Вы находитесь на странице: 1из 24

DERECHO ROMANO

UNIDAD 2
Unidad 2. Fuentes de las Obligaciones
 2.1. Los contratos
o 2.1.1. Concepto e importancia en la ciencia jurídica
o 2.1.2. Elementos del contrato
 2.1.2.1. Sujetos
 2.1.2.2. Consentimiento
 2.1.2.3. El objeto de los contratos
 2.1.2.4. Causa
 2.1.2.5. Forma
o 2.1.3. Elementos accidentales del contrato
 2.1.3.1. Término
 2.1.3.2. Condición
 2.1.3.3. Carga o modo
o 2.1.4. Elementos naturales del contrato
o 2.1.5. Interpretación de los contratos
 2.2. División justinianea de los contratos. Su formación histórica
o 2.2.1. Verbis
o 2.2.2. Litteris
o 2.2.3. Re
o 2.2.4. Consensu
 2.3. Contratos verbis
o 2.3.1. Negocio per aes et libram y sponsio
o 2.3.2. Stipulatio
 2.4. Contratos litteris
o 2.4.1. Nomina transcriptitia
o 2.4.2. Syngraphae
o 2.4.3. Chyrographae
 2.5. Contratos re
o 2.5.1. Mutuo
o 2.5.2. Comodato
o 2.5.3. Depósito
o 2.5.4. Prenda
 2.6. Contratos consensu
o 2.6.1. Compraventa
o 2.6.2. Arrendamiento
o 2.6.3. Mandato
o 2.6.4. Sociedad
 2.7. Contratos innominados
o 2.7.1. Ejemplos varios de convenciones innominadas sancionadas en el
derecho de Justiniano
 2.8. Pactos
 2.9. Donación
o 2.9.1. Tipos de donación
 2.10. Ilícitos como fuente de obligaciones. Generalidades
o 2.10.1. Diferencia entre delicta y crimina
o 2.10.2. Delitos del ius civile
o 2.10.3. Delitos del ius honorarium
 2.11. Cuasicontratos
o 2.11.1. Clasificación y características
 2.12. Cuasidelitos
o 2.12.1. Clasificación
 2.13. Otras fuentes de las obligaciones
 2.14. Policitatio y votum
 2.15. Ley
 2.16. Sentencia
 2.17. La recepción de la materia contractual en el derecho actual
 2.18. Resolución de casos en materia contractual según la jurisprudencia romana
Introducción

Como hemos visto, en el derecho romano las obligaciones surgieron como deberes
jurídicos para que las personas pudieran cumplir con determinadas conductas,
posteriormente se les dotó del carácter de obligatoriedad, tanto así, que en el caso de no
obedecerlas, se sancionan como delitos. Entonces, se trata de un vínculo jurídico por el
cual se obligaban a pagar según las leyes de la ciudad.

En este sentido, su estudio resulta de vital importancia, ya que de ellas se desprenden las
bases de aplicación del derecho, toda vez que las obligaciones en derecho romano
constituyen las fuentes actuales del derecho civil.

Dada su importancia, en la presente unidad, usted identificará las partes más


trascendentes de las fuentes de las obligaciones, percibiendo cómo en el derecho romano
las obligaciones surgían ya sea por contrato (contractus) o por hechos ilícitos que
constituían los delitos (delicta); dado que los jurisconsultos notaron que no todos los actos
encuadraban dentro de estas dos clasificaciones y no podían considerarse como tales,
establecieron los denominados cuasicontratos y cuasidelitos.

Asimismo, reconocerá las principales características y diferencias particulares de cada


una de las fuentes, muchas de las cuales subsisten hasta el día de hoy en nuestra
legislación.
Fuentes de las obligaciones
Para hablar de las fuentes de las obligaciones es necesario recordar el concepto
jurídico de la obligación, el cual, según Justiniano, es un vínculo jurídico que nos
exige el pago de alguna cosa conforme a la ley de la ciudad.

Ahora bien, para hablar del origen de la obligación es necesario hablar sobre
las fuentes de obligaciones, las cuales son entendidas como aquellos elementos
esenciales de existencia que dan origen a las obligaciones, sin los cuales no
podrían concebirse.

En el derecho romano se consideran como fuentes de las obligaciones a


los contratos, los cuasicontratos, los delitos y los cuasidelitos.

Una fuente primordial de las obligaciones es el contrato, el cual es una figura


jurídica que tiene su origen desde los romanos y que sigue vigente hasta nuestros
días.

Dada su importancia, en la presente unidad se hablará de dicho concepto.


Los contratos. Concepto e importancia en la ciencia jurídica
Recordemos que el contrato (contractus) se define como el acuerdo de
voluntades entre dos o más personas para crear obligaciones. En Roma,
dicho contrato debía estar sancionado y regulado por la Ley.

