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COACHING

Juicios y creencias
MIRIAM ORTIZ DE ZÁRATE, Escuela Europea de Coaching
www.escueladecoaching.com

“Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes,


Desde este enfoque, podemos decir
que los juicios son la raíz del sufri-

estás en lo cierto”
miento humano, ya que el sufrimien-
to no surge de lo que nos ocurre (los
John Ford
hechos), sino de la interpretación que
hacemos de lo que nos ocurre (los jui-
cios). Como dijo Epicteto (siglo I dc):
“No es lo que ha sucedido lo que mo-
Cuando decimos “Ayer estuvo llo- mos a la persona que lo emite. También
lesta a un hombre, sino su juicio so-
viendo toda la tarde” o “Ayer hizo un decimos que puede ser fundado o in-
bre lo sucedido. Cuando alguien te
día espantoso”, estamos haciendo ase- fundado, en la medida en que esté ba-
irrita, ten por seguro que es tu propia
veraciones aparentemente similares, sado en experiencias que proceden del
opinión la que te ha irritado”.
pero en realidad profundamente di- pasado y que lo avalan. En cierta me-
ferentes. En el primer caso, estamos dida, un juicio es como un veredicto: La mayoría de nosotros emitimos jui-
hablando de un hecho objetivo y con- cuando lo emitimos, creamos una nue- cios espontáneos que no nos perte-
trastable. En el segundo caso, estamos va realidad que solo existe en el len- necen. Se emiten como automatismos
dando una opinión, un punto de vis- guaje. Cuando juzgamos “Este niño es sociales y tenemos que aprender a
ta personal y subjetivo. En nuestro len- muy torpe”, estamos abriendo nuevas cuestionarlos y a revisar la autoridad
guaje habitual, emitimos constante- posibilidades de realidad que afectarán que les damos. El ser humano que lo-
mente sentencias de este tipo: algunas seguramente al futuro de ese niño. Por gra acceder a todo su potencial de li-
son hechos contrastados y objetivos. eso decimos que los juicios se generan bertad, es aquel que aprende a enjui-
Otras muchas son juicios subjetivos. en el pasado, se emiten en el presente ciar sus juicios.
Sin embargo, durante siglos, hemos y diseñan el futuro.
tratado estos enunciados de manera
similar y hemos llegado a suponer que En el trabajo de coaching analizamos DISTINCIÓN ENTRE JUICIOS
podemos hablar de juicios con la mis- la estructura de los juicios de nuestros Y CREENCIAS
ma objetividad que lo hacemos cuan- clientes, identificamos aquellos que
do hablamos de hechos. Expresamos pueden influir tanto positiva como ne- Los términos juicio y creencia son bá-
así nuestras opiniones como si fueran gativamente en su crecimiento y en la sicamente iguales. Nosotros utilizamos
datos objetivos y universales, dando consecución de sus objetivos, le ayu- una pequeña distinción, al considerar
por sentado que cualquier otro ob- damos a diferenciar entre juicios y afir- la creencia como un tipo de juicio que
servador vería lo mismo que nosotros maciones o a verificar hasta qué pun- está hondamente arraigado, en un pla-
vemos. Esta situación afecta comple- to sus juicios están bien fundados. Por no normalmente subconsciente, que
ta y constantemente a nuestra vida co- ejemplo, una persona que tenga difi- procede muchas veces de la infancia
tidiana y está presente en nuestras re- cultades para diferenciar entre juicios y que hace que actuemos en una de-
laciones personales, en el trabajo, en y afirmaciones, tendrá seguramente terminada dirección.. Imaginemos, por
la forma en que nos relacionamos con problemas a la hora de aceptar los ejemplo, el tipo de acciones diferen-
el mundo que nos rodea, etc. puntos de vista de los demás y se mos- tes (y de personalidades diferentes)
trará rígida e intolerante. O bien, una que generarán creencias como éstas:
Decimos que un juicio puede ser válido persona que considere sus juicios co- “El trabajo duro y el esfuerzo cons-
o inválido, pero nunca podrá ser ver- mo rasgos permanentes e inmutables, tante son la base del éxito”, “La vida
dadero o falso, como ocurre con los he- no será capaz de aceptar otras opcio- es muy corta, hay que disfrutarla al
chos. Aceptamos la validez de un juicio nes y, en consecuencia, estará más ce- máximo”, “La opinión de los demás
en función de la autoridad que le da- rrada al cambio y al aprendizaje. es fundamental”, “Este mundo es un

