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“DOCTRINA DEL MINISTERIO PÚBLICO 2011”

2.- DERECHO PENAL ADJETIVO 

“DOCTRINA DEL MINISTERIO PÚBLICO 2011”

1.- FECHA DE ELABORACIÓN: 15-01-2011

2.- DEPENDENCIA: DIRECCIÓN DE REVISIÓN Y DOCTRINA

3.- TIPO DE DOCTRINA: DERECHO PENAL ADJETIVO

4.- TEMA: CALIFICACIÓN JURÍDICA Y MEDIOS DE PRUEBA

5.- MÁXIMA

ES IMPORTANTE EN TODO ESCRITO ACUSATORIO LA DEBIDA FUNDAMENTACIÓN DE


LA CALIFICACIÓN JURÍDICA, TODA VEZ QUE ELLO RESALTA EL DERECHO QUE TIENE
TODO IMPUTADO DE CONOCER EN FORMA CLARA Y DETALLADA EL CONTENIDO DE LA
MISMA A LOS EFECTOS DE ESTABLECER SU PROPIA DEFENSA.

LOS PRINCIPIOS DE PERTINENCIA Y NECESIDAD DE LA PRUEBA SE TRADUCEN EN LA


UTILIDAD QUE ÉSTA REPRESENTA PARA EL CABAL DESENVOLVIMIENTO DEL PROCESO,
EN VIRTUD DE SU NEXO Y ENLACE CON LAS CIRCUNSTANCIAS DE MODO, TIEMPO Y
LUGAR DEL HECHO PUNIBLE, ASÍ COMO CON LOS SUJETOS INVOLUCRADOS EN EL
MISMO, LO CUAL SE VERÁ TRADUCIDO EN UN EFECTIVO EJERCICIO DEL DERECHO A
LA DEFENSA.

RESULTA INADECUADO EL OFRECIMIENTO DE LA EXPERTICIA COMO UNA PRUEBA


DOCUMENTAL CONFORME A LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 339 DEL CÓDIGO
ORGÁNICO PROCESAL PENAL, TODA VEZ QUE ESTA ÚLTIMA ES CONSIDERADA COMO
UN MEDIO DE PRUEBA COMPLEJO O PRECONSTITUIDO, YA QUE SE HA FORMADO CON
ANTELACIÓN AL PROCESO Y, EN CAMBIO, LA EXPERTICIA ES UN MEDIO DE PRUEBA
SIMPLE.

6.- CONTENIDO

6.1.- NÚMERO DE ESCRITO DRD-13-334-2011


6.2.- FECHA: 08-08-2011

6.3.- RESUMEN

(…)
El numeral 4 del artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal establece que el escrito
acusatorio deberá contener: “(...) 4. (l)a expresión de los preceptos jurídicos aplicables (...)”, pero
dicha expresión no debe limitarse exclusivamente a su simple mención, por el contrario, “(...) en
este capítulo se debe realizar un análisis de las normas cuya aplicación se solicita y su relación de
correspondencia con lo acaecido, conforme a los elementos de convicción obtenidos, explicando las
razones o motivos por los cuales la conducta ilícita ya explanada se subsume en el tipo penal que
se señala, con indicación de ser el caso, de las circunstancias agravantes, atenuantes, concurso de
delitos o cualquier otra que fuere procedente. (...)”1.

En el escrito objeto de revisión, el representante del Ministerio Público indicó respecto a la


calificación jurídica, lo siguiente:

“Ahora bien, conforme al análisis de la acción desplegada por el imputado al momento


del hecho cuya comisión se le atribuye en el presente escrito, concluimos que al
ciudadano M. B. O. A., titular de la cedula (sic) de identidad V-22.346.066, ha de
atribuírsele la comisión del delito de HOMICIDIO CALIFICADO , previsto y sancionado
en el artículo 406 del Código Penal, ya que se demostró que fue la persona que en la
Población de sotillo, calle el Carmen, casa s/n Municipio Brion (sic) del estado miranda
el 23-12-2006. (sic) Le ocasionara la muerte a una persona de sexo masculino quien
en vida respondiera al nombre de ANDERSON ENRIQUE LONGA, cedula (sic) de
identidad n° 20.416.056, quien murió a consecuencia de: A) SHOCK HIPOVOLEMICO.-
B) HEMORRAGIA INTERNA.- C) RUPTURA CARDIACA.- D) HERIDA ARMA DE FUEGO”.
(Subrayado nuestro)

En el presente caso, se advierte una ausencia total de motivación en la calificación


jurídica, toda vez que el representante fiscal no realizó una apropiada adecuación de los hechos
(narrados someramente) con el derecho, omitiendo de esta manera explicar las razones o motivos
por los cuales la conducta punible imputada, se adecuó al tipo penal señalado.

