Año 11. Número 1.

Enero 2013 - Asociación Guyra Paraguay - PARAGUAY

Ñandu guasú
(Rhea americana)
Ñandú
(Rhea americana)
Texto: Silvia Centrón
En esta edición de la especie del mes, elegimos al ñan-
dú! El ñandú (o ñandú guasú) es una de las aves más
conocidas en el país, mal llamada por muchos avestruz
(que es realmente otra especie, originaria de África, de
la familia Struthionidae,). Para que conozcan mejor al
ñandú, especie típica de los paisajes abiertos de Para-
guay, aquí presentamos información general sobre su
distribución, biología y amenazas.
El ñandú, cuyo nombre científico es Rhea americana,
es una especie endémica del Neotrópico, restringida al
centro y sur de Sudamérica, en Argentina, Bolivia, Brasil,
Paraguay y Uruguay. Pertenece a la familia Rheidae, que
incluye también al choique o ñandú petiso, Pterocnemia
pennata, no registrado en Paraguay.
La familia Rheidae integra el grupo de aves conocidas
como ratites, que tiene sus orígenes en el antiguo con-
Foto: Alejandro González
tinente Gondwana, que existía hace más de 90 millones
de años. La mayoría tiene un gran tamaño, plumas con
aspecto de pelo, alas pequeñas en relación al cuerpo,
cuellos largos, patas largas y robustas, y caderas anchas.
Son incapaces de volar, ya que su esternón carece de
quilla.
Entre las ratites están: el avestruz de África, el emú de
Australia, los casuarios de Nueva Guinea y Australia,
los kiwis de Nueva Zelandia, y los ya extintos “pájaros
elefantes” de Madagascar (que pesaba hasta 450 kg) y
los moa de Nueva Zelanda. Hasta hace poco se pensaba
que todas estas ratites eran parientes cercanas de otro
grupo, el de los ynambu (Tinamidae). No obstante, los
últimos estudios han demostrado que los ñandúes y los
ynambu son los parientes vivos más próximos, y que no
están tan emparentados con el avestruz y otras ratites.
Foto: Andrea Ferreira
La distribución del ñandú en Paraguay es muy amplia,
cubre casi todo el país, salvo el extremo este. Es más
común en el Chaco que en la Región Oriental, ya que
en el Chaco aún existen extensos pastizales naturales y
sabanas, y áreas menos pobladas en relación con el este
del país. Se lo observa en campos de pastizales altos,
cultivos y áreas de pastoreo vacuno. Según algunos
autores, hay dos subespecies de ñandúes en el país, se-
paradas por el río Paraguay, la subespecie de la Región
Oriental siendo más rufa (rojizo) en coloración y con la
espalda más oscura. No obstante hay mucha variación
en plumaje, con individuos muy grises en la Región
Oriental e individuos rufos en el Chaco. Es probable que
los grandes ríos, como el Paraguay constituyan impor-
tantes barreras al intercambio genético entre individuos
de las poblaciones del Chaco y de la Región Oriental.
La biología del ñandú es asombrosa! El macho y la
hembra se diferencian levemente por el plumaje, que,
en el período nupcial adquiere en el macho color negro
a lo largo del cuello. El macho, que posee un pene
frecuentemente notorio, en temporada de reproduc-
ción sale a buscar un grupo de hembras. Previamente,
es él quien prepara un nido rudimentario, cubierto de
vegetación seca y plumas, de 1 m de ancho y 12 cm
de profundidad, ya que deben caber una cantidad de
20 a 30 huevos, o más. Al momento que el macho sale
a buscar hembras para formar su harén, copula con
varias hembras, y luego de tres días aproximadamente
las hembras depositan los huevos por turno, en el nido
preparado por él. El macho es quien se encarga de incu-
bar los huevos (todos nacen el mismo día) y de cuidar
a los pichones. En algunos casos, pichones perdidos de
otros grupos se adhieren, y es por eso que se pueden
observar en algunos casos juveniles de varias edades. A
diferencia del ñandú, en el caso del avestruz, el macho
y la hembra dominante comparten las tareas de incuba-
ción y cuidados de los pichones.
Cuando termina la temporada de reproducción se jun-
tan en grupos mixtos, hasta la siguiente temporada de
reproductiva.
Esta especie puede alcanzar una velocidad de 60 km/h,
así que es mejor mantener distancia y evitar molestar-
los, sobre todo en época de reproducción (desde finales
del invierno) o cuando ya se encuentran con crías. Su
alimentación se basa principalmente en vegetales. Co-
men frutos, brotes, hojas, insectos y pequeños verte-
brados como lagartijas, culebras y ratones. En algunos
casos suelen ingerir piedras y objetos brillantes. Esto ha
causado algunos problemas cuando se los tiene aman-
sados y viven asociados a las habitaciones humanas.
Las principales amenazas del ñandú son: la cacería para
utilizar sus plumas y consumir su carne, su captura
para venderlo como mascota y la pérdida de su hábitat.
Estos usos irracionales llevaron a la especie a encon-
trarse en la categoría de Casi Amenazado a nivel global.
Cuando Sir David Attenborough visitó Paraguay al final
de la década del 50, se fascinó con los ñandúes. Los vi-
deos originales (en blanco y negro, y con problemas de
sonido) de estas aventuras de Sir Attenborough fueron
donados gracias a las gestiones del WLT al Gobierno
Paraguayo a través de la SEAM. También les contamos
que el Director de Guyra Paraguay hace “algunos” años
trabajó con esta especie en el norte argentino, en For-
mosa, ayudando a su esposa en su tesis, en la Reserva
Ecológica El Bagual. Como resultado de estas investiga-
ciones publicaron trabajos científicos sobre las vocali-
zaciones del ñandú, densidades, selección de hábitat y
registros de depredación. Una especie fascinante.
Foto: Emily Horton

