PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

BRAYAN ALEJANDRO CAMARGO ZORRO

HISTORIA DEL ARTE COLONIAL

INTRODUCCIÓN PERSONAL

A partir de un trabajo de fundamentos de la bidimensionalidad en segundo semestre, me doy

cuenta de una inquietud que aún estaba inmersa en mí y que de una u otra forma no había podido
superar; me rapé para hacer una retícula con cabello, se caía como se cae cuando uno tiene
cáncer.

El arte siempre había sido un asunto muy ajeno a mí, que muchas veces respondía más a una
necesidad utilitaria o a la mera apreciación de cosas bellas. Gracias a la excusa del ejercicio de la
retícula, las inquietudes y posiciones que no sabía que tenía sobre la enfermedad salieron a flote.
En gran parte son fruto de mi experiencia personal con la pérdida de mi madre por el cáncer, pero
se desarrollaron posteriormente en asuntos como el VIH sida y la posición que adopta la sociedad
con respeto al mismo. Los proyectos se han solucionado generalmente en dibujo y grabado.

Recientemente el tema del VIH ha centrado en mayor parte mi atención, sobre todo al resultar tan
problemática la definición que aún hoy tienen muchas personas de que es una enfermedad de
promiscuos, de maricas, o de personas con vidas desordenadas, cuando en realidad la situación
real es bastante diferente a lo que podría pensarse y que además se asume por ignorancia, como
por ejemplo que el porcentaje de personas heterosexuales infectadas con VIH y sida es mucho
mayor al el de personas LGBTI con la enfermedad. Un pensamiento fuertemente arraigado en las
bases machitas, homofóbicas y religiosas de nuestra sociedad colombiana. Hoy muchos religiosos
fanáticos podrían asegurar que el VIH es el castigo de dios a los homosexuales, y que si están
enfermos es por su culpa, por pecar ante Dios con tan impuros comportamientos e ideas.

Me interesan las relaciones que las personas construyen con respecto a la enfermedad en general
y el caso del VIH en específico, qué se considera normal, cómo es afrontar el yugo del virus, cómo
cambia la forma de vida, la discriminación de la sociedad y la forma hoy de asumir el estar
enfermo, concepciones que han cambiado con el tiempo, con respecto a la época colonial por
ejemplo, en donde la enfermedad representaba una oportunidad para castigar el cuerpo y poder
encontrar una limpieza espiritual del pecado de este mundo, para alcanzar la gracia de Dios.

La teoría de los humores y temperamentos es la base de la medicina hipocrática que influenció en

gran parte la mentalidad de los médicos del siglo XV, XVI, XVII e incluso XVIII