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VoltamperometrÃa
(25-1)
La señal de salida de la fuente alimenta un circuito potenciostático similar al que
se muestra en la Figura 24-6c. La resistencia eléctrica del circuito de control que
contiene el electrodo de referencia es tan grande (> 1011 W) que prácticamente no
pasa corriente por él. Por tanto, la corriente de la fuente circula desde el
electrodo auxiliar al microelectrodo. Por otro lado, el circuito de control ajusta esta
corriente de manera que el potencial entre el microelectrodo y el electrodo de
referencia sea idéntico al potencial de salida del generador de potencial de
barrido lineal. La intensidad de corriente resultante se convierte entonces en un
potencial y es registrada en función del tiempo, y es directamente proporcional al
potencial entre el par microelectrodo/referencia 4. Es importante resaltar que la
variable independiente en estas medidas es el potencial del microelectrodo frente
al electrodo de referencia y no el potencial entre el microelectrodo y el electrodo
auxiliar. El electrodo de trabajo está a un potencial virtual común durante el curso
de la medida.
25B-1.    Microelectrodos 5
Los microelectrodos utilizados en voltamperometrÃa tienen una variedad de
configuraciones y formas. A menudo, son pequeños discos planos de un
conductor montados a presión en unas varillas de material inerte como Teflón o
Kel-F que llevan incorporado un alambre de contacto (véase Fig. 25-3a). El
conductor puede ser un metal inerte, como platino u oro; grafito pirolÃtico o
carbón vÃtreo; un semiconductor como estaño u óxido de indio; o un metal
recubierto con una pelÃcula de mercurio. Tal como se muestra en la Figura 25-4, el
intervalo de potenciales en el que estos electrodos pueden ser utilizados en
disoluciones acuosas varÃa y depende no sólo del material del electrodo, sino
también de la composición de la disolución en la que está sumergido.
Generalmente, las limitaciones de los potenciales positivos están provocadas por
las elevadas intensidades de corriente que se desarrollan debido a la oxidación
del agua para dar oxÃgeno molecular. Los lÃmites negativos son debidos a la
reducción del agua dando hidrógeno. Obsérvese que pueden tolerarse
potenciales negativos relativamente elevados con los electrodos de mercurio
debido al elevado sobrepotencial del hidrógeno en este metal.
Los microelectrodos de mercurio han sido ampliamente utilizados en
voltamperometrÃa por diversas razones. Una de ellas es el intervalo de
potenciales negativos relativamente elevado antes descrito. Además, es fácil
formar una superficie metálica limpia produciendo simplemente una nueva gota.
La posibilidad de obtener fácilmente una superficie nueva es importante, ya que
las intensidades de corriente medidas en voltamperometrÃa son bastante
sensibles a la limpieza y a que estén libres de irregularidades. Una ventaja
adicional de los electrodos de mercurio es que numerosos iones metálicos se
reducen reversiblemente a amalgamas en la superficie de un electrodo de
mercurio, lo que simplifica la quÃmica del proceso. Los microelectrodos de
mercurio tienen diferentes formas. La más simple es un electrodo de pelÃcula de
mercurio formado por electrodeposición del metal sobre un electrodo de disco, tal
como se muestra en la Figura 25-3a. La Figura 25-3b ilustra un electrodo de gota
colgante de mercurio (HMDE). El electrodo, que está disponible de fuentes
comerciales, consiste en un tubo capilar muy delgado conectado a un depósito
que contiene mercurio. El metal es forzado a salir del capilar mediante un émbolo
movido por un tornillo micrométrico. El tornillo micrométrico permite la
formación de gotas cuyas áreas superficiales son reproducibles con un error del
5 por 100 o inferior.
