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En los últimos tiempos, gracias a la facilidad que se ha operado en el mundo en materia de traslado
de personas, de bienes, de actos relacionados con estos bienes, la celeridad de los transportes y a la
facilidad del crédito, el hombre se ha visto envuelto en una serie de problemas de carácter jurídico,
pues la mayoría de estos traslados plantean “conflictos de leyes” o “conflictos de jurisdicción” que
importa determinar para poder aplicar la ley que se considere competente; esto quiere decir que si
realizado un acto jurídico cualquiera de la vida real, bajo el imperio de una determinada legislación, al
reclamar ese mismo agente sus efectos jurídicos en otra jurisdicción, crea un necesario conflicto de
leyes o de jurisdicción, pues hay la posibilidad de aplicar la legislación bajo la cual se realizó el acto o
bien la de donde se reclaman los efectos, por lo tanto, la misión del
Derecho Internacional Privado será la de indicar cuál de esas dos legislaciones es la competente.
Naturaleza Jurídica
La naturaleza jurídica de esta disciplina, está determinada por la relación jurídica de la cual se ocupa,
tratándose de casos corrientes de la vida real con calificaciones jurídicas distintas según los diversos
ordenamientos legislativos aplicables. Estas relaciones jurídicas son o pueden considerarse como
especiales, pues reclaman la aplicación de normas jurídicas propias que son dadas por un factor de
conexión, el cual es uno de los elementos de la relación jurídica que hace que se escape esa relación
de la jurisdicción local del juez que conoce del asunto, vinculando ese ordenamiento jurídico con otro
extranjero, determinándose posteriormente y, en forma definitiva, cual es el competente.
El Derecho Internacional Privado es el que tiene por finalidad resolver los conflictos de leyes referentes
a la nacionalidad de las personas, así como también, determinar los Derechos que tienen los
extranjeros y que deben ser respetados. Muchos han sido los tratadistas que le han dado diversas
denominaciones a esta disciplina, todas tendientes a indicar dentro de los términos de su mismo
nombre la naturaleza, la clase u objeto de ese Derecho, pero fue la denominación usada por Story en
1834 la que prevaleció a partir de esa fecha, sin embargo, a pesar del uso generalizado que tuvo dicho
término, su adopción posterior ha sido de carácter convencional en el sentido de que los dos términos
comprendidos dentro del título, "internacional" y "privado", son antagónicos entre sí y además, sugieren
una idea distinta de lo que se quiere indicar.
En efecto, la materia objeto de esta disciplina no es totalmente internacional, pues no se desarrolla o
desenvuelve de Estado a Estado, pues ellos no son sujetos de ese Derecho, tampoco es privada
enteramente tal disciplina, pues hay dentro de ese Derecho instituciones de carácter público, como
son la ejecución de actos y sentencias de autoridades judiciales extranjeras, la extradición y todos los
casos de Derecho penal que se ventilan en él; es por ello, y muy a pesar de estas observaciones, es
aceptado convencionalmente la denominación
Derecho Internacional Privado (sin que se vea actualmente alguna ventaja práctica para cambiarla)
pero la mayoría de los autores dedicados al estudio del Derecho Internacional Privado consideran que
más técnica es la denominación “Conflicto de Leyes”.
Las relaciones jurídicas cuyos elementos constitutivos pertenecen a sistemas jurídicos diferentes en
el espacio, es decir, sistemas susceptibles de aplicarse al mismo tiempo para resolver el mismo
problema jurídico en virtud de que los elementos constitutivos de la relación, objeto del problema, están
vinculados con uno y otro de estos ordenamientos jurídicos, la mayoría de estas relaciones se ubican
generalmente en el campo del Derecho
Privado (Civil y Mercantil) sobre todo. En pocas palabras, puede decirse que el Derecho Internacional
Privado, tiene el objeto puramente formal de señalar la vigencia espacial de la norma jurídica de más
de un Estado, determinando qué norma jurídica es aplicable, sin establecer el contenido de la norma
jurídica aplicable, es decir, es una situación jurídica concreta que actualiza las hipótesis legales de
normas jurídicas pertenecientes a más de un país.
