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TRABAJO ORIGINAL
1
Psiquiatra y psicogeriatra. Profesora en el Dpto. Psiquiatría y Salud Mental. Fac. de Medicina. Universidad Nacional Autónoma de México.
2
Psiquiatra y psicoanalista. Profesor en el Dpto. Psiquiatría y Salud Mental. Fac. de Medicina. Universidad Nacional Autónoma de México.
Correo electrónico: dra.becerraconsultorio@hotmail.com
RESUMEN
El trastorno por consumo de sustancias en las personas adultas mayores (PAM), se refiere sobre todo a alcohol y tabaco,
pero en la población aludida, las benzodiacepinas, analgésicos, laxantes y antidiarreicos, son fármacos de los que también se
abusa. Se observa que algunas drogas ilícitas (marihuana, cocaína, crack, estimulantes tipo anfetamínicos entre otros), son
utilizadas por sujetos mayores de 55 años, situación que se incrementa debido a que los “Baby Boomers” (nacidos entre 1946
y 1964) tuvieron mayor experiencia con el uso recreacional de estas drogas. Respecto a la marihuana ha prosperado el debate
acerca de su despenalización tanto para uso médico como recreativo. Las consecuencias físicas, mentales y sociales que
resultan de esta patología, se hacen más evidentes a mayor edad.
El presente artículo está enfocado a la personalidad, familia, factores socioculturales y peculiaridades en la vejez. Además,
considera la importancia de la relación médico-paciente y toma en cuenta que las PAM no acuden a los servicios de salud
por consumo de sustancias, sino por otras enfermedades (síndrome de caídas, hipoglicemia, fallas mnésicas, etc); de ahí la
importancia de una buena labor de anamnesis.
Debido a la frecuencia y el grado de avance en los conocimientos del trastorno por consumo de alcohol, tomamos éste como
modelo.
ABSTRACT
The disorder by consumption of substances in the elderly refers above all to alcohol and tobacco, but in the population alluded
to, benzodiazepines, analgesics, laxatives and antidiarrheals are medications that are also abused. Some illicit drugs (marihuana,
cocaine, crack, stimulants such as amphetamine, among others), are known to be used by people older than 55, a situation that
increases due to Baby Boomers (those born between 1946 and 1964) having had more experience with the recreational use of these
drugs. With respect to marihuana, the debate regarding its legalization both for medical and recreational use has prospered. The
physical, mental and social consequences that result from this pathology become more evident the older the patient.
This article focuses on personality, family, sociocultural factors and peculiarities of old age. Furthermore, it considers the im-
portance of the relationship between doctors and patients taking into account that the elderly don’t get medical care because of
substance disorders, but do so for other diseases (falls, hypoglycemia, memory problems, etc); here lies the importance of a
thorough medical interview.
Due to the frecuency and the great advances in the understanding of alcohol consumption disorder, we used it as a model.
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En 1979, cuando los “Baby Boomers” tenían entre 21 mientras unos bebían un placebo con refresco de limón
y 33 años, el 27% de ellos reportaba uso de sustancias y una cantidad insignificante de alcohol, la bebida del
ilícitas en el último mes. (7)
Ahora que esta población segundo grupo era ya lo suficientemente fuerte como
ha envejecido, es de esperarse un mayor número de para producir un nivel de alcohol en el aliento de un
usuarios, sobre todo de marihuana (cannabis sativa). 0,04%, mientras que en un tercer grupo se utilizó una
El presente artículo está enfocado a los factores psi- bebida más fuerte y llegarón a un nivel de 0,065%. Tras
cosociales y peculiares de la vejez. Considerando la fre- ingerir dichas bebidas tuvieron que completar la misma
cuencia y el grado de avance en los conocimientos del prueba de conducción.
trastorno por consumo de alcohol, lo tomamos como Al comparar los datos de sendas pruebas, los in-
modelo. vestigadores vieron que en el caso de los jóvenes, el
consumo de alcohol no afectó sus habilidades de con-
Particularidades en las PAM ducción, si bien aclaran que se trata de un entorno de
laboratorio, lo cual no significa que en la práctica, con
En los hábitos del consumo de alcohol no hay que conductores y bebedores reales, pudieran sufrir alguna
hablar en términos dicotómicos, por ejemplo: tiene variación en su conducción aunque no sea significativa.
control vs no tiene control. El DSM-5 describe un es- Pero lo sorprendente fue la diferencia con el grupo de
pectro entre leve, moderado y grave y lo incluye como más de 55 años, ya que incluso con pequeños niveles de
“Trastornos relacionados con el alcohol”. Este nuevo en- alcohol, por debajo de lo permitido, ya sufrian cambios
foque sustituye al clásico término alcoholismo, que se ha a la hora de conducir.
