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DIRECTOR

Horacio Roitman Nota de Redacción


SECRETARIO DE REDACCIÓN
José A. Di Tullio

COLABORADORES “Juez prudente, juez estratega, juez protagonista. Diferentes actitudes de la ma-
Hugo A. Aguirre Estela gistratura argentina en su relación con la prensa”, es el título del trabajo pro-
M. Allende Pinto puesto por Leonardo Altamirano, quien se encarga de revisar la política comu-
Gustavo A. Arocena
Luis Belitzky nicacional actual de los jueces en nuestro país y su vinculación concreta con los
Roxana Blanco Pablo medios de difusión, con el fin de procurar una mejor comprensión del quehacer
Brandán Molina jurisdiccional por parte de la población, garantizando de este modo el derecho
Santiago Buitrago a la información de los ciudadanos respecto de la actividad judicial.
Pablo Bustos Fierro
Beatriz Calvimonte A. Verónica Martínez se ocupa del “Tratamiento impositivo del fideicomiso in-
Silvana Chehda Ramacciotti
mobiliario”, dedicando especial atención al estudio de la figura del fideicomi-
Paulina R. Chiacchiera Castro
Eduardo N. Chiavassa so inmobiliario frente al impuesto a las ganancias, al IVA, bienes personales,
Federico D. Espinosa transferencia de inmuebles, etc., incluyendo en su análisis la regulación de los
Pablo Fernández Saiz impuestos provinciales, destacando las ventajas que se derivan de la constitu-
Violeta A. Frank ción de fideicomisos para la construcción de departamentos en propiedad ho-
Ruth M. Funes de la Vega
María del Pilar Hiruela rizontal.
Jorgelina Israilevich
Ana María Janin De la incorporación del contrato de hotelería al Código Civil se encarga Ánge-
María Angélica Jure la María Vinti en su doctrina, advirtiendo la autora acerca de la necesidad de
Zulema Latorre Luco la regulación general del contrato de hospedaje con ajuste a la realidad nego-
Pablo Martí cial de este tiempo, con especial previsión respecto del régimen de responsa-
A. Verónica Martínez
María Pía Mazzotta bilidad aplicable, entre otras cuestiones que propone para la modificación del
Patricia Ocampo régimen vigente.
Matías Olcese
Sebastián Orchansky Para la sección Jurisprudencia Anotada escribe Raúl O. Toro, quien examina
Olga Orlandi la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que, al expedirse en
Federico Ossola sendos pronunciamientos recientes, ha terminado por consagrar jurispruden-
Fabiana Pesci Martínez cialmente el denominado “Derecho al olvido” incorporado con la ley 25326.
Tristán Quiles
Hugo Remondino
Ezequiel Roitman
Andrés F. Varizat José A. Di Tullio
Federico Zurueta Secretario de Redacción
DIRECTOR EDITORIAL
Alejandro P. F. Tuzio

EDITORA
Mariana B. Aguirre Renda

PRODUCCIÓN
Equipo de AbeledoPerrot

ABELEDOPERROT CÓRDOBA
Una producción editada por
AbeledoPerrot S.A.
Tucumán 1471
(C1050AAC)
Buenos Aires, Argentina

Impreso en Encuadernación
Latino América S.R.L.
Zeballos 885, Avellaneda
Prov. de Buenos Aires, Argentina
Jurisprudencia Anotada
DERECHOS PERSONALISIMOS (Derecho a los datos personales)
Banco de datos – Informes sobre solvencia económico-financiera – Plazo de caducidad –
Cómputo – Comunicación de vigencia de la deuda

1 – La ley 25326 no establece que el plazo de cinco que pueda considerarse como última informa-
años para que el afectado tenga derecho a exigir ción archivada la asentada en un registro por el
que los datos sobre su solvencia económico-finan- solo hecho de ser la constancia final de una serie
ciera no sean mantenidos, deba quedar pospues- o sucesión de datos, si se trata de una mera repe-
to mientras la deuda sea exigible por no haber- tición de la misma información que, sin novedad
se operado a su respecto la prescripción, sino que o aditamento alguno, ha sido archivada durante
precisamente la intención del legislador ha sido los meses o años anteriores.
consagrar un plazo más breve que el que se había
sugerido originariamente –el de diez años–, y que 3 – La ley 25326 consagra el derecho del afectado
había obedecido a la finalidad de hacerlo coinci- a exigir que transcurrido cierto tiempo los datos
dir con el plazo de prescripción. significativos para evaluar su solvencia económi-
co-financiera no sean mantenidos en las bases de
2 – A los efectos de computar el plazo de cinco datos ni difundidos, con el objeto de que el indivi-
años que la ley 25326 establece para que el afec- duo no quede sujeto indefinidamente a una inda-
tado tenga derecho a exigir que los datos sobre gación sobre su pasado.
su solvencia económico-financiera no sean man-
tenidos, debe entenderse que cuando el art. 26,
dec. 1558/2001 fija como hito, “la fecha de la
última información adversa archivada que revele CORTE SUP., 8/11/2011 – Catania, Américo M.
que dicha deuda era exigible”, se refiere al últi- v. Banco Central de la República Argentina y
mo dato que ha ingresado a la base de datos, sin otros

Con nota de Raúl O. Toro

Procuración General de la Nación de Deudores del Sistema Financiero. Al contestar la de-


manda, el Citibank N.A. manifestó que se está informan-
-I-
do al actor como deudor irrecuperable, situación 5, en vir-
Contra la sentencia de la sala 2, de la Cámara Nacional de tud de tres deudas: dos tarjetas de crédito dadas de baja
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal que, el 23/9/1997 (Mastercard) y el 6/4/2000 (Visa) y una
a fs. 357/361, decidió por mayoría desestimar la apela- cuenta corriente bancaria cerrada el 19/8/1997 la que
ción y confirmar el pronunciamiento recurrido, el actor in- fue objeto de un juicio ejecutivo con sentencia firme el
terpuso el recurso extraordinario de fs. 365/376, que fue 16/11/1998 (ver fs. 73/80).
concedido a fs. 402. A fs. 117/124, el actor amplió la demanda, solicitando la
En autos, el accionante demandó al Banco Central de la eliminación de la información de morosidad, fundando el
República Argentina y al Citibank N.A. con el objeto de pedido en el art. 43, CN, y en el art. 26, inc. 4, ley 25326.
que este último brinde adecuada información acerca de El juez de grado rechazó la demanda con fundamento, en
los datos que envía al BCRA en relación con la Central lo sustancial, que las deudas no están prescriptas y por lo
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Derechos personalísimos
tanto son exigibles (ver fs. 319/321). La Alzada rechazó la que se cumpla el plazo quinquenal de caducidad opera a
apelación y confirmó la sentencia recurrida con argumen- favor del titular de los datos, ya que en ese caso el registro
tos similares a los del inferior. de deuda debe ser suprimido aunque todavía sea exigible”
(ver fs. 374), consideración que también fue transcripta
-II-
entre los fundamentos del dictamen al que he remitido al
Al estudiar los agravios del escrito recursivo a la luz de comienzo del presente ítem.
los fundamentos de la sentencia impugnada, advierto
Por todo lo expuesto, opino que debe admitirse el recurso
que las cuestiones materia de recurso, guardan sustan-
extraordinario interpuesto, y revocar la sentencia apelada.
cial analogía con las examinadas en la causa: S.C. N.122,
L. XLII, caratulada “Nápoli, Carlos Alberto v. Citibank N.A. Buenos Aires, 15 de mayo de 2007.
s/hábeas data” dictaminada por esta Procuración el día
Fernando Fayat
1/2/2007, a cuyos términos y consideraciones cabe remi-
tir, en lo pertinente, por razones de brevedad.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
A todo evento, corresponde recordar que el art. 24, inc. 4,
Buenos Aires, 8 de noviembre de 2011.
ley 25326, establece, en su primer párrafo, que sólo se
podrán archivar, registrar o ceder los datos personales que Vistos los autos: “Catania, Américo Marcial v. BCRA - (base
sean significativos para evaluar la solvencia económica fi- datos) y otros s/hábeas data”.
nanciera de los afectados durante los últimos cinco años,
Considerando:
y que el dec. reglamentario 1558/2001, aclaró que su
cómputo se efectuará a partir de la fecha de la última in- 1) Que el actor inició una acción de hábeas data contra
formación adversa archivada que revele que dicha deuda el Banco Central de la República Argentina con el objeto
era exigible. de acceder a los datos que sobre su persona obran en la
base de datos de dicha entidad (“Central de Deudores del
Vale destacar al respecto, como lo hizo la juez que votó en
Sistema Financiero”) y contra el Citibank N.A., pues son
disidencia, que la propia entidad bancaria reconoció que
las entidades financieras las que califican a sus clientes
las tarjetas de crédito fueron dadas de baja el 23/9/1997
según el grado de cumplimiento de sus obligaciones y/o
(Mastercard) y el 6/4/2000 (Visa) y que la cuenta corrien-
sus posibilidades, y remiten dicha información al Banco
te fue cerrada el 19/8/1997, antecedentes que no fueron
Central de la República Argentina. Adujo que mediante un
controvertidos por los demandados. Surge, asimismo, del
informe emitido por la Organización Veraz, el 15/3/2004,
juicio ejecutivo agregado por cuerda, que la sentencia que
tomó conocimiento de que el Citibank N.A. comunicó al
condenó al actor al pago de lo adeudado por dicha cuen-
Banco Central información adversa relativa a su condición
ta, es de fecha 16/11/1998, la que está firme y consenti-
de deudor de aquella entidad financiera.
da, lo que indica que en todas las operaciones menciona-
das se ha operado el plazo de caducidad de la ley citada y Reservó su derecho a ampliar la demanda en los términos
su decreto reglamentario. También indicó la juez mencio- del art. 42, ley 25326, y al así hacerlo, solicitó “la cance-
nada que, de las constancias de autos se desprende que lación y/o supresión de la información obrante en la Base
el recurrente adjuntó un informe de Veraz del que surge de Deudores del Sistema Financiero del BCRA, en parti-
que la información desfavorable vinculada con sus opera- cular la información que muestra a mi mandante como
ciones con el Citibank data de 1995 y que el Banco Cen- deudor incobrable (calificación 5) del demandado” (ver fs.
tral acompañó datos históricos del actor como deudor del 117 a 124). Sustentó su petición en lo dispuesto en el art.
Citibank con información adversa que excede el plazo le- 16, ley 25326, en el art. 16, dec. 1558/2001, y especial-
gal, que tiene su origen en los datos y calificación de sus mente, en el art. 26, pto. 4 de la ley citada, que “consa-
clientes y que están archivados en sus registros que luego gra el llamado ‘derecho al olvido’ que no es otra cosa que
difunde en su calidad de banco de datos públicos (confr. el derecho que tiene toda persona a que sean elimina-
fs. 98/105). dos de los bancos de datos las informaciones que si bien
Debo señalar, por otra parte, que el recurrente expuso que fueron ciertas, han caducado por el transcurso del tiem-
los plazos han transcurrido en el presente caso, donde el po” (fs. 121).
banco, en su carácter de cedente de datos, contiene in- Expresó que, aunque reconoce como hechos ciertos la
formación registrada desde 1997 sin ninguna actualiza- existencia del saldo deudor de la cuenta corriente que
ción sobre la supuesta actual morosidad del accionante. poseía en el banco demandado; que incurrió en mora el
Este dato, no fue negado por la contraparte, a lo que cabe 19/8/1997, y que en el juicio ejecutivo iniciado para el
añadir que el apelante, en apoyo de sus argumentos, citó cobro de tal deuda, el Citibank N.A. obtuvo sentencia fa-
a continuación lo sostenido por la Fiscal General Dra. Ale- vorable el 16/11/1998 –deuda que aún no ha sido sa-
jandra Gils Carbó en la causa 79363.03 “Gabot, Claudio tisfecha–, el almacenamiento de esta información resulta
el Citibank N.A. y otros si amparo”, en orden a que “la falta prohibido por la ley, pues la información está caduca. En
de diligencia del acreedor en renovar su informe antes de su criterio, tratándose de una deuda que data de 1997,

