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Octubre de 2010 clase 2’ Bachilerato E

UNA RECOPILACIoN DE MARTA VIOLANTE

INFORMACIONES esCOGIDAS: DEL LIBRO DE TEXTO “HISOTRIA DE


ESPANA 2’BACHILLERATO” EDIOCONES SANTILLANAS,
DE LAS FOTOCOPIAS Y APUNTES entregados en clase
por el profesor alberto baez y de otras fuentes varias.

OPCION A NUCLEO 3

SIGLO XIX CRISIS DEL ANTIGUO REGIMEN

0 Carlos III
0 Guerra de la Independencia
0 Cortes y Constitución de Cádiz (1812)
0 Fernando VII

Preguntas breves
- Tratado de Fontenebleau
- Abdicaciones de Bayona
- Amortización
- Señoríos
- Burguesía
- Liberalismo
- Afrancesados
- Soberanía
- División de poderes
- Manifiesto de los persas
- Pronunciamiento
- Cien Mil Hijos de San Luis
- Criollos

Preguntas largas
-Explica las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
-Sintetiza el reinado de Fernando VII
-Explica el trienio liberal (1820-23)

Preguntas de redacción
-Explica la transición del antiguo al nuevo régimen liberal-
capitalista
-Explica la independencia de las colonia americanas y la crisis de
Cuba de 1898


Preguntas BREVES siglo XIX

Tratado de Fontainebleau

- Acuerdo con Francia que en 1807 permitió la entrada de tropas francesas en España
para ocupar el reino de Portugal y repartirlo entre las coronas francesas y española.

- En los primeros años del siglo XIX la monarquía de Carlos IV se encontraba muy
desprestigiada. Una de las razones de esa pérdida de apoyos residía en una crisis de
sistema de gobierno, cuyas figuras más destacadas eran el rey, su esposa María Luisa
de Parma y, sobre todo, el primer ministro Manuel Godoy (quien había ido acumulando
un gran poder desde 1802). Esto levantó una fuerte oposición, que se materializó en un
anhelo de de regeneración y cambio en el estilo de gobernar “las cosas de España”,
bien en un sentido conservador, bien en otro progresista, de signo liberal. Otra de las
razones de descontento era la subordinación de la política exterior española a las
necesidades de la Francia de Napoleón. Una de las consecuencias más graves de la
sumisión a los intereses de Francia fue la derrota de Trafalgar (1805), que supuso la
destrucción de gran parte de la armada española. Un nuevo acuerdo con Francia, el
tratado de Fontainebleau (1807), permitió la entrada de tropas francesas para ocupar el
reino de Portugal y repartirlo entre la coronas francesa y española.

- El Tratado de Fontainebleau fue firmado el 27 de octubre de 1807 en la ciudad francesa


de Fontainebleau entre los respectivos representantes plenipotenciarios de Manuel
Godoy, valido del rey español Carlos IV, y Napoleón Bonaparte. En él se estipulaba la
invasión militar conjunta franco-española de Portugal (la cual se había unido a Inglaterra)
y se permitía para ello el paso de las tropas francesas por territorio español, siendo así
el antecedente de la posterior invasión francesa de la Península Ibérica y de la Guerra
de la Independencia.

Abdicaciones de Bayona

- En 1814 en Bayona Napoleón obligó a Carlos IV y a Fernando VII a renunciar al trono y


a cederlo a su hermano José Bonaparte (José I de España). Las abdicaciones de
Bayona pusieron a las claras las verdaderas intenciones de Napoleón respecto de
España.

