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Homenaje a Alfredo Errandonea SEMBLANZAS

La libertad como deseo,


como problema y como proyecto

Ruben G. Prieto *

Fuimos parte de una


generación, que alguien
denominó “la generación
crítica”.(1) Nos sentíamos
militantes, pero desde una
dimensión nueva que nos
hacía y a la que, a nues-
tra vez, íbamos dando for-
ma. Nos diferenciábamos
del creyente que se defi-
nía por fines heteróno-
mos, determinados por
instancias sagradas siem-
pre referidas a autorida-
des jerárquicas, o del par-
tidario que radicaba su
seguridad y la explicación
del mundo en la voluntad Alfredo Errandonea junto a Luce Fabri, Eduardo Colombo (psicoanalista argentino) y Ruben Prieto.
del Partido y en la con-
cepción dogmática que le garantizaba el conoci- ber disfrutado del privilegio de encontrarlo en tiem-
miento de las metas de la historia. pos de creatividad y de esperanzas. Pero nos inva-
Ambos –creyentes y partidistas- justificaban de también el sentimiento de que es mucho lo que
su acción en la convicción, dogmática aunque quedó inacabado, al momento de su muerte, lo que
pretendidamente científica, de un fin determina- nos mueve a tratar de fijar alguna de sus huellas
do por leyes que escapaban a la voluntad de los para mantenerlas vivas y rescatarlas del olvido
seres humanos. posible.
El movimiento estudiantil en los años 50 fue Allí, en el seno del movimiento estudiantil,
el escenario para el encuentro, marcado por una una generación se modeló y dio forma a una con-
práctica cargada de sentido, que en el caso de dición de compañeros. Juntos vivimos una aven-
Alfredo nos dio la oportunidad para una amistad tura arriesgada, que sólo era posible en la solidari-
profunda y respetuosa que se acrecentó con el tiem- dad que cubría un arco que integraba una crítica
po. Al recordarlo nos sacude la convicción de ha- radical a lo dado, un proyecto igualmente radical y

* Integrante de la Federación de Estudiantes Universitarios (1950/65), participó en la creación de la Asociación de Estudiantes de Bellas Artes (1953), forma parte
de la Comunidad del Sur desde su fundación en 1955, ha participado activamente dentro del movimiento ecologista y del cooperativismo. — ecocom@chasque.net

1- Rama, Angel. La generación crítica. Montevideo, Editorial Arca, 1972.

