Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
OPCION A NUCLEO 3
0 Carlos III
0 Guerra de la Independencia
0 Cortes y Constitución de Cádiz (1812)
0 Fernando VII
Preguntas breves
- Tratado de Fontenebleau
- Abdicaciones de Bayona
- Amortización
- Señoríos
- Burguesía
- Liberalismo
- Afrancesados
- Soberanía
- División de poderes
- Manifiesto de los persas
- Pronunciamiento
- Cien Mil Hijos de San Luis
- Criollos
Preguntas largas
-Explica las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
-Sintetiza el reinado de Fernando VII
-Explica el trienio liberal (1820-23)
Preguntas de redacción
-Explica la transición del antiguo al nuevo régimen liberal-
capitalista
-Explica la independencia de las colonia americanas y la crisis de
Cuba de 1898
Preguntas BREVES siglo XIX
Tratado de Fontainebleau
- Acuerdo con Francia que en 1807 permitió la entrada de tropas francesas en España
para ocupar el reino de Portugal y repartirlo entre las coronas francesas y española.
- En los primeros años del siglo XIX la monarquía de Carlos IV se encontraba muy
desprestigiada. Una de las razones de esa pérdida de apoyos residía en una crisis de
sistema de gobierno, cuyas figuras más destacadas eran el rey, su esposa María Luisa
de Parma y, sobre todo, el primer ministro Manuel Godoy (quien había ido acumulando
un gran poder desde 1802). Esto levantó una fuerte oposición, que se materializó en un
anhelo de de regeneración y cambio en el estilo de gobernar “las cosas de España”,
bien en un sentido conservador, bien en otro progresista, de signo liberal. Otra de las
razones de descontento era la subordinación de la política exterior española a las
necesidades de la Francia de Napoleón. Una de las consecuencias más graves de la
sumisión a los intereses de Francia fue la derrota de Trafalgar (1805), que supuso la
destrucción de gran parte de la armada española. Un nuevo acuerdo con Francia, el
tratado de Fontainebleau (1807), permitió la entrada de tropas francesas para ocupar el
reino de Portugal y repartirlo entre la coronas francesa y española.
Abdicaciones de Bayona
- El 2 de mayo de 1808 el pueblo de Madrid se alzó contra las tropas francesas presentes
en la ciudad. El ejército francés, al mando del general Murat, reprimió duramente el
levantamiento popular, con un saldo de cientos de muertos. Goya reflejó la crueldad de
estos hechos en dos pinturas realizadas en 1814: La carga de los mamelucos y Los
fusilamientos de 3 de mayo. En Bayona, mientras tanto, Napoleón había obligado
a Carlos IV y a Fernando VII a renunciar al trono y cederlo a su propio hermano José
Bonaparte, José I de España. Las abdicaciones de Bayona pusieron las claras las
verdaderas intenciones del emperador con respecto a España. La insurrección
contagió a muchas ciudades y pueblos de la monarquía conforme llegaba la noticia de
los sucesos de Madrid. En las localidades rebeldes se publicaron bandos contra el
invasor y se formaron juntas para organizar el gobierno y la defensa. Aunque se ha
insistido en el origen popular de todos estos movimientos, una parte de cargos notables
del Antiguo Régimen integraron juntas y dirigieron y organizaron la defensa frente al
ejército invasor. Estas juntas nacieron sobre todo en las ciudades: Sevilla, Valencia,
Zaragoza, Oviedo, La Coruña, etc. El levantamiento, popular y espontáneo, sorprendió
al ejercito francés, que no pudo ocupar ciudades como Gerona, Zaragoza o Valencia,
cuyos sitios (junio 1808) fueron ejemplo de heroísmo y resistencia frente al invasor.
Amortización
- Era un tipo de propiedad cuya característica fundamental era su carácter invariable (no
se podía vender, donar, cambiar, dividir, etc). Los ilustrados primero y los liberales
después, propusieron la desamortización mediante dos métodos: permitiendo su
liberalización o aplicando una expropiación estadal y posterior venta.
