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Batalla del Alto de la Alianza

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Batalla del Alto de la Alianza


Batalla de Tacna

Guerra del Pacífico

Batalla del Alto de la Alianza.

Fecha 26 de mayo de 1880

Lugar Tacna, Perú

Resultado Victoria chilena

Consecuencias Retiro del ejército de Bolivia del


conflicto.

Beligerantes

Ejército de Bolivia Ejército de Chile


Ejército del Perú

Comandantes

Narciso Campero Manuel Baquedano

Fuerzas en combate

Bolivia: Chile:
5150 soldados 14 147 disponibles2
8 cañones 9645 en la batalla34
4 ametralladoras 37 cañones5
Perú: 4 ametralladoras
8500 soldados1
8 cañones
3 ametralladoras

Bajas

21856- 2800 muertos7 474 muertos y 1458 heridos2


2500 heridos y prisioneros7

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 v

 d

 e
Campaña de Tacna y Arica

 Ilo y Pacocha

 Mollendo

 Moquegua (Los Ángeles)

 Locumba

 Buenavista

 Alto de la Alianza

 Arica
La batalla del Alto de la Alianza, mejor conocida como batalla de Tacna (algunas fuentes la
llaman Batalla de pampa Intiorko o Batalla del Campo de la Alianza) fue una acción bélica que
se desarrolló en Tacna el 26 de mayo de 1880, en el marco de la Guerra del Pacífico, siendo
una de las acciones militares más grandes y cruentas de la Campaña de Tacna y Arica.8
Se enfrentaron los ejércitos aliados de Bolivia y Perú, ambos dirigidos por el general
boliviano Narciso Campero, contra el Ejército de Chile, comandado por el general Manuel
Baquedano que, luego de casi una hora de combate, resultó en victoria para las fuerzas
chilenas. Como resultado de la batalla, Bolivia se retiró militarmente de la guerra, la cual
continuaría sólo entre las fuerzas de Chile y Perú.
El lugar de la batalla fue la meseta del cerro Intiorko (en quechua, 'Alto del Sol'). Antes de la
batalla, ya se conocía a la ubicación del campamento aliado con el nombre de Alto de la
Alianza debido al Tratado de Alianza Defensiva Perú–Bolivia. También se le conoce
como Campo de la Alianza.
Aunque respecto de las cifras de las bajas (muertos y heridos) correspondientes a esta acción
de guerra no hay acuerdo entre los historiadores, es fácil concluir que la batalla, como lo dice
Francisco Machuca (Sub Teniente chileno del Batallón Coquimbo, que participó en la Guerra
del Pacífico) en su obra “Las cuatro campañas de la Guerra del Pacífico”, la Batalla del
Campo de la Alianza fue una de las batallas más sangrientas y cruentas del siglo XIX chileno.

Índice

 1Antecedentes
 2La situación en Tacna
o 2.1Los aliados
o 2.2Los Chilenos
 3Fuerzas en conflicto
 4La batalla
o 4.1Intento de sorpresa en Quebrada Honda
o 4.2Disposición para la batalla
o 4.3Inicio de la batalla
o 4.4Desarrollo de la batalla
o 4.5Fin de la batalla
 5La ocupación de Tacna
 6Consecuencias
o 6.1En Chile
o 6.2En Bolivia
o 6.3En el Perú
o 6.4En los extranjeros
 7Véase también
 8Notas
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Antecedentes[editar]
Después de haber ocupado el Departamento de Tarapacá, en noviembre de 1879, una fuerza
chilena comandada por Erasmo Escala Arriagada desembarcó en Ilo y Pacocha. Ya en marzo,
el general Baquedano envió al coronel Mauricio Muñoz al mando de 4000 hombres en
una expedición a Moquegua con el objetivo de destruir las fuerzas enemigas en la zona y
aislar a los ejércitos aliados.
El primer choque ocurrió en la cuesta de Los Ángeles el 22 de marzo de 1880. La victoria
chilena se logró luego de que el regimiento Atacama escalara inadvertidamente la ladera de
Guaneros, que se consideraba un blanco seguro por los defensores, realizando la ofensiva
desde la retaguardia de las líneas peruanas.

La situación en Tacna[editar]
Los aliados[editar]

Monumento a la Batalla del Alto de la Alianza, Cerro Intiorko en Tacna.

Frente a los reveses de la Guerra del Pacífico, el presidente Mariano Ignacio Prado decidió
regresar a Lima, dejando en Tacna al contralmirante Lizardo Montero Flores al frente
del Primer Ejército del Sur. El gabinete ministerial peruano lo autorizó a viajar al extranjero a
comprar buques y armamentos. Prado emprendió dicho viaje el 18 de diciembre de 1879 y al
frente del gobierno quedó el vicepresidente Luis La Puerta. El pueblo peruano se enteró de su
viaje cuando Prado se encontraba en Guayaquil.
En Lima, Nicolás de Piérola, rival político de Prado, se sublevó el 21 de diciembre, derrotando
a las tropas de Manuel González de la Cotera, fieles al presidente Prado, y se proclamó
dictador el 23 de diciembre. Además, no movilizó el Segundo Ejército del Sur que estaba
acantonado en Arequipa al mando del coronel Manuel Segundo Leiva Velasco para colaborar
con las fuerzas de Narciso Campero en Tacna.
Nos encontramos en esta ciudad, supongo,...como una medida política... aquí sólo se recibe el billete de
1 Sol por 25 centavos plata, y el nickel por ningún valor. ¿Por qué el General Montero autoriza esta
horrible especulación?...Hace un mes Excelentísimo Señor, que nada sabemos de Lima, ni de
V.E....Oficiales y tropa nos hallamos descalzos y peor vestidos...Rogando a V.E...nombre un Jefe de
Estado Mayor General (y nuevos jefes para varios batallones) Sus antecedentes y ninguna simpatía por
el Gobierno de V.E....los hacen indignos de permanecer en los puestos.
Carta de Agustín Aguirre a Nicolás de Piérola. Tacna, enero 20 de 1880.