seguido usando durante tanto tiempo. Sólo alrededor Aunque en los glosarios oficiales (DSM y CIE) están
del 15% de las personas con trastorno por consumo de descritos los criterios de abuso y síndrome de depen-
alcohol, están en el extremo grave de este espectro. El dencia al alcohol, no basta este conocimiento, ya que
mayor contingente se encuentra en el consumo de leve entre los sujetos afectados, hay diferencias sustan-
a moderado. Esto parecería ser consolador, pero al en- ciales entre rangos de edad (adolescencia, adultez,
vejecer hay cambios en la absorción, el metabolismo vejez) y sexo, debido a la vulnerabilidad orgánica, la
y la excreción del alcohol, así como la interacción con personalidad y factores socioculturales. Por lo tanto,
otros fármacos y la comorbilidad en muchos de ellos. tales personas adictas suelen ser subdiagnosticadas
La mentalidad más común subestima los riesgos que o tratadas inadecuadamente, a pesar de confrontar
afrontan las PAM. enfermedades que pudieran prevenirse y en algunos
Hay un trabajo de Sarah Jo Dixon y cols. de la Univer- casos evitarse.
sidad de Florida (Psychopharmacology, 2014) en el que Otro criterio útil es diferenciar entre la adicción tem-
se demuestra que el alcohol afecta en forma desigual prana, donde el individuo inicia sus hábitos desde la
en función de la edad, al conducir vehículos. Partici- juventud y envejece con ellos, y la adicción tardía, que
paron 72 personas: la mitad tenía entre 25 y 35 años y empieza en la adultez tardía o en la vejez. La adicción
la otra mitad entre 55 y 70. En ambos casos les hicieron temprana es predispuesta por la interacción de fac-
beber una cantidad de alcohol nunca superior al límite tores genéticos, circuitos neurobiológicos, rasgos de
legal fijado en Estados Unidos para conducir: 0,08% personalidad y el ambiente sociocultural; de llegar al
en sangre según el test del aliento. Posteriormente envejecimiento estos sujetos, lo harán con mucho más
realizaron una prueba de conducción a través de un consecuencias desfavorables dada la polipatología y un
simulador para examinar si sus capacidades estaban ámbito familiar adverso. En la de inicio tardío, se invocan
alteradas. Primero evaluarón a los sujetos de estudio factores de riesgo como: duelo, jubilación, presencia de
en su capacidad para permanecer en el centro de su dolor crónico, insomnio, depresión y ansiedad, lo que
carril, mantenerse a una velocidad constante y la ra- induce a buscar alivio en el consumo de alcohol.
pidez con que se ajustaban al volante estando sobrios. Los criterios que aparecen en el DSM-IV(9) para “de-
Al día siguiente fueron divididos en varios grupos y, mencia inducida por el consumo persistente de alcohol”,
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Rasgo de carácter Alcohólicos Bebedores Excesivos Bebedores Moderados Abstemios (N=30) Población masculina Total
(N=28) (N=25) (N=107) (N=208)
Sadista 42.9 36.0 17.4 26.7 29.8
Receptivo dominante 82.1 60.0 47.0 36.7 51.4
Receptivo 92.9 84.0 77.8 70.0 79.3
Acumulativo dominante 10.7 16.0 22.2 36.7 22.4
Acumulativo 17.9 48.0 46.2 60.0 45.2
Agresivo 67.0 68.0 36.0 26.7 42.6
“Machismo” pronunciado 63.0 60.0 30.6 34.6 38.6
Cuadro 1
de ellos mismos, y que la única manera de obtener lo inversamente con los grados de responsabilidad, coo-
que necesitan (afecto, alimentos, amor o placer), está peración, satisfacción en el trabajo y productividad. Se
en recibirlo de otros; considerándose incapaces de relaciona directamente en cambio, con la agresividad y
producirlos ellos mismos. Son particularmente sen- el carácter belicoso. La relación con la edad no resulta
sibles al rechazo ya que se sienten perdidos y parali- significativa (r=.077). La correlación entre alcoholismo y
zados cuando han de actuar solos, asumir decisiones o machismo es de .253, significativa al nivel del 1%.