Una sola situación jurídica, en virtud de distintos puntos de conexión o puntos de contacto, puede
hallarse regida por preceptos jurídicos que corresponden a distintos sistemas normativos, en este
sentido, corresponde al Derecho Internacional Privado decidir qué norma jurídica deberá prevalecer,
y remitir a la norma interna aplicable a la situación particular.
La diferencia radica en la naturaleza jurídica de cada una de las normas de estos Derechos.
En Cuanto al Sujeto
En el Derecho Internacional Privado es el hombre; el Derecho Internacional Público tiene como sujeto
al Estado y se ocupa de las relaciones de estos sujetos entre sí. Excepcionalmente tiene que ver con
otros entes de Derecho
Internacional que no son propiamente Estados, cuya personería proviene directamente de estos
últimos.
Derecho Internacional Privado es directa y la costumbre es tanto para uno como para el otro común a
ambos Derechos al igual que la codificación.
En Cuanto al Fundamento
Ambos Derechos persiguen una finalidad de justicia en el radio de acción que le es propio. El Derecho
Internacional Privado señala cuál es el ordenamiento vigente que puede resolver una cuestión de
Derecho planteada, igualmente, el Derecho Internacional Público señala las normas y principios que
deben regir las relaciones de los Estados entre sí.
Hay leyes que invaden el campo del Derecho Internacional Privado y lo suplen.
La ley de derecho internacional privado está protegida por un sistema contractual que son los tratados
internacionales.
EL CÓDIGO BUSTAMANTE
Este Código consta de 437 artículos divididos en un título preliminar y cuatro libros.
El título preliminar se ocupa de las cuestiones generales relativas a la condición jurídica del extranjero;
clasificación de las leyes; reglas y preceptos considerados como de orden público internacional; de la
calificación de las leyes consideradas como personales; y del respeto de los derechos adquiridos. Por
su parte, los libros restantes se ocupan, el primero, de Derecho Civil Internacional; el segundo, de
Derecho Mercantil Internacional; el tercero, de Derecho Penal Internacional y, el cuarto, de Derecho
Procesal Internacional.
La característica principal del Código Bustamante es su artículo 7, según el cual "cada Estado
contratante aplicará como leyes personales las del domicilio, las de la nacionalidad o las que hayan
adoptado o adopte en adelante su legislación anterior". El espíritu que informa esta disposición es el
de adaptación.
Este código estará vigente entre los Estados partes que lo hayan ratificado y no lo estará entre aquellos
Estados que habiéndolo ratificado hubiesen ratificado también cualquiera o todas las Convenciones
del 1975, 1979 y 1984, porque estas constituyen una derogatoria tácita a las disposiciones del Código
Bustamante en la materia o materias de que tratan las nuevas convenciones.
Una de las modificaciones más importantes de la Ley es la sustitución del principio de la nacionalidad
por el principio del domicilio, como factor de conexión decisivo en materia de estado, capacidad y
relaciones familiares y sucesorias.
Las leyes tienen eficacia extraterritorial siempre que exista consentimiento. La proyección de la
extraterritorialidad debe tener aceptación.
LEY HELMS
-
BURTON, LEY PARA LA LIBERTAD Y LA SOLIDARIDAD
DEMOCRÁTICA CUBANAS
Se ordenó su publicación el 1 de marzo de 1996. El 12 de marzo de ese año, el presidente de los
Estados Unidos Bill Clinton firmó y puso en vigor la llamada Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad
Democrática, más conocida por los nombres de sus principales promotores, el senador por Carolina
del Norte, Jesse Helms, y el representante por Illinois, Dan Burton. Le ley se introdujo como
consecuencia de un incidente sucedido un mes antes.
El 24 de febrero de 1996, cuando un MiG-29 y un Mig-23 del Gobierno Cubano derribaron dos
aviones privados operados por el grupo de cubanos emigrados en Estados Unidos
"Hermanos al rescate" mientras intentaban violar nuevamente el espacio aéreo cubano.
