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El “Mutus Liber” es un tratado alquímico de 1677, conocido por la casi total ausencia de textos

aclaratorios que acompañen sus figuras enigmáticas.

La imagen final representa el ascenso de los sabios al cielo, donde puede ser coronado. En la
tierra queda el cuerpo de Hércules, el emblema de la fuerza bruta que es derrotada por el
espíritu.
Existen, sin embargo, algunos detalles aparentemente incomprensibles. ¿Por qué el viejo
barbado sostiene una cuerda que cae hacia las manos de las dos personas que están la base? ¿Y
qué sentido tiene esa escalera cruzada?

La clave decisiva la brinda la corona en la parte superior: es Kether, la séfira de la corona, la


cima del Árbol de la Vida de la Cabala. Es posible que algunos piensen que se trata de una
casualidad, pero si superponemos esta imagen del “Mutus Liber” con el diagrama del árbol
sefirótico, la imagen revela su sentido oculto.
La corona es Kether, los dos ángeles son Binah y Chokhmah. La cabeza humana es Geburah, su
base Hod, mientras que la mujer corresponde a Chesed y Netzach; Tiferet está donde sus manos
se encuentran y entrelazan. Hércules es Yesod, y es significativo que Malkhut, séfira del Reino,
coincida con el escudo de armas heráldico. El Sol es el Ein Sof, el Dios inefable y no manifestado.

Con certeza, el acercamiento entre la cabala y la alquimia no es improbable. Las ideas de la


cábala comenzaron a circular entre los pensadores europeos ya en el siglo XV, sobrepasando los
ámbitos hebreos y enriqueciendo el esoterismo renacentista. Significativa es, en tal sentido, la
correspondencia entre el árbol sefirótico y la cruz, entendida como el Árbol de la vida, Nuevo
Testamento Siríaco impreso en Viena en 1572:
Volvamos a la alquimia. Esta imagen rosacruz de principios del siglo XVIII representa la obra
que lleva del Chaos Philosophorum al Coelum Philosophorum, el cielo de los filósofos:
El hombre y la mujer representan al Rey y a la Reina de la Alquimia, los dos principios de cuya
unión nace el Philus Philosophorum. También en esta imagen se esconde el diagrama del árbol
sefirótico:
Como en la imagen de Mutus Liber, la corona corresponde a Kether, y también el hombre y la
mujer convocan los mismo sefirot. La vara que sostienen es la conexión entre Geburah y Chesed.
Malkhut es el Caos, la materia prima, mientras que en Yesod están contenidos los glifos de los
cuatro elementos. Tiferet es el espíritu simbolizado por el águila coronada que abandona el
cuerpo. Binah coincide con el Sol, y Chokhmah con la Luna. Por encima de Kether está el nombre
divino, que expresa lo inexpresable, Ein Sof.

Es importante destacar que el aspecto cabalístico incluido en las imágenes representa otra nivel
de profundización, que no entra en conflicto con el sentido de la Alquimia, sino que lo integra y
lo expande. Alquimia y Cabala, en cierto sentido, describen los mismos misterios con diferentes
lenguajes.

Autor invitado: Francesco Boer


Traducción del italiano: Phileas del Montesexto

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