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EVIDENCIA INFORME “DETERMINAR LAS P`ROBLEMÀTICAS QUE SE

PRESENTAN EN EL ESPACIO PÙBLICO”

COMPETENCIAS CIUDADANAS EN LA SEGURIDAD VIAL

ELABORADO POR:

MELANY ANDREA LÒPEZ ECHEVERRY

PRESENTADO A:

REGULO CASTRO BARON

SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE (SENA)

DAGUA (VALLE DEL CAUCA)

2019
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÒN

1. DESARROLLO DEL CONTENIDO

2. SITUACIÒN

Determine qué estrategias puede generar el consorcio para proceder


ante esta situación.

Diseñe una propuesta para presentar al organismo de tránsito con el


fin de subsanar esta problemática y aminorar los trancones que se
están presentando constantemente en este tramo de la vía.

3. CONCLUSIONES

4. FUENTES BIBLIOGRÀFICAS O CIBERGRAFÌA


INTRODUCCIÒN

El espacio público puede abordarse desde diversos enfoques complementarios,


referentes a la dimensión jurídica, al uso que puede dársele y a la diversidad de
actividades que genera; esto es, existen rasgos que permiten caracterizar en el
plano del deber ser a un espacio público.

Jurídicamente, el espacio público está sometido a una regulación específica por


parte de la administración pública, propietaria o que posee la facultad de dominio
del suelo, que garantiza su accesibilidad a todos los ciudadanos y fija las
condiciones de su utilización y de instalación de actividades. En cuanto al uso, el
espacio público es el escenario de la interacción social cotidiana, cumple
funciones materiales y tangibles: es el soporte físico de las actividades cuyo fin
está orientado a que las necesidades urbanas colectivas sean satisfechas. Por
ejemplo, la práctica de actividades deportivas, recreativas, artístico culturales
encuentran en el espacio público el lugar idóneo de realización.

De manera complementaria, se puede advertir una dimensión social, cultural y


política en el espacio público, en cuanto es un lugar de relación y de identificación,
de manifestaciones políticas, de contacto entre la gente, de vida urbana y de
expresión comunitaria. En este sentido, los espacios públicos son concebidos
como lugares por excelencia de desarrollo, recreación y ocio en donde se realizan
múltiples y diversas actividades colectivas; allí se favorece el aprendizaje social, y
también se propicia la tolerancia, el respeto, la diversidad y la equidad. En suma,
los espacios públicos permiten detonar relaciones sociales sanas, críticas y
constructivas entre diferentes grupos de la población.

Se puede categorizar a los espacios públicos en dos tipos distintos: los


monumentales, que son aquellos lugares de gran dimensión, de jerarquía urbana,
que tienen valor simbólico para el conjunto de la sociedad y recogen la historia de
una ciudad, región o país. Por otro lado, están los espacios públicos de barrio a
los cuales los vecinos pueden acceder a pie diariamente, son de pequeñas
dimensiones, de jerarquía intra-comunal y tienen valor simbólico para un reducido
número de personas. Por su tamaño, los espacios públicos de barrio son el lugar
para conocerse cara a cara y para observar acciones cuyo móvil es el afecto, el
encuentro y la recreación cotidiana. Éstos últimos son los que toman especial
interés para este diagnóstico.
1. DESARROLLO DEL CONTENIDO

Como ya se mencionó, los espacios públicos permiten el goce y disfrute de los


ciudadanos, al ser escenarios de encuentro, expresión y convivencia; en ellos
cada individuo reivindica su sentido de pertenencia a un grupo, a una sociedad, o
a una nación. Así, su aprovechamiento coadyuva a la construcción de identidades
colectivas y a promover paradigmas de espacios comunitarios: primero, por ser
abiertos, no excluyentes y apropiables por todos; y segundo, por favorecer formas
de relaciones sociales sanas, seguras y constructivas.

Por lo anterior, los espacios públicos son concebidos cómo el soporte material
para crear ciudadanía y civilidad, por ello uno de los grandes retos de todas las
ciudades y zonas metropolitanas del país es la adecuada dotación y el
mantenimiento de espacios públicos para asegurar un equilibro urbano y mejorar
las condiciones de vida de la población.

Sin embargo, a pesar de su libre acceso y uso, los espacios públicos son
escenarios que se redefinen continuamente a través de conflictos y negociaciones
sociales a diversa escala. Si bien el Estado es el garante para su utilización, los
grupos sociales establecen estrategias específicas para su aprovechamiento,
organización y significación, desplegando y recreando los referentes necesarios
para su reproducción.