En otro orden de ideas, se advierte que la calificación jurídica argüida por el


representante fiscal resulta indeterminada, toda vez que no hace la debida adecuación de los
hechos en el delito tipificado en el artículo 406 del Código Penal como homicidio calificado, al no
señalar -con base en los supuestos de la norma- las circunstancias especiales por las cuales lo
considera calificado, incrementando de tal manera la incertidumbre en torno al ilícito penal
atribuido. Adicionalmente, debió concatenar el tipo penal establecido en el artículo 405 ejusdem, en
concordancia con el citado artículo 406, ya que aquella señala el tipo penal base.

Al respecto, la Doctrina Institucional ha señalado lo siguiente:

“(...) Cuando el fiscal del Ministerio Público señale como aplicable una disposición legal
que contiene varios supuestos, esta obligado a indicar el supuesto aplicable al caso
concreto, de conformidad con los hechos explanados (...)”2.

Aunado a lo anterior, este Despacho debe manifestar la imposibilidad de determinar si fue


cometido el delito atribuido por el sujeto que ha sido imputado, por cuanto de la insuficiente
narración de los hechos y de los elementos de convicción recabados no puede extraerse claramente

                                                            
1
Circular DFGR-DVFGR-DGAJ-DRD-3-2001 del Ministerio Público, de fecha 28 de noviembre de 2002.
2
Informe Anual del Fiscal General de la República, año 2002. Pág. 391.
que dicho sujeto realizara la conducta que ha sido subsumida en el tipo penal alegado. Además, el
representante del Ministerio Público no asentó claramente cuál fue la acción realizada por el
imputado, ni tampoco indica sobre qué bases afirma la naturaleza de su conducta como autor y la
razón por la que no se imputa a las otras personas presuntamente relacionadas con el hecho,
desconociéndose igualmente si se trató de una complicidad correspectiva3, si los otros individuos
participaron en la comisión del hecho punible, todo lo cual representa para este Despacho un
verdadero obstáculo que le impide determinar objetivamente la actuación desplegada por cada uno
de ellos.

Como corolario de lo anterior, es importante señalar la importancia que tiene la debida


fundamentación en la calificación jurídica de todo escrito acusatorio, toda vez que ello resalta el
derecho que tiene todo imputado de conocer en forma clara y detallada el contenido de la misma a
los efectos de establecer su propia defensa.

La Doctrina Institucional en relación a la calificación jurídica ha establecido lo siguiente:

“(...) Implica la expresión de los preceptos jurídicos aplicables a un caso determinado,


la adecuación de los hechos realizados, o de la conducta desplegada por el imputado
con el derecho o con la norma jurídica penal dentro de la cual se subsume la acción
desarrollada por éste, ello a los fines de dar por demostrado que dicha acción se halla
tipificada en la ley como delito. El desarrollo de este capítulo de la acusación
comprende el deber de realizar el análisis de las normas cuya aplicación se solicita y su
relación de correspondencia con lo sucedido, conforme a los elementos de convicción
obtenidos en la investigación, debiendo así señalarse las razones o motivos por las
cuales la conducta injusta se encuentra dentro de un tipo penal que se estima
ajustable al caso (...)”4.

(…)

La investigación penal comprende la aplicación de una serie de actividades jurídicas y


probatorias que se encuentran coordinadas y supervisadas por el Ministerio Público, para de esta
manera garantizar el cumplimiento de las disposiciones procedimentales encaminadas al
esclarecimiento de los hechos, así como la transparencia de la investigación y el debido proceso. En
este sentido, el representante fiscal debe recabar los elementos de convicción y ofrecer los medios
de prueba útiles, pertinentes y necesarios a los fines de descubrir la verdad y probarla en juicio.

