Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Resumen
Las experiencias preliminares de conocer la historia de las amenazas acontecidas en una
comunidad se inicia al diagnosticar la sociedad, que conlleva a identificar las singularidades del
ecosistema y escenarios urbanos, los eventos naturales y procesos antrópicos ocurridos en su
historia; se pretende descubrir y comprender los cambios ocurridos en el tiempo, percibir las
posibles causas y si los factores que los causaron aún continúan presentes; ello con el propósito de
reducir el nivel de vulnerabilidad contextual al socializarlo en ámbitos educativos. Al hacerlo, se
logra mediar procesos de aprendizaje en el área de las ciencias sociales desde la cotidianidad del
alumno, desde la comprensión de la sociedad en la cual está inmerso, y desde allí, diseñar estrategias
didácticas, de investigación y acción educativa involucrando efectivamente al alumno como sujeto
social capaz de asumir una actitud responsable ante su comunidad. Por su aplicación y alcances, la
propuesta socioeducativa se enmarca, tanto en la dimensión investigativa (teórica) como en la
práctica en el paradigma cualitativo, en la modalidad metodológica de investigación-acción (Rojas,
2007). Los resultados preliminares de esta propuesta educativa han evidenciado los alcances de un
discurso histórico humanizado y concreto que responde a los intereses de un colectivo particular.
Departamento de Historia - Centro de Estudios Históricos , Facultad de Humanidades y Educación. Universidad del
Zulia. Correos electrónicos: arlenequrdaneta@gmail.com , ileana_grazzina@yahoo.es , arlenecardozo@gmail.com
293
C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 293-320
Abstract
Diagnosis of society is the first step to strengthen the knowledge of the history of threats in
the communities, which leads to identify unique ecosystems and urban scenarios, natural events and
anthropogenic processes occurring in its history; towards understanding the changes over time, to
perceive the possible causes and whether the factors that caused them are still present, this in order
to reduce the vulnerability context to socialize in educational environments. Achieving mediate
learning processes in the area of social sciences ranging from the student “everyday life” until the
understanding of the society in which they are immersed, enabling them to design teaching, research
and educational strategies involving effectively to students as members of society capable of taking
a responsible attitude towards their community. By application and scope, the social-educational
proposal falls in both investigative dimensions: theoretical and practical (qualitative paradigm),
supported in the methodological technique named "action-research" (Rojas, 2007). Preliminary
results of this educational proposal have shown the scope of a particular historical discourse
humanized and responsive to the interests of a particular group.
Introducción
Al historiar las comunidades tomando en cuenta la memoria de sujetos históricos concretos
emergen irremediablemente en la expresión de sus percepciones, evocaciones e intereses, los
recuerdos personales y selectivos de ciertos eventos naturales o procesos antrópicos que alteraron,
por su magnitud o impacto, la actividad cotidiana del sector, barrio, sitio o lugar. Con frecuencia,
estas evocaciones son imprecisas o distorsionadoras de la realidad, por adolecer las limitaciones
propias de su origen y al transcurrir el tiempo. Sin embargo ofrecen valiosos indicios para abordar,
interpretar y comprender algunos desastres factibles de ser historiados. Además, usualmente los
habitantes atesoran recortes de prensa, fotografías o evidencias materiales de estos sucesos, que
como fuentes excepcionales, testimonian eventualidades no registradas por los organismos
competentes a nivel nacional o regional, al ser evaluadas como incidentes menores o acontecidos en
un ámbito espacial reducido. Para los habitantes, que lo vivieron y sufrieron, sus consecuencias sí
294
C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 293-320
representaron, y aún representan, situaciones desastrosas dignas de ser referidas, dada la recurrencia
de los mismos en la actualidad.
El punto de partida para historiar desastres es diagnosticar para ver lo nunca visto. Como
acción subjetiva requiere realizar una observación detallada de las situaciones de riesgo y
vulnerabilidad con la pretensión de explicarlos desde la historia de la comunidad. La necesidad de
comprender estos procesos conlleva necesariamente a realizar trabajos de campo, entrevistas e
investigaciones geográfica e histórica. Es necesario destacar cómo la mayoría de los desastres
historiados son contemporáneos y por tanto no ha sido posible medir aquellos olvidados; por el
contrario, es la memoria histórica de los habitantes, con todas sus limitaciones, la que ofrece las
primeras pistas en este esfuerzo de historiar como estrategia didáctica para comprender la historia y
geografía de Venezuela desde los referentes inmediatos del alumno. Al socializar el conocimiento
construido, se da la retroalimentación en el aula y comunidad; así los detalles aparentemente
insignificantes de la vida sencilla de actores colectivos se constituyen en los más relevantes a
destacar.
