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1º FILOLOGÍA HISPÁNICA

TEORÍA DE LA LITERATURA
PROFA. ANA M. VELÁZQUEZ RAMOS

TEMA 1: DEFINICIÓN DE LITERATURA. SUS FUNCIONES

DEFINICIÓN DE LITERATURA

1. DEFINICIÓN DE LITERATURA.

Polisemia del término. El concepto actual de Literatura como arte creado a través de
la palabra aparece en el siglo XVIII. Previamente se usaba en el sentido de “saber o
ciencia general”.

El DRAE mantiene la polisemia y da tres acepciones principales: 1) Teoría de las


composiciones literarias, 2) conjunto de obras de una nación (‘literatura española’), de
una época (‘literatura del XVII’) o de un género (‘literatura dramática’) y 3) como
sinónimo de bibliografía (literatura médica, literatura jurídica, etc..

2. Dos líneas generales de definición de la literatura: definición estructural y


definición funcional. (Tzevan Todorov, Los géneros del discurso, 1978)

A. ESTRUCTURAL: Estudios inmanentistas. Parten de dos premisas sobre la


literatura y el hecho literario: 1) imitación de la realidad en mayor o menor grado
(teorías clasicistas) y 2) lenguaje sistemático, autotélico: “los recursos del lenguaje se
explotan de manera deliberada y sistemática”. Originalidad, despliegue formal.
Todorov rechaza este tipo de estudios (cita de la página16):

“Con diversos argumentos rechaza Todorov la posibilidad de una


caracterización estructural, por ejemplo: la poesía lírica no es imitativa
frecuentemente (estados de ánimo, sentimientos, ejercicio de expresión); la
narración de una ficción, un sueño, no es automáticamente literatura
(requiere una técnica, discurso infantil incoherente); el lenguaje literario no
es el único sistemático (nomenclaturas, lenguajes específicos, etc...)”.

B. FUNCIONAL: Estudios relacionales, extrínsecos, en relación con el sistema


en el que surge y se inserta la obra literaria. Ejemplo: estudiar el Quijote en relación al
sistema de valores de la España del XVII o analizar La naúsea o El extranjero en
función de la filosofía existencialista y su contexto. Definición “fácil” de Todorov: “Sería
literatura lo que funciona como tal” (discutible,no define lo que es la literatura,
similutud con al función poética de Jakobson).

3. Definiciones estructurales

Parten de dos premisas básicas que ya hemos comentado: imitación y ficción, por un
lado y lenguaje autotélico. Wellek y Warren sitúan el punto de partida de estas
definiciones en las teorías clásicas (Platón y Aristóteles). Analizamos tres conceptos
elementales de estas definiciones:

A. AUTONOMÍA LITERARIA:

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- Construcción de mundos ficticios autónomos que están vinculados en
mayor o en menor grado con la realidad (imitación).
- Según las teorías clasicistas debe caracterizase por su ejemplaridad (está
en relación con el ideal ético, ethos, del mundo clásico).
- La literatura hace un uso específico del lenguaje: Aristóteles: “no es lo
mismo la corrección de la política que de la poética” (Poética, 1460, b).
Además de la corrección ética (temática) requiere una corrección formal,
técnica; una sujeción a las reglas de composición Ej: tema elevado o
vulgar tragedia o comedia, hexámetro dactílico o verso yámbico 
tragedia o comedia.

B. VEROSIMILITUD:

- Aristóteles: “Es preferible lo imposible verosímil (convincente) a lo posible


increíble”. “En orden a lo que se dice debe explicarse lo irracional”. Es el
dominio de las técnicas narrativas, de la composición (Teknós) lo que
determina en última instancia la calidad literaria de una obra. No existen
temas “literarios” por sí mismos.

- La lógica literaria de basa en lo convincente, verosímil, no contradictorio y


necesario.

- Diferencia entre el historiador y el poeta: “La diferencia está en que uno


dice lo que ha sucedido y el otro lo que podría suceder. Por eso también la
poesía es más filosófica y elevada que la historia; pues la poesía dice más
lo general, y la historia, lo particular” (Aristóteles).

C. FÁBULA:

- Aristóteles: es la composición de los hechos, lo que los formalistas


llamarán la “trama”. No hay que confundir este concepto con el argumento.
El argumento (sjuzet) es la historia ordenada en secuencias cronológicas o
lógicas. La trama es la disposición de los hechos que hace
conscientemente el autor para tratar de crear determinados efectos en el
lector y, por ende, aumentar la calidad de su obra. Los “efectos” literarios
(suspense, sorpresa) y el “enganche” del lector dependen de la trama.
Ejemplo: Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez.

4. Seguidores de la definición clasicista de la poesía: Alonso López Pinciano e


Ignacio de Luzán.

