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Vivendas para clima frio:

La arquitectura en climas fríos se basa en el aislamiento contra el frió y


la protección de los vientos, que suelen ser provenientes del norte. Por tanto,
para las ventanas la mejor orientación es el sur, hacia la que debemos abrir la
mayor cantidad de huecos, y dejar los mínimos al norte.

El aislamiento tradicionalmente se conseguirá con muros gruesos o


materiales aislantes como la madera. En este tipo de climas funcionan muy
bien las instalaciones de baja temperatura como la geometría o los suelos
radiantes.
Para captar la mayor energía solar posible, los colores en las edificaciones
sueles ser oscuras. El urbanismo se adapta con calles anchas, y edificaciones
aisladas para no sombrear las fachadas de las casa próximas.

para las ventanas la mejor orientación es el sur

Característica de los climas frio de montaña

Las edificaciones se agrupan, protegiéndose mutuamente del viento, o se


entierran. Son construcciones compactas, herméticas y fuertemente aisladas,
con el mínimo de superficie expuesta al frío exterior para mantener el calor
generado en el interior. Sin embargo, cuando el grado de radiación solar lo
permita, es fundamental propiciar el asoleo de los edificios, protegiéndolos al
mismo tiempo del frío exterior.
La edificación debe situarse en laderas orientadas a sur y protegidas del norte,
por ejemplo, mediante la vegetación, que puede actuar como pantalla de
protección frente a los vientos fríos.

Las ubicaciones próximas al mar pueden ser aconsejables porque suavizan las
temperaturas, mientras que las cercanas a ríos o lagos pueden provocar el
estancamiento de la humedad con el consiguiente aumento de la sensación de
frío y la aparición de nieblas que interfieren la radiación solar.

Un buen grado de asentamiento en el terreno proporcionará al edificio mayor


inercia térmica, estabilizando temperaturas y protegiéndolo del frío exterior,
pero en ningún caso debe entorpecer la posibilidad de radiación solar ni
provocar el aumento de humedad.

En general, debe reducirse la superficie de las fachadas expuestas al viento,


así como el número y tamaño de sus huecos. Aunque debe favorecerse la
entrada de radiación solar, hay que valorar las pérdidas energéticas que una
excesiva permeabilidad de su piel provocaría en el edificio.

El grado de compartimentación aconsejado está directamente ligado altipo de


clima: en los fríos se recomienda una alta compartimentación de las estancias,
ya que permite un control de temperaturas diferenciado
Las puertas y ventanas :

son el punto de entrada o salida, de comunicación con el exterior. Cuando


están cerradas dan intimidad, aislamiento y protección. Cuando están abiertas
permiten el acceso y la circulación del aire.

En climas fríos y lluviosos, las puertas macizas evitan el paso del aire, y
generalmente son en madera. Las ventanas deben tener la manera de cerrarse
para proteger del clima, como mensionamos enteriormente orientar las
ventanas y mayor cantidad de huecos hacia el sur para evitar los vientos que
vienen del norte

Techos:

El techo es el elemento que cubre la casa. Consta de dos partes: la estructura


de soporte y el material de recubrimiento. La estructura puede ser de madera,
guadua o metal y el recubrimiento debe ser de teja de barro, de zinc o asbesto
cemento, placas de concreto, hojas de palma o paja.

Hay cubiertas planas o inclinadas; las inclinadas pueden ser de una, dos o
cuatro aguas. La pendiente de los techos varía según el material. El buen
funcionamiento de éstos, para no tener problemas de goteras, depende de una
pendiente correcta.

Las alturas de las viviendas para climas de montaña suelen ser bajas para
conservar en calor del interior.
Las paredes y los aislantes:

Las pérdidas de calor a través de la mampostería, son significativas cuando los


materiales con que está construida la vivienda son muy livianos. El caso
extremo es el de las casas de chapa, donde las pérdidas de calor son muy
superiores. En cuanto al consumo, estas viviendas serán las más costosas.

Los materiales de construcción como el ladrillo y el hormigón, son buenos


elementos para retención de la energía dentro de la habitación, siempre que
tengan un espesor adecuado. Las paredes exteriores construidas con muy
poco espesor, 10 ó 15 centímetros, causarán inevitablemente un gran consumo
de combustible. El espesor más común con que se construye una pared, es de
30 cm. Esta pared tiene buenos valores de conductividad, aunque a medida
que los combustibles se encarecen comienza a ser necesario disminuir aún
más las pérdidas, para lo cual habrá que recurrir a ciertos artificios.
Las casas de antes, se hacían con paredes de 45 cm o más. Actualmente,
construir semejante pared tiene un costo muy alto. Pero se pueden usar
aislantes, elementos de baja conductividad y por lo tanto bajas pérdidas,
además de razonable costo.

