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RESUMEN
Este trabajo constituye una propuesta doctoral con la que se pretende elaborar el
concepto de Posdemocracia, partiendo de la caracterización de la Democracia
Participativa y del Socialismo Liberal, identificando sus premisas fundamentales,
estableciendo los aspectos en común que presentan ambos modelos políticos, lo que
involucra profundizar en la Democracia y el Socialismo como modelos. Para ello se
aspira revisar aquellos autores considerados clásicos en la teoría tanto de la
Democracia como del Socialismo, así como los contemporáneos que han estado
orientando su trabajo hacia la reflexión sobre la Democracia en nuestros tiempos.
Este es un acercamiento dentro del contexto de la Teoría Política, lo que representa
un estudio exploratorio de naturaleza descriptiva, basado en un diseño no
experimental, que contempla la revisión teórica para la formulación de la categoría
conceptual propuesta.
PALABRAS CLAVES: Democracia Participativa. Socialismo Liberal.
Posdemocracia
ABSTRACT
This research constitutes a doctoral proposal which intends to elaborate the concept
of Posdemocracy, starting off of the characterization of the Participative Democracy
and the Liberal Socialism, identifying its fundamental premises, establishing the
aspects in common that they display both political models, which involves to deepen
in Democracy and Socialism as models. In this sense it pretends to review those
authors considered classic in the theory of Democracy as of Socialism, as well as the
contemporaries who have been orienting their efforts towards the reflection about
Democracy in our times. This is an approach within the context of the Political
Theory, which represents an exploratory study of descriptive nature, based on a non-
experimental design that contemplates the theoretical revision for the formulation of
the proposed conceptual category.
KEY WORDS: Participative democracy, Liberal Socialism, Posdemocracy
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Es por ello que, partiendo de la idea que la Ciencia Política es una disciplina
relativamente nueva, si la comparamos con otras mucho más consolidadas, podríamos
argumentar su inmadurez para justificar la crisis que vive, sin embargo esa sería a
todas luces una explicación simplista, pero que no necesariamente deberíamos
descartar.
Por otra parte, la Ciencia Política comprende un vasto campo donde confluyen
numerosas disciplinas pertenecientes a las Ciencias Sociales, por lo que su crisis
debemos verla sin aislarla del contexto en el cual se inserta, como la ciencia
encrucijada que es.
La Ciencia Política, al separarse de la Filosofía, procuró hacer del estudio del poder,
la autoridad y las instituciones políticas, su objeto de estudio, utilizando para ello los
métodos que aportan las Ciencias Sociales.
Entonces, para terminar de hacer más crítico el panorama, pasamos a una etapa en la
historia del pensamiento en la que comenzamos a tropezarnos con ideas tales como:
el fin de las certidumbres; la pertinencia de las dimensiones general y particular
simultáneamente; la diversidad de macroestructuras y realidades sociales; la
transdisciplinariedad… y nos preguntamos, la Ciencia Política ¿cómo queda en ese
contexto?
Sin ánimo de justificar, debemos ver la crisis de la Ciencia Política insertada dentro
de una crisis de mayor dimensión, la de la Modernidad, por lo que debemos verla
como parte de la caducidad de un modelo de vida que se agota por las nuevas
valoraciones de una sociedad en la que sus premisas fundamentales ahora giran en
torno al conocimiento, la información y la cultura posmoderna.
¿Qué pasó con la irreverente afirmación que señalaba que el punto final de la
evolución ideológica de la humanidad, es la universalización de la Democracia
Liberal occidental como la forma última de gobierno humano?
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Lo que esto significa es que las realidades políticas ya no obedecen a rígidos patrones
formulados bien sea a partir de concepciones estrictamente filosóficas, ni se trata de
la lectura rígida desde valoraciones cuantitativas. En la Ciencia Política, el debate de
los últimos tiempos ha girado alrededor de los modelos políticos y en países como
Venezuela, Rusia, algunos de Asia y África, la discusión es sobre la Democracia,
como muestra del agotamiento al que hemos venido haciendo referencia.
para tomar decisiones que afectan a todo el colectivo, sobre la base de unas reglas que
deben contener los procedimientos mediante los cuales se deben realizar las acciones.