En Bolivia, Hilarion Daza fue depuesto como presidente por Eliodoro Camacho, debido a su
retirada en Camarones y no apoyar al ejército aliado en Iquique. Daza marchó rumbo a
Europa. Se eligió a Uladislao Silva como presidente de la junta de gobierno pero no tuvo
apoyo y finalmente se nombró presidente provisional al general Narciso Campero, quien
nombrado jefe supremo del ejército aliado llegó a Tacna.
En tanto, Lizardo Montero Flores, comandante del Primer ejército del Sur, había concentrado
al ejército peruano en Tacna y Arica. No tardaron en descomponerse las relaciones peruano-
bolivianas, tratando de decidir quién comandaría a los aliados. La presencia de Narciso
Campero, el recién elegido presidente de Bolivia, conllevó a elegirlo como director de guerra
de los ejércitos aliados, como indicaba el tratado de la Alianza.
El ejército aliado acampó en la meseta del Intiorko, cuyo nombre fue cambiado a Alto de la
Alianza por orden general del 16 de mayo. El plan era esperar el ataque del ejército chileno
ahí. El 25 de mayo de 1880, Campero entregó el mando de los ejércitos aliados al
contraalmirante Lizardo Montero porque caducaba su periodo como presidente provisional de
Bolivia, pero los jefes de los ejércitos de Bolivia y Perú, Camacho y Montero respectivamente,
lo ratificaron como general en jefe del ejército aliado.
Los Chilenos[editar]
Los avances chilenos se realizaron desde Ite, donde desembarcaron la artillería. Por una
imprevisión del mando chileno, la tropa realizó la marcha desde Ite a Hospicio Conde pasando
por el desierto prácticamente sin agua lo que casi causó el amotinamiento de la tropa, pero
superado el revés el Ejercito chileno se descolgó por los valles de Locumba y de Sama. En
aquel lugar que parecía idílico, la tropa chilena fue diezmada por ataques de mosquitos
zancudos causándole bajas por paludismo y disentería.
El 28 de marzo de 1880, el coronel Pedro Lagos y luego el general Erasmo Escala
renunciaron al ejército por diferencias militares con el alto mando chileno. Asumió el mando
del ejército el general de brigada Manuel Baquedano. El 20 de mayo de 1880, una noticia
impactó al pueblo chileno: la muerte del Ministro de Guerra y Marina en campaña, Rafael
Sotomayor, en el campamento Las Yaras en el valle de Sama.
El 22 de mayo, el jefe del Estado Mayor del ejército chileno, coronel José Vélasquez,
acompañado por casi todos los oficiales del ejército, hicieron un reconocimiento de las fuerzas
aliadas, llegando a Quebrada Honda. Desde ahí, el sargento mayor Salvo disparó sus 2
cañones para medir al distancia con los tiros, siendo el fuego respondido por la artillería
aliada.

Fuerzas en conflicto[editar]
Fuerzas en conflicto durante la Batalla de Tacna

Perú Bolivia Chile

I División (coronel Pinto)


I División (coronel Dávila) I División (coronel Amengual)
Batallones Alianza 1.º
Batallones Lima n.º 11 y Regimiento Esmeralda; Batallones
o Colorados, Loa 3.º y Aroma
Granaderos del Cuzco n.º 19 Valparaíso, Chillán y Navales
4.º

II División (coronel Cáceres) II División (coronel Zapata) II División (coronel Barceló)


Batallones Zepita n.º 1 y Batallones Sucre 2.º, Viedma Regimientos 2.º de Línea,
Cazadores del Misti n.º 15 5.º y Padilla 6.º Santiago y Batallón Atacama n.º 1

III
III División (coronel Súarez) III División (general Acosta)
División (coronel Amunátegui)
Batallones Pisagua n.º 9 y Arica Batallones Tarija 7.º,
Regimiento Artillería de Marina.
n.º 27 Chorolque 8.º y Grau 9.º Batallones Coquimbo n.º 3 y
Chacabuco

IV División (coronel Barbosa)


IV División (coronel Mendoza)
Regimiento Lautaro, Batallones
Batallones Victoria n.º 7 y
Cazadores del Desierto y
Huáscar n.º 13
Zapadores.

V División (coronel Herrera ) Reserva (coronel Muñoz)


Batallones Ayacucho n.º 3 y Regimientos Buin 1.º, 3.º y 4.º de
Arequipa n.º 17 Línea, Batallón Bulnes

VI División (coronel Canevaro)


Batallones Cazadores del Rímac
n.º 5 (coronel Víctor Fajardo) y
Provisional de Lima n.º 21

División Peruana de
Nacionales (coronel Del Solar)
Columnas gendarmes, policías y
lanceros de Tacna, gendarmes de
Tarapacá y ciudadanos armaados

Caballería
Caballería (coronel Méndez) Caballería (coronel Vergara)
Escuadrones Coraceros,
Escuadrones Húsares de Junín n.º Regimientos Granaderos,
Escolta, Libres del sur,
1, Guías n.º 3 y Flanqueadores de Cazadores y Carabineros de
Murillo y Vanguardia de
Tacna n.º 5 Yungay
Cochabamba
Artillería
(coronel Panizo) 2 cañones de 12 Artillería Artillería
libras, 6 Blackely de 4 libras y 3 (coronel Flores) 8 cañones y 4 (teniente coronel Novoa) 37
Ametralladoras (2 Gardner y 1 ametralladoras cañones y 4 ametralladoras.
Gatling)
Armas en el museo del Alto de la Alianza. A la izquierda, carabinas Mauser del siglo XX, Martini-
Henry y Winchester modelo 1873. A la derecha, fusiles Peabody-Martini, Remington y Chassepot.