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por lo tanto utópico, y que en la medida en que Autonomía fue, a la vez, consigna y clave que
nos definíamos como revolucionarios debíamos motivaban tanto la acción en que comprometía-
imaginar, proyectar y anticipar en todo lo que in- mos el cuerpo, al manifestar por 18 de Julio o al
tentáramos en el seno de la sociedad. Aprendimos ocupar la Universidad, como el lenguaje con el
a rechazar la idea de vanguardias elitistas, seguros que mapeábamos la realidad tratando de enten-
de que el cambio que deseábamos sólo podía reali- derla y con el que construíamos los discursos, in-
zarse desde la libre experimentación autoorganizada ventando las alternativas que superaran la perver-
y autogestionada por la sociedad misma, desde sus sidad de la sociedad dominante. Por otra parte esas
organizaciones de base. El acento estaba en la crea- alternativas, al mismo tempo que las pensábamos,
tividad y en la voluntad constructiva, y no en la las experimentábamos ya, en la urgencia inmadura
elaboración de teorías deterministas ni en la obe- y con los elementos disponibles, anticipando o pre-
diencia inherente a la condición de criaturas ata- figurando la sociedad que queríamos.
das a leyes históricas. A contrapelo de otras ten- La lucha por la autonomía de la Universidad
dencias cantábamos una canción que nos recorda- fue la afirmación de la participación directa, en
ba: «desafíliate... de cualquier bandera, de cual- todos los niveles. Queríamos convertir la vida, nues-
quier partido, iglesia e incluso de costumbre y tra- tras vidas, en una obra de arte, resolverlas en un
diciones familiares”. rico tejido de formas orgánicas, equilibradas, en
Era el tiempo de la explosión de las concep- una gestalt que fuera a un mismo tiempo expre-
ciones existencialistas. Una generación situada en sión inacabada y provisoria de un querer inaplaza-
el aquí y ahora que se enriqueció con las polémi- ble: la libertad.
cas que Sartre y Camus sostenían en Paris en la Y así descubrimos un principio organizativo,
primera mitad de los 50. «El hombre rebelde» nos fundante de un orden imprescindible e ineludi-
marcó profundamente. Así como también los ecos blemente no autoritario, que a la vez teníamos que
de la Revolución Española que nos había legado aprender, como quien aprende un idioma nuevo, y
exiliados orgullosos, historias heroicas y un rico que emergía en cada instancia social de ruptura,
cancionero revolucionario, que acompañaban nues- atravesando el hacer de los movimientos sociales.
tras fiestas y nuestras luchas. “Hijos del pueblo” Cada huelga, cada ocupación de fábrica, cada ocu-
nos preparaba el ánimo, cada Primero de Mayo, pación de los centros de estudio ponía al desnudo
para recordar a los Mártires de Chicago. los atributos adormecidos de solidaridad y de
Aquella impronta existencialista nos dio el co- autogestión: las ollas populares, el miedo compar-
raje para asumirnos como libertarios: “el hombre tido frente a la represión, las tareas de extensión
está signado por la libertad, estamos obligados a de las misiones pedagógicas. A ese caudal de ideas
ser libres”. Esa conciencia de existir asumiéndonos y vivencias, indeterminado y cargado de incerti-
como proyecto nos puso frente a la ineludible ta- dumbres, tuvimos que darle color –el rojo y negro
rea de implicarnos en la historia, para cambiarla, que flameara desde la Comuna de París a la Nicara-
para curvarla en el sentido que determinaban nues- gua del Ejército de Sandino, así como en las mili-
tro deseos, confrontados y compartidos. Lejos del cias y las colectividades de la Revolución Españo-
individualismo, pero centrados en la singularidad la- y adjudicarle un signo significante para nom-
inédita de cada ser humano, considerábamos que brarlo: “socialismo libertario o anarquismo”.
el carácter social del individuo no es la negación Color y forma, sentimiento y palabra, necesa-
de la individualidad, de la misma manera que la rios para mantener un referente nítido, que nos
pertenencia a la comunidad humana no nos ahoga permitiera resistir las desviaciones burocráticas del
en el anonimato impersonal. poder y las apetencias individualistas en el saber
El Sportman cobijó largas horas de conversa- y en el tener, predominantes en la escena política
ciones, alrededor de un cafecito, en las que con y social. Al mismo tiempo alentó el diseño de «un
fervor dilucidábamos las coordenadas ideológicas espacio público en el que los seres humanos pue-
para una acción consecuente. Teníamos claro que dan reconocerse libres e iguales», y en el cual fue-
la realidad, desde una perspectiva libertaria no se posible la diversidad de construcciones históri-
puede recibir los fines ni desde instancias jerár- cas, promoviendo la capacidad instituyente de to-
quicas, externas, ni desde una supuesta condición dos, partiendo «de lo que ellos quieren y de lo que
humana troquelada antes y fuera de nuestra con- ellos hacen». (2)
ciencia. La libertad es el único origen, el único La Escuela de Bellas Artes, que finalmente se
fundamento del proyecto autonómico. incorporó a la Universidad rompiendo la hegemo-

2- Colombo, Eduardo. El espacio política de la anarquía. Montevideo, Editorial Nordan-Comunidad, 2000.