- El 2 de mayo de 1808 el pueblo de Madrid se alzó contra las tropas francesas presentes
en la ciudad. El ejército francés, al mando del general Murat, reprimió duramente el
levantamiento popular, con un saldo de cientos de muertos. Goya reflejó la crueldad de
estos hechos en dos pinturas realizadas en 1814: La carga de los mamelucos y Los
fusilamientos de 3 de mayo. En Bayona, mientras tanto, Napoleón había obligado
a Carlos IV y a Fernando VII a renunciar al trono y cederlo a su propio hermano José
Bonaparte, José I de España. Las abdicaciones de Bayona pusieron las claras las
verdaderas intenciones del emperador con respecto a España. La insurrección
contagió a muchas ciudades y pueblos de la monarquía conforme llegaba la noticia de
los sucesos de Madrid. En las localidades rebeldes se publicaron bandos contra el
invasor y se formaron juntas para organizar el gobierno y la defensa. Aunque se ha
insistido en el origen popular de todos estos movimientos, una parte de cargos notables

del Antiguo Régimen integraron juntas y dirigieron y organizaron la defensa frente al
ejército invasor. Estas juntas nacieron sobre todo en las ciudades: Sevilla, Valencia,
Zaragoza, Oviedo, La Coruña, etc. El levantamiento, popular y espontáneo, sorprendió
al ejercito francés, que no pudo ocupar ciudades como Gerona, Zaragoza o Valencia,
cuyos sitios (junio 1808) fueron ejemplo de heroísmo y resistencia frente al invasor.

- Las abdicaciones de Bayona, que tuvieron lugar a comienzos de mayo de 1808 en el


castillo de Marracq de la ciudad francesa de Bayona, es el nombre por el que se
conocen las renuncias sucesivas de los reyes Carlos IV y su hijo Fernando VII al trono
de España en favor de Napoleón Bonaparte, quien a continuación cedería los derechos
a su hermano José Bonaparte, quien reinaría con el nombre de José I.

Amortización

- Muchas de las tierras de la nobleza y de la Iglesia estaban amortizadas, lo cual


significaba que no se podían vender ni comprar porque se hallaban vinculadas para
siempre a una familia o institución, laica o religiosa; esta medida evitaba la pérdida o
disgregación del patrimonio. A ello contribuía también la fórmula legal del mayorazgo,
que concentraba en el hijo mayor no solo el título nobiliario, sino también todo el
patrimonio vinculado a la familia. Patrimonio que él tampoco podía vender. De esta
manera. un elevado porcentaje de las tierras peninsulares, un 70%, se encontraba fuera
de los circuitos comerciales –eran la “manos muertas”–. Todo ello dificultaba las
inversiones en la agricultura y la aplicación de mejoras productivas.

- Desamortización: proceso por el cual bienes, fundamentalmente tierras, vinculados a la


Iglesia, a los mayorazgos nobiliarios o a bienes comunales de los ayuntamientos, que
hasta entonces no podían venderse ni dividirse, pasan a estar en el mercado libre y
pueden venderse y dividirse a voluntad de su propietario. En 1798 Godoy ordena una
desamortización para hacer frente a la crisis financiera; los bienes de obras pías fueron
vendidos en pública subasta, enemistando a la Iglesia.

- Era un tipo de propiedad cuya característica fundamental era su carácter invariable (no
se podía vender, donar, cambiar, dividir, etc). Los ilustrados primero y los liberales
después, propusieron la desamortización mediante dos métodos: permitiendo su
liberalización o aplicando una expropiación estadal y posterior venta.

- Las manos muertas eran los bienes de la Iglesia Católica y de las Órdenes Religiosas
que estaban bajo la protección de la Monarquía Hispánica. Ni obispos, abades y priores
los podían enajenar. Las autoridades eclesiásticas que lo hiciesen podían ser
suspendidas. Además el que adquiriese dichos bienes los perdía; sólo podría proceder
legalmente contra la persona que se los había vendido, nunca contra la Iglesia. La
Iglesia llegó a acumular, como consecuencia de donaciones o compras, una inmensa
cantidad de propiedades territoriales y urbanas que la convirtieron, en la Edad Media y el
Antiguo Régimen, en la mayor propietaria. La Reforma protestante supuso la
desaparición de las órdenes religiosas y una profunda reforma del clero secular en la
Europa del Norte, lo que supuso el fin de la situación de manos muertas y la llegada al
mercado libre de esas tierras y bienes, lo que fue esencial en la formación del
capitalismo. Mientras tanto, la Europa meridional (Francia, Portugal, España, Italia) se
caracterizó por la continuación e intensificación de la presencia institucional, social y
económica de la Iglesia Católica. Desde el siglo XVIII, la acentuación del regalismo