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Jurisprudencia Anotada
respecto de la que se ha obtenido una sentencia favora- te la sentencia dictada el 16/11/1998, que se encuentra
ble al acreedor en 1998, la información relativa a la mo- firme y consentida.
rosidad debió ser eliminada de la base de datos en 2003,
Afirmaron que “más allá de las fechas ut supra indicadas,
al transcurrir el plazo de cinco años contemplado en el
la propia recurrente reconoce que las deudas en cuestión
art. 26, pto. 4, ley 25326 (fs. 120/120 vta.). Sin embar-
resultan en la actualidad exigibles por no haber cumplido
go, ensayó otras interpretaciones que condujeron también
su parte con el pago respectivo y no haber transcurrido el
a sostener la caducidad del dato ingresado en la base de
plazo de prescripción que pudiera liberarlo de su carácter
datos, al afirmar que la fecha “a tomarse en cuenta es la
de deudor”. Al “resultar exigibles las obligaciones a cargo
del acontecimiento que causó la situación de mora, es de-
del actor, aparece evidente que la información a su res-
cir 1994/1993”, “en el BCRA se ha venido repitiendo la
pecto continúa siendo adversa en la actualidad y en con-
misma información durante más de cinco años”, con lo
secuencia, no ha transcurrido el plazo legal invocado por
que se han violado las prescripciones de la ley (fs. 123).
aquél, toda vez que, como se [aduce], ante la vigencia de
Con relación a los saldos deudores informados por el Citi- tal información no se dan los requisitos para comenzar a
bank N.A. respecto de la tarjeta de crédito “MasterCard” y computar el plazo” (fs. 359).
la tarjeta de crédito “Visa” (que habrían sido dadas de baja
Consideraron “inadmisible pretender el dictado de una
el 23/9/1997 y el 6/4/2000, respectivamente), si bien el
sentencia cuyo efecto sea disfrazar la situación patrimo-
actor no reconoció expresamente estas deudas, manifes-
nial del deudor, ocultando información sobre parte de su
tó que “aun cuando las deudas fueran ciertas y la mora
pasivo con posible perjuicio de los que, de buena fe, quie-
fuese la que denuncia el Citibank, dichas obligaciones es-
ran celebrar operaciones comerciales con aquél, contando
tarían prescriptas a tenor de la jurisprudencia y de la Ley
con un real conocimiento del patrimonio que se convertirá
de Tarjetas de Crédito 25065”, o bien, deberían ser alcan-
en la garantía de la relación” (fs. 359).
zadas por el “derecho al olvido” establecido en el art. 26,
pto. 4, ley 25326 (fs. 123/123 vta. y 124). Finalmente, señalaron que en tanto en esta clase de ac-
ciones debe ponderarse, en sustancia, la veracidad de la
2) Que el juez de primera instancia rechazó la acción in-
información, no se hallaban reunidos los recaudos para
tentada (fs. 319/321), decisión que fue confirmada por
admitir la pretensión, pues los datos archivados en los re-
la mayoría de los integrantes de la sala II de la Cámara
gistros o bancos reflejaban información falsa o agraviante
Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
(fs. 359/359 vta.).
Federal (fs. 357/360).
3) Que contra la sentencia el actor interpuso el recurso ex-
Aquella mayoría –tras reproducir el texto del art. 26, pto. 4,
traordinario de fs. 365/376 que –contestado por el Banco
ley 25326 y del art. 26, dec. reglamentario 1558/2001–
Central a fs. 379/386 y por el Citibank N.A. a fs. 387/400–
señaló que en el pleito no se hallaba en discusión la situa-
fue concedido por el a quo a fs.402, y resulta formalmente
ción de mora del actor en el cumplimiento de sus deudas
admisible pues se ha puesto en tela de juicio la inteligencia
relativas a dos tarjetas de crédito y a una cuenta corrien-
de normas federales y lo resuelto por el superior tribunal de
te, y que la acción sólo podría prosperar “en la medida que
la causa es contrario al derecho que el recurrente sustentó
esté acreditado de modo fehaciente que transcurrieron cin-
en esas disposiciones (art. 14, inc. 3, ley 48).
co años desde la última información adversa sobre la situa-
ción económica financiera del actor... siempre que no se 4) Que el art. 26, ley 25326, relativo a la prestación de
halle transcurriendo un plazo de prescripción superior.So- servicios de información crediticia, en cuanto a la solución
bre el particular, debe tenerse presente que el tiempo de del caso interesa, prescribe:
olvido previsto para evaluar la solvencia económico-finan-
“4. Sólo se podrán archivar, registrar o ceder los datos
ciera de un particular de modo alguno puede predominar o
personales que sean significativos –4– para evaluar la sol-
pulverizar los plazos [prescriptivos] establecidos en el orde-
vencia económica-financiera de los afectados durante los
namiento jurídico”. Agregaron que, si o en el pulverizar los
últimos cinco años. Dicho plazo se reducirá a dos años
ordenamiento “el accionar disvalioso o ilegal hubiere mere-
cuando el deudor cancele o de otro modo extinga la obli-
cido un encuadre judicial –como en el caso en que medió
gación, debiéndose hacer constar dicho hecho”.
sentencia de trance y remate pasada en autoridad de cosa
juzgada– el plazo de prescripción será el establecido en el Por su parte, el art. 26, dec. 1558/2001, que reglamentó
Código Civil” (fs. 358 vta.). aquella ley, en su parte pertinente, dispone:
Asimismo, ponderaron que el banco privado demandado “Para apreciar la solvencia económica-financiera de una
reconoció que las tarjetas de crédito fueron dadas de baja persona, conforme lo establecido en el art. 26, inc. 4, ley
en las siguientes fechas: el 23/9/1997, la tarjeta Master- 25326, se tendrá en cuenta toda la información disponi-
Card y el 6/4/2000, la tarjeta Visa, y que el saldo impago ble desde el nacimiento de cada obligación hasta su extin-
de la cuenta corriente –que fue cerrada– fue reclamado en ción. En el cómputo de cinco (5) años, éstos se contarán
un juicio ejecutivo en el que se condenó al actor median- a partir de la fecha de la última información adversa archi-

502 AbeledoPerrot Córdoba


Derechos personalísimos
vada que revele que dicha deuda era exigible. Si el deu- La modificación planteada, recibió la aceptación del miem-
dor acredita que la última información disponible coincide bro informante de la Cámara de Senadores. En efecto,
con la extinción de la deuda, el plazo se reducirá a dos (2) éste expresó: “El término de diez años que se ha fijado no
años. Para los datos de cumplimiento sin mora no operará es arbitrario. Se lo ha hecho coincidir con el término de
plazo alguno para la eliminación”. la prescripción liberatoria, que es de diez años. De todos
modos, los plazos que se fijan para estos casos [no] ne-
“A los efectos del cálculo del plazo de dos (2) años para la
cesariamente tienen que coincidir con otro tipo de plazos,
conservación de los datos cuando el deudor hubiere can-
como el de la inhabilitación en el caso de la Ley de Quie-
celado o extinguido la obligación, se tendrá en cuenta la
bras, ni tampoco como el de la prescripción liberatoria,
fecha precisa en que se extingue la deuda”.
que de todos modos es el que teóricamente se ha tenido
5) Que en el debate parlamentario informante de la Cáma- en cuenta. De todas maneras, me parecen razonables los
ra de Senadores el miembro puso especial énfasis en se- argumentos y creo conveniente que se pueda poner cinco
ñalar que “el ideal que debemos perseguir es un equilibrio, años como plazo para estos informes” (cit. ant., p. 380).
de forma tal que sin afectar la intimidad del individuo, sin A su vez, la Cámara de Diputados al considerar el proyec-
afectar su honor, se pueda proteger la libertad y el derecho to de ley recibido en revisión, dio una nueva redacción a
de informar y también el derecho de libertad de empresa, la norma que se examina, en especial, al introducir la dis-
sobre todo cuando se trata de empresas que se dedican tinción entre el plazo genérico de cinco años y su reduc-
a informar”. Y, específicamente, con “...relación a los ban- ción a tres años –finalmente disminuido a dos años– para
cos de datos destinados a perfeccionar informes crediticios el supuesto de que el deudor cancele su deuda o de otro
–art. 26 del proyecto–, debemos decir que el art. 43, CN, modo extinga la obligación (ver la intervención de la dipu-
cuando contempla la acción de hábeas data, no tiene en tada Carrió, ps. 437 y 445; del diputado Di Cola, ps. 443
mira la protección del crédito o el funcionamiento del libre y 444; las disidencias parciales de los diputados Baglini,
mercado sino aspectos de la personalidad que hacen a la ps. 426/427; y Funes, ps. 433/434; y las objeciones ma-
dignidad de los seres humanos, como la libertad, la igual- nifestadas por el diputado Caviglia, ps. 430/433, en los
dad, la intimidad y la honra. Pretender desprender los servi- antecedentes parlamentarios antes citados).
cios de información crediticia de los derechos de las perso-
nas sobre sus datos, limitándolos a los “datos sensibles”, Por último, en el recinto de la Cámara de Senadores, el
es empobrecer el concepto y olvidar que los derechos al miembro informante manifestó que “vamos a aceptar la
patrimonio –como atributo de la personalidad– y a la pro- modificación planteada por la Cámara de Diputados en
piedad son también integrantes del plexo de derechos de el art. 26, inc. 4. El Senado había establecido originaria-
la persona necesarios para alcanzar su perfección y felici- mente que los bancos de datos de información crediticia
dad” (“Antecedentes parlamentarios”, t. 2001-A, La Ley, sólo podían contener los datos acerca de la potencialidad
Buenos Aires, 2001, ps. 358, 361 y 362). Por su parte, el crediticia de una persona durante cinco años. La Cámara
senador Yoma propuso –en lo que resulta pertinente para de Diputados modificó la redacción de este artículo, redu-
la decisión del caso– una modificación del proyecto origi- ciendo ese plazo a dos años cuando la persona hubiese
nario “en el inc. 4 del art. 26, referido al plazo dentro del cancelado su obligación comercial.
cual las organizaciones de datos pueden mantener los da- En consecuencia, los bancos de datos de información cre-
tos de las personas”, en los siguientes términos”: se trata- diticia sólo pueden tener los datos personales de una per-
ría de una reducción de diez a cinco años. sona durante un término de dos años una vez cancelada
Al respecto, pensamos que es excesivo que las organi- su obligación comercial” (ps. 467 y 468). Asimismo, una
zaciones comerciales de datos tengan durante diez años vez más fue destacada la tensión existente entre el dere-
este tipo de datos personales ya que, en los hechos, impli- cho de las personas a la intimidad, al honor y a no ser in-
ca una virtual inhabilitación fundamentalmente para el pe- justamente discriminadas, y el derecho a la información
queño y mediano comerciante. Este plazo de cinco años de esta clase de datos, y la necesidad de que, en caso de
no es arbitrario, ya que en la anterior Ley de Quiebras, para conflicto, prevalezca “sin lugar a dudas el derecho de las
el fallido fraudulento –no es éste el caso–, la inhabilitación personas”, pues el hecho de informar la calidad de insol-
era de cinco años. Actualmente la Ley de Quiebras elimi- vencia de una persona puede convertirla “en un muerto ci-
nó la distinción del fallido fraudulento o culpable y la inha- vil”, y la puede “condenar, de esa forma, a un estado de
bilitación es sólo de un año. Pero pensamos, además, que miseria y pobreza permanentes” (“Antecedentes de aquí
si reducimos el plazo en un año para que las organizacio- parlamentarios”, cit., p. 475).
nes de datos puedan tener datos de las personas, pode- 6) Que, de lo hasta aquí expuesto, resulta con nitidez que
mos provocar problemas en la cadena de crédito de nues- la ley ha consagrado el derecho del afectado a exigir que
tro país. Es por eso que creemos razonable reducir a cinco –transcurrido cierto tiempo– los datos significativos para
años el plazo para que las organizaciones comerciales de evaluar su solvencia económica-financiera no sean man-
datos puedan tener la información de las personas” (“An- tenidos en las bases de datos ni difundidos, con el objeto
tecedentes parlamentarios”, cit., ps. 375 y 376). de que el individuo no quede sujeto indefinidamente a una

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Jurisprudencia Anotada
indagación sobre su pasado. Esta clase de previsión no es cancelación de la deuda, y que fue sostenida en términos
novedosa y fue adoptada –con diversos matices– por las muy contundentes: “Debemos liberar a los que pagan pero
legislaciones de numerosos países que fijaron plazos simi- no podemos darle el mismo derecho a los cinco años a los
lares a los que estableció la ley 25326. que no pagan”. “Si prohibimos conocer a los que no pagan
estamos dando un pésimo ejemplo a la sociedad, ya que
Así, sólo a título de ejemplo, el plazo de seis años previsto
un moroso tan sólo debe esperar dos años más respec-
en las dos leyes orgánicas de España –Ley Orgánica 5/92
to de otro que pagó para exigir a los bancos de datos que
(LORTAD), art. 28, pto. 3, y Ley Orgánica 15/99 (LOPD),
lo saquen de sus archivos” (ver el desarrollo de la disiden-
art. 29, pto. 4–; el plazo de cinco años previsto en la ley
de Dinamarca –Danish Act 429/2000, Section 20 (3)–; cia parcial del diputado Caviglia, “Antecedentes parlamen-
el de 3 años en la ley de Suecia –Credit Information Act tarios”, cit., ps. 430/433, en especial, p. 431).
(1973:1173), art. 8–; el plazo genérico de siete años, o el Por otra parte, no resulta del texto de la ley –ni puede in-
de diez años para ciertos supuestos, establecido en la le- ferirse de su génesis– que el plazo de cinco años deba
gislación de los Estados Unidos –Fair Credit Reporting Act quedar pospuesto mientras la deuda sea exigible por no
(FCRA), Sección 1681 c–, y en América latina, el plazo de haberse operado a su respecto la prescripción, si precisa-
siete años fijado en la legislación de Chile –ley 19628, art. mente –como se ha visto– la intención del legislador ha
18, introducida por ley 19812– o antes de la reforma el sido consagrar un plazo más breve que el originariamente
de cinco años previsto en el Código de Defensa del Con- propuesto (el de diez años) y que había respondido al pro-
sumidor de Brasil –ley 8078, art. 43–; en la ley de Perú pósito de hacerlo coincidir con el plazo de prescripción (ver
–ley 27489, art. 10– o en la de Uruguay –ley 17838, art. consid. 5, párr. 3, de la presente).
9– (algunos de estos antecedentes han sido mencionados
en el debate parlamentario). 7) Que, por lo tanto, es incorrecta la interpretación del a
quo en el sentido de negar la aplicación al caso del art.
También resulta con suficiente claridad que –más allá de 26, pto. 4, ley 25326, sobre la base de considerar que las
las bondades o no del sistema ideado– el legislador ex- deudas del actor son aún en “la actualidad exigibles por
puso su preocupación adversa acerca de que el mante- no haber[se] cumplido con el pago respectivo y no haber
nimiento de información en las pertinentes bases de da- transcurrido el plazo de prescripción que pudiera liberarlo
tos durante un largo lapso (como el de diez años previsto de su carácter de deudor” (fs. 359).
en el proyecto originario) podría dar lugar a una suerte de
inhabilitación del deudor y a la consiguiente imposibilidad Por ello, y lo concordemente dictaminado por la señora
de reingreso al circuito comercial y, por ende, juzgó aquel procuradora fiscal –en el aspecto examinado–, se declara
mantenimiento como una solución disvaliosa. formalmente admisible el recurso extraordinario y se revo-
En consecuencia, contrariamente a lo afirmado por el a ca la sentencia apelada. Costas por su orden en razón de
quo, en el art. 26, pto. 4, de la ley 25326, se ha distingui- lo novedoso y complejo de la cuestión debatida (art. 68,
do la situación de aquellos deudores que no han cancelado párr. 2, CPCCN).
sus deudas (en cuyo caso el plazo será de cinco años), de Notifíquese y vuelvan los autos al tribunal de origen a fin
los que sí lo han hecho (supuesto en que el plazo se redu- de que, por quien corresponda, se dicte un nuevo fallo
ce a dos años), con total independencia de que en relación con arreglo a lo expresado.- Ricardo Luis Lorenzetti.- Ele-
a los primeros pueda perseguirse el cobro de la acreencia na I. Highton de Nolasco.- Carlos S. Fayt.- Enrique Santia-
mientras la obligación sea jurídicamente exigible. Al respec-
go Petracchi.- Juan Carlos Maqueda.- E. Raúl Zaffaroni.-
to, es revelador el hecho de que no fue aceptada la pro-
Carmen M. Argibay.
puesta expresa del diputado Caviglia en el sentido de esta-
blecer un único plazo que regiría en caso de que mediara la