Los elementos del contrato, respecto de la estipulación de éste, se clasifican en


esenciales, naturales y accidentales. Los esenciales contenían los requisitos de
existencia del contrato y eran fundamentales, pues sin ellos no tienen validez;
los naturales se refieren a aquellas características comunes de concepción que
acompañan al contrato, como datos de las partes, objeto, fin, etc. Y finalmente,
los accidentales, aquéllos donde se constituía la voluntad de las partes.

Es de observar que el contrato posee relevancia en la ciencia jurídica, ya que fue


el parteaguas para su posterior concepción legal, sentando las bases de las
obligaciones y el proceso mediante el cual se desarrolla, tan así es, que hoy en
día sigue vigente tal conceptualización.

¿Sabía que…?
El primer contrato jurídico fue el nexum, el cual surgió para el préstamo de dinero.
Para saber más…
Para profundizar más en el concepto de obligación y contrato, consulte el
video Obligaciones y contratos, publicado por la UNED Radio.
(https://www.youtube.com/watch?v=w7U2IFfdvcE)

Elementos del contrato


Los elementos naturales o esenciales de un contrato son:

Sujetos (activo y pasivo)


Se ha considerado a la persona como un elemento indispensable en los
contratos, puesto que en Roma el número de personas capaces de sujetarse a la
serie de derechos y obligaciones resultantes del vínculo era limitado por su estatus
dentro de la sociedad o familia.

Entonces, los sujetos de un contrato podían ser:

Con la posibilidad de quedar constituidas como una o más personas, capaces de


obligarse en la forma que la Ley les marcara (Laines y Sagaón, 2010: 10).
Consentimiento
Es el acuerdo de voluntades de las partes para crear una obligación. Debe ser
real, es decir, manifestado por signos exteriores que provengan de personas
capaces. Es la congruencia de voluntades (Murguía, 2008: 34).
Se considera que no existe consentimiento cuando…
a) Una de las partes o las dos se encuentran imposibilitadas para manifestar su
consentimiento.
b) Una de las partes o las dos quisieron consentir libremente y se obligaron con
término o condición.
c) El objeto de la obligación es aumentado o disminuido.
d) El objeto se ve viciado por algún error, es decir, como una concepción falsa de la
realidad.

El objeto de los contratos


Consiste en el fin en común que establecen la persona acreedora y la deudora en el
momento en que surge un acuerdo de voluntades, mediante un dar, prestar, hacer o no
hacer.

Para que estos actos pudieran surgir, era necesario contar con los siguientes requisitos:

Causa

En derecho romano, la palabra causa se entendía como la razón jurídica por la que
ambas partes se obligaban a efectuar el vínculo, siendo una formalidad necesaria para
la validez del contrato.
Forma

En Roma, al paso del tiempo, los contratos fueron modificándose para su perfección, al
grado tal que cada obligación contenía sus propios requisitos, observándose cambios en
las condiciones para convenir un contrato, ya que, incluso los requisitos, iban de lo más a
lo menos.
Elementos accidentales del contrato
Se trata de los aspectos del contrato que tanto la persona acreedora como la deudora
pueden acordar de manera voluntaria, tales como el término, la condición y el modo o
carga.

En la actualidad, además de los elementos accidentales ya contemplados por el derecho


romano, el derecho civil mexicano incluye a la indivisibilidad y la solidaridad.

La indivisibilidad se da cuando el objeto sobre el que versa el contrato no se puede


ejecutar en partes, ya sea por disposición legal, por la voluntad de quienes son parte en el
contrato, o bien, por la propia naturaleza del objeto en sí.

La solidaridad se da cuando un contrato se celebra entre una persona acreedora y varias


deudoras o entre una persona deudora y varias acreedoras, además, según sea el caso,
la persona acreedora puede pedir el cumplimiento de la obligación a cualquiera de las
deudoras, o bien, la persona deudora puede pagarle a cualquiera de las acreedoras.

Término

Acontecimiento futuro de realización cierta que afectaba a una obligación. Este podía
dividirse en suspensivo y resolutivo:

Condición
Acontecimiento futuro, de realización incierta, para llevar a cabo un negocio jurídico de
manera eficaz.
Dicha condición se establecía de acuerdo con dos modalidades, según sus efectos,
en suspensiva y resolutiva.
Del mismo modo, existía una clasificación de las condiciones.

Carga o modo
Se considera como aquella determinación accesoria, mediante la cual se obliga a una de
las partes a cumplir con cierta obligación para poder disponer de un beneficio.
Tratándose de herencias o dotaciones, Justiniano señaló dos acciones (Laines y Sagaón,
2010: 13):

Elementos naturales del contrato

El temario oficial nos marca que en este punto debemos abordar la figura de los
“elementos naturales del contrato”; sin embargo, es necesario decir que no son otros que
los “elementos del contrato” que ya vimos más arriba.

