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TALLER

“SISTEMAS DE TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES Y DISPOSICIÓN DE


EXCRETAS PARA EL ÁREA RURAL”

TEMA:
Tanques sépticos
Los tanques sépticos se utilizan por lo común para el tratamiento de las aguas
residuales de familias que habitan en zonas residenciales poco pobladas, de
instituciones como escuelas y hospitales y de pequeños grupos de viviendas.

Las aguas residuales pueden proceder exclusivamente de las letrinas con


arrastre hidráulico o incluir también las aguas grises domésticas (generadas en
duchas, lavaderos, etc.).

El tanque séptico, con su sistema de eliminación de efluentes (sistema de


infiltración), presenta muchas de las ventajas del alcantarillado tradicional. No
obstante, es más costoso que la mayor parte de los sistemas de saneamiento in
situ. También requiere agua corriente en cantidad suficiente para que arrastre
todos los desechos a través de los desagües hasta el tanque.

Principio de funcionamiento
Los desechos de las letrinas con arrastre hidráulico, y quizá también de las
cocinas y los baños, llegan a través de desagües a un tanque séptico estanco y
herméticamente cerrado, donde son sometidos a tratamiento parcial. Tras un
cierto tiempo -habitualmente de 1 a 3 días - el líquido parcialmente tratado sale
del tanque séptico y se elimina, a menudo en el suelo, a través de pozos de
percolación o zanjas de infiltración. Muchos de los problemas que plantean los
tanques sépticos se deben a que no se tiene suficientemente en cuenta la
eliminación del efluente procedente del tanque séptico.

Sedimentación

Uno de los principales objetivos del diseño del tanque séptico es crear dentro del
tanque séptico una situación de estabilidad hidráulica, que permita la
sedimentación por gravedad de las partículas pesadas. El material sedimentado
forma en la parte inferior del tanque séptico una capa de lodo, que debe
extraerse periódicamente. La eficiencia de la eliminación de los sólidos por
sedimentación puede ser grande. Majumder y sus colaboradores (1960)
informaron de la eliminación del 80% de los sólidos en suspensión en tres
tanques sépticos de Bengala occidental, y se han descrito tasas de eliminación
similares en un solo tanque cerca de Bombay (Phadke et al., sin fecha). Sin
embargo, los resultados dependen en gran medida del tiempo de retención, los
dispositivos de entrada y salida y la frecuencia de la extracción de lodos (periodo
de limpieza del tanque séptico). Si llegan repentinamente al tanque grandes
cantidades de líquido, la concentración de sólidos en suspensión en el efluente

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puede aumentar temporalmente, debido a la agitación de los sólidos ya
sedimentados.

Flotación

La grasa, el aceite y otros materiales menos densos que el agua flotan en la


superficie, formando una capa de espuma que puede llegar a endurecerse
considerablemente. El líquido pasa por el tanque séptico entre dos capas
constituidas por la espuma y los lodos.

Digestión y compactación de los lodos

La materia orgánica contenida en las capas de lodo y espuma es descompuesta


por bacterias anaerobias, y una parte considerable de ella se convierte en agua y
gases. Los lodos que ocupan la parte inferior del tanque séptico se compactan
debido al peso del líquido y los sólidos que soportan. Por ello, su volumen es
mucho menor que el de los sólidos contenidos en las aguas servidas no tratadas
que llegan al tanque. Las burbujas de gas que suben a la superficie crean cierta
perturbación en la corriente del líquido. La velocidad del proceso de digestión
aumenta con la temperatura, con el máximo alrededor de los 35 °C. Es poco
probable que el uso de jabón doméstico ordinario en cantidades normales afecte
al proceso de digestión (Truesdale y Mann, 1968) pero el empleo de
desinfectantes en cantidades anormalmente grandes hace que mueran las
bacterias, inhibiendo así el proceso de digestión.

Estabilización de los líquidos

El líquido contenido en el tanque séptico experimenta transformaciones


bioquímicas, pero se poseen pocos datos sobre la destrucción de los agentes
patógenos. Tanto Majumder y sus colaboradores (1960) como Phadke y, los
suyos (sin fecha) hallaron que, aunque los tanques sépticos estudiados habían
destruido del 80% al 90% de los huevos de anquilostomas y Ascaris, en términos
absolutos el efluente aún contenía grandes cantidades de huevos viables, que
estaban presentes en el 90% de las muestras.