Algunas sociedades, como la nuestra, han logrado modernizar sus sistemas políticos
a tal punto que han incorporado la figura de los referendos revocatorios y consultivos,
al desempeño de aquellos ocupando cargos de elección popular, en los casos de
Ejecutivo y Legislativo, lo que significa que la democracia se acerca cada vez más a
niveles de participación política significativos, sin descartar la función representativa
de los intereses de los ciudadanos en distintas instancias.
Ahora bien, Giovanni Sartori, (citado por García, 1998: 123) señala que “el sistema
representativo es una procuración dada a un cierto número de hombres por la masa
del pueblo que quiere que sus intereses sean defendidos, y que sin embargo no tiene
siempre el tiempo ni la posibilidad de defenderlos por sí mismo.”
Es aquí donde llegamos al fenómeno que ocupa buena parte de la reflexión política de
nuestro tiempo: la crisis de gobernabilidad, que como la ve el mismo Bobbio, no es
más que la sobrecarga del sistema político incapaz de dar respuestas.
Ante este panorama, ¿qué ha aportado la Ciencia Política a este debate? En el caso de
América Latina, si observamos la discusión, las corrientes de interpretación siguen
manejando el esquema del desarrollismo versus la ruptura.
En este orden de ideas, el debate refleja la realidad de unos países que oscilan entre
períodos donde prevalecen las recetas de los organismos multilaterales para que
luego, se manifiesten las opciones de ruptura con dicho modelo. Lo que no se ha
podido explicar es por qué se dan cambios que no necesariamente representan una
transformación o ruptura sino la vuelta a esquemas que habían sido superados.
Elementos Teóricos
La Democracia es sin duda para la Ciencia Política, uno de sus más importantes
objetos de estudio. Desde la antigüedad hasta nuestros días, los grandes pensadores
de la humanidad, filósofos e historiadores, han intentado explicar lo que debemos
entender por democracia y cual es el modelo ideal, por lo que no se trata de una
discusión cerrada, en virtud de las controversias que genera la búsqueda de ese ideal,
manteniendo el debate vivo. Encontramos en algunos autores, elementos de análisis
importantes para la definición de la Democracia Participativa. En la obra de Alexis de
Tocqueville, quien se dedica a estudiar el modelo político norteamericano en La
democracia en América, destaca que la participación ciudadana se traduce en un
impedimento para el despotismo que ha generado el crecimiento de la burocracia
(García, 1998: 125), además de que genera un comportamiento cívico dirigido al
bien común. De igual forma, en las obras de John Stuart Mill, Sobre la libertad y
Del gobierno representativo, se refleja una postura que sostiene que sólo el gobierno
democrático garantiza que las decisiones políticas reflejen los intereses ciudadanos.
Como representante de la visión de la democracia como desarrollo, en la que se ve a
la democracia como un medio necesario para lograr una sociedad más libre e
igualitaria (García, 1998: 125), Mill incorpora el elemento de participación en la
concepción de la democracia representativa, argumentando que es la mejor forma de
gobierno.
Otro autor que ha desarrollado el tema es Giovanni Sartori, en sus obras ¿Qué es la
Democracia? y Elementos de Teoría Política y Teoría de la Democracia, a quien ya
hemos citado. Igualmente importante es la contribución de Robert Dahl con sus obras
Un Prefacio a la Teoría Democrática, La democracia y sus críticos y La
democracia: una guía para los ciudadanos, quien con su planteamiento de la
poliarquía, ofrece una interpretación novedosa de la democracia.
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Por su parte, el Marxismo, con todas sus variantes, sigue siendo un tema de
discusión, sobre todo hoy día, cuando lo encontramos en numerosas ofertas políticas
de nuestro continente. Ahora bien, lo interesante está en encontrar algunos
elementos que nos permitan elaborar un concepto de Socialismo Liberal.
En este sentido, tenemos a Norberto Bobbio, a quien se le reconoce como uno de los
primeros pensadores en concebir la posible de articulación teórica entre la
democracia y el socialismo, más allá de los postulados socialdemócratas.