Esta organización de cubanos emigrados dice dedicarse a localizar a balseros cubanos para ayudarles
a salvar la vida, aunque desde el gobierno cubano ha sido acusada de dedicarse a acciones de
espionaje, sabotaje y propaganda antirrevolucionaria. De hecho, uno de los pilotos de la organización
había participado en la invasión de Bahía de Cochinos y en acciones desestabilizadoras de la CIA.
La ley establece que cualquier compañía no norteamericana que tiene tratos con Cuba
puede ser sometida a represalias legales, y que los dirigentes de la compañía pueden ver prohibida
su entrada en Estados Unidos. Esto significaba que compañías internacionales debían elegir entre
comerciar con Cuba o comerciar con los Estados
Los detractores de esta ley aducen que desde el punto de vista político, pretende
perpetuar el clima de hostilidad en la política de los Estados Unidos hacia Cuba, para forzar la
destrucción de la Revolución Cubana, y, desde el punto de vista económico, intimidar por todos los
medios posibles a los empresarios extranjeros para tratar de evitar las inversiones y el comercio
internacional con Cuba.
La sección III de la ley Helms Burton -con la que se pretendía que cualquier compañía estadounidense
pudiese demandar a quien usase sus propiedades embargadas tras la
Revolución cubana -fue "congelada" por el gobierno de Bill Clinton. Desde entonces los sucesivos
gobiernos han ido prorrogando cada seis meses la suspensión temporal de esta sección
Para el estudio de las fuentes del Derecho Internacional Privado debe adoptarse la siguiente
clasificación:
1.Fuentes Directas:
oLey Nacional: Esta es una de las principales fuentes. El Derecho
Internacional Privado se nutre de las normas y principios que están establecidos en los códigos y
demás leyes nacionales. La importancia de estas normas y principios radica en el hecho de que en
todos ellos se encuentra un factor de conexión, éste establece de por sí el sistema propio de Derecho
Internacional Privado que predomina en una legislación determinada. En Venezuela encontramos
normas de Derecho Internacional Privado en el CCV (Arts. 8, 9, 10, 11, 26, 104, 105, 106, 108, 879,
880,993). De igual forma en el C.Com en los artículos 483 y 116 que nos refieren, el primero, la ley
aplicable para determinar la capacidad de un extranjero obligado por una letra de cambio; y, el
segundo, el establecimiento del régimen de la ley venezolana para contratos mercantiles celebrados
fuera y cumplideros en
Venezuela, en el caso de que las partes no hayan expresamente acogido una determinada legislación.
oLos Tratados Internacionales: estos constituyen, junto con la ley, la primera fuente del Derecho
Internacional Privado. Puede decirse que los tratados han sido divididos en dos clases: a) tratados
públicos, en los cuales está interesado la soberanía del Estado y constituyen actos políticos; y, los
tratados -leyes que regulan conductas, obligaciones o derechos de los particulares, los cuales podrían
ser llamados actos particulares.
oLa Convención Particular: puede considerarse como fuente en virtud de que, en aquellos casos en
los cuales habría que buscar la voluntad presunta de las partes, deberá aplicarse el principio de la
autonomía de las partes cuando la voluntad aparece incontrastable de los contratantes.
2. Fuentes Indirecta:
oLa Costumbre: El Derecho Internacional Privado ha sido en su base un derecho consuetudinario. La
costumbre ha regido este derecho desde sus primeros momentos, pero es de advertir que esta
costumbre tiene que ser jurídica, no un simple uso o hábito, sino una costumbre en la cual se
encuentren los dos elementos característicos de la misma, un elemento material y la opinión jurídica
de su necesidad.
oLa Doctrina: es una fuente muy importante porque ella constituye un ancho campo en el desarrollo
científico del derecho, y, si el juzgador no la tomara en cuenta, el derecho que éste elaborase, sería
un derecho trunco, sin base científica, y contradictorio.
oPrincipios Generales del Derecho Internacional Privado: Al principio existía
un derecho inter-estatal con principios normativos que ninguno de los Estados de la comunidad
internacional podría considerar como propios.
