Вы находитесь на странице: 1из 8

De acuerdo a la Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas, el

porcentaje de la población mundial que padece de desnutrición ha disminuido de 23.4% entre


los años 1990-92 a 13.5% entre los años 2012-2014. Dicho progreso, sin embargo, no es
homogéneo en las diversas regiones del mundo. Ocupa el número uno en la lista de peligros
para la salud a nivel mundial, provocando más muertes que el sida, la malaria y la tuberculosis
juntas.

El hambre es fundamentalmente una violación de derechos humanos. El artículo 25 de la


Declaración Universal de Derechos Humanos establece que toda persona tiene derecho a un
nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en
especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios. Para que este derecho se cumpla el Estado debe garantizar el Derecho al trabajo, a
un ambiente sano y a la igualdad entre hombres y mujeres, pero difícilmente esto llega a
cumplirse, negando una vida digna. Es por ello que en caso de desempleo, enfermedad,
invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de los medios de subsistencia por
circunstancias independientes de a la voluntad, el estado debe garantizarlo.

Pero, ¿el hambre afecta a todos por igual? Hambre y pobreza, es imposible separar estos
términos, ya que son las personas mas empobrecidas las que mas hambre padecen, los países
sometidos al subdesarrollo quienes soportan mayores índices de pobreza . De un 100% de
población con mala y baja alimentación, el 60% son mujeres, las cuales también se ocupan,
mayormente , de la producción de alimentos. En el caso de los niños, la mortalidad infantil
por desnutrición se ceba con 55 millones de niños y niñas de los que mueren 3,5 millones por
no poder acceder a un tratamiento.

Y, ¿Qué ocurre con los países desarrollados? En el otro lado del problema el sobrepeso afecta
a tantas personas como el hambre y la obesidad, enfermedad de los países desarrollados que
padecen 300 millones de personas. Un claro ejemplo de esto es EE.UU. Aquí, la causa principal
del hambre en estos países es la pobreza (algo inimaginable teniendo en cuenta que este es
uno de los países mas ricos del mundo). Casi el 15% de los hogares norteamericanos—
aproximadamente 49 millones de norteamericanos, incluyendo 15.9 millones de niños—
luchan por colocar un plato de comida en la mesa.

Un estudio del Departamento de Agricultura de ese país estimaba que para finales de 2014, la
fecha de la medición disponible más reciente, cerca de 14% de la población estadounidense
enfrentaba lo que se conoce como inseguridad alimentaria: dificultades en algún momento del
año para proveer la comida necesaria para todos los miembros de la familia, debido a que su
sueldo no les alcanzaba para cubrir los gastos para su alimentación.

Según un estudio de la organización no gubernamental Feeding America 1 de cada 4 niños


latinos en EE.UU viven en hogares con inseguridad alimentaria. El representante de la entidad
indica que 5 millones de personas en todo el país acuden a su organización cada semana en
busca de ayuda para alimentar a su familia. El 72% de hogares a los que atendió en 2014 vivía
bajo la línea de pobreza, teniendo un ingreso medio anual de $ 9,175, impediendoles el fácil
acceso a una alimentación razonable.
6,9 millones Hogares que han cambiado sus hábitos alimenticios por falta de recursos.( Fuente:
Departamento de Agricultura de EE.UU).

Y aunque existen bancos de alimentos que ayudan a paliar esta situación -y que cada día son
más numerosos en el mundo desarrollado-, lo cierto es que los investigadores especializados
en el tema coinciden en que éstos no pueden ser una solución a largo plazo. En parte porque,
por lo general, los víveres que distribuyen son nutricionalmente limitados, teniendo en cuenta
que son 46 millones de estadounidenses quienes dependen de esta ayuda.

La contracara de esta problemática es la obesidad. Más de dos tercios de los adultos y casi un
tercio de los niños y jóvenes tienen sobrepeso u obesidad en Estados Unidos, lo que aumenta
el perfil de salud deficiente e incrementa el riesgo de enfermedades crónicas, como diabetes
tipo 2, hipertensión, y enfermedades cardiovasculares. Se calcula que, mientras más de 800
millones de personas en el mundo no tienen suficiente para comer, se calcula que 700 millones
de personas (entre ellas 100 millones de niños) son obesas.

