Вы находитесь на странице: 1из 56

Universidad Rural de Guatemala

Decimo semestre Derecho Sección A


Sede: central
Derechos Humanos De Los Pueblos Indígenas
Licda. Rocìo Morales
Democracia Intercultural
 Los acuerdos de paz y derechos colectivos
 El Acuerdo de identidad y el racismo

Byron Rene Navarro De León 15-000-0195


Ligia Oveli García Del Cid 15-000-0110
Anyeli Yajahira Santos Araujo 15-000-0378
Jacqueline Sussely Miranda Boch 15-000-0544
America Azulina López Barrios 15-0108-0015
Julia Gabriela Escobar Balaña 15-000-2170
Dora Isabel Samayoa Zavala 12-000-0162
Mariana Fernanda Gómez Pérez 15-000-0271
Eliezer Emmanuel Avila Villatoro 15-000-1894
Sergio Francisco Gomez Miranda 14-000-0210
Jackeline Roxana Domingo Pèrez 13-000-1262

Guatemala 20 de julio del 2019.


INDICE
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................i
Democracia intercultural .................................................................................................................. 1
Que es democracia ........................................................................................................................ 1
Que es intercultural ....................................................................................................................... 1
Qué es la democracia intercultural ............................................................................................... 1
Convenio WAQIB’ KEJ .............................................................................................................. 4
Propuesta del estado plurinacional en Guatemala ........................................................................ 5
Los Acuerdos de Paz y Derechos Colectivos ................................................................................... 6
Los acuerdos de paz ...................................................................................................................... 6
Que causas originaron el conflicto armado interno ...................................................................... 8
Aspectos involucrados en el conflicto armado ............................................................................. 8
Cronología de los acuerdos de paz ............................................................................................. 11
Acuerdo marco para la búsqueda de la paz por medios políticos ............................................... 14
Acuerdo global sobre derechos humanos ................................................................................... 15
Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento armado
.................................................................................................................................................... 15
Acuerdo sobre el establecimiento de la comisión para el esclarecimiento histórico.................. 16
Acuerdo de identidad y derechos de los pueblos indígenas ....................................................... 17
Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria ................................................... 18
Acuerdo sobre el fortalecimiento del poder civil en una sociedad democrática ........................ 19
Acuerdo sobre el definitivo cese al fuego .................................................................................. 20
Acuerdo sobre reformas constitucionales y régimen electoral ................................................... 21
Acuerdo sobre bases para la incorporación de la urng a la legalidad ......................................... 22
Acuerdo sobre el cronograma para la implementación y verificación de los acuerdos de paz .. 22
Acuerdo de paz firme y duradera ............................................................................................... 23
Vigencia de los acuerdos de paz ................................................................................................. 23
Derechos Colectivos ................................................................................................................... 25
El acuerdo de identidad y racismo .............................................................................................. 28
El papel de la mujer maya en la transmisión de su cosmovisión ............................................... 29
Discriminación, desigualdad y exclusión de los pueblos indígenas ........................................... 31
Derechos laborales ...................................................................................................................... 32
Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas: compromisos y acciones ......... 35
Lucha contra la discriminación................................................................................................... 39
Racismo en Guatemala ............................................................................................................... 46
CONCLUSIÓN .............................................................................................................................. 49
BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................................ 51
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo se basa en el estudio de la democracia intercultural la cual se enfoca en

articular las diversas formas de expresiones de las personas, que son propias de cada pueblo, su

convivencia entre los mismos y la construcción de condiciones de equidad a pesar de sus

diferencias particulares, como lo son sus costumbres, sus formas de vida y su convivencia

pacífica entre si mismos y entre otros pueblos. Debido a la falta de normativa en nuestra

legislación vigente se realiza un estudio para el efecto de demostrar que la democracia

intercultural no es un proceso, sino más una relación.

Se realizó un estudio acerca de los acuerdos de paz el cual fue negociado a través de medios

pacíficos entre la república de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca,

después de 36 años que duro el enfrentamiento armado, todo esto con el objeto de conocer que

fue lo que motivo dicho enfrentamiento, así como los medios utilizados para resolverlos. Se

investigo acerca de los derechos colectivos en Guatemala, como sabemos bien estos son

denominados derechos de segunda generación por lo tanto merecen ser estudiados, destacando

principalmente el derecho al trabajo, a la educación, la salud, a la propiedad, a la cultura, a los

servicios públicos y a la seguridad.

i
Democracia intercultural
Que es democracia
Sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y

controlar a sus gobernantes.

El proceso democrático de Guatemala se inició después de la firma del tratado de paz.

Que es intercultural
Se puede definir el proceso de comunicación e interacción entre personas y grupos con

identidades culturales, donde no se permite que las ideas y acciones de una persona o grupo

cultural, favoreciendo en todo momento el dialogo, la concentración y con ello la integración y

convivencia entre culturas

Democracia y su relación con la interculturalidad fundamenta de la vivencia de la

interculturalidad fundamentos de la vivencia en la comunidad educativa.

Qué es la democracia intercultural


La Democracia Intercultural es un modo de vida que propone la organización de la

convivencia entre los diversos y que tiene como fundamento la construcción de las condiciones

de equidad en esa relación para la construcción colectiva de sentidos e imaginarios. Es también el

mecanismo de administración creativa y pertinente de un pueblo o nación diverso considerando

sus particularidades respecto a usos y costumbres formas de vida de convivencia pacífica su

relación, convivencia con otros pueblos o naciones y construcción duradera del respecto en el

tiempo espacio.

Sin embargo es más preciso definirlo como proceso en construcción en el que a la par de

construir las condiciones para una verdadera interculturalidad que permite la relación y el dialogo

entre los diversos.

1
La Democracia Intercultural también es la posibilidad de articular diversas formas y

expresiones democráticas propias de cada pueblo. Complementa las tres formas de democracia

que están incluidas en la Constitución Política del Estado.

El término democracia intercultural remite, obviamente, a un lazo entre lo democrático y

lo intercultural. Por ese motivo existe la tendencia a enfatizar algunos aspectos de ese lazo, como

aquel que se refiere a la presencia de representantes indígenas y a la incorporación formal de

normas y procedimientos de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos en el

sistema político. Es decir, la democracia intercultural sería tal en la medida que se incorporan

elementos de la democracia comunitaria en el (re)diseño institucional de los órganos de gobierno.

No obstante, considero que es un desacierto circunscribir el análisis de la construcción de la

democracia intercultural a los avances en democracia comunitaria para la elección de autoridades

y representantes y para la definición del proceso político decisional.

El término democracia intercultural remite, obviamente, a un lazo entre lo democrático y

lo intercultural. Por ese motivo existe la tendencia a enfatizar algunos aspectos de ese lazo, como

aquel que se refiere a la presencia de representantes indígenas y a la incorporación formal de

normas y procedimientos de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos en el

sistema político. Es decir, la democracia intercultural sería tal en la medida que se incorporan

elementos de la democracia comunitaria en el (re)diseño institucional de los órganos de gobierno.

No obstante, considero que es un desacierto circunscribir el análisis de la construcción de la

democracia intercultural a los avances en democracia comunitaria para la elección de autoridades

y representantes y para la definición del proceso político decisional.

Con todo, la democracia intercultural no es una estructura o modelo establecido

normativamente en sus diversos aspectos, puesto que sus contornos no están definidos en la

2
Constitución Política, tampoco en las leyes y, por ese motivo, resulta más pertinente considerar a

la democracia intercultural como un proceso y una relación.

En primer lugar, la democracia intercultural es un proceso porque los vínculos entre las

formas de democracia se ampliarán y complejizarán a medida que se vayan consolidando las

nuevas entidades estatales, sobre todo los gobiernos departamentales y las autonomías indígenas.

En la medida en que en esos ámbitos sub nacionales se cristalicen institucionalmente

diversas modalidades de vínculo entre democracia representativa, participativa y comunitaria

dispondremos de elementos para juzgar la eficacia y la legitimidad de las reglas para la elección y

desempeño de las autoridades y representantes políticos. En ese sentido, la democracia

intercultural es un proceso incremental de ajuste e innovación institucional que se renueva de

manera constante a partir de la evaluación de sus costos y resultados políticos.

En segundo lugar, la democracia intercultural es una relación porque se expresa en un

conjunto de interacciones que varían en el tiempo y espacio. Las interacciones entre las formas de

democracia son asincrónicas porque se combinan de manera disímil y variable dependiendo del

escenario político e institucional en cuestión. La combinación de reglas de las distintas formas de

democracia debe propiciar la articulación de la diversidad social que se quiere representar,

empero también debe evitar que se produzcan situaciones de crisis política.

De acuerdo a la Constitución Política, los componentes institucionales de las tres formas

de democracia son las siguientes. En la democracia directa y participativa: referendo, iniciativa

legislativa ciudadana, revocatoria de mandato, asamblea, cabildo y consulta previa. En la

democracia representativa: voto universal, directo y secreto para la elección de representantes. En

la democracia comunitaria: normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena

originario campesinos para la elección, designación o nominación de autoridades y

representantes.
3
La democracia intercultural es un proceso porque los vínculos entre las formas de

democracia se ampliarán y complejizarán a medida que se vayan consolidando las nuevas

entidades estatales, sobre todo los gobiernos departamentales y las autonomías indígenas. En la

medida en que en esos ámbitos subnacionales se cristalicen institucionalmente diversas

modalidades de vínculo entre democracia representativa, participativa y comunitaria

dispondremos de elementos para juzgar la eficacia y la legitimidad de las reglas para la elección y

desempeño de las autoridades y representantes políticos.

En ese sentido, la democracia intercultural es un proceso incremental de ajuste e

innovación institucional que se renueva de manera constante a partir de la evaluación de sus

costos y resultados políticos.

Convenio WAQIB’ KEJ


Waqib’ Kej presentó estudio sobre el Convenio 169 de la OIT.

La Convergencia Nacional Maya Waqib’ Kej presentó un estudio que aborda la aplicación

del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Guatemala y enfatiza

que el principio de la consulta previa, libre e informada de las comunidades y pueblos originarios

no puede ser regulado por ninguna dependencia estatal.

El convenio destaca que de acuerdo con distintos órganos jurisdiccionales, el Convenio

está ubicado a la par de la Constitución Política y sobre el ordenamiento interno, por ser un

instrumento de derechos humanos; por este motivo, los funcionarios están en la obligación de

realizar la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas en las medidas que puedan

afectarles.

De acuerdo con la progresividad de los derechos humanos, la consulta tiene como

finalidad llegar al consentimiento, lo que significa que se debe respetar la decisión de los pueblos

indígenas sobre cómo quieren vivir dentro de sus territorios y, en específico, sobre los proyectos

4
con relación a los cuales el Estado les consulta o sobre los cuales dichos pueblos han realizado

una auto consulta.

El estudio subraya que la adopción de instrumentos internacionales sobre derechos de los

pueblos indígenas, como la Declaración de las Naciones Unidas y la Declaración Americana,

fortalece el derecho a la libre determinación que se vincula con la autonomía de estos pueblos y,

por ende, con la facultad de proteger la integridad de sus tierras o territorios mediante la toma de

decisiones sobre la aceptación o rechazo de una medida administrativa o legislativa.

En análisis de Waqib’ Kej enfatiza que las decisiones relacionadas con asuntos de

beneficio general e importantes para los pueblos indígenas se realizan en asambleas comunitarias,

en las cuales participa toda la población, incluidos niños y niñas, a quienes desde temprana edad

se les involucra para que conozcan mejor el manejo de la vida comunitaria.

