue lejos. Carlos Alfredo se presenta en casa de María Begoña y ésta lo lleva al apartamento de Álvaro. Al día siguiente, María
Begoña se presenta ante Abigail con la excusa de comunicarle dónde se encuentra su esposo, aunque en realidad sólo quiere conocerla
para saber contra quién lucha. Se gana su Confianza sugiriéndole que se dirija a la maternidad donde nació Cheito, puesto que allí
encontrará la partida de nacimiento. Abigail le agradece el consejo sin saber que María Begoña se presenta en la maternidad vestida de
monja y sustrae la única prueba de que Cheito es el hijo de Abigail y Carlos Alfredo: la hoja del registro de nacimiento. Mientras, Álvaro,
en complicidad con María Begoña, se dispone a conquistar a Abigail utilizando a Cheito.
Próxima Semana
¿Descubrirá Abigail el juego sucio de María Begoña? ¿Se resignará a perder a Cheito? ¿Se arrepentirá Carlota de haber mentido?
¿Seducirá Álvaro a Abigail?
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ABIGAIL
Capítulo 22
RESUMEN /
CAPÍTULO ANTERIOR
A petición de Carlota, Chela miente ante Carlos Alfredo y Abigail, asegurando que ésta y Cheito son amantes. Humillado,
Carlos Alfredo le pide el divorcio. Más tarde, Abigail sale llorando destrozada de casa de Carlota al decirle que Cheito se ha
enamorado de ella. María Begoña roba la partida de nacimiento de Cheito, la última prueba que le quedaba a Abigail.
MARIANA, CONDENADA A MORIR POR UNA TERRIBLE ENFERMEDAD
Tras el susto que les causó el repentino desmayo de Mariana, sus padres decidieron que se sometiera a un chequeo con el doctor
Miranda. Este comprueba desolado los exámenes clínicos: Mariana sufre una grave enfermedad mortal. Una nueva treta del destino se
interpone entre el matrimonio Ruiz. Carlos Alfredo y Abigail separadamente, deciden ir al archivo de la maternidad para averiguar si
están registrados los nombres de los padres de Cheito en su partida de nacimiento; una vez allí, Abigail sale descorazonada al comprobar
la ausencia del registro. Más tarde, Carlos Alfredo, en compañía de Álvaro, después de saber que su esposa acaba de estar allí, cree que
fue ella quien se llevó el documento donde se demostraba que su hijo nació muerto. «Ahora sí estoy completamente seguro de que
Cheito es su amante», afirma enfurecido Carlos Alfredo. Tras hablar con el doctor, Carlos Alfredo llega a su casa y. llorando
desconsoladamente, informa a los allí presentes, Abigail, Guillermo, Bertha y Álvaro, que Mariana está condenada a morir. El impacto es
tremendo en todos. Golpeada por amar a su hijo Abigail confía a Pastora su firme decisión de ir a hablar con Cheito y contarle que ella
es su madre. Al verla dispuesta a salir, Carlos Alfredo la toma por un brazo y trata de impedírselo, sabiendo que va a ver a su amante.
«Eres una indecente; claro que tú jamás has sido una mujer decente», la insulta. Abigail le da dos fuertes bofetadas; él la mira con
profundo odio y alza la mano para pegarle, pero Guillermo lo impide. Más tarde, Abigail se presenta en el edificio donde vive Carlota,
pero Maruca se interpone en su camino llamándola mujerzuela y golpeándola salvajemente ayudada por otras mujeres del barrio. Abigail
cae al sucio indefensa, sangrando por la nariz. Un vecino la saca de entre las fieras que le gritan: «¡No vuelvas más, desvergonzada!»
Cheito reacciona enfurecido contra Maruca cuando se entera de que golpeó a Abigail. La mujer pide ayuda a Pedro; este saca un cuchillo
amenazando al muchacho. Cheito coge el cuchillo que le tira el látigo, dispuesto a defenderse, pero la intervención de Carlota evita lo que
hubiera sido una pelea a muerte. Carlos Alfredo llega por la noche borracho a su casa e, impulsado por el deseo y a la vez el odio que
siente por su esposa, entra en su cuarto e intenta violada. Abigail grita asustada y su padre se presenta, logrando reducir de un puñetazo
a su yerno. Al día siguiente, un Carlos Alfredo muy distinto le pide disculpas a su mujer y la tranquiliza: «No volveré a ponerte las manos
encima, no merece la pena.» Abigail lo mira con rencor. Mientras, Lucía se apodera del documento que sustrajo María Begoña de la
maternidad, está dispuesta a devolvérselo a Abigail. I
11Ò1MÃÃNA
¿Logrará Lucía cumplir su propósito? ¿Cómo se vengara María Begoña de ella? Qué nueva circunstancia enfrentará a Carlos Alfredo y a
Cheito? ¿Intentará Rosalba llevarse a su hija tras saber que está enferma?
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ABIGAI L
Capítulo 23
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
Los Ruiz se descorazonan al saber que su hija tiene los días contados debido a una grave enfermedad. Abigail decide contar
la verdad a Cheíto, pero al acercarse a su edición es agredida por Maruca y otras vecinas de Carlota. Cheíto pelea a muerte
con el amigo de Maruca al enterarse de lo sucedido a Abigail. Sólo Carlota impide que ocurra una tragedia. Lucía roba a
María Begoña la partida de nacimiento de Cheíto dispuesta a devolvérsela a Abigail.
CARLOS ALFREDO JURA VENGARSE DE CHEITO
María Begoña se enfurece al contarle Álvaro que sorprendió a Lucía en casa de los Ruiz a punto de entregarles el documento, «‘Yo me
encargaré de esa demente», sentencia ella. Al día siguiente, Álvaro intenta ocultar sus celos cuando Abigail le informa que su esposo
comenzó de nuevo a dar clases en el instituto San Lázaro y evoca sus días de estudiante al lado del profesor Ruiz Abigail también le
expresa su deseo de encontrar un trabajo que le permita no depender de nadie. Álvaro, aprovechando el momento, le toma las manos y
le ofrece ser su secretaria. Abigail acepta encantada. Carlos Alfredo se queda un tanto confundido cuando Ninoska le revela que Abigail
intercedió ante la directora del centro para que pudiese entrar como profesor. Ya en su casa, le agradece a Abigail su ayuda. Ambos
están a punto de besarse cuando son interrumpidos por Bertha, anunciando al padre Agustín. Este, a solas con Abigail, le informa de la
decisión de Cheíto de inscribirse en el instituto San Lázaro, lo cual la horroriza. Abigail no sabe que Álvaro, con el propósito de ganarse
su amor, ya ha inscrito al chico con su apellido, presentándolo como su hijo, y que pagará sus estudios. Mientras, Carlos Alfredo se
sorprende cuando Mariana le suplica que no se divorcie de su mamá, «sería capaz de morirme si os separáis». Espantado por la palabra
muerte, le promete que retirará la demanda de divorcio. María Begoña recibe la visita de Carlos Alfredo, quien le explica que encontró
trabajo como profesor. Astuta y seductora, ella lo celebra dándole un beso con fiera pasión. Lentamente va creando en él una
dependencia hacia ella cuando éste, necesitado de dinero, acepta un cheque. La desesperación de Rosalba. Rosalba, desesperada por
tratar de encontrarle una cura a su hija, pide a Abigail que le deje llevarse a Mariana al extranjero. Esta, indignada y molesta por La
actitud exigente de Rosalba, rechaza tal idea, pidiéndole que se marche de su casa. Posteriormente, y tras haber encontrado el cheque
casualmente, Abigail se presenta ante María Begoña sin disimular sus celos y exigiéndole una explicación. Esta le miente asegurándole
que Carlos Alfredo se lo pidió como un favor. Además, se gana de nuevo su confianza contándole que conoció por fin a Cheíto. «Me
parece increíble que Carlos Alfredo no acepte que es su hijo. Si son idénticos. Intentaré convencerle de que es así, quizá a mí me
escuche». Abigail la cree y se disculpa por haberla juzgado mal. Entretanto, Carlos Alfredo, en su primer día de clase, ha reconocido a
Cheíto y se promete amargarle la vida como sea.
Próxima Semana
¿Se enfrentará Cheíto, con Carlos Alfredo? ¿Sabrá el joven que Abigail es su madre? ¿Volverán Mariana y Cheíto a ser novios? ¿Se
enterará la joven de su grave enfermedad?
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ABIGAIL
Capítulo 24
RESUMEN Capitulo ANTERIOR
Tras arruinarse como empresario, Carlos Alfredo decide regresar como profesor al instituto San Lázaro. Al descubrir entre
sus alumnos a Cheíto, al que cree amante de su esposa, jura que le hará la vida imposible. Ninoska le advierte que vaya con
cuidado con él, pues es el hijo de Álvaro, su antiguo socio. Este lo inscribió con su apellido para ganarse el amor de Abigail.
CHEÍTO, DESTROZADO PORQUE MARIANA SE MUERE
Carlos Alfredo no tarda en culpar a Abigail de haberse aliado con Álvaro: «Le pusieron, a ese delincuente el apellido de Álvaro para
burlarse de mí, me traicionaron.» Abigail le mira desafiante: «Se lo pusieron porque tú no le quieres dar tu apellido que es el que le
corresponde. Porque él es tu hijo y toda la vida te lo voy a decir.» Carlos Alfredo la mira despreciativo: «No creo en ti, no sigas.» Él se
marcha y Abigail recibe en ese momento una llamada del Látigo chantajeándola de nuevo. Abigail está dispuesto a verse con el y toma la
dirección que le índica. Carlos Alfredo se ha presentado ante Álvaro reprochándole que lo haya traicionado dándole el apellido a ese
vagabundo. «Cheíto es tu hijo», contesta Álvaro. «Mentira», replica Carlos Alfredo. «Piensa lo que quieras. Amo a Abigail y la respaldo,
incluso dándole mi apellido a su hijo, ya que su padre no lo hace...», le replica Álvaro. Carlos Alfredo, furioso, se le echa encima, con
ánimo de agredirle, enzarzándose ambos en una rabiosa pelea, que sólo la oportuna intervención de María Begoña puede detener. «Esto
no termina aquí, traidor, prepárate», amenaza Carlos Alfredo. La valentía de Cheíto Abigail acude acompañada porsu amiga Matilde a
la cita con Látigo. Este y otro de sus compinches le exigen el dinero. Es entonces cuando Abigail saca su pistola del bolso y les amenaza:
«Estoy dispuesta a todo si no dejan de extorsionarme.» Los delincuentes se abalanzan sobre ella y en el forcejeo se dispara el arma,
hiriendo de gravedad a Matilde. Afortunadamente llegó la Policía, pero los maleantes lograron darse a la fuga. En la clínica, informan a
Abigail que su amiga ya no corre peligro, pero que perdió el hijo que esperaba. «Y todo por mi culpa», se lamenta llorando. Mientras,
Cheíto, tras escribir a Mariana una carta de amor, la coloca entre las hojas de un libro de la joven. Mariana llega a su casa y se le cae la
carta en el salón sin que ella la haya visto en ningún momento. Es Bertha quien la encuentra y tras leerla se la muestra a su hijo,
creyendo los dos inmediatamente que iba dirigida a Abigail. En el instituto, Carlos Alfredo, enloquecido, arremete violentamente contra
Cheíto, reprochándole la carta de amor. El joven, pensando que se trata de Mariana, le reitera su amor por ella, y le asegura que es
mutuo. Carlos Alfredo se retira enormemente furioso, dejando a Cheíto sin comprender el motivo de tan manifiesta oposición a su amor
por Mariana. Mientras, la joven ha empeorado, se encuentra en estado crítico. Tanto Carlos Alfredo como Abigail están destrozados por
un mismo dolor. Tras enterarse por Mayra de lo sucedido a su amada Mariana, Cheíto se presenta en casa de los Ruiz. Al verlo, Bertha
llama a gritos a Carlos Alfredo.
Próxima Semana
¿Cómo reaccionará Carlos Alfredo? ¿Sabrá al fin que el joven ama a su hija? ¿Morirá Mariana? ¿Se vengará el Látigo de Abigail?
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ABIGAIL
Capítulo 25
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
En medio de una profunda crisis en su matrimonio, Abigail afronta además la dolorosa enfermedad de su hija, que va
empeorando implacablemente. Cheíto se entera casualmente por Mayra del grave estado de salud de Mariana y no duda en
presentarse en su casa, sin importarle la airada reacción de Carlos Alfredo.
MARIANA SUPLICA A SU PADRE QUE NO LE DEJE MORIR
Las intenciones de Cheíto se frustran al ser expulsado de la casa por Carlos Alfredo. María Begoña, haciéndose pasar por amiga de la
familia, se queda charlando con la infortunada Mariana. En su maldad llega al extremo de confesarle fríamente a la muchacha que se está
muriendo. Mariana, valerosamente, le agradece ese gesto de confianza por haberle confesado la verdad. Abigail sufre enormemente
cuando Mariana le recrimina que no le dijera lo de su enfermedad. Más tarde, Carlos Alfredo, al enterarse por su esposa de que su hija
está enterada de todo, estalla de rabia: «Maldita sea, ¿quién se ¡o ha dicho? El doctor nos lo prohibió. Esto puede ser fatal para ella.»