aceptar responsabilidad. Expresan a menudo una cor- El narcisismo, otro rasgo del campesino “alcohólico”,
dialidad autentica, alegría y optimismo, especialmente se manifestó no sólo en su falta de interés y actividad,
cuando estan satisfechos y desean ayudar a los demás; sino también en su necesidad de presentarse como in-
pero también el hacer por los demás, asume la función vulnerable, irresistible a las mujeres, sin sentimientos,
de asegurarse su favor. La persona receptiva también pero dispuesto siempre a defender su honor, aún por la
se caracteriza por su tendencia a superar la inquietud y fuerza de ser necesario.(12) Ejemplos de esto, lo vierten
la depresión comiendo y bebiendo.(12) numerosas películas de la “época de oro” del cine
El machismo es otro de los enfoques de Maccoby (12)
mexicano (1936-1957): “Dicen que soy mujeriego”, “¿Qué
Significa una actitud de superioridad masculina, el te ha dado esa mujer?”, “Cuando lloran los valientes”.
deseo de controlar a las mujeres y de mantenerlas en El estudio de campo(12) reporta además una forma de
una posición inferior. Una de las preguntas de la en- sadismo particular del “alcohólico” que ha de enten-
cuesta interrogaba acerca de si las mujeres debieran o derse como compensación de su receptividad y su debi-
no tener los mismos derechos que el hombre. De los lidad. La clasificación del sadismo refleja un modo “sim-
“alcohólicos”, el 78.6% dijo que no, frente a 44.8% de biótico” de relación, que tiene por objeto evitar sentirse
los abstemios. La χ2 de la diferencia es de 6.8, signifi- solo y vacío absorbiendo a otra persona, “tragándosela”
cativa al nivel del 1%. En sus explicaciones acerca de por la fuerza.
por qué las mujeres no debieran tener los mismos de- Pasivo y vacío (dice Maccoby), el “alcohólico” trata
rechos que el hombre, los “alcohólicos” mas bien ma- de compensarse dominando a otros, especialmente a
nifiestaron temor hacia las mujeres, que superioridad las mujeres. Fuera de su imaginación, rara vez logra su
frente a ellas. Suponen que, a menos que se conceda propósito. Pero su impotencia y frustración pueden en-
a los hombres una ventaja, las mujeres son capaces de cenderse ante una disputa, y el “alcohólico” explotará
controlarlos. En otros términos, el machismo del “alco- descargando su furia contra alguién de quien cree que
hólico” es una reacción de su miedo a las mujeres, una ha desafiado la realidad de su imagen de “macho”. La
compensación de su sentimiento de debilidad, depen- mayor parte de la violencia de la comunidad, incluido el
dencia y pasividad. Del mismo modo que los “alcohó- crimen, ha resultado de explosiones repentinas en una
licos” estan dominados por sus mujeres, los solteros cantina, provocadas a veces por un insulto imaginario,
dependen de sus madres. El machismo se relaciona agrandado por dudas del propio valer y por el miedo
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quier profesional de la salud, emergen en sus miembros razones socioculturales, las mujeres que abusan del
sentimientos encontrados y a veces inconscientes que alcohol son más estigmatizadas; esto es evidente en
dificultan la labor terapéutica. En un caso de supervisión aquellas que crecieron en épocas en las que el consumo
clínica, se propuso a la familia internar a la madre en de alcohol era más censurado para ellas. En México
el área de adicciones de un hospital psiquiátrico, pero existe un patrón de consumo de grandes cantidades
los hijos rápidamente objetaron: “doctora, mi madre no por ocasión y, como fenómeno más reciente, la ingesta
está loca”. Se les propuso entonces desintoxicarla en un excesiva de alcohol a edades cada vez más tempranas,
servicio hospitalario y continuar su tratamiento en un lo que incluye también a las mujeres.(15) En las PAM, los
centro de adicciones. A ello objetaron la condición de clínicos observamos un patrón de consumo de menos
no mencionar su alcoholismo porque “el seguro médico cantidad pero cotidiana, a lo que se agrega el consumo
no cubre esos gastos”. Se les indicó entonces, una des- de fármacos prescritos o no.