La infantería chilena usaba el fusil Comblain y el Gras recalibrado a bala Comblain, de tal
manera que utilizaban el mismo cartucho. Los soldados estaban equipados con 130
cartuchos, menos el regimiento Esmeralda que, para la batalla, recibió 100 cartuchos. Los
jinetes chilenos usaban las nuevas carabinas Winchester y Remington, además de sables.
Tenían buenos caballos de gran alzada. La artillería chilena tenía 31 cañones Krupp, 6
cañones franceses de montaña de bronce, 2 ametralladoras Gatling y 2 ametralladoras
Nordenfelt.
La infantería aliada tenía el gran problema de que usaba fusiles de distintos sistemas, lo que
complicaba el municionamiento, además de que había pocos cartuchos; los soldados no
tenían más de 100. Los batallones mejor armados eran el Zepita n.º 1 y el Pisagua n.º 9, que
usaban fusiles Comblain, y el Batallón Lima n.º 11 y Granaderos del Cuzco n.º 19 que usaban
el Peabody-Martini.
El resto usaba fusiles Remington, Chassepot, Chassepot reformado a cartucho metálico y
Peruano. La infantería boliviana usaba fusiles Remington y Martini-Henry. La caballería aliada
usaba sables o lanzas y tenía caballos de poca alzada; el regimiento Murillo no estaba
montado. Los jinetes y artilleros peruanos tenían carabinas Remington, Winchester, Evans y
Peruano. Los jinetes y artilleros bolivianos tenían carabinas Remington. La artillería peruana
usaba 8 cañones Blakely, 2 ametralladoras Gardner y una ametralladora Gatling, mientras la
boliviana tenía 2 cañones Blakely, 6 cañones Krupp de montaña de 60 mm y 4 ametralladoras
Gatling y Gardner modelo 1874.
Las fuerzas chilenas, según el Diario del Estado Mayor del día 24 de mayo, estaba compuesto
por 80 jefes, 663 oficiales y 13 404 hombres de tropa, con una fuerza total de 14 147
hombres,2 pero los que combatieron fueron poco más de 10 mil, pues casi no participó la
División de Reserva, algo que también reconoció el peruano Pedro Alejandrino del Solar en
carta privada a Piérola. En las Relaciones Nominales del Ejército de Chile, se señala que el
efectivo fue de 11 779 hombres.9 Los historiadores chilenos Encina y Castedo calculan en
13 000 soldados el ejército chileno, de los cuales 9645 participaron en la batalla; también
argumentan que Campero fue mal informado de que las tropas chilenas llegaban a 22 000
hombres.3
Las fuerzas aliadas varían de acuerdo a los testimonios. Según Campero, eran 9 mil hombres
incluso los enfermos.10 En un folleto, el coronel boliviano Miguel Aguirre señaló que los
combatientes aliados eran unos 5100 peruanos y 4200 bolivianos,11 mientras que el
contraalmirante Montero afirmó que eran 8 mil hombres.12 Pedro Alejandrino Del Solar, en una
carta privada al presidente Piérola, fijó el número de aliados, según el parte del día anterior, en
5 mil peruanos y no más de 4 mil bolivianos.13 El corresponsal del diario El Nacional de
Lima señaló que eran 9030 soldados —descontando a los enfermos, no eran más de 8500
efectivos—.14 Basado en el archivo de Piérola, el historiador Jorge Basadre explica que en
Tacna combatieron 4705 peruanos y 4225 bolivianos, en total 8930 aliados con 8 piezas de
artillería.6 Por su parte, historiadores chilenos cifran el ejército aliado en 12 500 hombres, de
los cuales 5150 eran bolivianos.3

La batalla[editar]
Intento de sorpresa en Quebrada Honda[editar]
Batalla de Tacna

Todo el ejército chileno llega a Quebrada Honda a las 6 pm del 25 de mayo. Una avanzada de
arrieros con 60 mulas y barriles de agua fue capturada por jinetes peruanos del Húsares de
Junín que estaban en vigilancia. En los interrogatorios, los arrieros revelan que el ejército
chileno estaba compuesto por 22 mil hombres, lo que hace cambiar de planes al general
Campero. Se decidió que todo el ejército aliado atacara al ejército chileno de madrugada en
Quebrada Honda, aprovechando la oscuridad.
A la medianoche del 26 de mayo se emprendió la marcha del ejército aliado a Quebrada
Honda. En medio de la noche perdieron el rumbo debido a la neblina y la expedición no tuvo
éxito, por lo cual se tuvieron que volver a sus líneas, arribando a las 5 am a la posición
original. Pero resultó que 3 divisiones peruanas y una boliviana se extraviaron sin saber su
ubicación. El coronel Belisario Suárez tomó el mando y ordenó que se esperase al amanecer
para emprender la marcha, pero fueron vistos por las avanzadas del batallón Atacama que les
hizo disparos mientras se retiraban, llegando estas fuerzas aliadas al Alto de la Alianza a las 7
am. Las fuerzas aliadas no durmieron por la frustrada expedición.
Disposición para la batalla[editar]
Reductos de artillería de la Alianza15

