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Acto locutivo
- Acto fónico (nivel fonético)---consiste en emitir sonidos
- Acto fático (nivel sintáctico)---emitir palabras de acuerdo a una cierta gramática
- Acto rético (nivel semántico)----darle un sentido y una referencia a las palabras
Cuando alguien habla siempre realiza un acto locutivo, pero tmb hacemos algo con las palabras----
ACTO ILOCUTIVO---consiste en imprimirle una cierta fuerza ilocutiva a lo que digo para que el
destinatario comprenda qué clase de acción estoy realizando al hablar. ACTO CONVENCIONAL.
ACTO PERLOCUTIVO---los efectos que el acto ilocutivo provoca en los otros
Carpeta Maca:
Pragmática o teoría de los actos de habla (Austin)
Dos tipos de enunciados:
1. Constatativos (no son su objeto de estudio)---permiten describir un estado determinado.
Pueden ser verdaderos o falsos.
2. Realizativos o performativos (cuando expresan algo realizan algo)
Emisiones realizativas
(Emisiones performativas)
“Realizativo”---palabra nueva y fea
Los filósofos han dado siempre por sentado que la única ocupación de cualquier emisión es ser
verdadera o falsa. Naturalmente siempre se ha sabido que hay otro tipo de cosas que decimos
(imperativos, expresiones de deseos, exclamaciones). Pero los filósofos siempre han dado por
sentado que las únicas cosas en las que están interesados son las emisiones que registran hechos
o que describen situaciones con verdad o falsedad. Dos respuestas que ponen en duda dicha
postura: movimiento verifacionista---si no podemos decidir qué son (verdaderas o falsas) son
sinsentidos---pero dice Austin--- no todo lo que no puede ser clasificado como verdadero o falso
es un sinsentido. Segunda etapa--- “diferentes usos del lenguaje”. Dice Austin: ciertamente hay
una gran cantidad de usos del lenguaje, pero hay miles usos del lenguaje (virtualmente infinitos).
Austin quiere discutir un tipo de emisión que parece un enunciado, que gramaticalmente sería
clasificada como un enunciado, que no es carente de sentido y que sin embargo no es verdadera o
falsa. Son emisiones claras, con verbos corrientes en primera persona del singular del presente de
indicativo de la voz activa, y no obstante no tienen la posibilidad de ser verdaderas o falsas. Más
aún, si una persona hace una emisión de este tipo, diríamos que está haciendo algo en vez de
meramente diciendo algo. Cuando digo “Bautizo este barco Queen Elizabeth” no describo la
ceremonia de bautizo, realizo efectivamente el bautizo, y cuando digo “Si, quiero” no estoy
informando de un matrimonio, estoy satisfaciéndolo.
Pues bien, esos tipos de emisiones son las que llamamos emisiones realizativas (performativas).
Pero las palabras tienen que decirse en las circunstancias apropiadas, pero lo que no debemos
suponer es que lo que se necesita en tales casos, por ejemplo para casarse, además de decir las
palabras, es la realización de un acto espiritual interno, de las cuales las palabras serían entonces
un registro. Es fácil pensar esto en el caso de prometer, que la emisión es simplemente signo
externo y visible (es decir, verbal) de la realización de un acto espiritual interior de prometer.
Sin embargo, aunque estas emisiones no registran ellas mismas hechos y no ellas mismas
verdaderas o falses, el decir estas cosas a menudo implica que determinadas cosas son verdaderas
y no falsas--- cuando digo “sí, quiero”, implico que no estoy ya casado, con esposa viva o no
divorciada, etc. No obstante, implicar que esto o lo otro es verdadero no es en absoluto lo mismo
que decir algo que es ello mismo verdadero.
Estas emisiones realizativas no son, pues, verdaderas o falsas. Pero sufren de ciertas incapacidades
propias. Pueden fracasar de maneras especiales----las diversas maneras en que una emisión
realizativa puede ser insatisfactoria las llamamos infortunios y un infortunio surge (es decir, la
emisión es desafortunada) si se rompen determinadas reglas.