Interpretación de los contratos

De acuerdo con el derecho romano, en aquellos casos en los que no se contemplara


alguna situación, o hubiere falta de claridad, en alguno de los puntos del negocio que
dificultara su cumplimiento, se debía recurrir a la interpretación de los contratos,
observando la naturaleza de éste en contraste con el resultado que se pretendía obtener.

Algunos de los supuestos tenían lugar cuando no se declarara expresamente una


obligación, o bien, cuando se tratara de una obligación gravosa, en cuyo caso se daba por
no puesta dicha obligación.

¡Importante!
Cuando una de las cláusulas no resultara válida, no se invalidarían las demás cláusulas
válidas.

División justinianea de los contratos. Su formación histórica


Los contratos en la época romana se dividían en dos tipos:
1. Contrato nominado. Es aquel que posee un nombre específico que la Ley le
otorga, así como obligaciones particulares.
Dichos contratos se clasifican de la siguiente manera (Mendoza, 2012: 38):
o Verbales (verbis): per aes et libram, dictio dotis, promissio iurata
liberti y stipulatio.
o Escritos (litteris): nominia transcriptitia, syngraphae (síngrafos)
y chyrographae (quirógrafos).
o Reales (re): mutuo, comodato, depósito y prenda.
o Consensuales (consensu): compraventa, locatio conductio, mandato,
sociedad.
Ejemplos de este tipo de contrato son: el contrato de compraventa, comodato, mutuo,
aparcería.
2. Contrato innominado. No tiene un nombre específico ante la Ley. Éstos contratos
se agrupan en (Mendoza, 2012: 38):
o Doy para que des: Do ut des.
o Doy para que hagas: Do ut facias.
o Hago para que des: Facio ut des.
o Hago para que hagas: Facio ut facias.
Como ejemplo, podemos señalar la permuta, el aestimatum (o contrato estimatorio), el
precario y la transacción, entre otros.
Contratos verbis
Este tipo de contratos se perfeccionan por el uso de ciertas palabras solemnes, quedando
obligadas las partes, de manera que si los sujetos se apartaban de esas palabras, el
negocio no se consideraba como contrato (Reyes Mendoza, 2012: 39).
Contratos clasificados
1. Per aes et libram (por el cobre y la balanza). En este contrato, la obligación se
formalizaba mediante una balanza (libram), un pedazo de cobre (aes) y 5 testigos.
Cuando el objeto de dicho contrato fuera la transmisión de la propiedad, se le
denominaba mancipatio. Tratándose de un préstamo en dinero, el deudor quedaba
en poder del sujeto que le facilitaba el préstamo, hasta el cumplimiento total de la
deuda, a esto se le denominaba nexum.
2. Dictio dotis. Consistía en una declaración verbal llamada sui iuris, con el objeto
de constituir la dote, pudiendo llevarla a cabo la mujer, quien iba a casarse, o bien,
su ascendente varón.
3. Promissio iura liberti. Consistía en una promesa que hacía alguien que había
sido esclavo, llamado liberto, a su antiguo patrón, donde se obligaba, mediante
una promesa de palabra, a realizar determinados servicios al patronus,
formalizando un acuerdo.
4. Es un contrato verbal, unilateral y abstracto, donde un futuro acreedor
(estipulante) pregunta a un futuro deudor (prominente) si está dispuesto a
entregar alguna cosa o realizar algún servicio. En el mismo momento en que el
deudor contesta prometiendo queda obligado a entregar el bien o realizar el
servicio prometido.

Contratos litteris
Consistían en contratos escritos y se clasificaban de la siguiente forma:
1. Nomina transcriptitia. Se conocía así a los contratos que se incluían en los libros
de contabilidad, de manera que tanto el acreedor como el deudor se obligaban a
ellos para la elaboración de un contrato.
2. Síngrafos y quirógrafos (syngraphae y chyrographae). Los contratos síngrafos
eran los que se formalizaban por escrito, entregándole tanto al acreedor como al
deudor un original de éste. Por otro lado, los quirógrafos eran aquellos que se
establecían mediante un solo formato, quedando el original exclusivamente con el
acreedor.
Contratos re
Se refiere a los contratos que se perfeccionaban, una vez que se había formalizado el
negocio jurídico. Entre los contratos re más destacados en el derecho romano se
encuentran los siguientes: mutuo, comodato, depósito y prenda.
Contratos consensuales
Para la validez de estos contratos no se necesita ninguna formalidad, ya que únicamente
se basa en el acuerdo de voluntades de las partes para celebrar un contrato; puede
presentarse de forma tácita, verbal o por escrito.

