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Para poder realizar este libro la autora observo a los niños en los distintos
espacios de los CET tiene una población de niños y adolescentes con autismos
y psicosis con o sin componentes orgánicos, en terapias individuales o grupales
eso le fue dando elementos que le permitieron armar un concepto a cerca del
cuerpo.
Por lo tanto, en lo que Pereyra hace mucho mas hincapié es en crear un vínculo
terapeuta-paciente para poder abordar una terapia de calidad trabajando desde
lo que el niño nos quiere comunicar a través de su cuerpo, movimiento,
comportamientos.
INSTITUCION SUPERIOR
TRASCENDER
SINTESIS FINAL
DEL TRABAJO DE
EXPOSICION
GRUPAL
PRACTICA PSICOMOTRIZ
Grupo: 6
Integrantes:
Cruz Candela
Sofia Arandia
Estrada Agustina
Tema: “El cuerpocosa”
Bibliografía: “El cuerpocosa” Autora Patricia A.
Pereyra
Cuerpocosa
Es cuerpo materia, según la química la materia es todo lo que tiene masa y ocupa
un lugar en el espacio. Para pensar en cuerpocosa Pereyra se ha servido de
algunas categorías de la Física-biológica, que resultan representativas para
referirse a distintos estados de la materia y que se pueden asociar a las
presentaciones del cuerpo; a como distintos cuerpos se disponen en el espacio
y como se relacionan con otros cuerpos y objetos.
Los cuerpocosa sólidos: son cuerpos duros, inmóviles, pasivos, que observan y
se quedan ahí. No buscan, no exploran, no van, solo se queda. Tienen un tono
muscular elevado y son rígidos.
Los cuerpocosa gaseosos: son huidizos, se escapan, se vuela, se van por las
aberturas, se trepan, se expanden, buscan las alturas. No tienen consistencia
tónica.
Cuerpo Objeto
La madre que deja que el niño llore por tiempos prolongados, que no atiende sus
necesidades, hace que entre ella y el niño se produzca un desencuentro y es
difícil que vuelvan a reencontrarse, no se forma el vínculo de apego, no mira, no
se encuentra con el otro. Estos niños se auto alojan en sensaciones, se aferran
a estas y se encierran para auto conservarse.
Cuerpocosa en el terapeuta
Cuerpocosa
Los cuerpocosa sólidos: son cuerpos duros, inmóviles, pasivos, que observan y
se quedan ahí. No buscan, no exploran, no van, solo se queda. Tienen un tono
muscular elevado y son rígidos.
Los cuerpocosa gaseosos: son huidizos, se escapan, se vuela, se van por las
aberturas, se trepan, se expanden, buscan las alturas. No tienen consistencia
tónica.
La madre tiene un papel activo ella acciona sobre las necesidades del niño,
Winnicott habla de madre suficientemente buena.
La madre que deja que el niño llore por tiempos prolongados, que no atiende
sus necesidades, hace que entre ella y el niño se produzca un desencuentro y
es difícil que vuelvan a reencontrarse, no se forma el vínculo de apego, no
mira, no se encuentra con el otro. Estos niños se auto alojan en sensaciones,
se aferran a estas y se encierran para auto conservarse.
Cuerpocosa en el terapeuta
Cuando los profesionales se refieren a los niños cuerpos cosas suelen hacerlo
mediante imágenes de objetos inanimados. Objetos tales como agua, globos,
papales, tubos, muebles, hilachas, sogas, etc., siempre teniendo en cuenta la
categorización que se propuso anteriormente sobre la física de los cuerpos,
sólidos, líquidos, o gaseosos.
Cuerpo solido: Silla, Analía es una adolescente que tiene el cuerpo duro,
tenso, pesado, casi no levanta los pies del suelo para caminar, no salta, no
corre, no explora, no se mueve solo mira.
Cuerpo gaseoso: Globo, Pilar no se deja agarrar, se escapa con rapidez para
irse por las puertas y ventanas, si no podía se quedaba mirando hacia afuera,
hacia espacios abiertos.
Conclusión
Lo que sirve como intervención es que el adulto puede dejar de ser cosa y
empezar a ser objeto para ese niño, ahí toma consistencia su posición, debe
lograr un encuentro. El terapeuta debe saber jugar en esa escenificación; es a
treves del juego donde se va poder armar algo con el niño, a veces el terapeuta
convirtiéndose en piso, en pared, en tela, en estos casos juega a ser aquello
que el niño necesita a nivel del material para poder propiciar un cuerpo
funcional, una piel.
El cuerpocosa del que trabaja se topó con el cuerpocosa del que se intenta
abordar, el terapeuta no puede crear imágenes, representaciones, porque no
se pudo registrar. Va interviniendo como puede, se hace preguntas, empieza a
pensar y esta situación para que se desarma para dar lugar a otra donde si se
puede ubicar.
