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Lo invito respetuosamente a desarrollar de manera individual el siguiente formato. Por favor diligéncielo como usted lo entienda según su saber y
experiencia. Sus aciertos o desaciertos no serán juzgados, al contrario permitirán una reflexión sobre el que y el cómo trabajar en la orientación en formación
por competencias para la importante Institución de la cual Usted hace parte.
Instrucciones:
Primero: seleccione una competencia de una materia y curso que usted orienta
Segundo: diligencie según su entendimiento los formatos que aparecen más adelante
Tercero: Socialice este ejercicio el día jueves 8 de agosto según el orientador determine.
PLANEACIÓN
MOMENTO UNO:
ESCENARIO DE APRENDIZAJE ( Ubique en este espacio el lugar o lugares donde va a trabajar con sus estudiantes para la formación en la competencia que
usted escoja)
Competencia a DESEMPEÑOS Como lo van a Que recursos Cuanto tiempo Como voy a Que criterios de
desarrollar Escriba que desempeño o aprender necesitare requiero para evaluar evaluación planteo
desempeños va a trabajar para trabajar estos para los
alcanzar la competencia por desempeños desempeños que
usted escogida usted formuló
SABER Identifica los Video “el cliente del guía de 4 A través de Identifica con
diferentes tipos post modernismo”. formación “el Cuestionario. suficiencia los
de clientes que cliente es y hace diferentes tipos de
existen en el a la empresa” clientes que existen
Relaciono e entorno en el entorno
identifico, a los empresarial. comercial.
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HACER Organiza los A través de la Documento 2 Diligenciamiento Diligencia
de consumidores
según sus clientes según las elaboración de matriz del cliente apropiado de la apropiadamente la
necesidades del matrices del post matriz del cliente matriz del cliente en
diferentes mercado. comparativas de modernismo. en el post el post
contextos clientes en su modernismo. modernismo.
socioeconómicos.
carpeta de
evidencias.
DISEÑO
MOMENTO DOS:
Lo mismo si para el hacer, por ejemplo va a trabajar un taller de aplicación, debe elaborar el taller.
NOTA: Como es un ejercicio elabore solo una estrategia del saber y otra del hacer y la socializara el día jueves.
A continuación les doy a conocer algunas de las estrategias que pueden usarse para el saber, hacer o ser, pero ustedes pueden escoger y plantear otras si así
lo prefieren
En este video se muestran los diferente tipos de clientes que hoy en día coexisten en el mercado y como tratar con ellos
para lograr una venta exitosa.
No puedes vivir sin ellos, pero con ellos, a veces, tampoco. Sin clientes, tu negocio no existiría, eso lo tienes claro. Unas veces son
la amabilidad y la compresión hecha persona, y otras te encuentras tratando con ellos como si estuvieras en medio de una batalla
medieval. Cada uno es único, son personas al fin y al cabo. Pero eso no significa que no puedan compartir algunos rasgos
comunes. ¿Quieres entenderlos mejor? ¿Quieres que ellos comprendan mejor tu empresa y lo que puedes ofrecerles? Echa un
vistazo, tal vez este artículo puede servirte de ayuda.
El cliente hablador
No tiene malas intenciones, pero puede hacerte perder muchísimo tiempo. Empezáis comentando las últimas mejoras en tu
producto y termina contándole cómo cazó el verano pasado un unicornio en las selvas más recónditas del Congo. Si le das manga
ancha, terminará describiendote la vida y los milagros de todo su árbol genealógico, así que deberías pararle los pies o perderás
toda la mañana. Sé amable y sutil con él, hay muchas formas de terminar una conversación sin ser mal educado.
El cliente agresivo
Se queja, amenaza y, si lo tuvieras delante, seguramente levantaría su maza con pinchos para asestarte un certero golpe en la
cabeza. Vale, igual esto último correspondería más con el improbable “cliente asesino”, pero sabes bien de lo que te estamos
hablando. Para tratar con él, calma tus nervios. Si le atiendes con tranquilidad y amabilidad irá suavizando su tono. Déjale hablar,
probablemente lo que más necesite es plantear todas sus quejas. Intenta encontrar puntos en común con él. Con el tiempo, se irá
relajando.