Entre estos contratos, encontramos:

Actos jurídicos intuitu rei e intuitu personae


De acuerdo con los autores Laines y Sagaón (2010: 77), un acto jurídico institu rei se
constituye en el momento en que el consentimiento de los sujetos se encuentra
dimensionado a la disponibilidad del objeto base del contrato. Es decir, una parte se
encuentra obligada a dar o ceder un bien y la otra se obliga a dar un pago, previamente
acordado.
Por ejemplo…
El contrato de arrendamiento, en virtud del cual una persona, llamada locator, entrega
temporalmente el uso de un bien a otra, llamada conductor, a cambio de una cantidad
cierta.
Un intuitu personae es aquel acto que se celebra mediante la voluntad de dos sujetos
(contratantes), cuando existe una relación establecida entre ellos.
Por ejemplo…
Un contrato matrimonial consiste en la unión de dos personas con el objeto de concebir
una vida juntos, en el cual la identidad de los cónyuges es intransferible.
Compraventa
El contrato de compraventa se constituye cuando un vendedor transmite a un comprador
una posesión, a cambio de un pago cierto y en dinero.

En cuanto a la posesión, ésta debe ser lícita y tiene que encontrarse al alcance, también
es posible la venta de bienes que en ese momento no están concebidos.

Para la realización del pago, es necesario que el pago se realice mediante una suma de
dinero y que sea pactada una cantidad determinada y verdadera, aunado a que el precio
debe establecerse respecto al valor del bien comprado.
Pactos especiales de la compraventa
En el contrato de compraventa se pueden añadir una serie de cláusulas adicionales, que
son exigibles mediante las mismas acciones del contrato, éstas pueden ser las
llamadas lex commissoria, in diem addictio y pactum si res placuerit.
1. Lex commissoria. Se trata de una cláusula por medio de la cual el vendedor se
reserva el derecho a rescindir el contrato si el comprador no paga el precio dentro
del plazo determinado, siendo que, una vez terminado el plazo, el vendedor es
libre de resolver o mantener el contrato.
2. In diem addictio. Consiste en una cláusula en virtud de la cual el vendedor puede
anular el contrato con el comprador si antes de celebrar el contrato se le presenta
una oferta mejor, anulando con ello el primer contrato.
3. Pactum si res placuerit. Es aquella en la cual el comprador se reserva el derecho
de rescindir el contrato si no encuentra un bien de su agrado.
Arrendamiento (locatio conductio)
Este tipo de contrato consensual se origina en el momento en que una persona se
compromete a proporcionar a otra el goce temporal de una cosa no consumible, o
bien, a ejecutar a favor de ella un determinado trabajo por medio de una retribución
periódica y en dinero.

La clasificación de este tipo de contrato es la siguiente:


Locatio conductio rerum (arrendamiento): se trata de un contrato mediante el cual una
persona llamada locator, se obliga a entregar a otra, locatario, el uso y disfrute de una
cosa determinada mediante un pago.
Aparcería (arrendamiento de un predio rústico): Consiste en un contrato asociativo
respecto del uso y goce de un terreno ajeno, con el fin de repartirse entre las partes los
frutos o utilidades que genere dicho terreno.
Locatio conductio operarum (Contrato de trabajo): Es un contrato mediante el cual una
persona se compromete a prestar sus servicios a cambio del pago de una retribución.
Locatio conductio operis (Contrato de obra pública): Surge cuando una persona, llamada
locator, entrega un bien a otra, locatario, para que ésta realice una obra sobre ella, sin
otorgarle el uso y disfrute de la cosa, con la finalidad de que la entregue terminada, a
cambio de una compensación pecunaria.

Mandato
Es un contrato consensual que se establece cuando una persona denominada mandante,
le encarga a otra, mandatario, la realización de un acto determinado. Para que pueda
llevarse a cabo, deberá contar con una serie de elementos, tales como establecer un
acuerdo entre las partes, ser gratuito y que el mandante cuente con un interés pecuniario
en la realización del encargo.

El mandatario debe cumplir con el mandato, de acuerdo con lo estipulado por el


mandante, rindiéndole cuentas y respondiendo en caso de daño cuando mediare un daño
o perjuicio.

