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Ilustración y Enciclopedismo

Julieta Martínez Jiménez


La Ilustración dieciochesca se caracteriza por su riqueza y diversidad. Estuvo a la altura de
las expectativas. No es sino hasta la centuria ilustrada que se puede hablar propiamente de la
conciencia estética. Esto se debe principalmente a la aceptación en la filosofía de las
sensaciones como factor de conocimiento, que a su vez puso en crisis el racionalismo
cartesiano. El empirismo representó una gran innovación para la teoría del arte.
Alexander G. Baumgarten fundó la estética como disciplina filosófica. Sin embargo, se llegó
a considerar un verdadero plagio su obra, al basarse en tratados de retórica y poética, de
importantes autores, por ejemplo, Quintiliano y Longino. Por supuesto, no fue el caso. De
esta manera, coincide con obras de Dubos, Batteux, Vico, entre otros. La estética que
desarrolla Baumgarten nace de la reflexión filosófica del arte y del descubrimiento de su
vínculo con la belleza. Los elementos básicos en su estética son: el descubrimiento de la
facultad del objeto estético, la belleza como objeto del conocimiento estético y la concepción
de la verdad estética. La perfección es una armonía de las partes.
Más tarde, Batteux ve necesario que exista una división entre las ciencias y el arte, pues, al
ser diferentes, sus principios de igual manera. Afirma que el arte sirve al placer y no a la
utilidad. Esto da pie a pensar ya, específicamente, en una teoría del conocimiento artístico.
Una vez trazados ciertos límites, J. G. Herder colocó en perspectiva lo siguiente: las
diferencias de por medio en lo pictórico y lo plástico. Pero volviendo a Batteux, él sostenía
que el factor común de las artes era la imitación, no obstante, varios hombres se opusieron a
esta tesis. Entre los destacados se encuentra M. Mendelssohn, que se decantaba más bien por
la belleza, todas las artes son bellas. Posteriormente, el conjunto de esto da paso al atributo
del «sentimiento» estético.
El arte no debe necesariamente sujetarse a requerimientos normativos, siempre que el
sentimiento se halle por encima, como apunta Addison. El origen psicológico del arte ayuda
al descubrimiento de la imaginación individual, lo que invalida por completo los principios
absolutos objetivos de lo universal en las manifestaciones estéticas. Así se llega a la
conclusión de que la belleza es subjetiva, y por lo tanto, también lo es el taste. No obstante,
David Hume deja en claro que no por esto se usará con arbitrariedad, puesto que todas las
grandes obras comparten juicios estéticos, proveniente de la cultura artística clásica
En contraposición, Diderot insiste verlo más por la perspectiva subjetiva, postulando que el
gusto se desarrolla a partir de las experiencias de cada individuo, es decir, que no es racional.
En lo que respecta a la filosofía ilustrada, lo postula como una función del sentimiento.
Hay que destacar, además, que sin importar la autonomía de lo estético, la literatura artística
estaba plagada de moralismo y utilitarismo social.

Arnaldo, Javier et al., “Ilustración y enciclopedismo”. Historia de las ideas estéticas y de las
teorías artísticas contemporáneas, vol. I. ed., Valeriano Bozal. España: Antonio Machado,
2015. 62-84. Web.

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