Según un estudio elaborado por el Comité Asesor del Departamento de Agricultura y el


Departamento de Servicios de Salud Humana de los Estados Unidos, se ha visto que la dieta de
los estadounidenses es pobre en frutas por lo que se recomienda incrementar su consumo.
Afirman que las frutas son una excelente fuente de vitaminas A, C, B9 (ácido fólico), e incluso
de fibra, magnesio y potasio (los zumos de hortalizas). Estos componentes son muy
beneficiosos para la salud. En el citado estudio se incluyen los zumos como alternativa a las
frutas frescas para favorecer el cumplimiento de las recomendaciones de ingesta diaria de
frutas y no se establece ninguna limitación respecto a la ingesta de zumos de frutas.

El estudio considera que una dieta pobre y la falta de actividad física son los factores más
importantes que contribuyen al sobrepeso y la obesidad. También señala que incluso en
ausencia de sobrepeso, una dieta pobre y la falta de actividad física están asociadas con una
mayor causa de morbilidad y mortalidad en Estados Unidos.

Se visualiza a Estados Unidos como una cultura que pondera la comida procesada y estilos de
vida sedentarios es el eje del problema. De acuerdo a La Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), EE.UU es el país con mayor cantidad de habitantes obesos. Un
estudio determinó que el 17% de los niños y adolescentes de EE.UU son obesos y el 5.8% son
extremadamente obesos. La obesidad en niños no se mide con el BMI (Indice de masa
muscular), sino con un sistema amplio de comparación con otros niños de la misma edad y
altura. Así se encontró que el 95% de los niños de la misma edad son considerados obesos.

Este país vive acompañado de una alimentación rápida y efectiva. El cliente busca saciar su
apetito sin preocuparse por los nutrientes que incorporara o por los que no incorporara. Se
hacen corrientes las visitas a negocios de comidas rapidas ( y comida chatarra), las bebidas
azucaradas son las mas buscadas. La sociedad estadounidense está estructurada en torno a la
productividad y largas horas de trabajo. Esto lleva a vidas desequilibradas, rutinas poco
saludables y personas infelices. El estrés y la falta de sueño pueden contribuir a la obesidad.

A pesar de los esfuerzos de la gente por perder peso se estima que el 40% de los adultos
estadounidenses y el 18.5% de los niños, considerados obesos. Esto es, en sí mismo, un
aumento de alrededor del 30%, solo desde 2000 cuando aproximadamente el 30% de los
adultos estadounidenses eran obesos.

VENEZUELA

Más del 61 % de los venezolanos pasó a vivir en la pobreza extrema y afirmó haber perdido
más de 10 kilos de peso en 2017, según la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi) que
realizan anualmente las principales universidades del país y fue divulgada el mes pasado

Venezuela vive una crisis hace 6 años. La economía comenzó a colapsar en 2014. Las protestas
y disturbios por la falta de alimentos, las filas insoportablemente largas para conseguir
suministros básicos, los soldados apostados afuera de las panaderías y las multitudes
enfurecidas que saquean las tiendas han cimbrado varias ciudades.

Sin embargo, las cifras de muertes por desnutrición continúan siendo un secreto bien
guardado por el gobierno venezolano. Durante una investigación de cinco meses de The New
York Times, los doctores en veintiún hospitales públicos de diecisiete estados del país dijeron
que sus salas de emergencia están atiborradas de menores con desnutrición severa.

“Los niños están llegando con unas condiciones muy precarias de desnutrición”, dijo el doctor
Huníades Urbina Medina, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.
Añadió que los médicos incluso están viendo cuadros de desnutrición tan extrema como la que
llega a presentarse en campos de refugiados; casos que, dijo, eran extremadamente raros
antes del colapso económico del país.

Para muchas familias de escasos recursos, la crisis ha sacudido por completo su panorama.
Padres como los de Kenyerber pasan días sin comer y, a veces, terminan pesando lo mismo
que un niño. Hay mujeres que hacen fila afuera de clínicas de esterilización para evitar
embarazarse de bebés a los que no van a poder alimentar. Niños pequeños dejan sus hogares
y se unen a pandillas que escarban por doquier en busca de alimentos: sus cuerpos tienen
cicatrices por las peleas a cuchillo contra sus rivales. Adultos en multitudes revuelven la basura
de los restaurantes después de que estos cierran. Muchos bebés mueren porque es difícil
encontrar –o poder costear– la fórmula para el tetero, incluso en salas de emergencia.

“Hay veces que se te muere en las manos por deshidratación”, dijo la doctora Milagros
Hernández en la sala de emergencias de un hospital infantil en la ciudad de Barquisimeto. El
hospital, señaló Hernández, vio un aumento pronunciado de personas con desnutrición hacia
el final de 2016.