vinculado a la monarquía absoluta y la crítica ilustrada, sobre todo cuando actúan
conjuntamente (despotismo ilustrado) comenzaron intentos de desamortización, que a
veces se quedaron sólo en proyectos o ejecutados en corta medida, concedidos por el
Papa y el clero local como una contribución al mantenimiento de una monarquía en
situación financiera precaria (desamortización de Carlos IV, en España). No será hasta
la Revolución liberal que el programa desamortizador se cumpla en toda su extensión,
como ocurrió durante la Revolución francesa (1789) o el gobierno de Mendizábal (1835).

Señoríos

- En el Antiguo Régimen los señoríos eran territorios con jurisdicción propia (marqueses,
duques, condes...), unos ʻmini-estadosʼ dentro del Estado, donde el señor feudal tenía
plenos poderes. El estado liberal (burgués) suprimió esta jurisdicción particular, aunque
respetó la propiedad particular. Los campesinos y trabajadores pasaron así a estar bajo
la ley general. El régimen señoril fue suprimido en Francia con la revolución y en España
fue un proceso histórico realizado a lo largo de la primera mitad del siglo XIX, aunque su
momento inicial fue el decreto de las Cortes de Cádiz de 1 de julio de 1811.

Burguesía

- Clase social formada por comerciantes, profesionales y propietarios. Su aparición en


España fue tardía y no todos los burgueses tenían mentalidad burguesa.

- En los siglos XVI y XVII los burgueses (grandes comerciantes, maestros gremiales...)
juntos a los campesinos dueños de propiedades extensas, eran los grupos más ricos del
pueblo llano; sus formas de vida eran semejantes a las de la nobleza media o baja y, en
las ciudades, a menudo formaban parte de la oligarquía local. A lo largo del siglo
XVIII, impulsado por el desarrollo comercial y manufacturero, este grupo social fue
creciendo en poder económico y en preparación intelectual, pero permanecía alejado de
los órganos de poder, monopolizados por la nobleza. En el siglo XIX los burgueses
constituían la mayoría de los diputados da las Cortes de Cádiz.

- A partir de las ideas de la Ilustración, la burguesía española, en un clima de guerra de


Independencia, consigue imponer sus tesis en las Cortes de Cádiz y en la Constitución
de 1812. Tras vencer las resistencias de Fernando VII, el Estado y la Nación burguesa
se irán consolidando durante el reinado de Isabel II, con la oposición de los carlistas o
absolutistas.

- La palabra “burguesía” ya se utilizaba, desde la época medieval, para denominar a la


población urbana que no trabajaba en la agricultura (“burgo” es sinónimo de ciudad).
Más tarde, durante los siglos XIX y XX, se llamó burguesía a la clase social formada por
todos aquellos individuos que se dedicaban a las actividades industriales, financieras y
comerciales sin ser asalariados, es decir, sin vender su fuerza de trabajo. Por lo tanto, el
signo que diferenciaba a los burgueses era la propiedad de los medios de producción.
Dentro de la burguesía se distinguían diferentes niveles: alta burguesía (banqueros,
exportadores, propietarios de industrias) y pequeña burguesía (artesanos, tenderos).