El mandante, por su parte, deberá pagar los daños y perjuicios que el mandatario hubiere
sufrido como consecuencia del mandato.
Casos especiales
Según los autores Laines y Sagaón (2010: 112-113), el contrato de mandato presenta
casos especiales, ya que tiene diversas maneras de aplicación, entre las cuales
destacaban:
1. El mandatum credendae pecuniae, un préstamo que solicita el mandatario a una
tercera persona, a petición del mandante.
2. El mandatum tua gratia se trata de un mandato consistente en la responsabilidad
que recae sobre un profesional cuando éste aconseja a su cliente de buena fe.
3. El mandatum post mortem, siendo un mandato que genera efectos, luego de la
muerte del mandante.
4. El mandatum remunerado, que implica la contratación de una serie de servicios en
favor de un mandatario y se lleva a cabo mediante el cobro de dichos servicios por
honorarios.
Sociedad
El contrato de sociedad se constituye como consensual, ya que se formula cuando dos o
más personas, denominadas socios, se obligan mutuamente a nombrar sus bienes en
común con un interés común y un fin lícito. Posteriormente, las ganancias de los socios
son repartidas en partes iguales y las pérdidas se aportan de manera proporcional.

Los derechos de los socios consisten en dirigir los asuntos sociales, pudiendo designar a
un representante para administrar el negocio y participar en las ganancias.

Finalmente, la sociedad se puede disolver por el consentimiento de las partes, por la


muerte de una de éstas, por renuncia o porque alguna de las dos solicita la disolución de
la sociedad.
Tipos de sociedades
Existen diferentes tipos de sociedades, éstas son:
De aportación diversa. Cuando uno de los socios realiza una aportación que puede ser
de distinta naturaleza y especie, es decir, un inmueble, ganado o mercancías.
De interés común. Cuando cada uno de los socios aporta la misma cantidad o especie
para tener la misma utilidad, por ejemplo, cuando todos aportan un inmueble.
De común acuerdo. Cuando todos los integrantes de la sociedad, en común acuerdo,
adquieren las mismas ganancias y las mismas pérdidas.
Actio pro. Aquéllas que exigen recíprocamente el cumplimiento de las obligaciones para
todos los socios.
Actio communi dividendo. Aquéllas que se constituyen en torno a un condominio y van
dirigidas a la división y adjudicación de éste, dotando sólo a algunos de los miembros de
ganancia, no a su totalidad.
En todos estos tipos, podemos apreciar los elementos y condiciones necesarios para
configurar un contrato de sociedad, éstos son los socios, bienes e intereses comunes, fin
lícito, repartición de ganancias y pérdidas, así como derechos.

Contratos innominados
Son aquellos que no poseen un nombre específico otorgado por la Ley; se conciben
mediante cuatro categorías: doy para que des, doy para que hagas, hago para que des y
hago para que hagas.
1. Doy para que des (Do ut des). Consiste en formular una obligación determinada.
2. Doy para que hagas (Do ut facias). Una de las partes de estos contratos se
compromete a dar alguna cosa, y la otra, por su parte, a prestar un servicio.
3. Hago para que des (Facio ut des). En este caso, una de las partes integrantes del
contrato se compromete a prestar algún servicio y la otra a dar alguna cosa.
4. Hago para que hagas (Facio ut facias). Se trata de un intercambio de prestación
de servicios.
Ejemplos varios de convenciones innominadas sancionadas en el derecho de
Justiniano
Según Libia Reyes Mendoza (2012: 44), los principales contratos innominados son los
siguientes:
Permuta. Tiene lugar cuando se origina una relación de intercambio entre un sujeto que
transfiere a otro la propiedad de un bien, a cambio de la obtención de la propiedad del
sujeto al que le ha cedido su propiedad.
Aestimatum (contrato estimatorio). Se trata de un negocio, común entre comerciantes,
que ocurre cuando un sujeto entrega a otro un bien con un precio estimado, para que éste
lo venda y le entregue el precio fijado. En las ocasiones en las que hubiere diferencia se
puede quedar con ello.
Precario. Consiste en el contrato mediante el cual los patronos autorizan el uso o
disfrute de sus tierras en favor de sus clientes, pudiendo revocarse en cualquier momento.
Transacción. Son aquellas concesiones recíprocas que se realizan por las partes, ya
sea para concluir un asunto o para evitar un litigio futuro.
Breve referencia a los tipos de negocios per aest libram y sponsio
1. Per aest libram. Radicaba en una ceremonia solemne para dar formalidad a un
contrato jurídico para préstamo de dinero, consistente en que tanto el acreedor
como el deudor comparecían ante cinco ciudadanos y externaban las obligaciones
del contrato que cada uno tenía, pesándose en una balanza una cantidad de cobre
que equivalía al dinero prestado.
2. Sponcio. Se consideraba así a una garantía que se establecía en torno a un
negocio jurídico, siendo el sponsor quien garantizaba su actuar en un determinado
negocio jurídico y respondía ante el incumplimiento que llevara a cabo un deudor.

Pactos
Acuerdo entre dos personas para disolver o transformar un derecho o una obligación
(Murguía, 2008: 86-87).
Los pactos nudos, según el derecho romano, son los convenios que sólo dan origen a
las obligaciones naturales, por no estar reconocidos por el derecho o no tener eficiencia
jurídica.