- Las manos muertas eran los bienes de la Iglesia Católica y de las Órdenes Religiosas
que estaban bajo la protección de la Monarquía Hispánica. Ni obispos, abades y priores
los podían enajenar. Las autoridades eclesiásticas que lo hiciesen podían ser
suspendidas. Además el que adquiriese dichos bienes los perdía; sólo podría proceder
legalmente contra la persona que se los había vendido, nunca contra la Iglesia. La
Iglesia llegó a acumular, como consecuencia de donaciones o compras, una inmensa
cantidad de propiedades territoriales y urbanas que la convirtieron, en la Edad Media y el
Antiguo Régimen, en la mayor propietaria. La Reforma protestante supuso la
desaparición de las órdenes religiosas y una profunda reforma del clero secular en la
Europa del Norte, lo que supuso el fin de la situación de manos muertas y la llegada al
mercado libre de esas tierras y bienes, lo que fue esencial en la formación del
capitalismo. Mientras tanto, la Europa meridional (Francia, Portugal, España, Italia) se
caracterizó por la continuación e intensificación de la presencia institucional, social y
económica de la Iglesia Católica. Desde el siglo XVIII, la acentuación del regalismo
vinculado a la monarquía absoluta y la crítica ilustrada, sobre todo cuando actúan
conjuntamente (despotismo ilustrado) comenzaron intentos de desamortización, que a
veces se quedaron sólo en proyectos o ejecutados en corta medida, concedidos por el
Papa y el clero local como una contribución al mantenimiento de una monarquía en
situación financiera precaria (desamortización de Carlos IV, en España). No será hasta
la Revolución liberal que el programa desamortizador se cumpla en toda su extensión,
como ocurrió durante la Revolución francesa (1789) o el gobierno de Mendizábal (1835).
Señoríos
- En el Antiguo Régimen los señoríos eran territorios con jurisdicción propia (marqueses,
duques, condes...), unos ʻmini-estadosʼ dentro del Estado, donde el señor feudal tenía
plenos poderes. El estado liberal (burgués) suprimió esta jurisdicción particular, aunque
respetó la propiedad particular. Los campesinos y trabajadores pasaron así a estar bajo
la ley general. El régimen señoril fue suprimido en Francia con la revolución y en España
fue un proceso histórico realizado a lo largo de la primera mitad del siglo XIX, aunque su
momento inicial fue el decreto de las Cortes de Cádiz de 1 de julio de 1811.
Burguesía
- En los siglos XVI y XVII los burgueses (grandes comerciantes, maestros gremiales...)
juntos a los campesinos dueños de propiedades extensas, eran los grupos más ricos del
pueblo llano; sus formas de vida eran semejantes a las de la nobleza media o baja y, en
las ciudades, a menudo formaban parte de la oligarquía local. A lo largo del siglo
XVIII, impulsado por el desarrollo comercial y manufacturero, este grupo social fue
creciendo en poder económico y en preparación intelectual, pero permanecía alejado de
los órganos de poder, monopolizados por la nobleza. En el siglo XIX los burgueses
constituían la mayoría de los diputados da las Cortes de Cádiz.
para defensa social: gobiernos parlamentarios democráticos y basados en una
Constitución; más libertad para expresarse, publicar, discutir los problemas, cambiar de
trabajo y pago para los trabajadores; mayor movilidad social, es decir, ascenso o
descenso de los individuos en la escala social gracias a su educación, su trabajo, a sus
méritos y no a cuestiones de sangre, herencia o pertenencia a un Estamento; propiedad
privada para invertir, producir más y, con ello, impulsar capitalismo.
Liberalismo
- Durante el siglo XIX las características principales del liberalismo fueron: defensa
radical de las libertades personales (de religión, reunión, prensa, etc.); soberanía
nacional; división de poderes; igualdad ante la ley (rechazo de privilegios); sufragio
censatario (restringido); propiedad privada; limitación de la intervención del estado en
la economía y sociedad.
