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William James
Nació el 11 de enero de 1842 en Nueva York.
Filósofo, fisiólogo, psicólogo, pedagogo estadounidense.
Sus antepasados fueron inmigrantes irlandeses, enriquecidos en su
nueva patria.
Profundamente religioso en 1865 ingresa en la escuela de medicina
de la Universidad de Harvard, se da cuenta que la medicina no
constituye su verdadera vocación, se gradúa en 1869 en medicina
pero no ejerce.
En Harvard fue profesor de Psicología. Creó una tendencia, en este campo, "la
introspección".
Entusiasta investigador de los procesos subliminales de la conciencia y de los
fenómenos paranormales, escandalizó al mundo científico de su tiempo cuando
defendió el ejercicio libre de los curanderos o sanadores mentales y de terapias
como la “mind-cure”.
En el terreno filosófico sistematizó el pragmatismo que a nivel ético se concreta en
el utilitarismo y la acción.
Elaboró una pedagogía del individualismo, pensada para la formación de hábitos
de conducta, basándose en los recursos biológicos.
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La utilidad para James no se reduce a la satisfacción de las necesidades
materiales del ser humano, sino a todo cuanto sirva para el desarrollo del hombre
en la sociedad; en este sentido la creencia práctica, por ejemplo: el amor y la
simpatía, logra efectos sociales eficaces en el aspecto moral, como también la
Religión será verdadera función de sus resultados. Preso de fantasmas de suicidio
y de pánico fóbico, permanece recluido en casa de su padre. En 1907 aparece “El
pragmatismo” y muere en New Hampshire en 1910.
Por su profundo interés por los valores morales y espirituales, con una necesidad
de fe religiosa y una acusada propensión al misticismo, entra en conflicto con su
obra científica, y más particularmente con la lectura de Darwin. A lo largo de toda
su vida se sintió preocupado por el problema de la conciliación de la tendencia
interior a la fe con el pensamiento científico que parecía minarla; ello constituyó
uno de los principales móviles de su obra.
El resultado inmediato de este clásico dilema del siglo XIX, unido a un drama
psicológico personal, fue, a su regreso a América en 1868, un período grave crisis
nerviosa y depresión que le llevó al borde de la locura y dio lugar más tarde a un
casi místico "juicio" cuya formulación filosófica, expresada con crudeza, es la
siguiente:
“Aun cuando la mente, según afirma Darwin, sea en verdad un producto de la
evolución biológica, un instrumento elaborado para que el organismo humano
pueda afrontar el medio ambiente, la voluntad del hombre permanece, a pesar de
ello, "libre" bajo cualquier aspecto; la fe, siquiera privada de su contenido
teológico, mantiene, sea como fuere, sus propios derechos de íntima función al
mismo tiempo inextirpable e indispensable para el mantenimiento de la existencia;
la vida merece, por sí misma, ser vivida”
Obras:
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"El pragmatismo por tanto, es un método o una regla para aclarar las ideas, para
determinar su significado... Pierce formula el principio del pragmatismo diciendo:
Para comprobar el significado de una concepción intelectual, hay que considerar
las consecuencias prácticas que podrían derivarse necesariamente de la verdad
de tal concepción; y la suma de tales consecuencias constituirá el significado
completo de la concepción."
John Dewey
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Charles Sanders Pierce
Pierce es considerado como fundador de la corriente de pensamiento denominada
“pragmatismo” y también como “padre” de la semiótica
contemporánea entendida como teoría filosófica de la
significación y de la representación. El legado de Charles S.
Pierce es uno de las más ricos y profundos de los últimos siglos.
Aunque su figura ha permanecido olvidada durante décadas, en
la actualidad se está desarrollando un gran interés por su trabajo
en muy diversas áreas: filosofía, astronomía, matemáticas, lógica,
semiótica, teoría e historia de la ciencia, lingüística, econometría
y psicología.En su artículo “How to make our ideas clear” (1878) Peirce,
explica cuál es la razón de que el pragmatismo busque dar un método por el cuál
se aclaren nuestras ideas. Sobre esto, afirma que el modo por el cuál el ser
humano puede tener una idea clara es por medio de la fijación de una creencia.
