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Las estrategias de afrontamiento son entendidas como recursos psicológicos que el sujeto
pone en marcha para hacer frente a situaciones estresantes. Aunque la puesta en marcha
de estas no siempre garantiza el éxito, sirven para generar, evitar o disminuir conflictos
en los seres humanos, atribuyéndoles beneficios personales y contribuyendo a su
fortalecimiento. Adicionalmente, McCubbin, Cauble y Pattterson (1982) advierten que
los procesos de afrontamiento no solo se presentan de forma individual, también
aparecen como mediadores en el ámbito social. De esta forma, al interior del grupo
familiar se inculca o crea el uso de estrategias para afrontar las diferentes crisis de la vida
cotidiana, con el fin de mantener, y/o recuperar el equilibrio y garantizar el bienestar del
miembro.
Por consecuente cuando los padres se relacionan con los hijos y ellos realizan sus
funciones, los padres ponen en práctica unas tácticas llamadas estilos educativos, estilos
de crianza o estrategias de socialización, con la finalidad de influir, educar y orientar a los
hijos para su integración al mundo exterior. Las prácticas de crianza difieren de unos
padres a otros y sus efectos en los hijos también son diferentes. Con las prácticas de
crianza los padres pretenden modular y encauzar las conductas de los hijos en la
dirección que ellos valoran y desean y de acuerdo a su personalidad. Y son importantes
porque la forma en que un padre interactúa con su niño sienta las bases para el desarrollo
social y emocional futuro del niño.
Ahora bien, en nuestro país, según la última encuesta del Instituto Integración, realizada
a 2,200 personas en 19 departamentos, se concluyó que, seis de cada diez peruanos
señalan que su vida ha sido estresante en el último año.
Todos nos hemos estresado alguna vez, si bien es beneficioso en algunas circunstancias
porque estimula y motiva a las personas a producir más, en el largo plazo genera
problemas en la salud física y mental.
El estudio señala que las mujeres reportan mayores niveles de estrés (63%) que los
hombres (52%). Las peruanas no son las únicas; el Centro de Estudios sobre Estrés
Humano de Canadá y la Asociación Americana de Psicología de EE.UU. indican la misma
tendencia: las mujeres experimentan mayor estrés subjetivo e incluso tiene un mayor
impacto en su salud física y mental. Muchas personas aplican técnicas inconscientes para
enfrentar al estrés, por ejemplo mecanismos de defensa como aislamiento o negación, los
cuales evitan que sujeto se enfrente a la realidad.
El estado de estrés se asocia con claridad mental y condiciones físicas óptimas, Neidhardt
(1989) define el estrés como: “Un elevado nivel crónico de agitación mental y tensión
corporal, superior al que la capacidad de la persona puede aguantar y que le produce
angustia, enfermedades, o una mayor capacidad para superar esas situaciones.” Nos
damos cuenta que los estudiantes presentan estrés al no desenvolverse de forma
adecuada, se muestran agotados, con frecuencia de mal humor, e incluso se percibe
tendencia a introversión en la carrera de psicología, demostrando el hecho de que algo
está fallando o generando un afrontamiento inadecuado, puesto a que sus estrategias y/o
modos de afrontamiento no son las adecuadas, o no las poseen, a consecuencia de ello
dificultades en la organización del tiempo, por ende trabajos que no son entregados en el
momento indicado por los docentes, mal rendimiento académico evidenciado en la
calificación obtenida en los exámenes parciales, o trabajos encargados, dando como
resultado un promedio ponderado bajo , y en muchos casos solo se busca tener una nota
aprobatoria.
McCubbin H., Cauble, E. & Patterson, J. (1982). Family stress, coping, and social
support. Springfield. Thomas Publisher.
Neidhardt, J., Weinstein, M. & Conry, R. (1989). Seis programas para prevenir y
controlar el estrés. Madrid: Deusto.
2. PERCA (UNA HOJA MINIMO)
Se denomina afrontamiento a los esfuerzos que se hacen para controlar, reducir o
aprender a tolerar las amenazas que conducen al estrés; al referirse a la manera de afrontar
al estrés se entiende como los esfuerzos que realiza la persona para evitar y confrontar
experiencias que puedan y causen estrés en su persona.