Propuesta del estado plurinacional en Guatemala


A partir de esto, Waqib’ Kej afirma que, con el Estado nación, dicha clase social ha

tratado en vano de imponer un proyecto de sociedad homogénea, formulado leyes, creado

instituciones y aplicado políticas que reproducen su exclusión e impiden su representación como

pueblos en los organismos del Estado y el ejercicio de sus derechos colectivos a la libre

determinación, al autogobierno, al territorio, al desarrollo pleno de sus sistemas jurídicos, de

salud y productivos, a vivir plenamente su identidad y cosmovisión, etc. Más aún, confirma que

el Estado no garantiza el bien común.

Por ello Waqib’ Kej propone la fundación de un Estado plurinacional, el cual entiende

como una organización política en la cual todos los pueblos o naciones, en su calidad de sujetos

colectivos, estén plenamente representados.

Un Estado orientado a construir un nuevo poder, profundamente democrático y garante

del bien común, en el que tengan cabida todos los sujetos que padecen despojo, explotación y

5
opresión como la clase trabajadora y las mujeres y se construyan nuevas relaciones entre los seres

humanos, los pueblos, los sectores y los grupos sociales, entre la sociedad y la madre tierra.

Las representaciones organizadas de pueblos indígenas en Guatemala, Waqib’ Kej

presenta una mirada crítica sobre el Estado guatemalteco, el cual concibe como una construcción

que históricamente ha sido instrumento de la clase social dominante y de cuyo control se ha

beneficiado en conjunto con el capital transnacional y las mafias. Agrega que los distintos

gobiernos han sido simplemente administradores y gestores de dichos intereses minoritarios. El

Estado concluye Waqib’ Kej está anclado en formas coloniales, por lo que está agotado

históricamente.

Esto implicaría gestar un gobierno plurinacional y gobiernos territoriales autónomos como

base para el ejercicio del derecho a la libre determinación que no significa autodeterminación

como nuevo Estado y para construir la unidad nacional. Esto implicaría el reconocimiento de

facultades políticas y territoriales ejercidas por las formas de organización, autoridad,

participación, consulta y decisión de los pueblos indígenas con relación a asuntos económicos,

políticos, culturales, sociales y jurídicos que les competen.

Los Acuerdos de Paz y Derechos Colectivos


Los acuerdos de paz
Los Acuerdos de Paz consisten en doce acuerdos que fueron suscritos por el Gobierno de

la República de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca -URNG-, estos se

negociaron para alcanzar soluciones pacíficas a los principales problemas que generaron el

enfrentamiento armado de más de 36 años.

Su negociación se llevó a cabo en países como México, España, Noruega y Suecia,

durante 14 años, para dar las condiciones de imparcialidad a las partes y tuvo una duración de 14

6
años. La negociación culminó con la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera, el 29 de

diciembre de 1996 en el Palacio Nacional de la Cultura de la ciudad de Guatemala.

Cuáles son los acuerdos de paz

1. Acuerdo Marco sobre Democratización para la Búsqueda de la Paz por Medios

Políticos (Querétaro, México, 25 de julio de 1991).

2. Acuerdo Global sobre Derechos Humanos (México, D. F., 29 de marzo de 1994).

3. Acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el

Enfrentamiento Armado (Oslo, Noruega, 17 de junio de 1994).

4. Acuerdo sobre el Establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de

las violaciones a los derechos humanos y los hechos de violencia que han causado sufrimientos a

la población guatemalteca (Oslo, Noruega, 23 de junio de 1994).

5. Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas (México, D. F. 31 de

marzo de 1995).

6. Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria (México, D. F. 6 de

mayo de 1996) 7. Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una

Sociedad Democrática (México, D. F. 19 de septiembre de 1996).

8. Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego (Oslo, Noruega 4 de diciembre de 1996).

9. Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral (Estocolmo, Suecia 7

de diciembre de1996).

10. Acuerdo sobre bases para la Incorporación de la Unidad Revolucionaria Nacional

Guatemalteca a la Legalidad (Madrid, España 12 de diciembre de 1996).

11. Acuerdo sobre el Cronograma para la Implementación, Cumplimiento y

Verificación de los Acuerdos de Paz (Guatemala 29 de diciembre de1996).

12. Acuerdo de Paz Firme y Duradera (Guatemala 29 de diciembre 1996)


7
Que causas originaron el conflicto armado interno
Causas Históricas:

La realidad socio, política y económica de Guatemala

La intolerancia

Antecedentes Inmediatos:

La coyuntura internacional

La lucha ideológica

Aspectos involucrados en el conflicto armado


Ideológico
La lucha contra el comunismo

La doctrina de la Seguridad Nacional

La formación y la doctrina de los grupos insurgentes

La militarización de la sociedad y del estado.

Aspecto económico

El tema del uso y posesión de la tierra

Acceso a la educación

La exclusión social y la marginación

La violencia generalizada

Aspecto político

Las relaciones conflictivas entre Estado-Sociedad

El autoritarismo

Los procesos antidemocráticos

La debilidad del Estado en el cumplimiento de sus funciones

Aspecto étnico:

8
El proceso de latinización

Rechazo de la multiculturalidad

El racismo como expresión ideológica y cultural

Aspecto religioso

Los usos y las costumbres de los pueblos indígenas

La propuesta de nuevos modelos de religiosidad

Los ejes estratégicos de los acuerdos de paz:

Para ejecutar el Cronograma del cumplimiento, las partes ordenaron el conjunto de los

compromisos contenidos en los Acuerdos en cuatro ejes temáticos:

a) Eje de reasentamiento, incorporación de la URNG y reconciliación nacional;

b) Eje de desarrollo productivo sostenible; y

c) Eje de modernización del Estado democrático, incluyendo el fortalecimiento de las

capacidades de participación y concertación de las distintas expresiones de la sociedad civil.

En cada eje se agrupan los programas, subprogramas y proyectos correspondientes.

Cultura de paz

Es un modo de vida en el que las personas aplican métodos pacíficos, como el diálogo, la

tolerancia y la cooperación en lugar de métodos violentos como las peleas, las amenazas, los

gritos, el uso de armas o la fuerza. Es un ambiente donde las personas puedan desarrollar sus

capacidades sin distinción. Donde todas las generaciones contribuyen a construir una mejor

nación.

La cultura de paz se vive en cuatro dimensiones:

Paz conmigo mismo

Nadie puede dar lo que no tiene. La paz comienza por el respeto a mi dignidad personal.

Amarme valorarme, cuidarme.


9
Paz con los demás

No soy una isla Estoy en el mundo en relación con los demás.

Necesito convivir con los demás fortaleciendo las actitudes de solidaridad, diálogo,

amistad y reconciliación

Paz con la naturaleza

El mundo es mi espacio vital, en él yo me desarrollo, crezco y maduro por eso tengo que

aprender a respetar y a valorar todos los recursos que me ofrece. Cuidando mi entorno contribuyo

al bien de la humanidad.

Paz espiritual

Viviendo en actitud confiada y de apertura al ser trascendente. Viviendo serenamente con

actitudes positivas de gozo amor y compasión Viviendo en congruencia con mis principios y

valores, aquellos que me hacen ser una persona auténtica.

Para qué una cultura de paz

El desarrollo pleno de una cultura de paz está integralmente vinculado a:

a) La promoción del arreglo pacífico de los conflictos, el respeto y el entendimiento

mutuo y la cooperación internacional;

b) La promoción de la democracia, el desarrollo de los derechos humanos, las libertades

fundamentales, el respeto y cumplimiento universales de éstos;

c) La posibilidad de que todas las personas a todos los niveles desarrollen aptitudes para

el diálogo, la negociación, la formación de consenso y la solución pacífica de controversias;

d) El fortalecimiento de las instituciones democráticas y la garantía de la participación

plena en el proceso de desarrollo.

e) La erradicación de la pobreza y el analfabetismo y la reducción de las desigualdades

entre las naciones y dentro de ellas;


10
f) La promoción del desarrollo económico y social sostenible;

g) La eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer promoviendo su

autonomía y una representación equitativa en todos los niveles de la adopción de decisiones;

h) El respeto, la promoción y la protección de los derechos del niño:

i) La garantía de la libre circulación de información en todos los niveles y la promoción

del acceso a ella;

j) El aumento de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los asuntos

públicos;

k) La eliminación de todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia e

intolerancia conexas;

l) La promoción de la comprensión, la tolerancia y la solidaridad entre todas las

civilizaciones, los pueblos y las culturas, incluso hacia las minorías étnicas, religiosas y

lingüísticas.

Asamblea General de las Naciones Unidas, 6 de octubre de 1999.

Cronología de los acuerdos de paz


El 7 de agosto 1987 los presidentes de los países de Centro América sientan las primeras

bases para la búsqueda de una solución negociada del conflicto con la firma del Acuerdo

Esquipulas II en la ciudad de Guatemala.

En octubre 1987 la URNG, coalición que agrupa al movimiento guerrillero, acepta el

diálogo propuesto por el Presidente Vinicio Cerezo (1986-1991) durante una gira por Europa y

decreta un cese unilateral del fuego para favorecer las conversaciones. Representantes de las

partes se reúnen en Madrid, España.

11
Agosto, 1988 la Comandancia de URNG se reúne en San José de Costa Rica con la

Comisión Nacional de Reconciliación, que preside el Obispo Rodolfo Quezada Toruño, con el

objetivo de reabrir el diálogo interrumpido en Madrid, España.

30 de marzo 1990 Delegados de la Comisión Nacional de Reconciliación y la URNG

firman en Oslo Noruega, un “Acuerdo Básico para la búsqueda de la Paz por medios políticos”

conocido como el “Acuerdo de Oslo” y nombra al Obispo Quezada Toruño “Conciliador” del

proceso.

Mayo, 1990 La URNG se reúne con los representantes de los partidos políticos en

Madrid, España, para promover una reforma constitucional.

1 de junio de 1990 La URNG se reúne con representantes de la Instancia Política, la CNR

y la observación de Naciones Unidas. Se suscribe el Acuerdo de San Lorenzo El Escorial sobre

actos preparatorios de naturaleza jurídica.

1 de septiembre de 1990 En Ottawa, Canadá, se reúne la Comandancia de la URNG con el

CACIF, la CNR y la observación de Naciones Unidas.

26 de septiembre, 1990 En reunión con los líderes de la URNG en Quito, Ecuador,

representantes de las iglesias expresan su apoyo a la paz.

26 de abril, 1991 Se inicia la negociación directa de las negociaciones y se aprueba el

“Acuerdo de México”, que contiene las normas de procedimiento y temario.

25 de julio, 1991 Se suscribe en Querétaro, México, el “Acuerdo sobre la Democracia en

Guatemala”. Se inicia la discusión del tema sobre los derechos humanos.

Mayo, 1993 Discrepancias en torno al tema de los Derechos Humanos y la instalación de

una Comisión de la Verdad, determinan el estancamiento de las negociaciones, cuando el

Gobierno condiciona la firma de los acuerdos a un cese del fuego. El rompimiento del orden

12
constitucional del 25 de mayo, promovido por el entonces Presidente Jorge Serrano Elías,

determina la suspensión del diálogo de la paz.

Octubre, 1993 El nuevo presidente Ramiro De León Carpio expone ante las Naciones

Unidas su “Plan de Paz”, a partir del Acuerdo de Esquipulas II. La URNG rechaza el que se

desconozcan los acuerdos de Oslo y México.