Antes de continuar es importante aclarar que para Peirce un pensamiento y una
creencia se consideran lo mismo, porque nuestros pensamientos son hábitos de
acción que nos llevan a actuar con el mundo, y las creencias en este sentido
funcionan de la misma manera.
Cuando se dice que el ser humano se ha fijado una creencia es porque éste ha
adquirido algún conocimiento respecto a algo que lo ha llevado a tener un hábito
de acción, es decir que ha sido contrastado su creencia con la realidad y ha
mostrado con ello la viabilidad de creer en ella.
“…la identidad de un hábito depende de cómo puede llevarnos a actuar, no
meramente bajo las circunstancias que probablemente se darán, sino bajo las que
posiblemente puedan darse con independencia de lo improbables que puedan
ser.” (CP 5. 400)
El pragmatismo de Peirce, se presenta en realidad como una teoría del
significado, en la que el contenido y la definición de nuestros pensamientos y
creencias parten del uso que el ser humano les da a éstos en la vida, y por ello se
dice que es una filosofía que está dirigida a la acción.
En este sentido, el pragmatismo peirciano se manifiesta como una epistemología
en la que se concilia la escisión entre el conocimiento teórico y el práctico, ya que
desde esta perspectiva, la función de ambos requiere de la intervención del otro.
Así, la vida práctica necesita de lo teórico, en tanto que las creencias e ideas son
las que motivan a la acción; y la teoría necesita de la práctica porque es en ésta
que se gestan el significado de las ideas.
Bajo esta perspectiva del pragmatismo, se puede ver en éste a una filosofía
integradora que intenta dar una solución a los problemas filosóficos de una
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manera integral abordándolos desde una perspectiva teórica y práctica,
permitiendo tener un conocimiento más integral y dinámico.
ETICA FREUDIANA
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La idea que expresa Freud en el valor, en los valores morales, como cauce para
las pulsiones es importante pues supone y explica Freud que son los valores de
una sociedad la que permiten que las pulsiones encuentren satisfacción de una
manera u de otra. Y que el individuo tienda a la agresión o a la bondad y a la
belleza positiva, la estética. El sentimiento que provoca un vómito debe dar asco,
no satisfacción. Es en este sentido tan magnífico como va describiendo y
expresando como las pulsiones son y dominan a los valores sociales, deben
ajustarse a los valores sociales-religiosos y estos pueden darles un sentido
positivo o negativo: sentir placer al agredir a otro, es un valor negativo, pero puede
transformarse en valor positivo si se considera que es positivo hacer daño al
enemigo.
Una gran lección sobre la necesidad de adecuar los valores sociales-morales a los
placeres biológicos en la medida adecuada para que no dañen al individuo ni a la
sociedad. Es en este sentido que la ética de Freud toma fuerza para ejercer sobre
el pensamiento la búsqueda de una ética parecida a la que buscan los derechos
humanos.
Los valores sociales y el determinismo biológico son para Freud los dos factores
importantes para el desarrollo y creación de la conciencia moral, ya que la
conciencia moral depende de las pulsiones, de los instintos primitivos como sexo y
agresión y de los valores que deben armonizar biología y bienestar individual y
colectivo-social. Los valores, el valor en ética, la valoración de comportamientos
es muy importante ya que es una creación del ser humano pueden dañar al
individuo y hacerle enfermar así como pueden dañar y hacer enfermar a todo un
grupo social, pueden crear conductas de convivencia armoniosa o de convivencia
agresiva.
Los sentimientos negativos hacia objetos y personas que provienen de la cultura y
de las civilizaciones y religiones deben adecuarse para que las personas puedan
desarrollar sus pulsiones y convivir en paz. Conceptos como aversión, asco,
inferior, deben adecuarse y no asociarse a determinados objetos y personas para
poder crear así una ética que respete a todos y a todos los valores positivos hacia
los demás además de poder evitar ciertas enfermedades mentales.
Es importante en la ética controlar el psiquismo humano con normas y valores
correctos, positivos, el sentimiento de felicidad que puede llegar a provocar el odio
desencadena conductas violentas para satisfacer ese sentimiento, como dirá
Freud en sus escritos, este tipo de moral, de conciencia moral deprecian la ética,
la anulan poniendo las conductas sociales negativas como positivas.
