Вы находитесь на странице: 1из 9

Psicoanálisis y medicina

J. Lacan (1966)

1- ¿Cuál es la relación entre el psicoanálisis y la medicina?

Lacan va a decir que actualmente, que el psicoanálisis ocupa un lugar marginal debido a la posición de la
medicina respecto del este, al que admite como una suerte de ayuda externa, comparable a la de los
psicólogos y a la de otros asistentes terapéuticos. (marginal, en el borde)

Es extraterritorial desde el psicoanálisis hacia la medicina, por obra de los psicoanalistas quienes, tienen sus
razones para querer conservar esta extraterritorialidad, circunscriben un campo diferente al de la medicina,
otro territorio.

2) ¿Cómo se dio el cambio de la función del médico y su personaje? Lacan explica que se está produciendo
un cambio en la función del médico y su personaje. Durante todo el período de la historia, esta función, este
personaje del médico, ha permanecido con gran constancia hasta una época reciente.

El gran médico fue considerado a través de las épocas, como un hombre de prestigio y autoridad.

Pero la medicina entró en su fase científica en tanto surgió en un mundo que exige los condicionamientos
necesarios en la vida de todos en la medida que la presencia de la ciencia incluye a todos en sus efectos.(nos
pone a todos bajo sus efectos)

Frente a estas nuevas exigencias sociales, la medicina no pudo quedar afuera.(Con la Segunda Guerra
Mundial hay una explosión tecnológica y se tiende a homologar ciencia y tecnología; se demuestra que el
país más tecnológico es el que gana)

En la medida en que las exigencias sociales están condicionadas por la aparición de un hombre que sirve a
las condiciones de un mundo científico, dotado de nuevos poderes de investigación y de búsqueda, el
médico se encuentra enfrentado con problemas nuevos. El médico ya no tiene nada de privilegiado en la
jerarquía de ese equipo de científico diversamente especializados en las diferentes ramas científicas. Desde
el exterior de su función, principalmente en la organización industrial, le son proporcionados los medios y al
mismo tiempo las preguntas para introducir las medidas de control cuantitativo, los gráficos, las escalas, los
datos estadísticos a través de los cuales se establecen, hasta la escala microscópica, las constantes
biológicas y se instaura en su dominio ese despegue de la evidencia del éxito que corresponde al
advenimiento de los hechos.

La colaboración médica será bienvenida para programar las operaciones necesarias para mantener el
funcionamiento del tal o cual aparato del organismo humano en condiciones determinadas.

Lacan se pregunta ¿qué tiene que ver todo esto con lo que llamaremos la posición tradicional del médico? Y
responde que el médico es requerido en la función de científico fisiologista, pero sufre también otros
llamados: el mundo científico vuelca entre sus manos un número infinito de lo que puede producir como
agentes terapéuticos nuevos, químicos o biológicos, que coloca a disposición del público, y le pide al médico,
como si fuera un distribuidor, que los ponga a prueba.

3- ¿Qué responde Lacan a la pregunta sobre dónde está el límite en que el médico debe actuar y a qué
debe responder? Lacan va a decir que debe responder a la demanda (primer eje de la conferencia).

Dirá que es en la medida de este deslizamiento, de esta evolución que cambia la posición del médico
respecto de aquellos que se dirigen a él, como llega a individualizarse, a especificarse, a valorizarse
retroactivamente, lo que hay de original en esa demanda al médico. Este desarrollo científico inaugura y
pone cada vez más en primer plano ese nuevo derecho del hombre a la salud. En la medida en que el
registro de la relación médica con la salud se modifica, donde esa suerte de poder generalizado, que es el
poder de la ciencia, brinda a todos la posibilidad de ir a pedirle al médico su cuota de beneficio, con un
objetivo preciso inmediato, vemos dibujarse la originalidad de una dimensión que Lacan llama la demanda. Y
es en el registro del modo de respuesta a la demanda del enfermo donde está la posibilidad de supervivencia
de la posición propiamente médica.