Como el efluente de los tanques sépticos es anaerobio y contiene probablemente


un elevado número de agentes patógenos, que son una fuerte potencial de
infección, no debe usarse para regar cultivos ni descargarse en canales o aguas
superficiales sin permiso de la autoridad sanitaria de acuerdo con la
Reglamentación Nacional vigente.
Principios de diseño
Los principios que han de orientar el diseño de un tanque séptico son los
siguientes:

- prever un tiempo de retención de las aguas servidas, en el tanque séptico,


suficiente para la separación de los sólidos y la estabilización del líquido;
- prever condiciones de estabilidad hidráulica para una eficiente sedimentación
y flotación de los sólidos;

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- asegurar que el tanque sea lo bastante grande para la acumulación de los
lodos y la espuma;
- prevenir las obstrucciones y asegurar la adecuada ventilación de los gases.

Factores que influyen en el diseño

El método de diseño que se expone a continuación es el recomendado por la


propuesta de Norma de Diseño de Tanques Sépticos (NTE E.120) publicada para
su discusión pública como parte del nuevo Reglamento Nacional de
Edificaciones. El dimensionamiento debe permitir obtener un volumen suficiente
para la retención del líquido y la acumulación de los lodos y la espuma. El
volumen para la retención de líquido depende del número de usuarios y de la
cantidad de aguas residuales que recibe el tanque séptico. El volumen necesario
para la acumulación de los lodos y la espuma depende de la frecuencia con que
se extraen lodos del tanque séptico. Se debe tomar en consideración que de
acuerdo a Norma, el volumen mínimo de los tanques sépticos es de 3 m3.

Las fórmulas de diseño son las siguientes:

1. Periodo de retención hidráulica:

PR  1,5  0,3log(P.q )

donde,

PR: Tiempo promedio de retención hidráulica, en días


P: Población servida
Q: Caudal de aporte unitario de aguas residuales, litros/(habitante.día)

El tiempo de retención hidráulica mínimo es de 6 horas

2. El volumen requerido para la sedimentación (Vs, en m3)

Vs  10-3 (P.q) PR

3. Volumen de digestión y almacenamiento de lodos (Vd, en m3)

Vd  70 x 10 -3 P.N

donde,
N: es el intervalo deseado, en años, entre operaciones sucesivas de
remoción de lodos

4. Profundidad máxima de espuma sumergida (He, en m)

0,7
He 
A

3
donde,
A: Área superficial del tanque séptico, en m2

Una vez determinada la capacidad total del tanque séptico, es necesario decidir
su profundidad, su ancho y su longitud. El objetivo es obtener una distribución
uniforme de la corriente, a fin de que no haya zonas inactivas ni «cortocircuitos
hidráulicos» (es decir, líquido que atraviese el tanque séptico en un tiempo
inferior al previsto).

Debe existir una profundidad mínima aceptable de la zona de sedimentación que


se denomina profundidad de espacio libre (Hl, en m) y comprende la superficie
libre de espuma sumergida y la profundidad libre de lodos. La profundidad libre
de espuma sumergida es la distancia entre la superficie inferior de la capa de
espuma y el nivel inferior de la Tee de salida o cortina deflectora del dispositivo
de salida del tanque séptico y debe tener un valor mínimo de 0,10 m. La
profundidad libre de lodo es la diferencia entre la parte superior de la capa de
lodo y el nivel inferior de la Tee o cortina deflectora del dispositivo de salida, su
valor (Ho, en m) se calcula mediante la siguiente fórmula:

Ho  0,82  0,26A

La profundidad de espacio libre (Hl) debe seleccionarse comparando la


profundidad de espacio libre mínimo total (0,1 + Ho) con la profundidad mínima
requerida para la sedimentación (Hs), se elige la mayor profundidad.

