Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
$62&,$&,Ð1$1'$/8=$'(352)(625(6'((63$f2/
©(/,2$1721,2'(1(%5,-$ª
6(9,//$
EDICIONES DE LA ASOCIACIÓN ANDALUZA
DEPROFESORES DE ESPAÑOL
«ELIO ANTONIO DE NEBRIJA»
MONOGRAFÍAS
EDITA:
Asociación Andaluza de Profesores de Español «Elio Antonio de Nebrija»
Apartado de Correos 89
41940 TOMARES (SEVILLA)
Teléfono 649 695233
IMPRIME.
Imprenta Sand S.L.
C/ La Industria, 8 • 41900 CAMAS (SEVILLA)
Prólogo ..................................................................................... 9
El sustantivo ................................................................................ 13
1. Conceptos. ................................................................................... 13
2. Concordancia. .............................................................................. 14
3. Flexión del nombre. ....................................................................... 15
4. Clasificación semántica de los sustantivos. ....................................... 17
5. Semántica del texto. ¿Qué aporta el nombre? .................................. 18
El verbo ..................................................................................... 43
1. Conceptos. ................................................................................... 43
2. Nombre de los modos, de los tiempos simples y de sus compuestos. .... 44
3. Clases de morfemas o desinencias verbales y significados que aportan. 46
4. La conjugación verbal. ................................................................... 51
5. Clasificación morfológica de los verbos. ........................................... 51
6. Significados y usos de los tiempos y formas verbales. ......................... 55
- Del modo indicativo. .............................................................. 55
- Del modo condicionado.......................................................... 57
- Del modo subjuntivo. ............................................................. 57
- De las formas no personales. ................................................... 59
- Errores más frecuentes en el uso de las formas verbales. ............ 62
7. Perífrasis verbales. ........................................................................ 62
8. El sintagma verbal. Su estructura. ................................................... 65
9. Semántica del texto. ¿Qué aporta el verbo? ..................................... 65
El adverbio................................................................................... 69
1. Conceptos. ................................................................................... 69
2. Clasificación semántica.................................................................. 71
3. Semántica del texto. ¿Qué aporta el adverbio? ................................ 72
La preposición .............................................................................. 75
1. Conceptos. ................................................................................... 75
2. Locuciones preposicionales. ........................................................... 77
3. Clases de preposiciones. ................................................................ 78
4. Análisis de otras posibles preposiciones. ........................................... 78
5. Análisis de los valores semánticos más frecuentes que comportan
las preposiciones propias. ............................................................... 80
6. Semántica del texto. ¿Qué aportan las preposiciones? ....................... 85
La conjunción ............................................................................... 87
1. Consideraciones previas. ................................................................ 87
2. Conceptos. .................................................................................. 87
3. Clases de conjunciones. ................................................................. 90
4. Semántica del texto. ¿Qué aportan las conjunciones? ....................... 93
La interjección .............................................................................. 95
1. Conceptos. ................................................................................... 95
2. Clases de interjecciones. ................................................................ 97
3. Semántica del texto. ¿Qué aportan las interjecciones? ....................... 98
PRÓLOGO
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CLASES DE PALABRAS O PARADIGMAS
(CATEGORÍAS GRAMATICALES,
PARTES DE LA ORACIÓN, PARTES DEL DISCURSO)
Las palabras se pueden estudiar principalmente desde cuatro puntos de vista diferentes:
fónico, morfológico, sintáctico y semántico.
1. El estudio fónico permite explicar los fonemas, sonidos y sílabas que componen una
palabra, el acento y la pronunciación. Las partes de la Gramática que lo realizan son
la Fonética y la Fonología.
2. El estudio morfológico se ocupa de la forma de las palabras y de los cambios que ex-
perimentan (flexión, composición y derivación). De él se ocupa la Morfología.
3. El estudio sintáctico nos indica las funciones que desempeñan las palabras en la ora-
ción y cómo se unen formando oraciones simples y complejas. La Sintaxis es la parte
de la gramática que lo realiza.
4. El estudio semántico nos dice lo que significan las palabras y explica sus cambios de
significado. Lo realiza la Semántica.
El Glosario de terminología gramatical unificada, publicado por el Ministerio de Educación y
Ciencia en 1986, cita las siguientes partes de la oración: 1. Nombre o sustantivo. 2. Adjetivo (ca-
lificativo). 3. Determinante. 4. Pronombre. 5. Verbo. 6. Adverbio. 7. Preposición. 8. Conjunción.
Veremos, también, la interjección, aunque su lugar de estudio podría ser la Sintaxis por su
equivalencia oracional.
Definiremos cada una de las partes de la oración desde los puntos de vista: morfológico,
sintáctico y semántico.
Dejaremos el estudio detenido y extenso de la Sintaxis para un trabajo posterior. No obs-
tante, considerando que los límites entre Morfología y Sintaxis no son tajantes, incluimos en
este cuaderno un concepto sintáctico de cada paradigma, las estructuras de los sintagmas,
y el estudio sintáctico de algunas partículas (determinantes relativos, pronombres relativos,
adverbios relativos...), porque lo consideramos conveniente para la mejor comprensión de la
materia que nos ocupa.
EL NOMBRE O SUSTANTIVO
Nombra seres y conceptos: mesa, libro, mano, tierra, silla, día, mente, dolor, simpatía…
1. CONCEPTOS
Concepto morfológico.
Es un lexema (monema con significado propio) variable que admite morfemas flexivos de
género y número (niñ-o/-a/-s) y derivativos (caball-o/-ería). Concuerda con los determinantes
y adjetivos que lo acompañan en género y número y, en la oración, con el núcleo del predicado
(verbo) en número y persona cuando actúa de sujeto.
Concepto sintáctico.
Constituye el núcleo del sintagma nominal. Destaca su capacidad para actuar como núcleo
del sujeto. La niña canta.
Aunque el estudio de los sintagmas (unidad funcional dentro de la oración) pertenece a la
sintaxis, consideramos oportuno indicar sus estructuras en este estudio de Morfología.
Estructura del sintagma nominal:
(C.N.) + N. + (C.N.)
(Complemento/s del nombre) + Núcleo + (Complemento/s del nombre)
El único elemento imprescindible es el núcleo sustantivo.
El núcleo puede ser: nombre (la casa está allí), elemento sustantivado (el rojo me gusta),
pronombre (todos cantaban) o infinitivo (fumar es nocivo).
Los complementos del nombre pueden ser: un determinante (artículo, posesivo, demostrati-
vo, indefinido, numeral, interrogativo, exclamativo, relativo): mi casa, la casa mía; un sintagma
adjetivo, antepuesto o pospuesto (el viejo árbol, la casa nueva); una proposición subordinada ad-
jetiva (la casa que compré es aquella); un sintagma nominal en aposición (mi tía Pepa llega hoy);
un sintagma preposicional nominal (la casa de mi abuela se vende).
Ejemplo de la expansión de un sintagma nominal:
Río (sintagma nominal núcleo).
N.
El río (recibe un complemento –determinante artículo–antepuesto).
C.N.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Concepto semántico.
El sustantivo o nombre sirve para nombrar personas, animales, cosas y conceptos: Pedro,
vaca, piedra, salud.
Una palabra o un conjunto de palabras pueden desempeñar funciones propias del sustantivo
si se nominalizan o sustantivan al llevar un determinante presentador transpositor (artículo
normalmente) delante: El rojo es mío; lo que has dicho me preocupa...
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
3.1. El género.
Divide los nombres en masculinos y femeninos. A veces, aporta información sobre el sexo
en nombres de personas y animales; pero, generalmente, el género es arbitrario y de carácter
gramatical.
Morfos de género. No hay un morfo fijo para el género. Los más frecuentes son:
- Masculino. Alomorfos: o, e, y vacío (mon-o, nen-e, león-).
- Femenino. Morfo: a (mon-a).
Sin embargo, podemos comprobar su arbitrariedad en: man-o (femenino); map-a (mascu-
lino).
Truco para distinguir el género de los nombres. Añadimos un adjetivo calificativo o un
determinante artículo que posea flexión genérica (blanc/o/a/os/as; el,la,los,las) y según sea el
género del adjetivo o del determinante, así será el del sustantivo: piedra blanca (femenino); la
torre (femenino).
Cacofonía. Los determinantes el, un, algún se colocan ante nombres femeninos de número
singular cuando estos comienzan por a, ha tónicas para evitar una mala pronunciación: el alma
y no *la alma.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Morfos de número:
- Singular. Morfo vacío -
- Plural. Alomorfos: -s, -es, y vacío.
El singular no lleva morfo. Puede indicar un elemento (álamo) o un conjunto de elementos
(alameda) en los nombres colectivos.
El plural utiliza tres alomorfos para indicar: varios elementos (álamo-s), varios conjuntos
(robledal-es) o, en los nombres no contables, cantidad enorme o énfasis (agua-s).
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
4. Al formar el plural sólo tres nombres cambian la localización del acento: carácter-carac-
teres, régimen-regímenes, espécimen-especímenes.
5. Los nombres propios de persona cuando se refieren a varias personas y los apellidos de
personas ilustres que nombran una familia o estirpe admiten plural: los Rodrigos, los Aus-
trias; pero permanecen invariables los apellidos extranjeros (los Bécquer), los terminados
en -s, -z (los López, los Salas) y los de escritores y artistas famosos (los Machado).
6. En los nombres no contables el plural denota énfasis o ponderación: los humos, las
aguas…
7. Las palabras latinas que acaban en consonante permanecen invariables en plural ex-
cepto álbum (álbumes): los referéndum, los déficit…
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Todos se pueden clasificar, además, como animados (humanos o no) dotados de vida (áni-
ma) y movimiento voluntario: hombre, caballo... E inanimados, carentes de vida: calle, Gua-
diana, amor…
EL ADJETIVO CALIFICATIVO
1. CONCEPTOS.
Concepto morfológico.
Es un lexema variable que admite, generalmente, morfemas flexivos de género y número
(blanco/a/os/as, pequeño/a/os/as), morfemas derivativos —prefijos y sufijos— (in-útil, gord-it-o,
pequeñ-ín); admite variación de grado (positivo, comparativo y superlativo); algunos adjetivos
admiten apócope (santo-san, bueno-buen, malo-mal…). Concuerda con el nombre que acom-
paña en género y número (perros furiosos: masculino, plural).
Concepto sintáctico.
Es el núcleo del sintagma adjetivo. En posición adyacente al sustantivo, su función es la de
complemento del nombre (C.N.) (el perro blanco ladra mucho); en posición adyacente a otro
adjetivo, su función es la de complemento del adjetivo (C.Adj.) (el jersey verde oscuro me
gusta). También puede actuar colocado en posición predicativa —separado del nombre por un
verbo— como atributo (At.) (el perro es blanco) y como complemento predicativo (C.Pvo.)
(el agua sale sucia).
Estructura del sintagma adjetivo:
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Concepto semántico.
Nos dice alguna característica del nombre. Podemos dividir los adjetivos en:
1.- Determinativos. Determinan, concretan al nombre que acompañan sin aportar cuali-
dades (este niño). Forman la categoría de los determinantes que estudiaremos aparte
(posesivos, demostrativos...).
2.- Calificativos. Indican cualidades del nombre (bici roja, alta torre). Se subdividen en:
2.1.- Especificativos. Concretan, diferencian un nombre de los demás del grupo, lo espe-
cifican mediante sus cualidades: el coche rojo es mío (hay otros coches y distingo
mediante el adjetivo rojo el mío). Son necesarios para la perfecta comprensión del
mensaje; su uso denota objetividad; se posponen al nombre.