Un ejemplo de conflicto en un espacio público surge al presentarse conductas de


riesgo derivadas de la apropiación del lugar por un sector de la comunidad que le
da un uso diferente al original, generalmente calificado como antisocial. Cuando
esas conductas de riesgo se aúnan al deterioro físico de los espacios, a la falta de
correspondencia con las necesidades de la ciudadanía o las insuficientes
actividades recreativas que promuevan la concurrencia de la población, se tienen
las condiciones para observar un espacio público abandonado o subutilizado, que
resulta poco funcional para el barrio o colonia en que se ubica y que en el mejor
de los casos se convierte únicamente en un lugar de tránsito.
2. SITUACIÒN

Un reconocido consorcio de obras públicas ha decidido contratarlo como asesor


vial por su alto conocimiento y manejo del Código Nacional de Tránsito Terrestre,
esto con el fin de generar estrategias que permitan solucionar la problemática
vehicular que se está presentando debido a que por motivos de invierno el
consorcio incumplió con el contrato de reparación de un tramo de la vía Terminal -
Aeropuerto, lo que dio lugar a que empleados de las empresas vecinas,
estacionen sus vehículos en este espacio, bloqueando el normal tránsito de la vía,
tenga en cuenta que los propietarios de los vehículos manifiestan que no tienen
donde parquear y por tal razón hacen uso de la vía pública como estacionamiento.

Determine qué estrategias puede generar el consorcio para proceder


ante esta situación.

En las ciudades tradicionales, el Espacio Público es el que da identidad y carácter


a la ciudad, el que permite reconocerla y vivirla en sus sitios urbanos: naturales,
culturales y patrimoniales. Aunque los gobiernos locales se ocuparon de su
gestión a través de la regulación, la normativa y los proyectos urbanos, no
pudieron prevenir ni corregir las constantes y, muchas veces toleradas, invasiones
privadas que deterioraron la calidad de vida y el medio ambiente.

Con importantes inversiones en centros de recreación y consumo (los nuevos


espacios del encuentro) y en las urbanizaciones privadas, introduce el concepto
de espacio privado de uso público. Sin embargo, el tratamiento de los espacios
públicos cotidianos, con fuerte participación ciudadana, multiplica las acciones y la
diversidad de soluciones mejorando la calidad ambiental del conjunto. Esta
ponencia presenta algunas experiencias desarrolladas con resultados positivos.

Generar un área peatonal consiste básicamente en facilitar el desplazamiento de


peatones y el desarrollo de actividades complementarias que hacen más
atractivas los paseos ciudadanos, los paseos de compras.

Se utilizaron diversas modalidades de peatonalización:

 Peatonalizar separando espacialmente el flujo peatonal del vehicular


resolviendo cada uno de ellos en forma independiente, a veces en diversos
niveles. Los puentes y calles sobre elevadas y los túneles son soluciones
utilizadas para separar los flujos peatonales de los vehiculares.
 Peatonalizar reservando todo el espacio circulatorio vehicular, la calzada, a
los peatones.
 Peatonalizar de manera parcial, es decir incrementar los recorridos
peatonales a expensas de los vehiculares, ampliando la superficie de la
vereda y reduciendo en la calzada el espacio de estacionamiento y
circulación de los vehículos. La peatonalización parcial mantiene la
convivencia de los flujos peatonales y vehiculares en una misma arteria;
incrementa el espacio destinado a peatones mejorando sus
desplazamientos y las posibilidades de detenerse en el encuentro informal
sin que ello implique la eliminación del paseo en auto, las operaciones de
carga y descarga de mercadería, o la adaptación a la época del año o de la
semana más conveniente.

Es una solución menos costosa en términos económicos y de menor impacto


sobre el sistema circulatorio, sobre todo en las áreas centrales en general
congestionadas.

Diseñe una propuesta para presentar al organismo de tránsito con el


fin de subsanar esta problemática y aminorar los trancones que se
están presentando constantemente en este tramo de la vía.

La fórmula mágica para acabar los trancones con solo tronar los dedos no existe.
Lo que hay es una serie de soluciones que indudablemente deben ir de la mano
para que sí se pueda acabar con el problema.

El problema radica en que el País se ha llenado de normas que han sido dictadas
sin haber tenido un plan vial concebido; a congestión se debe también a que no se
toman otras alternativas.