Vs
Hs 
A

El tanque séptico puede estar dividido por tabiques en dos o más


compartimentos, de acuerdo con la Norma correspondiente si el volumen del
tanque séptico es mayor de 5 m3, se debe dividir el tanque. En el primero pueden
tener lugar la mayor parte de los procesos de sedimentación y digestión, en cuyo
caso sólo pasarán al segundo algunos materiales en suspensión. De ese modo,
cuando llegan repentinamente al tanque séptico grandes cantidades de aguas
servidas, si bien la eficiencia de la sedimentación se reduce, los efectos son
menores en el segundo compartimento. Laak (1980) informó sobre varios
estudios en los que tanques sépticos divididos en compartimentos dieron mejores
resultados que los que no lo estaban. Su estudio indica también que la longitud
del primer compartimento debe ser el doble de la del segundo. No se poseen
datos cuantitativos sobre las ventajas que podrían presentar los tanques sépticos
con más de dos compartimentos.

Para determinar las dimensiones internas de un tanque séptico rectangular,


pueden aplicarse las siguientes pautas:

1 . Entre el nivel superior de espumas y la superficie inferior de la losa de


cubierta debe quedar un espacio libre de 300 mm, como mínimo.

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2. El ancho debe ser de 600 mm, por lo menos, ya que ese es el espacio más
pequeño en el que puede trabajar una persona durante la construcción o las
operaciones de limpieza. En la norma se recomienda que la relación entre el
largo y el ancho debe ser como mínimo de 2 a 1.
3. Si el tanque séptico tiene un ancho W, la longitud del primer compartimento
debe ser 2W y la del segundo, W.
4. En general, la profundidad no debe ser superior a la longitud total.

0,30 m
mínimo

He

0,10 m
mmín
Hl Hs Ho

Hd

La altura útil total es: He + Hl + Hd


Para seleccionar Hl se compara los valores de:
(0,10 + Ho) vs Hs = Vs/A , se elige el mayor valor
Esquema de acuerdo con la Norma NTE E.120

Construcción

La construcción de un tanque séptico requiere, por lo general, la asistencia y


supervisión de un ingeniero o, por lo menos, de un maestro de obras
experimentado. El diseño de la entrada y la salida tiene una importancia decisiva
para el funcionamiento del tanque séptico. También es especialmente importante
comprobar con cuidado los niveles en el caso de los tanques sépticos de gran
tamaño con complicados dispositivos de entrada y salida y tabiques intermedios.

Cuando se trata de pequeños tanques sépticos familiares, el fondo se construye


por lo general de concreto no reforzado, lo bastante grueso para soportar la
presión ascendente cuando el tanque séptico está vacío. Si las condiciones del
suelo son desfavorables o si el tanque es de gran tamaño, puede ser necesario
reforzar el fondo. Las paredes son, por lo común, de ladrillo o bloques de
concreto y deben enlucirse en el interior con mortero para impermeabilizarlas.
Los grandes tanques de concreto armado para grupos de viviendas o para

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instituciones deben ser diseñados por un ingeniero calificado, a fin de garantizar
su solidez estructural.

La cubierta o techo del tanque séptico, formada habitualmente por una o más
losas de concreto, deberá tener resistencia suficiente para las cargas que haya
de soportar.

Sobre la entrada y la salida deben instalarse losas de cubierta removibles. Las


tapas circulares, en lugar de rectangulares, presentan la ventaja de que no
pueden caer en el tanque cuando se quitan.

Se han construido tanques sépticos con componentes prefabricados muy


diversos, en particular con tuberías de gran diámetro. La experiencia ha
demostrado que los problemas que plantea la instalación de los dispositivos de
entrada y salida anulan cualquier ventaja que pueda presentar la utilización de
tuberías. Por otra parte, hay en el mercado diversos tanques sépticos
patentados, fabricados con asbesto-cemento, plástico reforzado con vidrio u otros
materiales.

Entrada

Al ingresar en el tanque, las aguas servidas deben agitar lo menos posible el


líquido y los sólidos que ya se encuentran dentro de él. Los grandes volúmenes
de líquido que llegan repentinamente, así como las turbulencias, reducen la
eficiencia de la sedimentación y pueden provocar el arrastre de grandes
cantidades de sólidos por el efluente del tanque séptico. De acuerdo a NTE
E.120 el dispositivo de entrada debe estar a 0,30 m por debajo del nivel de
espumas y natas.