2.2.- Explicativos. Explican, enfatizan una cualidad del nombre; no pretendemos dife-
renciarlo. Pueden ir colocados delante y detrás del sustantivo, aunque suelen ir an-
tepuestos. Denotan subjetividad. No son necesarios para la perfecta comprensión
del mensaje: los peludos y saltarines gatitos juegan en la acera (todos los gatitos que
vemos jugar son peludos y saltarines).
2.2.1.- Explicativos epítetos: resaltan, enfatizan una cualidad que es inherente al
nombre: la blanca nieve. Su uso es estético, embellecedor.
Nota. Muchos adjetivos se sustantivan o nominalizan al llevar antepuesto un determinante
transpositor: el azul (un pañuelo) me gusta.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Grado comparativo. Compara la cualidad para cuantificarla con un referente que sirve
de unidad de medida.
- Comparativo de superioridad. Utiliza el nexo discontinuo más…que (Pepa es más
amable que Ana —el referente es Ana—); y los adjetivos sintéticos cultos: mejor
(más bueno), peor (más malo), mayor (más grande), menor (más pequeño), superior
(más alto), inferior (más bajo): Luis es menor que Pedro (Luis es más pequeño que
Pedro).
- Comparativo de igualdad. Utiliza los nexos discontinuos igual de…que y tan…como
(Pepa es tan amable como Ana).
- Comparativo de inferioridad. Se sirve del nexo discontinuo menos…que (Pepa es
menos amable que Ana).
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
- Con locuciones adverbiales: en extremo, en grado sumo, harto bien (chica guapa en
extremo).
- Con sufijos apreciativos: regulares -ísimo/a/os/as (chica guapísima) y cultos -érri-
mo/a/os/as (hombre paupérrimo).
- Con prefijos apreciativos: hiper-, super-, extra-,re-, requete- (chica superguapa).
- Con proposiciones subordinadas consecutivas intensivas: es tan guapa que asombra.
- Con adjetivos sintéticos cultos: óptimo (bonísimo), pésimo (malísimo), máximo
(grandísimo), mínimo (pequeñísimo), supremo (altísimo), ínfimo (bajísimo). Ejemplo:
calidad suprema.
El superlativo relativo se forma con la estructura discontinua: el/la/los/las más...de: son los
alumnos más estudiosos de la clase.
Otras gradaciones. Se pueden conseguir utilizando adverbios de cantidad nada, algo, poco,
bastante…: Chica nada guapa, algo guapa, poco guapa, bastante guapa…
Particularidades del superlativo.
- El superlativo formado con el sufijo –ísimo puede reducir los diptongos del lexema
ie en (e) y ue en (o): tierno-ternísimo, bueno-bonísimo.
- Algunos adjetivos forman un superlativo culto con el sufijo –érrimo: acérrimo, libé-
rrimo; bueno, pobre y pulcro mantienen, además de la forma regular, otra culta:
buenísimo-bonísimo, pobrísimo-paupérrimo, pulcrísimo-pulquérrimo.
- Otros forman el superlativo culto colocando el lexema de su forma latina antes del
sufijo superlativo: bonísimo, fidelísimo, amabilísimo.
- Hay adjetivos que no admiten superlativo: común, jubilado, político, asesinado…
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
La posición.
- El adjetivo calificativo antepuesto (explicativo) tiene valor subjetivo, enfático (ante-
pone, resalta la cualidad del nombre), sintético, afectivo y poético: sus negros ojos, la
verde hierba, la fuerte encina, la dulce boca...
- El adjetivo calificativo pospuesto (especificativo) aporta valor objetivo, no emotivo,
imparcial, analítico, descriptivo, preciso y concreto: la casa blanca, el día gris, la niña
rubia…
Un mismo adjetivo, a veces, puede actuar como especificativo o explicativo según su colo-
cación:
- Los alumnos estudiosos aprobaron (sólo los que estudiaban mucho: especificativo).
- Los estudiosos alumnos aprobaron (todos eran estudiosos: explicativo).
A veces, la posición del adjetivo cambia su significado: pobre (da pena) hombre, hombre
pobre (sin dinero); viejos (de hace tiempo) amigos, amigos viejos (de edad avanzada)…
Su abundancia o escasez.
- La abundancia de adjetivos tiene valor descriptivo (detalla y resalta las cualidades
del sustantivo); aporta minuciosidad, detallismo, precisión, concreción, sensoriali-
dad, belleza y da lentitud expresiva a la oración: los altos, rectos, oscuros y silenciosos
cipreses vigilaban el jardín callado y sombrío.
El paralelismo de adjetivos sinónimos crea un ritmo lento, pausado y enfático: el niño era
tranquilo, manso; limpio, impecable; amable, cordial…
- La escasez de adjetivos supone concentración, esencialidad (si los sustantivos apa-
recen sin adjetivar interesa el concepto más que la cualidad), sencillez, abstracción.
La falta de adjetivación da ligereza y rapidez a la oración: los cipreses vigilaban el
jardín.
La clase de adjetivos.
Los adjetivos sensoriales (blanco, rojo, claro, suave, chillón…) denotan gusto por lo externo
y sensitivo, percibido por los sentidos: las flores amarillas de pétalos tersos y suaves... El uso de
formas compuestas (verdinegro, agridulce…) señala mezcla de sensaciones indiferenciadas.
Los adjetivos afectivos (cariñoso, manso, tierno, amable, amoroso, ardiente…) indican estados
emocionales que se pueden intensificar o reducir mediante el uso de sufijos aumentativos, di-
minutivos y despectivos: la niña, cariñosa y tierna, se acercó al burrito manso…
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Los adjetivos cultos (ardiente, ágil, imprevista, intrépida…) suponen un estilo culto, retórico
(cuidado) o metafórico (lengua poética): la ágil llama de su pupila intrépida…
La utilización de adjetivos coloquiales (culón, mamón, chulo…) denota pobreza expresiva o
imitación del discurso coloquial-vulgar: ese tío es un chulo y un mamón...
LOS DETERMINANTES
1. CONCEPTOS
Concepto morfológico.
Son morfemas relativamente independientes (acompañan al nombre); en su mayoría, ad-
miten flexión de género y número; y concuerdan con el nombre que determinan en género y
número: el niño, la niña, esos niños, esas niñas... Indican el género y número del nombre o lo
confirman.
A veces podemos encontrar más de un determinante junto al nombre (todos los niños
reían).
Unos determinantes pueden ir delante o detrás del nombre: esta mesa-la mesa esta, vues-
tro piso-el piso vuestro... Otros van siempre delante: las formas posesivas apocopadas mi, tu,
su (mi mesa); algunos numerales ambos, cada, sendos (cada semana); todos los interrogativos
y exclamativos (¡Qué casa!) y los determinantes relativos cuyo/a/os/as y cuanto/a/os/as (es el
amigo cuya visita te anuncié).
Concepto sintáctico.
Funcionan como complemento del nombre (C.N.).
Los determinantes pertenecen al sintagma nominal y funcionan como elementos adyacentes
que acompañan, complementan y actualizan el nombre, núcleo del sintagma: este caballo ganó.
C.N.
Concepto semántico.
Los determinantes acompañan siempre al nombre. Determinan y concretan al nombre que
acompañan, lo limitan y precisan; es decir, lo actualizan (trasladan a la realidad el concepto
presentado por el nombre y le aportan matices de posesión, distancia, número…). Ejemplo: ju-
guete (concepto), mi juguete (juguete actualizado, poseído por mí); faro (concepto), aquel faro
(faro actualizado, situado lejos del hablante)… Los determinantes sustantivan o transpositan
cualquier clase de palabra. El determinante sustantivador más frecuente es el artículo: el rojo.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Particularidades:
- Algunos autores, como Amado Alonso, niegan el carácter de artículos a los indeter-
minados y los consideran determinantes indefinidos o numerales. Idea que nos parece
razonable.
- Para evitar cacofonías, se rompe la concordancia usando las formas el, un ante nombre
femenino singular que comience por a o ha tónicas: el hacha, un águila… en lugar de *la
hacha, *la águila. Se aconseja el mismo uso con los determinantes indefinidos algún y
ningún.
- Se considera vulgarismo el uso de artículos con el nombre propio de persona: *La Pepa,
*El Tomás; sí se admite el artículo plural con apellidos (los Austrias, los López...). Ver
sustantivo (pág. 17)
- El artículo es el traspositor o sustantivador más frecuente; transforma en sustantivo
cualquier clase de palabra: el rojo me gusta; lo dulce me desagrada; lo que cantas suena
bien...
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Clases:
Un poseedor (singular, masculino/femenino; plural, masculino/femenino; y formas apoco-
padas):
- Primera persona: mío/a/os/as; mi/s (apocopados): la bici mía, mi bici.
- Segunda persona: tuyo/a/os/as; tu/s (apocopados): las motos tuyas, tus motos.
- Tercera persona: suyo/a/os/as; su/s (apocopados): el patín suyo, su patín.
Varios poseedores (idem):
- Primera persona: nuestro/a/os/as: la casa nuestra, nuestra casa.
- Segunda persona: vuestro/a/os/as: los coches vuestros, vuestros coches.
- Tercera persona: suyo/a/os/as, su/s: los cuadernos suyos, sus cuadernos.
Particularidades:
- Las formas apocopadas mi/s, tu/s, su/s, son átonas y se colocan siempre delante del nom-
bre: mi madre; las demás formas son tónicas y van pospuestas: madre mía. Las formas
de tercera persona suyo/a/os/as, su/s son ambiguas pues pueden indicar uno o varios
poseedores de tercera persona: la casa suya (de él/ella/ellos/ellas).
- Es incorrecto el uso de los pronombres personales precedidos de la preposición de, en
sustitución de los determinantes posesivos, cuando estos deben acompañar a un nom-
bre indicando posesión: un pensamiento de *él (incorrecto) / un pensamiento suyo-; un
beso de *ti (incorrecto) / un beso tuyo; unas palabras de *mí / unas palabras mías.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Clases:
De cercanía (cerca de la primera persona, del momento actual o de la última palabra del
discurso): este/a/os/as (esta casa, este mes).
De distancia media (de la primera persona, del momento actual o de la última palabra del
discurso): ese/a/os/as (esa casa, esos días).
De lejanía (lejos de la primera persona, del momento actual o de la última palabra del dis-
curso): aquel/aquella/os/as (aquella casa, aquellos años).
Clases:
Indefinidos de cantidad: algún/a/os/as, poco/a/os/as, menos (invariable), bastante/es, varios/
as, mucho/a/os/as, demasiado/a/os/as, más (invariable), harto/a/os/as, todo/a/os/as, tanto/a/os/
as, ningún/a/os/as… (menos café, ningún dinero).
Indefinidos de naturaleza o cualidad: mismo/a/os/as, idéntico/a/os/as, igual/es, semejante/es,
parecido/a/os/as, diferente/es, distinto/a/os/as, cierto/a/os/as, otro/a/os/as, diverso/a/os/as, cual-
quier/a, cualesquier/a… (igual cartera, diferente sabor...).
Particularidades:
Las formas alguno, ninguno se apocopan al ir antepuestas al nombre: algún cartón; ningún
papel.
Clases:
- Numerales cardinales. Indican el número exacto de objetos nombrados; son los números
naturales que usamos para contar (cero, un/a, dos, tres...) se escriben con una sola pa-
labra hasta el número treinta: dos libros, doce huevos, treinta y un cajones. También se
incluyen las formas ambos/as (los/las dos) y entrambos/as (ambos, entre los dos): ambos
niños ayudaron.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
- Numerales distributivos. Las formas: cada (uno/a o más a uno/a de la serie) y sendos/as
(sólo uno/a para cada uno/a de la serie) poseen un matiz significativo numeral cardinal;
pero además establecen correspondencia distributiva entre los miembros numerales de
una serie y los de otra; entregué dos euros a cada niña; di sendos bocadillos a los chicos.