Carlos Alfredo acude enseguida al lado de su hija y ésta, en medio de una crisis de llanto, le suplica: «Papá, no me dejes morir. No lo
permitas. Tengo mucho miedo.» El la abraza, completamente deshecho de dolor. La intrepidez de Cheíto El joven Cheíto,
desesperado por ver a su amada, se arriesga y entra sin ser visto en su casa. Lograr subir sigilosamente las escaleras, pero es
sorprendido por Pastora, quien lo convence para que se marche y no se busque más problemas. Álvaro aprovecha un momento a solas
con Abigail para declararle su amor: «Ayudo en lo que puedo a Cheíto porque es hijo tuyo, y todo lo tuyo me importa. Te amo, Abigail, Y
tu marido ya lo sabe.» En ese momento Pastora hace saber a Abigail que Mariana la está llamando. La muchacha, muy enfadada con
ella, la hace llorar al decirle que va a buscar a su verdadera madre. El llanto desconsolado de Abigail provoca el remordimiento de
Mariana y le pide perdón al tiempo que la abraza con mucha ternura. Carlos Alfredo se entristece al escuchar que Freddy le comunica que
dentro de una semana será hombre libre, estará divorciado de Abigail. El siente que aún está enamorado de ella, pese a todo. Mientras,
María Begoña, haciéndose pasar por una amiga de Abigail, le ofrece a Carlota, en nombre de la madre de Cheíto, una suma de dinero
para que ella y su hijo adoptivo se vayan lejos de la ciudad. Más tarde, Carlota, con el equipaje ya listo sorprende a Cheíto al contarle
que tienen que marcharse: «La policía te está buscando. Vámonos ahora.» Pero Cheíto se muestra tajante: «Mamá, yo no me muevo de
aquí Y ahora que Mariana está enferma menos que nunca.» Carlota, furiosa, discute con el joven y acaba confesándole, en medio dela
tensión, que ella no es su madre.
Próxima Semana
¿Sabrá Cheíto que Abigail es su madre? ¿Conseguirá ver a Mariana? ¿Empeorará el estado de ésta? ¿Cómo reaccionará Abigail ante su
inminente divorcio?
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ABIGAIL
Capítulo 26
, RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
María Begoña llega al extremo de revelar a Mariana lo de su grave enfermedad, provocando los reproches de la joven a
Abigail por ocultárselo. Carlos Alfredo, aún enamorado de su esposa, se entristece al saber que pronto estarán divorciados.
Carlota acaba confesando a Cheíto que no es su verdadera madre.
CHEÍTO SALVA LA VIDA DE MARIANA
EI ex novio de Mariana, Juan Carlos, consigue enfurecer a Cheíto al preferir una serie de ofensas contra Abigail, lo que le obliga a
abalanzase sobre él e iniciar una violenta pelea. Esto le cuesta a Cheíto ser expulsado del instituto a petición de Carlos Alfredo. Abigail
enterada de lo ocurrido trata de convencer al muchacho para que regrese al instituto y se disculpe para que lo admitan de nuevo:
«Cheíto, te lo pido como si fuera tu madre.» Abigail siente un escalofrío al oír la respuesta de su hijo: No mencione a esa señora. No la
conozco, pero le aseguro que la desprecio porque me trajo al mundo para después abandonarme.» Más tarde, Cheíto intenta de nuevo
ver a Mariana. Logra trepar hasta su habitación, pero una vez allí es sorprendido por Bertha. En su precipitada huida, el muchacho
tropieza con Guillermo. Dejándolo muy sorprendido al darse cuenta del extraordinario parecido físico que guarda con Carlos Alfredo.
Carlota se presenta inesperadamente ante Abigail suplicándole perdón por haberle hecho creer que Cheíto la amaba: «Usted no se
merece sufrir más a causa de su hijo Cheíto.» Bertha, que ha escuchado sin ser vista, comienza a llorar comprendiendo lo cruel que ha
sido con su nuera. El arrepentimiento de Bertha Más tarde. Bertha, de rodillas y muy sumisa, le pide perdón a Abigail, sintiéndose
muy arrepentida. En ese mismo instante Pastora entra gritando alarmada: «¡Mariana se muere! ¡Vengan enseguida!» Mariana ha sufrido
una crisis y debe ser trasladada al hospital. Mientras. Carlota ha ido a ver a Carlos Alfredo y trata desesperadamente de convencerle de
que Cheíto es su hijo, pero él se niega a creerlo: «No me mienta, usted está con fabulada con mi esposa.»En el hospital. Mariana, en su
delirio, no cesa de llamar a Cheíto, llenando de tristeza a Abigail. Entretanto, Cheíto no tarda en presentarse a verla tras enterarse del
empeoramiento de su enfermedad. Su amor por ella queda patente al ofrecerse a donarle su sangre, pues resulta ser la única válida.
Este noble gesto del joven logra conmover a Carlos Alfredo, pero aun así se niega a creer que sea su hijo, aunque esta vez traten de
convencerlo tanto Bertha como Guillermo. Lucía vive asustada por las continuas amenazas de María Begoña y por ello le pide ayuda a
Álvaro, quien se ofrece a ocultarla. Lucia, agradecida, le promete que conseguirá la partida de nacimiento de Cheíto, en poder de María
Begoña. Carlos Alfredo y Abigail discuten tras recibir los papeles del divorcio. Él le pide por última vez que le confiese que Cheíto es su
amante, pero ella, ofendida, se niega a responderle. Carlos Alfredo se marcha lleno de rabia mientras Bertha va tras él para convencerlo
de su error.
Próxima Semana
¿Conseguirá Bertha reconciliarlos de nuevo? ¿Se convencerá Carlos Alfredo de que Cheíto es su hijo? ¿Secuestrará Rosalba a su hija para
intentar salvarla? ¿Confesará Abigail a Cheíto que es su madre?
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ABIGAIL
Capítulo 27
RESUMEN CAPÍTULO ANTERIOR.
Carlota, arrepentida, confiesa a Abigail que Cheíto no está enamorado de ella. Esta conversación es escuchada por Bertha y
al fin se convence de que Cheíto es su nieto, pidiendo más tarde perdón a Abigail por no haberla creído. Pero Bertha
fracasa en su intento de convencer a Carlos Alfredo de que anule su divorcio Y acepte a Cheíto.
MARIANA QUIERE SUICIDARSE
Abigail, pensando en evitarle más disgustos a su hija, decide ocultar la verdad sobre el divorcio a Mariana. Esta vive unos breves
momentos de felicidad junto a Cheíto. El joven sufre al verla enferma, pero el amor de ambos vence a la tristeza. Carlos Alfredo, más
tarde, se dispone a irse a la casa, lleno de nostalgia, cuando ve llegar a María Begoña disfrazada con el hábito de su hermana gemela.
Haciéndose pasar por María Clara, le convence una vez más de la traición de Abigail: «Te engaña con Álvaro. Tu verdadero amor es
Begoña.» Carlos Alfredo sale de inmediato a buscarla. Más tarde, María Begoña comete la imprudencia de exigir a Carlos Alfredo que le
pida matrimonio. Ante la reacción de sorpresa de éste, ella comprende que se ha equivocado y lo manipula: «Veras, yo no quiero
forzarte, sólo busco hacerte feliz lo antes posible. Pero si no me quieres...» Carlos Alfredo le aseguro que no es eso: «Está bien, nos
casaremos, pero dame un tiempo. No quiero precipitarme.»El secreto de Rosalba. Rosalba sigue en su empeño de querer llevarse a
Mariana al extranjero para curarla. Llega incluso a contarle su intención a la muchacha, provocando en ella un gran impacto. «No quiero
separarme de mis padres. Ellos me necesitan», le explica Mariana a Rosalba se ve obligada a rechazarle que sus padres ya se han
divorciado, y que no puede hacer nada más por ellos. Para Mariana es un golpe muy duro y sufre un ataque nervioso que empeora su
estado. Rosalba, desesperada, convence a Guillermo de que la ayude a llevarse a Mariana del país y le confiesa que el verdadero padre
de Mariana es Álvaro, «pero te pido que guardes el secreto», le pide. La perversa María Begoña, tras saber que Mariana se encuentra en
la fase terminal de su enfermedad, va a verla y le miente diciéndole que tendrá un doloroso final: «Es terrible, pobrecita mía. Tan joven y
tener que sufrir tanto.» Sibilinamente, la convence de que es un estorbo para todos, cuidándose de que ella no diga nada por eso
después. Ya a solas, Mariana grita desesperada que la dejen morir. Abigail se angustia al saber que Mariana no quiere seguir viviendo y.
ante su temor, la consuela y le ofrece su apoyo. Poco después llega Álvaro, quien informa a Abigail de los problemas que tiene Cheíto en
el instituto. Como solución, le ofrece casarse. «Abigail, casémonos y nos iremos del país a comenzar una nueva vida.» Pero ella no
acepta por no dejar sola a Mariana. I
PRÓXIMA SEMANA
¿Aceptara Abigail la propuesta de Álvaro? ¿Intentará .Mariana suicidarse? ¿Descubrirá Álvaro que Mariana es su hija?¿Logrará Rosalba
llevarse a Mariana al extranjero?
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ABIGAIL
Capítulo 28
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
María Begoña consigue que Carlos Alfredo le pida matrimonio. Rosalba pide ayuda a Guillermo para sacar a Mariana del
país, al tiempo que le confiesa que Álvaro es el, padre de la muchacha. Este propone matrimonio a Abigail e iniciar una
nueva vida los dos junto a Cheíto. Mariana desea suicidarse.
ABIGAIL ABANDONA A CARLOS ALFREDO Y SE COMPROMETE CON ALVARO
María Begoña se enfurece con Álvaro cuando la acusa de haberse disfrazado de María Clara para perjudicar a Cheíto y la amenaza
exigiéndole la hoja de maternidad del muchacho. «Esta traición te puede costar muy cara. Álvaro», le advierte ella. Más tarde. Lucia y
Álvaro, sintiéndose amenazados por María Begoña, deciden buscar ellos mismos el ansiado documento. Álvaro lo necesita para conquistar
a su amada Abigail. Por fin lo consiguen, convenciendo a Leandra, la sirvienta de María Begoña, para que les dé el documento. Abigail se
llena de felicidad cuando Álvaro le anuncia que ya tiene la hoja y que se la mostrará a Carlos Alfredo. Así es, Álvaro visita a Carlos
Alfredo y éste se queda lleno de remordimientos cuando se convence de que Cheíto es su hijo. Abigail se entera por el propio Álvaro de
que Carlos Alfredo aceptó a Cheíto. «Aun así ya no queda nada entre nosotros—le explica Abigail—. Todo terminó.»Álvaro aprovecha para
declararle su amor una vez más. La extrañeza de Cheíto Al regresar a su casa, Abigail encuentra a Carlos Alfredo esperándola, quien,
desesperado por su error, le suplica que lo perdone. Abigail se debate entre el amor que siente por él y su dignidad, pero acaba
venciendo ésta. Cuando él trata de besarla, ella lo aparta bruscamente: «Entre nosotros ya no existe naja. Mi futuro está al lado de
Álvaro.»Sólo por orgullo abandona Abigail a Carlos Alfredo, la ha humillado demasiado. Álvaro se muestra feliz cuando ella le asegura
que, terminó con Carlos Alfredo. Él se acerca seductor para, besarla, pero ella se aparta. Álvaro oculta su enojo y afirma que la
comprende. «Te daré tiempo para que le olvides y puedas amarme.»Carlos Alfredo deja una nota a Cheíto pidiéndole perdón por haberle
amargado la vida. El muchacho no entiende el cambio de actitud de su profesor. Mientras, Bertha está decidida a contarle toda la verdad
a su nieto, ya que Carlos Alfredo no se atreve por el momento. Pero Abigail se lo impide, teme que Cheíto no pueda perdonarle su
abandono y Lo pierda para siempre. Rosalba, desesperada, se aprovecha de la situación y amenaza a Abigail con decirle la verdad a
Cheíto si no se le da el permiso para llevarse a Mariana. Abigail, furiosa y angustiada, se niega y le recuerda que la patria potestad la
tiene Carlos Alfredo. Rosalba decide ir a hablar con él. María Begoña, disfrazada otra vez de María Clara, visita a Abigail con intenciones
perversas.
PRÓXIMA SEMANA
¿De qué será capaz ahora María Begoña? ¿Adoptará Carlos Alfredo a Cheíto’ ¿Vencerá la enfermedad a Mariana?
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ABIGAI L
Capítulo 29
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
En complicidad con Lucía, Álvaro sustrae de casa de María Begoña el certificado de nacimiento de Cheíto. Álvaro se lo
muestra a Carlos Alfredo y éste no tiene más remedio que reconocer que Cheíto es su hijo y disculparse ante Abigail, pero
ésta, despechada, le asegura que ya es tarde: desea comenzar una nueva vida al lado de Álvaro. Cheíto no entiende el
cambio de actitud de su profesor después de recibir una nota en la que Carlos Alfredo se disculpaba por su crueldad con él.
ABIGAIL PROMETE CASARSE CON ALVARO
María Begoña vuelve a hacerse pasar por su hermana, la adorable monja María Clara, para consolar falsamente a Abigail, ahora que ha
abandonado a Carlos Alfredo, y aconsejarle: «Tu futuro está ahora al lado de Álvaro. Cásate con él y llévate a Cheíto antes de que lo
haga Carlos Alfredo. Seguro que intentará quitárselo.» Dejando preocupada a Abigail por esta posibilidad acude a ver a Mariana,
convenciéndola para que pida a su madre que se case con Álvaro. Así lo hace y Abigail acaba prometiéndoselo sin poder contener el
llanto. Poco antes el doctor le ha comunicado el empeoramiento del estado de Mariana, temiendo que pronto entre en estado de coma.
Abigail, pues, se tortura pensando que pronto se quedará sola con Cheíto, un hijo que. si supiera la verdad, comenzaría a odiarla.
Impulsada por estos pensamientos y, para cumplir su promesa, le pide a Álvaro que se case con ella cuanto antes, convirtiéndolo en el
hombre más feliz del mundo. Álvaro se acerca a darle un apasionado beso, al que ella corresponde como una autómata, sin deseo, Carlos
Alfredo entra en ese momento y se consume de celos al verlos. Y sobre todo cuando Álvaro le anuncia su próxima boda. El amor de
Cheíto Más tarde, Carlos Alfredo se desespera por la boda de Abigail. Matilde y Freddy le aseguran que podría impedirla, pues Abigail
aún sigue amándolo. Pero él no lo cree así y exclama: «Yo tengo la culpa de todo —se lamenta—. Por creer en las mentiras de María
Clara.» Furioso con ella., Carlos Alfredo saleen su busca para reprocharle su maldad. Mientras, María Begoña paga a Maruca para que
contrate a dos rufianes y asusten a Cheíto y a Carlota, obligándolos así a irse lejos. Maruca contrata los servicios de el «Látigo». Tras
escuchar horrorizada los airados reproches de Carlos Alfredo. María Clara acude a ver a su hermana gemela, sabiéndola la verdadera
culpable de todo. María Begoña le ruega que no le diga la verdad a Carlos Alfredo, justo cuando entra en ese momento. María Clara calla
para salvar a su hermana y soportar de nuevo los insultos del ofuscado Carlos Alfredo, sufriendo en su fuero interno porque aún lo ama.
