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Estrategia como perspectiva

Descripción de la Estrategia:

La estrategia como perspectiva es definida por su autor de la siguiente manera: “es la


que logra que todos los integrantes de una organización compartan las mismas normas
y valores como misión común”.

Justificación:

 Esta premisa se justifica en la necesidad que tenia Jesús de conseguir que sus
seguidores: (Juan el Bautista y sus discípulos) creyesen en su Mesianismo.
 Una visión clara y veraz (entre sus seguidores) se torna en una misión
expandida, quiere decir que la iglesia como organización naciente necesitaba
tener claro que el Mesías era verdadero al igual que su mensaje para que pueda
convertirse en la misión de todos.

Texto: Mateo 11:2-6

“Aconteció que, cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue
de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
2
Ahora bien, cuando oyó Juan en la cárcel de los hechos de Cristo, envió a él por
medio de sus discípulos, 3 y le dijo:
—¿Eres tú aquel que ha de venir, o esperaremos a otro?
4
Y respondiendo Jesús les dijo:
—Id y haced saber a Juan las cosas que oís y veis: 5 Los ciegos ven, los cojos andan,
los leprosos son hechos limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los
pobres se les anuncia el evangelio. 6 Y bienaventurado es el que no toma ofensa en mí”.

Descripción del pasaje:

El pasaje esta ubicado dentro en el contexto donde Jesús envía por primera vez a los
doce a cumplir la gran comisión en el capítulo 10.

Contexto

Mateo relata el tercer viaje por Galilea de Jesús, que se realizo en los últimos meses del
año 29 y los primeros del año 30. Donde el énfasis esta en las instrucciones que Jesús
dio a sus discípulos antes de enviarlos a predicar. Según EGW, esto significó una
importante extensión del ministerio de Cristo (DTG, 360).

El tema central de las enseñanzas de Jesús era: “el reino de los cielos” (Lucas 4:43; 8:1).
Ese era el mensaje que Jesús mando a predicar (Lucas 9:2,60).

Este mensaje debería ser predicado primero a “las ovejas perdidas de la casa de Israel.”
Es probable, por un lado, que esta indicación se debiera al deseo de Jesús de no levantar
prejuicio, si su mensaje fuera llevado primero a los gentiles.
Por el otro, los discípulos no estaban preparados para trabajar por los no israelitas.

Es conocido que los judíos eran los responsables de llevar la salvación a otros (Juan
4:22), por los tanto, necesitaban ser los primeros en recibirla.

Como resultado, de la expansión de ese mensaje existía la probabilidad que la


persecución los sobrecogiera y expusieran como escarnio antes las autoridades en sus
concilios.

Esta realidad alcanzó al mismo Juan el Bautista, quien ya estaba sufriendo la


persecución por causa del reino de los cielos.1

Este relato del envío de los Doce como embajadores del reino (cap. 10) es seguido aquí
en el cap. 11 por un relato de las palabras de tributo de Cristo para el heraldo del reino,
Juan el Bautista.2

Mateo registró (4:12) que Juan el Bautista había sido puesto en la cárcel. Más adelante,
declara la causa de su encierro (14:3–4).3

Según 4:12 y 14:3, 4 (véase sobre estos versículos), Juan el Bautista había sido llevado
prisionero por el Rey Herodes Antipas. Había sido encerrado en la tenebrosa fortaleza
de Macaero, moderna Khirbet Mukâwer, ubicada unos ocho kilómetros al este del Mar
Muerto y unos 24 kilómetros al sur de su extremo norte. La prisión era parte de uno de
los palacios de Herodes4

El problema de fondo del capítulo 11 tiene que ver con el Mesianismo de Jesús: “Eres tú
aquel que había de venir o esperamos a otro? (v.3)

La pregunta insinúa que si, Jesús no era el Mesías?. 5 Ante este dilema surgen una
interrogante ¿Quién dudo, Juan o sus discípulos?

Según algunos intérpretes los discípulos eran quienes tenían la duda, y Juan los envió
directamente a Jesús para que ante El se convencieran. Según otros estudiosos, la duda
era del mismo Juan.6

1 Rı ıos, A. (1994). Comentario bıbı lico del continente nuevo: San Mateo (p. 141). Miami,
FL: Editorial Unilit.
2 Hendriksen, W. (2007). Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según San
Mateo (pp. 503–504). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
3 Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (Eds.). (1995). El conocimiento bíblico, un comentario
expositivo: Nuevo Testamento, tomo 1: San Mateo, San Marcos, San Lucas (p. 50).
Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.
4 Hendriksen, W. (2007). Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según San
Mateo (p. 505). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
5 Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bıbı lico de Matthew Henry (p. 1114).
08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
6 Rı ıos, A. (1994). Comentario bıbı lico del continente nuevo: San Mateo (p. 142). Miami,
FL: Editorial Unilit.
Los que afirman que la duda era de Juan sostienen que Juan debió haber pensado: ¿si yo
soy el precursor y este es el Mesías, por qué estoy preso?7

Si Jesús tenía el poder para sanar enfermedades, echar demonios calmar tempestades y
aun resucitar muertos, ¿por qué dejaba a su precursor fiel en la cárcel?8

Otros sostienen, que la duda en Juan surgió por su encarcelamiento: “Llevaba algún
tiempo en la prisión de Herodes y se vería tentado a pensar: Si Jesús es de veras el
Mesías, ¿cómo es que yo, su amigo, pariente y precursor, sigo encerrado aquí y se me
deja así por tanto tiempo?”9

Existen otros. que propone algunas teorías sobre la duda de Juan.