- Al poner fin al Antiguo Régimen los revolucionarios franceses y norteamericanos


sentaron las bases de las ideas de la burguesía, clase social que saltaba a la escena


para defensa social: gobiernos parlamentarios democráticos y basados en una
Constitución; más libertad para expresarse, publicar, discutir los problemas, cambiar de
trabajo y pago para los trabajadores; mayor movilidad social, es decir, ascenso o
descenso de los individuos en la escala social gracias a su educación, su trabajo, a sus
méritos y no a cuestiones de sangre, herencia o pertenencia a un Estamento; propiedad
privada para invertir, producir más y, con ello, impulsar capitalismo.

Liberalismo

- Ideología política basada en la defensa plena de las libertades individuales. Según el


pensamiento liberal, los individuos poseen ciertos derechos naturales que son anteriores
a la aparición de las naciones, de los Estados, de los gobiernos y de los reyes. Estos
derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad personal y la igualdad ante la ley.
Por lo tanto, cualquier gobierno que niegue el reconocimiento de estos derechos no
puede ser legítimo y debe ser derribado por la fuerza. Los orígenes de esta teoría
política se encuentran, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, en las obras de diferentes
filósofos y pensadores como Jhon Locke, Montesquieu y Adam Smith. No obstante fue
durante el siglo XIX cuando el liberalismo se difundió con más fuerza y cuando fueron
creados los primeros grandes partidos liberales. El liberalismo fue la doctrina que
inspiró y guió a los revolucionarios de Europa y America en sus luchas contra el poder
absoluto de los reyes y contra las fuerzas del Antiguo Régimen. La burguesía europea
del siglo XIX adoptó esta ideología y la utilizó para conquistar el poder, sustituyendo la
vieja sociedad estamental y el absolutismo monárquico por nuevos sistemas de gobierno
parlamentarios y constitucionales.

- Durante el siglo XIX las características principales del liberalismo fueron: defensa
radical de las libertades personales (de religión, reunión, prensa, etc.); soberanía
nacional; división de poderes; igualdad ante la ley (rechazo de privilegios); sufragio
censatario (restringido); propiedad privada; limitación de la intervención del estado en
la economía y sociedad.

- Ver el último punto de ʻBuerguesíaʼ, ya que lo que la burguesía intentó llevar a cabo
también en España con las Cortes de Cádiz fue una revolución liberal.

Afrancesados

- Al igual que la guerra de independencia, que es un proceso de liberación, la revolución


política tampoco la podemos considerar como un echo aislado y marcadamente español:
hay que enmarcarla dentro de la revolución burguesa. En España, al igual que en
Europa, surgirá el despotismo ilustrado y el poder del monarca nunca será cuestionado.
Como consecuencia de las abdicaciones de Bayona aparecen los afrancesados, los
cuales aceptarán las abdicaciones. Se trata de gente ilustrada, a las que le interesa que
el país funcione, y que ve como la constitución de Bayona (1808) hace ganar derechos y
libertades; pienan que el gobierno de José Bonaparte no tiene porque ser ʻmaloʼ para el
país. A pesar de ello quedan descalificados desde el punto de vista ético ya que todo el
país está luchando contra los franceses.

- Su nivel de instrucción media era muy elevado: la gran mayoría de los afrancesados
constituía la clase intelectual y pensante del país. Muchos de ellos participaron en la


elaboración de la Estatuto de Bayona de 1808. Durante la Guerra de la Independencia,
los afrancesados trataron de hacer de puente entre los absolutistas y los liberales, pero
se granjearon el odio de ambos: unos los trataban de franceses y los otros de
españoles. Cuando devino rey José I el término afrancesado se aplicó de forma
extensiva, y con el valor de traidor a todos aquellos españoles que colaboraron con su
administración. La mayor parte de los afrancesados salieron de España con el derrotado
ejército francés en 1814, formando el primero de los grupos de exiliados españoles.

Soberanía

- La soberanía es la autoridad legítima de un estado. En el Antiguo Régimen la soberanía


residía en un monarca absoluto. La revolución liberal-burguesa, consiguió que la
soberanía residiera en el pueblo a través de representantes elegidos democráticamente.