Para que haya mirada tiene que haber corte, de lo contrario es una imantación,
una atracción (Ajuriaguerra), no hay encuentro de miradas, no hay miradas. Se
mantiene un intercambio, pero no se arma ningún cuerpo con aquel.
La mirada y escucha tónica tienen que ver con la capacidad de registrar, de
detectar, de captar, son posibilidad de auto registro, de permeabilidad, estar
abierto al otro desde el tono, ponerme a pensar y escuchar para poder operar.
El cuerpocosa del analista tendrá que ser registrado, nombrado: “este pibe me
arrasa, me pasa por encima, se me escapa, me aplasta.” El registro de la
vivencia corporal va a permitir ubicar algo del cuerpocosa del chico, el
inconsciente se empieza a leer. Cuando un cuerpocosa genera rechazo, no
permite la atracción. Se quiere mantener lejos a eso que se rechaza. El analista
deberá ubicar esta sensación de displacer para poder “dar vuelta los campos
magnéticos”, esta será la primera operación.
El cuerpocosa es previo a ser el objeto de la madre. El objeto tiene que ver con
alguna parte viva de alguien, es el pecho, la mirada, la boca. La cosa es lo no
vivo lo que tiene materia ocupa un lugar, se usa para algo, pero no es una
parte de alguien.
La palabra sale de la boca pero para que tenga efecto te tiene que tocar, si no
es palabra que no llega. Para que pueda tocarte la palabra, tiene que haberse
primero armado la piel.
La piel es un corporal armado y nos recubre, con la piel sentimos, con la piel
captamos, con la piel tocamos. Pero si una piel no está suficientemente
construida, no hay registro de dolor, no hay registro de límite, de temperatura,
la palabra no toca o si toca no se siente.
Las características de objetos son tomadas por ellos y en cierta manera los
representan.
El hacer en el cuerpocosa.
Un niño busca constantemente algo para cortar, otro busca algo para hacer
rebotar, otro busca algo para sacudir. Rn todas estas búsquedas hay chicos
que hablan de su cuerpocosa, buscan aquello que sienten.
Un niño que salta y a la vez hace saltar a un objeto sobre sus manos
realizando todo un equilibrio corporal, reproduce en esta compleja acción
estereotipada el mismo movimiento sobre si y sobre el objeto.
Podríamos pensar que es toda una demostración de que eso que él hace es él.
Este niño tiene un cuerpo gaseoso que intenta sentir en el salto y que también
en eso que él hace con el objeto que hace rebotar intenta reasegurarse, el
objeto es el, es ese «cosito» que rebota, que casi no pesa, que es chiquito,
como es el. El equilibrio y lo aéreo están en juego en esta conducta, no se le
cae nunca eso que hace rebotar, tiene un dominio impresionante porque toda
su energía esta puesta en esto, esto es su cuerpocosa, lo que hace que él no
pueda parar, es la sensación angustiante de perderse en el espacio.
Cuando al redor de los dos años los niños hacen esto podríamos decir que
están buscando el límite.
Los niños que no tienen límites y consiguen todo lo que quieren, arrasando al
otro, producen enojo por haber sido gozados por ellos. Estos chicos se sienten
poderoso omnipotentes y capaces de hacer todo con los otros como si fueran
cosas. Pero son chicos que viven en la angustia de no tener os limites porque
no pudieron elaborarla jugando a contenerse dentro para armarse una
suficiente piel que los aloje.
El recipiente contenedor.
Los límites delimitan un contorno, dan forma a aquello que está en el interior.
Lo interior es lo impulsivo que en algunas personas se manifiesta más que en
otras.
Hay niños que son mucho más impulsivo que otros porque tienen distintas
características, pero tarde o temprano siempre es necesario decir y sostener el
«no» para que pueda delimitarse el espacio propio.
Si hay un niño líquido que tiene su envoltura agujereada va a ser muy difícil
poder contenerlo en un espacio, se va a filtrar. Los cuerpos gaseosos en los
lugares abiertos se expanden hacia arriba, trepándose y perdiéndose, por eso
va a ser necesario abordarlos dentro de un espacio cerrado. Si los cuerpocosa
líquidos o gaseosos no tienen suficientemente armado el recipiente se van a
querer salir de cuerpo y la vivencia que se tiene es la de angustia de pérdida de
materia. En el caso de los sólidos, donde las partículas tienen menor
movimiento, no necesitan un envase contenedor porque se autocontienen.
El cuerpo en la neurosis
Si una persona está en relación constante con un objeto hay una simbiosis y la
simbiosis es una relación que permite la inmovilización y el control del objeto
aglutinado y la aglutinación es la previa confusión.
