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En consecuencia, Pedro Paramo novela escrita por Juan Rulfo nos lleva en el
viaje de la búsqueda de la identidad americana, empero, utilizando voces subjetivas que
participan en el relato. Es importante señalar, que esta novela es dantesca en su origen,
y tiene clara relación con el infierno construido en La Divina Comedia. Sin lugar a duda,
Comala o tierra caliente es una forma metafórica de sintetizar la historia mexicana a
través de voces que muestran una realidad subjetiva de lo que es americano. Por ende,
Juan Preciado va en busca de su padre a este pueblo fantasma, a este pueblo de
muerto, donde incluso hay mas hijos de Pedro Paramo, cuya relación nos lleva a
comprender que dentro del sentir americano todos tenemos un poco de Juan Preciado
y hemos realizado el viaje del recuerdo para saber quiénes somos “Allá hallarás mi
querencia. El lugar que yo quise. Donde los sueños me enflaquecieron. Mi pueblo
levantado sobre la llanura. Lleno de árboles y de hojas como una alcancía donde hemos
guardado nuestros recuerdos” (Rulfo, 62). La imagen construida en estas palabras, son
de importancia para sentir el recuerdo, el sueño de un lugar inmutable donde todo es un
lugar ameno: los recuerdos, la geografía, las personas, la llanura y el ser. No hay más
búsqueda que los recuerdos, es una mirada al pasado con el dolor del cuerpo y de la
mente sin saber que hay más allá de esa llanura, algo que ha mantenido la historia de
las hojas soportando el paso del tiempo sin saber a dónde va y qué guarda.
Es el dolor de América, del desierto y de los pueblos como Cómala que no tiene
habitantes, sino reminiscencias de algo, historia pasada abandonada a la muerte. “El
amanecer; la mañana; el mediodía y la noche, siempre los mismos; pero con la
diferencia del aire. Allí, donde el aire cambia el color de las cosas; donde se ventila la
vida como si fuera un murmullo; como si fuera un puro murmullo de vida…” (Rulfo, 62)
Aquellos murmullos de significados, aires de búsqueda que transforme, sature las cosas
de colores y connotaciones, la búsqueda o el intento de aquello que cambie la llanura o
la vida son el fin y no el medio para llegar. Todo se transforma en los colores y el
problema ontológico que necesita respuesta, lo busca en los murmullos de la
heterogéneo y múltiple.
El Pozo, una novela de Onetti publicada en 1939, es una obra rupturista de este
período, incluso los críticos lo denominan un adelantado de su época. El construye a
través del lenguaje nuevas realidades y espacios, sin tener la necesidad de avanzar con
sus personajes en el plano físico de la novela. En este caso, la construcción de
personajes alineados, que fluyen en un ir y venir de sensaciones quiebra el canon
realista mimético: “Me gustaría escribir la historia de un alma, de ella sola, sin los
sucesos en que tuvo que mezclarse, queriendo o no. O los sueños. Desde alguna
pesadilla, la más lejana que recuerde, hasta las aventuras en la cabaña de troncos.”
(11). Asimismo, la originalidad de su escritura que pasa de planos reales a subjetivos
oníricos innova y rompe con la estructura objetiva del canon realista. Se observa que
los sueños y la realidad, el ensueño y las pesadillas son construido con un lenguaje
claro y en beneficio de la audiencia, además, el título de la obra El Pozo es una alegoría
a los mundos que viven los humanos, y como todo puede estar inmiscuido en lo
profundo, en los sueños o en un pozo “En el mundo de los hechos reales, yo no volví a
ver a Ana María hasta seis meses después. Estaba de espaldas, con los ojos cerrados,
muerta, con una luz que hacía vacilar los pasos y que le movía apenas la sombra de la
nariz.” (14).
Amor mundo, es una novela escrita por José María Arguedas, escritor peruano. En esta
obra se observa un claro lenguaje que utiliza la perspectiva subjetiva para construir los
personajes y la relación con la narrado. Además, plantea un problema de género
respecto como se ve a las mujeres en el mundo americano, y cómo se ha construido la
realidad para ellas en un mundo machista y autoritario “Encajonado por los abismos
secos, respirando polvo, Santiago le hizo una pregunta al chofer cuando terminó de
cantar: —En estos valles, también, donde tan difícil se llega y es diferente todo lo que
se ve, ¿la mujer, también…? —La mujer, en donde quiera, está hecha para que el
hombre goce, pues —le contestó don Antonio, con tono convencido. —Y ella sufre,
llora.” (Arguedas 149). En esta cita se visualiza el carácter dominante del hombre frente
a las mujeres tópico común del SXX, que gracias a la cultura y luchas sociales ha ido
cambiando. Sin embargo, el mundo descrito por Arguedas es de violaciones y abusos,
el mundo del indígena ya no es retratado en la tierra, ni en los tambos ni en los cerros.
Ahora se toma al oprimido, esa otredad que sufre por la realidad impuesta hasta
entonces. De esta forma, Santiago evidencia una nueva construcción de americano, uno
que sintetiza al neo indígena y que busca romper con el canon tradicional impuesto.