- Numerales ordinales. Expresan el número de orden, el lugar ocupado dentro de una se-
rie: primer/o/a/os/as, segundo/a/os/as, tercer/o/a/os/as…y último/a/os/as. Se permite su
sustitución por cardinales a partir del decimotercero: tercer piso, novena estantería, deci-
mocuarto alumno o alumno catorce.
- Numerales fraccionarios. Señalan partes iguales de una unidad: medio/a/os/as, tercera
parte, cuarta parte… A partir de once partes se añade el sufijo -avo/a (onceava parte).
No se deben confundir con los ordinales (*onceavo puesto: incorrecto, indica fracción;
sería: onceno puesto o undécimo puesto). Ejemplo: media naranja.
- Numerales multiplicativos. Indican un producto; usan los sufijos -ble y -ple (doble —por
dos—, triple —por tres—, cuádruple —por cuatro—...): doble ración, triple intento.
Particularidades:
El determinante numeral cardinal uno se apocopa: un bolígrafo.
El determinante numeral ordinal primero se apocopa cuando se antepone al sustantivo:
primer borrador
Clases:
Interrogativos: ¿qué?, ¿cuál/es? (en desuso), ¿cuánto/a/os/as? (¿Qué piso? ¿Cuántos cuader-
nos?)
Exclamativos: ¡qué!, ¡cuánto/a/os/as! (¡Qué casa! ¡Cuánta gente!)
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
A) Analicemos cuyo/a/os/as en el ejemplo: «Salen los niños cuyo apellido empieza por g».
Esta forma cuyo es sincrética:
1. Es determinante posesivo, pues acompaña a un nombre consecuente poseído (cuyo
apellido = su apellido).
2. Es pronombre relativo anafórico, ya que sustituye a un sustantivo antecedente (cuyo
= de los niños).
Es una partícula bifuncional; actúa de nexo de una proposición subordinada adjetiva de rela-
tivo y de complemento del nombre consecuente que determina. Veamos el ejemplo inicial:
«Salen los niños cuyo apellido empieza por g». Esta oración compuesta se puede dividir
en dos proposiciones:
1.- Una principal: «Salen los niños» + Una proposición subordinada adjetiva de relativo
(1.1).
1.1- La proposición subordinada adjetiva: «Cuyo (de los niños) apellido empieza por g».
Nx y C.N.
El nexo cuyo sirve de unión entre ambas proposiciones, desempeña la función de comple-
mento del sustantivo en la proposición subordinada y es determinante actualizador del sustan-
tivo apellido. En conclusión:
Cuyo posee valor de pronombre relativo y equivale a de los niños = «cuyo (de los niños) ape-
llido empieza por g».
Cuyo es determinante posesivo del sustantivo apellido, lo acompaña y lo determina, indican-
do posesión; «cuyo (su) apellido empieza por g».
B) Analicemos cuanto/a/os/as en el ejemplo: «Préstame cuantos euros lleves». Este deter-
minante equivale a la locución «todo/a/os/as el/lo/la/los/las... que», que está formada
por:
Un determinante indefinido: todo/a/os/as.
Un determinante artículo: el/lo/la/los/las.
(Estos dos determinantes se antepondrían al sustantivo que se determina).
Un pronombre relativo: que (cuyo referente es el sustantivo que determina la forma cuan-
to/a/os/as).
Si hacemos la sustitución pertinente, podemos comprobarlo: «Préstame cuantos euros lle-
ves = préstame todos los euros que lleves».
También esta forma es sincrética, como cuyo, y engloba dos categorías:
1. Es determinante indefinido ponderativo, pues acompaña y determina a un nombre
consecuente (cuantos euros = todos los euros).
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
LOS PRONOMBRES
1. CONCEPTOS
Concepto morfológico.
No presentan una morfología uniforme. Desde este punto de vista, podemos clasificar los
pronombres en:
Flexivos. Admiten declinación (pronombres personales) y varían según su función sintác-
tica: yo, mí, me, conmigo…tú, ti, te, contigo…
No flexivos. No admiten declinación. Forman el resto de los pronombres; admiten, en su
mayoría, morfemas flexivos de género y número. Ejemplos: est-e/a/os/as y neutro est-o;
nuestr-o/a/os/as; mío/a/os/as. Otros son variables sólo en número (pronombre interroga-
tivo ¿quién/es?). Algunos pronombres son invariables (pronombre relativo que, interro-
gativo ¿qué?..).
Concepto sintáctico.
El pronombre no existe como parte de la oración en el análisis sintáctico; no hay ningu-
na función que sea específica y privativa del pronombre: es un comodín; desempeña tantas
funciones como puede realizar el sustantivo al que sustituye: sujeto, complemento directo,
atributo….
Concepto semántico.
Tradicionalmente, se ha dicho que el pronombre es el sustituto del nombre; pero, esto no
siempre es cierto; Lázaro Carreter llama a tres pronombres personales yo, tú y usted, “Nom-
bres personales”, pues no admiten la sustitución; así, es correcta la sustitución: mi hermana va
al cine / ella va al cine. Pero son incorrectas las sustituciones: tú vas al cine / *Pedro vas al cine;
yo voy al cine / *Luis voy al cine.
Semánticamente, los pronombres no tienen significado propio, su significado es ocasional;
anafórica o catafóricamente adquieren el significado de la palabra del contexto a la que susti-
tuyen y que les sirve de referente.
- Anafóricamente sustituye a un nombre antecedente: Juan te llamó. Él (Juan) quiere
verte.
- Catafóricamente anticipa un nombre consecuente: Él llegará tarde. Pepe (él) es un
desastre.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
- Plural mayestático. Nos (yo) y vos (tú) se utilizan en documentos reales y papales como
tratamiento de majestad: Nos, El Rey, acordamos…
- Plural de modestia. Nosotros (yo) es utilizado por escritores y oradores para implicar al
lector u oyente en el discurso: Nosotros pensamos (yo pienso).
- Pronombres proclíticos y enclíticos. Los primeros preceden al verbo y se pronuncian for-
mando con él un solo grupo de intensidad: me llama. Los enclíticos siguen al verbo y se
unen a él en la escritura y la pronunciación: dime, póntelo.
- Leísmo, laísmo y loísmo.
Leísmo. Vicio que consiste en usar el pronombre personal átono le como comple-
mento directo en lugar de lo y la: tengo abrigo; pero nunca *le llevo, en lugar de lo
llevo. La Real Academia admite el leísmo para el masculino singular de persona: ahí
vive Luis; voy a verle / verlo (leísmo permitido).
Laísmo. Vicio que consiste en utilizar los pronombres personales átonos la/s como
complemento indirecto en lugar de le/s: a tu madre *la llevé un pastel (incorrecto),
en lugar de le llevé un pastel.
Loísmo. Vicio que consiste en el empleo del pronombre personal átono lo como com-
plemento indirecto masculino en lugar de le: *lo di un puñetazo, en lugar de le di un
puñetazo.
- Anteposición de me / te a se. Vulgarismo. * Me se olvidó. * Te se perdió.
Clases:
Un poseedor:
- Primera persona: mío/a/os/as. Esa bici es mía.
- Segunda persona: tuyo/a/os/as. Mi bici está aquí. La tuya, allí.
- Tercera persona: suyo/a/os/as. Mi coche es este. El suyo, aquel.
- Formas neutras (denotan un conjunto de cosas): lo mío, lo tuyo, lo suyo. Eso es lo mío.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Varios poseedores:
- Primera persona: nuestro/a/os/as. Tu casa es pequeña. La nuestra es mayor.
- Segunda persona: vuestro/a/os/as. La casa es vuestra.
- Tercera persona: suyo/a/os/as. Estas camisetas son nuestras. Las suyas (de ellos/as)
están ahí.
Formas neutras: lo nuestro, lo vuestro, lo suyo (denotan un conjunto). Lo vuestro es
peor.
Particularidades.
- Ambigüedad en las formas de tercera persona suyo/a/os/as. Como coinciden para uno y
varios poseedores deberemos distinguir su referente por contexto.
- Adjunción errónea de pronombres posesivos a adverbios. No debemos confundir los
pronombres personales mí, ti, sí…(no indican posesión) con los pronombres posesivos
que indican posesión y no poseen formas apocopadas. Así, tras adverbios de lugar: de-
lante, detrás, encima... debemos usar pronombres personales y no, posesivos; ya que no
hay relación de posesión. Ejemplos: detrás de mí, encima de ti y no detrás *mío, encima
*tuyo…
- Y al revés, confusión entre determinantes posesivos y pronombres personales precedi-
dos de preposición (ahora sí habría posesión): La raqueta mía, y no *La raqueta de mí. La
novela tuya, y no *la novela de ti.
Clases:
Cerca de la primera persona, del momento actual o de las últimas palabras del texto: este/a/
os/as. Mi pantalón está nuevo; este, no.
Distancia media de la primera persona, del momento actual o de las últimas palabras del
texto: ese/a/os/as. —¿Qué helado deseas? —Ese.
Lejanía de la primera persona, del momento actual o de las últimas palabras del texto: aquel/
aquella/os/as. —No, ese libro no; dame aquel.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Formas neutras (denotan: conjunto abstracto e indefinición): esto (cercanía), eso (distancia
media), aquello (lejanía). Eso me molesta.
Particularidades:
Los determinantes alguno y ninguno no se apocopan cuando actúan como pronombres.
Ejemplo: —¿Tienes algún (determinante apocopado) problema? —No tengo ninguno (pro-
nombre).
- Debemos evitar la confusión entre determinantes indefinidos (acompañan al nombre) y
pronombres indefinidos (sustituyen al nombre): —¿Llevas bastante dinero (determinan-
te)? Sí, llevo bastante (pronombre).
También, entre estos y los adverbios de cantidad (estos no admiten variación o flexión de gé-
nero ni de número): llueve bastante (adverbio); no admite plural: llueve *bastantes (incorrecto).
- El artículo neutro lo: forma pronombres indefinidos neutros abstractos (sustantivando
los determinantes): lo mucho, lo diferente, lo poco...
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Clases:
Pronombres numerales cardinales. Indican un número natural exacto (cero, uno/a, dos, tres...
y ambos/as, entrambos/as): tengo cinco; ambas entraron.
Pronombres numerales distributivos: Cada, sendos/as. Se usan poco como pronombres:
- ¿Cuántos pasteles desea?
- Póngame dos de cada (bandeja).
Pronombres numerales ordinales. Señalan un puesto en una serie (el/la/los/las primero/a/os/
as, el/la/los/las segundo/a/os/as…): Llegó el segundo.
Pronombres numerales fraccionarios. Expresan partes iguales de una unidad (medio/a, un
tercio, un cuarto...): Toma media; ponme un cuarto.
Pronombres numerales multiplicativos. Hacen referencia a un producto (el doble, el triple, el
cuádruple...): Eso es el triple.
Clases:
Pronombres interrogativos: ¿qué? (su referente es una cosa). ¿cuál/es? ¿quién/es? (su referen-
te es una persona) ¿cuánto/a/os/as? Ejemplos: ¿Cuánto debes? ¿Qué deseas?
Pronombres exclamativos: ¡qué! ¡quién/es! ¡cuánto/a/os/as! Ejemplos: ¡Mira quién llega!
¡Cuántos tiene!
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Formas:
- Que. Forma invariable; su antecedente puede ser un nombre de persona, animal o cosa:
la chica que (la chica) me llamó es guapa.