504 AbeledoPerrot Córdoba


Derechos personalísimos

DERECHOS PERSONALISIMOS
Derecho a los datos personales – Banco de datos. Informes sobre solvencia económico-
financiera – Plazo de caducidad – Cómputo – Comunicación de vigencia de la deuda

1 – Una entidad bancaria debe cancelar la infor- se operado a su respecto la prescripción, sino que
mación sobre un deudor en registros y comuni- precisamente la intención del legislador ha sido
car tal circunstancia al Banco Central a efectos de consagrar un plazo más breve que el que se había
que sea dado de baja en la central de deudores del sugerido originariamente –el de diez años–, y que
sistema financiero, cuando la información de la había obedecido a la finalidad de hacerlo coinci-
existencia de la deuda fue la última información dir con el plazo de prescripción.
adversa a la que alude el art. 26, dec. 1558/2001
4 – A los efectos de computar el plazo de cinco
–y no las sucesivas reiteraciones del mismo dato–,
años que la ley 25326 establece para que el afec-
fecha desde la cual, al inicio de la demanda, se ha- tado tenga derecho a exigir que los datos sobre su
llaba superado el plazo de cinco años que la ley es- solvencia económico-financiera no sean manteni-
tablece para que el afectado tenga derecho a que dos, debe entenderse que cuando el art. 26, dec.
los datos sobre su solvencia económico-financiera 1558/2001 fija como hito, “la fecha de la última
no sean mantenidos. información adversa archivada que revele que di-
2 – La ley 25326 consagra el derecho del afectado cha deuda era exigible” se refiere al último dato
a exigir que transcurrido cierto tiempo los datos que ha ingresado a la base de datos, sin que pue-
significativos para evaluar su solvencia económi- da considerarse como última información archi-
co-financiera no sean mantenidos en las bases de vada la asentada en un registro por el solo hecho
datos ni difundidos, con el objeto de que el indivi- de ser la constancia final de una serie o sucesión
duo no quede sujeto indefinidamente a una inda- de datos, si se trata de una mera repetición de la
gación sobre su pasado. misma información que, sin novedad o aditamen-
to alguno, ha sido archivada durante los meses o
3 – La ley 25326 no establece que el plazo de cinco años anteriores.
años para que el afectado tenga derecho a exigir
que los datos sobre su solvencia económico-finan-
ciera no sean mantenidos deba quedar pospues- Corte Sup, 8/11/2011, “Napoli, Carlos A. v.
to mientras la deuda sea exigible por no haber- Citibank”

Con nota de Raúl Omar Toro

Suprema Corte tral de deudores del sistema financiero (ver fs. 330/332
vta.).
-I-
Para así decidir, relataron que en autos, el actor requi-
Los magistrados integrantes de la sala 3 de la Cámara Na-
cional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, en rió que los datos acerca de sus deudas por saldo impa-
lo que interesa a los fines de este dictamen, revocaron la go de $ 1379 de una tarjeta de crédito “Mastercard”, y
resolución del juez de grado y, en consecuencia, dispusie- por monto insoluto de $ 2212,43 de una tarjeta “Diners”,
ron que el demandado “Citibank NA” cancele la informa- fuesen eliminados de la Base de Datos de Deudores del
ción que luce en sus registros referentes al actor y comu- Sistema Financiero del Banco Central de la República Ar-
nique dicha circunstancia al Banco Central de la República gentina, por tratarse de una información enviada por el de-
Argentina a los efectos que sea dado de baja en la cen- mandado que había caducado por el transcurso del tiem-

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Jurisprudencia Anotada
po según el “derecho al olvido” consagrado por el art. 26, plazos de caducidad de dicha información en cuanto a
inc. 4, ley 25326 y el art. 26, inc. 3, dec. reglamentario su conservación y cesión: por un lado, el de cinco años
1558/2001. Precisaron que, del peritaje contable de fs. para reglar la vigencia de aquellas deudas impagas que
257/258 surge que el saldo insoluto de la tarjeta “Diners” por el transcurso del tiempo y la imposibilidad del acree-
era de noviembre de 1995, y que la situación de mora de dor de reclamar el pago al deudor, han devenido inexigi-
la tarjeta “Mastercard”, conforme a la aclaración formula- bles, el cual “...se contará a partir de la fecha de la última
da por la perito a fs. 274, se remontaba a noviembre de información adversa archivada que revele que dicha deu-
1996, habiéndose incoado la demanda el 15/10/2003, da era exigible” ; y por otro, el plazo reducido de dos años
basada en la caducidad de los datos por el vencimiento “...cuando el deudor cancele o de otro modo extinga la
del término de cinco años que establece la norma citada y obligación, debiéndose hacer constar dicho hecho”.
su decreto reglamentario.
Afirma que resulta acertado que la conservación por par-
Razonaron que dichas disposiciones, le reconocen el “de- te del Banco Central y/o de las empresas destinadas a al-
recho al olvido” al deudor moroso que no ha cancelado la macenar y suministrar al público la información relativa a
deuda –la que puede ser exigible inclusive por vía judicial–, una deuda prescripta por la imposibilidad de pago del deu-
conclusión que, para los juzgadores, fluye sin esfuerzo de dor, lo sea por un tiempo más prolongado que el segundo
la circunstancia de que la normativa ha previsto dos plazos supuesto, en el cual el interés del acreedor se encuentra
diferentes según se trate de deudas impagas (cinco años), satisfecho. El plazo de cinco años –sostiene–, debe ne-
o canceladas (dos años). cesariamente computarse a partir de la extinción del tér-
En esas condiciones –prosiguieron– cabe hacer lugar al re- mino para que el cobro de dicha deuda pueda exigirse al
querimiento del actor, por cuanto el art. 26, inc. 30, dec. deudor.
1558/2001, dispuso que los cinco años se contarán a Manifiesta que, de quedar firme el fallo recurrido, su parte
partir de la última información adversa archivada que re- carecería de respaldo en sus asientos contables para per-
vele que dicha deuda era exigible. En virtud de ello, con- seguir el cobro de un crédito legítimo, con lo cual se llega-
cluyeron que la calificación 5 –como deudor irrecupera- ría al absurdo de impedir la conservación de deudas toda-
ble– que se informó, se originó con la mora del deudor vía exigibles en la base de datos destinada para ello, a la
(conforme peritaje contable de fs. 257/58 y 274) y, por par que se le imposibilitaría cumplir con la obligación legal
consiguiente, a partir de ese hito corresponde el cómputo que le está impuesta por la normativa vigente (en las ci-
del plazo, sin que tenga incidencia al respecto, que esa in- tadas comunicaciones del Banco Central), exponiéndolo a
formación sea mantenida por el acreedor año a año, du- las sanciones previstas en la ley 21526 de Entidades Fi-
rante un período indeterminado que culmine –de ser com- nancieras para el incumplimiento de tal imposición.
putado– derogando en los hechos el régimen de la ley.
Concluye que el mencionado “derecho al olvido” únicamen-
-II- te debe conferirse respecto de datos personales caducos,
Contra este pronunciamiento, el demandado interpuso el es decir, aquellos cuya conservación ha perdido vigencia y
recurso extraordinario de fs. 337/350 vta., cuya denegato- finalidad. Por lo tanto, el plazo de caducidad de cinco años
ria de fs. 361 y vta. motiva la presente queja. puede solamente computarse a partir del momento de la
extinción de la deuda (siendo ésta la última “información
Tacha de arbitraria a la sentencia, reprochando que no adversa” a la que se refiere la ley y el decreto reglamenta-
constituye una derivación razonada del derecho vigente rio) y jamás a partir de la mora de la obligación que se infor-
con arreglo a las circunstancias de la causa. ma en la Central de Deudores del Sistema Financiero.
Señala que, de acuerdo a la normativa aplicable (comuni- -III-
caciones del Banco Central de la República Argentina: “A”
2216, “A” 2729 y demás subsiguientes), las entidades fi- No obstante que los agravios precedentemente reseñados
nancieras tienen el deber legal de notificar a dicho orga- han sido propuestos a título de arbitrariedad, estimo que
nismo el detalle y estado de sus acreencias, información se encuentra controvertida la inteligencia de normas de
que refleja también el resultado de sus estados contables; carácter federal –como lo son el art. 26, inc. 4, ley 25326
todo ello a modo de contribuir a la previsibilidad y transpa- y su dec. reglamentario 1558/2001– y la sentencia defi-
rencia de las transacciones económicas. nitiva del superior tribunal de la causa ha sido adversa al
derecho que el apelante pretende fundar en ellas, razón
Luego de examinar los artículos de la ley sobre protección
por la cual, existe cuestión federal bastante para habili-
de los datos personales y de su decreto reglamentario,
tar la vía extraordinaria (ver doctrina de Fallos 321:1047;
sostiene que el ordenamiento dispuso como regla general
322:3092; 324:1848; 328:797, entre otros).
que los datos de riesgo crediticio serán siempre de lícito
tratamiento en tanto se refieran a una obligación subsis- Cabe señalar que el precepto de la ley 25326 cuestiona-
tente, y desde su nacimiento hasta su extinción, cualquie- do, establece textualmente que “Sólo se podrán archivar,
ra fuera la causa de ésta. La ley –prosigue– previó dos registrar o ceder los datos personales que sean significati-