10 de enero 1994 Se suscribe el “Acuerdo Marco para la Reanudación del Proceso de

Negociación ente el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca”

en México, DF. También se crea la Asamblea de la Sociedad Civil con Monseñor Quezada

Toruño como Presidente.

2 9 de marzo, 1994 Se suscribe el “Acuerdo de Calendarización las Negociaciones para una

Paz Firme y Duradera”, que establece el compromiso de llegar a la paz duradera durante 1994.

17 de junio, 1994. Se suscribe el Acuerdo Para El Reasentamiento De Las Poblaciones

Desarraigadas Por El Enfrentamiento Armado en Oslo, Noruega.

23 de junio, 1994 Al cabo de largas negociaciones, se suscribe El Acuerdo Sobre El

Establecimiento De La Comisión Para El Esclarecimiento Histórico De Las Violaciones A Los

Derechos Humanos Y Los Hechos De Violencia Que Han Causado Sufrimientos A La Población

Guatemalteca.

31 de marzo, 1995 Se firma en México el Acuerdo Sobre Identidad Y Derechos De Los

Pueblos Indígenas.

12 de febrero, 1996 El Gobierno y la URNG emiten un comunicado conjunto en el que

informan sobre un encuentro directo ocurrido en diciembre de 1995.

6 de mayo, 1996 Suscripción del Acuerdo Sobre Aspectos Socioeconómicos Y Situación

Agraria.

13
19 de septiembre, 1996 Se suscribe en México el Acuerdo Sobre Fortalecimiento Del

Poder Civil Y Función Del Ejército En Una Sociedad Democrática, último “tema sustantivo” de

la agenda.

Diciembre, 1996 Se firman los siguientes Acuerdos: Día 4: Acuerdo Sobe El Definitivo

Cese Al Fuego, en Oslo, Noruega. Día 7: Acuerdo Sobre Reformas Constitucionales Y Régimen

Electoral, en Estocolmo Suecia. Día 12: Acuerdo Sobre Bases Para La Incorporación De La

URNG A La Legalidad, en Madrid España.

29 de diciembre, 1996 Se suscriben en la Ciudad de Guatemala el Acuerdo De Paz Firme

Y Duradera Y El De Cronograma Para La Implementación Cumplimiento Y Verificación De Los

Acuerdos De Paz.

Los anteriores son los pasos que se dieron para lograr que ambas partes enfrentadas en el

conflicto armado interno negociaran para lograr la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala.

Acuerdo marco para la búsqueda de la paz por medios políticos


Con el propósito de alcanzar los objetivos trazados en el Acuerdo de Esquipulas II del 7

de agosto de 1987 y de conformidad con el Acuerdo de Oslo del 30 de marzo de 1990, las

delegaciones del Gobierno de la República de Guatemala y de la Unidad Revolucionaria

Nacional Guatemalteca (URNG), Habiendo Continuado Las Negociaciones Bajo La Conciliación

Del Presidente De la Comisión Nacional de Reconciliación (CNR) y bajo la observación del

representante del Secretario general de las Naciones Unidas, Doctor Francesc Vendrell y dejando

constancia por este medio de los acuerdos a que han llegado en relación al tema Democratización

del Acuerdo del temario general, aprobado en la Ciudad de México el 26 de abril del corriente

año.

14
Acuerdo global sobre derechos humanos
Teniendo en cuenta las disposiciones constitucionales vigentes en materia de derechos

humanos y los tratados, convenciones y otros instrumentos internacionales sobre la materia de los

que Guatemala es parte; Considerando la voluntad del Gobierno de Guatemala y de la Unidad

Revolucionaria Nacional Guatemalteca para que el Acuerdo de Derechos Humanos y de

Verificación Internacional se aplique en consonancia con las citadas disposiciones

constitucionales y tratados internacionales; Teniendo presente el compromiso del Gobierno de

Guatemala de respetar y promover los derechos humanos, conforme al mandato constitucional;

Considerando igualmente que la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca asume el

compromiso de respetar los atributos inherentes a la persona humana y de concurrir al efectivo

goce de los derechos humanos; Reconociendo la importancia de las instituciones y entidades

nacionales de protección y promoción de los derechos humanos, así como la conveniencia de

fortalecerlas y consolidarlas.

Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento


armado
Reiterando su compromiso de poner fin al enfrentamiento armado mediante un proceso de

negociación que establezca las bases de una paz firme y duradera en Guatemala; Considerando la

dimensión traumática nacional que asumió el desarraigo durante el enfrentamiento armado en el

país, en sus componentes humano, cultural, material, psicológico, económico, político y social,

que ocasionó violaciones a los derechos humanos y grandes sufrimientos para las comunidades

que se vieron forzadas a abandonar sus hogares y formas de vida, así como para aquellas

poblaciones que permanecieron en dichas áreas; Considerando el compromiso del Gobierno de

Guatemala y de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca de contribuir

constructivamente, junto con el resto de la sociedad guatemalteca a trabajar por una solución

15
duradera y facilitar el proceso de reasentamiento de la población desarraigada, en un marco de

justicia social, democratización y desarrollo nacional sostenible, sustentable y equitativo;

Considerando que el reasentamiento de estas poblaciones desarraigadas debe constituir un factor

dinámico del desarrollo económico, social, político y cultural del país y, por consiguiente, un

componente importante de una paz firme y duradera; Reconociendo el papel indispensable de la

participación de las poblaciones afectadas en la toma de decisiones relativas al diseño y ejecución

de una estrategia efectiva de reasentamiento; Teniendo en cuenta los planteamientos y propuestas

de consenso elaboradas sobre este tema por la Asamblea de la Sociedad Civil, que incluye las

demandas específicas de las organizaciones representativas de los distintos grupos de

desarraigados; Reiterando que el presente Acuerdo, como los que se vayan firmando sobre los

demás puntos del temario de la negociación, forma parte del Acuerdo de Paz firme y duradera y

entrará en vigencia en el momento de la firma de este último, con la excepción prevista respecto

de la comisión técnica mencionada en la sección V del presente Acuerdo y en el numeral 4 de la

misma sección.

Acuerdo sobre el establecimiento de la comisión para el esclarecimiento histórico


Considerando que la historia contemporánea de nuestra patria registra graves hechos de

violencia, de irrespeto de los derechos fundamentales de la persona y sufrimientos de la

población vinculados con el enfrentamiento armado; Considerando el derecho del pueblo de

Guatemala a conocer plenamente la verdad sobre estos acontecimientos cuyo esclarecimiento

contribuirá a que no se repitan estas páginas tristes y dolorosas y que se fortalezca el proceso de

democratización en el país; Reiterando su voluntad de cumplir cabalmente con el Acuerdo

Global sobre Derechos Humanos del 29 de marzo de 1994; Reiterando su voluntad de iniciar a la

brevedad un nuevo capítulo en la historia nacional que como culminación de un amplio proceso

de negociación ponga fin al enfrentamiento armado, contribuyendo a sentar las bases para una

16
convivencia pacífica y respetuosa de los derechos humanos entre los guatemaltecos;

Considerando, en este contexto, la necesidad de promover una cultura de concordia y respeto

mutuo que elimine toda forma de revancha o venganza, una condición indispensable para una paz

firme y duradera.

Acuerdo de identidad y derechos de los pueblos indígenas


Que el tema de identidad y derechos de los pueblos indígenas constituye un punto

fundamental y de trascendencia histórica para el presente y futuro de Guatemala; Que los

pueblos indígenas incluyen el pueblo maya, el pueblo garífuna y el pueblo xinca, y que el pueblo

maya está configurado por diversas expresiones socioculturales de raíz común; Que a raíz de su

historia, conquista, colonización, desplazamientos y migraciones, la nación guatemalteca tiene un

carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe; Que las partes reconocen y respetan la identidad

y los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de los pueblos maya, garífuna y xinca,

dentro de la unidad de la Nación y la indivisibilidad del territorio del Estado guatemalteco, como

componentes de dicha unidad; Que los pueblos indígenas han sido particularmente sometidos a

niveles de discriminación de hecho, explotación e injusticia por su origen, cultura y lengua, y

que, como muchos otros sectores de la colectividad nacional, padecen de tratos y condiciones

desiguales e injustas por su condición económica y social; Que esta realidad histórica ha afectado

y sigue afectando profundamente a dichos pueblos, negándoles el pleno ejercicio de sus derechos

y participación política, y entorpeciendo la configuración de una unidad nacional que refleje, en

su justa medida y con su plenitud de valores, la rica fisonomía plural de Guatemala; Que en tanto

no se resuelva este problema de la sociedad guatemalteca sus potencialidades económicas,

políticas, sociales y culturales jamás podrán desenvolverse en toda su magnitud, y ocupar el

concierto mundial el lugar que le corresponde por su historia milenaria y la grandeza espiritual de

sus pueblos; Que en Guatemala será posible desarraigar la opresión y discriminación sólo si se

17
reconocen en todos sus aspectos la identidad v los derechos de los pueblos que la han habitado y

la habitan, componentes todos de su realidad actual y protagonistas de su desarrollo, en todo

sentido; Que todos los asuntos de interés directo para los pueblos indígenas demandan ser

tratados por y con ellos, y que el presente acuerdo busca crear, ampliar y fortalecer las

estructuras, condiciones, oportunidades y garantías de participación de los pueblos indígenas, en

el pleno respeto de su identidad y del ejercicio de sus derechos; Que la comunidad internacional,

por medio de las Naciones Unidas, y las agencias y programas de sus sistemas, la Organización

de los Estados Americanos (OEA) y otros organismos e instrumentos internacionales ha

reconocido las aspiraciones de los pueblos indígenas para lograr el control de sus propias

instituciones y formas de vida como pueblos.

Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria


Que una paz firme y duradera debe cimentarse sobre un desarrollo socioeconómico

orientado al bien común que responda a las necesidades de toda la población; Que ello es

necesario para superar las situaciones de pobreza, extrema pobreza, discriminación y marginación

social y política que han obstaculizado y distorsionado el desarrollo social, económico, cultural y

político del país y han constituido fuente de conflicto e inestabilidad.

Que el desarrollo socioeconómico requiere de justicia social, como uno de los cimientos de la

unidad y solidaridad nacional, y de crecimiento económico con sostenibilidad, como condición

para responder a las demandas sociales de la población.

Que en el área rural es necesaria una estrategia integral que facilite el acceso de los

campesinos a la tierra y otros recursos productivos, que brinde seguridad jurídica y que favorezca

la resolución de conflictos.

Que tanto para el aprovechamiento de las potencialidades productivas de la sociedad

guatemalteca como para el logro de una mayor justicia social, es fundamental la participación

18
efectiva de todos los sectores de la sociedad en la solución de sus necesidades, y en particular en

la definición de las políticas públicas que les conciernen.

Que el Estado debe democratizarse para ampliar estas posibilidades de participación y

fortalecerse como orientador del desarrollo nacional, como legislador, corno fuente de inversión

pública y prestatario de servicios y como promotor de la concertación social y de la resolución de

conflictos; que el presente Acuerdo busca crear o fortalecer los mecanismos y las condiciones

garanticen una participación efectiva de la población y recoge los objetivos prioritarios de la

acción gubernamental para sentar las bases de este desarrollo participativo.

Que la aplicación del presente Acuerdo debe propiciar que todas las fuerzas sociales y políticas

del país enfrenten en forma solidaria y responsable las tareas inmediatas de la lucha contra la

pobreza, la discriminación y los privilegios, construyendo así una Guatemala unida, próspera y

justa que permita una vida digna para el conjunto de su población.

