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SOCIEDAD
-El psicólogo habita los suburbios del alma, como el sociólogo la periferia de la
sociedad.
-La vulgaridad del alma y del cuerpo es el castigo que el ascetismo impone a la
sociedad que lo expulsa.
-La obra bella subsiste autonomía y señera, mientras que la obra malograda es
parte de la biografía de un individuo o de una sociedad.
-La estructura de una sociedad, o de una época depende de una opción, de una
actitud axiológica.
Una interpretación económica sólo es científica cuando el fundamento axiológico de
una estructura es económico.
El marxismo volvió método una observación exacta, pero históricamente
circunscrita.
-El sociólogo actual observa las sociedades pretéritas con suspicacia morbosa de
plebeyo.
-La salvación social se aproxima cuando cada cual confieza que sólo puede salvarse
a sí mismo.
La sociedad se salva cuando sus presuntos salvadores desesperan.
-Un solo tipo de sociedad tuvo un contrato social por raíz histórica y por resorte
ético: el feudalismo.
-Ser racionalista consiste en tomar como postulados inconscientes del raciocinio los
prejuicios de la sociedad contemporánea.
-Las artes florecen en las sociedades que las miran con indiferencia, y parecen
cuando las fomenta la solicita reverencia de los tontos.
-Las categorías sociológicas facultan para circular por la sociedad sin atender a la
individualidad irremplazable de cada hombre.
La sociología es la ideología de nuestra indiferencia con el prójimo.
-La sociedad moderna se da el lujo de tolerar que todos digan lo que quieran,
porque todos hoy coinciden básicamente en lo que piensan.
-Tanto la Bauernkrieg del XVI, como las sublevaciones campesinas del XVII y del
XVIII, fueron insurrecciones contra la sociedad moderna. La población no se levantó
contra el feudalismo, sino contra el mundo que lo estaba reemplazando.
El espíritu mercantil usurpó constumbres jurídicas del sistema antagónico y convirtió
usos legítimos en abusos insufribles.
-Las sociedades agonizantes luchan contra la historia a fuerza de leyes, como los
náufragos contra las aguas a fuerza de gritos. Breves remolinos.
-Los doctos de la sociedad feudal (clérigo, poeta, cronista) la censuraban tan sólo
cuando violaba su principio; los doctos actuales (filósofo, poeta, novelista) censuran
la sociedad moderna cuando acata el suyo.
-El político liberal pasa la segunda parte de su vida tratando de curar heridas que
hizo a la sociedad en la primera.
-Que el cristianismo sane los males sociales, como unos dicen, o que envenenen al
contrario la sociedad que lo adopta, como aseguran otros, son tesis que interesan al
sociólogo, pero sin interés para el cristiano.
Al cristianismo se ha convertido el que lo cree cierto.
-Como Marx evidentemente dice que las fuerzas de producción de una sociedad
determina finalmente su estructura, y como, por otra parte, las fuerzas de
producción de la actual sociedad comunista y de la actual sociedad capitalista son
evidentemente las mismas, Marx propiamente enseña que la diferencia entre
capitalismo y comunismo sólo puede consistir en la diferencia pasajera entre
algunos de sus aspectos jurídicos.
La sociedad industrial comunista y la sociedad industrial capitalista aplastan al
hombre bajo el mismo peso.
La burguesía no es tanto una clase social como los ethos de la sociedad industrial
misma.
-La sociedad suele ser injusta, pero no como los vanidosos lo imaginan.
Siempre hay más amos que no merecen su puesto que servidores que no merezcan
el suyo.
-Los problemas del siglo XIX preocupan tanto al izquierdista que los del siglo XX no
lo ocupan.
Los problemas que planteaba la industrialización de la sociedad le impiden ver los
que plantea la sociedad industrializada.
-En sociedad igualitaria no caben ni lo magnánimos ni los humildes, sólo hay campo
para las virtudes cursis.
-La sociedad sólo admira sin hipocresía la inteligencia del que consigue triunfos
bajos.
-El artista actual ambiciona que la sociedad lo repudie y que la prensa lo elogie.