Posteriormente surgieron los pactos vestidos, que están dotados de plena eficacia
procesal de la jurisprudencia o de la figura de pretores o emperadores.

Asimismo, fueron clasificados en sancionados por el derecho civil y pactos pretorios.

Los pactos sancionados por el derecho civil consisten en los acuerdos


complementarios que podían modificar los efectos o aumentar o disminuir obligaciones o
derechos al momento de celebrar el contrato (in continenti) o si se celebraban después
(ex intervallo). Actualmente sólo son efectivos como exceptio en favor de la persona
demandada.

Por su parte, los pactos pretorios fueron provistos de la actio in factum, contaban con
la intervención de un pretor, quien podía conceder acciones o excepciones, además de
obligar a cumplir la obligación contraída, siempre atento al desarrollo de la vida social y la
resolución de conflictos.

A su vez, fueron clasificados de la siguiente forma:

Sancionados por el derecho civil:


Constitutum
Acuerdo en el que una de las partes se compromete a pagar a la otra una deuda
preexistente, ya sea propia o ajena, en determinada fecha.
Receptum
El pretor agrupa tres tipos de pactos:
A) Receptum argentarii
Se presenta cuando un banco asume el papel de deudor,
comprometiéndose a pagar la deuda de su clientela, asumiendo una
sustitución de obligación entre la persona deudora y el banco.
B) Receptum nautarum cauponum et stabulariorum
A través del cual los armadores de buques, hoteleros o posaderos y
dueños de establos se hacen responsables respecto de las
mercancías que se encuentran bajo su custodia.
C) Receptum arbitrii
Una persona acepta ser árbitro para solucionar un litigio.

De juramento
Las partes interesadas acuerdan en solucionar una controversia judicial o extrajudicial
existente a través del juramento de una de ellas.
Pretorios:
Legítimos
Gozan de una actio ex lege, o acción otorgada por la fuerza obligatoria de las
constituciones imperiales, para forzar a las personas obligadas a realizar la conducta
debida. Pueden ser de tres tipos:
Promesa de dote
Promesa de constituir una dote sin las formalidades de la dictiodotis o de la stipulatio,
vincula a la persona que promete, de tal manera que, al incumplir, puede ser causa de
una demanda ante un jurado.
Pacto de compromiso
Cuando se presenta una controversia mediante este pacto, las partes pueden recurrir a
una persona que arbitre, para emitir una solución a dicho conflicto, debiendo ajustarse las
partes a esa decisión.
Promesa de donar
Una de las partes se obliga a llevar a cabo una donación en favor de la otra, fundando un
vínculo que obliga a la primera a efectuar la entrega (traditio) de la cosa prometida.
Recordemos que los pactos adyectos, al ser complementarios de los contratos, se
conciben por la propia acción de éstos, de este modo pueden modificar sus efectos.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Donación
Como plantean Laines y Sagaón (2010: 125), tiene lugar cuando una de las partes,
denominada donante, por voluntad propia, otorga a otro, llamado donatario, un bien, un
objeto o un beneficio económico.
Elementos de la donación
Donante. La persona que, por voluntad propia, otorga a otra un bien, un objeto o un
beneficio económico.
Donatario. La persona que recibe un bien, un objeto o un beneficio económico.

Tipos de donación
En el derecho romano, siguiendo a Laines y a Sagaón (2010: 125), se regularon diversas
formas de donación, dentro de las más significativas se encuentran:
Donación entre vivos: Consiste en un intercambio de propiedad mediante el cual una
persona denominada donante renuncia voluntariamente a una cosa material para
entregarla a otra llamada donatario.
Donación mortis causa: Tiene lugar cuando la muerte obra como condición para la
entrega de bienes, de manera que, una vez que ésta acontece, los bienes del de cujus
son entregados a las personas beneficiarias.
Donación entre cónyuges: Consiste en la entrega de ciertas ofrendas de un cónyuge a
otra, durante el curso del matrimonio.

¿Sabía que…?
La dote era una donación especial, antes del matrimonio, que podía realizar el pater
familias al futuro esposo de su hija, o bien, realizarla el futuro esposo a la familia de la
novia, en favor de las cargas económicas que implicaba el matrimonio.

En caso de disolución del matrimonio, la dote se tenía que restituir en su totalidad,


mediante un contrato llamado stipulatio.

Ilícitos como fuente de obligaciones. Generalidades. Diferencia entre delicta


y crimina
El delito se considera una fuente de las obligaciones, ya que se trata de un acto
antijurídico que, al ser observado por la Ley, genera tanto una obligación penal como
una acción penal (Murguía, 2008: 102).

En Roma se distinguían dos tipos de delitos: los privados, o delicta, y los públicos,
o crimina.

