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• INTRODUCCIÓN
• LA ÉPOCA Y SU CONTEXTO
o Contexto político: España e Italia
o Contexto religioso: la Contrarreforma
o Contexto cultural: el Misticismo
• EVOLUCIÓN, ETAPAS Y OBRAS RELIGIOSAS
o Oriente --> Occidente (etapa griega) (1541-67)
o Venecia --> Roma (etapa italiana) (1567-76)
o Conflictos de adaptación (etapa madrileño-toledada) (1577-88)
o Plenitud (etapa del taller toledano) (1589 - 98)
o Exaltación y madurez (crisis de 1600) (1698 -1607)
o Paroxismo (senectud, años finales) (1607 - 1614)
• CONCLUSIÓN
INTRODUCCIÓN
Aproximadamente el 90% de la obra de Domenicos Thetocópulos, El Greco, es de
temática religiosa no porque fuera especialmente religioso sino por la demanda de la clientela de
la época. Siempre se ha hablado de la trascendentalidad de la pintura del Greco, pero son mitos
impropios porque, el Greco no cabe duda que fue católico (no podría ser de otra forma si vivía
en Toledo, la “capital” del catolicismo), pero no especialmente místico en vida. Trataremos en
el presente trabajo de ir conociendo las diversas etapas de la vida del Greco y de cómo en su
obras religiosas podemos encontrar al genio (que se fue formando), de las circunstancias que lo
rodearon (que le provocaron no pocos “disgustos” artísticos) y los elementos que hacen que
algunas de sus obras religiosas sean verdaderas genialidades para el mundo del Arte en general
y de la Pintura en particular.
Entiendo que cada cuadro o cada explicación que aquí se da podría dar lugar a un
análisis mucho más fino, detallado y elaborado, pero dadas las dimensiones y pretensiones de
este trabajo, trataré de indicar lo más esencial o característico en cada momento.
El trabajo se divide en dos partes desiguales: una en la que se trata de contextualizar el
ambiente y connotaciones religiosas de la época en la que vivió el Greco, y otra segunda parte
en la que con la ayuda del análisis de las obras religiosas más importantes del Greco iremos
conociendo las diversas etapas de su vida, así como la adhesión de los principales elementos de
su pintura, sobre todo a dos corrientes que surgieron tras la crisis de la Reforma y que tienen al
Concilio de Trento como eje:
- El Manierismo : libertad de expresión, en una búsqueda inquieta por el exceso de
refinamiento y preciosismo de la formas, y que llevó a la transformación y críticas de los
presupuestos clasicistas: se alteraron proporciones, se descontextualizaron los elementos. La
serenidad se vuelve tensión, se incorporan elementos anecdóticos y de sorpresa, formas
helicoidales, alargamiento de figuras, perspectiva agresiva, diversos puntos de luz
“ilógicos”,....
- Arte nacido de la reforma trentina, que como ya veremos en el apartado correspondiente
debía servir a su programa religioso y que debía expresarse en lenguaje popular asequible a
la gran masa.
La imagen religiosa en la obra de El Greco (por José Luis Palacios A.) Pág: 2/10
- En cuanto a medidas jurídicas: se recurrió por parte de la Iglesia oficial a las medidas de
derecho medieval, de la excomunión y de la intervención. Otros efecto más drástico en este
sentido fue la restauración en 1542 del Tribunal de la Inquisición, por obra de Pablo III, que
obligaba a la gente a definirse; por ello “vivir en España” (y máxime en Toledo) era
equivalente a “ser católico”.
- Papas renovadores: Adriano VI se puso como meta la reforma de la Curia romana, el cual
murió sin alcanzar su propósito pero que sembró la semilla para sus sucesores. Paulo III
(1534-49) hizo una renovación en el Colegio de Cardenales y elaboró un famoso dictamen
“Consilium de emmenda ecclesia ” donde se analizaban los principales males de la Curia,
cuál debía ser el verdadero ejercicio pastoral, denuncia de corrupción en los conventos, etc.
- El Concilio de Trento: que tras muchas vicisitudes pudo celebrarse en tiempo de Paulo III y
que duró 18 años. Supuso la plasmación de las ideas contrarreformistas en una serie de
decretos referentes al dogma (imprescindibles para la defensa de éstos frente a la herejías) y
otros referentes a la disciplina.
Decretos referentes al dogma:
- Fuentes de Fé: La Sagrada Escritura (a partir de la Biblia, el Concilio fijó el Canon,
conjunto de libros inspirados) y la Tradición (considerada inspirada por el Espíritu
Santo), siendo la misión de la Iglesia la de docencia (Magisterio) para su enseñanza a
los fieles y para velar por la perfecta integridad de estas dos fuentes de fe.
- La interpretación de la Sagrada Escritura: frente al individualismo protestante, el lema
del Concilio fue “en las materias que conciernen a la fe y las costumbres, nadie debe
atribuir a la Escritura otro sentido que aquél que le ha dado la Iglesia”. Por ello surgió
en 1566 el “Catecismo del Concilio de Trento”. En este ambiente de adoctrinamiento y
docencia podemos entender los cuadros de docencia que luego veremos en el Greco.