“Pero 2017 ha sido un incremento terrible de pacientes desnutridos”, dijo. “De niños que te
llegan lactantes y tienen el peso y talla de un recién nacido”.
Para poder sobrevivir una familia tipo requiere de 65 salarios mínimos mensuales simplemente
para alimentarse, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación
Venezolana de Maestros (Cendas). "Tenemos un país que debería disponer de 36 kilos de
alimentos por mes y persona, distribuidos en 87 rubros, y solo consigue 13 kilos concentrados
en seis rubros. Una persona, de acuerdo con la dieta prototipo nacional, debería consumir 75
gramos de proteína por día y hoy consume apenas 18 gramos", constata Edison Arciniega,
director ejecutivo de Ciudadanía.

Y es que un estudio realizado por el Frente Político Agroalimentario, y presentado en la III


Cumbre Mundial Hambre Cero, señala que más del 90 % de la población venezolana carece de
ingresos para adquirir la canasta alimentaria. La población de ese país pasó de ingerir 1.200
calorías diarias a un promedio de 500; una situación que deja en un grave estado de
vulnerabilidad a la mayoría de los venezolanos y al borde de la desnutrición grave. Pero entre
2015 y 2016, conforme se intensificó la crisis, se triplicaron los casos de desnutrición infantil
severa en los centros médicos de la capital, según los doctores. Este año podría ser aun peor.

SEGÚN LA ONU, VENEZUELA ES EL PAIS LATINOAMERICANO DONDE MAS CRECE EL HAMBRE


Y LA MALNUTRICION. LA GENTE SE MUERE POR FALTA DE ALIMENTOS BASICOS. HAY
COMIDA, PERO NO HAY DINERO.

Más del 61 % de los venezolanos pasó a vivir en la pobreza extrema y afirmó haber perdido
más de 10 kilos de peso en 2017, según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi).

El drama de comprar alimentos afecta a todos en este país que a diario registra un alza en los
precios de 3,5% y que en enero pasado tuvo una inflación de 191,6% y una interanual entre
enero 2018 y enero 2019 de 2.688.670%, según la Asamblea Nacional (AN) de mayoría
opositora. La situación llevó a la gente a recurrir a los “trueques” de ropa o electrodomésticos
por alimentos como carne o pollo, inalcanzables para el sueldo básico de 18.000 bolívares
soberanos (unos 6 dólares).

Por casi dos años el gobierno no publicó ningún boletín epidemiológico con estadísticas
como la mortandad infantil. Hasta que, en abril de este año, apareció de repente un enlace
en el sitio web oficial del ministerio con todos los boletines no publicados. Mostraban que
11.446 niños menores de un año habían muerto en 2016: un aumento de 30 por ciento en
solo doce meses, ante la aceleración de la crisis.

Caritas, una organización de ayuda católica, ha estado pesando y midiendo a grupos de niños
menores de 5 años en comunidades pobres en varios estados a lo largo del último año. El 45
por ciento de esos menores presentan algún tipo de desnutrición, según su estudio.

El gobierno venezolano no tiene piedad y solo se limite a hacer vista ciega ante esta catástrofe
que sufre su pueblo. Niños en comederos y padres comiendo de la basura.

HATI
Haiti es el país con menos sobrepeso de Latinoamerica. De acuerdo con el Panorama de la
Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe, nombre del informe
conjunto de la FAO y la OPS, el Caribe es la subregión con mayor desnutrición, en gran parte
porque Haití tiene la prevalencia de subalimentación más alta del planeta: 53,4%.

A inicios de 2017, se estimaba que 11 mil haitianos ya había cruzado la frontera entre México y
Estados Unidos, y unos 7000 permanecían en Baja California a la espera de un permiso de
ingreso. Se trata de una crisis humanitaria de la que ningún Estado ni organismo internacional
se hace cargo, pero que genera millonarias ganancias para los traficantes de personas y las
bandas criminales que lucran con este éxodo del siglo XXI. Uno no puede evitar preguntarse
cuántos de los hombres, mujeres y niños que iniciaron la travesía cayeron víctimas de
enfermedades, de accidentes o de la acción del crimen organizado; cuántos sobrevivieron a los
horrores de La Bestia –el tren de carga- junto a miles de centroamericanos, hermanos de
infortunio; cuántos encontraron techo y abrigo durante algunas horas en el albergue del padre
Solalinde en Oaxaca; cuántos sufrieron abusos y violaciones en el camino; cuántos están
atrapados ahora en redes de trata de personas y explotación sexual; cuántos yacen en fosas
comunes, perdida su memoria en la profundidad del anonimato…