- La soberanía nacional es un concepto ideológico surgido de la teoría política liberal, que


puede remontarse a Locke y Montesquieu. Hace pertenecer la soberanía a la nación,
una entidad abstracta y única, vinculada normalmente a un espacio físico (la patria), a la
que pertenecen tanto los ciudadanos presentes tanto como los pasados y futuros, y se
define como superior a los individuos que la componen. El mismo concepto de
ciudadano (sujeto de derechos, en igualdad de derechos con los demás miembros de la
nación, y no súbdito u objeto pasivo de pertenencia a una entidad política que se le
impone) está asociado al principio de soberanía nacional. En la teoría clásica, la
soberanía nacional se traduce en un régimen representativo.

- El primer decreto de las Cortes de Cadiz (24 septiembre 1810), ya estableció que la
soberanía residía en la nación y que las cortes asumían esa representación. El rey
dejaba de ser soberano y el cuerpo social y el cuerpo social de la nación española
emergía como sujeto de la soberanía, que depositaba en las Cortes, llamadas por esta
razón Señor y Majestad. (Articulo 3° de la constitución de 1812: “La soberanía reside
esencialmente en la Nación, y, por lo mismo, pertenece a esta exclusivamente el
derecho de establecer sus leyes fundamentales.

División de poderes

- La división de poderes fue común en diversos pensadores del siglo XVIII como
Montesquieu. El movimiento intelectual conocido como Ilustración, se caracteriza por la
confianza del hombre en las posibilidades de la razón y rechaza el criterio de autoridad
que imperó durante la Edad Media. Según la visión ilustrada, el estado debía ser el
responsable de proteger los intereses y derechos de la población. Esta ideología se
oponía al sistema del Antiguo Régimen, donde el poder era monopolizado en una sola
entidad, el monarca, el cual poseía todos los poderes del estado (despotismo).
Montesquieu desarrolló los fundamentos de una nueva forma de gobierno, un novedoso
enfoque de las leyes. Establece un ideal político que defiende la máxima autoridad
anulada a la necesaria autoridad política: rechaza abiertamente las formas de gobierno
despóticas. Considera la necesidad de separar el poder ejecutivo, el poder legislativo y
el poder judicial. Esta separación de poderes ha sido asumida y aplicada por todos los
gobiernos democrático posteriores.


- División de poderes en la Constitución de 1812: el poder legislativo correspondía a las
Cortes, de cámara única; el poder ejecutivo quedaba en manos del rey y del gobierno
por el designado; el poder judicial era independiente. (Art. 15° “La potestad de hacer las
leyes reside en la Cortes con el rey”. Art. 16° “La potestad de hacer ejecutar la leyes
reside en el rey”. Art. 17° “La potestad de aplicar las leyes en causas civiles y criminales
reside en los tribunales –de justicia– establecidos por la ley”).

Manifiesto de los Persas

- Escrito público de apoyo al absolutismo conocido con este nombre porqué comenzaba
con la frase: “Señor, era costumbre de los antiguos persas...”. Firmado por 69 diputados
a la vuelta a España de Fernando VII en abril de 1814.

- El llamado Manifiesto de los Persas fue un documento suscrito el 12 de abril de 1814 en


Madrid por sesenta y nueve diputados a cuya cabeza se encontraba Bernardo Mozo de
Rosales por el que se solicitaba a Fernando VII el retorno al Antiguo Régimen y la
abolición de la legislación de las Cortes de Cádiz, justo cuando el rey regresa del exilio y
se encontraba en Valencia. El manifiesto toma el nombre de una cita que el mismo
contiene en la que hace referencia a la costumbre de los antiguos persas de tener cinco
días de anarquía tras la muerte del rey. Los firmantes identifican esa anarquía con el
periodo de liberalismo imperante. El documento equipara la Constitución de 1812 con la
obra de la Revolución francesa y pide la restauración de los estamentos tradicionales del
Antiguo Régimen. El documento sirvió de base al rey para decretar el 4 de mayo el
restablecimiento del absolutismo.