- Quien/es. Su antecedente es nombre de persona; concuerda con él en número: hay
hombres a quienes (a los hombres) nadie quiere (se usa poco).
- El/la/los/las cual/es. Su antecedente es nombre de persona, animal o cosa; el pronombre
relativo concuerda con él, en género y número, mediante el determinante artículo: mi
prima, la cual (mi prima) es cordobesa, ha venido (se usa poco; se prefiere el relativo
que).
- Cuanto/a/os/as. Es un pronombre relativo peculiar; procede de la sustantivación de un
determinante relativo que pierde su consecuente y se sustantiva. Para analizarlo hay
que sustituirlo por una locución equivalente: cuanto/a/os/as equivale a «todo/a/os/as el/
lo/la/los/las que».
Con su uso, se pretende enfatizar un deseo, una petición, una autorización... expresados
de forma enfática y general; el emisor engloba la totalidad absoluta del referente con este pro-
nombre: trae cuantos tengas (todos los que tengas).
Particularidades.
- Admiten artículo y preposición: es la piscina de la que (de la piscina) te hablé.
- La dislocación (el distanciamiento o separación) entre el pronombre relativo y su ante-
cedente puede producir ambigüedad y debe evitarse: es la carta de mi abuela *que llegó
ayer. ¿Quién llegó ayer?
- Debemos usar comas en las subordinadas adjetivas explicativas para diferenciarlas de las
especificativas: los niños, que tenían hambre, pidieron bocadillos (todos los niños tenían
hambre: explica y no especifica).
- Si elidimos el sustantivo antecedente, la proposición subordinada adjetiva o de relativo
se transforma en subordinada sustantiva (a veces, adverbial). Si en el ejemplo «los niños
que tenían hambre pidieron bocadillos» suprimimos el sustantivo antecedente («los (-)
que tenían hambre pidieron bocadillos»), los que tenían hambre, ahora, sin el nombre
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
EL VERBO
1. CONCEPTOS.
Concepto morfológico.
Es una palabra variable compuesta de un lexema o raíz, que aporta el significado léxico
(cant-), y unos morfemas dependientes flexivos, llamados desinencias o accidentes gramatica-
les del verbo (-o), que añaden información gramatical sobre: vocal temática, persona, número,
tiempo, aspecto y modo. Estas desinencias forman las terminaciones de las formas simples y del
verbo auxiliar en las compuestas.
Conjugación o flexión verbal es el conjunto de variaciones o formas que experimenta el ver-
bo cuando añadimos los morfemas flexivos a la raíz.
En castellano o español hay tres conjugaciones que distinguimos por la vocal temática de su
infinitivo. Primera: modelo cant-a-r; vocal temática a. Segunda: modelo tem-e-r; vocal temáti-
ca e. Tercera: modelo part-i-r; vocal temática i.
Veremos, más adelante, cómo desde un enfoque morfológico, se clasifican los verbos en:
regulares, irregulares, defectivos y pronominales.
El verbo puede aparecer en el discurso en forma: simple personal (canto…), simple no per-
sonal (cantar…), en forma compuesta activa (he cantado…), en forma compuesta pasiva re-
fleja (se almacenó…), en perífrasis (voy a ir…) y en locuciones (hacer saber, echar en falta...).
Nota. Entendemos que las formas llamadas “De pasiva directa”(el trigo fue almacenado,
la cebada fue almacenada, los sacos fueron almacenados, las bolsas fueron almacenadas) son en
realidad construcciones copulativas de sujeto paciente con un atributo —participio adjetivado—
que concuerda con el sujeto (si se tratase de un participio no podría recibir flexión de género y
número): trigo-almacenado, cebada-almacenada, sacos-almacenados, bolsas-almacenadas.
Concepto sintáctico.
El verbo desempeña las funciones de núcleo del predicado verbal (en oraciones predicativas
y semipredicativas) y de cópula (en oraciones copulativas). Concuerda con el sujeto en número
y persona (los niños [tercera persona, plural] juegan [tercera persona, plural]); comprobando
esta concordancia, podremos diferenciar el sujeto del complemento directo (que no concuer-
da) en los casos dudosos: llegó la noticia, ¿quién llegó?, ¿qué llegó? colocamos el verbo en plural,
llegaron... las noticias; concuerdan predicado y sintagma, luego la noticia es sujeto.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Concepto semántico.
Según este criterio, los verbos se dividen en: predicativos, semipredicativos, copulativos y
auxiliares.
- Los verbos predicativos expresan proceso, acción: 1º) Que padece o sufre el sujeto paciente
(la cosecha se recogió: voz pasiva refleja); 2º) Que ocurre en el sujeto sede de la acción (la barca
se hunde); 3º) Que hace el sujeto agente (tu padre canta: voz activa). Los verbos de voz activa
se dividen en: transitivos (la acción pasa o transita a un objeto o complemento directo que
completa su significado: como pan); los verbos transitivos pueden usarse, también, en forma
reflexiva (la acción recae sobre el mismo sujeto: me lavo) y recíproca (la acción se intercambia:
nos abrazamos) y en intransitivos (no necesitan un complemento directo; tienen significado
completo: venimos del cine).
- Los verbos semipredicativos pierden parte de su significación, quedan convertidos en se-
micópula y necesitan un complemento predicativo que es bifuncional (atributo del sujeto y
complemento circunstancial modal del verbo): el agua sale sucia; la niña llegó agotada. Los
verbos resultar y parecer son semipredicativos, pues conservan su significado y necesitan un
complemento predicativo: el coche parece feo (pero no lo es); la fiesta resultó aburrida (evaluada
tras su finalización).
- Los verbos copulativos (ser y estar) pierden su significación, quedan reducidos a la función
de cópula de esencia (verbo copulativo ser) o cópula de estado (verbo copulativo estar) y ne-
cesitan un atributo del sujeto sede de la cualidad: mi padre es listo; mi abuela está enferma. No
obstante, pueden actuar como predicativos con significado pleno: el acto es (se celebrará)
aquí; el libro está (se halla) en mi casa.
- Los verbos auxiliares pierden en la práctica su significación: se convierten en instrumentos
gramaticales, se gramaticalizan. Sirven para formar los tiempos compuestos en voz activa (ha-
ber: he comido) y las perífrasis verbales (debe venir).
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Modo condicionado:
- Futuro (amaré). Su compuesto es el futuro compuesto o perfecto (habré amado).
- Condicional (amaría). Condicional compuesto o perfecto (habría amado).
Nota. Consideramos, apoyándonos en la opinión de Alarcos Llorach («Se ha pensado que
el imperativo no es más que una variante del subjuntivo en ciertos casos...»), que el modo im-
perativo se debe eliminar como tal, ya que, el presente de imperativo, compuesto solamente
por dos formas, la segunda persona del singular (canta tú) y la segunda del plural (cantad voso-
tros/as), es una variante del presente del subjuntivo. Así, el imperativo actual se utiliza sólo si
se dan las siguientes condiciones:
1. Que las oraciones sean apelativas afirmativas.
2. Que tengan sujeto gramatical de segunda persona.
3. Y que el enfoque temporal sea de presente. Cuando falta alguna de estas condiciones,
las formas del imperativo son sustituidas por las del presente de subjuntivo; así: ¡Que
venga él! ¡Vayamos nosotros! ¡No vayas tú!
La escasez de sus formas (dos personas), la carencia de forma compuesta y su uso, en ca-
sos tan concretos, supliendo huecos significativos del presente del subjuntivo en la apelación
afirmativa de segunda persona, nos hace proponer su inclusión como variante del presente de
subjuntivo.
Se dan circunstancias parecidas en otros tiempos verbales: existe una variante de la tercera
persona del singular del presente de indicativo del verbo haber (él/ella ha) —la forma hay—
para oraciones unimembres unipersonales: hay pañuelos en el cajón; y no por ello, se defiende
la creación de un nuevo modo verbal que incluya esta forma.
Modo subjuntivo:
- Presente (ame, ames, ame, amemos améis, amen) con sus variantes imperativas (ama tú,
amad vosotros/as). Su forma compuesta es el pretérito perfecto compuesto (haya amado).
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Número.
Nos indica que el sujeto es singular (uno) o plural (más de uno)).
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Persona.
Designa los tres posibles actores de la acción. La primera persona es la que habla (emi-
sor/es: yo, nosotros/as), la segunda la que escucha (receptor/es: tú, vosotros/as) y la tercera (no
está/n presente/s: él/ella, ellos/as).
Las personas, como vemos, pueden ir en número singular (yo, tú, él/ella) o en plural (no-
sotros/as, vosotros/as, ellos/as). Los morfos de número y persona son sincréticos (el morfo -n
denota, a la vez, plural y tercera persona).
Morfos de las formas no personales del verbo: Ejemplos
- Infinitivo. Morfo: (-r) cant-a (-r), tem-e (-r), part-i (-r)
- Gerundio: Morfo: (-ndo) cant-a (-ndo), tem-ie (-ndo)
- Participio: Morfo: (-do) cant-a (-do), tem –i (-do), part-i (-do)
Las formas no personales no indican: persona, número, tiempo, modo. Sus morfos sólo
aportan noción de aspecto: infinitivo (acción en potencia), gerundio (acción en curso) y partici-
pio (acción acabada).
Tiempo:
Hay tres tiempos verbales explícitos. Presente, pasado y futuro. El tiempo va relacionado con
el aspecto y el modo, hay sincretismo entre ellos.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Las formas de aspecto imperfecto (inacabadas o durativas) son: las demás formas simples
y el gerundio. Entre el tiempo, el aspecto y el modo hay sincretismo, es decir, un mismo morfo
sirve a los tres. Ejemplo: Ella mir-ó (modo indicativo, aspecto perfecto, tiempo pretérito).
Modo. Expresa la actitud mental del hablante ante la acción verbal. Clases:
Indicativo. Indica acciones reales. Denota, normalmente, una actitud objetiva (función re-
ferencial del lenguaje) ante una acción real: Tengo hambre
Subjuntivo. Designa acciones irreales. Denota una actitud subjetiva (función emotiva del
lenguaje) ante una acción irreal, dudosa, deseada...: ¡Ojalá llueva!
Condicionado. Designa acciones posibles. Está formado por los tiempos: futuro simple de
indicativo, condicional simple y los compuestos de ambos: Iré el sábado.
Nota. Emilio Alarcos Llorach establece, como ya hemos indicado, tres modos:
1. El indicativo (designa la no ficción, lo real).
2. El subjuntivo (designa lo ficticio, lo no real).
3. El condicionado, formado por el futuro (cantarás) y el condicional (cantarías), que designa
hechos posibles.
A las dos personas del llamado imperativo no les conferimos entidad suficiente para formar
un modo verbal independiente.
Ya hemos indicado los morfos de los presentes de indicativo y subjuntivo-imperativo.
Voz o diatesis. Relaciona el significado de la raíz verbal (acción) con el sujeto gramatical
que la realiza (actor) indicando si el sujeto es agente, paciente o sede de la acción.
Voz activa. Indica que el sujeto realiza la acción verbal: He escrito cartas.
Voz pasiva. Expresa que el sujeto padece o recibe la acción verbal: El sobre fue entregado.
Hay dos clases de pasiva, según la doctrina actual:
Pasiva directa, que usa el verbo auxiliar ser y el participio del verbo que se conjuga: Ellas fue-
ron expulsadas, ellos fueron expulsados, ella fue expulsada, él fue expulsado. Pero si observamos el
llamado participio, comprobamos que admite flexión de género y número (una forma verbal no
puede admitir nunca flexión de género). Por tanto, las palabras expulsado, expulsada, expulsa-
dos, expulsadas, son participios adjetivados y funcionan como atributos del sujeto; se trataría de
una proposición copulativa de sujeto paciente (con atributo y, a veces, complemento agente),
que llamaremos pasiva copulativa.