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nía de lo científico, fue para algunos de nosotros libertad, estos hechos están detrás de la aparición
la oportunidad de conocer, comprobar y experi- del hombre «con» racionalidad pero sin razón, que
mentar la emergencia de otras miradas, de otras cada vez es más auto-racionalizado y cada vez se
imágenes, de otros mundos. «El arte es un sustitu- encuentra más a disgusto ...Esta adaptación del
to en tanto sea inalcanzable la belleza de la vida», individuo y sus efectos sobre el medio y su yo tiene
impulsó y a la vez relativizó nuestra tendencia por consecuencia no sólo la pérdida de su oportuni-
vocacional. Lo importante era la belleza de la vida, dad y, con el tiempo de su capacidad y su voluntad
la sociedad era la materia más plástica en la posibi- para razonar; afecta también a sus oportunidades
lidad de la creación humana, resuelta en cultura. y su capacidad para obrar como un hombre libre.»
Mientras tanto Alfredo buceaba otro territo- Aquel texto cayó como un multiplicador de
rio en el que, en un intento complementario, efectos explicativos, propositivos y impulsores de
Compte, Durkheim, Simmel, Max Weber, Veblen, y la acción social.
tantos otros, rasgaban las apariencias de la socie- “El interés del investigador social en la es-
dad, tratando de dibujar las diferentes morfologías tructura social no se debe a ninguna opinión de
sociales, apoyándose en los diferentes modos de que el futuro esté estructuralmente determinado.
agregación humanas -grupo, comunidad, sociedad, ...necesitamos estudiar y discernir las alternativas
humanidad-; en procura de las formas y factores dentro de las cuales la razón humana y la libertad
que los constituyen: el régimen político, la orga- pueden hacer historia ahora. ...(pero) la libertad
nización económica, las estructuras jurídicas. no es meramente la oportunidad de que uno actúe
En aquellas circunstancias Wright Mills fue como se le plazca ...el problema de la libertad es el
otra referencia significativa, aportada por Alfredo problema de cómo se tomarán las decisiones acer-
que lo apreció como «prototipo de sociólogo com- ca de los asuntos humanos y quién las tomará. En
prometido con su época... que desde su condición el aspecto de la organización, es el problema de
de técnico no podía inhibir la responsabilidad mili- una maquinaria justa de decisión. Moralmente, es
tante de cada hombre”. Al punto de que, al com- el problema de la responsabilidad política. Intelec-
partir la redacción de la revista Tarea, editada por tualmente, es el problema de cuáles son ahora los
el Centro de Acción Popular, incluimos un capítulo posibles frutos de los asuntos humanos. ...se nos
de «La imaginación sociológica», como “una pers- ha hecho evidente que no todos los hombres quie-
pectiva que ayuda nuestra reorientación ideológica ren por naturaleza ser libres; que no todos los hom-
y nos da energía para enfrentar las horas negadoras bres están dispuestos o son capaces de esforzarse
que el país ha comenzado a vivir».(3) en adquirir la razón que la libertad exige. Desde
Seguramente aquel texto elegido funcionaba, esa perplejidad surgen interrogantes inquietantes
sin nuestra total conciencia, como una expresión anticipando la necesidad de los cambios necesa-
que aunaba la imaginación creadora inherente al rios:
pensar y al sentir, y el origen de la acción ¿En qué condiciones llegan los hombres a que-
transformadora, como más tarde nos mostrara rer ser libres y capaces de obrar libremente? ¿En
Castoriadis, en ocasión de su visita en 1993, tanto qué condiciones están dispuestos y son capaces de
en la construcción de subjetividades, como en la soportar las cargas que la libertad impone?
creación de las alternativas que íbamos constru- Pero la formulación de todo problema requie-
yendo en el aquí y ahora, con la mira en una so- re que enunciemos los valores implicados y la ame-
ciedad basada en la autonomía y la solidaridad. naza que pesa sobre ellos.
También nos brindó –para el hacer estético y «No conozco respuesta para la cuestión de la
para el conocer la realidad social- un fundamento irresponsabilidad política en nuestro tiempo.... Pero,
crítico para el análisis “objetivo” del mundo de las ¿no es evidente que quienes deben afrontarlos son,
formas estéticas y de las formas sociales. Transitá- más que nadie, los investigadores sociales? ...Que
bamos por una época que acumulaba innumera- muchos de ellos no lo hagan es con toda seguridad
bles crisis, y que comenzaba a cuestionar la fe en la mayor omisión humana cometida por hombres
el progreso y en la cientificidad. privilegiados en nuestros tiempos”.(4)
Esas consideraciones que cerraban aquel tex-
“La creciente racionalización de la sociedad, to de W. Mills, nos permiten un trabajo arqueoló-
la contradicción entre esa racionalidad y la razón, gico que puede explicar los caminos seguidos por
la quiebra de la supuesta coincidencia de razón y los que formábamos parte de aquella generación.