Tras haber estado con Mariana, Cheíto regresa a su casa, encontrándose con el apartamento destrozado y Carlota tendida en el suelo,
como muerta. Vencido por la adversidad. Carlos Alfredo acaba firmando en secreto a Rosalba la autorización para que se lleve a Mariana
al extranjero. Rosalba logra llevársela pese a los ruegos de Bertha, quien no puede creer que su hijo le haya firmado esa autorización. Al
ver que se lleva a su nieta. Bertha exclama: «Rosalba, ¡serás la culpable de la muerte de su propia hija!» Abigail se Lleva un gran susto
al no encontrar a su hija y creerla muerta. Al enterarse de lo sucedido, llena de odio y sin oír las explicaciones de Carlos Alfredo, lo echa
de su casa y de su vida para siempre.
PRÓXIMA SEMANA
¿Se salvará Carlota? ¿Cómo reaccionará Cheíto al saber que se llevaron a Mariana? ¿A dónde la llevará Rosalba?
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ABIGAI L
Capítulo 30
RESUMEN
CAPÍTULO ANTERIOR
Abigail se muestra firme en su decisión de casarse con Álvaro, aunque actúa así por despecho. Carlos Alfredo vive esa
decisión con celos, pues aún sigue amándola. Carlota es golpeada brutalmente por unos matones pagados por María
Begoña. Carlos Alfredo acaba firmándole a Rosalba la autorización para que se lleve a Mariana del país y Abigail, al saberlo,
lo echa de su casa con odio.
Esta vez Cheíto es acusado de forma injusta y sin pruebas de haber robado en la tienda de Joao; el hurto lo ha cometido el «Látigo.
CHEÍTO, ACUSADO INJUSTAMENTE DE LADRÓN
El joven y atractivo Cheíto sigue sufriendo el acoso sentimental de la obstinada Silvia, empeñada en seducirlo. La joven aprovecha la
soledad de Cheíto para acercársele seductora y cariñosa, pero él la rechaza porque sólo piensa en Mariana. Lejos de allí, Mariana acaba
de llegar a Nueva York con su verdadera madre, Rosalba. Esta se desespera porque la muchacha puede morir en cualquier momento; a
pesar de los riesgos, decide operarla en la mejor clínica de la ciudad. Carlos Alfredo ha pasado la noche con María Begoña, pero ahora
desea ir a ver a Abigail para hablar de Cheíto. María Begoña se enfurece porque sabe que sólo es una excusa y que él sigue amando a su
ex mujer. Mientras, Abigail se deshace en lágrimas recordando a Mariana; se siente decepcionada por la vida, ni siquiera puede apoyarse
en su hijo porque sabe que éste odia a la madre que lo abandono. Más tarde, Carlos Alfredo advierte a Abigail que su situación con
Cheíto no puede continuar así. «Voy a contarle toda la verdad, te guste o no», sentencia. Ella se lo prohíbe y le recrimina sus errores:
«¿Vas a decirle que tú, el hombre que casi lo lleva a la cárcel, eres su padre? Hazlo si quieres, así te odiará todavía más.» Carlos Alfredo,
súbitamente y sin poder ocultar su amor, le confiesa que la ama: «Eres la única mujer a la que quiero. Me haría feliz que aceptaras
casarte conmigo de nuevo.»Abigail, confundida en un principio, acaba rechazándole: «Ahora ya es tarde, amo a Álvaro Y voy a vivir con
él.» Carlos Alfredo comprende que ha perdido la batalla y se marcha. Mariana se recupera Rosalba se llena de felicidad al saber que la
operación terminó y que su hija sigue con vida. Su estado es crítico y todavía existe el peligro de que muera, pero ya ha pasado lo peor.
La alegría por su nieta hace que Guillermo llame a escondidas a casa de Abigail para dar noticias de Mariana. Le asegura a Bertha que la
muchacha vive y que está recuperándose, pero se niega a revelar dónde se encuentra. Cheíto decide pedirle dinero prestado al «Látigo»,
sin saber que en ese momento está robando en la tienda de Joao. Más tarde, se descubre el robo, justo cuando Cheíto se encuentra en el
establecimiento, por lo que inmediatamente lo acusan de ladrón. Joao está decidido a denunciar a Cheíto pese a que éste asegura ser
inocente. El deseo de quedarse para siempre con Mariana hace que Rosalba se vuelva cruel y no le importe hacer sufrir a Abigail. Esta
sufre un gran impacto emocional al recibir un telegrama anunciando la muerte de Mariana. Mientras, Álvaro se entera, al leer una carta
de Rosalba, de que Mariana es su hija.
PRÓXIMA SEMANA
¿Cómo reaccionará Álvaro?¿Se celebrará la boda entre él y Abigail? ¿Irá Cheíto a la cárcel?
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ABIGAI L
Capítulo 31
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Rosalba se lleva a Mariana a Nueva York y, pese a los riesgos, decide someterla a una operación. La muchacha sobrevive a
la intervención y da muestras de recuperación. Rosalba, planeando quedarse con Mariana para siempre, envía un telegrama
a Abigail comunicándole la muerte de la joven. Asimismo, escribe a Álvaro anunciándole que Mariana es su hija.
ABIGAIL CONFiESA A CHEITO QUE ES SU VERDADERA MADRE
Guillermo reprocha a Rosalba que se haya vuelto un ser tan mezquino y egoísta que no ha tenido escrúpulos en mentirle a su propia hija,
débil todavía por la operación, y hacerla sufrir diciéndole que sus padres adoptivos ya no la quieren, que prefieren a Cheíto. Guillermo,
incapaz de seguir apoyando a Rosalba, le advierte que contará la verdad a Abigail. Pero le amenaza: «Si hablas con ella desaparecerá
con Mariana y nunca más sabréis de nosotras.»Álvaro, cegado de dolor por la supuesta muerte de su hija, está dispuesto a matar a
Carlos Alfredo por permitir que Rosalba se llevara a Mariana. Al encontrarse, Álvaro, fuera de sí, apunta amenazadoramente con su
pistola a Carlos Alfredo, pero éste consigue convencerlo de que sólo buscaba hacerle un bien a Mariana. Álvaro, tras reflexionar, le pide
que se marche. Más tarde, Carlos Alfredo se enfurece al descubrir las intenciones de Álvaro y Abigail de irse a vivir a una hacienda con
Cheíto. Por ello, más tarde, amenaza a Abigail con llevarla a los tribunales si ésta no se decide a contar a Cheíto quiénes son sus padres
verdaderos. Entretanto, María Begoña encarga a «Látigo» y «Navaja» que secuestren a Cheíto. Para lograr su plan, los delincuentes
convencen al joven para que pida prestado su coche a Abigail para irse a divertir juntos. Cheíto lo consigue; los tres se marchan fuera de
la ciudad, pero él se percata pronto de que lo están engañando; los delincuentes pretenden llevárselo fuera del país. Tras un forcejeo
entre «Látigo» y Cheíto. El auto choca aparatosamente contra un árbol. El odio de Cheíto Lejos de allí. Mariana empieza a sospechar de
Rosalba cuando le prohíbe llamar por teléfono a sus padres adoptivos. Abigail sufre una conmoción al recibir una llamada informándole
del accidente de Cheíto y la muerte de todos los ocupantes del coche. Abigail, desgarrada de dolor, grita el nombre de su hijo. Más tarde
acude a la clínica donde llevaron a Cheíto para reconocer el cadáver y, en su dolor, se abraza a un cuerpo cubierto con una sábana, sin
saber que Cheíto en realidad la observa desde lejos. «¡Mi hijo! Esto es demasiado dolor para una madre.» Abigail se percata al fin de su
presencia, colmándola de alegría al saberlo vivo, pero su dicha se torna angustia al percibir el rechazo y el odio de Cheíto al saberla su
madre. Desesperada, se ve obligada a mentirle asegurándole que no es hijo de Carlos Alfredo, pero aun así la rechaza. Más tarde, Cheíto
se conmueve cuando escucha a Carlota contarle los sufrimientos pasados por Abigail desde que lo perdió.
PRÓXIMA SEMANA
¿Perdonará Cheíto a su madre? ¿Discutirá Carlos Alfredo con Abigail por haberle mentido a Cheíto? ¿Sabrá éste que es su padre?
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ABIGAI L
Capítulo 32
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
María Begoña, en su perversidad, paga a Maruca para que atenta contra Cheíto. Finalmente son «Látigo» y «Navaja»
quienes se «encargan» del muchacho. Lo secuestran con su coche, pero sufren un aparatoso accidente. Abigail recibe la
noticia de que Cheíto ha muerto y acude a la clínica Allí descubre que está vivo y le confiesa que ella es su madre.
CHEÍTO RECHAZA A CARLOS ALFREDO COMO PADRE
Cheíto se conmueve al contarle Carlota todo lo que Abigail ha sufrido desde que lo perdió, siendo él un bebé. Tras reflexionar, el joven se
presenta ante Abigail pidiéndole perdón y logra emocionarla llamándola mamá. Más tarde, Abigail, temiendo que Carlos Alfredo le
arrebate legalmente a su hijo, le miente a Cheíto asegurándole que es el culpable de su abandono. Bertha, que lo ha escuchado todo, le
reprocha a solas a Abigail que manipule a su hijo y lo ponga en contra de su padre. Lo que desconoce Bertha es que Abigail actúa así
movida por sus celos hacia María Begoña; no está dispuesta a que esta llegue a ser la madrastra de Cheíto. Para evitarlo, Abigail ha
planeado escapar con Álvaro y su hijo a donde Carlos Alfredo no pueda encontrarlos. Guillermo, harto de las sucias patrañas de Rosalba,
escribe un telegrama a Carlos Alfredo, diciéndole que irá pronto para contarle la verdad sobre Mariana. Mientras, Cheíto ha ¡do a ver a
Carlos Alfredo para hablar de hombre a hombre. El joven le reprocha que nunca creyese a Abigail. «Por tanto, yo tampoco puedo creerte.
No puedo aceptarte como padre. Para mi eres el profesor Ruiz.» Cheíto se marcha y Carlos Alfredo exclama ante María Begoña: «Abigail
no se va a salir con la suya, no me quitará a Cheíto.»La amenaza de Abigail Al día siguiente, Bertha, le dice a su hijo que Abigail y
Álvaro han huido con Cheíto a la hacienda. Carlos Alfredo, fuera de sí, parte de inmediato llevándose una pistola, dispuesto a todo por su
hijo. Al llegar, se produce una violenta pelea entre Carlos Alfredo, Abigail y Álvaro, en la que finalmente resulta herido Cheíto al
dispararse accidentalmente el arma. Abigail, horrorizada, acusa de asesino a Carlos Alfredo, pero afortunadamente la bala sólo rozó a
Cheíto y se encuentra a salvo. Después del susto que pasó en la hacienda, Abigail se conmueve al escuchar la buena noticia que le trae
Álvaro: «Amor mío, la adopción de Cheíto se hizo válida. Ahora es nuestro hijo.»Abigail visita a María Clara, que acaba de tomar los
hábitos, para pedirle un favor. «Convence a tu hermana para que restituya a Álvaro en su puesto. Ella lo ha echado de la empresa.»María
Clara se arma de valor y le cuenta al fin todas las maldades cometidas por su hermana contra ella y Carlos Alfredo. Abigail se enfrenta
poco después a María Begoña reprochándole su maldad y amenazándola con contárselo todo a Carlos Alfredo, este se mortifica al saber
que Álvaro adoptó a Cheíto. Mientras, María Clara es expulsada del convento al descubrirse que ama a un hombre, a Carlos Alfredo.
Rosalba logra convencer, una vez más, a Guillermo para que oculte la verdad sobre Mariana.
PRÓXIMA SEMANA
¿Perdonará Abigail a Carlos Alfredo? ¿Se reconciliarán? ¿Se enterará Carlos Alfredo de la maldad de María Begoña?
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ABIGAIL
Capítulo 33
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Tras contarle Carlota la dramática historia de Abigail, el joven Cheíto, conmovido, seabraza a su madre pidiéndoleque le
perdone por su rechazo. Carlos Alfredo sufre al saber que Cheíto fue adoptado legalmente por Álvaro. María Clarale revela a
Abigail el juego sucio que se trae María Begoña. Al mismo tiempo, Cheíto descubre que esta última pagó aunos
delincuentes para que atentaran contra él.