Pasiva refleja (utiliza un verbo en forma personal acompañado del morfo de pasiva refleja
se): Se inauguró el local.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
- A veces, el sujeto es sede de la acción: en las copulativas (Pedro es pintor; Luisa está con-
tenta) y en construcciones especiales en las que el verbo se construye en forma reflexiva; pero
el sujeto no hace la acción, ni la recibe de forma explícita: la canoa se balancea. Normalmente,
en estos casos, se usa un verbo pronominal junto con el pronombre se como morfema medio.
Ejemplos: La pluma se eleva, el poste se mueve.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
4. CONJUGACIÓN.
Es el conjunto ordenado de todas las formas de un verbo. Hay tres conjugaciones:
La primera compuesta por verbos acabados en -a-r (vocal temática -a, más morfo de infi-
nitivo -r).
La segunda, por los verbos terminados en -e-r (vocal temática -e, más morfo de infinitivo -r).
La tercera, por los verbos acabados en -i-r (vocal temática -i, más morfo de infinitivo -r).
A continuación exponemos en esquema la conjugación de los verbos modelo. Para econo-
mizar espacio sólo consignaremos la primera persona del singular de los verbos (cantar, temer,
partir), del auxiliar de activa (haber) y del verbo utilizado en la pasiva copulativa (ser):
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Conjugación de los verbos modelo cantar, temer, partir, del auxiliar haber y del copu-
lativo ser:
Modo indicativo (voz activa). Conjugamos sólo la primera persona del singular (yo):
Presente de indicativo: canto, temo, parto, he, soy.
Pretérito perfecto compuesto: he cantado, he temido, he partido, he habido, he sido.
Pretérito imperfecto: cantaba, temía, partía, había, era.
Pretérito pluscuamperfecto: había cantado, había temido, había partido, había habido, había
sido.
Pretérito perfecto simple (indefinido): canté, temí, partí, hube, fui.
Pretérito anterior: hube cantado, hube temido, hube partido, hube habido, hube sido.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Los verbos que cambian su grafía, pero mantienen sus fonemas se consideran regulares: yo
cojo, tú coges; yo toco, yo toqué; yo llego, yo llegué.
Grupos de irregularidad.
Son agrupaciones de tiempos verbales que guardan relación de dependencia, de forma que
si un tiempo sufre irregularidad los demás también la sufren. Su estudio nos permite dictaminar
fácilmente la irregularidad de un verbo. Grupos:
Grupo A. Si hay irregularidad en el presente de indicativo, la habrá, también, en el presente
de subjuntivo: teng-o, teng-a en lugar de *ten-o, *ten-a (verbo ten-e-r).
Grupo B. Si hay irregularidad en el pretérito perfecto simple, esta se repetirá en el pretérito
imperfecto y en el futuro imperfecto de subjuntivo: est-uve, est-uviera/se, est-uviere en lugar de
*est-é, *est-are/se, *est-are (verbo est-a-r).
Grupo C. Si la regularidad afecta al futuro simple o imperfecto del modo condicionado, tam-
bién afectará al condicional: pond-ré, pond-ría en lugar de *pon-eré, *pon-ería (verbo pon-e-r).
Bastará, pues, con conjugar el presente de indicativo, el pretérito perfecto simple y el futuro
simple o imperfecto del condicionado para saber si un verbo es irregular o no. A veces, también
es irregular el participio; por tanto deberemos comprobarlo comparándolo con su modelo.
Ejemplos de irregularidad:
1. Diptongación o incremento vocálico en el lexema (freg-ar, frieg-o).
2. Cambio vocálico en el lexema (ped-ir, pid-o).
3. Cambio de consonante en el lexema (hac-er, hag-o).
4. Incremento de consonante en el lexema (pon-er, pong-o).
5. Cambio de vocal y consonante en el lexema (dec-ir, dig-o)
6. Incremento vocálico y consonántico en el lexema (ca-er, caig-o).
7. Alteración en lexema y desinencia (de pon-er, pus-e; en lugar de *pon-í).
8. Alteración en la desinencia (de est-ar, est-oy; en vez de *est-o), etc.
Algunos verbos poseen participios irregulares: abrir (abierto), cubrir (cubierto), escribir (es-
crito), hacer (hecho), morir (muerto), poner (puesto), resolver (resuelto), romper (roto), ver (visto),
volver (vuelto)...
Hay verbos que poseen dos participios, uno regular (verbo) y otro irregular (adjetivo): abs-
traer (abstraído, abstracto), atender (atendido, atento), bendecir (bendecido, bendito), concluir
(concluido, concluso), confesar (confesado, confeso), confundir (confundido, confuso), convertir
(convertido, converso), despertar (despertado, despierto), elegir (elegido, electo), eximir (eximi-
do, exento), freír (freído, frito), imprimir (imprimido, impreso), incluir (incluido, incluso), maldecir
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Las dos formas últimas (7 y 8) proponen órdenes; pero moderadas por las construcciones
que utilizan. En la número 7, el mandato si te callas es una proposición subordinada sustantiva
de complemento directo que se propone como duda y posibilidad. En la número 8, la amor-
tiguación del mandato (también, una proposición subordinada sustantiva de complemento
directo en infinitivo: dormir) se consigue con el uso del verbo querer, que cortésmente hace
depender, en apariencia, de la voluntad de los mandados, la ejecución de la orden.
Ambas modalidades son variaciones, respectivamente, de los casos 1 y 4. Y presuponen uso
de órdenes anteriores desatendidas; aportan, pues, un valor reiterativo y enfático.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
INFINITIVO (cantar, haber cantado). Como verbo, denota la esencia de la acción verbal
en toda su amplitud, equivale a un sustantivo verbal; por ello, puede actuar como sustantivo
sujeto (sudar me desagrada) y sustantivarse (sus andares provocan). No admite los morfemas
propios del verbo: persona, número, tiempo, modo; podemos encontrar en él un aspecto im-
perfecto potencial (la acción está en potencia). Puede recibir pronombres enclíticos (amarte) y
preposiciones antepuestas (al llegar, sin comer…). Su forma compuesta indica acción pasada y
perfecta (por haber protestado, lo despidió). Puede formar:
1. Oraciones simples independientes de infinitivo:
1.1. Imperativas con la preposición a: ¡A callar ya!
1.2. Interrogativas-dubitativas: ¿Qué hacer ahora?
1.3. Interrogativas-exclamativas, de protesta: ¡¿Mentir yo?!
1.4. Exhortativas-prohibitivas de recomendación general: No fumar. No pisar el césped.
Guardar silencio.
2. Subordinadas en construcción conjunta:
2.1. Ejemplo de sustantiva yuxtapuesta: Quiero llegar pronto.
2.2. Ejemplos de adverbiales: Volvieron después de comer en su casa (temporal); Vengo
a pedirte perdón (final)…
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Segundo. A veces, un nexo preposicional (a, de) o conjuntivo (que): tengo que comprar.
Tercero. Un verbo en forma no personal (infinitivo, gerundio o participio) que aporta el con-
tenido léxico-semántico (tengo que comprar).
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Reiterativas, iterativas o repetitivas. Muestran que la acción verbal se repite. Ejemplo de es-
tructura: volver a + infinitivo (volvió a leer el libro), tornar a + infinitivo (tornó a salir de la casa).
Son perífrasis dudosas, pues el verbo auxiliar conserva su significado pleno y si lo suprimimos
el sema de repetición se pierde: Leyó el libro; salió de casa.
Reiterativas habituales o frecuentativas. Muestran que la acción se repite periódicamente.
Ejemplo de estructura: soler + infinitivo (suele llegar a las cinco). Son perífrasis dudosas, por-
que el verbo auxiliar soler conserva su significado pleno (ser habitual o frecuente).
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Perífrasis mixtas. Mezclan las anteriores. Presentan tres formas verbales o más. Ejem-
plos:
1. Ingresiva y de obligación: Va a tener que estudiar.
2. Incoativa y de intensidad: Se puso a inflarse de beber.
3. De duda y durativa: Debe de andar tomando copas.
4. De obligación e incoativa: Tienes que ponerte a estudiar.
5. Otras…
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
EL ADVERBIO
Matiza la acción verbal: gritaba mucho, quizá venga, entró allí, hazlo ahora…)
1. CONCEPTOS
Concepto morfológico.
Es un lexema invariable: no admite flexión de género ni de número (él come mucho, ella
come mucho, ellos comen mucho, ellas comen mucho).
- Algunos adverbios admiten morfemas derivativos diminutivos (-ito, -ita, -illo): Cerquita,
tempranito, prontito, prontillo…
- Unos pocos se apocopan ante adjetivos y adverbios: mucho (muy), cuanto (cuan), tanto
(tan)...
- Muchos —no todos— admiten gradación como los adjetivos: grado positivo, grado com-
parativo (de superioridad, de igualdad y de inferioridad), grado superlativo y superlativo
relativo o de relación. Ejemplos:
Grado positivo (intensidad normal): cerca, lejos, temprano, despacio, cierto...
Grado comparativo:
- De superioridad (más... que): Vive más cerca que tú; llegó más temprano que él.
- De igualdad (igual de... que; tan... como): Vive igual de cerca que tú; llegó tan temprano
como él.
- De inferioridad (menos... que): Vive menos cerca que tú; llegó menos temprano que él.
Grado superlativo absoluto. Se forma con muy o con adverbios equivalentes (sumamente,
terriblemente...), añadiendo los prefijos extra-, super-…, el sufijo -ísimo: Vive muy cerca, vive
sumamente cerca, vive superbién, comió muchísimo…
Grado superlativo de relación (se forma con el artículo neutro lo, el adverbio cuantificador
de cantidad más y la conjunción que): Llegaré lo más temprano que pueda.
- Adverbialización. Se produce cuando una categoría gramatical que no es adverbio des-
empeña una función propia de él (ella viste lindo). Muchos adjetivos, en femenino y
singular, se convierten en adverbios al recibir el sufijo -mente: rápidamente, ágilmente,
dulcemente, tontamente...
- Locuciones adverbiales. Son grupos invariables de palabras que equivalen a un adverbio:
a sabiendas, a oscuras, en verdad, a cada paso, de repente, de memoria, ni por esas...
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Concepto sintáctico.
El adverbio es el núcleo de un sintagma adverbial que puede desempeñar las siguientes
funciones sintácticas:
1. Función principal. Complemento circunstancial del verbo (C.C.): Vive allí, anda deprisa,
come poco...
2. Complemento cuantificador de un adjetivo (C.Adj.): Es bastante fuerte, es muy joven…
3. Complemento cuantificador de otro adverbio (C.Adv.): Lo encontré muy lejos, estaba más
abajo...
4. Atributo (At.): Eso es mucho, el asunto está así...
5. Morfema modificador oracional (Mod.): No quiero ese café (delimitador); quizá venga
hoy (modalizador); finalmente, se alejó (ordenador); afortunadamente, me queda uno
(valorador)...
6. Nexo (Nx.) de proposiciones subordinadas: Dime cómo te va. Sigue donde lo dejaron...
Complementos:
- Complemento cuantificador del adverbio (C.Adv.). Sólo algunos adverbios lo admiten;
es un adverbio de cantidad, antepuesto, que indica el grado de intensidad del adverbio
núcleo (poco, bastante, mucho, muy...): Bastante lejos. (recibe un complemento –adver-
vio cuantificador–). C.Adv.
- Complemento del adverbio (C.Adv.). Un sintagma preposicional nominal lo completa y
precisa: Lejos de mi casa (recibe un complemento –sintagma preposicional nominal–).