Acuerdo sobre el fortalecimiento del poder civil en una sociedad democrática


Que la paz descansa sobre la democratización y la creación de estructuras y prácticas que,

en el futuro eviten la exclusión política, intolerancia ideológica y polarización de la sociedad

guatemalteca;

Que es indispensable superar carencias y debilidades en las instituciones civiles, a

menudo inaccesibles a la mayoría de la población, y la prevalencia de lógicas y comportamientos

que han ido en detrimento de las libertades y los derechos ciudadanos.

Que la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera ofrece una oportunidad histórica de

superar las secuelas de un pasado de enfrentamiento armado e ideológico para reformar y

cimentar una institucionalidad acorde con las exigencias del desarrollo de la nación y de la

reconciliación del pueblo guatemalteco.

19
Que, con la participación activa y permanente de la ciudadanía a través de las

organizaciones, fuerzas políticas y sectores sociales del país, esta renovación de la

institucionalidad debe abarcar desde las autoridades locales hasta el funcionamiento de los

organismos del Estado, para que todos los que son depositarios del poder público cumplan su

cometido al servicio de la justicia social, de la participación política, de la seguridad y el

desarrollo integral de la persona.

Que reviste una importancia fundamental fortalecer el poder civil, en tanto expresión de la

voluntad ciudadana a través del ejercicio de los derechos políticos, afianzar la función legislativa,

reformar la administración de la justicia y garantizar la seguridad ciudadana, que en conjunto, son

decisivas para el goce de las libertades y los derechos ciudadanos, y que dentro de una

institucionalidad democrática, corresponde al Ejército de Guatemala la función esencial de

defender la soberanía nacional y la integridad territorial del país.

Que conjuntamente con los acuerdos ya firmados, el presente Acuerdo busca crear

condiciones para una auténtica conciliación de los guatemaltecos basada en el respeto a los

derechos humanos y a la diversidad de sus pueblos, y en el empeño común por resolver la falta de

oportunidades sociales, económicas y políticas que socavan la convivencia democrática, y limitan

el desarrollo de la nación.

Que la implementación del presente Acuerdo beneficiará al conjunto de la ciudadanía,

consolidará la gobernabilidad del país y afianzará la legitimidad de las instituciones democráticas

en beneficio del pueblo de Guatemala.

Acuerdo sobre el definitivo cese al fuego


Que el cese al fuego definitivo es el producto de la conclusión de los acuerdos sustantivos

del proceso de paz y que está relacionado también con los acuerdos operativos sobre "Bases para

la incorporación de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) a la vida política

20
del país" y "Cronograma para el cumplimiento y verificación de los acuerdos de paz", por lo que

la desmovilización escalonada de las fuerzas de la URNG prevista en el presente Acuerdo debe

darse simultáneamente con el inicio del cumplimiento de los compromisos contenidos en los

acuerdos de paz; Que el Gobierno de la República reitera que la incorporación de URNG a la

vida política y legal del país, en condiciones de seguridad y dignidad, constituye un factor de

interés nacional, por cuanto está directamente relacionado con el objetivo de la conciliación, del

perfeccionamiento de un sistema democrático sin exclusiones, y con el aporte de todos los

guatemaltecos a la construcción de un país próspero, de un sistema socioeconómico justo y

equitativo y de una nación pluricultural, multiétnica y multilingüe; Que el contenido de los

acuerdos de paz expresa consensos de carácter nacional, por cuanto han sido avalados por los

diferentes sectores representados en la Asamblea de la Sociedad Civil y fuera de ella, y que, por

tanto, el cumplimiento progresivo de los acuerdos de paz constituye una agenda nacional que

debe satisfacer las legítimas aspiraciones de los guatemaltecos, al tiempo que une los esfuerzos

de todos en aras de esos objetivos comunes; Que el Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego

atestigua la decisión de la organización político-militar de la URNG de incorporarse como fuerza

política a la legalidad, así como ser partícipe, conjuntamente con el Gobierno y la sociedad civil

en la construcción de la paz, del desarrollo y del bien común; Que en esta etapa negociadora, el

Gobierno de la República y las fuerzas más representativas de la sociedad guatemalteca han

desempeñado un importante papel en la creación del clima de confianza existente entre las partes,

las cuales reconocen como factor importante el apoyo de la comunidad internacional al proceso

de negociación.

Acuerdo sobre reformas constitucionales y régimen electoral


Considerando que la Constitución en vigor desde 1986 plantea la responsabilidad del

Estado, como organización jurídico-política de la sociedad, de promover el bien común y la

21
consolidación del régimen de legalidad, seguridad, justicia, igualdad, libertad y paz; y plasmó,

como preocupación central, impulsar la plena vigencia de los derechos humanos dentro de un

orden institucional estable, permanente y popular, donde gobernados y gobernantes procedan con

absoluto apego al derecho.

Considerando que las reformas constitucionales acordadas son un histórico paso que en lo

institucional garantiza y asegura la construcción de una paz justa y la estabilidad democrática por

medios políticos e institucionales y en el marco de la Constitución Política de la República.

Acuerdo sobre bases para la incorporación de la urng a la legalidad


Considerando que el origen del enfrentamiento armado interno que durante más de tres

décadas ha vivido Guatemala estuvo determinado por el cierre de espacios políticos de expresión

y participación democrática, y la adopción de medidas de represión política en contra de personas

y organizaciones que fueron vinculadas o identificadas con el régimen derrocado en 1954;

Llamando al Estado en su conjunto, a todos los sectores de la sociedad guatemalteca y a la

comunidad internacional a que acompañen y contribuyan a la realización del proceso de

incorporación de URNG;

Acuerdo sobre el cronograma para la implementación y verificación de los acuerdos de paz


Que el proceso de negociación ha dado como resultado una agenda de alcance nacional

orientada a la superación de las raíces de la conflictividad social, política, económica, étnica y

cultural, así como de las consecuencias del enfrentamiento armado.

Que la aplicación de los acuerdos se verá facilitada por la creación de un mecanismo de

acompañamiento y por la verificación internacional, cuyo propósito es dar, en su conjunto, mayor

certeza, flexibilidad y confianza en el proceso de implementación;

Que el cumplimiento del Cronograma para la implementación, Cumplimiento y

Verificación de los Acuerdos de Paz debe propiciar que todas las fuerzas sociales y políticas

22
conjuguen sus esfuerzos para abrir un nuevo capítulo de desarrollo y convivencia democrática en

la historia del país.

Acuerdo de paz firme y duradera


Que con la suscripción del presente Acuerdo se pone fin a más de tres décadas de

enfrentamiento armado en Guatemala, y concluye una dolorosa etapa de nuestra historia, que, a lo

largo de los últimos años, la búsqueda de una solución política al enfrentamiento armado ha

generado nuevos espacios de diálogo y entendimiento dentro de la sociedad guatemalteca, que de

aquí en adelante empieza la tarea de preservar y consolidar la paz, que debe unir los esfuerzos de

todos los guatemaltecos, que para ese fin el país dispone, con los Acuerdos de paz, de una agenda

integral orientada a superar las causas del enfrentamiento y sentar las bases de un nuevo

desarrollo, que el cumplimiento de estos acuerdos constituye un compromiso histórico e

irrenunciable, que para conocimiento de las generaciones presentes y futuras, es conveniente

recoger el sentido profundo de los compromisos de paz.

Vigencia de los acuerdos de paz


Al presente Acuerdo de paz Firme y Duradera quedan integrados todos los acuerdos

suscritos con base en el Acuerdo Marco sobre Democratización para la Búsqueda de la paz por

Medios Políticos, suscrito en la Ciudad de Querétaro, México, el 25 de julio de 1991 y a partir

del Acuerdo Marco para la Reanudación del proceso de Negociación entre el Gobierno de

Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, suscrito en la Ciudad de México

el 10 de enero de 1994.

Dichos acuerdos son:

El Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, suscrito en la Ciudad de México el 29 de

marzo de 1994;

23
El Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones Desarraigadas por el enfrentamiento

armado, suscrito en OSLO el 17 de junio de 1994; - El Acuerdo sobre el Establecimiento de la

Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las violaciones a los Derechos Humanos y los

Hechos de Violencia que han Causado Sufrimientos a la Población Guatemalteca, suscrito en

OSLO el 23 de junio de 1994;

El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, suscrito en la Ciudad

de México el 31 de marzo de 1995;

El Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria suscrito en la Ciudad de

México el 6 de mayo de 1996;

El Acuerdo sobre Fortalecimiento del poder civil y Función del Ejercito en una Sociedad

Democrática suscrito en la Ciudad de México, el 19 de septiembre de 1996;

El Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego suscrito en OSLO el 4 de diciembre de

1996.

El Acuerdo sobre reformas Constitucionales y Régimen Electoral, suscrito en Estocolmo

el 7 de diciembre de 1996;

El Acuerdo sobre Bases para la Incorporación de la URNG a la legalidad, suscrito en

Madrid el 12 de diciembre de 1996;

El Acuerdo sobre Cronograma para la Implementación, Cumplimiento y Verificación de

los Acuerdos de Paz suscrito en la Ciudad de Guatemala el 29 de diciembre de 1996.

Con excepción del Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, que está en vigencia desde

suscripción, todos los acuerdos integrados al Acuerdo de Paz y Firme y Duradera cobran formal y

total vigencia en el momento de la firma del presente Acuerdo.

24
Derechos Colectivos
Los derechos económicos, sociales y culturales son denominados derechos de “segunda

generación”. Estos derechos se refieren a derechos colectivos. Entre ellos destacan el derecho al

trabajo, a la educación, salud y a la seguridad social; a la propiedad, a la cultura y a los servicios

públicos. Estos aparecen regulados en el capítulo II del título II de nuestra Constitución vigente.

Igualmente están incluidos en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y

Culturales.

Los derechos colectivos historia y evolución teórica de los derechos de tercera generación

La evolución histórica de los derechos humanos desde su gestación hasta los llamados

derechos de la tercera generación o “de la solidaridad” (Gómez, 1998: 10-12), empieza en dos

hechos trascendentales como son: la Independencia de los Estados Unidos con la Declaración de

Derechos del Buen Pueblo de Virginia en 1776, y la Revolución francesa con la Declaración de

los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789. Básicamente estos acontecimientos de corte

individualista reconocidos como Derechos Humanos de Primera Generación proclamaban los

derechos civiles y políticos de las personas, manifestados en su integridad, libertad, propiedad y

libre expresión. Con el auge del movimiento obrero y los partidos de ideología socialista, a

mediados del siglo XIX, se da origen a los derechos económicos, sociales y culturales

denominados derechos de segunda generación calificados como de “igualdad material entre las

personas” (Gómez, 1998: 12,13) por sindicatos y trabajadores a quienes sustenta. Luego de la

Segunda Guerra Mundial y con la creación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y

sobre todo en 1945 con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), surge la Declaración

Universal de los Derechos Humanos que buscaba juntar los derechos civiles y políticos (de

primera generación) y los derechos económicos, sociales y culturales (de segunda generación)

25
como objetivo fundamental de la Primera Conferencia Internacional de los Derechos Humanos

celebrada en Teherán en 1968.

Años más tarde, la legislación ecuatoriana de 1978 ya empieza a demostrar interés por la

cultura indígena cuando dice en el artículo 27: “… en los sistemas de educación que se

desarrollen en las zonas de predominante población indígena, se utilizará como lengua principal

de educación el kichwa o la lengua de la cultura respectiva, y el castellano como lengua de

relación intercultural” (Serrano, 2002: 51).