EL MISTERIOSO ASESINATO DE MARIA CLARA
María Begoña ha estado a punto de encontrar la muerte a manos de Cheíto, quien, fuera de sí, intentó estrangularla, aunque Lucia llegó
a tiempo de impedirlo. «Esto no quedará así tú no mereces vivir», le amenaza Cheíto antes de marcharse. Carlos Alfredo, tras discutir
con Abigail por haber permitido que Álvaro adoptase a Cheíto, decide irse definitivamente de la mansión. Pero, de improviso ella le pide
que se quede y él descubre así que aún lo ama. Los dos se abandonan a un beso apasionado, mientras que Álvaro los observa atónito y,
sin poderlo soportar, se marcha dando un portazo. Abigail comprende en ese momento que está obrando mal. «Es demasiado tarde para
nuestro amor Yo voy a cumplir mi palabra y me voy a casar con Álvaro.» Cheíto se reconcilia con su padre María Clara se presenta
ante su hermana gemela asegurándole que esta vez se enfrentará a la vida y luchará por Carlos Alfredo, pues aún lo ama. Pero María
Begoña hace sufrir a su hermana diciéndole que es una mujer insignificante que nunca podrá conquistarlo. En ese momento llega Carlos
Alfredo y la ex monja aprovecha para desenmascarar a su malvada gemela, contándole todas sus patrañas. Él le pide a María Begoña
que lo niegue si puede, pero su silencio la delata, provocando el desprecio de Carlos Alfredo. Mientras, Abigail se ha reconciliado con
Álvaro asegurándole: «No amo a Carlos Alfredo. Yo quiero compartir mi futuro contigo.»Álvaro la mira con ojos llorosos, un tanto
incrédulo, pero ella le besa disipando sus dudas. Al quedarse solas, María Begoña finge estar arrepentida y, para reconciliarse con su
gemela, le ofrece su peluca para que se vea más guapa. María Clara, con mirada extraña en ella, la acepta y se la coloca. En ese
momento suena el teléfono y lo atiende María Begoña, quien se sorprende al oír las amenazas de Abigail. «Aléjate para siempre de mi
familia si no quieres que te mate.» María Begoña cuelga bruscamente y le cuenta a su hermana lo ocurrido, preguntándole a continuación
si está dispuesta a todo por conseguir el amor de Carlos Alfredo: «¡A todo hermana!», es la misteriosa respuesta de María Clara. Poco
después una de las dos gemelas aparece muerta en el apartamento, siendo encontrada por Lucía, quien asegura en un primer momento
que la muerta es María Begoña. Pero después se desdice al ver entrar a ésta. Más tarde se descubre en el suelo, junto a la víctima, el
reloj de Cheíto, por lo que la policía ordena su búsqueda como principal sospechoso del crimen. Aunque Abigail, Álvaro y Carlos Alfredo
aparecen también como sospechosos ante los ojos del inspector encargado del caso. Cheíto se reconcilia con su padre al ver que sale en
su defensa. María Begoña, por su parte, ofrece a Álvaro una cuantiosa suma de dinero para que se vaya lejos con Abigail y Cheíto o le
mostrará a la policía las pruebas de la culpabilidad del muchacho.
PRÓXIMA SEMANA
¿Aceptará Álvaro el chantaje? ¿Sera Cheíto encarcelado? ¿Conseguirá la policía desentrañar el misterio?
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ABIGAI L
Capítulo34
RESUMEN ..
CAPITULO ANTERIOR
Cheíto, fuera de si intenta matar a María Begoña al saber que ella ordenó su secuestro. Abigail, telefónicamente, también la
amenaza de muerte si vuelve a meterse con su familia. María Clara cuenta al fin a Carlos Alfredo todas las ruindades
cometidas por María Begoña. Poco después aparece muerta una de las gemelas. Aparentemente se trata de María Clara, y
el principal sospechoso es Cheíto, pues se encontró su reloj junto al cadáver.
ABIGAIL SE CONFIESA CULPABLEPARA SALVAR A CHEITO
Sobornada por Mana Begoña, Leandra, su asistenta, miente ante la policía al declarar que Cheíto fue el asesino de la monja, pero los
nervios están a punto de traicionarla cuando le piden una declaración firmada. Cheíto vuelve a vivir un infierno en el colegio, donde todos
sus compañeros lo desprecian llamándole asesino y la directora piensa en expulsarlo. En medio de tanta tensión, su único consuelo es la
amorosa compañía de Silvia. Cheíto le confiesa que se está enamorando de ella. Lucía realiza una llamada anónima al inspector
Bressanutti, encargado de esclarecer el crimen, asegurándole que le dirá el nombre de la asesina de la monja. Pero justo en ese
momento María Begoña corta la llamada, intimidando a Lucía con una feroz mirada de odio. Sola e indefensa La supuesta María
Begoña está dispuesta a todo por seguir disfrutando del amor de Carlos Alfredo, Por ello promete a Álvaro que si se casa con Abigail y la
separa del profesor Ruiz, «destruiré todas las pruebas que comprometen a Cheíto». Álvaro se queda pensativo Pero los acontecimientos
toman un inesperado giro cuando Abigail apenada por el sufrimiento que este inesperado asunto causa a Cheíto, se confiesa culpable
para salvar a su hijo. Bertha se desespera porque sabe que es inocente, pero Abigail ha tomado esa determinación y piensa entregare a
la policía. Lejos de allí, Mariana se levanta de La cama y comienza a dar sus primeros pasos después de la operación: «Mamá, ahora ya
podemos regresar a nuestro país», le comenta entusiasmada a Rosalba. Pero ésta grita histéricamente:«¡No puede ser, olvídate de
eso!», y sale corriendo dejando confundida a la joven. Tras escuchar la confesión de Abigail, según la cual fue la última en ver con vida a
María Clara, el inspector Bressanutti opina que ella se culpa para salvar a Cheíto y trama un plan para atrapar al asesino: culpar a Abigail
para que el criminal se sienta seguro y cometa un error. Ismael, el abogado de Carlos Alfredo, advierte a Abigail que, si es culpable, se
entregue para que dejen de acosar a Cheíto. Por toda respuesta, Abigail confirma, delante también de Álvaro, que ella mato a la monja.
Álvaro, acercándose conmovido, le asegura: «A pesar de todo me casaré contigo. Abigail porque te amo.»Un terrible impacto causa a
Cheíto saber, por Carlota, que su madre es una criminal. El muchacho se presenta ante Abigail y, desesperado, la llama asesina sin darle
la oportunidad de explicarse. Mientras, Carlos Alfredo, al ser llamado a declarar, confirma a Bressanutti que Abigail no pudo confundir a
las dos gemelas y que tenía razones para matar a María Clara, tras lo cual acepta firmar su declaración. Abigail se siente más sola e
indefensa que nunca.
PRÓXIMA SEMANA
¿Cómo reaccionará Abigail al saber que Carlos Alfredo también sospecha de ella? ¿Descubrirá el inspector quién es el asesino? ¿Se
escapará Mariana del hospital?
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ABIGAIL
Capítulo35
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Sobornada por María Begoña, Leandra acusa ante la policía a Cheíto de ser el asesino de la monja. Abigail, para evitar tanto
sufrimiento a su hijo, decide culparse del crimen, aunque es inocente. Pese a todo, Álvaro sigue queriendo casarse con ella.
Mariana amenaza a Rosalba con marcharse sin su consentimiento y Carlos Alfredo declara en contra de Abigail como
pasible asesina de María Clara.
ALVARO DO SANTOS, ENTRE LA VIDA YLA MUERTE
A su Llegada al instituto, Cheíto sufre la humillación y el repudio de sus compañeros: disfrutan echándole encara las noticias de los
periódicos, que lo señalan como el asesino de la monja. Cheíto se lleva un tremendo disgusto al leerlo. Al saber lo ocurrido, Abigail
presenta ante el inspector Bresanutti y le reprocha, fuera si, el daño que está haciendo al hijo. Es entonces cuando se sorprende al saber
por el policía que Carlos Alfredo declaró en su contra. Más tarde, dolida, se enfrenta a él por su traición: «Sólo un miserable como tú
podrá culparme.» El responde furioso: »Sólo una persona como tu podría matar a María Clara!»Abigail lo echa de su casa, pero antes de
marchar. Carlos Alfredo le espeta: «No voy a descansar hasta ver a mi hijo libre de toda sospecha. Y una vez estés en la cárcel pagando
tu sucio delito, me voy a largar de este país con María Begoña y con mi hijo.» Las amenazas de Cheíto El padre Agustín empieza a
sospechar del testimonio de Leandra cuando, al preguntarle si puede jurar que Cheíto es el asesino, ella se marcha corriendo muy
nerviosa y sin responder. Agobiada por este motivo, la mujer exige a María Begoña el dinero del soborno, pero ésta le asegura que no
puede entregárselo de momento. Lucía, que lo ha escuchado todo, aconseja poco después a Leandra que recapacite y no culpe
injustamente a Cheíto. La mujer, atormentada, pide ayuda a Dios. Cheíto se presenta en el apartamento de María Begoña exigiendo que
Leandra le diga a lacara que es un asesino. La asistenta así lo hace y Cheíto estalla de rabia: «¡Mentira! Yo no fui y ustedes lo saben. Las
voy a desenmascarar. Sobre todo a ti María Begoña; tú estás detrás de esta mentira lo huelo. No te voy a dar el gusto de verme entre
rejas. ¡Ese gusto me lo, voy a dar yo contigo!» Cheíto, furioso, sale dando un portazo. Más tarde, Cheíto sufre casi una conmoción
cuando su padre le confirma que Abigail es la asesina y huye horrorizado cuando, además, le asegura que ella calló a pesar de que con
eso le hacía sufrir. Cheíto se encuentra con Silvia —quien poco antes le había propuesto fugarse juntos— y rechaza su amor diciéndole
que aún ama a Mariana. Abigail está decidida a confesar su crimen, pero acepta casarse con Álvaro antes de entregarse a la policía. Sólo
le pone como condición que no trate de defenderla. Poco antes de la boda sucede la tragedia: Álvaro es atropellado por un coche al
cruzar la calle distraídamente y María Begoña se desespera viendo alterados sus malévolos planes.
PRÓXIMA SEMANA
¿Se recuperara Álvaro para casarse con Abigail? ¿Podrá perdonar Cheíto a su madre?¿Se arrepentirá Leandra de su mentira?
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ABIGAIL
Capítulo36
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Abigail, dolida, reprocha a Carlos Alfredo que declarase en su contra, pero éste vuelve a acusarla de asesina y le asegura
que se irá lejos con Cheíto y María Begoña. El chico se lleva un gran disgusto al confirmarle su padre que ella es la asesina.
Abigail acepta casarse con Álvaro antes de entregarse a la Policía, pero éste sufre un grave accidente poco antes de la
boda.
ABIGAIL, CONDENADA A TREINTA AÑOS DE CARCEL
Álvaro se despierta en el frío cuarto de hospital recordando angustiado su importante cita con Abigail. Intenta levantarse, pero un fuerte
dolor en la pierna se lo impide. María Begoña., que está a su lado, lo induce a levantarse pese a las advertencias del doctor, preocupado
por la posibilidad de que el paciente pueda tener una hemorragia Interna. Haciendo caso omiso al doctor, Álvaro se presenta poco
después en casa de Abigail con el juez, pero ella se encuentra ya en comisaría confesando su culpabilidad. Al saber que se entregó,
Álvaro asegura que nada ni nadie impedirán que se casen. Al mismo tiempo. Abigail se impacta al ver la horrible celda que le han
destinado. Aunque intenta disimularlo, lo cierto es que Carlos Alfredo se desespera al saber que está presa. El padre Agustín, presente en
ese delicado momento, le pide que reconozca que aun ama a Abigail: «Acéptalo, Carlos Alfredo, eso te ayudará a aclarar tu vida y la de
tu hijo.» Entretanto, María Begoña se enfurece al saber que Carlos Alfredo sufre por Abigail. Al segundo intento, Carlos Alfredo consigue
un permiso policial para visitar a Abigail en su celda. «¿A qué viniste? —le pregunta fríamente ella—. ¿De verdad me crees capaz de
disfrutar con tu dolor? Me alegró saber que no te casaste con Álvaro. Eso significa que aún me amas. Es eso, verdad?», le pregunta. Los
dos se miran embelesados por unos instantes, pero al final Abigail le confiesa la verdad:«No, no es lo que piensas. Voy a casarme con
Álvaro en cualquier momento.» Carlos Alfredo, enfurecido y celoso, exclama que no cuente con Cheíto en sus planes, y añade: «Yo
también me voy a casar. ¡Voy a darle un hogar a mi hijo y una madre, lo que nunca supiste ser tú!» Una larga condena Al día siguiente,
Abigail es conducida a los tribunales y se desmaya cuando la multitud enardecida grita que merece la muerte por asesina. Ya en el
juzgado, se horroriza porque la pena máxima para su delito son treinta años, pero su abogado—contratado por Álvaro— le asegura que
logrará lo mínimo. Mientras, Cheíto está confundido por todo lo sucedido, pero aún más cuando su padre le pide que acepte a María
Begoña y perdone a Abigail. Rosalba se encuentra contralas cuerdas. Mariana camina, ya recuperada, y está dispuesta a regresar con su
familia. Mientras, María Begoña grita horrorizada al ver el hábito de María Clara en el sitio donde ella murió. Por su parte, Abigail es
trasladada a la cárcel de mujeres y se aterroriza al ver que Viviana— la ex amante de Carlos Alfredo— será su compañera de celda.
Viviana se encarga de hacerle vivir un infierno.
PROXIMA SEMANA
¿Verá aumentada Abigail su pena por culpa de Viviana?¿Logrará su abogado sacarla de la cárcel? ¿Irá a visitarla Cheíto? ¿Se vengará de
ella María Begoña?
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ABIGAIL
Capítulo 37
RESUMEN
CAPITULO Anterior
Abigail es arrestada por la policía tras inculparse del asesinato de María Clara. Carlos Alfredo visita a Abigail en su celda y
le confiesa que aún la ama, pero ella, aun que siente lo mismo, lo rechaza por su compromiso con Álvaro. Abigail se
horroriza al saber que Viviana —ex amante de Carlos Alfredo— será su compañera de celda en la cárcel.