C. Adv.
- Complemento del adverbio (C.Adv.). Un sintagma preposicional adverbial lo completa y
lo precisa: Lejos de aquí (recibe un complemento –sintagma preposicional adverbial–).
C. Adv.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Concepto semántico.
La palabra adverbio significa «junto al verbo». El adverbio expresa circunstancias de la acción
verbal (lugar, tiempo, modo, cantidad...). Algunos adverbios (adverbios pronominales: aquí, hoy,
donde...) tienen un significado ocasional que depende del lugar, tiempo y situación en que se
emplean: Aquí (mi casa) veremos el partido. Aquí (bar) me lo dijo. Aquí (calzada) ocurrió...
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Particularidades.
A) Cuando posean formas comunes, no debemos confundir determinantes indefinidos (de-
terminan el nombre y concuerdan con él), pronombres indefinidos (sustituyen al nombre y sue-
len admitir variación de género y número) y adverbios de cantidad (son invariables en género y
número y matizan el verbo). Ejemplos:
- ¿Gasta mucho dinero? (determinante)
- Sí, gasta mucho (pronombre), porque viaja mucho (adverbio).
B) La forma cuanto/a/os/as, que admite, como vemos, flexión de género y número particu-
laridad de la que carecen los adverbios, pertenece a la categoría de los determinantes relativos,
si determina al nombre (come cuantas galletas desees = come todas las galletas que desees) o a
la de los pronombres relativos si no acompaña al nombre (toma cuanto desees o cuantas desees
= toma todo lo que desees o todas las que desees). La forma invariable cuanto es adverbio.
C) Los adverbios relativos pronominales donde, do, como y cuando poseen doble función
sintáctica, ya que actúan como adverbio y como pronombre:
- Sirven de nexo a una proposición subordinada adjetiva o de relativo, tras un sustantivo
antecedente:
Esa es la casa donde (en la cual) nací.
Nx.
- Dentro de la proposición que subordinan desempeñan la función (complemento circuns-
tancial) que haría el sustantivo antecedente al que equivalen anafóricamente (valor pro-
nominal); también, portan un matiz circunstancial (valor adverbial): Esa es la casa donde
nací.
Donde (en la casa) nací. (Donde posee deixis espacial).
C.C. de lugar
Si pierden el sustantivo antecedente la proposicición adjetiva que subordinan se sustantiva
o se adverbializa: Es (la casa) donde nací (sustantiva de atributo). Vive en (la casa) donde nací
(subordinada adverbial de lugar).
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
La aparición de adverbios de todas las clases, sin predominio destacable de una de ellas,
aporta a la acción verbal concreción, precisión circunstancial (colocó bien las cajas encima del
remolque sin mirarme...; después habló poco). El adverbio nos describe los aspectos circunstan-
cias de la acción verbal.
La abundancia de una sola clase de adverbios nos manifiesta el interés del emisor por resal-
tar, por concretar esa única circunstancia verbal, el autor se detiene en ese aspecto para crear
un marco circunstancial descriptivo a un objeto, a un lugar, a un momento...: Cerca quedaba
el arroyo, lejos unas montañas, encima el cielo azul... (predomina el interés por la ubicación de
los elementos del paisaje).
La ausencia de adverbios generaliza, universaliza las acciones verbales, puesto que elimina
las circunstancias que las diferenciarían. Se vuelven imprecisos el lugar, el tiempo, el modo...
No sabemos dónde, cómo, cuándo... se realiza la acción. Interesa la acción en sí, no sus cir-
cunstancias. Cualesquier lugar, tiempo, modo... pueden servir de marco a la acción. El texto se
agiliza, las acciones se suceden con rapidez, sin dilaciones: Comió; se levantó de la mesa y pasó
al salón.
La presencia de adverbios o locuciones adverbiales ordenadores del discurso muestra el
interés del emisor por la perfección y el orden. Se intenta exponer, argumentar, describir, narrar
con precisión y claridad.
Los adverbios interrogativos y exclamativos denotan subjetividad. Los primeros pretenden
una respuesta del receptor función apelativa (dime dónde está); los segundos muestran la emo-
tividad del emisor ante una acción función expresiva o emotiva (¡Cómo vas!).
LA PREPOSICIÓN
1. CONCEPTOS.
Concepto morfológico.
Las preposiciones son morfemas relativamente independientes (no pueden prescindir de su
término), invariables y, generalmente, átonos que forman parte de una estructura o sintagma
preposicional; no gozan de autonomía total (no pueden aparecer aisladas) dentro del discurso.
Veamos un ejemplo:
En la oración «Cogió la caja de galletas», de galletas es un sintagma preposicional que com-
plementa a un elemento nuclear inicial, la caja. Podemos distinguir en el ejemplo:
1º) Un elemento inicial nuclear complementado: nombre, adjetivo, adverbio o verbo (en el
ejemplo, la caja). Es elemento rector imprescindible del sintagma preposicional; sin él desapa-
rece la coherencia significativa del sintagma y de la oración: *cogió (...) de galletas.
2º) Un sintagma preposicional complemento: de galletas. Que consta de:
A.1) Enlace o nexo (E). En el ejemplo: la preposición de.
A.2) Término (T). En el ejemplo: el sustantivo galletas.
La caja (elemento nuclear inicial) + de (preposición) + galletas
Enlace Término .
Sintagma preposicional nominal (S.P.N.)
La preposición (enlace) forma con su término (nombre, adjetivo, adverbio) una unidad fo-
nética, morfológica y sintáctica inseparable (sintagma preposicional) que complementa a un
elemento nuclear inicial antepuesto (nombre, adjetivo, verbo, adverbio). Ejemplos: Pon café
con leche; está roja de vergüenza; iré a tu casa; lo encontré lejos de la carretera.
Sin el término, la preposición, el sintagma y la oración pierden coherencia significativa: *pon
café con; *está roja de; *iré a; *lo encontré lejos de. En cambio, sin el sintagma preposicional,
la coherencia oracional puede persistir: pon café; está roja; iré; lo encontré lejos. Según sea el
término (sustantivo, adjetivo, adverbio), podemos distinguir, respectivamente, tres clases de
sintagmas preposicionales:
- Sintagma preposicional nominal (S.P.N.): Caja con tapa.
- Sintagma preposicional adjetival (S.P.Adj.): vestía de rojo. Esta clase de sintagmas podrían
considerarse preposicionales nominales de sustantivo elidido: Vestía de (color) rojo.
- Sintagma preposicional adverbial (S.P.Adv.): Gritaba desde lejos.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Concepto sintáctico.
Funciones: 1ª) Enlace (E) subordinante de un término y 2ª) Nexo (Nx.) de una proposición
subordinada.
La función principal de las preposiciones es la de enlace subordinante (E). Ejemplos:
Fui a la piscina; llegué en tren; hablé con tu madre…. Las preposiciones no pueden actuar
como núcleo sintagmático, ya que carecen de autonomía sintáctica y semántica. Sin el término
(nombre, adjetivo, adverbio) que subordinan, producen incoherencia (*fui a; *llegué en; *hablé
con...); por ello, el sintagma preposicional es exocéntrico (su núcleo queda fuera del sintag-
ma). Análisis de las funciones:
A) Función principal: Enlace subordinante de un sintagma preposicional (E). Como
hemos explicado, sirven de enlace dentro del sintagma preposicional que generan: subordinan
el elemento término al elemento inicial nuclear antepuesto. El sintagma preposicional que ori-
ginan funciona siempre como complemento del núcleo rector inicial. En la oración «compró
una cartera de cuero», el sintagma preposicional de cuero desempeña la función sintáctica de
complemento del núcleo inicial cartera.
B) También, nexo de una proposición subordinada (Nx.). A veces, adquieren valor
conjuntivo y enlazan proposiciones subordinadas con el verbo en forma no personal (normal-
mente infinitivo; el gerundio sólo admite la preposición en). Ejemplos: Al llegar a casa, me
llamas (temporal); de saberlo, hubiera ido (condicional); en tomando el postre, voy (temporal);
para llegar pronto, toma el avión (final); sin dormir más, no aguantará (condicional); vengo a
estudiar contigo (final)...
Particularidad. La preposición hasta puede aparecer en la oración con valor adverbial
de ponderación o énfasis; funcionaría, en este caso, de morfema modificador proposicional
(Mod.) ponderativo. La reconocemos porque podemos aislarla, colocarla en posición inicial y
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
sustituirla por incluso. Ejemplo: Cantaba hasta de noche; hasta (incluso) cantaba de noche. En
este caso hasta sería un adverbio, y no una preposición agrupada.
Concepto semántico.
Las preposiciones carecen de autonomía sintáctica y semántica, no poseen un referente se-
mántico concreto; pero contienen un matiz circunstancial abstracto que aportan al sintagma
que subordinan: sin (exclusión), con (compañía, cooperación), hacia (lugar, dirección)... Ya he-
mos comentado que, separadas de su término, producen incoherencia (*vengo en, *está entre,
*come con...), pues lo necesitan.
Normalmente, comportan un valor léxico-semántico circunstancial, que alcanza contenido
significativo pleno dentro del contexto, y que distinguimos por sustitución: fueron al coche
(dirección-lugar), fueron en el coche (vehículo-lugar de transporte), fueron hasta el coche (di-
rección-límite), fueron hacia el coche (dirección del movimiento), fueron con el coche (ins-
trumento-modo), fueron sin el coche (modo-exclusión)... Vemos cómo el cambio de preposi-
ción modifica el significado de la oración, aportándole matices circunstanciales distintos. Hay
preposiciones que comportan un valor circunstancial único (iba sin zapatos: exclusión); otras
poseen varias acepciones: ropa de lana (materia), lápiz de Luis (propiedad), viene de Jaén (lugar
de procedencia)...
Las preposiciones pueden comportar valores circunstanciales variados: de lugar, de procedencia,
de destino, de tiempo, de modo, de causa, de finalidad, de instrumento, de materia, de precio…
Este contenido semántico circunstancial las aproxima a los adverbios y explica que, a veces,
algunos adverbios se utilicen (añadiéndoles un sintagma preposicional) en lugar de una prepo-
sición, sin que varíe el significado del mensaje, y al revés: Ponlo sobre la mesa = ponlo encima
de la mesa.
También, pueden ser meros índices obligatorios (sin valor circunstancial) de la función sintác-
tica que desempeña su término en la oración o proposición: Pedro vio a tu hermana, el agua
sigue a la primavera (C.D., con preposición obligatoria ante un nombre de persona y para dife-
renciar sujeto y complemento directo referidos a cosa). Lleva flores a su madre (C.I.). Habló
de su niñez (Sup.).
2. LOCUCIONES PREPOSICIONALES.
Son agrupaciones de palabras que funcionan como preposiciones. Para reconocerlas debe-
mos comprobar que cumplen con los requisitos propios de una preposición:
- Funcionan como enlace o nexo subordinante invariable de un sintagma preposicional indivi-
sible (y como nexo de proposiciones subordinadas con predicado en forma no personal).
- Comportan un valor léxico-semántico circunstancial.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
3. CLASES DE PREPOSICIONES.
3.1. Preposiciones propias (aparecen como morfemas independientes): a, ante, bajo, cabe (=
‘junto a’; en desuso), con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante,
para, por, sin, so (= ‘bajo’; en desuso), sobre, tras.