- Fernando VII desembarcó en Valencia en abril de 1814. Su llegada coincidió con la


publicación del Manifiesto de los Persas, firmado por 69 diputados abbsolutistas. La
estancia de Fernando VII en Valencia preparó el golpe de Estado: el decreto de
Valencia , de 4 de mayo de1814, restauró el poder absoluto de monarca y abolió toda la
legislación de las Cortes de Cádiz, “como di no hubiesen pasado jamás tales actos”. Era
una operación de amnesia colectiva, amparada por la depuración y la persecución de
quienes habían participado en la obra revolucionaria.

Pronunciamiento

- Levantamiento de un sector del ejército, apoyado por sectores civiles urbanos, para
cambiar el orden político.

- Rebelión o sublevación militar planificada, dirigida y llevada a cabo por mandos del
ejercito, con el propósito de hacerse con el poder político o, en otros casos, con la única
intención de amenazar mediante el uso de la fuerza, para presionar a los gobernantes a
introducir en su acción política las rectificaciones deseadas por los mandos militares.
Este tipo de levantamientos militares se han repetido con frecuencia en la España del
siglo XIX y en muchos países hispanoamericanos hasta bien entrado el siglo XX.

- Durante el reinado de Fernando VII triunfó el pronunciamiento de Riego en Sevilla


(1820) dando paso al trienio constitucional (1820-1823). Durante el siglo XIX tanto la
burguesía moderada como la progresista llevaron a cabo pronunciamientos apoyándose


en militares de prestigio. En el siglo XX este fenómeno se acentúa convirtiéndose
claramente en golpe de Estado (1923 general Primo de Rivera; 1936 general Franco).

- La represión iniciada en 1814 no detuvo la acción de los sectores liberales, muchos de


ellos en exilio. Se inició así una larga serie de pronunciamientos militares que
caracterizaron todo el siglo XIX español. Los liberales sabían que su debilidad era la
carencia de apoyo popular, por lo que su única salida para llegar al poder era contar con
la ayuda de los militares La conexión de los grupos civiles, agrupados con frecuencia en
logias masónicas, y los militares descontentos se tradujo en los siete sucesivos
pronunciamientos (Espoz y Mina 1814, Porlier 1815, Richart 1816, Lacy 1817, Vidal, el
Palmar, Plan Beitia 1819). Todos fracasaron por ser facciones minoritarias del ejercito.
El 1 de enero de 1820 se sublevó el ejército acantonado en Las Cabezas de San Juan
(Sevilla), dirigido por el teniente Rafael de Riego, que debía ir a Buenos Aires a reprimir
la insurrección americana. Al principio, Riego no consiguió apoyos y parecía que su
intento también iba a fracasar, pero pronto la revolución se extendió por Andalucía y
otras ciudades españolas, por lo que Fernando VII tuvo que jurar el 7 de marzo la
Constitución de 1812. Comenzó así el trienio liberal o constitucional.

Cien Mil Hijos de San Luis

- El intento de golpe de Estado protagonizado por la Guardia Real del junio de 1822
cambió el signo de esta etapa. La conjura, apoyada y fomentada por el rey y su entorno,
fue descubierta a tiempo y frenada por la Milicia Nacional y el Ayuntamiento de Madrid.
Ante la tibieza del gobierno de Martínez de la Rosa, los moderados quedaron muy
debilitados. A partir de esta fecha se formaron gobiernos e liberales exaltados y aumentó
la presión internacional sobre el régimen constitucional. El contexto internacionales, ya
desde 1814, era favorable al absolutismo, pues Napoleón había sido derrotado y la
Santa Alianza unía a casi todas las monarquías europeas contra cualquier brote liberal.
En ese contexto Luis XVIII, el rey de Francia, decidió enviar un ejército, los Cien Mil
Hijos de San Luis, que invadió España en abril de 1823 y ocupó el territorio nacional con
apoyo de tropas realistas españolas. La resistencia fue escasa (al contrario que en
1808). En junio el gobierno y las Cortes marcharon a Cádiz huyendo del ejército
francés. Ante la negativa de Fernando VII a emprender el viaje, fue declarado
mentalmente incapacitado por las Cortes. En Cádiz los liberales resistieron hasta fines d
septiembre, cuando decidieron liberar al monarca. En octubre Fernando VII restauraba
su poder absoluto y ordenaba una persecución implacable contra los liberales.