No todas las soluciones en materia de movilidad implican inversiones y obras de


gran envergadura. Existen nueve acciones puntuales, de costo e inversión
relativamente bajos, que podrían contribuir a reducir los trancones que a diario se
toman las calles.

Talleres participativos donde, los vecinos se encuentran en talleres de


discusión, actualización y seguimiento de las actuaciones sobre el espacio
público.

Concursos de ideas no vinculantes


Las soluciones para el manejo sustentable y administración del espacio público
deben contener mecanismos para que la ciudad gestione sus espacios
públicos con un Plan Integral, comprometiendo a las entidades ejecutoras que
deben actuar en el medio urbano a elaborar planes de administración y
manejo.

Es necesario repensar la ciudad desde sus espacios públicos, imponerlo como


principio colectivo y recuperar el protagonismo y liderazgo por parte de la
administración en la regularización y construcción de los mismos.

A fin de viabilizar las estrategias de mejora de la calidad de los espacios


públicos se deben encarar en forma simultánea acciones de carácter
informativas, indicativas, normativas, de ejecución, control y mantenimiento.

Sin embargo, creo que en la actualidad las posibilidades de actuación directa de


los municipios (sobre todo de los más pequeños) sobre el Espacio Público a través
de grandes operatorias urbanísticas es limitada, sin embargo esas posibilidades
aumentan cuando se encaran actuaciones concertadas público privadas en
emprendimientos de menor escala.

Así, cuando en las estrategias gestión del espacio público se incorpora el


tratamiento de los espacios de la cotidianeidad, de los espacios urbanos
intersticiales, muchas veces mejorados con procesos de autogestión, de los
espacios ligados a las infraestructuras de circulación que vertebran la ciudad, las
posibilidades de proyectar, ejecutar y mantener actuaciones de carácter público
privadas se potencian.

El tratamiento de los espacios cotidianos multiplica las posibilidades de generar


acciones pequeñas, diseminadas por la ciudad, con fuerte participación
ciudadana, ampliando así la diversidad de soluciones, la oportunidad de
acceder a esos espacios en diversos sectores de la ciudad (con equidad de
oportunidades) y la mejora la calidad ambiental del conjunto.

Las intervenciones y su localización pueden ser diversas, como son los barrios
de la ciudad donde están ubicadas; lo que sí seguramente tendrán en común
será la escasez de recursos económicos tanto para su ejecución como para su
mantenimiento.

Es necesario entonces seleccionar maneras simples de hacer las cosas, por


ello se deben impulsar acciones orientadas a la mejora de los espacios
públicos con medidas sencillas que requieren de inversiones menores pero que
exigen de un mayor esfuerzo conjunto.
3. CONCLUSIONES

El derecho a un nivel de vida "adecuado" y dentro de él, específicamente, a una


vivienda "adecuada", se trata de la facultad que debe tener todo ser humano para
desarrollar su vida en un lugar apropiado para vivir, para habitar. En este sentido,
el espacio público constituye un elemento fundamental, que puede contribuir a la
satisfacción de necesidades humanas como la identidad, el sentido de pertenencia
y la belleza. Para ello, es necesario que esté dotado de cualidades tanto
espaciales como materiales que convoquen a diversos grupos humanos para que
accedan a él en condiciones de igualdad. Así, la presencia de espacios públicos
de calidades similares en las diferentes áreas habitacionales urbanas, más allá del
nivel socio-económico de la población que habite en cada una de ellas, puede
contribuir a alcanzar condiciones de equidad para todas las personas que habitan
nuestras ciudades.

Sin embargo, en el desarrollo de los procesos urbanos relacionados con la


planificación, el diseño y la construcción de áreas de vivienda social, importantes
esfuerzos y recursos se han concentrado en resolver la urgencia por un techo
digno, desde una perspectiva que -en general- comprende al problema como una
carencia de objetos habitables más que como la necesidad de espacios para
habitar. Este enfoque ha desencadenado una predominante preocupación por la
construcción de gran cantidad de unidades de vivienda y ha concentrado
reflexiones y aportes principalmente en la solución de la unidad habitacional,
descuidando la calidad del diseño y la materialidad del entorno de estas unidades,
lo que propicia diversos problemas espaciales que, al ritmo de dicho proceso de
construcción, se reproducen masivamente en la periferia urbana.

Al respecto, es importante señalar que buena parte de dicho entorno está


constituido por espacios nominalmente destinados al dominio público, pero que en
realidad se transforman en áreas baldías debido a su baja calidad, influenciada -
entre otros aspectos- por su configuración residual derivada de una ocupación
territorial mecánica, centrada en las edificaciones y no en el espacio urbano,
circunstancia que las predispone como foco de problemas tanto espaciales como
sociales.