Scafarelli & García (2010) explican que al ingresar a la vida universitaria el joven empieza
a adquirir conocimiento teórico y experiencias prácticas relacionadas a su profesión
elegida. Durante su estadía en la universidad va desarrollando nuevas competencias y
habilidades lo que les permite cuestionar la manera en que se desarrolló su vida, los
desafíos sociales general crecimiento moral e intelectual. Por lo cual recomiendan que las
universidades ofreciesen programas orientados al afrontamiento de estrés ya que está
presente en la mayoría de experiencias del universitario y a veces él no sabe cómo
afrontarlo.
Achón et all (2014) refieren que como principales manifestaciones a nivel psicológico se
tienen a la inquietud que es la incapacidad de estar tranquilo, sentimientos de depresión
y tristeza, ansiedad, angustia y desesperación, problemas de concentración y
sentimientos de agresividad o aumento de irritabilidad. Mientras que a nivel físico se
tienen trastornos del sueño como insomnio o pesadillas, fatiga crónica, dolores de cabeza
o migrañas, problemas de digestión, rascarse o morderse las uñas (ansiedad) y mayor
necesidad de dormir. A lo que los jóvenes toman como acciones de afrontamiento la
elaboración de un plan y ejecución de tareas, factores religiosos (rezar asistir a misa) y
auto elogiarse para lograr una automotivación.
Esto provoca como consecuencias en los jóvenes conflictos o tendencias a polemizar o
discutir, aislamiento de los demás, desgano para realizar tareas académicas, aumento o
reducción de ingesta de alimentos, baja deseabilidad social, bajo rendimiento académico,
lo que se resume como serios problemas tanto físicos como psicológicos.
Scafarelli Tarabal, L., & García Pérez, R. (2010). Estrategias de afrontamiento al estrés en una
muestra de jóvenes universitarios uruguayos. Ciencias Psicológicas, 4 (2), 165-175.
Bedoya, F., Matos, L. & Zelaya, E. Niveles de estrés académico, manifestaciones
psicosomáticas y estrategias de afrontamiento en alumnos de la facultad de medicina de
una universidad privada de Lima en el año 2012. Universidad Privada Cayetano Heredia,
77 (4), 262-264.
Achón, Z., Otero, I., Mabiala, C. & Uola, H. (2014). Principales manifestaciones del estrés
académico en estudiantes de la carrera de medicina de la universidad “Onze de
novembro” Cabinda, Angola. Psicoespacios, 8 (12),
3.ZAMALY (MEDIA HOJA MINIMO)
Existen diversas causas que manifiestan el estrés, estos factores pueden ser
externos e internos de la persona y variar de niveles de estrés (Edgar, 2000). Por lo tanto,
controlar un riesgo consiste, precisamente, en eliminar reducir a niveles aceptables los
factores de riesgo presentes, para evitar que una situación potencial de riesgo se convierta
en efectivas.
Las situaciones potenciales de riesgo del estrés más frecuentes son:
A. Los estresantes psicosociales, que son el resultado de una interacción entre el
comportamiento social y la manera en que los sentidos y la mente interpretan estos
comportamientos. Los cuales son (problemas económicos, desengaños y conflictos,
cambios en la familia y presión de tiempo).
B. los estresantes bioecológicas, se originan de toda actividad derivada de
nuestras funciones normales y anormales de los órganos y sistema del organismo humano,
incluyendo los que produce el ejercicio, y aquellos estresantes que surgen del ambiente
físico o ecológico.
C. Los estresantes de personalidad, se origina de la dinámica del propio individuo,
su percepción sobre sí mismo, y el significado que le asigna a las situaciones estresantes,
y que se manifiestan en actitudes y comportamientos de riesgo que resultan en
alteraciones psíquicas y somáticas. Por lo tanto, algunas personalidades son más
propensas al estrés que otras.
BIBLIOGRAFIA:
Edgar L., (2000). Estrés: Concepto, causas y control. Recuperado de
http://www.saludmed.com/Documentos/Estres.html
Estilo democrático En este caso los padres son afectuosos, refuerzan el comportamiento, evitan
el castigo y son sensibles a las peticiones de atención del niño; no son indulgentes. Los padres
marcan límites y ofrecen orientaciones a sus hijos, están dispuestos a escuchar sus ideas y a llegar
a acuerdos con ellos.
Estilo permisivo. Manifiestan una actitud positiva hacia el comportamiento del niño, aceptan sus
conductas y usan poco el castigo. Consultan al niño sobre decisiones; no exigen
responsabilidades ni orden; permiten al niño auto organizarse, no existiendo normas que
estructuren su vida cotidiana; utilizan el razonamiento, pero rechazan el poder y el control sobre
el niño.