Responder que el enfermo viene a pedirnos la cura, no es responder, pues cada vez la tarea precisa, que
debe realizarse con urgencia, no responde pura y simplemente a una posibilidad que se encuentra al
alcance de la mano: por ejemplo la administración de un antibiótico. Existe fuera del campo de lo que se
modificó por el beneficio terapéutico algo que permanece constante.

Cuando el enfermo es remitido al médico o cuando lo aborda, no se puede decir que espera de él pura y
simplemente la curación. Coloca al médico ante la prueba de sacarlo de su condición de enfermo, lo que es
totalmente diferente, pues esto puede implicar que él esté totalmente atado a la idea de conservarla. Viene
a veces, demandar que lo autentifiquemos como enfermo; en muchos otros casos vienen, de la manera mas
manifiesta, para demandar que lo preserven en su enfermedad, que lo traten del modo que le conviene a él,
el que le permitirá seguir siendo un enfermo bien instalado en su enfermedad.

Lacan resalta la significación de la demanda, dimensión donde se ejerce estrictamente la función del médico,
y a partir de la cual introduce la estructura de la falla que existe entre la demanda y el deseo.

Comenta Lacan que no es necesario ser psicoanalista, ni siquiera médico, para saber que cuando cualquiera,
nos pide algo (demanda), no es para nada idéntico, e incluso a veces es diametralmente opuesto, a aquello
que desea.

4- ¿ A qué se refiere Lacen con falla epistemo- somática y qué relación tiene con el cuerpo y el goce? (Lacan
se va a referir a la exclusión que se da del cuerpo como goce desde la medicina) Lacan delimita como una
falla epistemo-somática, el efecto que tendrá el progreso de la ciencia sobre la relación de la medicina con el
cuerpo. Dice que nuevamente aquí, para la medicina, la situación es subvertida desde afuera. Y lo que antes
de ciertas rupturas aparecía como confuso, velado, aparece con brillo.

Lo que está excluido de la relación epistemo-somática (el goce) es justamente lo que propondrá a la
medicina el cuerpo en su registro purificado. Lo que presenta de este modo se presenta como pobre en la
fiesta donde el cuerpo brillaba recién con la posibilidad de ser enteramente fotografiado, radiografiado,
calibrado, diagramado y posible de condicionar, dado los recursos que guarda, pero quizás también ese
pobre le trae una oportunidad que le llega desde lejos, a saber del exilio al que proscribió al cuerpo la
dicotomía cartesiana del pensamiento y la extensión, la cual elimina completamente de su aprehensión todo
lo tocante, no al cuerpo que imagina, sino al cuerpo verdadero en su naturaleza.

Este cuerpo no se caracteriza simplemente por la dimensión de la extensión: un cuerpo es algo que está
hecho para gozar, gozar de sí mismo. La dimensión del goce está excluida completamente de lo que Lacan
llama la relación epistemo-somática. Pues la ciencia no es incapaz de saber que puede; pero ella, al igual que
el sujeto que engendra, no puede saber qué quiere(deseo).

Lacan va a decir que ahora la mirada es omnipresente, bajo la forma de aparatos que ven por nosotros en los
mismos lugares, algo que no es ojo y que aísla la mirada como presente.

Voces, miradas que se pasean, se trata de algo que sale de los cuerpos, pero son curiosas prolongaciones
que tienen poca relación con lo que Lacan llama la dimensión del goce.
Por otra parte va a decir que, la dimensión ética es aquella que se extiende en la dirección del goce.

Dos puntos de referencias de Lacan en su artículo:

-la demanda del enfermo Ambos confinan, en cierto modo, en la dimensión ética.

-el goce del cuerpo

5- ¿En qué momento histórico entra el Psicoanálisis y cuál es su invención? La teoría psicoanalítica, llega a
tiempo y no ciertamente por casualidad, en el momento de la entrada en juego de la ciencia; dice Lacan
“con ese ligero avance que es siempre característico de las invenciones de Freud”. Así como Freud inventó la
teoría de fascismo antes que este apareciese, del mismo modo treinta años antes, inventó lo que debía
responder a la subversión de la posición del médico por el ascenso de la ciencia: el psicoanálisis como praxis.