Tales principios son, por ejemplo, el de la lex rei sitae, que rige legalmente a los bienes muebles e
inmuebles por la ley donde ellos están ubicados; el de la locus regit actum, que permite que un acto
jurídico cumplido en el exterior tenga completa validez en otro Estado en lo que se refiere a sus
formalidades y solemnidades, así esta relación o acto jurídico sean distintos en este último territorio;
el de la personalidad de las leyes, mediante el cual las referentes al estado y capacidad de las
personas siguen a las mismas, donde ellas establezcan su residencia o domicilio; el de la autonomía
de la voluntad en materia contractual; el efecto excluyente de la noción del orden público y la
aplicación, en su caso, de la lex fori, y muchos otros más que constituyen los principios que rigen las
instituciones y relaciones jurídicas de carácter jusprivatista.
Artículo 1º. Los supuestos de hecho relacionados con los ordenamientos jurídicos extranjeros se
regularán, por las normas de Derecho Internacional Público sobre la materia, en particular, las
establecidas en los tratados internacionales vigentes en
Venezuela; en su defecto, se aplicarán las normas de Derecho Internacional Privado venezolano; a
falta de ellas, se utilizará la analogía y, finalmente, se regirán por los principios de Derecho
Internacional Privado generalmente aceptados.
Artículo 2º. El Derecho extranjero que resulte competente se aplicará de acuerdo con los principios
que rijan en el país extranjero respectivo, y de manera que se realicen los objetivos perseguidos por
las normas venezolanas de conflicto.
Artículo 3º. Cuando en el Derecho extranjero que resulte competente coexistan diversos
ordenamientos jurídicos, el conflicto de leyes que se suscite entre esos ordenamientos se resolverá
de acuerdo con los principios vigentes en el correspondiente Derecho extranjero.
Artículo 4º. Cuando el Derecho extranjero competente declare aplicable el Derecho de un tercer Estado
que, a su vez, se declare competente, deberá aplicarse el Derecho interno de este tercer Estado.
Cuando el Derecho extranjero competente declare aplicable el Derecho venezolano, deberá aplicarse
este Derecho.
En los casos no previstos en los dos párrafos anteriores, deberá aplicarse el Derecho interno del
Estado que declare competente la norma venezolana de conflicto.
La Cuestión Metodológica
Factores de Conexión
La consecuencia jurídica de la norma determina el derecho aplicable, esta característica propia
de dicha consecuencia jurídica es una conexión y el elemento integrante es lo que comúnmente se
llama Factor de Conexión. Si la norma de colisión conlleva dentro de su consecuencia jurídica un
factor de conexión que declara aplicable el derecho del Domicilio, o la legislación libremente escogida
por las partes para regimentar su contrato, sin embargo, está también el hecho de que se ordene
aplicar la ley personal del extranjero para determinar su estado o capacidad, en estos últimos
supuestos el factor de conexión será la Nacionalidad o el Domicilio (Articulos 19 al 27. LDIP). Existen
cinco factores de conexión atendiendo al hecho de que la relación jurídica verse sobre las personas,
los bienes o un acto jurídico cualquiera; de allí que los factores de conexión sean: 1) Referidos a la
Persona (Nacionalidad y Domicilio); 2) Referidos a los Bienes (Ubicación y Distinción entre Muebles e
Inmuebles); 3) Referentes a los Actos (Forma Externa de los Mismos); 4) Referentes a los Contratos
(Principio de la Autonomía de la Voluntad). Otra división de los factores de conexión, puede
establecerse haciéndola basar en el carácter que ofrece la conexión:
1) Acumulativa:
A) Igual: Cuando el factor de conexión, conecta con varios ordenamientos jurídicos, los
cuales dan cada uno de ellos una solución independiente, por lo cual sólo el acuerdo de
dichos ordenamientos permite una solución definitiva.
