Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Para la universidad dos de los ejes misionales más importantes en su acción son investigación
y formación de profesionales de manera integral, es por eso que se realiza el ejercicio
investigativo desde temprano en la formación académica.
Esto se complementa con la adecuada orientación docente que guía el proceso, no solo en
materia académica y teórica sino también la formación de valores, que permeen las acciones
de las estudiantes en su diario vivir y a futuro en su intervención profesional. A su vez, la
investigación desarrollada permitió identificar las percepciones de los profesionales en Trabajo
Social acerca de la ética en su quehacer profesional.
2. Justificación
Teniendo en cuenta la revisión documental que se realizó y de la que se dará cuentas en el
capítulo de antecedentes, es posible afirmar que no se cuenta con suficientes investigaciones y
producción escrita en cuanto al tema objeto de investigación: la tipificación de faltas según su
gravedad en el ejercicio profesional de trabajo social. Haciendo más difícil tener claro la
diferencia entre los distintos tipos de faltas a nivel internacional, evidenciando el vacío de
conocimiento en este aspecto y fomentando confusión en los usuarios, profesionales y en el
gremio de trabajo social.
El Consejo Nacional de Trabajo Social como ente encargado de establecer los lineamientos
que guían y limitan la práctica profesional y en uso de sus facultades otorgadas por la ley 53
de 1977, en el marco de sus principios y valores; plantea que es un deber del trabajador social
“realizar investigaciones y participar en procesos que contribuyan a comprender, identificar,
explicar e intervenir en la realidad social para transformarla.” (Código de ética, 2015: p.5). Por
ende, para el Consejo Nacional de Trabajo Social es importante reconocer cuáles son los
imaginarios que tienen los profesionales de Trabajo Social en cuanto a las faltas leves,
moderadas y graves que se pueden llegar a cometer durante el ejercicio profesional.
Esta investigación surge con el fin de poder tipificar de una mejor manera en el Código de
Ética de los Trabajadores Sociales Colombianos, las faltas y sus respectivas sanciones y así
generar una mayor confianza a los usuarios, profesionales e instituciones con respecto a los
procesos disciplinares que el Consejo lleva a cabo. A pesar de que en el acuerdo N° 018 del
2018, donde se modifican algunos artículos del código de ética, entre ellos el artículo 27 el cual
se refiere a las Sanciones, se introduce un parágrafo donde estas sanciones serán impuestas
teniendo en cuenta cuatro conductas graves, la primera hace referencia a las conductas que
afecten de manera permanente, de acuerdo con la magnitud del daño y las reiteradas en contra
de la integridad física o psicológica de los sujetos; la siguiente introduce los actos relacionados
con la comisión de un delito a título de dolo o culpa grave; la tercera tiene que ver con las
acciones que en el proceder vulneren los derechos humanos y por último, las conductas que
vayan en detrimento de la profesión y las instituciones; además el comité de ética puede adoptar
la calificación de conductas de “acción sin daño” entendidas como el no ocasionar perjuicios
irreparables por la intervención profesional. (Código de ética de Trabajo Social en Colombia
(2017). Dichas faltas siguen sin dar un panorama amplio para determinar lo que puede ser
considerado de forma más específica como faltas leves, moderadas y graves, generando
confusión o dificultad en cuanto a determinar las sanciones correspondientes establecidas en el
artículo 27 del Código de Ética.
Con esta investigación, el Consejo Nacional de Trabajo Social podrá tener una visión un
poco más detallada sobre los imaginarios que tienen los Trabajadores Sociales frente a uno de
los principales aspectos que más comprometen la praxis profesional, ya que al no existir una
adecuada tipificación de la naturaleza y gravedad frente a las malas conductas que se pueden
llegar a cometer cuando se presentan los dilemas éticos durante el ejercicio profesional, se
genera una gran confusión tanto para el trabajador social en su proceder como para los usuarios
e instituciones al momento de presentar las denuncias ante el CONTS de cuando un Trabajador
Social les genera afectaciones temporales o permanentes debido a su mala praxis profesional,
y de esto es consiente la doctora Clara Inés Rodríguez Hoyos, directora del CONTS, al asegurar
que los casos de denuncias en relación a las faltas del código de ética, como falsificación o
adulteración en la expedición de registros profesionales y otras malas conductas que se
presentan durante el ejercicio de la profesión han ido en aumento.
Además, el Consejo Nacional de Trabajo Social debe expedir el registro profesional a los
egresados que hayan obtenido el título de Trabajador Social en una institución debidamente
reconocida por el Estado y el Ministerio de educación Nacional.
Por otro lado, como es sabido constantemente el (CONTS) recibe diferentes denuncias
de los usuarios sobre mal praxis por parte de trabajadores sociales. Sin embargo, para que el
CONTS pueda resolver las inconformidades que tienen los usuarios con los profesionales,
cuenta con el comité de ética quien estudia las denuncias e impone las sanciones a los
profesionales que hayan atentado en contra de la ética, según el nivel de gravedad de la falta
cometida. Para determinarlo cuenta con el Código de Ética de los Trabajadores Sociales en
Colombia.
En segundo lugar, el código de ética profesional en su artículo 18 plasma las faltas que
con intención o sin esta pueden cometer los profesionales de trabajo social, las cuales son:
a) La contravención de las disposiciones legales que regulan la profesión, contempladas en la
Ley 53 de 1977 y el Decreto 2833 de 1981.
b) La violación de lo expresado en el Código de ética de los trabajadores sociales en Colombia.
c) Las disciplinarias de los trabajadores sociales que se desempeñen como servidores públicos,
d) Y todos aquellos actos que la ley eleve a la categoría de contravención o delito
(CONTS,2015 P.37-38).
Sin embargo, a pesar de estar estipuladas a nivel muy general tanto las faltas como las
sanciones al accionar profesional en el código de ética profesional no se profundiza en la
tipificación de las mismas y por lo tanto dificulta el estudio de las denuncias y la aplicación de
las sanciones por parte del comité de ética. Por lo anterior el Consejo Nacional de Trabajo
Social y la doctora Clara Inés Rodríguez Hoyos quien es la directora ejecutiva consideran
importante solicitar al grupo de estudiantes de trabajo social en práctica de investigación social
de IV semestre del programa de trabajo social de la Universidad Colegio Mayor de
Cundinamarca. Realizar una investigación alrededor del código de ética respecto a la
tipificación de faltas según su gravedad para conocer los imaginarios sociales que tienen los
profesionales en Trabajo Social respecto a lo que es una falta leve, moderada o grave en la
práctica profesional. Con el fin de poder plasmar de forma clara y entendible en el código de
ética profesional las faltas que se considera pueden cometer los profesionales de trabajo social
en contra de la ética en el ejercicio de su intervención profesional.
3.2 Objetivos
3.2.1 Objetivo general.
Explorar las significaciones imaginarias que tienen los trabajadores sociales sobre las
faltas leves, moderadas y graves en el contexto de su ejercicio profesional.
● Analizar los imaginarios sociales de los trabajadores sociales en relación con las
tipificaciones de faltas del Código de ética de los Trabajadores Sociales en Colombia.
● Realizar un análisis sobre la tipificación de faltas leves, moderadas y graves desde los
códigos de ética profesional en Trabajo Social a nivel Nacional e Internacional.
4. Antecedentes
Para la elaboración de los antecedentes se llevó a cabo una revisión a nivel Nacional de
tres (3) documentos, dos de ellos investigaciones realizadas por estudiantes de la Universidad
Colegio Mayor de Cundinamarca aprobados por el Consejo Nacional de Trabajo Social y el
Código de ética de los Trabajadores Sociales en Colombia. Posteriormente se realizó una
revisión documental a nivel Internacional de cuarenta (40) documentos entre los cuales están
los códigos de ética profesional en Trabajo Social de veintitrés (23) países y ocho (8) provincias
de Argentina, además de nueve (9) investigaciones enfocadas a la ética profesional. En un
inicio la búsqueda estuvo dirigida hacia la tipificación de faltas cometidas en la intervención
profesional de Trabajo Social según su gravedad, teniendo en cuenta que este es el objeto de la
presente investigación, y para dar cumplimento a esto, fue necesaria hacer una revisión acerca
de los principios, valores y normas éticas que orientan la comprensión de faltas leves,
moderadas y graves.
“La elaboración del proceso de revisión permitió: a) Reflexionar sobre cómo hoy, en
medio de la complejidad, la integralidad, la interdisciplinariedad y la diversidad de
tendencias, se configura el Trabajo Social contemporáneo; b) Generar espacios y
encuentros para lograr la consolidación como gremio, la construcción colectiva y, por
ende, la identidad profesional; c) Reconocer las categorías que se configuran, quedando
claros los principios fundamentales rectores asimilados por la mayoría y que
constituyen el eje transversal del desempeño profesional; d) Redefinir el papel de los
trabajadores sociales como garantes, protectores y defensores de los derechos humanos,
promoviendo la reparación, restitución y promoción integral de los mismos,
entendiéndose como principios éticos y políticos, centrados en la vida, la libertad, la
justicia y la dignidad.” Código de Ética de los Trabajadores Sociales en Colombia.
(2017)
Por otra parte, se tuvo acceso a la investigación titulada “La ética en el Trabajo Social:
Declaración de principios” escrita por Sáenz, J. (2015) plantea la revisión y análisis de la
región de América Latina y El Caribe, partiendo del contexto actual con problemáticas propias
en cada país, analizando partes puntuales del documento Principios Éticos del Trabajador
Social Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) Asociación Internacional de
Escuelas de Trabajo Social (AIETS) 2004.
Para Sáenz (2015) entre los objetivos del análisis se encuentra “promover el debate ético
y la reflexión en las organizaciones miembros, entre los profesionales de Trabajo Social de los
países miembros, así como en las Escuelas de Trabajo Social y entre sus estudiantes.” El
colectivo de la región de América Latina y el Caribe entiende la ética como un espacio de
reafirmación de la libertad: si no hay libertad no hay ética. Como profesionales, los trabajadores
sociales tienen responsabilidades de defender, la dimensión ética entendida como la
reafirmación de la capacidad humana de ser libres, de escoger conscientemente con
protagonismo las alternativas para una vida social digna, ampliando así la dimensión socio
política, aportando en las mediaciones a construir valores de emancipación humana desde la
práctica profesional. Este es un aspecto fundamental de la calidad del servicio que ofrecen los
profesionales de trabajo social a quienes hacen uso de sus servicios.
Por tanto, es importante reconocer que un hecho de mal praxis afecta al prestigio, buena
imagen, valores y principios de la profesión como un todo; y por ello es ineludible informar o
denunciar la situación al organismo gremial correspondiente; para que colabore o intervenga
correctivamente con el colega para que la profesión y sus miembros no se encuentren en una
situación de indefensión frente a las críticas externas de una mal praxis.
Una mal praxis en el trabajo social en la mayoría de los casos, no mata de inmediato,
pero podría hacerlo a largo plazo. Lo que sí afecta es a nivel de la denigración o degradación
humana en un contexto inmediato. Bajo esta consideración, la mal praxis en Trabajo Social
puede hacer que las personas, grupos o comunidades vivencien una experiencia llena de
obstáculos en la búsqueda de su mejor desarrollo integral. Debe insistirse en que la mal praxis
ocurre cuando el trabajador social se presta para que se dé la explotación del hombre en el
contexto de una determinada realidad social.
Siguiendo con este proceso de revisión, se encontró el documento “Los Valores Éticos
de la Intervención Social en el Espacio de la Supervisión Pedagógica” escrito por Etxeberria,
B. En este artículo se presenta la supervisión pedagógica como una metodología de instrucción
y aprendizaje que apoya y conduce a los procesos de meditación y adquisición de los valores
éticos de la intervención social. El Trabajo Social interviene en espacios en los que la presencia
de fenómenos relacionados con la vulnerabilidad, la exclusión y la desprotección, que dan lugar
preferente a la reflexión en torno al respeto de los valores y criterios éticos presentes en el
ejercicio de nuestra profesión.
Etxeberria citando a Salcedo, (2010) utiliza el término principio para “designar el modo
en que juzgamos correcto que cualquier persona que reconozca un bien y se compromete a
protegerlo o promocionarlo, lo haga”. Este término muestra no sólo el deber ser, sino también
la manera en la que debemos proteger aquello que defendemos.
Por otra parte, se mencionan las normas con relación a colegas y a otros profesionales,
institución, entre el trabajador social y la comunidad y con la profesión todos tienen en común
se refiere reconocer la labor de estos otros y de no emitir juicios perjudiciales sobre su
rendimiento profesional salvo en casos necesarios y por medio de los canales adecuados.
En este sentido, este código de ética enuncia cuatro tipos de sanciones dependiendo de la
gravedad de las faltas (leves, graves y muy graves) las cuales son advertencia; amonestación
privada; amonestación pública y suspensión temporal o definitiva como miembro/a. La
Asociación Dominicana de Profesionales de Trabajo Social comprende las faltas leves, graves
y muy graves de la siguiente manera:
● Se consideran faltas leves:
a) La falta de respeto a los/as demás colegas, siempre que las ofensas no trasciendan al ámbito
público.
b) El incumplimiento de responsabilidades asumidas que puedan retardar el cumplimiento del
plan de trabajo de la asociación.
● Se consideran faltas graves:
a) La acumulación de tres o más sanciones leves en el período de un año.
b) La infracción del Código de Ética, normas y estatutos de la asociación.
c) Las ofensas a los colegas que trascienden al ámbito público.
d) Los actos y omisiones que atenten a la moral, la dignidad y el prestigio de la profesión.
e) La infracción del secreto profesional, con perjuicio para terceros.
f) La emisión de informes y/o expedición de certificados que no se correspondan con la verdad.
g) Los actos que supongan competencia profesional desleal contra los/as colegas.
h) El incumplimiento de los deberes que correspondan a los cargos electos.
● Se consideran faltas muy graves:
a) La infracción del secreto profesional que trascienda al ámbito público, con perjuicio para
terceros/as.
b) La reiteración de tres o más faltas graves durante un mismo año.
c) Cualquier conducta que corresponda a delitos dolosos, en materia profesional.
d) El atentado contra los derechos humanos de las personas, durante el ejercicio profesional.
Continuando con la búsqueda de los códigos de ética se encontraron tres códigos de ética
de trabajo social de los siguientes países: Sudáfrica, Canadá y El Salvador, así como las
finalidades, principios, valores, deberes, responsabilidades y faltas que cada uno de ellos
plantea.
De igual manera se revisó el código de ética de Trabajo Social en Canadá el cual fue
elaborado en colaboración con la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) y
la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (AIETS) en el año 2005, sumado a
esto la CASW (2005) reconoce.” Que otros códigos de ética y los recursos se utilizaron en el
desarrollo de este código y las directrices para la práctica ética, en particular el Código de ética
de la Asociación Australiana de Trabajadores Sociales (DACM)” (p.1).El propósito de este
código es guiar a los profesionales con el convencimiento de que este documento no puede
garantizar el comportamiento ético, por lo que la asociación confía en las buenas prácticas
éticas individuales de los profesionales en su ejercicio, durante el ejercicio profesional.
En este país cada provincia se hace responsable de regular el ejercicio de los trabajadores
sociales para garantizar la protección de la población con quienes trabaja, por eso desde la
asociación hacen la recomendación a los profesionales de vincularse a los organismos
correspondientes de su provincia para garantizar la adhesión a este código.
El código de ética de este país fue realizado en el año 2006 donde la A.T.S.E.S (2006)
dice “Debido a la necesidad de establecer un marco de regulación de los principios éticos y
criterios profesionales por los que se deberá regir la profesión” (p.2). Todo con base en los
criterios y principios aprobados por la Asamblea General de la Federación Internacional de
Trabajadores Sociales en el año de 1994 y los derechos proclamados en la Declaración
Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Otro de los objetivos de este código de ética es dar la posibilidad a los profesionales de
ser independientes, que cuenten con credibilidad, honestidad e intervención respetuosa,
correcta y adecuada a las características y necesidades de los usuarios.
Continuando con el rastreo de estos códigos de ética profesionales se hizo una primera
recopilación de los códigos de ética profesionales en Trabajo Social de la Asociación Británica
de Trabajadores Sociales (BASW), la Asociación Australiana de Trabajadores Sociales
(AASW) y Asociación de Trabajadores Sociales de Nueva Zelanda (ANZASW). Esto con el
fin de identificar, cual es la clasificación que dichos países hacen a las faltas graves, leves y
moderadas, en la práctica profesional de los Trabajadores Sociales, junto con la descripción de
los principios, deberes y responsabilidades que manifiestan en sus códigos de ética.
Para llevar a cabo el debido proceso cuando un trabajador social incurra en alguna de
estas faltas según el código de ética de Trabajadores Sociales Australianos, es función del Panel
Nacional de Ética, determinar, en su absoluta discreción, una queja cumpla o no con el umbral
de falta ética grave.
Quejas consideradas por debajo del umbral de conducta ética grave y, por lo tanto, no
apropiadas para su consideración bajo el Proceso de Gestión de Quejas Éticas puede ser
considerado a través de otros procesos de resolución de disputas. Donde el AASW evalúa qué
cuál es el estamento adecuado de quejas, el AASW puede remitir al demandante a un organismo
más apropiado en primera instancia.
Asociación Australiana de Trabajo Social. Información para quejas con respecto a la mala
conducta ética grave. (2014 p.2)
Seguido de esto, se plantean algunas generalidades sobre los derechos y deberes del
profesional, y su actuar respecto a las personas, grupos y comunidades y respecto de sus
colegas. Adicionalmente se presenta un anexo con lo referente a faltas y sus respectivas
sanciones disciplinarias.
De este mismo país, en la provincia de Catamarca se tuvo en cuenta la ley 4098 de 1984
que regula y reglamenta varias de las acciones comprendidas por los profesionales en trabajo
social y los colegiados encargados de promover la buena práctica de la profesión y sancionar
aquellas conductas que van en contra de lo establecido en la mencionada ley, entre ellas se
destacan las siguientes: violación al reglamento de ética profesional e incompatibilidades,
pérdida de ciudadanía por razones de indignidad, contravención a las normas de esta ley (Art
17), entre otras. Adicionalmente se integran algunas funciones propias de la profesión como lo
son la investigación diagnóstica, planificación, coordinación, evaluación, educación,
terapéutica y asistencial (Art 3)
A su vez se encuentran ocho (8) provincias de Argentina entre ellas, La Plata, Córdoba,
Río Negro, Chaco y Jujuy, Catamarca, Tucumán y Buenos Aires y finalmente el código de
Ética del país de Filipinas, cuyo marco se desarrolla únicamente por los principios que deben
guiar al Trabajador Social en su quehacer profesional. Estos códigos se hallaron, a partir de un
rastreo, cuyo objetivo era identificar si se encontraban tipificadas las faltas según su gravedad.
En dicho código regido por la Ley Federal de Trabajo Social 27072, se encuentran
tipificadas las faltas graves y contrarias a la ética entre de ellas: a) Ejecutar de mala fe actos
reñidos con el buen ejercicio de la profesión e incurrir en omisiones culposas, aun cuando sea
en cumplimiento de órdenes de autoridades. b) Ejecutar en el ejercicio profesional acciones
que entrañen malicia o dolo, o que sean contrarias al bien común. c) Permitir que sus servicios
profesionales o su nombre, hagan posible el ejercicio de la profesión por quienes no estén
legalmente autorizados a ello. d) Autorizar documentos técnicos que no hayan sido estudiados,
ejecutados o revisados personalmente. e) Usar la actividad profesional para realizar
proselitismo confesional, político o ideológico. f) Actuar o comprometerse en cualquier forma
o práctica que tienda a desacreditar el honor o la dignidad de la profesión. g) Suscribir, expedir
o contribuir a que se otorguen títulos, diplomas, certificados de idoneidad profesional, a
personas que no lleguen a cumplir con los requisitos indispensables para ejercer la profesión
de conformidad con los principios de ética, las leyes y los reglamentos. h) Efectuar en sus
escritos e informes verbales citas tendenciosamente incompetentes o contrarias a la verdad. i)
Actuar con irresponsabilidad profesional, sea por negligencia, impericia o imprudencia en el
ejercicio de la profesión. Dentro de las provincias también se encuentra la provincia de
Córdoba Argentina, la cual está bajo el marco de la Ley 73.42, los elementos encontrados en
la indagación fueron los principios, faltas, sanciones, deberes y derechos. Este código se
fundamenta según el Colegio de Profesionales en Servicio Social en:
En tercer lugar, se encontró la provincia de Río Negro, esta provincia se rige bajo la ley
23.377 en dónde se encuentran ubicadas los principios, faltas, sanciones y deberes del
profesional en Trabajo Social. Esta provincia se basa según el Consejo Profesional de
Graduados en Servicio Social o Trabajo Social en “Velar por el cumplimiento estricto de la
legislación del ejercicio profesional y representar a la provincia de Río Negro en la Federación
Nacional de Trabajadores Sociales”. (s.f), allí se encuentra tipificado el faltar a la ética
profesional.
b) Haber perdido las condiciones requeridas por este Estatuto para ser asociados.
En un cuarto momento se encontró el código de ética de la provincia del Chaco cuyo eje
fundamental basado en el Colegio: Asistente Social es el “Ejercer la defensa y protección de
sus colegiados en cuestiones relacionadas con la profesión y su ejercicio” (1987). Dicho código
se encuentra regido bajo la ley 3.192, en este código se encontró los principios, faltas y sus
respectivas sanciones. Entre dichas faltas se encuentra:
c) Revelar el secreto profesional, sin perjuicio de las excepciones establecidas por ley.
Del código de ética de trabajo social en Italia no se encuentra una ley que reglamente
el ejercicio profesional, sin embargo se resaltan varias pautas, principios, conductas y deberes
que deben regir el quehacer profesional en cualquier ámbito de intervención, entre ellos se
mencionan algunos puntos específicos tales como; La profesión se basa en el valor de la
dignidad y la singularidad de todas las personas, respetar sus derechos y cualidades originales,
tales como la libertad, la igualdad, la sociabilidad, la solidaridad, la participación y la
afirmación de los principios de justicia y equidad social (Título 2, punto 5), La profesión se
basa en fundamentos éticos y la autonomía científica, técnica y profesional (Título 2, punto
10), el trabajador social debe comprometer su experiencia profesional para ayudar a mejorar
las políticas y procedimientos de organización del trabajo y procedimientos de organización de
trabajo, eficacia, eficiencia, accesibilidad y calidad de las operaciones y servicios profesionales
(Título 6, punto 45), La confidencialidad y el secreto profesional son el derecho y el deber
principal del cliente y usuario de la trabajadora social, dentro de los límites de la ley (Capítulo
3, punto 23). Cabe resaltar que también se mencionan algunos actos que podrían ser
sancionables, sin embargo, no enlista aquellas sanciones que pueden ser aplicadas en tales
casos.
4. Creemos que los hombres libres viven libremente en una sociedad libre, en la cual la pobreza
no es ni predestinación ni castigo, sino una condición que puede y debe ser cambiada.
1.- Dignidad. La persona humana, única e inviolable, tiene valor en sí misma con sus intereses
y finalidades.
2.- Libertad. La persona, en posesión de sus facultades humanas, realiza todos los actos sin
coacción ni impedimentos.
3.- Igualdad. Cada persona posee los mismos derechos y deberes compatibles con sus
peculiaridades y diferencias.
El código de ética está conformado por siete cánones éticos el primer canon es acerca de
él o la trabajador/a social como profesional donde el profesional debe actuar según lo estipulado
en el código de ética de su país, denunciará cualquier acto en contra de la ética que evidencia
por parte de sus colegas y enaltecerá la profesión haciendo sus labores y cumpliendo sus
funciones de forma correcta. El segundo canon es acerca del profesional del Trabajo Social, y
los y las participantes aquí se debe ofrecer de la manera más cordial, amable y completa los
servicios profesionales a los participantes, por ningún motivo los discriminará por color, raza,
sexo, no entablará relaciones afectivas y facilitará los recursos al participante para la solución
de sus problemas. El tercer canon es del profesional del Trabajo Social y la confidencialidad
ya que el profesional debe salvaguardar y respetar el derecho que tienen las personas a la
confidencialidad, igualmente le debe pedir previa autorización o consentimiento para el manejo
de datos e información personas la cual no consultara si no cuenta con el permiso. El cuarto
canon trata acerca del o la profesional del trabajo social, y sus compañeros y compañeras de
trabajo porque es importante que el profesional tenga buenas relaciones interpersonales con sus
colegas, sin emitir juicios en contra de nadie ni tampoco desmeritar o ignorar los aportes de sus
colegas contrario a esto se debe respetar y escuchar. En caso de presentar inconformidades
debe seguir el conducto regular para solucionar esto. En el quinto el o la profesional del Trabajo
Social debe usar las tecnologías para la información y comunicación para mayor seguridad y
confidencialidad de la información, creando contraseñas seguras y teniendo cuidado en caso
de compartir información vía web o hacer las sesiones virtualmente para que no se filtren los
datos. El sexto canon es del o la profesional del Trabajo Social y la supervisión en caso de que
el profesional tenga personal a cargo ya que debe fortalecer las destrezas y capacidades de cada
persona acompañándolos en el proceso de aprendizaje y acople a sus lugares de empleo,
igualmente debe velar por la integridad física y moral de sus subordinados para lograr el óptimo
desempeño en las labores. Y finalmente el séptimo canon habla de la relación del o la
profesional del Trabajo Social y la investigación donde cada profesional debe participar
activamente, hacer un trabajo según los pasos establecidos para investigar, debe divulgar los
resultados y tener activos y presentes para cualquier acción o decisión respecto a la
investigación a las personas que participaron, que dieron su aporte o que fueron investigadas.