Lacan dice que él indicó suficientemente la diferencia entre la demanda y el deseo. Y sólo la teoría lingüística
puede dar cuenta de una tal apercepción, y ella puede hacerlo tanto más fácilmente en tanto es Freud quién
del modo más inatacable mostró precisamente su instancia al nivel del inconsciente. Porque es el
inconsciente descubierto por Freud en la medida en que esta estructurado como el lenguaje.

Lacan va a leyó un artículo en el que dice que el inconsciente es monótono. Lacan va a decir que, por el
contrario, no solo el inconciente es extremadamente particularizado, más todavía que variado, de un sujeto
a otro, sino cada vez más astuto y espiritual, por que es justamente a partir de él que la agudeza adquiere
sus dimensiones y su estructura. No hay inconsciente por que hubiese en él un deseo inconciente, obtuso,
pesado, surgido de las profundidades, que fuese primitivo y debiese elevar al nivel superior de lo conciente.
Muy por el contrario, hay un deseo porque hay inconciente, es decir lenguaje que escapa al sujeto en sus
estructuras y en sus efectos, y hay siempre a nivel del lenguaje algo que está más allá de la conciencia, y es
allí donde puede situarse la función del deseo.

Por esto, es necesario hacer intervenir el lugar del Otro, en todo lo que concierne al sujeto. Es el campo
donde su ubican esos excesos de lenguaje cuya marca que escapa a su propio dominio lleva al sujeto. Es ese
campo donde se hace la junción con el polo del goce.

Se valoriza en él lo que introdujo Freud a propósito del principio del placer y que no había sido advertido,
que el placer es la barrera al goce.

6- ¿Qué dice Lacan del placer, del deseo y del Goce? ¿Por qué habla de ello en esta conferencia?

Lacan va a decir que el placer es la menor excitación, lo que hace desaparecer la tensión, la tempera más,
por lo tanto aquello que nos detiene necesariamente en un punto de alejamiento de distancia del goce.
Lacan llama goce aquello en que el sentido en que en el cuerpo se experimenta, es siempre del orden de la
tensión, del forzamiento, del gasto, incluso de la hazaña. Hay goce en el nivel donde comienza a aparecer el
dolor.

Por otra parte, el deseo es de algún modo el punto de compromiso, la escala (ordenamiento) de la
dimensión del goce, en la medida en que en cierto modo permite llevar más lejos el nivel de la barrera del
placer. Pero éste es un punto fantasmático, donde interviene el registro imaginario, que hace que el deseo
esté suspendido a algo cuya naturaleza no exige verdaderamente la realización.

Lacan se va a preguntar”¿Por qué es que llego a hablar aquí de aquello que de todos modos no es más que
una muestra minúscula de esta dimensión que desarrollo hace quince años en mi seminario?” Y contesta
que es para evocar la topología del sujeto. Es en relación a su superficie, a sus límites fundamentales, a sus
relaciones recíprocas, al modo en que ellas se entrecruzan y se anudan que pueden plantarse problemas,
que ya no son más puros y simples problemas de interpsicología, sino problemas de una estructura del que
concierne al sujeto en su doble relación con el saber.

El saber sigue estando para él(el sujeto) marcado con un valor nodal, debido a algo cuyo carácter central se
olvida en el pensamiento, que es el deseo sexual tal como lo entiende el psicoanálisis no es la imagen que
debemos hacernos de acuerdo a un mito de la tendencia orgánica: es algo infinitamente mas elevado y
anudado en primer termino precisamente con el lenguaje, en tanto que es el lenguaje el que le da primero
su lugar, y que su primera aparición en el desarrollo del individuo se manifiesta a nivel del deseo de saber.

Lacan intenta indicar al hablar de la posición del psicoanalista, que actualmente es la única desde donde el
médico puede mantener la originalidad de siempre de su posición, es decir, la de aquel que tiene que
responder a una demanda de saber, aunque sólo se pueda hacerlo llevando al sujeto a dirigirse hacia el lado
opuesto a las ideas que emite para presentar la demanda. Si el inconscientes es lo que es, no una cosa
monótona sino, por el contrario, una cerradura lo mas precisa, cuyo manejo no es otro que abrirla al revés
con una llave(clave), que está mas allá de una cifra, esta abertura sólo puede servir al sujeto en su demanda
de saber. Lo inesperado, es que el sujeto confiese él mismo su verdad y que la confiese sin saberlo.