ABIGAIL, APALEADA EN LA CÁRCEL
Me voy a casar con María Begoña porque quiero darle un hogar a mi hijo», sentencia Carlos Alfredo, sin querer reconocer ante su madre
que no ama en realidad a su futura esposa. Por su parte, Cheíto se siente confundido por la actitud solícita y cariñosa de María Begoña y
la insistencia de Carlota en que la acepte como madre. Mariana, ya recuperada del todo, envía una fotografía suya a Cheíto por medio de
Pamela, suamiga enfermera, para hacerle saber que está viva. Pero la fatalidad hace que la carta sea interceptada y destruida por
Silvia,quien sólo piensa en conseguir elamor de Cheíto. Mariana, mientras, se angustia al saber por los periódicos que Abigail está presa
acusada de un horrible crimen. Rosalba, enterada también de la noticia, decide que es el momento de conceder a Mariana su deseo de
regresar al país: «Con Abigail presa no hay peligro de que me quite de nuevo, a mi hija.»Abigail se conmueve cuando Álvaro le explica
que podrán casarse en la misma cárcel. «Álvaro, no quiero que te sientas obligado...», comenta sincera Abigail. Pero él está decidido:
«Yo te amo, aquí, fuera, cómo y dónde sea. Te amo, por eso quiero casarme rápido, cuanto antes.» Abigail le abraza con fuerza, llorando
de agradecimiento.«El egoísmo de Silvia» Silvia se desespera por los reiterados rechazos de Cheíto, sabe que no la ama, pero aun así
le pide: «No me dejes nunca, esperare hasta el día en que puedas decirme que me amas, pero no me dejes, ni si quiera si Mariana
estuviera viva.» Cheíto reacciona violentamente: «De qué hablas. Silvia? Mariana está muerta y todos lo sabemos.» Por toda respuesta
Silvia le abraza, maquinando para sí la trampa que le tenderá durante la excursión que prepara el instituto: «Pronto serás sólo mío,
Cheíto, y para siempre jamás», se promete. Lucía se ha convertido en una peligrosa amenaza para una María Begoña que no está
dispuesta a correr riesgos innecesarios, por lo que ordena un delicado encargo a su fiel ayudante Damián: «Asesina a mi hermana Lucía
sin dejar pruebas.»Bertha y Carlos Alfredo consiguen convencer a Cheíto para que visiten a su madre en la cárcel. El encuentro es
sumamente tenso, pues, a pesar de los ruegos de Abigail, el muchacho se niega a perdonarla y la mortifica diciéndole: «María Begoña
será pronto mi única madre porque tú me traicionaste y eso no lo hacen las madres» Cheíto se marcha sin querer escuchar a Abigail. Más
tarde, la desafortunada sufre un ataque de Viviana, dispuesta a desfigurarla con un cuchillo. Durante el duro forcejeo Abigail logra
arrebatarle el arma y herirla en el brazo. Julia, la celadora, la sorprende con el cuchillo en la mano y Viviana logra que parezca culpable.
«Te espera un gran castigo. Abigail, le advierte Julia. I
PROXIMA SEMANA
¿Enfermará Abigail debido a ese injusto castigo? ¿Qué tramara Silvia para «atrapar» a Cheíto? ¿Le obligarán a casarse con ella? ¿Qué
ocurrirá cuando regrese Mariana?
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ABIGAIL
Capítulo 38
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Rosalba y Mariana deciden regresar a su país al saber que Abigail está presa acusada de un crimen. María Begoña, cansada
de la amenaza que supone Lucía, ordena a Damián que la asesine. Cheíto visita a su madre, pero se niega a perdonarla,
pues se siente traicionado. Viviana agrede con un cuchillo a Abigail; ésta logra arrebatárselo y la hiere. Las culpas recaen
sobre ella.
EL ROMANTICO REENCUENTRO DE MARIANA Y CHEÍTO
Abigail es sancionada con un castigo de setenta y dos horas en una celda especial de castigo. Aunque la directora le da permiso para que
antes se case con Álvaro, como lo tenían previsto. En un frío y desangelado despacho, Álvaro espera ansioso la llegada de su futura
esposa. El juez está preparado para casarnos, Abigail llega acompañada de la celadora y al entrar se echa llorando en los brazos de
Álvaro, quien también la abraza con fuerza. El juez lee el acta matrimonial y tras las preguntas de rigor pronuncia al fin lo que Álvaro
deseaba tanto: «¡En nombre de la república y en autoridad de la ley los declaro unidos en matrimonio.»Álvaro, enamorado, va a besar a
Abigail en los labios, pero ella se aparta y sólo lo abraza, conmovida. Lejos de allí, Lucía se desespera al dejarla María Begoña encerrada
e incomunicada en una habitación, pero esta vez está preparada para lo peor: «Aunque me mates —piensa Lucía— no me vencerás,
porque he dejado escondida una carta donde te denuncio por el asesinato de nuestra hermana.» Trampa para Cheíto Mientras Mariana
se dispone a viajar al día siguiente de regreso a su país junto a Rosalba y Guillermo, el joven Cheíto cae sin darse cuenta en la trampa de
Silvia, quien se las ha ingeniado para perderse con él en el bosque durante la excursión organizada por el instituto. Tras muchas horas de
tensa espera, Carlos Alfredo y Oropesa, el padre de Silvia, ven regresar a los muchachos sanos y salvos. De pronto, para sorpresa de
todos. Silvia rompe a llorar y exclama ante su padre: «¡El abusó de mí! Cheíto me hizo suya a la fuera. Ahora tenemos que casarnos.
¡Cheíto tiene que casarse’ con migo!» Es tanto el sufrimiento que finge sentir Silvia que todos la creen. Todos menos Carlos Alfredo, que
está a favor de la inocencia de su hijo y va a contarle lo sucedido a Abigail. Ella tampoco cree la infamia que inventaron contra su hijo y
asegura que no deben obligarlo a casarse, Ambos se conmueven al pensar que podrían haber evitado tantas desgracias en su familia si
hubieran permanecido juntos. Carlos Alfredo toma sus manos y le susurra: «Te amo como el primer día y si tú me lo pides suspendo mi
boda con María Begoña y te espero hasta que salgas de prisión.» Ambos se miran conmovidos, pero ella se muestra sincera: «No puedo
hacerlo, soy una mujer casada y tú lo sabes.» Abigail se aleja dejando dolido a Carlos Alfredo. Lo primero que hace Mariana al llegar es ir
a ver a Cheíto, pero éste al verla retrocede como si hubiera visto un fantasma. «¿Eres tú, Mariana? ¿Mi Mariana?», pregunta sorprendido.
La joven le cuenta rápidamente lo sucedido y él exclama: «Nunca dejé de amarte, nunca dejé de esperarte.»Los dos se besan, muy
enamorados. Pero las turbias artimañas de Silvia penden sobre su felicidad.
PROXIMA SEMANA
¿Inventará Silvia que está embarazada? ¿Se casará Cheíto con ella’ ¿Luchará Mariana por impedirlo? ¿Morirá Lucía?
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ABIGAIL
Cap. 39
RESUMEN . . ..
CAPÍTULO ANTERIOR
Abigail y Álvaro se casan, civilmente en la misma prisión Lucía esconde una carta acusatoria contra su hermana, en
previsión de, que la asesine. Silvia consigue perderse con Cheíto durante una excursión y al reaparecer ante todos culpa al
joven de haberla violado. Mariana y Cheíto se declaran su amor al reencontrarse.
MARIA BEGOÑA ASESINA A SU HERMANA LUCÍA
Mariana acaba enterándose del Lío en que anda metido Cheíto y se niega a creerlo entre lágrimas de desesperación. Pero Carlos Alfredo
le asegura que Cheíto debe cumplir con Silvia. Mariana se resigna a perder al hombre que ama: «Yo me voy a apartar de él, pero no me
pidas que lo deje de querer, eso no podré hacerlo nunca», explica a su padre. María Begoña se enfurece al saber que Mariana está viva y
será un estorbo, por ello piensa que lo mejor será deshacerse de ella mediante un ingenioso plan. A petición de Mariana, Carlos Alfredo la
ha llevado a ver a Abigail y las dos se han unido en un abrazo lleno de ternura y emoción al reencontrarse. Pero Abigail no puede ocultar
su tristeza por otro asunto: su abogado le ha anunciado que la sentenciarán a diez años de prisión. Mientras, Lucía telefonea al comisario
Bresanutti comunicándole que mañana le dirá la verdad sobre el asesinato de María Clara. Para salir de dudas, Mariana se presenta ante
Silvia pidiéndole explicaciones Haciéndose la víctima. Silvia le asegura que Cheíto se enamoró de ella y que deben casarse porque cree
estar embarazada. La pérfida muchacha acaba con las dudas de Mariana al mostrarle la cadenita que arrebató a Cheíto y que asegura
que él le regaló. Mariana, dolida y celosa, se marcha, no sin antes prometerle que se apartará de Cheíto para siempre. Un espeluznante
asesinato Damián ha preparado todo para acabar con Lucía. Con la ayuda de María Begoña la secuestran y La golpean. Lucía despierta
maniatada en una lancha, en medio de un gran tío. «Tu cadáver desaparecerá muy rápido, ésta es zona de tiburones... hambriento»,
comenta Mana Begoña, malvada. Sin más, la tiran al agua. Lucía sólo alcanza a gritar: «¡Asesina!»,antes de recibir los dos disparos de
Damián que acaban con su vida. Mariana está con Rosalba cuando se presenta Álvaro. Los dos se alegran de verse, momento que
aprovecha Álvaro para decirle su gran verdad: «Yo soy tu verdadero padre, Mariana.» Rosalba le interrumpe negándolo nerviosamente.
Los dos discuten y Mariana, retrocediendo sin ser vista, sale precipitadamente de la casa en medio de su turbación. Rosalba sufre cuando
Bertha, más tarde, le asegura que Mariana no quiere verla nunca más. Álvaro, por su parte, hace venir a su despacho al padre Agustín
para revelarle, bajo secreto de confesión, una terrible verdad: «Yo soy el verdadero asesino de María Clara.» El sacerdote le pregunta
cuándo piensa entregarse y liberar a Abigail de la cárcel: «Todavía no. Quiero un hijo de Abigail. Esa será la única manera de asegurarme
que no la perderé.» Entretanto, Silvia se sale con la suya, Mariana acaba rompiendo con Cheíto inventándose que ama a otro. El
muchacho, despechado y dolido, asegura a Silvia que se casará con ella. María Begoña se siente acorralada cuando Bresanutti le exige
ver a Lucía.
PROXIMA SEMANA
¿Atentará María Begoña contra Mariana? ¿Se descubrirá que mato a Lucía? ¿Se casará Cheíto con Silvia?
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ABIGAIL
CAPITULO 40
RESUMEN CAPÍTULO ANTERIOR
Convencida por los engaños de Silvia, la joven Mariana acaba renunciando a Cheíto y le hace creer a éste que se ha
enamorado de Otro. Cheíto, despechado, decide casarse con Silvia. María Begoña asesina a Lucía. Mariana descubre que
Álvaro es su verdadero padre y éste revela al padre Agustín, bajo secreto de confesión, que asesinó a
María Clara.
MARIA BEGOÑA ACOSADA POR UNA M ISTERIOSA DESCONOCIDA
Cheíto y Mariana se provocan celos mutuamente con sus respectivas parejas sin saber que están siendo manipulados por Silvia. Oropeza,
preocupado, espera que su hija no esté acusando impunemente a Cheíto. Pero sus dudas se acrecientan cuando le pide que se someta a
un examen médico y ella se niega rotundamente, llorando desconsolada para infundirle lástima. Más tarde, Carlota queda impactada
cuando Cheíto le asegura que no se casará con Silvia: «Me niego a casarme con una mujer a la que no quiero» Álvaro se encuentra
discutiendo con Guillermo y con Gaitán sobre la defensa de Abigail cuando irrumpe el padre Agustín exigiéndole, al primero que diga la
verdad. Álvaro evade penosamente la cuestión afirmando que el padre se refiere a la inocencia de Abigail, pero a solas con él le reprocha
su imprudencia y le advierte: «No mida sus fuerzas conmigo, padre. Yo sólo confesare la verdad cuando Abigail esté esperando un hijo
mío. Ni un segundo antes, ¿entendido?» El joven Cheíto, haciendo acopio de valor, asegura a Silvia que no se casarán: «Eres una vulgar
mentirosa, una arribista sin escrúpulos.» Al oírlo, la muchacha monta en cólera y le amenaza: «Mi mentira funciona, todos me creen. Si
le sigues negando haré que te encarcelen y te obligare a casarte conmigo de cualquier manera.» Cheíto la mira impotente, sin saber
cómo salir de ese atolladero. Esclarecer un crimen Abigail recibe la visita del padre Agustín y se queda confundida cuando le asegura
saber que ella y su hijo son inocentes, y sobre todo cuando le pide que no tenga hijos de Álvaro. Ella lo mira sin comprender. Mientras,
María Begoña sale airosa de las preguntas del comisario Bresanutti asegurándole que encerró a su hermana en un psiquiátrico, pero se
niega a desvelarle el nombre del mismo: «Sólo le diré que su director se llama Damián.» El inspector se marcha asegurándole que lo
encontrará. Más tarde, ella pide a su compinche Damián que se haga pasar por el director de una clínica mental para despistar a la
policía. Sin embargo, no es esto lo que quita el sueño a la pérfida María Begoña, sino las últimas llamadas que está recibiendo de una
misteriosa mujer. Carlos Alfredo se encuentra con María Begoña cuando esta desconocida mujer entra en la casa y les dispara. Los dos
caen al suelo. Afortunadamente salen ilesos y se abrazan presa del pánico, mientras la asesina logra huir. Ninguno de los dos sabe quién
puede ser. Carlos Alfredo asegura a Silvia que si no se somete a examen médico no habrá matrimonio. Por su parte, el padre Agustín
advierte a Álvaro que si no confiesa dirá la verdad a la policía. Mientras, Abigail llora amargamente porque la directora de la prisión le ha
denegado, por culpa de Viviana, poder cumplir su condena trabajando en un centro hospitalario.
PROXIMA SEMANA
¿Cómo reaccionará Álvaro? ¿Se entregará o intentará matar al cura? ¿Se descubrirá la mentira de Silvia? ¿Quién será la mujer misteriosa
que atenta contra María Begoña? ‘
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ABIGAIL
CAPITULO 41
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
El padre Agustín deja intrigada a Abigail al decirle que sabe que ella y Cheíto son inocentes; pero, sobre todo, al pedirle que
no tenga hijos de Álvaro. Carlos Alfredo pone en un aprieto a Silvia al afirmar que si no se somete a un examen médico no
habrá boda con Cheíto. El padre Agustín advierte a Álvaro que, si no se entrega, él mismo lo delatará.