Foto: Ratona común. Andrea Ferreira
Nunca decir nunca… En el último aporte de “Aves del
Nido” comenté acerca de cómo es que no hay regis-
tros del Ypekû mbatara (Veniliornis mixtus) en Asun-
ción durante el verano, y por ende, presumimos que
es un migrante sólo presente durante el invierno. Lite-
ralmente el día después de haber escrito esas palabras
encontré un nido de la especie en el árbol frente a la
oficina! Al parecer, la especie no es sólo un visitante
invernal!. El registro resalta como se pueden hacer in-
teresantes hallazgos ornitológicos en plena ciudad. De
hecho, el propósito de “Aves del Nido” siempre ha sido
demostrar cómo, aunque confinados a una oficina,
igual se pueden hacer observaciones interesantes de
las aves y contribuir a nuestro conocimiento de ellas.
Con la llegada de la primavera, no sólo comenzó la
actividad reproductiva (de las aves!) en la oficina, pero
también llegaron los migrantes, como los Suirirí real
Tyrannus melancholicus y la Corbatita común Sporo-
phila caerulescens. El 5 de septiembre llegó una nueva
especie, un Mbyju’i mbopi (Chaetura meridionalis) (an-
teriormente conocido como C. andrei). Este vencejo,
que es bastante común en las zonas boscosas del país,
está sólo presente durante el verano. Se presume que
pasa el invierno boreal en la Amazonía, o posiblemen-
te más al norte (hay al menos un registro de Panamá).
Pero es muy difícil saber con seguridad, ya que en la
Amazonía hay varias especies muy parecidas (y una
o dos de ellas podrían ocurrir en el norte del Chaco
paraguayo).
Otras nuevas especies para el nido registradas duran-
te los últimos meses del año fueron un Piojito silbón
Camptostoma obsoletum el 11 de septiembre, y un
Burlisto pico canela Myiarchus swainsoni el 5 de no-
viembre. El registro del piojito probablemente se trata
de un individuo realizando un desplazamiento local,
pero en el caso del burlisto, se trata de una especie
que realiza migraciones de larga distancia. Nidifica
en Paraguay, y en el invierno migra hasta el norte de
Por Rob P. Clay
Sudamérica. Hay dos poblaciones bastante distintas
en Paraguay, la subespecie ferocior en el Chaco y la
subespecie swainsoni en la Región Oriental, con varias
diferencias en plumaje y vocalizaciones entre ellas. No
obstante, hay una zona de inter-gradación a lo largo
del río Paraguay, y al menos con base en su ubicación,
el registro en la oficina debería tratarse de un individuo
intermedio entre las dos formas.
Durante estos años, hemos tenido varias oportuni-
dades de anillar aves en el nido. El 5 de noviembre
volvimos a observar una hembra anillada de Guyraû
(Molothrus bonariensis), que fue observada la última
vez hace exactamente dos años! ¿Será coincidencia o
tiene una fecha de visita programada (para dejar sus
huevos en los nidos de otras especies en la oficina)?
Terminamos el año con una última nueva especie para
el nido, una Garza mora Ardea cocoi el 13 de diciem-
bre. Aunque la especie es común en las zonas húmedas
periurbanas, es muy raro observarla en la ciudad (ni
siquiera sobrevolando, como el caso actual). Con el
registro de la garza mora, la lista de aves registradas
en el nido ha llegado a un total de 122 especies. Este
total incluye tres especies no identificadas a nivel de
especie (un milano Ictinia, una gaviotín, y un atajacami-
nos) y dos especies exóticas, un diamante mandarín o
pinzón cebra Taeniopygia guttata (registrado una vez)
y la cotorrita australiana Melopsittacus undulatus. El
registro del diamante mandarín seguramente se trata
de un individuo escapado del cautiverio, pero en el
caso de la cotorrita australiana, ya cuenta con varios
registros en la oficina y en otras partes de la ciudad, y
quizás haya una pequeña población estableciéndose
(aunque seguramente de origen de individuos escapa-
dos de cautiverio). Excluyendo las especies exóticas,
se ha registrado en la oficina de Guyra casi el 17% de
todas las aves documentadas en el país. Veremos si en
el 2013 podemos llegar a 20%...
 Un viaje inolvidable
Texto y fotos: Alberto Yanosky
Este fin de año tuvimos la oportunidad con mi esposa
de hacer algo diferente, de planificar realmente unas
vacaciones, desconectándonos de todo o casi todo, por-
que a pesar de haber estado casi dos semanas fuera del
país, ustedes vieron que por ejemplo “bionoticias” sa-
lió, así que “casi” 100% desconectado. Lo bueno es que
en esta oportunidad pude realmente disfrutar de la na-
turaleza visitando Puerto Rico, St. Thomas, St. Kitts, St.
Lucia, Barbados y St. Maarten / St. Martin, realmente
una mezcla de cosas, de sensaciones, de naturaleza, de