Consecuentemente con esta motivación jurídica, se dio paso al Sistema de Educación

Intercultural Bilingüe. Es entonces cuando se generaliza el interés de los países en desarrollo por

promulgar los derechos colectivos y proclaman la Declaración de los Derechos de tercera

generación, que al decir de sus mentalizadores lograba recoger los planteamientos de los

Derechos de primera y segunda generación para concebir los derechos colectivos de los pueblos.

A mediados de 1986, los movimientos indígenas del Ecuador dan muestras de su notable ascenso

político con la formación de la CONAIE, y años más tarde, exactamente en el quinto centenario

de la llegada de los españoles al continente americano, la incursión de Pachakutik como brazo

político de la naciente organización indígena, y el respaldo del pueblo en las urnas para el

parlamento y gobiernos seccionales.

Sin duda la presión de los pueblos por el reconocimiento de los derechos colectivos

empujó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a tomar cartas en el asunto. De esta

manera, el alto organismo internacional encargó a su Comisión de Derechos Humanos la

formación de Grupos de Trabajo que aborden de manera permanente los temas de poblaciones

indígenas. De esta manera se elabora un proyecto de Declaración sobre los derechos de los

pueblos indígenas que con la decidida participación de la Organización Internacional del Trabajo

(OIT) dio origen al Convenio 169 sobre “Pueblos indígenas y tribales en países independientes”
26
el 27 de juniode 1989. Entre los principales enunciados que Vladimir Serrano comenta en su

obra, tenemos:

Las nacionalidades y pueblos indígenas son reconocidas, como sujetos de derechos, con lo

cual aparece un sustrato cultural, que amplifica los derechos humanos, en función de una nueva

filosofía basada en el respeto a las formas de ser humanas. Declaración que procede de un

organismo internacional dedicado a la aplicación de los derechos humanos de segunda

generación, esto es social, produciendo el aparecimiento de la tercera generación, relacionados a

lo étnico y natural. Con lo cual la persona a más del derecho a su libertad, estabilidad laboral,

seguridad social, etc., agrega el de su cultura, razón por la cual algunos verían en esto la

prolongación de derechos individuales y por lo mismo la inexistencia de conflictividad entre la

primera y tercera generación de derechos humanos.

Los derechos colectivos son derechos humanos específicos de los cuales son titulares

ciertos grupos humanos. Los derechos colectivos son parte de los llamados derechos de tercera

generación cuyo reconocimiento internacional fue históricamente posterior a la de los derechos

civiles y políticos (primera generación) y a la de los derechos económicos, sociales y culturales

(segunda generación). Algunos derechos de tercera generación son el derecho al desarrollo, a la

paz, al patrimonio artístico y cultural, a un medio ambiente sano, los derechos de los pueblos

indígenas y los de los consumidores.

Los intereses colectivos son: "Los derechos que atañen a un grupo, determinable como tal,

aunque no cuantificado ni individualizado y respecto de cuyos integrantes existe o puede existir

un vínculo jurídico que los une entre ellos, grupo de vecinos; y gremios habitantes de un área

determinada. Surgen, de una prestación concreta, pero no exigible por personas no

individualizadas, o sea, que los sujetos titulares de estos intereses o derechos colectivos pueden

ser los sindicatos, las asociaciones, las cooperativas, los clubes deportivos, los gremios, los
27
colegios profesionales y todas las formas de agrupación que tienen como característica el vínculo

jurídico entre sus agremiados y la defensa de los derechos; o de los intereses que colectivamente

les pertenecen. Siempre y cuando, se afecten los intereses señalados, estos grupos de carácter

colectivo cuentan con legitimación activa para la interposición de un amparo, contrario ello al

acaso de los derechos difusos; por la dificultad existente al momento de definir la tutelaridad del

derecho.

De esa forma, los intereses colectivos son el conjunto de los intereses propios de un

conglomerado, bien sean naturales o jurídicos, y se particularizan del resto de la sociedad en

virtud de ser intereses comunes que crean vínculos jurídicos entre sus integrantes.

Massini Correas, Carlos, Los derechos humanos en el pensamiento actual, pág. 175.

Constitución política de la república de Guatemala, Titulo II, Capitulo II

El acuerdo de identidad y racismo


El Acuerdo Sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas -AIDPI- fue el quinto de

los doce Acuerdos de Paz suscritos por el Gobierno de la República de Guatemala y la Unidad

Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), para alcanzar soluciones pacíficas al Conflicto

Armado Interno (García, s.f., p. 1). Este enfrentamiento duró más de treinta años y dejó un saldo

en muertos y desaparecidos que supera las 250 000 personas (Comisión para el Esclarecimiento

Histórico, s.f., p. 17).

El Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas fue firmado el 31 de

marzo de 1995, en México, D. F., y forma parte del Acuerdo de Paz Firme y Duradera (APFD),

el cual concluyó el proceso de negociaciones de paz que duró alrededor de una década y fue

suscrito el 29 de diciembre de 1996 (Procuraduría de los Derechos Humanos, 2001).

De acuerdo con Condore (2007, p. 48), el Acuerdo sobre identidad y derechos de los

pueblos indígenas es el acuerdo que ha motivado más reacciones de rechazo –tanto en la sociedad

28
civil y política, como en las esferas de gobierno–, tal como lo evidencia la negativa de población

guatemalteca a aprobar las propuestas de reformas a la Constitución Política de la República de

Guatemala durante la Consulta Popular de 1999.

La descendencia directa de los mayas contemporáneos de los antiguos mayas.En el

Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas, el Gobierno y la URNG acordaron

reconocer la identidad de los pueblos Maya, Xinca y Garífuna, y adoptar una serie de medidas

para desarraigar la opresión y la discriminación, que han padecido los pueblos indígenas y les ha

negado el pleno ejercicio de sus derechos y participación política (“Acuerdo sobre identidad”,

1997). En ese sentido, los firmantes acordaron reconocer:La procedencia de los idiomas mayas de

una raíz maya común.

La cosmovisión maya que se basa en la relación armónica de todos los elementos del

universo, en el que el ser humano es sólo un elemento más, la tierra es la madre que da la vida, y

el maíz es un signo sagrado, eje de su cultura.

El papel de la mujer maya en la transmisión de su cosmovisión


La particular vulnerabilidad e indefensión de la mujer indígena frente a la doble

discriminación como mujer y como indígena, con el agravante de una situación social de

particular pobreza y explotación.

La auto identificación

Los derechos culturales de los pueblos indígenas.

A través del Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas, el Gobierno y

la URNG acordaron llevar a cabo las siguientes acciones (“Acuerdo sobre identidad”, 1997):

La promoción de la tipificación de la discriminación étnica y del acoso sexual como

delito.

La creación de la Defensoría de la Mujer Indígena.

29
La lucha para la erradicación de la discriminación.

La construcción de la unidad nacional basada en el respeto y ejercicio de los derechos

políticos, culturales, económicos y espirituales de todos los guatemaltecos.

La promoción de una reforma de la Constitución Política de la República que liste el

conjunto de los idiomas existentes en Guatemala que el Estado está constitucionalmente

comprometido en reconocer, respetar y promover.

La promoción del uso de todos los idiomas indígenas en el sistema educativo, a fin de

permitir que los niños puedan leer y escribir en su propio idioma o en el idioma que más

comúnmente se hable en la comunidad a la que pertenezcan, promoviendo en particular la

educación bilingüe e intercultural.

La promoción del uso de los idiomas de los pueblos indígenas en la prestación de los

servicios sociales del Estado a nivel comunitario.

Garantizar el derecho constitucional al uso del traje indígena en todos los ámbitos de la vida

nacional

Vigencia

El Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas cobró vigencia a partir de

la firma del Acuerdo de paz firme y duradera, según lo estipulado en la siguiente cláusula: “todos

los acuerdos integrados al Acuerdo de Paz Firme y Duradera cobran formal y total vigencia en el

momento de la firma del presente Acuerdo” (“Acuerdo de paz”, 1997, p. 419).

Según el Perfil de Gobernabilidad de Guatemala (2005, p. 20), la aplicación de este

acuerdo generó un debate en torno al racismo y la discriminación, la Consulta Popular de 1999, la

creación de la Defensoría de la Mujer Indígena en 2004, la tipificación del delito de

discriminación en el Código Penal en 2002, la aprobación de la Ley de Idiomas Nacionales en

2003 y, entre otras cosas, la instauración de la Comisión Presidencia contra la Discriminación y


30
el Racismo en 2005. Sin embargo, dicho documento subraya que estos pasos positivos “distan

mucho de revertir una situación que ofrece grandes retos y cuya transformación requiere tanto de

una voluntad política decidida como de una movilización de la población afectada” (2005, p. 20).

Guatemala es una sociedad multiétnica, pluricultural y multilingüe donde conviven los pueblos

indígenas maya, xinka, garífuna y los ladinos. Estos pueblos indígenas sufren una situación de

desigualdad y exclusión consecuencia del racismo y la discriminación estructural.

Se han dado iniciativas estatales para atender a la situación de discriminación y exclusión

de los pueblos Indígenas, estas se han presentado de modo desintegrado y sin ser concertadas con

los pueblos indígenas.

Discriminación, desigualdad y exclusión de los pueblos indígenas


Históricamente ser indígena en Guatemala ha significado cargas valorativas negativas que

los han situado en una relación jerárquica de extrema desigualdad. La discriminación se

manifiesta en la falta de respeto y vigencia de los derechos humanos de los cuales son titulares,

los coloca en una situación pobreza y pobreza extrema.

Los problemas estructurales creados desde la colonización han dificultado el camino para lograr

el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos colectivos de derecho, y la plena

vigencia de sus derechos. Los Acuerdos de Paz “siguen siendo válidos y vigentes, y deben

orientar el cambio de reconocimiento como Nación multiétnica, plurilingüe y multicultural”.

Condiciones de pobreza

La discriminación incrementa la desigualdad social y ahonda las condiciones de pobreza en que

se encuentra la población indígena. Esta exclusión se observa en todas las esferas, incluyendo la

propiedad de la tierra, el acceso a los servicios básicos, las condiciones laborales, el acceso a la

economía formal, acceso a la justicia, la participación en instancias de toma de decisiones y

representación en medios de comunicación y en el debate público.

31
Derechos laborales
El racismo es un elemento que ha incidido y continúa incidiendo directamente en las

relaciones sociales de producción, en la medida en que influye en el establecimiento de formas y

tipos de trabajo. El trabajo forzado y explotación servil del indígena, ha sido un elemento

fundamental en el sometimiento de los pueblos indígenas a lo largo de la historia de Guatemala.

El 69,2% de la población ocupada a nivel nacional se emplea en el sector informal de la

economía.

El racismo es un elemento que ha incidido y continúa incidiendo directamente en las

relaciones sociales de producción, en la medida en que influye en el establecimiento de formas y

tipos de trabajo. El trabajo forzado y explotación servil del indígena, ha sido un elemento

fundamental en el sometimiento de los pueblos indígenas a lo largo de la historia de Guatemala.

El 69,2% de la población ocupada a nivel nacional se emplea en el sector informal de la

economía.El 69,2% de la población ocupada a nivel nacional se emplea en el sector informal de

la economía.

