ESFUERZOS PARA FRENAR LOS 𝐍𝐎𝐗 DE GASES DE EFECTO INVERNADERO POR LA APLICACIÓN DE

CULTIVOS ENERGÉTICOS Y FILTROS DE VEGETACIÓN

El nitrógeno, de manera similar al carbono, tiene un ciclo global complejo y frágil. Durante la
combustión de los cultivos energéticos, el N unido al combustible forma gases de efecto
invernadero que se liberan a la atmósfera, por lo tanto, las aplicaciones de fertilizantes como la
combustión de biomasa pueden vincularse directamente con los problemas ambientales
relacionados con el nitrógeno. Para elegir la materia prima adecuada y diseñar una tecnología de
conversión de biomasa a energía, se debe considerar el aspecto económico y ambiental de un
proyecto.

El nitrógeno siempre ha sido el «eslabón más débil» en la cadena alimentaria y la agricultura. Las
aguas residuales son una fuente valiosa de nitrógeno, pero la lixiviación de nitratos es perjudicial
para las aguas subterráneas y provoca la pérdida de nutrientes del suelo. Para obtener una
materia prima económicamente atractiva para aplicaciones de conversión de energía, se deben
hacer esfuerzos para maximizar la utilización de las fuentes y la energía obtenida de la biomasa
con un impacto ambiental mínimo. El nitrógeno en las aguas residuales domésticas está presente
tanto en formas inorgánicas como orgánicas la degradación de los tejidos de las plantas muertas
aumenta la demanda de oxígeno del agua dulce, por lo tanto, la eutrofización conduce al oxígeno
a la escasez y disminución de la capacidad de auto limpieza del sistema de biomasa. Incluso si el
clima favorece la actividad microbiana, estos estanques de estabilización no pueden reducir
satisfactoriamente la concentración de nitrógeno. En los filtros de vegetación si el alto costo de las
tecnologías comerciales descuenta el uso de un tratamiento de aguas residuales suficiente, el agua
no regulada o mal regulada se convierte en un factor de riesgo potencial para la salud humana y el
medio ambiente.

El nitrógeno y su papel con el suelo en el ciclo biológico es almacenar, suministrar el nitrógeno y

otros nutrientes esenciales para las plantas. La cantidad promedio de nitrógeno orgánico en el
suelo es de 3300 kg / ha, sin embargo, el nitrógeno disponible para las plantas es inferior al 1% del
volumen anterior ya que las vegetaciones no pueden absorber ningún tipo de forma de nitrógeno
del suelo. La captación de nitrógeno en las plantas es la fuente en estos fertilizantes es la
atmósfera que contiene nitrógeno molecular en 78%. La gestión moderna de la fertilidad del suelo
en el siglo XX ha hecho una contribución significativa al crecimiento de la población de la Tierra,
que casi se ha cuadruplicado desde 1900. Los resultados de la investigación también han
demostrado que las plantas han mejorado las características de crecimiento como resultado de las
aguas residuales, las aguas grises o el riego de efluentes.

En la Lixiviación de nitratos a pesar de que la vegetación, tiene el potencial de almacenar

nitrógeno derivado de las aguas residuales, la absorción de nutrientes no es el único factor de
limitación de las aplicaciones terrestres de las aguas residuales. El valor de calentamiento más alto
es la energía disponible del combustible y generalmente se da en unidades de energía por unidad
de peso. El contenido de nitrógeno de los árboles oscila entre el 0,3 y el 1%. El nitrógeno en las
plantas de rotación corta es generalmente más alto y se pueden encontrar diferencias
significativas entre las especies. La combustión de estas plantas también es una tecnología de
conversión de energía neutra en CO2, sin embargo, la combustión convierte el combustible-
nitrógeno en óxidos nítricos y óxido nitroso que contribuyen a la formación de lluvia ácida.
El N2O también es un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global de
289, donde 1 unidad representa el potencial de calentamiento global del CO2 durante 20 años. El
aumento del contenido de nitrógeno en la biomasa también significa un aumento de la emisión de
NOx durante la combustión. Es necesario disminuir drásticamente. Otra forma efectiva de reducir
el impacto ambiental de la contaminación por NOx derivada de la biomasa es la aplicación de
tecnologías de conversión de energía alternativas con mejores características de emisión.

La pirólisis es un proceso termoquímico en el que la biomasa está siendo convertida en fuentes de

energía más efectivas. Durante el proceso de pirólisis las macromoléculas y biopolímeros de la
biomasa sufren una degradación térmica en ausencia de oxígeno, lo que conduce a productos
sólidos, líquidos y gaseosos. Debido a reacciones secundarias de los vapores, el rendimiento del
líquido tiene un máximo que es seguido por una reducción a temperaturas más altas y el
rendimiento del gas aumenta a expensas del rendimiento del biochar. En términos de emisión de
óxido de nitrógeno, la pirólisis es una tecnología de conversión de energía más deseable que la
combustión; Mientras que la combustión de biomasa libera combustible-nitrógeno en forma de
NOx, la atmósfera inerte de pirólisis no favorece la formación de estos o cualquier otro
contaminante oxidado .. A pesar de sus similitudes, las definiciones históricas distinguen al biochar
del carbón de biomasa, que también se conoce como carbón vegetal. Mientras que el último ha
sido producido y usado como combustible para el calor durante siglos, el primero pertenece a un
nuevo concepto de manejo de suelos y secuestro de carbono. Otros nombres como carbono
negro, tierra oscura o agrichar también pueden ser multados en la literatura.

Debido a su alto contenido de carbono fijo, el biochar es una fuente de energía renovable con un
valor de calentamiento de hasta 30-35 MJ / kg. El biochar también es conocido por la capacidad de
contribuir a las propiedades del suelo al cambiar sus características físicas y químicas. Las
propiedades fisicoquímicas más importantes del biochar están directamente relacionadas con el
tipo de biomasa utilizada para la producción de carbón y la temperatura aplicada de pirólisis , por
lo que la contribución del biochar a los factores de calidad del suelo puede ser tanto positiva como
negativa. Los grupos funcionales en la superficie del biochar determinan el pH y el intercambio
catiónico.