- Sacramentos: se reafirmaron y definieron los 7 sacramentos que el Concilio sostuvo que
fueron instituidos por Cristo (bautismo, confirmación, penitencia, eucaristía, sacerdocio,
matrimonio y extremaunción). Se indicó el carácter objetivo de los mismos: los
sacramentos contienen y confieren la Gracia a aquellos que lo reciben,
independientemente de la fe del sujeto que los recibe ni de la santidad del ministro que
los confiere. Además se señalaron los pasajes de la Escritura en los que habían sido
instituidos. Este “entresacar” de la Sagrada Escritura también sería llevado a cabo a la
hora de buscar temas en la imagen de la pintura contrarreformista.
Y es en todo este ambiente en el que vivió El Greco, persona culta, altiva y erudita
donde las hubiere, que supo empaparse de todas estas excelencias para dar a sus clientes lo que
ellos demandaban con un estilo y una sabiduría creadora, ...”como los pocos sabios que en el
mundo han sido” como diría fray Luis por aquellos días.
La imagen religiosa en la obra de El Greco (por José Luis Palacios A.) Pág: 5/10
• La dormición de la Virgen
Análogamente al anterior, partió del esquema tradicional bizantino (compárese con el icono
del mismo motivo del Instituto Ellenico de Venecia), sin embargo se ha roto con la frontalidad y
el estatismo introduciendo movimiento y profundidad. Además están alterados algunos
elementos iconográficos: en la parte de abajo el episodio de Jenofías y el ángel se ha cambiado
por un candelabro con 3 figuras (¿acaso las 3 virtudes teologales?). Cristo ya no aparece de pié
sino inclinado sobre su madre para recoger su alma; los ángeles son mucho más vitales que en el
icono; la paloma del Espíritu Santo aparece dibujada llena de movimiento y vida. Y lo más
importante: la representación de la Virgen en Asunción a los cielos del cuadro, ya no parece
encerrada en su habitual mandorla sino en una pose plenamente occidentalizada y con sus pies
sobre el ascendente de “nubes” (anuncio incipiente del futuro símbolo de la Inmaculada
Concepción).
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Figuras cuya representación es perpendicular al plano de la pinura. Elemento innovador, manierista.
La imagen religiosa en la obra de El Greco (por José Luis Palacios A.) Pág: 6/10
acción; los grupos a izquierda y derecha resultan más claros gracias a cambios en el patrón
colorístico y luminoso, así como sutiles cambios de actitud. Las figuras que en la veneciana
parecían poco integradas en la acción, ahora quedan más coherentes al grupo gracias a leves
cambios de posición y de cromatismo, así como la eliminación de elementos anecdóticos (como
las frutas, la perdiz, .. que antes aparecían en primer plano), dando claridad, coherencia y
monumentalidad a la composición veneciana.
• La Anunciación
Hoy en el Museo Thyssen-Bornemisa, representa una vuelta iconográfica y compositiva que
aparecía en el famoso Tríptico de Módena con el que comparte la situación (pose) de la Virgen
y del arcángel Gabriel, la forma del facistol en que lee la Virgen (detalle también muy manido
en el arte flamenco de los Países Bajos) y el suelo embaldosado para marcar la perserpectiva
agresiva y profundidad. Sin embargo, el cuadro romano presenta mucha más nitidez y claridad
compositiva (nitidez del pavimento, organización simple, aire de serena majestad que impregna
la escena), manejo mucho más maduro del color y la luminosidad.
- Características: A la llegada a España con su estima muy alta, choca con problemas de
adaptación tanto en Toledo (con los capellanes de la Catedral) como en Madrid (con la
prueba para ser pintor de corte en El Escorial y el choque con la mentalidad
contrarreformista de la misma)
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En esta época copiar de otros es lo habitual y normal. La idea de “originalidad” es una idea de nuestro
tiempo no del suyo.
La imagen religiosa en la obra de El Greco (por José Luis Palacios A.) Pág: 7/10
• El Expolio
El tema del expolio (despojo de las vestiduras de Jesús, como preparación al sacrificio del
Gólgota) no es muy habitual pero fue elegido por la ubicación del cuadro en la sacristía de la
Catedral de Toledo donde el vestuario para la misa representaba ese acto preparatorio a la
eucaristía 3 . A falta de iconografía cristiana sobre el tema, se echó mano de otras (Prendición,
escarnio del Pretorio,...) donde la acumulación de figuras llenando opresivamente el espacio
daban el toque psicológico del agobio moral sufrido por Cristo (recurso plenamente manierista
al igual que la incorporación de personajes anacrónicos en la escena para ofrecer un mensaje
más actualizado). No obstante la escena tiene también tintes bizantinos (aunque venecianos en
el colorido, como la túnica de Jesús o en la figura del centurión): posición frontal de Jesús
rodeado de cabezas (algunas de ella por encima de él), contraposición entre la mansedumbre de
Jesús y la agitación del resto (aludiendo a la “intemporalidad de lo permanente” como diría
Azcárate , ...)