- Ver el último punto de ʻBuerguesíaʼ, ya que lo que la burguesía intentó llevar a cabo
también en España con las Cortes de Cádiz fue una revolución liberal.
Afrancesados
- Su nivel de instrucción media era muy elevado: la gran mayoría de los afrancesados
constituía la clase intelectual y pensante del país. Muchos de ellos participaron en la
elaboración de la Estatuto de Bayona de 1808. Durante la Guerra de la Independencia,
los afrancesados trataron de hacer de puente entre los absolutistas y los liberales, pero
se granjearon el odio de ambos: unos los trataban de franceses y los otros de
españoles. Cuando devino rey José I el término afrancesado se aplicó de forma
extensiva, y con el valor de traidor a todos aquellos españoles que colaboraron con su
administración. La mayor parte de los afrancesados salieron de España con el derrotado
ejército francés en 1814, formando el primero de los grupos de exiliados españoles.
Soberanía
- El primer decreto de las Cortes de Cadiz (24 septiembre 1810), ya estableció que la
soberanía residía en la nación y que las cortes asumían esa representación. El rey
dejaba de ser soberano y el cuerpo social y el cuerpo social de la nación española
emergía como sujeto de la soberanía, que depositaba en las Cortes, llamadas por esta
razón Señor y Majestad. (Articulo 3° de la constitución de 1812: “La soberanía reside
esencialmente en la Nación, y, por lo mismo, pertenece a esta exclusivamente el
derecho de establecer sus leyes fundamentales.
División de poderes
- La división de poderes fue común en diversos pensadores del siglo XVIII como
Montesquieu. El movimiento intelectual conocido como Ilustración, se caracteriza por la
confianza del hombre en las posibilidades de la razón y rechaza el criterio de autoridad
que imperó durante la Edad Media. Según la visión ilustrada, el estado debía ser el
responsable de proteger los intereses y derechos de la población. Esta ideología se
oponía al sistema del Antiguo Régimen, donde el poder era monopolizado en una sola
entidad, el monarca, el cual poseía todos los poderes del estado (despotismo).
Montesquieu desarrolló los fundamentos de una nueva forma de gobierno, un novedoso
enfoque de las leyes. Establece un ideal político que defiende la máxima autoridad
anulada a la necesaria autoridad política: rechaza abiertamente las formas de gobierno
despóticas. Considera la necesidad de separar el poder ejecutivo, el poder legislativo y
el poder judicial. Esta separación de poderes ha sido asumida y aplicada por todos los
gobiernos democrático posteriores.
- División de poderes en la Constitución de 1812: el poder legislativo correspondía a las
Cortes, de cámara única; el poder ejecutivo quedaba en manos del rey y del gobierno
por el designado; el poder judicial era independiente. (Art. 15° “La potestad de hacer las
leyes reside en la Cortes con el rey”. Art. 16° “La potestad de hacer ejecutar la leyes
reside en el rey”. Art. 17° “La potestad de aplicar las leyes en causas civiles y criminales
reside en los tribunales –de justicia– establecidos por la ley”).
- Escrito público de apoyo al absolutismo conocido con este nombre porqué comenzaba
con la frase: “Señor, era costumbre de los antiguos persas...”. Firmado por 69 diputados
a la vuelta a España de Fernando VII en abril de 1814.
Pronunciamiento
- Levantamiento de un sector del ejército, apoyado por sectores civiles urbanos, para
cambiar el orden político.
- Rebelión o sublevación militar planificada, dirigida y llevada a cabo por mandos del
ejercito, con el propósito de hacerse con el poder político o, en otros casos, con la única
intención de amenazar mediante el uso de la fuerza, para presionar a los gobernantes a
introducir en su acción política las rectificaciones deseadas por los mandos militares.
Este tipo de levantamientos militares se han repetido con frecuencia en la España del
siglo XIX y en muchos países hispanoamericanos hasta bien entrado el siglo XX.
en militares de prestigio. En el siglo XX este fenómeno se acentúa convirtiéndose
claramente en golpe de Estado (1923 general Primo de Rivera; 1936 general Franco).