- Debe existir el procedimiento convencional que no estamos proponiendo emplear con
nuestra emisión. En las emisiones performativas este acto será verbal, pero puede haber
muchos procedimientos no verbales por los cuales realizar exactamente los mismos actos.
La convención invocada debe existir y ser aceptada.
- Las circunstancias en que nos proponemos invocar este procedimiento deben ser
apropiadas para su invocación. Si esto no se observa, entonces el acto que nos
proponemos realizar no saldría, estaremos ante un fallo (misfire). Esto también ocurrirá si
no llevamos el procedimiento correcta y completamente, sin ningún defecto (flaw) y sin
ninguna obstrucción (hitche).
Si alguna de estas reglas no se observa, decimos que el acto que nos proponíamos realizar es nulo,
sin efecto.
Pero hay otra manera un tanto diferente en que este tipo de emisión puede ir mal. Una buena
cantidad de estos procedimientos verbales están diseñados para ser usados por personas que
sostienen determinadas creencias o tienen determinados sentimientos o intenciones. Y si usted
usa una de estas fórmulas cuando no tiene los pensamientos o intenciones requeridos entonces
hay un abuso del procedimiento. Ej: “Te felicito”. Esta expresión está diseñara para ser usada por
personas que se alegran de que la persona aludida haya logrado una determinada hazaña, que
creen que ella fue personalmente responsable del éxito, etc. Si te digo “Te felicito” cuando no me
alegro hay una insinceridad. Lo mismo con “Te prometo”. Pero esto no es igual que el fallo. No
diríamos que no te prometí de hecho, sino que lo hice insinceramente, y entonces el acto es
hueco.
¿Hay un criterio gramatical para distinguir si una emisión es realizativa?
Todos los ejemplos tienen la misma forma gramatical: todos comienzan con el verbo en primera
persona del singular del presente de indicativo de la voz activa (no todos los verbos, pero todos lo
que sí son se expresan de esa forma). Además, hay una asimetría típica entre el uso de esta
persona y tiempo del verbo y el uso del mismo verbo en otra persona y otros tiempos:
“Yo prometo”---emisión realizativa: realizamos el acto de prometer
“Él promete”/ “Yo prometí”---informa que alguien realiza/ha realizado un acto de prometer (es
decir, un acto de usar la fórmula “Yo prometo”).
Hay al menos otra forma standard en el que el verbo está en la voz pasiva (o reflexiva/pasiva con
“se” en el caso del español) y en la segunda o tercera persona---“Se advierte a los pasajeros…”/
“Por la presente, está usted autorizado…”.
Desgraciadamente, sin embargo, todavía no es posible sugerir que toda emisión que vaya a ser
clasificada como un realizativo haya de adoptar una u otra de estas dos formas standard. Después
de todo sería una emisión realizativa muy típica decir “Te ordeno que cierres la puerta” o “Cierra
la puerta” o “Todo peligroso”.
DUCROT
- El acto ilocutorio NO está inscrito en las oraciones, no es un acto que implica una fórmula
que le estaría reservada convencionalmente (los actos ilocutorios NO están marcados en
la oración—una misma oración se puede usar para realizar actos de fuerza ilocutoria muy
diferentes). El ilocutorio NO está presente en el valor semántico de la ORACIÓN utilizada.
- El acto ilocutorio no se puede identificar con el empleo de una fórmula--- condiciones de
realización: a menudo las formulas se emplean sin ninguna intención de realizar el acto
(un comentarista de radio habla sobre el debate parlamentario y dice “Se abre la sesión”--
-no tiene intención de hacerlo). Se agrava la situación si se define el valor ilocutorio como
el poder de producir una transformación jurídica real (Austin, Searle, Benveniste) y no
solamente intencional.