La llegada repentina de líquido en gran cantidad tiene lugar cuando se descarga


agua en retretes o se vacían fregaderos y baños. Su efecto puede reducirse al
mínimo utilizando tuberías de desagüe de 100mm de diámetro como mínimo y
asegurando que la pendiente de la tubería al acercarse al tanque sea inferior a
1.5%.

Salida

En los tanques sépticos con un ancho inferior a 1,2 m, se puede emplear para la
salida un simple tubo en Tee, con una tapa removible, que permita eliminar
cualquier obstrucción. Otra posibilidad es colocar una placa o cortina deflectora
de madera, PVC, ferrocemento o asbesto - cemento. En los tanques de más de
1,2 m de anchura, se puede usar un vertedero a todo a lo ancho para repartir por
igual la corriente en todo el tanque séptico. En ese caso, se agregará una
pantalla deflectora de espumas para impedir que éstas salgan por el dispositivo.
En ambos casos de acuerdo a NTE E.120 la profundidad de la Tee de salida o en
su defecto de la pantalla deflectora debe ser como mínimo 0,40 m y debe
verificarse que exista una distancia mínima de 0,10 m entre la superficie inferior
de espumas y la parte inferior del dispositivo de salida.

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Muro o tabique divisorio

Si el tanque séptico está dividido en dos o más compartimentos, se deben prever


aberturas o pases cortos sobre el nivel del lodo y por debajo de la espuma. Las
ranuras o pases deben ser dos, por lo menos, a fin de mantener la distribución
uniforme de la corriente en todo el tanque séptico.

Ventilación del tanque

Los procesos anaerobios que tienen lugar en el tanque producen gases, que
deben tener un medio de escape. Si el sistema de desagüe de la vivienda u otra
edificación posee una tubería de ventilación en su extremo superior, los gases
pueden salir del tanque séptico por este dispositivo. Si el sistema no está dotado
de ventilación, se debe prever una tubería desde el tanque séptico mismo,
protegida con una malla.

Fondo del tanque séptico

De acuerdo con la Norma Nacional el fondo del tanque debe tener una pendiente
de 2% orientada hacia el ingreso. Hay dos razones para ello: en primer lugar,
cerca de la entrada se acumulan más lodos, por lo que conviene que el tanque
séptico sea más profundo; en segundo lugar, la pendiente favorece el movimiento
del fango hacia la entrada durante la operación de extracción de lodos. Si hay
dos compartimentos, el segundo debe tener la parte inferior horizontal y el
primero puede tenerla inclinada hacia la entrada. Al calcular el volumen del
tanque séptico, se debe considerar que el fondo es horizontal al nivel más alto.
De ese modo, el efecto de la inclinación es aumentar el volumen.

Funcionamiento y mantenimiento
Puesta en marcha del tanque séptico

El proceso de digestión anaerobia de los sólidos contenidos en las aguas


servidas que llegan al tanque séptico puede tardar en iniciarse, y es una buena
idea «sembrar» o «inocular» un tanque séptico nuevo, con lodos de otro que
lleve un cierto tiempo en funcionamiento. De ese modo, se asegura la presencia
de los microorganismos necesarios para que el proceso de digestión comience
rápidamente (McCarty, 1964).

Mantenimiento

Se requieren inspecciones sistemáticas para saber cuándo es necesario extraer


los lodos y cerciorarse de que no hay obstrucciones en la entrada o la salida.
Los tanques han de limpiarse cuando los lodos y la espuma ocupan el volumen
especificado en el diseño. Una norma sencilla consiste en extraer los lodos
cuando los sólidos llegan a la mitad o a las dos terceras partes de la distancia
total entre el nivel del líquido y el fondo. Un problema de los tanques sépticos es
que siguen funcionando incluso cuando están casi llenos de sólidos. En ese

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caso, el líquido entrante abre un canal a través de los lodos y puede atravesar el
tanque en unos minutos en lugar de permanecer en él durante el tiempo
necesario.