- El intento de golpe de Estado protagonizado por la Guardia Real del junio de 1822
cambió el signo de esta etapa. La conjura, apoyada y fomentada por el rey y su entorno,
fue descubierta a tiempo y frenada por la Milicia Nacional y el Ayuntamiento de Madrid.
Ante la tibieza del gobierno de Martínez de la Rosa, los moderados quedaron muy
debilitados. A partir de esta fecha se formaron gobiernos e liberales exaltados y aumentó
la presión internacional sobre el régimen constitucional. El contexto internacionales, ya
desde 1814, era favorable al absolutismo, pues Napoleón había sido derrotado y la
Santa Alianza unía a casi todas las monarquías europeas contra cualquier brote liberal.
En ese contexto Luis XVIII, el rey de Francia, decidió enviar un ejército, los Cien Mil
Hijos de San Luis, que invadió España en abril de 1823 y ocupó el territorio nacional con
apoyo de tropas realistas españolas. La resistencia fue escasa (al contrario que en
1808). En junio el gobierno y las Cortes marcharon a Cádiz huyendo del ejército
francés. Ante la negativa de Fernando VII a emprender el viaje, fue declarado
mentalmente incapacitado por las Cortes. En Cádiz los liberales resistieron hasta fines d
septiembre, cuando decidieron liberar al monarca. En octubre Fernando VII restauraba
su poder absoluto y ordenaba una persecución implacable contra los liberales.
- Los gobiernos liberales (1820-1823) tuvieron que enfrentarse a la actitud del propio rey
que no cesó de conspirar y alentar sublevaciones realistas. Además Fernando VII buscó
el auxilio de la Santa Alianza para recuperar el poder absoluto. La Santa Alianza era una
coalición de monarquías europeas (Austria, Francia, Prusia y Rusia) creada para
proteger el absolutismo y evitar nuevas revoluciones. Con el tratado internacional y
secreto de Verona (22 de noviembre de 1822), los soberanos de la Santa Alianza
decidieron intervenir en España, donde se sucedían al gobierno liberales exaltados.
Fueron enviados en abril de 1823 Los Cien Mil Hijos de San Luis (Luis XVIII), soldados
franceses que invadieron España sin resistencia y repusieron en el trono Fernando VII.
- A solicitud del rey Fernando VII de España, Francia intervino militarmente en España el 7
de abril de 1823 para apoyarlo frente a los liberales y restablecer el absolutismo, en virtud
de los acuerdos de la Santa Alianza. El ejército francés, denominado con el nombre de los
Cien Mil Hijos de San Luis, fue encabezado por el duque de Angulema.
El objetivo fundamental de la intervención francesa era terminar con los liberales en el
gobierno desde tres años antes. El ejército francés ocupó Madrid sin resistencia y
siguió hacia Andalucía en persecución de los liberales, que se habían refugiado en Cádiz
con Fernando VII como rehén. Allí la resistencia fue muy fuerte y los franceses no
pudieron tomar la ciudad. Al final se llegó a un pacto: Fernando VII saldría y prometería
defender la libertad alcanzada por los españoles con la Constitución de 1812 y a cambio
se rendiría la plaza. Acordado con los franceses, Fernando VII salió de la ciudad, pero
de forma inmediata se unió al invasor y el mismo 1 de octubre decretó la abolición de
cuantas normas jurídicas habían sido aprobadas durante los tres años anteriores, dando
fin al Trienio Liberal.
Criollos
hbhjbvkjwnvkaemvwouhrutbhjwhni
kaeljvkhijrtbwjrtnbojnrtwoaj
vcnklefqkvnjkrenbjwkbnvkmwkl
njncjwe7439574893299htruwijwkh
jt1\0ojjdfhjbkskoer3498t34u3i4ge
rjbnjtbhrtuiwhiu4i5uijgeklg
mwkjigjgjhytcg67iuvkòknvaòno9