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-Basta, a veces, que una sociedad suprima una constumbre que supone absurda,
para que una catástrofe repentina le demuestre su error.
-Siendo la lucha por la libertad la más noble de las empresas, el hombre se envilece
en una sociedad libre.
El alma se ablanda y se corrompe donde todo se puede decir y todo hacer. Los
esfuerzos viriles, las atestiguaciones peligrosas, las tensiones trágicas, se extinguen
para que el hombre, eximido de la compulsión a ser noble, se rinda a la natural
vileza de sus instintos.
Acostumbrados finalmente a tolerar sus contrarios, los principios se convierten en
claudicaciones elocuentes.
El precio de la libertad es una perpetua apostasía.
-Nuestra sociedad insiste en elegir a sus gobernantes para que el azar del
nacimiento, o el capricho del monárquico, no entreguen el poder, de pronto, a un
hombre inteligente.
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-La sociedad libre no es la que tiene el derecho de elegir al que la manda, sino la
que elige al que tiene derecho a mandarla.
-El antagonismo entre la sociedad y el artista, en el siglo XIX, fué la expresión social
del conflicto entre el Romanticismo y la Enciclopedia.
Los combates de retaguardia del romanticismo constituyen el arte del siglo,
mientras que la existencia trágica de sus artistas, es la retaliación del industrial y
burgués enciclopedismo.
-La sociedad moderna desatiende los problemas básicos del hombre, pues apenas
tiene tiempo para atender los que ella suscita.
-La homogeneidad creciente del hombre anuncia una sociedad donde la huella del
"distintincti non discret" de la sociedad angélica será borrada por el "discreti non
distincti" de la sociedad infernal.
-Así como en nuestra sociedad triunfan los bajos fondos sociales, así en nuestra
literatura triunfan los bajos fondos del alma.
- Una revolución es legítima tan solo cuando el revolucionario siente en sus huesos
que la sociedad, contra la cual se levanta, es el legítimo reo de rebeldía.
- El socialismo de este siglo no heredó de la sociedad burguesa que sepulta sino las
deformidades denunciadas por el socialismo del siglo pasado.
- Para una sociedad que vive entgre estadístic as, sospechar que cada unidad es
persona única y destino propio resulta perturbador y alarmante.
-El trajín multitudinario de la sociedad moderna vuelve a las almas caminos hollados
por rebaños.
-La vieja sociedad humillaba sólo al ambicioso; en la actual sociedad el humilde vive
humillado.
-La inópia estética de una sociedad crece proporcionalmente al número nde caballos
de fuerza que instale.
-Los poetas tal vez no sean los "legisladores" del mundo, pero las sociedades se
derrumban al desterrar la imaginación.
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-La concentración del poder, en la sociedad igualitaria no le permite ser libre sino al
dueño del poder suprema.
La dispersión del poder en la sociedad jerarquizada, en cambio, crea una pirámide
de libertades.
La sociedad igualitaria alterna épocas de parálisis esclavista con períodos de
convulsiones libertarias.
El individuo de la sociedad jerarquizada, a la inversa no necesita rebelarse para ser
libre, ni se envilece porque no se revela.
-Los indivíduos, en la sociedad moderna, son simples empalmes flexibles entre las
piezas rígidas de las instituciones sociales.
-La sociedad moderna arrolla a las libertades, como un regimiento de tanques una
procesión de beatas.
-La sociedad industrial genera varios problemas graves con cada problema simple
que resuelve.
-El individuo que se miente a sí mismo, así como la sociedad que no se miente, se
pudren pronto y perecen.
-La sociedad se convierte en híbrido entre prisión y asilo, cuando la felicidad del
ciudadano es meta del gobernante.
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-La sociedad moderna sólo respeta la ciencia como proveedora inagotable de sus
codicias.
-El fervor con que el marxista invoca la sociedad futura sería conmovedor si los ritos
invocatorios fuesen menos sangrientos.
-La promiscuidad sexual es la propina con que la sociedad aquieta a sus esclavos.