Por otro lado, gracias a la revisión de las investigaciones realizadas se establece la Ética
Profesional como: “Conjunto de obligaciones y deberes que deben cumplirse durante el
ejercicio de la profesión. Estas obligaciones son imperativas y no pueden transgredirse sin faltar
al honor de la profesión”. Kohs, S (1966).
De igual forma, muchos de los documentos consultados abordan los temas de principios
y valores teniendo semejanzas en aspectos como: derechos humanos, justicia social, respeto,
honestidad, dignidad, libertad, igualdad, solidaridad, y confidencialidad. Algunos códigos de
ética y documentos hablan de acciones de mal praxis profesional o normas éticas con relación
a colegas y a otros profesionales, a la institución, entre el trabajador social y los usuarios y ante
la sociedad en general, encontrándose conductas como: cobrar de más por los servicios
prestados, mantener relaciones sexuales con los usuarios, apropiarse de recursos públicos,
divulgar información confidencial, apropiarse del trabajo académico de otros, actuar en
procesos para los que no cuenta con el debido conocimiento y otros más.
5. Marco institucional
El Consejo Nacional de Trabajo Social, creado por la Ley 53 de 1977 (artículo séptimo)
y reglamentado por el Decreto 2833 de 1981, fue oficializado en la ciudad de Bogotá D.C., el
16 de julio de 1986, en sesión convocada en el Ministerio de Educación Nacional. Como
primera sede para la Secretaría Ejecutiva del Consejo, se acogió la oficina de la Federación
Colombiana de Trabajadores Sociales (FECTS) en la ciudad de Medellín. Desde allí, por nueve
años (1986-1995) atendió el ámbito nacional.
5.1 Misión
apoyado por el Estado, para la vigilancia y control en la defensa del ejercicio profesional y la
ética de los trabajadores sociales. Además, contribuye al desarrollo del Trabajo Social en
Colombia mediante un equipo humano-técnico cualificado, en conjunto con los dos organismos
5.2 Visión
entre la academia y el gremio profesional, partícipe activo en la vigilancia, control, defensa del
(2013)
5.3 Principios
Se establece que, para su gestión, el Consejo Nacional de Trabajo Social tendrá los
5.4 Funciones
Las funciones primordiales que desempeña el Consejo son: Conocer de las denuncias que
se presenten por faltas contra la ética de la profesión y sancionarlas respectivamente, inscribir
y expedir el documento que certifique a los Trabajadores Sociales que lo soliciten, resolver
sobre la suspensión o cancelación de inscripciones, conforme a lo previsto en la Ley 53 de
1977, elaborar y aprobar su reglamentación interna de funcionamiento, denunciar ante las
autoridades competentes las violaciones comprobadas a las disposiciones legales que
reglamentan el ejercicio profesional de Trabajo Social y solicitar de las mismas la imposición
de las sanciones correspondientes y finalmente divulgar la Ley 53 de 1977 y el Decreto 2833
de 1981, como también los desarrollos y avances normativos y teóricos de la profesión en el
país.
5.5 Integrantes
53 de 1977, el Consejo Nacional de Trabajo Social deberá estar integrado por tres ministros
(Educación, Salud y Trabajo) o por sus delegados, por los dos presidentes del CONETS
Social.
y el Decreto 2833 de 1981, por medio del Acuerdo No. 004 de 2002, presentó su primer código
desde 2008 el proceso de revisión del mismo, con una metodología participativa en la que se
asociaciones regionales, los programas académicos de Trabajo Social, los trabajadores sociales
y estudiantes que por motivación e interés personal quisieron unirse al proceso. (CONTS,
2015).
El código de ética está conformado por seis capítulos que se dividen en:
1. “Objeto y alcance del código de ética: En este se proporciona a los Trabajadores Sociales
los lineamientos y orientaciones para el ejercicio profesional en el marco de los derechos
humanos y lo consagrado en la Constitución Política de Colombia.
2. Del Trabajo Social: Se hace referencia a la definición de la profesión y su intervención,
haciendo énfasis en el sentido social y político para potenciar la transformación social.
3. De los Trabajadores Sociales: En este capítulo se exponen los requisitos normativos para el
ejercicio profesional y el reconocimiento de un individuo como Trabajador Social.
4. Principios y valores: Se hace una definición de principios y valores en base al reconocimiento
de la dignidad inherente al ser humano y la garantía de sus derechos. De este modo se
establecen siete principios básicos que deben ser acogidos y asimilados por el profesional:
justicia, dignidad, libertad, igualdad, respeto, solidaridad y confidencialidad; así mismo se
nombran algunos de los valores que debe tener un profesional en Trabajo Social como:
honradez, responsabilidad, lealtad, compromiso, tolerancia, espíritu de servicio, sentido de
pertenencia, prudencia, humildad.
5. De los compromisos: En primer lugar, se plantean los compromisos fundamentales de los
Trabajadores sociales, con los sujetos, con la profesión, con los colegas, con otros profesionales
y con las organizaciones.
6. Régimen disciplinario: Se establecen las faltas, denuncias, trámite de las denuncias, su
estudio, la exposición del comité de ética, sus funciones, el procedimiento disciplinario y las
sanciones. (CONTS, 2015).
6. Marco legal.
En reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Trabajo Social, haciendo uso de las
facultades legales que le confiere la Ley 53 de 1977 y el Decreto 2833 de 1981.
6.1 LEY 53 DE 1977 (diciembre 23)
Artículo segundo. Solamente los profesionales de trabajo social se denominarán para los
efectos de la presente Ley "Trabajadores Sociales" y podrán desempeñar las funciones
establecidas para esta profesión tanto en la actividad pública como en la privada.
Parágrafo. Para el ejercicio de la profesión de trabajador social se establece, fuera de los
requisitos académicos exigidos por el Gobierno, prestar un año de trabajo que puede ejecutarse
en las entidades que el gobierno designe sea en la ciudad o en el campo.
Artículo tercero. Las empresas del Estado y las privadas que requieran los servicios de
trabajadores sociales sólo podrán contratar profesionales con título universitario.
Artículo cuarto. Establece como obligatorio para las empresas que tengan un número elevado
de trabajadores, que deberá ser calificado por el Gobierno, contratar para el servicio de los
mismos, trabajadores sociales con el objeto de que colaboren con ellos para el desarrollo de
políticas de empleo, salario e inversión de los mismos.
Artículo sexto. Para ejercer la profesión de trabajo social, se requiere estar inscrito ante el
Consejo Nacional de Trabajo Social, quien expedirá el documento que así lo certifique.
Parágrafo: Los profesionales en trabajo social a que hace referencia el artículo 3°,
deberán inscribir su título ante el Consejo Nacional de Trabajo Social, en un plazo no mayor
de 12 meses contados a partir de la vigencia de la presente Ley.
Artículo séptimo. Créase el Consejo Nacional de Trabajo Social, el cual estará integrado así:
• Por el Ministro de Educación o su delegado.
• Por el Ministro de Salud o su delegado.
• Por el Ministro de Trabajo o su delegado.
• Por el Presidente del Consejo Nacional para la Educación en Trabajo Social o su delegado.
• Por el Presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Sociales o su delegado.
• Por un delegado de la Asamblea Nacional de Facultades de Trabajo Social.
Artículo octavo. El Consejo Nacional de Trabajo Social tendrá las siguientes funciones:
a) Conocer de las denuncias que se presenten por falta contra la ética profesional y
sancionarlas.
b) Decidir dentro del término de treinta (30) días a partir de su presentación, sobre las
solicitudes de inscripción de los trabajadores sociales a que se refiere el artículo 3°.
c) Resolver sobre la suspensión o cancelación de inscripciones conforme a lo previsto en la
presente Ley.
d) Denunciar ante las autoridades competentes, las violaciones comprobadas a las
disposiciones legales que reglamentan el ejercicio profesional de trabajo social y solicitar de
las mismas, la imposición de las penas correspondientes.
e) Dictar el reglamento interno del Consejo.
f) Las demás que señalen las leyes y los decretos del Gobierno Nacional.
Artículo noveno. Las facultades de trabajo social establecidas o que se establezcan en el país
para la formación de profesionales de trabajo social, deberán funcionar dentro de una
universidad autorizada y reconocida por el Estado y bajo la inspección y vigilancia del
Ministerio de Educación Nacional de conformidad con las disposiciones legales vigentes en
cuanto al nivel universitario.
Artículo 1°. En los términos de la Ley 53 de 1977 se entiende por trabajo social la profesión
ubicada en el área de las Ciencias Sociales que cumple actividades relacionadas con las
políticas de bienestar y desarrollo social. Corresponde principalmente a los profesionales de
trabajo social:
a) Participar en la creación, planeación, ejecución, administración y evaluación de programas
de bienestar y desarrollo social.
b) Participar en la formulación y evaluación de políticas estatales y privadas de bienestar y
desarrollo social.
c) Realizar investigaciones que permitan identificar y explicar la realidad social.
d) Organizar grupos e individuos para su participación en planes y programas de desarrollo
social.
e) Colaborar en la selección, formación, supervisión y evaluación de personal vinculado a
programas de bienestar y desarrollo social.
f) Participar en el tratamiento de los problemas relacionados con el individuo, los grupos y la
comunidad aplicando las técnicas propias a la profesión.
Artículo 2°. Solamente pueden ejercer la profesión de trabajo social quienes posean títulos de
trabajador social, o su equivalente, expedido de conformidad con la ley por una institución de
educación superior debidamente reconocida por el Estado y además hayan obtenido su
inscripción en el Consejo Nacional de Trabajo Social.
Artículo 3°. El registro de los títulos obtenidos en el país se regirá por las disposiciones del
Decreto 2725 de 1980, y las disposiciones que lo adicionen, modifiquen o sustituyan. Los
títulos obtenidos en el exterior, requieren la convalidación y registro por parte del Instituto
Colombiano para el Fomento de la Educación Superior, ICFES, de acuerdo con el Decreto
1074 de 1980 y las normas que lo adicionen, modifiquen o sustituyan.
Artículo 4°. Para la inscripción ante el Consejo Nacional de Trabajo Social, se requiere la
presentación de: a) Solicitud escrita; b) Documento que acredite el registro del título. Parágrafo.
Los trabajadores sociales que hayan obtenido su título con anterioridad a la vigencia de este
Decreto, deben solicitar su inscripción al Consejo Nacional de Trabajo Social.
Artículo 5°. El Consejo Nacional de Trabajo Social decidirá en un plazo máximo de treinta
(30) días hábiles sobre la solicitud de inscripción. Si ella es aceptada expedirá el documento
que así lo certifique.
Artículo 7°. Las sanciones a que se refiere el literal a) del artículo 8° de la Ley 53 de 1977, se
impondrán previo estudio de la queja formulada, atendiendo a la naturaleza y gravedad de la
falta y a los antecedentes personales y profesionales del responsable. Las sanciones serán. a)
Amonestación verbal; b) Amonestación pública mediante resolución motivada.
Artículo 8°. Contra las providencias dictadas por el Consejo Nacional de Trabajo Social, sólo
procede por la vía gubernativa el recurso de reposición previsto en el Decreto 2733 de 1959.
Artículo 9°. Las empresas están obligadas a contratar trabajadores sociales en la proporción
de uno (1) por cada quinientos (500) trabajadores permanentes y uno (1) por fracción superior
a doscientos (200) trabajadores permanentes, para cumplir los fines previstos en el artículo 4°
de la Ley 53 de 1977.
Artículo 10°. Las decisiones del Consejo Nacional de Trabajo Social requieren el voto
favorable de la mayoría absoluta de sus miembros.
Artículo 11°. Los títulos de trabajador social y de Especialista, Magíster y Doctor en Trabajo
Social sólo podrán ser otorgados por instituciones de educación superior debidamente
autorizadas para ello por el Estado
Artículo 12°. El Gobierno Nacional asignará a través del Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social la partida presupuestal necesaria para el funcionamiento del Consejo Nacional de
Trabajo Social.
CAPÍTULO 1.
Artículo 1. Del objeto. El objeto del presente Código es proporcionar a los trabajadores
sociales lineamientos y orientaciones para el ejercicio profesional en el marco de los derechos
humanos y lo consagrado en la Constitución Política de Colombia.
Artículo 2. Alcance del código. El objeto descrito permite a los trabajadores sociales en el
ejercicio profesional:
a) Contar con lineamientos y orientaciones para las acciones y la toma de decisiones en
situaciones complejas.
b) Establecer, con principios y valores, las actitudes y prácticas que conlleven al logro de los
fines de la profesión.
c) Orientar los máximos de identidad personal y profesional hacia el principio supremo de la
justicia y el bien común en los grupos sociales y sus realidades.
CAPÍTULO 2.
DEL TRABAJO SOCIAL
Artículo 3. Criterios para definir el Trabajo Social. El ser del Trabajo Social configura, por
una parte, el reconocimiento del “otro” y de “los otros” como sujetos sociales y políticos
capaces de transformar realidades sociales en los procesos de formación, participación,
movilización y acción colectiva; y, por otra parte, el reconocimiento de las condiciones
estructurales y coyunturales de las realidades sociales en la que los mismos sujetos, las
organizaciones, las instituciones y el Estado se desenvuelven cotidianamente (CONTS,2015).
Artículo 4. Definición de Trabajo Social. El Trabajo Social se concibe como una profesión-
disciplina constitutiva de las ciencias sociales, que se desarrolla en el ámbito de las
interacciones entre los sujetos, las instituciones, las organizaciones sociales y el Estado, de
manera dialógica y crítica. Comporta referentes de intervención que se constituyen en el eje
que estructura el ejercicio profesional, confiriéndole un sentido social y político para potenciar
procesos de transformación social.
CAPÍTULO 3.
DE LOS TRABAJADORES SOCIALES
Artículo 6. Los trabajadores sociales. Se reconoce la calidad de profesionales en Trabajo
Social a quienes hayan obtenido el título de trabajador(a) social o profesional en Trabajo Social,
expedido por una universidad debidamente reconocida por el Estado. Además, de acuerdo con
la Ley 53 de 1977 y el Decreto 1295 de 2010, a quienes con anterioridad hayan obtenido un
título expedido por una universidad debidamente reconocida por el Estado. (CONTS, 2015).
Artículo 7. Sobre otros títulos. Como lo plantea la Ley 53 de 1977, no serán válidos los títulos
honoríficos en Trabajo Social.
Cornelius Castoriadis
Para este filósofo y psicoanalista el imaginario social es una creación continua y esencial
entre los contextos (histórico-social y psíquico) de figuras, formas, imágenes y símbolos a
partir de las cuales solamente puede tratarse de «alguna cosa». Lo que llamamos «realidad» y
«racionalidad» son obras de ello.
Además, para Castoriadis, la historia impone restricciones, en cuanto a la re-creación del
pasado, del mito y de la tradición puesto que se hace a partir de las significaciones imaginarias
del tiempo en que se quiere recrear y no del tiempo pretérito. Además, no se puede entender
un acontecimiento o un hecho particular separado del resto. Una situación nunca va a tener el
mismo significado para todos en determinado momento histórico. La necesidad de
representación y modos de hacerlo cambian según la contingencia de la praxis.
Lev Vygotsky
Este psicólogo ruso de origen judío plantea en su teoría sociocultural, la relación entre el
pensamiento y lenguaje, y el uso de los instrumentos y signos como mediadores para la
comprensión de los procesos sociales. Carrera (2001) afirma que “respecto al ámbito histórico
- sociocultural Vygotsky señala que éste es el que engendra sistemas artificiales complejos y
arbitrarios que regulan la conducta social.” (p. 42).
Vygotsky concibe al hombre como un ser activo de las sociedades, como un ser social
que opera en relación con otros y cuya actividad siempre genera cambios a su alrededor. Estos
cambios generan una herencia histórica para que un nuevo miembro pueda interpretar
correctamente el mundo que le rodea, esta historia colectiva es necesaria para la interacción de
los miembros de una sociedad y la interpretación de su realidad.
Alfred Schütz
La postura de este sociólogo es retomada por Motivar (2017), Schutz afirma en cuanto a
relaciones intersubjetivas, que éstas se encuentran inmersas en el mundo externo de la relación
entre el sí-mismo y el otro convirtiéndose en una relación colectiva –nosotros-. (p.8). Además,
Schütz agrega que cada accionar dentro del mundo externo llega a ser o a constituir el
compendio de experiencias que serán, ahora, parte de la identidad del sujeto social.
Desde este punto de vista antropológico se muestra que el ser humano posee diferentes
intereses y perspectivas acerca de un deseo o motivo en particular, que lo llevan a tener una
trayectoria en su vida construyendo así su realidad. En palabras de Schütz (citado en Motivar,
2017) “Cada persona, además, sigue durante toda su vida interpretando lo que encuentra en el
mundo según la perspectiva de sus intereses particulares, motivos, deseos, aspiraciones,
compromisos religiosos e ideológicos”.
Es por eso que no es correcto que se haga referencia a la existencia de una sola realidad en
el mundo externo, puesto que el sujeto social se mueve de una realidad a otra macro realidad,
insertando conductas y modificando continuamente lo que predecesores han dejado, llegando
así a compartir esas nuevas realidades, con los semejantes en este mundo exterior e infinidades
de sí-mismos.
Para Motivar (2017) la realidad del sentido común nos es dada en formas culturales e
históricas de validez universal, pero el modo en que estas formas se expresan en una vida
individual depende de la totalidad de la experiencia que una persona construye en el curso de
su existencia concreta.
Gilbert Durand
Este antropólogo establece una relación complementaria, entre lenguaje y simbolismo en
donde el lenguaje es un molde en el que entran los símbolos creados socialmente a través de
un trayecto socio histórico, más específicamente. Como lo expresa Duran (citado en Motivar,
2017) el imaginario social es la ineludible re-presentación, de la facultad de simbolización de
los hombres de donde todos los miedos, todas las esperanzas y sus frutos culturales emanan de
manera continua desde hace un millón y medio de años aproximadamente.
Desde esta perspectiva, las experiencias históricas se convierten en el lugar desde donde el
sentido histórico coexiste con la vida presente y pasada. Por tanto, no puede haber vida en el
tiempo presente, si no se piensa y se reflexiona acerca del horizonte que se tiene del pasado.
De acuerdo con lo señalado, cuando se hace referencia a la construcción de sociedad, es
indispensable tener presente las dinámicas sociales que surgen desde el punto de vista histórico,
siendo éste la fuente de la existencia de los aportes experienciales del sujeto a la realidad social.
Baeza (citado en Motivar, 2017) expresa que, de cada cambio histórico, acontece la imposición
de nuevos imaginarios sociales frente a los que ya estaban.
7. 2. Imaginarios sociales.
7.2.1. Teoría de imaginarios sociales
El imaginario social es un concepto creado por el escritor y filósofo Greco-Francés Cornelius,
C (1997) define un imaginario social como “Una construcción socio histórica que abarca el
conjunto de instituciones, normas y símbolos que comparte un determinado grupo social y,
que, pese a su carácter imaginado, opera en la realidad ofreciendo tanto oportunidades como
restricciones para el accionar de los sujetos”. De tal manera, un imaginario no es una ficción
ni una falsedad, sino que se trata de una realidad que tiene consecuencias prácticas para la vida
cotidiana de las personas.
Para Castoriadis (1997), “la historia impone restricciones, en cuanto a la re-creación del
pasado, del mito y de la tradición puesto que se hace a partir de las significaciones imaginarias
del tiempo en que se quiere recrear y no del tiempo pretérito” es decir, cuando traemos algo a
nuestra memoria lo recordamos con la emotividad o significación del presente y no como lo
sentimos en el pasado. Además, no se puede entender un acontecimiento o un hecho particular
separado del resto. Una situación nunca va a tener el mismo significado para todos en
determinado momento histórico. La necesidad de representación y modos de hacerlo cambian
según la contingencia de la praxis.
Asimismo, Castoriadis crea el concepto de imaginario social para marcar una diferencia con
la hegemonía del estructuralismo y determinismo marxista. Mientras que Marx parte de la
premisa que las ideas no son más que el reflejo de las relaciones de producción de una sociedad,
Castoriadis creía que las ideas tienen una vida propia y, por lo tanto, tienen cierto grado de
autonomía con respecto al globo económico. La intención de Castoriadis es repensar la teoría
de Marx para darle un mayor peso a las ideas como fuente de creación y modificación de la
realidad, la teoría de Marx es entendida como “Teoría científica que expresa los intereses
históricos revolucionarios del proletariado como clase social. Su producción va a estar
condicionada por la existencia de esta clase cuyos intereses históricos van a pasar por la
eliminación de toda forma de explotación” Montil, L (S.f)
Por tal razón, para Castoriadis, cuando decimos que el imaginario es social
significa que los fenómenos que lo constituyen no son reducibles a lo síquico e
individual; la institución de la sociedad no es obra de ningún individuo o grupo de ellos
en particular, sino de un colectivo anónimo e indivisible, que trasciende a las personas
y se impone a ellas; este imaginario social provee a la psique de significaciones y
valores, y a los individuos les da los medios para comunicarse y las formas de
cooperación. Castoriadis (1997) citado en Vidal (S.f)
Por otro lado, Montil, L (S.f) desde el marco y los análisis promovidos por el Socialismo,
en donde desarrolló Castoriadis su concepto de autonomía y su ruptura, radical o no, con el
marxismo, en donde la autonomía desde el pensamiento tiene varios obstáculos. Tal autonomía
implica dos procedimientos aparentemente paradójicos según los dictados del pensamiento
heredado: La creación y la autodeterminación. La autonomía supone la creación de algo que
no es deducible, a partir de las condiciones antecedentes (algo que no existe previamente, lo
cual no consiste en crear "con nada" ni "desde nada").En definitiva, Castoriadis combatió el
pensamiento instituyente de Marx y para ello se vio obligado a repensarlo, puesto que la crítica
hacia Marx iba dirigida en que él según Castoriadis se centraba en lo instituyente y no en lo
instituido, ya que para Castoriadis la eficacia y cohesión de las sociedades se sustentan en el
supuesto de que las normas tienen un origen externo, ya sea la naturaleza, los dioses, los mitos,
la tradición o, de manera contemporánea, las leyes históricas o economicistas.
Continuando con este razonamiento Castoriadis, C (1997) manifiesta que:
“La imaginación es la creación humana indeterminada, por tanto, el cambio. El cambio
social implica interrupciones fundamentales que no pueden ser explicadas en términos
de causas deterministas o presentadas como una secuencia de acontecimientos. El
cambio emerge a través del imaginario social “anónimo”. Todas las sociedades
construyen sus propios imaginarios”.
A su vez, Castoriadis, manifiesta que el imaginario social viene a caracterizar las sociedades
humanas como creación ontológica de un modo de ser sui generis (su origen), absolutamente
irreducible al de otros entes. Distingue, también al mundo singular una y otra vez creado por
una sociedad como su mundo propio (Castoriadis, 1975). se reconoce que individual y
colectivamente somos únicos e innumerables en diversas categorías.
En este sentido el imaginario social para Castoriadis se refiere a la instancia de creación del
modo de una sociedad, dado que instituye las significaciones que producen un determinado
mundo (Griego, Romano, Inca, etc.) llevando a la emergencia de representaciones, afectos,
deseos y sanciones propios del mismo. Se debe diferenciar de las representaciones sociales. El
imaginario social es un “magma de significaciones imaginarias sociales” encarnadas en
instituciones. Como tal, regula el decir y orienta la acción de los miembros de esa sociedad, en
la que determina tanto las maneras de sentir y desear como las maneras de pensar Castoriadis
(1997).
Castoriadis (como se citó en Silva, 2006) recalca que en la historia de la humanidad también
existen las imaginaciones fundamentales, las cuales han sido el origen de nuestros órdenes
sociales. El autor pone como ejemplo primero el imaginario religioso, el cual existe conforme
a los fines de la sociedad, porque cumple una función esencial en la vida de las personas. Y en
segundo lugar el imaginario radical que implica la capacidad de hacer surgir como imagen algo
que no es, ni qué fue. (Castoriadis,1982). O lo que llamamos comúnmente mentira, que
"consiste en dar voluntariamente a un interlocutor una visión de la realidad diferente de la que
uno mismo tiene por verdadera". (Durandin y Escamila 1983-1989)
Este mismo autor, divide el imaginario social en dos planos de significación distintos, pero
dependientes uno del otro. De este modo se encuentran los “primarios o centrales, que son
creaciones imaginadas que no dependen sino de su misma idea para referenciarse, como Dios,
la familia o el Estado y los secundarios, que surgen y dependen de los primarios, por ejemplo,
la idea de ciudadano no puede concebirse sin la idea de Estado. Por ello estas representaciones
son consideradas instrumentales, jugando un simple papel reproductor de los primarios”
(Randazzo, (s.f.), p.3).
El autor también hace referencia al término de imaginarios sociales desde la corriente marxista
retomando un párrafo de “El capital” en el que Marx hace alusión a unos jeroglíficos sociales.
Pintos (2014) lo relaciona con una especie de trabajo sociológico que aunque Marx lo enfoca
hacia la economía, él lo mira desde la perspectiva de que los imaginarios sociales son
constructores del orden social, como consecuencia se crean dos imaginarios potentes y de
alcance político el primero es el “Capitalismo”, aquí Pintos asegura que en este imaginario
”Se han hecho procesos analíticos rigurosos en el campo económico con formas políticas ajenas
a las democráticas” (Pintos, 2014, p. 05). El otro imaginario es el de “Revolución” el cual se
ha visto devaluado por usos ajenos a la política y fracasos de algunos hechos llamados como
“revolucionarios”.
