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A. ¿Cómo organizar una periodización propia del período? ¿Hasta cuándo podemos considerar el
período fundacional o de evangelización originaria en nuestro subcontinente latinoamericano?
¿Cuáles serían los rasgos propios de esta época para diferenciarlo de un período subsiguiente?
DUSSEL, Enrique, Historia de la Iglesia en América Latina Medio milenio de coloniaje y liberación
(1492-1992) Mundo Negro, Madrid 19926
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Grandes etapas de la historia de la Iglesia en América Latina durante el período colonial
4. Cuarta etapa. Los conflictos entre la Iglesia misionera y la civilización hispánica (1620-1700)
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Este período se caracteriza por las tensiones entre las pretensiones del Patronato y la labor misionera.
El Patronato, quien había costeado la labor misional, no queriendo perder ninguno de sus privilegios,
ahora obstaculiza la labor misionera. En 1622 se crea Propaganda Fide para ir limitando los poderes
del Patronato español y portugués.
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Un nuevo factor es también la nueva y pujante Compañía de Jesús. La Compañía se mostró insigne
en sus obras y entendía que la dirección suprema de las misiones debía corresponder al Papa. La
lucha entre el Patronato y los jesuitas era sin tregua.
Los primeros jesuitas llegaron a Brasil en 1549, crearon una escuela de niños, y se extendieron
rápidamente hasta los países guaraníes. El método que emplearon fue de los pueblos, y después de
experiencias como las de Roque González, en Asunción, florecerán las reducciones.
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Una de las dificultades para esta autonomía era la censura absoluta que el rey de España impuso a
los obispos con Roma. El Patronato denunciaba al episcopado de ingratitud.
Este fue el siglo de las reducciones, no sólo de los jesuitas en los países guaraníes, también los
franciscanos en México, Bolivia, Ecuador y Amazonas.
Las doctrinas organizaron mejor la defensa del indio.
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Resumen:
Por primera vez amplias zonas de misión tienen un contacto exclusivo con la Iglesia, sin mediación
de las armas hispánicas, y sin la introducción del comercio o la explotación económica.
Para la diferenciación:
Lugar: la misión se extiende a Brasil, los países guaraníes, Bolivia, Ecuador, Amazonas.
Modelo: enfrentamiento y tensiones entre el Patronato y la labor misional. El Patronato obstaculiza
la labor misionera porque no quiere perder ninguno de sus privilegios. La jerarquía quiere limitar sus
poderes, crea Propaganda Fide, la nueva y pujante Compañía de Jesús se mostró insigne en obras y
entiende que la dirección de las misiones corresponde al Papa.
Evangelización: nuevo estilo de las reducciones.
Diferenciación:
Lugar: zona del norte de México, como California, San Diego, San Francisco.
Modelo: decadencia hispánica, que significó para América Latina aislamiento, separatismo de cada
región, falta de nuevos misioneros.
Evangelización: la Iglesia sufre la crisis europea, ya no llegan misioneros por la dificultad de
embarcarse en mares ingleses, la expulsión de los jesuitas es genera una decadencia para la Iglesia
latinoamericana. Sin embargo, se destaca la misión de los franciscanos al norte de México que llegan
desde California, hasta San Diego y San Francisco. También se va extendiendo la Iglesia con la
conquista del campo, desde los centros capitales se van fundando hacia el interior nuevas ciudades,
y con ellas parroquias acompañadas por el clero criollo, mestizo e incluso indio. Se destaca el
testimonio y el apostolado del laicado.