Colonia de peones

Continúan existiendo en Guatemala formas contemporáneas de esclavitud con fines de

explotación económica, que tienen orígenes coloniales. De acuerdo a la Encuesta Nacional

Agropecuaria 2008, existen unas 5.043 unidades productivas agrícolas en las que permanece el

sistema de “colonias de peones” o “mozos colonos”. Se trata de grupos de familias o

comunidades que han vivido dentro de las fincas generación tras generación, y que sobreviven

sirviendo a los “patrones” a cambio de míseros salarios o alimentos. Estas personas son

“heredadas” o “transferidas” a los nuevos propietarios de las fincas junto con la tierra.

32
En Guatemala 69,2% de la población ocupada a nivel nacional se emplea en el sector

informal de la economía.

Podemos decir entonces que lamentablemente parte del racismo en Guatemala es que los

más pobres son los indígenas, no tienen educación, ni salud los peores trabajos son realizados por

el pueblo indígena, nunca en Guatemala a Existido ningún Presidente del pueblo indígena, lo que

ocasiona que nuestro país tengan un crecimiento mucho más lento porque no nos apoyamos entre

sí.

Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas: un punto fundamental y de trascendencia

histórica para el presente y futuro de guatemala

El AIDPI parte de “Que el tema de identidad y derechos de los pueblos indígenas

constituye un punto fundamental y de trascendencia histórica para el presente y futuro de

Guatemala”, poniendo en claro desde el primer momento que las palabras claves del Acuerdo son

identidad y derechos de los pueblos indígenas; pero ¿qué entendemos por “identidad”?

Identidad

El Diccionario de la Real Academia, en su segunda acepción, define el término identidad

como el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan

frente a los demás. Y por identidad colectiva podemos entender lo que un sujeto se representa

cuando se reconoce o reconoce a otra persona como miembro de ese pueblo. Se trata, pues, de

una representación compartida por los miembros de un pueblo, que constituiría un “sí mismo”

colectivo

Los individuos estamos inmersos en una realidad social, y nuestro desarrollo personal y

personalidad se va forjando con nuestra participación en dicha realidad. Se puede hablar, como

dice Villoto (1998), “de una realidad intersubjetiva compartida por los individuos de una misma

colectividad. Está constituida por un sistema de creencias, actitudes y comportamientos que le


33
son comunicados a cada miembro del grupo por su pertenencia a él. Esa realidad colectiva no

consiste, por ende, en un cuerpo, ni en un sujeto de conciencia, sino en un modo de sentir,

comprender y actuar en el mundo y en formas de vida compartidas, que se expresan en

instituciones, comportamientos regulados, artefactos, objetos artísticos, saberes transmitidos; en

suma, en lo que entendemos por una “cultura”. El problema de la identidad de los pueblos remite

a su cultura” (p. 63-78).

En el mismo sentido, el AIDPI afirma que “La identidad de los pueblos es un conjunto de

elementos que los definen y, a su vez, los hacen reconocerse como tal” (AIDPI, 1996, p. 2). Y

que “Tratándose de la identidad maya, que ha demostrado una capacidad de resistencia secular a

la asimilación, son elementos fundamentales: a) La descendencia directa de los antiguos mayas;

b) Idiomas que provienen de una raíz maya común; c) Una cosmovisión que se basa en la

relación armónica de todos los elementos del universo, en que el ser humano es sólo un elemento

más, la tierra es la madre que da la vida, y el maíz es un signo sagrado, eje de su cultura. Esta

cosmovisión se ha transmitido de generación en generación a través de la producción material y

escrita por medio de la tradición oral, en la que la mujer ha jugado un papel determinante; d) Una

cultura común basada en los principios y estructuras del pensamiento maya, una filosofía, un

legado de conocimientos científicos y tecnológicos, una concepción artística y estética propia,

una memoria histórica colectiva propia, una organización comunitaria fundamentada en la

solidaridad y el respeto a sus semejantes, y una concepción de la autoridad basada en valores

éticos y morales; y e) La auto identificación” (AIDPI, 1996, p. 2).

El derecho a la identidad incorpora en sí mismo otra serie de derechos sin los cuales la

identidad sería inviable. Por ejemplo, el derecho al idioma, tierra, sistema propio de justicia, etc.

El derecho a la identidad implica fundamentalmente el derecho a la identidad cultural y

teniendo en cuenta que cultura según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
34
la Ciencia y la Cultura (UNESCO), “es el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y

materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que

abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los

sistemas de valores, las tradiciones y las creencias” 3, podemos inferir qué derechos son

inherentes a la propia identidad (énfasis añadido).

Sin embargo, estos derechos se quedan en letra muerta si no se erradica primero la

discriminación y el racismo, ya que impiden o dificultan enormemente el ejercicio de derechos y

el desarrollo de la identidad, especialmente colectiva, pues se es racista contra un pueblo, etnia,

grupo social, etc. Puesto que como afirma Hernández (2003, p. 190): “Históricamente, para todo

pueblo dominador, el pueblo dominado fue bárbaro y hereje, puesto que necesitó desacreditarlo y

degradarlo para justificar la imposición por la fuerza de su propio sistema de vida, y defender de

esta manera sus intereses económicos. Así es que, mientras se comienza a discriminar porque se

domina, luego se continúa dominando porque se discrimina”.

El sentir o sufrir discriminación hace que la persona se cuestione su propia identidad, y

que en muchos casos trate de ocultarla y acepte la identidad del racista, del discriminador. Quizá

por eso, el AIDPI en primer lugar trata sobre la discriminación

Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas: compromisos y acciones


Al referirse a derechos propiamente, el AIDPI parte del reconocimiento y respeto a la

identidad y derechos políticos, económicos, sociales y culturales de los pueblos Maya, Garífuna y

Xinka, con el matiz de que tal reconocimiento y respeto se hace dentro de la unidad de la nación

y la indivisibilidad del territorio. Aclara que desarraigar la opresión y la discriminación sólo será

posible si se reconocen en todos sus aspectos “la identidad y los derechos de los pueblos que la

han habitado y la habitan, componentes todos de su realidad actual y protagonistas de su

desarrollo, en todo sentido” (AIDPI, 1996, p. 1); y en un plano más operativo las partes

35
reconocen que todos los asuntos de interés directo para los pueblos indígenas “demandan ser

tratados por y con ellos” (AIDIPI, 1996, p. 1).

Bajo estos parámetros, se reconoce la identidad de los pueblos indígenas con base en su

descendencia directa de los Mayas, la raíz maya de sus idiomas, su propia cosmovisión y cultura

basada en principios y estructuras de pensamiento Maya, a pesar de la pluralidad de las

expresiones socioculturales en la actualidad.

Siguiendo esa línea, el AIDPI hace referencia a los idiomas indígenas; nombres, apellidos

y toponimias, espiritualidad, templos, centros ceremoniales y lugares sagrados; traje indígena,

ciencia y tecnología; reforma educativa, medios de comunicación masiva, reformas

constitucionales, comunidades y autoridades indígenas locales; regionalización, participación a

todos los niveles, derecho consuetudinario, y derechos relativos a tierra de los pueblos indígenas;

temas en los que están inmersos una gran cantidad de derechos específicos y colectivos de los

pueblos indígenas

Para concretar el reconocimiento y respeto de éstos derechos se estableció una serie de

compromisos y acciones sustantivas, divididos en tres apartados: i) Lucha contra la

discriminación, ii) Derechos culturales, y iii) Derechos civiles, políticos, sociales y económicos

Con el objetivo de erradicar la discriminación contra los pueblos indígenas, el Gobierno de

Guatemala –por medio del AIDPI– se comprometió a implementar acciones legislativas, de

difusión, de institucionalidad, y de adecuación de la normativa nacional al marco internacional de

derechos humanos. En ese sentido se debía promover la tipificación de la discriminación étnica y

el acoso sexual contra las mujeres indígenas como delitos; la derogatoria de toda ley y

disposición discriminatoria, así como un proyecto de ley que incorporase las disposiciones de la

Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial al

Código Penal. En el ámbito de la difusión, se comprometió a divulgar ampliamente los derechos


36
de los pueblos indígenas y los derechos de las mujeres4 por medio de la educación, los medios de

comunicación y cualquier otra instancia. A nivel de institucionalidad, se comprometió a crear

defensorías indígenas, bufetes populares gratuitos en las municipalidades, y una defensoría de la

mujer indígena. Y, a nivel del derecho internacional, a promover el reconocimiento de la

competencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, concluir la ratificación

del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes de la

Organización Internacional del Trabajo OIT–, y la aprobación del proyecto de declaración de

derechos de pueblos indígenas en las Naciones Unidas, en consulta con los pueblos indígenas.

Con relación a los derechos culturales, se establecieron compromisos relativos a los idiomas, los

nombres, apellidos, y toponimias; a la espiritualidad, los templos, centros ceremoniales y lugares

sagrados, el uso del traje, la ciencia y la tecnología; la educación (reforma educativa), y los

medios de comunicación masivos, partiendo de que la cultura maya constituye el sustento

original de la cultura guatemalteca, y que en ese sentido “es inconcebible el desarrollo de la

cultura nacional sin el reconocimiento y fomento de la cultura de los pueblos indígenas” (AIDPI,

1996, p. 4).

En cuanto a los derechos civiles, políticos, sociales y económicos, el AIDPI estableció el

compromiso del gobierno de impulsar reformas constitucionales para caracterizar a la nación

como multiétnica, multilingüe y pluricultural; reformar el Código Municipal para establecer la

participación de los pueblos indígenas en la toma de decisiones locales, así como otras medidas

legislativas e institucionales en el mismo sentido, especialmente en el manejo de sus asuntos

internos conforme a su propio derecho; y la regionalización de los servicios de educación, salud y

cultura de los pueblos indígenas. Asimismo, un componente para la implementación del derecho

consuetudinario. Por otra parte, y de manera especial, se mandatan acciones en materia de tierra:

regularización de la posesión comunal, el acceso a las tierras tradicionalmente utilizadas para


37
subsistencia y actividades tradicionales, el derecho de participación en el uso, administración y

conservación de los recursos naturales existentes en las tierras de pueblos indígenas; y el

consentimiento para la implementación de proyectos de explotación de recursos naturales.

Asimismo, medidas para la conservación del medio ambiente, la suspensión de procesos de

titulación supletoria por reclamos de pueblos indígenas, la provisión de tierras y el derecho de

administración de acuerdo a su propio derecho. Finalmente aparecen compromisos en la línea de

incentivar el estudio del derecho agrario, la creación de juzgados para la resolución de conflictos

de tierra, asistencia jurídica a las comunidades en materia de tierra, y la eliminación de la

discriminación contra la mujer indígena en el acceso a la tierra, la vivienda y los créditos.

Implementación del AIDPI; A 20 años de entrar en vigencia

Se puede afirmar que a 20 años de vigencia del AIDPI se registran importantes avances, a

pesar que son pocos en relación con los compromisos y acciones que se plasmaron en el mismo.

Se logran identificar especialmente en la lucha contra la discriminación legal y de hecho. En

menor medida se registran avances en materia educativa, y en la aprobación de leyes que han

permitido a los pueblos indígenas hacer valer algunos de sus derechos, como por ejemplo la

ratificación del Convenio 169 de la OIT, la Ley de Idiomas Nacionales, o las leyes que establecen

mecanismos de participación en la toma de decisiones locales (Ley de Descentralización,

Consejos de Desarrollo y Código Municipal).