Capital Humano 26 Nº 193 • Noviembre • 2005


No es lo que ha sucedido lo que molesta a un hombre,
lugar peligroso”, “No hay que ser ego-
ísta”; “No debo fiarme de los demás”,

sino su juicio sobre lo sucedido


“Cada día puedo aprender algo nue-
vo”, “las cosas tienen que estar per-
fectas”. Utilizamos el término creen-
cia para diferenciar ese tipo de
opiniones de carácter más profundo
que, durante años, han configurado seguridad que transmitimos a los niños: mayores oportunidades de alcanzar el
nuestras acciones y nos han impulsa- “Ten cuidado”, “No te acerques al bor- éxito en la vida, más atractivos, mejor
do en una determinada dirección. de”, “No te subas ahí”, “No hables con adaptados y más afectuosos. Por el
desconocidos”... Este tipo de mensajes contrario, cuando se pidió que des-
tienen su importancia y su valor en la cribiesen a los chicos no señalados, las
CREENCIAS LIMITADORAS infancia, el problema es que a menudo clasificaciones eran menos favorables
se generalizan a ámbitos de la realidad de lo que podría esperarse por los re-
Algunas de estas creencias son lo que diferentes a aquellos para los que fue- sultados reales obtenidos en los tests.
llamamos creencias limitadoras, por- ron enunciados y se consolidan como Los maestros no fueron conscientes
que frenan o impiden el desarrollo y creencias, manteniéndose a lo largo de de la influencia de sus expectativas en
el aprendizaje. Operan con tal fuerza los años y operando por debajo de nues- sus alumnos, el efecto pigmalión o la
que llegan a convertirse en una pro- tro nivel de conciencia, de manera que profecía autocumplida nos dice que
fecía que se cumple por sí misma. Sue- no llegamos a saber en qué medida es- cuando se espera más de una perso-
len ser de tres tipos fundamental- tán influyendo en nuestras acciones. na, se produce un determinado clima
mente: las relacionadas con la También encontramos la génesis de mu- emocional en las interacciones con ella
desesperanza (“Haga lo que haga, na- chas creencias limitadoras en pregun- que facilita la comunicación. Se le ofre-
da cambiará”, “No vale la pena es- tas sin respuesta sobre el “cómo”.
forzarse”), las que tienen que ver con ce más formación, se le mantiene más
Cuando una persona no sabe cómo informado, se le exige más, se le dan
los sentimientos de impotencia (“No cambiar su comportamiento, es fácil
puedo”, “Yo no soy capaz de conse- más oportunidades... En conclusión,
que elabore la creencia de que ese com- puede decirse que los padres, los
guir eso”, “Eso está fuera de mi al- portamiento no se puede cambiar: “Yo
cance”), y las de ausencia de mérito maestros y los jefes, tienen la posibi-
soy así, no puedo ser de otra manera”, lidad de “esculpir” la capacidad de
(“No me lo merezco”, “Esto no está “No puedo hacerlo”, no soy capaz”.
a mi altura”). Las tres ejercen una gran alumnos y colaboradores, con su in-
influencia a la hora de limitar la ca- fluencia y su confianza.
pacidad de desarrollo de las personas LA PROFECÍA QUE SE CUMPLE
Los experimentos de Rosenthal nos de-
y nos las encontramos constantemente
En 1968, Rosenthal y Jacobson reali- muestran la importancia de las creen-
en los procesos de coaching, donde
zaron un famoso experimento en una cias y la capacidad que éstas tienen de
trabajamos para identificarlas y cam-
escuela primaria del sur de San Fran- generar diferentes posibilidades, de abrir
biarlas por otras que impliquen espe-
cisco, que puso en evidencia hasta qué o cerrar puertas, de impulsar o bloquear
ranza en el futuro, sensación de ca-
punto las expectativas de los padres a las personas en la consecución de sus
pacidad, responsabilidad, sentido de
con sus hijos, de los profesores con objetivos. En coaching tenemos una cre-
la valía, pertenencia, etc.
sus alumnos o de los mandos con sus encia acerca del enorme potencial que
Todos nosotros estamos llenos de cre- subordinados, tienden a cumplirse. esconden las personas y que son capa-
encias y muchas de ellas son creencias Rosenthal y Jacobson realizaron un ces de desarrollar cuando se compro-
limitadoras. Se van incorporando a nues- test de inteligencia a un grupo de meten firmemente a trabajar en ello.
tro ser a lo largo de toda la vida, la ma- alumnos y, de manera aleatoria, se- Desde el punto de vista de la profecía
yoría durante la infancia. Lo llamativo leccionaron un 20 por ciento de los autocumplida, para que el coach ten-
es que creencias que quedan arraiga- alumnos y le dijeron a sus profesores ga éxito en su desarrollo, es absoluta-
das en nuestro inconsciente cuando te- que su CI era superior al del resto de mente fundamental que el coach crea
nemos cuatro o cinco años, siguen sien- los niños. A final de curso, se repitie- en él y en su capacidad de lograr lo que
do vigentes cuando somos adultos. Es ron las pruebas y se comprobó que el se proponga. De hecho, decimos que
interesante considerar que muchas ve- grupo calificado como más inteligen- cuando un coach no es capaz de ver es-
ces se crearon con algún propósito po- te, había mejorado su CI en cuatro te potencial en uno de sus clientes, no
sitivo, como protegernos, ayudarnos a puntos. En las entrevistas con los debe aceptar trabajar con él, ya que el
establecer límites, etc. Consideremos, maestros, describieron a estos chicos proceso no podrá llevarse a cabo con
por ejemplo, los mensajes habituales de como más capaces, más curiosos, con éxito.\

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Capital Humano 28 Nº 193 • Noviembre • 2005

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