Vista actual del "Campo de la Alianza" en la planicie del cerro Intiorko, cerro también llamado "Alto del
Sol"

El ejército aliado desplegó sus posiciones en la meseta del Intiorco en una línea de defensa de
2.500 m con 4 reductos. La disposición de los efectivos, de izquierda a derecha, era la
siguiente:

 Ala izquierda, al oeste, al mando del coronel boliviano Eliodoro Camacho. La Artillería de
Panizo se distribuyeron en 3 brigadas de artillería y a falta de datos es muy probable que
la composición del armamento haya sido de la siguiente manera: La 1.ª Batería 3 Blackely
de 4 libras y 1 ametralladora, comandada por el Sargento Mayor Manuel Carrera. La 2.ª.
Batería o sección de dos cañones de 12 libras y 1 ametralladora, comandada por el
Capitán Ricardo Ugarte y la 3.ª. Batería por otros 3 Blackely de 4 libras y 1 ametralladora,
comandada por el Sargento Mayor José Manuel Ordóñez. Acompañaban el Ala izquierda
los batallones peruanos Zepita, Cazadores del Misti, Arica y Pisagua. En la reserva
estaban los batallones bolivianos Viedma, Tarija y Sucre, los batallones
peruanos Huáscar y Victoria, los escuadrones de caballería
bolivianos Coraceros, Escolta, Libres del sur, y Vanguardia de Cochabamba.

 Centro, al mando del coronel boliviano Miguel Castro Pinto, un reducto con 2
ametralladoras y un cañón boliviano, los batallones
bolivianos Padilla, Chorolque, Grau y Loa y un reducto con 2 ametralladoras y un cañón
boliviano. En la reserva estaban los batallones peruanos Ayacucho y Arequipa.

 Ala derecha, al este, al mando del contraalmirante peruano Lizardo Montero, con los
batallones peruanos Granaderos del Cusco y Lima, el escuadrón boliviano Murillo y la
artillería boliviana Krupp cerrando la línea en un reducto. En la reserva estaban los
batallones peruanos Provisional de Lima y Cazadores del Rímac, la División Del Solar, la
caballería peruana y los batallones bolivianos Alianza o Colorados y Aroma.
Para atacar las posiciones aliadas el general Baquedano dividió sus hombres en cinco
divisiones, tres al frente (dirigidas respectivamente por Amengual, Barceló y Barbosa). Se
había acordado que la división comandada por Amunátegui se estableciera a más o menos
3.000 metros de la retaguardia y que la reserva (dirigida por Muñoz) se ubicara a 3.500 m
atrás. La artillería cubriría el avance de las tropas y la caballería estaría atenta a cualquier
necesidad en la que pudiera hacer falta. La artillería estaba distribuida de oeste a este de la
siguiente manera:

 Batería Flores, 4 Krupp de campaña modelo 1879 de 75 mm y 2 ametralladoras Gatling.