La Figura 25-3c muestra un electrodo de gotas de mercurio tÃpico (DME), que se
utilizó en casi todas las mediciones polarográficas iniciales. Consiste en un tubo
capilar fino de aproximadamente 10 cm (d.i » 0,05 mm) a través del cual se
fuerza a salir al mercurio mediante una columna de mercurio de quizás unos 50
cm de altura. El diámetro del capilar es tal que se forma una nueva gota cada 2 a
6 s. El diámetro de la gota es de 0,5 a 1 mm y es muy reproducible. En algunas
aplicaciones, el tiempo de la gota se controla con un martillo mecánico que
desprende la gota a un tiempo determinado después de que empieza a formarse.
La Figura 25-3d muestra un electrodo de mercurio disponible comercialmente que
puede operar como electrodo de gotas de mercurio y como electrodo de gota
colgante. El mercurio está contenido en un depósito revestido de plástico
situado unos 25 cm por encima del extremo superior del capilar. Un muelle aprieta
al émbolo, que acaba en una punta de poliuretano, contra la cabeza del capilar y
evita la salida del mercurio. Este émbolo se levanta activado por el solenoide con
una señal del sistema de control. Los capilares tienen un diámetro mucho mayor
(0,15 mm) que los tÃpicos. Como resultado la formación de la gota es
extremadamente rápida. Después de 50, 100 o 200 ms, la válvula se cierra,
dejando una gota del tamaño adecuado hasta que cae por la acción de un
martillo mecánico situado en el interior del bloque que soporta el electrodo. Este
sistema tiene la ventaja de permitir que se formen rápidamente gotas ya de un
tamaño final y que las medidas de corriente se puedan retrasar hasta que la
superficie de la gota sea estable y constante. Este procedimiento elimina en gran
parte las grandes fluctuaciones de corriente que se encuentran con el electrodo de
gotas clásico.
25B-2. Voltamperogramas
La Figura 25-5 ilustra la apariencia de un voltamperograma de barrido lineal tÃpico
para una electrólisis que implica la reducción de una especie del analito A para
dar un producto P, en un microelectrodo de pelÃcula de mercurio. En este caso, se
supone que el microelectrodo está conectado al polo negativo de un generador de
barrido lineal por lo que los potenciales aplicados se dan con signo negativo tal
como se muestra. Por convenio, las intensidades de corriente catódicas se tratan
siempre como positivas, mientras que las corrientes anódicas se dan con un signo
negativo. En este experimento hipotético, la disolución se supone que es
aproximadamente 10-4 M en A, 0,0 M en P y 0,1 M en KCI, que sirve como
electrólito soporte. La reacción electródica en el microelectrodo es la reacción
reversible
(25-2)
Por conveniencia, se suprimen las cargas en A y en P y se supone también que
el potencial estándar para la semirreacción es -0,26 V.
Los voltamperogramas de barrido lineal adquieren generalmente la forma de una
curva sigmoidea llamada onda voltamperométrica. La intensidad de corriente
constante que aparece después de la pendiente se llama corriente lÃmite il
debido a que se alcanza al ser limitada la velocidad a la cual el reactivo puede
llegar a la superficie del electrodo por un proceso de transporte de masa. Las
corrientes lÃmite son, generalmente, directamente proporcionales a la
concentración de reactante. Por tanto se puede escribir
il = kcA
donde cA es la concentración del analito y k es una constante. La
voltamperometrÃa de barrido lineal cuantitativa se basa en esta relación.
El potencial al cual la intensidad de corriente es igual a la mitad de la corriente lÃ-
mite se llama potencial de semionda y se representa por el sÃmbolo E1/2 .
Después de corregir el potencial de semionda con el potencial del electrodo de
referencia (0,242 V para un electrodo de calomelanos saturado) queda muy
relacionado con el potencial estándar de la semirreacción, pero normalmente no
es idéntico a esta constante. Los potenciales de semionda son a veces útiles
para la identificación de los componentes de una disolución.