Los llamados delitos privados o delicta eran los que contenían la facultad para formular
una persecución en contra de la persona responsable o que generaban una multa o
indemnización en favor de la persona ofendida.

Se dividían en delitos del derecho civil, como el robo (furtum), daño en propiedad ajena
(damnum iniuria datum) y lesiones (iniuria) (Murguía, 2008: 103).

Los delitos denominados pretorios eran los que se formulaban a partir de los
considerados “vicios del consentimiento”, entendiendo como éstos al dolo, a la
intimidación o violencia, al robo o al fraude.

Los delitos públicos o crimina ponían en peligro a la comunidad y se perseguían


severamente por el Estado, se castigaban con penas públicas como muerte o fuego y
podían tratarse de éstos:
Delito Crimina
El perduellio: Un delito que se perpetraba en contra de la seguridad del Estado.
El parricidium: Un delito que tenía por objeto causar la muerte a un hombre libre.
El crimen maiestatis: Un delito que consistía en causar la muerte a un funcionario romano.
Delitos del ius civile
Eran considerados como delitos el fortum (robo), el damnun iniuria datum (daño en
propiedad ajena) y la injuria o lesiones.
1. El furtum (robo). Se concebía a partir del aprovechamiento doloso de una cosa
ajena, con el fin de obtener una ventaja sobre otra persona. Se dividía en furtum
rei y furtum possessioni.
El furtum rei, era todo el aprovechamiento ilegal y doloso de un objeto ajeno,
mientras que el furtum possessioni surgía cuando el propietario de una cosa
sustraía una cosa dolosamente de las personas que tenían derecho a tenerla.
2. Damnun iniuria datum (daño en propiedad ajena). Consistía en un daño causado
en un bien inmueble ajeno.
Se dividía en…
Actio de cuadrupes. Cuando el daño era causado por el comportamiento del
animal en contra de una propiedad.
Actio de pastu pecoris. Cuando se causaba un daño en un predio ajeno, a causa
del ganado.
Actio de arboribus succisis. Era el daño que se hacía cuando se talaban árboles
que estaban en el terreno de un dueño distinto.
Actio de aedibus incensis. Surgía cuando se causaba un incendio en una casa
ajena.
3. Injuria o lesiones. Se trataba de todo acto contrario al derecho que se utilizará en
perjuicio de una persona libre o un esclavo ajeno.
Delitos del ius honorarium
Eran considerados como delitos privados del derecho honorario la rapiña, la intimidación y
el dolo.
1. La rapiña. Era aquella acción de sustracción violenta de una cosa mueble,
realizada dolosamente con ánimo de obtener un lucro.
2. Intimidación. Consistía en la amenaza de un sujeto a otro, sobre un sufrimiento
futuro, aunque no llegara a realizarse.
3. Dolo. Consistía en la actuación de provocar un perjuicio a otro.

Cuasicontratos
Consisten en aquellos actos lícitos o manifestaciones unilaterales de voluntad, que
otorgan obligaciones muy parecidas a las de los contratos, pero sin serlo propiamente, y
dan cabida a una acción denominada rei persequendae gratia (Laines y Sagaón, 2010, p.
118).
Clasificación y características
Entre los principales cuasicontratos se encuentran:
Gestión de negocios
Se genera cuando una persona, denominada gestor, realiza actividades encaminadas a
cuidar los intereses de otra llamada dominus, para evitarle un daño o generarle una
ganancia, pero sin contar con su consentimiento y sin tener la obligación de actuar
(Murguía, 2008: 84).

En aquellos casos en los que el dominus reconozca y consienta el acto que lleva a cabo
el gestor de cuidar sus intereses, deja de ser una gestión de negocios y se transforma en
un mandato tácito.

Gestión funeraria
Consiste en cubrir los gastos funerarios de una persona sin tener una obligación y sin
reconocimiento del heredero, y teniendo la posibilidad de cobrar los gastos realizados
(Murguía, 2008: 85).

Indivisión
Se genera cuando dos o más personas, denominadas comuneros, se conciben dueñas
de una cosa o de varios bienes, siendo su principal obligación permitir la división de la
cosa o del bien universal, a pesar de que la situación jurídica no provenga de un contrato
(Lailes y Sagaón, 2010: 121-122).

Pago de lo indebido
Tiene lugar cuando se efectúa un pago indebidamente, pues una persona,
llamada tradens, paga por error a una tercera, que se encuentra obligada a devolver la
cantidad y es sancionada mediante una condictio indebiti (Lailes y Sagaón, 2010: 122-
123).

Enriquecimiento sin causa


Se concibe cuando una persona se enriquece a costa de otra, sin que exista una causa
que justifique el enriquecimiento, por lo que debe devolver al perjudicado el monto
utilizado. Se distinguen dos tipos de enriquecimiento (Murguía, 2008: 85):
Cuasidelitos
De acuerdo con Murguía, “se trata de conductas que sin ser consideradas delitos,
producen la obligación de reparar los daños causados” (2008: 110).

