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¿Qué es la esquizofrenia?
Primeramente es importante definir qué es la esquizofrenia, ya
que hay muchos malos entendidos. Algunos piensan que los
esquizofrénicos son personas que tienen múltiples personalidades
o que son personas poseídas por múltiples demonios. La
esquizofrenia es una enfermedad y no una condición espiritual,
aunque indudablemente dicha enfermedad afecta al individuo en
todo su ser, incluyendo su alma. En la esquizofrenia se
presentan alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento,
trastornos de los movimientos y alteraciones en los afectos (no
es necesario que todos estos estén presentes para ser
diagnosticado con esquizofrenia). Lo más común son la
alucinaciones que son generalmente auditivas, aunque también
pueden ser visuales, olfativas o táctiles. Esto significa que
estos individuos escuchan, ven, sienten o huelen cosas que no
son reales. También presentan delirios, que son falsas
creencias. Estos individuos creen en sus ideas delirantes
incluso después de que otras personas les demuestren que no son
reales ni lógicas. Por ejemplo, algunos creen que son figuras
históricas famosas, o que hay personas que están persiguiéndolas
para hacerles algún mal. Además de alucinaciones y delirios,
también puede haber trastornos en el pensamiento. Caracterizado
por pensamiento desorganizado e ilógico. Esto se pone en
evidencia cuando el habla de la persona es confusa.
¿Cómo ayudar?
Debemos entender que no es necesario ser un experto para poder
ser de ayuda y, como veremos más adelante, en el proceso de
consejería y acompañamiento de aquellos que padecen
esquizofrenia debe estar involucrado la mayor cantidad posible
de miembros de la iglesia local.
5. Recordar a la familia
Otra cosa a tener en cuenta es que la familia del enfermo
necesita el apoyo de la iglesia, a veces más que el enfermo
mismo, porque son más conscientes de lo que la enfermedad
implica. Dicho apoyo no difiere del que se le debe dar a
familias con hijos con discapacidad o cualquier otro tipo de
enfermedad crónica debilitante. Ahora en otro sentido, las
enfermedades psiquiátricas todavía son un estigma hoy en día, y
lamentablemente incomprendidas en nuestras iglesias. Es por eso
que el cuidado pastoral incluye informar acerca de la
enfermedad, trabajar sobre temas como la culpa, el desaliento e
incomprensión.