Para extraer los lodos del tanque séptico, lo mejor es utilizar un camión cisterna
aspirador. Los lodos se extraen con un tubo flexible conectado a una bomba de
vacío, que los lleva hasta la cisterna. Si las capas inferiores están endurecidas,
pueden soltarse con una manguera de agua a presión (adaptada al camión) o
romperse con una pala de mango largo antes de utilizar la bomba.

Si no se dispone de un camión cisterna aspirador, los lodos deben sacarse


manualmente con cubos. Es éste un trabajo desagradable, que pone en peligro
la salud de los que lo realizan.

En la Norma Nacional se ha contemplado que cuando la topografía del terreno lo


permita, se puede colocar una tubería de drenaje de lodos, que se colocará en la
parte más profunda del tanque (zona de ingreso). La tubería estará provista de
una válvula. En este caso, es recomendable que la evacuación de lodos se
realice hacia un lecho de secado.

Se ha de cuidar de que los lodos no se derramen en torno al tanque, durante la


extracción. Los lodos que se sacan de un tanque séptico contienen excretas
recientes y pueden transmitir enfermedades de origen fecal, por lo que es
necesario disponer de ellos con precaución.

Cuando se extrae los lodos de un tanque séptico, éste no debe lavarse


completamente ni desinfectarse. Se debe dejar en el tanque séptico una
pequeña cantidad de fango para asegurar que el proceso de digestión continúe
con rapidez.

Los lodos retirados de los tanques sépticos de las zonas cercanas a las ciudades
se transportan hacia las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales,
se ha ensayado con éxito la descarga de estos lodos a lagunas de estabilización.
En zonas donde no exista fácil acceso a las plantas de tratamiento o estas no
existan en lugares cercanos, se debe disponer de lodos en trincheras y una vez
secos proceder a enterrarlos o usarlos como mejorador de suelo. Las zonas de
enterramiento deben estar alejadas de las viviendas (por lo menos 500 metros de
la vivienda más cercana)

Eliminación del efluente de los tanques sépticos

Un tanque séptico es sencillamente un tanque con funciones combinadas de


retención y de digestión; aparte de las pérdidas por filtración y evaporación, la
cantidad de líquido que sale del tanque séptico es prácticamente igual a la que
entra. El efluente es anaerobio y puede contener gran cantidad de organismos
patógenos. Aunque es posible eliminar un alto porcentaje de los sólidos en
suspensión, el efluente sigue estando muy concentrado en términos absolutos,
por lo que nunca se insistirá lo suficiente en la necesidad de disponer de los
efluentes de los tanques sépticos en forma inocua.

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El efluente procedente de grandes tanques, que reciben las aguas servidas de
grupos de viviendas, o de instituciones, puede someterse a un tratamiento de tipo
tradicional, por ejemplo mediante filtros de goteo. Por lo general, el efluente de
los tanques sépticos y las letrinas de pozo anegado que atienden las
necesidades de una sola vivienda se descarga en el suelo a través de pozos de
infiltración o zanjas de desagüe. Las capacidades de absorción de los diversos
suelos que se indican en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Capacidades de infiltración recomendadas

Tipo de suelo Capacidad de infiltración (Ci)


Aguas servidas sedimentadas
(litros diarios por metro cuadrado)
Arena gruesa o media 50
Arena fina, arena gredosa 33
Greda arenosa, greda 25
Arcilla caliza porosa y arcilla greda caliza 20
Porosa
Greda caliza compacta, arcilla greda 10
caliza compacta y arcilla no expansiva
Arcilla expansiva <10
Fuente: US Environmental Protection Agency, 1980.

Si se realizan tests de percolación a las profundidades donde se ubicará el fondo


de las zanjas de infiltración o en los estratos existentes en la profundidad de los
pozos de absorción, los valores de capacidad de infiltración se pueden obtener
del Cuadro 2.