506 AbeledoPerrot Córdoba


Derechos personalísimos
vos para evaluar la solvencia económico financiera de los Cabe poner de resalto, asimismo, que el apelante no cues-
afectados durante los últimos cinco años. tionó la constitucionalidad de las normas en estudio.
Dicho plazo se reducirá a dos años cuando el deudor can- -IV-
cele o de otro modo extinga la obligación, debiéndose
En cuanto la segunda cuestión en debate cabe indicar que
hace constar dicho hecho. Ahora bien, la primera cues-
si bien, la ley omitió aclarar desde cuándo rigen los plazos
tión a dilucidar en la especie es si, como lo propone el re-
que ella establece, dicha cuestión fue aclarada luego por
currente, el plazo de cinco años rige para deudas “inexigi-
el dec. reglamentario 1558/2001 al disponer –en lo que
bles”, es decir, si puede solamente computarse a partir del
interesa para este dictamen– que “…En el cómputo de
momento de extinción de las mismas (v. fs. 349 vta., párr. cinco (5) años, éstos se contarán a partir de la fecha de la
3). La segunda se vincula con el modo de cómputo de di- última información adversa archivada que revele que dicha
cho término, aspecto al que me referiré en el punto IV. deuda era exigible...”.
En cuanto a la primera anticipo mi respuesta negativa al Conforme ello, no comparto la conclusión del a quo en or-
respecto, toda vez que no se alcanza a entender cuál es la den a que los plazos deben contarse desde la fecha de la
diferencia que plantea el apelante entre deuda “inexigible” mora (ver fs. 332, párr. 2), toda vez que si la información
(voz no registrada en el diccionario de la Real Academia), y o pasos sobre la deuda exigible no son archivados, sino
deuda cancelada o extinguida. Dicho de otro modo, cabe mantenidos año a año por el acreedor, dicha conserva-
observar que la ley citada previó dos plazos de conserva- ción constituye la información adversa a la que se refiere
ción de datos de información crediticia, uno general de el decreto reglamentario y, por lo tanto, no se podrá com-
cinco años y otro de dos años cuando se tratare de deu- putar el plazo de cinco años mientras subsista tal informa-
das canceladas o extinguidas. Las referencias a la pres- ción. No existe referencia alguna en las normas examina-
cripción de deudas (v. fs. 344, párr. 1), no subsanan la das, que conduzcan a concluir que el plazo de cinco años
indeterminación del recurso en este aspecto dado que la comience a contarse desde la producción de la mora. Esta
prescripción liberatoria es un modo de perder un derecho interpretación es admitida –a contrario sensu– por el pro-
por el transcurso del tiempo, con lo cual ella es también pio actor (deudor) cuando, al contestar el traslado del re-
una forma de extinción de la obligación civil. curso extraordinario, cita un dictamen de la fiscal general
Los argumentos del apelante, entonces, no rebaten la de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial en
fundamentación de los jueces de la Alzada, en orden a el que expresó “…Ia falta de diligencia del acreedor en re-
que los arts. 26, inc. 4, ley 25326 y 26, dec. reglamenta- novar su informe antes de que se cumpla el plazo quin-
rio, le reconocen el “derecho al olvido” al deudor moroso quenal de caducidad opera a favor del titular de los datos,
que no ha cancelado la deuda, la que puede seguir sien- ya que en ese caso el registro de deuda debe ser suprimi-
do exigible inclusive por vía judicial; conclusión que fluye do aunque todavía sea exigible...” (v. fs. 353 vta., párr. 4,
sin esfuerzo de la circunstancia de que la normativa ha última frase). La hermenéutica que aquí se propicia per-
previsto dos plazos diferentes según se trate de deudas mite preservar datos actualizados veraces, ciertos, objeti-
impagas o canceladas (ver consid. IX, fs. 331 vta., párr. vos y adecuados respecto de aquellos deudores morosos
final y 332, párr. 1). que persisten en su incumplimiento, finalidad ínsita del ré-
gimen legal en estudio, en la medida que medie una ade-
Por otra parte, esta interpretación se desprende de los cuada diligencia del informante.
antecedentes parlamentarios de la ley. Así, en los fun-
En tales condiciones, en el sub lite corresponde advertir
damentos de las disidencias parciales de los senadores
que el monto impago de la tarjeta “Mastercard”, de acuer-
José Genoud, Mario A. Lazada, Raúl A. Galván, Horacio
do al informe pericial de fs. 257/258 fue trasladado mes a
D. Usandizaga, Conrado H. Storani, Pedro del Piero y Al-
mes hasta diciembre de 2002, por lo que no pasaron los
cides H. López, se expresa que “...el plazo de cinco años
cinco años desde la última información adversa de deuda
para autorizar el almacenamiento de un dato guarda simi-
exigible. En cambio, según el mismo peritaje, el saldo deu-
litud con otros plazos ya previstos en nuestra legislación,
dor de la tarjeta “Diners” es de noviembre de 1995 y por
y en temas similares; por ejemplo, las inhibiciones perso-
ende, el plazo del art. 26, inc. 4, ley 25362, ha transcurrido
nales y los embargos duran cinco años” (“Antecedentes
con holgura. Este informe pericial –como lo señaló el juez
parlamentarios. Ley 25362. Hábeas data”, Ed. La Ley, di-
de grado a fs. 284 vta., párr. 1– no mereció impugnación,
ciembre de 2000, W 11, p. 274). Asimismo, el diputado
por lo que corresponde otorgarle plena eficacia probatoria.
Franco Caviglia señaló que el proyecto de hábeas data es-
tablecía dos plazos, tres o cinco años según el deudor pa- Por todo lo expuesto, opino que corresponde hacer lugar
gue o no, y al fundar su disidencia propuso un único plazo parcialmente a la queja, declarar procedente el recurso ex-
de tres años, pero que comenzara a regir desde la cance- traordinario, y revocar la sentencia apelada solamente en
lación de la deuda, por lo que la deuda impaga carece- cuanto dispone que el demandado cancele la información
ría de derecho al olvido (“Antecedentes parlamentarios...”, que luce en sus registros referentes al saldo deudor del ac-
cit., ps. 430 a 432). tor correspondiente a la tarjeta “Mastercard”.

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Jurisprudencia Anotada
Buenos Aires, 1 de febrero de 2007. tadas, y lo resuelto por el superior tribunal de la causa es
adverso al derecho que el apelante funda en ellas (art. 14,
Fdo.: Marta A. Beiro de Gonçalvez
inc. 3, ley 48).
Buenos Aires, 8 de noviembre de 2011. 4) Que, en efecto, la recurrente cuestiona, en lo sustan-
cial, el momento a partir del cual debe computarse el pla-
Vistos los autos: “Recurso de hecho deducido por la de-
zo de cinco años del referido “derecho al olvido”, aducien-
mandada en la causa Napoli, Carlos Alberto v. Citibank
do que, contrariamente a lo sostenido por el a quo, aquel
NA”, para decidir sobre su procedencia.
no comienza desde el primer informe producido cuando la
deuda comenzó a ser exigible –es decir, desde el comienzo
Considerando:
de la mora–, sino “a partir de la extinción del plazo para que
1) Que la sala III de la Cámara Nacional en lo Civil y Co- el cobro de dicha deuda pueda exigirse al deudor” (fs. 344
mercial Federal (fs. 330/332 de los autos principales), re- vta.). Afirma que ésta es la única interpretación posible del
vocó la sentencia de primera instancia y, en consecuencia, art. 26, inc. 4, ley 25326, y de lo dispuesto en el decreto
hizo lugar a la acción de hábeas data promovida contra el reglamentario, ya que sostener que el plazo de caducidad
Citibank NA en los términos de la ley 25326, ordenando a de cinco años deba computarse desde la mora del deudor
esta entidad que cancelara la información referente al ac- no condice con la letra ni con el espíritu de tales normas.
tor que obraba en sus registros, y que comunicara tal cir-
cunstancia al Banco Central de la República Argentina, a Alega asimismo que resultaría altamente nocivo para el
efectos de que aquél fuera dado de baja en la central de sistema de información financiera llevado por el Banco
deudores del sistema financiero. Central de la República Argentina y para la transparencia
del tráfico mercantil que el Registro de Deudores del Sis-
2) Que el tribunal de alzada precisó, en primer lugar, que tema Financiero –cuya finalidad tiende justamente a infor-
conforme surge de las constancias de la causa, la acto- mar acerca de la solvencia económico-financiera de los
ra era deudora de un saldo de la tarjeta “Diners” des- participantes de las operaciones comerciales–, que no se
de noviembre de 1995 por $ 2212,43 y de la tarjeta conservara información adecuada y fidedigna sobre el real
“Mastercard” desde el mismo mes pero del año 1996 por comportamiento de quienes participan en aquellas activi-
$ 1379,05 y, que la accionante ha reconocido la existen- dades (fs. 344/344 vta.). Y añade que de admitirse el cri-
cia de tales deudas. terio del a quo, la supresión de los registros de la acreencia
Sentado lo anterior, consideró que resultaba aplicable al en cuestión, importaría por parte de la demandada care-
caso el “derecho al olvido” invocado por la actora, con cer de respaldo en sus asientos contables para perseguir
sustento en el art. 26, inc. 4, ley 25326 y en el art. 26, el cobro de un crédito legítimo y vigente, cuya prescripción
párr. 3, del dec. reglamentario 1558/2001. Al respecto, no ha operado; lo que conduce a un visible absurdo, y en-
señaló que de tales normas fluye sin mayor esfuerzo que trañaría un privilegio injustificado para los deudores.
“quien ejerce el llamado ‘derecho al olvido’, tiene una in- 5) Que el art. 26, ley 25326, relativo a la prestación de
formación negativa respecto de su solvencia económica fi- servicios de información crediticia, en cuanto a la solución
nanciera en los bancos de datos crediticios” (fs. 331/332 del caso interesa, prescribe: “4. Sólo se podrán archivar,
vta.), de la que la ley permite liberarse al cabo de dos años registrar o ceder los datos personales que sean significati-
–si procedió a la cancelación o si ésta de “otro modo” re- vos para evaluar la solvencia económica-financiera de los
sultó extinguida– o de cinco –si no lo hizo– contados en afectados durante los últimos cinco años. Dicho plazo se
este último caso, como reza el art. 26 de la citada ley, “a reducirá a dos años cuando el deudor cancele o de otro
partir de la fecha de la última información adversa archiva- modo extinga la obligación, debiéndose hacer constar di-
da que revele que dicha deuda era exigible”. cho hecho”.
En tales condiciones, juzgó que “la calificación 5 que se in- Por su parte, el art. 26, dec. 1558/2001, que reglamentó
forma se origina en la mora del deudor” debe computarse aquella ley, en su parte pertinente, dispone: “Para apre-
a partir de ese momento, “sin que tenga incidencia al res- ciar la solvencia económica-financiera de una persona,
pecto que esa información sea mantenida por el acreedor conforme lo establecido en el art. 26, inc. 4, ley 25326,
año a año, durante un período indeterminado que termine se tendrá en cuenta toda la información disponible desde
–de ser computado– derogando en los hechos el régimen el nacimiento de cada obligación hasta su extinción. En el
de la ley” (fs. 332). cómputo de cinco (5) años, éstos se contarán a partir de
3) Que contra lo así decidido, el Citibank NA interpuso re- la fecha de la última información adversa archivada que
curso extraordinario, cuya denegación origina la presente revele que dicha deuda era exigible. Si el deudor acredita
queja, y que resulta formalmente admisible en razón de que la última información disponible coincide con la ex-
que, más allá de que la recurrente tacha de arbitraria a tinción de la deuda, el plazo se reducirá a dos (2) años.
la sentencia (confr. fs. 340 y ss.), sus agravios ponen en Para los datos de cumplimiento sin mora no operará pla-
cuestión la inteligencia de las normas federales antes ci- zo alguno para la eliminación”.

508 AbeledoPerrot Córdoba


Derechos personalísimos
“A los efectos del cálculo del plazo de dos (2) años para En consecuencia, contrariamente a lo sostenido por el
[la] conservación de los datos cuando el deudor hubiere apelante a fs. 344 vta., no resulta del texto de la ley –ni
cancelado o extinguido la obligación, se tendrá en cuenta puede inferirse de su génesis– que el plazo de cinco años
la fecha precisa en que se extingue la deuda”. deba quedar pospuesto mientras la deuda sea exigible por
no haberse operado a su respecto la prescripción, si pre-
6) Que, según ha sido señalado por el tribunal al fallar en
cisamente, la intención del legislador ha sido consagrar un
la fecha el caso C.1380.XLII. “Catania, Américo Marcial v.
plazo más breve que el que se había sugerido originaria-
BCRA - (base datos) y otros s/hábeas data”, del debate
mente (el de diez años), y que había obedecido a la finali-
parlamentario de la norma transcripta en primer término,
dos cosas resultan con suficiente nitidez. dad de hacerlo coincidir con el plazo de prescripción.