 Batería Villareal, 6 Krupp de campaña de 78,5 mm.
 Batería Errázuriz, 5 Krupp de montaña de 60 mm.
 Batería Sanfuentes, 6 cañones de bronce franceses de montaña de 86,5 mm.
 Batería Jarpa, 6 Krupp de campaña.
 Batería Gómez, 4 Krupp de campaña y 2 ametralladoras Nordenfeldt.
 Batería Fontecilla, 6 Krupp de montaña
Las 2 primeras baterías estaban al mando del mayor Salvo, las 2 siguientes al mando del
mayor Fuentes, las 2 siguientes al mando del mayor Frías y la última, acompañaba a la IV
División.
Inicio de la batalla[editar]
A las 7:30 de la mañana se divisan ambos bandos y empiezan a desarrollar sus líneas.
Las tropas chilenas iniciaron sus actividades hacia las 8 de la mañana, ya a las 9 am se inició
el bombardeo de la artillería chilena, lo cual no tuvo el efecto esperado por las condiciones del
terreno, pero ocasionó mucho humo que impedía la visibilidad. La artillería aliada respondió el
ataque durante una hora con la 2.ª. Batería al mando de Eduardo Águila y la sección de a 12
al mando de Ricardo Ugarte. A las 10 am se empieza a movilizar las fuerzas chilenas. Panizo
ordenó aumentar las distancias entre las Baterías para que entrara en acción la 1.ª. Batería y
romper los fuegos, lo que se hizo hasta las 11 AM.
La División chilena del coronel Amengual marchó sobre el final de la extrema izquierda de
línea del ejército aliado, bajo la errada información de que ese sector estaba abandonado por
el enemigo y no había defensa. El coronel Amengual dispuso sus fuerzas de la siguiente
manera: el Valparaíso en formación de guerrilla, en primera línea el Navales y el primer
batallón del Regimiento "Esmeralda", más tarde 7.º de Línea, y en segunda línea el segundo
del Esmeralda, (cada regimiento se dividía en dos batallones), el Chillán y una compañía de
pontoneros.
El coronel boliviano Eliodoro Camacho notó que el ataque principal era para desbordar la
izquierda, por lo que envía a esa posición sus reservas: los batallones
bolivianos Viedma, Tarija y Sucre y tras estos, los batallones peruanos Huáscar y Victoria,
todos formando el llamado "martillo". Camacho también ordenó que toda la artillería del
coronel Arnaldo Panizo se colocara en una altura a retaguardia de las fuerzas bolivianas. Al
mismo tiempo, Camacho solicitó refuerzos a Narciso Campero, que ordenó que los batallones
bolivianos Alianza o Colorados y Aroma pasaran de la reserva derecha a la izquierda, al
mismo tiempo que los batallones peruanos Ayacucho y Arequipa se pusieron a la izquierda
del Zepita.
El contacto fue alrededor de las 11 am, siendo sorprendidas las tropas de Amengual por las
aliadas que sí se encontraban ocupando sus defensas. A partir de ese momento, los
batallones bolivianos retrocedieron en la izquierda y fueron seguidos por el batallón
peruano Victoria, el más numeroso del ejército aliado. El anciano coronel peruano Jacinto
Mendoza, jefe de la IV División peruana, fue muerto por una bala enemiga mientras
reorganizaba sus fuerzas16 El batallón peruano Huáscar reforzó la línea que ocupaban los
batallones bolivianos, repeliendo el ataque chileno. La caballería peruana se movilizó a la
izquierda.
El centro aliado es atacado por la División del coronel Francisco Barceló, cuyas fuerzas
estaban en una línea: el regimiento 2.º de Línea a la izquierda, el regimiento Santiago al
centro y el batallón Atacama a la derecha, precedidas por sus compañías de guerrilla (es la
última compañía de cada batallón) y cuando el resto de la tropa estaba a 300 m de la línea de
guerrilla, ordenó hacer alto. Se detiene el Atacama y el Santiago, mientras el 2.º de
Línea continuó su avance en dirección a la línea aliada.17
Desarrollo de la batalla[editar]
Cuando los batallones bolivianos Colorados y Aroma llegaron al ala izquierda, Campero
ordenó que hicieran fuego sobre las fuerzas aliadas que huían, a fin de hacerles dar media
vuelta.10 Pronto se ubicaron en la línea de batalla y resistieron a las fuerzas chilenas de
Amengual. En el centro, el coronel Castro Pinto recibió el refuerzo de 2 Krupp bolivianos que
fueron colocados sobre la izquierda de su línea y de los batallones peruanos Provisional de
Lima y Cazadores del Rímac que eran la reserva del ala derecha.
Las divisiones chilenas llegaron a unos 80 metros de las trincheras aliadas18 ya sin
municiones, que había sido repartidas en cantidad insuficiente. Las tropas de Amengual y de
Barceló se mezclaron y comenzaron a retroceder. Fue en ese momento, que el coronel
Camacho ordena un contraataque de conjunto con las divisiones peruanas de Cáceres y
Suárez y toda la infantería de Castro Pinto, que combatían a las fuerzas de Barceló.
Mi batallón marchaba a vanguardia de toda la primera división, seguido de Navales, Esmeralda y
Chillán. Una vez llegados a la última loma, diviso a los famosos Colorados. Sufrimos varias bajas, en la
batalla fuimos derrotados por haberle venido una gran reserva a los Colorados. Ya nuestras fuerzas
estaban diezmadas y casi agotadas las municiones. Valparaíso y Navales andábamos todos reunidos
después de la retirada, pero guiados por el valor inimitable del bravo Coronel Urriola , pudimos
reorganizarnos y atacar con todo empeño.
Relato anónimo de un soldado del batallón Valparaíso, inserto en "El Mercurio de Valparaíso"
Nros. 15974-15975.

Es el momento más crítico de la batalla y debía inclinarse por el bando aliado: las fuerzas
chilenas, sin municiones y a campo descubierto, soportan el fuego nutrido del enemigo y,
luego, la carga de masas de infantería veteranas que se sienten vencedoras. La lucha cuerpo
a cuerpo fue brutal y heroica por ambos bandos, pero las mayores bajas las llevaron los
chilenos: sólo en el Atacama se pierde al Teniente Rafael Torreblanca -quien clavara la
bandera en Pisagua- y el propio Comandante Martínez ve morir a sus dos hijos a metros de él.
Los batallones bolivianos Colorados y Aroma se lanzaron sobre la izquierda.
El Colorados llegó a tomar 2 Krupp de calibre mayor, 3 de menor, una ametralladora, varios
rifles, 3 banderolas y muchos prisioneros.19
El batallón boliviano Padilla tomó muchos prisioneros y los ejecutó y a medida que avanzaba,
junto con el peruano Arica y los bolivianos Chorolque y Grau, tomaban armas de los caídos
chilenos porque sus rifles se inutilizaban.20
El comandante del Esmeralda, el teniente coronel chileno Adolfo Holley, pidió que cargase la
caballería chilena y obtiene pronta respuesta de Lagos, quien ordena la carga y que un
destacamento de caballería transporte y distribuya municiones a la infantería que retrocede
ante el avance enemigo. El regimiento Granaderos a Caballo atacó sobre la izquierda, pero
fue recibido por los batallones bolivianos en formación de "cuadros". No hay grandes
resultados en términos de bajas, pero el objetivo básico se logra: al formar en cuadro, la
infantería aliada se detiene, separándose de la chilena y dándole tiempo a recuperarse y
reaprovisionarse de municiones. Las tropas del Esmeralda -el más numeroso de esa División-
se rehízo en las ondulaciones del terreno, aunque la confusión hizo que jinetes chilenos
sablearan a su propia tropa para separarla del adversario.21
Panizo ordenó a la 1.ª y 2.ª Batería cargaran su material desfilando por la izquierda para
ocupar una lomada ya que el lugar donde estaba le hacía imposible hacer fuego porque las
tropas aliadas estaban confundidas con las chilenas.22
En el tránsito de la orden la 2.ª batería, que ya sufría el embate de nutrido fuego, perdió la
mitad de su personal muriendo 6 mulas conductoras cuyas cargas quedaron en el campo. Una
vez dominada la altura por la artillería fue imposible hacer fuego porque en esos instantes las
tropas peruanas estaban confundidas con las del enemigo. La 1.ª. Batería pasó similar
situación matando a la mayoría de su personal y animales de carga. La sesión de a 12" no
pudo ser movido del lugar por ser muy pesadas y lograron efectuar 6 disparos hasta ser
acribillados todo el personal de tropa.
Entonces el general Baquedano ordena que la III División, al mando del coronel José Domingo
Amunátegui, refuerce a las divisiones chilenas en retroceso. Amunátegui ordena que el
regimiento Artillería de Marinavaya sobre la izquierda y los
batallones Chacabuco y Coquimbo sobre el centro. Detrás de estos marchaba la División Gran
Reserva del coronel Francisco Muñoz-Bezanilla, conformada por los tres Regimientos de
Línea (1.º, 3.º y 4.º), que en el plan original de Baquedano debían dar "el golpe de gracia" y no
llegaron a entrar en combate.
Fin de la batalla[editar]