Cuadro 2. Capacidades de infiltración como resultado del test de percolación


Tiempo de infiltración para el Capacidad de infiltración (Ci)
descenso de 1 cm Aguas servidas sedimentadas
(minutos) (litros diarios por metro
cuadrado)
1 110
2 93
3 80
4 70
5 63
6 57
7 52
8 47
9 43
10 39
11 35
12 32
13 30
14 27
15 26

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Por desgracia, no es posible prever la vida útil de estos sistemas de eliminación,
ya que depende de la eficiencia del tanque séptico y de las condiciones del
suelo. Cuando se descargan los efluentes de un tanque séptico en una zona de
infiltración demasiado pequeña o con los poros obstruidos, a menudo se forman
charcos, que representan un riesgo potencial para la salud. Se puede evitar
sobrecargar la zona de infiltración utilizando exclusivamente el tanque séptico
para las letrinas y tratando por separado las aguas grises domésticas, menos
peligrosas por sí solas que cuando están mezcladas con residuos de letrinas
parcialmente tratados.

Pozos de infiltración o de absorción

Los pozos utilizados para eliminar el efluente de los tanques sépticos tienen por
lo general una profundidad de 2 a 5 m y un diámetro de 1,0 a 2,5 m Su capacidad
no debe ser inferior a la del tanque séptico.

Según el tipo de suelo y el costo local de la piedra y demás materiales de


construcción, los pozos de infiltración pueden revestirse, o rellenarse. Los 500
mm superiores deben ser de concreto o mampostería para sustentar firmemente
la losa de tapa. Los rellenos son de grava de 2,5 a 5 cm.

La superficie necesaria para la infiltración debe calcularse en función a los


estudios de campo. El área efectiva de absorción los constituye el área lateral
del cilindro, excluyendo el fondo. Para el cálculo debe considerarse el diámetro
exterior del muro. La profundidad del pozo de absorción debe considerarse
entre los estratos permeables detectados en los estudios de campo. De acuerdo
a la Norma Nacional todo pozo de absorción debe introducirse por lo menos 2
metros en el estrato permeable, siempre que el fondo del pozo se encuentre por
lo menos a 2 metros de la napa freática.

Se deben instalar tantos pozos como sean necesarios de acuerdo con la


capacidad de infiltración del terreno, la distancia entre ellos se regulará por su
profundidad o por su diámetro pero no será menor de 6 metros entre sus
circunferencias, tal como recomienda la Norma Nacional.

Zanjas de infiltración o de percolación

Cuando la capacidad y el área del terreno lo permita se deben instalar zanjas de


infiltración o percolación, que distribuyen el líquido en una extensa zona,
reduciendo el riesgo de sobrecarga en el lugar. El efluente del tanque fluye por
drenes de tuberías, por lo general de 100 mm de diámetro con juntas abiertas o
con perforaciones que permitan la distribución uniforme del líquido en el fondo de
las zanjas.

La superficie requerida para la infiltración se calcula de acuerdo con lo resultados


de los estudios de campo (test de percolación) realizados a la profundidad donde
se instalarán las zanjas. Para el área efectiva de infiltración se considerará solo
el fondo de las zanjas. El ancho de las zanjas varía entre un mínimo de 0,45 m y
un máximo de 0,90 m. Para evitar la contaminación de las aguas subterráneas el

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fondo de las zanjas debe quedar por lo menos a 2 metros por encima de la napa
freática.

Se debe instalar por lo menos dos líneas de drenes con longitudes máximas de
30 m, pendiente mínima de 1,5 por mil y máxima de 5 por mil. La separación
entre zanjas debe ser como mínimo de 2 metros.

En toda zanja de percolación habrá por lo menos dos capas de grava limpia
alrededor de las tuberías. Una inferior de espesor mínimo de 0,15 m constituida
por grava de 2,5 a 5 cm (sobre esta capa se colocarán las tuberías)n y otra
rodeando los drenes con grava de 1,5 a 5 cm. La que cubrirá las tuberías en por
lo menos 5 cm. El resto de la zanja se cubrirá con la tierra extraída de la
excavación hasta alcanzar una altura de 10 a 15 cm por encima del nivel del
terreno.

Mayores detalles sobre aspectos constructivos de las zanjas de percolación o


pozos de infiltración y otros dispositivos hidráulicos se encuentran en la Norma
NTE E.120, así como las recomendaciones para las pruebas o ensayos de
percolación.

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