Вы находитесь на странице: 1из 2

Campo magnético

efecto sobre una región del espacio generado por una corriente eléctrica o un imán
Leer en otro idioma

Vigilar esta página


Editar

Símbolo internacional de advertencia de campo magnético intenso (usado cualquiera sea su


origen).

Comparación de B, H y M dentro y fuera de un imán de barra cilíndrico.


Un campo magnético es una descripción matemática de la influencia magnética de las
corrientes eléctricas y de los materiales magnéticos.[1]​ El campo magnético en cualquier
punto está especificado por dos valores, la dirección y la magnitud; de tal forma que es un
campo vectorial. Específicamente, el campo magnético es un vector axial, como lo son los
momentos mecánicos y los campos rotacionales. El campo magnético es más comúnmente
definido en términos de la fuerza de Lorentz ejercida en cargas eléctricas.

El término se usa para dos campos distintos pero estrechamente relacionados, indicados
por los símbolos B y H, donde, en el Sistema Internacional de Unidades, H se mide en
unidades de amperios por metro y B se mide en teslas o newtons por metro por amperio. En
un vacío, B y H son lo mismo aparte de las unidades; pero en un material con
magnetización (denotado por el símbolo M), B es solenoidal (no tiene divergencia en su
dependencia espacial) mientras que H es no rotacional (libre de ondulaciones).

Los campos magnéticos se producen por cualquier carga eléctrica producida por los
electrones en movimiento y el momento magnético intrínseco de las partículas elementales
asociadas con una propiedad cuántica fundamental, su espín. En la relatividad especial,
campos eléctricos y magnéticos son dos aspectos interrelacionados de un objeto, llamado el
tensor electromagnético. Las fuerzas magnéticas dan información sobre la carga que lleva
un material a través del efecto Hall. La interacción de los campos magnéticos en
dispositivos eléctricos tales como transformadores es estudiada en la disciplina de circuitos
magnéticos.

Fuerza de Lorentz
Editar
Entre las definiciones de campo magnético se encuentra la dada por la fuerza de Lorentz.
Esto sería el efecto generado por una corriente eléctrica o un imán, sobre una región del
espacio en la que una carga eléctrica puntual de valor (q), que se desplaza a una velocidad
{\displaystyle \mathbf {(v)} } {\mathbf {(v)}}, experimenta los efectos de una fuerza que es
secante y proporcional tanto a la velocidad (v) como al campo (B). Así, dicha carga percibirá
una fuerza descrita con la siguiente ecuación.

{\displaystyle \mathbf {F} =q(\mathbf {v} \times \mathbf {B} )} {\displaystyle \mathbf {F}
=q(\mathbf {v} \times \mathbf {B} )}
donde F es la fuerza magnética, v es la velocidad y B el campo magnético, también llamado
inducción magnética y densidad de flujo magnético. (Nótese que tanto F como v y B son
magnitudes vectoriales y el producto vectorial tiene como resultante un vector perpendicular
tanto a v como a B). El módulo de la fuerza resultante será:

{\displaystyle |\mathbf {F} |=|q||\mathbf {v} ||\mathbf {B} |\cdot \mathop {\operatorname {sen}
} (\theta )} |{\mathbf {F}}|=|q||{\mathbf {v}}||{\mathbf {B}}|\cdot {\mathop
{\operatorname{sen} }}(\theta )

La existencia de un campo magnético se pone de manifiesto gracias a la propiedad de


orientar un magnetómetro (laminilla de acero imantado que puede girar libremente). La
aguja de una brújula, que evidencia la existencia del campo magnético terrestre, puede ser
considerada un magnetómetro.

Historia
Editar
Si bien algunos materiales magnéticos han sido conocidos desde la antigüedad, como por
ejemplo el poder de atracción que la magnetita ejerce sobre el hierro, no fue sino hasta el
siglo XIX cuando la relación entre la electricidad y el magnetismo quedó plasmada, pasando
ambos campos de ser diferenciados a formar el cuerpo de lo que se conoce como
electromagnetismo.

Antes de 1820, el único magnetismo conocido era el del hierro. Esto cambió con un profesor
de ciencias poco conocido de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, Hans Christian
Oersted. En 1820 Oersted preparó en su casa una demostración científica a sus amigos y
estudiantes. Planeó demostrar el calentamiento de un hilo por una corriente eléctrica y
también llevar a cabo demostraciones sobre el magnetismo, para lo cual dispuso de una
aguja de brújula montada sobre una peana de madera.

Mientras llevaba a cabo su demostración eléctrica, Oersted notó para su sorpresa que cada
vez que se conectaba la corriente eléctrica, se movía la aguja de la brújula. Se calló y
finalizó las demostraciones, pero en los meses sucesivos trabajó duro intentando explicarse
el nuevo fenómeno.¡Pero no pudo! La aguja no era ni atraída ni repelida por la corriente. En
vez de eso tendía a quedarse en ángulo recto. Hoy sabemos que esto es una prueba
fehaciente de la relación intrínseca entre el campo magnético y el campo eléctrico plasmada
en las ecuaciones de Maxwell.

Como ejemplo para ver la naturaleza un poco distinta del campo magnético basta
considerar el intento de separar el polo de un imán. Aunque rompamos un imán por la mitad
éste "reproduce" sus dos polos. Si ahora volvemos a partir otra vez en dos, nuevamente
tendremos cada trozo con dos polos norte y sur diferenciados. En magnetismo no se han
observado los monopolos magnéticos.

Вам также может понравиться