Con el objetivo de obtener rápidamente corrientes lÃmite reproducibles, es
necesario (1) que la disolución o el microelectrodo estén en movimiento
continuo y reproducible o (2) que se utilice un electrodo de gotas, tal como el
electrodo de gotas de mercurio. La voltamperometrÃa de barrido lineal en la cual la
disolución o el electrodo se mantienen en movimiento se llama voltamperometrÃa
hidrodinámica. La voltamperometrÃa que emplea un electrodo de gotas se llama
polarografÃa. Se considerarán ambas.
25C.     VOLTAMPEROMETRÃA
           HIDRODINÃMICA
(25-4)
Como se ve en la figura, la pendiente se hace cada vez más pequeña al
aumentar el tiempo y por tanto también la intensidad de corriente.
No es práctico obtener corrientes lÃmites con electrodos planos en disoluciones
no agitadas porque las intensidades de corriente disminuyen continuamente con el
tiempo como consecuencia de que las pendientes de los perfiles de concentración
se hacen menores.
Perfiles para microelectrodos en disoluciones agitadas
Se consideran los perfiles de concentración en función de la distancia cuando la
reducción descrita en la sección anterior se lleva a cabo en un microelectrodo
sumergido en una disolución que está vigorosamente agitada. Para entender el
efecto de la agitación, es necesario representar los modelos de flujo de là quido
en una disolución agitada que contiene un pequeño electrodo plano. Como se
muestra en la Figura 25-9, se pueden identificar tres tipos de flujo. (1) Flujo
turbulento, en el que el movimiento del lÃquido no tiene un modelo regular, este
flujo tiene lugar en el seno de la disolución lejos del electrodo. (2) A medida que la
superficie está más cerca, tiene lugar una transición a un flujo laminar. En el
flujo laminar, las capas de lÃquido se deslizan unas respecto a otras en una
dirección paralela a la superficie del electrodo. (3) A d cm de la superficie del
electrodo, la velocidad del flujo laminar se aproxima a cero como resultado de la
fricción entre el lÃquido y el electrodo, dando lugar a una capa delgada de
disolución estancada llamada capa de difusión de Nernst. Es sólo en la capa
estancada de difusión de Nernst donde la concentración de reactante y producto
varÃan en función de la distancia a la superficie del electrodo. Es decir, a través
de las regiones de flujo laminar y turbulento, la convección mantiene la
concentración de A en su valor inicial y la concentración de P en un nivel de casi
desaparición.
Continuar >>
1 J. Heyrovsky, Chem. Liste, 1922, 16, 256. Heyrovsky fue premiado con el
Premio Nobel en QuÃmica en 1959 por el descubrimiento y desarrollo de la
polarografÃa.
2
 Para un breve resumen de varias de estas técnicas voltamperométricas
modificadas, véase J. B. Flato, Anal. Chem., 1972, 44, 75A.
3
Entre algunas referencias generales que tratan la voltamperometrÃa se incluyen
Analytical Voltammetry, M. R. Smyth y F. G. Vos, Eds. New York: Elsevier, 1992; A.
J. Bard y L. R. Faulkner, Electrochemical Methods. New York: Wiley, 1980;
Laboratory Techniques in Electroanalytical Techniques, 2.V ed. P. T. Kissinger y W.
R. Heineman, Eds. New York: Marcel Dekker, 1996.
4
 Al principio la voltamperometrÃa se llevó a cabo con un sistema de dos
electrodos en vez del sistema de tres electrodos mostrado en la Figura 25-2. Con
un sistema de dos electrodos, el segundo electrodo es un electrodo grande
metálico, tal como un depósito de mercurio, o un electrodo de referencia
suficientemente grande como para impedir su polarización durante la medida.