El ejercicio y la formación del pensamiento son los preliminares necesarios a una operación tal: es necesario
que el médico se haya entrenado en plantear problemas de una serie de temas cuyas conexiones, y nudos
debe conocer, y que no son los temas corrientes de la filosofía y de la psicología.

Al final de esta demanda, la función de la relación con el sujeto supuesto al saber, revela lo que llamamos
“transferencia”. En la medida en que más que nunca la ciencia tiene la palabra, más que nunca se sostiene
ese mito del sujeto supuesto al saber, y esto es lo que permite la existencia del fenómeno de la transferencia
en tanto que remite a lo más arraigado del deseo de saber.

Doble posición en la que se encuentra el medico a partir de la época científica:

Por un lado, debiendo enfrentar una carga energética cuyo poder no sospecha sino se le explica. Por otro,
debe colocar esa carga entre paréntesis, debido justamente a los poderes de los que dispone, a los que debe
distribuir, al plano científico en que está situado. Quiéralo o no, dice Lacan, el médico está integrado a ese
movimiento mundial de la organización de una salud que se vuelve pública y, por este hecho, nuevas
preguntas le serán planteadas.

Si el médico debe seguir siendo algo, que ya no podría ser la herencia de su antigua función que era una
función sagrada, es para Lacan, continuar y mantener en su vida propia el descubrimiento de Freud.

Jean Allouche: Del método freudiano ante toda cosa freudiana

1-Comente brevemente “la histeria como dadora de una lección de método”. Breuer inventa el
psicoanálisis aceptando tratar los síntomas de Bertha Pappenheim de la manera en que ella le sugería,
haciendo esto creó un método.

Dos pilares del método:

a) Breuer interroga a sus pacientes a partir de una “ palabra – clave”, palabra raíz o palabra picadura.
Para Lacán serán significantes–amo que suscitan un conjunto de otros significantes así como una
picadura puede provocar una inflamación.

b) Breuer comprueba en Berta la existencia de dos “estados de conciencia absolutamente separados”,


estado en los que la conciencia normal alterna con momentos de “ausencia” (lo cual sería una
presencia en otro lado). Cuando el estado de ausencia era dominante Breuer le devolvía las palabras
picadura a su paciente. De esta manera se dio cuenta que interrogando uno a uno los síntomas de
Bertha éstos se evanescían cuando le era referido el relato de la escena de la que se habían
originado.

Breuer aceptó así poner en práctica en relación a Bertha Pappenheim la lección de método que recibió de
ella. A partir de ese momento inaugural, signo de que algo efectivamente nuevo se producía, Breuer
transcribió los relatos, la relación de cada uno de ellos con el síntoma que le correspondía, y transmitió
algunos de ellos a Freud y a otros.

Wittels (escéptico frente a la atribución de Freud a Breuer del mérito de haber inventado el método
psicoanalítico) emplea una metáfora para expresar la aprehensión que le causan las relaciones y aportes
respectivos de Freud y Breuer en la invención del método. “Breuer ha visto aclararse el inconsciente como
Bruecke vio la retina. Pero Freud nos ha proporcionado la lente con la ayuda de la cual las imágenes del
Psicoanálisis se tornan visibles”.

Los psicoanalistas no están todos de acuerdo, ni mucho menos, en lo relativo a la lente misma, tampoco en
lo que la constituye ni en sus empleos. No obstante sino se perdió todo se debe a que esa invención fue la de
un método en que el método primó sobre la doctrina.

2-Distinga método y técnica y exponga un ejemplo de cualquier disciplina.

El método no es la técnica. Diferentes técnicas de descubrimientos de fenómenos lesivos dependen del


método anátomo – clínico pero no son lo mismo. La sustitución una técnica por otra, de la radiografía de
rayos X por la resonancia magnética, de ninguna manera atenta contra el método anátomo – clínico.