La Teoría de la Democracia
En la Teoría de la Democracia, encontramos que se pueden identificar tres corrientes
o tradiciones, como las denomina Bobbio, (2002, p. 441) que ubican las raíces de la
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En la teoría política se produce una vasta discusión entre la postura de dos autores
fundamentales de la teoría de la democracia: Locke y Rousseau, en relación al
ejercicio de la soberanía. Locke abogaba por la delegación de dicha soberanía en unos
representantes, mientras que Rousseau considera que debe ser ejercida directamente
por los ciudadanos. Es en esta discusión que la teoría contractualista cobra
importancia, en su relación con la concepción del pueblo dentro del esquema del
pacto social y por las condiciones en las que se reproduce, propio de un acuerdo, el
ejercicio del poder.
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La Teoría Crítica
Esta propuesta comprende a partir de los conceptos de Democracia Participativa y
Socialismo Liberal, lograr una aproximación a la idea de Posdemocracia, que en
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En este sentido, Mouffe afirma que Habermas cree en verdad que el surgimiento de
formas universales de moral y de derecho es la expresión de un proceso colectivo
irreversible de aprendizaje, y que negar esto implica negar la modernidad, minar los
fundamentos de la existencia de la Democracia. (1999: 28)
Luego con la aparición del Estado Moderno, aún cuando realmente se habló de
República, guarda correspondencia con la Democracia refiriéndonos al Escenario
Social Ciudadano, donde las clases se organizan en torno a su capacidad de
acumulación, dentro del esquema de una economía industrializada, que se organiza
bajo el modelo de Representación, cuya expresión política es la Democracia
Representativa Liberal.
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Finalmente, con una base social estratificada en razón del consumo, en la que el
ejercicio del poder trasciende las fronteras inmediatas, con el Imperio Global como
forma de ejercicio del poder público, que se encuentra circunscrito al Escenario
Global Virtual, donde la Cibernética constituye el eje de la actividad económica, nos
atrevemos a ubicar la crisis de la representatividad como causa fundamental en la
aparición de la Democracia Participativa bajo el modelo de Reproducción Virtual.
El Estado ya no controla ni interviene en la misma medida que antes, porque por una
parte hay más intereses que satisfacer y por la otra menos capacidad de respuesta, de
manera que es la misma sociedad la que asume ciertos espacios en procura de
alcanzar acuerdos, además que la representatividad es cuestionada por la pérdida de
contacto con la realidad y la ausencia de correspondencias discursivas, además de la
cercanía con la toma de decisiones que representa el avance de las tecnologías de la
información, no al extremo de lo plateado por Macpherson en su concepción de la
Democracia como participación, en donde la utopía estaría en la participación
permanente del individuo al lado de un ordenador 24 horas al día, pero si una
realidad en la que el ciudadano se sirve de la tecnología para decidir sobre ciertos
asuntos que le interesan y el Estado se vale de estas herramientas para mejorar su
desempeño, lo que permite acortar las distancias, acercar el entorno y hacer de este
escenario un espacio en común, pero que no necesariamente implica la comunidad de
condiciones de vida, veamos tan solo cual es la distancia socioeconómica entre los
países africanos y europeos, para convencernos que estamos compartiendo tan solo
el espacio, más no las condiciones.
Entonces, cabe hacerse la pregunta, ¿esto a dónde nos conduce? Si está agotado el
modelo de pensamiento que ha caracterizado a la modernidad y la concepción
postmoderna nos plantea la ruptura paradigmática, ¿dónde queda la Democracia en
este contexto?
La idea de la Democracia Participativa no debe verse solo como una reacción ante la
crisis de representatividad, es más la consecuencia del paso de un modelo de
sociedad a otro, en el que habiéndose agotado lo que caracterizó a la Democracia
Liberal, en lo político, también se manifestó en el debilitamiento de la economía y de
la base social, así como las estructuras de legitimación.
REFERENCIAS
Dahl, Robert. (1998) La democracia. Una guía para los ciudadanos. 1ª ed. España:
Taurus
García, Elena. (1998) El discurso liberal: democracia y representación. En: Rafael del
Águila y Fernando Vallespín. (Comp.) La democracia en sus textos. (1ª ed.) (pp.
115-155) España: Alianza Editorial.