Los aislantes utilizan el aire encerrado en pequeñas celdas para evitar el paso
del calor. El aire es un mal conductor del calor. Las aislaciones, al contar con
cientos de pequeñas burbujas de aire encerrado en ellas, aumentan y
magnifican el efecto no conductor del aire. Así, una pared con cámara de aire,
baja los consumos de energía. En una pared aislada no es necesario llevar el
espesor del aislante a valores muy altos para bajar mucho las pérdidas de
calor. Una pared de 30 cm dividida al medio con una cámara de 5 cm de
aislante, por ejemplo, tiene una pérdida que es la tercera parte de la de una
pared maciza de 30 cm de ladrillo. Si llevamos aislación a 10 cm disminuimos
las pérdidas en un 25 % adicional.

La aislación es particularmente importante en los techos, puesto que esta zona


de los edificios está fuertemente sometida a la acción del sol y el viento.

Lo que decimos para las pérdidas es también válido para las ganancias, de
calor en verano.
Tipos de aislamiento:

En climas fríos, para construir una casa bien aislada, será necesario
dejar una cámara de aire para separar nuestra vivienda del contacto con el
suelo y aislar la parte inferior del pavimento para evitar la pérdida de calor. Esta
estrategia será importante también en el caso de viviendas con sótanos en los
que la planta superior deberá disponer de un pavimento bien aislado para evitar
las pérdidas de calor a través de plantas inferiores que no dispongan de
suficiente aislamiento.

En relación a las estrategias de aislamiento, encontramos dos formas de aislar


una vivienda, ya sea aprovechando la capacidad aislante del aire contenido en
el interior de un material o bien aprovechando su capacidad de irradiar calor.
Así los tipos de aislamiento, se basan en:

Aislamientos por densidad: el aire atrapado en el interior del material es lo que


le confiere una resistencia térmica, esta característica no depende de la
dirección del flujo de calor puesto que aísla en ambos sentidos.

Aislamientos reflectantes: por su parte, los aislamientos reflectantes son


materiales con capacidad para irradiar calor, disponen de una alta reflectividad
y baja emisividad. Son aislamientos con una capa brillante y su capacidad
aislante depende del sentido del calor a través de los mismos.
Almacenamiento de calor:

La mayoría de los sistemas de calefacción solar y algunos de refrigeración


solar se basan en el almacenamiento de calor de la energía solar en un
material durante un cierto período. Esto se logra calentando un material que
puede almacenar calor en su interior hasta que sea necesario devolverlo al
ambiente. Para la refrigeración, por el contrario, se hace el proceso contrario.
Se quita calor a un material, es decir se enfría, para que pueda absorber más
calor.

Materiales de construcción que no requieren aislamiento:

Si bien la mayoría de materiales de construcción no son en sí mismos


suficientemente aislantes, hay que tener en cuenta que existen materiales que
incorporan aislamiento debido a su condición de materiales porosos que les
confieren la capacidad de almacenar aire en su interior sin mermar con ello su
resistencia.

Este sería el caso de las viviendas de paja, cuyos muros están formados por un
entramado de madera que sujeta grandes fardos de paja. La paja es
considerada un material para construcción de muros pero también un material
con una excelente calidad de aislamiento.

Otro ejemplo de material que cumple a la vez la función de material estructural


y aislante, sería el hormigón celular en bloques. Una opción menos ecológica
que la construcción en paja pero algo más económica.

En ambos casos, sin embargo, será necesario valorar las condiciones propias
del terreno donde se va a construir la vivienda para determinar el aislamiento
necesario.
Materiales de construcción para una casa en climas muy fríos:

Es muy importante elegir adecuadamente los materiales que tendrá la vivienda,


ya que gracias a ellos nos permitará no solo soportar las inclemencias del
tiempo sino también ser durables en el tiempo, la mejor construcción es aquella
que emplea de forma mínima energía renovables (uso de paneles fotovoltaicos
por ejemplo), para el caso que nos ocupa en esta oportunidad se usaron los
siguientes materiales:

Madera Teca, un tipo de madera flexible pero duradera gracias a su alto


contenido de aceites y gomas naturales.

Yeso, una material que se usa mucho para revestimientos, forjados y


tabiquería, incluso desde el antiguo Egipto.
Piedra caliza, además de ser usada cortada en edificios es la principal materia
para la fabricación del cemento

vidrio, necesario para las construcciones modernos como hemos visto en


Construye Hogar.

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