Marx sostiene que el mundo es material y que las ideas tienen origen físico.
Wallon afirma que el psiquismo es la forma más elaborada del desarrollo de
materia. Un cuerpo líquido puede llegar a entrar en conflicto si se encuentra
con otro sujeto que puede ofrecerle algo que haga que se produzca un
movimiento y un cambio en su materialidad corporal. La resistencia al cambio
tiene que ver con no querer dejar de ser eso que siempre fue.
Estas angustias son transitadas por los bebes en los primeros momentos de
vida y es por la disponibilidad y deseo de la madre que van a ir apaciguándose
en la medida que el niño valla formando su cuerpo. Se va a sentir sostenido,
contenido y reunido. El cuerpo y el psiquismo se conforman paralelamente y no
es uno sin el otro, por eso para que él bebe se convierta en un ser humano que
pueda pensar, hablar, aprender, desarrollarse es necesario que se lo
humanice.
Un niño pegoteado está pegado a algo del otro y en esta relación no se puede
armar una diferenciación, una discriminación. Ubicar esto es fundamental para
poder pensar en la intervención.
Un cuerpo pegote se pega porque se aferra de alguna manera a algo para no
desaparecer, para no perderse, pero si continúa pegado no se recorta, no se
delimita y permanece en el tiempo en ese pegoteo.
Cuando los profesionales se refieren a los niños cuerpos cosas suelen hacerlo
mediante imágenes de objetos inanimados. Objetos tales como agua, globos,
papales, tubos, muebles, hilachas, sogas, etc., siempre teniendo en cuenta la
categorización que se propuso anteriormente sobre la física de los cuerpos,
sólidos, líquidos, o gaseosos.
Las siguientes viñetas clínicas son extraídas de varios CET (Centros Educativos
terapéuticos), estas instituciones tienen poblaciones de niños y adolescentes con
autismo y psicosis con o sin componente orgánico, en terapia individuales o
grupales.
Cuerpo solido: Silla, Analía es una adolescente que tiene el cuerpo duro, tenso,
pesado, casi no levanta los pies del suelo para caminar, no salta, no corre, no
explora, no se mueve solo mira.
Cuerpo gaseoso: Globo, Pilar no se deja agarrar, se escapa con rapidez para
irse por las puertas y ventanas, si no podía se quedaba mirando hacia afuera,
hacia espacios abiertos.
Cuerpos líquidos, gaseos, solidos: Samuel, tiene un cuerpo que se agita, que
entra o sale de los lugares como si una fuerza lo empujara hasta dar con algo
que lo frena, no puede estar caminando sin que tenga un objeto que lo sostenga.
Conclusión
Lo que sirve como intervención es que el adulto puede dejar de ser cosa y
empezar a ser objeto para ese niño, ahí toma consistencia su posición, debe
lograr un encuentro. El terapeuta debe saber jugar en esa escenificación; es a
treves del juego donde se va poder armar algo con el niño, a veces el terapeuta
convirtiéndose en piso, en pared, en tela, en estos casos juega a ser aquello que
el niño necesita a nivel del material para poder propiciar un cuerpo funcional, una
piel.
El cuerpocosa del que trabaja se topó con el cuerpocosa del que se intenta
abordar, el terapeuta no puede crear imágenes, representaciones, porque no se
pudo registrar. Va interviniendo como puede, se hace preguntas, empieza a
pensar y esta situación para que se desarma para dar lugar a otra donde si se
puede ubicar.
Para que haya mirada tiene que haber corte, de lo contrario es una imantación,
una atracción (Ajuriaguerra), no hay encuentro de miradas, no hay miradas. Se
mantiene un intercambio, pero no se arma ningún cuerpo con aquel.
Por la imantación (la atracción magnética de los cuerpos) a medida que se vaya
ubicando algo de la cosa se va a poder al objeto porque se convertirá en mirada.
El cuerpocosa del analista tendrá que ser registrado, nombrado: “este pibe me
arrasa, me pasa por encima, se me escapa, me aplasta.” El registro de la
vivencia corporal va a permitir ubicar algo del cuerpocosa del chico, el
inconsciente se empieza a leer. Cuando un cuerpocosa genera rechazo, no
permite la atracción. Se quiere mantener lejos a eso que se rechaza. El analista
deberá ubicar esta sensación de displacer para poder “dar vuelta los campos
magnéticos”, esta será la primera operación.
El cuerpocosa es previo a ser el objeto de la madre. El objeto tiene que ver con
alguna parte viva de alguien, es el pecho, la mirada, la boca. La cosa es lo no
vivo lo que tiene materia ocupa un lugar, se usa para algo, pero no es una parte
de alguien.
La palabra sale de la boca, pero para que tenga efecto te tiene que tocar, si no
es palabra que no llega. Para que pueda tocarte la palabra, tiene que haberse
primero armado la piel.