LUCÍA APARECE SANA ‘Y SALVA PARA VENGARSE DE MARIA BEGOÑA
El teléfono suena insistentemente y María Begoña se decide al fin a cogerlo. Sus temores se confirman al escuchar la voz de la mujer
misteriosa. «Muy pronto se sabrá que eres una asesina. Yo acabaré contigo», le amenaza la voz femenina. María Begoña cuelga el
auricular bruscamente, llena de rabia. Al Otro lado de la línea, Lucía sonríe maliciosamente y se dice para sí: «Me crees muerta;
hermanita, pero sobreviví. No pudiste conmigo. Ahora me toca a mí destruirte.» En la prisión, Julia y la directora se sorprenden cuando el
inspector Bressanutti afirma que Abigail es inocente: «El juez no ha encontrado pruebas contra Abigail por lo tanto, pronto quedará en
libertad», les informa. Entretanto. Abigail, en su celda, recuerda con nostalgia su pasado feliz junto a Carlos Alfredo. Se atormenta
pensando que su vida ya no tiene sentido. En ese estado depresivo la encuentra Leonor y se queda estupefacta cuando a Abigail se le
caen de las manos unas pastillas con las que pensaba suicidarse. Leonor la abraza con dulzura cuando ella le pide llorando: «¡No
permitas que haga una locura! ¡No sé lo que hago!» La promesa de Carlos Alfredo María Begoña encuentra en Silvia a una persona de
su misma condición y por ello no tiene empacho en proponerle que tenga un hijo de otro para enredar a Cheíto. Al principio, la joven la
mira horrorizada pero luego acepta encantada su mirada cómplice. En ese momento llega Carlos Alfredo y Silvia se apresura a fingir que
es una víctima inocente. Cados Alfredo se conmueve y se muestra solidario con Silvia cuando ésta le jura que Cheíto abusó de ella y que
está embarazada. El acaba prometiéndole que obligará a Cheíto a casarse con ella. El padre de Silvia, Oropeza, sufre un ataque cardiaco
cuando Carlos Alfredo le dice que está seguro de que la muchacha está embarazada y que Cheíto debe casarse con ella. Inmediatamente
lo traslada a un hospital, donde los médicos consiguen salvarle la vida. Carlos Alfredo se encuentra allí con una vieja amiga, Viviana. Esta
envenena el ánimo de su antiguo amante asegurándole que Abigail ama profundamente a Álvaro. Carlos Alfredo se marcha molesto y
Viviana se queda pensativa: «Tú volverás a ser mío muy pronto.» El momento de la puesta en libertad de Abigail ha llegado y al salir se
encuentra a todos los suyos esperándola. Después de abrazar conmovida a Álvaro, se acerca a Carlos Alfredo y se miran intensamente
dejando a todos estupefactos. Abigail reacciona rápidamente y hace sufrir a Carlos Alfredo al expresar su decisión de emprender una
nueva vida con Álvaro. Más tarde, Álvaro se impacta cuando Abigail le confiesa que no le ama como hombre y le pide tiempo. El le
promete que esperará: pero luego, a solas, herido en su orgullo, pues sabe que Abigail ama todavía a Carlos Alfredo, piensa separarlos
utilizando a Cheíto.
PROXIMA SEMANA
¿Conseguirá Viviana conquistar de nuevo a Carlos Alfredo’ ¿Luchará Carlos Alfredo por el amor de Abigail? ¿Descubrirá Maria Begoña que
Lucía vive?
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ABIGAIL
CAPITULO 42
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
María Begoña desconoce que la misteriosa mujer que la atormenta con sus amenazas no es otra que Lucia, quien ahora se
propone destruirla. Abigail queda finalmente en libertad y decide reanudar su vida junto a Álvaro, pero le confiesa que no
lo ama. Herido en su orgullo, Álvaro decide utilizar a Cheíto para separar definitivamente a Abigail y a Carlos Alfredo.
CARLOS ALFREDO VUELVE A LUCHAR POR EL AMOR DE ABIGAIL
Cuando salió de la cárcel, Abigail se sintió aliviada al pensar que nunca más tendría que soportar las crueles maquinaciones de sus
compañeras de celda, Viviana y Malvaloca. Lo que nunca sospechó es que se las encontraría trabajando en el mismo hospital donde la
han destinado para ejercer de enfermera. La pérfida Viviana se lleva una gran alegría al saberlo, feliz de poder seguir mortificando a su
gran rival. Entretanto, María Begoña y Álvaro se citan con el propósito de aliarse de nuevo para separar a Carlos Alfredo y a Abigail.
«Unidos obtendremos lo que nos hemos propuesto., afirma ella. Un amor imposible Oropeza, el padre de Silvia, recibe la inesperada
visita de Cheíto, que no resulta ser muy grata. El joven le confiesa abiertamente lo que siente: «He venido a decirle que su hija miente.
Yo no la forcé, ni la obligué a hacer nada malo. ¡Es mentira que esté embarazada de mí!», exclama furioso. Esta acusación contra su hija
afecta a Oropeza, todavía convaleciente de su reciente infarto, y debe ser atendido por las enfermeras. Silvia llega en ese momento y se
enfrenta a Cheíto: «Tú serás el responsable si muere mi padre.» El joven responde que la única culpable es ella, por mentir. Silvia le
amenaza: «Aún piensas en Mariana, ¿verdad? Pues olvídala, porque de lo contrario tendré un hijo con otro hombre y te obligaran a
casarte conmigo. Sabes que puedo convertirme en tu peor enemiga.» Cheíto la mira asqueado. Más tarde, Mayra asegura a Cheíto que le
ayudará a desenmascarar el juego sucio de Silvia. Carlos Alfredo, que ha ido a visitar a Oropeza al hospital, se lleva una grata sorpresa al
toparse con Abigail. Los dos se miran intensamente durante unos segundos, incapaces de ocultar el amor que sienten el uno por el otro.
«Abigail, no puedo olvidarte —le susurra Carlos Alfredo, atrayéndola hacia si—. Acepta de nuevo mi amor.» Aunque ella trata de
rechazarlo, al final se entrega en un beso apasionado. No saben que Viviana los ha visto y ha avisado a Álvaro de que están juntos.
Álvaro sale corriendo para el hospital, justo cuando Abigail se separa de Carlos Alfredo afirmando que su amor por él es un imposible.
«Está bien, tú decides. Pero te advierto que me quedaré con Cheíto», sentencia Carlos Alfredo antes de marcharse. Lucia, para vengarse
de su hermana, se presenta ante María Begoña, quien lanza un terrible grito antes de desmayarse. Por su parte, Bertha aconseja a su
hijo que luche por Abigail, pero Carlos Alfredo asegura que la decepción y el daño que se han causado mutuamente los separa. «Lucha
contra ese, hijo», le insta Bertha. Poco después, Abigail se sorprende al ver a Carlos Alfredo esperándola en la casa y recibiéndola
afectuosamente.
PROXIMA SEMANA
¿Se reconciliarán Carlos Alfredo y Abigail? ¿Qué hará .Álvaro para impedirlo? ¿Logrará Lucia vencer a su hermana o morirá a manos de
Damián?
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ABIGAIL.
Capítulo 43
RESUMEN CAPÍTULO AN7EPJOR
Carlos Alfredo le confiesa a Abigail que todavía la ama. Ella responde a su apasionado beso, pero luego lo rechaza. Álvaro
se entera de esto con Viviana. María Begoña descubre que Lucía no murió, por ello ordena a Damián que acabe con ella.
Bertha pide a su hijo que luche por Abigail.
EL FELIZ REENCUENTRO DE ABIGAIL CON SU HIJO
El prometedor encuentro entre Carlos Alfredo y Abigail, en casa de ésta, se trunca debido a una oportuna llamada telefónica de María
Begoña, en la cual le exige a él que vaya a verla enseguida. Carlos Alfredo se sorprende al encontrar a una María Begoña suplicante: «No
puedo soportarlo más, Carlos Alfredo. Cada vez que vas a verla siento que me muero por dentro. Casémonos de una vez, así podré estar
tranquila sabiendo que eres sólo mío.» María Begoña le abraza con fuerza y llorando. Carlos Alfredo acaba cediendo ante la petición
angustiada y desgarrada de su prometida: «Está bien te prometo que nos casaremos en este mismo mes Ya puedes preparar nuestra
boda.» María Begoña le mira llena de satisfacción. Abigail consigue al fin lo que tanto anhelaba, un feliz reencuentro con su hijo. Cheíto
ya no cree que ella fuera la asesina de María Clara y por tanto no le guarda ningún rencor, ya nada les impide abrazarse intensamente. El
muchacho logra conmover a su madre al pedirle que formen un hogar junto a Carlos Alfredo, algo que Abigail ve como algo imposible de
conseguir. Más tarde, durante la cena, Cheíto se entristece cuando Mariana, intencionadamente, anuncia ante todos que se casará con
Femando en los próximos meses. Terribles celos Agobiado por la amarga promesa que hizo a María Begoña, Carlos Alfredo se refugia
en la bebida para olvidar su angustiante situación, aunque sólo sea por esa noche. Sus pasos lo encaminan, poco después, hacia la casa
de Abigail. Después de la cena, Álvaro se acerca a su esposa e intenta besarla, pero en ese momento aparece Carlos Alfredo, ebrio, se lo
impide a gritos: «Déjala! ¡No la toques, reptil repugnante!» Álvaro ve cómo se le echa encima y se defiende a golpes. Los dos se
enzarzan en una violenta pelea, avivada por los celos. Los gritos desesperados de Abigail logran al fin separarlos. Carlos Alfredo se
marcha entonces en busca de Cheíto, y Álvaro, por su parte, se va furioso de la casa después de reprocharle a Abigail que aún ame a
Carlos Alfredo. Silvia, haciéndose la víctima nuevamente, se presenta al día siguiente ante Abigail asegurándole que su padre la echó del
hogar. Aunque siente lástima por ella, Abigail decide no dejarla vivir en su casa para no herir a Mariana. Sin embargo, Silvia le cuenta a
ésta a la primera oportunidad que está viviendo con Cheíto, lo cual afecta muchísimo a la joven, quien piensa que lo olvidará casándose
con el primer hombre que encuentre. Entretanto, Carlos Alfredo abraza esperanzado a Guillermo tras asegurarle éste que Abigail aún le
ama y que su matrimonio no se ha consumado: «Ella será feliz sólo contigo», le dice. Mientras, Abigail se sorprende al descubrir que
Rosalba la espera en su oficina. •
PROXIMA SEMANA
¿Qué pretenderá Rosalba? ¿Cómo reaccionará Carlos Alfredo tras lo dicho por Guillermo’ ¿Suspenderá su boda con Maria Begoña? ¿Podrá
Cheíto desenmascarar a Silvia?
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ABIGAIL
Capítulo 44
RESUMEN CAPITULO ANTERIOR
A pocos días de la boda entre María Begoña y Carlos Alfredo, éste se entera por Guillermo de que Abigail aún lo ama y que
no ha consumado su matrimonio con Álvaro. Su amor por ella aún le hace concebir esperanzas de reconciliación pero se
acerca la fiesta de cumpleaños de Mariana y Cheíto: el enfrentamiento entre María Begoña y Abigail está servido.
CHEITO Y MARIANA MILLONARIOS GRACIAS A SU ABUELO
Álvaro se horroriza al leer la carta escrita por Lucía —que le entregó Leandra—, y descubrir que María Begoña es la asesina de María
Cara. «Ahora te tengo en mis, manos», piensa vengativamente Álvaro. Pero desconoce que María Begoña, enterada de todo, pretende
recuperar la carta a toda costa. Guillermo le cuenta a su hija la conversación que tuvo con Carlos Alfredo, pero Abigail le asegura que no
volverá con él: «Ahora vivo en paz. El sólo me trae malos recuerdos», afirma. Abigail prefiere pensar en la celebración de la mayoría de
edad de sus dos hijos. Cheíto y Mariana. Guillermo impacta a los dos jóvenes al decirles cuál será su regalo de cumpleaños: una
millonaria cuenta bancaria para cada uno. Mientras Mariana sonríe feliz por esa noticia, su madre, Rosalba, se marcha derrotada a su
pueblo a esperar que la joven la perdone y la acepte por si sola. Entretanto, María Begoña y Álvaro discuten por el asunto de la carta. El
la acusa del asesinato de su hermana gemela y de su tío, pero ella lo niega cínicamente y le amenaza a su vez con denunciarle: «Yo sé
que mataste a Mónica, tu primera mujer. Destruye esa carta comprometedora o yo pongo a la policía al tanto de tu secreto», le advierte
María Begoña. El coraje de Abigail Mediante un inoportuno comentario de Abigail, la perversa Viviana se entera de la fortuna que
heredarán Mariana y Cheíto, e inmediatamente se pone en contacto con Látigo para planear la manera de apoderarse de los millones.
Tras mucho pensarlo, Látigo encuentra la solución: «Me disfrazare con una peluca un bigote postizo para que Mariana no me reconozca y
luego la seduciré. Será fácil sacarle el dinero», comenta el Látigo. Aun sin haber sido invitada, la pérfida María Begoña insiste en
acompañar a Carlos Alfredo a la fiesta de cumpleaños de sus hijos y se produce el inevitable encontronazo entre ella y Abigail. María
Begoña contesta descaradamente a Abigail cuando le pregunta qué hace en su casa: «.Acompañando a mi futuro marido. Mañana seguro
te llega la tarjeta de invitación a la boda, te puse la primera en la lista de entrega.» Abigail fuera de si le pide que se marche o la echa
ella misma. «Pero que horribles modales agarraste en esa cárcel —se burla María Begoña—. Me tienes impresionada, te comportas como
una cualquiera.» Abigail, sin poder contenerse más, le lanza su copa de champán a la cara. Carlos Alfredo se lleva rápidamente a la
ofendida María Begoña. Álvaro, por su parte, le reprocha a Abigail que actuó así porque aún ama a Carlos Alfredo. Finalmente llega el día
de la boda del profesor Ruiz. Abigail está más triste que nunca sabiendo que lo perderá para siempre, pero en su interior desea que
aparezca y le declare su amor. Ese milagro se realiza y Carlos Alfredo aparece en ese momento. Sus miradas se cruzan mientras ella
sonríe.