La primera de ellas, es que la ley ha consagrado el dere- 7) Que, en el sub examine, el plazo sobre el que versó la
cho del afectado a exigir que –transcurrido cierto tiempo– controversia es el de cinco años, pues la actora ha reco-
los datos significativos para evaluar su solvencia económi- nocido expresamente la existencia de su deuda y que ésta
co-financiera no sean mantenidos en las bases de datos no fue cancelada (fs. 223 y 228).
ni difundidos, con el objeto de que el individuo no quede Los conceptos adeudados por aquélla responden al saldo
sujeto indefinidamente a una indagación sobre su pasado. de la tarjeta de crédito “Diners” que se mantiene impago
Según se expresó, esta clase de previsión no es novedosa desde el día 16/11/1995 (fs. 241), y al saldo de la tarje-
y fue adoptada –con diversos matices– por las legislacio- ta de crédito “Mastercard” que se mantiene impago des-
nes de numerosos países que fijaron plazos similares a los de el mes de noviembre de 1996, sin que respecto a este
que estableció la ley 25326 (ver, en especial, lo expresado último se haya podido determinar la fecha exacta en que
en los consids. 5 y 6, párr. 2, de la sentencia citada). se produjo la mora (ver la pericia de fs. 257/258, con las
La segunda, es que –más allá de las bondades o no del aclaraciones de fs. 273/274, que no ha sido impugnada
sistema ideado– el legislador expuso su preocupación por las partes).
acerca de que el mantenimiento de información adversa Por su parte, no se encuentra debatido por las partes –y así
en las pertinentes bases de datos durante un largo lapso resulta de las constancias acompañadas a la causa por el
(como el de diez años previsto en el proyecto de ley origi- Banco Central de la República Argentina– que a raíz de la
nario) podría dar lugar a una suerte de inhabilitación del información enviada por el Citibank N.A. a la Central de
deudor y a la consiguiente imposibilidad de reingreso al Deudores del Sistema Financiero (base de datos de aquel
circuito comercial y, por ende, juzgó aquel mantenimiento organismo), se archivó en ésta la constancia de que el de-
como una solución disvaliosa. Es por ello, que en el texto mandante era un deudor que, con relación a ambas deu-
de la ley 25326 se estableció un plazo más breve que el das, se encontraba en “situación 5”, esto es, un deudor
inicialmente propuesto en el proyecto de ley, a la vez que “irrecuperable” que mantiene un atraso en el pago de sus
se distinguió la situación de aquellos deudores que no han obligaciones superior a un año o se encuentra en alguna de
cancelado sus deudas (en cuyo caso el plazo sería de cin- las restantes situaciones que describe la normativa relativa
co años), de los que sí lo han hecho (supuesto en el que a la clasificación de deudores y al régimen informativo con-
el plazo se reduciría a dos años), con total independen- table mensual que deben cumplir las entidades financie-
cia de que en relación a los primeros pueda perseguirse ras (ver, en especial, Comunicación “A” 2216; Comunica-
el cobro de la acreencia mientras la obligación sea jurídi-
ción “A” 2389; Comunicación “A” 2729 y Comunicación “A”
camente exigible.
3360, en su texto actualizado, todas ellas dictadas por el
En este orden de ideas, según se expresó en el citado caso Banco Central de la República Argentina). Este dato –deu-
“Catania”, es revelador el hecho de que no fue aceptada dor en “situación 5”– sin ningún otro aditamento ni varian-
la propuesta expresa del diputado Caviglia en el sentido de te en cuanto a la situación económica-financiera del actor,
establecer un único plazo que regiría en caso de que me- ha sido informado e ingresado a la Central de Deudores del
diara la cancelación de la deuda, y que fue sostenida en Sistema Financiero, mensualmente durante años.
términos muy contundentes: “Debemos liberar a los que
En efecto, según lo ha expresado el banco demandado
pagan pero no podemos darle el mismo derecho a los cin-
en el escrito de contestación de la demanda –esto es, en
co años a los que no pagan...”.
el año 2003– aún seguía informando la misma situación
“Si prohibimos conocer a los que no pagan estamos dan- con relación al saldo deudor de la tarjeta de crédito “Di-
do un pésimo ejemplo a la sociedad, ya que un moro- ners”, y con respecto al saldo deudor de la tarjeta de crédi-
so tan sólo debe esperar dos años más respecto de otro to “Mastercard”, remitió idéntica información a la base de
que pagó, para exigir a los bancos de datos que lo saquen datos del Banco Central en forma ininterrumpida hasta el
de sus archivos...” (ver el desarrollo de la disidencia par- mes de diciembre 2002, momento en el que Citibank NA
cial del diputado Caviglia, “Antecedentes parlamentarios”, decidió enviar dicho saldo “a pérdida” a raíz del “...sanea-
t. 2001-A, Ed. La Ley, Buenos Aires, 2001, ps. 430/433, miento de la referida cuenta por una decisión de índole co-
en especial, p. 431). mercial...” (ver fs. 26/31; 168 vta. y 169/170 vta.).

Córdoba, 2012, fasc. 5 509


Jurisprudencia Anotada
8) Que, según resulta del texto del art. 26, dec. 1558/2001, Cabe concluir, entonces, que la última información adver-
transcripto, en el consid. 5 de la presente, en relación a las sa en los términos del art. 26, dec. 1558/2001, data del
obligaciones que no han sido extinguidas, el plazo de cinco mes de noviembre de 1996 –en el caso de la tarjeta de
años debe ser contado “...a partir de la fecha de la última crédito “Diners”– , y del mes de noviembre de 1997 –en el
información adversa archivada que revele que dicha deu- caso de la tarjeta de crédito “Mastercard”– fechas en que
da era exigible”. se consignó que la actora se encontraba en “situación 5”
por haberse cumplido un año desde que las respectivas
La imprecisión o poca claridad que exhibe esta norma re-
deudas se hicieron exigibles. Por tal razón, al inicio de la
glamentaria –cuya constitucionalidad no ha sido impugna-
demanda se hallaba superado el plazo de cinco años (ver
da– acerca del momento en que comienza a correr aquel
constancia de fs. 6).
plazo, debe subsanarse mediante una interpretación que,
sin excluir su literalidad, se ajuste estrictamente a la vo- En consecuencia, corresponderá suprimir dicha informa-
luntad del legislador que dictó la ley 25326. Ha de evitar- ción de la Central de Deudores del Sistema Financiero,
se, entonces, toda inteligencia que en los hechos implique debiendo la demandada solicitar al Banco Central de la
una postergación sine die, o una excesiva tardanza en el República Argentina que practique las modificaciones ne-
inicio del cómputo del plazo que se examina, puesto que cesarias en tal sentido en la referida base de datos, en
ello se opone al declarado propósito de lograr una reinser- los términos de lo dispuesto por el art. 16, párr. 2, dec.
ción del afectado en el circuito comercial o financiero. 1558/2001.
En este sentido, cuando el art. 26, dec. 1558/2001 fija Vale aclarar que el cumplimiento de este mandato no ten-
como hito, “la fecha de la última información adversa ar- drá el efecto de impedir al Banco Central la preservación
chivada que revele que dicha deuda era exigible”, esta ex- de esos datos fuera del acceso público, así como su uti-
presión debe ser entendida como el último dato –en su lización para el cumplimiento de sus deberes de supervi-
sentido cronológico– que ha ingresado al archivo, registro sión y control sobre las entidades financieras. Tampoco ha
o base de datos, en la medida en que, como reza el art. de interferir en la observación de las directivas técnicas
26, ley 25326, se trate de datos “significativos” para eva- concernientes a la previsión que deben hacer las entida-
luar la solvencia económica-financiera de los afectados”. des financieras en respaldo de sus activos.
En este orden de ideas, se adelanta que, no podrá con-
9) Que, por último, si bien las razones precedentes serían
siderarse como última información archivada, la asentada
suficientes para confirmar lo decidido por el a quo, corres-
en un registro por el sólo hecho de ser la constancia final
ponde añadir lo expresado por la actora acerca de que,
de una serie o sucesión de datos, si –como ha ocurrido en
aún en la hipótesis más desfavorable a su pretensión, esto
el sub examine– se trata de una mera repetición de la mis-
es, que el plazo de prescripción que debe regir las deudas
ma información que, sin novedad o aditamento alguno, ha
discutidas en este pleito sea el de diez años (fs. 352), en
sido archivada durante los meses o años anteriores.
la actualidad aquéllas estarían prescriptas.
En el caso, dado el particular sistema contable de registro
La consecuencia de dicha aseveración, sería, por una par-
e información que deben llevar las entidades financieras
te, que en tanto el cumplimiento de la obligación –al me-
–regulado en las normas a las que se hizo referencia en el
nos como obligación civil– ya no sería exigible por el acree-
considerando precedente–, la información adversa que el
dor, dudosamente podría sostenerse que corresponde
Citibank N.A. posee en relación a la actora tuvo su origen
mantener la condición de “deudor” en los respectivos re-
en la falta de pago en el mes de noviembre de 1995 y en
gistros, pues se configuraría un supuesto en el que el dato
el mes de noviembre de 1996, de las deudas que a esas
ha perdido “...vigencia respecto de los fines para los que
fechas eran exigibles y que fueron contraídas con las tar-
se hubiese obtenido o recolectado...”, y en consecuencia,
jetas de crédito “Diners” y “Mastercard”, respectivamen-
debe ser suprimido “...sin necesidad de que lo requiera el
te (ver pericia de fs. 257/258, con las aclaraciones de fs.
titular de los datos” (dec. 1558/2001, art. 4, párr. 3). Por
273/274). Tal como lo admitió expresamente la deman-
otra parte, si es posible sostener que la prescripción ha
dada (fs. 170 vta.; 313 y 317 vta.), la existencia de estas
extinguido aquella clase de obligación, la información sólo
deudas ha sido informada y archivada oportunamente en
podría ser conservada o cedida durante un plazo de dos
la Central de Deudores del Sistema Financiero del Banco
años desde que dicha extinción se produce, término que,
Central, bajo la constancia de que la actora era un deudor
en consecuencia, también se encontraría cumplido en el
en “situación 5” o “irrecuperable”, categoría a la que un
sub examine (art. 26, pto. 4, segunda parte, ley 25326, y
deudor ingresa ante la falta de cancelación de sus deudas,
art. 26, párrs. 3 y 4, dec. 1558/01).
una vez transcurrido el lapso de un año en el atraso de los
pagos. Es ésta la última información adversa a la que alu- Por ello, oída la procuradora fiscal, se hace lugar a la que-
de la norma, y no las sucesivas reiteraciones del mismo ja, se declara procedente el recurso extraordinario y con el
dato –deudor en “situación 5” o “irrecuperable”– que han alcance expresado en el consid. 8 de la presente, corres-
sido informadas y aparecen asentadas en la base de da- ponde confirmar lo decidido en la sentencia apelada. Con
tos mencionada (ver fs. 26 a 31). costas por su orden en razón de lo novedoso y complejo

510 AbeledoPerrot Córdoba


El derecho al olvido en la interpretación de la Corte Suprema de Justicia...
de la cuestión debatida. Agréguese la queja al principal y Enrique Santiago Petracchi.– Juan Carlos Maqueda.– E.
reintégrese el depósito efectuado. Raúl Zaffaroni.– Carmen M. Argibay.
Notifíquese y, oportunamente, devuélvase.– Ricardo Luis
Lorenzetti.– Elena I. Highton De Nolasco.– Carlos S. Fayt.–

El derecho al olvido en la interpretación de la Corte


Suprema de Justicia de la Nación
Por Raúl Omar Toro (*)

SUMARIO: I. Introducción.– II. Análisis fáctico.– III. La interpretación de la Corte.– IV. El espíritu
de la ley según el debate legislativo.– V. Cómputo de los plazos quinquenal y bienal.–
VI. Armonización de la ley y la reglamentación.– VII. tesis restrictiva.– VIII.
tesis amplia.– IX. ¿El plazo es de caducidad o prescripción?– X. Conclusiones.–
XI. Bibliografía

I. INTRODUCCIÓN El derecho al olvido ha sido definido por el suscripto


La Corte Suprema de Justicia de nuestro país se pronun- como “aquel que permite eliminar la información cre-
ció el 18/11/2011 acerca de la interpretación, que debía diticia de las personas –físicas o jurídicas– almace-
asignarse, al derecho al olvido en nuestro sistema norma- nada en archivos, transcurrido determinado plazo de
tivo. En sendos fallos, “Napoli v. Citibank N.A” (1), y “Ca- tiempo. Ello implica el cumplimiento del principio de fi-
tania v. BCRA (Central de deudores)” (2) nuestro Máximo nalidad, que se efectiviza cuando los datos obsoletos
Tribunal sentó las bases de la aplicación de este novedo- y caducos que pierden virtualidad jurídica son descar-
so derecho. Además estableció el alcance y significado del tados. El fundamento de ello radica en que han deja-
art. 26, inc. 4 (3), Ley de Protección de Datos Personales do de ser útiles respecto de los “fines” con los que se
y del art. 26, párr. 3, dec. reglamentario (4). colectaron.

(1) Corte Sup., 8/11/2011, N.112, “Napoli, Carlos v. Citibank N.A s/hábeas data”.
(2) Corte Sup., 8/11/2011, C.1380, “Catania v. BCRA s/hábeas data”.
(3) Art. 26: (Prestación de servicios de información crediticia). 1. En la prestación de servicios de servicios de información credi-
ticia solo pueden tratarse datos personales relativos a la solvencia económica y al crédito, obtenidos de fuentes accesibles al
público o procedentes de informaciones solicitadas por el interesado o con su consentimiento. 2. Pueden tratarse igualmen-
te datos personales relativos al cumplimiento o incumplimiento de obligaciones de contenido patrimonial facilitados por el
acreedor o por quien actúe por su cuenta o interés. 3. A solicitud del titular de los datos, el responsable o usuario del banco
de datos, le comunicará las informaciones, evaluaciones y apreciaciones que sobre el mismo le hayan sido comunicadas en
los últimos seis meses y el nombre y domicilio del cesionario en el supuesto que los datos hayan sido obtenidos por cesión.
4. Sólo se podrán archivar registrar o ceder, los datos que sean significativos para evaluar la solvencia económico-financiera
de los afectados durante los últimos cinco años. Dicho plazo se reducirá a dos cuando el deudor cancele o de cualquier otro
modo extinga la obligación, debiéndose hacer constar dicho hecho. 5. La prestación de servicios de información crediticia no
requerirá el previo consentimiento del titular de los datos a los efectos de su cesión ni la ulterior comunicación de ésta, cuan-
do estén relacionados con el giro de las actividades comerciales o crediticias de los cesionarios.
(4) Dec. reglamentario 1558/2001.

