LA PEQUEÑA GABRIELA

Autor: Patricia Gutiérrez Durán

Elenco
Gabriela pequeña: ____________________________
Gabriela jovencita: ____________________________
Juan (Padre de Gabriela): ______________________
Amigos del papá:_____________________________
___________________________________________
Petronila (Mamá de Gabriela): __________________
Emelina (hermana de Gabriela): _________________
Compañeras de escuela:_______________________
___________________________________________
Directora: ___________________________________

Escenario:
La escuela: mesas, sillas, libros, cuadernos, lápices,
letrero de la escuela.
Oficina de directora: Mesa, silla, libros, cartel.
Bar: mesas, sillas, vasos, botellas, vino tinto.
Casa de Gabriela: una mesa, dos sillas, manteles,
(una escoba, una pelota, y una maleta escondidos)
(Suena el llanto de una guagua, comienza el relato,
sale la madre de Gabriela, Petronila, con un bebé en
brazos).

Hola, soy Lucila Godoy Alcayaga, llegué a la vida en

Vicuña, un día 7 de abril de 1889, era un domingo
muy gris y frío. Mi mamá se llama Petronila, es
modista, de ascendencia Vasca, ella es una mujer
pequeña, de carácter sedentario y muy conversadora.
Ha pasado el tiempo, tengo ya cuatro años, les voy a
presentar a mi papá se llama Juan, (aparece el padre),
profesor de ascendencia diaguita, él es el hombre más
hermoso que conozco tiene unos grandes ojos verdes
que me encanta mirar. (juegan, padre e hija) Juego
mucho con él y lo pasamos muy bien, sobretodo
cuando salimos a caminar pues ya me conversa de
sus escritos.
Todo es muy hermoso con mi papá a mi lado, pero hay
un problema que ha llegado a mi vida, y es que me
desespera saber que mi papá se va a separar de mi
mamá, no sé qué haré sin él, ya que jugamos mucho y
me lee muchos libros, somos muy amigos, hay cosas
que todavía no entiendo y es el por qué los padres
deben abandonar a sus hijos pequeños, me encuentro
muy triste y a pesar que soy pequeña todavía, no
duermo pensando en que me quedaré sola y triste sin
él.
Ha llegado el nefasto día. (Se vá el padre con la
maleta) Mi padre se ha ido de casa, me queda el
bello recuerdo de sus ojos verdes y unos versos suyos
muy bonitos.
Me gustaría aprender a leer, quiero saber que es eso
de los versos que según mi mamá, mi papá los dejó
por ahí para mí.
Tengo una hermana que es sólo hija de mi mamá, con
ella estoy aprendiendo a leer, (entra Emelina) se llama
Emelina, me cuesta mucho entender las letras, para mí
son sólo dibujos. Mi mamá se enoja mucho porque no
avanzo en la lectura, ella me conversa todo el día,
además le gusta conversar con mi hermana, tanto
conversan que conversan y yo ahí en silencio
escuchando y además pensando cómo puedo leer
para que no me reten tanto. Mi mamá me habla mucho
y me cuenta lo que pasa en el mundo, a mí me gusta
eso de saber del mundo de conocer mucha gente.
Ya comencé a ir al colegio, mi escuela se llama “La
Unión”, es una pequeña escuelita pobre que está en
mi pueblo. Cómo me gusta estudiar en mi escuela.
(Entra Gabriela grande, las compañeras de escuela y
la directora) Han pasado los años, ya estoy un poco
más grande y mi mamá me envió a estudiar a Vicuña
para poder terminar la enseñanza básica. Todo era
nuevo para mí, me daban miedo tantas niñas juntas, y
también la escuela que es muy grande.

En mi colegio hay que pagar todos los meses un

dinero, mi mamá no tiene como pagarlo y ahí estoy
ayudando a la directora, soy algo así como su
secretaria, le ayudo enviando cosas a algunos cursos,
o llevando papeles para arriba y para abajo, también
por supuesto que estoy estudiando y tuve la
oportunidad de conocer los versos, esos versos de mi
padre, los que me había dejado guardado por ahí
cuando se fue, esos que despertaron mi pasión
poética. Me ha gustado mucho eso, voy a ver si
escribo algunos.
Tanto trabajar con la directora un día me ha llamado
y me ha dicho algo muy triste, que no sirvo para
estudiar y que además tengo retraso mental, me lo dijo
varias veces en su oficina y además delante de mis
compañeras me ha dicho que soy una tarada, he
llorado en silencio por ahí, me he sentido muy
humillada ya que mis compañeras de curso me lo
gritaban cada vez que me sacaba mala nota.
Cuando tenía tan solo 11 años, se perdió un material
didáctico que estaba a mi cuidado, mis compañeras
me apedrearon en la calle y delante de toda la gente
que iba a buscar a sus hijos me gritaron lo más
terrible que había escuchado en mi vida
ladrona...ladrona…ladrona…
Tranquila y callada llegué a mi casa, lloraba en los
rincones, con el correr del tiempo mi mamá me sacó
del colegio, ya que no podíamos pagar el internado.
Me volví a mi casa y entre los quehaceres, de hacer
las camas, el aseo, barrer mucho y además a veces
hacer almuerzo, igual me daba tiempo para estudiar,
me gusta mucho estudiar, me gusta mucho escribir, ya
he escrito muchos versos, pero, lo que más me gusta
es leer.
¿Les cuento?, cuando grande quiero escribir muchos
versos, a veces sueño con escribir tanto, tanto que me
llenan de premios y elogios, sueño, sueño, sólo son
mis sueños, pero ¿saben una cosa? Algún día me
pondré otro nombre para sacarme este que me hizo
tan mal y creo que ahí entenderé que la vida me ha
dado otra oportunidad y ahí gritaré Gracias a la vida,
me haré conocida por el nuevo nombre que voy a
tener. Me gustan varios nombres, pero el más lindo
para mí sería llamarme GABRIELA MISTRAL.

(Baja del escenario Gabriela y canta Gracias a la vida

y todos los protagonistas la rodean en una ronda).