3- Presentación de Razón y libertad, de C. Wright Mills. Tarea, año 1, no.4, revista mensual del Centro de Acción Popular. Montevideo, octubre de 1965.
4- Mills, C. Wright. Razón y libertad. En Tarea, año 1, no.4, revista mensual del Centro de Acción Popular. Montevideo, octubre de 1965.

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Lo que sí es evidente es que encontraron eco en la jos de la pesadilla represiva que se abatió sobre
conciencia fértil de Alfredo y se convirtieron o toda América Latina. Pasión y temor alentaron su
coincidieron con el núcleo duro de su compromiso impulso creador y sobre todo la conciencia de que
intelectual, moral y práctico. “las propias ciencias sociales se debatían en el es-
Su capacidad en la elaboración teórica y con- tancamiento y la imposibilidad de explicar... se
ceptual lo impulsó a trabajar, con el rigor científi- institucionalizaban y profesionalizaban. En aque-
co de que era portador, los conceptos «explotación llas circunstancias, en medio de un clima intelec-
y dominación», que sirvió de título al pequeño li- tual asfixiante, llegamos a convencernos de que
bro que publicáramos, bordeando ya la dictadura había que replantear radicalmente toda la proble-
militar, bajo el pie de imprenta Editorial Acción mática de la teoría social. ...Lo decidimos hacer a
Directa, marcando un sentido claro para el hacer partir del fenómeno de las clases sociales y su pa-
social. pel en el cambio social, porque nos parecía la temá-
“A manera de prólogo” reiteraba el compro- tica estratégica. Y lo encaramos con total apertura,
miso del sociólogo, ya compartido con W. Mills: con decidida vocación revisora”. El compromiso que
«Quizás interese al lector saber que este tra- compartía con W. Mills le exige mostrarlo al lector,
bajo, como orientación teórica, y de manera muy exponiendo además los valores -“razón y libertad”-
general, está dirigido a concretar un perspectiva en que funda su análisis.
inspirada en valores libertarios... Lo cual me ha “Es cierto, nuestro punto de partida serían cier-
significado algunos inconvenientes en mi actuación tas premisas de matriz libertaria, pero con verda-
cotidiana. Ellos constituyen el costo de querer pen- dero espíritu libertario: sin otras fronteras
sar libre y creativamente en medio de una sociedad limitativas que las de la razón y el examen reflexi-
opresora e intolerante; en progresivo proceso de vo, contra toda inhibición de “vacas sagradas”,
facistización. cualquiera fuera su signo”.
El planteo enfrenta los esquemas escolásticos Su intención fue, desde una epistemología
más difundidos; y creemos que es susceptible de libertaria, evitar “una teoría cerrada que incluya
constituirse en alternativa explicativa. El evitar su una “receta” universal... Tendría que ser sí, un
difusión parece ser el designio de algunos grupos, cuadro instrumental teórico, con la suficiente fle-
especialmente activos en la subcultura intelectual xibilidad como para asumir la variabilidad históri-
y las organizaciones que la sustentan».(5) ca del acontecer, que no se deja encasillar tan fá-
Epocas difíciles, doblemente difíciles, exigían cilmente por los sociólogos, ni por otros cientistas
honestidad y entereza, virtudes que ya había mos- sociales, ni por ningún ideólogo doctrinario de la
trado en su militancia estudiantil y al ocupar la realidad.” (6)
secretaría general de la Federación de Estudiantes Cabría rastrear esa doble presencia de teoría
en los años 60. En ese mismo libro hace referen- e implicación sociales en sus otros libros, que tam-
cia, con un tono de franqueza y de energía típica bién presentan su intencionalidad liberadora y
de la época, «al conjunto de estereotipos y palabrerío libertaria, pero es evidente que coincidimos en que
de folleto al que llaman «marxismo», constituido el conocimiento científico no puede “imaginarse”
en un cuerpo de creencias cuasi religioso, en un como un ejercicio omnipotente y vanidoso de im-
verdadero dogma». posibles “neutralidades valorativas”, ya que siem-
Años después, retornados de nuestro exilio pre es expresión de un sujeto sujetado a las pautas
en Suecia, el reencuentro nos permitió volver a que lo definen y que definen sus elecciones “li-
trabajar juntos en la planificación de la colección bres”. (7)
“Piedra Libre”, centrada en el pensamiento liber- En esta comprobación de la matriz libertaria,
tario contemporáneo, y en particular en la edición que elige como destinataria de los conocimientos
de su «Sociología de la dominación», elaboración construidos, merece ser rescatado un largo y silen-
madura y ampliamente desarrollada, a partir de cioso esfuerzo teórico, que aunque más recostado
aquel primer «borrador» temprano. al trabajo solidario y en el ámbito de la responsa-
Como él mismo lo definiera, ese libro había bilidad militante, presenta un perfil que escapa al
sido concebido en la convergencia de las esperan- campo académico. Una serie de pequeños ensa-
zas de un cambio radical y de una multiplicidad de yos, generalmente destinados a publicaciones pe-
movimientos revolucionarios, en los primeros pu- riódicas o a su participación en coloquios y en-