En este contexto, la reflexión sobre diseño urbano a la cual se recurre, constituye


un aporte significativo a la búsqueda de una mejor calidad en los espacios
públicos habitacionales, ya que hace énfasis en la relación entre las personas y el
espacio que habitan, integrando en parámetros de diseño aspectos vinculados a la
dimensión física de éste, así como a la subjetiva de quienes lo ocupan.
Esta integración signo-significado, determina la comprensión del espacio público
habitacional como paisaje urbano, a través de la cual se pretende dirigir la mirada
sobre la forma de aquel, considerando al ser humano que la percibe y a partir de
esa percepción construye paisajes. En ese sentido, aunque la reflexión
mencionada surge como crítica a la ciudad en contexto histórico socio-cultural y
político-económico diferente a la actual, se basa sin embargo en una preocupación
por la deshumanización del espacio urbano, que es análoga a la descrita en torno
a los espacios públicos de la ciudad contemporánea, la cual también manifiesta
como uno de los temas centrales la pérdida del ser humano como eje en el diseño
y construcción de estos espacios.

Por otra parte, gracias a que cada uno de los libros analizados tiene un autor que -
por su diferente procedencia o formación académica con respecto a los otros-
aborda la reflexión sobre el diseño del espacio urbano desde una perspectiva
propia, los parámetros de diseño que pudieron ser identificados conforman un
amplio espectro de aspectos complementarios a considerar para el logro de una
buena calidad en los espacios públicos.

Esta diversidad de parámetros es propuesta por todos los autores, a partir de una
estructura general coincidente, que, aunque de acuerdo al enfoque de cada uno
fue presentada y nombrada de manera distinta, pudo ser sistematizada en este
caso bajo el concepto de principios básicos, los cuales constituyen -como lo
constata la mencionada coincidencia- un grupo de valores que se consideran
esenciales independiente del contexto, para la configuración del espacio público.

Este planteamiento, sin embargo, debe ser tenido en cuenta considerando que lo
permanente es el valor que representa cada principio, pero que la manera en que
dicho valor se alcanza debe adaptarse a los cambios en las demandas y el
contexto en el cual se encuentra un espacio público en particular. Dada esta
premisa, confrontar los principios a través de sus parámetros, en el análisis
valorativo de espacios públicos localizados en sectores de vivienda social en la
ciudad de Santiago de Chile, permitió hallar problemáticas asociadas a ellos,
aunque distintas en lo específico a las situaciones que motivaron la reflexión
teórica de la cual fueron identificados dichos parámetros. Estas nuevas
problemáticas correspondientes a las características particulares que presenta
actualmente la pobreza en Chile, están asociadas en su mayoría a necesidades
sociales en donde los factores espaciales son determinantes, haciendo evidente el
papel del espacio público en áreas urbanas de vivienda social.

Así mismo, se pudieron verificar los cambios cualitativos que la presencia de los
principios mencionados aporta al ser considerados mediante los parámetros en el
diseño de espacios públicos. Verificación representada a través de imágenes
objetivo que no buscan constituir modelos de aplicación sino expresar las ideas
subyacentes en el hecho material, ya que de igual forma que en el análisis, lo que
interesa es confrontar cómo la ausencia o presencia de estos principios determina
la existencia del espacio público como lugar de encuentro con el otro, de placer
espiritual, de vínculo con el territorio, como paisaje.

De esta manera, la investigación realizada no pretende entregar una respuesta


definitiva al problema, sino más bien constituirse en un punto de partida para la
reflexión sobre el espacio público habitacional desde la perspectiva del paisaje,
enfocándose exclusivamente en el diseño del espacio de la ciudad como estudio
específico de la dimensión física del paisaje urbano, sin desconocer la importancia
de aspectos como la incorporación del punto de vista del habitante o la
consideración de procesos de gestión, pero pudiendo afirmar -en consecuencia-
que mejorar las cualidades físicas del espacio público como objeto de valoración,
contribuye a la vez a un mejoramiento significativo en las condiciones de vida de
los habitantes de sectores urbanos de vivienda social.
4. FUENTES BIBLIOGRÀFICAS O CIBERGRAFÌA

Borja, Jordi, Ciudadanía y espacio público”, en Ambiente y desarrollo, septiembre


1998.

Ramírez Kuri, Patricia, La fragilidad del espacio público en la ciudad segregada,


septiembre 2006.

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