Redefinición de ilocutorio
Acto ilocutorio---actividad que tiene como finalidad transformar la realidad, pero el problema
consiste en precisar la naturaleza particular de esta transformación--- transformación jurídica,
creación de derechos y obligaciones para los interlocutores que NO trascienden el universo
creado por el discurso. El que lo realiza es un locutor, ya que realizar un acto ilocutorio supone
siempre hablar, o al menos, comunicar.
Acto perlocutorio---no crea ninguna oligación. Puede ser a través del habla en algunas ocasiones,
pero existen otros medios.
DOS EMPLEOS DIFERENTES PARA LOS 1ra y 2da persona (Benveniste)---refieren siempre a los
PRONOMBRES PERSONALES participantes del diálogo, locutor y destinatario
Yo1 y Tu1----- “Te prometo ir a Paris”--- corresponden a interlocutores en tanto tales. La promesa
que los relaciona lo hace solamente en la medida en que ellos son locutor y destinatario de este
enunciado. Esta promesa se efectúa por el mismo enunciado que la ha dicho. Lo característico de
los pronombres en primera y segunda es que pueden designar a los participantes del diálogo en
tanto tales.
Yo2 y Tu2---- “Yo fui a París después que tú”--- designan al que hablan y al que se hablan, se
identifican en relación a su función en el diálogo, pero considerados fuera de esta actividad--- se
dice que fueron a Paris, y si lo han hecho es independiente del diálogo actual.
Entonces, el acto ilocutorio realiza una transformación jurídica, y esta se refiere a los
interlocutores en tanto tales. Un enunciado solo adquiere un valor ilocutivo en la medida en que
es sui referencial—el sentido del enunciado comporta una alusión a su enunciación. Decir que el
enunciado E ha servido para realizar el acto ilocutorio A, significa implicar que en el sentido mismo
de E hay una alusión a la enunciación de E. Para saber qué acto se ha realizado hay que saber lo
que se dice de la enunciación en el sentido del enunciado. El valor ilocutorio del enunciado
constituye una caracterización jurídica de la enunciación, una pretensión manifiesta de darle tal o
cual poder. Un enunciado, en la medida que tiene valor ilocutorio, tiene como tema su
enunciación: la COMENTA. Esto no implica que la referencia tenga carácter explícito. En la
pregunta “¿Qué ha hecho Pedro”, ningún constituyente sintáctico hace alusión a la enunciación,
tampoco al locutor y al destinatario. Solamente los enunciados llamados PERFORMATIVOS pueden
leerse como sui referenciales: se puede interpretar “Yo te prometo” como “Lo que hago
hablándote es prometerte”. Esta posibilidad de lectura sui referencial es la que ha llevado a Ducrot
a llamar Yo1 y Tú1 a estos pronombres. Porque la sui referencia y la presencia de los
interlocutores en tanto tales constituyen un único y mismo fenómeno. En la mayoría de las
ocasiones están implícitas, en el caso de los performativos llega a ser explícita.
Esta concepción implica una especie de intencionalización de las trasformaciones jurídicas
vinculadas al ilocutor---el carácter ilocutorio de un enunciado refiere a una determinada imagen
que da del habla, presentándola como fuente de derechos y deberes. Si admitimos esto, no hay
ninguna razón para atribuir estos dd y deberes una existencia independiente: solo valen en el
mundo mostrado por la enunciación en el momento que se efectúa (tanto el destinatario como el
espectador pueden rechazar este universo, reduciéndolo a una pura pretensión). Por no haber
prestado demasiada atención al aspecto sui-referencial del ilocutorio, los filósofos del lenguaje
han llegado a una especie de juridicidad realista
Durante mucho tiempo los filósofos han presupuesto que el papel de un “enunciado” solo puede ser
“describir” algún estado de cosas o “enunciar algún hecho”, con verdad o falsedad. Es cierto que los
gramáticos han señalado siempre que no todas las “oraciones” son (usadas para formular) enunciados,
también hay preguntas y exclamaciones, etc.