3.2. Preposiciones impropias (forman parte de una palabra; derivan del latín): ad-juntar, so-
bre-llevar, contra-decir, entre-meter/se... Se las considera prefijos derivativos.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
con el núcleo del predicado elidido; corrigen la proposición inicial, proponen una excep-
ción a una afirmación o negación totales. Son sustituibles por los nexos adversativos
pero no, pero sí acompañados del verbo de la proposición inicial; su valor, por tanto,
sería conjuntivo, ya que relacionan proposiciones. Ejemplos: Los conoce a todos, ex-
cepto (pero no conoce) a Rafa; me gusta toda la fruta, menos (pero no me gusta) el
melocotón; nunca salen, salvo (pero sí salen) en Navidad.
4.2. Los nexos incluso, hasta, aun (cuando son equivalentes) no son preposiciones. Expre-
san una ponderación o exageración y pueden actuar de dos formas:
- Como morfema adverbial modificador oracional (Mod.) dotado de autonomía. Ejem-
plo: Es difícil incluso (hasta, aun) para un experto. Observamos que estas partículas
se pueden anteponer a la cópula independizándose del sintagma preposicional (luego
no forman con él una locución preposicional, ni se trata de una agrupación oracio-
nal). Ejemplo: Hasta (incluso, aun) es difícil para un experto.
- Como conjunción subordinante consecutiva intensiva (Nx.), sustituible por la lo-
cución conjuntiva tanto que. Ejemplo: Nos recibió contenta, hasta —incluso, aun—
(tanto que) nos besó. Como el predicado de la proposición subordinada es una forma
personal, los nexos que nos ocupan no son preposiciones.
* No debemos olvidar que la partícula hasta puede actuar, también, con categoría pre-
posicional, enlazando sintagmas preposicionales (llegó hasta la pared) y proposicio-
nes subordinadas de infinitivo (trabajó hasta quedar rendida).
4.3. El cultismo pro (a/en favor de) posee valor preposicional: subordina un sintagma pre-
posicional, comporta valor circunstancial y no goza de autonomía sintáctica ni semán-
tica. Ejemplo: Sorteo pro (a/en favor de) huérfanos.
4.4. Las partículas poco usuales aquende (a este lado de, a esta parte de) y allende (a aquel
lado, a aquella parte) proceden de la unión de los adverbios antiguos aquén, allén con la
preposición de. Tienen categoría preposicional; subordinan sintagmas preposicionales,
comportan significado circunstancial y carecen de autonomía. Ejemplo: Viajó allende
(a aquel lado de) el Atlántico.
4.5. La palabra vía adquiere apariencia preposicional en textos usados en transportes y
comunicaciones. Es sustantivo, no preposición; en su utilización se elide el verbo sale/
llega para dar rapidez al discurso (economía discursiva). Ejemplo: Tren con destino
Madrid, (sale por) vía cinco. Aquí vía significa ‘camino, ruta, estructura de carriles por
donde circula el tren’.
4.6. La partícula según no es preposición (seguimos la opinión de Emilio Alarcos Llorach)
pues:
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
A:
1. Índice obligatorio de funciones sintácticas: Vi a tu hermana (C. Directo, con nombres
personales y para diferenciar el sujeto del complemento directo); di la bolsa a Luis
(C. Indirecto).
2. Lugar: Se paró a la puerta (concreto); con el agua al cuello (límite); a la izquierda del
puente (situación); va en dirección al parque (dirección); va a Cádiz (término).
3. Se utiliza en oposición a la preposición de: De lado a lado (distancia); de mes a mes
(tiempo, frecuencia); pasó de llorar a reír (diferencia acciones).
4. Tiempo: Llegó a las seis.
5. Modo: Lo hizo a la fuerza.
6. Causa: Subió a petición de ella.
7. Instrumento: Le desafió a pistola.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
Entre:
1. Lugar (en medio de): Venía entre los libros.
2. Modo (cooperación): Se compró entre todos.
Hacia:
1. Lugar (dirección): ¡Vaya hacia allí!
Hasta:
1. Lugar (término): Llegó hasta aquí.
2. Tiempo (término): Durmió hasta las nueve.
3. Modo (indica cómo termina la acción, posee valor ponderativo): Corrió hasta morir.
Podría considerarse nexo subordinante de una proposición adverbial consecutiva in-
tensiva con el predicado en forma no personal: Corrió hasta morir (corrió tanto que
—hasta tal punto que— murió).
4. Cantidad (término): Pujaré hasta trescientos euros.
5. No debemos olvidar que la partícula hasta puede actuar como adverbio ponderativo:
Hasta (incluso) se fumó un puro = se fumó hasta (incluso) un puro.
Mediante:
1. Modo (con ayuda de): Lo logró mediante influencias.
2. Instrumento (por medio de): Hazlo mediante la palanca.
Para:
1. Lugar (dirección): Salgo para Jaén.
2. Tiempo (plazo): Déjalo para mañana.
3. Finalidad-uso: Botas para la lluvia.
4. Nexo subordinante de una proposición sustantiva de atributo con el predicado en
forma no personal: El pastel está para chuparse los dedos (el pastel está bueno).
5. Nexo subordinante de una proposición adverbial final con el predicado en forma no
personal: Vengo para estudiar contigo (vengo con el fin de estudiar contigo)
6. Nexo subordinante de una proposición adverbial concesiva con el predicado en forma
no personal: Para ser novato, lo hace bien (aunque es novato, lo hace bien).
Por:
1. Lugar: Viene por la acera.
2. Tiempo: Sería por mayo (fecha aproximada); vengo por un mes (plazo).
3. Modo: Lo tomó por la fuerza.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
LA CONJUNCIÓN
1. CONSIDERACIONES PREVIAS.
Dado que, a veces, las conjunciones se eliden, debemos tener en cuenta para su mejor com-
prensión los siguientes conceptos:
- Concepto de aceptabilidad oracional. Decimos que una oración es aceptable cuando goza
de corrección gramatical, es perfectamente interpretable (posee cohesión y coherencia)
y su uso es adecuado a la situación comunicativa.
- Concepto de economía lingüística. A veces, se eliden palabras que se sobreentienden para
abreviar y agilizar el discurso; a este intento de abreviar y agilizar el discurso lo llamamos
economía lingüística. Ejemplo: Ayer comí allí, hoy [como] aquí (se elide el verbo); vienen
mis padres, los [padres] tuyos, no [vienen] (se eliden nombre y verbo); dame un pastel,
[porque] tengo hambre (se elide una conjunción). En este último caso, la unión de pro-
posiciones, sin nexo (asindética), se denomina unión por yuxtaposición.
- Concepto de estructura oracional profunda. Toda oración posee una estructura formada
por un conjunto de unidades (sintagmas) que se relacionan entre sí y que poseen un
valor por la posición que ocupan dentro del conjunto. Por ello, en la oración, los sin-
tagmas (unidades) no se estudiarán aisladamente, sino como partes integrantes de una
totalidad.
Esta estructura oracional es perfecta cuando goza de aceptabilidad y no ha sufrido elipsis;
a esta estructura ideal, correcta y perfectamente interpretable la llamamos profunda. Esta
estructura profunda perfecta e ideal nos servirá de referente para buscar la correcta interpre-
tación de aquellas oraciones que hayan sufrido elipsis de alguno de sus componentes; en con-
creto, en el enlace de proposiciones por yuxtaposición, es decir, el enlace en el que se ha elidido
la conjunción que actuaba de nexo.
2. CONCEPTOS.
Concepto morfológico.
Es un morfema gramatical (gramema) relativamente independiente e invariable que for-
ma parte de una estructura sintagmática exocéntrica cuyos elementos son proposiciones. Por
actuar de nexo, no goza de autonomía total; es decir, no puede aparecer aislada en el discurso;
si eliminamos su elemento terminal, el sintagma se vuelve incoherente: *Iremos porque (¿?);*
llegó y. Se coloca tras un elemento nuclear anterior (una proposición) e introduce un elemento
terminal que coordina o subordina al primero (otra proposición).
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Concepto sintáctico.
Las funciones de las conjunciones son tres: 1. Nexo de proposiciones (Nx.), que es su fun-
ción principal. 2. Nexo de sintagmas idénticos (sólo las coordinantes). 3. Modificador proposicio-
nal (Mod.).
1. Función principal: nexo de proposiciones (Nx.). Las conjunciones unen proposiciones inte-
grándolas en un mismo enunciado, es decir, formando una oración compuesta o compleja.
(Las proposiciones son estructuras oracionales, no independientes, dotadas de grupo de
sujeto y grupo de predicado que se unen para formar las oraciones compuestas o complejas).
Las conjunciones y locuciones conjuntivas (nexos proposicionales conjuntivos) pueden ac-
tuar como:
Nexos coordinantes. Unen (enlazan proposiciones coordinadas). Actúan como meros
conectores, no intervienen en la estructura de las proposiciones que unen. Ejemplo: Bailan y
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
cantan desde ayer. Las dos proposiciones bailan, cantan desde ayer poseen igual importancia o
jerarquía sintáctica, podrían ir separadas, no se subordinan entre sí.
Nexos subordinantes. Unen y, además, subordinan, degradan, transpositan una propo-
sición (que denominamos subordinada), haciendo que funcione dentro de otra (que llamamos
principal) como sustantivo, adjetivo o adverbio. Forman parte de la estructura de la proposi-
ción que subordinan, no se agotan con la mera función de nexo. Ejemplo: Se enfadó porque lo
insultó. La proposición porque lo insultó (subordinada) actúa sintácticamente dentro de la pro-
posición principal como complemento circunstancial de causa. La conjunción porque la degrada
a una jerarquía inferior.
2. Las conjunciones coordinantes unen sintagmas idénticos: He visto a Luis y a Pedro. Esta
propiedad caracteriza y diferencia las conjunciones coordinantes de las subordinantes; pero, se-
gún Noam Chomsky, en realidad en estos casos se habría producido una elipsis por economía
lingüística y en la estructura oracional profunda la conjunción uniría proposiciones; según esto, el
ejemplo anterior, en su estructura profunda, quedaría así: He visto a Luis y he visto a Pedro.
3. Morfema modificador oracional (Mod.) de inicio retórico-enfático. A veces, aparece una
conjunción (y, pero, si, que...) al comienzo del discurso actuando como enlace extraoracional
con algo dicho o pensado. Ejemplos: ¡Y dice que no tiene dinero! Pero, ¡serás tonto! ¡Si lo sabía
yo! ¡Que no, que no vendrá!... Estas conjunciones pueden comportar valores variados: énfasis,
sorpresa, extrañeza, restricción, continuación, cierre del discurso...
Concepto semántico.
Algunas conjunciones o locuciones conjuntivas carecen totalmente de contenido semánti-
co —agotan su función en el enlace—, como las completivas que, si: Dijo que vendría. Otras,
además de enlazar, aportan un matiz circunstancial y abstracto a la relación que establecen,
como las conjunciones y locuciones que sirven de nexo a algunas proposiciones subordinadas
adverbiales: porque (causa), para que (finalidad), a pesar de que (concesión), por consiguiente
(consecuencia)... Estas son fundamentales para la cohesión y coherencia textual; actúan como
semáforos indicadores de la relación que existe entre las proposiciones que relacionan. Hacen
que el discurso sea preciso, concreto, matizado...
Podemos, pues, sintetizar las características de las conjunciones:
1. Son morfemas relacionantes invariables que no gozan de independencia total en el dis-
curso.
2. Desempeñan la función de nexo relacionante que coordina o subordina una proposi-
ción.
3. Algunas, como las completivas (que, si), carecen totalmente de contenido semántico;
otras, la mayoría, aportan un matiz a la proposición que coordinan (suma, opción, expli-
cación) o subordinan (causa, finalidad, condición, concesión…).