Córdoba, 2012, fasc. 5 511


Jurisprudencia Anotada
II.ANÁLISIS FÁCTICO La deuda poseía su origen en una tarjeta de crédito Diners
desde el mes de noviembre del año 1995 por la suma
El análisis fáctico de Catania y Napoli gira en torno al ejer-
de $ 2212,43 y de una Mastercard desde noviembre del
cicio de acciones de hábeas data incoadas por los acto-
año 1996 por la suma de $ 1379,05, con la particulari-
res. Se perseguía y se logró la supresión de información
dad de haber reconocido la accionante la falta de pago de
crediticia con fundamento en el derecho al olvido, recep-
ambos saldos.
tado en nuestro sistema normativo a través de los arts.
26, inc. 4 de la ley, y 26, párr. 3 del decreto que la regla-
menta. III. LA INTERPRETACIÓN DE LA CORTE
En Catania, el actor reconoce como hechos ciertos la exis- Tanto en Napoli como en Catania lo que se discutía era el
tencia del saldo deudor de la cuenta corriente que po- momento a partir del cual se comienza a computar el pla-
seía en el banco demandado; que incurrió en mora el zo de caducidad que prevé la ley 25236 de Protección de
19/8/1997, y que en el juicio ejecutivo iniciado para el co- Datos Personales. Sostuve la postura en mi tesis acerca
bro de tal deuda, el Citibank NA obtuvo sentencia favora- de que el plazo de los cinco años (para deudas impagas) y de
ble el 16/11/1998 –deuda que aún no ha sido dos años (para deudas canceladas) debía ser aplicado en
satisfecha– el almacenamiento de esta información consonancia con el espíritu de la ley manifestado en las se-
resulta prohibido por la ley, pues la información está siones legislativas que dieron nacimiento a la norma.
caduca. El art. 26, inc. 4, ley 25236 y el art. 26, inc. 3, dec.
Se manifiesta que tratándose de una deuda que data de 1558/2001 que la reglamenta no fueron claros respecto
1997, respecto de la que se ha obtenido una sentencia del momento a partir del cual debía computarse el plazo
favorable al acreedor en 1998, la información relativa a de caducidad. El art. 26, inc. 3 de la norma reglamenta-
la morosidad debió ser eliminada de la base de datos en ria establece como punto de partida el último dato adver-
2003, al transcurrir el plazo de cinco años contemplado so archivado que revele que dicha deuda era exigible. Esa
en el art. 26, pto. 4, ley 25326 (fs. 120/120 vta.). posición generó múltiples interpretaciones.

Y dijo el actor que la fecha “…a tomarse en cuenta es la La corte encuentra la solución correcta para resolver tan-
del acontecimiento que causó la situación de mora, es de- to Napoli como Catania y otorga una directriz que nos in-
cir 1994/1993”, y que a partir de dicha fecha, “…en el dica cómo aplicar en la práctica el derecho al olvido. La
BCRA se ha venido repitiendo la misma información du- corte señala el espíritu de la norma sancionada por el le-
rante más de cinco años…”, con lo que se han violado las gislador y dice:
prescripciones de la ley (fs. 123). “…La primera de ellas, es que la ley ha consagrado el de-
Con relación a los saldos deudores informados por el Citi- recho del afectado a exigir que –transcurrido cierto tiem-
bank NA respecto de la tarjeta de crédito “MasterCard” y po– los datos significativos para evaluar su solvencia eco-
la tarjeta de crédito “Visa” (que habrían sido dadas de baja nómico-financiera no sean mantenidos en las bases de
el 23/9/1997 y el 6/4/2000, respectivamente), si bien el datos ni difundidos, con el objeto de que el individuo no
actor no reconoció expresamente estas deudas, manifes- quede sujeto indefinidamente a una indagación sobre su
tó que “…aun cuando las deudas fueran ciertas y la mora pasado. Según se expresó, esta clase de previsión no es
fuese la que denuncia el Citibank,… dichas novedosa y fue adoptada –con diversos matices– por las
obligaciones estarían prescriptas a tenor de la legislaciones de numerosos países que fijaron plazos simi-
jurisprudencia y de la Ley de Tarjetas de Crédito 25065”, o lares a los que estableció la ley 25326 (ver, en especial,
bien, deberían ser alcan- zadas por el “derecho al olvido” lo expresado en los consids. 5 y 6, párr. 2, de la senten-
establecido en el art. 26, pto. 4, ley 25326 (fs. 123/123 cia citada).
vta. y 124). La segunda, es que –más allá de las bondades o no del
El juez de primera instancia rechazó la demanda en todas sistema ideado– el legislador expuso su preocupación
sus partes (fs. 319/321) y la sala II de la Cámara Nacional acerca de que el mantenimiento de información adversa
en las pertinentes bases de datos durante un largo lapso
de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal,
(como el de diez años previsto en el proyecto de ley origi-
por mayoría confirmó la decisión del a quo (fs. 357/360).
nario) podría dar lugar a una suerte de inhabilitación del
En Napoli, la sala III de la Cámara Nacional en lo Civil y Co- deudor y a la consiguiente imposibilidad de reingreso al
mercial Federal revocó la sentencia de primera instancia circuito comercial y, por ende, juzgó aquel mantenimiento
haciendo lugar a la acción de hábeas data impetrada por como una solución disvaliosa. Es por ello, que en el texto
la actora. Se ordenó al Citibank que procediera a suprimir de la ley 25326 se estableció un plazo más breve que el
los datos personales del actor con fundamento en el dere- inicialmente propuesto en el proyecto de ley, a la vez que
cho al olvido y que además comunicara esa circunstancia se distinguió la situación de aquellos deudores que no han
al BCRA, a fin de que dicha entidad de contralor procedie- cancelado sus deudas (en cuyo caso el plazo sería de cin-
ra a darlo de baja de la Central de Deudores del Sistema
Financiero.
512 AbeledoPerrot Córdoba
El derecho al olvido en la interpretación de la Corte Suprema de Justicia...
co años), de los que sí lo han hecho (supuesto en el que En su exposición el senador Yoma manifestaba en las se-
el plazo se reduciría a dos años), con total independen- siones previas a la sanción de la ley:
cia de que en relación a los primeros pueda perseguirse el
“…[V]oy a plantear dos modificaciones. Una en el inc. 4
cobro de la acreencia mientras la obligación sea jurídica-
del art. 26, referido al plazo dentro del cual las organiza-
mente exigible...”.
ciones de datos pueden mantener los datos de las perso-
La sanción de la ley procuró proteger derechos de neta rai- nas; se trataría de una reducción de diez a cinco años. Al
gambre constitucional. El art. 26, inc. 4 y el art. 26, inc. 3, respecto, pensamos que es excesivo que las organizacio-
dec. reglamentario, son materia de controversia frecuen- nes comerciales de datos tengan durante diez años este
te, vinculado a la necesidad de rehabilitar crediticia y fi- tipo de datos personales ya que, en los hechos, implica
nancieramente a cientos de miles de argentinos excluidos una virtual inhabilitación, fundamentalmente para el pe-
del sistema. La norma motivó diversas modificaciones en queño y mediano comerciante. Este plazo de cinco años
su tránsito por el Senado. Fue motivo de un arduo deba- no es arbitrario, ya que en la anterior Ley de Quiebras, para
te parlamentario. el fallido fraudulento –no es éste el caso–, la inhabilitación
era de cinco años…” (7) (senador Jorge Yoma, Diario de
sesiones del Congreso de la Nación).
IV. EL ESPIRITU DE LA LEY SEGUN
EL DEBATE LEGISLATIVO El legislador muestra una notable preocupación focalizada
en la reducción de los tiempos de permanencia de los su-
De la lectura del debate legislativo emerge clara la idea de
jetos en los archivos informáticos. El proyecto inicial incluía
brindar a los ciudadanos una herramienta que controlase
un plazo de diez años de caducidad para el archivo de la
la calidad de su información crediticia. La preocupación no
información crediticia. El senador solicitó una reducción a
era menor. En el año 1998, época de debate en el Sena-
cinco años, quedando establecido el plazo de caducidad
do, y en el 2000, lapso en que se sancionó la ley, el tráfico
en el debate. La Cámara iniciadora no previó en el primer
de datos personales resultaba indiscriminado y arbitrario.
proyecto aprobado el derecho al olvido cuando las deudas
Piénsese en la situación de permanecer erróneamente in-
no hubiesen sido canceladas. En esas condiciones el pro-
formado como deudor moroso por un simple caso de ho-
yecto ingresó a Diputados.
monimia y los trastornos que esta situación acarreaba. ¿A
quién se le reclamaba?, ¿de qué manera?, ¿cuáles eran El Dictamen de Comisión de la Cámara de Diputados –or-
los derechos que nos amparaban? den del día 776/2000 del 28/8/2000– denota que lo im-
perativo era la sanción de la norma, y los plazos de cadu-
La discusión parlamentaria puso en evidencia que el art.
cidad que se debían fijar en referencia al mantenimiento
26, inc. 4, incluiría en el sistema a los individuos excluidos
de la información crediticia en los informes (derecho al ol-
por las sucesivas crisis que atravesó nuestro país. Ello se
vido). En este dictamen, el tratamiento de la información
lograría otorgándoles un derecho al olvido.
crediticia en su art. 26, inc. 4, imponía un plazo de archi-
Del dictamen de Comisión 1006/1998 de fecha vo de cinco años para deudas impagas y de tres para deu-
29/9/1998 del Senado de la Nación, se desprende que lo das canceladas.
aprobado en relación al plazo de caducidad de la informa-
En el debate parlamentario la miembro informante diputa-
ción crediticia era el mantenimiento de ésta por diez años,
da Elisa Carrió manifestaba textualmente:
asimilando este término a la prescripción liberatoria de las
deudas (5). Sin embargo la disidencia parcial se propuso “…Las otras modificaciones introducidas a la sanción del
disminuir el plazo en cinco años, equiparándoselo al tér- Senado de la Nación están referidas a las informacio-
mino de vencimiento de los embargos e inhibiciones (6). nes crediticias, básicamente se disminuye el tiempo por
Los disidentes sostenían sus fundamentos con base en lo el cual la información puede estar en el banco de datos,
preceptuado en el derecho comunitario. ya que la sanción del Senado establecía un plazo de cin-

(5) Dictamen de Comisión 1006/1998 del 29/09/1998, suscripto por los senadores Jorge R. Yoma, Carlos A. Verna, Augusto
Alasino, Hugo Sager, Ernesto R. Oudín, Eduardo Menem, Julio A. San Millán, Ángel F. Pardo, Antonio F. Cafiero, César Mac
Karthy, Julio C. Humada, Pedro C. Maranguello, Julio A. Miranda, Jorge J. Massat, José O. Figueroa, Horacio A. Zalazar, José
M. de la Sota, Héctor M. Maya, Alberto M. Tell y José L. Gioja. “Antecedentes parlamentarios”, Dictamen de Comisión, www.
laleyonline.com.ar.
(6) Disidencia parcial de fecha 29/9/1998 del dictamen de Comisión de fecha 10/6/1998, suscripto por los senadores José Ge-
noud, Mario A. Losada, Raúl A. Galván, Horacio D. Usandizaga, Conrado H. Storani, Pedro del Piero y Alcides H. López. “Ante-
cedenes parlamentarios”, Dictamen de Comisión, www.laleyonline.com.ar.
(7) http://www.laleyonline.com.ar/maf/app/document?rs=&vr=&src=doc&docguid=i517B5ACAFED64B A15400600766C1D4
&spos=&epos=1&td=&bctocguid=&bchistory=&ststate=&linktype=ref&crumb action=append&context=22.

Córdoba, 2012, fasc. 5 513


Jurisprudencia Anotada
co años para todos y el dictamen en consideración lo dis- hubiese cancelado y por último, se acordó un término de
minuye en los casos en que el deudor haya cancelado su caducidad de diez años a los casos de individuos concur-
deuda…”,”…no puedo dejar de señalar que ésta es quizá sados o fallidos.
una de las normas más importantes que la Cámara haya
Analizado en ambas cámaras el proyecto de la ley 25326
considerado pues afecta a casi el 40% de los ciudadanos
en lo que a nuestro estudio respecta, el art. 26, inc. 4,
argentinos que, ya sea por irresponsabilidad de las entida-
quedó redactado como aún permanece. Se suprimió la
des crediticias o de las empresas que registran datos sin
modificación introducida en la cámara revisora eliminán-
bases firmes, han sufrido enormes daños al adjudicársele
dose el plazo referido al archivo de concursados y fallidos
datos falsos o por encontrarse registrados por tiempo ilimi-
en la norma. En definitiva la Corte Suprema interpretó la
tado. La presente iniciativa viene a corregir esta situación
norma tal cual su espíritu beneficiando a los deudores y en
y dar certeza a los ciudadanos, así como regular algo que
tal sentido fallo en Catania y Napoli.
hoy está sujeto a las reglas del mercado y causando enor-
mes daños a la población…”.
Es el diputado Di Cola (8) en el debate legislativo quien
V. CÓMPUTODE LOS
propone, una reducción del plazo de permanencia de tres
PLAZOS QUINQUENAL y
a un año en el supuesto de deudas canceladas, para que
BIENAL
proceda el derecho al olvido. Los fundamentos vuelven a La reglamentación reza: “Para apreciar la solvencia eco-
ser similares a los del miembro informante. Plantea una nómico-financiera de una persona, conforme lo estable-
vez más los intereses en pugna. La protección del crédi- cido en el art. 26, inc. 4, ley 25326, se tendrá en cuen-
to evitando niveles de mora elevados en la ciudadanía que ta toda la información disponible desde el nacimiento de
conllevan a su encarecimiento, y el derecho al olvido, en- cada obligación hasta su extinción. En el cómputo del pla-
tendido como premio a la cancelación de la deuda. zo de cinco años éstos se contarán a partir de la fecha de
la última información adversa archivada que revele que di-
El diputado Baglini disintió con el dictamen de comisión.
cha deuda era exigible. Si el deudor acredita que la últi-
Lo preocupaba que el art. 26, inc. 4, no incluyese un plazo
ma información disponible coincide con la extinción de la
de diez años de caducidad, se refería al archivo de los da-
deuda, el plazo se reducirá a dos (años). Para los datos
tos personales de individuos referidos a concursos y quie-
de cumplimiento sin mora no operará plazo alguno para
bras. El fundamento del plazo propuesto encontró susten-
la eliminación”.
to en los términos asignados a los concursados o fallidos
(en el año 2000) para el pago de sus deudas cuando hu- Para el cómputo de cinco años debemos tener en cuenta
biese acuerdo de pago homologado. Finalmente esta su- la última información adversa. La pregunta es ineludible,
gerencia se aceptó en diputados siendo rechazada en el ¿Cuál es la última información adversa?, ¿se computa la
Senado. fecha en que entró en mora la obligación o cada venci-
miento? Recordemos que en las obligaciones de tracto
Conforme a los antecedentes expuestos en esta parte, el
sucesivo los vencimientos son mensuales. Si computára-
art. 26, inc. 4, receptaba el derecho al olvido. Para las
mos como última información adversa cada cumplimien-
deudas canceladas se adoptó la posición del diputado Di
to concluiríamos que los individuos podrían ser informados
Cola, y se asignó un término medio de dos años de per-
sine die. Distinto es el caso de un único vencimiento.
manencia en los archivos. Además se estipuló un plazo de
cinco años de derecho al olvido aunque la deuda no se Cuando el deudor certifique que la última información dis-
ponible coincide con la extinción de la deuda, el plazo de