PROXIMA SEMANA
¿Habrá dejado Carlos Alfredo plantada a María Begoña en el altar? ¿Se reconciliará al fin con Abigail? ¿Será desenmascarada Silvia por su
padre?____
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ABIGAIL
Capítulo 45
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
María Begoña amenaza a Álvaro con denunciarlo por el asesinato de su primera esposa si no le devuelve la carta escrita por
Lucía. Abigail llora desconsolada por la inminente boda de Carlos Alfredo, cuando, de pronto, aparece sonriente ante ella.
CARLOS ALFREDO, ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE
Lo que parecía un imposible se convierte en realidad: Carlos Alfredo deja plantada a María Begoña en el altar para regresar con Abigail.
Ella, aturdida y emocionada, sólo acierta a manifestarle lo feliz que se siente al tenerlo a su lado. Los dos se abrazan fuertes,
enamorados. Carlos Alfredo, casi llorando, le confiesa: «Tenía que verte, tenia que hacer algo. Vámonos, Abigail» Ella le pregunta si se
atreve a dejar a la novia esperando. «¡Por ti me atrevo a todo!», exclama convencido. Abigail asiente: «Vámonos juntos. Juntos para
siempre.» Carlos Alfredo la besa apasionados sin saber que en ese preciso instante Álvaro los está observando y, pese a sus celos, se
marcha silenciosamente. A continuación. Carlos Alfredo decide ir a buscar su coche, con el que marcharán juntos. Carlos Alfredo, ajeno a
la desgracia que lo acecha, cruza la calle distraídamente pensando todavía en Abigail. Álvaro, sentado en su coche, lo mira fijamente, con
odio contenido, y aprieta con rabia el acelerador. El coche sale disparado como una flecha en dirección a Carlos Alfredo. Cheíto viene por
la calle en ese momento y lo ve todo. El joven emite un grito desgarrador: «¡Cuidado, papá!», pero ya es demasiado tarde: el coche se
ha llevado por delante a Carlos Alfredo y lo ha dejado tendido, destrozado, en el asfalto. Cheíto corre hacia él y lo sacude: «¡Está muerto,
mi papá está muerto», grita desesperado. Operación urgente Mientras los médicos luchan por salvarle la vida al infortunado Carlos
Alfredo, la pobre Abigail deja escapar un grito al saber la terrible noticia por medio de su hijo. Su felicidad se ha esfumado en unos
instantes, pero ninguno de los dos sabe que es por culpa de Álvaro, ya que Cheíto no llegó a verle. A María Begoña se le pasa el enfado
por la tardanza de su prometido al saber lo ocurrido por medio de Viviana. Enseguida se dirige al hospital para estar al lado de Carlos
Alfredo. Allí no tarda en enfrentarse a Abigail, queriendo impedir que esté junto a él, pero Cheíto, firme, las separa. En ese momento
llega Álvaro fingiendo sorpresa, aunque en su interior lamenta que Carlos Alfredo no haya muerto. Horas más tarde, el doctor les anuncia
que ha ido bien la operación: «Aunque sus piernas están destrozadas. Me temo que deberemos amputarlas», les comunica. Ajena al
drama que vive su familia, Mariana se está dejando seducir por Látigo —quien ahora se hace llamar Marcos— en su primera cita con él,
sin sospechar que sólo busca su dinero. María Begoña se encuentra junto a Carlos Alfredo cuando éste, delirando por la fiebre, reclama la
presencia de Abigail. Los celos y la rabia impulsan a María Begoña a golpear repetidamente con maldad las piernas del indefenso Carlos
Alfredo.
PROXIMA SEMANA
¿La sorprenderá Abigail cometiendo esta crueldad? ¿Le amputarán las piernas a Carlos Alfredo? ¿Se descubrirá que fue Álvaro quien lo
atropelló?
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ABIGAIL
Capítulo 46
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Carlos Alfredo deja plantada en el altar a María Begoña y se reconcilia, al fin, con Abigail. Álvaro los descubre besándose y
planeando fugarse, por lo que, poco después, atropella con su coche a Carlos Alfredo. Este teme, ya en el hospital, que le
amputen las piernas. María Begoña consigue convencer a Carlos Alfredo de que lo ama a pesar de su invalidez, y de nuevo
fijan fecha de boda.
CARLOS ALFREDO, CONDENADO A VIVIR EN UNA SILLA DE RUEDAS
EI joven Cheíto se enfrenta a Mariana y le reprocha sus continuas salidas con un desconocido. La muchacha, cada vez más enamorada de
Marcos (Látigo), le recuerda airadamente que él no es nadie para controlar su vida. Cheíto le advierte que esa relación la está
cambiando: «Has pasado de ser dulce y cariñosa a aficionarte a la bebida y a tener una actitud egoísta y ofensiva. Mariana se aleja sin
querer escuchar más, momento en que Cheíto la toma por el brazo y se acerca a su boca, queriendo besarla a la fuerza. Pero se queda
destrozado al ver que Mariana lo rechaza asqueada y le comenta: «Seguro que hiciste lo mismo con Silvia. Eres un bruto. Quiero a
Marcos y es más, me iré a vivir con él», le advierte. Más tarde. Mariana, estando a solas con Marcos, acepta por impulso casarse con él.
Mientras tanto. Guillermo y Álvaro, preocupados, deciden tomar medidas para averiguar quién es Marcos, desconfiando de las intenciones
de éste. Por su parte. Fernando advierte a Silvia que dirá de una vez que entre ella y Cheíto no ocurrió nada. «Te doy una semana para
aclararlo, de lo contrario se lo diré yo.» Malas compañías Tras tensas horas de espera, el médico anuncia a Abigail que la operación
fue bien y lograron salvar las piernas de Carlos Alfredo, aunque quedará inválido y deberá utilizar una silla de ruedas. María Begoña, al
saberlo, musita: »Nunca dejaré solo a Carlos Alfredo, a pesar de que no pueda volver a caminar.» El joven Látigo entra sigilosamente en
el cuarto de Viviana, el hospital donde cumple parte de su condena, poniéndola al corriente de sus intenciones con Mariana. Malvaloca se
percata de’ la presencia del joven y cuando éste se marcha va tras él dispuesta a fugarse. Látigo, tras dudar un momento, accede a
ayudarla. No sabe que la compañía de la delincuente le va a traer complicaciones. Durante unos de sus furtivos encuentros, Mariana,
recelosa, le arranca el falso bigote a Marcos, revelando su verdadera identidad. Al comprobar sus sospechas. La chica huye sin que’
Látigo pueda hacer nada. Pero, más tarde, él la llama para reconquistarla y consigue su objetivo: Mariana accede a fugarse con él. Todos
deciden ocultar a Abigail y Carlos Alfredo que su hija se ha fugado con un delincuente. Sin embargo, ambos sospechan que algo ocurre.
Mientras, Malvaloca discute con Látigo y este le confiesa que’ se está enamorando de Mariana, quedando ella y Viviana excluidas de su
vida. En venganza, Malvaloca telefonea a los Guzmán informándoles de dónde se encuentra Mariana. Poco después, Álvaro y Guillermo se
presentan en la casa de Látigo, dispuestos a hacerle pagar su atrevimiento. Abigail. por su parte, se disgusta al saber que Carlos Alfredo
ha decidido de nuevo casarse con María Begoña.
PROXIMA SEMANA
¿Intentará impedir Abigail esa boda? ¿Regresará Mariana con su padre y su abuelo? ¿Se enamorará Cheíto de otra joven? ¿Atentarán
contra Látigo?
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ABIGAIL
Capítulo 47
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Tras una larga operación, los médicos comunican que Carlos Alfredo quedará inválido. Aun así, María Begoña se dice que no
la abandonará. Abigail se entera poco después de la decisión de Carlos Alfredo de casarse con María Begoña. Mariana se
fuga con Látigo, locamente enamorada de él.
MARIANITA SE FUGA CON UN PELIGROSO DELINCUENTE
Un nuevo motivo de preocupación aflige el corazón de Abigail: Carlos Alfredo será operado de la vista. Los médicos han llegado a esa
conclusión al despojarle de las vendas y comprobar que su visión sigue siendo nula. Pero Abigail sufre viendo a su ex marido cada vez
mis deprimid, preocupado por los malos pasos de Mariana y sin poder ayudarla. Quienes sí la ayudan son Álvaro y Guillermo, que se han
presentado en el bar de Látigo dispuestos a todo. Álvaro, muy excitado, golpea al joven nada más verlo, obligándole a confesar dónde
está su hija. Al percatarse de lo ocurrido, Mariana, que permanecía escondida, aparece en defensa de Látigo. Es entonces cuando
Guillermo le pide que regrese con ellos, pero la muchacha no oye razones. Álvaro, sin tantas contemplaciones, se la lleva a la fuerza. De
vuelta a casa, Mariana se enfrenta a todos por su relación con el delincuente y amenaza con fugarse. Abigail no tarda en aparecer y
Álvaro, dominado por los celos, le reprocha duramente su ausencia: «Abandonas tus deberes de madre por estar al lado de un hombre
que ya no es nada tuyo. Nos tienes abandonados a Mariana y a mí. Si sigues así me veré obligado a avisar a Rosalba para que se
encargue de su hija.» La respuesta de Abigail es clara antes de regresar al hospital: «Carios Alfredo necesita, mi ayuda en este
momento.» Álvaro, furioso, acaba telefoneando a Rosalba y ésta —al enterarse de lo sucedido— se llena de rencor. Una sola llamada de
Látigo basta para que Mariana decida escapar de su casa y encontrarse con él. Poco después, la joven llega al bar de Látigo pidiéndole
que se casen lo antes posible. Ante él temor de que vuelvan a separarlos, huyen a casa de la «Chata», una hermana de Malvaloca.
Mientras, Guillermo informa a su familia que ha anulado la cuenta de su nieta. Desesperada huida Horas, más tarde, Abigail, su padre
y Álvaro se encuentran muy tensos, esperando noticias de la pequeña. En eso llaman a la puerta. Abigail corre a atender pensando que
puede ser Mariana, pero en su lugar aparece Rosalba hecha una fiera, y al saber que su hija aún no ha aparecido, culpa a los presentes
por haber apartado a Mariana de su lado. Al día siguiente, la muchacha traspasa toda su fortuna a nombre de Marcos. Malvaloca,
sospechando que el joven no piensa darle un solo centavo, telefonea a Viviana y le informa de que Látigo piensa traicionarla. Esto altera
a Viviana, quien poco después llama a Látigo acusándolo de traidor y amenazándole: «juro que te mataré por esto.». Látigo le confiesa
que se ha enamorado de Marianita. A su vez, ésta se queda aterrada al leer en el periódico que Malvaloca y Látigo están siendo buscados
por la policía. Mientras. Cheíto ha dado con el paradero de su «hermana» y ha informado a Guillermo, quien decide ir en su busca.
PROXIMA SEMANA
¿Encontrará Guillermo a su nieta? ¿Dará antes la policía con ellos? ¿Será operado Carlos Alfredo?
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ABIGAIL
Capítulo 48
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Carlos Alfredo se ha quedado ciego y sólo una operación puede devolverle la vista. Marianita se fuga con el peligroso Látigo
dispuesta a casarse con él. Viviana se entera de esto y, muy celosa, amenaza con matarlo. Marianita se entera por los
periódicos de que Malvaloca es una asesina.
MARIANITA, CASADA Y VIUDA EL MISMO DÍA
Viviana ha cumplido su condena y ha recobrado su libertad. Precisamente es a Abigail a la primera a quien visita y comunica sus
intenciones: «Voy a buscar a Látigo. Cobrarme mi venganza por su traición.» Abigail, angustiada, le pide que sobre todo tenga cuidado
con su hija. Desconoce que en ese momento Marianita se está casando con Látigo en un humilde juzgado. Al regresar a casa de la
«Chata», los jóvenes se enteran de la reciente visita de Guillermo y Álvaro. Temeroso de que lo encuentre la policía, Látigo opta por huir.
Con el fin de tener a Carlos Alfredo bajo su dominio absoluto, lo convence de que la operación que puede devolverle la visión es un riesgo
innecesario, un peligro. A la llegada del doctor, Carlos Alfredo no duda en exigir que le quiten las vendas, aseverando que no se someterá
a una nueva intervención. Movida por los celos y la sed de venganza, Viviana corre dispuesta a asesinar a Látigo. Entretanto,
Marianita junto con Látigo y Malvaloca han llegado a su nuevo escondite, un antiguo rancho. La joven intenta convencer a sus
acompañantes de que se entreguen a la justicia, pero no lo consigue. Su único temor es que la policía dé muerte a Látigo. La venganza
de Viviana La suerte de Viviana le hace ver a Látigo al salir de una tienda. Segura de cuál es su paradero, decide hacer efectiva su
venganza avisando a las autoridades. Inmediatamente, un agente uniformado se presenta en el rancho de Látigo con una orden de
captura. Malvaloca, sin pensarlo dos veces, coge un revólver y mata al oficial. Seguidamente, los tres emprenden la huida. La policía
inicia la persecución de los prófugos, quienes logran refugiarse en el campamento de una iglesia, batiéndose a tiros con la justicia.