Es en este sentido donde la teoría psicoanalítica de Freud tiene una gran
importancia para proponer una ética que sea justa con las pulsiones biológicas
humanas, especialmente el sexo, y justa socialmente hablando, justa para todos,
creando normas sociales que no desprecien a nadie.
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ETICA AXIOLOGICA VALORATIVA
En este sentido, puede hablarse de una ‘ética axiológica’, que fue desarrollada,
principalmente, por el propio Scheler y Nicolai Hartmann. Desde el punto de vista
ético, la axiología es una de las dos principales fundamentaciones de la Ética junto
con la deontología.( Deontología término introducido por Bentham :Deontology or
the Science of Morality_, en 1834 hace referencia a la rama de la Ética cuyo
objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales. Se refiere
a un conjunto ordenado de deberes y obligaciones morales que tienen los
profesionales de una determinada materia. La deontología es conocida también
bajo el nombre de "Teoría del deber" y junto con la axiología es una de las dos
ramas principales de la Ética normativa. El estudio griego culmina con el desarrollo
de un sistema de valores. Los valores pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos
de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades
ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos
representan un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos
caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos
(permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden
diferenciarse a base de su grado de importancia y pueden ser conceptualizados
en términos de una jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más
alta que otros. El problema fundamental que se desarrolla desde los orígenes
mismos de la axiología, hacia fines del siglo XIX, es el de la objetividad o
subjetividad de la totalidad de los valores. Max Scheler se ubicará en la primera de
las dos posiciones. El subjetivismo se opondrá, desde el principio, a este enfoque.
Y entenderá -a la antigua manera de Protágoras- que lo estrictamente humano es
la medida de todas las cosas, de lo que vale y de lo que no vale, y de la misma
escala de valores, sin sustento en la realidad exterior. Ayer mismo, en "Lenguaje,
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verdad y lógica", su obra temprana, dejará los juicios de valor fuera de toda
cuestión, en virtud de que no cumplen con el principio de verificación empírica.
Max Scheller
En un primer momento, Max Scheler distinguió las esencias de
lo que es tangible, real o existente, lo que llevó a la afirmación
de la independencia de los valores (eternos e invariables)
respecto de los bienes, que serían sólo sus portadores
circunstanciales. De este modo, Scheler cambia el enfoque
formal del filósofo alemán Immanuel Kant por un estudio de los
valores en cuanto contenidos específicos de la ética, los que se
presentan de un modo directo e inmediato a la persona.
Los valores, según Scheler, se presentan objetivamente como
estructurados según dos rasgos fundamentales y exclusivos:
La polaridad, todo los valores se organizan como siendo positivos o negativos. A
diferencia de las cosas que sólo son positivas.
La jerarquía, cada valor hace presente en su percepción que es igual, inferior o
superior a otros valores. Esta jerarquía da lugar a una escala de valores que
Scheler ordena de menor a mayor en cuatro grupos:
1. Los valores del agrado: dulce - amargo.
2. Las valores vitales: sano - enfermo.
3. Los valores espirituales, estos se dividen en:
4. Estéticos: bello - feo.
5. Jurídicos: justo - injusto.
6. Intelectuales: verdadero - falso.
7. Los valores religiosos: santo - profano.
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Los valores morales no son una categoría de valores porque no poseen portadores, son
valores puros. Su realización es más bien indirecta. Se verifica en la realización de los
otros valores según su polaridad y jerarquía objetiva.
Para resumir, podemos afirmar que la ética axiológica defiende la división entre los
valores propiamente dichos y el resto de bienes, sustancias o cosas; de forma que
pueden existir los valores sin que existan los seres humanos. Es ante esto, donde
encontramos su gran problema, pues si no existen las personas que ponen en práctica los
valores ¿cómo podemos decir que son valores.