Desde la semántica y la hermenéutica Pintos, hace una relación de los campos semánticos
planteados por Roland Barthes con la teoría y práctica de los imaginarios en cuanto a los
análisis de textos, y análisis retóricos de las imágenes, preguntas como de ¿Quién habla? o
¿Desde dónde se habla? llevaron al autor a plantearse el “marco social del conocimiento”. Así
“El sentido no se identificaba con un sentimiento subjetivo sino como lo que Max Weber
consideraba como [...] “el sentido mentado de la acción”; donde una acción empieza a ser social
cuando tiene sentido para otro”. (Pintos, 2014, p.05). Pintos admite que cuando inició todo su
trabajo en el campo de los imaginarios sociales, los denominaba representaciones sociales, sin
embargo, con el tiempo cambió este término ya que estaría cayendo en aquello que criticó
inicialmente frente a las formas tradicionales de pensamiento; comenzó a utilizar el término de
imaginarios sociales, pues estos son la fuente de lo que se puede percibir mediante instrumentos
sensitivos.
Por último, hace referencia a la concepción sistémica y socio cibernética, el más trabajado
por este autor. Pinto (2014) dice. “Que el análisis de la “complejidad” utiliza como eje
diferenciador el código comunicativo “relevancia/opacidad” (p. 05). Sugiere que la manera
como se deben pensar las sociedades actuales es bajo el concepto de “policontexturalidad”, lo
que quiere decir es que actualmente la sociedad no tiene un centro, vértice o referencia única y
por tanto, nos es imposible disponer de muchos saberes para ponernos inequívocamente en
alguno, de allí la importancia del meta código “Inclusión/ Exclusión” debido a que cada grupo
al tener que delimitar y definir de manera constante su código genera una inclusión y exclusión
para los no afectados.
Con base en los conceptos dados anteriormente, Pintos (2014) propone una definición
propia para lo teórico y operativo de los imaginarios sociales por medio del siguiente acróstico:
Los imaginarios sociales: Se habla de imaginarios porque no existe un imaginario único ni
una verdad indiscutible, ni una moral universalmente válida.
Esquemas: “Idea o concepto que alguien tiene de algo y que condiciona su comportamiento”,
no son observables ni medibles, pero permiten entender muchos objetos
Constituidos socialmente: No construidos por los sujetos sino por las estructuras y sistemas
en que esos sujetos habitan.
Que orientan: No son determinantes ni causantes. Orientar es una acción vinculada a la
perspectiva de producir un control a través de la retroalimentación comunicativa y la
recursividad. Orientar es la posibilidad de variar el rumbo de la observación
Nuestra percepción: no acción ni pensamiento. No tiene que ver con las creencias de un grupo,
sino que lleva al observador a percibir de una manera y no de otra.
Permiten: Supera la coacción ideológica
Nuestra explicación: No pertenecen los imaginarios al campo de los sentimientos ni de las
emociones.
Hacen posible: pueden ofrecer un panorama diferenciado de explicaciones que sitúen el campo
de la acción en el de la selección de lo posible y no tanto de lo deseable.
En lo que en diferentes sistemas sociales: No tenemos ninguna pretensión de universalidad
de nuestra teoría.
Sea tenido como realidad: La realidad no es única
Por otro lado, el sociólogo Baeza, aporta una mirada fenomenológica del estudio de
imaginarios sociales dada gracias a la institucionalización imaginaria de la conexión y cohesión
de la sociedad. El autor plantea que los imaginarios sociales
“Además de ser construcciones mentales o ideacionales de significación compartida,
son verdaderos homologadores de todas las maneras de pensar, de todas las
modalidades relacionales y de todas las prácticas sociales que reconocemos y asumimos
como propias en nuestra sociedad. Lo que entiendo por una significación socialmente
compartida, así planteada, reconoce entonces su razón de ser: ella es ampliamente
motivada por la necesidad operativa de fundar algo así como una gramática promotora
y facilitadora de la vida en sociedad, para que esta última se reproduzca como tal. Esta
es toda la temática de la institucionalización del pensar y del actuar en los grupos
sociales”. (2003, p. 25).
De igual manera el autor Silva dice que los imaginarios sociales son aquellas
representaciones colectivas que rigen los sistemas de identificación social y que hacen visible
la invisibilidad social. Es decir, tienen que ver, con las visiones del mundo, con los meta relatos,
con las mitologías y las cosmologías. Se configuran como una forma transitoria de expresión,
como un mecanismo indirecto de producción social, y como una sustancia cultural histórica.
(Silva,2006, p.104)
Seguido a esto, el autor Charles Peirce (como se citó en Silva, 2006) también define los
imaginarios como una construcción social de la realidad, pero dice que esto es consecuencia
de entender los imaginarios como inscripción psíquica es decir desde lo real, lo imaginario y
lo simbólico. Pues a partir de lo anterior es que los seres humanos poseen una lógica
representativa. (Peirce,2006, p.105)
De manera semejante para Martínez (s.f.) el imaginario social se trata de una producción
colectiva, ya que recoge la memoria que la familia y los grupos depositan en sus contactos con
el cotidiano. En palabras de Lizcano (citado en Martínez, s.f.) el imaginario social está formado
por un conjunto de relaciones de imágenes que actúan como memoria afectivo-social de una
cultura, un substrato ideológico mantenido por la comunidad. El imaginario es el lugar de la
creatividad social, de los límites y fronteras dentro de los cuales cada colectividad puede
desplegar su imaginación, su reflexión y sus prácticas.
La expresión del imaginario social se traduce en símbolos, alegorías, rituales y mitos. Es por
ello que los elementos anteriores plasman modos de ver el mundo, modelando estilos de vida
y comportamiento y particulares formas de ver y entender el mundo con lo cual lo preservan o
generan cambios.” (p.1)
Martínez (s.f.) afirma que el imaginario también es el sitio de los presupuestos, es decir
aquello que cada cultura y cada grupo social asume previamente. Al respecto, Taylor (2006)
entiende el imaginario social como “una idea de las expectativas normales que mantenemos
los unos respecto de los otros, de la clase de entendimiento común que nos permite desarrollar
las prácticas colectivas que informan nuestra vida social” (p.38).
Los imaginarios sociales se asumen como estructuras subjetivas que dan sentido a la
realidad, por tanto, se nutren de una base de conocimientos y prácticas sociales establecidas y
de la capacidad cognitiva de imaginar y recrear. Se mantienen o reproducen a partir de factores
simbólicos como la tradición, la rutina o la memoria histórica.
Para Martínez (s.f.) el imaginario social se puede comparar con los anteojos a través del
cual los colectivos buscan percibir y percibirse. El imaginario responde entonces a la necesidad
de posicionamiento de los sujetos en un intento por explicarse su relación y posición ante la
realidad. “Ante la emergencia o adhesión del imaginario, el individuo modifica o redefine sus
comportamientos sociales a través de actitudes, formas de pensar, definición de estéticas
corporales, modos de reconocer y valorar la cultura visual, la visualidad.” (p.3).
Así mismo, para el filósofo Carretero (2011) el imaginario social sería el ideal mediante el
cual se garantizaría y salvaguardaría la identidad societal.
Desde esta perspectiva, la cohesión social yacería en una atribución por parte de todos los
coparticipantes en un mismo grupo o sociedad a un aspecto más imaginario que propiamente
real. La singularidad de un grupo social o sociedad, sus características particulares, el
establecimiento de unas fronteras simbólicas con respecto a otros grupos sociales y sociedades;
pasaría, entonces, por la configuración de un determinado imaginario social. La adhesión a un
imaginario social implica una distintiva y casi intransferible manera común de situarse los
integrantes de una colectividad ante el mundo, de dar sentido a su realidad y a los modos de
articulación de sus relaciones intersubjetivas.
Para Carretero (2011) el imaginario social, debe presentarse necesariamente como algo
completo y compacto “puesto que la naturaleza del imaginario social es propiamente
inmaterial, ideal, el mantenimiento y reproducción de las identidades colectivas exige que
aquél se vea materializado, encarnado, en algo material. El imaginario social se hace visible –
y también manipulable- en el privilegiado dominio de lo simbólico.” (p.102). El símbolo, como
el emblema de las sociedades tribales, condensaría y expresaría de forma tangible, visualizable,
toda la fuerza operativa del imaginario social. En este sentido, se debe profundizar en dos
conceptos claves para Carretero:
Así con anterioridad a que una sociedad reorganice su vida material, con anterioridad
a que elabore una ideología de la utilidad, en definitiva, con anterioridad a que ella se otorgue
un proyecto político-económico o constituya su poder, tiene necesidad de una potencia
inmaterial, de lo simbólico, de lo inútil, de todas esas cosas que se pueden reunir bajo el término
«imaginario social». A este respecto, podemos ver la solidaridad y la fuerza de las sociedades
nacientes, o también el aspecto dinámico de las reuniones juveniles o de otros grupos (políticos,
culturales, religiosos) que reposan sobre un ideal compartido. En cada uno de estos casos, la
fuerza viva del conjunto es o bien la utopía, el imaginario que la ha constituido. Cuando este
imaginario decae, entonces la estructuración social pierde su fuerza y tiende a difuminarse.
(p.157)
En esta misma línea de argumentación, Sartre expresa que lo imaginario es todo aquello que
se encuentra en el terreno de la imaginación, el cual tiene relación con la imagen y la
mentalidad. La imagen es considerada “como un elemento de la conciencia” elemento que se
da desde su aparición, no por un proceso de aprendizaje. Dado que la imagen es un dato que
trata de alcanzar en su corporeidad a un objeto ausente, a través de un contenido físico o
psíquico que no se da propiamente, sino a título de “representante lógico” del objeto
considerado” (1964, p. 35).
A su vez L. Strauss y G. Durand (como se citó en Silva, 2006) estipulan a modo de ejemplo
que el mito posee una interpretación simbólica, más que una interpretación de solo palabras.
Por otro lado, G. Durand (como se citó en Silva, 2006) agrega “La conciencia dispone de
dos maneras de representar el mundo: Una directa, en la cual la misma cosa parece presentarse
ante el espíritu, como en la percepción o en la simple sensación. Y otra indirecta, cuando por
una u otra razón la cosa no puede presentarse en "carne y hueso" a la sensibilidad”. Lo anterior
está relacionado con la imaginación simbólica, es decir, cuando el significado no se puede
presentar con una cosa específica, una palabra exacta o una descripción única, y lo que se
presenta es más que una cosa, y uno o muchos sentidos que pueden abarcar la expresión
simbólica". (Silva, 2006).
Además, Cabrera se refiere a las significaciones segundas o sociedad instituida, la cual hace
referencia a que, “existe lo social instituido suponiendo siempre lo social instituyente. Es lo
que se denomina “histórico social”: unas estructuras e instituciones “materializadas” (sean
materiales o no) y, por otro lado, lo que estructura, instituye, materializa”. Cabrera (s.f. p. 11)
Frente al concepto de instituido, el autor afirma que “el mundo de significaciones
imaginarias de una sociedad es instituido, es obra de la sociedad y fundado en lo
imaginario. Una sociedad se instituye instituyendo un mundo de significaciones. En ese
sentido, las significaciones imaginarias sociales, fundadas en “lo imaginario social”, se
establecen como condiciones de posibilidad y representabilidad y, por ello, de
existencia de la sociedad” Cabrera (s.f. p. 5-6).
Desde otra postura, la autora María Varela (S.f) hace un análisis a la obra de Castoriadis
en el que manifiesta que, para comprender el comportamiento de una sociedad y sus
instituciones, se deben tener presentes dos elementos o manifestaciones: lo instituido y lo
instituyente.
“Lo instituido, nos indica los aspectos que han sido establecidos como representaciones
de la realidad a la que los miembros de la sociedad se ciñen; es lo que une y ordena de
manera incuestionable las diversas partes y elementos. Es lo inamovible y permanente
y se encuentra en cada cultura, con sus particularidades y con sus estructuras”. Varela
(s.f)
Lo instituyente está presente en cada momento, en cada sujeto, en lo que hace y en lo que
dice cuando toma conciencia de su ser en el mundo y se responsabiliza de sus decisiones y de
sus acciones.
“Entendemos lo instituido como lo que se mantiene y permite la continuidad de la
institución y lo instituyente como lo que modifica y altera discontinuamente”.
Varela (s.f)
En las definiciones que propone Varela para entender lo instituyente y lo instituido se deben
retomar las categorías de institución, sociedad e imaginario social retomados por Vidal (s.f) en
El imaginario social.
7.2.4 Corrientes
Pintos (2014) enuncia la existencia de dos corrientes de estudio y análisis para los imaginarios
sociales con las siguientes características:
1. Corriente Francesa: Esta corriente surge con las ideas de Emile Durkheim (1912) en el
estudio de las representaciones sociales por medio de la publicación de su obra “Las formas
elementales de la vida religiosa” donde plantea la relación entre la religión y la integración de
la sociedad (Aliaga y Pintos, 2012). El objetivo de esta corriente es revalorizar el factor
imaginario, ante una sociedad occidental racionalista, regida por la búsqueda de la objetividad,
es así que autores como Gilbert Durand sustentan tal revalorización desde lo antropológico
influenciado por factores de arquetipos, simbólicos y lo mítico.
Dentro de esta corriente aparece nuevamente Cornelius Castoriadis, él posiciona los
imaginarios sociales como: Un factor elemental en la configuración de la sociedad, con
respecto a lo constitutivo de lo real y las significaciones imaginarias en el orden social (Aliaga
y Pintos, 2012). También nombran otros autores importantes en esta corriente como Georges
Balandier y Michel Maffesoli quienes hacen referencia a las implicaciones de los imaginarios
en la modernidad avanzada o posmodernidad.
2. Corriente Iberoamericana: Esta corriente se ubica desde España con la obra de Juan
Luis Pintos Los imaginarios sociales: la nueva construcción de la realidad social publicada en
1955;desde un planteamiento sociológico y el constructivismo sistémico acerca los
imaginarios sociales para comprender la realidad y el orden social además presenta por primera
vez un modelo operativo de investigación basado en la socio cibernética, este modelo se
comienza a materializar en diferentes investigaciones de otras materias; otro autor muy
importante en esta corriente es Manuel Antonio Baeza.
Donde desarrolla una idea más cercana a la fenomenología de corte sociológico, y de esta
manera se funda en el año 2001 el “Grupo Compostela de Estudios sobre Imaginarios Sociales
(GCEIS)”. (Pintos, 2009).
Desde Latinoamérica se encuentra la investigación realizada por el colombiano Armando
Silva en los ’90 llamada Imaginarios Urbanos allí se ven los imaginarios sociales desde la
forma de vida en las ciudades de: Bogotá, Barcelona, Sao Paulo, Santiago de Chile entre otras,
las cuales se presentan desde una construcción imaginaria de sus habitantes.Así “Las
concepciones de lo urbano limitado a un territorio, su punto de partida es indagar aquellos
mecanismos por los que el ciudadano evoca la ciudad como dispositivo de aprehensión de la
realidad política y social”(Silva, 2006, p.391). Otro aporte fue el de Néstor García Canclini
quien publicó una obra llamada Imaginarios Urbanos pero enfocada a los fenómenos
generados por el mestizaje; en Colombia hay un grupo muy activo de investigadores en la
Universidad Tecnológica de Pereira liderado por la Dra. Olga Lucia Bedoya, llamado
Imaginario femenino y ciudad donde se han hecho una serie de investigaciones con
planteamientos constructivistas que han tenido importantes resultados.
Según Moscovici (1961) las representaciones sociales nacen determinadas por los
contextos en que son pensadas y constituidas, éstas fundamentadas en surgir en momentos de
crisis y conflictos. Moscovici deduce cuatro condiciones en la emergencia de las
representaciones sociales: la dispersión de la información, la focalización del sujeto individual
y colectivo, la presión a la inferencia del objeto socialmente definido y expresividad
orientacional. A continuación, se profundizará elementos claves para Moscovici.
Es decir, que las diferencias radicarán según Baumann, G (2007) frente a que, las
representaciones sociales son las teorías y/o formas de pensamiento del sentido común que
surgen del consenso social como resultado de interacciones y comunicación entre individuos,
compartidas socialmente por un grupo o comunidad. Encuentra su base en creencias, valores
ideas y prácticas que orientan y justifican el comportamiento de los individuos. Son esquemas
de pensamiento que permiten interpretar, organizar y entender la realidad que los rodea. Y el
imaginario social: conjunto de representaciones globales y totalizadoras de una sociedad, como
conjunto de valores creencias, ideas símbolos y apreciaciones, que conforman lo cultural y lo
simbólico. Son significaciones sociales que instituyen un orden, establecen un límite de lo que
puede ser imaginado, pensado, deseado y actuado en un momento histórico particular.
Para comprender un poco más lo que tiene que ver con el proceso de socialización,
Espigares (2009), menciona que, a diferencia del resto de seres vivos, el ser humano no
determina su conducta por instintos o transmisiones hereditarias, sino que se rige por modelos
culturales que determinan normas de convivencia en una sociedad a través de la educación
recibida a lo largo de la vida. Cuando se aprende una cultura, el individuo se somete a ella, sin
embargo, esto es algo bueno, puesto que las acciones están dirigidas en función de la respuesta
que estas van a generar en el resto de la sociedad. Al obtener una respuesta satisfactoria, se
fomenta la conformidad y aceptación de las normas establecidas por esa sociedad, de este modo
se interiorizan estos modelos y normas sin representar una coacción. Este proceso en el que se
introduce a una cultura es denominado socialización.
Se entiende entonces, por socialización como “el proceso mediante el cual una persona
interioriza la cultura de su grupo y gracias al cual los miembros de una colectividad aprenden
y hacen propios los modelos de la sociedad en que viven” (Espigares, 2009, p 4).
En este proceso donde las normas, conductas y costumbres de la cultura son asimiladas;
pasan a formar parte también de la personalidad, lo cual permite al individuo adaptarse al medio
social en el que vive y de este modo aprender cómo viven las otras personas y por tanto cómo
debe actuar frente a ellas.
Por su parte Espigares (2009), expone la existencia de dos tipos de socialización, entre ellos,
la socialización primaria y la socialización secundaria. La socialización primaria, “tiene lugar
en la niñez del individuo y gracias a ella se convierte en miembro de la sociedad, pues sus
significados se implantan en la conciencia con gran firmeza” (p 4). En este momento los
contenidos emocionales son los más importantes, haciendo muy difícil la modificación de los
mismo a lo largo de la vida. Esta socialización primaria termina una vez los modelos
socialmente aceptados han sido interiorizados por el individuo. En cuanto a la socialización
secundaria, procede a la anterior y se da una vez se han interiorizado contextos sociales en los
que se va a desenvolver el individuo una vez formado. Las dos son iguales de eficaces, sin
embargo, en la socialización primaria se presenta mayor importancia en el contenido emotivo,
mientras en la secundaria la importancia está en adquirir el correcto desempeño de roles
específicos según el contexto.
En lo que tiene que ver con socialización, se encuentra inmerso también el concepto
resocialización, el cual aparece una vez el individuo se enfrenta a experiencias traumáticas que
requieren una nueva socialización que sustituya la anteriormente adquirida y debe permitirle
adaptarse a la nueva situación en la que se encuentra.
Este proceso de socialización, puede darse de forma inconsciente o a través de distintos
procedimientos, entre ellos “la repetición, la imitación, la aplicación de recompensas y castigos
y los ensayos y errores” (p 5), estos son utilizados y aprendidos a lo largo de la vida para
determinar las acciones, normas y comportamientos que deben ser expresados, según el
contexto en el que se encuentre el individuo, esto permite y asegura la aceptación que puede
recibir una persona para pertenecer a determinado grupo o sociedad.
El problema del significado conlleva a vivencias propias y ajenas. Por eso, para Schütz, el
significado es intersubjetivo; es decir, se construye considerando al otro y en interacción con
el otro, lo que ocurre en el mundo de la vida cotidiana.
“Al momento en que nacemos, empezamos a formar parte de un mundo que nos
precede, formado de significados socialmente establecidos que tenemos que interiorizar
por medio de la socialización. Estos significados nos permiten actuar en un marco de
coherencia en relación con el o los “otros”. En este proceso, el lenguaje resulta central.
Es a través del lenguaje que se organiza el mundo, pues gracias a él tipificamos la
realidad; es decir, vamos aprendiendo a nombrar a las cosas de acuerdo con los tipos
creados socialmente. Esto es un proceso permanente, que se inicia en el ámbito familiar,
desde nuestro nacimiento, y continúa hasta nuestra muerte. Así, aprendemos a nombrar
a la silla, al perro, al cielo o las estrellas; pero no sólo eso, al ser creadas socialmente,
podemos interactuar socialmente, existiendo la probabilidad de que se dé el
entendimiento”. (Hernández y Galindo, 2007, p.235).
Justamente en el mundo de la vida cotidiana las acciones que realizamos son repetitivas, lo
cual constituye una forma de conocimiento automatizado, válido como absolutamente
confiables e indiscutiblemente realizable.
Como lo afirma Schütz, (1973) “una característica determinante de la rutina reside en que
puede ser efectuada sin poner atención en ella; por lo tanto, sin hacerse temática en los núcleos
de experiencia. La rutina está continuamente lista para ser tomada sin quedar bajo el dominio
inequívoco de la conciencia propiamente dicha” (p. 118).
Schütz (como se citó en Hernández y Galindo, 2007, p.232) distingue dos tipos de
significados a los que define como: objetivos y subjetivos. El significado subjetivo se refiere a
los procesos constituyentes que ocurren en la conciencia de la persona que produjo lo que es
objetivamente significativo, en otras palabras, es la construcción mental que hago
personalmente, de ciertos componentes de la realidad. El significado objetivo se refiere a
contextos amplios de significados que existen en la cultura y que son compartidos socialmente.
El tema de la cultura desde Schutz.
La cultura es construida socialmente, por lo que tiene un carácter temporal y abierto. Schütz
(como se citó en Hernández y Galindo, 2007, p.238) piensa la cultura como significados o
códigos acumulados socialmente (que forman sistemas parciales), que son la base sobre la cual
los sujetos dan significados concretos; Sin embargo, éstos no se transmiten linealmente, debe
haber una selección. De esta manera, en su teoría los problemas de la acción y la elección
ocupan un lugar fundamental en el análisis del mundo de la vida. Lo que ya sucedió se puede
interpretar, pero no modificar. Lo que está por venir es, en parte, ajeno a nuestra influencia,
pero en parte modificable mediante nuestros actos posibles. Así, los actores viven y se
desempeñan en términos de lo que traza un horizonte. Para Schutz no hay horizontes cerrados,
lo que cambia el sentido del presente y enriquece a las teorías de la cultura. Con ello se rompe
con el paradigma de la cultura como un sistema cerrado, homogéneo y estático que constriñe y
sujeta al actor.
Según Motivar y González (2017). Concebir un nuevo sistema de prácticas en una estructura
social tendrá repercusiones en lo que a historicidad se refiere, así como a lo que el sujeto
resignifica, respecto a las condiciones sociales en la que se encuentre. Esto explica que, la
instauración de nuevas situaciones sociales, deberán su origen a las crisis que las situaciones
de nueva historicidad traigan consigo. De ahí que, cada cambio histórico, se ve alterado por la
imposición y legitimación de nuevos imaginarios sociales frente a los existentes. Debido a esto,
se genera una transición de la instauración intersubjetiva. Ésta, vista como la mediadora
creadora de sensaciones de control temporal para disipar las angustias causadas por el
posicionamiento nuevo. En consecuencia, nacen nuevas hipótesis para enfrentar angustias que
surgen por la desconfianza y malestar ciudadano.
Dicho lo anterior, las elaboraciones de nuevas construcciones sociales son mediadas por el
momento actual del y en el sujeto, será vital en cuanto a su reciprocidad con el otro. En este
sentido, los imaginarios sociales están en función de la satisfacción de nuevas construcciones,
de carácter subjetivo y real, que han surgido del establecimiento de nuevos estatutos de
comportamiento.
7.6 Intervención.
Vargas y Muñoz (2014) mencionan, que el trabajo social ha hecho fuerte énfasis en el hacer,
incluso en las relaciones del pensar-hacer y el conocer-hacer, el cual cobra sentido en la
intervención profesional; como característica de la profesión y como objeto de debate
académico en el proceso de configuración de esta.
Según lo anterior, y en continuidad con los aportes de Vargas y Muñoz (2014), se interviene
para realizar transformaciones o fortalecer procesos sociales que afecten las relaciones de los
seres humanos con su entorno familiar, grupal y comunitario. Esta intervención debe estar
basada en un querer hacer, no solo centrado en el cómo hacer, sino también en el cómo conocer
y comprender.
Si bien la intervención social y la intervención profesional son diferentes, poseen un grado
de interdependencia entre ellas. Cabe mencionar que “etimológicamente, el término
intervención proviene del latín Inter. Venire (Eroles, 2005; 106) que traduce venir ENTRE, no
al lado, ni adelante, ni atrás, ni arriba, inyectándole de entrada una característica de relación,
de interacción y de interdependencia a sus elementos configuradores” (Vargas y Muñoz, 2014,
p 7).
Una intervención social, se materializa en tanto se efectúe una acción que responda a una
situación que vive un grupo de individuos y genera inconformidad, en cuanto afecta su vida de
forma individual y colectiva.
La intervención vista desde una perspectiva “macro”, permite ver la relación que hay entre
las dimensiones económicas, políticas, culturales y sociales, que condicionan el tipo de
intervención; Mientras desde lo “micro”, se concibe como la acción de un profesional que usa
sus herramientas teóricas, metodológicas, éticas e instrumentales para generar pequeños
cambios, que a largo plazo generen transformaciones de nivel macro estructural.