“Hay varias teorías que explican las dudas de Juan:


1. Juan estaba desanimado porque estaba en prisión.
2. Juan Calvino dice que esta fue manera de derivar sus discípulos a Jesús.
3. Jesús no estaba actuando de la manera esperada (ver Mt 3:7–12).”10

Concerniente al tercer punto, es interesante notar que Cristo no se había manifestado en


la pompa exterior y con el poder majestuoso con que se esperaba que apareciese, para
imponer el reino de Dios con cetro de hierro, separar el grano de la paja y cortando sin
piedad todo árbol que no llevase fruto (3:10, 12)11

Y esto es mejor entendido cuando analizamos la palabra “otro” -del versículo en


cuestión - es el término griego heteros, que en griego clásico significaba «otro de una
especie distinta». Juan esperaba un mensaje de juicio de parte del Mesías; y, en cambio,
Jesús ofrecía la salvación para todos.12

Es muy probable que la duda de Juan para estos autores provenía con la manera como
Jesús debería manifestarse: Un Mesías guerrero, revoltoso, etc. Algo que no sucedió.

7 Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (Eds.). (1995). El conocimiento bíblico, un comentario


expositivo: Nuevo Testamento, tomo 1: San Mateo, San Marcos, San Lucas (p. 50).
Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.
8 Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. . (1993–).
Comentario bııblico mundo hispano Mateo (1. ed., p. 158). El Paso, TX: Editorial Mundo
Hispano.
9 Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bıbı lico de Matthew Henry (p. 1114).
08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
10 Utley, B. (2015). El evangelio de Mateo: El Primer Manual Cristiano. (G. Ramos & P.
Cabral, Eds., W. E. M. Downs, Trad.) (Mt 11.3). Marshall, TX: Lecciones Bíblicas
Internacional.
11 Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bııblico de Matthew Henry (p. 1114).
08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
12 Utley, B. (2015). El evangelio de Mateo: El Primer Manual Cristiano. (G. Ramos & P.
Cabral, Eds., W. E. M. Downs, Trad.) (Mt 11.3). Marshall, TX: Lecciones Bíblicas
Internacional.
Por otra parte, los que aseveran que la duda provino de sus discípulos entienden que fue
en su celo por Juan, estaban celosos de Jesús (Jn. 3:25–26) y remisos en reconocerle por
Mesías, porque estaba eclipsando a Juan13

Para EGW la duda provino primero de los discípulos de Juan quienes se preguntaban
“…Por qué, si es nuevo maestro era el Mesías, no hacia algo para conseguir la
liberación de Juan. ¿Como podía permitir que su fiel Heraldo perdiese la libertad y tal
vez la vida?” Esa incredulidad, fue lo que también llevo a Juan El Bautista a dudar:
“esas preguntas no quedaron sin efecto. Sugirieron a Juan dudas que de otra manera
nunca se la habrían presentado”

Aunque esto no determina nada, lo importantes es que existía una duda que necesitaba
ser respondida: “Era Jesús el Mesías.”

La manera que Jesús contestó la pregunta de Juan es la más convincente. En vez de


decir que sí, hizo algo mejor. Dio a los discípulos de Juan evidencias irrefutables de su
identidad. Les invitó a escuchar sus enseñanzas y presenciar sus milagros. Se refirió
concretamente a las profecías mesiánicas que destacaban dos ministerios: sanidades
(Isa. 35:5, 6; 42:18) y la predicación del evangelio a los pobres (Isa. 61:1).14

Solución:

La respuesta de Jesús fue contundente porque evidenció con los milagros que había
realizado su demostración del Mesías prometido. La admirable eficacia, que para esto
posee el Evangelio predicado por Cristo, es una prueba contundente del origen divino
del mensaje y de la mesianidad del mensajero15

Conclusiones:

Es claro que Juan y sus discípulos necesitaban fortalecer su concepto del Mesías
prometido.

Era indispensable que Jesús evidenciara su Mesianismo obrando algunos milagros que
confirmaría que Él era el Mesías según la profecía de Isaías.

Para una iglesia naciente era menester creer en el Mesías y su mensaje para su
expansión.

13 Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bııblico de Matthew Henry (p. 1115).
08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
14 Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. . (1993–).
Comentario bııblico mundo hispano Mateo (1. ed., p. 159). El Paso, TX: Editorial Mundo
Hispano.
15 Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bııblico de Matthew Henry (p. 1115).
08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.

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