Son autores de nuestra pequeña tradición teórica. La obra más importante de López
Pinciano es Philosophia Antigua Poética (1596), una obra cuyo mérito estriba en que
recogió con cierta fidelidad los presupuestos teóricos de Aristóteles, cercenados por la
escolástica medieval en aras de la moralidad y el cristianismo.
La Poética de Luzán (1737 y 1789) es una “traducción” del Art Poètique de Boileau, el
máximo exponente de la teoría literaria del Neoclasicismo francés. Esta doctrina
pretendía recuperar el pensamiento teórico original de Aristóteles, viciado –según sus
seguidores- por aportaciones impuras del Renacimiento y del Barroco. Una de las
aportaciones originales de Luzán consiste en el establecimiento de dos modos de
imitación: universal (idealización) y particular o icástica (realista). Siempre relacionado
con el ideal doctrinario y moralizante.

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Deformación del concepto de verosimilitud aristotélico en el siglo XVIII. Primacía
de la Razón: “no todo lo que es verosímil para el vulgo lo es para los doctos” (Luzán).
(Los viajes de Marco Polo, bestiarios medievales, etc...).

5. Definiciones funcionales

La definición marxista de la literatura es la más representativa de esta tendencia


teórica. Conciben la literatura como un instrumento y un agente social. Se estudia la
literatura como producto de un autor y de un cronotopos específicos. El marxismo es
una filosofía maniquea (materialismo dialéctico  lucha de clases) y una teoría de la
historia basada en la economía como catalizador de la evolución (materialismo
histórico).
Para el marxismo la literatura es una forma de apropiación del mundo, una forma de
conocimiento y constituye una aplicación del materialismo dialéctico. Para ellos, la
literatura debe ser un agente de movilización de la conciencia de clase. Es decir,
tienen una idea preconcebida de cómo debe ser y para qué debe servir la literatura.
Todo lo que no encaje dentro de los ideales marxistas carece de valor estético y se
tilde de burgués (vano, baladí). Por tanto, atribuyen o niegan valor literario a una obra
en función de si ésta responde a los ideales socioeconómicos del marxismo. Ejemplo:
detracción de autores como Tolstoi o Turgueniev frente al elogio de Dostoievski, por
considerarlo un autor proletario.
Contradicciones e inoperatividad Lorca y Cernuda, por ejemplo.
Eagleton y Foucault incluyen a la literatura en un campo más amplio de prácticas
discursivas. Linda, desde esta perspectiva con el periodismo, el panfleto y la
propaganda.

6. Definiciones semióticas (Mukarovsky, Barthes, Lotman, Bobes Naves)

Concepción del hecho literario como comunicación: “La literatura es un lenguaje


propio del tipo de comunicación especial que es el arte” (“función poética” de
Jakobson, “desvío” de Todorov). Trasvase del esquema de la comunicación esbozado
por Saussure en el ámbito de la lingüística. Conceptos derivados:

EMISOR - MENSAJE - RECEPTOR - CANAL - CÓDIGO - CONTEXTO

- Emisor: estudios relacionados con la psicología y el biografismo (la ginocrítica,


Borges, Oscar Wilde, tec..)

- Mensaje: Estudios inmanentistas

- Canal: reconocimiento de la literatura de transmisión oral, pautas de estudio


(romancero, cantares de gesta, etc...)

- Código: problemas de traducción y respeto a los valores originales del texto.

- Contexto: enfocado hacia el autor y el lector (El amante de Lady Chatterley,


Madame Bovary)

- LECTOR:
o ‘pacto implícito’ entre autor y lector
o previsión del lector: lector implícito (El nombre de la rosa de Umberto
Eco), archilector (Riffaterre).
o responsabilidad del lector en el cambio literario: el ‘horizonte de
expectativas’ (Cela, García Márquez, Dan Brown, etc...).

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FUNCIONES DE LA LITERATURA

1. Utile et dulce

En el manual se habla de dos funciones básicas de la literatura que aparecen en la


Epístola ad Pisones, un tratado de poética de Horacio y que han signado buena parte
de la evolución de la teoría literaria. La literatura debe ser utile et dulce: ser útil
(función doctrinal) y deleitar (función placentera). Estos objetivos deberían, según
Horacio, estar presente en toda obra literaria. Sin embargo, en numerosas ocasiones
ha ocurrido que escuelas, tendencias o autores se decantan por la defensa de una de
las dos vías en detrimento de la otra. Así, la función doctrinal o cognoscitiva que
hallamos defendida en Platón y en el marxismo, supone una negación de la función
placentera, catártica de la literatura.

Alonso López Pinciano señalaba que “el enseñar y el deleitar es una condición
necesaria para que un poema sea tenido por tal. [...] El deleite tiene dos fuentes: la
imitación por el lenguaje (la forma) y la doctrina (el fondo o contenido)”.

Luzán, siguiendo a Boileau, afirma que la finalidad del arte literario debe ser instruir
(sobre todas las ciencias y las artes, finalidad moral) y deleitar a través de la dulzura
(conseguida por el uso de las figuras retóricas) y la belleza (que se consigue por
aplicación de un guión de variedad, unidad, regularidad, orden y proporción).