La tipificación de la discriminación como delito y la persecución penal de casos ha sido

determinante para colocar en el debate nacional el racismo y la discriminación contra los pueblos

indígenas. Los juicios son fuentes de información, por lo que indirectamente se ha logrado que

los medios de comunicación aborden el tema cada vez más. Estos avances han sido importantes

para identificar las estructuras que sostienen el sistema de exclusión de los pueblos indígenas, y

que se han cimentado históricamente bajo una ideología racista, como afirma la CEH en sus
38
conclusiones: “Desde la independencia proclamada en 1821, acontecimiento impulsado por la

élites del país, se configuró un Estado autoritario y excluyente de las mayorías, racista en sus

preceptos y en su práctica, que sirvió para proteger los intereses de los restringidos sectores

privilegiados” (1999, s.p.).

Lucha contra la discriminación


Avances

De 11 compromisos/acciones del Gobierno en la lucha contra la discriminación, se han

implementado seis. Se tipificó la discriminación como delito mediante la incorporación del

artículo 202bis al Código Penal, de la siguiente manera:

“Discriminación. Se entenderá como discriminación toda distinción, exclusión, restricción

o preferencia basada en motivos de género, raza, etnia, idioma, edad, religión, situación

económica, enfermedad, discapacidad, estado civil, o en cualesquiera otro motivo, razón o

circunstancia, que impidiere o dificultare a una persona, grupo de personas o asociaciones, el

ejercicio de un derecho legalmente establecido incluyendo el derecho consuetudinario o

Costumbre, de conformidad con la Constitución Política de la República y los Tratados

Internacionales en materia de derechos humanos. Quien por acción u omisión incurriere en la

conducta descrita en el párrafo anterior, será sancionado con prisión de uno a tres años y multa de

quinientos a tres mil quetzales”.

En la redacción del artículo, la especificidad étnica quedó diluida como cualquier otro

motivo, relativizándose el impacto socio-político. No obstante, la amplitud debe considerarse

como una oportunidad

A la fecha, después de aproximadamente 14 años de estar vigente el delito de

discriminación, se han logrado alrededor de ocho sentencias: seis han sido por motivos étnicos.

Se ha creado una Fiscalía especializada para la persecución del delito de discriminación, la cual

39
tiene cobertura a nivel nacional. En la actualidad, según esta Fiscalía, se “tramitan 90

expedientes, de los cuales 20 son por discriminación étnica” No hay registro de investigaciones

por discriminación de colectivos o pueblos indígenas, y tampoco por algún comportamiento

institucional.

Todos los casos están circunscritos a la discriminación individual o entre personas. Frente

a la magnitud del problema, y la particular transcendencia –negativa– que tiene en las relaciones

sociales de cara a la construcción de una sociedad respetuosa de la pluralidad, los avances en

cuanto a la persecución penal del delito son insuficientes. Y no sólo insuficientes, sino

metodológicamente desaprovechados. Todos los procesos penales por discriminación étnica

deberían ser impulsados bajo la metodología de litigio estratégico, con el fi n de evidenciar

públicamente el proceso social/estructural subyacente.

A pesar de ello se debe considerar un importante avance el que hoy día se puede debatir

abiertamente sobre racismo y discriminación. Un ejemplo concreto lo constituye el actual proceso

de antejuicio que se sigue en contra de ocho diputados al Congreso de la República, por el

presunto agravio que propinaron a la Gobernadora de Alta Verapaz, diciéndole: “(…) india

estúpida, eso así se hace y así se va a hacer” (Guatevisión, abril 2016)6 , y lo que en su momento

(2004, 2005) significó el proceso por discriminación en contra de la Premio Nobel de la Paz,

Rigoberta Menchú. En estos casos, los medios hicieron eco de los acontecimientos, favoreciendo

el debate y la reflexión en el seno de la sociedad en general.

En relación con el compromiso de promover una revisión de la legislación con

implicaciones discriminatorias, y su derogatoria, no se registra ningún esfuerzo en esa materia; a

pesar de las reiteradas recomendaciones que han hecho organismos internacionales, entre ellos el

Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial –CERD–

40
Por el contrario, se han impulsado leyes y medidas administrativas que atentan contra la

tierra y territorio de los pueblos indígenas, como la Ley de Terminales móviles, y la Ley de

Control de las Telecomunicaciones Móviles en Centros de Privación de Libertad y

Fortalecimiento de la Infraestructura para Trasmisión de Datos (Decreto 12-2014)8 ; el Acuerdo

Gubernativo No. 145-2013 que declara de Urgencia Nacional y Necesidad Pública la

construcción de las obras contenidas en el Plan de Expansión del Sistema de Transporte de

Energía Eléctrica. Asimismo, y de extrema gravedad, la aprobación del Decreto No. 19-2014,

Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales, orientada a la modificación de las semillas, y

consecuentemente su privatización, entre ellas el maíz, base fundamental de la historia milenaria

del pueblo maya y de su soberanía alimentaria. Ante esta actuación se pudo notar una gran

capacidad de movilización y acción jurídica de las organizaciones y pueblos indígenas, lo cual se

considera resultado de la implementación de los Acuerdos de Paz.

La tipificación del acoso sexual, y el particular agravante cuando es cometido contra

mujeres indígenas, no registra ninguna acción por parte del Gobierno. Sin embargo, existen dos

iniciativas de ley presentadas por diputados y diputadas del Congreso de la República que

pretendían tipificar el acoso sexual: la 3209 presentada en marzo de 2005, y la 2630 en marzo de

2002.

En materia de divulgación, el AIDPI establece el compromiso del Gobierno de difundir

ampliamente los derechos de los pueblos indígenas, por la vía de la educación, los medios de

comunicación y otras instancias. Este compromiso matiza que la difusión debe ser amplia, lo cual

implica a toda la sociedad, y precisa cuáles deben ser las vías para esa amplia difusión: la

educación y los medios de comunicación. La vía de la educación implicaría la adecuación o

incorporación del tema en el Currículo Nacional Base –según los niveles educativos– y la vía de

41
los medios de comunicación implicaría la radio, la televisión abierta y los medios escritos

masivos.

En el entendido que los derechos de los pueblos indígenas son, entre otros de los más

importantes, la consulta previa, libre e informada, cada vez que se tomen medidas administrativas

o legislativas susceptibles de afectarles directa o indirectamente; el derecho de decidir cualquier

medida que ataña a su desarrollo pleno; el derecho de disponer su forma de gobierno y

organizarse; el derecho de decidir sobre la utilización de los bienes naturales en sus territorios; el

derecho del consentimiento previo cuando se trate de proyectos de gran envergadura; en suma el

derecho de libre determinación; se puede afirmar que este compromiso no se ha implementado.

Por la vía de la educación, el Gobierno se ha limitado a plasmar –formalmente– en la política

educativa una serie de enunciados sobre la no discriminación, la importancia de la tolerancia y el

respeto de las culturas, y los ha situado como ejes transversales de la educación en Guatemala.

Evidentemente los derechos que se apuntan arriba van mucho más allá, y se constituyen en los

verdaderos pilares para la transformación del Estado

Si por la vía de la educación, el registro es el indicado, por la vía de los medios de

comunicación, la implementación es casi nula. Se consultó a periodistas10 sobre la difusión de

derechos de los pueblos indígenas a través de medios de comunicación, y manifiestan desconocer

si el Estado hizo algún pacto con medios de comunicación para cumplir con este compromiso; y

que de existir o haber existido lo sabrían dado su rol en el monitoreo de medios, y en los medios

de comunicación propiamente

Funcionarios consultados de la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el

Racismo –CODISRA– mencionaron que desconocían estos procesos por el poco tiempo que

tienen de laborar en la institución, sin embargo la Encargada de Comunicación11 mencionó que

la entidad fue parte en 2008-2010 del Observatorio Racismo en los Medios, y que habían
42
producido una guía de periodismo incluyente. Asimismo, que están coordinando con el

Ministerio de Educación para dar cumplimiento a los compromisos que establece el Decreto 81-

2002, Ley de Promoción Educativa contra la Discriminación. Al mismo tiempo que promoverán

y difundirán programas tendientes a la eliminación de la discriminación étnica o racial, de género

y toda forma de discriminación. Todo a futuro, según la entrevistada.

En el informe de labores de CODISRA 2011-15 se destaca la sensibilización de

organizaciones de pueblos indígenas, de mujeres y sociedad civil, sobre racismo, discriminación

y derechos de los pueblos indígenas12. No se encontró evidencia de que sea una labor

sistemática.

En cuanto a la creación de institucionalidad para la lucha contra la discriminación, el

AIDPI contempla del compromiso del Gobierno de crear Defensorías Indígenas y Bufetes

Populares en los municipios con predominancia indígena, y una entidad específica para la

atención de mujeres indígenas: una defensoría de la mujer indígena.

A este respecto, en 1997 se crea el Instituto de la Defensa Pública Penal –IDPP–,

mediante el Decreto Legislativo No. 129-97, con el objeto de prestar servicios de defensa penal a

personas de escasos recursos económicos. En el ejercicio de sus funciones, la mencionada Ley

regula que reconocerá el carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe de la población

guatemalteca

En 2001, el IDPP crea un Programa de Defensorías Indígenas que a lo largo de

aproximadamente diez años que ejerció funciones visiblemente específicas, llegó a constituir diez

Defensorías Indígenas, integradas por un abogado/abogada defensor, un asistente y un intérprete.

Casi la totalidad del financiamiento fue provisto por la cooperación internacional.

Actualmente cuenta con 15 abogados/ abogadas indígenas que están incorporados con

personal de planta, quienes paulatinamente han ido ocupando puestos de Coordinación en las
43
distintas sedes de la entidad, lo cual ha diluido la labor específica para que fueron contratados.

“El que los abogados indígenas estén asumiendo la Coordinación del servicio en las diferentes

sedes, es una cuestión positiva; el problema es que la Institución no volvió a crear los equipos

previstos para las Defensorías Indígenas”

En cuanto a la instalación de Bufetes Populares en los municipios de mayor

predominancia de población indígena, la acción implementada más visible ha sido su instalación

en los Centros de Administración de Justicia –CAJ–, los cuales están ubicados en Ixchiguán, San

Marcos; Santiago Atitlán, Sololá; Nebaj e Ixcán, Quiché, y Santa Eulalia, Huehuetenango

Los CAJ corresponden a la modernización de la justicia en el marco de los Acuerdos de

Paz, y están bajo la cobertura de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector

Justicia, integrada por el Organismo Judicial, el Ministerio Público y el Ministerio de

Gobernación. Dicha instancia está definida como el órgano ejecutor de planes, programas y

proyectos del sector justicia. Fue creada mediante el Decreto 89-98 del Congreso de la República,

en el marco de la autorización de un préstamo de hasta 25 millones de dólares para el apoyo al

fortalecimiento del sector justicia, celebrado con el Banco Interamericano de Desarrollo –BID–.

Los criterios de elegibilidad para la instalación de los CAJ están formulados así: “1.

Escasa presencia del poder civil. 2. Limitada o ninguna presencia del sistema de administración

de justicia. 3. Alto porcentaje de población indígena. 4. Problemas vinculados con el pasado

conflicto armado. 5. Elevados niveles de pobreza. 6. Dificultades de transporte público y vías de

acceso a otros municipios con presencia de un Juzgado de Primera Instancia. 7. Mayor grado de

cohesión social entre las comunidades indígenas. 8. Gran participación de la alcaldía municipal y

organizaciones de la sociedad civil”15. Se debe considerar a estos criterios de elegibilidad como

un acierto; sin embargo, en la práctica parece que sólo se usaron para definir los lugares de

instalación, y no para desarrollar un proceso orientado a garantizar un mejor acceso a la justicia


44
de los pueblos indígenas, y sobre todo un proceso de reconocimiento y fortalecimiento del

pluralismo jurídico. En la práctica, a pesar de la oportunidad que representa, se está dando

cumplimiento únicamente al Plan de Política del Estado contra el Crimen, como lo establece la

resolución que los creó.