Pasar por alto que no todos los enunciados son descriptivos es caer en la llamada “falacia descriptiva”. Quizás
esta, empero, no sea una buena denominación, puesto que “descriptiva” es, en sí misma, una palabra
específica. No todos los enunciados verdaderos o falsos son descriptivos, por esa razón Austin prefiere la
denominación de “constatativo” (viene de constatar: Comprobar que algo es de la forma que se expresa) .
Muchas de las perplejidades filosóficas tradicionales han surgido merced de un error: el error de tomar como
enunciados fácticos lisos y llanos a expresiones que son sinsentidos de maneras interesantes, aunque no desde
un punto de vista gramatical, o bien que han sido formuladas con un propósito diferente.
El tipo de expresión que consideramos aquí no es un tipo de sinsentido sino que pertenece a los tipos de
expresiones lingüísticas que se disfrazan. Pero en modo alguno se disfraza necesariamente de enunciado
fáctico, descriptivo o “constatativo”. Sin embargo, es bastante común que así lo haga y, curiosamente, que
ello ocurra cuando asume su forma más explícita. Será conveniente estudiar dicho tipo de expresión
lingüística en esta forma engañosa, para poner de manifiesto sus características contrastandolas con las de los
enunciados fácticos que imitan. Todos nuestros ejemplos tendrán verbos en la primera persona singular del
presente del indicativo en voz activa. Se pueden hallar expresiones que satisfacen estos requisitos y que sin
embargo:
1
Las oraciones forman una clase de “expresiones lingüísticas”. Esta clase debe ser definida en forma
gramatical. Las expresiones realizativas son contrastadas con las constatativas. Emitir una expresión
constatativa es hacer enunciado. Emitir una expresión realizativa es, por ejemplo, hacer una apuesta.
Decir y hacer
Ejemplo: “apostar”. Expresar las palabras es, sin duda, por lo común, un episodio principal sino el principal
en la realización del acto, cuya realización es también la finalidad que persigue la expresión. Pero dista de ser
la única cosa necesaria para considerar que el acto se ha llevado a cabo. Hablando en términos generales,
siempre es necesario que las circunstancias en que las palabras se expresan sean apropiadas. Además es
menester que el que habla, o bien otras personas, deban también llevar a cabo otras acciones determinadas,
“físicas” o “mentales” o aun actos que consisten en expresar otras palabras. Así, para bautizar el barco es
necesario que yo sea la persona designada para esos fines, etc.
Caso especial: “te prometo”-- requiere un acto espiritual interno (“la palabra empeñada nos obliga”). Es
apropiado que la persona tenga una determinada intención de cumplir con su palabra. Y si la persona lo dice
de mala fe, igualmente “promete”, la promesa no es nula ni es falsa (no se puede pensar en términos de
verdad/falsedad). La palabra “falso” no se usa con este tipo de enunciados.
CONFERENCIA 8
Me pareció conveniente volver a considerar desde la base en cuántos sentidos puede entenderse que decir algo
es hacer algo o que al decir algo hacemos algo e, incluso, que porque decimos algo hacemos algo.
Llamo al acto de “decir algo”, en esta acepción plena y normal, realizar un acto locucionario (locutionary
act) y denomino al estudio de las expresiones, en esa medida y en esos respectos, estudio de las locuciones, o
de las unidades completas del discurso. En este acto locucionario distinguimos entre el acto fonético, el acto
fático y el acto rético. El acto fonético consiste meramente en la emisión de ciertos ruidos. El acto “fático”
consiste en la emisión de ciertos términos o palabras, es decir, ruidos de ciertos tipos considerados como
pertenecientes a un vocabulario y cuanto pertenecen a él, como adecuados a cierta gramática, y en cuanto se
adecuan a ella. El acto rético consiste en realizar el acto de usar esos términos con un cierto sentido o
referencia, más o menos definidos. Así, “X dijo ‘el gato está sobre el felpudo’” registra un acto fático
mientras que “X dijo que el gato estaba sobre el felpudo”.