playas, y una gran cantidad de aves. Entre ellas, las que
más me sorprendieron siempre fueron las aves fraga-
tas, sobrevolando en cualquier lugar que estuviéramos,
como las Fragata magníficas o reales (Fregata magnifi-
cens) y en algunos casos a los famosos pelícanos, que
claro, para muchos son comunes, pero para nosotros
que no las tenemos, nos parecen aves majestuosas (de
hecho lo son) y tan acostumbradas al hombre que no
tienen inconvenientes en alimentarse cerca nuestro. Lo
que vimos y fotografiamos es un Pelecanus occidentalis,
el pelícano pardo. Una paloma tipo torcaza, la Zenaida
caribeña (Zenaida aurita) muy bonita y mansa, fue el
elemento común en todas estas bellas islas que tiene el
Caribe. Los zanates (el zanate caribeño, también deno-
minado tordo negro o tordo llanero, Quiscalus lugubris)
también estaban por doquier, y se aprovechaban de
cualquier resto alimenticio que dejara la gente, que de
hecho no era mucho porque nos sorprendió la educa-
ción, la limpieza, la conciencia, tanto de los habitantes
como de los visitantes, tenemos mucho que aprender y
que imitar. A pesar de la transformación para el turis-
mo, sorprende cuánto cuidan el ambiente natural, en
el que uno puede ver desde las ya mencionadas aves,
a las que se suman las garzas blancas (Ardea alba)
aprovechando el alimento que se acumula entre las
rocas de la playa, hasta cabras subiendo las laderas de
las montañas, y una importante variedad de iguanas
en plenas zonas urbanas. Agradezco a Rob Clay en la
identificación de las aves avistadas y los datos aporta-
dos, como por ejemplo que el Zanate que vimos tiene
un pariente en las Antillas Mayores que es el Quiscalus
niger; que la Zenaida que vimos reemplaza en muchos
lugares del Caribe a nuestra torcaza (Zenaida auricula-
ta), que el pelícano que fotografiamos es un inmaduro
de 2-3 años de vida, que la Fragata es un inmaduro
juvenil por la cabeza blanca, y muchos datos más.
También Rob me comentaba que la foto de la garza
corresponde a una Ardea alba (o Casmerodius albus,
nuestra misma garza blanca, pero podría haber habido
otra posibilidad, ya que en el Caribe está la fase blanca
de Ardea herodias, de mayor tamaño que Ardea alba,
con un pico muy grande, y las patas pálidas. Además,
no tiene las “aigrettes”.
 Una linda experiencia en Rancho Sajonia
Texto: Alberto Yanosky
Foto: Lip Kee Yap
Guyra Paraguay tiene un matrimonio amigo al cual
quiere mucho, siempre presente para ayudar. Rosa,
quien es una fiel seguidora de las noticias, siempre
comenta temas interesantes, que deseamos compartir
con ustedes, nuestros lectores, para que se animen a
contribuir como lo hacen ella y otros seguidores. Rosa y
su esposo van a caminar a Rancho Sajonia, para man-
tenerse en forma y además disfrutar de la naturaleza,
y siempre se suma a la caminata una perra del lugar.
Esta fiel compañera se enoja bastante por la presencia
de una pareja de búhos, lo que demuestra que hay una
cierta “bronca” entre la pareja de búhos y la perra. A
Rosa le parece que entre los ancestros de esta perra
hubo un Beagle (que son cazadores), cuando ella anda
a campo traviesa husmea constantemente, como si bus-
cara huevos y posiblemente ahuyentando a los roedo-
res y otras posibles presas que la pareja de búhos está
acechando. Además, Rosa nos habla de las aves que ve
en Rancho Sajonia: se quedó fascinada con la monjita
blanca (Xolmis irupero), a la que ve asiduamente des-
plegar toda su belleza inmaculada y esos toques negros
en las alas y cola, visibles tanto en vuelo como cuando
está posada. Rosa, que en su casa tiene un bebedero
para aves en su patio, nos comenta que allí se congre-
gan palomas, gorriones y hasta martín-pescadores. Las
más sociables son las palomas que comparten agua
y comida sin problema, los gorriones también, pero
el martín pescador parece que no ya que abre todo
su pico para intimidar a la paloma. Cuando están allí,
vio que las palomas comen bocados muy pequeños
y el martín pescador, los más grandes. Y no podemos
dejar de hablar de Julia, una tortuga de más de 30 años
que forma parte de esta familia. Cuando Julia come su
ración de balanceado humectado para perros, siempre
deja algo que es inmediatamente aprovechado por las
aves. Es más, aunque aparentemente no haya ningun
ave a la vista, ni bien hace Julia su aparición, ellas ya
están al acecho para comer algo. Son hermosas las
aves, nos divertimos observándolas, nos comenta Rosa
y nosotros le agradecemos por compartir estas histo-
rias con nosotros.
 I Simposio Internacional de Conservación de Aves
Texto: Romina Cardozo