Nicolai Hartmann
Es menester, además, tener presente que la altura y la fuerza del valor se hallan en
proporción inversa. Por ello, un pecado contra un valor Inferior (por ejemplo, matar a un
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hombre) puede ser un crimen mayor que e\ pecado contra un valor superior (por ejemplo
la limitación de la libertad). El objeto de la Ética llega, a pesar de todas las dificultades, a
una síntesis armónica de valores.
Ética y Religión.- Hasta hoy se había procurado unir Ética y Religión.
Nicolai Hartmann las tiene por antítesis irreconciliables y enumera cinco antinomias:
La orientación de la Religión hacía el más allá traspone a este todos los valores,
traicionando así el más acá y cometiendo una verdadera fuga del mundo.
La Ética pretende realizar los valores aquí en la Tierra y considera inmoral la fuga de!
mundo, la que la religión denomina ascesis;
La Religión declara la voluntad de Dios corno el mandamiento supremo a la que deberá
someterse toda voluntad humana. La Ética, en cambo, mira al hombre como lo supremo y
ve en aquella subordinación una traición;
-La Religión propugna la heteronomía, la Ética, la autonomía.
-La Religión fija, por medio de la providencia divina, el destino del hombre; la Ética pide
absoluta libertad,
-La Religión predica la redención de nuestros pecados y faltas; la Ética ve en la redención
la inhabilitación y el rebajamiento del hombre que no quiere ya responder de sus actos.
En nombre de la Ética había postulado Kant la existencia de Dios: Ahora en nombre de la
misma Ética, postula Hartmann que no hay Dios. Es, desde luego, sorprendente que dos
pensadores lógicos tan eminentes saquen de las mismas premisas conclusiones
opuestas. Pareciera, pues, que las conclusiones no se obtienen sólo con el entendimiento
o el pensamiento “lógico” sino también con la ideología entera.
Pero tampoco es la Ética de Hartmann un término sino sólo un camino medio.
Apuntemos, a título personal, sólo algunos elementos:
1) El reino de los valores”. Los valores contenidos en este reino son abstracción vacía.
Nosotros, los seres humanos, no aspiramos al “valor” de la comida, de la vida o de! dinero
sino a la comida, a la vida y al dinero mismo. No se deben separar ser y valor. Como lo
hacen Kant y Hartmann, sino que es menester considerarlos en su ser real, tal como lo
hicieron Platón, Aristóteles y iodos los pensadores medievales.
2) La preferencia. ¿Es sólo mora! una acción cuando escojo lo mejor? ¿Es lo mejor
siempre lo más moral?. Indudablemente, resulta mejor darle a un mendigo un traje de
lana en pleno invierno que entregarle unas cuantas monedas para que compre pan. Pero
¿no es también mora! la más pequeña ayuda que procede de un corazón generoso y
bueno? ¿No dijo Cristo que la mejor acción fue la de aquella pobre viuda que entregó los
pocos centavos que tenía y que constituían todo su haber, frente a las importantes
limosnas de los fariseos? ¿Tendrá que seguir siendo lo mejor enemigo de lo bueno?
3) Heteronomía: Cuesta poco decir” ¡No seas receptor de las órdenes de Dios”! pero ¿no
es el ser humano, la persona, según Hartmann, un verdadero “receptor de órdenes” de
una especie de central anónima de valores? En realidad, no ha hecho nuestro autor sino
cambiar al Señor personal (divino) por otro señor objetivo impersonal y, por supuesto, no
divino (¿inferior?).
4) Redención: ¿No es posible que un ladrón o un criminal vea lo antisocial de su acción,
se convierta íntimamente, adquiera un nuevo carácter honrado y se arrepienta de su
comportamiento anterior? ¿Es eso no humano? ¿Todo delincuente cumplida su peno de
cárcel, necesariamente recae en su mala acción siempre? La redención no es, pues,
exclusiva de la Religión.
La superación de la acción inmoral es siempre posible (aun cuando no se considere muy
frecuente) y es ella el presupuesto de la amnistía, que el pensamiento religiosos
denomina redención.
Lo que resulta inhumano y repudiable es construir monstruos para luego darse el gusto de
“desenmascararlos” y denunciarlos!
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Por lo anterior, reconociendo su importancia, pensarnos que la Ética de Hartmann es
discutible en vanos puntos.
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