5- Errandonea, Alfredo. Explotación y dominación. Montevideo, Editorial Acción Directa, 1972.


6- Sociología de la dominación. Montevideo, Editorial Nordan-Comunidad, 1989.
7- Spósito, Rafael. Adiós y bienvenida a una travesía inconclusa. In memoriam Alfredo Erradonea. Comunicación a la Red de Cultura Libertaria. Montevideo,
2001.

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cuentros, fueron siempre la oportunidad para apor- otras mediante mecanismos que implementan la
tes valiosos y sobre todo fermentales. (8) dominación... el proceso liberador consiste en una
Por haber participado en distintos momentos lucha constante librada en las distintas esferas y
de su elaboración, por nuestra condición de ami- ámbitos de la sociedad; en todo lugar donde se ha-
gos y compañeros, nos detendremos en la ponen- cen presentes relaciones de dominación.“
cia que presentara, cerrada ya la dictadura militar, “La configuración concreta que asumen en una
en el Encuentro que organizáramos en 1985 con sociedad dada esa configuración de agregados con-
motivo del 30º aniversario de Comunidad del Sur, trapuestos y relacionados, es la estructura de cla-
y en los prólogos que hiciera para varios libros de ses de la sociedad en cuestión. La dominación ejer-
nuestra editorial. cida por unos y la participación realizada y/u opues-
Todos esos trabajos de alguna manera se re- ta por los otros, constituye una confrontación cons-
suelven como un conjunto que vuelve a aunar la tante.” (9)
tarea científica de análisis conceptual, referencial En la segunda parte de su aporte señala que
–herramienta sociológica-, y la proyección opera- actualmente surgen “nuevas y más sofisticadas for-
tiva –proyecto de cambio consecuente- reiterando mas de dominación... con renovadas técnicas, que
la inseparabilidad de “razón y libertad”, de pensa- reproducen las viejas mentiras de la “represen-
miento y acción. tatividad”, sistemáticamente tramposas del
“Apuntes para una teoría de la participación protagonismo popular, que lo manipulan y anulan
social” fue la ponencia que Alfredo “nos regalara” desde el atricheramiento en elites de “dirigentes”,
para aquel encuentro abierto, pero intencional- “técnicos”, “partidos” y otras pirámides inescalables
mente libertario y comunitario. Su propósito fue para la gente común. Una estrategia militante para
escribir respecto al papel de las “alternativas” en un cambio liberador tiene que partir, “pese a la
el cambio social en un sentido liberador. Pero fuer- ilusión tan habitual al respecto, (que) el cambio
temente anclado en su convicción de una necesi- liberador no se ha de producir de un golpe y global-
dad explicativa fundada científicamente –la cuota mente... tampoco que consistirá en decretos o pro-
de razón imprescindible- pensó que “debía ser pre- clamas, asumidas por un grupo que las declara for-
cedido por otro, que le diera sustento teórico, sobre malmente para todos... La liberación consiste en el