De lo anteriormente expuesto, se puede decir que el juez puede no conocer la Ley que se invoca
o que necesita aplicar en la resolución, pero los medios de efectuarlo están a su alcance, ya por
esfuerzo propio, o por imposición a los litigantes, por cuanto, este nada crea; sino que la Ley ya está
formada, y llena cumplidamente su oficio aplicándola, puesto que por voluntad del legislador, expresa
o tácitamente manifestada, procede así. Se observa entonces, que el problema de la fuerza obligatoria
de la Ley extranjera, se halla vinculado íntimamente con el fundamento del Derecho Internacional
Privado. Si se admite el fundamento de la comitas gentium, la conclusión que se impone es que para
los jueces las Leyes extranjeras no tienen la misma fuerza obligatoria que las nacionales y que ellos
no están en el deber de aplicarlas, dado que la aplicación de la Ley extranjera es un acto de mera
concesión graciosa. Si se admite el fundamento contemporáneo del Derecho Internacional Privado,
fundamento eminentemente jurídico, no influye para nada el carácter nacional o extranjero de la Ley
aplicable, debiendo aplicar los jueces el derecho impuesto por la naturaleza de la relación jurídica de
que se trata. Desde otra perspectiva ciertamente distinta, se ha pretendido demostrar la inexistencia
de vínculo alguno entre el fundamento del Derecho Internacional Privado y el tratamiento de la Ley
extranjera en el proceso; apareciendo en el elenco doctrinario la teoría del uso jurídico, que se ubica,
en una posición intermedia entre las llamadas teorías normativistas y las teorías vitalistas, en lla cual
si se declara aplicable a una controversia un derecho extranjero, hay que darle el mismo tratamiento
de fondo que con máximo grado asequible de probabilidad le daría el juez del país cuyo derecho ha
sido declarado aplicable. Asimismo, en apoyo de esta orientación se dice que una de las más
importantes contribuciones de la teoría del uso jurídico, es haber separado con rigor el problema de la
naturaleza del objeto de referencia de la norma indirecta de importación, del tratamiento de este objeto
en el proceso.
En cuanto al objeto de referencia se opone a la teoría jurídica la del uso jurídico extranjero; en
efecto, se considera como contrario al Derecho Internacional Público que un país intente crear derecho
de otro país. Al contrario, no hay objeción de que la norma indica el uso jurídico extranjero, es decir
ordenando al juez indígena decidir el pleito tal como si lo resolviera en el país de origen de la norma,
indicando, por lo tanto, un hecho y no derecho, por exigir del juez la verificación de un juicio de
probabilidad y no la aplicación de normas jurídicas. En este sentido, se puede señalar que hay que
delimitar la teoría del uso jurídico extranjero de doctrinas aparentemente emparentadas, empero en el
fondo disímil, ello ocurre para empezar con la oposición innegable entre quienes conciben el objeto
referido por la norma del Derecho Internacional Privado como el derecho extranjero y quienes estiman
que es el uso jurídico extranjero, y ello es así, aunque los partidarios de la primera doctrina no se
contentan con identificar derecho extranjero con norma extranjera sino que encuadran en este término
la norma interpretada por ciencia y jurisprudencia; aun en el último caso representa la norma una
entidad jurídica y no de hecho.