Estas experiencias educativas deben ser entendidas no sólo como las que se realizan en el
aula, sino como aquellas que promueven aprendizajes, independientemente del ámbito donde se
lleven a cabo; por su naturaleza requieren de un trabajo en equipo colaborativo (Lucero, 2004). El
logro de una formación integral para el docente en formación dependerá no sólo de los
conocimientos recibidos en el aula, sino de la ampliación de los límites de los contextos de
aprendizaje a diferentes ámbitos de la labor profesional y del desarrollo social y personal. La
estrategia de aprendizaje propuesta ha surgido a partir del diálogo, la reflexión plural y actual entre
docentes en formación y en ejercicio. A nuestro entender, la mayoría de las estrategias surgen del
consenso y del intercambio, por tanto, tienen mayor grado de aceptación y compromiso.
302
C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 293-320
esa situación? y ¿Cuáles son las necesidades de información ante las amenazas naturales o procesos
sociales que los hace particularmente vulnerables? (Véliz, 2009).
Para un diagnóstico adecuado de las situaciones de riesgo presentes en las comunidades es
importante tener claras tres categorías para el análisis: desastre, riesgo y vulnerabilidad. De allí que
a los estudiantes se les imparta un taller para que distingan sus alcances pues con frecuencia son
utilizados de manera inapropiada o distorsionada. Por consiguiente, la investigación se orientará de
manera pertinente al entender y distinguir dichas categorías: desastre una situación o proceso social
que se desencadena como resultado de un fenómeno natural, socio-natural o antrópico, ante un
contexto vulnerable y que los contextos vulnerables son aquellos que causan alteraciones intensas,
extendidas y graves o pueden ser resueltos de manera autónoma utilizando los recursos disponibles a
la unidad social directamente afectada; así, la búsqueda de información se orientará a determinar la
materialización de las amenazas expresadas sobre contextos vulnerables como pérdidas de vidas y
salud de la población, destrucción o inutilización total o parcial de bienes colectivos o individuales,
crisis económica, daños en el ambiente y otros. Por otra parte, deben tener claro que los desastres
son un producto humano, no son naturales, sólo existen para nosotros cuando los conocemos o
somos afectados por ellos; con este criterio deben distinguir que una situación similar en una
comunidad no originó desastres mientras que en otra las consecuencias pudieron ser catastróficas
(Altez, 2008b).
Debe pues manejarse conceptualmente a la vulnerabilidad como la escasez de respuestas que
una sociedad presenta frente a las amenazas, que se muestra como un resultado contextual en un
espacio determinado y a lo largo de un tiempo histórico. Toda vulnerabilidad es un factor de riesgo
interno de la sociedad expuesta a una amenaza, e implica la predisposición física, económica,
política o social que tiene una comunidad de verse afectada por un fenómeno peligroso que dificulta
la recuperación autónoma posterior. Al diagnosticar la comunidad en estudio se requiere resaltar
aspectos que estén acordes a su contexto ambiental e histórico:
A. Situación del riesgo en la comunidad:
Amenazas que conoce la comunidad, tales como inundaciones, desbordamientos de cañadas,
incendios, contaminación de aguas y de aire, derrames tóxicos, vientos huracanados, sismos,
etc., que en determinado momento ya han causado o pueden causar daños severos como
pérdida de vidas y salud de la población, destrucción o inutilización total o parcial de bienes
colectivos o individuales, daños en el ambiente y otros.
303
C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 293-320
Vulnerabilidad de la comunidad y sus bienes, esto es, identificar los problemas graves como
efectos de los eventos naturales o sociales y las experiencias sufridas en emergencias
anteriores.
Formas de resolver el riesgo en la práctica o en la imaginación de la comunidad, acciones
positivas susceptibles de multiplicarse y reformularse.
Recolección de información acerca del impacto súbito o efectos posteriores a los eventos en
los miembros y familias de la comunidad.
Las herramientas para la recolección de información pueden ser las entrevistas y encuestas
aplicadas a cada familia y/o registro fotográfico.
Elaboración de base de datos, croquis y mapas de vulnerabilidades y amenazas para que
gráficamente se puedan identificar los riesgos.
B. Percepción del riesgo en la comunidad
Ésta varía de una comunidad a otra, dependiendo de las variables del ecosistema y de su
exposición a la amenaza, experiencias pasadas y situación socioeconómica, entre otras. Por lo
tanto, las singularidades socio-históricas locales y regionales son determinantes en la percepción
del riesgo de la comunidad en la que se desarrolla el diagnóstico (Salazar, 1999). Estas
percepciones se refieren a:
Las creencias, mitos y valores en torno a los desastres, sus causas y formas de evitarlos.