Método y técnica necesitan ser distinguidos ya que históricamente esta distinción fue constitutiva de la
noción moderna del método: antes del Renacimiento método y técnica no estaban diferenciados, y esta
relación es desanudada no casualmente en el momento inaugural en que el método se vuelve científico.
Cubrir las cuestiones metodológicas con consideraciones técnicas tiene por efecto volver insolubles ciertos
problemas planteados. Mientras que distinguir método y técnica ofrece la ventaja de hacer factible la
innovación técnica con solo mantener la práctica anclada en el mismo método.

Un ejemplo sería el método observacional y varias técnicas podrían ser la observación simple (a través de los
sentidos) y la observación a través de un instrumento como el microscopio.

3-Comente la relación:

a) Método – azar. El gesto por el cual Freud constituye y a la vez marca el carácter metodológico de su
discurso fue un gesto de exclusión. Reitera la misma exclusión que en el Renacimiento fue constitutiva
de un discurso explícito sobre y del método. ¿Qué se excluyó? Nada menos que el azar.

En 1909 Freud dice que no existe nada pequeño, nada arbitrario ni fortuito en las expresiones psíquicas y,
agregará un tiempo después, que se trata de un determinismo que no tolera excepción.

En el método científico la exclusión del azar se dio de la siguiente manera:

- Para los griegos la mayoría de las cosas depende de la Diosa TYCHÉ. El azar determina en alto grado los
asuntos humanos, del espíritu, el cosmos y la naturaleza.

- Con los latinos el azar se transforma en fortuna (cambiante, caprichosa y voluble). La suerte o fortuna
depende de los dioses.

- Con el cristianismo, el paganismo se reducirá a un solo Dios (monoteísmo). Sin embargo en las mentes
seguirá viviendo la idea de los Dioses y Diosas, por lo que Boecio hace una síntesis donde la fortuna va a
estar cubierta bajo la providencia divina.
- Maquiavelo cambia la idea de la fortuna por la de virtú. Dice que hay que leer las batallas antiguas para
poder aprender las lecciones del pasado y dárselas al príncipe. Hay en Maquiavelo una idea de método.

El gesto de Maquiavelo parece ser el mismo que el de Freud cuando niega que el sueño deba ser
considerado como una mera secreción librada al azar del funcionamiento de las células nerviosas, según lo
cual la tentativa de leer en él una realización del deseo sería insensata. Freud corta radicalmente con esa
perspectiva así como Maquiavelo rompe la cadena que, con Boecio, ligaba entre sí a Dios, la providencia y el
hombre.

b) Método – campo. El método causa una práctica y la práctica causa un campo. Lacan no reivindicó para
sí mismo, ni para aquellos que suscribieron su enseñanza el monopolio del ejercicio del psicoanálisis. Lo
reconoció para otros.

Lacan dice que solo el método puede definir la práctica como UNA. Y que una práctica no necesita estar
esclarecida para operar, por el hecho de que es metódica. De este modo, Lacan discutía en sus seminarios
los casos publicados por psicoanalistas, mientras que no se encontrará la discusión, en más de cuarenta
años, de algún caso publicado por un psiquiatra.

Se advierte con todo esto, que debe haber cierta relación método freudiano y campo freudiano. Una
relación método / campo de este tipo se encuentra también en Maquiavelo a propósito de la práctica
política.

Freud va a fundar un campo diferente al de la salud mental de la época. Maquiavelo, paralelamente,


fundará el campo político (separando la política de la Iglesia).

c) Método – caso. Maquiavelo toma en consideración ejemplos históricos a los efectos de que su príncipe
pueda extraer las lecciones del pasado, regular su acción presente de acuerdo a ellas y así acceder a la
virtú, a la obtención de fines deseados.

El método pone en marcha un tipo de cuestionamiento “por ejemplos y comparaciones”. En este punto
también Freud recorre la vía que debía terminar en el discurso cartesiano del método. Así como Maquiavelo
pone en circulación casos históricos, del mismo modo entre Breuer, Fliess y Freud los casos no dejan de
circular.

Lacan tomó nota del estatus del caso en Freud, a punto de situar allí su descubrimiento y dice que para
Freud siempre se trataba de la aprehensión de un caso singular y que su progreso y descubrimiento está en
la manera de tomar un caso en su singularidad.