(8) El art. 26 se refiere a la prestación de servicios de información crediticia. Mi disidencia se refiere al inc. 4 en lo que respecta
al plazo en que los datos deben quedar registrados en esas empresas. Indudablemente aquí entran en juego dos intereses:
El interés de la protección del crédito, vinculado con el desarrollo de la economía, donde se comprende la necesidad de tra-
tar de bajar la morosidad e incobrabilidad, que en nuestro país es muy elevada y que termina encareciendo el crédito para los
que cumplen; y el derecho al olvido que todo ciudadano tiene a partir de haber cumplido con alguna obligación, aun cuando
haya incurrido en mora y estado en situación de incobrabilidad por algún tiempo. Lo cierto es que una vez que cumplió, resul-
ta excesivo que continúe asentado durante tres años en el banco de datos. Lamentablemente, es importante la cantidad de
argentinos que están incorporados en esos registros, quienes son colocados prácticamente en situación de muertos civiles.
Hace un par de días me ocurrió una situación curiosa por la que, seguramente, han pasado varios colegas. Una persona me
dijo que había conseguido trabajo pero que, como consecuencia de figurar en una base de datos, el trabajo le era negado.
Ello significa que este tipo de registros no sólo está siendo utilizado por aquellos que prestan dinero a efectos de garantizar la
devolución y solvencia del deudor sino que está trascendiendo mucho más allá de estos límites. Debe entenderse que esta-
mos hablando de aquellos deudores que han cumplido. Por lo tanto, mantenerlo durante tres años en esos registros significa
entorpecer aún más la situación de por sí trabada que viven los ciudadanos en el marco de la actual economía argentina. Di-
putado Di Cola, Eduardo Román, Debate legislativo, Diario de Sesiones, 14/9/2000, www.laleyonline.com.ar.

514 AbeledoPerrot Córdoba


El derecho al olvido en la interpretación de la Corte Suprema de Justicia...
caducidad de la información se reduce a dos años. Aquí sea fidedigna no existen obstáculos para que se publique.
la carga de acreditar que la obligación se ha extinguido es Esta posición intenta eludir el plazo del art. 26, inc. 4
del deudor, es su responsabilidad seguir informado o no. que le otorga primacía al transcurso de cinco años para la
La ley debería cargar de igual modo al cedente de la infor- eliminación del dato obsoleto.
mación con la obligación de dejar de enviar datos al res-
Entonces vemos que el plazo del cómputo de caducidad
pecto. Porque en la práctica sucede que aún habiéndose
del dato puede ser renovado sine die por el informante.
producido el fenecimiento de la obligación, los cedentes
De este modo la reglamentación asigna una fecha que
continúan publicando información obsoleta.
con absoluta libertad puede ser modificada. Cuando pres-
Estamos estudiando el tratamiento de la información cre- cribe desde la última información adversa, no dice qué re-
diticia que el cedente suministra sin control. Esta provisión quisito debe reunir una información para devenir adversa.
de datos no está sujeta a consentimiento previo del infor- Ello queda librado a la interpretación discrecional del ce-
mado. El poder otorgado al informante es discrecional. En- dente, pues será quien determine cuándo la información
tonces, observamos que la reglamentación lejos de poner es negativa.
un límite a la publicación indefinida de información, sumi-
nistra un arma peligrosa a su poseedor. Existen dos tesis Así las cosas, la última información desfavorable es la que
para establecer el plazo de caducidad, ellas son desarro- fija el dies a quo del nuevo cómputo del plazo sentado en
lladas a continuación. la norma. ¿El nuevo cómputo?, sí, el nuevo cómputo. Por-
que a partir de esa nueva información publicada se reini-
cia el término de cinco años de caducidad del dato. En
VI. ARMONIZACIÓN DE LA LEY ese punto reside la arbitrariedad de la tesis restrictiva. El
y LA REGLAMENTACIÓN absurdo de esta postura consiste en encontrar una tram-
Para poder interpretar ambas normas traigo a colación el pa para vulnerar el plazo de cinco años prescripto por la
menor rango normativo del reglamento frente a la ley. Sen- ley (9).
tado ello recuerdo como primera premisa que una norma Como la publicidad del dato está en manos del informan-
de menor rango normativo no debe desnaturalizar lo orde- te, éste puede ingresar alguna información que lejos de
nado por la regla superior. A partir de allí deben encastrar- ser relevante, a su criterio, ostente esa calidad. A modo
se ambas disposiciones para que siendo una producto de de ejemplo, si nos referimos a la categorización de la in-
la otra, no entren en colisión. Para definir su aplicación al formación crediticia (10) decimos que por cada nueva ca-
caso concreto habremos de efectuar una hermenéutica lificación podemos renovar la publicidad del dato. Incluso
integradora de ambas. Esta mirada sin excluir una norma
cualquier dato nuevo puede interrumpir el término de ca-
de otra nos traerá la solución.
ducidad de cinco años.
Del mismo modo, con la caducidad del plazo de cinco
VII.TESIS años, cancelada la acreencia, o no, lo perseguido es la eli-
RESTRICTIVA minación del dato caduco. Cuando la reglamentación reza
Esta línea de pensamiento ha interpretado que el plazo que para contar el plazo se estará a la fecha de la última
de caducidad se computa desde cada actualización de la publicación adversa archivada, reveladora de la exigibilidad
información que realiza la entidad informante o cedente. de la deuda, se refiere a la primera información adversa,
Destaca que mientras la deuda sea exigible y la información

(9) Naturalmente el ingreso al archivo de esa información dependerá del responsable del tratamiento o del acreedor. Por ende,
éste podría por una parte ingresar nuevos datos adicionales a la existencia de la deuda y que revelasen que ésta era exigible
(p. ej., una nueva calificación mensual, pase a contencioso, inicio de juicio, traba de embargo, sentencia, ejecución, remate,
pedido de quiebra etc.). Palazzi, Pablo, “Informes comerciales”, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2007, p. 187.
(10) La comunicación “A” 5093 del 29/6/2010 establece cinco categorías para la calificación de las deudas: 1. En situación nor-
mal: El análisis del flujo de fondos del cliente demuestra que es capaz de atender adecuadamente sus compromisos finan-
cieros. 2. Con seguimiento especial: En observación. El análisis de flujo de fondos del cliente demuestra que, al momento de
realizarse, puede atender la totalidad de sus compromisos financieros. Sin embargo, existen situaciones posibles que, de no
ser controladas o corregidas oportunamente podrían comprometer la capacidad futura de pago del cliente. 3. Con problemas:
El análisis del flujo de fondos del cliente demuestra que tiene problemas para atender normalmente la totalidad de sus com-
promisos financieros, y que de no ser corregidos, esos problemas pueden resultar en una pérdida para la entidad financiera.
4. Con alto riesgo de insolvencia: El análisis del flujo de fondos del cliente demuestra que es altamente improbable que pue-
da atender la totalidad de sus compromisos financieros. 5. Irrecuperable: las deudas de cliente incorporados a esta categoría
se consideran incobrable. Si bien estos activos podrían tener un nivel de recuperación bajo un cierto conjunto de circunstan-
cias futuras, su incobrabilidad es evidente al momento del análisis. 6. Irrecuperable por disposición técnica: se incluirán clien-
tes que a su vez sean deudores en situación irregular –considerando tales a los que registren atrasos superiores a los ciento
ochenta días en el cumplimiento de sus obligaciones–, www.bcra.gov.ar

Córdoba, 2012, fasc. 5 515


Jurisprudencia Anotada
puesto que las demás fueron repeticiones de una inicial. Y sostenía la tesis restrictiva para mantener la información
cuando la ley relata exigibilidad, describe la exigibilidad de caduca. La deudora sostenía la tesis amplia. La deuda no
aquel dato primigenio, no del actual. estaba cancelada. Pero habían transcurrido los cinco años
de caducidad que prevé la ley de datos. El procurador dic-
VIII.TESIS AMPLIA taminó favoreciendo a la deudora. Lo valioso de este dic-
tamen es la armonización de la ley y del decreto en posi-
La tesis amplia, que adopta la Corte y con la que coinci- ción más favorable al deudor y en sintonía con el espíritu
do, tal como lo refiere su nombre, interpreta el término de de la ley.
caducidad según el espíritu del que fue impregnado el in-
ciso en el debate legislativo. De tal modo, la exégesis de A efectos de determinar desde cuándo se computan los
la norma para esta corriente de opinión asigna a las pala- plazos de caducidad por derecho al olvido diferenciamos
bras utilizadas un significado sin ambigüedades. Para ello, dos situaciones. La primera si la deuda es de vencimien-
entiende que cuando el inc. 4 del art. 26 de nuestra ley to único, la segunda si las obligaciones son a plazo. El
de datos permite su archivo, cesión o registro, no condi- dictamen de la Procuración del Tesoro 338/2006 fue la
ciona esta permanencia a su exigibilidad. Sí lo hace el re- base para determinar si en el comienzo del cómputo de
glamento. las obligaciones era relevante su exigibilidad. Allí el procu-
El ingreso de esta postura fue gradual. Revisemos el de- rador dijo que a su criterio no debía tenerse en cuenta la
creto reglamentario. Allí se expresa “…en el cómputo del exigibilidad de la obligación (13).
plazo de cinco años estos se contarán a partir de la fecha
Recordamos que la reglamentación del artículo introduce
de la última información adversa archivada que revele que
la palabra “exigibilidad”. Es a partir de ese término que el
dicha deuda era exigible…”. Acá aparecen dos palabras
debate doctrinario y jurisprudencial se torna más arduo.
que culminan desnaturalizando la ley, “adversa y exigible”.
Entonces surge el gran debate porque son ellas los pilares Pero el dec. 1585/2001 debe ser interpretado en armonía
que proporcionan nuevos argumentos para la defensa de con la ley que le da vida. No debe obviarse que el decre-
la tesis restrictiva. to es accesorio de la ley, no puede desnaturalizarla. Tiene
menor rango normativo incluso. Entonces la reglamenta-
A través del reglamento se intenta forzar la interpretación ción no debe contradecir la ley.
de la ley. La tesis amplia ya había tenido reconocimiento
jurisprudencial (11), sin embargo, no fue acogida por los Este dictamen compatibiliza el decreto reglamentario y la
organismos interpretadores de las normas. Su aprehen- ley 25326. Allí se concluyó que los cinco y dos años de
sión se produjo por el dictamen del Procurador General del plazo se refieren al nacimiento de la obligación hasta su
Tesoro de la Nación Osvaldo Guglielmino del 20/11/2006. extinción y que éstos se computan desde el momento en
Este dictamen logró un punto de inflexión, porque a partir que la deuda se tornó “exigible”. Entonces lo relevante es
de su nacimiento la DNPDP (12) inclinó su tendencia un si la obligación al momento de su publicación era exigible,
poco más a favor del deudor. pero esa exigibilidad sólo se produce desde la mora de
En aquella oportunidad la problemática giraba alrededor aquélla. No se debe indagar acerca de la exigibilidad ac-
del cómputo del plazo quinquenal. El banco Itaú Buen Ayre tual, sino la de antaño.