Según lo anterior, “La relación existente entre la intervención social y la intervención
profesional es de carácter interdependiente, caracterizada por niveles de autonomía, es decir
mientras la primera se materializa en el marco de acciones sociales de orden macro, la segunda
se materializa en los micro contextos, es portadora de niveles de autonomía que se configuran
desde apuestas no solo teóricas y metodológicas específicas, sino además, éticas y políticas que
le significan al Trabajador o Trabajadora Social aportes en la creación y construcción de
ciudadanía y de sujetos políticos individuales y colectivos (Vargas y Muñoz, 2014, p 10).
Por otro lado, llevando los imaginarios sociales al campo del Trabajo Social, Atía (2017)
manifiesta desde el Trabajo Social que:
“Generalmente los sujetos de derecho imaginan a un determinado/a trabajador/a social,
donde lo instituido aparece con mucha fuerza producto de una construcción histórica,
social, cultural y política. Las significaciones colectivas “imaginan” un profesional
desempeñando un rol relacionado básicamente con una acción de la dimensión
asistencial, es decir, que otorgue recursos materiales, que puedan solucionar
parcialmente, problemas de salud, alimentación, vivienda, etc. También
responsabilizan al profesional por no proporcionar recursos de la institución, siendo
esto una decisión de la autoridad institucional, ya que el/la trabajador/a, a través de la
construcción de su informe social, sugiere las prestaciones. Está instituido este
imaginario social producto de las prácticas históricas de la institución en los gobiernos
de turno y del personal que trabaja en la misma, donde el sujeto que demanda una
prestación imagina que solamente concurre a la institución para solicitar un recurso
material, y que el encargado de solucionar su problema es el trabajador/a social”. (Atía,
2017, p.2)
En el caso colombiano, los profesionales en Trabajo Social se rigen bajo el Código de ética
de los trabajadores sociales en Colombia, presentado por medio del acuerdo No. 004 de 2002
y elaborado por el Consejo Nacional de Trabajo Social en cumplimiento de lo ordenado por la
Ley 53 de 1988 y el Decreto 2833 de 1981.
Desde el 2008, se llevó a cabo el proceso de revisión participativa del mismo en la que se
logró la vinculación de los tres organismos de la profesión, como lo son, en lo académico el
Consejo Nacional para la Educación en Trabajo Social CONETS, en lo gremial la Federación
Colombiana de Trabajadores Sociales FECTS, y en lo legal el Consejo Nacional de Trabajo
Social.
En el artículo 13. Con los sujetos se establece que en relación con los sujetos los
profesionales se comprometen a:
a) Establecer relaciones basadas en la aceptación y el diálogo, buscando empatía y confianza,
para reconocerlos como legítimos y válidos otros.
b) Promover la defensa de los derechos humanos y la dignidad.
c) Reconocerlos como múltiples, actuantes, determinantes y constructores de lo social y lo
histórico.
d) Promover la autonomía y la libre determinación.
e) Respetar sus decisiones.
f) Acompañarlos con su capacidad profesional y sin discriminación.
g) Mantener la confidencialidad de la información recibida, cuidando el buen nombre de las
personas.
h) Reconocer, comprender e interpretar la cultura y los diferentes contextos que encuentre.
i) Solicitar el previo consentimiento para de realizar un proceso de intervención.
j) Evitar acciones que les conlleven daños.
En el artículo 14. Con la profesión se establece que en relación con la profesión los
profesionales se comprometen a:
a) Defenderla, identificarse con ella y ser leal a la misma.
b) Conocer y promover la difusión de la reglamentación de la profesión de Trabajo Social (Ley
53 de 1977 y Decreto 2833 de 1981).
c) Conocer, acoger y divulgar las disposiciones establecidas en este Código de ética.
d) Colaborar en el fortalecimiento gremial.
e) Mantener una permanente actualización para fortalecer su desempeño profesional. f) Tener
como referente la agenda social del país, para dar respuesta a las problemáticas existentes.
g) Contribuir al desarrollo del Trabajo Social aportando los conocimientos adquiridos en su
experiencia profesional.
h) Presentar nuevos aportes producto de investigaciones e intervenciones, argumentando desde
lo epistemológico, teórico y metodológico.
En el artículo 15. Con los colegas se establece que en relación con los colegas los profesionales
se comprometen a:
a) Reconocer y respetar su actuar profesional.
b) Otorgar al trabajo en equipo disciplinario la importancia requerida para una atención
integral.
c) Compartir y socializar conocimientos e informaciones que propendan a generar acciones en
pro del cambio cuando se requiera.
d) Abstenerse de emitir juicios, críticas u opiniones que puedan causar lesiones.
e) Mantener una actitud de solidaridad, respeto y lealtad.
f) Denunciar oportunamente ante el Consejo Nacional de Trabajo Social los casos de violación
a lo estipulado en este Código de ética, aportando pruebas debidamente soportadas.
g) Reconocer y valorar sus aportes.
En el artículo 16. Con otros profesionales se establece que, en relación con otros profesionales,
los trabajadores sociales se comprometen a:
a) Reconocer y respetar los desarrollos de las demás profesiones.
b) Otorgar al trabajo ínter y transdisciplinario la importancia requerida para una atención
integral de los sujetos.
c) Compartir y socializar conocimientos e informaciones que propendan a la atención integral.
d) Abstenerse de emitir juicios, críticas u opiniones que puedan causar lesiones.
En el artículo 17. Con las organizaciones se establece que, en relación con las organizaciones,
los profesionales se comprometen a:
a) Ejercer su cargo teniendo vigente el registro profesional expedido por el Consejo Nacional
de Trabajo Social.
b) Promover políticas, planes, programas y proyectos impulsados por organizaciones públicas,
privadas y sociales, dirigidas a propiciar procesos de inclusión, vinculación y cohesión social.
c) Comprometerse con las políticas, planes, programas y proyectos, para buscar la sensibilidad
y la responsabilidad social y ambiental.
d) Realizar un análisis crítico y propositivo frente al objeto social, con miras a la cualificación
de los servicios frente a las legítimas demandas e intereses de los sujetos.
e) Defender, en las políticas y los programas institucionales, los derechos de los sujetos.
f) Analizar, cuando se participe en equipos interdisciplinarios, las decisiones relacionadas con
políticas institucionales, para conocer y denunciar violaciones de los principios éticos
establecidos en este Código.
g) Mantener la confidencialidad de la información.
h) Cuidar los elementos y recursos que estén a su cargo.
Consejo Nacional de Trabajo Social. (2017, p.33-37)
7.7 Ética
Cualquier intervención profesional, sin importar la disciplina en la que se realice requiere
acciones y actuaciones éticas que guíen el actuar del profesional y lo ayuden a decidir ante
grandes dilemas. Profesiones como el Trabajo Social que promueve acciones de mejora en la
calidad y bienestar de las personas, no está exento de ello.
Siguiendo la misma línea, Aguayo, C., López, T, & Quiroz, T (2004) afirman que “La
formación al más alto nivel en temas de ética se hace cada vez más necesaria para los
trabajadores sociales, como una componente relevante de su formación, tanto para
expandir la capacidad crítica respecto de los procesos antes enunciados como para
fortalecer en su interacción con autoridades y responsables políticos, y económicos,
juicios fundados respecto de temas de ética social”. Aguayo, y otros (2004. p,11)
Por su parte, Ramírez, S. (como se citó en García, 2007) plantea que la ética profesional
“es la ciencia normativa que estudia los deberes y los derechos de los profesionales en cuanto
a tales”. En este sentido la ética profesional puede verse como la guía orientadora antes las
dudas que se plantean en el quehacer profesional.
Cortina, A (2002) (como se citó en Aguayo (2004) afirma que “la ética ha sido un
componente esencial del ‘ethos’ y de la acción de los Trabajadores Sociales desde los
inicios de la profesionalización”.
Entendida la ética como lo plantea Adela Cortina como un tipo de saber que orienta el actuar
racionalmente en el conjunto de la vida.
Desde otra postura Kohlberg, L, citado en Cortina (2002, p.16) plantea que “hablamos
de un actuar racional, que nos permite tomar decisiones justas, poniéndonos en el lugar de
cualquier otro, lo cual excluye tener por justo lo que sólo satisface las necesidades de un grupo”.
Es así, como se plantea la finalidad del Trabajo Social que es conocida como “el “ethos
profesional”. Es un tipo de actividad que tiene fin en sí misma y por el cual recibe su
legitimidad al interior de una sociedad determinada. Este fin da cuenta de la
funcionalidad social por la que somos reconocidos. El fin tiene que ver con el sentido,
la coherencia, la plenitud que busca alcanzar una profesión, en este caso, la del Trabajo
Social.” Aguayo, C., López, T, & Quiroz, T (2004, p. 13)
Así mismo, Arturo Sáenz (2015, p.134) presidente del Colegio de Trabajadores Sociales de
Costa Rica manifiesta que:
Algunos de estos valores son derechos humanos, justicia social, respeto, honestidad, dignidad,
libertad, igualdad, solidaridad, y confidencialidad. Para la Real Academia de la Lengua
Española (2018) un valor es una “Norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la
conducta.” Estos valores que gobiernan el actuar profesional del trabajo social se derivan de
principios como libre determinación, individualización, aceptación y respeto, secreto
profesional y no enjuiciamiento de la profesión. La unión de todos estos elementos promueve
un ideal o una meta a alcanzar.
Por supuesto los valores y principios no son parámetros generales en todos los individuos,
pues son producto de la experiencia personal en muchos casos, sin embargo es importante que
cada profesional actué con la mayor capacidad posible para el cumplimiento de aquellos
principios y valores que se ha establecido la profesión como lo dice Kohs (citado en Valverde,
1996) "todas las actividades de este profesional se desarrollan de acuerdo con un marco que
aceptamos y comprendemos los colegas; pero sobre el cual tenemos la seria obligación de
conocer y perfeccionar a nivel de los valores"
Para la presente investigación, se usará como referente la definición de valores dada por
Kohs
“Son elementos abstractos que intervienen en la estructuración de los juicios concretos
de valor. Son un juicio intelectual y emocional acerca de un individuo, grupo o sociedad
en los que se refiere a la valoración de un objeto, un principio, una acción o una
situación. Tienen una connotación moral o no. Pueden ser intrínsecos o pueden cambiar.
Son la base sobre la cual un individuo fundamenta su elección en un sentido o en otro.
Los valores del hombre se infieren de su comportamiento. Son un juicio sobre la
naturaleza del hombre, una creencia, artículo de fe. No pueden probarse
científicamente. La mayoría se establecen sobre la fe” (1966).
La relación entre valores, principios e intervención del trabajador social se vuelve algo
indisoluble en el espacio profesional, pues toda acción que ejecuta un trabajador social debe
ser una acción ética responsable.
En el Código de ética de los Trabajadores Sociales en Colombia (2017), dentro del capítulo 4.
Principios y Valores, se plantean los principios y valores que deben regir el accionar
profesional. Esto es de vital importancia, pues va a regular el comportamiento de los
profesionales para poder relacionarse con los demás y con su entorno, dentro de un marco de
coherencia y sentido común, por ende, serán capaces de interactuar de manera profesional, con
criterio y sentido crítico.
“El trabajador social debe conocer bien el contexto real en que labora; pero, sobre todo,
tener una posición valorativa firme de lo que es y cómo debe proyectar su quehacer
profesional en la sociedad. La práctica requiere que el trabajador social introyecte
verdaderamente los valores y principios éticos propios del quehacer profesional”.
Valverde, L. (S.f).
Desde el código de ética de los Trabajadores Sociales en Colombia (2017), dos de los
conceptos que deben tener claros y muy presentes los trabajadores sociales son la clasificación
de faltas (leves, moderadas, graves) y la clasificación de sanciones junto con el respectivo
procedimiento disciplinario. Las faltas y sanciones pueden ocurrir en algún momento de la
intervención profesional del trabajador social con los usuarios y sea intencionada o no, de
acuerdo con el código de ética profesional de su país debe estar al tanto de todo el reglamento
interno de la profesión con sus lineamientos y orientaciones.
En el capítulo 6 del código: Régimen disciplinario, Artículo 18. Faltas, se constituyen como
faltas:
a) La contravención de las disposiciones legales que regulan la profesión, contempladas en la
Ley 53 de 1977 y el Decreto 2833 de 1981.
b) La violación de lo expresado en el Código de ética de los trabajadores sociales en Colombia.
c) Las disciplinarias de los trabajadores sociales que se desempeñen como servidores públicos,
d) Y todos aquellos actos que la ley eleve a la categoría de contravención o delito.
Consejo Nacional de Trabajo Social. (2017, p.37)
Adicionalmente, en el Acuerdo No. 018 del 24 de mayo de 2018, por el cual se modifican
siete artículos del código de ética de los Trabajadores Sociales en Colombia se incluye un
parágrafo en el artículo 27, el cual estipula que “el comité de ética impondrá las sanciones
mencionadas en el presente artículo teniendo en cuenta que las conductas graves son:
a) las que afecten de manera permanente, de acuerdo con la magnitud del daño y las reiteradas
en contra de la integridad física o psicológica de los sujetos individuales o colectivos.
b) las relacionadas con la comisión de un delito a título de dolo o culpa grave.
c) las que en el proceder vulneren los derechos humanos.
d) y las que vayan en detrimento de la profesión y las instituciones.
El comité también puede adoptar, para calificar las conductas, la “acción sin daño”,
entendiendo ésta como el no ocasionar perjuicios irreparables por la intervención profesional.
Estas conductas pueden conducir a la suspensión o cancelación del registro profesional.
Consejo Nacional de Trabajo Social. (2017)
8. 1. Paradigma de investigación.
Para Pérez Serrano (1994), las características más importantes de este paradigma son
Por ende, la teoría que se usará es la hermenéutica, por eso “L a hermenéutica se define por un
lugar desde donde se mira, una dirección hacia la que se mira y un horizonte hasta donde llega
la mirada y dentro del que se mueve lo que ella aspira a ver” (Maza, 2005, p. 125). Desde la
mirada de Heidegger la hermenéutica no se debe ver como un conjunto de reglas para
comprender ciertos fenómenos de una manera recta, sino que se debe ver desde lo que sucede
con el sujeto cuando comprende determinado fenómeno.
Por otra parte Gadamer se distancia de Heidegger al plantear una reflexión de los fundamentos
de las ciencias del espíritu como tema central de su filosofía a partir de “Cubrir el dominio de
la investigación de la verdad, superando el extrañamiento del hombre respecto del mundo que
produce la conciencia metódico-científica, lo que implica a su juicio, el tratar de poner al
descubierto las condiciones que hacen posible la auto comprensión del hombre en las distintas
esferas de su experiencia de la verdad”. (Maza, 2005, p. 131).
Por último, lo anterior también sirve para entender cuán importante es el papel del
investigador, puesto que es este quien finalmente lleva a cabo las actividades importantes,
como ocuparse de la recolección y el análisis de los datos, la estructura, el sentido y la
comprensión de los resultados de la investigación.
Esta investigación es considerada como de tipo descriptivo, teniendo en cuenta a Cerda (1998)
en este tipo de investigación se reseñan las características, rasgos de la situación, o fenómeno
objeto de estudio (p.11). Por ende, en esta investigación lo que se desea es por un lado hacer
alusión a las categorías propuestas, y por otro lado conocer los imaginarios de las y los
trabajadores sociales respecto a la tipología de las faltas en la intervención profesional.
8.4.1 Instrumento.
ENTREVISTA SEMI-ESTRUCTURADA.
Universidad Colegio Mayor De Cundinamarca
Facultad De Ciencias Sociales
Programa De Trabajo Social
Consejo Nacional De Trabajo Social
Objetivo de la investigación.
Explorar las significaciones imaginarias que tienen los trabajadores sociales sobre las
faltas leves, moderadas y graves en el contexto de su ejercicio profesional.
Pregunta de la investigación.
¿Cuáles son los imaginarios sociales de los trabajadores sociales en Bogotá en relación
con las faltas leves, moderadas y graves en el contexto de su ejercicio profesional?
1. Datos personales.
a) Nombre.
b) Género.
c) De cual universidad es egresado.
d) Años de experiencia.
8. 6 Cuadro de categorías.
La aplicación del instrumento tuvo una duración de aproximadamente 15 días, en los cuales
se realizaron entrevistas a profesionales que ejercen en campos como: salud, educación,
ambiente y organizacional. Las entrevistas fueron realizadas con dos métodos distintos,
presencial y vía vídeo llamada teniendo una duración de 20 a 30 minutos cada una de ellas.
Años de
Código Nombre Género Universidad de la cuál es egresado experiencia
1 Claudia Helena Peña Martínez Femenino Fundación Universitaria Monserrate 10 años
Universidad Colegio Mayor de
2 Diana Katherine Bonilla Salgado Femenino Cundinamarca 11 años
Universidad Colegio Mayor de
3 Norma Barrios Meneses Femenino Cundinamarca 21 años
Universidad Colegio Mayor de
4 Julieth Paulina Báez Gómez Femenino Cundinamarca 7 años
Universidad Colegio Mayor de
5 Diana Milena Soler Mejía Femenino Cundinamarca 14 años
6 Francisco Javier Morales Daza Masculino Corporación Universitaria Minuto de Dios 6 años
7 Jorge Armando Higuera Fonseca Masculino Universidad Nacional de Colombia 4 años
Universidad Colegio Mayor de
8 Sandra del Pilar Gómez Contreras Femenino Cundinamarca 23 años
María Yolanda Melgarejo Universidad Colegio Mayor de
9 Corredor Femenino Cundinamarca 16 años
10 Sandra Liliana Tovar Femenino Corporación Universitaria Minuto de Dios 3 años
11 Luz Stella Sabogal Femenino Universidad de La Salle 20 años
12 Estefaníe Fierro Femenino Fundación Universitaria Monserrate 3 años
13 Heidy Tatiana Rojas Femenino Universidad Minuto de Dios 4 años
14 Migdonia Rueda Bolaños Femenino Universidad de La Salle 23 años
15 Constanza González Femenino Fundación Universitaria Monserrate 18 años
16 Sandra Marcela Perdomo Huertas Femenino Fundación Universitaria Monserrate 7 años
17 Lilian Rocío López Femenino Universidad Externado 22 años
18 Gina Esperanza Pedraza Castro Femenino Fundación Universitaria Monserrate 2 años
19 Leidy Viviana León Cubides Femenino Universidad Minuto de Dios 10 años
20 Yalile Martínez Femenino Universidad Minuto de Dios 15 años
21 Sandra Milena Rodríguez Plazas Femenino Universidad de La Salle 17 años
22 Paula Jimena Murillo Moreno Femenino Fundación Universitaria Monserrate 4 años
Universidad Colegio Mayor de
23 Yenny Paola Coba Femenino Cundinamarca 8 años
24 Nidia Jiménez Femenino Fundación Universitaria Monserrate 13 años
25 Martha Lucia Acosta Rincón Femenino Universidad de La Salle 36 años
26 Karen Torres Femenino Universidad de La Salle 4 años
Universidad Colegio Mayor de
27 Juan Guillermo Velázquez Arias Masculino Cundinamarca 5 años
28 Jazmin Amaya Femenino Fundacion Universitaria Monserrate 14 años
29 Gloria Hernández Mora Femenino Fundacion Universitaria Monserrate 25 años
30 Gloria Marcela Cruz Daza Femenino Fundacion Universitaria Monserrate 5 años
31 Sorec Moreno Busheli Femenino Fundación Universitaria Monserrate 4 años
32 Luz Esmeth Forero Femenino Fundación Universitaria Monserrate 3 años
33 Nazmille Rahman Femenino Universidad de La Salle 12 años
Universidad Colegio Mayor de
34 Diana Mildreth Contreras Bernal Femenino Cundinamarca 20 años
Universidad Colegio Mayor de
35 Natalia Ospino Cuellar Femenino Cundinamarca 14 años
36 Hilduara Milena Barrera Mendoza Femenino Universidad Nacional de Colombia 22 años
37 Luz Helena May González Femenino Universidad del Sinú 19 años
38 Tatiana Bautista Cruz Femenino Universidad Nacional de Colombia 15 años
39 Mónica Barrera Femenino Universidad de La Salle 15 años
Universidad Colegio Mayor de
40 Diana Milena Circa Rodríguez Femenino Cundinamarca 9 años
Universidad Colegio Mayor de
41 Jessica Lorena Rojas Castro Femenino Cundinamarca 1 año y tres meses
Universidad Colegio Mayor de
42 Laura Marcela Tarquino Beltrán Femenino Cundinamarca 2 meses
43 Diana Vásquez Cirec Femenino Fundación Universitaria Monserrate 8 años
Universidad Colegio Mayor de
44 Liliana Riveros Pérez Femenino Cundinamarca 17 años
Universidad Colegio Mayor de
45 Xiomara Lizeth Aya Oyola Femenino Cundinamarca 14 meses
Universidad Colegio Mayor de
46 Adriana Paola Saballejo Femenino Cundinamarca 8 años
Universidad Colegio Mayor de
47 Jesús David Pinzón Aponte Masculino Cundinamarca 2 años
Universidad Colegio Mayor de
48 Iveth Olaya Loebel Femenino Cundinamarca 8 meses
Wilmer Hernando Roa Universidad Colegio Mayor de
49 Santamaría Masculino Cundinamarca 2 años
Universidad Colegio Mayor de
50 Liliana Guzmán Avilés Femenino Cundinamarca 23 años
Amparo María Hincapié
51 Sarmiento Femenino Universidad Nacional de Colombia 33 años
52 Roció Castillo Femenino Universidad de la Salle 23 años
53 Merly Díaz Femenino Universidad de la Salle 20 años
54 Liliana Sánchez Femenino Universidad de la Salle 20 años
55 Maria Victoria Femenino Universidad de la Salle 23 años
Universidad Colegio Mayor de
56 Flor Ángela Vargas Femenino Cundinamarca 30 años
Universidad Colegio Mayor de
57 Yovanna Pérez Femenino Cundinamarca 15 años
58 Adriana Femenino Universidad Minuto de Dios 12 años
Universidad Colegio Mayor de
59 Elizabeth Sánchez Rodríguez Femenino Cundinamarca 38 años
60 Aleide Rodríguez Femenino Universidad de la Salle 21 años
61 Miguel Buesaquillo masculino Universidad del Valle 10 meses
62 Natalia Ramírez Moncada Femenino Universidad del Valle 10 meses
Universidad Colegio Mayor de
63 Luis Andrés Riveros Rodríguez Masculino Cundinamarca 3 años
64 Mary Luz Franco Rodríguez femenino Corporación Universitaria Minuto de Dios 7 años
Universidad Colegio Mayor de
65 Juan Diego Rojas Robayo Masculino Cundinamarca 3 años
66 Juan David Cabrera Betancourt Masculino Universidad del valle 3 años
Universidad Colegio Mayor de
67 Brillith Mileivy Palacios Arizala femenino Cundinamarca 2 años
68 John Freddy Ramírez Herrera Masculino Corporación Universitaria Minuto de Dios 7 años
69 Gina Esperanza Pedraza Castro femenino Fundación Universitaria Monserrate 2 años
Universidad Colegio Mayor de
70 Leonardo Bernal Masculino Cundinamarca 2 años
9. 1 Proceso.
En primera medida, para la organización de la información, fue elaborada una matriz de
análisis, la cual contenía lo referente a principios, faltas, sanciones, responsabilidades y
deberes, según los códigos de ética de países como Colombia, Perú. Puerto Rico, Uruguay.
Costa Rica Chile, Estados Unidos, México, República Dominicana, Brasil España Francia,
Italia, Honduras, Filipinas, El Salvador, Sudáfrica, Canadá, Suecia, Reino Unido, Australia,
Nueva Zelanda. Y algunas provincias de Argentina como: Provincia de Catamarca. Provincia
de Buenos Aires, Provincia de Tucumán, Provincia La Plata, Provincia de Córdoba, Provincia
de Río Negro, Provincia de Chaco y Provincia de Jujuy.
Por otro lado, luego de realizar las entrevistas a 70 profesionales en Trabajo Social,
aplicadas de forma presencial y virtual, vía telefónica y video llamada por WhatsApp y Skype,
fueron contenidas en dispositivos de audio y algunas en video; una vez realizadas se dio lugar
a la transcripción minuciosa y fiel al discurso obtenido de dichas entrevistas, y luego de este
proceso, se procedió a la organización de los datos en una matriz de sistematización de la
información, tanto para los datos obtenidos de la revisión de códigos de ética en relación a lo
que se encontraba estipulado frente a las faltas, como para la información obtenida de la
aplicación de la entrevista semiestructurada.
Dicha matriz se encontraba estructurada de acuerdo a las categorías que fueron utilizadas,
en conjunto con las preguntas que contenía cada una de ellas, de tal modo que a cada entrevista
le fue asignado un código ubicado del número uno al setenta, permitiendo que esta fuera
desarrollada de forma horizontal, de acuerdo a cada pregunta.
Una vez contenida toda la información en la matriz, fue codificada por categorías, de tal
forma que fueron tomadas todas las respuestas por pregunta y analizadas de forma vertical,
dicha codificación fue realizada tomando los datos de las respuestas que se asemejaran y
ubicándolos por colores, para identificar la frecuencia de los datos, es decir la cantidad de veces
que se repetía, lo cual permite generar un análisis más amplio evitando repetir los datos, sino
complementarlos entre sí.