La regulación por el caso implica dos puntos: Por un lado, un tomar distancia del saber sabido; en la medida
que se cree saber no hay lección alguna a recibir de los casos históricos. Por otro lado, la promoción de los
casos que los presenta como capaces de enseñar implica la idea de que son portadores de una verdad
escondida que se trata de descifrar. En estos dos puntos de relación entre saber y verdad, la resonancia
entre Freud y Maquiavelo resulta también manifiesta.

d) Método – formalización. El método de Freud no deja de significarse en el caso. Y ello no es


contradictorio con que Freud sentara por escrito algunos matemas (el del Proyecto, el de las cáscaras de
cebollas de los Estudios sobre la histeria, el esquema del capítulo VII de la Traumdeutung, el del huevo
escrito en El yo y el ello).

Lacan tratará de formalizar acudiendo al paradigma matemático.

Freud volvió a hacer el recorrido instaurador del discurso del método hasta Maquiavelo y de La Ramée, con
quienes comparte la característica poco lograda de la formalización. En él, el paradigma del método es,
como en Maquiavelo, el caso histórico. Ahora, como en Maquiavelo, esto ya implica la delimitación de un
campo, ese campo que Lacan clasificará de freudiano. Inscribiéndose en dicho campo, Lacan tomará el
relevo, desembocando en Descartes por haber seguido el impulso dado por Freud a su discurso del método.
La subjetivación del método irá a la par de la introducción en el método freudiano de un paradigma, si no
matemático, al menos susceptible de ser matematizado.

4-Formule las paradojas del método en Freud. Freud no limita el uso que hace de la palabra método a la
manera según la cual, a su parecer, el médico debe proceder. Dice que el chiste, la defensa, son un método.
Se descubre de ello que hay un método freudiano porque hay método en la locura.

Sin embargo, esta disparidad entre el método propio del objeto y aquel elegido para su abordaje, por el
hecho de que uno no se somete a ninguno de los dos, no se limita a permitir fundar el segundo sobre el
primero, sino que también es generadora de una tensión muy particular.

Un índice de esta tensión es que Freud no haya dejado más que algunos papeles sobre la técnica.

Esta situación pone a quienes intentan retomar el método de Freud, en una dificultad específica para con el
texto de Freud (para con el saber del cual el texto es portador), en una cuerda floja de la cual penden
sorprendidos al constatar hasta qué punto Freud radicalizó dicha dificultad.

Freud recomienda tomar cada nuevo caso como si fuera el primero, dejando de lado el saber adquirido en
los casos precedentes tratados, a fin de que ese nuevo psicoanálisis que se entabla sea efectivamente uno.
(Lacan dice que la ciencia analítica debe volver a ponerse en tela de juicio en el análisis de cada caso).

Para quien ponga en práctica el método freudiano, ese aspecto metodológico aísla, como dos hogueras
diferentes, dos lugares desde donde pueden originarse nuevos enunciados y formularse en su actualidad los
problemas que el análisis plantea. Estas hogueras no tienen el mismo estatus; los modos de producción, de
puesta a prueba y de aceptación o rechazo de los enunciados no son los mismos. Esta disparidad
verdaderamente descuartizante, fue querida por Freud.

De este modo, cada uno de los practicantes del psicoanálisis se encuentra en la posición de tener que decidir
constantemente en lo que se refiere a saber si lo que recibe como verdad procedente de una u otra hoguera
resulta compatible o no con el saber establecido, y esto no solamente de una manera interior a cada una de
ellas, sino también en la confrontación de sus enunciados respectivos. El principio freudiano radical es el de
mantenerlas diferenciadas. Lo que Freud introduce en su método es un aspecto que, al aplicarse, es capaz de
recusar a cada instante los resultados, lo que establece para este método un punto casi suicida.

Pero aún en este punto hay otra dificultad vinculada a que los mismos elementos constitutivos del método
son un saber, un saber hacer. Algunos de los elementos que definen el método forman parte ellos mismos
de ese saber adquirido que, por otro lado, la aplicación del método debe rechazar.