Cómo relacionan el tema de los desastres con su cotidianidad.
Relación del tema con creencias religiosas o de otra índole.
El grado de conocimiento sobre los temas referidos a los desastres.
Los desastres factibles de ser ubicados temporalmente y espacialmente se consideran en
relación a sus efectos; algunos casos se pueden citar de los estudios realizados por los alumnos de la
asignatura Historia del Zulia o seminario de tesis: eventos naturales como trombas marinas o cuando
llovió pescado, inundaciones de cañadas, ciénagas, jagüeyes, ríos y lago; temblores o terremotos,
vendavales, chubascos o aguaceros, la iglesia se inundó y tuvimos que reconstruirla; el colegio
cuando llueve es un barrial pues allí había un jagüey, el edificio está todo cuarteado, entre otros; o
procesos antrópicos: antes la salina era nuestra, llegaron los petroleros, las cabrias, el polvo y las
francesas; no podemos ni bañarnos en el lago, antes, lavábamos la ropa, cocinábamos y nos
divertíamos; al llegar las camaroneras, todo se jodió; debajo del tendido eléctrico no podemos
hacer nada, sólo botar basura; de pronto llegaron los colombianos y se quedaron; antes había
moral, ahora los jóvenes no respetan a nadie, entre tantos testimonios (Urdaneta et al, 2009).
304
C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 293-320
El gran reto es lograr el alumno investigador maneje apropiadamente el diagnóstico de las
situaciones de riesgo y las evidencias de desastres ocurridos en el pasado. Al riesgo como
probabilidad de que se manifieste una amenaza y se materialice en una sociedad con cierto grado de
vulnerabilidad y la amenaza como el peligro latente que representa la probable manifestación de un
fenómeno físico de origen natural (sismo), socio-natural (cambio climático global) o antropogénico
(inundaciones, incendios, contaminación de aguas, derrames tóxicos), en el último caso, el contexto
histórico es determinante, es un factor de riesgo físico externo a la sociedad expuesta (Altez, et al,
2005). La experiencia educativa nos indica que para su mayor comprensión es necesario relacionar
lo diagnosticado con las características del ecosistema urbano donde está inserta la comunidad, pues
permite considerar otros elementos que explican la vulnerabilidad.
Bibliografía
Altez, R., Parra Grazzina, I. y Urdaneta Quintero, A. (2005). Contexto y vulnerabilidad de San
Antonio de Gibraltar en el siglo XVII: una coyuntura desastrosa. Boletín De La Academia
Nacional De La Historia, (352), 181-209.
Altez, R. (2008). Vivir en el post-desastre: reflexiones sobre los aprendizajes de una tragedia aún
vigente. El caso Vargas-Venezuela. En R. Altez y Y. Barrientos. (Coords.), Perspectivas
venezolanas: sobre riesgos: reflexiones y experiencias (Vol. 1). Caracas: Universidad
Pedagógica Experimental Libertador.
Amaya, C. (2005). El ecosistema urbano: simbiosis espacial entre lo natural y lo artificial. Revista
Forestal Latinoamericana. (37), 1-6. Recuperado de
http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/24099/2/articulo1.pdf
Amodio, E. (Ed.). (2001). Los pueblos indígenas de la cuenca del Lago de Maracaibo durante el
primer siglo de la conquista. En Pueblos y culturas de la cuenca del Lago de Maracaibo.
Maracaibo: Acervo Histórico del Estado Zulia.
Atencio Ramírez, M. (2008). Actores sociales y escenarios urbanos en el proceso histórico de
Maracaibo a finales del siglo XIX. Maracaibo: Universidad del Zulia.
Cardozo Galué, G. (1991). Maracaibo y su región histórica. El circuito agroexportador1830-1860.
Maracaibo: Universidad del Zulia.
Cardozo Galué, G. (2005). Venezuela: de las regiones históricas a la nación. Caracas: Academia
Nacional de la Historia de Venezuela.
318
C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 293-320
Ceballos, B. (1999). Retos de la educación geográfica en la formación del ciudadano venezolano.
El hombre venezolano y el siglo XXI. Caracas: Comisión Presidencial V Centenario de
Venezuela - Fundación V Centenario.
Cerda, H. (2005). Los elementos de la investigación. Bogotá: El Búho.
Contreras, A., Lafraya, S., Lobillo, J., Soto, P. y Rodrigo, C. (1998). Los métodos del diagnóstico
rural rápido y participativo. Recuperado de
http://www.pronaf.gov.br/ater/Docs/DRPmetodos_diagnostico_rapido_participativo.pdf
Díaz Barriga, A. F. (2006). Enseñanza situada: vínculo entre la escuela y la vida. México: McGraw
Hill.