Las causas subyacentes de esta situación son, entre otras, la pobreza extrema y la frecuencia
de los desastres naturales. En el índice de riesgo climático de 2017, Haití se sitúa en tercer
lugar entre los países más afectados por fenómenos climáticos extremos.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU asegura que “a pesar de que la agricultura es un


importante sector de su economía, Haití no produce suficientes alimentos e importa más del
50% de lo que consume su población”. Entre otras cosas, importa el 80% del alimento más
importante de la dieta haitiana: el arroz. Es difícil pensar que la noticia de que Haití es el país
con menos sobrepeso de la región sea positiva, cuando 100.000 niños haitianos menores de 5
años sufren de desnutrición aguda, 1 de cada 3 niños tiene retardo en su crecimiento y un
tercio de las mujeres y los niños del país tiene anemia.

Una gran parte de la población no consigue lograr una buena alimentación. Esto llevo a que el
7 de Febrero de este año, el pueblo haitiano se manifieste, siendo el motor principal de las
protestas el hambre, el desempleo y la corrupción.

En Haití, casi el 60% de la población vive bajo la línea de pobreza, con 2,41 dólares al día, según
cifras del Banco Mundial, convirtiéndose en uno de los países mas pobres del continente. En
total, 2,3 millones de haitianos (32% de la población) están al borde de la hambruna. Se prevé
que la crisis alimentaria se intensifique en Haití este año tras una cosecha inferior a la media el
año pasado, debido principalmente a sequías.

ARGENTINA
En Argentina 1 de cada 3 niños padece de hambre en la provincia de Buenos Aires. Según un
estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA (Universidad Católica
Argentina), la provincia de Buenos Aires sufrió un fuerte incremento en el último período
interanual (2017-2018), tanto para el total de niños y adolescentes en el país, como en el
llamado conurbano bonaerense. Los niños con déficit grave en el acceso a los alimentos se ven
concentrados en hogares en situaciones de pobreza (79 %), residentes en barrios informales
(63 %) y localizados principalmente en la zona oeste del conurbano (44 %), precisa el estudio.
En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de mortalidad es de 6,7 por mil nacidos vivos; incluso en
la orgullosa, rica y poderosa Capital Federal, el índice supera al de Cuba. Y también depende
del barrio en el que se nace: mientras que en barrios como Recoleta, Palermo, Caballito,
Belgrano, Núñez y Colegiales la tasa va de 3,7 a 4,7, en Lugano, Soldati, Parque Patricios,
Pompeya, La Boca y Barracas llega a 8,9, justamente el doble. En 2017, 234 bebés murieron
antes de cumplir un año en la Ciudad de Buenos Aires mientras que en 2016, fueron 282 y en
2015, 246.

En medio de la crisis económica que está sufriendo el país, el estudio también revelo que no
todos logran acceder a una red de agua potable.

Pero…¿Por qué hay hambre en Argentina? Siendo este un generador de alimentos potencial,
tal es asi que produce comida para 440 millones de personas, habiendo en el país (según el
ultimo Censo Nacional, realizado en el año 2010) 40.117.096.

Y sin embargo, 1 de cada 3.000.000 de argentinos sufre hambre.

Argentina es el mayor productor de soja, arroz, trigo, aceite de girasol, y aun asi la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de Naciones Unidas reporta poco más de 2
millones de argentinos con déficit alimentario.

En la actualidad, Argentina es la tercera potencia en materia económica de América Latina,


superada por Brasil y México. La producción de alimentos provenientes de la agricultura y la
ganadería es uno de los ejes de la economía argentina.

Entonces, si Argentina es un gran generador de alimentos, ¿Qué genera el hambre?

El hambre en Argentina, se debe a la falta de ingresos, distribución desigual de la riqueza o


ausencia de generosidad. Mediante reformas, leyes y decretos , los sucesivos gobiernos
nacionales desde 1880 a esta parte, han permitido y continúan permitiendo que las compañías
transnacionales saqueen los recursos naturales. La renta que se llevan es superior a los 20 mil
millones de dólares anuales, cifra que supera ampliamente lo que se necesitaría para acabar
con el hambre en el granero del mundo.