- Los gobiernos liberales (1820-1823) tuvieron que enfrentarse a la actitud del propio rey
que no cesó de conspirar y alentar sublevaciones realistas. Además Fernando VII buscó
el auxilio de la Santa Alianza para recuperar el poder absoluto. La Santa Alianza era una
coalición de monarquías europeas (Austria, Francia, Prusia y Rusia) creada para
proteger el absolutismo y evitar nuevas revoluciones. Con el tratado internacional y
secreto de Verona (22 de noviembre de 1822), los soberanos de la Santa Alianza
decidieron intervenir en España, donde se sucedían al gobierno liberales exaltados.
Fueron enviados en abril de 1823 Los Cien Mil Hijos de San Luis (Luis XVIII), soldados
franceses que invadieron España sin resistencia y repusieron en el trono Fernando VII.

- A solicitud del rey Fernando VII de España, Francia intervino militarmente en España el 7
de abril de 1823 para apoyarlo frente a los liberales y restablecer el absolutismo, en virtud


de los acuerdos de la Santa Alianza. El ejército francés, denominado con el nombre de los
Cien Mil Hijos de San Luis, fue encabezado por el duque de Angulema.
El objetivo fundamental de la intervención francesa era terminar con los liberales en el
gobierno desde tres años antes. El ejército francés ocupó Madrid sin resistencia y
siguió hacia Andalucía en persecución de los liberales, que se habían refugiado en Cádiz
con Fernando VII como rehén. Allí la resistencia fue muy fuerte y los franceses no
pudieron tomar la ciudad. Al final se llegó a un pacto: Fernando VII saldría y prometería
defender la libertad alcanzada por los españoles con la Constitución de 1812 y a cambio
se rendiría la plaza. Acordado con los franceses, Fernando VII salió de la ciudad, pero
de forma inmediata se unió al invasor y el mismo 1 de octubre decretó la abolición de
cuantas normas jurídicas habían sido aprobadas durante los tres años anteriores, dando
fin al Trienio Liberal.

Criollos

- Descendientes de españoles, nacidos en el continente americano. Formaban las clases


medio y alta de la sociedad latinoamericana.

- Los criollos, americanos descendientes de españoles, compartieron el pensamiento


revolucionario que movió a la independencia Estados Unidos (1783) y encabezó la
revolución francesa (1789). Desde finales del siglo XVIII había en Sur América un
descontento por las reformas fiscales y la marginación de los criollos, frente a los
peninsulares, de los cargos públicos. Aunque sólo una minoría criolla conocía las
ideas liberales, los sucesos de 1808 en España animaron al naciente movimiento
revolucionario, carente de unidad, que en pocos años se extendió por toda América: los
cabildos de Caracas y Buenos Aires fueron los primeros en declarar la independencia.
México, sin embargo, hizo una revolución social, pronto reprimida por los propio criollos,
y las Antillas se declararon fieles a la Corona española. El resto de América se unió poco
a poco en una lucha contra la metrópoli, que se prolongó hasta 1824. Algunos autores
consideran esta guerra como una revolución frustrada, porque la desigualdad social y el
dominio de la minoría criolla no cambió con los nuevos gobernantes. la lucha de los
criollos perseguía tres objetivos muy claros: la independencia política, el régimen
republicano y la libertad de comerciar; y esos tres objetivos fueron alcanzados. Desde la
óptica criolla, pues, la revolución se consumó de forma satisfactoria.

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