Ataque de la IV División del coronel Orozimbo Barbosa.

Los chilenos, reforzados por nuevas tropas y municiones, emprenden un nuevo ataque.
La IV División del coronel Orozimbo Barbosa, emprende un ataque a la derecha aliada, con el
batallón Zapadores a la izquierda, el regimiento Lautaro al centro y el batallón Cazadores del
Desierto a la izquierda. Montero moviliza a la línea su única reserva que le quedaba, la
División Del Solar. La División peruana de Dávila sale a enfrentarse a las fuerzas chilenas,
pero la superioridad numérica y la falta de refuerzos lo hace retroceder. La batería chilena de
Fontecilla se desplazó para atacar a los aliados, media batería atacaba a las fuerzas y la otra
mitad, a la batería Krupp boliviana. la batería de Fontecilla llegó a estar a 400 m del reducto
derecho aliado. El regimiento Lautaro peleó tendido a tierra y por eso tuvo pocas bajas.
El fuego era tan nutrido que más bien parecía redoble de tambores. Fueron entrando en combate como
por la conversión a la derecha Cuerpo por Cuerpo, hasta que nos tocó el turno. Apenas se rompió el
fuego la guerrilla en que yo iba, que estaba en este momento a retaguardia del Batallón, nos corrimos a
la izquierda para tomar el ala de éste... La derecha de los cholos nos sobrepasó y como a la media hora
entró por la izquierda de nosotros el 20 batallón Lautaro, o si no los cholos nos habían tomado entre dos
fuegos... Los muertos a mi cálculo serán como de 5.000 de ambas partes.
soldado chileno Abraham Quiroz. Carta del 14 de junio de 1880 a Luciano Quiroz. [1]

En la izquierda, el avance chileno es arrollador y cruento. Los batallones


bolivianos Colorados y Aroma retroceden ante la superioridad numérica y de potencia de
fuego de los chilenos. El batallón peruano Huáscarresiste el ataque de la artillería e infantería
chilena y muere su jefe, el coronel Belisario Barriga. El regimiento chileno Artillería de
Marina llega a las trincheras aliadas y encuentra abandonados 2 cañones de campaña y junto
con el Esmeralda y el Chillán, toman 2 cañones y 2 ametralladoras que arrastraban los
peruanos.
La artillería de Panizo hicieron grandes esfuerzos por recuperar el material de artillería y al no
poder hacerlo con la 1.ª., lograron rescatar 3 piezas de la 2.ª. Batería ( 2 cañones, una
ametralladora y el parque correspondiente). Inmediatamente ordenó alrededor de las 3 pm se
replegaran con el personal que quedaba de artillería hacia el Alto de Lima.22
El coronel Eliodoro Camacho estaba avanzando con las Divisiones peruanas de Cáceres y
Suárez, pero pronto muere a su lado el teniente coronel peruano Julio MacLean, jefe del
batallón Arica. En ese momento también murieron los coroneles peruanos Carlos Llosa y
Sebastián Luna, jefes de los batallones Zepita y Cazadores del Misti respectivamente. El
coronel Belisario Suárez, jefe de la III División peruana, es herido en una pierna. El coronel
peruano Andrés Avelino Cáceres pierde dos de sus caballos y tuvo que usar el del fallecido
coronel Llosa.
El enemigo, fuertemente reforzado, volvía, en tanto, al ataque. La lucha era tremenda. El fuego que se
nos dirigía de todas partes diezmaba mi división y la de Suárez, y hubo momentos en que estuvimos en
un tris de ser completamente envueltos, pues el resto de la línea no había acompañado nuestro
avances.
Parte de guerra del 26 de mayo de 1880. Andrés Avelino Cáceres