Del 4 al 6 de diciembre se realizó en la ciudad de Foz
de Iguazu, específicamente en el Parque das Aves, el
I Simposio Internacional de Conservación de Aves, en
el mismo se expusieron proyectos y los esfuerzos de
conservación que se están desarrollando para la con-
servación de las aves amenazadas como el guacamayo
azul (Anodorhynchus hyacinthinus), el pato serrucho
(Mergus octosetaceus) y el águila harpía (Harpia har-
pyja), el Proyecto cóndor andino y el Proyecto Papagayo
de Puerto Rico, entre otros. La comunidad científica se
reunió principalmente para fortalecer las acciones y rea-
lizarlas en forma conjunta. Los participantes procedían
de Brasil, Argentina, Chile y Paraguay, entre otros.
Se expusieron también proyectos de reproducción, cría,
manejo y liberación de especies críticamente amena-
zadas, contribuyendo a la repoblación de las mismas,
especialmente el Proyecto Cóndor Andino, que ha
recuperado su población. Estos datos fueron para todos
enriquecedores, porque el proyecto es un ejemplo de
que la recuperación de una especie como el cóndor
es posible con el apoyo de la gente local y el esfuerzo
conjunto de países que integraron esfuerzos para su
conservación. El año que viene se realizará en el mismo
Parque das Aves el Simposio de Fauna, para abarcar más
taxones, no solamente aves, principalmente debido a la
gran demanda de trabajos que quieren ser presentados.

