Si produce desasosiego repite NO 50 veces al día, hasta que suene familiar en tu boca.
Luego, practica diciendo NO en situaciones intrascendentes, con personas que no nos
impongan mucho, y donde las consecuencias sean irrelevantes. Por ejemplo: decir a un camarero que NO cuando nos pregunta si queremos postre, o cuando nos llaman con publicidad telefónica.