Clasificación
Las cuatro figuras del cuasidelito mencionadas en el Corpus iuris civillis, como plantean
Morineau e Iglesias (2010: 200-201), son las siguientes:

Torpeza o deshonestidad judicial


Tenía lugar cuando el juez, ya sea por dolo o negligencia, dictaba una sentencia injusta, y
se le obligaba a pagar a la víctima una indemnización.

Effusum et deiectum
Consistía en el pago de un daño causado a una tercera persona, cuando el habitante de
una casa arrojara un objeto a la vía pública y éste cayera sobre un sujeto, teniendo que
responder por el daño ocasionado.

Positum et suspensum
Se trataba de la responsabilidad, ante un posible daño, que recaía en el habitante de una
casa que colocara un objeto que cayera en la calle y que corriera el riesgo de generar
algún daño, debiendo responder a ello, aunque el daño no se hubiera producido.

Responsabilidad de navieros, posaderos y dueños de establos


Surgía cuando se extraviaban o dañaban pertenencias que quedaban a su mando, ya sea
por descuido o por obra de sus trabajadores, debiendo pagar al dueño una indemnización
por dichos objetos.

Otras fuentes de las obligaciones


Además de las fuentes de las obligaciones revisadas con anterioridad, se encuentran
otras potenciales fuentes que comprendían: la policitatio, el votum, la ley de forma directa
y las sentencias.
Policitatio y votum
El policitatio se trataba de una promesa voluntaria que realizaba un sujeto al
someterse al cumplimiento de una obligación en nombre del estado o municipio.
El votum, del mismo modo, consistía en una promesa hecha a un templo o deidad,
por parte de un sujeto, luego de someterse al cumplimiento de una obligación.
Cabe señalar que estas promesas se hacían aún sin el consentimiento de dichas
instituciones y no eran comunes.

Ley
Las normas jurídicas regulaban la vida en Roma, de modo que implicaban una
enorme cantidad de obligaciones, sin que se tuviera la opción de eludirse de ellas.
En dicha obligación, cuando una persona se encontraba en una situación jurídica
determinada por una disposición legal, tenía la obligación de cumplir con lo
señalado por el ordenamiento (Laines y Sagaón, 2010: 139).
Por ejemplo...
Podemos citar la obligación de la inscripción en el censo o el que la ley obligara a una
persona a tener el carácter de predio sirviente en una servidumbre o las derivadas de
la celebración del matrimonio.
Sentencia
Se consideraba a las resoluciones como fuentes de las obligaciones, ya que
obligaban a un sujeto a hacer, dar, o dejar de hacer una conducta, mediante un
litigio emitido por la autoridad correspondiente (Laines y Sagaón, 2010: 139).

La recepción de la materia en el derecho actual


Conviene saber la gran influencia que tiene el derecho romano, ya que se adoptaron los
preceptos jurídicos elaborados por éste como una tradición jurídica, particularmente en el
derecho privado.

De manera que, tanto en México como en gran parte de Europa y América Latina, el
derecho romano resulta ser el antecedente inmediato del derecho civil en cuanto a que
atiende cuestiones relacionadas con personas, familias, bienes, sucesiones, etcétera.

De este modo, podemos ver que actualmente siguen vigentes una serie de conceptos
cuyo origen se desprende del derecho romano, toda vez que determinan eventos jurídicos
que siguen teniendo uso y validez en la vida jurídica del país y, dada la perfección con la
que éste formuló su naturaleza jurídica, dichos preceptos legales siguen en uso.

Entonces, podemos observar los conceptos jurídicos que devienen del derecho romano
contenidos en el Código Civil para el Distrito Federal:
Contratos Verbales: Eficacia procesal (art. 1797) y adpromissores (arts. 2794-2800)
Contratos Reales:
Mutuo (arts. 2384-2391),
Mutuo con interés (arts. 23293-2397)
Comodato (arts. 2497-2515)
Depósito (arts. 2516-2538)
Secuestro (arts. 2539-2545)
Prenda (arts. 2856-2858)
Anticresis (art. 2880)

Resolución de casos en materia contractual según la jurisprudencia romana


Con lo expuesto hasta aquí, nos encontramos en posibilidad de intentar la resolución de
casos prácticos respecto de los contratos romanos, estos casos se encuentran dentro de
la actividad de aprendizaje 5 de la presente unidad. Por ello, lo invitamos a que lo
resuelva, lo cual le servirá para reforzar los conocimientos adquiridos y estar en óptimas
condiciones para acceder a la siguiente unidad.

Вам также может понравиться