BORGES, Pedro (dir.), Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas (siglos XV-XIX) vol. I, Madrid,
Biblioteca de Autores Cristianos,1992
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Borges realiza una crítica de las periodizaciones realizadas por Ergaña en 1966, quien divide en tres
etapas por las dinastías que reinaron en España, la considera inconveniente porque el cambio de
dinastía no significó ninguna modificación suficientemente profunda, amplia y generalizada; luego,
la de Methol Ferré en 1968, quien distingue dos etapas: expansión y organización (1492-1620) y
dualismo entre Iglesia establecida y misión (1620-1808), aseverando que la expansión continuó más
allá que el 1620 y que el dualismo empezó antes a finales del siglo XVI; la de Dussel, quien divide en
cinco períodos cronológicos: primeros pasos (1492-1519), misiones en Nueva España y Perú (1519-
1551), organización y afianzamiento de la Iglesia (1551-1620), conflictos entre la Iglesia misionera y
la civilización hispánica (1620-1700) y decadencia borbónica (1700-1808), asegura que las misiones
del segundo período no se restringen a Nueva España y Perú ni se pueden clausurar con la
celebración del primer concilio provincial de México, que la organización del tercer período comienza
mucho antes, que resulta reductiva la cuarta etapa por resaltar únicamente su característica
conflictiva y que la última etapa si bien fue decadente tuvo aspectos de renovada prosperidad.
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Desde su punto de vista la periodización está muy lejos de ser fácil y no se dispone de ninguna base
clara para distinguir etapas cronológicas. Dando una propuesta afirma que el período entre 1492-
1523 se distingue claramente por ser de experimentación o tanteo, sin prosperidad; el comprendido
entre 1523-1568 se caracteriza por el paso definitivo de la evangelización al continente americano y
la definitiva consolidación de la Iglesia en el Nuevo Mundo; entre 1568-1808 piensa que no intervino
ningún elemento suficientemente decisivo como para considerar que toda la Iglesia
hispanoamericana entró en una nueva etapa, aunque destaca que hay que distinguir entre Iglesia
diocesana, la ya constituida y consolidada definitivamente, e Iglesia misional o vías de constitución,
y no descarta que el hecho de la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767 afectara profundamente
a la Iglesia; finalmente, el período entre 1808-1824 se caracteriza por una crisis, la Iglesia se ve
sacudida por los acontecimientos políticos.
DUSSEL, Enrique, Historia General de la Iglesia en América Latina vol. I/1 Introducción general,
CEHILA, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1983
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Dussel afirma que toda periodización tiene algo de artificial, que depende de los criterios diversos
desde los cuales se las abarque. Pero su necesidad está en la imposibilidad de una descripción
histórica sin estas figuras o momentos que nos permitan hacer un alto y analizarlas enmarcados en
ciertos límites.
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En un trabajo posterior, admite las limitaciones de su periodización propuesta anteriormente, y
afirma que estaba pensada principalmente para la América hispana, sin tratar al Brasil, que no tuvo
en cuenta el fenómeno protestante y que la periodización del siglo XIX y XX era muy tentativa.
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Realizando un trabajo en conjunto, propone una nueva periodización basada en épocas, períodos y
fases:
Iª Época: La cristiandad americana (1492-1808)
Primer período: La evangelización
Segundo período: La organización de la Iglesia
Tercer período: La vida cotidiana de la cristiandad americana
IIª Época: La Iglesia y los nuevos Estados (1808-1930)
Cuarto período: La Iglesia en la emancipación
Quinto período: La Iglesia en la formación de los nuevos Estados
Sexto período: La reorganización de la Iglesia ante el Estado liberal
IIIª Época: Hacia una Iglesia latinoamericana (1930- )
Séptimo período: El laicado y la cuestión social (1930-1962)
Octavo período: La Iglesia del Concilio Vaticano II y del CELAM y la liberación latinoamericana (1962-
)
Este modelo de periodización aclara que en la época colonial no admite un marco cronológico
suficientemente generalizable y que por lo tanto se tiene en cuenta más bien estos tres fenómenos
para que la cronología vaya surgiendo según las regiones y países latinoamericanos.
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Aclara que entiende por épocas:
Los momentos más importantes de la historia que, fundamentalmente, quedan definidas en
referencia a la estructura de la totalidad práctico-productiva que la determina.
Períodos:
Son momentos internos de las épocas, cuya caracterización depende más bien del conjunto de
acontecimientos dentro de un mismo tipo de totalidad práctica productiva, pero modelizada de
manera definida.
Fases:
Son momentos internos en los períodos donde se dan, dentro del mismo período o modelo, cambios
en el bloque histórico no determinantes sino secundarios, o coyunturas de significación tal que
indican que es necesario mostrar alguna diferencia.