Por ejemplo la regla de la asociación libre, nadie niega que sea método y no técnica ¿cómo aplicarle la
exigencia, también metodológica, de abordar cada nuevo caso como si fuera el primero? ¿Qué se considera
como primer caso? ¿Aquel en que un médico la enunció a su paciente histérica, o bien el primer caso es
aquel en que una histérica la impuso a un médico que tuvo la audacia inimaginable de no oponerse? No será
lo mismo para el médico (ni para el tratamiento) dejarse imponer la asociación libre o proponerla como
regla.

De igual modo sucede con la interpretación ¿consideramos que la Traumdeutung nos revela los giros de la
interpretación o bien la recibimos como una lección de método que nos indica que cada análisis efectivo no
puede más que inventar su método de interpretación de los sueños? La Traumdeutung será una ayuda
decisiva, pero a condición expresa de haber sabido no convertirla en un standart.
5-¿ A qué llama Peirce razonamiento abductivo?

En la tradición epistemológica, tanto la deducción como la inducción fueron las únicas inferencias a la cuales
se le ha prestado atención; la primera ligada a las escuelas racionalistas, y la segunda, a las empiristas. Desde
los trabajos de Aristóteles, la abducción queda olvidada hasta su redescubrimiento por parte de Peirce,
quien la liga al acto del descubrimiento y producción de explicaciones científicas. Es en este marco donde la
abducción adquiere un verdadero status epistemológico, al otorgar fundamento a todos los procesos
heurísticos, independientemente de su ámbito de aplicación..

En la inducción, el caso es el punto de partida, y la conclusión es la regla, la que se obtiene desde la


observación de un resultado. Ahora bien, si en presencia de ciertos elementos observables de un fenómeno
no manifiesto en toda su dimensión, se concluye que éstos pertenecen a una clase particular de objetos, se
estará en presencia de otra clase de inferencia a la que Peirce denominó abducción o hipótesis, la que se
presenta como la inferencia de una caso a partir de la regla y el resultado. Aquí, el caso debe ser
reconstruido, pues no es directamente asequible al observador.

En la inducción se infiere que, si los enunciados que describen lo observado en el caso es verdadero,
entonces, la misma cosa es verdad en la clase entera; o bien, si se observa algo en cierta proporción, es de
esperar que esa proporción de casos también esté presente en el universo. En la hipótesis, por el contrario,
se supone que el caso inferido corresponde a una cierta regla y, en consecuencia, adoptamos esa suposición.

La regla, en la abducción, no alude a leyes empíricas sino a hipótesis explicativas, hipótesis que se asumen
como conjeturas verosímiles en función de elementos indiciales que, directa o indirectamente, refieren al
fenómeno. Cuál es la ley que debe invocarse para explicar el hecho no resulta del todo fácil. Thagard (1978)
supone que existen tres casos de abducción a las que él denomina hipercodificada, hipocodificada, y
creativa. En la primera, existe algún o algunos elementos indiciales que refieren a una única regla; en la
segunda, dichos elementos son equívocos y, por ende, pueden evocar diferentes reglas. La abducción
creativa es aquella cuyas señales o referentes del fenómeno no denotan ninguna regla conocida. Samaja,
cree ver en esta última categoría de la clasificación de Ecco, un caso donde la regla se produce por analogía.
Para Ecco, la abducción es tan útil para descubrir hechos particulares, como para descubrir verdaderas leyes
científicas.

En la abducción, el resultado, o rasgo como lo denomina Samaja, se constituye de una serie de elementos
que hacen referencia al caso. Dichos elementos configuran lo que podría denominarse, los rastros del
fenómeno, aquello que ha quedado como consecuencia o secuelas del caso ya transcurrido, o como señales
del caso que está ocurriendo. Dichas señales siempre son fragmentarias, debido a que el caso ya ha sucedido
o está sucediendo.

El caso abductivo, a diferencia del caso de la deducción o la inducción, permanece oculto, como algo que
debe ser develado. El caso, ya pasado o presente, pero críptico, sólo se manifiesta a través de signos
"observables", el resultado. La conclusión de la abducción es el caso; un caso que siendo singular, resume en
sí las propiedades del universal; un caso, que sin pretensión de mostrar variabilidad o frecuencias más
probables, expresa configuraciones, vínculos entre variables, modos de funcionamiento.