Este segundo electrodo combina las funciones del electrodo de referencia y del
electrodo auxiliar en la Figura 25-2. En este caso se supone que el potencial del
segundo electrodo se mantiene constante durante un barrido, de manera que el
potencial del microelectrodo es simplemente la diferencia entre el potencial
aplicado y el potencial del segundo electrodo. Con disoluciones de elevada
resistencia eléctrica, sin embargo, esta suposición no es válida, ya que la caÃ-
da IR se hace importante y aumenta a medida que la intensidad de corriente
aumenta. La consecuencia es que se obtienen voltamperogramas distorsionados.
Actualmente casi todas las voltamperometrÃas se llevan a cabo con sistemas de
tres electrodos.
5
 La mayor parte de este capÃtulo tratará de medidas voltamperométricas con
micoelectrodos de trabajo que tienen dimensiones del orden de los milÃmetros.
Desde finales de los años setenta, sin embargo, ha crecido el interés en los
estudios con electrodos con dimensiones del orden de los micrometros. Tales
electrodos se denominan ultramicroelectrodos o electrodos microscópicos. Dichos
electrodos ofrecen varias ventajas sobre los microelectrodos clásicos. Se
describirán varias caracterÃsticas únicas de los ultramicroelectrodos en el
Apartado 25G
VoltamperometrÃa
(25-1)
La señal de salida de la fuente alimenta un circuito potenciostático similar al que
se muestra en la Figura 24-6c. La resistencia eléctrica del circuito de control que
contiene el electrodo de referencia es tan grande (> 1011 W) que prácticamente no
pasa corriente por él. Por tanto, la corriente de la fuente circula desde el
electrodo auxiliar al microelectrodo. Por otro lado, el circuito de control ajusta esta
corriente de manera que el potencial entre el microelectrodo y el electrodo de
referencia sea idéntico al potencial de salida del generador de potencial de
barrido lineal. La intensidad de corriente resultante se convierte entonces en un
potencial y es registrada en función del tiempo, y es directamente proporcional al
potencial entre el par microelectrodo/referencia 4. Es importante resaltar que la
variable independiente en estas medidas es el potencial del microelectrodo frente
al electrodo de referencia y no el potencial entre el microelectrodo y el electrodo
auxiliar. El electrodo de trabajo está a un potencial virtual común durante el curso
de la medida.
25B-1.    Microelectrodos 5
Los microelectrodos utilizados en voltamperometrÃa tienen una variedad de
configuraciones y formas. A menudo, son pequeños discos planos de un
conductor montados a presión en unas varillas de material inerte como Teflón o
Kel-F que llevan incorporado un alambre de contacto (véase Fig. 25-3a). El
conductor puede ser un metal inerte, como platino u oro; grafito pirolÃtico o
carbón vÃtreo; un semiconductor como estaño u óxido de indio; o un metal
recubierto con una pelÃcula de mercurio. Tal como se muestra en la Figura 25-4, el
intervalo de potenciales en el que estos electrodos pueden ser utilizados en
disoluciones acuosas varÃa y depende no sólo del material del electrodo, sino
también de la composición de la disolución en la que está sumergido.
Generalmente, las limitaciones de los potenciales positivos están provocadas por
las elevadas intensidades de corriente que se desarrollan debido a la oxidación
del agua para dar oxÃgeno molecular. Los lÃmites negativos son debidos a la
reducción del agua dando hidrógeno. Obsérvese que pueden tolerarse
potenciales negativos relativamente elevados con los electrodos de mercurio
debido al elevado sobrepotencial del hidrógeno en este metal.
25B-2. Voltamperogramas
La Figura 25-5 ilustra la apariencia de un voltamperograma de barrido lineal tÃpico
para una electrólisis que implica la reducción de una especie del analito A para
dar un producto P, en un microelectrodo de pelÃcula de mercurio. En este caso, se
supone que el microelectrodo está conectado al polo negativo de un generador de
barrido lineal por lo que los potenciales aplicados se dan con signo negativo tal
como se muestra. Por convenio, las intensidades de corriente catódicas se tratan
siempre como positivas, mientras que las corrientes anódicas se dan con un signo
negativo. En este experimento hipotético, la disolución se supone que es
aproximadamente 10-4 M en A, 0,0 M en P y 0,1 M en KCI, que sirve como
electrólito soporte. La reacción electródica en el microelectrodo es la reacción
reversible
(25-2)
Por conveniencia, se suprimen las cargas en A y en P y se supone también que
el potencial estándar para la semirreacción es -0,26 V.