Camacho cae herido y este incidente causa el desánimo de las tropas. Como antes había sido
herido el general Acosta, que también estaba en el ala izquierda, Camacho es reemplazado
por el coronel Ramón Gonzáles.
A las dos y media de la tarde caían los últimos reductos aliados, cuyas unidades comenzaron
la retirada. 23 Junto al Colorados muere el coronel Agustín López, edecán del general
Campero.
Se pronunció una dispersión general en la izquierda aliada y el general Campero toma un
estandarte peruano y procura reunir a los dispersos, pero luego le encarga el estandarte y esa
misión a su edecán, el coronel Exequiel de la Peña.10 La caballería aliada intenta reunir a los
dispersos. También muere el general Juan José Pérez, Jefe del Estado Mayor del Ejército
Aliado. El coronel Gregorio Albarracín con su escuadrón Flanqueadores de Tacna protege la
retirada de los batallones bolivianos de la izquierda.
En el centro, el batallón chileno Chacabuco apoya a los restos del 2.º de línea y parte
del Santiago. El Coquimbo apoya a parte del Santiago y al Atacama y toman 2 cañones y 2
ametralladoras bolivianas. Para ese momento, la izquierda aliada ya había sido arrollada y la
infantería y artillería chilena forman un semi-círculo en la izquierda y centro aliados. En el
centro les hicieron frente la VI División al mando del coronel César Canevaro y en esas
circunstancias muere el coronel Víctor Fajardo, jefe del Cazadores del Rímac.
En la derecha, el Zapadores ataca el reducto aliado que cierra la línea, que es atacado
también por la retaguardia por el Atacama y parte del Santiago, tomando todos juntos el
reducto con 4 cañones Krupp y una ametralladora.
Campero se dirige a Pachía con los restos del ejército aliado. Montero en segundo término lo
sigue reuniendo a los dispersos. Cáceres reúne a los últimos dispersos alrededor de la
bandera peruana y se dirige a Pachía.
El escuadrón Carabineros de Yungay n.º 1, al mando del teniente coronel Bulnes, inicia la
persecución a los aliados y toma 180 prisioneros.
Las tropas de la IV División, luego de tomar el campamento aliado en la derecha continúan
hasta las lomas del valle junto con el regimiento 4.º de línea de la División de Reserva.24

La ocupación de Tacna[editar]
A las tres de la tarde llegan las primeras noticias de la derrota en Tacna. Los pobladores, en
su mayoría ancianos, mujeres y niños, se asilan en los consulados y residencias de
extranjeros que izaban sus banderas. Otros abandonan la ciudad con destino al altiplano.
La ciudad de Tacna parecía estar de fiesta, por doquier se veían izadas banderas italianas, francesas,
inglesas, alemanas, suizas, españolas y hasta asiaticas.
corresponsal de guerra en Tacna. Diario El Ferrocarril. Santiago de Chile 27 de mayo de 1880.

Algunos dispersos aliados llegan a la ciudad de Tacna, donde se esconden y disparan a


soldados chilenos que los perseguían, pero finalmente enrumban a Pachía. Ante esto, la
ciudad empieza a ser bombardeada desde las alturas del Intiorko. El alcalde Guillermo Mac
Lean se dirige al Campo de la Alianza para conferenciar con Baquedano e informarle que en
la ciudad no existen tropas, cesando el bombardeo. El alcalde es retenido y sirve de garantía
para que las tropas chilenas no enfrenten una emboscada.
Cuando el coronel Amengual llega a las alturas, ordena que 2 cañones de la batería Villareal
hiciera 10 tiros de granada sobre suburbios de la población. Luego, descendió al valle con 60
jinetes al mando del teniente coronel Bulnes. Se envió al sargento mayor Zelaya para que
intime la rendición del pueblo, pero regresó porque le hicieron fuego en la estación del
ferrocarril. El Artillería de Marina encuentra el estandarte del escuadrón Húsares de
Junín cuando baja al valle.
Y los bajamos para la ciudad de Tacna que se veía cerca como una legua y muchos cuerpos mas y
otros iban dentrando al pueblo tiros y más tiros y nosotros también ibamos a dentrar y dentrando ibamos
cuando nos volvieron para atras. iQue rabia nosotros!, cuando nos había dicho mi General que si
ganabamos laución ai los daba saquedo en Tacna.
soldado chileno Hipólito Gutiérrez. Crónica de un Soldado de la Guerra del Pacífico. Colección
Biblioteca Nacional de Chile.[2]

A las seis de la tarde, Amengual y Lagos ingresan a Tacna por la calle Estación del Ferrocarril
(hoy Coronel Albarracín). El primer escuadrón que ingresa a Tacna fue el Carabineros de
Yungay n.º 1 al mando del coronel Santiago Amengual, jefe de la primera división.
Con ello se inicia la ocupación de Tacna, donde algunos soldados ebrios del Ejército de Chile
cometieron saqueos y asesinatos en la población de Tacna, incluidos peruanos y extranjeros,
principalmente italianos. Las ambulancias aliadas que atendían a los heridos aliados fueron
desarmadas y los heridos y enfermos rematados.
Los heridos que no pudieron ser trasladados fueron ultimados, decenas de cadáveres se hallaban entre
el destrozado desorden de la ambulancia; preguntamos a los soldados chilenos donde dejaron nuestros
heridos; contestaron: Ya no tienen heridos ya no encontraran a ninguno, tenemos orden de matar a
todos.
médico Claudio Aliaga. Ambulancia Boliviana en Tacna. Informe del 27 de junio de 1880.