2. Platón: La función del arte según el idealismo platónico. El pathos, la mania.

El ideal griego es, en todos los aspectos, un ideal ético: tiende a buscar lo positivo
para el hombre. La tríada del idealismo platónico: Bien, Belleza, Verdad: “todo lo que
es bueno, es bello y es verdad”. La literatura por la literatura; es decir, cuando es pura
imaginación, puro despliegue formal, cuando no tiene ningún valor instructivo, es
condenada por Platón. La poesía (literatura), para Platón, tiene que ser
necesariamente propedéutica; sólo es válida cuando contiene alguna enseñanza.

Concepción platónica del poeta (escritor): la tara física es equivalente, según Platón,
a una tara mental (el pathos platónico; Homero, el poeta ciego de Quíos). El poeta es
un ser elegido por los dioses para engañar a los humanos (contextualizarlo en la
época). El estado de posesión (manía) induce a la creación literaria (es lo que los
románticos llamarán inspiración).
Para Platón el poeta es una especie de médium que sirve de transmisor de los
mensajes de los dioses (no olvidemos que estamos en el siglo V a.c.). Cuando
escribe, no se halla en un estado consciente, sino en una especie de éxtasis que
motiva y justifica la escritura. Por tanto, el autor no es “responsable” de la creación
literaria:

“La posesión de una techné [técnica], de un saber adquirido y organizado,


no condiciona la creación del poema, pues éste es el fruto del mensaje que
el poeta, en éxtasis y en la alienación de sí mismo, recibe de una divinidad”

Platón expulsa a los poetas (escritores) de su República ideal, los poetas sólo tienen
cabida allí si son controlados por el poder político: las tragedias deben pasar una
censura previa que asegure la corrección y adecuación del tema; no se permiten
licencias y, sobre todo, han de ser primordialmente educativas (es una forma de
“literatura dirigida”).

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3. Aristóteles. El poeta artífice. La Physis y la techné. La catarsis.

Aristóteles, en su Poética, afirma que la literatura no procede de la inspiración divina


sino de la técnica del poeta, del trabajo intelectual del escritor. No hay designio divino
en la poesía, no son los dioses –dice Aristóteles- los que seducen y poseen al poeta
para transmitir mensajes a los hombres. La literatura es producto del trabajo, del
manejo de las técnicas sobre el lenguaje. Aristóteles reconoce que existen individuos
con una cierta capacidad innata (Physis), una habilidad especial para componer obras
literarias, pero en última instancia esta Poesía (Literatura) procede de la técnica:
cualquier arrebato genial necesita ser pulido, sometido a revisiones posteriores para
convertirse en una gran obra. Debe haber una correlación necesaria entre la Physis
(esa facultad innata para la escritura) y la techné (el saber constructivo, fundamental
para desarrollar la physis).
Horacio, desarrolló estas ideas aristotélicas y defendió la “imagen seria y cuidada” del
escritor. Frente a la imagen del poeta poseso presentado por Platón (sucio,
desaliñado), Horacio afirma que la imagen del poeta tendría que ser una “imagen de
estudio, de trabajo y de buen sentido”.

Para Aristóteles, dijimos, la poesía es autónoma, no es “Verdad” (en sentido de


“realidad empírica”) pero no tiene por qué serlo puesto que cuando el lector asiste a un
representación teatral o lee un texto literario no va buscando información veraz. La
literatura, por tanto, “no necesita, para legitimar su existencia, ponerse al servicio de la
polis, de la moral, de la filosofía, etc.”
Aristóteles, sin embargo, también encontraba una finalidad instructiva en la literatura
que su maestro, Platón, rechazaba. Para él, la literatura permite ahondar en la
naturaleza psicológica de los hombres.

La Catarsis: otra función ética de la literatura señalada por Aristóteles es lo que define
como catarsis (purificación). La catarsis refiere un placer (hedoné) puro, elevado, que
“produce la purificación de las pasiones” y que opera en el espectador/lector. Ha
habido, en la historia de la teoría literaria dos líneas de interpretación sobre el
concepto aristotélico de catarsis:

a) Interpretación moralista: parte del siglo XVI con la exégesis de Maggi: la


literatura debe enseñar a obrar bien. Se establece de antemano una distinción moral
entre “lo que está bien” y “lo que está mal”. A través de la tragedia, el escritor le
muestra al espectador a qué trágico destino son conducidos los personajes que son
víctimas de las bajas pasiones, induciendo, por tanto, a comportarse de una manera
que el autor estima “la única correcta”

b) Interpretación mitridática: Parte de otros exégetas del XVI. Asume que el


bien y el mal están en la naturaleza del hombre y, así, en lugar de imponer, el autor se
limita a analizar la naturaleza del hombre y, seguidamente, a advertir y aconsejar
sobre cómo ser una persona cabal y moderada. Es una posición mucho más filosófica
que invita al lector/espectador a reflexionar sobre la naturaleza del hombre y el buen
camino.

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