Viviana llega al lugar y Malvaloca, al verla, intenta asesinarla, pero Látigo lo impide. En ese momento la policía da muerte a Malvaloca
ante el estupor de sus amigos. El mismo Látigo recibe un disparo mortal en el pecho, cayendo al vacío. Mariana deja escapar un grito
desgarrador y Látigo, en un charco de sangre, es rodeado por todos los presentes. Mariana —impulsada por ese extraño sentimiento que
la unió a Látigo— se abre paso entre la gente y Marcos muere entre sus brazos. A Mariana, desconsolada, se une Viviana, quien sin poder
evitarlo rompe a llorar por la pérdida del hombre que ama. Álvaro atiende el teléfono que acaba de sonar y se queda helado al reconocer
la voz de Mónica Salvatierra, su primera mujer, a la que creía muerta. Más tarde, Carlos Alfredo chantajea a Abigail con no someterse a
la operación si ella no permanece a su lado. Pero ella no cede, ya que —a pesar de estar cada día más enamorada de él— le debe respeto
a su esposo, Álvaro. Marianita, muerto Marcos «el Látigo» a manos de la policía, se recupera de la triste experiencia vivida. Cheíto, ahora
con el camino libre y despejado, podrá volver a conquistarla. Abigail y Carlos Alfredo, por su parte, tienen un obstáculo insalvable que se
interpone entre ambos: Álvaro. Este, sin embargo, no podrá escapar al influjo de la reaparecida Mónica.
PRÓXIMA SEMANA
¿Chantajeará Mónica a Álvaro? ¿Intentará éste deshacerse nuevamente de ella? ¿Recuperará Carlos Alfredo la visión? ¿Volverá Mariana
con Cheíto?
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ABIGAIL
Capítulo 49
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Avisados por Viviana, la policía acude a detener a Látigo, pero Malvaloca mata a uno de los agentes. Los delincuentes
huyen, siendo perseguidos por la policía, quienes finalmente dan muerte a Malvaloca y a Látigo, para desesperación de
Mariana.
MARIANITA Y CHEÍTO, EN PELIGRO DE MUERTE
El joven Cheíto se entera por Oropeza de la farsa montada por su hija. El hijo de Abigail felicita a Silvia por atreverse a confesar la
verdad, pero ella, lejos de mostrarse arrepentida, le advierte amenazadora: «No voy a descansar hasta ser tu esposa, vete haciendo a la
idea.» Cheíto la mira alejarse, desconsolado. También Álvaro vive su propio calvario interior. Mónica le ha dejado una carta, por medio de
la servidumbre, para que vaya a verla y poco después recibe la esperada visita. Entre los dos no hay amor, sólo un resentimiento que les
lleva a decirse palabras fuertes y a remover el pasado. «Eres un miserable —afirma ella con record—. Intentastes matarme para
despejarme de mi Fortunat. Pero ya ves, hasta para eso eres un fracasado.» Álvaro, fuera de sí, trata de golpearla, pero lo detiene la
súbita llegada de Leonor, compañera de pensión de Mónica y amiga también de Abigail. La cobardía de Álvaro Siguiendo los
interesados consejos de María Begoña. Álvaro decide esconderse en su hacienda durante un tiempo para despistar a Mónica. Antes
notifica su viaje a Abigail pidiéndole que le acompañe, pero ella se niega escudándose en los problemas por los que están pasando sus
hijos. Poco después, María Begoña se entera de que Álvaro ya ha partido y decide llamar a casa de Abigail para comprobar si se la llevó
consigo. Al enterarse de que no es así, monta en cólera. Sobre el escritorio de Álvaro encuentra la dirección de Mónica y sale dispuesta a
encontrarse con ella. La perversa María Begoña le ofrece dinero a cambio de que desaparezca de la vida de Álvaro, pero ella se niega a
aceptar el trato. «Voy a recuperar a mi marido como sea. y ni tu ni nadie me lo va a impedir», sentencia. Debido a su estado de
postración, Carlos Alfredo se muestra cada vez más deprimido, sin fuerzas para nada. Aprovechando ese decaimiento. María Begoña
convence a su prometido de que lo mejor es irse al extranjero y, para herirlo, le asegura que Abigail se fue de viaje con su esposo, lo
cual lo hunde aún más. Ya a solas, Carlos Alfredo escucha cómo su médico le notifica la llegada de unas córneas humanas que están
disponibles para su operación. Para su sorpresa, el enfermo le asegura que no habrá tal operación. «Porque mi vida sin Abigail no tiene
sentido», afirma. Abigail, que lo ha escuchado todo, no puede evitar que se le llenen los ojos de lágrimas. Poco después, la joven le
convence para que se opere y acepte que le sean trasplantadas las córneas para recuperar la vista. Al saberlo, María Begoña, celosa,
amenaza a Abigail con mandarla asesinar y también a sus hijos. Si no se aparta de Carlos Alfredo. Abigail la escucha aterrada. Más tarde,
Álvaro logra comunicarse con María Begoña y ésta le amenaza con denunciarle si no se lleva a Abigail con él fuera del país.
PRÓXIMA SEMANA
¿Atentará María Begoña contra Abigail y sus hijos? ¿Recuperará la vista Carlos Alfredo? ¿Se saldrá Silvia con la suya? ¿Se enfrentará
Álvaro a María Begoña?
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ABIGAIL
Capítulo 50
RESUMEN
CAPITULO ANTERIOR
Álvaro se refugie en su hacienda huyendo del acoso de Mónica. Abigail convence a Carlos Alfredo para que se opere la
vista, lo cual enfurece a Mana Begoña quien la amenaza, con matarla a ella y a sus hijos. Asimismo, advierte a Álvaro que le
denunciará a la policía si no se lleva a Abigail al extranjero.
ABIGAIL Y CARLOS ALFREDO, PADRES OTRA VEZ, Y MARIANA Y CHEITO SE CASAN
Álvaro huye a Brasil resentido por la negativa de Abigail a acompañarle, sabiendo que la retiene su amor por Carlos Alfredo. Este sale con
éxito de la operación a la que se ha sometido y los médicos anuncian que pronto recuperará la visión. Más tarde, María Begoña se
consume de celos al oír a Carlos Alfredo, aún bajo los efectos de la anestesia, llamar a Abigail. Empujada por su maldad, la joven
aprovecha la soledad para tratar de despojarle de las vendas, con el fin de echar por tierra la operación, pero se lo impide la oportuna
llegada de la enfermera. Un mes después, Carlos Alfredo se siente feliz porque ya puede ver y, enamorado, toma las manos de la
emocionada Abigail, agradeciéndole su ayuda. Le pide que regrese con él, pero ella responde que se debe a Álvaro, quien acaba de
regresar de su viaje. Carlos Alfredo reacciona mal, celoso: «Eres una hipócrita. Sólo te interesa Álvaro», le grita. En eso llega María
Begoña y Abigail sale llorando. La primera, astuta, logra manipularle y fijar la fecha de la boda para esa misma semana en el mismo
hospital. «Esta vez nada impedirá la boda», murmura ella. Lucía está dispuesta a confesar ante Bresanutti para que la maldad de María
Begoña no triunfe, pero el padre Agustín teme por su vida y la disuade. En su lugar, Agustín denuncia a Damián ante la policía como
ejecutor de María Clara y como el que les ayudará a aclarar la muerte de ésta. Pero el padre comete el error de advertir a María Begoña
que la policía descubrirá sus crímenes por las declaraciones de Damián. María Begoña actúa rápidamente. Se presenta ante el
desprevenido Damián y le mata disparándole dos tiros. «Sabias demasiado y eras muy bruto. Bresanutti te hubiera sacado toda la
infamación sobre mí», le dice al muerto. Nuevo amor de Cheíto. Cheíto se ha enamorado de Zulay, la sobrina de Carlota, a la que
enseña a leer. y se lo dice a Mariana, quien disimula sus celos al saber, asimismo, que está dispuesto a casarse con la muchacha. Más
tarde, Silvia escucha una conversación telefónica entre Mariana y Fernando, en la que la joven manifiesta su intención de conquistar
nuevamente a Cheíto. Silvia, furiosa, le insulta y ambas acaban peleando en lo alto de una escalera. Silvia la empuja y Mariana cae al
vacío. La joven yace en el suelo en medio de un gran charco de sangre, por lo que Silvia, aterrada. La da por muerta y sale huyendo sin
ser vista. El miedo se apodera de todos cuando, ya en el hospital, los médicos informan que Mariana se encuentra en coma y que su vida
pende de un hilo. El padre de Silvia, Oropeza, se presenta y llora desconsolado ante Mariana, sorprendiendo a todos con la noticia de que
fue su hija quien la empujó. Carlos Alfredo asegura al desesperado padre que no denunciará a Silvia. Este anuncia entonces su intención
de encerrarla en un internado. Poco después, la propia Silvia pide perdón delante de todos. Cheíto, angustiado, no se aparta del lado de
Marianita tratando de darle fuerzas. Debido a la tragedia ocurrida a su hija, Carlos Alfredo anula la boda con María Begoña. Esta,
odiando a la joven por interponerse en sus planes, trata de matarla quitándole los aparatos que la mantienen con vida. Un médico logra
evitarlo y luego impacta a todos informando de lo ocurrido. Lucía declara al fin ante Bresanutti y éste extiende una orden de detención
contra María Begoña, pero ésta logra huir y se refugia en un motel barato. Al mismo tiempo, Carlos Alfredo se convence de que María
Begoña es una sicópata cuando Abigail le hace ver que intentó matar a Mariana, que quiso matarla a ella misma y que es la asesina de
María Clara. Álvaro confiesa En medio del dolor que siente por el estado de su hija, Álvaro es detenido por Bresanutti acusado de
complicidad en el asesinato de María Clara. Álvaro se angustia porque Mónica puede hundirlo aún más si confiesa que intentó asesinarla
pero él desconoce que ella no piensa delatarle porque todavía le ama. Álvaro confiesa a Abigail que no denuncie a María Begoña para que
ésta no dijera que intentó matar a Mónica. Abigail le escucha aterrada, pero más aún cuando le asegura que él atropelló a Carlos Alfredo.
«Los celos me cegaron—confiesa.- Me volví loco al descubrir que huirías con él. Para mí la vida eres tú, te quiero.» Abigail le mira con el
rostro bañado en lágrimas, pero consigue decir; «Siempre voy a ser tu amiga, Álvaro. Tú me ayudaste en mis momentos difíciles. Voy a
contratar al mejor abogado para ti.» Abigail se presenta posteriormente ante Mónica para pedirle que no lo denuncie. «Yo tampoco lo
haré.» le dice. Mónica se lo promete y las dos mujeres se abrazan emocionadas. Pero las cosas se complican cuando María Begoña llama
a Bresanutti y, tras advertirle que no la atrapará, le confía que Álvaro intentó matar a su primera esposa y le da la dirección de ésta.
Ante las preguntas del inspector, Mónica acaba confesándolo todo. Carlos Alfredo es dado de alta y Abigail, contestando a su pregunta, le
asegura que nunca amé a Álvaro. Carlos le pide en vano que rehagan sus vidas juntas. «Creo que entre nosotros ya no existe el amor,
no existe nada,» asegura tristemente ella. En la comisara, Álvaro pide perdón a Mónica y ella le confiesa que llegó a odiarle, pero que
nunca pudo olvidarle. El la rechaza y le asegura que le devolverá la fortuna que una vez le quitó Ya a solas, Mónica decide regresar a
París. Por su parte. Zulay también regresa a su pueblo, sabiendo que Cheíto nunca podrá amarla como a Mariana. Horrible final de
María Begoña María Begoña ha preparado un plan infalible para huir de la justicia: ingerirá una sustancia para simular su muerte y,
horas después de ser enterrada, será salvada por su secuaz Alberto. Todos los preparativos están listos. Duda un momento antes de
beber el líquido, pensando que sería horrible ser enterrada viva, pero luego desecha sus dudas seguras de que nada fallará y que
regresará luego a vengarse de todos. Cheíto con los ojos llenos de lágrimas, besa a Mariana: «No mueras, mi amor. Yo te quiero
tanto...» En ese momento ella reacciona y, sin fuerzas, le dice: «Te amo, Cheíto.» Ei, incrédulo y feliz, la besa de nuevo y luego avisa a
los suyos, quienes se emocionan al saber que la muchacha está bien. Bresanutti y sus hombres encuentran a María Begoña en su cama
aparentemente muerta. En eso entra su secuaz, Alberto, quien grita desesperado cuando le detienen, comprendiendo la fatal suerte que
correrá ella si no ocurre un milagro y le sueltan pronto. Pero no se produce ese milagro y, mientras Alberto continúa arrestado, todos
acuden al entierro sin sospechar que María Begoña grita desesperada, golpeando las paredes de su oscuro ataúd, en una larga agonía.
Un año después, Mariana se casa con Cheíto rodeada del cariño de sus dos madres, Abigail y Rosalba, pero no de su padre, Álvaro, quien
cumple ocho años de condena. Por su parte, Carlos Alfredo y Abigail también planean su inminente boda y lo celebran fundiéndose en un
apasionado beso, dispuestos a que éste sea el verdadero principio. «Te amo sin descanso, sin treguas. Siempre te he amado,» confiesa
emocionada Abigail. «Lo logramos, mi amor —responde enamorado Carlos Alfredo-. Toda la vida luchando por esto. Toda la vida
desviados hasta conseguir estar juntos, para siempre.» Cinco años después. Vemos una foto entrañable que enmarca la felicidad de la
gran familia Abigail y Carlos Alfredo abrazan a su pequeño hijo de tres años. Mientras, Mariana, embarazada, se coge del brazo de un
sonriente y feliz Cheíto.
FIN
Por fin Carlos Alfredo y Abigail vuelven a estar juntos y felices después de tantos sufrimientos, Tras una boda íntima, en compañía de sus
seres queridos, la pareja volverá a recibir la visita de la cigüeña._______________________
Abigail y Cados Alfredo logran ser felices de nuevo, casados y con la alegría de un bebé, pero además verán cómo Marianita y Cheíto —
que durante tanto tiempo Lucharon también por su amor- los convierte en abuelos.

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