Los voltamperogramas de barrido lineal adquieren generalmente la forma de una
curva sigmoidea llamada onda voltamperométrica. La intensidad de corriente
constante que aparece después de la pendiente se llama corriente lÃmite il
debido a que se alcanza al ser limitada la velocidad a la cual el reactivo puede
llegar a la superficie del electrodo por un proceso de transporte de masa. Las
corrientes lÃmite son, generalmente, directamente proporcionales a la
concentración de reactante. Por tanto se puede escribir
il = kcA
donde cA es la concentración del analito y k es una constante. La
voltamperometrÃa de barrido lineal cuantitativa se basa en esta relación.
El potencial al cual la intensidad de corriente es igual a la mitad de la corriente lÃ-
mite se llama potencial de semionda y se representa por el sÃmbolo E1/2 .
Después de corregir el potencial de semionda con el potencial del electrodo de
referencia (0,242 V para un electrodo de calomelanos saturado) queda muy
relacionado con el potencial estándar de la semirreacción, pero normalmente no
es idéntico a esta constante. Los potenciales de semionda son a veces útiles
para la identificación de los componentes de una disolución.
Con el objetivo de obtener rápidamente corrientes lÃmite reproducibles, es
necesario (1) que la disolución o el microelectrodo estén en movimiento
continuo y reproducible o (2) que se utilice un electrodo de gotas, tal como el
electrodo de gotas de mercurio. La voltamperometrÃa de barrido lineal en la cual la
disolución o el electrodo se mantienen en movimiento se llama voltamperometrÃa
hidrodinámica. La voltamperometrÃa que emplea un electrodo de gotas se llama
polarografÃa. Se considerarán ambas.
25C.     VOLTAMPEROMETRÃA
           HIDRODINÃMICA
(25-4)
Como se ve en la figura, la pendiente se hace cada vez más pequeña al
aumentar el tiempo y por tanto también la intensidad de corriente.
No es práctico obtener corrientes lÃmites con electrodos planos en disoluciones
no agitadas porque las intensidades de corriente disminuyen continuamente con el
tiempo como consecuencia de que las pendientes de los perfiles de concentración
se hacen menores.
Perfiles para microelectrodos en disoluciones agitadas
Se consideran los perfiles de concentración en función de la distancia cuando la
reducción descrita en la sección anterior se lleva a cabo en un microelectrodo
sumergido en una disolución que está vigorosamente agitada. Para entender el
efecto de la agitación, es necesario representar los modelos de flujo de là quido
en una disolución agitada que contiene un pequeño electrodo plano. Como se
muestra en la Figura 25-9, se pueden identificar tres tipos de flujo. (1) Flujo
turbulento, en el que el movimiento del lÃquido no tiene un modelo regular, este
flujo tiene lugar en el seno de la disolución lejos del electrodo. (2) A medida que la
superficie está más cerca, tiene lugar una transición a un flujo laminar. En el
flujo laminar, las capas de lÃquido se deslizan unas respecto a otras en una
dirección paralela a la superficie del electrodo. (3) A d cm de la superficie del
electrodo, la velocidad del flujo laminar se aproxima a cero como resultado de la
fricción entre el lÃquido y el electrodo, dando lugar a una capa delgada de
disolución estancada llamada capa de difusión de Nernst. Es sólo en la capa
estancada de difusión de Nernst donde la concentración de reactante y producto
varÃan en función de la distancia a la superficie del electrodo. Es decir, a través
de las regiones de flujo laminar y turbulento, la convección mantiene la
concentración de A en su valor inicial y la concentración de P en un nivel de casi
desaparición.