En este sentido, el Fiscal del Ministerio Público al discriminar en su escrito los medios de
prueba que ha de ofrecer al órgano jurisdiccional como fundamento de su acusación, debe velar
por que éstos cumplan con los principios de pertinencia y necesidad. Así, el artículo 326 de nuestro
texto penal adjetivo es preciso al señalar:

“Artículo 326. Acusación. “(...) La acusación deberá contener:/(...)/ 5. El ofrecimiento


de los medios de prueba que se presentarán en el juicio, con indicación de su
pertinencia o necesidad./(...)”.
                                                            
3
Artículo 424 del Código Penal: “Cuando en la perpetración de la muerte o las lesiones han tomado parte varias personas y
no pudiere descubrirse quien la causó, se castigará a todos con las penas respectivamente correspondientes al delito
cometido, disminuidas de una tercera parte a la mitad./ No se aplicará esta rebaja de pena al cooperador inmediato del
hecho.”
4
Informe Anual del Fiscal General de la República 2003. Tomo I. Pág. 665-667.
Los principios de pertinencia y necesidad de la prueba se traducen en la utilidad que ésta
representa para el cabal desenvolvimiento del proceso, en virtud de su nexo y enlace con las
circunstancias de modo, tiempo y lugar del hecho punible, así como con los sujetos involucrados en
el mismo, lo cual se verá traducido en un efectivo ejercicio del derecho a la defensa.

Igualmente es necesario hacer referencia a la legalidad de los medios de prueba, lo cual


se refiere al hecho de que los mismos deben haber sido obtenidos por un medio lícito e incorporado
al proceso conforme a las disposiciones del Código Orgánico Procesal Penal. Al respecto, el artículo
197 del citado instrumento adjetivo, señala:

“Artículo 197. LICITUD DE LA PRUEBA. Los elementos de convicción solo tendrán valor
si han sido obtenidos por un medio lícito e incorporados al proceso conforme a las
disposiciones de este Código. No podrá utilizarse información obtenida mediante
tortura, maltrato, coacción, amenaza, engaño, indebida intromisión en la intimidad del
domicilio, en la correspondencia, en las comunicaciones, los papeles y los archivos
privados, ni la obtenida por otro medio que menoscabe la voluntad o viole los
derechos fundamentales de las personas. Asimismo, tampoco podrá apreciarse la
información que provenga directa o indirectamente de un medio o procedimiento
ilícitos.”

Ahora bien, en el escrito bajo análisis, la representante fiscal estableció vagamente la


pertinencia y necesidad de las pruebas, ya que no indica en forma contundente la relevancia que
éstas tendrán dentro del proceso, y lo que se pretende probar con cada una de ellas. En este
sentido, podemos indicar que no resulta necesario, por ejemplo, la transcripción de las deposiciones
de los testigos, ni de las resultas de la experticias practicadas en este capítulo del escrito de
acusación, sin embargo, es una exigencia taxativa, el fundamentar claramente lo que se pretende
probar con cada uno de los medios probatorios ofrecidos, de manera tal que el órgano
jurisdiccional pueda resolver acerca de su admisión, fundada en su necesidad, pertinencia, utilidad
y licitud.

Por otro lado, la representante del Ministerio Público incurrió en un error al ofrecer la
declaración de los expertos separadamente de las experticias realizadas por éstos durante la fase
de investigación. En este sentido, es preciso indicar que en criterio de esta Dirección la prueba de
experticia es un medio de prueba simple por cuanto necesita constituirse y formarse dentro del
proceso, ya que no basta con su sola práctica, sino que necesita ser evacuada en juicio conforme a
los principios de oralidad, contradicción, inmediación y publicidad.

En consecuencia, debió promoverse las declaraciones de los expertos conjuntamente con


sus informes periciales para que, de conformidad con el artículo 242 del Código Orgánico Procesal
Penal, cada uno de ellos reconociera su dictamen en la audiencia del debate oral y público, lo
ratificase e informase sobre el contenido del mismo.

Así las cosas, resulta inadecuado el ofrecimiento de la experticia como una prueba
documental conforme a lo dispuesto en el artículo 339 del Código Orgánico Procesal Penal, toda vez
que esta última es considerada como un medio de prueba complejo o preconstituido, ya que se ha
formado con antelación al proceso y, como ya se dijo anteriormente, la experticia es un medio de
prueba simple. 

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