Para realizar el análisis de información de datos cualitativos, obtenidos como en el caso
de la presente investigación, mediante una entrevista semiestructurada, se deben llevar a cabo
dos tipos de codificación para efectuar el análisis.
Primero, el análisis de información se puede efectuar mediante una codificación abierta de
datos, la cual es un proceso en el que primero se deben descubrir, nombrar y desarrollar
conceptos, pensamientos, ideas y significados de los datos cualitativos.
Para Strauss & Corbin (2002)
"Mis inicios como trabajadora social fueron en el área de la salud, yo trabajé para una
EPS iniciando, yo manejé la coordinación Nacional de participación social que es todo
el tema de la inclusión de los usuarios dentro del sistema de salud, de allí pasé a una
IPS, que es una caja de compensación colombiana, trabajo en Colsubsidio
actualmente, pero adicional a eso yo tengo una empresa dónde hago pues otro tipo de
asesorías y consultorías, he trabajado con otras IPS, he trabajado con IPS diferentes,
no tienen alianzas estratégicas con las aseguradoras pero son IPS que están
incursionando digamos en el negocio de la salud, entonces he trabajado en esa área y
realmente mi enfoque ha sido más corporativo, más a nivel de servicio al cliente, de
calidad, de auditorías.”
Por otro lado, dentro del área de salud, algunos Trabajadores Social han trabajado en la parte
de Salud mental, realizando programas de atención y prevención para el consumo de sustancias
psicoactivas, capacitaciones y pedagogía con relación a la sexualidad responsable “Hacíamos
programas en cuanto a tres ejes. Uno era de prevención al consumo de sustancias psicoactivas,
el otro era el eje de convivencia y el último eje era de sexualidad”. Desde la Secretaría de
Salud se pudo evidenciar que los Trabajadores Sociales no solo trabajan con seres humanos,
sino que también ejecutan programas de esterilización canina y felina, realizando
sensibilizaciones con líderes comunitarios, acerca de la importancia de esterilizar a sus
mascotas, en la Secretaría de salud, también se realizan procesos para el restablecimiento de
derechos de las personas pertenecientes a la comunidad LGBTI.
En las zonas rurales, las funciones de los Trabajadores Sociales se enmarcan en apoyo a
procesos de Odontología, nutrición, enfermería, en atención a mujeres gestantes, dado que, en
los sectores rurales, las poblaciones no cuentan con accesibilidad a los servicios de salud
“después de egresada he trabajado en el PAPSIVI. Que es el programa de atención psicosocial
a víctimas del conflicto armado del distrito de secretaria de salud. El proyecto en el que trabaje
fue en la creación de la estrategia de atención a víctimas del conflicto armado con enfoque
étnico”.
Asimismo, dentro del área de Bienestar, se ubica el Bienestar Laboral, el cual tiene como
eje, motivar a los empleados por su trabajo y así poder disminuir las deserciones y generar en
ellos una estimulación o un incentivo, a través de diversas actividades lúdicas , y actividades
pedagógicas, esto a partir de inducciones, capacitaciones y talleres “Desde la parte laboral o
desde bienestar laboral, en dónde colabore, o bueno trabaje en una compañía que se llama
Proyecol S.A.S que se encuentra ubicada en el Municipio de Sibaté, se realizaban actividades
de motivación que obviamente fueran una iniciativa por parte de gestión humana, también hice
parte de los eventos, de las actividades del desarrollo, de los cumpleaños, del detalle, de darles
una razón, un motivo del porqué nosotros, de porqué ellos eran importantes para nosotros, las
fiestas o las actividades como, la virgen del Carmen o las fiestas de navidad, porque si ellos
se sentían bien en la empresa, no íbamos a tener tantas deserciones”.
De manera análoga, a partir de los resultados, se tuvo una frecuencia media de la participación
o la intervención en áreas como Bienestar para la paz, la cual los Trabajadores Sociales, laboran
mancomunadamente con el Bienestar Familiar, dado que en su mayoría en esta área trabajan
con familias, y por ende precisan del Bienestar Familiar, para el restablecimiento de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes; a su vez, para realizar igualmente un
acompañamiento encaminado al núcleo familiar “También he trabajado con el Instituto de
bienestar familiar con la modalidad de familias con bienestar para la paz, esto es un proceso
pedagógico que trabaja el acompañamiento dirigido a familias en la modalidad de protección,
por restablecimiento de derechos, también manejamos familias desde primera infancia y
mamitas que tienes sus hijos en jardines o CDI, o madres comunitarias y en lo que se refiere a
la modalidad de protección hemos trabajado con madres sustitutas que tienen niños por
restablecimiento de derechos que están en condición de adoptabilidad”. Finalmente, en el área
de bienestar, se halló, que una de las áreas más reiteradas en dónde han laborado los
Trabajadores Sociales, es el área de Bienestar Escolar, a partir de un énfasis educativo, con
niños, niñas y adolescentes “Mi experiencia profesional se ha desarrollado en fundaciones,
para niños infractores y en alto riesgo, en bienestar escolar.”
Otra de las áreas más recurrentes que se encontró en los entrevistados, fue educación, en
alianza con la Secretaria de educación, a su vez se evidencio la trayectoria de Trabajadores
Sociales en Instituciones como: Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, Fundación
Universitaria Monserrate, Universidad de la Sabana, Universidad Santo Tomás, Corporación
Universitaria Republicana, algunos Colegios Públicos, como el Colegio Sorrento y Privados
como el Consorcio Salesiano: “Mi experiencia ha sido en el campo educativo, en el área de
orientación escolar, en colegios de administración educativa con el Consorcio Salesiano”.
Jardines de Integración Social en la ciudad de Bogotá y la Secretaria de Educación realizando
funciones como gestores de seguridad y convivencia escolar en una estrategia llamada “Río”,
la cual era una respuesta integral de orientación escolar, en donde se realizan acciones
específicas para generar mayor niveles de convivencia y de seguridad al interior y exterior de
los colegios “se trabaja con toda la comunidad educativa con profesores, con estudiantes, con
padres de familia realizando acciones puntuales y gestión interinstitucional con otras
entidades que tienen que ver con el tema de seguridad para garantizar el tema en torno de los
colegios y al interior de los mismos”.
Por otra parte, en una frecuencia media se encontró el campo de la Arquidiócesis realizando
procesos investigativos, y a su vez elaborando proyectos de vivienda para población
vulnerable, una de las Trabajadoras Sociales entrevistadas manifestó que: “Labore con la
Arquidiócesis de Bogotá, allá tuve como responsabilidad primero la investigación para el
proceso de la emergencia de Armero y la definición de la prioridad de la necesidad de atender
en la inmediatez, fue un proyecto que levantamos con para compañera a partir de la
investigación y toda una visita que se hizo a la población que se inscribió en la Arquidiócesis
de Bogotá y a partir de ello se definió como primera instancia un proyecto de vivienda que
hoy tiene el nombre de Santa María de Soacha.” En el campo de la Arquidiócesis también
realizan procesos de resolución de conflictos y procesos para la búsqueda de la paz “He estado
en otro espacio que se llama observatorio para la paz, estuve vinculada en el tema de pastoral
social y actualmente estoy vinculada en el observatorio arquidiócesano de evangelización”.
Desde otro punto de vista, se halló al campo Instituto Nacional de vías, en este campo los
Trabajadores Sociales argumentaban que su trabajo no era solo social, sino que también
realizaban procesos ambientales, a su vez tenían como funciones realizar actividades
pedagógicas enfocadas en el adecuado comportamiento en las calles, una de esas experiencias
que nos manifestaron de ese campo fue:
Las Poblaciones con las que trabajan principalmente son: Organizaciones e Instituciones
Sociales “He trabajado en algunas organizaciones no gubernamentales, principalmente he
trabajado en la alcaldía municipal de Sibaté, en este momento donde me desempeño
laboralmente, también trabajé 5 años con el ICBF y con la Fundación Children’s Vision quien
trabaja también el tema de protección a los niños y las niñas y con la a Asociación Cristiana
de Jóvenes en un proyecto de intervención con población juvenil en Ciudad Bolívar en
Bogotá”, soldados irregulares, persona en condición de discapacidad física y cognitiva (niños.
niñas, jóvenes y adultos mayores), “Con las poblaciones que he trabajado ha sido con
soldados irregulares que no eran bachilleres trabaje también con persona en condición de
discapacidad física, también con jóvenes en conflicto con la ley, niños niñas y jóvenes
abusados y maltratados y con jóvenes desmovilizados del conflicto armado y por último las
funciones de docente. Simultáneamente a eso funde una fundación llamada Fundación integral
nueva vida hay trabajamos con personas en condición de discapacidad física.” Asimismo los
Trabajadores Sociales han trabajado con menores infractores, niños, niñas y jóvenes
vulnerados, jóvenes desmovilizados del conflicto armado, víctimas del conflicto armado,
madres gestantes, madres comunitarias, población étnica, población LGBTI “Trabaje en la
Secretaria Distrital de Integración Social, en la subdirección para asuntos LGBTI allí se
procuraba el restablecimiento de derechos a personas LGBTI”, así mismo también se
encuentran las personas en condición de habitabilidad de calle, a través de la OEA, realizando
el acompañamiento de la mano con el IDIPRON, realizando el restablecimiento de derechos.
Y finalmente mujeres privadas de su libertad, pero en su mayoría se evidencio que los usuarios
sociales más recurrentes con el cual intervienen son niños y niñas. Los niveles de intervención
más reiterativos encontrados fueron, comunidad e individual y familiar “Yo estuve vinculada
a la Nacional durante 7 años, estuve trabajando con el programa interdisciplinario de apoyo
a la comunidad, con ellos básicamente estaba realizando actividades de investigación,
docencia y extensión, centrada principalmente en actividades de extensión en el área
comunitaria trabajando con entidades como el Ministerio de protección social, la defensoría
de espacios públicos, en proyectos de fortalecimiento de organizaciones comunitarias para la
gestión de espacios públicos barriales, trabajando también con la defensoría con el
departamento administrativo”
A partir de los datos mencionados anteriormente, se encontró que el área de salud se está
convirtiendo en un fuerte para Trabajo Social, esta área ha abierto muchas puertas para esta
profesión, en dónde se busca por encima de todo el bienestar de los usuarios, sin importar su
nivel socioeconómico, pero dándole prioridad, claro está a poblaciones más vulnerables o de
estrato 1 y 2, pero esta área no solo se centra en seres humanos, sino también ha dado paso a
nuevos campos de intervención como lo es “Trabajo Social con animales” que a partir de
campañas a comunidades, busca sensibilizar a las personas para la esterilización de mascotas.
Esto es sumamente importante, porque muestra que evidentemente Trabajo Social está
creciendo y se está dando a conocer en muchos campos que nunca antes se habían visto en esta
profesión, reconociendo que Trabajo Social si tiene una identidad propia, en dónde en cada
paso que da, se ve reflejado su quehacer profesional, y esto no solo se evidencia por el terreno
que ha venido ganando en el área de salud, sino también por el proceso de posconflicto que
está viviendo el país. Y es en ese momento coyuntural, en dónde los Trabajadores sociales, han
venido interviniendo, a través del bienestar para la paz, con un énfasis en población étnica.
De acuerdo al análisis realizado sobre lo que los trabajadores sociales consideran que es
la ética, los profesionales entrevistados afianzan discursos relacionados con su génesis, la
concepción de la ética y la importancia de la misma en el contexto de la profesión.
Dentro de las varias comprensiones respecto al concepto de ética para los y las
profesionales en trabajo social, encontramos que está relacionada con saber identificar las
necesidades de los usuarios de acuerdo a su contexto, sin causar ningún daño o agresión propio
o hacia el otro, ya que al actuar con seres humanos cualquier diagnostico herrado, puede afectar
de forma negativa no solo al usuario sino a su familia, se deben tener en cuenta las distintas
situaciones que se pueden presentar y la importancia que tiene la posición del otro frente a
estas.
También se encontró que la concepción de ética está relacionada con esas conductas o
acciones que deben llevarse a cabo en el ejercicio profesional, en los tiempos y en los
requerimientos de proceso, el actuar de manera transparente, ayudar, empoderar, transformar,
construir, acompañar, proteger y garantizar los derechos de forma comprometida, cumpliendo
no solo con el usuario, sino también con la institución y con la profesión dentro de los
parámetros y la normatividad vigente en el país. Otra de las compresiones, tiene que ver con
un marco de significaciones, deberes, normas, directrices, lineamientos y patrones culturales
que regulan la profesión y estipulan a cada profesional lo que es adecuado y no, es lo que guía
el actuar profesional frente a las intervenciones y frente a las poblaciones, mencionan unos de
nuestros profesionales entrevistados “la ética impregna nuestro que hacer, y es algo que tú lo
llevas puesto y que a cualquier momento ves la necesidad de acudir a él”; “es como la matriz,
el estándar, la columna vertebral que definirá la intervención desde la profesión, el área y
campo”; También con cumplir con los objetivos planteados en la intervención, sin causar
ningún perjuicio con las acciones que sean ejecutadas ante los usuarios, por el contrario, cuidar
del otro, hacer lo que está bien y causar un bienestar utilizando la objetividad para lograr un
adecuado ejercicio profesional.
Frente a las acciones que los profesionales entrevistados consideran irían en contra de la
ética profesional, se evidencian conductas relacionadas con la imparcialidad, es decir cuando
se toma una postura a favor o en contra de una de las partes implicadas; la mala ejecución de
la labor profesional de acuerdo al área en que sea ejercida la profesión, por ejemplo ir en contra
del bienestar de una persona, dar un mal diagnostico en una intervención, darle prioridad a un
interés particular y no al general, vulnerar la integridad y dignidad humana, discriminar, juzgar,
excluir, maltratar, dañar, estigmatizar, revictimizar, utilizar, instrumentalizar u objetivar a un
usuario, no cumplir con los lineamientos institucionales, no cumplir con los horarios, las
funciones y obligaciones asignadas por la institución, improvisar con la población, no
garantizar o ir en contra de los derechos de las personas, no activar las debidas rutas de atención
a los usuarios, ir en contra del desarrollo personal y transformación social, tratar de imponer
ideologías políticas o religiosas, abordar una intervención o tomar decisiones bajo dogmas o
estereotipos sociales, no realizar una intervención o formación de manera integral, no realizar
los procesos o los informes de forma consciente y comprometida, generar falsas expectativas
a los usuarios frente a los procesos que se pueden llevar, entrar en situaciones de conflicto con
los usuarios perdiendo el profesionalismo bajo el que se debe actuar, emitir un concepto o
diagnóstico de forma subjetiva, es decir, sin antes validar la postura de todas las partes
implicadas, evadiendo los lineamientos y las normas sociales o institucionales, generar
vínculos afectivos físicos o emocionales con los usuarios, no favorecer el fortalecimiento y
empoderamiento de los usuarios, usufructuarse de alguna gestión, tener preferencias, es decir,
darle prioridad a unos usuarios frente a otros o por el contrario afectar el acceso a los servicios,
por intereses personales, pedir dadivas por la gestión que se realiza cuando se trabaja para una
institución, entrar ; el mal manejo de la información, por ejemplo mentir, ya sea al usuario o a
la institución, falsificar o alterar documentos, emitir información errónea o sesgada, divulgar
información confidencial, faltando al principio de la reserva; el plagio en el área de
investigación es considerado una acción en contra de la ética profesional; la desviación de los
recursos económicos, ya que atenta contra los objetivos de cualquier proyecto social que se
desee ejecutar y afecta el alcance y la calidad de los mismos, participar en actos fraudulentos
o de corrupción sin tener la claridad o conciencia de que los recursos son del estado y para
beneficio de los usuarios, incurrir en sobornos o chantajes, por beneficios personales o
institucionales; desarrollar procesos que no benefician a la población, haciendo del trabajo
social un ejercicio netamente funcional y operativo, desarrollar proyectos que vayan en
detrimento de la población por primar intereses económicos; la falta de calidez humana, el
sentido de ayuda, amor al prójimo y a la profesión, argumenta uno de los profesionales
entrevistados, “porque a la persona no importa su condición ni su estrato, es un ser humano
que se le debe tratar, se le debe ayudar y se le debe orientar a hacer las cosas”; faltar a los
principios y valores que rigen la sociedad, como la honestidad, el respeto, complementa un
profesional “cuando cometemos actos contra el deber ser y la ética, pero también cuando no
hacemos nada para que eso se transforme” los profesionales manifiestan que también va en
contra de la ética elegir la profesión porque se considera que es “fácil”, hablar mal de un colega,
de la institución o de la profesión, subvalorarla o desmeritarla o generar competencia entre las
distintas profesiones.
La pregunta que permitió identificar los dilemas éticos que han tenido los profesionales
entrevistados a lo largo de su experiencia profesional fue: “¿Cuáles han sido los dilemas éticos
presentados en tu intervención profesional?”. A lo cual, los profesionales en trabajo social
argumentan que han sido múltiples los dilemas presentados en el ejercicio de su intervención
profesional, y efectivamente los resultados evidenciaron dicha cantidad. Sin embargo, con
mayor frecuencia de los datos analizados en primer lugar se encuentra, que el dilema de la
elaboración de conceptos profesionales relacionados con el restablecimiento de los derechos
de las niñas y los niños considerados como una población vulnerable e indefensa y con la cual
se cometen los mayores actos de violencia como el maltrato infantil y el abuso sexual. Actos
los cuales se vivencian en su mayoría en el hogar por parte de personas cercanas al menor, esta
categoría de elaboración de conceptos consiste en esos conceptos que se emiten y los cuales
implican en muchas ocasiones remitir el niño al ICBF para que entre en estado de protección,
quitándole la custodia a los padres, situación que genera tensiones en los profesionales, porque
esta institución dicen muchos de ellos es donde mayor vulnerabilidad de derechos se presenta
hacia las niñas y los niños.
Entonces, en ocasiones los profesionales prefieren dejar los menores con sus padres o
alguien cercano que se haga cargo, porque hacer lo contrario es decir llevar el menor a una
institución ha traído en algunos casos afectaciones a este a nivel psicológico, porque en esta
institución los menores tampoco son separados por edades ni género, lo que implica casos de
violencia entre las mismas niñas y niños. También, produce separación de núcleos familiares
y otras afectaciones contempladas por cada profesional que se desempeña o se ha desempeñado
en la institución, los profesionales aseguran es difícil atender estos casos debido a que el
bienestar del niño es responsabilidad de ellos, respecto a las situaciones que se presenten,
entonces ellos se encuentran entre pensar el “bienestar del niño” pero a la vez hacer las acciones
correctas.
Lo anterior teniendo en cuenta el entorno, las condiciones del mismo y las características
de los padres, familiares o personas a cargo. Sin embargo, algunas de las causas dicen los
profesionales por las que se debe emitir conceptos como poner al menor en medida de
protección y llegar hasta las instancias de estas instituciones son: el abandono por parte de los
padres hacia los menores, lo cual lleva a que las niñas, niños y jóvenes realicen prácticas
peligrosas para su vida en su tiempo libre, también el maltrato infantil, abuso sexual, violencia
intrafamiliar, condición de discapacidad de la persona a cargo, y antecedentes de alto riesgo
como padres o los mismos menores que son pertenecientes a grupos armados.
“También cuando trabaje en el ICBF tenía que hacer visita domiciliaria a los padres para
determinar la custodia de un niño, pero era mi responsabilidad y tenía en mis manos el bienestar
del niño entonces yo tenía que emitir un concepto y hacer un informe para ver con cuál de los
dos padres iba quedar mejor el niño, a cuál le iba a otorgar la custodia”.
El segundo tipo de dilema encontrado y con la misma frecuencia que el anterior fue:
“Atención entre necesidades de la persona y oferta de la institución” lo cual hace referencia a
las limitaciones que se les presentan a los profesionales cuando dentro de su experiencia
profesional se encuentran institucionalizados, debido a que afirman que “Quisieran hacer
muchas cosas por los usuarios pero se sienten impotentes debido a que los recursos y los
estamentos que brinda la institución son limitantes para que el profesional en trabajo social
puede desempeñar sus funciones y ejecutar sus acciones de forma óptima y eficiente en pro del
usuario”. Por otra parte, también sienten limitantes por parte de las instancias legales, es decir
lo establecido en la constitución política, leyes y normas colombianas porque consideran los
profesionales no fueron totalmente pensadas en pro del beneficio de las personas sino en una
forma que no afectara directamente al gobierno, es decir se quiso evitar un arma de doble filo.
Esto a su vez no permite brindar un acompañamiento suficiente ni permite dar acceso a
los servicios, programas o subsidios que brinda el Estado colombiano a la sociedad por los
requisitos que establece cada uno, los cuales en su mayoría son discriminatorios y exclusos
ríos. Requisitos como que la persona debe estar dentro de cierto rango de edad, pertenecer
alguna etnia, estar dentro de cierto estrato socioeconómico, vivir en determinado lugar o
contexto, etc.
Lo que no permite tener mayor cobertura ni llegar a las personas que realmente necesitan
los apoyos, en su mayoría cosas como estos subsidios o programas se encuentran como
beneficiarios clases exclusivas o personas específicas que siempre suelen ser las mismas, igual
que la misma cantidad de personas que acceden y el número de subsidios.
En otras ocasiones las instituciones generan falsas expectativas e ilusiones a los usuarios
socializando cosas que no se pueden cumplir, o dan cierto número de cupos sin tener en cuenta
que las inscripciones sobrepasan la cantidad de disponibilidades que existen. Lo cual permite
cumplirles a muy pocas personas o se trata de cumplirles a todos, pero en menor cantidad y
calidad, convirtiéndose así en un proyecto o programa que ya no es viable o sostenible para la
sociedad. Igualmente, profesionales aseguran que no solo la institución sino también ellas y
ellos se ven a gatas con las herramientas que se brindan para atender los casos, y hacer los
procesos de intervención porque “No se tiene realmente herramientas para resolver
inquietudes, sino que se manejan los temas solo con el típico papeleo” lo cual no permite que
los procesos transciendan, ni tampoco dejar una solución clara y definitiva establecida
plasmada en la realidad y no simplemente en el papel.
Continuando por la misma línea, pero desde “La perspectiva personal y profesional” ante
las situaciones, en quinto lugar, se evidencia, que en ocasiones dentro de las instituciones
ocurren acciones o procesos que se les ordena a los profesionales ejecutar, ya que normalmente
está lo realiza de esa forma o es lo que tiene establecido del cómo proceder a una situación
específica. Sin embargo, muchas de estas acciones suelen ir en contra de la ética profesional,
pero sobre todo personal del trabajador social, ya que afirmaban que sin importar lo que tuviese
establecido la institución lo correcto siempre seria lo que dice la ley.
Por ello se solía “no estar de acuerdo en algún tipo de intervención o el manejo que se le
está dando” entonces muchas y muchos profesionales optan por retirarse, renunciar, en
ocasiones pausar y enseguida buscar otro empleo ya que son acciones que generan
incomodidad al profesional, desconfianza y la decisión de optar por decir “no intervengo ahí”.
En sexto lugar se encuentra “El no juzgamiento”, donde los profesionales hacen alusión
a que en la atención a victimarios se encuentran variedad de dilemas éticos, porque como
primer punto siempre se deberá ver al mismo también como una víctima y segundo lugar
independientemente del delito cometido el profesional no puede correr a denunciarlo ya que se
debe tener el principio de la reserva, el secreto profesional, pero también el preservar la propia
vida. Ya que en relación a estos casos los profesionales habían tenido situaciones con personas
desmovilizadas donde “ellos cometían delitos ya habiéndose desmovilizado y me comentaban
que salían asesinar personas”. De igual forma en visitas domiciliarias se veían familias donde
se practicaba el micrográfico, en otros casos hacían robos, pero como ya se dijo “esos casos en
particular había una decisión entre la ética del secreto profesional y la omisión de denuncia”.
En séptimo lugar y con la misma proporción que la anterior se encuentra “La ética en
relación a la perspectiva personal”, en la cual los profesionales aseguran que en ocasiones
viendo la situación por la que está pasando la persona puede más la fuerza de voluntad personal
que no lo que profesionalmente se indica está correcto, es decir, volviendo a lo de los requisitos
que exigen los programa un claro ejemplo son los comedores comunitarios donde por medio
de visitas domiciliarias se hace el estudio a la persona a fin de saber si necesitan el servicio
realmente o no. Para lo cual dice la profesional “mi intuición profesional y personal me decían
que más allá de esos requisitos que se pedían esas familias realmente si necesitaban ingresar al
programa porque había necesidades básicas insatisfechas”, por lo cual se logra que personas
que también lo necesitan accedan gracias a lo que personalmente indica la trabajadora social y
no lo que indica su lado profesional. Por otra parte, también se relaciona con las funciones del
profesional cuando de igual forma estas también van en contra de la ética profesional entonces
en ocasiones los profesionales prefieren guiarse por hacer las acciones con los usuarios como
pretendía desde lo personal y no lo que se estipula que los trabajadores sociales deben hacer,
los contratan para hacer o les indican deben hacer. Por otro lado, está cuando se olvida
completamente de lo profesional y se empiezan a crear vínculo sentimentales o emocionales
con los usuarios. Lo que le da más fuerza a la perspectiva personal y se desliga de lo profesional
de lo que como tal debe hacer o cómo debe actuar, porque se empieza a mirar al usuario con
otros ojos al compararlo con algún familiar o con una situación personal lo que impide ser
profesional y hacer una intervención correcta. “Para mí primaba lo que yo creía en lugar de lo
que como profesional debería creer entonces me convirtió en un dilema ético.”, además el
profesional también a veces se liga con el usuario hasta el punto que empieza ayudarles con
aspectos económicos. Sin embargo, para ellas es claro que se “Enfrenta a la ética porque yo
decía, bueno, pero si yo lo hago, eso no es algo que haga un trabajador social” por ello estas
acciones solían convertirse en dilemas éticos.