A pesar de lo manifestado, la institucionalidad indígena creada en el sistema de

administración de justicia ha garantizado el acceso a la justicia en el propio idioma, y ha

contribuido a que se respete el derecho de las autoridades indígenas a aplicar a justicia. Esto debe

valorarse como parte de los avances más importantes y constatables.

Finalmente, en cuanto a la creación de institucionalidad en la lucha contra la

discriminación legal y de hecho, el Gobierno se comprometió a crear una defensoría de la mujer

indígena. De esa cuenta en 1999 se creó dicha instancia, la cual en 2001 pasó de ser dependencia

de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos –COPREDEH– a ser de la Presidencia de la

República

Desde su creación, la Defensoría de la Mujer Indígena –DEMI– ha centrado sus acciones

en asesoría jurídica en casos de pensión alimenticia, violencia interpersonal, paternidad y

filiación, y ayuda psicológica. Esto es bastante para el limitado presupuesto y cobertura que tiene

la DEMI.

Sus acciones, aunque de manera superficial por su escasa cobertura y presupuesto,

responden positivamente al compromiso de observancia de la Convención sobre la Eliminación

de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Este es un avance importante.

En relación a los compromisos relacionados con la adopción de instrumentos internacionales en

materia de pueblos indígenas, a la fecha se registra la ratificación del Convenio No. 169 de la

OIT (1996), y la suscripción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los

Pueblos Indígenas
45
Los compromisos de impulsar una ley que tipifique el odio racial, la difusión de ideas

racistas, y la creación de entidades que promueven el racismo –entre otros–, contemplados en la

Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial; así como el

reconocimiento de la competencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial,

siguen sin implementación.

Sobre estos aspectos la ratificación del Convenio 169 de la OIT es el avance más

importante registrado a la fecha, y no porque haya significado o signifique observancia y respeto

por el Estado de Guatemala, sino porque se ha constituido en una herramienta que los pueblos

indígenas han utilizado para profundizar la exigencia de sus derechos. Este instrumento no sólo

ha sido la base para impugnar decisiones administrativas y legislativas que afectan los derechos

de los pueblos indígenas, sino que ha servido para reforzar los procesos de articulación política.

Con base en el Convenio 169, particularmente el derecho a la consulta previa, libre, informada y

de buena fe, y la jurisprudencia internacional en materia de pueblos indígenas, los pueblos

indígenas y las organizaciones indígenas han obligado a las Cortes, especialmente a la Corte

Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad, a emitir resoluciones que ordenan restaurar

el derecho a la consulta de los pueblos indígenas y, en el mejor de los casos, la suspensión de

licencias inconsultas concretas. Estos avances son particularmente importantes, además de ser

clave para nuevos desafíos.

Racismo en Guatemala
Sin duda, a lo largo de la historia han existido ideas sobre la superioridad de unos seres

humanos sobre otros, mito que se ha sustentado en las diferencias físicas existentes.

A estas creencias, sin embargo, no se las puede denominar racismo en un sentido estricto. Fue

hasta hace unos pocos siglos cuando aparecieron los elementos que le irían dando esa forma. Es

46
decir, se empezó a estructurar con la pretensión de constituirlo en una ideología y en una manera

de ver el mundo.

En su trabajo Las mentiras del racismo: el peligroso mito de la raza y la falaz ideología

del determinismo biológico, en el apartado, El racismo: una ideología de la modernidad, José

Alfredo Elía Marcos explica lo siguiente: El racismo es un conjunto de doctrinas que surgen en

un momento específico de la historia: la Modernidad, más en concreto durante la Ilustración. Se

irá desarrollando durante el siglo XIX incorporando datos de las ciencias positivas hasta alcanzar

su apogeo con la aplicación de las políticas genocidas del nacionalsocialismo alemán.

En la historia, bajo esa óptica, se asumieron e implantaron estas ideas como verdades

absolutas al extremo, como en el nazismo, de pensar en el sometimiento del mundo y en el

exterminio de conglomerados humanos sobre la falsa idea de la superioridad de la raza. Las

diversas manifestaciones en las que se expresa el racismo, sin embargo, no son solo observables

en esa época y en esa latitud, sino que han trascendido el tiempo y el espacio.

La invasión y colonización de América se arropó con el argumento de la superioridad de

la raza. Su finalidad era consolidar el dominio de los invasores e imponer modelos económicos

que se extendieran en el tiempo y garantizaran la explotación y el saqueo de los bienes y recursos

de los pueblos originarios. Visto así, el racismo no ha sido más que un mecanismo para esos

efectos.

En Guatemala se ha construido un Estado que responde a esos modelos económicos, en el

cual los poderes que le han dado forma han visto a los pueblos originarios, más que como

pueblos con derechos, como sujetos útiles y objeto de explotación. Así se explican, por un lado,

las abismales diferencias en lo económico, político, jurídico, cultural y social cuando se hace la

relación blanco-moreno y, por otro, el desprecio con que se tratan los reclamos de respeto a los

derechos específicos de los pueblos indígenas y la permanente y casi salvaje descalificación de


47
figuras políticas indígenas que ejercen su condición de sujetos políticos y encaran la historia de

nefastos e injustos saqueo y exclusión.

El Estado racista ha implantado imaginarios y reproducido prejuicios diligentemente

mediante mecanismos que excluyen al diferente y que van desde la reproducción de estereotipos

hasta la permisividad en la ridiculización a través de la jocosidad perversa. El fin: implantar en el

imaginario social la idea de que los indígenas son inferiores y la permanente necesidad de

interiorízala, ya que dicha condición es consustancial al sistema.

Aun sin reconocerse la discriminación racial como tal, en el país hay instrumentos

jurídicos que a la luz del debate, y particularmente de la lucha de los pueblos indígenas, se han

incorporado al orden jurídico nacional y que de alguna manera pretenden encararla. Es el caso de

artículo 202 bis del Código Penal, que ya ha sido puesto a prueba. A la luz de este se han litigado

casos de discriminación étnica en los tribunales nacionales. Sin embargo, a pesar de las

sentencias condenatorias que de ellos derivaron, estas no impactaron en el imaginario social

dominante.

Por fortuna, se ha demostrado que el racismo es profundamente antihumano. Y lo más

avanzado de la humanidad ha forjado un conjunto de medios y de instrumentos jurídicos

internacionales que pretenden eliminarlo a partir de considerar que la supuesta superioridad que

lo argumenta es científicamente falsa, jurídicamente invalida, moralmente injusta y socialmente

condenable. Sin embargo, y contrario a esta aspiración, en el mundo de hoy hay férreas

resistencias y peligrosos rebrotes. Y en Guatemala en particular hay una ideología que subyace y

que se resistirá a sucumbir por las implicaciones que tiene en el modelo económico y político

instaurado por las clases dominantes.

48
CONCLUSIÓN
La democracia es sistema que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y

controlar sus gobernantes.

La Democracia Intercultural es un modo de vida que propone la organización de la convivencia

entre las diversas poblaciones, construyendo condiciones de equidad, siendo este un lazo entre l

democrático y lo intercultural.

La adopción en Guatemala de instrumentos internacionales sobre derechos de los pueblos

indígenas, como la Declaración de las Naciones Unidas y la Declaración Americana, fortalece el

derecho a la libre determinación que se vincula con la autonomía de estos pueblos, protegiendo la

integridad de sus tierras o territorios.

Los acuerdos de paz en Guatemala están formados por dice documentos suscritos por el mismo

Gobierno de Guatemala y la URNG, con el objeto de negociar problemas principales que

generaron enfrentamiento armado a través de soluciones pacíficas.

Los derechos colectivos también son denominados derechos de segunda generación, los cuales se

encuentran regulados en el capítulo II y título II de nuestra Constitución política de la Republica

de Guatemala.

Los derechos colectivos son derechos humanos específicos de los cuales son titulares ciertos

grupos humanos.

Ser indígena en Guatemala ha significado cargas valorativas negativas que los han situado en una

relación jerárquica de extrema desigualdad.

La discriminación se manifiesta en la falta de respeto y vigencia de los derechos humanos de los

cuales son titulares, colocándolos en una situación de pobreza y pobreza extrema.

La identidad se define como el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad

que los caracterizan frente a los demás

49
Uno de los avances en Guatemala contra la discriminación fue que se tipifico la discriminación

como delito mediante la incorporación del artículo 202 bis del Código Penal siendo:

discriminación toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de género,

raza, etnia, idioma, edad, religión, situación económica, enfermedad, discapacidad, estado civil, o

en cualesquiera otro motivo, razón o circunstancia, que impidiere o dificultare a una persona,

grupo de personas o asociaciones, el ejercicio de un derecho legalmente establecido incluyendo el

derecho consuetudinario o Costumbre, de conformidad con la Constitución Política de la

República y los Tratados Internacionales en materia de derechos humanos.

50
BIBLIOGRAFIA

https://journals.openedition.org/agedor/771

http://www.scielo.org.mx/scielo.

https://es.slideshare.net/franzlaimeperez/cartilla-oep-final-democracia-intercultural

https://journals.openedition.org/agedor/771

http://www.memoriavirtualguatemala.org/es/categor%C3%ADas-de-biblioteca/acuerdos-de-paz

IIARS. 2015. La historia reciente. Un libro de contenidos sobre el Conflicto Armado Interno en

Guatemala. Guatemala: F&G Editores. p. 112.

https://www.sepaz.gob.gt/images/Descargas/Acuerdos-de-Paz.pdf

https://onu.org.gt/publicaciones/acuerdos-de-paz/

https://www.plazapublica.com.gt/content/racismo-en-guatemala-mas-que-una-falla-social-una-

ideologia-de-dominacion

https://desarrollohumano.org.gt/blogs/la-discriminacion-y-el-racismo-en-guatemal

Preámbulo de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural (2001)

El Gobierno se comprometió a divulgar y dar fi el cumplimiento a la Convención sobre la

Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

Marco Tulio Escobar Orrego. Jefe de la Unidad de Delitos de Discriminación. Fiscalía de

Sección de Derechos Humanos del Ministerio Público.

http://www.guatevision.com/diputada-laura-franco-contraataca-denunciara-gobernadora-alta-

verapaz/

http://www.cc.gob.gt/ddhh2/docs/Recomendaciones/Organos/recopilagua.pdf. Matriz 6.

Ante el clamor generalizado de los pueblos y las organizaciones sociales, el Congreso de la

República decidió dar marcha atrás y derogar dicho Decreto.

51
CODISRA. Informe de Gestión, Enero 2011 - Enero 2015, p. 6.

Artículo 2. Decreto Legislativo No. 129-97.

Punto tercero de la Resolución que aprueba la implementación y construcción de los Centros de

Administración de Justicia (CAJ), emitido por la Instancia Coordinadora para la Modernización

del Sector Justicia, de fecha 20 de noviembre de 1998.

Coordinadora para la Modernización del Sector Justicia. Resolución que aprueba la

implementación y construcción de los Centros de Administración de Justicia (CAJ). 20 de

Racismo en Guatemala; más que una falla social, una ideología de denominación/Amilcar Pop

52

Вам также может понравиться