la conceptualización de la participación”. El itine- ejercicio efectivo de la participación.”
rario conceptual parte de la cuestión planteada por “La verdadera revolución social no se escribe
Weber: “¿por qué hay quienes obedecen mandatos?” con mayúscula, no es singular sino plural. No ocu-
Pero allí asoma la importancia de los valores desde rre de un día para el otro, sino que va acaeciendo
los que se investiga, ya que apunta a un paradig- todos los días, en cada situación en que en deter-
ma libertario, optando por la participación como minadas relaciones de dominación se obtienen mo-
“un atributo de la condición humana, por lo tanto, dificaciones estructurales que maximizan la parti-
se trata de una categoría universal; aunque sus for- cipación ... una historia que, en realidad, no tiene
mas, manifestaciones y dimensiones sean varia- fin.”
bles... la participación máxima generalizada que “...Nuestra acción en dirección transformadora
logra sustituir totalmente a la dominación, impli- no puede centrarse en la competencia imposible con
caría una sociedad igualitaria y liberada... los grupos y organizaciones que se disputan el pre-
“De todo lo precedente, debe deducirse que el dominio del poder del “podio”, que procuran en-
cambio social en dirección liberadoras es el que re- sanchar su lugar en la arena político-partidista.
sulta del crecimiento de la participación en detri- ...Cierto frente de la lucha está allí. No para dispu-
mento de la dominación. También debe deducirse tar esos espacios de poder, sino para atacar a éste
que la configuración estructural esencial de la so- en su madriguera logística.” (10)
ciedad (de dominación) es la de su conformación El tema se desliza hacia las áreas para “una
en clases sociales, las cuales se articulan una con acción militante libertaria”, que reitera en un pla-

8- Ponencia presentada en la Exposición Internacional de Anarquismo, Barcelona, octubre de 1993;


La Universidad en la encrucijada, Montevideo, Editorial Nordan-Comunidad, 1998;
El espacio público en el siglo XXI. Ponencia presentada en el Coloquio Internacional “¿Tiene un futuro el anarquismo?”, realizado en la Universidad de
Toulouse-Le Mirail, octubre de 1999;
Al compañero Lourau - Presentación del libro Los intelectuales y el poder, de René Lourau. Montevideo, Editorial Nordan-Comunidad, 2001.
Comunicación para la Red de Cultura Libertaria, marzo de 2001.
9- Errandonea, Alfredo. Apuntes para una teoría de la participación social. Ponencia presentada en el Encuentro “Alternativas en América Latina”, organi-
zado por Comunidad del Sur, con motivo de su 30º aniversario, Montevideo, agosto de 1985. Publicado en “Comunidad”, no.50. Estocolmo, setiembre-
octubre 1985.
10- Consideraciones para una estrategia militante para un cambio liberador. Segunda parte de la ponencia presentada en el Encuentro “Alternativas en
América Latina”. Publicado en “Comunidad”, no.51. Estocolmo, enero-febrero 1986.