A pesar de su carácter de obra maestra, fue el único encargo que recibió de la catedral,
porque no llegaron a un acuerdo en el precio y en muchos motivos iconográficos que los
capellanes en su mente oclusiva se negaban a admitir: cabezas por encima de la de Jesús, las
Marías en la escena cuando no aparecen en el Evangelio, etc
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Es muy interesante ver la enorme influencia que tiene en la temática y composición del mismo la
ubicación que iba a tener el cuadro. Y no solo en el Greco sino en toda la pintura manierista italiana.
Recordemos el “Lavatorio de los pies” de Tintoretto.
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Al igual que por ejemplo Gregorio Fernández y su taller de escultura castellano
La imagen religiosa en la obra de El Greco (por José Luis Palacios A.) Pág: 8/10
• Cuadros de devoción
En el sentido de interiorización que hemos comentado nada mejor que las numerosas
interpretaciones de San Francisco. Lo reinterpretó a lo largo de 30 años con composiciones
diferentes (San Francisco en éxtasis, San Francisco meditando de pie ante la calavera y el
crucifijo, San Francisco meditando de rodillas,...), pero siempre con el mismo espíritu. Como
dice Álvarez Lopera “El San Francisco del Greco es siempre o bien un iluminado o un
penitente, un santo tocado por el espíritu de la Contrarreforma, y en este sentido sus
representaciones son parangonables con las de San Pedro, la Magdalena, San Jerónimo o Santo
Domingo”. También elaboró diversos tipos de imágenes aisladas de Cristo y la Virgen (Cabeza
de Cristo, La Virgen Mater Dolorosa,...) y de Sagradas Familias así como la figuración de
diversas escenas de la vida de Cristo.
Cabe destacar la especial espiritualización con que trató el Greco los temas relacionados
con la Pasión como destaca en su cuadros de Cristo con la cruz a cuestas (donde aislado con un
fondo de nubes como única ambientación, parece abrazar la cruz más que cargar con ella) o en
sus representaciones de La oración en el huerto donde se elimina cualquier atisbo de angustia
física y ofrece un Cristo en éxtasis. Así, por ejemplo en el conservado en el Museo del Arte de
Toledo (Ohio), se mezcla un sentido manierista del espacio y del color (la nubes cercan a la
luna como la nube sobre la que se apoya el ángel; las vestimentas del Cristo que se deparraman
en el suelo dándole solidez, etc) con determinados recuerdos bizantinos (los apóstoles
encerrados en un alveolo, la piedra puntiaguda que parecen cobijar al Cristo, etc) produciendo
finalmente una sensación manierista de irrealidad más propia de una visión que de una
experiencia realista.
• La Piedad
Destacada importancia merece la Piedad (de la colección Niarchos), ejemplo de cómo una
historia sacra se puede convertir en un cuadro de devoción, instrumentos para favorecer la
oración interior y la identificación del creyente con los suplicios de Jesús. En un enfoque muy
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Esta separación del cuadro en 2 niveles: terrenal (oscuro) y celestial (luminoso) se puede percibir en
muchos de los grandes cuadros religiosos de El Greco a lo largo de toda su vida.
La imagen religiosa en la obra de El Greco (por José Luis Palacios A.) Pág: 9/10
próximo (no aparece ni la línea del suelo) se representa a la Virgen a los pies de la Cruz con su
hijo en brazos, acompañado de María Magdalena y José de Arimatea. Tras ellos, sólo se atisba
el madero y un oscurecido cielo. No hay apenas profundidad. Comparada con otras Piedades de
su juventud italiana donde se reflejaba la agitación física y la exteorización del dolor, en esta
Piedad el dolor y sufrimiento se manifiesta como quietud, callado patetismo, interiorización del
drama. Silencio....
Este mismo análisis evolutivo hacia lo antinatural, doctrinal y espiritual lo podríamos aplicar a
sus series de Apostolados o comparando cualquier Magdalena penitente de sus comienzos en
España con las de los comienzos del siglo XVII.
CONCLUSIÓN
A lo largo del presente trabajo hemos comprobado al evolución del Greco como pintor
bebedor de las culturas orientales (bizantinas), estudioso del lenguaje renacentista del momento
y con ayuda del manierismo ya tardío, encontrando su propio estilo personal, maduro y único.
Como he resaltado en el capítulo anterior, pienso que el momento más crucial en la obra
religiosa de El Greco es a comienzos del cambio de siglo XVI. Ese giro se caracterizó por un
alejamiento del naturalismo y racionalismo. Además, los mayores ingredientes de estas obras
fueron:
- aumento de la carga emocional de las escenas
- énfasis progresivo en resaltar la significación doctrinal de las historias sagradas.
Quizá la verdad se halle en la combinación todos esos factores, o quizá nunca acabemos de
saberlo (es difícil conocer a un genio en la distancia temporal), pero ahí nos quedan sus obras
para conocerlas, investigarlas y sobre todo admirarlas.
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No deja de ser curioso que para una tumba se haya elegido el tema de la adoración (y no otros típicos
como la resurrección o la crucifixión). Una clara actitud de creencia en el más allá y en la contemplación
de lo Divino. Incluso se dice que la figura del adorador arrodillado podría ser un autorretrato.