En el año 2018 el 62,5% de los niños y niñas era pobre, claramente esa cifra aumentó. Más de
8 millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. Sólo en la Ciudad de
Buenos Aires, 7 niños mueren por día antes de su primer año de vida.
Unicef aclara que en Argentina, el lugar de nacimiento condiciona las posibilidades de
sobrevivencia: “Las probabilidades de morir antes de cumplir un año son tres veces superiores
en Formosa que en la Ciudad de Buenos Aires. En las Provincias de Jujuy o Chaco, la
probabilidad de muerte duplica a las de jurisdicciones más favorecidas.

Los niños desnutridos severos pueden morir nueve veces más que los nutridos

Corrientes , ubicada en el Nordeste del país ocupa el encabeza el ranking de la pobreza del país
con un 50% de pobreza. Unos 184 mil correntinos están por debajo de la barrera de la
pobreza. 61.601 son indigentes, quienes tienen acceso limitado o nulo a una buena
alimentación.

El Anuario del año 2017 incluyó el seguimiento de solamente 33.369 niños de seis meses
hasta los cinco años de edad. Registraron un 2,79% de los pibes de bajo peso y 0,56% de bajo
peso severo, registrándose un total de 1.117 niños desnutridos. Parcialmente detectaron los
casos más graves.

Una nota del 10 de Noviembre del año 2018, publicada en el diario La Nación afirma que hasta
la mitad de niños de menos de 17 años son pobres.

Según los últimos datos de Unicef de 2016, en Chaco la mitad (51,2%) de los chicos de hasta 17
años son pobres en términos de ingresos. Este no es un dato menos ya que, retomando la
situación en Corrientes, el hecho de pertenecer a un porcentaje de pobreza alta es un factor
determinante para padecer hambre y mala alimentación. Esta parte de la población es
olvidada por el Estado y apartada de la sociedad echadas a su suerte.

La desnutrición genera que las madres mueran durante el parto, dejando a niños con su padre,
algún tutor o huérfanos. Generando así una cadena de muertes, de desnutrición y de
desamparo

Desde la provincia reconocen que falta mucho por hacer en este territorio en el que las
personas pasan sus días sin acceso a servicios básicos, como la luz y el agua, transpirados por
un calor que sofoca, con hambre.

La Dirección de Materno infantil del Ministerio de Salud de Chaco quiere avanzar en la


detección, manejo y tratamiento de la desnutrición aguda en los niños menores de 5 años de
la provincia, comenzando por las áreas y poblaciones más vulnerables.

A raíz de esta situación desesperante y la ausencia del Estado irresponsable, la Dirección de


Materno infantil del Ministerio de Salud de Chaco propone asegurar el tratamiento y manejo
de la desnutrición aguda en las poblaciones de mayor vulnerabilidad de la provincia, realizar
un diagnóstico de situación médico-nutricional y un análisis causal de la desnutrición aguda en
la zona de intervención, capacitar y asegurar todos los requerimientos necesarios para el
abordaje de la desnutrición aguda en todos los niveles de atención (Nivel I y II), incluyendo la
utilización del perímetro braquial medio como método de tamizaje y diagnóstico de
desnutrición aguda y alimentos terapéuticos de rápido uso para su tratamiento ( ATRU y
Leches ). Pretenden implementar la ejecución del proyecto una vez que las condiciones estén
aseguradas, junto a sistema de monitoreo para evaluar su funcionamiento e impacto.

Sin ir más lejos, y ubicándonos en Agosto de 2019 los jubilados deben optar por comer o
comprar sus medicamentos. La gran mayoría no come, por lo mencionado anteriormente o
porque la jubilación que reciben no les es suficiente para costear los gastos mensuales, como
son los impuestos y su medicación. De nuevo, la ausencia del Estado, la vista gorda que se hace
ante esta situación, de Norte a Sur, de Este a Oeste del territorio argentino miles de ancianos
mueren de hambre.

Para combatir el hambre, el 15 de febrero del corriente año se realizó en Constitución un


‘’verdurazo’’, el cual consistía en la venta de verduras a un precio por debajo del establecido.
Aquí el Estado se hizo ver, pero de manera negativa. El personal policial interrumpió la feria,
desalojando a los vendedores y compradores que transitaban allí. Se los despojo de los cajones
de verdura y se los trato de forma violenta.

En conclusión, Argentina cuenta con la cantidad necesaria para alimentar a su población total y
aun así sobraría. Se requiere un Estado presente con nuevas políticas y con un poco de
empatía, difícil pero no imposible.

Вам также может понравиться