La creatividad en el hombre ha sido ese punto de separación entre los animales

y los humanos, puesto que, estos últimos han tenido avances y cambios en su
manera de vivir.
Los inventos científicos han sido aquellos que nos han ayudado a mejorar la
calidad de vida, porque no sólo en labores artísticas podemos aplicar la
creatividad, también para solucionar problemas.
Tenemos una máquina dentro de nosotros con una capacidad de resolución casi
ilimitada, pero a esta máquina debes de estar alimentandola constantemente de
información para que pueda tener acceso a una creatividad plena. Pudiendo así
incluso crear cosas que aún no existen dentro del mundo actual.
Todos somos capaces de tener un gran nivel de creatividad en un área
específica. Pero también hay individuos que superan esta brecha y son los
mejores en lo que sea que hagan; como lo es el caso de Nathan Myhrvold.
Hasta el más inteligente va a necesitas influencias o puntos de referencia para
poder crear algo, un punto de partida para desarrollar las cosas y crear nuevas
ideas. Y que mejor inspiración que nuestro mundo actual, es un mundo lleno de
inspiraciones en el que podemos poner a trabajar a nuestras neuronas y tener
impulsos neuronales que den esa chispa para esa idea nueva e innovadora.
Cuando mezclas dos ideas que ya existían y le aplicas esa pizca de creatividad,
puedes encontrar un punto tercero que va a contener lo mejor de ambas ideas.
La creatividad debe de ser vista al igual que la razón de ser del Jazz, un género
que nació para adaptarse a los cambios y evoluciones; el género perfecto para
mezclar ideas y crear obras complejas de creatividad. Es muy difícil creer que
alguna vez existió una verdadera originalidad, ya que todas las ideas nuevas
parten de más ideas ya escritas. Por tanto, todos los conocimientos que ya están
dados sólo nos sirven para darles el uso adecuado: alimentar nuestra
imaginación y darles el mejor uso.
Pero la creatividad no sólo tiene la capacidad de un progreso humano y
tecnológico; también permite canalizar sentimientos por medio de alguna
expresión artística, en donde la creatividad va a ser parte fundamental en esa
válvula de escape para el artista. En ocasiones, esto hace click hasta que el
humano se encuentra en un escenario en donde ha llegado por sus mismos
errores. A partir de este sentimiento de culpa y fracaso, se puede obtener una
transformación personal por medio del arte.
Para encontrar ese momento de lucidez creativa, es necesario abandonar esa
zona de confort que no nos permite romper con redes neuronales ya planteadas
y plantearse nuevas redes que den paso a una nueva idea o un nivel profundo
de expresión artística. Debemos acostumbrar a nuestro cerebro a las
novedades, a retos que nos habrán un sinfín de caminos para concretizar una
idea.