En octavo lugar está “Tomar una decisión entorno a la vida” a lo cual las profesionales
funcionarias de un hospital hacen alusión en primer lugar que por ser un hospital público
siempre se rigen a las tres causales que están contempladas en la normatividad colombiana para
poder abortar, de igual forma a los estamentos que tiene la institución pero “Muchas vienen
solicitando se les aplique o se les ayude a hacer su proceso de IVB alegando por cosas que a la
larga no están contempladas en la resolución que normativiza el proceso de IVE para
Colombia”. De igual forma las profesionales tampoco están de acuerdo con que se realice esa
práctica, pero en este caso sí deben estar completamente desligadas de lo personal y ponerse
en la posición de la mujer con una mirada profesional, porque finalmente “mi trabajo es realizar
la adecuada orientación a estas mujeres y por supuesto hacer más fácil su proceso teniendo en
cuenta todos los estamentos de la ley y del hospital.”
Por otro lado, pero en el mismo contexto donde deben decidir sobre la vida de alguien
encontramos que las profesionales manifiestan dilemas éticos cuando deben dar el veredicto de
desconectar o no a un paciente, y entregar el cadáver a los familiares colaborándoles a su vez
con los trámites funerarios, la salida del cuerpo y demás trámites, lo que va en contra de su
ética porque su ideal no es quitar o decidir sobre la vida de una persona.
En noveno lugar encontramos “Lo laboral y recursos humanos” donde con menor
frecuencia, los profesionales que se han desempeñado en el campo empresarial, comentan que
en ocasiones cuando la empresa quiere hacer recorte de personal le ceden la tarea al profesional
en trabajo social de decidir qué personas son las que se deben quedar. Entre esto, el profesional
debe entrar a ver nivel de productividad, la necesidad específica de cada persona y aspectos
muy minuciosos para justificar la terminación de los contratos laborales, lo cual es una difícil
tarea porque “Uno está acostumbrado desde la formación a mirar lo social distinto, a mirar un
individuo distinto como un actor social y cuando ya estás en temas organizacionales es ver un
número y niveles de productividad”. Sin embargo, haciendo este ejercicio se puede presentar
conflicto con los trabajadores despedidos cuando este no está de acuerdo con los motivos por
los cuales se le cancela o se le termina su contrato, lo que da pie amenazas para el trabajador
social como una demanda ante el Ministerio de trabajo. Por ello, es difícil la decisión y la
acción ya que si las personas trabajan es porque tienen su razón de peso para hacerlo y terminar
un contrato de buenas a primeras genera un desequilibrio económico y psicológico al trabajador
y a la familia de este.
En décimo lugar y en igual frecuencia que la anterior encontramos “El ejercicio del
poder”, desde la perspectiva militar donde siempre se encuentra “Un sistema militar mediado
por clases, por rangos, por estratos por jerarquías” y donde el profesional no puede llegar a
imponerse, pero sí a posicionarse “siendo muy observador, leyendo mucho, entendiendo cada
dinámica que se presenta en la institución.”. A fin de saber cómo poder trabajar con los
militares bajo el sistema de poder que se maneja, el cual no suele afectar la intervención del
profesional, pero si la forma de actuar y de llevar a cabo el proceso desde la disposición y
actitud del usuario. En otras situaciones, se hace alusión a las jerarquías administrativas a las
cuales se deben desobedecer para palear un poco la relación de poder dentro de las
organizaciones, evitando que están limiten u obstruyan las acciones del profesional en
trabajador social con la población que tenga a cargo.
En doceavo lugar está el “Lucra miento profesional” donde por la misma línea de los
sobornos los profesionales aseguran que en ocasiones son los profesionales quienes buscan el
beneficio propio, porque independientemente la situación y la población hacen sus acciones e
intervenciones de forma que se obtenga una ganancia. Ya sea porque aun no queriendo ellos
deben interceder por las instituciones donde trabajan con los usuarios para que los mismos
accedan a realizar a ceder algo que ningún beneficio les traerá, pero lo deben hacer quieran o
no. Un ejemplo de ello está en lo que respecta a predios e unidades habitacionales “Pero
entonces para uno es ese dilema, es como complicado porque pues uno… uno a veces entiende
a la gente y más cuando uno viene de campo, o sea toda mi familia es de campo entonces yo
digo “miércoles”, o sea no me gusta que otras personas aprovechen de eso”.
En treceavo lugar y en la misma frecuencia que la anterior encontramos “Discrepancias
entre el usuario y el profesional” donde dos de las profesionales nombraron situaciones
específicas, la primera en relación a estudiantes de género masculino que “son groseros
entonces uno dice le respondo de la misma manera, me pongo al mismo nivel o me distancio.”
por el hecho de ser una docente de género femenino creen que pueden comportarse de esta
forma con ella agrediéndola a pesar de ser la autoridad en ese momento. Y el otro caso gira
entorno a los usuarios en general, cuando “una persona se sale de casillas y entra en el juego
de la discusión y ver si le sigo el juego o como le respondo.”, donde se pone en duda si se
conserva la posición de profesional o se actúa por instinto ante ese tipo de provocaciones. Sin
embargo, los profesionales en trabajo social suelen tener la habilidad de conservar la calma y
entablar un dialogo pacifico con el usuario a fin de resolver la situación problema.
De todas formas, dice otra profesional, aunque las trabajadoras sociales son más técnicas
que otras disciplinas “siempre hemos tenido esa discusión en la U. Nacional de si éramos
científicas o técnicas” teniendo en cuenta que en algunos campos no se poseen los suficientes
conocimientos.
En último lugar tenemos 10 respuestas de 10 profesionales que hace falta por nombrar,
sin embargo, no se logró hacer una clasificación de los dilemas éticos dentro de los ya
nombrados.
3) Acoso laboral, por “Un tema político donde sentí acoso laboral” ya que, aunque los
profesionales en trabajo social pertenezcan al área de la humanidad en ocasiones hay
situaciones por parte de jefes, compañeros de trabajo, ideologías o diferencias de pensamientos
que atentan con actos de violencia hacia los profesionales donde no saben cómo actuar por ser
el directamente afectado.
4) Beneficencia, es decir “Hay personas que quieren que uno las privilegie de pronto por
conocerlas” dándoles ventaja, agilidad en los procesos, y obtención de recursos antes que las
personas del común con las cuales no se tienen relaciones pasadas.
5) Crítica por elección profesional, aquí “En algún momento cuando estuve en la
universidad recibí muchas críticas por haber escogido la profesión de ser trabajadora social”.
Aun así, actualmente la profesional se desempeña muy feliz en el oficio que se dedicó hacer
durante su vida, “Me siento orgullosa, me siento feliz en mi trabajo y no ha habido un solo día
desde mi grado que me arrepienta de haber escogido esta profesión”.
9) Muestras de afecto, “Una vez que estuve trabajando con unas niñas en la fundación
grupo de apoyo estábamos en dos hogares uno para niñas y otro para niños y se manejan niñas
adolescentes que no tienen mucho contacto con los hombres y cuando yo estaba haciendo
alguna actividad con ellas eran muy insinuantes en algunas ocasiones tenía sesiones
individuales para hacer seguimiento algunos temas y me cogían la entre pierna me hacían
insinuaciones de que nos viéramos más tarde”. Sin embargo, a pesar de estos episodios
embarazosos el profesional manifiesta: “Uno tiene que tener su ética muy alta y saber
diferenciar que son niñas en vulneración y no puede ponerse a tener malos entendidos”.
10) Hubo un profesional que por aspectos particulares del momento en que se le aplicó
el instrumento no se le realizó esta pregunta.
Por otro lado, la pregunta que permitió identificar la forma en que los profesionales han
actuado ante los dilemas éticos que se le han presentado en su experiencia profesional fue
“¿Cómo has actuado frente a esos dilemas?”. Teniendo en cuenta el análisis de la categoría
anterior el cual arrojó que han sido múltiples los dilemas éticos presentados en el ejercicio de
la intervención profesional, se evidencia que los resultados han ido de mayor a menor cantidad
entre un dilema y otro.
Para el análisis de esta parte se manejará la misma metodología, donde con casi la mitad
de los profesionales entrevistados se evidencia que en primer lugar y con mayor frecuencia
entre ellas y ellos “No hay claridad de cómo actuar frente a los dilemas éticos”, porque no se
sintieron capaces de hacerlo, no supieron cómo responder, ni cómo procedieron frente a las
situaciones o acciones que les generaron dilemas éticos en su experiencia profesional. O
simplemente porque si se les presentaron dilemas, pero en el momento no percibieron las
situaciones presentadas como tal, así como indica el siguiente profesional “No creo que haya
vivido un dilema ético grande o seguramente pasó, pero no lo vi como un dilema ético y
simplemente actué”.
En segundo lugar y con mediana frecuencia está “La llamada a un amigo”, donde los
profesionales en trabajo social afirman que “Cuando hay algún tema del dilema ético por lo
general uno busca personas que tengan un poco más de experiencia”, ya sea alguien de la
misma línea como compañeras de trabajo que sean trabajadoras sociales, profesionales
externos o de áreas afines, como también profesionales con conocimientos en el área donde se
presente la situación. En otras ocasiones no se acude a personas específicas, sino por el
contrario se acude a entes con los que cuenta la institución para mediar en los casos o
situaciones que lleguen, entes como los comités de ética o los equipos de trabajo
interdisciplinares que existen como por ejemplo en los hospitales.
En cuarto lugar, aparece “Acudir a las autoridades judiciales”, donde los profesionales
en trabajo social al evidenciar situaciones antiéticas realizan las respectivas denuncias a las
autoridades competentes teniendo en cuenta la situación, el tipo de población y la autoridad a
le que competa. En la mayoría de los casos la denuncia se realiza de forma anónima como lo
indica la profesional, “Ya conociendo los casos uno opta por la denuncia anónima”. Denunciar,
es lo que consideran los profesionales se debe hacer en casos donde el bienestar y los derechos
de los usuarios con los que se está trabajando se pone en riesgo, dichas denuncia son
presentadas ya sea de manera escrita cuando es anónima o directamente verbal. A fin, de activar
redes externas que apoyen el proceso o la intervención que se esté llevando a cabo.
En sexto lugar con la misma frecuencia que la acción anterior está el “Reporte a las
instituciones”, en la cual los profesionales en trabajo social aseguran que por medio de reportes
escritos se notifica a la institución las anomalías presentadas en los procedimientos que se
llevan a cabo dentro de la misma. “En el caso del incesto pasé el reporte a la fiscalía, yo pase
el reporte a Bienestar Familiar, yo pase el reporte porque yo trabajaba con la Gobernación de
Cundinamarca, al Ministerio de Protección Social yo le pase copias a todo el mundo” los
reportes se hacen ya sea por faltas cometidas por parte de los compañeros que reciben los casos
o por los mismos usuarios que asisten a la institución.
En séptimo lugar y con baja frecuencia aparece “Generar un proceso de creación”, donde
los profesionales en trabajo social responden que una acción efectiva a los dilemas es crear
estrategias, conductos regulares o rutas de atención. Para saber qué hacer ante las situaciones
que atiende la institución en caso de que no existan dentro de esta o no posean las herramientas
por falta de estructuración organizacional, “Seguir perseverando o crear un conducto regular
más corto para que se pueda realizar la intervención correcta o se pueda realizar una
intervención en sí, porque muchas veces no se puede realizar una intervención por la falta de
apoyo en los procesos”.
En octavo lugar y en la misma frecuencia que la anterior está “Acudir a entidades
legales”, aquí los profesionales en trabajo social en caso de dilemas éticos donde sea su vida o
su bienestar el que está en riesgo por parte de usuarios que atentan en contra, los profesionales
optan por dar a conocer la situación a entes de control. “Yo hable esto con el comisario, al
comienzo el comisario dijo no sé de donde venga la amenaza , hasta el sol de hoy nunca lo
supe, y de un momento a otro me dijo que tenía que cambiar ya el concepto a favor de la
persona que necesitaba presionarme”, sin embargo el profesional termina por ejecutar las
acciones y las intervenciones planeadas a pesar de los riesgos que le puedan causar a su vida,
lo hace tranquilamente después de haber notificado a un ente las posibles consecuencias que
esto pueda tener.
En noveno lugar siguiendo con la misma frecuencia que la anterior esta, “Neutralidad en
casos y con los usuarios”, en la cual los profesionales en trabajo social aseguran que su
actuación en los procesos debe ser neutra, pero haciendo las acciones y resolviendo la situación.
Es decir, “Actuando entre lo justo y lo conveniente, entonces a veces actuaba por lo
conveniente respecto a la institución y a veces actuaba con los individuos de forma justa”,
porque se debe tener un equilibrio olvidándose a veces de lo personal para poder actuar como
profesional o viceversa.
Pero, lo recomendable es no involucrarse con la situación, ni con los usuarios, por los
riesgos que se pueden presentar o que se pueden obtener.
En último lugar tenemos 9 respuestas de 9 profesionales que hacen falta por nombrar, sin
embargo, no se logró hacer una clasificación de estas acciones frente a los dilemas éticos en
las ya nombradas por ello se pronunciaran de forma individual a continuación:
2) Estar en paz por haber hecho las acciones correctas en el momento que se debieron
haber hecho, en la forma que se debieron haber hecho y con las personas que se debieron hacer.
Es decir, tener la conciencia tranquila por haber realizado una correcta actuación en el momento
preciso, “Creo que así uno se quede sin nada el poder dormir en paz, yo siempre he dicho que
la conciencia es la mejor almohada, y es poder dormir tranquilo”.
4) Conservar silencio suele ser una de las formas de actuación correcta frente a un dilema
ético, porque evita mezclarse con situaciones o hechos que puedan tener consecuencias al
profesional. Simplemente se hace la intervención independientemente del contexto dejando
resultados positivos e ignorando aspectos de gruesa magnitud que no aporten al proceso pero
que tampoco interfieran. “Guardaba silencio y uno tiene que tener unos principios éticos muy
claros”.
5) Brindar información a las personas sobre temas en los cuales requieren conocimientos
o necesitan conocer aspectos importantes, para aplicarlos en su vida diaria o en las situaciones
problemas que se le presenten por falta de conciencia frente a estas. “Traté como de trabajar
con ellos un poco esos temas.”
9) Culminar procesos en los cuales algunos profesionales han dejado vacíos importantes
para que en caso de una auditoría o rendición de cuentas a la institución por parte de un ente
de control todos los procesos coincidan tanto tiempos como en el gasto de los recursos. Por lo
cual, “Uno tiene que ponerse a tratar de corregir las cosas que no se han hecho y toca devolverse
un poco al pasado y eso implica inventar algunas cosas para que esas fechas y esos tiempos
coincidan con todo lo demás ya que todo está ligado y todo debe coincidir tanto de lo de las
carpetas como los formatos, y los links colgados virtualmente. Pero se debe hacer hasta donde
se considera es posible porque uno tampoco se va hacer responsable de algo que no hizo, por
eso algunas cosas es mejor dejarlas como están pase lo que pase.”
Debido a los diferentes contextos a los que se enfrentan los profesionales en Trabajo
Social, en muchas ocasiones se puede llegar a dificultar un poco la intervención por las
diferentes formas de pensar y actuar tanto de las instituciones, como de los compañeros de
trabajo y de los usuarios con respecto de la forma de pensar y actuar de cada profesional, sin
embargo con todas las herramientas adquiridas en la Universidad y en la experiencia
profesional para tener cierta lectura de la realidad social y con una postura crítica de la misma
son capaces de direccionar la intervención de una forma más fácil, sin desprenderse del todo
de su esencia ya que sostienen que los seres humanos somos integrales en los diferentes
aspectos de la vida y por lo tanto se debe aprender a trabajar con todas las competencias para
saber orientar a las personas que reciben de nuestra ayuda teniendo la debida precaución de no
caer en una subjetividad excesiva; también se evidencia que los cargos en los que algunos
profesionales se encuentran inducen con mayor intensidad a una intervención basada en
ideologías tanto políticas como religiosas, por tal razón tratan de acomodarse en instituciones
que vayan acordé a su perfil ético y profesional para evitar al máximo tener que estar un
involucrados en dilemas éticos, argumentando que en muchas de estas no se interesan
realmente por las personas y sus familias sino en resultados rápidos y efectivos.
Por otro lado hay profesionales que consideran que la ideología política no influye en
los profesional primero porque en cargos que ocupan está prohibido hacer mención de sus
orientaciones políticas o en época electoral realizar algún tipo de campaña porque se ve mal
éticamente, también porque se declaran apolíticos o sencillamente guardan su posición para lo
personal y así evitan entrar en algún tipo de debates que afecten los procesos que llevan a cabo
bien sea con sus equipos de trabajo o con los usuarios, los profesionales también aseguran que
muchas veces hay gente que tiene su posición muy arraigada y que intentan imponerla durante
el proceso, es ahí donde los trabajadores sociales no pueden dejarse llevar y cuando todo haya
terminado lo mejor es liberar todas las cargas negativas que quedaron.
Así como para muchos profesionales no influye ningún tipo de ideología para otros lo
único que no influye a la hora de intervenir es lo religioso, ya que las relaciones que se entablan
sin basadas en el respeto y en la libertad de cultos , unos afirman creer en Dios pero no en
ninguna Iglesia, otros dicen no practicar ninguna religión y otros manifestaron tener su
respectiva creencia en alguna religión esto no quiere decir que en el ámbito laboral los
trabajadores sociales entren a imponer o a debatir por lo que el usuario o su compañero,
institución crea por el contrario se aprovechan estos espacios para aprender cosas nuevas que
ayuden al fortalecimiento de esa formación integral, tampoco pueden entrar a intervenir los
principios y valores con los que se formaron mirándolos desde una perspectiva moralista
porque se cae en la subjetividad total y esto afecta seriamente el trabajo que se haga con el
usuario. Por último, afirman que no tienen ningún problema en trabajar con personas católicas,
cristianas o mormonas pues aprovechan estas creencias para el beneficio del usuario o del
equipo de trabajo.
En cuanto a los principios que los profesionales consideran que tienen y ponen en práctica
en su vida personal y profesional el más representativo es el respeto hacia el otro y así mismo
los profesionales aseguran que la mayor demostración del respeto al otro es la no
discriminación por raza, sexo, credo, posición política u orientación sexual; a partir del
establecimiento de unos límites de respeto se puede entablar una buena relación con los jefes,
compañeros de trabajo, usuarios, sus familias y gente del común así no se compartan las
mismas posiciones frente a como comprender una determinada realidad.
En cuanto a los valores que ponen en práctica tanto en lo profesional como lo personal,
los trabajadores sociales entrevistados señalan que quizá el valor más importante es el de la
honestidad porque junto con principios como el respeto se parte hacia el buen trato con el otro,
manifiestan que el valor de la honestidad no puede quedarse en el discurso sino que debe
trascender a todos los escenarios de la vida profesional y personal; para los entrevistados es
muy importante la honestidad con el usuario sin importar si el diagnóstico que se le vaya a dar
sea bueno o malo pues si siempre se es consecuente con la realidad de una persona se puede
saber hasta donde él/ella permitirá llegar con el caso, además de que la persona siempre esté
consciente de lo que se está llevando a cabo para reorientar su estilo de vida y así encuentre
bienestar . Además, saben que en las instituciones en las que se encuentran trabajando
adquieren una gran responsabilidad legal ya que esta es una profesión interdisciplinaria en la
que entran a jugar muchos profesionales e instituciones desentendiendo el caso que se esté
llevando a cabo y por tal razón siempre se debe ser muy honesto frente a todo lo que como
trabajador social tenga cargo.
Otro de los valores que más destacaron es el amor al prójimo asociado a la pasión y a la
vocación por la profesión, argumentando que quien escoge trabajo social como profesión y
proyecto de vida es porque siente la necesidad de hacer algo por mejorar las problemáticas de
la sociedad, porque siente y comprende el dolor del otro, algunos profesionales se encuentran
dentro de una posición religiosa por ende llevan a la práctica profesional todas las enseñanzas
y valores como el amor a Dios y al prójimo inculcadas en el Cristianismo, a partir de esto basan
su trabajo para dignificar a las personas en condiciones vulnerables; comprenden que Trabajo
Social es una profesión que a diario maneja un alto componente emocional y más que expresar
esa otredad se debe manejar muy bien la inteligencia emocional aprender del autocontrol,
porque no niegan que han tenido que manejar situaciones en las que es imposible que no se
afecten emocionalmente.
Una parte importante de los entrevistados manifestaron que uno de los valores más
importantes durante el accionar profesional es la escucha, no desde una posición utilitarista de
instrumentalización del otro, sino debe ser una escucha real generando una empatía en la que
se haga sentir a la persona que realmente le interesa y comprende la situación por la que está
pasando, de tal manera se genera una confianza usuario- profesional en la que se puede llegar
a trabajar en equipo manifestando siempre humildad estando al nivel del usuario, los grupos ,
las comunidades con la disposición de aprender diariamente ayudando a formar un profesional
integral.
Finalmente, todos los entrevistados coinciden en que ninguno de los principios y valores
anteriormente mencionados se pone en práctica por separado, todo es un conjunto que durante
el actuar personal y profesional definen a un individuo.
De acuerdo a la subcategoría instituyente, las preguntas formuladas fueron: ¿Conoces el
Consejo Nacional de Trabajo Social?, ¿Conoces el código de ética profesional de los
Trabajadores Sociales en Colombia? Sí ___ ¿Qué opinas sobre él? ____No ____ ¿Por
qué?, ¿Tienes conocimiento de las faltas estipuladas en el código de ética profesional?,
desde tu perspectiva profesional ¿Qué sanciones deberían aplicarse a cada tipo de falta?,
¿Por qué consideras que se deberían aplicar este tipo de sanciones?
Dentro de los aspectos que conocen del Consejo Nacional de trabajo social los
profesionales argumentan en su mayoría conocerlo por los trámites que allí se realizan, como
la expedición del registro profesional, aunque todos se refieren a este como “tarjeta
profesional”, los antecedentes disciplinarios y otros documentos importantes para el ejercicio
de la profesión. Esto se evidencia en aseveraciones como “ellos están como muy pendientes de
tener la tarjeta profesional al día, papeles al día, de que uno actualice datos, actualice
experiencia profesional pero más de que estén regulando nuestros papeles y estén en regla no
tienen más función como tal” También conocen que la expedición de estos documentos se
puede hacer por correo electrónico, y muchos conocen sobre el proceso de renovación del
registro profesional.
Asimismo, muchas de las personas entrevistadas aseguran conocer el Consejo Nacional
de Trabajo social por todo lo que hace y la relación directa que tiene con la ética profesional y
la elaboración del Código de ética profesional de los trabajadores sociales en Colombia. En
estos ámbitos conocen su ubicación actual, la actualización que se hizo recientemente al Código
de ética profesional, y la constante labor investigativa que realiza, también reconocen la labor
que tiene en cuanto a la defensa del gremio profesional, al respecto una profesional sostiene
“Sé que hace poco hubo una intervención por parte de este cuando nos iban a pasar a la
ciencia de la salud y que dieron una gran pelea”. Y tienen conocimiento sobre la bolsa de
empleo que se maneja al interior del consejo, “yo conozco del Consejo que ellos tienen allá
una bolsa de empleo, que de alguna manera orientan a los profesionales de Trabajo Social
para apoyarlo cuando esta desvinculado laboralmente.”
En este sentido, algunos profesionales conocen sobre las leyes bajo las que se funda el
consejo nacional de trabajo social, afirmando
“Es un ente que nos rige, desde el consejo tenemos la ley 53 que reguló la profesión de
trabajo social, alguna vez estuvimos trabajando allá en el consejo toda la parte de
competencias laborales en salud, les estuvimos trabajando hace ya varios años, pero si hemos
estado muy articulados desde la universidad, por lo que nosotros tenemos campo de práctica
allí, así que hemos estado muy articulados haciendo trabajo con ellos”.
Y poseen conocimiento sobre la estrecha relación del Consejo Nacional de Trabajo Social
y la ética profesional, esto se demuestra en lo enunciado por un profesional acerca del consejo
nacional de trabajo social “define la ética del Trabajador Social, es el organismo encargado o
a donde llegan las diferentes quejas, en cuanto al comportamiento en el ejercicio de la
profesión indebido”.
Pese a esto existe una gran confusión acerca de sus funciones, ya que se tiende a
confundir con el Consejo Nacional de escuelas de trabajo social bajo declaraciones como “es
una entidad que rige todos los programas de trabajo social del país que están afiliados, está
presto a velar por los derechos y deberes de los trabajadores sociales”.
Por otro lado, los trabajadores sociales conocen al consejo nacional de trabajo social por
celebrar cada año el Día del trabajador social y a su vez por la organización de diferentes
eventos como conferencias, seminarios, simposios, capacitaciones y asambleas. Por último, un
número menor de entrevistados expresan que lo poco que conocen del Consejo Nacional de
trabajo social es gracias a la universidad en la que estudiaron su pregrado, en clases referente
a ética y gracias a algunos eventos académicos dentro de sus almas Mater.