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no teórico la praxis que compartimos y que tuvie- “Son tiempos de transcendentes cambios, de
ron los puntos de inflexión en las expresiones so- múltiples crisis, y de problematización teórica. Que
lidarias de la Federación de Estudiantes en 1956 han terminado de destruir los dogmas en boga has-
en relación a la intervención yanqui en Guatemala ta hace muy poco tiempo; que consagraron la rebe-
y la intromisión rusa en la Revolución Hungara; el lión de la realidad contra las teorías que preten-
impulso que culminó con la creación del Departa- dían encasillarla esquemáticamente; que no tole-
mento de Extensión Universitaria; en el intento de ran más las formulaciones sacralizadas hace más
organizar desde la Universidad la emergencia fren- de un siglo. ...Tiempos que también parecen ha-
te a las inundaciones que asolaron al Uruguay en berse sumergido en la confusión generalizada...que
1958; las actividades junto al Comité Popular del a la vez en medio de un vaciamiento general, confi-
Barrio Sur, a principios de los años 60; en la guran la oportunidad desafiante de proyectar y cons-
reelaboración y difusión del pensamiento liberta- truir el camino hacia un futuro más justo y más
rio a través de la revista Tarea del Centro de Ac- libre, desde aquellos valores fundamentales. Que
ción Popular, de Comunidad publicada en Estocolmo demandan la fuerza, la capacidad, la inteligencia y
durante nuestro largo exilio, o de las ediciones la imaginación constructiva para edificar la alter-
encaradas desde Comunidad del Sur. nativa militante, intelectual y científica de recons-
El prólogo al libro de René Furth que tituló truir la utopía libertaria.” (12)
“¿Que es el anarquismo?”, desarrolla con mayor Con esta afirmación y con ese deseo alimentó
rigor metodológico, aunque quizás con menos pa- su vida, que le quedó chica para contener la pa-
sión, los mismos elementos, a punto de partida de sión con que la entregó en el amplio abanico de su
las preguntas que considera básicas, y que “desde pensar, de su hacer y de su ser.
el fondo de la historia, desde mucho antes que el Todavía resuena con un dejo de dolor el men-
anarquismo fuera anarquismo, el hombre se ha he- saje que, poco tiempo antes de morir, nos enviara
cho”: desde Aguas Dulces donde se refugiaba en el silen-
“Es deseable y alcanzable la igualdad ente los cio de la naturaleza:
hombres?, y ¿cómo lograrla?” “Quiero vivir 20 años más y estoy en la lu-
“Es deseable y posible la libertad?, y ¿cómo cha...”.
garantizarla?” (11) Como siempre, comentamos calladamente,
Finalmente reafirma el optimismo realista que pero angustiados por la amenaza.
siempre lo caracterizó, al reconocer que “un con-
junto de filósofos, cientistas sociales y pensadores
contemporáneos, que en su mayor parte no se reco- Una mañana fría, 11 de agosto de 2001, con-
nocen tributarios del pensamiento anarquista, se firmados nuestros temores, enviamos una noticias
pronuncian por la descentralización antiautoritaria, escueta a amigos y compañeros:
el socialismo autogestionario o democrático (en un Su cuerpo que había resistido infinidad de si-
sentido bien distinto a “socialdemocracia”), las tuaciones de violencia represiva, se quedó sordo fren-
soluciones participativas, y la preocupación por el te a ese reclamo. Pero, quedamos nosotros, un cuerpo
protagonismo del hombre común.” extenso de solidaridad, en sentimientos e ideas, para
Más recientemente aún, en el prólogo que mantener el deseo de una vida libertaria, amasada
presenta “La sociedad contra la política”, Alfredo por el esfuerzo, la alegría y las ganas de todos.
continua el desarrollo de sus ideas a partir de lo Nos queda también este sabor triste de derro-
socio-histórico pero apuntando hacia la capaci- tas y de fracasos, que sin embargo son el origen de
dad de hacer la historia, contra la historia, si asu- la renovación del deseo: libertad, solidaridad y au-
mimos la responsabilidad de ser en el mundo y tonomía, desplegadas más allá de los límites de
con los otros. Otra vez razón y libertad instalán- aquellos que procuramos realizarlas.(13)
dose como parámetros fundantes.

11- ¿Qué es el anarquismo? En Furth, René. Formas y tendencias del anarquismo. Montevideo, Buenos Aires, Tupac Ediciones y Editorial Nordan-Comunidad,
1988.
12- La sociedad contra la política. Montevideo, Editorial Nordan-Comunidad, 1993.
13- Comunidad del Sur. Noticias de ninguna parte. Correo electrónico enviado desde Montevideo el 12 de agosto de 2001.

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