En representación de Guyra Paraguay participó Romina

Cardozo, quien expuso en formato poster su trabajo
de investigación “Importancia de las Reservas Legales
para la Protección de la Avifauna. Departamento de
San Pedro, Paraguay”, que trata de la importancia de
las Reservas Legales, como fragmentos de bosques y la
conectividad de las mismas para la conservación de las
aves. Romina interactuó con varios estudiantes e inves-
tigadores de Brasil, Argentina y Chile, intercambiando
experiencias y creando alianzas, también se encontró
con Nelson Pérez, quien fue en representación de Itaipú
Binacional. Entre los objetivos principales del Simposio
estuvieron la interacción e intercambio de información
para fomentar la conservación de las aves a nivel regio-
nal. Los expositores se mostraron muy predispuestos
a discutir ideas y nuevas líneas de investigación; por
ejemplo, Romina conversó con personas de Terra Brasi-
lis quienes están trabajando con el Pato serrucho en el
Parque Nacional Serra da Canastra, quienes no sabían
del proyecto de búsqueda que se está llevando a cabo
en Paraguay.
 Generadores de viento y aves
A fin de aumentar la producción de energía eólica en
Nuevo México (E.E.U.U.), a la vez de conservar a la vida
silvestre y su hábitat, se formó un grupo de trabajo
integrado por compañías privadas, entidades conserva-
cionistas y agencias gubernamentales. Para este fin, lan-
zaron una página web en donde se enumeran una serie
de buenas prácticas para el diseño y la implementación
de generadores eólicos y que disminuyan la mortandad
en murciélagos, rapaces y otras aves.
Por el momento, la lista de buenas prácticas ha sido de-
sarrollada para 12 especies y el grupo está considerando
además, incluir buenas prácticas de uso de energía solar
en el futuro. Para más información, se puede visitar la
página web creada para el grupo de trabajo www.pljv.
org/windandwildlife/nm/nmwwc.php

El Grupo de Colaboración de Viento y Vida Silvestre de

Nuevo México involucra a ocho compañías de pro-
ducción eólica, siete grupos de conservación y varias
agencias gubernamentales como el Departamento de
Pesca y Caza de Nuevo México, Audubon de Nuevo
México, Hawks Alofts, entre otros, quienes han trabaja-
do por más de dos años para implementar estas buenas
prácticas. Algunas de las modificaciones que mencionan
dentro de estas prácticas amigables son la altura de las
turbinas, el diseño y el largo de las cuchillas y la ubica-
ción de las torres que afectan a las aves y a los murcié-
lagos. Estas modificaciones buscan disminuir el número
de colisiones, ya que muchos de los generadores están
ubicados en las rutas migratorias de varias especies
amenazadas y en hábitats amenazados.
 Mirtha Ruíz Díaz

Para esta primera edición del año 2013, presentaremos

a la persona que trabaja de noche y duerme de día con
un grupo de animales muy temidos. Ella lidera en Guyra
Paraguay los trabajos de investigación y educación
ambiental con murciélagos. Ella es Mirtha Ruiz Díaz
conocida por sus amigos y amigas con varios nombres
relacionados a su grupo de estudio “mbopicha” o
“batichica”. Nació en la ciudad de San Lorenzo, el 2 de
febrero de 1987.

Mirthita es Bióloga por parte de la Facultad de Ciencias

Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Asun-
ción. En su corta carrera profesional ya ha realizado va-
rios cursos y ha participado como asistente en diversos
proyectos de investigación de posgrado. Cuando aún
estaba en la Universidad cursando la carrera de Bio-
logía, Mirtha sintió fascinación por los invertebrados,
específicamente los insectos, entre los cuales su grupo
preferido eran las “mantis” de la familia Mantidae,
pero finalmente se decidió por los murciélagos. Realizó
pasantías en el Museo de Historia Natural del Paraguay.
Mirtha actualmente está ejecutando el proyecto sobre
monitoreo acústico de murciélagos llamado “Librería
de llamados Acústicos de murciélagos de Paraguay”.
Ingresó a Guyra Paraguay como voluntaria de activida-
des de Educación Ambiental en el año 2007, trabajando
para un proyecto financiado por el US Forest Service
para el Manejo de la Reserva Pantanal Paraguayo y su
relación con las aves migratorias.

Impulsó la creación del Programa para la Conservación

de los Murciélagos del Paraguay (PCMPy) junto a exper-
tos en el ámbito de la Mastozoología. El Programa tiene
como fin promover la conservación de los murciélagos
en el Paraguay a través de la participación de la socie-
dad debido a su importancia para la humanidad y su
rol en la naturaleza. La mbopicha se caracteriza sobre
todo por su dinamismo y empeño en las actividades
que realiza al aire libre, principalmente con jóvenes, y
también en los trabajos de educación ambiental sobre
murciélagos para niños.
Foto de Tapa: Andrea Ferreira
Diseño y diagramación: Andrea Ferreira.
Recopilación de textos: Andrea Ferreira.
Revisión de Textos: Alberto Yanosky, Marie de Bernard.
Textos: Silvia Centrón, Rob Clay, Alberto Yanosky, Romina Cardozo, Marianela Velilla,
Carmen Paradeda.

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