Para dar respuesta a la poca visibilidad que tiene este organismo muchos profesionales
en trabajo social proponen la creación de herramientas virtuales como revistas o grupos en las
redes sociales donde el contacto sea más cercano e instantáneo, ya que reconocen que la
comunicación por correo electrónico no es tan efectiva y eficaz. Algunas de las ideas son "Sería
muy chévere que lográramos hacer una comunidad dirigida desde el Consejo Nacional de
trabajadores sociales, una comunidad que no se encuentre cada día del trabajador social sino
que nos envíen a nuestro WhatsApp y nos digan ¡Hola!, ¿te acuerdas de que el código de ética
dice que una falta grave es esto? yo no conozco una red, una fan page, un Instagram, un
LinkedIn” y
“de pronto que hubiera una revista y como yo sé que cuesta plata que las personas
vayan a los congresos, al menos una revista o algo de la actualidad de Trabajo Social o dónde
diga los logros de los Trabajadores Sociales y que uno pueda por un medio electrónico
notificar esos logros de los compañeros, hay áreas de trabajo social que la gente todavía no
conoce. Entonces que yo vea que hay Trabajo Social en otras áreas, sirve para que no nos
enfoquemos solamente en ir a bienestar”
Otro aspecto que estuvo presente en las opiniones de los profesionales en trabajo social
fue la percepción que tienen en cuanto al desempeño del Consejo Nacional de Trabajo Social,
las opiniones estuvieron divididas entre la buena labor que realiza este organismo y lo corto
que se queda muchas veces en sus acciones frente a la realidad del país. Los profesionales en
trabajo social manifiestan que sus labores en cuanto a las asesorías relacionados con la ética
profesional son buenas y que la presencia de este organismo es muy importante para la
consolidación de la profesión. También manifiestan que “es una entidad eficiente, tuve que
asistir, para un certificado de antecedentes de la profesión y me pareció muy eficiente”.
Algunos trabajadores sociales piensan que “ellos se quedan cortos en el proceso que se
tiene que hacer, hay una lectura muy mezquina, y muy técnica distanciada de las unidades
académicas, yo pienso que hace falta más acompañamiento hacia las unidades académicas,
injerencia y contacto con los gremios tanto nacionales como internacionales”
“pienso que también se quedan cortos en el compromiso y el apoyo hacia la
investigación, no estoy de acuerdo con las posiciones y las posturas que adoptan, yo pienso
que ellos se quedan cortos para hacer lecturas del contexto, de la situación real de la profesión,
de las carreras técnicas, de la formación a distancia, de la mercantilización de la educación y
sobre todo del programa de trabajo social”.
En cuanto a la atención del consejo y las personas que laboran allí, los profesionales
enuncian que hace falta más calidez y amabilidad a la hora de la interacción con los trabajadores
sociales.
Igualmente, muchos profesionales afirman que conocen el código ya que lo han visto en
sus clases durante su educación universitaria y que desde allí han podido analizarlo y conocerlo
un poco más. Esto se evidencia en expresiones como “aquí en la Universidad tuvimos algunas
sesiones de trabajo para aportarle al código” y “Sí conozco el código de ética profesional de
los Trabajadores Sociales en Colombia, lo conocí primero en la Universidad, en la carrera
nos abrimos un espacio para estudiarlo, desde espacios de clases hasta también cuando nos
encontrábamos con compañeros y compañeras para revisarlo”
Del mismo modo muchos profesionales en trabajo social dicen conocer el código de ética
de la profesión porque está vinculado a la labor que realiza el Consejo Nacional de trabajo
social y también porque al tramitar su registro profesional el consejo les hace llegar a sus casas
una copia del Código de ética. Al respecto un trabajador social dice “el Consejo Nacional, en
su momento nos hace llegar a los que solicitamos el registro profesional, cuando ya se nos
entrega nuestra tarjeta nuestro registro, nos llega una copia del código de ética”
A quienes contestaron que no conocían el código de ética, se les preguntó por qué no lo
conocían. Estas personas admitieron en su mayoría que se debía a desinterés por parte de ellos
bajo expresiones como “de pronto por falta de interés” “Por desinterés personal” o a la poca
divulgación que existe de este documento y en una menor proporción respondieron que este
Código no rige su actuar profesional, esta función la cumple el reglamento interno de la
empresa donde trabaja en palabras propias de un trabajador social "No entraría a investigar
sobre esto porque pues lo que te digo a mi quien me da la línea es la empresa en la que yo
trabajo".
Cuando se indago sobre la opinión que tienen los profesionales en trabajo social acerca
del Código de ética del trabajo social en Colombia sus respuestas abarcaron aspectos como la
percepción que tienen acerca de su eficacia, algunas sugerencias para mejorarlo y o
complementarlo y resaltaron la importancia que tiene este documento para la profesión y el
interés que tienen en profundizar en el análisis de dicho documento.
Dentro de las sugerencias planteadas por los trabajadores sociales se encuentran “que
inviten a colegas que estén en diferentes áreas para que conozcan las situaciones que se han
presentado y así mismo construir algo más adecuado”, “recomiendo revisar el libro blanco
del marco europeo ya que brinda muchas más herramientas que el caso colombiano”. Los
profesionales también recomiendan realizar una lectura más realista y que se ajusten a los
constantes cambios del país,
“yo considero que hay que plantearlo de una manera más crítica hacia lo externo, un
poco más crítico como hacia lo político y hacia lo institucional, siento que a veces recae mucho
la responsabilidad del trabajador social desconociendo un poco cual es el contexto político y
social del país yo creo que debe haber un planteamiento político claro más allá, como en que
nos insertamos laboralmente, como cuáles son las líneas que nos rigen para intervenir”.
Por ultimo muchos profesionales coinciden en que hace falta mayor divulgación de este
documento, y en la indiscutible importancia que tiene para los profesionales en trabajo social
conocer el código de ética de su profesión ya que les orienta sobre su manera de actuar, “siento
que nos permite tener unos límites y unas normas que nos ayuda a regir nuestra orientación y
nuestro rol como profesionales en las diferentes intervenciones y áreas a las cuales estamos
capacitados para intervenir con la población” y de esta manera ayudar a consolidar y mejorar
la imagen que se pueda tener de la profesión.
Los trabajadores sociales reconocen que son faltas violar principios que rigen la
profesión como el principio de confidencialidad, y acciones como falsificar un documento
público o cometer cualquier conducta que sea tipificada como delito. Un grupo menor refiere
que conoce las faltas estipuladas en el código de ética en cuanto a los tipos de faltas de acuerdo
a su gravedad o impacto en la sociedad, “Las faltas son leves y graves y no recuerdo en detalle
cuáles son.”.
A la pregunta de qué sanciones deberían aplicarse a cada tipo de falta fueron variadas las
respuestas los profesionales en trabajo social afirman que para las faltas leves se deben aplicar
sanciones como llamados de atención verbal ante el Consejo Nacional de Trabajo Social,
multas de tipo económico como el pago de una suma de dinero al consejo o el descuento de un
porcentaje del sueldo del trabajador social en su empresa, esto es soportado en afirmaciones
como “Para una falta leve ligado a la institución con la que se esté trabajando descontar del
sueldo devengado y emendar la acción que cometió con un proceso formativo respecto al tema”
adicional a estas sanciones también plantean la necesidad de un proceso reflexivo/pedagógico
y el seguimiento al enmiendo de esta falta.
Otras de las sanciones que se plantean en menor proporción son “la suspensión de la
matrícula profesional por seis meses a nivel preventivo con seguimiento ante organismos como
el Consejo Nacional de Trabajo Social y la academia que otorgó el título académico”.
Para las faltas moderadas las sanciones que se deben impartir según los trabajadores
sociales entrevistados son memorandos adjuntos a la hoja de vida y a los antecedentes
disciplinarios, y la suspensión temporal del registro profesional entre 6 meses y 2 años según
la gravedad de la falta. También se debe considerar la multa económica en algunos casos,
“postuló como falta moderada la suspensión por un año de la tarjeta profesional con servicio
social equivalente a seis meses sin derecho a ningún tipo de remuneración”.
Así mismo, los trabajadores sociales opinan que todas las faltas deben acarrear un
proceso reflexivo para el profesional “acompañadas por un programa pedagógico para que la
persona aprenda de su error y reflexione sobre eso”. Y en menor número los profesionales
plantean algunas sugerencias encaminadas a la ardua labor que debe ejercer el Consejo
Nacional de Trabajo Social en cuanto al proceso e investigación y hallazgo de pruebas sobre
determinada falta.
Se necesita determinar las sanciones dependiendo a las áreas de intervención porque solo
clasificarlo desde Trabajo Social a manera general se queda corto.
Cuando se les preguntó a los trabajadores sociales por qué consideran que se deben
aplicar este tipo de sanciones a las faltas graves, moderadas y leves respondieron que está
sanciones ayudarían a fomentar una mayor disciplina en la profesión ya que se actuaría de
mejor manera y mejoraría la imagen que se tiene del trabajo social ya que:
“lamentablemente como seres humanos y como colombianos las leyes y las normas
deben existir porque si no fácilmente nos volvemos muy mediocres, entonces sencillamente
esto nos ayuda a tener un seguimiento y un correctivo, porque si se deja así en libertad, pues
no permite que haya una coherencia entre la ética, el ser y el quehacer profesional, eso no nos
permite a nosotros llevar una imagen correcta de lo que es la carrera de trabajo social y se
convierte en algo muy inmediato o muy asistencialista y lógicamente no permite ver todo lo
que haría un trabajador social en los diferentes ámbitos y eso daña la buena imagen de la
profesión y que muchos otros no sigan la carrera porque sencillamente no se valora”
y a su vez este tipo de sanciones permiten una reflexión del ejercicio profesional “creo
que de una u otra manera eso llevaría a generar un poco más de conciencia, a la hora de
escoger trabajo social como profesión, en el momento de ejercer la profesión y en el trabajo
que se debe realizar en general donde se dignifique a la persona o los grupos con los que
estamos trabajando, pero también en sí a la profesión y al profesional que ejerce el trabajo
social”.
En relación con las faltas leves, los trabajadores sociales afirman en su mayoría que el
inadecuado y no optimo cumplimiento de sus funciones puede ser catalogado como una falta
leve en el contexto de su ejercicio profesional, que puede manifestarse en parte por el
desconocimiento de sus funciones y obligaciones como profesional en Trabajo Social y como
miembro importante de una institución; “son las que NO crean una responsabilidad penal
directa, pero SI generan una falta social”.
Finalmente, en cuanto a las faltas leves, en una minúscula proporción, los trabajadores
sociales afirman por un lado que una falta leve puede estar relacionada con “llegar tarde a sus
lugares de trabajo” o “incumplirle a la gente con las citas acordadas” y, por otro lado, que leve
puede ser una falta mediada por “acciones que se puedan solventar en un tiempo determinado,
que tengan alguna solución” o que sea “una falla o error no voluntaria”.
FALTAS MODERADAS
En cuanto a las faltas moderadas, los trabajadores sociales expresan que una falta
moderada es “aquella que no está en los límites de la leve y la grave, es decir, NO genera una
responsabilidad directa por vía penal NI tampoco solo una falta social”.
En una proporción un poco menor a la anterior, los profesionales enuncian que las faltas
moderadas también se pueden generar mediante acciones en las que se maltrate a otra persona
de manera repetitiva o con intensión, por ejemplo, “el maltrato tanto físico como psicológico a
las personas con las que estamos trabajando”, “anteponer las creencias religiosas o políticas
sobre las personas con las que se está trabajando o inducirlas y si no profesan lo que uno cree
maltratarlas”, “es una falta en la cual caes constantemente y no has corregido”, “sería ya hacer
daño o faltar a la integridad de una persona”, “es una falta que se hace de manera repetitiva”,
“ya es una acción que si se piensa que tiene una intensión”, “una burla por la situación que
sea”, “es la que comienza a afectar la convivencia, podría ser entrar en discusión con miembros
de la comunidad”, “violar la intimidad de la persona o la población con las que se esté
trabajando”. Adicionalmente son aquellas en las que se falta a la ética personal y profesional,
como en situaciones en las cuales algunos profesionales reciben sobornos y se favorecen o
favorecen a terceros, algunos ejemplos son: “no ir en consonancia con los principios y valores
del ejercicio profesional o sea actuar bajo otro tipo de principios que no son los profesionales”,
“recibir un puesto por un favor”, “si faltas a tu ética profesional”, “una falta moderada estaría
fallando con una acción que está en contra de los principios estipulados por el código de ética”,
“generar beneficios cagados hacia una persona” y “que uno falte a sus valores y principios”.
Finalmente, para los trabajadores sociales, en minúscula proporción moderada puede ser
una falta “que no vaya a atentar contra la integridad de la persona”, “que puede afectar una
cosa pero no de manera muy drástica” o aquella que “si puede llegar a afectar a la persona o a
la institución, pero no propiamente puede causar un daño tan grave, sino que puede llegar a
tener solución”, “podrían tener un compromiso por parte del Trabajador Social para solucionar
la situación pronta y efectivamente” y “es toda aquella que no recurre a la vulneración de un
derecho”.
FALTAS GRAVES
Respecto a las faltas más graves que puede cometer un trabajador social, más de la mitad
de los entrevistados argumentan por un lado que una falta grave es aquella que se encuentra
relacionada con incumplir las normas legales vigentes, “es la que atañe responsabilidad penal
y por supuesto el retiro de la tarjeta profesional y el derecho a ejercer la profesión” por ejemplo,
“cuando el profesional incumple una norma, una ley o que incurra directamente en ellas” y
“falsificar el documento de alguna persona o la falsificación de documentos públicos como el
diploma o la tarjeta profesional de Trabajador Social o mentir en la hoja de vida y en la
experiencia”.
Por otro lado, la falta grave también puede llegar a ser aquella relacionada con recibir
sobornos y beneficios propios o para terceros, como “recibir plata por emitir determinado
concepto”, “lograr beneficios económicos y lucrativos”, “aceptar un trabajo donde se devengue
sumas exuberantes de dinero”, “recibir sobornos a cambio de algo”, “acceder a invitaciones
que no van acorde al ejercicio profesional y que se está realizando buscando la persona acceder
a un beneficio que yo le pueda dar”, “que un profesional adquiera un puesto público o político
únicamente con el fin de lucrarse económicamente y pensando solo en beneficios propios con
recursos públicos” y “el cambio económico por una decisión”.
En menor proporción para los entrevistados una falta grave puede ser también aquella en
la que el trabajador social no cumpla con las funciones propias de la profesión como “manipular
u omitir en el informe la información de la situación, “dar un concepto de que la persona esté
en adecuadas condiciones y no sea así o emitir conceptos que como trabajadores sociales no
podemos emitir”, “hacer un estudio socio-familiar mal hecho o no elaborarlo con el
compromiso, la responsabilidad que le asiste al profesional”, “tomar datos poco confiables de
fuentes poco fidedignas”, “el robo de información”, “faltar a la confidencialidad o violar el
secreto de la reserva en un proceso profesional ”, “tomar decisiones desde lo individual, sin
pensar que uno pertenece a una institución”, “orientar mal no saber actuar en el momento o
diagnosticar mal un paciente y emitir juicios de valor sin la suficiente veracidad”, “la omisión
de alguna situación problema, es decir, si yo conozco y se los entes para lograr que esa familia
sea intervenida y no lo hago”, “dar un buen concepto ocultando una verdad que perjudique o
beneficie a alguien”, “la negligencia por parte de los trabajadores sociales, al no actuar en el
momento en el que deben hacerlo y naturalizar un problema de cualquier persona”, “alteración
de resultados de un documento tipo diagnostico social”, “mentir o engañar a un usuario
respecto a algún servicio”, “omitir totalmente un procedimiento”, “seria no actuar en una
situación de una vulneración de un derecho o de la vulneración de la vida que es lo más
importante”, “que yo le dé falsas expectativas a la gente en cuanto afiliaciones que yo pueda
hacer y en realidad no”.
Casi una tercera parte de los trabajadores sociales entrevistados manifestaron que las
faltas graves que se pueden cometer en su contexto profesional están relacionadas con hacer
daño a otra persona o vulnerar algún derecho, aquella falta que “afecta la vida o el bienestar de
otro ser humano objeto de nuestra intervención en cualquiera de sus aspectos”, “que causa
consecuencias negativas y nocivas para una familia para una comunidad”, “que el profesional
utilice su posición laboral para discriminar o maltratar a una persona desde el ejercicio de la
profesión perjudicando la vida de una persona”, “juzgar, señalar, abusar aprovechando su
condición de trabajador social”, “aprovecharse de comunidades vulnerables”, “que trasgreda
la integridad de las comunidades a las que se esté interviniendo, en el ejercicio propio de la
profesión, todo lo que trasgreda a lo personal y a lo individual, grupal y comunitario”, “vulnerar
los derechos de cualquier ser humano”, “un irrespeto de la índole que sea”, “involucrarse física
o emocionalmente con alguna persona con la que trabaja o con la población como tal, una
situación donde se pone en riesgo como la integridad de la gente”, “burlarse de una persona o
propiciar espacios de abuso”, “maltrato directo a la persona”.
Finalmente, en una minúscula proporción para los profesionales una falta grave puede
presentarse en el momento en el que el trabajador social se deja influenciar por sus ideologías
personales en su quehacer profesional, lo manifestaron por ejemplo como “no tener la
capacidad de divorciar las ideologías en el campo laboral”, “ser subjetivo”, “apegarse a los
principios y valores personales y no orientar a la persona profesionalmente sino de acuerdo a
una condición ideológica” y “que uno deje influenciar su ideología personal ejemplo religiosa
para omitir un caso de violencia intrafamiliar”.
“Yo creo que no existe una clasificación de faltas y más cuando se trabaja con
personas porque cada error que uno como profesional cometa, por más pequeño que sea
va a traer una consecuencia para la persona y su familia, y pues uno no dice que no tiene
derecho a cometer errores pues somos seres humanos, pero si pienso que falta es falta
y no hay como una escala que las mida”
“Yo siento que faltar a la ética profesional no tiene como esa calificación de grave
o no tan grave, sino que toda falta que se cometa a la ética profesional para mi es grave
porque dice mucho de uno, de su profesionalismo y de su integridad profesional”
“Es que yo no creo que se pueda mediar, o sea, es falta o no es falta, entonces yo
creo es que no debemos incurrir en ninguna de ellas”
“Yo creo que ninguna falta podría ser leve, realmente cuando tú faltas a tu ética,
te faltas a ti mismo, te faltas a ti como ser humano, como persona y obviamente como
profesional mucho más, pensaría que todas las faltas que se cometan al código de ética
son más bien tipificadas como unas faltas graves”
Por otro lado, para otra categoría como “causar daño o afectación a otra persona”, sea
usuario o colega, se evidencia que en los entrevistados también se encuentra una diferencia
acerca de si afectar a otra persona puede ser una falta leve, moderada o grave, pero según las
respuestas obtenidas de los entrevistados, esto representaría en mayor medida una falta grave
en su quehacer profesional y se evidencia además en cuanto a las faltas leves una dualidad por
parte de los profesionales si afectar o no a otra persona puede ser una falta leve.
Esta dualidad, según los profesionales esta mediada por la intensión. Para los trabajadores
sociales, clasificar una falta en alguno de los tres tipos de faltas mencionadas, depende del
hecho de si una falta cometida por un profesional fue realizada con o sin intensión, como en el
caso de la categoría “causar daño o afectación a otra persona”, cuando la falta es cometida “sin
intensión” se puede tipificar como una falta leve, pero al ser cometida “con intensión”
dependiendo la falta puede ser tipificada como una falta moderada o grave.
10. 2 Imaginarios identificados
A la luz del marco teórico, propuesto en la investigación y el análisis realizado a los resultados
obtenidos a partir de la entrevista aplicada a los y las profesionales en Trabajo Social, y dando
respuesta a los objetivos planteados en esta investigación, se puede evidenciar que los
imaginarios instituidos e instituyentes en los trabajadores sociales son:
Objetivo 1.
● Identificar los imaginarios sociales instituyentes e instituidos de los Trabajadores
sociales en relación con las faltas leves, moderadas y graves en el contexto de su
ejercicio profesional.
Por un lado, “Lo instituido, nos indica los aspectos que han sido establecidos como
representaciones de la realidad a la que los miembros de la sociedad se ciñen; es lo que une y
ordena de manera incuestionable las diversas partes y elementos. Es lo inamovible y
permanente y se encuentra en cada cultura, con sus particularidades y con sus estructuras”.
Varela (s.f)
Y, por otro lado, “Lo instituyente es tanto la fractura como su causa en las estructuras sociales.
No se puede crear de la nada ni con fines utilitaristas; es decir, es un proceso de cambio que no
se reconoce a simple vista a pesar de estar presente de manera permanente. Los individuos no
pueden generar factores instituyentes a voluntad a pesar de estar colaborando con las fracturas
y discontinuidades sociales a partir de la conciencia de la institución y de la sociedad; es un
proceso que se da de manera colectiva y con manifestaciones de tiempo propias: auto creación
y autodestrucción simultáneas”.
Varela (s.f)
En el marco del análisis realizado frente a los imaginarios sociales que tienen los
trabajadores sociales de acuerdo a lo que perciben como ética en su ejercicio profesional, se
evidenció la fuerte relación que tiene este concepto respecto a la génesis y los principios y
valores que consideran deben dirigir y regular el actuar de los profesionales.
En esta misma línea, en relación a lo instituyente, lo cual hace mención a los aprendizajes
que son tomados del exterior al individuo, se entienden desde esta perspectiva, aquellos
principios y valores comprendidos desde lo instituido, pero ahora reforzados desde el colegio,
la universidad, la experiencia y hasta la misma espiritualidad en la que se encuentre inmerso el
profesional, es decir, consolidados desde la trayectoria de vida, académica y laboral; si bien
estos ámbitos permiten el afianzamiento de principios y valores ya arraigados a las personas,
también permiten la adquisición de nuevas conductas que posibilitan una formación integral y
por tanto un mejor desempeño del ejercicio profesional.
Por otro lado, más allá de las múltiples acciones en contra de la ética profesional
enunciadas por los profesionales entrevistados, se tiene en cuenta que son traídas a colación
desde la propia experiencia y según los distintos campos y áreas desde las que son ejercidas la
profesión, permitiendo la interpretación de estos imaginarios desde la parte socio histórica en
la que se encuentran sujetos los profesionales, en donde se hace visible que faltar a la ética
implica no solo faltar a los principios y valores que rigen desde lo profesional, lo institucional,
lo cultural y lo legal, sino que implica no cumplir con las acciones que exige el ejercicio
profesional o hacerlo, pero de forma incorrecta con una intencionalidad a causar daño, por ello
que la mayoría de respuestas obtenidas, sean enfocadas a que son conductas en contra de la
ética, cuando se pueda afectar de manera contundente la integridad o la dignidad de los
usuarios, ya sea afectándola directamente desde una intervención errada o haciendo un mal
manejo de su rol como profesional violando los derechos de los usuarios, dando un mal manejo
de a la información que es suministrada por la población o por los usuarios o involucrándose
en temas de corrupción, manifestado un total desinterés por el bienestar de la población y por
los objetivos de la profesión.
Respecto al análisis realizado sobre la influencia de las ideologías política y religiosa, dentro
del actuar profesional en Trabajo Social, existe una amplia relación con la concepción de ética,
de principios y de valores que tienen los trabajadores sociales en su accionar personal y
profesional.
En relación con la teoría de los imaginarios sociales, se evidencia que tanto en lo religioso
como en lo político la base de los profesionales es su núcleo familiar, conformando una
integralidad de principios y valores con aprendizajes fundamentados en la mayoría de los
entrevistados por el Cristianismo, por ende la ideología religiosa se ubica dentro de los
imaginarios instituidos, entendido como todo aquello que es innato en los individuos y que se
refuerza por el contexto familiar, social y cultural en el que crece cada uno.
En cuanto a la ideología política, el análisis permite ver que esta se encuentra dentro de los
imaginarios instituyentes, comprendido como todo lo que el individuo recibe del exterior y
que entra en conflicto con los aprendizajes instituidos de una persona, teniendo en cuenta que
el contexto académico representado principalmente por el colegio y la Universidad, son los
escenarios en que el comienzan la apropiación y planteamiento del discurso político, con base
en las diferentes interacciones y realidades a las que se ven expuestos y que les permite
interpretar la realidad desde puntos de vista y enfoques diferentes; en cuanto al ámbito laboral,
dicho discurso se afianza con base a los cargos e instituciones en las que el Trabajador Social
realiza su práctica profesional y a medida que se amplía su bagaje conceptual.
En tercer lugar, está el no señalamiento y decidir sobre una vida, lo cual también produce
dilemas éticos a los profesionales donde, aun no estando de acuerdo ya sea por su religión,
creencias y cultura y en ocasiones por los aprendizajes en la familia con que las mujeres
realicen prácticas como la interrupción voluntaria del embarazo. Deben brindarle la orientación
necesaria para que la usuaria tome la decisión que considere, porque ante todo debe primar la
perspectiva profesional y el nombre de la institución donde se encuentra. Esto se considera un
imaginario instituido, porque precisamente se enseña y en especial a nuestra profesión que la
vida es un derecho el cual debe primar por encima de cualquier situación. Por otro lado, el no
señalamiento se relaciona, puesto que también se genera dilema entre dar prioridad a la vida
del usuario que se está atendiendo cuando este es el victimario, o dejar que prime ante todo la
víctima denunciando al victimario. Sin embargo, en situaciones así debe primar la del usuario
al cual se le está prestando el servicio, porque de lo contrario puede perder los beneficios que
el Estado Colombiano le otorga y mirando desde el imaginario social que tienen los
profesionales instituido en la academia también se estaría faltando al principio de la reserva y
el secreto profesional.
