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Objetivo de la clase
Presentar las habilidades denominadas “cimientos” del aprendizaje del sistema de escritura y
haciendo hincapié en la importancia de estas habilidades en relación al proceso de aprender a leer
y escribir palabras.
Itinerario
Introducción
En la clase 1 analizamos algunas características del sistema de escritura. En esta clase
comenzaremos a recorrer el camino por el cual los niños llegan a comprender cómo funciona
nuestro sistema de escritura para poder leer y escribir palabras.
Analicemos las propuestas realizadas a sus alumnos por tres maestras de 1er grado.
¿Ustedes qué piensan? ¿Qué estaba trabajando cada una de las maestras?
Cada una de las maestras estaba abordando un aspecto de la enseñanza del sistema de escritura. El
que le parecía más importante. La primera maestra, Manuela, considera que para el aprendizaje de
la lectura y la escritura de palabras es fundamental que los niños conozcan los nombres de las
letras. Ana, en cambio, prioriza la enseñanza de los sonidos de las letras. Lucía, por su parte, trabaja
para que sus alumnos analicen las palabras, no las letras, y reconozcan en esas palabras orales los
sonidos que las forman.
¿Qué nos dice la investigación psicolingüística actual sobre las opciones de estas
maestras?
La psicolingüística actual nos propone que, más que los nombres de las letras, lo que los niños
necesitan conocer son los SONIDOS de las letras, es decir, las correspondencias entre grafías y
sonidos. Necesitan saber que M suena mmmm, que P suena pppp, etc.
¿Por qué para aprender a leer y a escribir necesitamos los sonidos y no los
nombres de las letras?
Al no conocer los sonidos de las letras, la niña atribuye a cada letra un sonido que cree que es
correcto. La F es la fe, la C es la ca. Pero esta estrategia es en realidad un obstáculo para la
lectura.
Muchos niños a los que se les enseñan los nombres de las letras “descubren”, infieren sus
sonidos. Esto es así porque la mayor parte de los nombres de las letras incluyen a sus sonidos
(emmme,
enne, effe, ese). Es posible que los niños con mucha experiencia de lectura y escritura o los niños
con más facilidad para aprender a leer y a escribir no necesiten la enseñanza explícita de los
sonidos de las letras. Pero los niños más vulnerables sí lo necesitan. Es importante que los
docentes estén atentos a la posibilidad de que sus alumnos requieran de esta enseñanza.
Volvamos ahora al ejemplo de las maestras jugando al bingo, para concentrarnos en Lucía. ¿Qué
está promoviendo Lucía en sus alumnos?
En este juego las letras no intervienen. Y sin embargo, promueve en los niños una habilidad que es
fundamental para aprender a leer y a escribir palabras: la conciencia fonológica.
¿Qué significa que necesitamos desarrollar una habilidad para analizar los sonidos que forman las
palabras? Para los adultos alfabetizados esa no parece ser una gran hazaña. Apenas oímos una
palabra sabemos cuántas letras la forman. Pero justamente la palabra clave acá es letras. Las
personas que ya sabemos leer y escribir pensamos en las palabras en función de las letras que las
forman. Hagamos una prueba. Van a escuchar unas palabras y les pedimos que piensen cuántos
sonidos (fonemas) tiene cada una.
¿Les resultó igual de fácil con todas las palabras? ¿O dudaron con algunas? La mayoría de las
personas altamente alfabetizadas encuentran muy fácil decir cuántos sonidos hay en mar, mesa o
sal, pero dudan cuando se les dice hoy o que. Porque quienes llevamos años leyendo y escribiendo
tenemos dificultades para pensar en las palabras como meros sonidos, siempre pensamos en las
letras que las forman. Y las palabras hoy y que tendrán solo dos sonidos, pero nosotros “vemos”
Una tarde, volviendo del recreo a la sala, Matías, de 4 años, le dice a su maestra: “el nombre
de Manuela empieza como el mío”. La maestra se sorprende y le pregunta:
- ¿Dónde viste los nombres escritos, Matías?
Al principio Matías no entiende la pregunta. El no vio ningún nombre escrito. No se dio cuenta
que Manuela y Matías empiezan con la misma sílaba por haberlos visto en carteles. Se dio
cuenta porque analizó los sonidos de los nombres.
- Yo pensaba nomás, contesta Matías.
La docente, con lógica de adulto, supuso que Matías había hecho una comparación de las grafías.
Pero Matías había comparado sonidos. Repitiendo una y otra vez los nombres descubrió la sílaba
compartida. Tal vez Matías todavía no pueda darse cuenta de que su nombre también empieza
como el de Micaela. Porque reconocer sílabas en las palabras es más fácil que reconocer sonidos
(fonemas) aislados. Pero todos los niños de 4 años, con ayuda de sus familias o de sus docentes de
nivel inicial, pueden reconocer las sílabas que forman las palabras. Y siguen, así, en el camino
hacia el dominio del sistema de escritura.
La conquista siguiente es el sonido inicial de las palabras. Es lo que Lucía, la maestra del ejemplo,
trataba de promover en sus alumnos. El reconocimiento del sonido inicial es fundamental en el
Estimados colegas:
En este foro les proponemos que piensen y compartan por lo menos una actividad
para que los chicos analicen los sonidos de las palabras que decimos.
Recuerden que en este tipo de actividades, como lo que queremos es que los chicos
traten “de escuchar bien”, de reconocer todos los sonidos de las palabras orales, no
se trabaja con letras, ni con palabras escritas sino, justamente….¡con palabras orales!
Es muy común que en esas actividades se utilicen dibujos para ayudar a los chicos y
chicas a recordar las palabras que se están analizando mientras se trabaja.
AYUDA: les dejamos algunos ejemplos de actividades para trabajar el análisis de las
palabras orales (conciencia fonológica).
-Trabajo con rimas: se presentan a los niños tarjetas con dibujos (por ejemplo:
casa, luna, zapato, taza, cuna, pato). Los niños deben encontrar las parejas de
dibujos cuyos nombres riman.
-Situaciones con el sonido inicial: se presentan tarjetas con dibujos y se pide a los
niños que agrupen los dibujos “que empiecen con el mismo sonidos” (por ejemplo,
dibujo de SOL con dibujo de SAPO).
-Situaciones con el sonido intermedio: se presentan tarjetas con dibujos cuyos
nombres difieran solamente por un sonido intermedio (por ejemplo, luna y
Nombre de la tutora
Material de lectura
Bibliografía de referencia
▪ Valdivieso, L. (2002). La conciencia fonológica como una zona de desarrollo próximo para el
aprendizaje inicial de la lectura. Estudios Pedagógicos,28, 165-177.
Créditos