Вы находитесь на странице: 1из 7

1 Juan 5:13-15

Introducción:
Testimonio de Dios: vida eterna a través de Jesucristo
La semana pasada estuvimos viendo que cuando aceptamos el testimonio
de Dios, Dios nos da vida eterna a través de Jesucristo. La vida eterna no
solamente se trata de duración, sino que se trata de que vamos a poder
vivir la vida de Dios, y de la misma forma en que Jesucristo resucitó con
un cuerpo glorificado y volvió al cielo, nuestros cuerpos serán
transformado y vamos a regresar a una relación perfecta con Dios.
Peregrinos en este mundo
Nosotros no pertenecemos a este mundo, porque nuestra
nacionalidad verdadera está en los cielos, y solamente estamos de paso
en este mundo, pero mientras estemos acá debemos vivir agradando a
Dios, llevando el mensaje del Evangelio, amando a nuestros hermanos y
a aquellos que no conocen a Dios, para que podamos alcanzar al mayor
número de personas que podamos con lo que Dios nos entregó a cada
uno.
13
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo
de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en
el nombre del Hijo de Dios.
Este versículo empieza diciendo que esta carta está dirigida para aquellos
que han creído en el nombre del Hijo de Dios, o sea, en Jesucristo. Claro,
hemos visto cosas que solamente pueden ser realizadas por el poder del
Espíritu Santo, y como el Espíritu vive dentro de los creyentes, los
creyentes pueden hacer las cosas que Dios nos enseña a través de esta
carta y a través de la Biblia en general.
Ejemplos de cosas que solamente se pueden hacer con el poder del
Espíritu
Por ejemplo, uno de los objetivos de esta carta es que no pequemos, y eso
no es algo que una persona pueda hacer a través de la disciplina y el
esfuerzo, porque hemos visto a través de esta misma carta que todos
hemos pecado, y que vamos a seguir viviendo esclavos al pecado a menos
que Jesucristo intervenga en nuestras vidas. También vimos que debemos
amar a nuestros hermanos de la misma forma en que Jesucristo nos amó.
1 Juan 3:16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida
por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los
hermanos.
Seguridad y certeza de la salvación y de la vida eterna
Entonces, todos aquellos que han creído en el Hijo de Dios, Jesucristo,
como su Señor y Salvador deben estar confiados porque tienen asegurada
la vida eterna. Este pensamiento de seguridad, confianza y certeza es algo
que contrasta con el pensamiento actual, porque vivimos en una sociedad
donde todo es relativo, y por eso es que hay tanta incertidumbre y
confusión en la vida de las personas, porque el fundamento sobre el cual
han construido sus vidas es débil, y en el momento en el que las personas
se ven enfrentadas con situaciones difíciles que escapan de su control, no
pueden sostenerse, y las consecuencias de ello las podemos ver (suicidio,
depresión, crisis de pánico, adicciones, etc.).
14
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye.
Las condiciones para que nuestras oraciones sean contestadas por
Dios
Juan nos da tres condiciones para que nuestras oraciones sean escuchadas
y contestadas por Dios. Esas condiciones las podemos ver en Juan 15:7,
1 Jn 3:22 y 1 Jn 5:14, y estas son:
• Permanecer en Jesús y en sus palabras (Juan 15:7)
• Guardar los mandamientos de Dios y hacer lo que le agrada (1 Juan
3:22)
• Pedir conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14)
Estas tres condiciones están relacionadas en algo: requerimos conocer.
Debemos conocer a Jesús y sus palabras para poder permanecer en Él.
Debemos conocer los mandamientos de Dios para poder guardarlos.
Debemos conocer las cosas que le agradan para poder agradarlo y
debemos conocer la voluntad de Dios para poder pedir conforme a la
voluntad de Dios.
Primero conocer, para después obedecer
Entonces, el primer paso es conocer, y para poder conocer necesitamos
dos cosas: la Palabra de Dios, que es la Biblia, y el Espíritu Santo, que es
el que nos abre el entendimiento para poder conocer y aprender la verdad
que se encuentra en la Biblia.
En Efesios, Pablo dice que Jesús ha constituido a pastores y
maestros para la edificación del cuerpo de Cristo, es decir, Dios colocó a
personas en la Iglesia para que podamos aprender de la Biblia, y así
podamos ir creciendo y desarrollándonos espiritualmente. Además,
cuando leemos nuestra Biblia de manera personal, el Espíritu Santo nos
va a enseñar y dirigir para que podamos aprender de Dios y podamos
conocerlo mejor.
Entonces, al conocer a Jesús, conocer sus palabras, conocer sus
mandamientos, conocer lo que le agrada y conocer su voluntad, ¿qué
sigue? Lo más importante: obedecer.
La fe sin obras está muerta; conocer sin obedecer es no entender
En Santiago capítulo 2, podemos ver con claridad que la fe sin obras
está muerta, es decir, podemos decir que creemos en Dios, que
conocemos su voluntad, que conocemos sus mandamientos, que
conocemos lo que le agrada, pero si no estamos obedeciéndolo todo es en
vano. El primer paso es conocer, para luego hacer la voluntad de Dios,
guardar sus mandamientos, hacer lo que le agrada a Dios. La fe va en
conjunto con las obras y no por separado, y, es más, la fe se perfecciona
con las obras.
Pedir conforme a la voluntad de Dios => Vivir en armonía con Dios
Cuando nuestra confianza por Dios crece y empezamos a
enfocarnos y obedecer a Dios, nuestras necesidades pasan a un segundo
plano, nuestras incomodidades y quejas se ven superadas por el amor de
Dios, y de forma natural empezamos a pedir conforme a la voluntad de
Dios porque nuestra vida está en armonía con Dios.
Entonces, ¿cómo vamos a poder pedir conforme a la voluntad de
Dios? Eso lo hacemos cuando estamos en armonía con Dios, y eso se
logra cuando permanecemos en Jesús, permanecemos en sus palabras,
guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que le agradan.
15
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos,
sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
Oraciones centradas en lo que Dios desea, y no en nosotros
Cuando sabemos que Dios nos oye es porque estamos pidiendo
conforme a su voluntad y, si estamos pidiendo conforme a su voluntad
sabemos que Dios va a responder nuestras oraciones. Lo hermoso de esto
es que nuestras oraciones ya no van a estar centradas en nosotros ni en
nuestros intereses personales, sino que empezamos a orar por otros
porque sabemos que Dios va a suplir nuestras necesidades.
Siendo transformados por medio de la oración
Dios empieza a transformarnos por medio de la oración. Dios no
solamente quiere que nosotros hablemos y pidamos, Él también quiere
hablarnos por medio de la oración, y para ello debemos estar dispuestos
a escucharlo.
Conclusión:
Entonces, Dios quiere que estemos confiados de nuestra relación con
Él, y quiere que estemos seguros de que en Jesucristo tenemos vida
eterna. Dios quiere que vayamos con seguridad ante Él, no por lo que
nosotros podamos hacer, sino por lo que Jesucristo ya hizo por nosotros
en la cruz, y cuando oramos conforme a la voluntad de Dios, Él nos oye
y responde a nuestras oraciones.
Dios quiere que oremos para que podamos ser transformados por Él,
y para que podamos conocerlo de una forma cada vez más profunda.

Вам также может понравиться