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Así es el proyecto para generar energía con la basura en la Ciudad de

México
La planta que generará energía a partir de los residuos pretende iniciar operaciones en 18 meses .
Procesará alrededor de un tercio de la basura de la Ciudad de México.
Rosalía Lara

La Ciudad de México es la segunda en el mundo, sólo por debajo de Nueva York, que más basura

genera. Enterrar las 13,000 toneladas que producen al día dejó de ser viable tanto por los elevados

costos como por motivos ambientales. Tras dos años de estudios, la solución llegó en la forma de una

planta de termovalorización, en la que se dispondrán los residuos inorgánicos no reciclables para

generar electricidad.

"Este proyecto es el cambio más importante de esta administración en materia de gestión de residuos

urbanos. Estamos hablando de la subsistencia del planeta", dijo este lunes Miguel Ángel Mancera,

jefe de gobierno de la Ciudad de México, en la conferencia durante la presentación de la planta de

termovalorización, que se ubicará en los terrenos federales del Bordo Poniente.

Con este proyecto, se busca eliminar lo más posible el uso de rellenos sanitarios. Los residuos

inorgánicos no reciclables se recibirán en un patio cerrado, para evitar la salida de olores, que tendrá

capacidad para recibir 20 camiones de manera simultanea. Luego, los residuos serán transportados

mediante grúas hasta las calderas térmicas, y desde ahí pasarán al proceso de termovalorización.

nullEn él, de manera continua y controlada, se incineran los residuos en hornos especiales que

alcanzan temperaturas de más de 1,000 grados centígrados. El aire de la combustión, junto con la

fuerza del agua, generará vapor que alimentará a las turbinas que producirán energía eléctrica, la cual

irá a la red nacional.

La energía generada (965,000 megawatts hora/año) equivale a la energía utilizada por toda la red del

metro de la Ciudad de México, o a la que necesitan 120,000 viviendas.

Al final del proceso habrá unos condensadores que recuperarán el agua para volverla a utilizar en el

proceso.
Mancera señaló que la planta también tiene la posibilidad de brindar energía al Nuevo Aeropuerto
de la Ciudad de México.

Esta será la primera planta de termovalorización en América Latina y la más grande a nivel
mundial, con una capacidad de procesar 4,500 toneladas diarias de residuos.
La construcción de la planta requerirá de una inversión de 600 millones de dólares y se realizará en
18 meses. "Es una gran oportunidad para los estados, sin inversión pública, aprovechando la
iniciativa privada", comentó Mancera. Esa inversión sustituye al gasto realizado por el transporte de
los residuos a los rellenos sanitarios y al pago de la energía eléctrica del metro, agregó.

Veolia es la empresa ganadora de la licitación para la construcción y operación de la planta. La firma


de origen francés opera 63 plantas de termovalorización en el mundo.

Aún está en licitación la construcción del biodigestor para desechos orgánicos, que con una
capacidad de 2,000 toneladas al día será el más grande del mundo en su tipo.
Veolia aprovechará la basura y generará
energía eléctrica para la CDMX
Un consorcio liderado por Veolia construirá una planta al poniente de la capital del
país, para descomponer la basura y generar energía eléctrica, con la que
abastecerá al metro de la capital.
Rosalía Lara
La imagen de una ciudad construída a partir de cubos de basura como el
escenario apocalíptico de la película Wall-E, se ve cada vez más lejano, ya
que empresas como Veolia generará energía eléctrica al procesar la
basura.

La empresa construirá una planta de termovalorización, un complejo en el


que recibirá la basura y a través de hornos usará los gases para generar
energía eléctrica. La planta estará en el bordo de Poniente de la ciudad de
México, en donde se encontraba uno de los mayores basureros de la
ciudad y que cerró en 2011. La energía eléctrica se usará para abastecer al
Metro de la capital del país.

“No es que la planta vaya a estar conectada directamente a las


subestaciones que alimentan de energía eléctrica al Metro. La energía que
va a generar la planta va ser conectada a la red del sistema eléctrico
nacional y lo que se hace, básicamente, es una compensación en la
factura”, explicó Federico Casares, director de desarrollo de Negocios y
Relaciones Institucionales de Veolia México.
La planta generará 965,000 megawatts hora por año de energía, que es lo
mismo que consumen las 12 líneas del Metro de la ciudad.
La planta será la primera en su tipo en América Latina y la más grande a
nivel mundial con una capacidad de procesar 4,500 toneladas diarias de
residuos, un tercio de la basura producida en la ciudad.
En la licitación concursaron tres empresas, pero solo el consorcio liderado
por Veolia cumplió los requisitos técnicos, uno de ellos era la experiencia
probada de por lo menos 10 plantas de este tipo. Grupo Veolia opera 63
plantas de termovalorización alrededor del mundo.
La construcción de la planta requerirá de una inversión de 11,500
millones de pesos y se realizará en máximo 3 años, por lo que podría
comenzar a operar en 2020. “Con la problemática de la basura que hay en
la ciudad, nos están presionando para que podamos tener el proyecto en
24 meses y estamos haciendo todo de nuestra parte para cumplir con los
plazos”, detalló Casares.
En la etapa de construcción se generarán entre 2000 y 2,500 empleos y
150 más para la operación. El plazo de la concesión para la operación será
por 30 años.
Solución a un problema
La basura no es un problema nuevo en la ciudad. El gobierno capitalino
ha optado por mandar la basura a los rellenos sanitarios que se
encuentran a las afueras de la ciudad, lo que hace que el sistema sea caro
y no se dé abasto.
Según el directivo, a la CDMX le cuesta alrededor de 2,000 MDP el envió
y pago a los rellenos sanitarios privados que reciben la basura de la
ciudad. Además, la factura por la electricidad que se usa en el Sistema de
Transporte Colectivo también ronda los 2,000 MDP.
El gobierno de la ciudad no cuenta con la capacidad financiera para
desarrollar la planta sin la necesidad de incurrir en endeudamiento, por lo
que la administración optó por la contratación de un particular.
En México, Veolia, de origen francés, opera a través de su filial Proactiva
Medio Ambiente, encargada de operar el sistema comercial de agua en la
CDMX y realiza la recolección y disposición final en rellenos sanitarios en
alrededor de 20 municipios del país.
El DF batalla para distribuir 12,600
toneladas de basura diarias
El cierre definitivo del Bordo Poniente ha provocado problemas en la recolección de basura
en la Ciudad de México
Hanako Taniguchi
Tras el cierre de uno de los tiraderos más grandes del mundo el pasado 19 de diciembre en
la Ciudad de México, las autoridades de la capital mexicana han tenido dificultades para el
destino final de unas 12,600 toneladas de desechos diarios que se pretendían enviar a
otros puntos, según cifras del Gobierno del Distrito Federal.