Freire P. (1970). Pedagogía del oprimido. Madrid: Siglo XXI.
Gamero León, M., Urdaneta Quintero, A., Maxula Ramírez, A., Luz Gouveia, E. y Rodríguez, M.
(2007). Plan de profesionalización del docente en las ciencias sociales. Historia y geografía.
Maracaibo: Universidad del Zulia.
Gamero León, M., Urdaneta, A., Gouveia, E. L., Parra Grazzina, I., Rodríguez, M., Maxula, A. y
Gil, V. (2009). Propuesta curricular licenciatura en Educación. Mención ciencias sociales.
Maracaibo: Universidad del Zulia.
González y González, L. (1986). Invitación a la microhistoria. México: Biblioteca Joven.
Halbwachs. (1950). Memoria colectiva y memoria histórica. En J. Mendoza García. (Ed.), El
conocimiento de la memoria colectiva (pp. 81-101). México: UAT.
Hernández Sampieri, R., Fernández-Collado, C. y Baptista Lucio, P. (2008). Metodología de la
investigación (4ª ed.). México: Mc Graw Hill.
Hurtado, A. (2001). Humanismo social. Santiago, Chile: Ediciones Dolmen.
Kirby, A. (1989). Tiempo, espacio y acción colectiva: espacio político-geografía político.
Documentos De Análisis Geográfico, (15), 67-68.
Le Goff, J. (1991). El orden de la memoria. El tiempo como imaginario. Barcelona: Paidós.
Llano, A. (1999). Humanismo cívico. Barcelona: Ariel S. A.
Lucero, M. (2004). Entre el trabajo colaborativo y el aprendizaje colaborativo. Recuperado de
http://www.buenosaires.gov.ar
Moreno, A. (1995). El aro y la trama. Episteme, modernidad y pueblo. Caracas: Ministerio de la
Familia - Centro de Investigaciones Populares.
Parra Grazzina, I. y Urdaneta, A. (2009). San Pedro. Desaparición de un pueblo en el sur del Lago
de Maracaibo. Revista Tierra Firme, (107).
319
C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 293-320
Parra Grazzina, I, Urdaneta Q., A. y Cardozo G., G. (2005). El puerto e iglesia de San
Pedro en la costa negra del Lago de Maracaibo. Acervo Revista De Estudios Históricos y
Documentales, 4(1), 69-84.
Parra Grazzina, I, Altez, R. y Urdaneta Quintero, A. (2008). Senderos, caminos reales y carreteras:
el sentido histórico de la comunicación andino-lacustre. Revista Geográfica, 49(2), 291-320.
Pérez, G. (2000). Modelos de investigación cualitativa en ecuación social y animación socio-
cultura. Aplicaciones prácticas. Madrid: Nancea S. A.
Rojas De Escalona, B. (2007). Investigación cualitativa, fundamentos y praxis. Caracas:
Universidad Experimental Libertador.
Safa Barraza, P. (1998). Memoria y tradición: dos recursos para la reconstrucción de las memorias
locales. Alteridades, (8), 91-102.
Salazar Vindas, S. (1999). La prevención de desastres comienza con la información. Guía para la
comunicación social y la prevención de desastres. San José de Costa Rica : DIRDN.
Terradas I Saborit, I. (2001). La historia de la estructura y la historia de vida. Reflexiones sobre las
formas de relacionar la historia local y la historia regional. En S. Fernández y G. Dalla Corte.
(Eds.), Lugares para la historia. Espacio, historia regional e historia local en los estudios
contemporáneos (pp. 179-208). Argentina: UNR Editora.
Tovar, R. (1996). El enfoque geohistórico. Valencia: Universidad de Carabobo.
UNESCO. (1999). Los cuatro pilares fundamentales para la educación. México: Ediciones
UNESCO.
Urdaneta, A. (2012). Historiar las comunidades para el aprendizaje de las ciencias sociales. Una
propuesta educativa. Caracas: Centro Nacional de Historia.
Véliz Rony, I. (2009). ¿Qué es un diagnóstico de riesgo a desastres? Recuperado de
http://www.desastres.org/articulos
Vidal Jiménez, R. (1999). La historia y la postmodernidad. Espéculo, (13). Madrid: Universidad
Complutense de Madrid. Recuperado de
http://www.ucm.es/info/especulo/numero13/index.html
Zubiría, J. (Ed.). (1998). Ética Civil, cultura y educación. En Hacia la Construcción de una ética
ciudadana en Colombia. Bogotá: Programa Por La Paz - CINDE.
Zubiría, J. (2006). Los modelos pedagógicos. Hacia una pedagogía dialogante. Bogotá: Aula
Abierta Magisterio.
320
C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 293-320