De conformidad con el Artículo 2 de la Ley de Derecho Internacional Privado, "el Derecho
extranjero que resulte competente se aplicará de acuerdo con los principios que rijan en el país
extranjero respectivo, y de manera que se realicen los objetivos perseguidos por las normas
venezolanas de conflicto". Puede apreciarse claramente en este texto, que el legislador venezolano
supera la inveterada discusión sobre la naturaleza del derecho extranjero, y admite la tesis "jurídica",
según la cual el derecho extranjero es derecho auténtico y como tal no puede ser asimilado a una
cuestión de hecho; la circunstancia de su extranjería no le quita su esencia normativa ni su existencia
formal y el tratamiento procesal de este derecho, supone que se le coloque en pie de igualdad con el
derecho nacional, porque respecto de ambos, se tratará de la aplicación de un quid iuris. Es importante
destacar que la norma antes transcrita, es la primera vez que se establece en la legislación interna;
hasta ahora, el norte en esta materia venía dado por las pertinentes disposiciones del Código
Bustamante y la Convención Interamericana Sobre Normas Generales de Derecho Internacional
Privado. La fórmula del artículo bajo examen constituye el punto culminante del desarrollo de la
doctrina venezolana especializada, mediante la cual se expresa que asegurada la aplicación de la Ley
extranjera, la obligación de los jueces consiste en investigarla y respetarla de la misma manera como
lo haría con la Ley nacional, además de cuidar la interpretación que de aquella se hiciera, para que
sea en un todo correcta. Al regular el tratamiento del derecho extranjero, el legislador adopta la
solución idónea y actual en esta materia, y por ella se obliga al Juez a aplicar el derecho extranjero,
de la misma manera como lo aplicaría el juez del Estado de donde provenga el sector jurídico aplicable.
Advierte, sin embargo, el legislador que en esta función se deben alcanzar los objetivos perseguidos
por nuestras normas de conflicto, procurándose la solución equitativa del caso concreto. Para resolver
los problemas de conflicto en el marco de la justicia material, no le bastará al juez aplicar la Ley
extranjera, sino aplicarla correctamente de acuerdo con el sentido y alcance que le den los jueces del
país respectivo y teniendo presente los principios del derecho internacional privado venezolano. A la
luz del Artículo 2 de la Ley de Derecho Internacional Privado, resulta inadmisible cualquier tipo de
interpretación que aluda a una supuesta inferioridad del derecho extranjero respecto del derecho
venezolano, sino que hay que aplicar la norma extranjera tal como se aplicaría por sus propios
tribunales. Esta solución, se fundamenta en el deber de aplicar correctamente la Ley extranjera, pues
no tiene sentido que el legislador ordene regular la controversia por el derecho extranjero, permita su
aplicación en una forma distinta de aquella en la cual se encuentra vigente en el país en cuestión; este
principio representa la única posibilidad para los jueces de diferentes Estados, cuando aplican derecho
extranjero, de obtener la misma solución y garantizar de esta manera la armonía internacional de
soluciones, postulado axiológico del Derecho Internacional Privado.
2) No Acumulativa:
A) Simple: Cuando la norma de conexión indica de una vez el derecho
aplicable, cerrando así la posibilidad de aplicar otra que podía ser
competente.
B) Condicional: Cuando, a diferencia de la anterior, da competencia a otras
legislaciones, pero en forma subsidiaria o alternativa.
Los diversos conflictos que plantean los factores de conexión han generado la
formación de determinado número de reglas de Derecho Internacional Privado. Estas
reglas son la consagración de ciertos principios generales de dicho derecho, los cuales
son producto de elaboración jurídica dejada por las Escuelas estatutarias de algunos
preceptos jurídicos de carácter consuetudinario y de la formación de un derecho inter -
estatal que se ha venido acentuando como consecuencia de la existencia en estos
últimos tiempos de una comunidad jurídicamente organizada: 1) En principio el estado
y capacidad de las personas se determina por la ley personal del individuo, esta es la
regla de la personalidad de la ley, basada en la nacionalidad o el domicilio; 2) La ley
competente de los bienes muebles e inmuebles se determina por la ubicación de dichos
bienes, o sea, que corresponde a la regla lex rei sitae, porque allí es donde se encuentra
la sede de la relación jurídica; 3) Las formalidades de un acto jurídico se rigen en
principio por la ley local donde se realizó, formulamos de la misma manera otra regla,
esta es, la locus regit actum; y, 4) En casos contractuales las partes tienen una gran
amplitud en la escogencia de la ley que deba regir el contrato. Esto en razón de que esa
clase de negociación está regida por normas voluntarias y, por lo tanto, se aplica la regla
que reconoce el imperio de la autonomía de la voluntad.