Algunas calles del centro de la Ciudad de México lucen con basura que no ha sido
recolectada en varios días, desde que el gobierno de la capital cerró definitivamente el
Bordo Poniente, un relleno sanitario a cielo abierto que operaba desde 1985.

Hasta hace unas semanas, la basura de la ciudad más grande del país era depositada
directamente en el tiradero ubicado al lado de lo que era el Lago de Texcoco, en el Estado
de México y al oriente de la capital.

Aunque no en todas las delegaciones ha habido problemas con la recolección de


desechos, los tiempos de traslado de la basura a un destino final sí han sido más largos de
lo esperado, reconoció este martes el jefe del gobierno del DF, Marcelo Ebrard, ante
representantes de medios de comunicación.

Ebrard atribuyó estos retrasos a un desajuste logístico por parte de las delegaciones, que
son las encargadas de la recolección de los residuos.

Además de esto, dijo, se detectaron alrededor de 1,000 puntos en los que se han
depositado desechos de manera clandestina.
Operadores de camiones de basura que realizan recorridos por la delegación Cuauhtémoc,
en el centro del DF, recuerdan que el día más crítico fue la madrugada del 25 de diciembre,
cuando varios camiones tuvieron que permanecer en los centros de transferencia de
desechos, debido a que no había un lugar para depositar la basura generada durante las
celebraciones navideñas.
“Ese día tuvimos que esperar casi ocho horas para poder vaciar los camiones de basura,
porque no había cajas donde depositarla. Esas cajas normalmente se las llevaban otros
camiones al bordo, pero ese día, todas estaban llenas y no salieron”, dijo a CNN
México Aurelio, conductor de un camión que recorre diariamente las calles del centro de la
ciudad desde las cuatro de la mañana.

Aurelio dijo que este 3 de enero el tiempo de espera para vaciar su camión de basura
disminuyó a unas dos horas, aunque anteriormente, “cuando todo estaba normal”, podían
vaciarlo en máximo media hora.

CNN México solicitó entrevista a la Dirección General de Servicios Urbanos de la


Secretaría de Obras del DF, pero no se ha obtenido respuesta al momento de la
publicación.

El cierre del Bordo Poniente estaba planeado desde noviembre del 2008, cuando las
autoridades locales presentaron el Programa Integral de Manejo de Basura Bordo
Poniente, tras la firma de un convenio de cierre del sitio con el gobierno federal.
En ese entonces, Ebrard informó que las autoridades capitalinas negociaban con otras
entidades para el uso de lugares alternos para el depósito de los desechos.

El gobierno capitalino tuvo pláticas con las autoridades del Estado de México para utilizar
tres sitios de disposición final en dicha entidad: Cuautitlán, Xonacatlán e Ixtapaluca. Por
otro lado, también se había negociado el uso de un basurero en Cuautla, Morelos.

A pesar de esto, este martes, habitantes bloquearon durante varias horas la entrada al sitio
de disposición final de Ixtapaluca, al argumentar que los desechos que llegaban desde de la
capital ponían en riesgo su salud.

Más tarde, las autoridades capitalinas informaron a través de un comunicado que


representantes del gobierno del DF y el gobierno federal sostuvieron un encuentro con el
fin de evaluar los efectos del cierre del Bordo Poniente en su última etapa.

En dicho documento se señaló también que se establecerían nuevas acciones de


coordinación vinculadas a la clausura definitiva del relleno sanitario entre las autoridades
locales y federales.

En el Programa de Gestión Integral de los Residuos Sólidos del DF, publicado en la Gaceta
Oficial del DF el pasado 13 de septiembre del 2010, las autoridades capitalinas explicaban
que el cierre del Bordo Poniente respondía a la llevada del fin de su vida útil, tras haber
sido inaugurado en 1985.

En ese mismo documento se detallaba que tras el cierre del sitio, se buscaría la
recuperación ambiental de las 300 hectáreas que durante 26 años acumularon residuos de
la Ciudad de México y el aprovechamiento del biogás para la generación de energía
eléctrica.

La clausura definitiva de este depósito "contribuirá de manera significativa a reducir dos


millones de toneladas bióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero (GEI)", dijo
Ebrard, durante la ceremonia de cierre.

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