El cliente ofensivo
Es una variante del cliente agresivo. Este año no se ha abonado al club de fútbol de sus amores y echa en falta insultar al árbitro
cada dos semanas, por lo que llama a tu empresa para desfogarse. No te pongas a su altura, no le llames nada ni te acuerdes de
su abuela, que la pobre no tiene la culpa de cómo ha salido su nieto. De nuevo, mucha calma y toda la educación del mundo.
Recuerda que es trabajo, no lo conviertas en algo personal.
El cliente insatisfecho
Aunque pueda parecerse al cliente agresivo o al cliente ofensivo, no tiene nada que ver con ellos. No tiene mala educación ni malas
intenciones, pero sí alguna queja –posiblemente justificada- que le ha hecho perder la confianza en tu empresa y ponerse a la
defensiva. Intenta demostrarle que no tiene motivos para preocuparse. Ten una actitud positiva con él y hazle saber que vas a
hacer todo lo posible por ayudarle. Y por supuesto, cumple con tu palabra.
El cliente impaciente
No sólo quiere una respuesta, sino que la quiere YA. Suele tener un fuerte carácter o estar especialmente irritado, por lo que
conviene tener mano firme. No dejes que te contagie su nerviosismo. Si eres capaz de mantener la calma y tranquilizarle es
probable que la primera oleada de impaciencia pase tan rápido como ha llegado. Será más fácil conseguirlo si le dejas claro que os
vais a poner manos a la obra inmediatamente para resolver su problema (y, de nuevo, recuerda que eso debe ser cierto). Si no
podéis encargaros tan rápido, déjale claro que será atendido en cuanto sea posible.
El cliente entendido
Es un especialista y sabe de lo que habla. Conoce tu producto, el de la competencia, los precios, las características… Cuando
hablas con él, te dan ganas de sacar una libreta y empezar a apuntar cosas. Sé educado y demuestra que valoras sus
conocimientos. Además, realmente puedes aprender mucho de él, por lo que deberías tener en cuenta sus comentarios. Pueden
ofrecerte información muy valiosa.
Cuidado, no debes confundirlo con el cliente “cuñado”. Los distinguirás por el tono de voz y porque éste último realmente no tiene
idea de lo que habla…
El cliente ligón
Ha agotado todas sus opciones en las apps de ligoteo y ahora está explorando nuevos territorios. No pierdas la paciencia con él,
pero tampoco le sigas el juego. Sé profesional y lo normal será que se dé por aludido.
El cliente educado
Plantea sus quejas y sus dudas con la exquisitez de un lord británico. Da gusto tratar con él porque, además de su buen trato, te
permitirá ir al grano y resolver sus problemas con rapidez. Sólo necesitarás tratarle con diligencia y con la misma educación. Puede
que hasta te ganes algún título nobiliario.
El cliente negociador.
Es capaz de vender congeladores en el Polo Norte, y tiene toda la mañana para demostrártelo. Probablemente tenga más
interés en hacerte ceder que en conseguir un beneficio real. Busca alguna alternativa que puedas ofrecerle y que no
exceda tu capacidad de negociación. Probablemente, quedará satisfecho.
El cliente dubitativo
No tiene claro qué producto quiere, ni si lo quiere realmente. Ha agotado todas las FAQ y ya empieza a repetir preguntas.
Podrías estar horas atendiéndole para que al final acabe dejándote sin una respuesta concreta. Ten mucha paciencia con él, pero
no sigas perdiendo el tiempo y despáchale amablemente si ves que al final no hará ninguna contratación o compra.
El cliente participativo
Te lo llevarías a tu casa y lo pondrías junto al gato. Es una persona dialogante, que se preocupa por conocer de un modo
constructivo los distintos aspectos del producto, y es muy raro que te plantee problemas. Si lanza una crítica siempre será
constructiva, por lo que -como al cliente entendido- te vendría muy bien escuchar sus sugerencias. Trátalo como oro en paño. Ojalá
todos fueran como él.