1) Es obvio que para realizar un acto fático tengo que realizar un acto fonético o si, se prefiere, al
realizar uno estoy realizando el otro. Pero la afirmación conversa no es verdadera
2) Es obvio que al definir el acto fático agrupamos dos cosas: el vocabulario y la gramática. Y además,
la entonación.
3) El acto fático es esencialmente imitable, reproducible. Dijo “tal cosa”. En cambio el acto rético es el
que registramos, en el caso de aserciones, diciendo “él dijo que tal cosa”. Este es el llamado discurso
indirecto. Si el sentido o la referencia no han sido entendidos con claridad, entonces toda la
expresión o parte de ella tiene que ir entre comillas. Podemos realizar un acto “fático” que no sea
“rético” , aunque no a la inversa.
El pheme es una unidad de lenguaje (lenguaje), mientras que el theme es una unidad de habla (speech). Un
mismo pheme puede ser usado en distintas ocasiones de expresión con un sentido o referencia diferentes, y
ser así un rheme diferente.
Podemos decir que realizar una acto locucionario es, en general, realizar un acto ilocucionario (illocutionary
act). Para determinar qué acto ilocucionario estamos realizando, tenemos que determinar de qué manera
estamos usando la locución: preguntando o respondiendo una pregunta, dando alguna indo, anunciando un
veredicto, concertando una entrevista, etc.
La dificultad radica más bien en el número de sentidos distintos de una expresión tan vaga como “de qué
manera estamos usando” la locución. Estas cuestiones entren un poco en el terreno de la gramática, pero
constantemente las discutimos preguntando si ciertas palabras (determinada locución) tenían la fuerza de una
pregunta o debían haber sido tomadas como apreciación, etc.
Expresé que realizar una acto en este nuevo sentido era realizar un acto “ilocucionario”. Esto es, llevar a cabo
un acto al decir algo, como cosa diferente de realizar el acto de decir algo. es necesario distinguir fuerza y
significado, entendiendo por este último sentido y referencia.
Hay un tercer sentido según el cual realizar un acto locucionario y, con él, un acto ilocucionario, puede ser
también realizar un acto de otro tipo. A menudo, decir algo producirá ciertas consecuencias o efectos sobre
los sentimientos, pensamientos o acciones del auditorio. Y es posible que al decir algo lo hagamos con el
propósito, intención o designio de producir tales efectos. Podemos decir, entonces, que quien emite la
expresión ha realizado un acto que puede ser descrito haciendo referencia meramente oblicua o bien no
haciendo referencia alguna, a la realización del acto locucionario o ilocucionario. Llamaremos a la realización
de un acto de este tipo acto perlocucionario.
Ejemplo: Me dijo “dáselo a ella”/Me ordenó que se lo diera a ella/Me convenció de que se lo diera a ella.
Los efectos o consecuencias de las perlocuciones son realmente consecuencias, que no incluyen efectos
convencionales tales como el hecho de que el que emite la expresión queda comprometido con su promesa
(esto corresponde al acto ilocucionario).
1) En estas conferencias nuestro interés consiste en aprehender el acto ilocucionario y en contrastarlo con los
otros dos. Hay que distinguir la expresión “uso del lenguaje” para el acto ilocucionario y el perlocucionario.
El primer tipo de uso puede ser considerado como convencional, en el sentido de que por lo menos es posible
explicarlo mediante la forma realizativa, cosa que no ocurre con el último. Así, podemos decir “te prometo
que” pero no “te persuado que”. Además, podemos poner totalmente en claro si alguien estaba o no
recomendado algo sin entrar en la cuestión si estaba persuadiendo a su interlocutor.
2) La expresión “uso del lenguaje” puede abarcar otras cuestiones (ejemplo: “uso del lenguaje” para
bromear).