-Una sociedad deja de ser culta cuando en lugar de letrados produce literatos.
-La clase dirigente de una sociedad agrícola es una aristocracia, la de una sociedad
industrial una oligarquía.
-El estado moderno es la transformación del aparato que la sociedad elaboró para
su defensa en un organismo autónomo que la explota.
-Los indivíduos en la sociedad moderna, son cada día más parecidos los unos a los
otros y cada día más ajenos entre sí.
Mónadas idénticas que se enfrentan con individualismo feroz.
-Si tuvieran menos salvadores las sociedades necesitarían menos que las salven.
-El que se respeta no puede vivir hoy sino en los intersticios de la sociedad.
-La anarquía que amenaza a una sociedad que se envilece no es su castigo, sino su
remedio.
-Para sanar al paciente que lesionó en el XIX, la sociedad industrial tuvo que
embrutecerlo en el XX.
La miseria espiritual paga la prosperidad industrial.
-Los supuestos enemigos de la burguesía son jardineros expertos que podan sus
ramas caducas.
La sociedad burguesa no peligra mientras sus enemigos admiren lo que admira.
-Tanto en la sociedad como en el alma, cuando las jerarquías dimiten los apetitos
mandan.
-Las lumbreras de este siglo son fuegos fatuos en la planicie pantanosa de una
sociedad putrefacta.
-Para obtener del técnico exclusiva aplicación a su oficio, la sociedad industrial, sin
deformarle el cráneo, le comprime el cerebro.
-El que no se agita sin descanso, para hartar su codicia, siempre se siente en la
sociedad moderna un poco culpable.
-En lugar de canalizar los instintos por los tubos del órgano, basta liberarlos, como
lo exige el moderno, para desbaratar la sociedad en trifulca.
-La sociedad con un solo uniforme, o sin uniforme alguno, es igualmente invivible.
Se requiere una policromía de uniformes.
-Se habla de "sociedad de consumo" para ocultar -ya que la producción es ideal
progresista- que se trata de sociedad de producción.
-Las escuelas militares son los últimos recintos donde algo educan, donde no
transmiten meras recetas técnicas.
La sociedad civil vive ávida de ambos.
-La izquierda agrupa a quienes cobran a la sociedad el trato mezquino que les dió la
naturaleza.
-La sociedad moderna es menos la primera sociedad rica que la primera con
mentalidad de rico.
-Las más graves dolencias de la sociedad suelen provenir de la imprudencia con que
se receta.
-El rico, en la sociedad capitalista, no sabe usar del dinero para lo que mejor sirve:
paro no tener que pensar en él.
-Las únicas sociedades más odiosas que las enrabian al joven rebelde son las que
ayuda inocentemente a construir.
-Los problemas básicos de una época nunca han sido el tema de sus grandes obras
literarias.
Sólo la literatura efímera es "expresión de la sociedad".
-Una reforma dela sociedad sólo puede esperarse de las contradicciones entre las
insensateces humanas.
-La sociedad moderna no aventaja las sociedades pretéritas sino en dos cosas; la
vulgaridad y la técnica.
-Una sociedad civilizada necesita que en ella como en la vieja sociedad cristiana,
igualdad y desigualdad permanentemente dialoguen.
-Civilización es la disciplina que una clase social alta le impone, con su sola
existencia, a una sociedad entera.
-La inmigración del campesino en las ciudades fué menos desastrosa que la del
notable del pueblo.
La sociedad rural, por una parte, perdió la estructura de prestigios que la
disciplinaba, y el notable, por otra, se convirtió en partícula anónima de la amoría
masa humana.
-De las catástrofes individuales y sociales más graves las víctimas no suelen tener
conciencia: los individuos se embrutecen, las sociedades se embilecen,
inconscientemente.
-La mayoría de las costumbres propiamente modernas serían delito en una sociedad
auténticamente civilizada.
-El nivel general de una sociedad baja notablemente cuando el prestigio social de
sus notables se extingue.
-La sociedad hasta ayer tenía notables; hoy sólo tiene notorios.