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
3. CLASES DE CONJUNCIONES:
1. Conjunciones coordinantes.
Relacionan proposiciones del mismo nivel. Son meros índices de relación. Su contenido
semántico se reduce a marcar una relación sintáctica entre las proposiciones coordinadas que
relacionan, sin establecer relaciones de dependencia entre ellas. Son:
1.1. Copulativas (comportan una relación de unión): y (e), ni, que. Ejemplo: Encontré a
Luis y lo invité. La e es una variante de la y que se emplea, para evitar cacofonía, ante
palabras que comienzan por i, hi: Tengo aguja e hilo (se exceptúan las palabras que
comienzan por hie-).
1.1.1. Copulativas enfáticas (unen y enfatizan): Son las formas correlativas: no solo...
sino, tanto... como. Ejemplos: No solo fumó él, sino sus hijos (fumó él y fumaron
sus hijos); tanto la madre como el padre son perezosos (la madre es perezosa y el
padre es perezoso).
1.1.2. Copulativas distributivas yuxtapuestas (unen acciones distintas que no se
excluyen: sucesivas —del mismo sujeto— o simultáneas —de distintos sujetos—,
enfatizando su alternancia). Utilizan los nexos correlativos: unos... otros...; estos...
aquellos...; ya.. .ya...; ora... ora...; bien... bien... Se pueden considerar copulativas
yuxtapuestas (elidirían el nexo y por economía lingüística), porque todas estas
partículas nexivas no señalan una relación sintáctica especial, admiten la con-
junción copulativa entre ellas y son integrables en la estructura profunda con las
partículas discontínuas: unas veces...y otras.../ unos... y otros... Ejemplos: Ya canta,
ya baila (unas veces canta y otras veces baila); ora ríe, ora llora (unas veces ríe y
otras veces llora); unos estudian, otros duermen (unos estudian y otros duermen).
La conjunción y se habría elidido por economía lingüística.
Al considerarlas yuxtapuestas, seguimos las orientaciones de Emilio Alarcos Llora-
ch, que en su Gramática de la Lengua dice textualmente: «Hay que incluir entre los
grupos oracionales yuxtapuestos los enunciados constituidos por las llamadas ora-
ciones distributivas. Carecen de índices explícitos de coordinación. Son oraciones
yuxtapuestas...». Y de la Real Academia Española, que, en su Esbozo, establece:
«No se enlazan entre sí por medio de conjunciones, sino por yuxtaposición».
1.2. Disyuntivas (comportan una relación de opción excluyente). Son: o (u), o bien; la u es
una variante de la o que se usa para evitar la cacofonía. Estas conjunciones proponen
una opción, enfrentan dos acciones, de forma que la realización de una impide o exclu-
ye la otra. Ejemplo: ¿Vienes o te quedas?
1.3. Explicativas (comportan repetición y explicación de lo dicho anteriormente). Son las
locuciones conjuntivas: es decir, esto es, o sea. Ejemplo: Julia es mi prima, es decir, la hija
de mi tía Ana.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
1ª. La proposición que encabezan introduce una restricción total o parcial en la refe-
rencia efectuada por la primera proposición; por consiguiente, la segunda propo-
sición es un modificador oracional de la primera. El emisor la utiliza con la inten-
ción de modificar el significado de la proposición inicial. Ejemplo: Estudió mucho,
pero no aprobó. La segunda proposición, no aprobó, se opone a la primera y la
necesita para su correcta interpretación. Los alumnos suspenden por no estudiar
y no estudiando mucho. Luego forma parte de la proposición primera (principal);
equivale a una formación adverbial con valor modificador.
Se hace necesario, por consiguiente, delimitar con más precisión los conceptos de adver-
satividad y concesividad: la proposición concesiva parte de una dificultad inicial, una acción
problemática que debería impedir la acción principal y se antepone a ella; en cambio, la pro-
posición inicial en la relación adversativa no debe presentar ningún problema o dificultad; por
consiguiente, el ejemplo propuesto sólo sería viable en una relación concesiva, puesto que
establece un dificultad inicial al perdón. De todos modos, la relación entre ambos conceptos
existe y si las conjunciones y locuciones concesivas (aunque, si bien, aun cuando...) se consi-
deran subordinantes, las adversativas (mas, pero...) deberían ser consideradas, también, del
mismo modo.
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
2. Conjunciones subordinantes.
Relacionan proposiciones de distinto nivel. Son nexos transpositores; enlazan y subordinan
una proposición (subordinada) a otra proposición (principal). Establecen una relación de de-
pendencia; la proposición subordinada forma parte de la principal, actúa en ella como si fuese
un sustantivo, un adjetivo o un adverbio. Estas conjunciones son difíciles de clasificar, ya que
el valor que comportan depende , a veces, del contexto; así, la conjunción que puede com-
portar diferentes valores de relación: sustantivo completivo (dile que iré mañana), adverbial
causal (abre la ventana, que hace calor), adverbial condicional enfático (¡Que no quieres, no
vamos!)...
El valor nexivo y subordinante que comportan origina distintas clases de proposiciones su-
bordinadas y oraciones compuestas. Pero no debemos olvidar que las conjunciones comparten
su función de enlace subordinante con otras partículas: determinantes (cuanto/a/os/as, cuyo/a/
os/as), pronombres (qué, quién, que...), adverbios (donde, cuando, como...) y preposiciones que
introducen un predicado en forma no personal (al salir, la llamas; en llegando, lo verás; vengo
a verte, etc).
La variedad de conjunciones y locuciones conjuntivas, su función de enlace subordinante
compartida con otras partículas y su importancia a la hora de clasificar las proposiciones subor-
dinadas y las oraciones compuestas obligan a un estudio más detenido y detallado dentro del
análisis sintáctico.
Daremos una somera relación de las principales conjunciones subordinantes y, como hemos
indicado, remitimos al estudio sintáctico de proposiciones y oraciones para un conocimiento
más exhaustivo.
Clases.
2.1. Conjunciones que subordinan proposiciones sustantivas. Hacen que la proposición
subordinada funcione como un sustantivo dentro de la principal. Son las completivas
que, si. Ejemplos: Dile que no venga. No sé si vendrá.
2.2. Conjunciones que subordinan proposiciones adverbiales. La proposición que subordi-
nan actúa dentro de la principal como un adverbio:
- Conjunciones y locuciones conjuntivas que subordinan proposiciones adverbiales
causales (enlazan una proposición que es motivo o razón de la acción principal): no
intensivas (porque, pues, puesto que, ya que...), intensivas (de tanto que...). Ejemplo:
Me voy a la cama porque tengo sueño; de tanto que corrió, cayó agotado al suelo.
- Locuciones conjuntivas que subordinan proposiciones adverbiales finales (subordi-
nan una proposición que es objetivo o meta de la acción principal): para que, a que, a
fin de que, con el fin de que... Ejemplo: He venido para que me lo expliques.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Comprobamos que las partículas conjuntivas —si, porque— nos señalan la relación semán-
tica entre las proposiciones; en el primer ejemplo, la conjunción si establece una condición; en
el segundo, porque indica una causa. Las conjunciones explicitan la intención comunicativa del
emisor.
Su abundancia y su escasez se utilizan como recursos de estilo. En el asíndeton, la falta de
conjunciones es utilizada como marca expresiva —las proposiciones y sintagmas se yuxtapo-
nen sin nexo explícito—. Este recurso se usa para agilizar el discurso; le da rapidez y falta de
contención; se usa en las enumeraciones y acumulaciones (llegué, abrí, entré, subí...).
La utilización de conjunciones variadas aporta al discurso lentitud, precisión, matización,
eficacia comunicativa: permite concretar la relación entre el pensamiento y su expresión.
El polisíndeton, repetición de conjunciones con intención expresiva, aporta al texto lentitud
y ritmo; además, enfatiza la relación semántica que conlleva la conjunción repetida. Veamos
unos ejemplos:
- Se lo dije porque era injusto, porque me dolían sus actos, porque amo la verdad, porque
es mi amigo... (el emisor enfatiza las causas que justifican su acto).
- Aparece en mis sueños y me mira y sonríe y susurra y me toca... (aquí enfatiza y une la
serie de actos que realiza el ser soñado).
El uso de las conjunciones sirve para diferenciar los niveles diastráticos del lenguaje:
Nivel culto. Utiliza conjunciones variadas y adecuadas a cada situación comunicativa.
Abundan en él las proposiciones compuestas subordinadas.
Nivel común o estándar. Presenta poca variedad conjuntiva. El uso de las oraciones
compuestas es limitado y los nexos utilizados son pocos.
Nivel vulgar. Muestra problemas en la construcción de oraciones: se desconocen los
nexos conjuntivos adecuados y se produce incoherencia y falta de cohesión.
LA INTERJECCIÓN
1. CONCEPTOS.
Concepto morfológico.
Las interjecciones son palabras autónomas e invariables; se suelen escribir entre signos de
exclamación, pues poseen entonación exclamativa independiente y, a veces, una estructura
fonológica poco usual e imprecisa (no hay un criterio uniforme al escribirla ni al pronunciarla):
¡ps! = ¡pss! = ¡pst!
Locuciones interjectivas. En ocasiones, grupos de palabras actúan como una interjección.
Ejemplos: ¡Toma ya! ¡Maldita sea! ¡Vaya por Dios!...
Concepto sintáctico.
La interjección, normalmente, equivale a una oración o a una proposición; mas también
desempeña otras funciones.
Forma un sintagma interjectivo (difícil, siempre, de interpretar por el valor oracional del nú-
cleo —interjección— y la frecuente elisión de elementos oracionales).
ESTRUCTURA DEL SINTAGMA INTERJECTIVO (S.INT.):
Sintagma Interjectivo (S.Int.) = Núcleo (N.) + Complementos interjectivos (C. Int.)
Núcleo (N.): Es una interjección.
Complementos del núcleo C. Int.). Clases:
El núcleo forma sintagmas interjectivos con:
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
- Un sintagma preposicional nominal (C. Int.): ¡Leñe con el tambor! (= ¡Me molestas con
el tambor!). Otro ejemplo: ¡Caramba con la niña! (= ¡Me asombro con [el comporta-
miento de] la niña!).
- Un sintagma preposicional adjetivo. Se puede entender un sintagma preposicional nomi-
nal con el núcleo elidido por economía lingüística (C. Int.): ¡Bien por el (piloto del coche)
amarillo! (= ¡Estoy entusiasmado por el [piloto del coche] amarillo!).
- Una proposición subordinada sustantiva que se le subordina (C. Int.). Ejemplos:
¡Claro que me doy cuenta! (= ¡Está claro que me doy cuenta!)
¡Vaya si subes! (= ¡Estoy seguro de que subes!)
¡Ojalá que llegue pronto! (= ¡Deseo que llegue pronto!)
Concepto semántico.
La interjección denota un contenido significativo emotivo. Su interpretación, unas veces
será clara; otras, dependerá de varios factores: contexto, situación, intención del emisor, sus
gestos... Las interjecciones se usan preferentemente en el discurso oral y sirven para llamar la
atención (apelativas), para manifestar sentimientos y emociones intensas (admiración, afirma-
ción, alegría, ánimo, deseo, duda...), para imitar sonidos...
Hay interjecciones que pueden tener distintos significados: ¡Ay! (dolor, tristeza, sorpresa,
enojo...); en estos casos, factores extralingúísticos, como el contexto situacional y los gestos,
nos ayudarán a colegir su contenido semántico.
CUADERNO DE MORFOLOGÍA
HIPÓLITO GARCÍA ALGABA
Algunas se utilizan en expresiones malsonantes: tacos que hacen referencia al cuerpo (¡Na-
rices!), al sexo (¡Joder!), a lo escatológico (¡Mierda!), a animales (¡Cerdo!), a la religión (¡La
Virgen!)...
CUADERNO DE MORFOLOGÍA