intoxicación paulatina en casa, bajo atención médica y En las zonas rurales de México donde vive cerca del
de enfermería, a lo cuál argumentaron: “no doctora… 23% de la población,(16) se ha documentado que el por-
mi mamá nunca aceptaría sentirse vigilada…, además, centaje de la dependencia al consumo de alcohol es
ya está grande, ¡mejor díganos cómo hacerle para que mayor que en las urbanas (10.5% vs 9.3%).(15) En estas re-
pueda beber… pero más poquito!” giones las personas no identifican este consumo como
Esto da idea de las dificultades que en muchos casos problema, lo consideran socialmente válido y así, difícil-
afronta tanto el o la paciente, como el grupo familiar mente llega como demanda de consulta médica, hasta
y el personal de salud. ¿Qué se puede hacer cuando que aparece una comorbilidad o secuela social grave(17)
hay pocas esperanzas de una mejoría? ¿Cómo alentar Esto se complica debido a la percepción de algunos
intervenciones familiares eficientes? ¿Cómo prevenir miembros del personal de salud que consideran el al-
que la dinámica familiar no resulte más nociva que be- coholismo como normal en ciertas regiones, o como
neficiosa? incurable en otras. Además, a pesar de la evidencia
Hay estudios (13)
enfocados a la familia de adolescentes mostrada sobre la eficacia de políticas reguladoras de
y adultos con adicción, que avalan hipótesis sobre el bebidas alcohólicas, estas son escasamente cumplidas
rol de la familia en la génesis y mantenimiento de la en relación a la disponibilidad y restricción de su venta
adicción de alguno de sus miembros. La idea es que el a menores de edad.(17)
síntoma funciona como una “homeostásis” que distrae Un estudio de caso con enfoque cualitativo realizado
la atención de unos y otros acerca de sus propios con- en una localidad rural en México,(18) reporta diferentes
flictos. Sin embago no es fácil encontrar estudios equi- percepciones sobre el consumo de alcohol en las mu-
valentes sobre familias de las PAM adictas. La figura jeres por parte de los prestadores de los servicios de
1 ilustra cómo la misma hija cuida al padre adicto y a salud: la auxiliar y la jefa de jurisdicción sanitaria, identi-
la vez, a sus propios hijos, y en ocasiones hasta a sus ficaron el consumo femenino como problema de salud
nietos. Es de esperarse el colapso de quien llega a verse en la comunidad. Esta percepción no la comparten los
sometido a estas presiones. médicos que laboran en la localidad: ellos manifiestan
que el consumo es mayormente masculino y que “es
Aspectos socioculturales raro que la mujer tome”. ¿Qué significado tendrá esta
diferencia de percepciones? ¿Serán simples prejuicios?
En la persona adicta, la amplitud de este tema abarca En el ideario popular ha perdurado cierta noción de la
sus medios de subsistencia y su consecuente nivel so- mujer anciana como venerable, lo que tiende a alejarla
cioeconómico, su grado de cultura, la tolerancia de la del juicio de “la abuelita alcohólica”, por lo que suele no
sociedad, si vive sola o con quién cohabita, etc. Además aludirse a su consumo de alcohol en el interrogatorio
del estigma de la edad, las PAM afrontan otras vicisi- médico. La alusión al “viejo borracho” y a la “vieja bo-
tudes: los hombres suelen ser más proclives al abuso rracha” implica prácticas discriminatorias ancestrales, y
de alcohol sobre todo en la etapa del retiro laboral. Por por ejemplo, el veto de acceso a la cantina para las mu-
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jeres, duró toda una época. Sólo a lo largo del tiempo que proponen Rowen y Kahn? Un modelo de envejeci-
se ha ido relajado. Al facilitarse la disponibilidad del miento con una meta fija como la enunciada, evita una
alcohol para ambos sexos, se observa que el número mirada flexible acerca de los cambios que se pasan a
de mujeres que abusan de él tiende a aumentar, conse- través de la vida. Cualquier constructo de EE que utilice
cuencia de lo cual hay cada vez más ancianas con este la perspectiva del curso de la vida, hace verse al enveje-
problema. cimiento como un proceso de desarrollo continuo y que
requiere, tanto un esfuerzo individual, como el apoyo
El paradigma del Envejecimiento Exitoso social. Una perspectiva del curso de la vida permite la
heterogeneidad de envejecer “exitosamente”. (19)
Rowe y Kahn en 1998 (19)
postularon el paradigma del
envejecimiento exitoso (EE) al que condicionaron a tres Anamnesis
componentes:
• Baja probabilidad de enfermar y de padecer alguna Ignorar el trastorno por consumo de sustancias en las
discapacidad PAM, significa preservar el problema. El médico no debe
• Alta capacidad física y cognoscitiva subestimar los riesgos de este consumo, por lo que en
• Involucramiento activo en la vida cotidiana: relación todo acto de exploración médica, habrá que indagar
dinámica con otros y actitud productiva puntualmente la cantidad, la frecuencia y el tiempo de
consumo de alcohol, tabaco, benzodiazepinas, analgé-