A las doce de la noche el cónsul de Francia envía un mensaje advirtiendo del hecho al jefe de
la plaza coronel Martínez, quien envía al ayudante Larraín a comprobar estos hechos.
Hoy visitamos el campamento que ocupaba el Regimiento Esmeralda y que se compone de una calle de
este lugar de Pocollay (en Tacna), y que tiene unas 30 piezas y casas...Hoy aquí todo es ruina y solo
tres viviendas de particulares quedan...En medio de las ruinas de este pueblecito digno de mejor suerte,
este obelisco (a Francisco Antonio de Zela) es lo único que se conserva en buen pie
soldado chileno Justo Abel Rosales. Mi Campaña al Perú. Universidad de Concepción. [3]

Consecuencias[editar]
En Chile[editar]
La Ambulancia de Valparaíso, que trataba a los soldados heridos durante la Batalla de Tacna.

El ejército chileno tuvo 2.028 bajas según la razón de bajas del ejército chileno,25 pero de 24
jefes y oficiales y 450 hombres de tropa muertos, y 192 jefes y oficiales y 1.369 hombres de
tropa heridos, un total de 474 muertos y 1.458 heridos según el historiador militar Francisco
Machuca.2 La División de Reserva casi no participó y sólo tuvo 17 bajas.
El Teatro Municipal de Tacna es ocupado como hospital chileno. En la batalla se dispararon
más 1.700 tiros de cañón.
En el campo de batalla, el ejército chileno tomó 4 cañones Krupp de montaña de 60 mm, 4
Blakely de montaña de a 4 pdr, 2 Blakely de campaña de a 12 pdr, 5 ametralladoras Gatling,
una ametralladora Gardner, 34 lanzas de caballería, de 4 a 5 mil rifles de diversos sistemas y
calibres, y otros pertrechos más.
En la batalla murieron el Teniente Coronel Ricardo Santa Cruz Vargas, comandante
del Regimiento de Zapadores, Carlos Severin, Subteniente del Regimiento Santiago, el
teniente Moisés Arce y el Capitán Rafael Torreblanca, del Regimiento Atacama (que perdió el
47% de sus hombres), entre otros muchos chilenos.
En Bolivia[editar]
Las bajas de las fuerzas aliadas han sido calculadas en su conjunto. Los chilenos estiman en
2.500 hombres de tropa y 150 jefes y oficiales los muertos y heridos en el campo de batalla. El
jefe de las ambulancias bolivianas, doctor Dalence dijo que el número de muertos alcanzaría a
1.500 más o menos, habiendo sido repasados 65 a 70 de ellos. Los jefes muertos fueron 23.
Jorge Basadre6 indica que los oficiales muertos fueron 185 y las bajas de tropa como 2.000
entre peruanos y bolivianos casi en partes iguales.
Entre los prisioneros estaban el general Claudio Acosta, los coroneles Eliodoro
Camacho, Ildefonso Murgía, Exequiel de la Peña, Adolfo Flores, Andrés Ríos, Ángel Sarco,
José Ávila, Nicanor Bacca y Corsino Balsa.
En Bolivia se recuerda como héroe al joven Juancito Pinto,26 tambor del Regimiento
Colorados, comandado por el Coronel Ildefonso Murguía Anze.27
Las fuerzas bolivianas, al mando de Campero, deciden en Pachía retirarse hacia La Paz,
donde llegan el 10 de junio.
En el Perú[editar]
Cruz conmemorativa a Samuel Alcázar de la columna Agricultores de Para. Vista del Campo de la
Alianza

El ejército peruano tuvo 147 jefes y oficiales entre muertos y heridos.


El contralmirante Lizardo Montero pudo reunir parte de los dispersos peruanos en Torata,
retirándose con ellos hacia Puno, donde llegaron 2 mil soldados y se reúnen a las nuevas
tropas formadas en Cusco y Puno con destino a Arequipa.
Montero y Del Solar llegan finalmente a Lima. A Montero, rival político del dictador Piérola, le
esperan juicios en Lima. Del Solar, que había sido prefecto de Tacna, en cambio es nombrado
prefecto de Arequipa.
La guarnición de Arica, al mando del Coronel Francisco Bolognesi, recibe las noticias del
resultado de la batalla en Tacna y se prepara para la defensa de Arica.
En los extranjeros[editar]
El 30 de mayo de 1880, los cónsules de los imperios alemán, austrohúngaro y brasileño,
además de los reinos de Bélgica e Italia, juntamente con la República Argentina, protestaron
ante Baquedano, jefe de ocupación de Chile, por los actos de violencia que soldados
dispersos de su ejército cometieron contra los civiles peruanos y los ciudadanos neutrales a la
guerra.
Los infrasquitos Cónsules y Agentes Consulares residentes en esta ciudad, justamente alarmados de
los hechos que los soldados dispersos del ejército chileno han practicado y continúan practicando hasta
ahora, a pesar de haber transcurrido ya más de tres días desde el acontecimiento de la batalla, tiempo
suficiente para para que esos excesos pudieran haber sido reprimidos, si las autoridades constituidas
hubieran dictado y hecho efectivas las medidas de reprensión y vigilancia que las circunstancias exigen;
a V.S. exponemos que es de nuestro deber, en resguardo de nuestros respectivos nacionales, hacer
presente a V.S. los agravios que éstos vienen experimentando...protestando igualmente a nombre de la
civilización... de los desbordes que dichos soldados cometen igualmente para con los ciudadanos
peruanos y muy especialmente, con las mujeres de esta desgraciada localidad...
Nota de Protesta del Cuerpo Consular al general Baquedano. Tacna 30 de mayo de 188028

El reino de Italia intervino y pidió al gobierno de Chile investigar los excesos sufridos por
ciudadanos italianos en Tacna, los que no fueron reconocidos por el gobierno de Chile. El
saqueo lo sufrieron tanto peruanos como extranjeros.29n 1

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