En cuarto lugar, los dilemas éticos de los profesionales también giran en torno a lo laboral
con las jerarquías de poder. Donde deben decidir que trabajadores se quedan en la empresa y a
cuáles deben terminarles el contrato laboral generando dilema, puesto que los empleados
piensan que por el cargo superior que tiene el trabajador social puede este decidir si despedirlos
o no, aspecto que no es verídico puesto que no viene del jefe directo. Entonces se producen
amenazas hacia el profesional y es aquí, donde el trabajador social debe posicionarse validando
su cargo administrativo en ese momento, pero desde lo social, a fin de dar claridades a los
demás de su verdadero puesto y funciones dentro de la organización, independientemente de
las jerarquías de poder ya establecidas. Esto ha sido un imaginario instituido a partir de la
experiencia profesional que ha tenido el trabajador social, donde continuamente afirman ellas
y ellos se encuentran que las personas no saben lo que hacen los profesionales en trabajo social
y en ocasiones lo relacionan con que son toderos, asignándoles roles que no son pertinentes a
la profesión pero que si generan confusión entre los usuarios. Quienes demandan servicios que
los profesionales muchas veces no prestan, lo que produce molestia en las personas ante la
negación del profesional y genera discrepancias entre ambas partes. A su vez, otro dilema ético
que se le presenta al profesional es cuando debe decidir entre adentrarse en el juego de la
discusión que le plantea el usuario, y ser paciente para que no haya discusiones. Ello es un
imaginario instituido desde la academia y la ética profesional, las cuales establecen que el
respeto y el cuidado hacia el otro independientemente de la situación, el contexto o la persona
que sea, siempre debe primar el bienestar del sujeto social quien es nuestro foco de trabajo.
Por otra parte, los imaginarios sociales que se evidencian en las acciones de las y los
trabajadores sociales frente a los dilemas éticos presentados en la intervención profesional se
encuentra en primer lugar cuando, los profesionales acuden a un colega, un compañero u otro
profesional para consultarle sobre la situación que tiene con el usuario, ello es un imaginario
instituido en la academia. Ya que para tener mayor certeza en un concepto o dictamen es mejor
escuchar o pedir consejos alguna persona igual o mayor capacitada, para saber cómo actuar o
que acciones ejecutar frente a determinada situación o usuario. De dicha consulta o consejo,
dependerá la decisión que tome el profesional, es importante que dicha decisión sea neutra y
que el profesional no esté a favor ni del usuario ni de la institución.
Simplemente, se debe guiar por lo que profesionalmente se le indica. Sin embargo, para
la toma de esta decisión debe tener en cuenta que el bienestar del usuario está en sus manos y
que de esta decisión dependerá el futuro del mismo. Por lo cual, debe tener total cuidado en
especial cuando se está hablando de un menor de edad, de igual forma si el trabajador social
hace las acciones correctas con los recursos y los tiempos destinados para ello, puede sentirse
en paz consigo mismo obteniendo la satisfacción personal y profesional. Este imaginario es
instituido, por la experiencia laboral del profesional y la academia, las cuales inculcan que en
caso de incapacidad al trabajar con un usuario recurra a otro profesional o que en la toma de
decisiones debe primar la vida del usuario, recordando que es el objeto de trabajo y por el cual
existe principalmente esta profesión.
Pero en caso de que el profesional no desee acogerse a los consejos e indicaciones de los
demás profesionales, para tomar la decisión, ni para ejecutar las acciones que considere debe
hacer en su intervención, ni tampoco desee tomar en cuenta lo que indican las leyes y normas
de la institución ni del país. Entonces, el trabajador social debe guiarse por su intuición personal
y desde lo que en su perspectiva personal considera está bien hacer, en pro de los usuarios.
Porque se debe tener en cuenta que en ocasiones la institución, ni el gobierno benefician el
usuario como debería ser, por ello el profesional opta por realizar otros procesos y
procedimientos desde lo que personalmente considere es correcto hacer y en la forma que lo
desee hacer. Lo cual también es un imaginario social instituido desde lo personal y desde la
familia que forma ante situaciones indeseables recalcando que siempre debe primer el yo y el
bienestar de todos, pero también ese imaginario social donde se afirma que el gobierno de este
país es incompetente e insuficiente para la sociedad civil y que más bien está en contra de ella.
En segundo lugar, se encuentra lo respectivo a las denuncias que los profesionales hacen
en casos donde se atenta en contra de su vida o se cometen irregularidades peligrosas en los
procesos dentro de las instituciones. Estas denuncias, se realizan de forma verbal o escrita y si
el profesional desea anónima o no. Bien sea ante la institución donde está laborando o ante las
autoridades judiciales pertinentes al caso. Lo anterior se considera es un imaginario instituido
desde casa, pero también desde la sociedad, puesto que siempre se indica que lo correcto es
denunciar las situaciones anormales y que se consideran atentan en contra de la vida y la
integridad bien sea propia, de personas cercanas o de las demás personas. A fin, de realizar una
acción contundente y efectiva para solucionar o palear la situación que se esté presentando, y
donde sea ese tercero el que tome las acciones y las decisiones pertinentes para solucionarlo.
En otras situaciones, lo correcto será simplemente el guardar silencio ante los casos que se
presencien, ya que también es un imaginario instituido por la familia, donde así el profesional
vea lo que vea y escuche lo que escuche debe guardar silencio y simplemente hacer su
intervención. Evitando poner en riesgo su vida y la de su familia por acciones hechas que traen
amenazas, las cuales se reciben de los usuarios por conceptos o decisiones que haya emitido el
profesional.
En tercer lugar, los profesionales en trabajo social generan procesos de creación, a fin de
establecer orden y control de rigurosidad a los procesos de la institución. Puesto que en
ocasiones se han encontrado con que no hay rutas de atención, manual de procesos o
reglamentos que guíen o indiquen el accionar del trabajador social en la institución. Por ello,
el profesional debe tomar la batuta haciendo estos procesos de creación de herramientas con
las que no contaba la institución antes de su presencia. Lo anterior se clasifica como un
imaginario social instituido por parte de la familia pero también de la academia y de la
experiencia profesional, donde, en el primer lugar enseñan el orden que se debe tener con
aspectos tan sencillos como la ropa, en el segundo lugar indican que el profesional debe ser
organizado en la creación de cronogramas y metodologías para ejecutar su accionar, y en el
tercer lugar se lleva a la práctica mediante una intervención o un proceso que dé frutos y que
sea positivo y productivo para la población. Obviamente mediante un plan de acción previo
elaborado y ejecutado junto al equipo de trabajo, pero también con el aval de la institución para
la que se está laborando.
En cuarto lugar, consideran los profesionales en trabajo social, otras de las buenas
acciones son capacitar o enseñar a las personas temas que deseen aprender, de los que deseen
saber o que son necesarios que conozcan. Puesto que, el profesional no siempre posee el
conocimiento de la academia, entonces el usuario debe comprender que el trabajador social
nunca le va poder brindar todos los servicios que solicita. Sin embargo, lo que el profesional
conozca se lo puede transmitir al usuario a fin de que este sepa, el trabajador social lo puede
hacer mediante un taller preparado por el exclusivamente para los usuarios que lo necesiten o
soliciten. Aquí, se puede evidenciar un imaginario social instituido por la academia, porque
retomando aspectos anteriormente plasmados, así el profesional en trabajo social no posea las
herramientas, recursos, o en este caso los conocimientos, debe ser recursivo para obtenerlos.
Por ello, lo que el trabajador social debe hacer, es mediar como ya se había dicho.
Buscando siempre el bienestar, prestación del servicio y satisfacción de las personas con las
cuales se encuentre trabajando o interviniendo, y por supuesto la satisfacción personal y
profesional. Pero lo más gratificante de todo, siempre será culminar los procesos positivamente,
sin dejar vacíos, aspectos incompletos, ni acciones sin realizar. Porque ello sería una falta ética
al respeto hacía el usuario y también hacía la institución, teniendo en cuenta que es este uno de
los valores más importantes y que caracterizan al trabajador social.
El cual jamás se podrá vulnerar, además es necesario por respeto también al siguiente
profesional que asuma el cargo dejar los procesos al día.
Finalmente, al realizar un análisis de las posibles faltas que puede cometer un trabajador
social en su ejercicio profesional y manifestadas por los 70 trabajadores sociales entrevistados,
tipificadas aquellas faltas como leves, moderadas o graves, se logra evidenciar que para los
trabajadores sociales sus imaginarios sociales instituyentes e instituidos median su intervención
profesional.
Las categorías mencionadas, de acuerdo a sus respuestas, son tipificadas por los
trabajadores sociales como faltas en cada uno de sus niveles, es decir, leve, moderada o grave,
debido al imaginario social instituido que tienen los profesionales acerca de cómo deben
desempeñarse adecuadamente en su quehacer profesional, mediado este imaginario por el
concepto que los profesionales tienen de ética, manifestado a continuación por una trabajadora
social entrevistada:
"La ética es algo que va más allá de la academia, la ética es algo que debería ser
inherente al ser humano, debería ser algo que no te lo da la academia, no te lo dan unas
políticas corporativas sino que es un ejercicio que es más personal, para mí la ética es
todo el conjunto de valores que tú tienes para ejercer o hacer una actividad y para eso
no tienes que ser profesional, sin embargo, si lo pasamos a la ética profesional pienso
que todos, no solo los trabajadores sociales, todos los profesionales, tienen serias
dificultades con definir su ética profesional por diferentes factores, por factores
económicos, por factores sociales, por factores familiares, entonces primero, tengo que
pensar que voy a decir, tengo que pensar que voy a hacer, pero no lo piensan desde la
ética, desde la ética que debería ser inherente, tampoco lo piensan desde lo profesional
sino que simplemente estamos actuando y nos estamos dejando llevar por ese tipo de
factores externos a cada ser humano"
Éste concepto de ética es una de las 70 respuestas brindadas por los profesionales acerca
del concepto que han ido aprendiendo y construyendo sobre lo que significa “ética” y que
indistintamente a la experiencia profesional que han tenido y al área en la cual laboran
actualmente, se relacionan todas las respuestas como un imaginario social instituido en la
medida en la que comparten visiones del concepto de ética como aquel conjunto de normas,
costumbres, valores, principios que dirigen el comportamiento que tiene un ser humano con la
sociedad que lo rodea.
Además, el imaginario social acerca de la ética que tienen los profesionales, lo relacionan
también con el adecuado aprendizaje que se brinda a los seres humanos en el hogar
independientemente el origen, un aprendizaje mediado además por la óptima enseñanza de
principios y valores manifestados por los profesionales, los cuales se aprenden en el hogar y
además se refuerzan en la academia.
"Yo pienso que la mayor fuente es en la familia, en realidad allí es donde se forma
al ser humano y donde se obtienen la mayor parte de valores y principios, lo que pasa
es que ya en la academia se refuerza este proceso y se aclara, hay unos principios de
acción generales y fundamentales, en la academia se decantan un poco y se especifican
de acuerdo a la intervención que tienen los profesionales y a los campos y áreas de
acción que son tan importantes, personalmente le daría más importancia a la familia,
pienso que la familia es el punto de partida, pero la academia juega un papel
fundamental porque refuerza esa acción que se hace en el seno familiar".
Se evidencia entonces que, aquellas faltas leves, moderadas o graves que manifestaron
los profesionales pueden llegar a cometer durante su accionar profesional resumidas en las
categorías antes mencionadas, son un reflejo de sus significaciones imaginarias instituidas
según su concepto de ética, desde el cual se puede evidenciar por qué los profesionales pueden
además tipificar sus faltas, como en el caso de algunas categorías nombradas alusivas a las
faltas graves, como lo son “Recibir sobornos y favores personales o favorecer a terceros”,
“Desviación de recursos” y “Faltar a la ética de la profesión ya es en sí misma una falta que no
se debe tipificar”.
A su vez, el resto de faltas según la tipificación, agrupadas en las demás categorías como
“Error con o sin intensión, repetitivo o que se puede solucionar”, “Inadecuado y no optimo
cumplimiento de sus funciones” y “afectar o no la integridad de otra persona”, hacen parte de
sus significaciones imaginarias instituyentes en la medida en la que pueden ser modificadas
por los profesionales para que no sean cometidas por ellos en su accionar profesional, ya que
como lo afirma la autora María Valera “es un proceso es un proceso de cambio que no se
reconoce a simple vista a pesar de estar presente de manera permanente, (…) se da de manera
colectiva y con manifestaciones de tiempo propias: auto creación y autodestrucción
simultáneas”.
Objetivo 2.
● Analizar los imaginarios sociales de los trabajadores sociales en relación con las
tipificaciones de faltas del Código de ética de los Trabajadores Sociales en
Colombia.
IMAGINARIOS ANDREA
Objetivo 3.
● Realizar un análisis sobre la tipificación de faltas leves, moderadas y graves desde
los códigos de ética profesional en Trabajo Social a nivel Nacional e Internacional.
En este objetivo fue de suma importancia centrar la atención en los códigos de ética
profesional que estipulan las faltas a la ética profesional, ya que el objetivo era identificar u
observar si se encontraba una tipificación o clasificaciones de las faltas según su gravedad. En
dicho proceso se realizó, en primera instancia la revisión del código de ética de los
profesionales en trabajo social en Colombia, el cual estipula las siguientes faltas en su código
de ética para los profesionales en trabajo social en Colombia:
1) Faltas: Sin perjuicio de las acciones legales a que dieren lugar, constituyen faltas:
1.1 La contravención de las disposiciones legales que regulan la profesión, contempladas
en la Ley 53 de 1977 y el Decreto 2833 de 1981.
1.2 La violación de lo expresado en el Código de ética de los trabajadores sociales en
Colombia.
1.3 Las disciplinarias de los trabajadores sociales que se desempeñen como servidores
públicos,
1.4 Y todos aquellos actos que la ley eleve a la categoría de contravención o delito.
Por otra parte, como códigos de ética de los profesionales en trabajo social se encontraron
a nivel internacional en total veintidós (22) de países ubicados entre los diferentes continentes,
a su vez se también se hallaron ocho (8) códigos de ética adicionales correspondientes a
diferentes provincias de Argentina.
Respecto a los países de los códigos de ética profesional de los trabajadores sociales
encontrados a nivel internacional fueron:
1. Colombia.
2. Perú.
3. Puerto Rico.
4. Uruguay.
5. Costa Rica.
6. Chile.
7. Estados Unidos.
8. México.
9. República Dominicana.
10. Brasil.
11. España.
12. Francia.
13. Italia.
14. Honduras.
15. Filipinas.
16. El Salvador.
17. Sudáfrica.
18. Canadá.
19. Suecia.
20. Reino Unido.
21. Australia.
22. Nueva Zelanda.
Por otro lado, los códigos de ética profesional de los trabajadores sociales revisados de
las provincias de Argentina corresponden a las siguientes:
1. Provincia de Catamarca.
2. Provincia de Buenos Aires.
3. Provincia de Tucumán.
4. Provincia La Plata.
5. Provincia de Córdoba.
6. Provincia de Río Negro.
7. Provincia de Chaco.
8. Provincia de Jujuy.
Dentro de los códigos de ética profesional de los trabajadores sociales de estos países se
halló que 15 de estos, incluidas las 8 provincias de Argentina son los que estipulan o tipifican
faltas a la ética profesional dentro de su contenido entre ellos el colombiano nombrado
anteriormente.
Y, por otra parte, estipula los asuntos que no se consideran una conducta ética grave, los
cuales son:
1. La queja se refiere a alegatos que una persona razonable puede considerar vejatoria o
frívolo.
2. La queja se relaciona con alegatos que una persona razonable puede considerar como
negocios deficientes o practicar administración.
3. La queja se refiere a un asunto que una persona razonable puede considerar como
malentendido.
4. La queja se refiere a un asunto que una persona razonable puede considerar como una
expectativa irracional de un trabajador social.
5. La queja se relaciona con alegaciones que deberían ser determinadas por organismo
ejemplo (ej., legal).
En segundo lugar, se encuentra el Reglamento y Estatutos de la Asociación Dominicana
de Profesionales de Trabajo Social de República Dominicana, el cual comprende como faltas
a la ética profesional leves, graves y muy graves las siguientes:
1) Ofensas disciplinarias:
Un miembro es culpable de un delito disciplinario en circunstancias en las que él o ella:
1.1 Ha sido culpable de mala conducta profesional.
1.2 Ha sido culpable de conducta que:
1.2.1 Es impropio de un trabajador social.
1.2.2 Refleja negativamente la aptitud del miembro para practicar como Trabajador social.
2) Ha sido condenado por un tribunal (en Nueva Zelanda o en otro lugar) de una ofensa que:
2.1 Se castiga con una pena de prisión de 3 meses o más.
2.2 Se cometió en circunstancias que reflejan negativamente la Aptitud del miembro para
ejercer como trabajador social.
En quinto lugar, está el Código de ética profesional del Trabajador Social en Brasil de
Brasil que contempla como faltas a la ética profesional las siguientes:
En primer lugar, está el Código de ética del Chaco de la Provincia de Chaco, el cual
estipula como faltas a la ética profesional las siguientes:
1. Condena criminal por delito doloso que afecte su buen nombre y honor; El patrimonio
del Colegio se formará.
2. Retención indebida de fondos o efectos pertenecientes a sus mandantes o asistidos.
3. Negligencia reiterada en el cumplimiento de obligaciones profesionales.
4. Violación de las prohibiciones establecidas en la presente ley.
5. Violación de las normas de ética profesional.
6. Transgresión a las disposiciones de la presente ley.
En cuarto lugar, se encuentra el Código de ética para graduados en servicio social o trabajo
social de la Provincia de Buenos Aires, donde estipula como faltas a la ética profesional las
siguientes:
1) Condena judicial por delito doloso a pena privativa de libertad o condena que comporte la
inhabilitación profesional.
1.1 Retención indebida de documentos o bienes pertenecientes a sus asistidos.
1.2 Incumplimiento de las normas de ética profesional sancionadas por el Consejo.
1.3 Toda contravención a las disposiciones de esta ley, su reglamentación, y al reglamento
interno que sancione la Asamblea de Delegados.
1.4 Falta de pago de tres (3) cuotas anuales.
1.5 Negligencia frecuente, o ineptitud manifiesta, u omisiones graves en el cumplimiento de
sus deberes profesionales.
2) Faltas Leves:
2.1 A los efectos de este Código de Ética se considerará falta leve a aquellas conductas que,
infringiendo un deber u obligación emergentes de la Ley 23.377 o de este Código, sea de
limitada trascendencia para el correcto ejercicio de la profesión.
3) Faltas Graves:
3.1 A los efectos de este Código de Ética se considerará falta grave a aquella conducta que
afecte deberes relativos al orden jurídico institucional o que infringiendo un deber u obligación
emergente de la Ley 23.377 o de este Código, sea de trascendental importancia para el correcto
ejercicio de la profesión o bien, tenga repercusión social.
En quinto lugar, está el Código de ética para graduados en servicio social o trabajo social de la
Provincia de Tucumán, donde se plasma como faltas a la ética profesional las siguientes:
En sexto lugar, está el Código de ética profesional para graduados en servicio social o trabajo
social de la Provincia de La Plata, donde se estipula como faltas las siguientes:
1) Faltas graves:
1.1 La colaboración aún pasiva, en todo tipo de violación a los Derechos Humanos.
1.2 Aquellas cuyos resultados lesionen el bien común y la práctica profesional, a saber:
1.2.1 Ejecutar de mala fe actos reñidos con el buen ejercicio de la profesión e incurrir en
omisiones culposas, aun cuando sea en cumplimiento de órdenes de autoridades.
1.2.2 Ejecutar en el ejercicio profesional acciones que entrañen malicia o dolo, o que sean
contrarias al bien común.
1.2.3 Permitir que sus servicios profesionales o su nombre, hagan posible el ejercicio de la
profesión por quienes no estén legalmente autorizados a ello.
1.2.4 Autorizar documentos técnicos que no hayan sido.
1.3 Renunciar u omitir sin causa justificada el cumplimiento de las funciones o tareas que le
sean encomendadas por el Colegio Profesional.
1.4 No denunciar al Colegio el ejercicio ilegal o conductas sancionables de colegas, que
perjudicaron la imagen general de la profesión o del Colegio Profesional.
1.5 No ejercer en las oportunidades previstas el deber y la obligación de votar.
1.6 No abonar, en tiempo y sin causa justificada las cuotas y cargas sociales.
7. No abonar las cuotas mensuales correspondientes a la matrícula, salvo que haya sido eximido
del pago de la misma.
9. Abandonar u omitir sin causa justificada, el cumplimiento de las funciones o tareas que le
sean encomendadas por el Colegio.
10. Favorecer el ejercicio ilegal de la profesión a personas sin título o impedidas de hacerlo por
inhabilitación, sanción disciplinaria o incompatibilidad.
12. Revelar el secreto profesional sin justa causa, produciendo o pudiendo producir daños a
terceros/as. No es necesario publicar el hecho para que exista revelación, es suficiente la
confidencia a una persona cualquiera.
13. Adulterar resultados y falsear declaraciones sobre situaciones y estudios de los cuales se
tome conocimiento.
16. Solicitar o recibir retribuciones fuera de sus honorarios o viáticos en el desempeño de sus
funciones profesionales.
17. Usar en beneficio propio o de terceros los recursos destinados a los/las usuarios/as.
2. Condena criminal.
ANÁLISIS:
En la revisión de los códigos de ética Internacionales, se puede evidenciar que en su mayoría
se considera una falta grave en el accionar profesional del Trabajador Social, lo que tiene que
ver con la vulneración de los Derechos Humanos y que, por ende, afecta la persona en su
integridad (física, psicológica y emocional) como, por ejemplo:
Sin embargo, se considera pertinente establecer un código de ética a nivel mundial para los
profesionales en trabajo social donde se contemple todo tipo de contextos, poblaciones,
situaciones, casos, herramientas e instituciones. A modo que todos los profesionales, estén en
concordancia y sepan la forma correcta de actuar ante las diversas circunstancias que se le
puedan presentar en el accionar de su intervención. Pero sobre todo que tengan fácil acceso al
código de ética profesional, en caso de algún tipo de consulta donde necesiten saber cómo
actuar o de qué forma tomar una decisión frente algún suceso en específico.
11. CONCLUSIONES.
12. REFERENCIAS.
Aguayo, C., López, T., Quiroz, T (2004). Ética y Trabajo Social en las voces de sus actores:
un estudio desde la práctica profesional. Disponible en:
http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/libros/libros-000011.pdf
Asociación Australiana de Trabajo Social. (2014) Información para quejas con respecto a la
mala conducta ética grave. Disponible en: https://www.aasw.asn.au/document/item/6374
Baeza, M. (2008). Mundo real, mundo imaginario social. Teoría y práctica de sociología
profunda. Santiago: RiL editores. Disponible en:
http://www.usc.es/revistas/index.php/rips/article/viewFile/386/383
Baeza, M. (2011). Memoria e Imaginarios Sociales. Imagonautas. Num 1, Vol 1. Pag 76 –95.
Disponible en: imagonautas.webs.uvigo.gal/index.php/imagonautas/issue/download/15/20
Cabrera, D. (S.f) Imaginario social, comunicación e identidad colectiva. Disponible en:
http://www.portalcomunicacion.com/dialeg/paper/pdf/143_cabrera.pdf
Canchi, L., Graziano, Y., Hidalgo, M., Leiva, P., Morales, S., Villafañe, A., Costamagna, V.
(S.f). Lo instituido y lo instituyente en una práctica extensionista en contextos de encierro:
Talleres de Promoción de Derechos Humanos en la Cárcel de Mujeres de Bouwer. Revista
Ext. Divulgación y discusión de experiencias referidas a la Extensión Universitaria.
Disponible en: https://revistas.unc.edu.ar/index.php/ext/article/view/14467
Castoriadis, C (1997) El Imaginario Social Instituyente. Zona Erógena. Nº 35. Disponible en:
http://www.ubiobio.cl/miweb/webfile/media/267/Castoriadis%20Cornelius%20-
%20El%20Imaginario%20Social%20Instituyente.pdf
Coca, J., Valero, J., Randazzo, F., Pintos, J. 2011. Nuevas Posibilidades De Los Imaginarios
Sociales. TREMN – CEASGA. España. Disponible en:
http://libros.metabiblioteca.org/bitstream/001/449/1/Nuevas%20posibilidades%20de%20los
%20imaginarios%20sociales.pdf
Comité de Política, Ética y Derechos Humanos. (2012) Código de Ética para el Trabajo
Social, Declaración de principios. Asociación Británica de Trabajadores Sociales (BASW).
Disponible en: http://cdn.basw.co.uk/upload/basw_112315-7.pdf
Consejo Nacional de Trabajo Social. (2017). Código de ética de los Trabajadores Sociales en
Colombia. Disponible en
https://www.consejonacionaldetrabajosocial.org.co/spanish2/images/Codigo-de-etica-2015-
.pdf
Echeverría, L. (S.f.) Filosofía, valores y principios del trabajo social: la ética profesional.
Costa Rica. Recuperado el 1 de agosto de 2018.
Disponible en http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/docente/pd-000032.pdf
García, B (2007) Los profesionales del trabajo social y la ética profesional ante los nuevos
retos y necesidades sociales. Revista Humanismo y Trabajo Social Vol.6.
Morales, P (2015) Ética en Trabajo Social: una propuesta de indicadores. Comisión Nacional
de Investigación Científica y Tecnológica, Universidad Católica Silva Henríquez, Chile.
Disponible en: https://revistas.ucm.es/index.php/CUTS/article/viewFile/43292/46000
Ricoy, C. (2006). Contribución sobre los paradigmas de investigación. Educação, 31 (1), 11-
22. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/1171/117117257002.pdf