Continuar >>
1 J. Heyrovsky, Chem. Liste, 1922, 16, 256. Heyrovsky fue premiado con el
Premio Nobel en QuÃmica en 1959 por el descubrimiento y desarrollo de la
polarografÃa.
2
 Para un breve resumen de varias de estas técnicas voltamperométricas
modificadas, véase J. B. Flato, Anal. Chem., 1972, 44, 75A.
3
Entre algunas referencias generales que tratan la voltamperometrÃa se incluyen
Analytical Voltammetry, M. R. Smyth y F. G. Vos, Eds. New York: Elsevier, 1992; A.
J. Bard y L. R. Faulkner, Electrochemical Methods. New York: Wiley, 1980;
Laboratory Techniques in Electroanalytical Techniques, 2.V ed. P. T. Kissinger y W.
R. Heineman, Eds. New York: Marcel Dekker, 1996.
4
 Al principio la voltamperometrÃa se llevó a cabo con un sistema de dos
electrodos en vez del sistema de tres electrodos mostrado en la Figura 25-2. Con
un sistema de dos electrodos, el segundo electrodo es un electrodo grande
metálico, tal como un depósito de mercurio, o un electrodo de referencia
suficientemente grande como para impedir su polarización durante la medida.
Este segundo electrodo combina las funciones del electrodo de referencia y del
electrodo auxiliar en la Figura 25-2. En este caso se supone que el potencial del
segundo electrodo se mantiene constante durante un barrido, de manera que el
potencial del microelectrodo es simplemente la diferencia entre el potencial
aplicado y el potencial del segundo electrodo. Con disoluciones de elevada
resistencia eléctrica, sin embargo, esta suposición no es válida, ya que la caÃ-
da IR se hace importante y aumenta a medida que la intensidad de corriente
aumenta. La consecuencia es que se obtienen voltamperogramas distorsionados.
Actualmente casi todas las voltamperometrÃas se llevan a cabo con sistemas de
tres electrodos.
5
 La mayor parte de este capÃtulo tratará de medidas voltamperométricas con
micoelectrodos de trabajo que tienen dimensiones del orden de los milÃmetros.
Desde finales de los años setenta, sin embargo, ha crecido el interés en los
estudios con electrodos con dimensiones del orden de los micrometros. Tales
electrodos se denominan ultramicroelectrodos o electrodos microscópicos. Dichos
electrodos ofrecen varias ventajas sobre los microelectrodos clásicos. Se
describirán varias caracterÃsticas únicas de los ultramicroelectrodos en el
Apartado 25G
Polarografía / Voltamperometría
/ CVS
Análisis de trazas de metales pesados: concentración total y
espacioción - rápido y sencillo mediante voltamperometría
Los analizadores de trazas Metrohm son económicos y no ocupan mucho
espacio; son embargo, su capacidad para la detección es excelente.
Metales pesados tóxico pueden analizarse hasta concentraciones
extremadamente bajas y de forma muy económica. Los límites de
detección alcanzan la gama de las ppt, de forma que en todos los casos
puede conseguirse la sensibilidad requerida. La voltamperometría es
uno de los pocos métodos que se prestan a la espacioción de los
analitos.
CVS para la determinación de aditivos orgánicos en banños
galvánicos
Los métodos de voltamperometría dídlica CVS (Cyclic Voltammetric
Stripping Analysis) y CPVS (Cyclic Pulse Voltammmetric Stripping
Analysis) se utilizan extensivamente en la industria galvánica para la
determinación de aditivos orgánicos en baños galvánicos. Para estas
determinaciones se utiliza, en lugar del eletrodo de mercurio, un
electrodo de disco rotatorio de platino, que es robusto, de construcción
sencilla y de precio razonable.