Peirce, en su examen de las diferencias entre inducción y abducción, agrega otros elementos divergentes en
ambas inferencias, el primero es un razonamiento que clasifica, y va de lo particular a lo general,; el
segundo, explica, y transita del efecto a la causa. La inducción parte de lo observable, aunque esto se halle
denotado por la teoría, en tanto que la abducción refiere a algo que no es posible que sea directamente
observado; la inducción alude a la similitud entre lo observado, con lo que habrá de observarse a futuro; la
abducción relaciona lo observable con algo distinto de ello, algo que posiblemente nunca será observado.
Si bien el acto de observar está abonado por presupuestos metafísicos, mas aún el proceso de abducir, que
conecta dos planos y los liga por nexos causales, el del efecto que se muestra en la observación, y el de la
causa, que permanece oculta. Así, Peirce concibe a la inferencia de hipótesis como el componente emotivo
del pensamiento, y la inducción, como el habitual.

Para Peirce la abducción transita del efecto a la causa, pero ¿es ésta una condición sine qua non de dicha
inferencia? Desde el autor de este trabajo se concibe a la abducción como una inferencia que transcurre
desde los consecuentes a los antecedentes, pero no necesariamente éstos deben asimilarse al efecto y a la
causa. Para una mejor comprensión de lo expresado conviene citar un ejemplo. Si alguien ve pasar un tren
por una estación, supone que éste pasó antes por la estación anterior, pero nada habilita a creer que ese
hecho es causa de la presencia del tren en el momento en que es observado. Se trata de dos estados en el
que el primero determina al segundo, pero sin implicancias causales.

La tesis de Samaja es que la abducción es la única operación lógica que introduce alguna idea nueva, pues la
deducción sólo deriva conocimiento de aquel ya validado, y la inducción sólo se limita a comprobar. El autor
supone que a la abducción le compete la categoría kantiana de sustancia-accidente, pues es la síntesis de
elementos diversos que necesariamente se pertenecen unos a otros., y al respecto dice "la abducción nos
permite identificar, mediante ciertos rasgos o indicios la esencia o el tipo al que pertenece algo; la razón por
la cual algo tiene la apariencia que tiene. La abducción identifica la especie o la sustancia a la que algo
pertenece. Caso y espécimen/especie son, entonces, sinónimos. Pero una vez que sabemos que algo es caso
de una cierta especie, podemos extraer un gran número de consecuencias acerca de lo que se puede esperar
de eso"

Cuando Samaja asimila la abducción con la sustancia quiere mostrar que los rasgos, o el resultado como lo
denomina Peirce, son los elementos sustanciales de la cosa y no meros accidentes. Es importante señalar
que el ejercicio más complejo está en discriminar lo sustancial de lo accidental. Cómo se deslinda una cosa
de la otra no es una tarea fácil. Uno de los ejemplos que utiliza Samaja para ilustrarlo es el de la regla del
oro, que dice "Todo oro es amarillo". Si es amarillo, entonces es oro. Claro está que no todo lo amarillo es
oro, por lo que deberá entenderse que la presencia de color amarillo como rasgo sustancial del oro, sólo
podrá ser así interpretado en un determinado contexto, y no en otro. Relacionar el color amarillo con el oro
es altamente probable en ciertas situaciones, pero es improbable en otra gran cantidad de casos. Es mucho
más probable en un curso de agua de características auríferas, que en un río litoral, u otra clase de paisaje.

Samaja identifica a la regla con la especie y al caso con el espécimen, es decir, la ocurrencia de la regla en un
particular. El espécimen se caracteriza por mostrar una cierta configuración que es común a los demás
miembros de la especie, y en cuya reproducción la especie existe como totalidad relacional.

R+r=C

Inferencia abductiva de Freud fue la hipótesis del Inconsciente que redujo la extrañeza de las formaciones
del inconsciente (resultado = síntoma histérico, Regla = hipótesis del inconsciente y Caso = Caso Dora por
ejemplo.)

Вам также может понравиться