En definitiva, la ruptura con el canon impuesto se evidencia en la construcción de
realidades subjetivas basadas en la experiencia de la identidad (Rulfo) en la
construcción de mundo oníricos construidos en un devenir de sensaciones (Onetti) y en
la respuesta negativa al mundo tradicional impuesto, aquel que toma y vive la realidad
sin cuestionar (Arguedas). Estas formas permiten avanzar hacia una literatura
propiamente latinoamericana que tenga la responsabilidad de escribir realmente el
sentir de nuestra tierra.
Guerra del tiempo publicada el año 1958, construye una problemática basada en la
representación del tiempo, como en la incorporación de mundos fantásticos a la
realidad. De esta manera, el autor intenta quebrar el patrón mimético realista de la
cultura decimonónica, a través de la utilización de técnicas narrativas que van
superando los personajes arquetípicos y metafóricos construidos hasta el momento. En
este sentido, Alejo Carpentier desarrollo un estilo real maravilloso, cuyo nombre
denomina a su técnica, donde juega con la temporalidad para dar avance a la historia
“Una noche, después de mucho beber y marearse con tufos de tabaco frío, dejados por
sus amigos, Marcial tuvo la sensación extraña de que los relojes de la casa daban las
cinco, luego las cuatro y media, luego las cuatro, luego las tres y media... Era como la
percepción remota de otras posibilidades,” (Carpentier, 1958) En ese juego del tiempo,
es importante relacionar como Marcial va rejuveneciendo, pero a la vez olvidando toda
su historia. La juventud deseada no es más que un elixir vacío sin sustancia de la vida,
capaz de destruir las mentes realzadas en la experiencia.
¿Para qué pensar en el prisma, cuando la luz clara de invierno daba mayores
detalles a las fortalezas del puerto? Una manzana que cae del árbol sólo es
incitación para los dientes. Un pie en una bañadera no pasa de ser un pie en una
bañadera. El día que abandonó el Seminario, olvidó los libros. El gnomon recobró
su categoría de duende: el espectro fue sinónimo de fantasma; el octaedro era
bicho acorazado, con púas en el lomo. (Carpentier, 1958)
En suma, el autor nos presenta una obra basada en la temporalidad y como juega el
tiempo en la construcción de la realidad del cuento. El mundo real maravilloso es una
forma de expresar la imaginación en un mundo tan sorprendente como el caribeño. En
la dictadura de los espacios construido por el realismo mimético, la elección de quebrar
la realidad con fantasías no se puede dar; en cambio, la realidad americana utiliza en
su habla cotidiana la maravilla como motos descriptivo:
Los muebles crecían. Se hacía más difícil sostener los antebrazos sobre el borde
de la mesa del comedor. Los armarios de cornisas labradas ensanchaban el
frontis. Alargando el torso, los moros de la escalera acercaban sus antorchas a
los balaustres del rellano. Las butacas eran más hondas y los sillones de
mecedora tenían tendencia a irse para atrás. No había ya que doblar las piernas
al recostarse en el fondo de la bañadera con anillas de mármol.” (Carpentier,
1958).
LAS CALLES
Las calles de Buenos Aires /ya son mi entraña. /No las ávidas calles, /incómodas
de turba y ajetreo, /sino las calles desganadas del barrio, /casi invisibles de
habituales, /enternecidas de penumbra y de ocaso /y aquellas más afuera
/ajenas de árboles piadosos /donde austeras casitas apenas se aventuran,
/abrumadas por inmortales distancias, /a perderse en la honda visión de cielo y
llanura. /Son para el solitario una promesa /porque millares de almas singulares
las pueblan, /únicas ante Dios y en el tiempo y sin duda preciosas. /Hacia el
Oeste, el Norte y el Sur /se han desplegado -y son también la patria- las calles;
/ojalá en los versos que trazo /estén esas banderas. (Borges)
En este caso, se observa el juego de las palabras a través de las repeticiones de sonidos
que se repiten según va avanzando el poema. Además, nuevamente el pesimismo va
construyendo la realidad del hablante lirico. En este caso, recorre el mundo con una
sensación de dolor y tristeza, llora por todos lados de su ser que desborda tristeza.
Otro autor importante de la vanguardia latinoamericana es Cesar Vallegos, escritor y
poeta peruano. Artista fantástico que participa activamente de la relación angustiosa y
nostálgica que provoco la modernidad en América:
Cesar Vallegos.
https://www.literatura.us/alejo/viaje.html
https://blogs.20minutos.es/poesia/2009/03/04/las-calles-jorge-luis-borges/
https://poemas.yavendras.com/oliverio-girondo/
https://poetasdelfindelmundo.com/poesia/poemas_humanos-cesar-vallejo/
Arguedas, J. (1967). Amor mundo. Relatos completos. Pp. 129-153. Epublibre.
Eco, U. (1993). Lector in fabula la cooperación interpretativa en el texto narrativo. Recuperado
el 6 de Julio de 2019:
https://monoskop.org/images/6/6e/Eco_Umberto_Lector_in_Fabula_3rd_ed_1993.pdf