Este paradigma surge contemporáneo al neolibe- sicos, laxantes, y cualquier otro. Más aún en aquellas
ralismo (teoría político-económica de “libre compe- PAM que cursen con:
tencia”), donde el individuo es el lugar de la acción social, • quejas acerca de su integridad mnésica
libre y responsable de su salud y eficacia en las esferas • síntomas de depresión y/o ansiedad (investigar de
públicas y privadas. Es decir, cada uno tiene su impacto rutina ideación suicida)
dramático sobre el éxito o fracaso en su proceso de en- • abandono de la higiene (hábitus exterior)
vejecer. Habría que refleccionar sobre este paradigma • síndrome de caídas
teórico que sólo abarca al 10% de la población. ¿Qué hay • delirium
de tantas PAM que llegan sin opciones “de éxito” por pa- • miopatías
decer enfermedades mentales, o de tantas otras mar- • incontinencias
ginadas por la pobreza o sin respaldo de una seguridad • hiporexia, anorexia, desnutrición
social? ¿Cuál será la mirada de aquellos profesionistas • trastornos del sueño
de la salud ante personas adictas envejecidas que no • convulsiones
logran los tres componentes del bienestar del EE?..., • problemas para controlar la glicemia
¿van a ser sargenteadas ante el prejuicio de que “él /ella • gastritis y esofagitis recurrente
se lo buscó”?... ¿será tan concreto el verso de Amado • cambios en la conducta o aislamiento social
Nervo: …“porque veo al final de mi largo camino, que yo
fuí el arquitecto de mi propio destino”? Este principio Es conveniente usar instrumentos clinimétricos (vali-
de EE ni aplica para todos, ni es enteramente real; no dados en cada país) con objeto de valorar la cognición,
somos ajenos a lo predeterminado tanto en lo genético la funcionalidad y los síntomas neuropsiquiátricos.
como en lo del medio ambiente que nos toca habitar. Los intrumentos disponibles para estudiar el consumo
Los trabajadores de la salud necesitamos entender la de alcohol, son sensibles para detectar problemas
problemática de la PAM adicta y sin prejuicios, tomar avanzados, aunque son menos confiables para de-
desiciones y estrategias para el adecuado tratamiento tectar etapas incipientes de consumo. Contamos con el
del paciente. Al final podríamos convertir en un pre- Screening de Alcoholismo (CAGE) y el Michigan Alcoholism
juicio este paradigma. Screening Test – Versión Geriátrica (MAST-G) diseñados
¿Qué tan posible es poner un estandar de EE como el para las PAM.
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Sobre todo, a los no teístas, el concepto de “pedir a orientada a un cierto consumo de alcohol, promovida
Dios para eliminar los defectos del carácter” puede pa- incluso por el médico sin antes indagar la integridad de
recerles anacrónico (y hasta omnipotente). la cognición (envejecimiento vs deterioro cognoscitivo),
Bill Wilson, fundador de AA, tenía razón cuando in- la personalidad previa, antecedentes de consumo, inte-
sistió hace 80 años en que la dependencia del alcohol racciones farmacológicas como el uso de benzodiaze-
es una enfermedad, no una falta moral (vicio). ¿Por qué pinas e hipnóticos, además de los cambios fisiológicos
entonces, tan pocas veces se le trata médicamente? (Lo que afectan la forma de absorberse, distribuirse y elimi-
que suele tratarse médicamente, son sus efectos cola- narse de las sustancias. Un reto difícil, es individualizar
terales, mas no la adicción como enfermedad). en cada PAM los límites entre un consumo favorable y
Cuando el centro de tratamiento de Hazelden abrió un consumo problema.
sus puertas en 1949, se anotó cinco aciertos para sus Es difícil apreciar la dimensión cualitativa y cuanti-
pacientes: comportamiento responsable, asistencia a tativa del uso y abuso de alcohol en las PAM porque
conferencias sobre los 12 pasos, hacer su cama, man- este sector de la población procura beber aisladamente
tenerse sobrio, y hablar con otros pacientes. Esto en sus hogares, a diferencia de las conductas gregarias
llevó a un descubrimiento alentador que se ha vuelto que los jóvenes suelen promover. Las políticas de salud
piedra angular del modelo Minnesota: los alcohólicos pública no contemplan a las PAM por el trastorno de
y otros adictos pueden ayudarse unos a otros. La es- consumo de sustancias, más bien suelen ocuparse de
tructura y el apoyo de AA funciona para algunos, pero las conductas lesivas relacionadas con los jóvenes. Por
no es suficiente para todos. ¿Se integrarán las PAM otra parte, las PAM no acuden a los servicios de salud,
a estos grupos de AA? ¿Dónde tratar a las PAM con por consumo de sustancias sino por otras enferme-
patología dual? dades como: síndrome de caídas, hipoglicemia, fallas
Existen líneas de investigación que apoyan la con- mnésicas, etc. de ahí la importancia de una buena labor
clusión de que la mayoría de los trastornos mentales de anamnesis.
tienen su inicio antes de la aparición de los trastornos
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