La piel es un corporal armado y nos recubre, con la piel sentimos, con la piel
captamos, con la piel tocamos. Pero si una piel no está suficientemente
construida, no hay registro de dolor, no hay registro de límite, de temperatura, la
palabra no toca o si toca no se siente.
Las características de objetos son tomadas por ellos y en cierta manera los
representan.
Con los cuerpos solidos se siente pesadez y no es necesario moverse para estar
en contacto con ellos, se instalan, se quedan apoyados en un lugar, el terapeuta
está quieto y suele aburrirse.
Tener un cuerpo consistente tiene que ver con poder mantener la postura,
sostenerla, sin deformarse o romperse. Un cuerpo sólido, si bien tiene
consistencia, porque tiene solidez y estabilidad, tiene que poder ablandarse
también para que no sea una roca.
Alguien gaseoso se pierde en os espacios amplios, se dispersa, se distrae y va
a buscar los lugares cerrados o sostenerse con algunos objetos para poder estar
en el espacio exterior sin perderse.
El hacer en el cuerpocosa.
Un niño busca constantemente algo para cortar, otro busca algo para hacer
rebotar, otro busca algo para sacudir. Rn todas estas búsquedas hay chicos que
hablan de su cuerpocosa, buscan aquello que sienten.
Un niño que salta y a la vez hace saltar a un objeto sobre sus manos realizando
todo un equilibrio corporal, reproduce en esta compleja acción estereotipada el
mismo movimiento sobre si y sobre el objeto.
Podríamos pensar que es toda una demostración de que eso que él hace es él.
Este niño tiene un cuerpo gaseoso que intenta sentir en el salto y que también
en eso que él hace con el objeto que hace rebotar intenta reasegurarse, el objeto
es el, es ese «cosito» que rebota, que casi no pesa, que es chiquito, como es el.
El equilibrio y lo aéreo están en juego en esta conducta, no se le cae nunca eso
que hace rebotar, tiene un dominio impresionante porque toda su energía esta
puesta en esto, esto es su cuerpocosa, lo que hace que él no pueda parar, es la
sensación angustiante de perderse en el espacio.
Cuando al redor de los dos años los niños hacen esto podríamos decir que están
buscando el límite.
La situación de desborde implica que algo se salió del borde, el desborde puede
ser cuando el niño llora, grita su cuerpo se arquea, se tira al piso, es imposible
de agarrarlo porque se escurre, se deshace. Otras veces el desborde no es tan
masivo y el chico se desparrama, vacía y se mueve al contacto con el suelo. Hay
muchas maneras de ver el desborde de un niño con problemas.
Los niños que no tienen límites y consiguen todo lo que quieren, arrasando al
otro, producen enojo por haber sido gozados por ellos. Estos chicos se sienten
poderoso omnipotentes y capaces de hacer todo con los otros como si fueran
cosas. Pero son chicos que viven en la angustia de no tener os limites porque no
pudieron elaborarla jugando a contenerse dentro para armarse una suficiente
piel que los aloje.
El recipiente contenedor.
Los límites delimitan un contorno, dan forma a aquello que está en el interior. Lo
interior es lo impulsivo que en algunas personas se manifiesta más que en otras.
Hay niños que son mucho más impulsivo que otros porque tienen distintas
características, pero tarde o temprano siempre es necesario decir y sostener el
«no» para que pueda delimitarse el espacio propio.
Si hay un niño líquido que tiene su envoltura agujereada va a ser muy difícil poder
contenerlo en un espacio, se va a filtrar. Los cuerpos gaseosos en los lugares
abiertos se expanden hacia arriba, trepándose y perdiéndose, por eso va a ser
necesario abordarlos dentro de un espacio cerrado. Si los cuerpocosa líquidos o
gaseosos no tienen suficientemente armado el recipiente se van a querer salir
de cuerpo y la vivencia que se tiene es la de angustia de pérdida de materia. En
el caso de los sólidos, donde las partículas tienen menor movimiento, no
necesitan un envase contenedor porque se autocontienen.
El cuerpo en la neurosis
Si una persona está en relación constante con un objeto hay una simbiosis y la
simbiosis es una relación que permite la inmovilización y el control del objeto
aglutinado y la aglutinación es la previa confusión.
Estas angustias son transitadas por los bebes en los primeros momentos de vida
y es por la disponibilidad y deseo de la madre que van a ir apaciguándose en la
medida que el niño valla formando su cuerpo. Se va a sentir sostenido, contenido
y reunido. El cuerpo y el psiquismo se conforman paralelamente y no es uno sin
el otro, por eso para que él bebe se convierta en un ser humano que pueda
pensar, hablar, aprender, desarrollarse es necesario que se lo humanice.