(11) C. Civ. y Com. Fed., sala 3, 3/11/2005, “Napoli, Carlos Alberto v. Citibank N.A”, 3/11/2005, sala III, 4/2/2005, “Girella, Juan
José v. BCRA”, y 7/2/2005, “Gross, Rodolfo Remigio”. C. Nac. Fed., sala III, in re “Garcia Sigal, Ernesto Alberto v. Banco Cen-
tral de la República Argentina y otros s/hábeas data”, causa 25729/2001, del 21/3/2006, www.ptn.gov.ar
(12) Dirección Nacional de Datos Personales.
(13) 3.1. A mi entender, la interpretación que cabe asignar a la disposición legal transcripta no requiere, en modo alguno,
la previa indagación acerca de la exigibilidad de la deuda de que se trate (...) el aludido inc. 4, no requiere, a tales fines,
una indagación previa acerca de la exigibilidad o no del crédito en cuestión (...) en consecuencia, a efectos de estable-
cer si un dato debe ser informado por una entidad bancaria a la central de deudores del sistema financiero, administrada
por el BCRA, sólo corresponde atender a la fecha en que la deuda se tornó exigible y, a partir de allí computar los cinco o
dos años que establece el art. 26, inc. 4, ley 25326, según corresponda ”legal transcripta no requiere, en modo alguno,
la previa indagación acerca de la exigibilidad de la deuda de que se trate (...) el aludido inc. 4, no requiere, a tales fines,
una indagación previa acerca de la exigibilidad o no del crédito en cuestión (...) en consecuencia, a efectos de establecer
si un dato debe ser informado por una entidad bancaria a la central de deudores del sistema financiero, administrada por
el BCRA, solo corresponde atender a la fecha en que la deuda se tornó exigible y, a partir de allí computar los cinco o dos
años que establece el art. 26, inc. 4, ley 25326, según corresponda”.

516 AbeledoPerrot Córdoba


El derecho al olvido en la interpretación de la Corte Suprema de Justicia...
Por otra parte es lo que resolvió la Cámara Nacional Civil En este orden de ideas, se adelanta que, no podrá con-
Comercial Federal (14) en oportunidad de decidir si proce- siderarse como última información archivada, la asentada
día la aplicación del derecho al olvido en un caso concre- en un registro por el solo hecho de ser la constancia final
to. Los fallos son citados en el dictamen, y traen claridad de una sucesión o serie de datos, si –como ha ocurrido en
respecto del término “exigibilidad” inserto en la reglamen- el sub examine– se trata de una mera repetición de la mis-
tación. No se está discutiendo sobre el plazo de prescrip- ma información que, sin novedad o aditamento alguno, ha
ción para el cobro de la deuda. La ley de datos no indaga sido archivada durante los meses o años anteriores (15).
acerca de ello. La norma ordena suprimir información cre-
diticia caduca, no prescripta.
IX. ¿EL PLAZO ES DE CADUCIDAD
Entonces lo evaluable al momento de la supresión es si o PRESCRIPCIÓN?
sólo transcurrieron los cinco años desde que afloró en el
archivo la primera información adversa. Ese es el dato re- Con el término “exigibilidad” los partidarios de la tesis res-
levante “exigible” que la ley indica como inicio del cómpu- trictiva encontraron nuevos motivos para su sostén. Y en
to del plazo de caducidad. Es sencillo, si la deuda no se relación a ello, es preciso determinar los fundamentos que
pagó, todos los datos crediticios ingresados con posteriori- me conducen a aseverar que la ley fija plazos de caduci-
dad referidos a la misma deuda son desfavorables. De ello dad y no de prescripción. Caducidad y prescripción son
deviene que los nuevos datos negativos son repetición del términos que van de la mano, pero no son sinónimos.
inicial. Así fue entonces que la Corte interpretó la aplica- A menudo se los confunde e interpreta indistintamente.
ción del derecho al olvido en los casos que comentamos. Veamos.

Y es esta interpretación la que realiza la Corte cuando refi- Enseña Ghersi (16) que “…caducidad es la situación tem-
riéndose al art. 26, inc. 3, pone de manifiesto que: poral que está ínsita en la misma esencia del derecho ad-
quirido, por lo cual este último tiene una situación de goce
“…la imprecisión o poca claridad que exhibe esta norma prefijado por una de las partes o por ambas, como apli-
reglamentaria –cuya constitucionalidad no ha sido impug- cación de la autonomía de la voluntad o por la legislación
nada– acerca del momento en que comienza a correr el en vigencia, implica premeditadamente ponerle fin al de-
plazo, debe subsanarse mediante una interpretación que, recho.
sin excluir su literalidad, se ajuste estrictamente a la volun-
tad del legislador que dictó la ley 25326. Ha de evitarse ”Y prescripción liberatoria implica la pérdida de la ac-
entonces toda inteligencia que en los hechos implique una ción por inactividad del titular durante el plazo fijado por
postergación sine die, o una excesiva tardanza en el inicio la ley, por lo que los dos elementos que la constituyen
del cómputo del plazo que se examina, puesto que ello se son el transcurso del tiempo y la inactividad del acree-
opone al declarado propósito de lograr una reinserción del dor (17)…”.
afectado en el circuito comercial o financiero.
Entonces para comprender por qué los plazos quinquenal
En este sentido cuando el art. 26, dec. 1558/2001, fija y bienal son de caducidad, no de prescripción, debo entrar
como hito, “la fecha de la última información adversa ar- al análisis de los conceptos de ambos institutos. Los efec-
chivada que revele que dicha deuda era exigible”…esta tos de ambos se producen por el transcurso del tiempo.
expresión debe ser entendida como el último dato –en su Las causas que los motivan son diferentes. La caducidad
sentido cronológico– que ha ingresado al archivo, registro aniquila el derecho, la prescripción la acción para perse-
o base de datos, en la medida en que como reza el art. guir ese derecho. Entonces, ¿qué derecho es privado con
26, ley 25326, se trate de datos “significativos” para eva- el plazo de cinco años?, el derecho de las empresas infor-
luar la solvencia económica financiera de los afectados. madoras a continuar publicando esa información.

(14) “…de este modo el legislador ha consagrado el derecho al olvido de quienes registran o registraron una deuda en una base
de datos, independientemente de su exigibilidad, fijando plazos diferentes para uno u otro supuesto (conf. en ese sentido,
C. Civ. y Com. Fed., sala 3, 3/11/2005, “Napoli, Carlos Alberto v. Citibank N.A”, 3/11/2005, sala III, 4/2/2005, “Girella, Juan
José v. BCRA”, y 7/2/2005, “Gross, Rodolfo Remigio”. No se trata –como pareciera entenderlo el Banco Société Générale–
de la prescripción de la deuda, sino de su antigüedad a los efectos de su mantenimiento en el registro de datos. Adviertase
que aunque la deuda hubiere sido saldada debería permanecer en el sistema por un plazo menor. (ver C. Nac. AF, sala III, in
re “Garcia Sigal, Ernesto Alberto v. Banco Central de la República Argentina y otros s/hábeas data”, causa 25729/2001, del
21/3/2006…”).
(15) Recurso de hecho deducido por la demandada en la causa “Napoli, Carlos Alberto v. Citibank N.A.” para decidir sobre su
procedencia.
(16) Ghersi, Carlos, Aguiar, María R., Caballero de, “Prescripción liberatoria y adquisitiva. Caducidad”, 1a ed., Ed. Cathedra Jurí-
dica, Buenos Aires, 2006, p. 194.
(17) Ghersi, Carlos, Aguiar, María R., Caballero de, “Prescripción liberatoria y adquisitiva. Caducidad”, cit., p. 21.

Córdoba, 2012, fasc. 5 517


Jurisprudencia Anotada
Si como he dicho, la caducidad aniquila el derecho, el da es exigible, el acreedor debe procurar su cobro por la
transcurso del plazo de cinco y dos años previsto por la ley vía judicial pertinente.
es devastado por el tiempo transcurrido. De ello se dedu-
Por múltiples razones que se invoquen habrá de aceptarse
ce que consumido ese período de tiempo no existe posi-
que el plazo es de caducidad. Un simple ejemplo lo expli-
bilidad de continuar publicando esa información, pues ha
ca: el deudor que canceló su obligación resulta forzado por
devenido obsoleta. Una característica determinante de la
ley, a permanecer en los historiales crediticios por un lap-
prescripción es que se puede interrumpir cuando acaecen
so de dos años desde ese momento. Implica una sanción
determinados hechos relevantes. La caducidad no es pa-
por su conducta morosa. Si el plazo fuese de prescripción
sible de interrupción.
liberatoria para accionar ¿cuál sería el objetivo persegui-
Por ello una vez fijado el inicio de la fecha de cómputo de do con la publicidad posterior? La norma se tornaría in-
la caducidad del dato para su publicación, se conoce fa- congruente.
talmente la fecha de extinción del derecho a publicarlo.
El cálculo no puede ser detenido, acusándose la caduci- Siendo caducidad, aun habiendo cancelado su deuda, el
dad en forma automática (18). A la sazón lo trascenden- plazo se sigue contando hasta que fenezca. Se computa
te es determinar el momento en que la deuda fue exigible. para que se cumpla con la punición legal. La solución más
Una vez más lo determinante es su “exigibilidad” inicial, no adecuada a la naturaleza de la ley debió consistir en que
para determinar su prescripción liberatoria sino para acu- la misma norma aclarase que el plazo era de caducidad.
sar su caducidad. Ello no fue previsto por el legislador. Lamentablemente la
norma dejó una ventana abierta a cualquier interpretación
¿Por qué es importante diferenciar si la eliminación del discrecional que culmina desnaturalizándola.
dato se debe analizar en términos de prescripción o de
caducidad? Porque la posibilidad de interrupción del Por otro lado, en atención al bien jurídico tutelado ante dos
cómputo de tiempo que viabiliza la prescripción transfor- situaciones contradictorias debe interpretarse la norma fa-
ma en una información sine die, la brindada por las in- vor debitoris. Esta regla de equidad nos indica una salida
formadoras. No existe la fatalidad que sí prevé la cadu- posible ante casos de duda. Se trata de una situación ex-
cidad por agotamiento del plazo. De esta manera la ley tremadamente dudosa. Por ello para evitar interpretar el
no aportaría beneficio alguno a los individuos informados plazo quinquenal –el más grave y conflictivo de ambos–
negativamente (19). tan forzadamente, podemos aplicar esta regla. No se ol-
vide que están en juego derechos personalísimos de neta
El análisis en esté subtítulo del alcance de los institutos de raigambre constitucional, y en ese sentido la ley está para
la prescripción y caducidad, nos permite evaluar con ma- equilibrar situaciones.
yor precisión las obligaciones de tracto sucesivo. Se ha di-
cho que los créditos con vencimientos mensuales permi-
ten al cedente de la información su renovación con cada X. CONCLUSIONES
nuevo vencimiento. Ello interrumpe el plazo de cinco años La Corte Suprema de Justicia de la Nación interpretó acor-
comenzando a contarse por cada vencimiento uno nuevo. de al espíritu de la norma madre (ley 25326) el sentido
Para arribar a esa conclusión se evalúa el plazo en térmi- y alcance del art. 26, inc. 4 y de su dec. reglamentario
nos de prescripción liberatoria. 1558/2001.
La eliminación del registro crediticio, ya sea con informa- Con ambos fallos que comentamos otorgó reconocimien-
ción de dos o de cinco años de antigüedad no requiere
to jurisprudencial al derecho al olvido culminando con una
analizar la exigibilidad conforme al potencial recupero por
discusión que se extendió por más de una década. En
parte del acreedor, ni al modo de realizarlo. Tal como se ha
ellos quedó determinado el cómputo del plazo de cinco y
estudiado a priori, no se evalúa la relación contractual en-
dos años en relación a desde cuándo debe contarse.
tre acreedor y deudor. No se indaga sobre la vigencia de la
deuda. Esa valoración es errada y la que posibilita soste- Quedó claro asimismo que los plazos que impone el arti-
ner los argumentos de la tesis restrictiva. Afirmo, si la deu- culado no son de prescripción sino de caducidad.

(18) Puig Brutau, José, “Caducidad y prescripción extintiva”, Ed. Bosch, Barcelona 1986, p. 13, op. cit, en Ghersi, Carlos, Aguiar,
María R., Caballero de, “Prescripción liberatoria y adquisitiva. Caducidad”, cit.
(19) “…En cuanto a su cómputo, no cabe la discusión respecto de si debe iniciarse al hacerse exigible la obligación o al publi-
carse los datos, cuando ello se refiere a la misma deuda, con idéntica causa y por igual monto; pues el hecho que la entidad
acreedora continúe enviando esos datos sin solución de continuidad, no importa el desplazamiento del dies a quo a la última
comunicación; ya que de ser interpretada la norma de ese modo, se caería en la incongruencia de otorgar a los acreedores la
facultad de evitar sine die el denominado derecho al olvido…”. Juzg. Com. 8, secc. 16., 6/4/2010, “GTC Ribbon S.A v. Orga-
nización Veraz Risc y otros s/amparo”, expte. 85570/04.

518 AbeledoPerrot Córdoba


El derecho al olvido en la interpretación de la Corte Suprema de Justicia...
El fallo de la Corte es acertado y como exégeta máxima del cArvAllo, María Teresita, “Cuadernos de maestria en dere-
derecho patrio una vez más interpretó la ley tal el espíritu cho empresario”, UESIGLO 21, Córdoba, 2008.
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decreto reglamentario contradice la ley y la deroga teniendo
dieguez, Jorge A., “Hábeas data”, LL del 11/3/2009, p.
menor rango normativo tal como lo hemos expresado su-
10.
pra; y cuál es la fecha que fija el hito que determina la mora
en el cumplimiento de las obligaciones, aspecto que si bien donedA, Danilo, “Do ‘Cadastro positivo’ ao cadastro perma-
se aclara en los fallos comentados, no es análogo en todos nente em um artigo de lei”. Jus Navigandi, Teresina, ano
los casos, lo que implicaría un análisis pormenorizado de 14. El “balance positivo” para el registro permanente en
cada caso en particular para la casuística futura. un artículo de la ley. Navigandi Jus, Teresina, año 14, n.
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